Capítulo 1. La pintura en la Italia Bajomedieval La pintura italiana de la Edad Media estaba dentro de la órbita del arte bizantino. Era una pintura fundamentada en una visión religiosa con unas formas muy rígidas y simbólicas. Aún así, en la tradición bizantina se encontraban implícitos los conocimientos pictóricos de la antigüedad clásica, como el modelado de los volúmenes por la luz y el color y el uso del escorzo para representar la tridimensionalidad. En Italia siempre fueron conscientes de su pasado clásico y a partir del siglo XIII surgió de nuevo el interés por el hombre y por la naturaleza. Fue el momento en que artistas como Giotto, Cimabue, Duccio o los hermanos Lorenzetti intentaron conseguir una representación más real de la naturaleza, frente a la estilización bizantina que imperaba en la visión medieval de entonces. Fig. I.1.1 Duccio di Buoninsegna, Cristo y la Samaritana 13101311 Esta nueva tendencia se aprecia en la obra de Duccio que tratamos aquí; denota un interés por la anatomía y un intento de representar a los personajes y las relaciones entre ellos de manera más naturalista; también se observa una intención de ubicarlos en un espacio verosímil, para lo cual se intenta dar la sensación de volumen y profundidad con recursos como el modelado de los cuerpos y los ropajes mediante la luz y la sombra; así como el uso de los principios del escorzo, tanto en las figuras como en las construcciones, lo que llevará a los artistas de este periodo a sus primeras aproximaciones a la perspectiva, que serán la base de los planteamientos perspectivos de Brunelleschi y Alberti en el siglo XV. Duccio di Buoninsegna Cristo y la samaritana, 1310-1311. Temple y oro sobre tabla. 43,5 x 46 cm Esta obra formaba parte del retablo de la Maestá que Duccio pintó entre 1310 y 1311. Se trataba de un gran retablo de dos caras destinado al altar mayor de la catedral de Siena. En esta tabla se representa el momento en que los apóstoles, regresando de la ciudad de Sicar a la que habían ido a por comida, encuentran a Itinerarios artísticos / La representación del espacio / Libro de alumno I.1 1 Jesucristo hablando con la Samaritana en el pozo donde éste se había quedado a descansar. El sentido religioso de esta obra condiciona todo el espacio de la composición, a pesar del aparente desequilibrio visual, en el que la figura de Jesucristo sentado en el pozo no parece compensar todo el peso visual de la ciudad con los apóstoles. En realidad, el equilibrio de esta composición reside en su carga simbólica, de manera que el fondo dorado sobre el que se representa a Jesús asociado a la fuente de la vida y a la resurrección (simbolizada por el brocal octogonal) de algún modo consigue contrarrestar el volumen de la derecha; y en el centro, como eje que articula las dos partes, se encuentra la samaritana con el cántaro en la cabeza, portadora del agua y del mensaje. Pero el autor no se queda ahí, sino que intenta conciliar esta carga simbólica de la escena con una representación coherente del espacio. Y es que Duccio, como otros pintores de la época, también intentó introducir el naturalismo en la pintura frente a las formas del arte bizantino que predominaban hasta entonces en Italia. También hay que tener en cuenta que esta renovación de la pintura se hizo desde dentro de la tradición bizantina y su influencia persistió durante bastante tiempo, mostrándose de manera evidente en esta obra. Este gusto oriental se manifiesta en el fondo dorado y en el uso de los colores puros, que en esta obra establecen una armonía de color muy rica: en el centro, el cántaro rojizo con el eje del cuerpo de la samaritana en amarillo dorado; a ambos lados encontramos el rojo y el azul de los ropajes de Jesucristo y de San Juan, y los verdes del pozo, la casa y la túnica de San Pedro; y en el fondo, el oro y los colores tierra; todo bañado y modelado por la luz dorada. Esta luz es la que hace resaltar los volúmenes de los cuerpos, como se ve muy bien en loas rostros y en las manos, en los pliegues de los ropajes o en el cántaro que lleva la samaritana en la cabeza, cuyo escorzo está muy bien resuelto. por cierto. Al igual que en las figuras, en los elementos arquitectónicos, Duccio consigue un efecto de volumen combinando planos de luz y de sombra en las distintas caras de los edificios y del pozo. Además, se puede Itinerarios artísticos / La representación del espacio / Libro de alumno I.1 2 observar cómo los elementos que están en la mitad superior del cuadro se representan vistos desde abajo, mientras que los elementos que se encuentran en la mitad inferior están vistos desde arriba (puente y pozo). De modo que se intuye una línea horizontal imaginaria que, pasando justo por encima de la cabeza de Cristo y del cántaro de la samaritana, establece esta división de alturas y de forma intuitiva se aproxima bastante a la línea de horizonte de la perspectiva cónica. En la ciudad, que en realidad parece la Siena natal de Duccio, la representación de los elementos arquitectónicos está bastante lograda, aunque tanto las almenas y las torres de la muralla como las casas que se ven tras ella sean un poco pequeñas en relación con las figuras. En cuanto al brocal octogonal del pozo, su dibujo planteaba más dificultades, ya que el octógono se ve escorzado desde arriba. Aunque las aristas perpendiculares al plano del cuadro parece que fugan a un punto que se encuentra más o menos frente a la cabeza de Cristo, las direcciones de las líneas que forman 45 grados no están a la misma altura que aquél, como deberían. Lo mismo sucede con las líneas de la pila sobre la que se encuentra sentado Jesús. Aún así, el efecto conseguido es notable, y en ningún caso se le pueden reprochar a Duccio errores en la perspectiva cuando lo cierto es que tanto él como otros artistas del momento la estaban inventando, y de hecho sus pasos no iban nada desencaminados. ACTIVIDADES EN EL MUSEO: Estamos ante el cuadro de Duccio, en esta obra se hace un intento de conciliar la representación coherente del espacio con el simbolismo religioso del tema. 1. ¿Te parece la ciudad demasiado pequeña? 2. ¿Qué pasaría si tuviera el tamaño que debiera tener según el tamaño de las figuras? 3. Si se viese sólo un fragmento de la puerta de la ciudad, ¿afectaría eso al contenido simbólico del cuadro? Busca otros cuadros de esta sala en los que el simbolismo o sentido simbólico condicione la composición y la representación del espacio. Itinerarios artísticos / La representación del espacio / Libro de alumno I.1 3 Duccio plasma el espacio representando desde abajo las cosas que están en la parte superior, y desde arriba las que están en la parte inferior. Compara la representación arquitectónica de Duccio con las obras de Gabriel Maelesskircher Nº 233-240 que se encuentran al otro lado de la pared en la sala siguiente. 1. ¿Se aprecia esta visión del espacio entre lo visto desde arriba y lo visto desde abajo? 2. ¿En cuántos cuadros se ve el horizonte? 3. ¿En cuántos cuadros coincide la línea de horizonte con el límite entre las cosas que se ven desde abajo y desde arriba? ACTIVIDADES EN CASA O EN CLASE: Situado de pie en casa o en clase: 1. ¿Qué cosas ves desde arriba y qué cosas ves desde abajo? 2. ¿Cómo cambia la visión de las cosas si te agachas o te tumbas en el suelo? 3. ¿Y si te subes a una silla? 4. ¿Dónde se sitúa la línea de horizonte en cada caso? Haz un dibujo sencillo de este espacio visto desde el suelo y otro visto desde arriba. Itinerarios artísticos / La representación del espacio / Libro de alumno I.1 4