Sr. Jesús de a Torre Laico Misionero Fundada en enero de 1939 por el capuchino Cayetano de Carrocera “Venezuela Misionera” siempre recibiendo savia nueva La revista "Venezuela Misionera" arribó a sus 70 años. Son siete décadas de constancia y dedicación manteniendo siempre el norte trazado desde sus inicios: ser un instrumento de animación misionera y de promoción de la cultura y los derechos de los indígenas. Con este artículo, comenzado en el número pasado, terminamos de contar su historia, su proceso de crecimiento y divulgación, en las últimas tres etapas. En enero de 1983 se inicia la segunda etapa de la revista Venezuela Misionera. El P. Cesáreo que desde 1960 estaba al frente de "Venezuela Misionera" tiene que dejarla por motivos de salud. Así en enero de 1983 arranca una nueva etapa. Durante 70 años ininterrumpidos los frailes capuchinos, quines han caminado de la mano con las comunidades indígenas, han podido plasmar toda esa experiencia misionera en esta revista. SEGUNDA ETAPA (1983-1989 y 1994-2005): Equipo de capuchinos dirige la revista A partir de esa fecha de 1983 se da paso a un equipo integrado por los hermanos capuchinos, Gregorio Alvarez, Adolfo Santos, Julio Lavandero y Adrián Setién, siendo éste último el director y alma de esta publicación. En el año de 1984 se unifican las diversas circunscripciones capuchinas en Venezuela en una sola Viceprovincia, con lo que hay mayor cooperación y mutación en el equipo coordinador de la revista. Como administrador y encargado de la publicidad se mantiene el P. Vicente López. En esta segunda etapa, se pueden percibir variantes sobre todo en el diseño, lo que nos da pie para establecer dentro de la misma diversos momentos. Primer momento (1983-1994): Revista misionera elaborada por misioneros En el primer número de esta segunda etapa el P. Adrián Setién escribía en la editorial: "Con el año 1983, 'Venezuela Misionera' comienza otra etapa de su larga y densa vida./ Fiel a su inspiración inicial: alentar e informar de la tarea Misionera, promover el estudio de las culturas indígenas y servir de puente entre los indígenas y el resto de Venezuela, ha cumplido cuarenta y tres años de existencia.(...) Antes de que la mayoría de los venezolanos -gobernantes, profesionales o gente del pueblo- tomaran en serio las comunidades indígenas, comenzó ese empeño que dura hasta hoy./ Dentro de las personas que han hecho posible toda esta realidad merece destacarse el Padre Cesáreo de Armellada, misionero, historiador, académico, investigador y periodista -entre otras cosas-, ha llevado el peso de las revista durante largos años. Observador de los acontecimientos, trabajador incansable, ha marcado una impronta en la revista. Ahora, voluntariamente, por razones de salud, solicita el relevo. Las fórmulas que pudieran invocarse para expresar el agradecimiento y el reconocimiento están demás, por cuanto él nunca buscó recompensas humanas y tiene bien claro por qué y por quién ha consumido su tiempo y su salud. ¡Dios se lo pague! De cara al futuro, el equipo, que sume la dirección de 'Venezuela Misionera', intenta ser fiel a esa tradición de servicio a nuestros pueblos indígenas: siendo puente entre las culturas nacionales; siendo tribuna donde se oiga la voz del indígena; siendo exponente de la investigación; siendo instrumento de animación misionera; siendo elemento de diálogo entre indigenistas; siendo portavoz de la pastoral misionera del Vaticano II; siendo -en resumen- un pequeño aporte a la causa indígena" (Venezuela Misionera, Nº 512, 1983). En primer lugar se inicia un cambio de estrategia publicacional, al ser ahora un equipo quien la coordina, y no una persona únicamente. Esto permite mayor creatividad y enriquecimiento, aunque también mayor trabajo. La periodicidad de la revista a partir de ahora será bimensual. Asimismo cambia el formato y diagramación. Sus dimensiones serán ampliadas a 28 x 21,5 cms, en impresión offset. La portada será a dos tintas, mientras que el interior de la revista será en blanco y negro. Desde la década de los años '70 la revista disponía del Depósito Legal (pp. 76-0776). Ahora se solicita el Registro de Propiedad Intelectual. Le es