Overview Managing Public Expenditure A Reference Book for Transition Countries Resumen Gestión del gasto público Libro de referencia para países en transición Editado por Richard Allen y Daniel Tommasi ORGANISATION FOR ECONOMIC CO-OPERATION AND DEVELOPMENT ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICOS GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN PREFACIO Este libro viene a llenar un importante vacío en cuanto a literatura relativa a la gestión del gasto público, tanto en profundidad como en cobertura, y por su orientación específica a las necesidades de los países en transición, en especial los de Europa Central y Europa Oriental. Incluso tras diez años de transición, muchas de las reformas fundamentales aún no se han completado en estos países, al tiempo que se están reconsiderando reformas anteriores. Son cada vez más altas las barreras a las que se enfrentan estos países para conseguir un estándar de rendimiento aceptable en términos de elaboración de presupuestos, contabilidad y auditoría, ya que los países de la OCDE modernizan sus propios sistemas en base a la experiencia de otros y a las buenas prácticas, y en la medida en la que se van desarrollando nuevas normas internacionales. Esperamos que este libro sea una referencia básica para políticos y responsables de presupuestos, o que se convierta en parte de programas de formación o cursos de enseñanza a distancia. El libro cubre todos los aspectos de la gestión del gasto público, desde la preparación de presupuestos hasta su ejecución, control y auditoría. Pretende ser una guía práctica y operativa para ayudar a los países a diseñar e implantar nuevas leyes y procedimientos relacionados con la gestión del gasto público, y para mejorar la transparencia de los procedimientos e información presupuestarios. Más allá de su orientación inmediata hacia Europa Central y Oriental, creemos que el libro será de interés para países en vías de desarrollo y países en transición (y también países desarrollados) de todo el mundo. Con independencia de su ubicación, un buen sistema de preparación de presupuestos se apoya en ciertos principios y prácticas clásicas de administración. Antecedentes En abril de 1998, SIGMA y el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) acordaron colaborar en la preparación y publicación de un libro de consulta sobre gestión del gasto público, para abordar los problemas específicos de los países en vías de desarrollo y países en transición. Se prepararon dos versiones del libro: una para países del sudeste de Asia y la otra para países de Europa Central y Oriental, en especial aquellos que participan en el programa SIGMA. Ambas versiones incluyen importante cantidad de material común ya que tratan lo básico de un sistema presupuestario. Sin embargo, también existen diferencias sustanciales entre Asia y Europa Central y Oriental. Europa Central y Oriental están impregnadas de antecedentes institucionales y culturales soviéticos, en muchos casos influidos por elementos de los sistemas de administración y preparación de presupuestos de Europa Occidental, especialmente de Francia, Alemania, Austria y, en el caso de los Estados del Báltico, de países escandinavos. © OCDE, 2002 2 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN Más aún, la mayoría de los países de Europa Central y Oriental son candidatos para ser miembros de la Unión Europea y es probable que se vayan convirtiendo en miembros a partir del año 2002 o 2003. Los ministerios de economía y hacienda, las oficinas de control gubernamental, las entidades fiscalizadoras superiores, las oficinas nacionales de estadística y otras instituciones presupuestarias y financieras de estos países están adaptando sus sistemas y procedimientos a los requisitos de la UE, adoptando donde sea necesario lo esencial de la legislación europea, la acquis communautaire, y actualizando al nivel occidental sus procedimientos de preparación de presupuestos, control financiero y auditoría. En este sentido, las prácticas y los procedimientos empleados en los estados miembros son "modelos" especialmente importantes. Como propietarios del copyright de las publicaciones SIGMA, el BAsD y la OCDE firmaron un acuerdo que les permite usar y adaptar libremente el material de ambas organizaciones en la preparación de las dos versiones de este libro. Los trabajos de la versión asiática Managing Government Expenditure (Gestión del gasto gubernamental) se iniciaron en 1998 y el libro se publicó en abril de 1999 (Schiavo-Campo y Tommasi, 1999). SIGMA y el PUMA (Servicio de Gestión Pública) de la OCDE aportaron material para dicho libro y participaron en un taller técnico en noviembre de 1998, organizado para revisar el borrador preliminar del libro. En el verano de 1999 se iniciaron los trabajos de SIGMA para adaptar Managing Government Expenditure (Gestión del gasto gubernamental) al contexto europeo. Daniel Tommasi, coautor del libro del BAsD, fue contratado como editor y autor principal con objeto de garantizar la continuidad requerida. Esto implicó poner a punto la información nueva (p. ej., presupuesto y procedimientos de la UE para gestionar y controlar fondos de preacceso), ampliar la información existente en ciertas áreas (p. ej., control y auditoría financiera) y reescribir los casos prácticos y ejemplos para darles un toque europeo. Además, se ha rediseñado la estructura del libro, se han añadido algunos anexos y quitado otros, se ha completado el glosario y se ha incluido un índice. Cómo usar este libro En empresas consultoras u organizaciones donantes (multilaterales o bilaterales) de todo el mundo existe un gran número de asesores que abogan por que los países imbuidos en el diseño de nuevos enfoques presupuestarios o de administración pública importen las "mejores prácticas". Sin embargo, tal enfoque tiene escaso efecto en la práctica. Existe una serie de razones para ello: la presencia de reglas "formales" e "informales" que afectan al comportamiento de los funcionarios públicos, y un amplio abanico de factores económicos y culturales que determinan estas reglas informales de comportamiento. En muchos países en vías de desarrollo y países en transición (y también en países desarrollados) predominan las reglas informales. Por ello, los cambios en los sistemas de administración pública son lentos. Apenas supone una ventaja introducir nuevas reglas y normativas si el nivel de cumplimiento es pobre. Del mismo modo, es difícil cambiar un sistema de una cultura de control interno a una cultura de control externo y viceversa. No obstante, es posible lograr cambios cuando las circunstancias y el entorno son favorables, de la mano de un buen conductor y mediante los incentivos internos y externos adecuados. El cambio tiene que "encajar" en el entorno económico y cultural y en las reglas informales. En términos generales, este ha sido 3 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN el enfoque de reforma de la administración pública que ha perseguido el programa SIGMA desde sus inicios. Este libro ha sido diseñado principalmente para técnicos y responsables que trabajan, por ejemplo, en el departamento de presupuestos de ministerios de economía y hacienda o ministerios afines, en la comisión de presupuestos del parlamento, en una entidad fiscalizadora superior u oficina de control gubernamental, o bien en los servicios técnicos de la Comisión Europea. No pretende que sea leído como un todo, pero sí que pueda usarse siempre que haya una necesidad específica de revisar el funcionamiento de una determinada parte de la "máquina" presupuestaria como, por ejemplo, el marco presupuestario a medio plazo, el tesoro público, los convenios de contabilidad, los sistemas de (gestión) control internos, etc. Se recomienda a aquellos lectores interesados en tener una visión rápida de los principales asuntos tratados que lean la síntesis, el capítulo de introducción, las últimas partes de los cuatro resúmenes, el cuestionario del Anexo I y el glosario. A continuación, si se desea, se puede pasar a una lectura más detallada, capítulo a capítulo. Lectores de este libro pueden ser funcionarios superiores del gobierno o profesores universitarios y periodistas con un interés general o específico en política fiscal, asuntos presupuestarios o integración europea. Su publicación es responsabilidad del Secretario General de la OCDE. Reconocimientos Deseo expresar mi reconocimiento a todos los que contribuyeron en la publicación del libro Managing Government Expenditure del BAsD: sus autores y editores Salvatore Schiavo-Campo y Daniel Tommasi, así como un gran número de expertos del FMI, de la OCDE, del PNUD, del Banco Mundial y de otras organizaciones. En lo que a este libro respecta, quisiera agradecer especialmente a Bob Bonwitt, Director del Programa SIGMA, por apoyar esta idea y trabajo, y por su inspiración y ayuda tan variada; mi agradecimiento llega también al coeditor y autor de varios capítulos, Daniel Tommasi. Hago extensivo mi agradecimiento a los autores de capítulos nuevos o revisados de este libro, en especial los capítulos 3, 10 y 14 y los anexos I, II y III: Benoit Chevauchez, Alan Pratley, Harry Havens, Bettina Rafaelsen y Larry O’Toole; y a mis colegas del programa SIGMA, especialmente Brian Finn, Kjell Larsson, Stephen MacLeod, Johannes Stenbaek-Madsen y Nick Treen. Jean-Pierre Baché, David Darby, Rolf Eidem, Jan Kinst, Alain Morisset, Michael Spackman, Harry Wilkinson y Eduardo Zapico-Goñi son colegas y expertos que también colaboraron de manera sustancial en este libro. El libro se ha beneficiado de innumerables interacciones entre SIGMA y nuestros colegas y socios en oficinas presupuestarias y entidades fiscalizadoras superiores de los países en los que he tenido el privilegio de trabajar, y los funcionarios de la Comisión Europea, el FMI, la OCDE, el Tesoro de los Estados Unidos, el Banco Mundial y otras organizaciones de corte y actividad similares. © OCDE, 2002 4 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN Finalmente, mis agradecimientos a Belinda Hopkinson por su labor de pilotaje en todas las etapas de la edición, a Halima Benlatrèche por su trabajo bibliográfico, a Gilles Plante por sus consejos en cuanto al índice, a Catherine Candea y Véronique Chamart de la Dirección de Relaciones Públicas y Comunicaciones de la OCDE por su apoyo, a Vif-Argent por preparar el arte final del libro, y a mi asistente Michelle Gillespie, quien llevó el peso de la administración y el mecanografiado del proyecto. Este libro no habría sido posible sin el apoyo ni el talento de estas personas y de aquellas que aquí no se mencionan. Richard Allen SIGMA, París 5 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN SÍNTESIS El presupuesto nacional es el vehículo político más importante para atender las prioridades económicas y sociales de un país en el contexto de los escasos recursos con los que cuenta el gobierno para el gasto público. Es a través del proceso de preparación de presupuestos que se reconcilian e implantan en términos concretos los objetivos políticos enfrentados. El libro aporta un análisis amplio y en profundidad de todos los aspectos de la gestión del gasto público, desde la preparación de presupuestos hasta su ejecución, control y auditoría. Pretende ser una guía práctica y operativa para apoyar a los países en el diseño e implantación de nuevas leyes y procedimientos en este campo, y para mejorar la transparencia de los procedimientos e información presupuestarios. Si bien es de interés general, el libro está particularmente enfocado a los requisitos de los países en transición, especialmente los de Europa Central y Oriental cuyo objetivo es llegar a ser miembros de la Unión Europea. En estos países, al igual que en muchos otros de todo el mundo, se está llevando a cabo la modernización de los sistemas y procedimientos presupuestarios según estándares internacionales. Este libro está organizado en cuatro partes; al final de cada parte se incluye un resumen con los puntos clave y directrices para reformas. El capítulo de apertura es una Introducción. En él se resumen los tres objetivos centrales de los sistemas de GGP (gestión del gasto público): sostenibilidad fiscal, asignación eficiente de recursos y eficiencia operativa. La transparencia es otro objetivo clave, promovido recientemente por el Code of Good Practices on Fiscal Transparency (Código de buenas prácticas y transparencia fiscal) del FMI. Se destaca también la importancia del legado histórico de los antiguos regímenes comunistas de Europa central y oriental, cuyo efecto limitador aún afecta a las reformas de los procedimientos de GGP y al fortalecimiento del papel institucional de los ministerios de economía y hacienda. A continuación se define una “línea básica” de criterios con los que los países pueden evaluar en qué medida sus sistemas de GGP cumplen los estándares internacionales, sin olvidar los requisitos específicos de pertenencia a la UE (siempre que sea apropiado). El capítulo introductorio termina con una sección en la que se describen los métodos que los países en transición pueden aplicar para gestionar efectivamente el proceso de cambio. Al igual que en otras áreas de la administración pública, las comunicaciones efectivas, la cooperación y la coordinación de actividades son esenciales para reformar con éxito los sistemas de GGP. Es también fundamental que exista el compromiso de reforma en los ministerios de economía y hacienda y otros ministerios y organizaciones directamente