Editorial - Asociación para el Estudio de Temas Grupales

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AREA 3. CUADERNOS DE TEMAS GRUPALES E INSTITUCIONALES
Nº 8 - Verano 2001
EDITORIAL
EDITRKLM XCE DI EE
Los Grupos en la Atención Primaria de Salud
El grupo, la grupalidad, las técnicas grupales, el grupo de formación, la
terapia grupal,... son términos, nociones, que van perdiendo su carácter
"extraño" o "amenazante" dentro del ámbito de la atención primaria, y se van
incorporando en los espacios profesionales habituales (docentes, sesiones
clínicas, reuniones de equipo) siendo recibidos con cierta calma y tolerancia.
Algo hemos avanzado. Por lo menos, en algunos de estos espacios, ya no
escuchamos esos comentarios (realmente estúpidos y baratos) de que "hacer
grupos es como una afición más, que se hacen para exclusiva satisfacción
personal, que son prácticas acientíficas y exentas de mecanismos de
evaluación,...".
Pero no se trata solamente de una incorporación en nuestros discursos o
de una ampliación de la jerga técnica. También afecta a las prácticas
profesionales. Estamos viviendo una época de resurgimiento de lo grupal. El
trabajo con grupos, aún siendo una práctica minoritaria en comparación con
los abordajes más cotidianos y generalizados, se está multiplicando y
extendiendo así como las reflexiones, documentos escritos y, de vez en
cuando, encuentros y jornadas profesionales dedicadas al tema.
Este impulso nos está ayudando a salir de una especie de adormecimiento
sobre el tema, que arrastrábamos desde hace años cuando empezó a decaer
el interés por el trabajo comunitario y cuando el trabajo en equipo fue
reduciendo su fuerza de ilusionar, aprender y organizar. .
Lejos queda la época de las primeras experiencia grupa les en atención
primaria, que se caracterizaban por una debilidad en los conocimientos
metodológicos pero fuertemente apoyadas en posturas y tendencias
ideológicas. Hablamos de los años 1975-85.
Estamos, pues, en una segunda época en que el interés por lo grupal
viene determinado y facilitado por distintos hechos:
a) La irrupción de la problemática psicosocial (en las consultas), claramente
ligada a problemas de salud física y psíquica. Es una problemática que
anuncia nuevas patologías y que nos exige variaciones en nuestros
esquemas teóricos y nuestras herramientas técnicas (la mayoría de los
artículos que incluimos en este número 8 giran en torno a esta
problemática).
b) La incorporación de la educación grupal en la "cartera de servicios", que
viene a ser como el listado de prácticas y actividades profesionales
necesarias y pertinentes para abordar los problemas de salud actuales. Esta
incorporación es tímida, a veces ambigua y engañosa. Pero ya está
reconocida en los "papeles".
c) La evidencia de que no podemos rehuir el hecho de que para llevar
determinados proyectos adelante, hay que trabajar en equipo. Los
profesionales sanitarios estamos inmersos en distintas situaciones grupales,
por las que transitamos diariamente. Algunas nos parecen interesantes y
creativas, otras estereotipadas e insanas, y otras, vacías. Y seguimos
aprendiendo.
d) Nuestros jefes nos exigen que, además de nuestras destrezas técnicas,
asumamos una determinada visión (la suya) de la gestión, sobre todo de las
limitaciones presupuestarias,... y una vez que exigen, nos dejan solos.
Esta exigencia nos lleva a tener una necesidad mayor de agrupamos, de
compartir y discutir grupalmente alternativas a estos problemas (las
demandas y las limitaciones presupuestarias)
e) También el hecho de que el paso del tiempo está probando que ni el Estado
ni el Capital nos resuelven los problemas. Los recursos sociales, sanitarios y
de otro tipo se están recortando cuando no desaparecen. Los tratamientos
basados exclusivamente en los avances farmacológicos, por muy afinados
que resulten (antidepresivos, tranquilizantes, viagras,...), no nos curan. El
tipo de relaciones laborales que se nos está imponiendo precipita más enfermedad que salud (ver el comentario al libro de Richard Sennett). El debate
político sobre la gestión de la salud escamotea, ignora o reprime los
problemas concretos. Y así, un sinfín de cuestiones que acrecientan la
angustia y la soledad ante los problemas de salud cotidianos.
