Los bonos y obligaciones de empresas privadas Resumen: Los bonos y obligaciones de empresas privadas constituyen una interesante alternativa para inversores que deseen diversificar su cartera o percibir unos intereses periódicos. Suelen ser más rentables que los depósitos a plazo, pero a cambio no tienen liquidez salvo que coticen en un mercado secundario o de negociación. http://www.rtve.es/alacarta/audios/finanzas-para-todos-lospublicos/funcas-bonos-obligaciones-empresas-privadas-24-0314/2464795/ Texto del programa: Los bonos y obligaciones de empresas privadas constituyen una interesante alternativa para inversores que deseen diversificar su cartera o percibir unos intereses periódicos. Las empresas privadas pueden financiarse a medio y largo plazo de dos formas diferentes: - Incrementando su capital mediante la emisión de acciones que colocan entre inversores que, al adquirirlas, pasan a ser accionistas de la empresa, o - Pidiendo dinero prestado a un banco o emitiendo títulos de renta fija, como bonos y obligaciones. La única diferencia entre estos dos tipos de títulos es el vencimiento: entre tres y cinco años para el bono y entre 5 y 30 años para las obligaciones. Sin embargo, muchas veces a ambos se les llama genéricamente bonos. Por tanto, con la emisión de bonos y obligaciones una empresa obtiene financiación y a cambio se compromete a devolver la totalidad del dinero prestado al vencimiento y pagar los intereses. Si estos se abonan periódicamente, lo más común es hacerlo mediante un cupón fijo anual, y con menos habitualidad con un cupón variable referenciado al Euríbor o a otro índice del mercado. Finalmente, hay emisiones de bonos de cupón cero que acumulan todos los intereses al vencimiento junto con el principal. Los bonos y obligaciones pueden adquirirse por medio de una entidad financiera en el momento de la emisión o en un mercado secundario. Existe una gran variedad de bonos y obligaciones. Destacaré, por sus peculiares características, tres: los convertibles, que pueden ser canjeables por acciones de la empresa en una fecha determinada; las obligaciones subordinadas, en las que el comprador se sitúa en último lugar de cobro en caso de quiebra de la empresa emisora; y las participaciones preferentes que tienen carácter perpetuo, es decir, no tienen vencimiento. Normalmente, los bonos y obligaciones de empresas suelen ser más rentables que los depósitos a plazo, pero a cambio no tienen liquidez salvo que coticen en un mercado secundario o de negociación. Aún en este caso, siempre existe el riesgo de perder parte del dinero invertido cuando se vende antes del vencimiento y el bono cotiza por debajo de su valor nominal. Dirección de Educación y Divulgación La seguridad de los bonos y obligaciones privados radica en la solvencia del emisor y como sabemos que ésta puede cambiar con el paso del tiempo, cuanto más alejado sea el vencimiento del título mayor será su riesgo. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que algunas emisiones, como las cédulas y bonos hipotecarios, cuentan con garantías complementarias y ofrecen, por tanto, una mayor seguridad. Antes de colocar los títulos en el mercado, el emisor debe aportar una amplia información sobre la emisión y la empresa emisora a la CNMV, que el público puede consultar. Las agencias de calificación o de rating evalúan el riesgo de que el emisor no pueda hacer frente a las obligaciones contraídas en una escala que va desde triple A para las inversiones fiables y estables, a una D (de dedo) para las que están en situación de impago o bono basura. Las agencias de rating más conocidas son Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch. Y para terminar, algunos consejos: Desconfíe de las emisiones que ofrecen comparativamente elevadas rentabilidades. Antes de adquirir un bono u obligación analice la información facilitada por el emisor. Si quiere tener la posibilidad de disponer del dinero antes del vencimiento, asegúrese de que la emisión de bonos u obligaciones va a negociarse en un mercado secundario. Dirección de Educación y Divulgación