LA DESREGULACIÓN DEL SISTEMA FINANCIERO

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Abstract
Título: La desregulación del sistema financiero ecuatoriano. Periodo 1985 – 1997
Autoría: May Paola Cano Poveda
Año: 1998
Problema de investigación
Hasta mayo de 1994 el mercado financiero ecuatoriano se encontraba regulado principalmente por la Ley
General de Bancos. Esta ley fue implementada por la Misión Kemmerer tras la Revolución Juliana, cuyo fin fue
disminuir el poder ejercido por la bancocracia ecuatoriana. La evaluación a la actividad desplegada por el
sistema financiero bajo esta legislación en el país, puso en evidencia el fracaso de los esquemas de regulación
ya que a más de no haberse cumplido con los propósitos de control monetario, la excesiva regulación y
represión financiera determinaron la creación de graves distorsiones que pusieron de manifiesto la
imposibilidad de supeditar la política monetaria a la política fiscal y a la acentuada tendencia del sistema a
crear mecanismos para evadir la regulación implementada.
Para contrarrestar las deficiencias señaladas se iniciaron procesos acelerados de liberalización económica y
financiera que se caracterizaron por una marcada orientación al mercado, y que se consolidaron con la
expedición de la nueva Ley de Instituciones Financieras en mayo de 1994 con el propósito de modernizar la
normatividad que regulaba las actividades de este sector. Con la nueva ley, se busca acentuar la profundización
financiera de tal manera que se utilice más eficazmente el ahorro y se canalice en su mayor parte hacia la
inversión productiva; se fortalece al sistema financiero mejorando su eficiencia y su capitalización; se incentiva
y abarata los costos de intermediación a la vez que se mejoran los mecanismos de supervisión mediante el
establecimiento de una estructura institucional que auspicie la eficiencia y la consolidación de estas
instituciones en un contexto de globalización.
A través de la presente investigación se evalúa la afectación directa de la liberalización del sector financiero
sobre la flexibilización de los intermediarios financieros; se analiza si se controló y se evitó la concentración del
crédito; si se han eliminado las limitaciones operativas y cuantitativas que existían sobre las operaciones
crediticias; si se ha incrementado el ahorro financiero; si se ha facilitado el acceso a la captación de recursos en
los diferentes mercados; y la incidencia de la liberalización de las tasas de interés y por servicios. En cuanto a la
supervisión y control se busca determinar si la información es trasparente, se analizan los mecanismos
implementados para que la supervisión sea dinámica coordinada y suficiente de manera que garantice la
solvencia y seguridad de las instituciones. Se pondrá énfasis en la evaluación del cumplimiento de las normas
establecidas por los intermediarios y se establecerá si la supervisión tiene el carácter de prudencial y oportuna.
Marco teórico
En la actualidad, es indudable que los problemas que afronta el sistema financiero nacional tienen su origen
tanto en distorsiones de la política macroeconómica como en ineficiencias microeconómicas del mercado
financiero, reflejadas en tasas de interés altas, mayor cartera vencida, insuficientes niveles de capitalización,
etc. El proceso de globalización financiera ha incidido en la disminución del número real de intermediarios
participantes (intermediarios y compañías financieras, cooperativas, mutualistas) cuya participación se
encontraba amparada por la Ley General de Bancos. Sin embargo, actualmente aún existe un número excesivo
de bancos frente al tamaño del sistema financiero que encarecen la actividad de intermediación, así entre 1985
y 1997 se han incrementado de 31 a 43 bancos.
La cuantificación y análisis del riesgo en la industria bancaria, el conocimiento de la “eficiencia de un sistema
financiero”, el manejo coherente de las políticas monetaria y financiera, y en general el manejo de los
principales conceptos contemplados en la Ley General de Instituciones del Sistema Financiero entre otros
factores permiten crear un juicio de lo que fue el sistema financiero en la década de los 70 y 80, frente al
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desarrollo alcanzado en la década de los 90 tras la consolidación de los procesos de desregularización y
globalización financiera.
Sin embargo, la consideración de las normas prudenciales y del prestamista de última instancia debe subrayar
que uno de los riesgos mayores de la globalización financiera consiste en que los mercados financieros
mundializados y desreglamentados se han erigido en auténticos jueces de las políticas económicas de los
gobiernos. Cada vez más éstos actúan de conformidad con las expectativas de dichos mercados. En el Ecuador
se han evidenciado este tipo de fenómenos a través de eventos como: la sucretización de la deuda externa en
1985, la concesión del préstamo subordinado al Banco Continental en 1995, entre los más destacables para
probar la afirmación que atenta contra las leyes de mercado “privatización de ganancias y la estatización de
pérdidas”. En este sentido se habla de credibilidad de las políticas económicas, lo que significa que los
gobiernos están obligados a someterse a los mercados financieros o cuando menos a asegurarlos si no quieren
sufrir una fuga de capitales o experimentar un alza de la tasa de interés. Todo esto permite concluir con la idea
de que la liberalización de los mercados financieros ha reducido la autonomía de las políticas económicas con
todos los peligros que esto implica para el ejercicio de la democracia.
