La biotecnología es actualmente la principal tecnología de tratamiento de aguas residuales. También se utiliza para el tratamiento de suelos y desechos sólidos. La biotecnología 12 La biotecnología se utiliza cada vez más como la tecnología ecológica más idónea para varios usos, en particular la descontaminación. Tiene también gran potencial para solucionar muchos otros problemas ambientales. Se prevé que, en el futuro, se aplique al tratamiento del agua y de los desechos sólidos (incluidos los plásticos biodegradables), la biominería, la agricultura (la obtención de plantas resistentes a las condiciones ambientales más adversas) y la lucha contra la desertificación, y que se convierta en la piedra angular de la producción menos contaminante. Lo que es un tema clave es la transferencia de los conocimientos técnicos sobre biotecnología. E l concepto de biotecnología, que se puede definir en términos generales como toda técnica que utiliza organismos vivos para fabricar o modificar un producto, mejorar plantas o animales, u obtener microorganismos para un uso específico, no es nuevo en sí. Sin embargo, la biotecnología moderna, basada en la aplicación de nuevos métodos de cultivo de tejidos y las técnicas de ADN recombinante –o ingeniería genética– es una ciencia fascinante que tiene un potencial enorme. Las biotecnologías modernas están pasando rápidamente de la etapa de investigación a la de producción comercial, abriendo nuevos caminos en distintos ámbitos, desde el sector manufacturero a la asistencia médica y la descontaminación. Desempeñarán un papel cada vez más importante en la promoción de la evolución económica y social de los países en desarrollo, por ejemplo mejorando la salud pública con la aplicación de nuevos diagnósticos, vacunas y fármacos potentes. Ya en la actualidad, las técnicas biotecnológicas están haciendo un aporte importante –y en algunos casos, esencial– a la protección y la descontaminación del medio ambiente. Estas técnicas utilizan la capacidad de ciertos procesos naturales de degradar moléculas orgánicas. Los microbios desempeñan un papel protagónico, dado que digieren los compuestos orgánicos y los descomponen en minerales; últimamente se han obtenido variedades muy eficaces, que pueden descomponer la mayoría de las sustancias orgánicas en materia inorgánica. Existen varias maneras por las que la biotecnología puede prevenir o reducir el daño ambiental: ■ los procesos de valor añadido, que permiten convertir un flujo de desechos en productos útiles; ■ los procesos de etapa final, que purifican el flujo de desechos tan eficazmente que los productos resultantes pueden liberarse sin perjuicio al medio ambiente; ■ la obtención de nuevos biomateriales, que permite producir materiales menos nocivos para el medio ambiente; ■ los nuevos procesos biológicos de producción, que generan menos desechos o desechos más fácilmente manejables. La descontaminación En la actualidad, el principal uso de la biotecnología es descontaminar o paliar la contaminación. Uno de los primeros usos fue la depuración de aguas residuales, seguida de la depuración de aire y efluentes gaseosos. Sin embargo, la biorehabilitación está pasando a concentrarse cada vez más en la depuración de los suelos y los desechos sólidos. La biotecnología ya es, hoy en día, la tecnología por excelencia para el tratamiento de las aguas residuales: el tratamiento biológico puede procesar distintos efluentes de manera más eficaz que con métodos químicos o físicos, y se adecua especialmente bien al tratamiento de las aguas residuales contaminadas por los agentes orgánicos más comunes. De hecho, ya hace más de 100 años que se utilizó por primera vez la biotecnología para el tratamiento de las aguas residuales. Desde entonces se han inventado procesos aerobios y anaerobios. El tratamiento aerobio ha pasado a ser la tecnología más comúnmente utilizada para los desechos de 209 LA BIOTECNOLOGÍA RECUADRO 12.1 El uso de microorganismos para combatir la contaminación industrial Las industrias que se establecieron hace tiempo en lo que entonces eran zonas rurales están, hoy en día, planteando graves problemas de contaminación a las comunidades que se han extendido en su vecindad. En Monterey (Estados Unidos) –ciudad que tiene un grupo de industrias de producción de vidrio, cemento, acero, productos químicos, papel y fabricación de cerveza–, una compañía que produce fibra de rayón y película de celofán tuvo que abordar el problema de emisiones gaseosas de azufre provenientes de sus dos instalaciones situadas en la vecindad de casas construidas 20 años después que las fábricas. Tras haber investigado cómo eliminar las emisiones que despedían un olor nauseabundo, se llegó a la conclusión de que ninguna de las tecnologías de reducción existentes era adecuada por ser todas demasiado costosas. Estas plantas, que dan empleo a 1.500 personas y representan el 25% de los ingresos de la compañía, no eran lo suficientemente rentables para justificar una solución costosa. Se decidió buscar una solución mediante el uso de microorganismos, dado que ambos agentes contaminantes contenían azufre, y en teoría serían fácilmente degradables por bacterias naturales. Tras comparar el tratamiento por microorganismos con otros cuatro métodos (depuración química, adsorción por carbono, incineración catalítica y térmica, y oxidación química y fotoquímica), se escogió el tratamiento biológico porque los reactores biológicos eran más fáciles y baratos de instalar, el mantenimiento era mínimo, y la compañía tenía experiencia en los procesos biológicos de tratamiento de aguas residuales. Con un bioreactor piloto se llegó a eliminar el 95% de ambos compuestos a las diez semanas de funcionamiento, y la aplicación en gran escala ha dado excelentes resultados, lo que confirmó que el biotratamiento es una opción muy competitiva entre las tecnologías existentes. baja y media contaminación, así como para las moléculas tóxicas y persistentes. Los procesos anaerobios se adaptan mejor a los desechos con gran proporción de materia orgánica, como las aguas residuales del procesamiento de alimentos, los fangos urbanos y las lamas de la cría de animales, y en el correr de los últimos diez años, han venido reemplazando a los sistemas aerobios en muchos usos. Las plantas de tratamiento anaerobio de aguas residuales son más pequeñas, fraccionan los compuestos orgánicos y producen un gas combustible (metano), y pueden lograr tasas de recuperación de más del 80%. En la actualidad ya está muy extendida la aplicación de métodos biotecnológicos para eliminar nitratos, fosfatos, iones de metales pesados, compuestos orgánicos 210 clorados y sustancias tóxicas. El principal objetivo del tratamiento del agua solía ser reducir la materia orgánica en general, pero hoy en día, con la importancia que ha cobrado la depuración de agentes contaminantes industriales, se están desarrollando procesos biológicos para eliminar agentes contaminantes concretos. En Europa Occidental y los Estados Unidos, el tratamiento biológico viene utilizándose desde mediados de la década de 1980 para suprimir olores y compuestos orgánicos volátiles del aire contaminado. Los métodos tradicionales de tratamiento de efluentes gaseosos, como la incineración, la dispersión, la oxidación catalítica, la depuración y la adsorción, se adaptan mejor al tratamiento de grandes volúmenes de gases residuales en estado puro. Los olores nauseabundos típicos de las plantas de tratamiento de desechos suelen deberse a distintas mezclas en concentraciones muy bajas. El control biológico representa una alternativa simple a la oxidación química, no deja residuos químicos, y consume menos energía. Los principales procesos biotecnológicos utilizados en el tratamiento del aire y de los efluentes gaseosos son: ■ la biofiltración, proceso en el cual los microorganismos inmovilizados, adheridos a una matriz orgánica (como abono natural o corteza) degradan a los agentes contaminantes gaseosos; ■ la biodepuración, en la cual los agentes contaminantes se eliminan mediante el lavado con un fluido con células en suspensión, el cual se regenera por actividad microbiana