concedido por el organismo público competente, asignando a nuestra revista el nº 107.546, apareciendo en cada publicación de 'Venezuela Misionera' a partir de julio de 1984. Etapa en la que se incrementan artículos extensos, publicaciones de documentos y estudios de investigación tanto antropológica como histórica sobre las culturas indígenas. Esta etapa se ve interrumpida a finales de 1989 al pasar la revista a manos de las Obras Misionales Pontificias, que la dirigirán durante cinco años. Segundo momento (1994-1996): Se incorpora colorido y agilidad a la revista A mediados de 1994 un equipo de capuchinos retoma la revista, tras varios años bajo la dirección de las Obras Misionales Pontificias. Asumirá ahora la dirección de la revista, Jesús de la Torre, que manteniendo las dimensiones de esta publicación periódica le incorpora mayor colorido tanto en la portada como en el interior. Así ahora la portada será a full color y las páginas internas a dos tintas. La diagramación es más dinámica, realizada por el mismo director, y los artículos se centran más en relatar entrevistas, algunos trabajos investigativos y difundir las culturas indígenas. Permanece en el cargo Jesús de la Torre hasta mediados de 1996. Desde 1994 nuevamente el P. Vicente López se hacer cargo de la administración de la revista, además de la publicidad. Se comienza a publicar en la imprenta Artes Gráficas Rey, donde se continúa en la actualidad. Tercer momento (1996-2005): Adrián Setién una década más al frente de la revista En 1996 de nuevo asume la coordinación de la revista Adrián Setién. Retoma el contenido de su primera etapa, con predominio de artículos de investigación antropológica sobre la cultura indígena, y artículos históricos, al tiempo que se publican bastantes documentos. Inicialmente continúa con el estilo publicacional del anterior director, incorporando dos tintas a la parte interna de la revista y haciendo una diagramación más ágil. Posteriormente se le da full color a toda la revista, teniendo como diagramador principal a Wilfredo Rojas. En la administración se mantiene el P. Vicente López hasta su fallecimiento en el año 2000, y después se suceden en el cargo diversos formandos capuchinos. Deja Adrián la dirección de la revista a mediados de 2005, que por tanto años había estado al frente de la misma, diseñándola cariñosamente con su experiencia misionera y sus cualidades intelectuales. Esta segunda etapa, con un diseño y contenido más o menos similares, se inicia en 1983 y se prolonga hasta el año 2005 en que hay nueva presentación a full color, con un aprovechamiento de las posibilidades que esto da. Hay que exceptuar de esta segunda etapa el tiempo comprendido desde finales de 1989 hasta mediados de 1994, en que la revista está en manos de las Obras Misionales Pontificias, y que contemplamos como otra etapa. TERCERA ETAPA (1989-1994): Bajo la dirección de las OMP En noviembre-diciembre de 1989 (nº 553) la dirección de la revista pasa a manos de las Obras Misionales Pontificias (OMP), aunque sigue siendo una publicación de los Capuchinos. Están como responsables del nuevo equipo que dirige la revista: el P. Manuel Díaz, junto a Celerino Anciano, Sandro Faedi, Omar Ramos Cordero y Adrián Setién. Como administradores aparecen Eva Lina Velásquez y Clara Elisa Sampedro. El P. Vicente López continúa a cargo de la publicidad. En la editorial de ese primer número a cargo de las OMP se explicaba la nueva situación de la revista y se decía entre otras cosas: "Este es el primer número redactado y dirigido desde las Obras Misionales Pontificias que quieren hacer consciente a la Iglesia Venezolana de su pertenencia a la Iglesia Universal, y cada uno de los bautizados de su vocación misionera./ Progresivamente quieren las Obras Misionales incorporar a las congregaciones misioneras establecidas en el país a las páginas de esta revista. De tal forma que 'Venezuela Misionera' se venga a convertir en un precioso instrumento de información, orientación y estímulos en todo lo que a la vocación cristiana, esencialmente misionera, se refiere" (Venezuela Misionera, Nº 553, 1989). En esta etapa se mantienen las dimensiones de la revista