Síntesis de la investigación
En el Ecuador, los resultados de la desregularización comenzaron a ser percibidos en un entorno de estabilidad
económica bajo el régimen de Sixto Durán Ballén (1992-1996), el cual procuró el mejoramiento continuo de los
principales índices macroeconómicos. Sin embargo, esta situación se vio afectada por el conflicto bélico con el
Perú, posteriormente por el problema político que involucraba al vicepresidente Alberto Dahik y por la crisis
energética, fenómenos que incidieron en la desestabilización del programa y entorno económico. Tiempo
después la sociedad enfrentó un nuevo conflicto político con el triunfo de Bucaram en el año 1996, situación
que desestabilizó nuevamente el marco económico. Es indudable que el conjunto de estas situaciones
afectaron los procesos de desregularización financiera frente a una cuasi recesión económica, problemas
continuos de déficit fiscal, que produjeron el deterioro de la banca a través de la afectación de los índices de
cartera vencida, la inoperatividad de la constitución adecuada de provisiones, las deficiencias patrimoniales,
entre otras. Es decir, que la evaluación de los mencionados procesos de regularización ha sido vulnerable al
deterioro del sistema financiero y crisis económicas en general.
Entre diciembre de 1992 y 1997, el desempeño relativo de algunos de los bancos cambió. Los bancos que
mejoraron su desempeño relativo son: Banco de Guayaquil y Banco de Loja (MACRO 5 a 3), Banco del Pichincha
y Banco Internacional (MACRO 4 a 2), Banco La Previsora (MACRO 4 a 3), Citibank, Banco Bolivariano y
Produbanco (MACRO 2 a 1). Los bancos que empeoraron su posición relativa son: Lloyds Bank (MACRO 1 a 2),
Banco del Litoral (MACRO 1 a 5), Banco General Rumiñahui (MACRO 2 a 4), Banco Amazonas (MACRO 3 a 4) y
Filanbanco (MACRO 3 a 5).
Resultados
El problema de la existencia de excesivas instituciones financieras coexiste con una creciente concentración de
actividades. Las ineficiencias surgen debido a que el tamaño monetario del sistema frente a la alta
concentración en el manejo de actividades ejercido por los bancos más grandes ha dejado para los otros
bancos una porción mínima para un número excesivo de entidades, lo que ha fomentado la competencia
especulativa entre instituciones medianas y pequeñas, a costa de incurrir en mayores riesgos, presionar al
mantenimiento de altas tasas de interés y propender a mayores márgenes financieros cuyo rédito justifique su
presencia en el mercado. El mantenimiento de márgenes de intermediación altos durante la década de los
ochenta reflejó el sobredimensionamiento del sector financiero y la ineficiencia en la inmovilización de
recursos, acompañados de políticas monetarias altamente restrictivas. La banca especializada es sinónimo de
atomización e ineficiencia, lo cual conduce a un menor tamaño del sistema financiero y entraña mayores
riesgos de solvencia. La banca especializada no permite alcanzar costos óptimos por los bajos niveles de
operación y graban a la economía con mayores costos. La banca ecuatoriana no es catalogada como una banca
fortalecida para ser competitiva, por el contrario se encuentra cada vez más condicionada por la fragilidad de
las instituciones pequeñas que incursionan en el mercado en el contexto de una economía pequeña en cuasi
recesión, afectada por múltiples situaciones internas y externas que retardan el desarrollo de los sectores
productivos y la tornan volátil. Los sistemas de banca global prevén una mejor calidad de sus activos de riesgo,
gracias a la posibilidad de efectuar un mayor control sobre factores de rentabilidad, liquidez y solvencia que
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permiten detectar oportunamente los problemas de los bancos. El mantenimiento de elevadas tasas de interés,
igual que tasas de interés reales negativas, son desequilibrantes ya que afectan el direccionamiento de
proyectos viables e inversiones productivas. Los procesos liberalización económica financiera todavía entrañan
esquemas de intervención gubernamental que coartan la acción de mercado, reflejados en los intentos por
“salvar” instituciones cuyos problemas de solvencia comprometen su competitividad y presencia en el
mercado, el ejemplo más reciente lo constituye Solbanco ya que después de haber declarado su liquidación
forzosa, la Junta Monetaria permitió su rehabilitación pese a que sus problemas estaban directamente
relacionados con el tema de insolvencia.
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