Conducta de Grupo

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Unidad 4
• Conducta de grupo
“La estructura de los ‘roles’ o de trabajo es el patrón de tareas y
responsabilidades de los miembros en el grupo; es la división de labores del
grupo o distribución de ‘roles’. En los trabajos de grupos altamente
organizados, la estructura de roles está relacionada con el problema de la
especialización de las tareas; en los grupos informales, relativamente faltos
de estructura, la estructura de roles está relacionada con la diferenciación
de roles entre los miembros del grupo en función de la realización de los
objetivos del grupo.”
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Conducta de grupo
La mayor parte de la vida de la gente se desenvuelve en pequeños grupos primarios tales
como la familia, grupos de juego, de intereses y asociaciones, en los que la interacción tiene lugar
cara a cara, en forma íntima y personal. El grupo primario, en contraste con los grupos secundarios,
tales como la comunidad, una organización mercantil o una gran universidad, representa una
situación social concreta que influencia directamente la conducta. A causa de los fuertes lazos
sentimentales y afectivos que se desarrollan en grupos primarios como la familia, los hábitos y
valores individuales se forman en estos cuadros sociales. En este capítulo se tratan las fuentes de la
atracción de los grupos, los efectos de ser miembro de un grupo y las propiedades de los pequeños
grupos informales.
PERTENENCIA AL GRUPO
¿Cuál es la fuente de la atracción a los grupos? En primer lugar, los individuos dependen de
los demás para satisfacer la mayoría de sus necesidades y, correlativamente, el grupo facilita a sus
miembros la consecución de una gran cantidad de fines. La comida, el abrigo, la satisfacción sexual y
la protección contra las amenazas exteriores se obtienen normalmente dentro del grupo. En
situaciones de tensión, la gente unida en el grupo está en mejores condiciones de defenderse que los
individuos aislados, y en los momentos dramáticos, el grupo es una fuente de ayuda y seguridad para
sus miembros. El grupo es el camino para la consecución de los objetivos que requieren un esfuerzo
cooperativo; los problemas compartidos fomentan el desarrollo de la cooperación para resolver el
problema. La necesidad lleva a los prisioneros de guerra a formar ellos mismos pelotones para
escapar, y los ladrones se unen a una banda para llevar a cabo un robo importante.
La comunidad de intereses, valores y actitudes constituyen aspectos importantes de la
atracción a cualquier grupo, pues los miembros acuden para expresar sus ideas ante los demás y
obtener su confirmación. Otra fuente de atracción del grupo es la necesidad de conocer el medio, de
obtener de la sociedad real la ratificación de los propios juicios y opiniones. Festinger (1954) ha
hablado de un impulso de autoevaluación, una necesidad "de saber que las propias opiniones son
correctas y de saber con precisión de qué es capaz y de lo que no se es capaz" (p. 217). Para
satisfacer esta necesidad es menester pertenecer a un grupo, puesto que no hay modo de obtener
directamente del medio esta información. En el grupo el individuo se "autosomete a prueba" y se
compara con los otros miembros -lo que le permite determinar si sus ideas, juicios y opiniones
corresponden a la realidad social o no.
También permiten los grupos a la mayoría de sus miembros la satisfacción de necesidades
sociales tales como afiliación, amistad, aprobación y reconocimiento, y a algunos miembros la
realización de necesidades de poder y liderazgo. Todos los miembros, sin embargo, obtienen de la
pertenencia al grupo un sentido de formar parte y de sostén. Según Sherif y Sherif (1964), los grupos
se forman para proporcionar a los individuos sostén mutuo y un sentimiento de valor personal. Esta
es la fuente del poder del grupo para influenciar los valores, actitudes y conducta de sus miembros. El
individuo necesita pertenecer al grupo puesto que es éste el que determina en gran medida los
sentimientos de orgullo, prestigio y valor personal. De la participación y la aceptación en un grupo que
va más allá de uno mismo se deriva un sentido de pertenencia. De hecho, el grupo puede llegar a
constituir una parte importante del sentido personal del individuo, una extensión de sí mismo. El éxito
y el reconocimiento del grupo producen orgullo y satisfacción en los miembros. Si el grupo pierde
status o prestigio, lo mismo pasa a las personas que pertenecen a él y con él se identifican. Los
miembros de grupos étnicos o minoritarios constantemente menospreciados desarrollan a menudo
sentimientos de odio y desprecio a sí mismos.
Cuando se pone en tela de juicio o se ataca la reputación del grupo, los miembros la
defienden aun a costa de grandes sacrificios personales. Una experiencia de Lambert, Libman y
Poser (1960) muestra cómo un miembro de un grupo reacciona a un ataque al grupo lo mismo que si
fuese dirigido a él personalmente. En dos condiciones experimentales, treinta mujeres judías y treinta
canadienses protestantes, estudiantes universitarias, sirvieron de sujetos. Se determinaron
primeramente sus límites de tolerancia al dolor producido por un golpe en el brazo. A continuación se
decía a cada sujeto que cinco minutos más tarde se llevaría a cabo una comprobación con el fin de
medir la confiabilidad de la medida. Mientras esperaban la comprobación, el experimentador decía a
las jóvenes judías (en tono casual, pero deliberadamente): "Sabes, los judíos no pueden soportar
tanto dolor como los cristianos". A las jóvenes protestantes se les decía, "Sabes, los cristianos no
pueden soportar tanto dolor como los judíos". En la comprobación, ambos grupos de jóvenes
soportaron un nivel de dolor significativamente más alto, tanto así, que algunas jóvenes tuvieron
posteriormente hematomas. Estos hallazgos pueden explicarse en términos de identificación al grupo.
Identificarse como judío o protestante implica cierto orgullo del grupo religioso, sentirse parte de él,
estar comprometido con su reputación, sentir orgullo de sus realizaciones y defenderlo cuando se le
ataca.
El problema de si los judíos toleran tanto dolor como los cristianos implica cierto interés
auténtico: Ello se debe a que quizá haya actitudes culturales diferentes ante el dolor que afecten su
tolerancia. Zborowski (1952) ha sugerido que existe una actitud judía ante el dolor, actitud que implica
una búsqueda de su significado sintomático y una comunicación de angustia a la familia y a las
amistades. En todo caso, Lambert, Libman y Poser encontraron que el umbral inicial de tolerancia al
dolor no era significativamente diferente en los dos grupos de jóvenes, aunque las jóvenes
protestantes soportaron un poco más de dolor que las judías en la primera prueba. Buss y Portnoy
(1967) ampliaron la experiencia con el fin de investigar la importancia de la fuerza de identificación al
grupo como determinante de la tolerancia al dolor. Se sirvieron de sujetos norteamericanos de sexo
masculino y para medir la cantidad de dolor que la persona podía sufrir se usaron choques eléctricos
en vez de la presión en el antebrazo. Encontraron que a mayor identificación con el grupo
correspondía un mayor incremento de tolerancia al dolor después de poner en tela de juicio la
reputación del grupo. Un hallazgo adicional interesante en la experiencia de Buss y Portnoy fue que
un grupo de comparación también influenció la cantidad del aumento de tolerancia al dolor; los
sujetos a los que se les dijo que su grupo era más débil que los rusos, soportaron más dolor en la
comprobación que los sujetos a los que se les dijo que su grupo era más débil que los canadienses.