en un tanque aereado; ■ la biopercolación, en la cual microorganismos adheridos a una matriz inerte degradan agentes contaminantes suspendidos en una película de agua, y reciben los nutrientes inorgánicos por un mecanismo de percolación a través del dispositivo. La principal función de los biofiltros es la reducción de los olores desagradables y el tratamiento de los solventes orgánicos volátiles. Se suelen instalar en plantas de tratamiento de aguas residuales, plantas de procesamiento de pescado, fábricas de gelatina, fundiciones, plantas de procesamiento de resinas, y en la producción de madera contrachapada. Los biofiltros también se utilizan para eliminar compuestos fácilmente biodegradables emitidos por el fraccionamiento del petróleo y efluentes gaseosos de los sectores petroquímico, LA BIOTECNOLOGÍA alimentario y de producción de piensos, reemplazando a las técnicas de tratamiento físico o químico del aire. Los biodepuradores y los sistemas de biopercolación se han introducido con éxito en los sectores alimentario, de producción de cerveza, algunos procesos químicos, unidades de tratamiento de aguas residuales y la agricultura. La biofiltración es relativamente barata, pero está limitada en que no permite tratar todos los tipos de concentraciones y de agentes contaminantes, mientras que los biodepuradores pueden depurar efluentes gaseosos altamente contaminados, pero requieren mayores inversiones y sus gastos de explotación son más elevados. En términos generales, el tratamiento biológico de aire contaminado y efluentes gaseosos compite favorablemente con otras técnicas en lo que respecta a consumo de energía, equilibrio de materiales y costo. Por ejemplo, los gastos de explotación para el tratamiento biológico de gases suelen ser un 20% y un 40% de los costos de los procesos químico y térmico respectivamente. Una de las principales ventajas es que los agentes contaminantes se transforman íntegramente en sustancias inocuas, sin acumulación de residuos tóxicos ni subproductos. Se ha hallado que un vasto espectro de residuos gaseosos puede tratarse por medios biotecnológicos, y ya están disponibles los procesos comerciales para la mayoría de ellos. Por otra parte, se ha demostrado que las tecnologías de biotratamiento pueden eliminar los agentes contaminantes gaseosos de las plantas industriales situadas en el centro de zonas industriales densamente pobladas. El biotratamiento industrial de residuos sólidos industriales o domésticos está relegado, en la actualidad, a la producción de abono natural por descomposición de los desechos con una alta proporción de materia orgánica. La mayoría de los desechos urbanos contienen una gran cantidad de material orgánico biodegradable, por ejemplo restos de alimentos, césped cortado y papel húmedo y sucio, no adecuado para el reciclado. En los países industrializados, los residuos domésticos pueden llegar a tener hasta un 50% de materia orgánica. La producción de abono natural se realiza por biodegradación controlada; el reciclado de materia orgánica en abono natural toma varias semanas, y hasta meses. El uso de abono natural RECUADRO 12.2 Nuevo sistema modular de formación de abono natural Un nuevo proceso de formación de abono natural inventado en Alemania trabaja con un sistema modular, con contenedores, para separar todos los metales y todos los “materiales impropios” de los desechos domésticos. Después de separarlos, se desmenuza y se verifica una mezcla compuesta por 80% de desechos orgánicos y 20% de desechos vegetales (provenientes de parques públicos), que se conduce automáticamente por cintas transportadoras a la caja de descomposición. El material leñoso desmenuzado y no desmenuzado se almacena en dos contenedores, y en un tercero se almacenan los desechos orgánicos. Las cajas se pueden utilizar para un proceso de etapa única, que implica dejar los desechos en la caja durante 7 a 10 días antes de sacarlos y dejarlos madurar por 12 semanas. Tras una verificación final, se sacan todos los materiales que están contaminados o que son demasiado grandes. Las instalaciones constan de 14 cajas de formación de abono natural, cada una con controles de temperatura y de dióxido de carbono independientes, y un sistema de circulación de aire, que sopla aire seco en el fondo, a través de la materia orgánica apilada, y elimina aire húmedo por tubos situados en la tapa de la caja, pasándolo por un sistema de filtrado. La planta puede producir 12 tipos diferentes de tierra para usos concretos, como canchas de golf, jardinería o cultivos. Los contenedores con las mezclas de productos están controlados por computadora para garantizar que el proceso de mezclado sea uniforme, y pueden producir 60 toneladas por hora de producto final. Gracias al sistema avanzado de purificación de agua que trabaja con técnicas microbiológicas de alto rendimiento en un sistema cerrado se garantiza que no se descargan aguas residuales. Se han construido instalaciones con este sistema en Alemania, Canadá, Austria, el Reino Unido y Luxemburgo. Las cajas pesan 50 toneladas cada una y pueden procesar entre 1.250 y 1.500 toneladas de materia orgánica por año. Se construyen en la fábrica de la compañía y se transportan por carretera para su instalación final. en la agricultura y la horticultura mejora la calidad del suelo, reduce las necesidades de riego, protege al suelo de la erosión y permite utilizar menos fertilizantes químicos. La producción de abono natural con desechos sólidos es una opción que se adapta muy bien a lugares en los que, o no se dispone de muchos vertederos e incineradores o éstos son muy costosos, y donde los suelos son de baja calidad, como es el caso de los países áridos del Medio Oriente. Para los desechos sólidos industriales, la digestión anaerobia está suplantando rápidamente a los procesos aerobios porque convierte la materia orgánica en metano, gas sustituto de los combustibles fósiles. Las ventajas de utilizar 211 Fertiberia Los criterios de nuestra dirección sobre el medio ambiente Fertiberia, con ocho fábricas y casi 2.000 empleados, es el principal fabricante español de abonos y la cuarta compañía más grande en la Unión Europea en esta rama. La facturación de Fertiberia, incluyendo la de su filial –de propiedad exclusiva– Sefanitro, es de 85.000 millones de pesetas (aproximadamente 550 millones de dólares). Las exportaciones ocupan alrededor de un 15 por ciento de todas sus ventas. Entre 1995 y 1997, las inversiones de la compañía ascendieron a 9.200 millones de pesetas (unos 60 millones de dólares). Desde abril de 1995, Fertiberia es propiedad del Grupo Villar-Mir, un grupo industrial familiar independiente. Sabemos lo importante que resulta velar por que nuestras actividades no perjudiquen al medio ambiente; por lo tanto, asignamos a los asuntos ambientales total prioridad. En los últimos cuatro años, la compañía ha invertido más de 3.400 millones de pesetas (unos 22 millones de dólares) en implantar un plan destinado a reducir las emisiones en el aire y el agua, los desechos sólidos y la contaminación. Para ello, se han modificado procesos e instalado tecnologías “fin de línea”, incluyendo reciclados –con el fin de evitar o disminuir las descargas en aguas continentales y al mar así como al suelo– y lavados de efluentes gaseosos. Apuntamos a un nivel de vertido cero. Tales soluciones tecnológicas (muchas de las cuales han sido formuladas por nuestros propios ingenieros) permitirán a Fertiberia ajustarse a la legislación española y, a la vez, a las normas fijadas por la Asociación Europea de Fabricantes de Fertilizantes (Efma). Mediante nuestro sistema de auditoría interna, el personal de una fábrica controla los resultados de las otras. De hecho, el nivel de cuidado ambiental de Fertiberia depende de sus empleados. La compañía lleva a cabo un programa de concienciación ambiental permanente para todo su personal (2.000 empleados), a todos los niveles y en todos los departamentos. La población local también necesita saber qué hacemos: por ello, la compañía celebra cada año, en todas las fábricas, una Semana del Medio Ambiente. Durante la misma, se realizan mesas redondas con