afectados por el cambio. En la Parte I se trata el contexto presupuestario e institucional. © OCDE, 2002 6 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN El Capítulo 1 es una revisión de los conceptos básicos y definiciones de presupuestos, de la necesidad de tener la mayor cobertura posible para alcanzar los tres objetivos centrales, y del uso de compromisos especiales tales como fondos y gastos extrapresupuestarios. En dicho capítulo se analizan también otras formas de actividad gubernamental con impacto fiscal, tales como actividades parafiscales, pasivos de la administración central y pasivos contingentes, garantías de empréstitos y gastos fiscales. En el Capítulo 2 se describe la importancia de tener una base legislativa sólida de presupuestos basada en la constitución y en una "ley orgánica de presupuestos". Éstas deberán sustentar una equilibrada división de responsabilidades entre los actores principales del proceso de preparación de presupuestos (el ejecutivo y el parlamento), y dentro del propio poder ejecutivo, entre el consejo de ministros, el ministerio de economía y hacienda, y los ministerios afines y otras unidades de gasto. El capítulo traza los elementos principales que deberían hallarse en una ley orgánica de presupuestos. También revisa la distribución de responsabilidades fiscales entre entidades gubernamentales centrales y subnacionales (estatal y local), es decir, toca el tema "federalismo fiscal". El Capítulo 3 describe las características clave del presupuesto de la UE, los elementos principales de gastos e ingresos, el papel de la Comisión, del Consejo de Ministros y del Parlamento Europeo, y los procedimientos que se siguen para preparar y ejecutar el presupuesto anual. También se hace un repaso de las implicaciones que tiene el presupuesto de la UE en los presupuestos nacionales y políticas fiscales de los estados miembros y de países candidatos. El Pacto de Estabilidad y el acceso de los países candidatos a fondos de preacceso imponen requisitos a estos países en cuanto a fortalecer su disciplina presupuestaria, equiparar su contabilidad nacional y sus estadísticas financieras públicas al de los estándares europeos, establecer marcos presupuestarios plurianuales e introducir rigurosos procedimientos de monitorización, control e información. La Parte II trata los aspectos relacionados con la asignación de recursos, la formulación de políticas y la programación presupuestaria. El Capítulo 4 describe la presentación de la información del gasto en el presupuesto y la importancia de los modernos y eficientes sistemas presupuestarios según la clasificación de las administraciones públicas (CFAP), la clasificación económica (GFS) y las unidades administrativas. Se revisan, además, los puntos fuertes y las limitaciones de las técnicas de rendimiento y programación presupuestaria. En el Capítulo 5 se tratan las etapas y procedimientos principales que intervienen en la preparación de presupuestos. Ésta empieza con el establecimiento del marco político macroeconómico y fiscal por parte de la administración, que incluye los objetivos y metas fiscales clave a medio plazo. En el capítulo se consideran: los diversos enfoques para fijar presupuestos, tales como top-down (método descendente) o bottom-up (método ascendente); el destacado papel del ministerio de economía y hacienda en la definición de las principales suposiciones y parámetros para el presupuesto mediante directrices y circulares; el cronograma presupuestario; el 7 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN proceso de negociación; y la distribución de responsabilidades en la preparación anual del presupuesto. El Capítulo 6 explica el marco presupuestario a medio plazo (siglas en inglés MTBF) y los aspectos más importantes derivados de este campo (establecimiento de las bases políticas, planificación de nuevas políticas y programas, y vinculación de la presupuestación anual con la plurianual). En este capítulo se procede también a revisar la relación entre programación de inversiones y MTBF, el papel del programa de inversiones públicas (PIP) y la necesidad de un enfoque integrado entre presupuestos para gastos de explotación y gastos de capital. La Parte III abarca la ejecución de los presupuestos y su gestión, incluidos el control (gestión) y la auditoría internos. En el Capítulo 7 se tratan los extensos objetivos de la ejecución de presupuestos y los principales aspectos que de ellos se derivan. En ellos se incluyen una clara definición de trabajo de las etapas de compromiso y verificación, reglas operativas para la liberación de fondos, controles de cumplimiento y aspectos especiales relacionados con compromisos plurianuales. El capítulo analiza, además, las reglas de gestión de presupuestos (p. ej., las transferencias entre partidas presupuestarias), los aspectos relacionados con el exceso y el defecto de gasto, y la monitorización de la ejecución de los presupuestos. El Capítulo 8 es una revisión de las tres áreas importantes de la ejecución de presupuestos: gestión de cuentas por pagar y atrasos, financiación y control de costes de personal, y gestión del proceso de adquisición. Todas estas áreas son fuentes potenciales de uso y gestión indebidos de fondos públicos, para las que se requiere una fuerte gestión por parte del gobierno central. En la Unión Europea se exige a los estados miembros que sus leyes y procedimientos nacionales estén en línea con las Directivas sobre adquisición y con las obligaciones más amplias del Tratado. En el capítulo se incluye también un debate sobre las ventajas y desventajas de subcontratar los servicios públicos a proveedores del sector privado. El Capítulo 9 analiza la gestión de tesorería y la función del tesoro público. El objetivo básico es centralizar en una sola cuenta los saldos de tesorería, con el fin de minimizar costes y aumentar la eficiencia de los pagos y del cobro de los ingresos. Pare ello se requieren una planificación financiera y técnicas de previsión eficientes. La revisión de aspectos relacionados con la gestión de la deuda pública y los activos de la administración forman también parte de este capítulo. El Capítulo 10 se centra en la implantación de procedimientos efectivos de control (gestión) y auditoría internos, esenciales si se quiere minimizar el riesgo de uso y gestión indebidos de fondos públicos, así como el fraude y el error o los registros de contabilidad no satisfactorios. Existen dos "modelos" principales de control (gestión) interno: el primero se caracteriza por su enfoque centralizado (p. ej., controles llevados a cabo por funcionarios designados por el ministerio de economía y hacienda) y el segundo por su enfoque descentralizado. En este capítulo se incluye, © OCDE, 2002 8 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN además, una sección sobre gestión financiera de fondos de la UE en países candidatos mediante el sistema conocido como National Fund (fondo nacional), al que se aplican reglamentos de la CE. En la Parte IV se tratan asuntos relacionados con contabilidad, informes financieros, sistemas de información, auditoría, medición del rendimiento y evaluación. El Capítulo 11 describe las bases contables que forman el elemento central de un buen sistema de preparación de presupuestos. Se presentan las ventajas y desventajas de la contabilidad en valores de tesorería y la contabilidad por el principio de devengo, así como variantes de estos dos enfoques. En términos generales, el libro sostiene que los países en transición deberían centrarse en lograr un sistema efectivo de contabilidad en valores de tesorería, antes de pasar al principio de devengo. También son objeto de análisis temas especiales relacionados con presupuestos por devengo, contabilidad generacional, medición de costes y cargas de capital. Los temas tratados en el Capítulo 12 están relacionados con la preparación de informes sobre ejecución de presupuestos y con el alcance y cobertura de la información financiera en círculos administrativos, incluida la información sobre proyectos y programas financiados con recursos externos, tales como la ayuda de preacceso de la UE: Es esencial que el escrutinio externo de estos informes por parte del parlamento y del proceso de auditoría externa sea apropiado. El Capítulo 13 describe la arquitectura de los sistemas integrados de información para la gestión financiera del gobierno, en la que se incluyen sistemas vinculados a la preparación y ejecución de presupuestos, a la gestión de la deuda, a la planificación de tesorería, a la implantación de pagos, al cobro de los ingresos y a la contabilidad y la información. El Capítulo 14 hace hincapié en la función de la auditoría externa. Se analizan diferentes tipos de auditoría (ex ante, ex post, de cumplimiento, de certificación, de rendimiento) y se definen los requisitos para una auditoría efectiva (independencia, cobertura, cualificación profesional). Se revisan, además, la preparación de informes sobre resultados de auditorías externas y las limitaciones del proceso de auditoría. En el Capítulo 15 se habla de la medición de rendimiento y del proceso de evaluación de programas. Para la medición del rendimiento son necesarios un diseño y una implantación cuidadosos. Se trata de una actividad que exige muchos recursos; si no se usa de manera adecuada, los costes pueden superar a los beneficios. Las técnicas de evaluación de programas también pueden ser útiles, pero tienen limitaciones parecidas, especialmente en países en transición. En el libro se incluyen cuatro anexos: • Anexo I: se trata de un cuestionario diseñado para países inmersos en la reforma de la GGP que les permita evaluar los puntos fuertes y débiles de sus sistemas en áreas como preparación de presupuestos, gestión de tesorería o auditoría interna, y para medir los 9 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN avances de dichos sistemas en el tiempo. Además, permite que los países comparen su rendimiento con el de otros. • Anexo II: es una lista de control de los aspectos más relevantes del establecimiento de un sistema efectivo para gestionar fondos de la UE mediante el llamado National Fund (fondo nacional). • Anexo III: aquí se incluye una lista de los reglamentos de la CE más importantes sobre presupuestos, control financiero y auditoría. • Anexo IV: reproduce el Code of Good Practices on Fiscal Transparency del FMI. El libro concluye con una lista de abreviaturas, un glosario, bibliografía, una breve selección de sitios de Internet y un índice. © OCDE, 2002 10 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN INTRODUCCIÓN — LA REFORMA DEL GASTO PÚBLICO: SÍNTESIS A. Definiciones, metas y objetivos 1. El significado y el papel de la gestión del gasto público Para poder representar el papel que la sociedad le encomienda, la administración necesita, entre otros: (i) recabar recursos económicos suficientes y de manera apropiada, y (ii) asignar y usar tales recursos de forma responsable, eficiente y efectiva. El presupuesto nacional1 es el principal instrumento mediante el que se planifican y llevan a cabo estas transacciones. La gestión del gasto público (GGP)2 pertenece únicamente al punto (ii). Así pues, se trata sólo de un instrumento, si bien de uno clave, de política gubernamental. Por ello, aunque la presente publicación se centra en la GGP, se recomienda a los lectores tener siempre en mente la relación integral que existe entre ingresos y gasto (p. ej., entre el dinero que se recauda directa e indirectamente del público y el uso que se da al dinero, de manera que refleje lo mejor posible las preferencias de dicho público). Además, en áreas como el análisis y la previsión macroeconómicos y presupuestarios, y el análisis de negociaciones políticas entre propuestas para aumentar el gasto público o reducir impuestos, es esencial la estrecha cooperación entre funcionarios de hacienda y aquellos encargados del presupuesto. La gestión del gasto público es el instrumento por excelencia. Es necesario distinguir entre el "qué" es lo que hay que hacer de la política de gasto y el "cómo" hay que hacerlo de la gestión del gasto. Es un hecho que los intentos de establecer límites rígidos entre política e implantación tienden a desembocar en políticas irreales e implantaciones ad hoc y, a la postre, en una mala política y en una mala implantación. Sin embargo, sigue siendo muy importante distinguir entre la solidez de los procedimientos y procesos de GGP y las metas que se espera que alcancen. Entre otras cosas, los mecanismos, técnicas, conocimientos y datos necesarios para una buena GGP difieren de los que se precisan para formular buenas políticas. Por tanto, lo que aquí se analiza y debate tiene aplicación general independientemente de las prioridades estratégicas y opciones políticas del gobierno en cuestión. 