Biodiversidad marino-costera: somos ricos! Por: Angel Segura y ROBIN1 La biodiversidad la podemos definir como la suma de toda la variación biológica, desde el nivel genético hasta el nivel de ecosistema o paisajes. Por ejemplo, la costa Atlántica de Uruguay tiene una gran diversidad de paisajes que incluyen humedales, lagunas, dunas, y en la zona marina, diferentes tipos de fondos, islas, y variación de condiciones ambientales (salinidad y temperatura). A un nivel más bajo, la biodiversidad de un sitio determinado la podemos medir contando el número de especies que allí se encuentran. Este indicador se denomina riqueza específica, y por lo tanto podemos decir que un sitio con más especies que otro, es más rico en especies. De las especies que habitamos el mundo, el ser humano es una de ellas, pero su efecto en el resto de las especies es desproporcionado. Dos preguntas que surgen inmediatamente es: ¿Qué tan rico es el Uruguay en su biodiversidad marinacostera? y ¿Por qué es importante esa riqueza en un ecosistema? Para entender esta segunda pregunta podemos hacer una analogía con el lenguaje escrito. Las palabras escritas en un libro serían las especies y el texto total de un libro los ecosistemas. El mensaje que intenta trasmitir el texto, es la función del mismo, y en el caso de los ecosistemas, las funciones están relacionadas al mantenimiento de los flujos de energía y la estructura del mismo. En el caso del texto, podemos borrar algunas palabras y el contenido del mismo seguirá siendo entendible y por lo tanto mantendrá su función, pero en determinado momento, al borrar muchas palabras, el mensaje del texto se perderá, y podemos decir que no es capaz de funcionar adecuadamente. Lo mismo pasa con un ecosistema, en general, podemos quitar algunas especies y el mismo seguirá manteniendo sus funciones, pero cuando se pierde un número crítico de especies, el ecosistema colapsa y deja de mantener sus funciones. Más adelante veremos algunos ejemplos concretos de esta analogía, pero de aquí se desprende que es necesario conservar la riqueza de especies de los ecosistemas, para garantizar su funcionamiento adecuado. La conservación de la riqueza de especies, además de ser relevante para garantizar un adecuado funcionamiento ecosistémico, es importante per se, o sea en si 1 Investigadores del Museo Nacional de Historia Natural y Facultad de Ciencias; Proyecto ROBINwww.robinpuntadeldiablo.blogspot.com mismo, como es importante preservar los cuadros de Torres García o los poemas de Delmira Agustini por su belleza intrínseca. Ya vimos que es importante conservar la biodiversidad, ahora veamos qué tan rico es Uruguay en términos de riqueza marinacostera. Para ello, primero vamos a situar a Uruguay en su contexto geográfico y oceanográfico, para luego analizar la riqueza de especies de la costa oceánica de Rocha, los esfuerzos que se están realizando para conservarla y como existen iniciativas destinadas a congeniar actividades productivas y de conservación. Uruguay se encuentra en la región subtropical, con un clima templado y marcada estacionalidad. Estamos situados en una zona de transición entre las zonas frías del sur y las zonas cálidas del norte. En el océano se reconocen dos grandes corrientes que influencian las condiciones de salinidad (cantidad de sales disueltas en el agua) y temperatura. La corriente cálida de Brasil (BC) que fluye de norte a sur transportando aguas tropicales con alta salinidad y la corriente fría de Malvinas (MC) que fluye hacia el norte, con aguas subantárticas, más frías y de menor salinidad. Ambas corrientes confluyen en la zona de Uruguay y se internan en el océano Atlántico. En la zona cercana a la costa, existen ramas de estas corrientes con características similares. Algo interesante es que las corrientes no son estáticas, es decir, varían en el tiempo, con una mayor influencia en nuestras costas de aguas subantárticas en invierno y mayor influencia de aguas tropicales en verano. Si a esta variabiliadad, le agregamos el aporte de agua dulce del Río de la Plata, el segundo mayor estuario de América, tenemos en la zona, una variabiliadad en las condiciones ambientales que es única en el mundo. Está variabiliadad promueve el desarrollo de diversas formas de vida marina, adaptadas a las condiciones particulares. Es así, que en la costa de Rocha, tenemos una gran diversidad de organismos marinos. Por ejemplo, en la zona de Cerro Verde y Punta del Diablo, podemos encontrar más de 15 especies de cangrejos y más de 65 especies de organismos nectónicos de tamaño considerable (mayor a 5 cm) que viven bien cerca de la costa. Esta gran diversidad marina ha motivado que desde el ámbito nacional e internacional (ver número anterior por información sobre las reservas