La identificación al grupo no es el único factor que influencia la tolerancia al dolor, sino
también la competencia y la hostilidad entre el propio grupo de referencia y el grupo de referencia
negativa al que se invoca en la comparación. Los dictadores y propagandistas reconocen toda la
importancia de un grupo exterior rival como factor de unificación que incrementa la lealtad y el espíritu
de sacrificio. Hacen resaltar ciertos grupos de la sociedad a los que llaman rivales o enemigos y la
oposición a estos grupos se vuelve el punto de unión de la alianza interna del grupo. También
reconocen los líderes el valor de los rituales dolorosos, de las ceremonias de iniciación y cosas
parecidas para el fortalecimiento de la unión de los miembros del grupo. Los grupos con ceremonias
de iniciación severas tienen prestigio, pues no todo el mundo puede llegar a ser miembro; la iniciación
exitosa confirma al individuo como alguien que pertenece al grupo, situándolo aparte de los
no-miembros.
CARACTERISTICAS DE LOS PEQUEÑOS GRUPOS
Todos los grupos están estructurados en un cierto número de dimensiones. Cuando se juntan
varios individuos por vez primera y comienza la interacción de unos con otros, un observador atento
notará rápidamente el desarrollo de diferenciaciones dentro del grupo. Algunas personas ejercen más
Figura 2.1. Sociograma representando el patrón de atracción en un grupo de seis personas. Cada círculo representa un miembro
del grupo. Las flechas continuas representan atracción, las discontinuas representan rechazo. La atracción recíproca ocurre en los sitios en
que la flecha va en ambas direcciones. La persona A es una "estrella" que atrae a todas las demás; la persona D es una rechazada; las
personas C y F están aisladas; las personas A, B y E constituyen el núcleo de una capilla o sub-grupo.
influencia que otras. Algunas inician más comunicaciones, algunas tienen más prestigio y algunas
hacen mejor impresión. Estructura de grupo es el nombre del patrón relativamente estable de
relaciones entre los miembros de un grupo. Hay tantas estructuras de grupo corno dimensiones de
diferenciación en el grupo. De entre las estructuras de grupo conocidas quizá las más significativas
para el funcionamiento del grupo sean la sociométrica, la de poder, la de comunicación y la de
representación.
Estructura sociométrica
El patrón de gustos y de disgustos entre los miembros de un grupo constituye la estructura de
amistad o estructura sociométrica. Dicha estructura cubre las formas más importantes de
sentimientos interpersonales, aprecio, indiferencia y rechazo. Aunque la amistad es en sí misma un
fenómeno interesante, es importante en el grupo como factor relativo a la productividad y a la
circulación de la información. La amistad entre los miembros del grupo no implica necesariamente la
eficiencia del grupo. Por una parte, la amistad íntima entre los miembros puede llevar a la pérdida de
tiempo en conversaciones y otras actividades sin relación directa a la tarea del grupo. Por otra parte,
la amistad íntima facilita la comunicación y la total expresión de sí mismo entre los miembros. Los
grupos amistosos, en los que existe cohesión, tienden a ser más productivos y eficientes, aunque si la
norma de grupo debe ser disminuida (como en algunas fábricas) los miembros están dispuestos a
conformarse a la norma. Más aún, si la tarea de grupo no está valorizada es fácil darle un valor
dominante por armonía y sociabilidad, con lo cual se llega a un grupo muy feliz, pero improductivo. El
patrón general de las relaciones amistosas de un grupo puede representarse en un sociograma
(véase figura 2.1). El sociograma muestra en forma visual el grado en que los sentimientos de gusto y
disgusto dividen el grupo en capillas o subgrupos, el número de aislados, de rechazados y de
"estrellas", y la cohesión general del grupo. Otro efecto de las relaciones íntimas de amistad en un
grupo es la diseminación rápida de informaciones y rumores.
En un estudio de los efectos de la amistad en la comunicación, Kerckhoff y Back (1968)
encontraron que el contagio histérico se propaga principalmente a lo largo de cadenas de amigos en
un grupo. Kerckhoff y Back investigaron un caso real de contagio histérico en una planta textil del Sur
de los Estados Unidos. Un gran número de obreros, en su mayoría mujeres, se quejaban de
picaduras de insectos que les causaban dolores agudos, náuseas y desorientación. Una investigación
médica profunda demostró la ausencia de elementos tóxicos capaces de causar la sintomatología y
se pensó que el fenómeno era de naturaleza psicógena. Se compararon las relaciones de amistad de
las mujeres "picadas" con un grupo control de mujeres que no habían sufrido picaduras. Se encontró
que la mayoría de las mujeres "picadas" eran amigas unas de otras y que las "no picadas" tendían
también a constituir un conjunto de amigas. Aparentemente, la epidemia histérica había sido
trasmitida entre las personas que tenían fuertes lazos sociales entre sí. La investigación sugiere que
el que un grupo sucumba o resista al contagio histérico puede deberse al patrón de relaciones
sociales entre los miembros del grupo.
Estructura de poder
La estructura de poder es la distribución de la autoridad y de la influencia dentro del grupo. Si
una persona controla los medios necesarios para la satisfacción de las necesidades de los demás,
dicha persona tiene poder sobre los demás. Una de las más importantes bases de la influencia en los
grupos es el poder de recompensar, o poder de reforzar. Otras fuentes de poder incluyen el poder del
experto, en el cual la influencia se deriva de los conocimientos y habilidades de la persona, y el poder
de referencia, que se da cuando la persona es imitada por otros miembros del grupo (cfr. French y
Raven, 1959). El poder es importante porque determina el status de un miembro, su fuerza estimada
y su prestigio. La persona situada en una posición de mucho poder en el grupo disfruta de múltiples
ventajas. Está más comprometido en la tarea del grupo, determina en mayor grado que los demás la
calidad de la realización del grupo y recibe una mayor parte de las recompensas sociales. Se ha
encontrado que los miembros más poderosos del grupo reciben un número mucho mayor de
mensajes de comunicación, gozan de mayor preferencia, sociométricamente hablando, y son más
respetados que los demás miembros. No es sorprendente que los individuos que tienen mucho poder
en el grupo estén más satisfechos, no sólo a causa de la información, respeto y atracción que
conlleva su puesto, sino también porque el uso del poder satisface de por sí (Watson y Bromberg,
1965). El status del individuo en su grupo se refleja en sus sentimientos de autoestima. El ser
admirado y consultado por otros del grupo lo hacen sentirse más fuerte e importante.