empleados, autoridades locales y representantes sindicales. Además, comparamos nuestro rendimiento con el de otras compañías miembros de Efma, usando parámetros anuales que nos permiten medir nuestros niveles de emisiones con los de las mejores técnicas disponibles recomendadas por Efma. Fertiberia no se detiene. Ahora estamos elaborando un sistema de gestión ambiental que, una vez puesto en práctica, podrá ser homologado. Éste será el último paso de nuestra política ambiental, siguiendo una línea de acción que se ajusta plenamente a la directiva de la Unión Europea sobre prevención y reducción integradas de la contaminación. Nos enfrentamos a una ardua tarea: atender al medio ambiente, de la mano de la calidad, el servicio al cliente y la competitividad. Estos elementos son los que harán que nuestras actividades sean sostenibles, y nuestra intención es lograrlo. Juan Miguel Villar-Mir, Presidente Fertiberia, Juan Hurtado de Mendoza 4, 28036 Madrid, España LA BIOTECNOLOGÍA los desechos para generar metano para combustible en vez de eliminarlos dependen de las circunstancias. Por ejemplo, este uso no es una prioridad en los países desarrollados. En cambio, en los países en desarrollo, los fermentadores anaerobios se usan mucho en las zonas rurales para producir biogas para la preparación de alimentos, para calefacción, e incluso como combustible para pequeños generadores eléctricos. El tratamiento del suelo y de la tierra es otro de los usos importantes de la biotecnología. El suelo puede contaminarse con agentes orgánicos (derrames de plantas químicas, instalaciones de gas y otras instalaciones manufactureras) y con agentes inorgánicos (metales pesados y aniones, como el sulfato). La biotecnología es muy eficaz para combatir la contaminación por agentes orgánicos: los microorganismos utilizan los contaminantes como fuente de alimentos o de energía, y convierten al agente contaminante en biomasa bacteriana. Los tratamientos de biorehabilitación pueden dividirse en dos grupos: tratamientos in situ, cuya ventaja es que la rehabilitación no perturba al lugar, y tratamientos ex situ, que consiste en excavar el suelo y tratarlo en la superficie, proceso mucho más fácil de controlar. En los Estados Unidos, Europa y otros países, la biorehabilitación de la tierra ha dado buenos resultados, lo cual demuestra que es una tecnología que funciona. En los Países Bajos, una compañía que trabaja con técnicas biológicas y no biológicas puede procesar hasta 100.000 toneladas de tierra contaminada por año. Su principal ventaja con respecto a otras tecnologías es el costo; es la opción más barata, aparte de la opción de eliminar la tierra contaminada en vertederos. Según la experiencia de los Estados Unidos, al utilizar métodos biológicos en vez de métodos físicos o químicos se pueden lograr ahorros de entre un 65% y un 85%. No obstante, todo proceso de rehabilitación debe ser fiable, especialmente en sitios contaminados que son muy complejos. Por otra parte, la elección de tecnología depende totalmente del lugar que se va a tratar. La paradoja con la biorehabilitación es que se necesita crear un banco de datos de resultados para confirmar que es predecible; sin embargo, se duda en utilizarla mientras no se haya comprobado su fiabilidad. Por otro lado, es un proceso que insume mucho tiempo, inmoviliza capital e impide utilizar la RECUADRO 12.3 Viet Nam produce abono natural En muchas ciudades de Viet Nam, las cantidades de desechos sólidos han alcanzado proporciones inmanejables: la estrategia del Gobierno es construir plantas de producción de abono natural en los centros urbanos y sus alrededores. En Hanoi y otras ciudades vietnamitas, debido a la gran proporción de materia orgánica y a su alto contenido de humedad, el flujo de desechos se adapta muy bien al reciclado para abono natural, sobre todo porque está relativamente libre de plásticos y agentes contaminantes. En Hanoi, los desechos recolectados se transportan a un vertedero sanitario abierto acabado de construir, o a una planta piloto de producción de abono natural. Esta planta fue construida en 19931994 con financiamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; trabaja con un proceso aerobio de aire forzado y produce 7.500 toneladas de abono natural por año. El plan piloto ha sido un éxito, pero la falta de financiamiento ha impedido que el Gobierno continúe construyendo más plantas. En consecuencia, parte de su estrategia es utilizar la planta de abono natural para producir fertilizantes, con el objeto de satisfacer la gran demanda existente sin tener que recurrir a la importación masiva de fertilizantes artificiales. En las zonas rurales de Viet Nam, la mayor parte de los desechos agrícolas y domésticos se utilizan como combustible para cocinar o como fertilizantes. Los tanques de biogas (que permiten recuperar metano) no se han introducido de manera generalizada, principalmente por falta de fondos, aunque también por carecer de la tecnología apropiada. tierra. Su principal ventaja es que, al utilizar microorganismos para descomponer la materia orgánica, los productos resultantes son minerales, dióxido de carbono, agua y biomasa, a diferencia de todas las demás tecnologías –con la excepción de la incineración– que concentran el material sin cambiar su forma. En la biominería, los procesos de tratamiento biológico se utilizan para eliminar el cianuro y los metales del agua de las minas, mientras que se han utilizado microorganismos para eliminar la toxicidad de soluciones separando los metales pesados, y para recobrar metales preciosos de los desechos industriales. Se ha perfeccionado una cantidad cada vez mayor de biotecnologías aplicadas a la agricultura, algunas de las cuales hacen al cuidado del medio ambiente. Por ejemplo, gracias a las biotecnologías agrícolas pensadas para aumentar la productividad –aumentando el rendimiento por unidad de insumos, o reduciendo los insumos y los costos por unidad producida– se puede producir la misma cantidad 213 LA BIOTECNOLOGÍA RECUADRO 12.4 Los proyectos de investigación dan resultados en los Estados Unidos La Agencia de los Estados Unidos para la Protección del Medio Ambiente (EPA) está liderando un importante proyecto que reúne a científicos del Gobierno, la industria privada y el sector académico con el objeto de encontrar nuevas maneras de usar microorganismos naturales para depurar agentes contaminantes del medio ambiente. Esta tecnología se dio a conocer al público durante las operaciones de limpieza del derrame de hidrocarburos del Exxon Valdez en Alaska, cuando los científicos de la EPA aplicaron fertilizante a tramos de la costa para estimular la actividad de ciertas bacterias naturales que degradan el petróleo. Los estudios realizados a posteriori demostraron que gracias a este tratamiento, el petróleo se degradó dos veces más rápido que el petróleo de las zonas que no se trataron. Desde entonces se ha triplicado o cuadruplicado el volumen de actividades de investigación en biorehabilitación en los Estados Unidos, y la oficina de investigación y desarrollo de la EPA ha establecido un Programa de investigación sobre biorehabilitación de cinco años de duración, entre cuyos objetivos se cuenta acelerar la transferencia de los nuevos descubrimientos del laboratorio al terreno. ■ En un estudio, los científicos de la EPA aplicaron hongos de pudrición blanca a muestras contaminadas con pentaclorofenol y otros compuestos tóxicos: según los resultados preliminares, las concentraciones de pentaclorofenol de hasta 1.000 partes por millón se redujeron entre un 85% y un 90%. ■ En otro sitio, se trataron desechos petroquímicos con un proceso de inyección de aire en el líquido contaminado para estimular la degradación aerobia; se añadieron nutrientes, se usaron bombas centrífugas para emulsionar los desechos, y se mezcló el subsuelo con una draga hidráulica. En el correr de 120 días, los compuestos orgánicos volátiles de los desechos se redujeron de 3.400 a 150 partes por millón, las concentraciones de benceno de 300 a 12 partes por millón, y las de cloruro de vinilo de 600 a 17 partes por millón. ■ En un derrame de combustible de