KOBIE (Serie Paleoantropologia y C. Naturales) Bilbao Zientzietako Aldizkaria - Revista de Ciencias Bizkaiko Foru Aldundia - Diputación Foral de Vizcaya N.º XIV, 1984 ALGUNAS OBSERVACIONES ACERCA DEL NUMERO DE RESTOS (NR) Y DEL NUMERO MINIMO DE, INDIVIDUOS (NMI) EN LOS ESTUDIOS DE ARQUEOZOOLOGIA Por P. M. Castaños (*) RESUMEN En el presente trabajo se ofrecen los distintos métodos de estimación de las muestras faunísticas presentes en yacimientos arqueológicos. Para ello se exponen los métodos más comunes al uso entre los distintos autores. Se valoran y discuten tanto su utilidad como la problemática que presentan. Finalmente, se comenta la oportunidad de cada procedimiento según las características de la muestra y la necesidad de comparar en un mismo yacimiento los resultados obtenidos a partir de dos o más procedimientos distintos. SUMMARY The present study displays the different methods of estimating the faunistic samples to be found in archaeologic deposits. Here the most common methods appied by the different authors are stated. Both their usefulness as the problems they arise are rated and discussed. Finally there is a comment on the utility of each procedures according to the characteristics of the sample and the necessity of contrasting the results obtanied by two or more distinot procedures. LABURPENA Lan honetan, arkeolojiá-aztarnategietan agertzen diren abereaztarnen haztaketarako aribide ezberdinak eskaintzen dira. Horretarako, idazleen artean gehien erabiltzen diren ari-bideak ematen dira. Hoien erabilgarritasuna eta dituzten arazoen balioa neurtzen eta eztabaidatzen dira. Azkenik, jokabide bakoitzaren egokitasunari buruz, aztarnaren eta jokabide bi edo gehiagotatik abiatuta, aztarnategi baten bertan ateratako ondorioak erkatu beharraren zernolakoen iruzkinak egiten dira. (*) Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco. Bilbao. 320 P.M. CASTAl\IOS La cuestión acerca de cuál de estos dos valores representan mejor al conjunto faunístico presente en un yacimiento es un problema ya clásico en Arqueozoología. La elección de uno u otro ha sido realizada frecuentemente más por inercia o influencia de autores próximos que por deducciones razonadas de su oportunidad. Intentaremos resumir aquí la problemática que cada uno de estos parámetros conlleva, así como apuntar posibilidades para el futuro de algunas estimaciones más laboriosas pero que pudieran dar alguna salida al problema. 1.- PROBLEMATICA QUE PRESENTA EL USO DEL NMI DUCOS (1968) es uno de los autores que mejor ha subrayado los inconvenientes de utilizar este tipo de cálculo. Se pueden esquematizar de la siguiente forma: a) Las diferentes formas de determinarlo que en muchas ocasiones los autores no especifican. b) La variación que presenta en el tiempo, ya que la práctica demuestra que está en un continuo proceso de mejora y perfeccionamiento. c) Los pequeños valores numéricos que proporciona, a menudo inutilizables estadísticamente. d) La utilización de partes anatómicas distintas en su cálculo, con lo cual no son comparables los resultados. e) La distorsión que se produce según el tamaño de la muestra ya que parece existir una relación lineal entre los logaritmos del número de restos (NA) y del NMI que puede expresarse así: lg NA= a. lgNMI de donde NMI = (a> 1). A partir de esta relación la proporción NMl/NA se hace menor cuando las especies son abundantes y aumenta considerablemente cuando son escasas. Por esta razón, DUCOS elige el NA que según él presenta una relación lineal con el número inicial de individuos que dieron origen a la muestra (NI). VNR 2.