2. Los objetivos de la gestión del gasto público a. Tres objetivos básicos3 Se acepta de manera general que los sistemas presupuestarios han de alcanzar los siguientes objetivos básicos: 11 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN • Mantener una disciplina fiscal agregada. Como parte del control efectivo del presupuesto global, la disciplina fiscal fija topes al gasto que son vinculantes tanto a nivel global como al nivel de entidades individuales de gasto. Un sistema presupuestario efectivo es aquel con totales disciplinados (antes que acomodaticios). El control de los totales es el principal propósito de todo sistema presupuestario. No existiría la necesidad de presupuestar si se flexibilizaran los totales hacia arriba para satisfacer todas las demandas. • Asignar recursos de acuerdo con las prioridades de la administración. Por eficiencia en la asignación se entiende la capacidad para fijar prioridades dentro del presupuesto, con el fin de distribuir los recursos sobre la base de las prioridades del gobierno y de la efectividad de los programas, y para cambiar los recursos de viejas a nuevas prioridades o de actividades menos a más productivas, todo ello en línea con los objetivos del gobierno. Existe una estrecha dependencia entre la efectividad (que viene a ser el grado de cumplimiento de los objetivos de la política, el programa o actividad) y las decisiones sobre asignación de recursos. • Promover la eficiente prestación de servicios. La eficiencia técnica u operativa en el uso de recursos presupuestados se refiere a la capacidad para implantar programas y prestar servicios al coste más bajo (p. ej., minimizar costes por unidad producida). Figura 0.1. OBJETIVOS BÁSICOS DE LA GGP Y LA GESTIÓN DEL PRESUPUESTO Objetivos básicos © OCDE, 2002 Niveles de gestión presupuestaria 12 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN Estos objetivos son complementarios e interdependientes. Sin disciplina fiscal es imposible establecer las prioridades e implantación efectivas de la política y los programas. Es poco creíble que un sistema de gestión interno mejore para alcanzar la eficiencia sin restricciones importantes. Es insostenible que convivan una mayor disciplina fiscal con asignaciones arbitrarias de recursos y operaciones ineficientes. Si se impone un límite de gasto siguiendo el método descendente de forma aislada y sin prestar atención al funcionamiento interno del sistema de gasto público, el resultado puede ser la infradotación de fondos a actividades valiosas y la distorsión de las prioridades políticas. Para aquellas situaciones difíciles que requieren medidas especiales para asegurar la disciplina fiscal se necesita un aumento de la eficiencia asignativa y técnica, y no recortes arbitrarios generalizados. No se debería perseguir ninguno de estos objetivos básicos por separado. En el momento de reformar un sistema presupuestario los objetivos básicos de la GGP brindan el marco para evaluar las mejoras en el rendimiento de dicho sistema. La combinación óptima de medidas de acuerdo a estos objetivos dependerá del contexto de cada país. Cuando las circunstancias lo permitan se deberán impulsar mejoras en una u otra área. Sin embargo, hace falta una visión coherente de todo el proceso de reforma para prevenir que el "progreso" de uno de los objetivos se aleje tanto que comprometa el progreso de los otros dos. b. Implicaciones en los procesos de preparación de presupuestos Los vínculos entre los tres objetivos básicos de la GGP se pueden resumir de la siguiente manera (véase la Figura 0.1): • La disciplina fiscal agregada requiere un control global del gasto, con estimaciones de gastos basadas en previsiones realistas de ingresos, así como la capacidad de fijar metas y hacerlas cumplir. Tal y como se plantea en la Parte II de este libro, la preparación de un marco macroeconómico y fiscal debe ser el punto de partida para formular presupuestos. El papel del ministerio de economía y hacienda es crucial para lograr la disciplina fiscal agregada. • La eficiencia en la asignación funciona a distintos niveles de la administración. La asignación de recursos entre "áreas estratégicas" y ministerios afines conlleva arreglos apropiados a nivel ministerial y entre ministerios, para formular políticas y decidir sobre coberturas financieras sectoriales. La asignación de recursos entre programas, proyectos y actividades dentro de estas áreas estratégicas precisa de arreglos adecuados en los ministerios afines, para formular políticas sectoriales y capacidades técnicas apropiadas en las agencias de gasto, con objeto de elegir los programas, proyectos y actividades más rentables. • La eficiencia técnica tiene más implicaciones a nivel operativo, y depende de los arreglos para implantar programas dentro de una unidad de gasto4 sobre la base de sistemas de gestión eficientes y efectivos. 13 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN El uso eficiente y efectivo de recursos es fundamental para garantizar el rendimiento de la implantación de programas y la prestación de servicios. La efectividad en la prestación de servicios tiene estrecha relación con las decisiones sobre asignación de recursos y su eficiencia. Sin embargo, conseguir una mayor eficiencia y efectividad en el ámbito operativo depende también de muchos factores que no están directamente relacionados con el sistema presupuestario (p. ej., la aplicación de reglamentos de la CE, y, en el sector de la enseñanza, las políticas relativas a la formación escolar). c. Aspectos políticos La disciplina fiscal agregada y la asignación eficiente de recursos se ven a menudo obstaculizadas por la llamada "tragedia de los comunes". Existen muchos demandantes de presupuesto, tales como grupos de interés, legisladores, ministerios, etc. Cada uno tiene sus preferencias respecto al modo de asignar el presupuesto. La suma de estas preferencias individuales presiona hacia un gasto mayor. La asignación de recursos es el objetivo que más retos plantea, ya que está dominada por factores políticos. Como dice Petrei (1998): "La distribución de recursos entre programas es tal vez la última parte técnica del proceso de preparación de presupuestos. Excepto en el caso de los proyectos de inversión, las decisiones de gasto rara vez se basan en principios técnicos o en trabajos detallados para determinar las preferencias de la población. La asignación de fondos resulta de una serie de fuerzas que convergen en distintos puntos del proceso de toma de decisión y que incluyen a un árbitro que rige según una percepción imperfecta de la realidad política presente y futura. Los ministerios, las oficinas centrales de las principales agencias y muchas otras posiciones en las que se toman decisiones están ocupadas por políticos que, en teoría, han desarrollado una cierta intuición acerca de lo que la gente quiere". Tal y como se dice más adelante, las reglas y procedimientos para disciplinar los debates políticos son necesarios, pero la dimensión política del sistema presupuestario es ineludible. Las opciones políticas estratégicas deberían recaer en manos de responsables de toma de decisión que rindan cuentas ante el parlamento y la sociedad. Este libro está enfocado principalmente a los aspectos técnicos de la GGP, pero no se debe olvidar que el éxito de la reforma de un sistema presupuestario para mejorar la disciplina fiscal y la eficiencia en la asignación de recursos depende fundamentalmente del compromiso político para alcanzar estos objetivos. 3. Compromisos institucionales En términos coloquiales "institución" se usa como sinónimo de "organización". Sin embargo, las instituciones se entienden mejor como reglas y son distintas de las instituciones que funcionan bajo ellas (véase, entre otros, North, 1990). Por usar una analogía deportiva, un partido de fútbol se juega mejor o peor dependiendo de los jugadores, pero las reglas del juego son iguales para © OCDE, 2002 14 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN todos los jugadores; la "institución" fútbol no cambia, a no ser que se modifiquen las reglas básicas (p. ej., que se pueda jugar con las manos). Las instituciones, que comprenden reglas formales e informales, tienen mucha influencia en los resultados presupuestarios. La amplitud del presupuesto es fundamental tanto para la disciplina fiscal como para la priorización estratégica. Según se lee en el Capítulo 2, el marco legal debe incluir los principios básicos de integridad y universalidad del presupuesto. Se necesitan mecanismos de transparencia y responsabilidad para imponer costes implícitos y, cuando sea relevante, sanciones explícitas a políticos y burócratas por violar reglas presupuestarias. La responsabilidad implica que los políticos y funcionarios públicos (i) deben responder periódicamente a preguntas relacionadas con sus actividades y que (ii) se les debe hacer responsables por el ejercicio de la autoridad que se les otorga. Tal responsabilidad es esencial pero no deja de ser inoperante mientras no se defina el "de quién", "para qué" y "hacia quién". Para asumir la responsabilidad hay que tener claros los principios en los que se basa. Asumir una responsabilidad debería incluir recompensas, pero también acarrear sanciones en el caso del uso indebido de fondos públicos. Pero, el principio de responsabilidad se puede considerar como parte de un proceso de aprendizaje en la práctica y no necesariamente como una convocatoria de recompensas y sanciones. El principio de responsabilidad es necesario en muchas áreas, que van desde los compromisos políticos hechos por políticos hasta actividades de explotación. Existen varias formas de responsabilidad: algunas son parte "interna" de la rama ejecutiva del gobierno, otras afectan a la relación entre el ejecutivo y las otras ramas del gobierno o del mundo exterior. La responsabilidad ante el parlamento es condición básica y esencial para una sólida preparación de presupuestos, y debería añadir la responsabilidad ante los ciudadanos, adquiriendo notoriedad mediante compromisos políticos públicos e informes sobre las actividades del gobierno y los resultados alcanzados. Gracias al desarrollo de la tecnología de la información y la comunicación (TIC) se puede obtener a bajo coste la opinión de los usuarios de servicios y ciudadanos respecto a la responsabilidad para una gran variedad de actividades gubernamentales. La responsabilidad interna contribuye a aumentar la eficiencia en la implantación de políticas y programas del gobierno, pero sólo se puede hacer responsables a sus gestores por el ejercicio de autoridad que se les otorga. Sin embargo, los funcionarios no siempre son responsables por fallos en tales políticas. Sin capacidad de previsión ni claras líneas de responsabilidad, los sistemas de gestión orientados a resultados pueden convertir a los funcionarios públicos en chivos expiatorios de sus maestros políticos. La transparencia respalda la responsabilidad. La información fiscal y financiera completa, puesta a disposición regularmente y a tiempo, es ingrediente importante de un poder ejecutivo y legislativo y un público bien informados. Para procesar y distribuir esta información hace falta un personal legislativo competente y medios de comunicación públicos independientes. No sólo es importante suministrar dicha información, sino que ésta sea relevante e inteligible. En 1998 el FMI preparó un Code of Good Practices on Fiscal Transparency – código de buenas prácticas y transparencia fiscal – que destaca la importancia de contar con papeles y responsabilidades claras, 15 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN de la disponibilidad pública de información, de procesos abiertos de preparación, ejecución y divulgación de presupuestos, y de las revisiones independientes y el aseguramiento de la integridad de las previsiones, la información y las cuentas fiscales (véanse Cuadro 0.1 y Anexo IV). Este código identifica las buenas prácticas que representan el estándar mínimo que se debería implantar en todos los países en transición. La capacidad de previsión en cuanto a recursos financieros es importante para el rendimiento operativo y su falta resquebraja los cimientos de la priorización estratégica y dificulta la labor de los funcionarios públicos a la hora de planificar provisiones de servicios (y es una excelente coartada para un mal rendimiento). La capacidad de previsión del gasto gubernamental en el conjunto y en los distintos sectores aporta también importantes señales al sector privado cuando éste toma sus decisiones propias sobre producción, márketing e inversiones. Sin embargo, el aseguramiento de la capacidad de previsión no implica hacer promesas irreflexivas que debilitarían la disciplina fiscal. La capacidad de previsión es una noción relativa cuyo reto es tratar con incertidumbres de la manera más adecuada posible, teniendo en cuenta el contexto económico y fiscal de un país. Por lo general, la flexibilidad es importante en la toma de decisiones para conseguir un rendimiento operativo eficiente y efectivo. A nivel político, se debería dar autoridad a los ministros para tomar decisiones en relación con su sector particular, siempre y cuando éstas encajen en los objetivos políticos estratégicos del gobierno. De manera similar, los gestores a nivel operativo deberían tener autoridad para tomar decisiones en su área de competencia definida. No obstante, es preciso equilibrar dicha flexibilidad con reglas adecuadas y estándares de conducta, así como compromisos de responsabilidad apropiados y mecanismos de control. Para la sólida formulación de programas de gasto es necesario contar con la participación apropiada de los funcionarios y empleados públicos afectados, y de otros grupos de interés. Además, conviene que las entidades externas participen en la monitorización de la eficiencia operativa y que se tenga en cuenta la opinión de los usuarios de los servicios públicos para hacer un seguimiento del acceso y la calidad de los servicios prestados. Sin embargo, es evidente que resulta imposible la participación de todos los grupos de presión en todas las etapas del ciclo de gasto, y es poco sensato utilizar la participación como excusa