Se adjunta la denuncia

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FORMULA DENUNCIA.- OFRECE PRUEBAS.Al Señor Presidente del
Consejo de la Magistratura de la Nación
Carlos Marcelo Comi, de Nacionalidad Argentina, Diputado de
la Nación, con domicilio real en la Provincia de Santa Fe,
constituyendo
domicilio legal en calle Riobamba Nº 25, Piso 13, Of. 1321 de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, a Ud. respetuosamente me presento y digo:
I. OBJETO.
Que vengo a radicar denuncia por mal desempeño en sus
deberes y funciones contra los Dres. Pablo Laufer; Luis Fernando Niño; y
Patricia Gabriela Mallo, integrantes del Tribunal Oral en lo criminal Nº 20 de la
Capital Federal, sito en calle ……..-
La presente denuncia se vincula con la causa judicial Nro. 3562
seguida al Sr. Eduardo Arturo Vásquez por el Tribunal Oral en lo criminal Nº 20
de Capital Federal y se sustenta en lo previsto en los arts. 114 inc. 5, y 115 de
la CN, así como en el art 14 de la Ley 24.937 (modificada por las leyes 24939,
25669, 25867 y 26080) en sus incisos 5 y 7. Todo ello a los fines de que el
Consejo de la Magistratura proceda a acusar ante el jurado de enjuiciamiento
de magistrados a los jueces denunciados para que oportunamente sean
sancionados en mérito a las consideraciones de hecho y de derecho que a
continuación se pasa a exponer.
II. HECHOS.
A partir de recientes trascendidos periodísticos se ha podido
saber de la existencia de permisos de salidas transitorias de las que gozan
personas que se encuentran privadas de su libertad en cumplimiento de
condenas judiciales o procesados por graves delitos y que las obtienen para
participar en eventos de proselitismo político organizados por la agrupación
oficialista
denominada
“Vatayón
Militante”
organizadas,
gestionadas
y
promovidas desde el mismo Servicio Penitenciario Federal a través de su
Titular, el Dr. Víctor Hortel.
Más allá de la responsabilidad que pueda caberles a los
funcionarios públicos del Servicio Penitenciario Federal, -circunstancia
que se encuentra en plena etapa de investigación judicial a
partir de una denuncia que presentáramos al respecto y que
se encuentra radicada en el Juzgado Federal Nº 2 de Capital
Federal -, lo cierto es que estas salidas transitorias de presos que fueron en
todos los casos disfrazadas o encubiertas bajo el concepto de “salidas
culturales”, fueron autorizadas por los jueces penales competentes a solicitud
del Servicio Penitenciario Federal sin mediar las rigurosas condiciones que
establece la ley de ejecución penal para su procedencia y además con una
periodicidad y frecuencia que debiera haber llamado la atención del más
despreocupado o descuidado de los magistrados.
En efecto, el Sr. Eduardo Arturo Vásquez, recientemente
condenado a pena privativa de libertad por el delito del homicidio de la Sra.
Wanda Taddei, ha gozado a instancias del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 20
de Capital Federal, de cinco salidas del penal en los últimos ocho meses, de
las cuales tres han sido a otros centros de detención y dos salidas transitorias
extramuros, consintiendo éstas últimas los supuestos más inquietantes.
Luego del alto impacto que tuvo la noticia en la sociedad, el
mismo Tribunal Oral en lo Criminal Nº 20, se encontró en la obligación de emitir
su comunicado de fecha 31 de Julio de 2012, donde entre otras cosas admite
públicamente haber autorizado al Sr. Vásquez a salir de la cárcel en cinco
oportunidades.
