Cyber-Bullying (Intimidación por Internet): ¿Cómo tratar con ello? Por la profesora Mona O’Moore, Investigación Antimaltrato Escolar y Centro de Recursos del Trinity College en Dublín La presentación mostrará en primer lugar “Silent Witnesses”, un DVD que fue producido por el Centro Antimaltrato Escolar del Trinity College para ayudar a los colegios a tomar conciencia del maltrato y ayudarles a gestionar el problema. El DVD muestra a estudiantes de secundaria involucrados en bullying tradicional y en Internet. También muestra que los jóvenes que son acosados no siempre son débiles y “diferentes” y lo que es más importante no se ajustan a los estereotipos. Además el DVD pone de relieve como los jóvenes tienden a no hacer nada o muy poco cuando se enfrentan al bullying y la angustia que esto les causa. Después de ver “Silent Witnesses”, me centraré en un estudio reciente de 3004 estudiantes de Secundaria entre los 12 y los 16 años de edad que han rellenado una cuestionario específico de 38 preguntas para calcular la incidencia y la naturaleza del Cyber-bullying en Irlanda. También se preguntó a los estudiantes su opinión sobre cómo los colegios podían contrarrestar mejor el cyber-bullying. Los resultados mostraron que casi uno de cada cinco estudiantes dijo que habían participado en el cyber-bullying bien como víctima, como un acosador o como ambos. Una de cada tres dijo que había sido testigo de actos de cyber-bullying. El estudio indicaba que más chicas (15,6%) que chicos (6,9%) habían sido sujetos de cyber-bullying en los dos últimos meses. Sin embargo, más chicos (4,95%) comparados con las chicas (3,5%) admitieron el cyber-bullying de otros. Los resultados también mostraron que había más chicas (4,5%) que chicos (3,9%) se vieron envueltos en Cyber-bullying tanto como víctimas como agresores. En muchas de las subcategorías del ciber abuso los índices de incidencia fueron ligeramente superiores entre las chicas que entre los chicos. Más a las chicas que a los chicos, por ejemplo, se les enviaron mensajes de móvil desagradables, agresivos o amenazantes en el colegio y fuera del colegio. También más chicas, (15,6%) que los chicos (10,6%) tenían cosas inaceptables sobre ellos colgadas en Internet en tales portales como Bebo, Youtube, My Space, Nimble and Face Book. Además, más chicas (24,7%) que chicos (20,3%) han recibido una llamada desagradable, agresiva o amenazante desde un teléfono móvil. También las chicas (9,3%) más que los chicos (5,15%) recibieron correos electrónicos abusivos más frecuentes. Se dirigieron a las chicas (10,6%) más que a los chicos (8,9%) más mensajes desagradables y agresivos cuando participaban en chats. Además las chicas (15,8%) estaban más en riesgo que los chicos (11,3%) al recibir mensajes instantáneos desagradables, agresivos o amenazantes. Además las chicas (18,3%) habían tenido fotos de cámaras de teléfono o vídeo clips tomados de ellos más vergonzantes que los chicos (17,3%) pero más chicos (11,0%) que chicas (8,0%) los habían recibido. Más de la mitad de las víctimas de cyber-bullying (56,8%) informaron que estaban afectados por el cyber-bullying. Casi un tercio (30,8%) argumentó que les hizo enfadar y un 7,3% dijo que se sintieron asustados. La reticencia a decir a un padre y profesor fue muy marcada. Mientras que el 31,3% dijo que se lo había dicho a un padre, sólo el 12,4% se lo había dicho a un profesor. Tristemente sólo el 3,8% de los testigos de cyber-bullying se lo había contado a un padre o un profesor y sólo el 17,5% declaró que había intentado hacer que el agresor dejara de hacerlo. Hubo sólo un 20,7% de los testigos que se quejaron de que les había disgustado ser testigos del cyber-bullying. En verdad, más de uno de cada diez estudiantes (12,3%) declaró que se había divertido viendo o siendo testigos del cyberbullying. Sin embargo, fue alentador que sólo uno de cada diez estudiantes pensara que el cyber-bullying era tan sólo parte de su vida. Fue también prometedor aprender que casi la mitad de todos los estudiantes del estudio (44,5%) creía que el cyber-bullying era incorrecto. Mientras que la incidencia general del cyber-bullying (18,3%) fue menos que del maltrato tradicional (41,8%). Los resultados llaman a una acción urgente para prevenir cualquier escalada mayor del problema y que los estudiantes desarrollan tecnologías cada día más sofisticadas. Recomiendo que el personal del colegio, los padres y los jóvenes necesitarán trabajar juntos para integrar las intervenciones específicas de cyber-bullying en los modelos de antimaltrato más tradicionales (e.g. The ABC Whole School Response to Bullying by O’Moore and Minton,2005 Aggressive Behaviour 31,608-622). Como las chicas parecen actualmente estar más en riesgo de cyber-bullying, se recomienda que las estrategias de intervención tengan esto en cuenta. Se espera concluir la presentación con las opiniones de los estudiantes del estudio irlandés sobre lo que creen que los colegios deberían hacer para contrarrestar el cyber-bullying.