para evitar tomar decisiones difíciles pero necesarias. Cuadro 0.1. PRINCIPALES REQUISITOS PARA LA TRANSPARENCIA FISCAL Papeles y responsabilidades claros • Deberá existir un marco legal o administrativo sobre presupuestos, que abarque las actividades presupuestarias y extrapresupuestarias, y que especifique las responsabilidades de gestión fiscal. • La tributación fiscal deberá estar regulada por ley y la aplicación administrativa de las leyes tributarias deberá estar sujeta a garantías procesales. © OCDE, 2002 16 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN Cuadro 0.1. PRINCIPALES REQUISITOS PARA LA TRANSPARENCIA FISCAL (continuación) Disponibilidad pública de información • Las actividades extrapresupuestarias deberán tener cobertura en documentos presupuestarios e informes contables. • Los documentos presupuestarios deberán incluir las estimaciones originales y revisadas del presupuesto de los dos años anteriores a su aprobación. • Se deberá informar anualmente y con un retraso de no más de seis meses sobre el nivel y la composición de la deuda de la administración central. Preparación, ejecución y divulgación abierta de presupuestos • Junto con el presupuesto se deberá presentar un informe sobre las perspectivas fiscales y económicas que incluya, entre otros, una declaración de los objetivos y prioridades de la política fiscal, así como las previsiones macroeconómicas en las que se basa el presupuesto. • Una declaración de los "riesgos fiscales" deberá acompañar a los documentos presupuestarios. • Todas las actividades generales del gobierno deberán tener cobertura en la clasificación presupuestaria y contable. • Los documentos del presupuesto deberán incluir un balance global con una tabla en la que se presenten las desviaciones respecto a las estimaciones. • Junto con el presupuesto deberá presentarse una declaración de los estándares contables. • La contabilidad final de la administración central deberá reflejar niveles elevados de exigencia y estar auditada por un auditor externo independiente. Garantías independientes de integridad • Deberán existir mecanismos para garantizar que se informa a la instancia legislativa acerca de los resultados de la auditoría externa y que se llevan a cabo las acciones correctoras. • Los estándares de auditoría externa serán acordes con los estándares internacionales. • Los métodos de trabajo y supuestos empleados en las previsiones macroeconómicas deberán ser públicos. Fuente: FMI (1999). 17 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN 4. Aspectos de buen gobierno Más allá de los tres objetivos básicos, un sistema sólido de gestión del gasto público ha de tener en cuenta valores y requisitos más amplios de la sociedad. La responsabilidad, la transparencia, la capacidad de previsión y la participación son instrumentos importantes para la buena gestión presupuestaria, pero también tienen un valor intrínseco y, por regla general, se les considera como los pilares de una buena administración. Si los gestores del presupuesto no cumplen con lo autorizado por el parlamento o si los fondos públicos se usan para fines privados, cabe dudar sobre la posibilidad de lograr una disciplina fiscal agregada o una asignación eficiente de recursos. Los requisitos de cumplir con las autorizaciones y responder ante el parlamento son parte esencial del papel que la sociedad democrática asigna a esta institución. En las sociedades modernas los ciudadanos esperan honestidad por parte de las personas a cargo de actividades gubernamentales. Es esencial contar con normas y procesos de obligado cumplimiento para reforzar los derechos de los ciudadanos y para desarrollar la orientación al cliente en la prestación de servicios públicos. La corrupción, entendida como el uso indebido del oficio público o privado para el provecho personal directo o indirecto, acarrea problemas morales y legales y es una fuente importante de ineficiencia en la GGP. Una vía efectiva para fortalecer la GGP consiste ciertamente en reducir las opciones de corrupción y castigarla cuando se produzca. 5 Lo opuesto también es cierto: la mejor forma de frenar la corrupción es fortaleciendo los sistemas de gestión del gasto público. La corrupción en el gobierno suele estar identificada con transacciones importantes y grandes proyectos públicos (véase, por ejemplo, Tanzi, 1993). Para limitar las oportunidades de corrupción hacen falta sistemas efectivos de adquisición y de control (gestión) y auditoría interna. A menudo, los organismos de inspección de los países en transición se concentran en irregularidades relativamente menores, mientras que los casos de corrupción más serios no se investigan y quedan impunes. Tales casos se encuentran a menudo en la "cara oculta" del presupuesto anual (tales como contingentes pasivos, gastos extrapresupuestarios o compromisos de gasto plurianuales). Más aún, el presupuesto de gasto no es la única fuente potencial de corrupción. Una frágil administración de impuestos, gestión de la deuda, administración de aduanas, privatización, etc. también es proclive a actividades corruptas y fraudulentas. La transparencia y responsabilidad fiscal y sistemas adecuados de auditoría son vitales para combatir la corrupción en todas estas áreas. 5. Contexto administrativo y cultural No existe una relación automática entre un instrumento particular o compromiso institucional y los resultados presupuestarios. La importancia y efectividad de las disposiciones institucionales y de los sistemas de gestión del presupuesto dependen del contexto de cada país. Por ello, cualquier instrumento de gestión del gasto público que tenga su origen en otro país deberá analizarse cuidadosamente teniendo en cuenta el contexto local para pasar a ser rechazadas, adoptadas o asimiladas, según corresponda. No obstante, hay una serie de principios básicos que © OCDE, 2002 18 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN todo sistema presupuestario debería tener (por ejemplo, la amplitud) y, según argumenta Schick (1999), cuando se llevan a cabo reformas en tal sistema las acciones prioritarias deberían estar enfocadas a obtener lo básico primero (ver Cuadro 0.2). La evaluación del marco institucional del país es particularmente importante para mejorar la GGP. Los reglamentos de procedimiento son siempre más complejos que lo que aparentan a simple vista. Las reglas informales son tan importantes como las formales, teles como reglamentos, decretos y manuales operativos emitidos por el gobierno o las agencias gubernamentales. Es probable que las reformas del presupuesto fallen si se diseñan sin tener en cuenta las reglas informales clave. Las organizaciones presupuestarias se pueden reestructurar, recombinar y crear, además de implantar en ellas instrumentos sofisticados, pero no se producirá ningún cambio en el comportamiento (y, por tanto, en los resultados) si no se cambian también las reglas básicas, los procedimientos y los incentivos. Hacer más visibles las reglas informales es una forma de mejorar el marco institucional. Pero, en ningún caso la implantación de los cambios institucionales en general y del presupuesto público en particular pueden durar mucho tiempo ya que, en caso contrario, se produciría lo que North (1990) llama la "dependencia de la trayectoria". Cuadro 0.2. DECÁLOGO DE PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA REFORMA PRESUPUESTARIA 1. Promover un entorno que apoye y exija rendimiento antes de introducir presupuestos en base a rendimientos o resultados. 2. Controlar las entradas antes de buscar el control de los resultados. 3. Llevar la contabilidad de tesorería antes que la de devengos. 4. Establecer controles externos antes de introducir controles internos. 5. Establecer controles internos antes de introducir el principio de responsabilidad de gestión. 6. Manejar un sistema contable fiable antes de instalar un sistema integrado de gestión financiera. 7. Presupuestar el trabajo que se ha de hacer y no los resultados que se esperan obtener. 8. Hacer cumplir los contratos formales vigentes en el sector de mercado antes de introducir contratos según rendimiento en el sector público. 9. Contar con auditorías financieras efectivas antes de pasar a auditorías de rendimiento. 10.Adoptar e implantar presupuestos predecibles antes de insistir a los gestores sobre el uso eficiente de los recursos que se les confía. Fuente Schick (1999). 19 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN B. Las finanzas públicas en la sociedad de mando Tal y como ya se ha mencionado, la gestión del gasto público es específica para cada país y está enraizada en su cultura administrativa. Para modernizar los sistemas presupuestarios en los países en transición, es importante entender el legado de las sociedades de mando de las que partieron. 1. La función del presupuesto En las sociedades de mando la función de liderazgo de la administración consistía en organizar toda la planificación y producción de bienes y servicios. En muchos de estos países "el plan" era el documento más importante en términos de creación de ingresos y bienestar. Si bien existían muchas funciones que se llevaban a cabo por medio de recursos del presupuesto de estado que se derivaban directamente de este plan (tales como gastos "socioculturales", "de defensa" y "administrativos"), el presupuesto tenía un papel de menor importancia que en las economías de mercado. Por citar un ejemplo, la distribución de los ingresos venía determinada esencialmente como parte del plan global y quedaba poco margen para ajustar el presupuesto estatal. No queda tan claro qué criterios emplearon las sociedades de mando para tomar decisiones de asignación de recursos entre categorías como producción, inversión, prestaciones sociales y defensa. Al parecer, tales decisiones han sido durante mucho tiempo el resultado del "poder directivo" del partido. El sistema de asignación de recursos no se basaba ni en votaciones competitivas ni en la competencia descentralizada entre empresas estatales. Más bien implicaba negociaciones entre líderes políticos para definir un presupuesto estatal que salvaguardara los intereses del estado y la posición política de los negociadores. Por tanto, los objetivos reales del presupuesto estatal eran en gran medida asegurar la supervivencia política de los líderes máximos, aportar información política sobre suministros y dar al mundo la impresión de que la ideología nacional funcionaba. 2. El presupuesto en el contexto del plan En la mayoría de las sociedades de mando había una estructura jerárquica que soportaba las actividades de planificación y presupuestado y en la que la información se trasladaba de forma vertical. Se llegó a manejar una enorme cantidad de información a través de esta estructura, primero como parte del proceso de planificación y segundo como parte del proceso actual de producción. Había miles de interdependencias técnicas de entrada y salida en el plan que lo hacían vulnerable ante situaciones inesperadas de la vida real. El plan se promulgaba normalmente como ley para asegurar que los ejecutores del presupuesto cumplían plenamente los requisitos de los líderes políticos. El papel del ministerio de economía y hacienda en las antiguas sociedades de mando era comandar una fuente de financiación para la producción física y los flujos de transferencia social, © OCDE, 2002 20 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN sobre cuyo destino y volumen se decidía en otra parte. La responsabilidad en sí sobre el presupuesto estatal recaía por supuesto en el ministerio de economía y hacienda, pero no era suficiente para superar en jerarquía a los demás ministerios. La confección del presupuesto era en sí misma una tarea relativamente menor comparada con la "monetarización" de todo el plan global de producción. La posición "deshonrosa" my débil del ministerio de economía y hacienda indicaba que había poco o ningún incentivo para pensar de manera innovadora entre el personal directivo. La ley de presupuestos iba acompañada de una gran cantidad de instrucciones administrativas que dejaban poco margen a las iniciativas individuales para cambiar los métodos de trabajo o para influir en las prioridades políticas. La interpretación de las leyes era asunto del partido dominante y sus miembros antes que el de las cortes. Si existe una característica realmente difícil de entender de las antiguas sociedades de mando, esa es la existencia en toda la sociedad de una especie de sistema "judicial" secundario (que no principal), cuyo mayor impacto (probablemente más negativo que positivo para el desarrollo del bienestar nacional) fue el de bloquear toda nueva iniciativa por considerarla nociva para el partido. 