(COMENTARIO DE ROUSSEAU (3))

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IES Carlos III. Departamento de Filosofía. MFNP
Rousseau
Filósofo ilustrado francés del siglo XVIII. Fue muy crítico con la sociedad de su tiempo y con el
exceso de confianza en el progreso. Según él, el desarrollo de la cultura no se ha visto
acompañado por un verdadero progreso de la humanidad; en especial, de la moralidad y la
felicidad de los hombres. En el siglo XVIII se da el despotismo ilustrado y la lucha por la
autonomía, libertad y progreso del pueblo.
Tema
El bien más grande, el que debe constituir la meta del sistema legislativo de cualquier Estado, es
asegurar la libertad y la igualdad de los ciudadanos.
Ideas principales
-El objetivo del Estado es asegurar la libertad y la igualdad de los ciudadanos.
-Impedir la libertad supone quitar fuerza al Estado. Para que sea posible la libertad, debe
respetarse la igualdad.
-La igualdad no consiste en que todos los ciudadanos tengan el mismo poder y la misma
riqueza, sino en que nunca tal poder se ejerza con violencia ni la acumulación de riqueza dé la
posibilidad de que unos hombres compren a otros.
Relación entre las ideas
El texto se inicia con la tesis de Rousseau acerca del fin de todo sistema legislativo: la libertad y
la igualdad, que son imprescindibles; la primera, para no quitar fuerza al Estado; la segunda,
porque sin igualdad no hay libertad.
El resto del texto expone los rasgos de la igualdad: no significa uniformidad en el reparto del
poder o de la riqueza, sino que excluye la violencia y el exceso de riqueza.
Explicación de las ideas
Rousseau consideró que la teoría del pacto social que proponían el liberalismo y el
iusnaturalismo (Locke) vigentes en la Ilustración francesa, es decir, la defensa de los derechos
individuales como naturales, creaba un Estado injusto y falso, pues, por un lado, el pueblo
debería obediencia al monarca a cambio de seguridad (pérdida de libertad) y, por otra parte,
justificaría una situación de desigualdad, pues al preservar la propiedad privada como uno de los
derechos del ciudadano, el Estado garantizaría la existencia de ricos y pobres.
Según Rousseau, el pacto del que ha surgido la sociedad no ha servido para proteger a todos los
que a ella pertenecen; más bien, ha sido muy útil para mantener el poder en manos de unos
pocos ricos privilegiados.
Como consecuencia, el deterioro moral y la desigualdad entre los hombres han ido creciendo
progresivamente. De ahí que Rousseau proponga un nuevo contrato social para constituir un
Estado radicalmente diferente.
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Como expresa la primera idea del texto, en dicho Estado, es fundamental reconocer como meta
del sistema legislativo el respeto a la libertad y a la igualdad. Es decir, el objetivo final de las
leyes promulgadas habrá de ser garantizar que los ciudadanos sean libres e iguales.
Para Rousseau, en el estado natural, antes de existir la sociedad, los hombres eran libres, iguales
y vivían en armonía. No es posible volver a esa situación, pero debemos intentar construir una
sociedad más justa, igualitaria y feliz. En este sentido, la libertad ha de ser el núcleo del nuevo
Estado.
De hecho, la fuerza del Estado es proporcional al grado de libertad de sus ciudadanos, porque es
una asociación voluntaria de individuos que se unen entre sí y entregan sus derechos a la
comunidad, la cual, de esta manera, se convierte en una fuerza común mucho más potente.
Simultáneamente, los individuos se transforman en ciudadanos, quienes, lejos de renunciar a su
libertad natural, la convierten en libertad civil; es decir, el ciudadano no entrega su libertad a
otro individuo, sino que la entrega a una colectividad de la que él mismo forma parte. Esta
libertad queda reflejada en la voluntad general, cuya virtud reside en la defensa del bien común
por encima de los intereses particulares.
El Estado también debe garantizar la igualdad, porque es imprescindible para que exista la
libertad, lo que no significa que todos los ciudadanos tengan el mismo poder ni la misma
riqueza. Por lo que respecta al poder, nunca se podrá ejercer con violencia y deberá someterse a
las leyes. En cuanto a la riqueza, la diferencia entre ricos y pobres no podrá llegar al punto en
que unos hombres puedan comprar a otros.
Vigencia de las ideas del texto en la actualidad
El actual sistema democrático occidental es heredero del nuevo régimen instaurado tras la
Revolución Francesa, que se inspiró en el pensamiento ilustrado y en algunas de las ideas de
Rousseau: De ahí que la tesis principal del texto, la afirmación de que la libertad y la igualdad
han de ser las metas de todo Estado democrático, tengan plena vigencia en nuestra sociedad.
En este sentido, la historia ha demostrado que los Estados que menos respetan la libertad de sus
ciudadanos son menos fuertes y acaban desmantelándose (recordemos la Alemania nazi o
muchas dictaduras sudamericanas).
Acerca de la ideas de Rousseau sobre la igualdad, nuestro mundo está muy alejado del objetivo
que él plantea. Las diferencias entre los países más ricos y los más pobres, y en el interior de las
distintas naciones, son muy considerables, lo que da lugar a situaciones como la esclavitud o la
prostitución. Rousseau estaba en lo cierto cuando afirmaba que nadie debería ser tan rico como
para poder comprar a otro ni nadie tan pobre como para verse obligado a venderse.
Las grandes desigualdades en la riqueza son la causa de la mayoría de las injusticias y, de
manera inevitable, generan situaciones de falta total de libertad. El problema es cómo podernos
evitarlas. Los desposeídos no tienen capacidad para desencadenar un cambio en la tendencia; los
ricos no tienen interés.
Tristemente, la igualdad buscada por Rousseau parece imposible de alcanzar: con ello la defensa
de la libertad y de la igualdad se convierte hoy en día en una forma de hipocresía.
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