Sostiene textualmente el comunicado. “…En el primero de
ellos, con motivo de las actividades culturales mencionadas en el Memorando
573/11 de la Dirección Nacional del Régimen Correccional del Servicio
Penitenciario Federal y a partir del informe confeccionado por la División
Educación de Complejo Penitenciario Federal Nro. 1 (Ezeiza) y requerido por el
Jefe del Departamento Judicial de dicho centro carcelario mediante nota
7038/2011, se autorizó la participación de Vásquez en el evento cultural a
realizarse por la agrupación “Vatayón Militante”, en el local “El Argentinazo” sito
en Av. Corrientes 6257 de esta ciudad, el 25 de noviembre de 2011, quedando
bajo exclusiva responsabilidad del Director del mencionado Complejo el
mantenimiento de la seguridad y custodia del nombrado, debiendo reintegrar al
mismo a su lugar de alojamiento una vez finalizado el evento. El segundo
traslado, vinculado a la participación de Vásquez, el 13 de enero de 2012, en el
encuentro de talleres de extensión cultural a desarrollarse junto con la
agrupación “Vatayón Militante” en el Complejo Penitenciario Federal Nro. II
(Marcos Paz), fue autorizado por el Tribunal de Feria Nro. 3. La solicitud
obedeció al requerimiento formulado mediante Nota 530/12 de la Dirección de
Judicial (Dirección de Secretaría) del Servicio Penitenciario Federal (S.P.F.) en
cumplimiento de las directivas impartidas mediante Memorando 35/11 de la
Dirección Nacional del Régimen Correccional. El tercer traslado, autorizado por
éste Tribunal con motivo del requerimiento efectuado mediante Nota Nro.
806/2012 del Departamento Judicial del C.P.F. I (vinculada al Memorando
20/2012 de la Dirección Principal de Trato y Tratamiento del S.P.F.), fue para
que Eduardo Vásquez, como integrante del grupo musical de su unidad de
alojamiento, participara el 6 de junio de 2012 del evento realizado en el
Complejo Penitenciario Federal IV con motivo del 34º aniversario de ese
establecimiento, el 1º aniversario del Centro de Rehabilitación para
Drogadependientes “Beata Madre Teresa de Calcuta” y el 17º aniversario del
inicio de actividades del C.R.D. La cuarta remisión, también autorizada por éste
órgano colegiado, con motivo de la Nota 5603/2012 del Departamento Judicial
del C.P.F. I, fue para que Vásquez fuera trasladado, el 24 de junio de 2012, a la
Academia Superior de Estudios Penitenciarios “Roberto Pettinato”, para
participar en la "29 Feria de Trabajo, Arte y Cultura" impulsada y promovida por
la Dirección General de Régimen Correccional y el Ente de Cooperación
Técnica y Financiera. Resulta de obviedad reiterar que quedó bajo exclusiva
responsabilidad del Director del mencionado Complejo el mantenimiento de la
seguridad y custodia del nombrado, debiendo reintegrarse al mismo, a su lugar
de alojamiento, una vez finalizado el evento. Finalmente, con motivo de Nota
(sin número) del Departamento Judicial del C.P.F. I y de la Nota 10.683 de la
Dirección de Judicial del S.P.F. (que refiere a la Resolución Nro. 1127/12 de la
Dirección Nacional del Régimen Correccional) se autorizó el traslado del
encartado, el 29 de junio de 2012, al Complejo Penitenciario Federal de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires para participar en el “Festival de Rock” a
realizarse en dicho establecimiento…”
Este mismo Tribunal es el que condenó al Sr. Vasquez en
fecha 15 de Junio de 2012 a la pena de 18 años de prisión por el homicidio de
la Sra. Wanda Taddei.
No obstante ello, y en las propias palabras del Tribunal queda
claro que Vasquez fue autorizado cinco veces en menos de ocho meses a salir
de la cárcel de Ezeiza. Fue autorizado a gozar de los beneficios de un instituto
que se encuentra evidentemente diseñado para otros fines y que funciona con
estrictos requisitos y supuestos legales que decididamente se descubren
ausentes en el caso en examen.
Patente y palmaria resulta la ligereza del Tribunal que en tales
circunstancias otorga inclusive los últimos tres permisos de salidas con una
frecuencia y periodicidad alarmante. Los días 6, 24 y 29 … ¡todos del mes de
Junio de 2012¡. A escasos días de haber dictado una grave sentencia
condenatoria.