3. El proceso de preparación del presupuesto La preparación de presupuestos era básicamente un procedimiento de negociación en el que el "poder directivo" subyacente del partido monopolista determinaba el resultado de la misma a todos los niveles. En la antigua Unión Soviética, por ejemplo, las solicitudes en términos de recursos físicos o monetarios eran llevadas a las capitales de región por cuerpos administrativos y organizaciones de producción. Un gran número de representantes de estas municipalidades se dirigía a las capitales de región para defender sus propuestas de planes frente a todas las demás en lidia. A nivel nacional ocurría algo similar: los representantes de las distintas regiones presentaban sus planes a los coordinadores del plan global nacional, por ejemplo, el Gosplan y el ministerio de economía y hacienda. Las perspectivas a un año vista para cualquier unidad de producción dependían en gran medida del plan transmitido desde arriba y de las instrucciones contenidas en él acerca de qué era lo que se tenía que producir y de cuáles eran los recursos necesarios para poner en marcha el plan. El objetivo de este proceso era producir dos documentos relativos al plan: uno con el plan de producción para todo el país6 y el otro con el presupuesto estatal. Tras largas negociaciones para la mayor coherencia posible dentro de los planes, se terminaba su confección con mayor detalle y, hacia el final del año, se presentaba ante el Soviet Supremo para su reconocimiento formal. Detrás de este proceso había otro paralelo de tipo político con el cual el partido comunista se aseguraba de que el plan estuviera en línea con sus objetivos políticos y sociales ejerciendo el ya mencionado "poder directivo". En las antiguas sociedades de mando nunca se practicaron de forma sistemática auditorías externas e independientes, que comprobaran los registros financieros de las organizaciones gubernamentales o unidades de producción con objeto de emitir juicios acerca de su veracidad. 21 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN Los controles consistían fundamentalmente en comprobar internamente si se habían seguido todas las instrucciones en cuanto a la toma de decisiones o a la contabilidad. Tales comprobaciones se llevaban a cabo bajo los auspicios de una unidad de control y revisión del ministerio de economía. Similares procedimientos se seguían en los demás ministerios. Se trataba más bien de un sistema de inspección antes que de auditorías internas (en términos occidentales), ya que no perseguía el desarrollo de las organizaciones. Además, en la Unión Soviética existían las llamadas "comisiones populares de control" cuyos miembros eran nombrados por el partido para investigar supuestos abusos de poder por parte de personas, contabilidades no satisfactorias, etc. Sin embargo, estas comisiones no tenían los conocimientos necesarios para realizar auditorías y, al parecer, no contribuyeron significativamente a mejorar el funcionamiento del sistema. C. Mejorar la gestión del gasto público en países en transición 1. Contexto actual Los países en transición admiten la importancia de la gestión efectiva del gasto gubernamental y están llevando a cabo importantes reformas en esta área. No obstante, aún cargan con el lastre de los regímenes pasados en proporciones que varían de un país a otro. La tendencia a imponer decisiones desde arriba sin la debida consulta ni coordinación todavía ocasiona pérdidas de eficiencia en el desarrollo e implantación de políticas en muchos países en transición. A menudo, la distribución de las responsabilidades presupuestarias entre el ministerio de economía y hacienda y los demás ministerios no está claramente definida, lo que resta poder al primero para asegurar el adecuado escrutinio de las propuestas presupuestarias. La fragmentación del presupuesto (p. ej., el uso de múltiples fondos extrapresupuestarios y los presupuestos y las programaciones de capital y gasto separados) reducen la eficiencia en la asignación. Se han conseguido pequeñas mejoras en cuanto a reforzar la función política y a crear los vínculos necesarios con el presupuesto. Los parlamentos no tienen experiencia y, en general, no son capaces de realizar sus tareas de control. Es necesario desarrollar aún más los estándares de contabilidad e información, y los sistemas de control y auditoría para adecuarlos a los requisitos de la Unión Europea. El desarrollo de leyes y sistemas de adquisición es irregular, por lo que cumplir los estándares de GGP alcanzados por los estados miembros de la UE continúa siendo un reto para aquellos países de la región que aspiran a serlo. De hecho, la Comisión Europea no prescribe ningún modelo particular de gestión del gasto público en los estados miembros. Existen sólo algunos requisitos explícitos en materia de disciplina fiscal agregada, gestión de recursos propios de la UE y control financiero. Sin embargo, la asignación y uso eficiente de fondos de la UE en países de Europa central y oriental y la necesidad de mantener la disciplina fiscal en dichos países llaman a reformar la GGP en varias áreas principales. Estas reformas deberían estar encaminadas inicialmente a implantar los elementos esenciales de las buenas prácticas en sistemas presupuestarios y, además, cumplir los requisitos específicos de la UE para estados miembros. © OCDE, 2002 22 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN Con este objetivo en mente presentamos a continuación un grupo de criterios "básicos" que constituyen los requisitos esenciales de un sistema de gestión pública saludable, que abarca los fondos de la UE y los recursos nacionales aportados por el presupuesto. Las secciones D y E tratan sobre la estrategia para implantar estas medidas básicas y para encumbrar a los sistemas de gestión del gasto público al nivel de los estándares de Europa occidental. 2. Las medidas básicas a. Marco institucional Tanto la constitución de un país como su ley orgánica de presupuestos y leyes afines tienen que incluir principios claramente definidos, dentro de un marco regulador que mantenga un sólido equilibrio entre los poderes legislativo y ejecutivo. El parlamento deberá tener las suficientes atribuciones para examinar el presupuesto, y debatir y revisar las políticas fiscales. Si se quiere una buena gestión macroeconómica y una asignación eficiente de recursos, el presupuesto habrá de abarcar todos los ingresos y gastos. Los fondos extrapresupuestarios y las fuentes de financiación externa (p. ej., fondos de la UE) deberán estar integrados en el presupuesto nacional. b. Marco fiscal a medio plazo En un plazo medio, los futuros estados miembros de la UE deberán estar en disposición de suministrar información presupuestaria y fijar objetivos fiscales. Una vez convertidos en miembros de la UE, ya sea dentro o fuera de la Unión Monetaria Europea, tendrán que aportar programas de estabilidad o convergencia. En ambos programas se deberá especificar los elementos principales de un marco fiscal a medio plazo acorde con ciertos principios y estándares metodológicos (p. ej., las estadísticas nacionales de contabilidad deberán ser conformes con SNA937 y ESA958). c. Proceso de preparación del presupuesto Será necesario contar con una secuencia de etapas bien definidas e inteligibles en el proceso de preparación del presupuesto, y darles tiempo suficiente para su eficiente implantación. Se aplicarán procedimientos integrados para preparar el presupuesto para gastos operativos e inversiones de capital, aplicándose limitaciones rígidas. El borrador del presupuesto se deberá presentar al parlamento de manera apropiada para facilitar su análisis. En él se deberán especificar los objetivos de la política fiscal del gobierno, el marco macroeconómico, las políticas presupuestarias y los principales riesgos fiscales identificables. La información presupuestaria deberá hacerse pública de manera clara y accesible. d. Ejecución y seguimiento del presupuesto Los ministerios depositarios del presupuesto deberán hacer cumplir los límites de gasto estipulados por el parlamento, al tiempo que el ministerio de economía y hacienda tendrá que estar capacitado para supervisar estos límites. Este mismo ministerio llevará a cabo un seguimiento y 23 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN control del volumen de gasto anual sobre la base de un sistema unificado de contabilidad financiera. Los sistemas de seguimiento y control de gastos personales deberán ser tan sólidos como los de las otras áreas del presupuesto. Cada ministerio deberá informar regularmente al ministerio de economía y hacienda, quien comparará el gasto actual con las previsiones mensuales, basándose en las asignaciones del presupuesto. Se asignará al parlamento y al consejo de ministros la suficiente responsabilidad para analizar los informes periódicos sobre rendimiento financiero relativos al presupuesto y, según sea necesario, para revisar las metas o las políticas en función de circunstancias económicas y financieras cambiantes. La gestión de caja (o del tesoro) debería recaer estrictamente en manos de una cuenta única bajo el control del ministerio de economía y hacienda. e. Contabilidad y divulgación Las categorías presupuestarias y contables a nivel nacional deberán tener un sistema común de clasificación que facilite el análisis de la política y fomente el principio de responsabilidad. Es necesario que los conceptos contables sean compatibles con los relativos al desembolso de fondos de la UE (compromisos, pagos, gastos seleccionados, etc.) y que la definición de "déficit" y "gobierno" esté en la línea de los estándares ESA95. La información fiscal se deberá divulgar a tiempo, ser amplia, fiable y capaz de identificar las desviaciones del presupuesto. Se deberán establecer procedimientos para evaluar la eficiencia y efectividad de las políticas y programas de gasto, contemplando también aquéllos que se nutran de fondos de la UE. f. Control financiero Se requiere una base reguladora amplia y coherente para definir sistemas, principios y funcionamiento del control de gestión o control interno. Los siguientes sistemas y procedimientos son esenciales para un buen control (gestión) interno: (i) estándares y reglamentos para la divulgación de la información fiscal; (ii) un moderno sistema contable en línea con los estándares internacionales; (iii) un seguimiento concreto de auditorías que defina claramente los papeles y responsabilidades de las distintas entidades nacionales involucradas en la gestión de fondos de la UE, incluidos el Fondo Nacional, las Agencias de Pago y las Agencias de Implantación (tal y como se establece en los reglamentos de la CE); (iv) controles ex ante de compromisos y pagos; (v) procedimientos públicos de adquisición que cumplan los reglamentos de la CE y que se implanten de manera efectiva; y (vi) control del estado de los ingresos. Se deberá contar con un mecanismo interno de auditoría/inspección eficiente, que deberá satisfacer los siguientes criterios: (i) ser independiente; (ii) tener poderes de auditoría suficientes; y (iii) aplicar estándares de auditoría reconocidos a nivel internacional. Deberán existir sistemas para prevenir irregularidades y tomar medidas si éstas se producen, así como para recuperar cualquier cantidad perdida resultante de una irregularidad o negligencia. © OCDE, 2002 24 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN g. Sistemas de adquisición Una de las tareas prioritarias de la Unión Europea es lograr el funcionamiento apropiado del mercado. Una de las formas clave para alcanzar esta y otras metas relacionadas con la buena gestión es contar con un sistema efectivo de adquisición que anime a competir por conseguir contratos del sector público. Unas buenas prácticas y políticas de adquisición pueden contribuir a reducir costes del gasto público, generar puntualmente resultados, estimular el desarrollo del sector privado y reducir el retraso, la corrupción y la ineficiencia de la administración. Entre las medidas para mejorar los procedimientos de adquisición caben destacar: leyes sólidas de adquisición pública; el establecimiento de una organización central de adquisición pública con plena responsabilidad para diseñar e implantar la política de adquisición y los programas nacionales de formación; el desarrollo de las capacidades de las unidades de gasto en procedimientos de adquisición eficientes; y el establecimiento de controles efectivos y procedimientos para atender reclamaciones. h. Gestión presupuestaria de fondos de la UE La Comisión Europea espera que los países candidatos a ser miembros de la UE estén preparados para gestionar los fondos de preacceso (Phare/ISPA/SAPARD), de manera que cuando pasen a ser miembros cuenten ya con los instrumentos presupuestarios y de control necesarios. Para hacerlo, los gobiernos deberán tener la suficiente capacidad como para presentar programas plurianuales que impliquen la esmerada coordinación entre socios a distintos niveles del gobierno, así como procedimientos de cofinanciación bien diseñados y buenos métodos de valoración técnica y económica de tales programas. D. Enfoques para el cambio de gestión La puesta a punto de un sistema de gestión del gasto público hace necesario el establecimiento de una estrategia para reformar y manejar adecuadamente el cambio. En esta sección se resumen los principales mensajes y lecciones del libro y se presentan algunas consideraciones generales y prácticas para desarrollar una estrategia e impulsar el proceso de cambio. El punto de partida para preparar una estrategia de reforma deberá ser la evaluación intensiva de los puntos fuertes y débiles del sistema presupuestario actual. El cuestionario que se incluye en el Anexo I sirve de guía para realizar dicha evaluación. 