Recomendaciones de la Comisión sobre los aspectos

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IP/98/357
Bruselas, de 15 abril de 1998
Recomendaciones de la Comisión sobre
aspectos prácticos de la introducción del euro
los
En el día de hoy, la Comisión Europea ha aprobado tres Recomendaciones
sobre los aspectos prácticos de la introducción del euro. En ellas se
abordan los principales asuntos delimitados durante un intenso proceso de
consultas con el sector privado y las asociaciones de consumidores, en
particular con ocasión de la Mesa Redonda celebrada el 26 de febrero de
1998. Se trata de las comisiones bancarias por la conversión a euros; la
doble indicación de precios y otros importes monetarios; y el diálogo,
seguimiento e información. La Comisión exhorta a los bancos, minoristas y
otros profesionales afectados a informar a sus clientes oportunamente de si
tienen previsto aplicar las pertinentes normas de buenas prácticas. Más en
concreto, en el caso de la doble indicación de precios, la aplicación de
dichas normas podría basarse en negociaciones entre los profesionales y
los consumidores. Al objeto de garantizar que se siga avanzando para lograr
que la transición al euro culmine con éxito y sin tropiezos, la Comisión pide
a los Estados miembros que creen observatorios locales1, empleando,
siempre que sea posible, estructuras ya existentes. El objetivo de los
observatorios sería hacer el seguimiento de la transición y servir a los
ciudadanos de centro de información. Los Estados miembros, el Parlamento
Europeo y los profesionales afectados son los destinatarios de tres
Recomendaciones que se presentarán para su aprobación al Consejo
Europeo de 2 de mayo de 1997, junto con la decisión sobre el primer grupo
de Estados miembros participantes en la UEM.
Estas Recomendaciones se presentan a iniciativa del Presidente Santer y el Sr.
de Silguy, Comisario responsable de asuntos económicos, monetarios y
financieros.
1. Recomendación sobre las comisiones bancarias por la conversión a
euros
Esta Recomendación enuncia una serie de normas de buenas prácticas en
relación con las comisiones bancarias por la conversión a euros. Tales normas
engloban tanto las prácticas que la Comisión cree jurídicamente preceptivas, en
virtud de los Reglamentos del euro, como otras que, a juicio de la Comisión,
deberían aplicar los bancos para permitir que la introducción al euro se produzca
sin tropiezos.
1
Centros de implantación local encargados de hacer el seguimiento de los
preparativos para la introducción del euro.
Con arreglo a las normas de buenas prácticas, los bancos no deberían cobrar
por las siguientes operaciones:
•
•
•
la conversión de ingresos y pagos denominados en la unidad euro o en la
unidad monetaria nacional durante el período transitorio;
la conversión de cuentas denominadas en la unidad monetaria nacional a la
unidad euro durante el período transitorio y al concluir el mismo;
el canje a sus clientes de billetes y monedas nacionales por billetes y
monedas en euros, en "cantidades de uso doméstico", en el 2002.
Además, los bancos no deberían establecer diferencias entre las comisiones
cobradas por servicios denominados en la unidad euro y servicios, por lo demás
idénticos, denominados en la unidad monetaria nacional.
La Recomendación aborda también la transparencia en las operaciones de
conversión y propone sistemas para anunciar públicamente que se están
aplicando las normas de buenas prácticas; asimismo, invita a los Estados
miembros a estudiar detenidamente el problema del canje de billetes y monedas
a los ciudadanos que no dispongan de una cuenta bancaria.
2. Recomendación en relación con la doble indicación de precios y otros
importes monetarios
Aunque la Comisión no considera oportuno imponer, mediante normativa
europea, la obligación de efectuar la doble indicación, existen muchos indicios de
que su uso será muy extendido, incluso sin que exista la obligación de hacerlo.
Esta Recomendación recoge normas de buenas prácticas cuya finalidad es
garantizar que, en los casos en que se efectúe la doble indicación, la misma
aporte claridad y seguridad a los ciudadanos.
