U R Í D I C A A C T U A L I D A D J RESEÑA CINEMATOGRÁFICA Sometimes in april In the end we will remember not the words of our enemies, but the silence of our friends” Martin Luther King. (Frase introductoria de la película) Director: Raoul Peck Productor: HBO Año: 2005 Angie Hinestroza Olascuaga Estudiante de séptimo semestre de Derecho de la Universidad del Norte. [email protected] Sometimes In April (Algunas veces en Abril) es una película que narra los acontecimientos que ocu- 66 rrieron en Ruanda durante uno de los genocidios26 más grandes de toda la historia; periodo que transcurre desde el 6 de abril de 1994, en que el presidente ruandés es asesinado, y la victoria del Frente Patriótico Ruandés el 17 de julio, presentándose una lucha entre la milicia hutus contra los tutsis. Si bien la película se centra en hacer un análisis del genocidio, sus causas y todas las consecuencias que deja, también presenta el tribunal ad hoc que se creó, Tribunal Penal internacional para Ruanda, cuyo objetivo era la persecución de los líderes y participantes del genocidio. La película se divide en dos grandes partes: la primera cuenta lo ocurrido en 1994 y la segunda se refiere a un “hoy” que se ubica en 2004; entre ambas hay un cambio de escenas y flashbacks en los que el espectador debe guardar siempre la diferencia de los hechos para que no haya confusiones respecto a la época de cada suceso. Establecido en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio y en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, el “genocidio” es definido como aquellos actos que tienen la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso; estos comprenden : matanza de miembros del grupo; lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que acarreen su destrucción física, total o parcial; medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo. 26 La historia se centra principalmente en lo vivido por dos hermanos: Agustín Muganza (Idris Elba), quien es un soldado del Ejército de Ruanda (hutu), casado con una mujer tutsi, con la que tiene dos hijos, y Honoré Butera (Oris Erhuero), quien es un periodista que trabaja en la emisora Radio de las Mil Colinas, en la que se descalifica y amenaza a los tutsis. Agustín y su compañero y amigo Xavier van en contra del Ejército y desafían las instrucciones para poder salvar a su mujer e hijos. Sin embargo, tras los esfuerzos de su hermano Honoré por salvarlos, Agustín debe separarse de su familia, sin poder hacer nada, desconociendo su paradero y si todavía siguen con vida. A través de lo vivido por los protagonistas y los demás personajes se hace un recuento de las víctimas y del gran número de muertos (aproximadamente 800 000) que dejó este conflicto en tan solo tres meses. Ciertas imágenes impactantes dejan ver el reflejo de las expresiones de temor por parte de las victimas cuando los tutsis y hutus salen a matar. Esta película muestra la realidad de un suceso triste y lamentable, que fue ignorado por el mundo entero, sin recibir apoyo de la comunidad internacional; ayuda a comprender, a quien la vea, lo sufrido por el pueblo ruandés, que cada abril recordará aquella fecha de 1994 en la que muchos perdieron su vida, su esperanza y su tranquilidad. Muchos años después Honoré se encuentra preso por apoyar el genocidio, y desde la cárcel le envía una carta a su hermano Agustín, quien pretende olvidar el pasado y comenzar una nueva vida con su novia, Martine (Pamela Nomvete), para que lo vaya a visitar con el propósito de narrarle todos los hechos y lo que ocurrió con su esposa e hijos; después de negarse tantas veces, y ante el resentimiento que guardaba por no haberlos protegido de los radicales hutus, accede a verlo y asiste a las audiencias realizadas por el Tribunal ad hoc, en las que se presenta uno de los testimonios más impactantes por parte de una mujer tutsi, que da cuenta de todos los horrores y masacres que vivieron muchos de ellos a manos de los hutus. Esta película no solo se centra en narrar y mostrar las diferencias políticas y sociales por las que atravesó Ruanda, sino también la poca intervención de la ONU, de Estados Unidos, Francia y demás países que atendiendo a las cifras de muertos y graves violaciones de derechos humanos, decidieron no hacer nada frente a la masacre. Al final de la película algunos sobrevivientes cobran valor para poder identificar a los acusados de genocidios y demás delitos; pocos miembros del Ejército ruandés fueron responsabilizados por las diferentes violaciones y actos atroces cometidos contra los hutus, algunos por no frenar la matanza y otros por haber participado activamente. 67