Produce For a Better Health Foundation (Fundación de Frutas y Verduras para una Mejor Salud) Dieta Baja en Carbohidratos Temas de Discusión Hay una abrumadora cantidad de evidencia científica que sustenta la relación entre la ingesta de frutas y vegetales y la salud En la actualidad no hay evidencia científica publicada acerca de que las dietas bajas en carbohidratos sean más efectivas para producir la pérdida de peso a largo plazo, que adoptar hábitos saludables de alimentación y actividad física regular Las dietas bajas en carbohidratos —en la medida en que restringen el consumo de frutas y verduras— no son saludables e impiden la ingesta de nutrientes importantes, fibra y fitoquímicos ** La inclusión de 5 a 9 porciones de frutas y vegetales coloridos y densos en nutrientes, en una dieta baja en grasas saturadas y trans, que alienta la ingesta de granos enteros, es la base adecuada para constituir y mantener la salud **Los fitoquímicos son frecuentemente denominados fitonutrientes Dieta Baja en Carbohidratos P & R Detalladas ¿Qué es un carbohidrato? La principal fuente de energía del organismo; viene en la forma de almidones y azúcares, así como fibra, que no es digerible y, por lo tanto, no se considera como fuente de energía Se convierte fácilmente en glucosa durante la digestión; la respuesta de insulina permite la absorción de la glucosa por las células del cuerpo Dos tipos: Complejos = granos enteros, panes, cereales, pastas, frutas y verduras; Simples= azúcares/edulcorantes nutritivos y dulces (caramelos, comidas/bebidas con azúcar agregada); la leche y las frutas también contienen algunos azúcares simples. Generalmente comprende entre 55 y 60% de las calorías totales diarias (aproximadamente 275-300 gramos de carbohidratos por día con base en una ingesta diaria de 2,000 calorías). Una porción de fruta (o verduras con fécula) representa generalmente 15 gramos de carbohidratos, mientras una porción de verduras generalmente es de 5 gramos de carbohidratos ¿Qué son las dietas bajas en carbohidratos y cómo funcionan? Son dietas populares que con frecuencia restringen severamente la ingesta de carbohidratos y aumentan la de proteínas para inducir la pérdida de peso Ingesta de carbohidratos restringida a 60 gramos o menos (un nivel normal recomendado por muchas dietas populares bajas en hidratos de carbono) por día, lo que representa aproximadamente el 12% de las calorías totales basadas en una ingesta diaria de 2,000 calorías. Algunas dietas proponen tan sólo 20 gramos (el equivalente a 1½ rebanadas de pan) por día al comienzo, para luego ir añadiendo gradualmente pequeñas cantidades nuevamente a la dieta. Esta restricción de carbohidratos lleva al organismo a la “cetosis,” lo que lo fuerza a quemar grasa y proteínas en lugar de carbohidratos para obtener energía Se basan demasiado en la hipótesis insulina/obesidad -Ej. cuantos más carbohidratos se consumen, más insulina se necesita para responder; cuanta más insulina se produce, las células se hacen más 2 resistentes, resultando en más hambre y aumento de peso. Así que el argumento es que altos niveles de insulina circulando continuamente en la sangre promueven la obesidad Para reforzar la conexión entre insulina y obesidad, los alimentos que contienen carbohidratos, incluyendo a las frutas y verduras, se califican basándose en el índice glucémico (IG). El IG es una cifra que identifica la rapidez con la que una cantidad específica de carbohidratos afectará los niveles de azúcar en la sangre. ¿Cuáles son los argumentos en contra de las dietas bajas en carbohidratos? Restringir los carbohidratos en la dieta, simultáneamente fuerza una restricción de los nutrientes (vitaminas, minerales y fibra) y fitoquímicos que se encuentran en muchos alimentos provenientes de las plantas, de los que se sabe tienen propiedades promotoras de salud y de prevención de enfermedad Pese a que muchas frutas y verduras tienen, en general, altos