Como es de conocimiento de ese Consejo de la Magistratura,
todo el sistema de traslados y salidas transitorias de presos se encuentra
regulado en la ley Nacional Nº 24.660 de ejecución penal.
En esta idea, deberá tenerse presente en todo momento que
los arts. 16 y 17 de la ley 24.660 son los que establecen los taxativos requisitos
que deben cumplirse para el otorgamiento de las salidas transitorias. Debemos
inclusive sostener que ninguno de los supuestos tratados legalmente parecen
habilitar traslados o salidas transitorias para fines de proselitismo político. En
tal sentido equiparar las actividades políticas con actividades “culturales”
parece en el mejor de los casos un error de concepto.
Resulta también útil señalar que hasta donde nos consta,
tampoco existe en la normativa legal en vigencia, posibilidad de obtener algún
beneficio de “traslado” por fuera de las especialísimas circunstancias que tratan
distintos supuestos contemplados en el art. 496 del CPPN o en la misma ley
24.660 en sus arts. 147, 148, 166 y 187 con las formalidades señaladas en sus
arts. 71, 72 y 73. Ninguno contempla supuestos de obtener permisos de
traslados o salidas a los fines de participar de “eventos culturales”.
Y señalamos esto pues es de inusitada gravedad que los
requisitos legales que fijan las normas no hayan sido advertidos en el doble
control que se realiza previo a la autorización de la medida. Uno Administrativo
a través del Director del Establecimiento carcelario en función del art. 18 de la
ley 24.660 –Circunstancia que se investiga judicialmente a
partir
de
la
denuncia
pertinente
impetrada
por
nuestra
parte- ; el otro por parte del juez competente a cargo del control del
cumplimiento efectivo de la condena y autorizante final y último del beneficio
que en nuestro caso resultó ser el Tribunal Oral Nº 20.
En efecto, adviértase que según el art. 18 de la ley 24.660 en
un primer momento es precisamente el Director del Establecimiento carcelario
el que debe solicitar al Juez de ejecución penal, por medio de una
RESOLUCIÓN FUNDADA, la solicitud de la concesión de la salida transitoria.
La norma dice que el Director debe “fundamentar” el pedido de salida.
Posteriormente es el juez penal competente (Art. 19 ley 24.660) el que debe
otorgar o denegar dicho pedido en función no sólo del cumplimiento de los
requisitos positivos y taxativamente normados a lo largo de la ley 24.660, sino
que obviamente deberá asimismo evaluar si los “fundamentos” esgrimidos por
la dirección de la institución carcelaria para solicitar el traslado o la salida
transitoria del interno, guardan relación, se vinculan o resultan en un beneficio
para el reo y para el particular y preciso fin para el cual ha sido creado el
instituto: es decir la incorporación paulatina del reo a la sociedad evitándole un
reingreso abrupto o violento en momentos en que se encuentran cercanas las
condiciones que permitirán otorgarle la plena libertad por el cumplimiento de su
condena.
Aquí reside lo grave, pues a pocos días de condenado el Sr.
Vásquez a una larga pena privativa de libertad, es a todas luces imposible
justificar estas salidas transitorias pretendiendo ligarla bajo el argumento de
una reinserción paulatina del reo a la vida en libertad.
Precisamente porque Vásquez ha cumplido hasta el momento
una mínima parte de la condena que le fuera impuesta, con lo cual se
encuentra evidentemente muy lejana la posibilidad material y legal de poder
obtener en términos de relativa proximidad su pleno estado de libertad.
Decimos que es doblemente grave. Y lo es porque es
obligación de la Dirección del establecimiento penitenciario velar por la efectiva
reinserción social de los reos bajo su custodia mediante el estricto
cumplimiento de las condiciones legales creadas al efecto.