con portada generalmente a dos colores, al igual que la parte interna. La mayoría de los artículos están destinados a dar reportes de comunidades indígenas y eventos misioneros, en forma de pequeñas noticias. Asimismo se recogen experiencias de misioneros en los diversos rincones del mundo, y se incentiva la animación misionera. Así se mantiene "Venezuela Misionera" en manos de las Obras Misionales Pontificias hasta mediados del año 1994, en que un equipo de capuchinos, con Jesús de la Torre, a la cabeza, reasume la revista. Es entonces cuando las Obras Misionales Pontificias crean una revista propia llamada "Misión hoy", que será también su órgano oficial. CUARTA ETAPA: (2005 -2009) Nueva imagen y nuevo diseño Es el período de cambio de imagen y diseño que se inicia en el 2005, se mantienen las dimensiones del formato que presenta de 1983, aunque se propone un diseño más atractivo que favorece su publicación a color. Además, la fotografía comienza a destacarse en relación al texto. Por otra parte, se subvenciona la revista mediante suscripciones, ventas y ayudas económicas del exterior, por lo cual carece de publicidad de en sus páginas. Esta etapa transcurre hasta la actualidad, presentándose los artículos en secciones establecidas que se logran hacer gracias al equipo de redactores y colaboradores. Dichas secciones están creadas para organizar las informaciones por temas y facilitar su ubicación y lectura. Así podemos encontrar: Anuncio Misionero: Está dividida en dos partes. La primera dedicada a informar sobre noticias y acontecimientos misioneros a nivel nacional e internacional, procurando sean de corte informativo. La segunda parte (distinguida siempre por un recuadro marrón) recoge algún documento eclesial o el comentario del mismo, con un sentido catequético y pastoral. Cultura o Devoción: Esta sección suele tener alguno de estos dos nombres, dependiendo de la prioridad del artículo que queremos publicar. En el primer caso sobre alguna información referente a las culturas indígenas en nuestro país o cualquier otra parte de Latinoamérica. En el segundo caso un tema de orientación pastoral sobre alguna devoción propia de nuestro catolicismo popular. Suplemento: Ubicado en el centro de la revista, constituye el tema central de la publicación. Suele ser desarrollado ampliamente, abarcando el tema en varias partes dentro de la misma sección. Por su amplio espacio es ideal para profundizar en el tema, logrando obtener una información bastante detallada. Se distingue por tener otro tipo de diagramación dentro de la misma revista. Historia: Esta sección trata de rememorar algún acontecimiento misionero o alguna historia real protagonizada por una o varias personas que, desde su experiencia de encuentro con Dios y con el hermano, prolongan el mensaje de Jesús en nuestro mundo. Fr. Cayetano de Carrocera, fundador de la revista Venezuela Misionera y su director por más de 16 años. Evangelio: Jesús es Evangelio, es decir, Buena Noticia, es por eso que aquí siempre encontraremos algún hecho importante desde la luz del Espíritu Santo, con alguna trascendencia ejemplar, que anime al lector en su vivencia de fe y esperanza cristianas. Testimonio: Recogemos innumerables experiencias de hombres y mujeres comprometidos con el Evangelio en diferentes ambientes de la sociedad. Suelen ser a modo de entrevistas o a través de relatos de testimonios personales. Asimismo, la dirección es asumida por Fr. Ernesto Romero, conjuntamente con Fr. Richard Mora, encargado de la diagramación y el montaje. Cuenta igualmente con un equipo redaccional. La Revista Venezuela Misionera sigue planteándose nuevos proyectos comunicacionales que le permitan cumplir eficazmente su rol de medio de divulgación y difusión de las culturas indígenas, y sus derechos, así como la animación misionera en nuestro país. Deje su comentario Comentario por CESAR HILDERS | 29-03-2013 EXCELENTE TRABAJO AMIGOS. De no ser por ustedes, los Barí habrían desaparecido hace mucho.Los felicito. Deseo que me manden material pues dirijo una radio en Guanta-Anzoátegui y deseo difundir sus actividades. Saludos Volver Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)