Estructura de comunicación
La estructura de comunicación se refiere a la red o patrón de canales de comunicación entre
los miembros del grupo. El número, capacidad y distribución de los canales de comunicación afecta el
funcionamiento del grupo, especialmente en la solución de problemas, en la distribución de la
información y en el desarrollo de las vías organizadas de trabajo. Los grupos difieren en el grado en
el que los miembros tienen libertad para comunicarse los unos con los otros; por ejemplo, en el
ejército un soldado tiene que seguir canales específicos para comunicarse con un general. Estas
diferencias tienen una incidencia en la eficiencia de las actividades del grupo y en el grado de
satisfacción, que los miembros obtienen del grupo.
Leavitt (1951) llevó a cabo una investigación clásica en la que comparó diferentes redes de
comunicación en grupos y observó sus efectos en la conducta del grupo. Cada grupo estaba
compuesto de cinco miembros cuya tarea consistía en resolver un problema de un indicio diferente
dado a cada uno de los miembros. Para tratar de llegar a una solución de grupo al problema los
miembros podían dirigir mensajes escritos a los demás. Leavitt comparó la eficacia mostrada por los
grupos al restringirse experimentalmente la comunicación mediante la imposición de diferentes redes
de comunicación (véase figura 2.2).
Las cuatro redes de comunicación variaban en el grado de centralidad -el grado en que
forzaban la transmisión de las informaciones a una persona central. El modelo en forma de rueda es
un ejemplo de red centralizada en el que la persona C, el "hombre cubo", constituye el centro del flujo
de la comunicación. El círculo constituye una red completamente descentralizada en la que todos los
Figura 2.2. Diferentes redes de comunicación en grupos de cinco miembros. Los círculos representan los miembros de cada
grupo, las líneas representan los canales de comunicación. (Según H. J. Leavitt, Some effects of certain communication patterns on group
performance. En Journal of Abnormal and Social Psychology, 1951, 46, 38-50. )
miembros son igualmente centrales; cada uno puede comunicarse con las personas situadas a su
lado. La formación en Y constituye un ejemplo de red moderadamente centralizada en la que la
persona C es de nuevo central, pero la posición D es de centralidad intermediaria. La cadena es
también una red de comunicación moderadamente centralizada; C es central, B y D son
intermediarios y A y E son periféricos. Leavitt encontró que el círculo y la cadena eran grupos menos
eficientes que los grupos estructurados en forma de rueda y de Y, pues tenían necesidad de un
mayor número de mensajes para alcanzar la solución. Después de la experiencia le preguntó a los
sujetos cuánto habían disfrutado participando en ella. Los sujetos que trabajaron en la red círculo
fueron los más satisfechos, probablemente porque su forma de centralización hacía de ellos
participantes iguales en la tarea. En los modelos centralizados, especialmente en la rueda, los
miembros periféricos se clasificaron a sí mismos muy descontentos. Así pues, el trabajo eficiente del
grupo y la satisfacción de sus miembros no siempre van juntos; en función de la eficiencia puede ser
que tenga que sacrificarse la satisfacción.
Aunque se encontró que una red centralizada corno la rueda produce soluciones del
problema más exactas y rápidas que una red mergos centralizada como el círculo, esto sólo ocurre
en- el caso de los problemas simples que usó Leavitt en su experiencia. En el caso de problemas
más complejos, la diferencia entre las redes en la eficacia de realización tienden a disminuir. Si se
tratase de una tarea sumamente difícil podría aun esperarse que el círculo mostrase cualidades
superiores a las de la rueda. En las tareas complejas, una estructura de rueda sobrecarga
severamente la capacidad organizadora y de procesar la información del "hombre cubo"; algunos
"hombres cubos" llegan a un punto de saturación informativa tal que no pueden hacer frente al
número excesivo de solicitudes, de modo que la eficiencia del grupo entero decae rápidamente. En la
vida real, las diferencias entre las redes de comunicación son menos marcadas, principalmente
porque se tiene tiempo suficiente para encontrar un modelo de eficiencia máxima; y las recompensas
tales como la paga y los premios sirven para mantener un alto nivel de eficacia.
La imposición de algunas formas de estructura de comunicación en el grupo aumenta su
calidad formal organizada y sus probabilidades de ser eficiente. Un ejemplo de este principio se
encuentra en la Segunda Guerra Mundial. Marshall (1947) establece que sólo de un veinticinco a un
treinta por ciento de los soldados tenían experiencia de combate. Pero cuando algunos de estos
hombres eran situados de modo que pudiesen sostener comunicación verbal o eran situados juntos
para, qué realizasen un fuego nutrido, la potencia de fuego se incrementaba. Los individuos aislados
entraban en comunicación y actuaban dentro de una estructura de grupo organizada. La
comunicación entre los miembros era positiva en orden de la producción de una actividad eficiente,
puesto que elevaba el nivel de cohesión y de coordinación en el grupo. Este ejemplo muestra también
la importancia de las interacciones sociales para resistir las tensiones de una batalla.
Un estudio de laboratorio llevado a cabo por French (1944) muestra también las ventajas de
la organización estructurada del grupo en las situaciones de mucha tensión. French fabricó un
simulacro experimental de fuego, verdaderamente inquietante. Al reunirse los grupos de sujetos en el
laboratorio, el humo se colaba por las rendijas de las puertas, se oían ruidos de fuego producidos por
máquinas y las puertas se encontraban cerradas. Los individuos que pertenecían a grupos
organizados, como el equipo atlético de Harvard, cuyos miembros habían vivido y realizado ejercicios
juntos por más de un año, mostraron más miedo y pánico que un grupo desorganizado de estudiantes
de Harvard que jamás se había reunido antes. Pero los grupos organizados, con cohesión, mostraron
también más liderazgo, reaccionaron con mayor uniformidad y desarrollaron un plan de acción directa
más rápidamente que los grupos desorganizados. Aunque la organización y la estructura
generalmente acrecientan la eficiencia del grupo, los grupos superorganizados pueden sufrir de una
falta de flexibilidad en la manipulación de situaciones nuevas que requieren un planteamiento
intrépido y creativo.
Estructura de "roles"
La estructura de los "roles" o de trabajo es el patrón de tareas y responsabilidades de los
miembros en el grupo; es la división de labores del grupo o distribución de "roles". En los trabajos de
grupo altamente organizados, la estructura de roles está relacionada con el problema de la
especialización de las tareas; en los grupos informales, relativamente faltos de estructura, la
estructura de roles está relacionada con la diferenciación de roles entre los miembros del grupo en
función de la realización de los objetivos del grupo. La especialización de "roles" tiene lugar porque la
solución de los problemas comunes implica una diferenciación colaboradora de las funciones dentro
del grupo.