Solicitar salidas o traslados y otorgarlas o autorizarlas sin
adecuados fundamentos o con fundamentos improcedentes y ajenos a la
finalidad misma que persigue el instituto de las salidas transitorias o los
especialísimos supuestos de traslados, es todo un exceso que derrama sus
nocivos efectos tanto sobre el mismo reo que pretende beneficiar, como sobre
la misma sociedad que observa impávida el bochornoso ejemplo del modo con
el cual se cumplen las penas impuestas por los tribunales del país.
Es muy grave además, porque no sólo han faltado a sus
obligaciones los Funcionarios Públicos con responsabilidad del Servicio
Penitenciario Federal, sino que además fracasó la intervención judicial que
permitió gracias a un control absolutamente superfluo, rutinario, laxo o
superfluo, la salida de un interno del Servicio penitenciario Federal en
condiciones o supuestos legales que no se encuentran autorizados legalmente
en las normas vigentes, todo lo cual permite inferir que el grave acontecimiento
sólo ha sido posible gracias a un mal desempeño en los magistrados que han
autorizado estas salidas o traslados, lo que así hemos denunciado a los fines
de su debida sanción.
III. Los Supuestos de “Traslados” de condenados y
procesados.
Los supuestos legales que permiten obtener traslados de
internos son bien excepcionales y en general son aplicables tanto a procesados
como a condenados.
Son supuestos harto justificados, donde la razonabilidad de la
medida es absolutamente clara y manifiesta, ajena a cualquier duda o
interpretación como por ejemplo el ser trasladado para declarar ante el Juez de
la causa.
Todos los casos se vinculan con supuestos enumerados
específica y taxativamente en la ley de ejecución penal para los condenados y
en el Decreto 303/96 para los procesados. Entendemos que no existen otros
supuestos que permitan la salida de los internos de los penales en condiciones
de legalidad.
Y al respecto creemos que ambas normas son muy claras y no
dejan margen para la duda.
Tratándose de traslados, solo algunas muy particulares
circunstancias lo habilitan, permitiendo por ejemplo su traslado a centros de
atención médica para su debida atención (Art. 147, 148 ley 24.660, 86 Dec.
303/96); o en caso de enfermedad o accidente grave o fallecimiento de
familiares o allegados con derecho a visita o correspondencia, para cumplir con
sus deberes morales (Art. 166 Ley 24.660; Art. 110 Dec. 303/96, Art. 496
C.P.P.N.); o en caso de estudios para trasladarse a rendir un examen de
carrera o de estudios (Art. 114 2º párrafo Dec. 303/96).
Adviértase que ni siquiera para VOTAR se les concede el
derecho o el beneficio a un traslado. Véase al respecto que la ley 25.858 que
incorpora el art. 3 bis al Código Electoral establece que tanto para los
procesados como para los condenados, la Cámara Nacional Electoral debe
habilitar mesas de votación en cada uno de los establecimientos de detención y
designar a sus autoridades electorales a los fines de poder permitir el sufragio
de los internos.
Por todo esto es que decimos que no existe posibilidad jurídica
de obtener “traslados” por fuera de estos muy especiales supuestos que han
sido enumerados precedentemente, y sostenemos que los magistrados que así
lo otorgan incurren en un evidente mal desempeño de sus funciones.
Aunque es toda una obviedad, debemos aclarar pues
precisamente bajo ese argumento se otorgaron las salidas o traslados al Sr.
Vásquez, que no existen ni están tratadas en la ley ni en los decretos
reglamentarios, los supuestos que habiliten a obtener “traslados con fines
culturales”, resultando el supuesto más cercano que podemos encontrar en la
legislación vigente el de obtener un permiso de traslado para ir a rendir un
examen por estar cursando estudios.
Por esto es que decimos que si a las salidas por parte de
Vásquez, pretenden introducírselas a la categoría de “traslados”, los mismos
han sido otorgados en base a circunstancias fácticas absolutamente ajenas a
los supuestos legalmente procedentes para su otorgamiento en virtud de la
legislación vigente, todo lo cual genera forzosamente responsabilidad en cada
uno de los magistrados que lo han autorizado y permite sin lugar a dudas
considerarlos incursos en mal desempeño de sus funciones.
