FIDUCIA, CONCESIÓN, ADMINISTRACIÓN DE INVERSIONES Y RECAUDOS Concepto 2008011516-001 del 4 de julio de 2008. Síntesis: El negocio fiduciario que se consulta tiene como objeto “la administración de la inversión aportada por el concesionario y los recursos recaudados por concepto de alumbrado público” y para saber si el concesionario puede celebrar directamente el contrato de encargo fiduciario con la sociedad Fiduciaria sin contar con la autorización de la entidad pública debe remitirse a lo establecido en el contrato de concesión respecto a los recursos recaudados y a los términos de la licitación pública que dio lugar al contrato de concesión. Si los recursos que se quieren encomendar a una sociedad fiduciaria o parte de ellos pertenecen a entidad estatal su inversión debe regirse por las normas vigentes como recursos públicos que son y el contrato de fiducia no podría ser utilizado para pretermitir disposiciones sobre el manejo y disposición de dichos recursos públicos. Si el contrato debe ser celebrado por la entidad estatal o por el concesionario en virtud de una delegación de tal facultad, el contrato deberá regirse por la Ley 80 de 1993 y las normas que la modifiquen y complementen. «(…) formula la siguiente consulta: “Un municipio celebró con una Unión Temporal contrato de concesión para la prestación del servicio de alumbrado público. Es procedente que el concedente faculte al concesionario para designar la Fiducia (Encargo Fiduciario), el cual tendrá por objeto la administración de la inversión aportada por el concesionario y los recursos recaudados por concepto de alumbrado público En el caso de ser procedente realizar contrato de encargo fiduciario entre el CONCESIONARIO que es un particular y la FIDUCIA (SIC), se pregunta 1 (SIC) Qué régimen se aplicaría-Ley 80 de 1993 o código de comercio? 2 (SIC) El municipio que ya suscribió con el concesionario contrato de concesión, debe celebrar otro contrato como por ejemplo, el de cesión para delegarle al concesionario la función de designar la fiducia, o se puede contratar directamente contrato de Encargo fiduciario entre las partes?” Sobre el particular, resultan procedentes las siguientes observaciones, no sin antes precisar que esta Superintendencia no es competente para pronunciarse sobre temas eminentemente contractuales y menos sobre contratos cuyas modalidades de celebración competen a entidades públicas: Sin perjuicio de lo anterior, es preciso tener en cuenta que de conformidad con lo señalado por el numeral 4 del artículo 32 de la Ley 80 de 1993, “Son contratos de concesión los que celebran las entidades estatales con el objeto de otorgar a una persona llamada concesionario la prestación, operación, explotación, organización o gestión, total o parcial, de un servicio público, o la construcción, explotación o conservación total o parcial, de una obra o bien destinados al servicio o uso público, así como todas aquellas actividades necesarias para la adecuada prestación o funcionamiento de la obra o servicio por cuenta y riesgo del concesionario y bajo la vigilancia y control de la entidad concedente, a cambio de una remuneración que puede consistir en derechos, tarifas, tasas, valorización, o en la participación que se le otorgue en la explotación del bien, o en una suma periódica, única o porcentual y, en general, en cualquier otra modalidad de contraprestación que las partes acuerden.” En ese orden de ideas y en la medida en que el negocio fiduciario a que se refiere su consulta tiene como objeto “la administración de la inversión aportada por el concesionario y los recursos recaudados por concepto de alumbrado público”, para saber si el concesionario puede celebrar directamente el mencionado contrato de encargo fiduciario con la sociedad Fiduciaria sin necesidad de contar con la autorización de la entidad pública, es preciso remitirse a lo establecido en el contrato de concesión respecto a los recursos recaudados por concepto de la prestación del servicio de alumbrado público y a los términos de la licitación pública que dio lugar al citado contrato de concesión. Lo anterior, toda vez que puede haberse pactado que dichos recursos pertenezcan al concesionario como remuneración o que sólo una parte de ellos o que ningún recurso le pertenezca a éste, sino que deban ser entregados o incluso recaudados por la entidad estatal. En el primer supuesto, al pertenecer los recursos al concesionario y, salvo que en el contrato de concesión se haya señalado alguna condición diferente o una prohibición en tal sentido, el concesionario podría celebrar el contrato de fiducia sin necesidad de contar con la autorización de la entidad pública, bien sea en el contrato de concesión o en otro (porque no se trata en ese caso de recursos públicos sino de los recursos de ese particular). Ahora bien, vale la pena advertir que si los recursos cuya administración se quiere encomendar a una sociedad fiduciaria o parte de ellos pertenecen a la entidad estatal, su inversión debe regirse en todo caso por las normas vigentes como recursos públicos que son y el contrato de fiducia no podría ser utilizado para pretermitir disposiciones sobre el manejo y disposición de los recursos públicos. Por otra parte, en cuanto a la celebración del mencionado contrato, en principio correspondería a la entidad pública como titular de los recursos pero ésta podría delegar dicha contratación al concesionario rigiéndose para tal efecto por las disposiciones pertinentes de la Ley de Contratación Administrativa y el contrato se regiría por lo dispuesto por la Ley 80 de 1993. En cuanto a la ley aplicable al contrato, vale la pena recordar que, de conformidad con lo establecido por el artículo 1º de la Ley 80 de 1993, ésta “(…) tiene por objeto disponer las reglas y principios que rigen los contratos de las entidades estatales” que, según el literal a) del numeral 1 del artículo 2 de la misma ley, son “La Nación, las regiones, los departamentos, las provincias, el distrito capital y los distritos especiales, las áreas metropolitanas, las asociaciones de municipios, los territorios indígenas y los municipios; los establecimientos públicos, las empresas industriales y comerciales del Estado, las sociedades de economía mixta en las que el Estado tenga participación superior al cincuenta por ciento (50%), así como las entidades descentralizadas indirectas y las demás personas jurídicas en las que exista dicha participación pública mayoritaria, cualquiera sea la denominación que ellas adopten, en todos los órdenes y niveles.” En este orden de ideas, partiendo del supuesto de su consulta en el cual el concesionario (los miembros de la unión temporal) es un particular y, por lo tanto, no encuadra dentro de la noción de entidad estatal arriba citada, el contrato se regiría por lo dispuesto en el Código de Comercio. Por el contrario, si el contrato debe ser celebrado por la entidad estatal o por el concesionario en virtud de una delegación de tal facultad, el contrato deberá regirse por la Ley 80 de 1993 y las normas que la modifiquen y complementen. (…).»