Todos estos factores probablemente estén ayudando a resurgir la
demanda respecto al trabajo grupal, como algo distinto a una cuestión de
moda como a veces se la ha visto y enjuiciado.
Para los profesionales que llevamos años dedicándonos al trabajo con
grupos y que situamos esta metodología como núcleo central en nuestra
actividad profesional, en el ámbito de la atención primaria, esta nueva época
nos va a exigir un desarrollo, revisión y clarificación de puntos esenciales en
nuestra concepción teórica y técnica del trabajo grupal.
Un posible programa de investigación sobre la "utilidad" de la perspectiva
grupal debería, a nuestro entender, contemplar los siguientes aspectos en
cada uno de los proyectos que van teniendo implantación:
a) Investigación:
Como forma de ampliar el conocimiento sobre problemas de salud
concretos y que nos acerquen a los aspectos más subjetivos del individuo.
b) Educación para la salud:
Como posibilidad de acercamiento psicoterapéutico a la enfermedad y sus
consecuencias, y como espacio con gran capacidad integradora (bio-psicosocial).
c) Formación:
Como alternativa al aprendizaje "rápido y fácil" al que se nos quiere
acostumbrar.
Pero este método alternativo debe tener en cuenta y saber reflexionar
sobre la creciente implantación de una psicología de fácil acceso a los
profesionales de atención primaria y que nos produce la ilusión de tener
controlado el objeto (de estudio y de intervención) sin necesidad de modificar
nuestros esquemas de referencia.
Nos referimos a las psicologías de orientación conductista y sistémica que,
si bien están ayudando a elevar nuestra "cultura" y herramientas
psicológicas, cuando se acercan al campo grupal lo empobrecen y
desvirtúan. Hay que tener en cuenta que no poseen un armazón teórico y
conceptual sobre el funcionamiento de los grupos. Organizar una discusión
grupal no es lo mismo que coordinar una sesión grupa!.
En otro sentido pero sin alejamos demasiado de lo anteriormente dicho,
está la cuestión de las Técnicas Grupales (educativas y de discusión). Desde
la Concepción Operativa de Grupo siempre ha existido una postura crítica al
respecto. Pero quizás haya que revisar estas opiniones ya que la experiencia
va mostrando que estas técnicas a veces pueden ser aprovechadas como
"objetos intermediarios", tanto con los compañeros con los que trabajamos
en proyectos grupales como con los propios pacientes en situaciones
grupales especiales.
d) Terapia Grupal:
Como método para abordar situaciones y problemas vividos con ansiedad
y depresión.
Aquí es la psicología psicoanalítica, la más cercana a nosotros, la que nos
suscita elementos de debate, sobre todo respecto a los siguientes temas:
- La implicación del coordinador en todo lo que hace a la construcción y
desarrollo de un espacio terapéutico grupal.
- La "finalidad" del grupo terapéutico.
- La concepción del coordinador como líder situacional y procesual.
- El establecimiento de indicadores de evaluación,...
Son cuestiones que nos separan y que se acentúan más cuando el diálogo
es con el psicoanálisis, que desconfía del trabajo en las instituciones y de
procesos grupales recortados en el tiempo.
e) Trabajo en equipo:
Nuestra metodología requiere de un trabajo en equipo para poderla
implementar. Pero este equipo es un miniequipo (tres, cuatro personas) que
se constituye de manera voluntaria en torno a una tarea y que se diferencia
del equipo oficial (lugar impuesto, repleto de conflictividad y, en general, con
ausencia de coordinación) con el cual tendrá que buscar sus formas
específicas de articulación.
Equipo de Redacción
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