IV. Los Supuestos de “Salidas Transitorias” de procesados
o condenados.
En primer lugar, y como el Sr. Vásquez ha recibido los
beneficios de salidas o traslados con anterioridad a recibir condena, conviene
señalar que el régimen de los procesados en principio no está sometido al
mismo régimen que los condenados, a excepción del disciplinario, salvo que
soliciten incorporarse al régimen de penado voluntario.
Solo en caso de hacerlo así, podrán acceder antes a los
beneficios de la progresividad del régimen de ejecución de la pena y avanzar
en sus distintas etapas pero sin poder gozar en ningún caso de los
beneficios de salidas transitorias, o libertad condicional o asistida por aplicación
del impedimento legal que contienen los arts. 5 del Decreto 396/99 y 37 del
Decreto 303/96.
Esto conviene dejarlo en claro pues creemos que jurídicamente
no existe posibilidad de otorgar una salida transitoria a un procesado.
En efecto dispone el art 5 del Dec. 396/97 “La progresividad del
régimen penitenciarlo en todos sus períodos o fases, sólo es aplicable a los
condenados con sentencia firme y a los procesados que se hayan incorporado
a la Ejecución Anticipada Voluntaria prevista en el Título IV del Reglamento
General de Procesados, aprobado por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional N°
303 del 26 de marzo de 1996, con la limitación prevista en su artículo 37.”
Por su parte el art. 37 del Dec. 303/96 dice: “Mientras no
recaiga sentencia condenatoria firme, el procesado podrá ser promovido sólo
hasta la última fase del período de tratamiento de la progresividad del régimen
de ejecución de la pena.”
Tratándose de las condiciones que deben darse para la
obtención de salidas transitorias, se aplica la ley 24.660 y el Decreto 396/99.
En efecto, como dijéramos anteriormente, son los arts. 16 y 17
de la ley 24.660 los que establecen los taxativos requisitos que deben
cumplirse para el otorgamiento de las salidas transitorias. Debemos inclusive
sostener que ninguno de los supuestos tratados legalmente parecen habilitar
salidas transitorias para fines de proselitismo político. En tal sentido equiparar
las actividades políticas con actividades “culturales” parece en el mejor de los
casos un error de concepto.
Dicen las citadas normas.
“ARTICULO 16. — Las salidas transitorias, según la duración acordada, el
motivo que las fundamente y el nivel de confianza que se adopte, podrán ser:
I. Por el tiempo:
a) Salidas hasta doce horas;
b) Salidas hasta 24 horas;
c) Salidas, en casos excepcionales, hasta setenta y dos horas.
II. Por el motivo:
a) Para afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales;
b) Para cursar estudios de educación general básica, polimodal, superior,
profesional y académica de grado o de los regímenes especiales previstos en
la legislación vigente;
c) Para participar en programas específicos de prelibertad ante la inminencia
del egreso por libertad condicional, asistida o por agotamiento de condena.
III. Por el nivel de confianza:
a) Acompañado por un empleado que en ningún caso irá uniformado;
b) Confiado a la tuición de un familiar o persona responsable;
c) Bajo palabra de honor.
Sres. Miembros del Consejo de la Magistratura, la ley de
Ejecución Penal es clara y no deja mucho margen de libertad para
interpretaciones erróneas.
Las únicas situaciones o recaudos legales que permiten y
justifican la concesión del “beneficio - derecho” de la Salida Transitoria son –
dice la propia norma en el ap. II del art. 16 L. 24.660- 1)
Para afianzar lazos familiares o sociales, 2) Para cursar estudios o 3) Para
asistir a un programa especifico de pre-libertad por estar cercana la posibilidad
de egreso por la probable obtención de libertad condicional, asistida o
cumplimiento de condena. No hay otros supuestos legales admitidos.
Pero además de estos recaudos, deben darse los requisitos
que establecen los arts. 17 de la ley 24.660 y el 34 del Decreto 396/99.
Dicen los mismos.
