DRA. MARIA ROSA MERCHAN LARREA Quito, 01 de abril de 201

Anuncio
RESOLUCION No.
Dentro del juicio ordinario No. 720-2011 que por prescripción extraordinaria adquisitiva de dominio, sigue
SEGOVIA CORRALES MONICA FERNANDA (P.J), en contra del MUNICIPIO DE SANTO
DOMINGO, se ha dictado lo siguiente:
Razón: Siento como tal el presente juicio fue estudiado en relación por los doctores: María Rosa Merchán
Larrea, Paulina Aguirre Suárez y Alvaro Ojeda Hidalgo, Jueces Nacionales de la Sala de lo Civil y
Mercantil de la Corte Nacional de Justicia.- Certifico.- Quito, a 01 de abril de 2013.- ff) Dra. Lucía Toledo
Puebla, Secretaria Relatora.
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA, SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL
JUEZA PONENTE: DRA. MARIA ROSA MERCHAN LARREA
Quito, 01 de abril de 2013, las 11h00
VISTOS: (720-2011)
ANTECEDENTES
En el juicio ordinario que por prescripción extraordinaria adquisitiva de dominio sigue la Abogada
Mónica Fernanda Segovia Corrales en calidad de Procuradora Judicial de Dioselina Margarita
Rodríguez Moreira en contra de la Ilustre Municipalidad del Cantón Santo Domingo, en las
personas del Alcalde señor Kléber Paz y Miño Flores y del Procurador Síndico Dr. Homero
Merino Báez, la actora interpone Recurso de Hecho impugnando la sentencia dictada el 12 de
abril del 2011, las 10h00, por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo
de los Tsáchilas, la que revoca el fallo de primer nivel que declara con lugar la demanda; recurso
de hecho que admitido por la Sala de lo Civil y Mercantil de la anterior Corte Nacional de Justicia
habilita el recurso de casación.
La recurrente en la calidad con la que comparece, determina como infringidas las normas de
derecho contenidas en los artículos: 273 y 24.13 de la Constitución Política de la República
(1998); 82 de la Constitución del Ecuador (2008); 603, 715, 732, 969, 2392, 2397, 2398, 2401,
2410 y 2411 del Código Civil; 115 y 116 del Código de Procedimiento Civil; 250 de la Ley de
Régimen Municipal (2005); y, fallos publicados en los Registros Oficiales Suplementos: 373 del 3
de julio del 2008; 532 del 25 de febrero del 2005; R.O. No. 364 del 9 de julio del 2001; R. O. No.
712 del 26 de noviembre del 2002; y, R. O. No. 17 del 13 de mayo del 2005. Fundamenta el
recurso en las causales 1 y 3 del artículo 3 de la Ley de Casación.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO
Con fundamento en la causal 1 del artículo 3 de la Ley de Casación, la recurrente alega que la Sala
de Apelación no aplicó el artículo 2397 del Código Civil, e interpretó erróneamente la ley, al
expresar que: “los bienes de dominio público son inalienables, inembargables e imprescriptibles,
en consecuencia, no tendrán valor alguno los actos, pactos o sentencias, hechos concertados o
dictados en contravención a esta disposición…” (Sic). Además, aduce que el fundamento de la
sentencia respecto de la intangibilidad del artículo 250 de la Ley de Régimen Municipal es forzado
y no aplicable al presente caso.
Al amparo de la causal 3 del artículo 3 de la Ley de Casación, la recurrente alega que en la
presente causa no se han aplicado los principios que rigen la sana crítica y que la valoración de las
pruebas ha conducido a que en la resolución del Tribunal ad quem exista aplicación indebida y
errónea interpretación de normas de derecho, así como de la prueba aportada.
Fijados así los términos objeto del recurso, queda delimitado el ámbito de análisis y decisión de
este Tribunal de Casación, en virtud del principio dispositivo consagrado en el art. Art. 168.6 de la
Constitución del Ecuador, normado por el Art. 19 del Código Orgánico de la Función Judicial.
CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL
1. JURISDICCION Y COMPETENCIA
Corresponde el conocimiento de esta causa, al Tribunal que suscribe, constituido por Jueces
Nacionales, nombrados y posesionados por el Consejo Nacional de la Judicatura, en forma
constitucional, mediante resolución número 004-2012 de 25 de enero de 2012; designados por el
Pleno para actuar en esta Sala de lo Civil y Mercantil, por resolución de 30 de enero de 2012 y en
este proceso en mérito al sorteo realizado de conformidad a lo dispuesto en el penúltimo inciso del
Art. 183 del Código Orgánico de la Función Judicial, su competencia para conocer el recurso de
casación interpuesto se fundamenta en lo dispuesto en los Art. 184.1 de la Constitución de la
República del Ecuador, 190.1 del Código Orgánico de la Función Judicial y 1 de la Ley de
Casación.
2. DE LA CASACION Y SUS FINES
2.1. En el ordenamiento jurídico ecuatoriano, el recurso de casación, en la forma que lo estructura
la Ley, constituye un recurso de carácter limitado, extraordinario y formal; limitado, porque
procede solo contra sentencias y autos que ponen fin a procesos de conocimiento y contra
providencias expedidas en su ejecución; extraordinario, porque se lo puede interponer solo por los
motivos que expresamente se señalan como causales para su procedencia; y, forma, porque debe
cumplir obligatoriamente con determinados requisitos. De las causales que delimitan su
procedencia, devienen sus fines, el control de legalidad de las sentencias y autos susceptibles de
recurrirse, control de legalidad que se materializa en el análisis de la adecuada aplicación de las
normas de derecho objetivo, procedimental y precedentes jurisprudenciales obligatorios, a la
situación subjetiva presente en el proceso, constituyendo otro de sus fines, la formulación de tales
precedentes jurisprudenciales.
3 ANALISIS MOTIVADO DE LOS FUNDAMENTOS QUE SUSTENTAN LA CAUSAL
3.1 En la interposición del recurso se ha invocado la causal 3 del Artículo 3 de la Ley de
Casación, que configura los vicios de: “Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea
interpretación de los preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la prueba, siempre que
hayan conducido a una equivocada aplicación o a la no aplicación de normas de derecho en la
sentencia o auto”, la recurrente acusa a la sentencia de errónea interpretación de los preceptos
jurídicos aplicables a la valoración de la prueba, artículos 115 y 116 del Código de Procedimiento
Civil, que en su orden prescriben: “Art. 115.- La prueba deberá ser apreciada en conjunto, de
acuerdo con las reglas de la sana crítica, sin perjuicio de las solemnidades prescritas en la ley
sustantiva para la existencia o validez de ciertos actos. El juez tendrá obligación de expresar en
su resolución la valoración de todas las pruebas producidas.” y, “Art. 116.- Las pruebas deben
concretarse al asunto que se litiga y a los hechos sometidos al juicio.”, aduce que la Sala de
Apelación ha valorado de forma inadecuada la prueba aportada y la realidad de los hechos, pues,
“el Juez debe sujetarse a la realidad procesal y sus juicios de valor no tiene otro límite que la
lógica jurídica y la sana crítica.” (Sic). Para que prospere el recurso de Casación por esta causal
es indispensable que la recurrente cumpla con cuatro requisitos concurrentes, a saber: 1.
Identificación precisa del medio de prueba que según el casacionista ha sido erróneamente
valorado en la sentencia (confesión de parte, instrumentos públicos o privados, declaraciones de
testigos, inspección judicial, dictamen de perito o interpretes). 2. Determinación de la norma
procesal sobre valoración de la prueba que a su juicio se ha infringido. 3. Demostración, con
lógica jurídica, de la forma en que se ha violado la norma sobre la valoración de la prueba. 4.