- PROBLEMATICA QUE PRESENTA EL USO DEL NR La conclusión anterior se basa en un razonamiento teórico establecido en los siguientes términos. A partir del NI (= número inicial de individuos que dan origen a la muestra) de los cuales cada uno aporta K huesos, con una probabilidad de conservación de los mismos de valor p, tendremos que NA = p.K.NI. Sin embargo, autores como POPLIN (1976 a) ponen en cuestión la simplicidad de la relación entre ambas funciones. La base de esta crítica estriba en que en la conclusión de DUCOS se presuponen tres premisas: -Que el número de huesos proporcionado por cada especie (K) es el mismo. -Que existe una misma probabilidad (p) de conservación. -Que todos los restos de la muestra tienen la misma posibilidad de ser recogidos e identificados. La experiencia muestra la inexactitud de estos presupuestos. NA y NMI son cálculos sometidos a varias posibilidades de distorsión que hacen que su relación no dependa de un solo factor constante sino de varios factores distintos que en cada caso habrán de ser valorados y estimados. En un trabajo posterior, el mismo POPLIN (1976 b) analiza en detalle los factores que en su opinión pueden modificar la relación entre NA y NI: a) El número K de huesos varía mucho de unas especies a otras debido a la propia estructura del esqueleto. Así, un oso proporciona unos 160 huesos en las extremidades mientras que un caballo sólo tiene 74. Estas diferencias anatómicas van a tener su importancia diferencial en cada especie. b) El papel jugado por la conservación diferencial de cada parte del esqueleto debe tenerse también muy en cuenta. c) El estado de fragmentación de los propios restos modifica notablemente la capacidad de discriminación específica según la especie de que s~ate. d) Por último, la edad de los ejemplares influye notablemente tanto en el número de huesos proporcionados (K) como en el grado de fragmentación y conservación y en ese sentido, los tres factores anteriores pueden verse modificados en yacimentos que presentan por alguna razón un número considerable de individuos inmaduros. Si a todas las variables descritas (que dependen fundamentalmente del propio material) se añaden otras que pueden producirse tanto en la recogida del material en la propia excavación como en el grado de determinación de cada hueso por su autor, se puede claramente afirmar que las relaciones entre NA y NI son plurifactoriales, así como también entre NA y NMI. Por tanto, parece razonable aceptar como solución más adecuada la conservación de ambos tipos de cálculos que comparados entre sí pueden incluso ampliar la información en el sentido de que aportan una idea del tratamiento que cada conjunto óseo ha sufrido antes de consolidarse como muestra. 3.- PROBLEMATICA REFERENTE AL CALCULO DEL NMI El modo de calcular el NMI es otro problema clásico no resuelto definitivamente. Hasta el presente no hay ningún método entre los varios al uso que se haya adoptado de forma generalizada. Entre los métodos clásicos se pueden citar los siguientes: a) ·A partir de la pieza más frecuente de cada especie en cada nivel y separando el lado del cuerpo al que pertenece. Se puede considerar este método como el más clásico entre los arqueozoólogos. b) A partir de un análisis detallado de la edad, sexo, tamaño y constitución de cada hueso que permita asignarlos a un individuo determinado. De uso muy frecuente en muestras de escaso número de restos. c) Combinando sucesivamente los dos métodos anteriores y añadiendo algún cálculo más en situaciones peculiares. Por ejemplo, cuando hay muchas piezas que por su edad o estado de conservación no se pueden asignar al lado derecho o izquierdo. En este caso suele dividirse por dos, cuatro o las veces que dicha pieza se halle presente en el esqueleto. (JOADAN, 1975). La mayoría de los autores (CLASON, 1972; ALTUNA, 1980 ... ) utilizan este último procedimiento mixto aprovechando al máximo las posibilidades que aporta. Desde hace unos años, algunos autores han comenzado a preconizar otros métodos para la determinación del NM 1 que pudiéramos calificar como métodos basadas en el ALGUNAS OBSERVACIONES ACERCA DEL NUMERO DE RESTOS (NR) Y DEL NUMERO MINIMO DE INDIVIDUOS (NMI) EN LOS ESTUDIOS DE A~QUEOZOOLOGIA cálculo teórico y que brevemente resumimos. En todos ellos el NMI se identifica con algún valor teórico previamente definido. a) PERKINS (1973) identifica NMI con frecuencia relativa de cada especie en el yacimiento. Para calcular dicha frecuencia relativa define previamente la frecuencia de cada especie como la relación entre el número de elementos diagnósticos del esqueleto y el número de ejemplares de la misma. Ambos valores los considera constantes siempre que no estén afectados por factores culturales o de preservación. La crítica a este método reside