tesla: ¿la nueva apple?

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NEGOCIOS
LATERCERA Domingo 24 de mayo de 2015
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Crónica
FOTO: AP
TESLA: ¿LA NUEVA APPLE?
La fabricante de autos eléctricos lanzó una revolucionaria batería que logró
pedidos por US$ 800 millones. En medio de la euforia, el mercado se pregunta si
la compañía seguirá un camino exitoso o se convertirá en una burbuja.
Agencias
L
a nueva línea de grandes
baterías apilables de
Tesla para hogares y
empresas ya es todo un
éxito. Las reservas informadas en las primeras semanas desde su lanzamiento
están valuadas en unos US$ 800
millones, de acuerdo con cifras de
la agencia de noticias Bloomberg.
Si Tesla convierte aunque sea una
parte de esas reservas en ventas
reales, el lanzamiento de la batería
podría calificar como el más importante de una categoría de productos nueva.
La nueva línea de baterías de almacenamiento tiene como propósito conservar la energía solar durante la noche, para así ahorrar
gastos de electricidad a las empresas durante las horas peak, que en
Estados Unidos son más costosas.
Pero comparar el lanzamiento de
las baterías con el del Viagra y el
iPhone, que superó los US$ 1.000
millones en ventas en su tercer trimestre en el mercado, puede resultar algo forzado. La mayor parte de
los ingresos por las baterías de Tesla provendrá de compañías eléctricas, no de los consumidores que se
llevaron a manos llenas los iPhone
y el Viagra. El precio de las nuevas
baterías es también mucho más
alto: las unidades Powerwall de
Tesla para el hogar costarán entre
US$ 3.000 y US$ 3.500 cada una,
sin incluir la instalación.
Tesla hasta ahora ni siquiera ha
definido qué se considera una “reserva”. De los US$ 800 millones de
reservas de la primera semana, casi
US$ 625 millones provienen de
compañías y empresas eléctricas
que probablemente completen la
transacción. El resto procede de
usuarios particulares y no son mucho más que expresiones de interés
efectuadas online y sin compromiso de compra.
Encontrar la escala correcta para
fabricar baterías gigantescas también será una tarea mucho más difícil que en el caso de la pildorita
azul de Pfizer, que vendía 46.000
recetas diarias al terminar su primer mes en el mercado. Tesla no comenzará la entrega de las baterías
hasta este verano boreal y ya tiene
agotadas las existencias hasta mediados de 2016.
Producto pionero
Sin embargo, acercarse a los
US$ 1.000 millones de interés por
un producto pionero es un logro
significativo. Tesla va a necesitar ese
dinero, porque está consumiendo
efectivo para invertir en dos nuevos
autos eléctricos, además de la fábrica para las baterías que costará
unos US$ 5.000 millones.
A principios de mayo, en una con-
ferencia con analistas, el máximo
responsable ejecutivo de Tesla, Elon
Musk, no descartó la posibilidad de
que la división de baterías termine
siendo más importante que la de
autos eléctricos. “Olvidamos con
demasiada facilidad que Tesla es
mucho más que vehículos”, dijo el
analista de Morgan Stanley, Adam
Jonas, en una nota a inversores.
“En la última semana, más amigos, colegas, clientes y familiares
me han preguntado por las virtudes del producto Powerwall para el
hogar, que por cualquier vehículo
fabricado por una automotriz de las
que he cubierto en mis 18 años de
analista del sector”, agregó.
Convencer al mercado
Sin embargo, la niña bonita de
Silicon Valley, la compañía de la
que todo el mundo habla, aún no
logra convencer del todo al mercado. Su filosofía de decir adiós al
petróleo y los combustibles fósiles
aún está basada más en ideas que
en realidades, por lo que algunos
analistas financieros advierten de
que el riesgo de hundimiento es
real y que esa eventual caída podría
arrastrar al Nasdaq, el mercado en
el que cotiza.
Tesla fue fundada en 2003 con
una idea clarísima: cambiar el concepto del automóvil en todo el
mundo, al popularizar los vehícu-
los eléctricos. Por el momento, los
resultados de la firma dicen que
no lo ha conseguido. Pero pese a
ello, los inversores siguen confiando en que lo logrará. Los resultados
del primer trimestre no fueron buenos, pero se esperaban peores.
Y aunque los expertos opinan que
la idea de las baterías es algo precipitada, es indudable que se trata
del mayor empujón a la nueva revolución energética que ha comenzado a producirse en Estados Unidos y que se extenderá, sin duda,
por todo el mundo occidental.
Los expertos opinan que la batería de Tesla tiene un gran futuro.
Las tarifas de las compañías eléctricas estadounidenses son mucho
más altas en las horas peak que en
las horas valle. Así que esas baterías
son un recurso perfecto para las
empresas. En ellas podrán acumular energía en esas horas valle, energía que pagarán mucho más barata y que podrán usar en horas en las
que les costaría mucho más cara.
En todo caso, las acciones de Tesla se beneficiaron por el entusiasmo de los inversionistas ante el
anuncio de las baterías. Sólo en lo
que va de mayo sus papeles han
ganado 9,6%.
Musk, un hombre de ideas
Diseñar el primer auto eléctrico
que puede producirse en cadena;
crear el sistema de pagos mediante internet PayPal o estar detrás del
primer sustituto privado de los
transbordadores espaciales son tres
ideas que han salido de la mente de
Musk.
El máximo responsable ejecutivo
de Tesla nació en Sudáfrica hace 43
años. A los 10 años se compró su primer computador y aprendió a programarlo él solo. Dos años después
creó un juego basado en el espacio.
A los 17 años dejó su país, porque
no quería hacer el servicio militar:
“No tengo nada en contra del Ejército en sí. Pero entrar en el sudafricano para reprimir a los negros no
me pareció una buena forma de
emplear mi tiempo”, ha explicado
Elon Musk sobre su decisión.
Estudió Física Aplicada y Administración de Empresas en la Universidad de Pensilvania, el centro
educativo que le había concedido
una beca cuando su padre se negó
a pagarle los estudios si no los realizaba en Sudáfrica.
Tras salir de la universidad su carrera fue imparable. Primero creó
PayPal. Después, en el 2002, fundó
la compañía SpaceX y, al año siguiente, Tesla.
En febrero de 2005, la revista Fortune le calculaba ya una fortuna
cercana a los US$ 400 millones.
Todo el mundo lo compara con Steve Jobs. N
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