aviación, se trataron las aguas freáticas contaminadas de benceno, tolueno y xileno con peróxido de hidrógeno como fuente de oxígeno para estimular la proliferación de los microbios autóctonos; en el correr de seis meses, el agua ya se ajustaba a las normas de agua potable de la EPA. Estos resultados demostraron que, si bien la biorehabilitación es un proceso lento, es menos costoso que los otros métodos de limpieza existentes. Al convertir estos productos químicos tóxicos en otros compuestos se eliminan, de hecho, los elementos tóxicos del medio ambiente en vez de simplemente separarlos para su posterior eliminación. de alimentos con menos tierra y consumiendo menos agua y menos productos agroquímicos. En el ámbito de la ganadería, ya se pueden producir en masa, con bacterias modificadas 214 genéticamente, hormonas que aumentan los rendimientos de leche vacuna, mientras que con el cultivo de tejidos, campo que ha experimentado grandes avances en los últimos años, se pueden generar plantas de células o de pequeñas muestras de tejido. Con bioreactores se puede producir biogas de biomasa, material lignocelulósico (planta lignosa) que suele ser un producto primario o de desecho de la agricultura o la silvicultura. Los bioreactores emplean bacterias o arqueobacterias para producir metano y biogas de tres fuentes principales: los vertederos, las fuentes de biomasa exclusivamente, y como un subproducto de los procesos de tratamiento anaerobio de los fangos cloacales, las lamas animales y los flujos de desechos industriales de alta contaminación. La generación de biogas es un método eficaz para recuperar la energía química de los desechos orgánicos con alto contenido de agua, y puede quemarse en hornos o en motores de combustión interna modificados. Eliminando el vapor de agua y el dióxido de carbono se produce metano, que tras ser purificado, se puede comprimir y utilizar en tuberías de gas natural. Un futuro prometedor La biotecnología es una tecnología ecológica ya establecida que tiene infinidad de aplicaciones, y que ya desempeña en la actualidad un papel esencial en la tarea de resolver varios problemas de contaminación. El futuro promete aún más. Para el tratamiento del agua, se están perfeccionando nuevos métodos de biotecnología que eliminarán los compuestos fosforosos, de nitrógeno y de azufre. El bioprocesamiento se está extendiendo a varios procesos industriales, entre ellos los de varias industrias petroquímicas y químicas. Se están utilizando cepas especializadas de microorganismos de alta actividad para tratar agentes contaminantes concretos en otros sectores, como las industrias que utilizan catalizadores, las textiles, las curtiembres, el procesamiento de celulosa y almidón, la galvanoplastia, la minería, el desengrasado y recubrimiento de superficies y la impresión. La biosorción puede llegar a reemplazar métodos físicos o químicos como la precipitación, la adsorción o el intercambio iónico en el proceso de captar iones de metales pesados. Algunos de los futuros usos de la biotecnología para los desechos sólidos son los siguientes: LA BIOTECNOLOGÍA ■ la eliminación de toxicidad, proceso que elimina selectivamente iones de metales pesados y deja solamente trazas de agentes contaminantes; ■ la digestión de desechos con un contenido de materia orgánica; ■ la transformación de desechos en biogas, lo que permite un procesamiento más rápido de los desechos; ■ la producción de plásticos biodegradables para reducir los volúmenes de desechos sólidos. Según una declaración reciente de la Asociación internacional de desechos sólidos, no cabe duda de que los métodos de tratamiento de desechos orgánicos son una gran prioridad para todos los países. Los plásticos biodegradables pueden descomponerse en agua y dióxido de carbono por la acción de microorganismos naturales del medio ambiente. Sin embargo, su obtención y comercialización presenta ciertos problemas, como la definición de biodegradabilidad, los métodos para someter a pruebas y etiquetar los productos y los costos que supone. El polihidroxibutirato, un polímero degradable por bacterias, ya está siendo comercializado. Es un polímero termoplástico que puede ayudar a resolver los problemas relacionados con la eliminación de plásticos no biodegradables derivados del petróleo. Sin embargo, su eficacia aún no está demostrada. Actualmente, el Gobierno japonés está respaldando varios proyectos de investigación de plásticos biodegradables. Se está avanzando rápidamente hacia la producción de bioreactores modernos que puedan procesar los efluentes industriales inmunes a la acción de los microorganismos por ser muy alcalinos o acídicos, y por tener concentraciones muy elevadas de sales. La meta es utilizar membranas para separar los organismos del efluente y solamente permitir el paso de los agentes contaminantes orgánicos. Una segunda generación de biofiltros, biodepuradores y filtros de biopercolación para el tratamiento de aire y de efluentes gaseosos empleará microorganismos especializados y combinaciones de técnicas químicas o físicas, como la tecnología de membranas. Esto permitirá el tratamiento de un espectro mayor y concentraciones más elevadas de agentes contaminantes y tóxicos, un mercado que actualmente está servido por tecnologías ecológicas como la filtración por carbón activo, los depuradores y la incineración. En su hora, es posible que la biotecnología llegue a suplantar a esas tecnologías, que son relativamente caras en cuanto a inversión y gastos de explotación. También se prevé que las soluciones de biotecnología pasen a ocupar un lugar preponderante en la solución de los problemas de descontaminación del suelo. Tales soluciones se adecuan especialmente para tratar agentes contaminantes orgánicos complejos y lugares medianamente contaminados, en casos en que sería muy costoso –si no imposible– interrumpir las actividades en curso. También es posible que cada vez se comiencen a usar más las bacterias para reducir la contaminación en el sector minero. El Instituto nacional de normas y tecnología del Japón está investigando el uso de microorganismos que metabolizan metales para la recuperación de recursos, la biorehabilitación y la depuración del carbón. Tendencias actuales de la agricultura En la agricultura, una prioridad de la genética vegetal moderna es suprimir el uso de fertilizantes nitrogenados (gran fuente de agentes contaminantes) logrando que la fijación de nitrógeno se realice dentro de la planta. Un ejemplo de esto es la obtención de cereales con capacidad de fijar parte de su propio nitrógeno. Los avances decisivos logrados con los métodos de modificación genética podrían aumentar la resistencia de las plantas a los virus y a otras enfermedades, así como a las sequías, la salinidad, el frío y el calor. Con ello, se aumentarían los recursos terrestres disponibles para las plantaciones o los rendimientos por hectárea, y se aligeraría un tanto la sobreexplotación de las tierras marginales. Otro beneficio de peso sería la reducción del consumo de fertilizantes y plaguicidas. El procesamiento de las materias primas del agro para obtener distintos productos –alimenticios y no alimenticios– como la madera, el papel y el cuero, genera ingentes cantidades de desechos industriales. Aplicando la biotecnología para mejorar los procesos de producción (por ejemplo, sustituyendo por enzimas los potentes productos químicos utilizados en las curtiembres) se podría reducir la producción de desechos, y en última instancia eliminarla, convirtiéndolos en productos aprovechables. Ya hoy en día, un 10% del valor de las plantaciones de trigo se debe al uso de 215 En Monsanto, somos parte de la solución Para nuestra supervivencia, todos dependemos de los recursos naturales, la productividad biológica y mercados mundiales saludables. La conservación de tales elementos para el futuro requerirá imaginación y decisiones drásticas. Por su carácter mundial y su base científica, Monsanto está en condiciones de facilitar los conocimientos necesarios para encontrar soluciones técnicas que permitirán al mundo avanzar en el camino hacia un futuro sostenible. La sostenibilidad es