“ARTICULO 17. — Para la concesión de las salidas transitorias o la
incorporación al régimen de la semilibertad se requiere:
I. Estar comprendido en alguno de los siguientes tiempos mínimos de
ejecución:
a) Pena temporal sin la accesoria del artículo 52 del Código Penal: la mitad de
la condena;
b) Penas perpetuas sin la accesoria del artículo 52 del Código Penal: quince
años;
c) Accesoria del artículo 52 del Código Penal, cumplida la pena: 3 años.
II. No tener causa abierta donde interese su detención u otra condena
pendiente.
III. Poseer conducta ejemplar o el grado máximo susceptible de ser alcanzado
según el tiempo de internación.
IV. Merecer, del organismo técnico-criminológico y del consejo correccional del
establecimiento, concepto favorable respecto de su evolución y sobre el efecto
beneficioso que las salidas o el régimen de semilibertad puedan tener para el
futuro personal, familiar y social del condenado.”
“ARTICULO 34. — Para que el interno se encuentre en condiciones legales y
reglamentarias de ser incorporado a Salidas Transitorias o al Régimen de
Semilibertad, deberá reunir, previamente, la totalidad de los requisitos que se
enumeran:
a) Encontrarse en el Período de Prueba;
b) Haber cumplido el tiempo mínimo de ejecución de la pena según el artículo
17 de la LEY Nº 24.660;
c) No tener causa abierta donde interese su detención u otra condena
pendiente;
d) Poseer conducta Ejemplar;
e) Merecer del Servicio Criminológico y del Consejo Correccional del
establecimiento concepto favorable respecto de su evolución y sobre el efecto
beneficioso que las Salidas Transitorias o el Régimen de Semilibertad puedan
tener para el futuro personal, familiar y social del interno;
f) Ser propuesto al Juez de Ejecución por el Director del establecimiento
mediante resolución fundada, a la que acompañará lo requerido en el artículo
18, incisos a), b) y c) de la LEY Nº 24.660.
Es decir, resulta claro que Vasquez debió haber cumplido la
mitad de la pena aplicada o, en caso de haber sido condenado a prisión
perpetua, debió haber cumplido 15 años de prisión (Art. 17 L. 24.660).
Cabe agregar, por último, que el detenido se debe encontrar,
obligatoriamente, dentro del “Periodo de Prueba” que fija el Régimen
Penitenciario (Art. 15 L. 24.660 y Art. 34 inc. a Dec. 396/99), de lo contrario
jamás puede acceder al derecho de la Salida Transitoria.
Si bien existe alguna discusión doctrinaria respecto a si las
salidas transitorias son un derecho o un beneficio, lo cierto es que, cumplidos
que fueren los requisitos legales que establecen las normas, la salida se otorga
al interno.
Todo el sistema se basa en la autodisciplina y la confianza y en
la idea general que el interno debe ir paulatinamente tomando contacto con la
sociedad a la cual será devuelto en un momento cercano de tiempo por tener
cumplida gran parte de su condena privativa de libertad.
Ello garantizará humanitariamente un reingreso social del reo
de forma paulatina, evitándole las indeseables consecuencias de un reingreso
social abrupto y violento.
Nada cuestionable en la construcción teórica del instituto.
Son en todo caso los ejecutores de estas medidas los que
deben garantizar que efectivamente las mismas se utilicen mediante un estricto
control de los requisitos que las habilitan y así cumplan el preciso fin para el
cual han sido ideadas.
Por consiguiente, resulta jurídica y políticamente inadmisible
que se permita la salida de detenidos (condenados o procesados) que no
cumplan con los requisitos legales exigidos por el ordenamiento jurídico.
Resulta más inaceptable todavía por el inevitable matiz político
que ha acompañado a la justificación de estas salidas o traslados, puesto que
la única realidad indica que ciertos presos recibieron trato privilegiado y fueron
beneficiados mediante la incorrecta aplicación de normas que han sido creadas
e ideadas para consagrar un derecho que se merecen en otros supuestos y
que sin dudas se ha obtenido por la única razón de pertenecer al privilegiado
grupo de presos distinguidos con el favor de una agrupación política que elige
maliciosamente a los más famosos de los referentes de un pabellón con
evidentes ánimos de proselitismo político y que desnuda una clara
discriminación hacia los demás reclusos que no son tan famosos o conocidos o
que no comparten su misma idiosincrasia o pertenencia política.