Identificación de la norma sustantiva o material que ha sido aplicada erróneamente o no ha sido
aplicada como consecuencia del error cometido al realizar la valoración de la prueba. Por tanto, la
alegación de esta causal debe basarse en la existencia de dos infracciones: la de un precepto
jurídico aplicable a la valoración de la prueba y la de una norma de derecho, como resultado de la
primera vulneración, requisito omitido por la recurrente y que impide a este Tribunal, realizar el
análisis correspondiente, volviendo improcedente la acusación, razón por la cual no se acepta el
cargo.
3.3 La acusación con base en la causal 1 del artículo 3 de la Ley de Casación, que configura los
vicios de: “Aplicación indebida, falta de aplicación y errónea interpretación de normas de
derecho, incluyendo los precedentes jurisprudenciales obligatorios, en la sentencia o auto, que
hayan sido determinantes de su parte dispositiva.”, se fundamenta en que la Sala en su fallo no
aplica la disposición del artículo 2397 del Código Civil que prescribe “Las reglas relativas a la
prescripción se aplican igualmente a favor y en contra del Estado, de los consejos provinciales, de
las municipalidades, de los establecimientos y corporaciones nacionales, y de los individuos
particulares que tienen la libre administración de lo suyo.”, así como deja de aplicar los
precedentes constantes en múltiples fallos dictados por las Salas de la ex Corte Suprema de
Justicia y fundamenta la sentencia en la intangibilidad prevista en el artículo 250 de la Ley de
Régimen Municipal (2005), “Son bienes de dominio público aquellos cuya función inmediata es la
prestación de servicio públicos a los que están directamente destinados. Los bienes de dominio
público son inalienables, inembargables e imprescriptibles. En consecuencia, no tendrán valor
alguno los actos, pactos o sentencia, hecho concertados o dictados en contravención a esta
disposición…”.
Con respecto a la acusación de no aplicación en el fallo del artículo 2397 del Código Civil, este
Tribunal observa que efectivamente, la Sala de Apelación dejó de aplicar una norma de derecho
que sirve de fundamento para la procedencia de una acción de prescripción de bienes de dominio
privado del Estado o sus instituciones, pues que las reglas que regulan la prescripción deben
aplicarse a favor y en contra del Estado y sus instituciones, cuando proceda.
Con respecto a la imputación de indebida aplicación del artículo 250 de la Ley de Régimen
Municipal, este Tribunal observa que a la fecha en que la Sala de Apelación emite la sentencia, la
Ley de Régimen Municipal se encontraba derogada y que en consecuencia no procedía su
aplicación, pues con respecto a la imprescriptibilidad de los bienes, rige la Ley posterior, al tenor
de lo dispuesto en la regla 22 del artículo 7 del Código Civil. El Código Orgánico de Organización
Territorial, COOTAD, vigente desde octubre del año 2010, en su artículo 415, hace una clara
distinción entre las dos clases de bienes que conforman el patrimonio de los gobiernos autónomos
descentralizados, entre ellos las Municipalidades, dividiéndolos en bienes de dominio público y
bienes de dominio privado. El artículo 416 de la Ley en referencia, establece “Son bienes de
dominio público aquellos cuya función es la prestación servicios públicos de competencia de cada
gobierno autónomo descentralizado a los que están directamente destinados. “Los bienes de
dominio público son inalienables, inembargables e imprescriptibles; en consecuencia, no tendrán
valor alguno los actos, pactos o sentencias, hechos concertados o dictados en contravención a
esta disposición.” El artículo 419 ibídem, dispone que “Constituyen bienes de dominio privado los
que no están destinados a la prestación directa de un servicio público, sino a la producción de
recursos o bienes para la financiación de los servicios de los gobiernos autónomos
descentralizados. Estos bienes serán administrados en condiciones económicas de mercado,
conforme a los principios de derecho privado. Constituyen bienes de dominio privado: a) los
inmuebles que no forman parte del dominio público….”
