CAMPO DOCUMENTO SOBRE EL TLC Algunas ideas o pistas para la síntesis sobre el mensaje de los obispos de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social sobre las consecuencias para los indígenas y campesinos de la desgravación arancelaria del Tratado de Libre Comercio. A manera de esquema podemos indicar tres partes en el documento: La Primera parte, señala lo que es la desgravación arancelaria del TLC y sus riesgos; La Segunda parte, nos da una iluminación a partir de la Palabra de Dios y del Documento de Aparecida. La Tercera parte, señala algunas propuestas concretas. 1ª.Parte: Lo que es la Desgravación arancelaria del TLC y sus riesgos (1-7). ¿Qué es la desgravación arancelaria del TLC? La desgravación arancelaria del TLC consiste en que se abren las fronteras para la importación y exportación de productos agropecuarios (maíz, frijol, azúcar, leche en polvo etc) sin restricciones arancelarias entre nuestro país, los Estados Unidos y Canadá. Riesgos de la Desgravación arancelaria del TLC: Aunque es positiva la apertura al comercio internacional en un mundo globalizado, sin embargo, tiene sus riesgos: -Cuando las leyes del mercado se imponen sobre los derechos de las personas (excluyendo a los pobres) se genera un sistema económico globalizado injusto e inhumano. -La competencia es desleal, cuando los gobiernos de Estados Unidos y de Canadá, otorgan enormes subsidios a sus agricultores con desventaja de nuestros campesinos. -En México la mayoría de los campesinos han quedado sin créditos y con tierras que se van reduciendo, desgastando y erosionando, esto trae como consecuencia el empobrecimiento, la migración y la tentación de cultivos ilícitos. -La demanda de combustible por parte de la industria estimula la producción de de biocombustibles derivados de granos con graves consecuencias para la alimentación y la soberanía alimentaría del país (hay de fondo una cuestión ética, la primacía la tiene la alimentación de las personas y no las ventajas de la industria). 2ª. Parte: Iluminación a la luz de la Palabra de Dios y del Documento de Aparecida y el mensaje de los obispos “Por la dignidad del campo” (29 de enejo de 2003) -“Denles ustedes de comer” (cf. Mc. 6, 35-36) Jesús les pidió compartir los cinco panes y los dos peces, su bendición alcanzó para todos y sobró, esta actitud de Jesús nos inspira para no desentendernos de los campesinos e indígenas ya que en un escenario adverso se convertirían de productores, en consumidores de los grandes productores de Estados Unidos y Canadá. -La alimentación es un derecho fundamental y el estado tiene la obligación de garantizar este derecho y proteger la producción nacional. -El problema más grave es que al permitir la importación sin ningún control de granos y al no producir el maíz nativo entrarían al país semillas genéticamente modificadas con graves riesgos para la salud, para la biodiversidad y para la economía. -Además del impacto económico no olvidemos el impacto cultural (para nuestros campesinos e indígenas la producción del maíz y del frijol establece relaciones de colaboración de trabajo familiar y comunitario que expresan en sus asambleas y en sus fiestas y ritos en torno a la siembra, el cuidado y cosecha de éstos granos). “Tuve hambre y me dieron de comer” (cf. Mt. 25, 31-46) -La opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica… En la defensa de los derechos de los excluidos se juega la fidelidad de la Iglesia a Jesucristo (cf. D. A. 257). -El Reino de Cristo es incompatible con las situaciones inhumanas (cf. D. A. 358) -Colaborar con otras instituciones para organizar estructuras más justas en los ámbitos nacionales e internacionales (cf. D. A. 384) - La Iglesia está convocada a ser abogada de la justicia y defensora de los pobres (cf. D. A. 395). -La Familia humana, hoy más unida por el fenómeno de la globalización, necesita un fundamento de valores compartidos, una economía que responda realmente a las exigencias de un bien común, de dimensiones planetarias (cf. Mensaje del Papa para la jornada mundial para la paz, 2008 No.10). En la familia de los pueblos se dan muchos comportamientos arbitrarios… En las que el débil tiene que doblegarse, no a las exigencias de la justicia sino a la fuerza bruta de quien tiene más recursos que él… La fuerza ha de estar moderada por la Ley (ibid. No.11) 3ª. Parte: Algunas propuestas concretas. -La Iglesia no puede quedarse al margen de la lucha por la justicia, por ello hacemos las siguientes propuestas: a) Las autoridades federales (ejecutivo y legislativo) analicen la posibilidad jurídica y la conveniencia económica para renegociar el aparato agropecuario del TLC y proteger con mayor decisión los intereses de los campesinos e indígenas pobres. b) Generar mecanismos de desarrollo que ayuden a los campesinos e indígenas a ir superando los efectos negativos del TLC (someterlos a condiciones desiguales de producción ante otros países es intrínsecamente injusto porque genera pobreza permanente). c) Construir una globalización de equidad y de justicia (insistir en una política migratoria no solo con tránsito libre de mercancías e inversión sino también de una migración ordenada y justa). d) Destinar más recursos al campo evitando la corrupción y el excesivo aparato burocrático. e) Ningún sistema es intocable cuando genera muerte por ello es necesario analizar el modelo económico en general (trabajar por el bien común global, por el desendaudamiento extremo, por prevenir y controlar los movimientos especulativos de capitales, para la promoción de un comercio justo… cf. D. A. 207). f) Convocamos a la sociedad mexicana a acompañar a los campesinos, adquirir sus productos, ya que los productos del campo son más sanos y baratos que los elaborados, y están al alcance de los pobres, alentar las cooperativas y organizaciones de pequeños productores. g) Apoyar a los campesinos a que no dejen de sembrar su maíz nativo que les ha dado identidad milenaria y que eviten la siembra de semillas de maíz transgénicos que producen granos estériles. h) Reconocemos los esfuerzos de quienes promueven la producción agropecuaria orgánica que mantiene y estimula muchos valores humanos, entre ellos el amor a la tierra, regalo de Dios que debemos cuidar. Que el ejemplo de la Sagrada Familia de Jesús, María y José en la que se combinaba perfectamente la oración con el trabajo, para vivir sobria, pero honesta y justamente, nos inspire en la lucha por una vida digna para todos. Elaboró la síntesis: Mons. Luis Artemio Flores Calzada Obispo de Valle del Chalco