Entendemos que la tan mencionada reinserción social de los
condenados, se logra a partir de una política criminológica clara y sensata,
llevada a la práctica por un Servicio Penitenciario Federal comprometido en un
trabajo criminológico serio, juicioso y responsable.
Todo este esfuerzo debe realizarse dentro de las cárceles
durante las 24 hs. del día, los siete días de la semana, con una adecuada
educación de los internos, ocupándolos en tareas laborales dignas,
asignándoles un espacio físico decoroso, con una alimentación adecuada,
velando por su asistencia psicológica y médica, promoviendo el deporte, el
sano esparcimiento dentro del penal, las lecturas y formación en bibliotecas
dentro de la carcel, asegurando asistencia espiritual a través de la práctica de
su religión y muchas otras actividades que evidentemente se encuentran muy
alejadas de pretender obtener una reinserción social a través de las fugaces
asistencias a actos políticos partidarios con espíritu festivo.
Es ese Consejo de la Magistratura el que debe indagar
seriamente sobre las presuntas responsabilidades de los magistrados por los
otorgamientos indebidos de permisos de salidas transitorias que contrariaron
todos los recaudos que prevé la ley Nº 24.660 y la legislación aplicable.
Ponemos así formalmente en conocimiento de ese Consejo los
hechos relatados, resultando claramente de su lectura la particular gravedad de
las circunstancias narradas que sin lugar a dudas merece la inmediata
acusación ante el jurado de enjuiciamiento por la causal de mal desempeño de
los jueces que integral el Tribunal Oral Nº 20 de Capital Federal, lo que así
solicitamos.
V. Prueba.
V.1 – Informativa Solicito se oficie:
a- Al Centro de Detención de la cárcel de Ezeiza, y asimismo
al Servicio Penitenciario Federal a los fines que: 1) Remita copia certificada de
los pedidos formales con los fundamentos que permitieron solicitar al Tribunal
Oral Nº 20 de Capital Federal, la autorización de las salidas transitorias del Sr.
Eduardo Arturo Vasquez. 2) Que informe en cuantas oportunidades el Sr.
Eduardo Arturo Vásquez ha gozado de salidas transitorias dando cuenta de
fechas, y motivos que las fundamentaron. 3) Informe y remita todos los pedidos
de autorización de salidas transitorias efectuadas al Tribunal Oral Criminal Nº
20 de Capital Federal durante los años 2011 y 2012.
b- Al Tribunal Oral Nº 20 de Capital Federal a los fines que
informe si en alguna oportunidad autorizó al Sr. Vasquez a gozar de salidas
transitorias en el marco de la causa seguida en su contra caratulada “Eduardo
Arturo Vasquez s/ Homicidio – Víctima: Taddei Wanda.” En caso afirmativo,
informe fechas y motivos que la fundamentaron, y remita asimismo copia
certificada de las autorizaciones y del auto o resolución judicial que así lo
autorizó.
V.2 - Documental.
a) Adjuntamos copia de publicaciones periodísticas referidas a
los hechos objeto de esta denuncia.
VI. Petitorio.
Por lo expuesto solicito.
1) Se tenga por presentada denuncia por mal desempeño de
sus funciones contra los integrantes del Tribunal Oral Nº 20 de Capital Federal,
Dres. Pablo Laufer; Luis Fernando Niño; y Patricia Gabriela Mallo, y se
disponga y sustancien las medidas necesarias para el esclarecimiento de los
hechos.
2) Proceda el Consejo a acusar a los magistrados ante el
jurado de enjuiciamiento por mal desempeño de sus funciones.
3) Oportunamente
de
comprobarse
el
mismo
sean
debidamente sancionados.
ES JUSTICIA.-
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