En la especie, no es materia de la traba de la Litis, la imprescriptibilidad del bien, por ser de
dominio público, destinado al uso público o afectado a la prestación de un servicio público, ni
obra del proceso prueba alguna que hubiese podido llevar a la Sala de apelación a tal conclusión,
más aún del
texto de la sentencia impugnada se lee que la Municipalidad no opone
excepciones, y que presentó en copia certificada un memorándum el que agregado a fs. 18 del
cuaderno de primera instancia, suscrito por el Jefe de Control Urbano y un Técnico Municipal,
expresa que los lotes materia de prescripción están ubicados en la Parroquia Rural Luz de
América, con planos aprobados en Sesión del Concejo Municipal, el 11 de Abril de 1969, según el
cual los lotes signados con los números 42 y 43 son propiedades particulares, no se dice en el
documento que según los planos esos lotes están destinados a parque, fuente, casa comunal, u otro
servicio de este tipo; y que habrá que revisar si están hipotecados a favor de la Municipalidad por
obras que debían realizarse, de lo que se concluye con absoluta claridad que aquellos lotes de
titularidad municipal no están destinados al servicio público, ni son de uso público, la propia
Municipalidad desconocía que formaban parte de
su patrimonio desde el año 1969 y no
corresponden a ningún tipo de los enlistados en los artículos 417 y 418 del COOTAD, de lo cual
deviene que el Tribunal de Apelación aplicó indebidamente el artículo 250 de la Ley de Régimen
Municipal, derogado a la fecha de emisión de la sentencia. La falta de aplicación del artículo 2397
y la indebida aplicación del inciso segundo del artículo 250 de la Ley de Régimen Municipal
resultan determinantes de la parte dispositiva del fallo recurrido, el que se encuentra inmerso en la
causal de casación contenida en el artículo 3.1 de la Ley de Casación, razón por la cual, este
Tribunal de Casación acepta el cargo.
La actora ha justificado dentro del término de prueba correspondiente, la posesión, con actos
positivos conforme lo prescribe el artículo 969 del Código Civil: “Se deberá probar la posesión
del suelo por hechos positivos, de aquellos a que sólo el dominio da derecho, como la corta de
maderas, la construcción de edificios, la de cerramientos, las plantaciones o sementeras, y otros
de igual significación, ejecutados sin el consentimiento del que disputa la posesión.”, por un lapso
de veinte y seis años, con ánimo de señora y dueña, tal como lo exige el artículo 2410 ibídem para
la procedencia de la acción de prescripción adquisitiva extraordinaria de dominio: 1) Que el
inmueble que se pretende adquirir por prescripción extraordinaria este en el comercio humano
(Artículo 2410); 2) Que el actor ha estado en posesión por más de quince años, sin violencia
clandestina ni interrupción (Artículo 2411); y, 3) Que el titular del dominio del inmueble cuya
adquisición se pretende es el demandado (Artículo 2410.1).
DECISION
Con fundamento en las normas citadas y con la motivación que antecede, este Tribunal de la Sala
de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de Justicia, “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN
NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA
CONSTITUCION Y LAS LEYES DE LA REPUBLICA”, CASA la sentencia dictada por la Sala
Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas y en su lugar confirma
el fallo de primera instancia que declara con lugar la demanda. Notifíquese y devuélvase los
expedientes de instancia para su ejecución.ff) Dra. María Rosa Merchán Larrea,Dra. Paulina Aguirre
Suárez y Dr. Alvaro Ojeda Hidalgo.- Jueces de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de
Justicia.- Certifico.- Dra. Gina Navas Carrera, Secretaria Relatora Encargada.-
RAZON: Siento por tal que la copia que antecede es igual a su original. Certifico.-
Dra. Gina Navas Carrera
SECRETARIA RELATORA ( E )
Descargar