en las propias condiciones establecidas por el autor para su cálculo. No hay forma de determinar qué elementos están afectados y cuáles no lo están tanto por los factores culturales o de preservación como por otros específicos de la misma excavación. Además, se identifica el NMI con una frecuencia, lo cual puede introducir errores de cálculo. b) Hay otro tipo de cálculos teóricos basados en el número de emparejamientos de huesos pertenecientes al mismo individuo. POPLIN (1976c y 1981) ha desarrollado este método con cierta amplitud apoyándolo incluso con experiencias orientadas al esclarecimiento de algunos valores teóricos de probabilidad relacionados con el método. Aquí se parte de un nuevo valor teórico denominado NIE (=número de individuos estimados). Este valor sería la mejor estimación posible de NI y no deben confundirse ambos valores. El método de cálculo del NIE, siguiendo al mismo autor, puede esquematizarse así. Se parte de un NI de individuos de los que se han encontrado D húmeros derechos y G izquierdos. Se han determinado entre ellos P emparejamientos. La probabilidad de teórica de que uno de los D húmeros derechos encuentre su pareja izquierda será G/NI. La probabilidad de que la encuentren las D será consecuentemente D·G/NI. Si la muestra es suficientemente amplia dicho valor teórico coincidirá básicamente con el valor real P. Y de la igualdad D·G / NI = P se puede deducir recíprocamente que NI = D·G / P. Este tipo de cálculos se basa en la ley de apareamiento binario. Por tanto implica que las piezas derechas e izquierdas tengan la misma probabilidad de estar presentes en el yacimiento y sean susceptibles de ser separadas bien por caracteres anatómicos o por circunstancias externas que se den en el yacimiento. La comprobación de estas condiciones en la muestra debe ser previa a la aplicación del método. Ya anteriormente KRANTZ (1968) proponía como fórmula para esta misma estimación NI = D2 + G2 / 2P sin explicitar la deducción de la misma. Este método parece ser válido sólo cuando G y D tienen el mismo valor, ya que sólo en este caso podemos obtener a partir de NI= G·D / P la expresión P / G = D / NI = 2D / 2 NI= G + D / 2NI, ya que G = D. De aquí puede deducirse que NI= G (G + D) / 2P = G2 + D2 / 2P. Si G -:f. D no pueden utilizarse las equivalencias 2D = G + D ni G (G + D) = = G2 + D2 y, por tanto, la expresión final sería incorrecta. A menudo se plantean dos problemas que dificultan de alguna forma la aplicación del método. a) Una se presenta cuando además de los emparejamientos seguros aparecen otros posibles pero dudosos. En este caso conviene hacer dos estimaciones: una rigurosa con las parejas fijas y ótra más amplia incluyendo 321 también las dudosas. b) En otros casos, la muestra puede presentar una parte del material ordenado anatómicamente y otra violentada y en desorden. Es el caso de ciertas necrópolis. Si no hay pérdida de material, pueden emparejarse prácticamente todos los individuos. Si hubiese alguna pérdida, debieran realizarse dos cálculos por separado para cada una de las fracciones y posteriormente sumar los resultados parciales. De todas formas, no son problemas concretos, tales como los expuestos y similares los que pueden presentar mayor dificultad. Hay una cuestión más de fondo en el método: su fiabilidad. En efecto, una muestra que proporcione tres piezas derechas y cuatro izquierdas y que no ofrezca ningún emparejamiento, aplicando la fórmula nos daría una estimación de infinito para el valor de NI. Se plantea pues aquí el grado de fiabilidad del método en el caso de pequeñas muestras y sus intervalos de confianza. Con el fin de responder a estas cuestiones el autor elabora una experiencia aleatoria erí la que partiendo de un NI= 10 se extraen 100 muestras obtenidas de las 20 piezas homólogas (derecha e izquierda) de cada individuo, obteniendo un conjunto de resultados que en un 74 por 100 proporcionan un NIE entre 8 y 12,5 cuya desviación del valor real es aceptable. Las desviaciones parecen ser significativas cuando el NI no alcanza el valor de 100 y cuando los valores de D y G no llegan a la veintena. Esta limitación del cálculo debida a la escasez de la muestra puede ser a