EL PARA SO EN LA TIERRA

EL PARAÍSO EN LA TIERRA.
¿Es posible lograrlo? … ¡SÍ!.
¡Sí!, si aceptas lo que te trae la Vida día a día.
¡Sí!, si sabes ver todo lo bello, bueno y verdadero en tu diario vivir …
¡Sí!, si te enamoras de todo lo que haces y que antes detestabas.
¡Sí!, si ves lo bendecido que eres al poder hacerlo..
¡Sí!, si a eso lo agradeces permanentemente, mientras sonríes dulcemente.
¡Sí!, si disfrutas de todo lo que te ofrecen los Reinos de la Naturaleza, desde una piedra, un árbol,
un pájaro.
¡Sí!, si encuentras belleza en un día de sol, como en uno nublado.
¡Sí!, si te maravillas ante una dulce puesta de sol y ante un esplendoroso amanecer.
¡Sí!, si agradeces lo que te trae el día que nace y lo que te dejó el que se va.
¡Sí!, si el canto de un pájaro conmueve a tu corazón.
¡Sí!, si te emociona un cielo estrellado y las luciérnagas te recuerdan tu lejana niñez, llenándote de
agradecimiento a la Vida.
¡Sí!, si mientras contemplas el Cielo y viajas con las nubes y los pájaros que lo surcan, llevándote
muy cerca de Dios.
¡Sí!, si el susurro del agua de un arroyo te llena de paz.
¡Sí!, si ver un arco iris te hace cantar el corazón de alegría y tus ojos se abren de asombro como
cuando eras niño.
¡Sí!, si eres capaz de desnudarte para que la lluvia bañe tu cuerpo mientras te regocijas como un
niño libre de inhibiciones, no importa tu edad.
¡Sí!, si sigues disfrutando de los cuentos clásicos y te encanta escuchar La Barcarola.
¡Sí!, si ves la belleza en todo lo que te roda y en todos los seres con los que convives.
¡Sí!, si ves en cada uno de ellos un hijo de Dios, como lo eres tú.
¡Sí!, si estás lleno de pensamientos de amor, de compasión, paz, tolerancia, flexibilidad, perdón,
que anidan en tu corazón y llenan tu vida de alegría y abundancia que puedes dar a manos
llenas.¡Sí!, si la alegría que irradias contagia a los demás dándoles energía en momentos duros o de
gran tristeza.
¡Sí!, si puedes ser agradecido a Dios por las experiencias difíciles que tienes que pasar en este
transitar por la Vida.
¡Sí!, si dejas todo en manos de Dios y aceptas Su voluntad con alegría confiando que Él sabe qué es
lo mejor para ti.
¡Sí!, si escuchas a tu corazón y dejas que el gobierne tu vida, pues él no se equivoca.
¡Sí!, si al contemplar el azul del Cielo, sueñas con un mundo de amor, donde todos nos veamos
como hermanos que somos.
¡Sí!, si la brisa que te acaricia, sientes que te susurra dulcemente y puedes ver la belleza en el
esplendor de los colores y formas y tan perfectas dadas por el Gran Creador.
¡Sí!, si a los verdes campos los contemplas como a ríos de Vida que brotan de la Madre Tierra.
¡Sí!. Si eres capaz de disfrutar con tus pies descalzos de la frescura de la gramilla, y descubres en
ella las preciosas florecillas que la adornan.
¡Sí!, si respetas todo lo creado, porque sabes que todo forma parte de ti, porque estás formado por
los tres Reinos de la Naturaleza.
¡Sí!, si eres capaz de aquietarte y escuchar el silencio, porque estás en paz contigo mismo.
Entonces ¡VIVES EN EL PARAÍSO!, ¡LO CONSTRUÍSTE TÚ! con tus actos, pensamientos y
palabras. ¡ESTÁ DENTRO DE TI!
En él vives y tal vez no te has dado cuenta; se conciente de ello y ayuda a construirlo.
EL PARAÍSO ES UN ESTADO MENTAL.
¡QUÉ FELICES SEREMOS CUANDO TODOS LO LOGREMOS!
Hortelia Díaz. Florida, Uruguay