nuestra responsabilidad Correo electrónico: [email protected] LA BIOTECNOLOGÍA nuevas tecnologías de enzimas con las que se convierte paja en almidón y en otros productos industriales. Según la Agencia Internacional de Energía y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la nueva biotecnología puede llegar a tener un efecto en cada fase de la vida vegetal, a saber, la reproducción, el crecimiento, la cosecha y el tratamiento de residuos. Y podría beneficiar al medio ambiente en cada fase gracias a la aplicación de prácticas agrícolas más eficientes, menos contaminantes y que consuman menos recursos. Por ejemplo, la tierra dedicada al agro puede ser un punto de absorción o bien una fuente de gas metano, según las técnicas de cultivo aplicadas. Los métodos utilizados para reducir las emisiones de metano pueden, de hecho, aumentar las emisiones de óxidos de nitrógeno; para resolver este problema es posible que se necesite una combinación de métodos naturales y de organismos modificados por el hombre. Los botánicos están estudiando el mecanismo por el cual ciertas plantas fijan el nitrógeno (por ejemplo, las leguminosas) con el fin de mejorar la eficiencia del proceso de fijación de nitrógeno. Es probable que la biotecnología permita realizar la transferencia de genes fijadores de nitrógeno a organismos que carecen de esta capacidad. Las plantas fijan el dióxido de carbono de muchas maneras, y la pérdida de carbono también varía de especie a especie. Una de las principales causas es la fase oscura, durante la cual las plantas fijan oxígeno y desprenden dióxido de carbono. El mejoramiento del proceso de fotosíntesis aumentaría la absorción de dióxido de carbono entre un 10% y un 20%. Los avances en la ingeniería genética también podrían lograr la separación de los dos procesos de fijación y facilitar la transferencia, de una especie vegetal a otra, de los genes encargados de la eficiencia del metabolismo del carbono. En última instancia, quizá podría reducirse la respiración de la fase oscura mediante la manipulación genética de las enzimas de la fotosíntesis. La tecnología genética también podría llegar a tener un efecto considerable en el cultivo de arroz. Los arrozales son uno de los principales emisores de metano del planeta. En la actualidad, sus ecosistemas son demasiado complejos y se sabe demasiado poco de ellos para introducir organismos “extraños”. Hoy en día, la única manera de reducir las emisiones de ‘ ‘ La transferencia de tecnología es un proceso complejo, que requiere capacidad de adaptación y flexibilidad... también en este campo, debemos actuar más. Wim Kok, Primer Ministro de los Países Bajos ’ ’ Se ha diluido la cooperación internacional y sigue disminuyendo la voluntad política para hacer efectivo el Programa 21. Alhaji Abdullahi Adamu, Ministro de Estado de Obras y Vivienda de Nigeria metano es mejorar las técnicas de ordenación. El cultivo de arroz en seco genera mucho menos metano; en consecuencia, si se pasara del cultivo en húmedo al cultivo en seco se reducirían las emisiones de metano. Sin embargo, el problema es que los arrozales tienen un rendimiento mucho más alto, y como tanta gente depende del cultivo de un tipo concreto de arroz, esto significaría un cambio muy drástico. La clave para realizar tal cambio es aplicar la biotecnología para producir nuevas variedades de arroz de alto rendimiento adaptadas al cultivo en seco. Otros usos de la biotecnología La biotecnología también puede ayudar a luchar contra la desertificación. Cerca del 35% de la masa terrestre es desértica o está amenazada por la desertificación; si se pudieran rehabilitar algunas de estas zonas se recuperaría más tierra para uso productivo y rentable. Uno de los usos de la biotecnología es la retención del agua y la prevención de los daños ocasionados por la salinidad. Un grupo japonés de investigación ha producido un nuevo material “superbioabsorbente”, que puede absorber y retener una cantidad de agua equivalente a más de 1.000 veces su peso. La meta a largo plazo es reproducir plantas que puedan sobrevivir en condiciones desérticas utilizando técnicas de 217 LA BIOTECNOLOGÍA RECUADRO 12.5 El fomento de la transferencia de biotecnología Existen varias iniciativas en curso para fomentar la transferencia, el desarrollo y la aplicación de biotecnologías ecológicas en los países en desarrollo. ■ El PNUMA respalda una red de centros regionales de recursos microbianos (MIRCEN) que recolectan y almacenan recursos genéticos microbianos, realizan actividades de investigación e imparten formación en casos experimentales. Algunos ejemplos son la biodegradación de productos químicos persistentes utilizados en la agricultura y la industria, y la biorehabilitación. Cada MIRCEN funciona como un centro superior para la formación en microbiología y biotecnología ambiental y su aplicación a la ordenación ambiental; están respaldados por instituciones selectas de los países desarrollados y su finalidad es aumentar el intercambio de conocimientos. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) colabora para ese fin. El PNUMA también concibió y apoyó el establecimiento y el uso de la Red internacional de datos sobre cepas microbianas, un sistema de referencia para la información sobre cepas microbianas y líneas celulares. ■ El Fondo para el Medio Ambiente Mundial está financiando un proyecto en el que participan ocho países; el proyecto trabaja con biotecnologías agrícolas y con ingeniería genética. La Red bioinformática sobre biotecnología y biodiversidad, red de información que comparten ocho países asiáticos, es gestionada por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Se trata de alentar a las organizaciones no gubernamentales y al sector privado de todos estos países a que se integren a ella. La Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa también ha celebrado seminarios y talleres sobre biorehabilitación de las aguas freáticas contaminadas, tecnologías para la contención de agua, métodos biológicos para tratar la contaminación en zonas no saturadas por encima de la capa freática y tratamiento de suelos contaminados excavados. ■ La ONUDI pone de relieve las posibilidades de biorehabilitación de la tierra y el agua contaminadas mediante tecnologías modernas; facilita asistencia y asesoramiento técnicos, y organiza seminarios regionales sobre el desarrollo estratégico de tecnologías adecuadas y sobre la combinación de tecnologías, entre ellas, nuevas biotecnologías para el tratamiento de tierras y aguas contaminadas y efluentes industriales. El Centro internacional de ingeniería genética y biotecnología de la ONUDI, establecido en 1983, cuenta con instalaciones avanzadas de formación para la investigación de biotecnología e ingeniería genética destinada a científicos de los países en desarrollo. Tiene dos centros, uno en Trieste (Italia) y otro en Nueva Delhi (India). Se está concediendo particular atención al fortalecimiento de las actividades de biotecnología en la India. Los programas cooperativos de investigación del centro incluyen la biotecnología ambiental. 