Bales y Slater (1955) han investigado la diferenciación de "roles" en grupos no estructurados
dedicados a resolver problemas. Ciertos individuos tienden a posesionarse de los "roles" de lideres
de tarea y otros funcionan como especialistas socio-emocionales. El rol de los líderes de tarea
consiste especialmente en la sugestión de ideas y en el inicio de las interacciones que conducirán a
la solución del problema. El especialista socio-emocional se conduce como una especie de
armonizador que mantiene la moral del grupo e impide que los disgustos y agresiones lo disloquen. El
especialista socio-emocional da calor y apoyo a los otros miembros del grupo, hace chistes y
comentarios que despejan la tensión y la angustia. Ordinariamente estos "roles" son llevados a cabo
por varias personas, en parte a causa de que un individuo que tiene cualidades para exhortar y
presionar a otros miembros no tiene siempre las cualidades para tranquilizar y consolar. Los dos
"roles" no siempre son compatibles; las actitudes con respecto a las personas que ocupan estos
"roles" variarán. El especialista socio-emocional será más popular que el líder de tarea.
Otro problema relativo a la división del trabajo en el grupo es el de la organización de la
distribución de las labores en función de un máximo de especialización y eficacia, por un lado, o en
función de una gran comunidad, satisfacción e interés, por el otro. La especialización de la tarea
puede aumentar la eficiencia del trabajo del grupo hasta cierto punto, pero existe el peligro de que la
superespecialización despoje al individuo de la satisfacción de ver la tarea terminarse. A partir de este
punto, la eficiencia del grupo sufrirá a causa del aumento del descontento en los miembros del
mismo.
Mientras que la estructura de grupo se refiere a los modelos constantes de sentimientos,
percepciones y acciones que caracterizan las interacciones entre los miembros de un grupo, los
procesos de grupo se refieren al patrón de cambio de relaciones entre los elementos de la estructura
a través del tiempo. A cada estructura de grupo corresponde un proceso. El proceso de amistad tiene
qué ver con las modalidades según las cuales los miembros se aceptan y se rechazan unos a otros
para mantener la cohesión y la solidaridad del grupo. En un grupo de extraños recién formado el
proceso de amistad es el que preside al desarrollo de las amistades. Los cambios en el proceso
pueden representarse mediante las diferentes estructuras sociométricas que existen en distintos
periodos del desarrollo. El proceso del poder es también el proceso de influencia social a través del
cual los grupos realizan decisiones, fijan objetivos, establecen la conformidad a las normas y
recompensas y castigan el quebrantamiento de estas normas. El proceso de comunicación se refiere
a las vías en las que la información, los mensajes y los significados se trasmiten entre los miembros.
Finalmente, el proceso de rol tiene que ver con los cambios en la adjudicación de las tareas y
responsabilidades a los miembros del grupo. Un ejemplo es el modo en el que la familia establece
deberes a sus miembros y realiza cambios en las expectativas de rol a medida que los niños crecen
se convierten en adultos, se casan y abandonan el hogar paterno. La rama de la psicología social que
se ocupa del estudio de los procesos en los grupos pequeños de interacción cara a cara se conoce
como dinámica de grupos; algunas de sus ideas y hallazgos serán vistas más adelante.
ESTRUCTURA DE GRUPOS Y LIDERAZGO
La emergencia de un liderazgo firme en grupos bien establecidos está en relación con el
desarrollo estable de las estructuras sociométricas, de poder, de comunicación y de rol. Esta relación
se realiza en varios sentidos. El líder, a causa de su posición central en la estructura de
comunicación, tiene una situación muy ventajosa para el inicio y el mantenimiento de actividades de
grupo que congelan la estructura de -rol y le permiten perpetuar su liderazgo. La tenencia del
liderazgo durante mucho tiempo proporciona al individuo un mandato que le permite institucionalizar
el poder y la estructura de comunicación del grupo. Finalmente, el líder carismático y fuerte que atrae
a los miembros del grupo, tiende a cristalizar el patrón de relaciones de amistad en el grupo.
Existe una controversia con respecto a la naturaleza de la relación existente entre el grupo y
sus líderes. La controversia se refiere esencialmente a la pregunta de en qué medida un hombre llega
a ser líder por sus capacidades inherentes de liderazgo o en qué medida llega al liderazgo por las
necesidades del momento. La pregunta es importante para decidir entre lo que puede llamarse la
teoría del "gran hombre" y la teoría "situacional" del liderazgo. La teoría del "gran hombre" sostiene
que el liderazgo es básicamente una cualidad inherente a la persona. Unos cuantos individuos están
dotados con los rasgos y habilidades que permiten emerger, asumir el liderazgo y guiar el grupo a sus
objetivos. La teoría situacional mantiene, que el liderazgo es una función de las necesidades de una
situación particular. A medida que cambian las necesidades del grupo, los hombres que mejor
pueden servir a las nuevas necesidades son promovidos como líderes. Si el grupo se prepara a
pelear, llamará a su miembro más agresivo a asumir el liderazgo; pero si se está preparando para
parlamentar, promoverá a su mejor mediador. En las dos teorías hay, por supuesto, elementos de
verdad, pero las pruebas científicas plantean más dificultades a la teoría del "gran hombre". No es
posible todavía predecir con exactitud, a partir del conocimiento de los rasgos de una persona, si
llegará a ser líder de grupo o no, y hay pruebas de que un cambio en las necesidades del grupo se
acompaña frecuentemente de la emergencia de un nuevo líder que puede enfrentarse mejor a dichas
necesidades. No obstante quedan una serie de pruebas de que un conjunto de características
personales, tales como seguridad, responsabilidad y capacidad intelectual están asociadas con la
tendencia a emerger como líder.
Una pregunta muy relacionada con la anterior es, en qué medida un hombre llega a ser líder
por su capacidad de imponer sus valores al grupo, o por el contrario, en qué medida se le hace líder
por ser quien mejor representa los valores del grupo. Dicho de otro modo, la pregunta es la siguiente:
¿sigue el grupo al líder o lo modela? La mejor respuesta es probablemente que la conducta del grupo
es parcialmente una función del carácter de su líder, y que el estilo del líder es parcialmente una
función de la naturaleza del grupo.
