Aprendiendo a controlar bien el asma Un asma mal controlado interfiere en las actividades cotidianas y en la calidad de vida del niño. Siguiendo unas medidas sencillas y los consejos del médico, se puede mantener fácilmente la enfermedad bajo control. ¿Cómo se sabe si el asma está bien controlado? El asma está bien controlado si le permite al niño llevar una vida normal, sin que los síntomas causen molestias e interfieran en sus actividades cotidianas. Es decir, el asma estará bien controlado cuando: No se notan o se perciben poco los síntomas respiratorios y, en concreto, no hay despertares nocturnos debidos al asma. No sufre crisis asmáticas o episodios de tos y sibilancias recurrentes. Su estado no exige la hospitalización en un servicio de urgencias ni consultas imprevistas. Sus necesidades de tratamiento de rescate con el broncodilatador de acción rápida son mínimas. No sufre molestias durante las actividades físicas, ni siquiera al realizar un esfuerzo. Su función respiratoria es normal. Tolera bien los medicamentos prescritos para el control del asma. ¿Cómo se mantiene el control? Para mantener el control del asma, se deben respetar algunas medidas sencillas: El niño debe tomar habitualmente el tratamiento de control del asma prescrito por el médico sin interrupciones. Deberán evitarse los alérgenos a los que pueda ser sensible. Como norma general: airear bien el hogar, pasar frecuentemente la aspiradora en la habitación, lavar a menudo los visillos, las cortinas, los tapices, limpiar los revestimientos de las paredes y evitar la compañía de animales domésticos. En casos de asma polínico: evitar salidas al campo si no es imprescindible durante el periodo de polinización. Evitar el humo del tabaco y los ambientes cargados de humo. El niño o los padres deben aprender a detectar los signos que anuncian una crisis (frecuentemente tos espasmódica que precede la aparición de las sibilancias o pitos). Empleo precoz de broncodilatadores de acción corta ante la aparición de dichos signos premonitorios. En caso de niños con asma o disnea por ejercicio: Realizar calentamientos antes de hacer deporte y evitar practicarlo al aire libre en caso de temperaturas muy bajas o de un pico alto de contaminación. Tener siempre disponible el tratamiento brocodilatador de rescate ¿Cómo se mejora el control? Hay que conocer bien las razones que pueden desencadenar las crisis. Las pruebas alérgicas ayudarán a determinar los posibles alérgenos responsables y conociéndolos, prevenir otras crisis. No obstante, debe tenerse en cuenta que existen otros factores además de los alergenos que pueden desencadenar el asma, como el ejercicio físico, las infecciones víricas respiratorias, los cambios climáticos e incluso el stress emocional. Los padres y el propio niño deben aprender a reconocer estos factores desencadenantes para prevenir la aparición de las crisis. Es conveniente disponer del tratamiento de emergencia (broncodilatador de acción rápida) y tomar diariamente el tratamiento de control sin interrupciones, incluso cuando el niño se encuentra bien.