218 recombinación genética y de fusión de células, e incluso obtener cultivos modificados genéticamente adaptados al riego con agua salada. La biodesulfuración del petróleo y el carbón también se perfila como una tecnología prometedora. Eliminar el azufre de los combustibles fósiles es importante. No obstante, si bien las tecnologías de desulfuración actuales son eficaces, exigen altas temperaturas y presiones, y no llegan a extraer todos los compuestos orgánicos de azufre. Varios microorganismos pueden extraer el azufre de pirita del carbón; se están estudiando otros microbios para la extracción del azufre presente en compuestos orgánicos. La biotecnología también ofrece la posibilidad de reducir las emisiones de metano en varias etapas del ciclo de combustible del carbón; cabe asimismo la posibilidad de utilizar microorganismos para convertir carbón de baja calidad en metano. Los estudios preliminares realizados han demostrado que es posible la licuefacción del carbón en un sólo paso utilizando enzimas para producir un líquido inflamable que tiene potencial como combustible. La biomasa podría ser una opción a largo plazo para la generación de electricidad. La base podrían ser los desechos de la silvicultura y la agricultura, que se producen en grandes cantidades. La opción más prometedora para la generación de electricidad con biomasa es la gasificación integrada y las turbinas de gas. Ciertas evaluaciones realizadas sugieren que las centrales eléctricas relativamente pequeñas (de entre 20 y 50 MW) podrían lograr rendimientos térmicos de más del 40% en unos pocos años, y del 50% para el año 2010, con inversiones de capital mucho menores que las centrales convencionales. Se está trabajando en la puesta a punto de gasificadores de alta y baja presión alimentados con biomasa. La lignocelulosa tiene cantidades ínfimas de azufre, bajo contenido de cenizas y alto contenido de compuestos volátiles, así como alta reactividad con la hulla residual, atributos que, en potencia, la convierten en un combustible ideal para los sistemas de gasificación modernos. La biotecnología también puede aplicarse a la producción de hidrógeno. El proceso de refinación de petróleo consume grandes cantidades de hidrógeno, elemento que suele extraerse de combustibles fósiles, por lo que supone la liberación de dióxido de carbono. Según los científicos, la biotecnología podría ser la clave para aprovechar la luz solar como fuente Está en el comercio un polímero degradable por bacterias, el polihidroxibutirato, que contribuye a eliminar plásticos no degradables a base de petróleo. 219 LA BIOTECNOLOGÍA de energía, de modo que los procesos biotecnológicos puedan reemplazar a los procesos químicos actuales, y por consiguiente se reduzca considerablemente el consumo de energía y de recursos naturales, así como la producción de desechos. También es posible que la biotecnología se transforme en la base de las tecnologías menos contaminantes mediante la eliminación de ciertos agentes contaminantes, ya sea sustituyéndolos o haciendo que su uso pase a ser obsoleto. Un ejemplo de ello es el uso de métodos biológicos para eliminar el exceso de solventes utilizados durante los procesos industriales. En principio, la biotecnología puede aplicarse en casi todas las etapas de la producción, transmisión y consumo de energía a fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Las posibilidades son muy amplias: obtención de combustibles menos contaminantes (biomasa, hidrógeno) y depuración de combustibles tradicionales o reducción del consumo de energía en la agricultura y las industrias de alto consumo energético mejorando los procesos habituales de producción. El Programa de Producción Más Limpia del PNUMA tiene un grupo de trabajo sobre la biotecnología para la producción menos contaminante, dedicado a los procesos biotecnológicos que evitan la producción de desechos y las emisiones industriales. Para algunos procesos industriales existen opciones de biotecnología que, una vez en funcionamiento, producen menos desechos y menos emisiones que los procesos tradicionales. Este grupo de trabajo está recabando información sobre estudios de casos para ilustrar la evolución de estos procesos. A continuación se reseñan algunos ejemplos: ■ Una pequeña compañía de galvanoplastia, en vez de desengrasar utilizando productos alcalinos, está utilizando el desengrasado biológico con microorganismos activados, en combinación con un sistema cerrado de agua de enjuague. Las principales ventajas desde el punto de vista del medio ambiente son la reducción de fangos residuales (50%), del consumo de agua (90%), y del consumo de ácido (por lo menos un 20%). Se registraron ahorros en los gastos de explotación de 80.000 dólares. ■ Una compañía de acabados textiles está utilizando un proceso enzimático de neutralización de blanqueador. Por lo general, las 220 fibras naturales como el algodón se blanquean con peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) antes de teñirse. Los agentes blanqueadores son productos químicos altamente reactivos, y hasta una concentración ínfima de peróxido de hidrógeno puede malograr el proceso de teñido. El nuevo método de depuración elimina el peróxido de hidrógeno tras el blanqueado y antes del teñido; se utiliza una pequeña dosis de la enzima catalasa, que descompone el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno. Las ventajas son la reducción del consumo de agua y de energía. ■ La lipasa es una enzima que puede suplantar a los solventes utilizados en la extracción tradicional de grasas de cueros de animales; el resultado es que se reduce la cantidad de solventes orgánicos y se mejora la calidad del cuero curtido. ■ En vez del uso habitual de piedra pómez para dar el acabado a los pantalones vaqueros, se pueden utilizar enzimas para darles la misma apariencia y hasta una mejor calidad. Se aumenta la productividad, dado que las máquinas lavadoras contienen más prendas y menos piedra pómez. ■ El uso de la enzima amilasa en el desapretado de textiles permite reducir la cantidad de productos químicos potentes que se necesitan, como el persulfato de amonio y el peróxido de hidrógeno. El uso de menos productos químicos también reduce el daño a las fibras. Un planteamiento controvertido A pesar de sus ventajas probadas, y de la superioridad obvia de la biotecnología para varios usos respecto de otras tecnologías ecológicas, existe cierta preocupación por parte del público sobre el uso de la biotecnología para los procesos de descontaminación. Un ejemplo de ello es la tecnología de ADN recombinante (r-ADN), que se está utilizando para obtener cepas superiores de microorganismos de modo que se acelere la degradación y se expanda el espectro de compuestos fácilmente degradables. Puede llegar a ser especialmente útil en la degradación de hidrocarburos y en la producción de biopolímeros. Si bien los microorganismos adecuados pueden desarrollarse naturalmente, la tecnología de ADN recombinante permite resultados más rápida y eficientemente. Existen dudas respecto de los riesgos ambientales que LA BIOTECNOLOGÍA puede suponer la tecnología de ADN recombinante en la obtención de nuevas cepas, dado que cabe la posibilidad de que los genes de las especies modificadas genéticamente se transfieran a organismos naturales. La experiencia de la industria farmacéutica, que ha obtenido varios productos nuevos, útiles y seguros trabajando con tecnología de ADN recombinante, puede ayudar a disipar las inquietudes de los escépticos. La transferencia de biotecnología Al igual que otras tecnologías ecológicas, la biotecnología también necesita ser transferida y está sometida a limitaciones (véase el capítulo 3). No obstante, la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible ha observado que, si bien todos los países necesitan poder adquirir, absorber y desarrollar todas las tecnologías, la transferencia de biotecnología plantea nuevos problemas a los países en desarrollo. Es por eso que el Programa 21 tiene una sección (el capítulo 16) dedicada a la ordenación ecológica de la biotecnología, en particular en lo tocante a su transferencia a los países en desarrollo. Muchos países en desarrollo carecen de recursos tecnológicos y competencia científica para dedicarse a la investigación y desarrollo de la biociencia, y tampoco tienen la capacidad técnica necesaria para desarrollar procesos industriales ampliados a gran escala y de etapa final. La falta de científicos e ingenieros impide que los institutos de investigación puedan llevar a cabo la investigación multidisciplinaria necesaria para obtener buenos resultados de la biotecnología. La mayoría de las actividades de investigación en el campo de la biotecnología se llevan a cabo en universidades con amplios recursos financieros, institutos de investigación y grandes compañías de los países desarrollados. Todos estos factores exacerban las diferencias existentes entre los países desarrollados y los países en desarrollo, y existe el riesgo de que estas diferencias se hagan cada vez mayores. Sin embargo, gracias principalmente a la labor de varias organizaciones de Naciones Unidas, muchos países en desarrollo están prestando cada vez más atención a la