HISTORIA DE NUEVA En la prehistoria la primera referencia la encontramos del paelolítico al Bronce, en el nivel denomiando asturiense, al que pertenece la Cueva del Penicial, cuyo descubrimiento se debe a los trabajos de exploración de Ricardo Duque de Estrada y Martínez de Morentín, Conde de la Vega del Sella. De la edad del Bronce al hierro e incluso llegados a la romanización, la tremendas lagunas históricas de Nueva hacen prácticamente imposible el seguimiento continuado de lo acaecido entre ambos periodos. Al igual que en el resto de la comarca oriental, y según referencias de los cronistas griegos y romanos, nos llega algún relato de los antiguos pobladores de esta zona, la tribu de los Orgenomescos, que hicieron una fuerte resistencia al Imperio de Roma. El historiador Eutimio Martino, refieréndose a este periodo, ve con probabilidad que el desembarco aludido en las crónicas de la época se hubiera realizado en la playa de Cuevas del Mar. En la Baja Edad Media Nuevo supuso un lugar de paso importante del Camino de Santiago. Tras largos periodos sin documentación existe constancia del paso del Rey Carlos I que almuerza en La Torre de San Jorge, para proseguir su viaje a Llanes. En el siglo XVIII surge un timido impulso industrial con la explotación de minas de carbón en Ovio, aunque no tuvo demasiada repercusión. Aparece también una nueva actividad, el trabajo en las tejeras, que como salida a la precariedad económica de la época, hace que los lugareños emigren a Castilla y Vizcaya para trabajar en las tejeras de estas dos provincias. Los tejeros crean su propia jerga, llamada Xíriga, que les permite comunicarse entre ellos sin que sus patrones los comprendan. La emigración tejera se realiza hasta mitad del siglo XX. En el S. XIX, surge una pequeña explotación de cítricos, basada en el cultuvo de limoneros y naranjos, cuyos frutos eran exportados hacia el mercado inglés para la elaboración de mermeladas. Durante la guerra de la Independencia existe constancia de un levantamiento popular en Nueva. Los vecinos originan un incendio que daña la casa del Conde de la Vega del Sella, al creerle colaborador de los franceses. Nueva tuvo un papel importante en la defensa que se creó para hacer frente a la invasión francesa. En el trienio liberal de 1820 a 1823, Nueva se constituye como municipio independiente. El proceso de desamortizacion afectó directamente a las propiedades eclesiásticas de Nueva, parte de las cuales se ponen rápidamente en venta. Finalizado este periodo se inicia la articulación en valles y parroquias del territorio llanisco, constituyéndose las parroquias de Nueva, Hontoria, Pría y Naves como Valle de San Jorge. Desde la época moderna, Nueva siempre ha tenido inquietudes culturales, destacando personalidades en el mundo de la literatura y de la historia. Sus bailes y tradiciones han sido fielmente conservadas. El Conde de la Vega del Sella fue un prestigioso historiador, vicepresidente y más tarde presidente de la Sociedad Española de Antropología, Etnología y Prehistoria. Su trabajo ha sido fundamental para conocer la Prehistoria asturiana. A principios del S.XX Nueva fue centro de terturlias culturales, contaba con Biblioteca, Casino y un Orfeón. De estas tertulias literarias surgió una publicación: el periódico "Ecos de Socampu". Actualmente Nueva cuenta con una Casa de Cultura, de diseño vanguardista, obra del arquitecto Andrés Diego, premiado por el proyecto en varias ocasiones, con una sala polivalente, y biblioteca. La Casa de Cultura "Valle de San Jorge" ha recuperado el nombre de la antigua publicación "Ecos de Socampu". Esta revista de carácter cutlural se edita anualmente.