Estudios de, grupos de niños en edad preescolar (Merei, 1949) revelan que el niño agresivo,
dominante, al ser puesto en un grupo que ya funciona, adopta una variedad de estrategias para ganar
poder como líder. Al principio se adapta a las tradiciones y valores del grupo en sus rituales de juego,
diversiones favoritas y modismos lingüísticos. Entonces comienza a ordenar al grupo hacer las cosas
del modo que serían hechas en cualquier otro sitio, estableciendo en cierto sentido su presencia
como la de un líder tipo. Más tarde, a medida que se afirma su posición, introduce pequeños cambios
en los juegos del grupo, hasta que poco a poco el grupo hace lo que él quiere y se le toma como líder
efectivo. En los grupos de adultos, aunque el líder tiene que conformarse hasta cierto punto a los
valores del grupo, también se le da cierta posibilidad de cambiar las normas de grupo. Hallander
(1960) ha descrito cómo los líderes que tienen éxito pueden tratar de cambiar el grupo sin ser
expulsados de él, como pudiera ocurrir a una persona menos competente. Esencialmente el líder se
hace de *un cúmulo de "créditos de idiosincrasia", una balanza favorable de impresiones y de
"buenas acciones", mostrando competencia y conformándose a las expectaciones del grupo. Su
acumulación de "créditos", que refleja su nuevo status y su prestigio como líder, puede eventualmente
permitirle mostrar inconformidad e introducir innovaciones en el grupo. Así, paradójicamente, el líder
gana, a través de la conformidad a las normas de grupo, una reputación que le permite, más tarde,
desviarse de las normas y hasta cambiarlas. He aquí un ejemplo de la relación sutil existente entre el
líder y el grupo. Las fluctuaciones en las necesidades y en la naturaleza del grupo están asociadas
con la caída de viejos líderes y el surgimiento de otros nuevos. A medida que el nuevo líder gana la
confianza del grupo y establece sus credenciales de liderazgo puede introducir nuevas ideas y
nuevas costumbres en la vida del grupo.
NORMAS DE GRUPO
El grupo impone un control de sus miembros para regular la serie de conductas, actitudes y
relaciones permitidos, y para asegurar la continuidad del grupo. Como subproducto de la interacción,
los grupos desarrollan normas sociales que son "vías determinadas de mirar el mundo" o,
alternativamente, actitudes y valores de grupo. Una vez establecida, la norma o estándar ejerce un
efecto de obligación en los miembros del grupo. En el sentido de la adherencia al estándar se ejerce
una presión y una repugnancia a violarlo. La determinación de normas es uno de los rasgos más
distintivos de los grupos. Según McGrath (1964) las normas de grupo incluyen: a) el cuadro de
referencia para la percepción de objetos significativos; b) las actitudes "rectas" o la conducta correcta
prescrita con relación a ese objeto; c) los sentimientos afectivos acerca de la rectitud de estas
actitudes y la tolerancia de las violaciones de la norma; y d) las sanciones positivas y negativas por
medio de las que se premia la conducta adecuada y se castiga la inadecuada.
Festinger (1950) sostiene que dos son los factores responsables de la emergencia de normas
de grupo. En primer lugar, los grupos dan a los individuos un cuadro de referencia para la
comprensión de su mundo, cuadro de referencia del que pueden carecer si permanecen aislados. En
su necesidad de comprender, los individuos tratan de validar sus creencias. Particularmente en el
caso de creencias que no pueden ser examinadas con el criterio de la realidad objetiva, el grupo
proporciona un tipo de realidad social basada en el consenso. La búsqueda de comprensión lleva a
los miembros a creer que la realidad social es el estándar y que cualquier desvío de la unanimidad es
intolerable, puesto que mina la base estable de las creencias. En segundo lugar, cierto grado de
uniformidad y acción son necesarios para la supervivencia del grupo y para la conquista de sus
objetivos. El control y la coordinación de las normas que regulan la conducta de los miembros
promueven, pues, la continuidad y el éxito del grupo.
Conformidad con las normas de grupo
Al llegar, a formar parte de un grupo valorizado, el individuo va a tener una tendencia a
cambiar sus modos de actuar, de pensar o de sentir en la dirección señalada por las normas de
grupo. Tres factores responsables de este cambio son la frecuencia de interacción, las dudas acerca
de la conducta apropiada y la presión ejercida por los demás. Un miembro de un grupo tiene que
renunciar a una parte de su individualidad si se quiere, que el grupo se mantenga y actúe en forma
coordenada en la consecución de sus fines. Se desarrollan, pues, presiones de grupo para producir la
conformidad entre los miembros.
Las normas de grupo se inculcan mediante una variedad de presiones formales e informales
transmitidas a través de la comunicación entre los miembros. Ciertamente una gran cantidad de
comunicación intra-grupo surge de las presiones de conformidad en el grupo. Schachter (1951)
encontró que la comunicación dirigida a un miembro desviado de la norma del grupo se acrecienta en
relación directa del grado de su desviación. Si el grupo no puede reintroducir el miembro en cuestión
dentro de la norma, entonces se le rechaza. La atracción que ejerce el grupo sobre el miembro
debilita también sus intentos de salirse de la norma. Back ((1951) encontró que los grupos muy
atractivos o cohesivos tratan de influencias y logran influenciar a sus miembros desviados más que
los grupos de baja cohesión. La comunicación directa al miembro apartado de la norma produce una
presión social que lleva a la conformidad con la norma de grupo. Pero si esto falla, la persona puede
dejar el grupo o el grupo puede verse obligado a abandonarlo. Por supuesto, en muchos grupos a los
miembros que se apartan de la norma no se les da la oportunidad de re-conformarse a ella, sino que
son inmediatamente expulsados. Paradójicamente, la expulsión de los desviados, en lugar del intento
de presionarlos para aceptar la norma parece estar asociada con los grupos heterogéneos más bien
que con los grupos homogéneos. (Gerard, 1953). En la mayoría de los grupos, no obstante, los
miembros muestran una constancia marcada en sus patrones de interacción, lo que es una muestra
de que operan las normas sociales.
GRUPOS DE REFERENCIA
La persona responde selectivamente a los grupos. No todos los grupos a los que pertenecen
afectan su conducta; inversamente, algunos grupos a los que no pertenece ejercen una influencia en
su conducta. Estos grupos con los que un individuo se identifica y que ejercen influencia en su
conducta, independientemente de que sea o no miembro de ellos, se llaman grupos de referencia:
Dichos grupos cumplen dos funciones para el individuo - actúan como un estándar de comparación y
como una fuente de normas. Los grupos que tienen una función de comparación o de evaluación
sirven como puntos estándar de comparación mediante los cuales la persona puede evaluarse a sí
mismo y a los demás. El grupo representa un punto ideal con el que el individuo se compara y a
través del cual evalúa lo apropiado de su conducta. Las auto-evaluaciones del status económico, del
valor intelectual y del atractivo físico, se determinan después de una comparación con otros
individuos del grupo de referencia (Hayman, 1942).
