DE FARMACIA. 1S5 P a r a confirmación de que el o x i g e n o que se desprende del nitro en tan grande cantidad , y se fixa en el carbón y en el a z u ­ f r e , es causa de esta combustión tan rápida , se ha hecho con el muríate oxigenado de potasa y los demás ingredientes una p ó l v o r a de efectos espantosos, y mas terribles que los de la del nitro. E l ácido muriático oxigenado presta al carbón y al a z u ­ fre con muchísima facilidad el exceso de o x í g e n o q u e t i e n e , y es causa por esta razón de que se quemen de un modo asombro­ so por la brevedad con que se hace ; pues según nos dice C h a p t a l , no se puede usar porque se enciende solo con frotarla. U n a cosa bien digna de reparo se ofrece en estas com­ bustiones violentas, y es q u e á proporción de la grande com­ bustión que efectivamente se hace en un instante de tiempo, c u y o carácter indica la extraordinaria cantidad de o x i g e n o q u e se fixa en el combustible , no se forma una llama v i v a , ó un desprendimiento asombroso de calórico y lumínico, como parece d e b i a , según la proposición sentada en la teoría que expusimos d e la combustión , de que , , á proporción de la cantidad de tí o x í g e n o que se fixa en el combustible en un tiempo deter„ m i n a d o , tanta es la cantidad de calórico mayor q u e se des„ prende y proporciona nueva.disolución del combustible , pa„ ra que sea nías fácilmente quemado." P e r o esto se entiende quando el o x í g e n o que sirve para la combustión , está com­ binado con una cantidad grande de calórico , como sucede en el gas oxígeno de la atmosfera ; pero de ningún modo en un cuerpo que tiene el oxígeno concreto ó con poco calórico. E l nitro teniendo el oxígeno mas concreto que el ayre tm mosférico, tiene menos calórico que perder para combinarse con el azufre ú otro c o m b u s t i b l e ; pero el gas o x í g e n o para fixarse en los combustibles tiene mucho calórico que aban­ d o n a r ; y tanta.mayor cantidad se desprende , quanto mas só­ lido tenga que permanecer en la nueva combinación que con­ trae con el combustible que le descompone. A g e s t e mismo intento se puede aquí repetir lo que en e l . m i s m o lugar se dixo de la oxidación del hierro. Este metal se quema lenta­ mente expuesto al ambiente á beneficio del o x í g e n o que reci­ be, del agua , y como que esta le tiene casi concreto , pierde poco calórico para combinarse con él. TOMO I . D»