Las citadas normas comprenden las disposiciones establecidas en los
Reglamentos del euro y en la Directiva 98/6/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 16 de febrero de 1998, relativa a la protección de los consumidores
en materia de indicación de los precios de los productos ofrecidos a los
consumidores (uso de los tipos de conversión y de las normas de redondeo,
claridad y legibilidad en las indicaciones de precios), y prácticas adicionales, tales
como:
•
•
•
•
clara indicación por los minoristas de si están dispuestos a aceptar pagos
en unidades euro durante el período transitorio;
clara diferenciación entre la unidad en que se haya de fijar el precio y
deban calcularse los importes y el contravalor, indicado con fines de
información exclusivamente;
siempre que sea posible, acuerdos para la adopción de formatos y
diseños comunes para la doble indicación;
como regla general, la doble indicación puede limitarse al precio final que los
consumidores hayan de pagar y al importe total en los extractos financieros y
recibos.
2
Estas normas de buenas prácticas podrían servir de base mínima de negociación
entre los profesionales y los consumidores, por ejemplo, en lo que se refiere a los
formatos y diseños comunes.
Además, los documentos "de referencia" tales como los extractos bancarios y
las facturas de las empresas de servicios públicos deberían presentar la doble
indicación desde los inicios del período transitorio. La implantación de la doble
indicación en el sector minorista será progresiva. El calendario exacto dependerá
de la necesidad de educar a los consumidores, del ritmo al que los clientes y
consumidores deseen hacer el cambio, de la naturaleza del establecimiento
minorista y del tipo de producto vendido.
3. Recomendación relativa al diálogo, al seguimiento y a la información para
facilitar la transición al euro
Una de las conclusiones fundamentales a que se llegó en la Mesa Redonda
celebrada el 26 de febrero de 1998 fue que gran parte del progreso logrado en lo
que se refiere a los aspectos prácticos de la introducción del euro ha sido fruto de
los preparativos de las autoridades nacionales, la movilización de las
organizaciones profesionales y asociaciones de consumidores y el intenso
diálogo desarrollado por todas las partes interesadas. Esta Recomendación
alienta a proseguir con ese diálogo. Se abordan, en concreto, dos aspectos:
•
•
las asociaciones de consumidores y las organizaciones profesionales
podrían, cuando resulte necesario, llegar a acuerdos voluntarios sobre
una serie de buenas prácticas en materia de doble indicación y pago, y
normas mínimas con respecto a la información que habrá de facilitarse;
dado que la transición al euro puede plantear problemas en especial a las
pequeñas empresas, las empresas, a título individual o a través de
organizaciones representativas, deberían acordar principios que contribuyan
a facilitar la transición al euro de las pequeñas empresas. Más en
concreto, las empresas no deberían expedir o exigir facturas en euros
hasta tanto no haya transcurrido un plazo de preaviso que permita a sus
clientes y proveedores prepararse debidamente. Además, en el supuesto de
que una pequeña empresa pida a un proveedor que siga indicando los precios
en la moneda nacional, junto con los precios en euros, el proveedor debería
atender su solicitud.
La Recomendación invita también a los Estados miembros a establecer medios
adecuados para el seguimiento de los preparativos prácticos. Los Estados
miembros deberían privilegiar, para tal seguimiento, la creación de observatorios
descentralizados. La forma y el funcionamiento de esos observatorios se
determinarían con arreglo a las prácticas y disposiciones legales nacionales
vigentes.
Además de su función de seguimiento, los citados observatorios podrían cumplir
un cometido como de fuente de información a los consumidores, como medio
destinado a facilitar el intercambio de información y la evolución de las buenas
prácticas tanto en lo que se refiere a las necesidades de los consumidores, como
a la aplicación de acuerdos de buenas prácticas en los planos nacional y
europeo.
3
La Recomendación afirma que la Comisión supervisará la aplicación de las
normas de buenas prácticas en lo que atañe a las comisiones bancarias por la
conversión a euros.
En materia de información, la Recomendación se centra en dos aspectos:
•
•
en primer lugar, en relación con las pequeñas empresas, las organizaciones
profesionales y las instituciones que estén en contacto con pequeñas
empresas deberían proseguir su labor de sensibilización e información.
Debería elaborarse información específicamente orientada a las necesidades
de las pequeñas empresas;
en segundo lugar, se invita a los Estados miembros a ahondar en la función
que puede desempeñar el sistema educativo en la información sobre el euro
destinada a los jóvenes y al público en general, y, asimismo, a adoptar las
medidas que se consideren necesarias en este ámbito para informar y formar
al personal docente en relación con la introducción del euro. En este proceso
deben incluirse, no sólo las escuelas, sino todas las formas de educación y
formación, tales como la educación a distancia y la educación para adultos.
Se debería prestar especial atención a los jóvenes que queden al margen del
sistema escolar.
4
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