de biósfera), se desarrollen estratégias de conservación destinadas a preservar esta gran riqueza. La costa de Rocha comprende las primeras tres Áreas Marinas Protegidas (AMP) del país integradas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Con estas AMP se pretende conservar el rico patrimonio natural que poseen estas costas, protegiendo así la riqueza de nuestro país. Para que la conservación sea exitosa, deben existir reglas claras de uso y una participación e involucramiento de los pobladores locales. Así, se deben promover las prácticas y usos productivos acordes al objetivo de las AMP. Resulta evidente que algunas actividades productivas, como mega-puertos o la instalación de boyas petroleras, no están en linea con los objetivos de conservación debido a la escala del impacto que generan en el ambiente. Por otro lado, existen numerosas actividades productivas que si pueden ser desarrolladas en las AMP, como pesca artesanal o industrias con impactos reducidos, siempre y cuando cumplan con ciertos criterios y requisitos que garanticen la seguridad y el uso sostenible de los recursos. De este modo, vemos que no existe realmente una oposición entre actividades de conservación y productivas como a veces se plantea intentando simplificar la discusión y el problema debe ser discutido en términos de la escala de los impactos que se generen. Por ejemplo en Punta del Diablo, próximo al AMP de Cerro Verde e Islas de la Coronilla, se desarrolla una pesquería de tiburón gatuzo y langostinos. La pesca artesanal tiene varios aspectos positivos, como ser parte de la identidad del pueblo, los peces que captura son consumidos en la zona, aportando a la soberania alimentaria y generando empleo y fuentes de trabajo en el pueblo. Por otro lado, la pesca del langostino con red de arrastre captura otras especies que no son de interés comercial y son devueltas al mar, a veces dañadas o muertas, generando un impacto sobre la biodiversidad. Por lo que se plantea un conflicto. Para solucionar este conflicto, pescadores artesanales y científicos están desarrollando investigaciones conjuntas en el programa ROBIN1 tendientes a reducir la cantidad de especies que son capturadas incidentalmente en esta pesquería, con resultados alentadores. Se desarrolló un prototipo de dispositivo excluidor, que reduce la captura de otras especies en un 75%. Este dispositivo esta siendo mejorado para aplicar en la pesquería de forma rutinaria. De esta manera, vemos que a determinadas escalas, las actividades productivas pueden ser realizadas en las áreas protegidas. Además, las investigaciones conjuntas permitieron conocer aspectos muy relevantes de la biodiversidad marina de esta AMP y describir especies que no eran conocidas para el país, avanzando de una manera significativa en el conocimiento de nuestro acervo natural. Sin embargo, esta riqueza es escasamente conocida y poco valorada por la sociedad en general. El escaso conocimiento de la riqueza por la sociedad es entendible, por las dificultades inherentes que presenta el medio acuático, como la dificultad de respirar debajo del agua, o la visibilidad reducida. Para acercar a la gente esta enorme riqueza que tenemos bajo el agua, se han generado diversas iniciativas de educación ambiental, donde la diversidad es trasmitida de primera mano por los científicos que obtienen la información. Así, se desarrolló una exposición itinerante de diversidad marina que visitó diversos poblados, escuelas y lugares de Rocha. También se realizó una obra de titeres en conjunto con los/as niños/as de la escuela de Barra de Valizas la pesca artesanal tiene varios aspectos positivos, como ser parte de la identidad del pueblo, los peces que captura son consumidos en la zona, aportando a la soberania alimentaria y generando empleo y fuentes de trabajo en el pueblo y diversas charlas de difusión. De esta manera se pretende dar a conocer la diversidad marina, con el objetivo de conocer para querer y cuidar y además reconocer la enorme belleza y riqueza que tenemos en nuestras aguas, ahí nomás, a brazadas de la playa. Leyendas de figuras Figura 1: Esquema representativo de las especies del planeta, donde el ser humano (Homo sapiens) es una más. Tomado de “David M. Hillis, Derrick Zwickl, and Robin Gutell, University of Texas.” Figura 2: Temperatura superficial del mar (SST) en el Océano Atlántico. Detalle de Rocha y sus Áreas Marinas Protegidas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (por Romina Trinchin). Figura 3: Pescadores de Punta del Diablo desembarcando tiburón gatuzo. Una escena típica del lugar y muy codiciada por los turistas. Figura 4: Titeres ejecutados por los/las niños/as en la escuela de Barra de Valizas sobre la pesca artesanal y la biodiversidad marina.