aplicación de la biotecnología en ámbitos clave como la agricultura y el sector alimentario y farmacéutico, la conversión de materias primas de bajo costo o marginalizadas en productos de valor agregado, RECUADRO 12.6 La puesta a punto de biotecnologías ecológicas en la India El Instituto nacional de investigación de ingeniería ambiental de la India ha investigado y perfeccionado varias biotecnologías ecológicas, lo que pone en evidencia que no todos los logros en la materia surgen de los países desarrollados. Entre ellas están las siguientes: ■ Una tecnología químico-bioquímica para la desulfuración de combustibles gaseosos y de emisiones que contienen ácido sulfhídrico, con la cual también se recupera el azufre en estado puro. El proceso elimina el 99% del ácido sulfhídrico. El azufre recuperado, cuya pureza alcanza el 99,7%, puede utilizarse comercialmente. ■ Una tecnología para producir biosurfactantes, es decir, compuestos activos derivados de fuentes biológicas que, al igual que los surfactantes sintéticos, tienen propiedades físicas y químicas propias. Los biosurfactantes pueden utilizarse in situ para mejorar el rendimiento de la recuperación de petróleo, en la rehabilitación tras derrames de hidrocarburos, y como detergentes. ■ La biorehabilitación de vertederos de escombros de minería, que implica abrir fosas en los vertederos rocosos y erosionados, colocar material de relleno (desechos orgánicos y escombros), y plantar plantas selectas, pretratadas con cultivos microbianos. Este proceso restablece los vertederos de escombros, la tierra afectada por las actividades mineras y los eriales, en el correr de tres a cuatro años, sin utilizar productos químicos. Los ecosistemas degradados se recuperan rápidamente, y se transforman en puntos de absorción del dióxido de carbono. ■ Un proceso de tratamiento microbiano que extrae el 85% de azufre altamente pirítico y el 89% de la ceniza del carbón antes de quemarlo, obteniéndose así carbón utilizable en centrales térmicas y plantas de gasificación de carbón, así como en la producción de combustibles líquidos menos contaminantes. El análisis de rentabilidad de éstas y otras biotecnologías realizado por el Instituto demuestra que las inversiones iniciales, los gastos de explotación y de mantenimiento anuales, y los beneficios y el rendimiento de la inversión son interesantes para las empresas de pequeña escala de los países en desarrollo. y la recuperación de suelos marginales en tierras más productivas. Se están transfiriendo con éxito los biofertilizantes (para aumentar los rendimientos de las cosechas y reducir el consumo de productos agroquímicos en la agricultura), el cultivo de tejidos, las vacunas y algunos diagnósticos nuevos. Varios países (entre ellos China, India, la República de Corea, Singapur, Brasil y Cuba) han asignado la máxima prioridad a la biotecnología en sus actividades de investigación, invirtiendo fuertes sumas y alentando a la 221 El abono que da alimento al mundo La agricultura sostenible y la obtención de la seguridad alimentaria dependen de la buena ordenación de los nutrientes vegetales. “Nutrientes vegetales para lograr la seguridad alimentaria”, IFA-FAO, Cumbre Mundial sobre la Alimentación (1996) ◆ Deben reponerse los nutrientes que se agotan en las cosechas. ◆ Debe potenciarse la fertilidad de los suelos escasos en nutrientes. ◆ Deben rehabilitarse los suelos agotados. ◆ Deben buscarse soluciones a otros problemas que impiden que los suelos acepten los nutrientes. El sistema integrado de nutrición de las plantas promueve el uso combinado de diversas fuentes de nutrientes, en especial los que pueden conseguir los agricultores en el lugar. Si bien las ventajas de la materia orgánica van más allá de su valor nutricional, no alcanzan para mantener una producción de gran rendimiento. “La producción de abonos minerales y el medio ambiente”, IFA-PNUMA-ONUDI Aplicados correctamente, los fertilizantes contribuyen a satisfacer la demanda de alimentos. Al mismo tiempo, evitan la tala de bosques y el cultivo de suelos delicados. La industria de los fertilizantes está dedicada a la promoción del uso eficiente y responsable de sus productos. International Fertilizer Industry Association 28 rue Marbeuf, París 75008, Francia Tel: +33 1 53 93 05 00 Fax: +33 1 53 93 05 47 [email protected] http://www.fertilizer.org La IFA forma parte de la Red Internacional de Agroalimentación “Alimentos para todos”, IFA-GCPF La Asociación Internacional de la Industria de los Fertilizantes (IFA), que asocia unas 500 compañías de más de 80 países, comprende a fabricantes de fertilizantes, proveedores de materias primas, organizaciones regionales y nacionales, institutos de investigación, comerciantes y empresas de ingeniería. La IFA recoge, compila y difunde información sobre la producción y el consumo de fertilizantes, y sirve de foro a sus asociados y otras partes para tratar asuntos técnicos, y referentes a la agronomía, el suministro y el medio ambiente. La IFA también patrocina la investigación afín con la buena utilización en la agricultura de nutrientes vegetales, y trabaja en estrecha colaboración con las organizaciones internacionales pertinentes, como el Banco Mundial, la FAO, el PNUMA y otros organismos de las Naciones Unidas. Ordenación ambiental responsable El ideal de Agrium es servir de guía para lograr un mundo abundante en alimentos y fibras suministrando productos y servicios a las industrias de la alimentación y las fibras, fieles a una responsabilidad ecológica. Procuramos cumplir con ese ideal de la siguiente forma: ◆ promoviendo asociaciones con empleados, clientes, proveedores y vecinos a fin de: (i) manejar y utilizar de manera responsable nuestros productos y servicios, además de proteger la salud pública y el medio ambiente en todos los casos, y (ii) recomendar el uso equilibrado de materiales, con objeto de potenciar los rendimientos y garantizar el mantenimiento de la calidad del suelo, factores fundamentales para la agricultura sostenible; ◆ apoyando efectivamente las actividades en pro del medio ambiente realizadas por organizaciones industriales, como la Asociación Internacional de la Industria de los Fertilizantes, el Instituto de Fertilizantes, el Instituto de Potasa y Fosfato y el Instituto Canadiense de Fertilizantes; ◆ evaluando y perfeccionando continuamente nuestros procesos, usos y políticas; ◆ investigando y obteniendo nuevos productos y servicios que sustenten y preserven nuestro medio ambiente común; ◆ llevando a cabo nuestra actividad comercial, en todas sus áreas, de conformidad con las leyes, reglamentos y directrices pertinentes y, de no existir éstos, con actividades responsables en todos los lugares. Agrium Inc., Suite 426, 10333 Southport Road S.W., Calgary, Alberta, Canadá T2W 3X6 R. A. (Dick) Nichols, Corporate Relations Manager Teléfono 1-403-258-5746 Fax 1-403-258-8327 Correo electrónico: [email protected] Internet: http://www.agrium.com LA BIOTECNOLOGÍA RECUADRO 12.7 La biotecnología se moviliza El proyecto Latona aborda tres problemas principales que afectan principalmente a los países en desarrollo: ■ la contaminación y las enfermedades provocadas por la descomposición al aire libre de desechos urbanos y fangos cloacales; ■ la pérdida de fertilidad y de oligoelementos esenciales de la tierra; ■ la contaminación debida al uso excesivo de fertilizantes sintéticos. El proyecto propone una solución totalmente biodegradable, opción ideal para los países en desarrollo, en los cuales hasta un 80% de los desechos salen de materia orgánica. La otra opción son los vertederos, que pueden provocar problemas sanitarios y contaminar el agua potable. El proyecto utiliza un proceso biológico de alta tecnología –aunque completamente natural–, que biodegrada los componentes orgánicos putrescibles de los residuos sólidos y los fangos urbanos, así como de los desechos del procesamiento de alimentos. El proceso co-descompone los materiales de desecho dentro de bioreactores rotativos estancos y los convierte en humus o fertilizante orgánico de alta calidad. Asimismo, también se biodegradan los bifenilos policlorados más tóxicos y otros