1. El enfoque para reformar los sistemas presupuestarios a. La necesidad de amplitud Un sistema de gestión del gasto público abarca un amplio rango de servicios y subsistemas de apoyo básico, que van desde la previsión macroeconómica hasta la auditoría y la evaluación del 25 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN rendimiento y la política. Existen fuertes vínculos entre estos subsistemas, de manera que si uno de ellos falla puede acarrear efectos negativos para los demás subsistemas y minar la efectividad de todo el sistema presupuestario. Por ello, para orientar adecuadamente las medidas de reforma y planificar el itinerario de su implantación, es crucial identificar las causas de los principales problemas hallados en la gestión del presupuesto. Sin embargo, no se trata de una tarea fácil. Por citar algunos ejemplos: ¿Cómo se explican las previsiones irreales de ingresos, una débil capacidad técnica de previsión, un desarrollo externo más allá del alcance de lo previsto, o la manipulación deliberada de las previsiones de ingresos para retrasar medidas duras en relación con el gasto? Para llevar a cabo con éxito una reforma, es preciso definir primero cuáles son los objetivos de dicha reforma y, en segundo lugar, realizar una exhaustiva revisión del sistema presupuestario para identificar los principales defectos y los cambios que serán necesarios para corregirlos. Tal revisión debe comprender el diagnóstico de problemas, el análisis de los distintos sistemas de apoyo y la identificación de todas las interconexiones y puntos débiles institucionales. Una reforma presupuestaria debería incluir una serie de acciones complementarias en varias áreas. Las reformas de corto enfoque suelen ser desalentadoras. Por ejemplo, sería iluso esperar grandes beneficios de la introducción de la programación presupuestaria o de procedimientos de presupuestación plurianual si no se incorporan importantes limitaciones al proceso de preparación del presupuesto. Además, es importante que se eviten las sucesivas "reformas sobre el papel" consistentes en implantar una medida y pasar a la siguiente en la agenda, sin evaluar los resultados alcanzados y sin prestar atención a los demás elementos del sistema presupuestario. También es necesario lograr una mezcla adecuada de medidas reformadoras que permitan alcanzar los tres objetivos básicos de la presupuestación (disciplina fiscal, asignación efectiva de recursos y eficiencia operativa) de forma equilibrada y teniendo en cuenta el contexto del país. Por ejemplo, se debería apoyar la implantación de un sistema de tesorería en los países en transición, ya que contribuye a aumentar la disciplina fiscal. Sin embargo, dicha implantación no debería eximir a las agencias de gasto de sus obligaciones contables y no debería impedir la gestión eficiente de los programas gubernamentales de gasto. Por tanto y como regla general, los incentivos para reforzar los sistemas contables y de gestión en los ministerios afines deberían ir acompañados de la implantación de un nuevo sistema de tesorería. Más aún, las mejoras en los procedimientos de preparación del presupuesto deberían ir de la mano de medidas tendentes a gestionar con mayor efectividad las transacciones de tesorería. Se deben tener en cuenta los vínculos entre el sistema de gestión del gasto público y otros sistemas de tipo político o gerencial. Por ejemplo, para reforzar el control del gasto a nivel de agencia, las mejoras en los sistemas públicos de adquisición y gestión de recursos humanos son tan importantes como la reforma de los propios procedimientos presupuestarios. Por regla general, es necesario mejorar los procesos de preparación del presupuesto y los sistemas de información que hacen falta para la toma informal de decisiones. No obstante, se debe tener presente que una elección política es eso, esencialmente política, por lo que para reforzar la toma de decisiones se precisa el reconocimiento de múltiples factores que llevan a tales decisiones. Por ello, es © OCDE, 2002 26 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN importante abordar aspectos importantes tales como los relacionados con los mecanismos gubernamentales de coordinación, las relaciones entre los poderes ejecutivo y legislativo, y la capacidad de este último para examinar el presupuesto. b. Instituciones y organizaciones La mejora de la gestión del gasto público implica tanto una reforma institucional (reglamentaria y procedimental) como un desarrollo organizativo. Toda mejora en un sistema presupuestario está ligada al cambio institucional, o visto en términos actuales, al cambio de las reglas básicas que gobiernan el comportamiento de las organizaciones y los individuos. La distinción entre "institución" y "organización" (y la relación entre ambas) es la clave para entender el reto de mejorar la gestión del gasto público en países en transición. Es posible mejorar las organizaciones vinculadas a la preparación del presupuesto, pero el comportamiento económico, social y político no cambiará, a menos que cambien también los procedimientos. Sin embargo, se da también lo opuesto: es poco probable que la modificación en sí de una regla genere resultados beneficiosos, a no ser que se den paralelamente mejoras organizativas. La mejora de la gestión del gasto público implica tanto una reforma institucional como el desarrollo organizativo. En muchos países en transición es necesario reorientar el marco legal y establecer reglas para hacerlo cumplir. Hace falta regular los procesos para la preparación y ejecución del presupuesto. Sin embargo, es esencial entender la cultura de "reglas informales" (es decir, aquellas reglas no escritas que definen el modo en que la gente, incluidos los políticos y funcionarios públicos, se comporta en la realidad) de un país para poder diseñar medidas de reforma, mejorar las reglas formales y hacerlas efectivas. Así, un país puede contar con un conjunto ejemplar de reglas formales, pero que no tienen ningún efecto si no se las puede hacer cumplir debido al mayor poder de las reglas informales. Un modo de desvelar las reglas informales es comparar sistemáticamente lo que ocurre realmente con lo que debería ocurrir según las reglas formales. Muchas reglas informales tienen efectos muy negativos en el sistema presupuestario, tales como la corrupción y el patronazgo. Esto precisa un equilibrio cuidadoso entre flexibilidad y moderación, así como mayor transparencia para que estas reglas sean más visibles y, a la vez, un ejercicio de extrema precaución antes de contemplar técnicas de gestión orientadas a resultados, ya que un sistema de incentivos basado en el rendimiento puede ser con facilidad objeto del uso indebido. Por otra parte, algunas reglas y procesos informales pueden beneficiar al sistema presupuestario (p. ej., en ciertos países el trabajo informal de la red de funcionarios públicos puede anticipar conflictos potenciales en la preparación del presupuesto). Los gobiernos deberían asegurarse de mantener tales beneficios al diseñar reformas presupuestarias. En algunos países en transición, los arreglos organizativos fragmentados y la frágil coordinación entre departamentos impiden la coordinación efectiva de las actividades presupuestarias. Tal y como se insiste en este libro, los procesos de preparación del presupuesto deben unificarse y el ministerio de economía y hacienda debe tener suficientes poderes y estar organizado de acuerdo a líneas funcionales. El departamento de presupuestos debería ser 27 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN plenamente responsable de su preparación, en la que debería incluir: (i) el presupuesto para inversión de capital y (ii) la verificación de pretensiones sectoriales de presupuesto, que en algunos países en transición está a cargo de "sucursales" separadas del propio departamento de presupuestos. El ministerio de economía y hacienda debería crear un departamento (o unidad) de previsiones macroeconómicas y fiscales. Algunos países deberán aclarar la distribución de responsabilidades entre el departamento de tesorería y el de presupuestos, y reforzar la coordinación entre ambos, especialmente a la hora de preparar el diseño de implantación del presupuesto y los planes de caja. El departamento de gestión de deudas suele estar dividido en dos unidades diferentes, en cuyo caso se recomienda su unificación. Es necesaria una coordinación estrecha entre este departamento y el responsable de preparar la implantación del presupuesto y los planes de tesorería. En la mayoría de los países en transición se detecta una frágil coordinación entre la administración de impuestos y los departamentos responsables de preparar las previsiones anuales de impuestos y de actualizarlos durante la ejecución del presupuesto, por lo que debería reforzarse. Asimismo, en muchos de estos países es también importante fortalecer la cooperación interministerial a nivel político y operativo, p. ej. entre el ministerio de economía y hacienda y la oficina nacional de estadística. c. La gestión de reformas en la administración Ninguna reforma establecida a nivel central puede ser efectiva si no se llevan a cabo acciones específicas a nivel sectorial. Por ejemplo, la mejora del presupuesto de inversiones depende en gran medida de la efectividad de los procedimientos para cribar y seleccionar proyectos de ministerios y agencias. De manera similar, el tratamiento de los problemas que acarrea la generación de deudas requiere un control (gestión) interno eficiente en los ministerios afines. El ministerio de economía y hacienda deberá preparar en muchas áreas el marco general de reforma y brindar los incentivos y directrices necesarios. Sin embargo, son los ministerios afines quienes deben definir e implantar las medidas de reforma. En realidad, puede que sea necesario enfocar las reformas en dos frentes. Esto podría incluir reformas paralelas en el ámbito central orientadas a medidas tendentes a mejorar la disciplina fiscal y la asignación estratégica de recursos, así como reformas sectoriales enfocadas a la asignación de recursos en el sector y medidas para mejorar el control (gestión) interna y la eficiencia técnica. El nivel de integración de estas acciones paralelas depende de la naturaleza de las mismas, aunque deberían evitarse los conflictos entre ellas. Por ejemplo, se pueden desarrollar instrumentos de programación en algunos sectores, tales como el establecimiento de presupuestos de programa, sin la necesidad de una intervención a nivel gubernamental. No obstante, tales actividades sectoriales deben mantenerse dentro de los márgenes del presupuesto global que se deberán fijar a nivel central. En muchas economías en transición la ausencia de líneas sistemáticas de comunicación entre agencias y la falta de incentivos para compartir la información conduce a una formulación fragmentada de políticas y a una toma de decisión atomizada, lo que se presenta como un problema mayor a la hora de implantar reformas. El reto es cómo mejorar las comunicaciones y reducir el © OCDE, 2002 28 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN coste de la información en el sector público. Por ello, el criterio operativo guía para mejorar de forma sostenible los sistemas de gestión del gasto público debería ser el fortalecimiento de los vínculos entre los componentes de los sistemas de formulación y ejecución global del presupuesto, entre los ministerios y las agencias, y entre el gobierno central y las entidades subnacionales. Incluso cuando se apoya la consolidación de un procedimiento presupuestario específico, es esencial fomentar la interacción positiva con las demás agencias gubernamentales. Tales acciones no deben ser meramente retóricas, sino conllevar incentivos específicos para un mayor intercambio de información, formación y cooperación. Se deberá prestar especial atención a las relaciones entre la administración central y los gobiernos subnacionales. Un mayor grado de retorno supone una mejor circulación de información y mayor sensibilización ante problemas fiscales por parte de las autoridades gubernamentales subnacionales. d. El ritmo de las reformas Para desarrollar una reforma presupuestaria de amplio enfoque no necesariamente hace falta adoptar una teoría reformista tipo "big bang" o importar el modelo de países "más avanzados" en todos sus aspectos. Los modelos de "mejores prácticas" son útiles para obtener lecciones de la experiencia de otros. Pero, el concepto de "mejores prácticas" puede ser peligroso si, por ejemplo, se importan modelos presupuestarios sin considerar la realidad local, en especial las reglas informales que determinan buena parte del comportamiento de los funcionarios y de sus equivalentes del sector privado. Las reglas formales se pueden importar con facilidad, lo que no ocurre con las informales. La reproducción de prácticas institucionales extranjeras sólo es conveniente si están compuestas por un buen número de reglas formales. Este caso se da, por ejemplo, en las áreas más "técnicas" de la gestión del gasto público, tales como la de los procedimientos contables o la del control financiero (si bien con la debida precaución). Por el contrario, cuando la naturaleza de las reformas conlleva una elevada proporción de reglas informales en áreas de "gobierno" afectadas por incentivos institucionales, las reformas necesitarán un apoyo más bien local, mientras que de ser importadas, habrá que someterlas a una importante adaptación. Existen muchos escollos potenciales cuando en países en transición se intenta, por ejemplo, reproducir aspectos del enfoque conocido como "nueva gestión pública" (New Public Management), adoptado recientemente por algunos países de la OCDE (véase, por ejemplo, Verheijen, 1996, y Allen, 1999). Las herramientas específicas o las técnicas presupuestarias, aplicadas efectivamente en un determinado país, pueden convertirse en meros fósiles en otro. La sustancia es más importante que la forma y, por tanto, muchos conceptos presupuestarios extraídos de los enfoques "programáticos", tales como la aclaración de objetivos organizativos o gerenciales o la obtención de un mejor retorno desde la ejecución del presupuesto hasta su preparación mediante evaluación, o bien la monitorización del rendimiento, se pueden implantar gradualmente en un sistema 29 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN presupuestario "tradicional". Es más importante desarrollar tales conceptos que cambiar el formato del presupuesto. A menudo haciendo referencia a algunos paradigmas presupuestarios, se debate sobre si se debe adoptar un enfoque big bang (súbito) o gradual, aunque no siempre sistemático, para reformar un sistema presupuestario. Dicho debate está rodeado de un cierto aura de irrealismo cuando tiende a ser generalista. El ritmo de reforma debería definirse de acuerdo al contexto y las prioridades de cada país y dependerá de los objetivos fijados para un determinado conjunto de medidas. En países en transición, y particularmente en aquellos que son candidatos a miembros de la UE, debería determinarse el ritmo de las reformas presupuestarias teniendo en cuenta dos cuestiones: • Las reformas deben estar encaminadas a corregir lo básico e implantar las medidas necesarias para cumplir los estándares mínimos de los países desarrollados. La estrategia debe concentrarse en la implantación de las medidas básicas comentadas anteriormente en este capítulo. En algunas áreas, especialmente las de control financiero y adquisición pública, estas medidas incluyen requisitos específicos que forman parte del acquis communautaire, tales como el marco formal de reglas y reglamentos de la CE. Con este fin, el cuestionario incluido en el Anexo I de este libro aporta una valiosa herramienta para evaluar los puntos fuertes y débiles del sistema de gestión del gasto público y para determinar en qué áreas se requieren acciones prioritarias. • La reforma del presupuesto es un proceso continuo y la experiencia demuestra que forma parte de un largo proceso de aprendizaje a través de la práctica. Los sistemas presupuestarios se ven afectados negativamente por factores como la inestabilidad política, intereses privados consolidados, desequilibrios estructurales entre compromisos actuales y recursos disponibles, e inflaciones severas. Las fases de la reforma y la definición de las áreas prioritarias deberán tener en cuenta estas realidades. Y lo que es más, las numerosas interconexiones entre el sistema presupuestario y otros sistemas pueden acarrear resultados inesperados al implantar reformas. Puede que sean necesarias medidas adicionales de reforma si el entorno económico y político sufre alteraciones. Durante el proceso de reforma se necesita una evaluación sistemática y regular de sus resultados para asegurar que el programa de reformas se mantiene, o bien para realizar los ajustes necesarios. Durante la reforma del sistema presupuestario se pueden presentar situaciones inesperadas u obstáculos potenciales, por lo que se debe comprobar continuamente la capacidad de respuesta del proceso ante tales circunstancias. 2. Preparación y seguimiento del plan de acción Una vez identificadas las medidas clave de reforma sobre la base de la evaluación del sistema presupuestario, se puede preparar un plan de acción por fases. Este plan incluye los siguientes elementos: © OCDE, 2002 30 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN • La meta global de la reforma y los objetivos específicos de cada una de sus partes. • Una lista de los componentes (p. ej., racionalización del proceso de preparación del presupuesto, preparación de una nueva ley orgánica de presupuestos, etc.). • Una lista de actividades para preparar e implantar las reformas (p. ej., estudios piloto, encuestas de usuarios, cursos de formación, etc.), los plazos para concluir estas actividades y los hitos que marquen las tareas clave. • Indicadores para comprobar el progreso alcanzado. • Los acuerdos organizativos para preparar la reforma y supervisar su implantación. • Los recursos que se dedicarán a la reforma para conseguir asistencia técnica, equipo y software informático, formación del personal, etc. Es importante escalonar y articular de forma apropiada los distintos componentes de la reforma. Por ejemplo, antes de llevar a cabo el diseño detallado de un sistema de información para preparar y ejecutar el presupuesto, generalmente hace falta verificar los procedimientos y el sistema de clasificación presupuestarios, así como el plan contable. El plan de acción debería incluir indicadores idóneos para evaluar el progreso frente a los objetivos de reforma y aportar la información necesaria para corregir o completar el proceso. Tales indicadores deberían medir: • El progreso alcanzado en la preparación e implantación de la reforma. Para gestionar el programa de reforma es necesario hacer un seguimiento de: (i) lo que se invierte en el proceso de reforma (p. ej., horas del personal, equipo adquirido, actividades de formación, servicios de consultoría, etc.) y (ii) lo que se obtiene de él (p. ej., borradores de leyes, leyes aprobadas, circulares emitidas e implantadas efectivamente, manuales operativos redactados, cursos de formación impartidos, etc.). • Efectividad de la reforma. Aquí se tiene que evaluar si la reforma ha contribuido a mejorar el rendimiento del sistema presupuestario sobre la base de los tres criterios esenciales (disciplina fiscal, eficiencia en la asignación y eficiencia técnica). Para hacer dicha evaluación es necesario establecer medidas cuantitativas o cualitativas de (i) los procesos y lo que se obtiene del sistema presupuestario (p. ej., la elaboración puntual de la ley de presupuesto anual), y (ii) de sus resultados (p. ej., reducción del déficit presupuestario). De todas formas, es difícil fijar indicadores para medir el rendimiento de un sistema presupuestario, ya que su interconexión con otros sistemas y las alteraciones del entorno económico suponen un problema de atribución. Sin embargo, es importante avanzar en esta área por diversas razones. En primer lugar, para que las reformas ganen aceptación por parte de los responsables de tomar decisiones, es necesario sacar a la luz los resultados que se espera obtener. En segundo lugar, y tal como se mencionaba anteriormente, la reforma es un proceso continuo. Quizás un resultado pobre no implique necesariamente que la reforma está mal diseñada, pero 31 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN lanza una importante advertencia: "las reformas no están completas y se tienen que adoptar medidas adicionales para reforzar el sistema presupuestario o sus áreas afines". A continuación se citan algunos ejemplos de indicadores que se pueden usar para evaluar la efectividad global de un sistema presupuestario: • Disciplina fiscal: ¿Se han alcanzado los objetivos de déficit? ¿Es realista la previsión de ingresos (coeficiente ingresos recaudados/ingresos previstos)? ¿Se observa una reducción en cuanto a compromisos excesivos? ¿Ha disminuido el volumen de deudas? • Eficiencia en la asignación. ¿Concuerda la composición actual del presupuesto con los objetivos políticos? ¿En qué medida se corresponde la actual composición de gastos por sector con la planificada? ¿Está enfocado el programa de inversiones hacia los proyectos más rentables o los fondos aún se distribuyen de manera ineficiente entre una serie de proyectos incompletos? ¿Cuál es el tiempo promedio necesario para terminar proyectos incluidos en el presupuesto? ¿Cuál es el coste total de la fracción anual de estos proyectos comparado con el balance de gasto necesario para completar los trabajos de dichos proyectos? • Eficiencia técnica. ¿Ha mejorado la eficiencia en la administración de impuestos (p. ej., menor volumen de impuestos vencidos y mejor relación entre volumen recaudado y PIB, tras registrar en cifras netas el impacto de nuevas medidas impositivas)? ¿Han contribuido las medidas destinadas a fortalecer la gestión de tesorería disminuir los costes de empréstito? ¿Son los procedimientos de licitación lo suficientemente competitivos? Allí donde sea requerido, tales indicadores aportan información útil para corregir y adaptar el proceso de reforma a situaciones inesperadas. No obstante, es importante no hacer depender una evolución favorable de unos pocos indicadores, ya que, en realidad, dicha evolución puede atribuirse a factores ajenos a la propia reforma y que las mejoras no se puedan sostener. E. Gestión del proceso de reforma 1. Sentar las bases del compromiso de reforma La reforma sólo tendrá éxito si uno o más miembros del gobierno la lideran y defienden. Las reformas financieras requieren el compromiso infatigable y el liderazgo firme del ministro de economía y hacienda. La plana mayor de este ministerio deberá participar activamente en el proceso de reforma. Las reformas preparadas fuera del ministerio de economía y hacienda, o bien por un comité de reforma o por consultores que trabajan aislados, tienden con frecuencia a copiar de otro país las soluciones conocidas como mejores prácticas o a concentrarse en aspectos técnicos sin considerar el carácter institucional y la cultura específicos del propio país. Es de vital importancia crear el consenso necesario entre todos los que participan en la gestión del gasto público. El ministerio de economía y hacienda deberá trabajar en estrecha colaboración © OCDE, 2002 32 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN con los ministerios afines, las autoridades gubernamentales subnacionales y otros agentes clave a la hora de diseñar e implantar las reformas. Son importantes las consultas con el poder legislativo, especialmente si la reforma va a afectar a sus actividades o al marco legal. Por ejemplo, se debe involucrar al legislativo en las etapas tempranas de la preparación de las nuevas leyes presupuestarias. Los comités parlamentarios deberán ser consultados acerca de cualquier proposición de cambio sustancial en el formato de los documentos presupuestarios o de los informes financieros transmitidos al parlamento. La mejora de la presentación y el contenido de los documentos presupuestarios deberá ir unida a la mayor capacidad del parlamento para analizar dicho material. Por citar un ejemplo, la utilidad de la presentación de la contabilidad por el principio de devengo dependerá de si el parlamento es plenamente consciente del significado de los datos aportados y de si puede hallar en los documentos presupuestarios la información que necesita. Para lograr el consenso en el gobierno, es esencial aclarar con precisión los objetivos de la reforma y los beneficios que de ella se espera obtener. Para este propósito puede ser útil llevar a cabo algunos seminarios para aumentar la concienciación de los máximos gestores del gobierno, de los miembros del parlamento y de las autoridades subnacionales acerca de los problemas que la reforma intenta abordar y de los beneficios que se espera conseguir. También es importante distribuir entre los miembros del parlamento y el público la información sobre la reforma propuesta, y lograr un amplio acuerdo sobre la misma con el fin de asegurar su sostenibilidad. La reforma se debe sostener después de que los principales agentes del cambio den paso a una segunda generación, para lo que generalmente se necesitan de cinco a diez años. Si el personal operativo no entiende ni apoya el cambio podrían perder fuelle tanto la racionalización de estructuras organizativas como la modernización de procedimientos y procesos o la implantación de un nuevo programa informatizado. Se deberá prestar especial atención al modo de gestionar el proceso con vistas a asegurar el necesario nivel de cooperación y participación. Esto hace necesario el diseño de acciones tendentes a promover cambios y comunicarlos a los estamentos medios para ganar aceptación y activar la cooperación de los gestores de la función pública y del personal operativo. Tales acciones, que podrían incluir talleres y documentos de distribución masiva, deberán estar encaminadas a: • Asegurar que los altos funcionarios de la administración estén plenamente informados y apoyen los propósitos y objetivos de la reforma propuesta y de las medidas necesarias para implantarla, y que sean conscientes de la necesidad de una comunicación interna adecuada y del potencial impacto social de los cambios. 33 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN • Crear una cultura de "propiedad" en la reforma asegurando que los gestores de estamentos medios participen de manera adecuada en las actividades de reforma y de que estos gestores expliquen a sus colegas el propósito de las reformas. La reforma no debería verse como un hecho "aislado" o como una carga adicional que puede imponerse arbitrariamente sobre los gestores y el personal, sino más bien como una manera de consolidar individual y colectivamente de la profesión de funcionario público. En cada etapa del proceso de reforma es importante resaltar la información acerca de su avance mediante boletines adecuados y de circulación masiva, para fomentar la respuesta de todo el personal y llevar a cabo los ajustes necesarios a las actividades de reforma. Cuando algunos departamentos se someten a cambios organizativos como parte de la reforma propuesta, es conveniente: • Designar al responsable de proponer, promover, coordinar y apoyar a sus colegas para que expliquen las reformas y aporten información acerca de su evolución y resultados. • Organizar una serie de seminarios interactivos para mandos intermedios en cuanto a objetivos, contenido, itinerario y consecuencias del proyecto de reforma. • Organizar una serie de seminarios similares para el personal a nivel operativo que se verá directamente afectado por las reformas. • Anunciar al mismo tiempo las medidas que se tomarán para mitigar el impacto de la eliminación de ciertas actividades. Con el fin de minimizar la incertidumbre, se deberán anticipar medidas de acompañamiento para promover la reasignación del personal a otras actividades y para refrescar su formación. • Realizar regularmente una evaluación de la actitud del personal frente a la reforma. 