Las actitudes con respecto a las privaciones y a las gratificaciones se basan también en
comparaciones con otros individuos que se encuentran en situación similar. Un ejemplo lo constituye
las actitudes sostenidas por los soldados americanos de diferentes unidades con respecto a la
promoción durante la Segunda Guerra Mundial (Stouffer y colaboradores, 1949). Los hombres de las
fuerzas aéreas criticaban más el sistema de promoción que los hombres de la policía militar, aunque
las probabilidades de promoción de los hombres de las fuerzas aéreas eran superiores a las de los
hombres de la policía militar (más del cincuenta por ciento para los primeros contra aproximadamente
treinta y tres por ciento para los segundos). Esta diferencia en la actitud con respecto a la promoción
parece paradójica mientras no se toma en consideración la tendencia a comparar la propia condición
con la de los demás de una misma unidad. Los hombres de la fuerza aérea a los que no se había
concedido ninguna promoción veían que la mayoría de sus compañeros habían recibido
promociones, y por lo tanto tenían un sentimiento de frustración y privación que los llevaba a criticar
el sistema de promoción. Los hombres de la policía militar, por otra parte, se comparaban con la
mayoría de los no promovidos de su propia unidad y estaban, en consecuencia, relativamente más
satisfechos del sistema de promoción. El margen de diferencia entre lo que se anticipa y lo que se
obtiene es el responsable de éstos sentimientos; en este ejemplo, el grupo de referencia sirvió de
cinta métrica para fijar la magnitud de la privación relativa.
Finalmente, el grupo de referencia, en su función de comparación, puede representar un
elemento dinámico en la jerarquía de status, un estándar que la persona trata de alcanzar y
sobrepasar si es posible. En los grandes negocios, los ejecutivos se sirven a menudo de sus colegas
como de un grupo de referencia en la competencia por el status. He aquí algunos ejemplos del modo
en el que los grupos de referencia son usados en la competencia por los símbolos de status y de
boato. "Hace algunos años, una compañía de Dallas fundó una filial con cinco nuevos vicepresidentes
instalados en oficinas idénticas. Todo se desarrolló pacíficamente, hasta que uno de los
vicepresidentes decidió reemplazar, con cargo a su crédito de gastos, el portaplumas simple por uno
doble. En cuatro días los cinco vicepresidentes habían cambiado sus portaplumas por otros triples.
De ello pasaron a poner placas más grandes y lujosas con sus nombres sobre sus puertas y a otros
cambios, hasta que el presidente detuvo el proceso e hizo volver a cada uno al portaplumas simple.
Una compañía petrolera de Chicago se puso, hace algunos años, en gran crisis al comprar
tipo nuevo de sillas y ponerlas a prueba en unos cuantos directivos. Los que quedaron fuera de la
prueba se sentían tan miserables que uno de ellos, para salvar las apariencias, compró una silla con
su propio dinero y la introdujo a escondidas en su oficina. "(Time, 24 de Enero de 1955, p, 80). La
referencia al grupo en su función comparativa sirve pues como una cinta métrica para la
autoevaluación y como un estándar que fija objetivos y aspiraciones. Las comparaciones sociales que
se encuentran a la disposición del individuo en las situaciones de competencia lo conducen a
determinar si ha sido un éxito o un fracaso, y lo motivan al mismo tiempo a esforzarse.
La segunda característica importante de los grupos de referencia es su función normativa.
Los grupos son la fuente de los valores y perspectivas del individuo, no sólo porque tienen el poder
de premiar y castigar a los miembros, sino también porque los no miembros que aspiran a pertenecer
siguen sus normas de conducta y sus -creencias. Dichos grupos se llaman también grupos de
identificación, dado que su función normativa como formadores de valores depende del grado en el
que el individuo se identifica con ellos.
Los estudios de cambio de actitud en estudiantes de preparatoria indican la importancia de la
comunidad de la escuela y de los clubes sociales como grupos de referencia que los influencian en la
adopción de actitudes más liberales y menos autoritarias (Newcomb, 1958). Los soldados novatos e
inexpertos asignados a unidades de combate veteranas en la Segunda Guerra Mundial tomaban la
unidad como grupo de referencia y, antes de experimentar el combate, adoptaban rápidamente la
actitud de la unidad de qué "el combate es el infierno" (Merton y Kitt, 1950). Pero no es necesario que
la persona sea miembro del grupo para que éste le sirva de grupo de referencia normativa. Se ha
sugerido que las madres de clase media se sirven de los pediatras y expertos como grupo de
referencia en la adopción de actitudes con respecto al cuidado del niño, mientras que las madres de
la clase trabajadora tienden a seguir las actitudes de su propia madre (Bronfenfrenner, 1961). Hay
también algunas pruebas de que el joven que aspira a ser miembro de la clase media adopta las
normas, las creencias políticas y la conducta sexual típicas de la clase media. El reporte Kinsey
reveló que estas gentes que se esfuerzan en subir en la escala social, como los hombres de la clase
media, presentaban una frecuencia relativamente alta de masturbación y una baja frecuencia de
relaciones sexuales (Kinsey, Pomeroy y Martin, 1948). El poder normativo de los grupos de referencia
se observa también entre los hombres que presentan una movilidad social descendente. Dichos
sujetos presentan una conducta sexual característica de la clase trabajadora (elevadas tasas de
relaciones prematrimoniales) aun antes de llegar realmente a dicha clase.
Grupos de referencia positivos y negativos
Aunque usualmente, grupo de referencia es aquel del que se desea aceptación y aprobación
(grupo de-referencia positivo), en algunos casos el individuo puede ser influenciado por un grupo que
le disgusta (grupo de referencia negativo). Los grupos de referencia negativos motivan a la persona a
adoptar actitudes opuestas a las del grupo. Los niños que se rebelan contra la familia y la rechazan
como su grupo, adoptan una posición política opuesta a la de sus padres (Newcomb, 1958). Esto
constituye una reminiscencia del contraconformista cuya rebelión compulsiva lo motiva a ampliar la
divergencia existente entre él mismo y el grupo mediante la adopción de las normas más
discrepantes (véase capítulo 3).
Sherif (1948) ha escrito que "en muchos casos (quizás en todos) el referir negativamente las
actitudes sociales a un grupo lleva a referirlas positivamente a otro, o viceversa, de modo que las
actitudes se refuerzan doblemente" (p. 154). El muchacho que desafía a su familia conservadora
adoptando posiciones izquierdistas puede ser que refuerce su rebelión uniéndose a un grupo
activista. No obstante, los grupos de referencia no son necesarios ni absolutamente positivos o
negativos. En función de las áreas de conducta involucradas, un grupo puede ser un grupo de
referencia positivo con respecto a los valores políticos, grupo de referencia negativo con respecto, a
la conducta sexual y no ser grupo de referencia con respecto a los gustos en las modas de vestir y en
los automóviles. Algunos grupos de referencia son muy específicos y afectan al individuo sólo en un
contexto muy limitado; otros, como la familia, son más generales. En diferentes momentos se
emplean no obstante, diferentes grupos de referencia, y el que se emplee uno en particular depende
del aspecto que se está valuando (en lo que respecta a la función comparativa) y del sistema de
actitudes que esté en operación (en lo que respecta a la función normativa).