menudo compensada si se repite el mismo con varias partes del esqueleto. Además, este tipo de cálculo permite indirectamente deducir de alguna forma la existencia de posibles selecciones intencionadas que no se puedan atribuir al simple azar. Así, si una muestra ofrece 8 piezas derechas y 2 izquierdas, habrá que pensar en algún factor selectivo (humano o de otra naturaleza) que ha dado origen a tal desviación, no imputable a simples factores aleatorios. Siguiendo en esta línea, este método abre posibilidades no demasiado explotadas a cálculos de apareamientos de orden superior al binario. Cuando el material es abundante se pueden contrastar los resultados del cálculo binario con los que proporcionan asociaciones ternarias e incluso cuaternarias entre ciertas partes del esqueleto. Por ejemplo: maxilares derecho e izquierdo con mandíbulas de ambos lados. Las dificultades inherentes a este tipo de cálculos no deben subestimar las ventajas del mismo. La práctica demuestra que estas estimaciones dan casi siempre valores superiores a las obtenidas por el método clásico. Además proporcionan indirectamente una información del tratamiento dado al conjunto óseo constitutivo de la muestra. La ampliación de este tipo de cálculos puede dar origen en el futuro a un mejor conocimiento, tanto de la amplitud de la tafocenosis como de las vicisitudes sufridas desde su origen hasta el momento de la recuperación a través de la excavación. No obstante lo dicho anteriormente, este método lleva implícita una dificultad que limita sensiblemente su aplicación entre los autores. Las piezas más abundantes en la mayoría de las especies son maxilares, mandíbulas y dientes aislados. Generalmente el estado de conservación de maxilares y mandíbulas reduce los casos de apareamiento seguro o probable a cantidades muy bajas. Esto hace que la aplicación del método de apareamientos proporcione estimaciones menores que las obtenidas por la combina- 322 P.M. CASTAf\JOS ción de los métodos clásicos aplicados a estas piezas conjuntamente. Otra de las piezas anatómicas bastante frecuente son los astrágalos y falanges. La posibilidad de aparear astrágalos del mismo individuo con garantía es muy escasa dada la homogeneidad de esta pieza. En el caso de las falanges el problema se complica aún más puesto que previamente habría que dilucidar la posición anterior o posterior, lateral o mesial de la misma. Y este problema es ya de por sí bastante arduo en la mayoría de las especies de herbívoros. Cuando se trata de carnívoros resulta prácticamente insoluble. 4.- CONCLUSION De lo dicho anteriormente puede colegirse que el uso de cada uno de los métodos de estimación presenta ventajas e inconvenientes. En el momento actual el procedimiento a utilizar en cada caso deberá tener en cuenta las caracte- BIBLIOGRAFIA AL TUNA, J. (1980): Historia de la domesticación del País Vasco desde sus orígenes hasta la Romanización, Munibe, 32, San Sebastián, págs. 32-34. BOKONYI, S. (1970): A new method of the determination of the number of individua/sin animal bone material. Amer. Journ. of Archaeol., 74, pp. 291-292. 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En estos casos se pueden paliar en parte algunos de los inconvenientes del método ampliando el cálculo del NMI a cada una de las partes del esqueleto. Es también conveniente ofrecer en cada caso el NA y el NMI simultáneamente para poder comparar las diferencias entre ambos y en ocasiones deducir incluso las posibles causas de dichas desviaciones. En más de un caso estas causas pueden proporcionar datos interesantes sobre vicisitudes de todo tipo a que la muestra ha sido sometida desde su origen hasta el momento de su estudio. Budapest, 1971, pp. 228-229. 1973: A critique on the methods of quantifying fauna/ remains from archaeo/ogica/ sites, In: MATOLCSI J. éd. Domestikationsforschung und Geschichte der Haustiere. Maison d'éd. Acad. Se. Hong. Budaoest. 1973, pp. 367-369. POPLIN, F. (1976a): A propos du nombre de restes et du nombre d'individues dans les échantillons riossements, Cahiers du Centre de Recherche Préhistoriques, Univ. Paris 1, D.L.R. Art. et Archéologie, 5. 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