OPIOIDES Su Especialista le ha recetado opioides. Estos medicamentos son derivados del opio y actúan como calmantes muy potentes del dolor a través del sistema nervioso. En la actualidad son los calmantes más fuertes que existen. Tipos de opioides La morfina, la hidromorfona, la oxicodona, la oxicodona/naloxona, la metadona, la buprenorfina, el fentanilo el tapendol y el tramadol son los opioides más habituales en el tratamiento del dolor. Duración del efecto Según la duración de su efecto hay dos tipos de opioides, los de larga duración y los de corta duración: - Larga duración: mantienen su efecto entre 8 a 72 horas. Se utilizan en casos de dolor moderado o grave. - Corta duración: tienen un efecto rápido, pero su duración es corta. Se usan en dolor agudo o como refuerzo de otros analgésicos. Si es así se les llama “pauta de rescate”. Pese a tener el mismo origen y la misma finalidad, nunca deben intercambiarse. Deben seguir rigurosamente las instrucciones de su especialista. Formas de tomarlo - Vía oral: La más habitual en el dolor crónico. Los hay de larga duración (de liberación retardada, para tratamiento crónico), y los hay de acción inmediata (terapia de rescate). Es muy importante recordar que los comprimidos de larga duración no se pueden partir, masticar, triturar ni disolver. - Con parches: Se aplica a través la piel mediante parches de Fentanilo o de Buprenorfina. Deben ponerse sobre la piel limpia, sin heridas y sin pelos. Se recomienda ir cambiando el lugar de la aplicación. El Fentanilo debe cambiarse cada 3 días y la Buprenorfina cada 4. Siga las instrucciones de su especialista. - Bajo la lengua: o en el lado interno de la mejilla. Se produce una absorción muy rápida y la acción es casi inmediata, se usa en la terapia de rescate. - También se pueden administrar en inyección. Efectos secundarios no deseados Los medicamentos siempre tienen efectos secundarios no deseados, los más habituales son: náuseas, vómitos, estreñimiento y somnolencia. 1. Efectos agudos - Somnolencia y mareo: pueden aparecer al principio de tomarlos o por un aumento de dosis. Suelen desaparecer al cabo de unos días. Durante el tiempo que duren hay que ir con cuidado de caerse y es mejor no conducir. - Náuseas y vómitos: también al principio de tomarlos. Su especialista le indicará qué medicamento tomar para evitarlo. - Adormecimiento y visiones: en personas mayores, también al inicio del tratamiento. 2. Efectos crónicos Estreñimiento: muy frecuente. Puede estar presente siempre. Se puede evitar con régimen (tomando más verduras y líquidos) y tomando laxantes. Su Especialista le recetará el que más le conviene. Sudor: más frecuente en los jóvenes. Neuroendocrinos: Disminución o desaparición del apetito sexual. Osteoporosis Inmunológicos Cardiológicos Mentales: pérdida de memoria, alteraciones del sueño. 3. Además: picor (sobretodo con morfina), dificultad para orinar, disminución de la tensión arterial, pérdida de fuerza y visión borrosa. Con el tiempo, el cuerpo se puede acostumbrar al medicamento y estos efectos pueden disminuir o desaparecer (excepto el estreñimiento). En todo caso, informe a su Especialista de cualquier efecto adverso que detecte. Tolerancia, dependencia y adicción Si su Especialista le ha recetado opioides es porque los necesita para tratar su dolor. La tolerancia se da cuando el cuerpo se adapta al medicamento. Aparece cuando se da durante mucho tiempo y lleva a que el medicamento sea menos eficaz. Esto significa que cada vez es necesario recetar dosis mayores para conseguir el mismo efecto. Eso no quiere decir adicción. Dependencia física: la retirada de golpe del medicamento puede dar síntomas desagradables (angustia, ansiedad, sudoración,…). Esto no debe preocuparle, ya que si es necesario que deje de tomar el medicamento su Especialista le dirá como hacerlo poco a poco. Dependencia física y adicción no son lo mismo. Adicción: es el no poder parar de tomar un medicamento, aunque eso de efectos negativos. Las personas adictas sienten un ansia incontrolable por el consumo de estas sustancias. Tolerancia y dependencia son frecuentes y se dan con el uso continuado de opioides. Recuerde que no son lo mismo ni quiere decir que haya adicción. La aparición de adicción es rara si no ha habido otras adicciones y si los medicamentos se utilizan para el tratamiento del dolor bajo control y supervisión de su Especialista. Recuerde Siga las instrucciones indicadas por su Especialista. Tomar una dosis superior a la recetada, o tomarla con más o menos frecuencia, puede provocar efectos adversos graves, como problemas respiratorios importantes (ahogo). Mientras tome opiodes no beba alcohol, ni tome antihistamínicos, barbitúricos o benzodiazepinas ya que algunos de los efectos indeseables podrían verse potenciados. No abra las cápsulas. Las pastillas no deben ser partidas, masticadas, trituradas ni disueltas. Tomar los medicamentos de esta manera puede provocar efectos adversos graves. No cambie un medicamento por otro. Sólo su Especialista puede decirle que otros medicamentos puede tomar. Estos fármacos se encuentran en la categoría de estupefacientes. Su médico le entregará una receta especial para que pueda recoger la medicación en su oficina de farmacia. Ideas Falsas “Se hará un drogadicto”: no es verdad. Los opioides tomados bajo control médico tienen un efecto clínico. “La morfina por vía oral, no es efectiva”: no es verdad. Su Especialista se asegurará de que tenga el mismo efecto. “Puede usarla para suicidarse”: no es verdad. “Es peligroso tenerla en casa porque la intentarán robar”: no es verdad. “La morfina provoca euforia”: no es verdad. La morfina usada como medicamento provoca alivio del dolor. “Desarrollaré tolerancia y ya no me hará efecto”: no es verdad. La tolerancia tiende a disminuir a lo largo del tratamiento. Además, siempre puede aumentarse la dosis.