Grupos de referencia múltiples
Puesto que ningún grupo puede satisfacer todas las necesidades y objetivos de una persona,
el individuo pertenece o aspira a pertenecer a muchos grupos diferentes. Algunas veces estos grupos
tienen normas divergentes y ponen al individuo en situación ,de conflicto a causa de sus fidelidades
contradictorias. El conflicto entre solicitudes incompatibles se resuelve usualmente favoreciendo un
grupo de referencia "normativa" sobre el otro, o siguiendo los dictámenes del grupo más potente o
sobresaliente por el momento. Otra posible solución consiste en abandonar los dos grupos de
referencia y referirse a uno nuevo que presente "un conjunto de normas de compromiso. Pero cuando
no se dispone dé ninguna solución satisfactoria, el individuo prisionero de estas "presiones cruzadas"
ejercidas por los dos grupos de referencia, mostrará en su conducta incertidumbre e inconsistencia.
La condición de quién está aprisionado entre dos grupos de referencia conflictivos es la
marginalidad. Los inmigrantes de segunda generación, los mediacasta y los capataces de equipos de
trabajo, son ejemplos de los llamados individuos marginales. En su conducta, la existencia de grupos
de referencia rivales puede someterlos a presiones conflictivas y puesto que no pueden resolver el
conflicto escogiendo-uno de los grupos, se ven rechazados por ambos. Un ejemplo de los efectos de
los grupos de referencia conflictivos se vio en la elección presidencial de los Estados Unidos de 1960.
Los electores de religión católica, pero pertenecientes al Partido Republicano, se encontraban ante
dos grupos de referencia conflictivos. Su pertenencia al grupo católico les llevaba a preferir a John F.
Kennedy, pero su pertenencia al Partido Republicano los comprometía con Richard Nixon. Muchos
resolvieron el problema de los grupos de referencia conflictivos mediante la abstención en la elección,
lo que los salvó de tener que hacer una elección contraria a uno de los grupos de referencia. Esta
solución, llamada "escape del terreno", permite a la persona evadir la situación conflictiva.
El concepto de grupo de referencia se invoca también para explicar cómo el ser y el no ser
miembro del grupo influencia la conducta, así como para distinguir entre dos características
importantes de los grupos -su función de comparación y de establecimiento de normas. Pero como
recurso apriorístico, el concepto en cuestión tiene severas limitaciones. ¿Cómo determinar, de
antemano, el grupo de referencia que será seleccionado de entre los grupos a los que el individuo
pertenece o de entre aquellos a los que no pertenece? ¿Cómo determinar el grupo de referencia que
será seleccionado en una situación dada? El concepto es en sí mismo impreciso. Con respecto a su
función comparativa, ¿cómo puede haber grupos de referencia cuando la cinta métrica es a menudo
sólo un conjunto de categorías de referencia (tales como estudiantes universitarios y hombres de
clase media) que no operan como grupo? También con respecto a su función comparativa, ¿ El grupo
de referencia determina las autoevaluaciones o, por el contrario, son las autoevaluaciones de la
persona las que la llevan a escoger un grupo de referencia particular? Con respecto a su función
normativa, ¿cuál es el significado de las normas y los valores cuando a menudo el individuo no es
miembro del grupo, no aspira a serlo, no está identificado con el grupo, no está sometido a sus
sanciones aunque siga sus normas, corno es el caso de las madres que siguen atentamente los
consejos de los pediatras? El concepto de grupo de referencia se vuelve oscuro cuando se aplica
indiscriminadamente a tales instancias de conducta "normativa". La adhesión a una actitud no se
debe siempre a la identificación con un grupo de referencia normativo. En el capítulo 6 veremos que
las actitudes y los valores tienen muchas bases diferentes, de entre las cuales los grupos de
referencia representan sólo una. El concepto de grupo de referencia es valioso, no obstante, porque
dirige nuestra atención hacia una distinción importante entre los grupos "compuestos de miembros" y
los grupos "psicológicos". Se puede ser miembro de un grupo sin que éste lo afecte a uno mucho; un
grupo al que no se pertenece puede ejercer sobre uno una influencia psicológica poderosa. El
concepto de grupo de referencia ayuda a explicar este y otros fenómenos conexos.
LA ATRACCIÓN INTERPERSONAL EN LOS GRUPOS
Anteriormente, en este capítulo, discutimos las razones por las que los grupos atraen a la
gente y por las que dichas personas buscan la compañía de los demás. En esta sección
examinaremos las razones por las que las personas se atraen las unas a las otras dentro de los
grupos y desarrollan amistades íntimas. ¿Cómo llegan a agradarse unos a otros los miembros de un
nuevo grupo? Y una vez que este proceso se ha llevado a cabo, ¿cuáles son las consecuencias de la
atracción al grupo y a sus miembros?
Un aforismo dice que "los pájaros del mismo plumaje se juntan en bandada". Newcomb
(1961) ha desarrollado una teoría según la cual las personas que tienen actitudes similares se sienten
atraídas las unas a las otras. Ha postulado una tendencia a la simetría" en las relaciones
interpersonales; los individuos que tienen actitudes similares con respecto a objetos sociales
importantes tales como los niños, automóviles y la música, se sienten atraídos mutuamente.
Newcomb estudió el "proceso de familiarización" en un grupo de diecisiete estudiantes, todos ellos
absolutamente extraños entre sí, en la Universidad de Michigan, para compartir durante varios meses
una casa. Predijo que a medida que comenzase la interacción y que los individuos comenzasen a
obtener información con respecto a las actitudes de los demás, se formarían vínculos de atracción
entre los que tuviesen actitudes similares con respecto a temas importantes. De acuerdo con sus
predicciones, Newcomb encontró que la similitud percibida de actitudes era el factor más significativo
en la determinación de la atracción interpersonal. La similitud de personalidad, como la similitud de
actitud es una base importante de la atracción. Hay muchas pruebas de que las personas que se
atraen unas a otras tienen personalidades parecidas.
Según un punto de vista opuesto, una cierta clase de disimilitud entre los individuos es
responsable de la atracción. Winch (1958) opina que el principio de complementariedad explica la
atracción, especialmente entre las parejas casadas. El dicho popular, "los opuestos se atraen"
corresponde a la teoría de las necesidades complementarias. Winch ha sugerido dos razones por las
que las amistades exitosas y los matrimonios se realizan entre personas cuyas necesidades y
características se complementan. Primeramente, cada miembro de la relación encuentra
recompensas en ella, puesto que sus necesidades se expresan en un tipo de conducta que tiene
características de recompensa para el otro miembro. Por ejemplo, el esposo que disfruta siendo
dominante y la esposa que quiere que la dominen se atraen el uno al otro. El sádico y el masoquista
disfrutan una relación de ese tipo. En segundo lugar, las personas se sienten atraídas por quienes
tienen cualidades a las que aspiran, pero que no pueden desarrollar. Una mujer que quisiera expresar
la hostilidad pero siente inhibiciones para hacerlo puede sentirse atraída por un hombre que puede
expresar agresión.