productos químicos sintéticos en un sistema natural, enzimático y microbiano que utiliza dispositivos complejos de automatización por computadora. Los bioreactores pueden procesar cantidades de desechos que van desde los producidos por los habitantes de un pequeño poblado hasta los de grandes ciudades, no emiten gases, olores ni productos lixiviados ni generan subproductos no deseados. El proyecto también comprende dos elementos especiales concebidos para promover la nueva tecnología y “llevar las aulas a la gente”: ■ unidades móviles especiales adaptadas para realizar los mismos procesos de co-descomposición que las grandes plantas, que convierten los desechos en humus. Las unidades están equipadas con aparatos de video con el objeto de pasar programas educacionales cortos para quienes estén interesados en verlos; ■ un buque de 5.000 toneladas, equipado con dos bioreactores de gran tamaño, un laboratorio para pruebas de suelos, una biblioteca técnica y una sala de conferencias donde se pueden celebrar seminarios en la mayoría de los puertos de recalada. inversión extranjera. Se han constituido empresas que trabajan en el ámbito de la biotecnología y se ha dado un gran impulso a programas modernos de investigación en biotecnología. La mayoría de los países con economías en transición tienen una base sólida de ciencia y tecnología y una población crítica de personas formadas en ciencias biológicas, lo que les confiere el potencial de poder avanzar rápidamente en el campo de la biotecnología. No 224 obstante, la falta de financiamiento obstaculiza seriamente su ritmo de avance en esa disciplina. A pesar de los progresos de muchos países en desarrollo, la aplicación de la biotecnología a la depuración de los procesos industriales o de la tierra contaminada aún no se ha generalizado, si bien la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible lo considera un asunto urgente. Sin embargo, si esto no se ha logrado, no es por falta de esfuerzo. Por ejemplo, el Programa para la industria no contaminante de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), que comprende actividades en curso sobre la minimización de desechos y el tratamiento de efluentes industriales, incluye la biotecnología entre las tecnologías ecológicas que fomenta (véase el recuadro 12.5). Muchos países tienen un potencial enorme para la aplicación de las biotecnologías ecológicas existentes que, según la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, están disponibles pero no se aplican. Las razones de esta situación especial son las mismas que las que obstaculizan la introducción generalizada de la biotecnología. El desarrollo de la biotecnología ha sido mucho más rápido en los países industrializados, lo que ha resultado en una profundización aun mayor de las diferencias de conocimientos técnicos e información entre estos países y la mayoría de los países en desarrollo. Por consiguiente, esto hace plantearse si los países en desarrollo están capacitados para adquirir y manejar las nuevas biotecnologías. La falta de recursos exacerba aun más el problema, dado que les impide reestructurar su capacidad científica y tecnológica, adquirir conocimientos de gestión de nuevas tecnologías y ajustarse a las nuevas normas de seguridad de la biotecnología. Algunos países pueden hacer frente a estos problemas, pero la mayoría no puede. Aun en los países en desarrollo en los que se han introducido programas de apoyo internacionales y bilaterales que demostraron claramente el potencial de las aplicaciones de la biotecnología, el avance en este campo se ha visto obstruido por la falta de recursos económicos. Según la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, el nivel de apoyo financiero está muy por debajo de lo necesario si se desea que los países en desarrollo participen en la evolución de la biotecnología y se beneficien de ello. Por otra parte, existe un potencial enorme para expandir el papel de las LA BIOTECNOLOGÍA Los beneficios de la biotecnología son tanto en el plano ambiental como en el económico. El Instituto de economía ambiental aplicada de los Países Bajos llevó a cabo un estudio comparativo entre el acabado por piedra pómez de los pantalones vaqueros y el bioacabado, y llegó a la conclusión de que el bioacabado era más ecológico. Otros estudios realizados en los Países Bajos sugieren que la biotecnología podría ser el método más barato para tratar los problemas del suelo, el aire y el agua. Por otra parte, la biotecnología no consume materia prima ni energía, y produce ínfimas cantidades de desechos, a diferencia de otras tecnologías ecológicas que, si bien son muy eficaces, necesitan de productos químicos y energía y, por otra parte, suelen extraer los desechos de un medio para volcarlos en otro, por ejemplo del agua al aire. La OCDE concluyó que muchas tecnologías ecológicas ya son competitivas y en la actualidad han pasado a ser indispensables para la protección y la descontaminación ambiental. No cabe duda de que la industria espera que la biotecnología llegue a desempeñar un papel crucial en todos los campos, no como solución única, sino como una herramienta importante dentro de la batería de tecnologías ecológicas. La industria no tiene prejuicios a favor ni en contra de la biotecnología. La cuestión es si, en comparación con las tecnologías tradicionales, mejora la rentabilidad de los procesos industriales. Fuentes Informe anual del Instituto nacional de investigación instituciones financieras en varios niveles a fin de fomentar los programas y proyectos de biotecnología. El sector privado –empresas, industria y la banca– puede llegar a desempeñar un papel clave en la aplicación de la biotecnología para alcanzar el desarrollo sostenible. La Comisión sobre el Desarrollo Sostenible preve que a medida que la comercialización de la biotecnología aumenta en alcance y volumen, y con la tendencia actual de mundialización de la economía, es probable que los efectos de la biotecnología adopten una naturaleza cada vez más universal. Los países en desarrollo también deberían redoblar sus esfuerzos para lograr, por ejemplo, una incorporación más generalizada de la biotecnología en su acción normativa. Según la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, las políticas nacionales deberían abordar temas como la creación de capacidades empresariales para escoger, evaluar y dar prioridad a las biotecnologías, aplicar las normas y reglas apropiadas, y quizá medidas económicas especiales que alienten a los empresarios a comercializar más usos. Los beneficios saltan a la vista Backs to the Future: United States Government Policy Toward Environmentally Critical Technology, 1992, Instituto de los Recursos Mundiales. Biochemical Treatment of Geothermal Waste, Technology Brief, 1995, Brookhaven National Laboratory. Biotechnology and Sustainable Development, hoja informativa, 1993, ONUDI. Biotechnology for a Clean Environment, 1994, OCDE. Energy and Environmental Technologies to Respond to Global Climate Change Concerns, 1994, AIE/OCDE. Environmental Economic Comparison of Biotechnology with Traditional Alternatives, 1996, Instituto de economía ambiental aplicada. Environmentally Sound Management of en ingeniería ambiental, 1995. Managing Solid and Hazardous Waste, Serie “Green Paper”, 1996, Organismo de Información de los Estados Unidos. New Era for Third World Biotechnology, nota informativa, 1996, ONUDI. Seminario internacional sobre biotecnología y producción menos contaminante, 1995, Instituto de economía ambiental aplicada. Technologies for Cleaner Production and Products, 1995, OCDE. The Latona Project, Insight, verano de 1995, IETC PNUMA. Warmer Bulletin, varios fascículos, Fundación de los Recursos Mundiales. Waste Management Technologies: Opportunities for Biotechnology, 1995, Comisión de las Naciones Research and Manufacturing in Australia, 1990, Unidas sobre el Desarrollo Sostenible. Departamento de industria, tecnología y EPA Journal, mayo-junio de 1992, Agencia de los Estados Unidos para la Protección del Medio Ambiente. comercio de Australia. Wider Application and Diffusion of Bioremediation Technologies, 1996, OCDE. 225