2. Compromisos organizativos La capacidad organizativa y humana es esencial para administrar la reforma y hacer cumplir el nuevo marco. Se deberán hacer compromisos organizativos apropiados para gestionar el proceso de reforma. Estos compromisos habrán de ajustarse al contexto del país y al alcance de la reforma pretendida. Si la intención es lograr una amplia reforma, los compromisos deberían incluir la configuración de un grupo conductor, una unidad central y grupos de trabajo, organizado de la siguiente manera: • Grupo conductor. El grupo conductor llevará la dirección general de la reforma y de su supervisión global. Lo compondrán altos funcionarios públicos involucrados en el proceso y estará presidido normalmente por el ministro de economía y hacienda o por un ministro adjunto. En aras de la efectividad será importante incluir en este grupo a los directores de los departamentos clave del ministerio de economía y hacienda, y a representantes de los ministerios afines y de otras organizaciones que participen en la reforma (p. ej., © OCDE, 2002 34 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN representantes de los gobiernos subnacionales). Uno de los motivos para configurar este grupo conductor es asegurar que los objetivos de la reforma van a ser compartidos por funcionarios de alto nivel con influencia en el proceso. • "Unidad central". La responsabilidad de la gestión global de la reforma deberá recaer sobre una unidad central o un departamento independiente. Esta unidad deberá estar situada en un lugar adecuado, preferentemente dentro del ministerio de economía y hacienda. El equipo central debe tener una visión muy clara acerca de las metas y objetivos que se pretende alcanzar. Tiene que estar formado por personas competentes, motivadas y eficientes, y debería contar con la suficiente autoridad para difundir nuevas prácticas institucionales y organizativas en toda la administración mediante actividades formativas, seminarios o talleres. Esta unidad estará apoyada por grupos de trabajo y será la responsable de identificar las necesidades en cuanto a servicios de consultoría externos y de preparar las licitaciones correspondientes, que deberían incluir: (i) los objetivos del servicio solicitado; (ii) las actividades del consultor; (iii) el cronograma para este trabajo; (iv) los resultados esperados; y (v) el compromiso de presentar regularmente informes al responsable del proyecto. • Grupos de trabajo. Los grupos de trabajo serán los responsables de implantar las reformas específicas en áreas concretas (p. ej., el sistema de información sobre gestión financiera). En muchos casos, se necesitarán acuerdos formales para manejar estos grupos de trabajo que incluirán: (i) planificación del proyecto; (ii) contabilidad; y (iii) un sistema para supervisar el progreso y preparar informes. 3. Formación Para una buena implantación de la reforma es fundamental tener un programa de formación para cada uno de sus componentes. Las actividades de formación deberán abarcar diversos campos, tales como la formación básica en áreas especializadas (p. ej., formar a contables para usar nuevos procedimientos de contabilidad), formación de alto nivel en áreas especializadas (p. ej., la formación de especialistas en tecnologías de la información o macroeconomistas), o formación general (p. ej., enseñar idiomas extranjeros al personal de la oficina de gestión de deudas o mejorar los conocimientos en el uso de hojas de cálculo y procesadores de texto). Es necesario difundir en el gobierno una "cultura" económica y presupuestaria, para aumentar el nivel de concienciación respecto a aspectos principales de la gestión del gasto público y para facilitar el diálogo entre los ministerios centrales y demás ministerios. Así pues, la formación de gestores del presupuesto no debería limitarse a la difusión de técnicas y métodos específicos (p. ej., el modo de rellenar los formularios para la preparación del presupuesto), sino que tendría que brindarles información sobre el contexto de los modernos sistemas presupuestarios y concienciarles acerca de aspectos macroeconómicos y financieros de la UE. Para mejorar la preparación del presupuesto es necesario aumentar la capacidad para definir claramente los objetivos del gasto público en el ministerio de economía y hacienda y en las 35 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN agencias de gasto, y realizar selecciones informales entre programas competitivos. El desarrollo de tal capacidad supone mejorar tanto los métodos analíticos como debatir acerca de aspectos políticos sectoriales. En general, esto requiere incorporar algunas actividades de aprendizaje en la práctica, tales como llevar a cabo una verificación sectorial con un equipo externo de consultores especializados. Los programas de formación se deben preparar por anticipado y requieren una revisión detallada de los conocimientos actuales y las necesidades de formación. Las necesidades de formación en el campo de la gestión del gasto público son muy diversas, por lo que los principales ministerios deberán tener capacidad propia para llevarla a cabo o encargarla. El ministerio de economía y hacienda deberá asegurar que estas actividades encajen en el marco común que dicten las leyes y procedimientos presupuestarios. Para este fin, los formadores deberán estar bien informados sobre el sistema existente y sobre las reformas previstas, y coordinar sus actividades con la unidad responsable de la gestión global de dichas reformas. © OCDE, 2002 36 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN NOTAS 1. En todo el libro empleamos generalmente el término "presupuesto nacional" o simplemente "presupuesto" para referirnos al presupuesto de la administración central, y el término "presupuesto subnacional" para referirnos al presupuesto de las autoridades subnacionales, tales como regiones, provincias o municipalidades. El término "presupuesto estatal" se usa ocasionalmente para referirse a los sistemas y procesos presupuestarios de las sociedades con planificación central (véase, por ejemplo, la Sección B de este capítulo). 2. El término "gestión del gasto público", usado con frecuencia en esta publicación, abarca la gestión del gasto gubernamental, pero no las actividades de las empresas públicas, que son esencialmente comerciales, ni las de las instituciones financieras propiedad del estado. En general, el libro está enfocado a la administración central, pero muchos de los análisis y recomendaciones se aplican también a otros niveles de la misma. 3. Adaptación de los objetivos básicos propuestos por Campos y Pradham (1996) y de la presentación de tareas básicas dada por Allen Schick en la OCDE (1997c). En relación con estos objetivos básicos el Public Expenditure Management Handbook del banco Mundial (1998) desarrolla el concepto de los tres niveles de resultados presupuestarios: (1) disciplina fiscal agregada; (2) priorización estratégica; y (3) eficiencia y efectividad del programa y la prestación de servicios. 4. "Unidad de gasto" se usa en todo el libro y cubre todas las entidades que tienen autoridad para gastar dinero a cargo del presupuesto, p. ej., ministerios afines, agencias subordinadas y otras organizaciones gubernamentales. 5. Se ha producido recientemente una convergencia de acciones y políticas encaminadas a combatir la corrupción. En negociaciones llevadas a cabo en diciembre de 1997, la OCDE consiguió que se firmase un convenio clave contra la corrupción que entró en vigor a finales de 1998. Véase http://www.oecd.org. 6. Subdividido, por supuesto, en planes de producción a nivel nacional (federal), regional (estatal) y local. 7. El Sistema de Cuentas Nacionales establecido en 1993 por la CE, el FMI, la OCDE, la ONU y el Banco Mundial. 8. Los Estados Miembros de la UE emplean un marco y metodología común de cuentas nacionales (ESA95) incluidos como especificación en los estándares SNA93 del contexto europeo. 37 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN ÍNDICE PREFACIO LISTA DE CUADROS, FIGURAS Y TABLAS LISTA DE ABREVIATURAS SÍNTESIS INTRODUCCIÓN — LA REFORMA DEL GASTO PÚBLICO: SÍNTESIS A. Definiciones, metas y objetivos B. Las finanzas públicas en la sociedad de mando C. Mejorar la gestión del gasto público en países en transición D. Enfoques para el cambio de gestión E. Gestión del proceso de reforma PARTE I PRESUPUESTO Y CONTEXTO INSTITUCIONAL Capítulo 1 — EL PRESUPUESTO Y SU COBERTURA A. Definiciones básicas B. Naturaleza de las autorizaciones legislativas C. Cobertura del presupuesto D. Otras formas de actividad gubernamental con impacto fiscal E. Documentos presupuestarios Capítulo 2 — EL MARCO LEGAL E INSTITUCIONAL A. Distribución de responsabilidades en el poder ejecutivo B. El papel de la asamblea legislativa C. Distribución de responsabilidades entre los distintos niveles del gobierno D. El marco legal Capítulo 3 — EL PRESUPUESTO EUROPEO Y EL IMPACTO DEL ACCESO A LA UE A. El presupuesto europeo B. Políticas presupuestarias nacionales en la Unión Europea Resumen — PARTE I A. PUNTOS CLAVE B. DIRECTRICES PARA REFORMA © OCDE, 2002 38 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN PARTE II ASIGNACIÓN DE RECURSOS Capítulo 4 — CLASIFICACIÓN, PRESENTACIÓN Y PROGRAMACIÓN DEL PRESUPUESTO A. Clasificación del gasto B. Presentación de los gastos en el presupuesto C. Enfoques programáticos D. Gerencialismo Capítulo 5 — FORMULACIÓN DE POLÍTICAS Y PREPARACIÓN DEL PRESUPUESTO A. El contexto macroeconómico y político B. Preparación del marco macroeconómico C. Condiciones para una buena preparación del presupuesto D. Proceso de preparación del presupuesto Capítulo 6 — PREPARACIÓN MULTIANUAL DE PRESUPUESTOS Y PROGRAMACIÓN DE INVERSIONES A. Preparación plurianual del presupuesto B. Otras actividades de planificación del gasto y de previsión C. Presupuestación y programación de inversiones Resumen — PARTE II A. PUNTOS CLAVE B. DIRECTRICES PARA REFORMA PARTE III GESTIÓN DE LA EJECUCIÓN DEL PRESUPUESTO Capítulo 7 — EL CICLO DE EJECUCIÓN DEL PRESUPUESTO A. Objetivos de la ejecución del presupuesto B. El ciclo del gasto C. Distribución de responsabilidades D. Reglas de gestión de presupuestos E. Otros aspectos de la implantación del presupuesto Capítulo 8 — GESTIÓN DE LAS CUENTAS POR PAGAR, DEL PERSONAL Y DE LAS ADQUISICIONES A. Gestión de cuentas por pagar y deudas B. Presupuestación de personal y control del gasto C. Adquisición pública D. Subcontrataciones 39 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN Capítulo 9 — LA FUNCIÓN DEL TESORO PÚBLICO Y LA GESTIÓN DE TESORERÍA A. La función del tesoro público B. La gestión de tesorería C. Planificación financiera y previsiones D. Gestión de las deudas administrativas E. Gestión de los activos del gobierno f. Relación con el Banco Central Capítulo 10 — CONTROL Y AUDITORÍA INTERNOS A. Introducción B. Control interno C. Auditoría interna D. Gestión financiera de fondos de la UE en países candidatos Resumen — PARTE III A. PUNTOS CLAVE B. DIRECTRICES PARA REFORMA PARTE IV CONTABILIDAD, INFORMES Y AUDITORÍA Capítulo 11 — CONTABILIDAD A. Marcos contables B. Contabilidad según el principio de devengo C. Reforma del sistema contable D. Aspectos especiales Capítulo 12 — INFORMES FINANCIEROS A. Principios generales B. Informes principales Capítulo 13 — SISTEMAS DE INFORMACIÓN SOBRE GESTIÓN FINANCIERA A. Un enfoque integrado B. Sistemas de gestión financiera C. Ejecución y contabilidad del presupuesto D. Aspectos técnicos Capítulo 14 — AUDITORÍA EXTERNA A. Requisitos para una auditoría efectiva B. Tipos de auditoría C. Informes sobre resultados de auditorías D. Actuación en base al resultado de las auditorías E. Limitaciones de la auditoría © OCDE, 2002 40 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN Capítulo 15 — MEDICIÓN Y EVALUACIÓN DEL RENDIMIENTO A. Medición del rendimiento B. Evaluación del programa Resumen — PARTE IV A. PUNTOS CLAVE B. INSTRUCCIONES DE REFORMA Índice correspondiente a la versión original en inglés de la publicación (no incluye anexos, ni listas de cuadros, tablas o gráficos) 41 © OCDE 2002 GESTIÓN DEL GASTO PÚBLICO – LIBRO DE REFERENCIA PARA PAÍSES EN TRANSICIÓN Este Resumen es la traducción de extractos de: Managing Public Expenditures – A Reference Book for Transition Countries (c) 2001, OCDE. Todos los Resúmenes se pueden obtener de forma gratuita en el OECD Online Bookshop en www.oecd.org. La publicación original se encuentra a la venta en el Centro de la OCDE en París: 2, rue André-Pascal, 75775 Paris Cedex 16, FRANCE y en www.oecd.org. Estos Resúmenes han sido preparados por la unidad de Derechos y Traducción de la Dirección de Relaciones Públicas y Comunicaciones. email : [email protected] Fax: +33 1 45 24 13 91 © OCDE 2002 Se autoriza la reproducción del presente Resumen, siempre y cuando se mencionen la nota de copyright de la OCDE y el título de la publicación original arriba indicado © OCDE, 2002 42