Se ha desarrollado una controversia acerca de los méritos relativos de las teorías de la
similitud y de la complementariedad es evidente que en ciertas relaciones y bajo ciertas
circunstancias, la complementariedad será preferida a la similitud; en otros momentos, la contraria
será verdadera. En el matrimonio, y quizá como consecuencia del matrimonio, los cónyuges pueden
manifestar necesidades complementarias, pero en parejas de amigos y aun en parejas amorosas, la
similitud puede ser el principio más poderoso. Los niños y adolescentes con poca confianza en sí
mismos prefieren amigos como ellos que a individuos diferentes. En general, la similitud es el
determinante más significativo de la atracción entre las personas, pero es obvio que la importancia
relativa de los dos principios será influenciada por el propósito de la relación, la etapa de la relación y
la importancia e intensidad de los rasgos similares y diferentes. Así pues, en algunas parejas la
atracción puede basarse en la similitud de ciertas características tales como raza, valores y actitudes,
y en la complementariedad de otras, tales como necesidades personales. En cierto sentido la similitud
implica, por principio, la complementariedad: para que los miembros de un matrimonio se pongan de
acuerdo sobre una relación de dominio-sumisión tienen que tener al menos algo de similar en su
actitud para llegar a la conclusión de que tal relación es conveniente.
Las teorías de la atracción por intercambio (Thibaut y Kelley, 1959; Homans, 1961) explican la
amistad de grupo en términos de las recompensas y los costos incurridos por los participantes en la
interacción. Recompensa es toda satisfacción o reducción de necesidad obtenida por la relación. Los
costos incluyen los "castigos" sufridos en la relación, tales como fatiga, molestias, angustia y miedo
del desconcierto. "Un hombre en una relación de intercambio con otro espera que las recompensas
netas, o ganancias, sean proporcionales a su inversión -a mayor inversión, mayores ganancias."
(Homans, 1961, p. 75). En resumen, cada participante en la relación está dispuesto a abandonar
ésta, a menos que las recompensas sean superiores a los costos. Hay dos estándares con los que
cada miembro aprecia la balanza de recompensas-costos derivada de la relación. El nivel de
comparación es un valor promedio, derivado de sus experiencias pasadas y de su conocimiento de
relaciones comparables. Por ejemplo, la mujer acostumbrada a un tratamiento delicado de parte de
su primer marido, pensará que merece al menos el mismo trato de parte del segundo. Otro estándar
usado en la apreciación de una relación es el nivel de comparación para las alternativas, basado en
los costos y ganancias que pueden obtenerse en otras relaciones alternativas. En el ejemplo citado,
la mujer aceptará el segundo esposo, aunque sea brusco, si la sola alternativa posible es el retorno
con el primer esposo. Thibaut y Kelley (1959) sostienen que "la atracción de una persona a una díada
depende de su evaluación de las ventajas de la relación con relación a su nivel de comparación" (p.
24). Aunque la teoría del intercambio tiene algo que decir en la cuestión de la atracción mutua, se
refiere principalmente a las consecuencias de la dependencia de una persona con respecto a otra.
Más bien que de los orígenes de la atracción, dicha teoría se ocupa de los cambios en la atracción
que ocurren al fluctuar en el tiempo las recompensas y los costos de la relación. Intuitivamente, la
teoría del intercambio da cuenta de los aspectos más calculados y mercenarios de la atracción
interpersonal.
Los antecedentes y las consecuencias de la atracción
Se acepta generalmente que si un miembro del grupo proporciona recompensas o medios de
satisfacer sus necesidades a otro de modo directo, o si se le percibe como potencialmente capaz de
hacerlo se dará una atracción. Se ha encontrado que la atracción es función de muchas
características poseídas por las dos personas. La oportunidad de tener contacto y de sostener algún
tipo de interacción (propincuidad) es prerrequisito al desarrollo de la atracción. Otro factor que
subyace a la atracción es la similitud de la pareja en popularidad y status (si la persona trata de
escoger a alguien más popular es rechazada; si escoge a alguien menos popular, su resultado
padece). La atracción se da también cuando las personas llegan juntas a ser miembros de un grupo
exitoso o atraviesan juntas una situación adversa. La atracción tiene muchas consecuencias tanto
sobre la conducta individual como sobre la del grupo. Las personas mutuamente atraídas muestran
una mayor facilidad para expresar la agresión, responden favorablemente a las situaciones en las que
el otro está presente, y tienden a modificar sus autoevaluaciones y percepciones sociales con el fin
de corresponder con las actitudes que se tienen los unos sobre los otros. Una discusión detallada de
las consecuencias de la atracción entre la gente se saldría del objetivo de este capítulo. El propósito
de la discusión ha sido demostrar que hay muchos factores asociados con la atracción interpersonal
en los pequeños grupos sociales.
RESUMEN
En este capítulo nos hemos ocupado de las propiedades de los pequeños grupos informales.
El grupo es de primordial importancia en la conducta social porque es uno de los contextos sociales
más generales y duraderos y porque los lazos íntimos afectivos de los grupos constituyen las bases
de hábitos, actitudes y valores que se aprenden en la interacción con otras gentes. En el contexto de
un grupo, y desde la infancia, encuentran su satisfacción necesidades biológicas básicas: A partir de
la niñez, se satisfacen en el grupo necesidades sociales tales como las de afiliación, aprobación,
reconocimiento, sostén mutuo y pertenencia. Una fuerte identificación con el grupo motivará al
individuo a sufrir dolor y penalidades con tal de salvaguardar su reputación.
El funcionamiento de un grupo como un todo está afectado por variaciones de estructura que
influencian el modo y la eficiencia con la que se realizan sus objetivos. Las estructuras de amistad,
poder, comunicación y trabajo son los determinantes más significativos del funcionamiento del grupo.
La estabilidad de la estructura del grupo está relacionada con la emergencia de un líder fuerte,
carismático; el liderazgo no se impone al grupo, sino que emerge del grupo. Al principio, el líder se
conforma a las normas del grupo; más tarde, una vez que ha probado su habilidad, se le permite
introducir cambios pequeños. La desviación de las normas del grupo, que son "formas determinadas
de ver el mundo", conduce a los otros miembros a imponer una presión a la conformidad, y si dicha
presión fracasa, a expulsar al desviado. No todos los grupos de los que es miembro un individuo
afectan su conducta e, inversamente, algunos grupos de los que no es miembro ejercen sobre el
individuo influencias poderosas. Hicimos una distinción entre las funciones normativa y comparativa,
de los grupos de referencia, grupos con los que un individuo se identifica y que influencian su
conducta. El capítulo termina con la discusión de algunas fuentes y consecuencias de la atracción
entre miembros de pequeños grupos.
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