índices glucémicos, todas las frutas y verduras tienen una baja carga glucémica –definida como IG multiplicado por el contenido en carbohidratos. Esto significa que las frutas y las verduras no contienen muchos carbohidratos y, por lo tanto, es improbable que afecten adversamente el nivel de azúcar en la sangre Muchos profesionales y organizaciones de la salud disputan el IG y la conexión insulina/obesidad. La Asociación Americana de Diabetes no avala la utilización del IG en la elección de alimentos para controlar el azúcar en la sangre Los estudios muestran que las dietas restringidas en carbohidratos no son más efectivas para la pérdida de peso a largo plazo (después de 12 meses) que las dietas más tradicionales Las principales preocupaciones acerca de las dietas bajas en carbohidratos incluyen: la alta ingesta de proteínas inflige más estrés a los riñones - ¿cuáles son los efectos a largo plazo? y ¿cuáles son los efectos de la ingesta reducida y prolongada de vitaminas, minerales, fibra y fitoquímicos en la salud general? ¿Qué sugiere la PBH? Ingerir comidas con bajo contenido de grasa; que incluyan de 5 a 9 porciones de frutas y vegetales coloridos es la piedra angular de un estilo de vida saludable; la actividad física es otro principio básico. Una combinación de actividad física y una ingesta de alimentos adecuada pueden ayudar al logro y mantenimiento de un peso saludable. Produce For a Better Health Foundation Informe - Dietas Bajas en Carbohidratos Octubre 2003 Las dietas bajas en carbohidratos -en la medida que restringen la ingesta de frutas y verduras- no son saludables e inhiben la incorporación de importantes nutrientes promotores de la salud, como fibras y fitoquímicos. En la búsqueda constante de la pérdida de peso, los norteamericanos se han inclinado últimamente hacia las dietas bajas en carbohidratos. En la actualidad no hay evidencia científica publicada acerca de que las dietas bajas en carbohidratos sean más efectivas para producir pérdida de peso a largo plazo, que adoptar hábitos saludables de alimentación. Hay, sin embargo, una abrumadora cantidad de evidencia científica que sustenta la relación entre la ingesta de frutas y vegetales y la salud. Con la ciencia pregonando los beneficios para la salud asociados con los fitoquímicos y con la cantidad de niños y adultos con sobrepeso y obesos creciendo a un ritmo alarmante, es importante ahora, más que nunca, adoptar una alimentación saludable, acompañada de actividad física apropiada. Incluir entre 5 y 9 porciones de frutas y verduras coloridas en una dieta completa baja en grasas trans y saturadas y que aliente el consumo de granos enteros, es la base correcta para la obtención y mantenimiento de la salud (1). Fundamentos La obesidad es un problema manifiesto en Estados Unidos hoy en día. De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC), aproximadamente el 64% de los estadounidenses son clasificados ahora oficialmente como con sobrepeso u obesos, y la tendencia está aumentando (2). Asimismo, las estadísticas acerca del sobrepeso infantil han aumentado del 11% al 15% en los años entre la Encuesta Nacional de Investigación sobre Salud y Nutrición (NHANES) III (1988-94) y la correspondiente a los años 1999-2000 (2). Esta es una nación en la que menos del 20% de los individuos consumen un mínimo de 5 porciones de frutas y vegetales por día (3). Debido a esto, la gran mayoría de los norteamericanos se pierden los beneficios que brindan las frutas y verduras para ayudar a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de diabetes, enfermedad cardiaca, alta presión sanguínea y varios tipos de cáncer. Mientas los estadounidenses pueden no fijar su atención en su riesgo de enfermedades crónicas, están muy conscientes de su imagen corporal. Tanto es así que se sienten atraídos por las soluciones rápidas para perder peso. Esto es evidente si nos basamos en el fuerte y renovado interés por las dietas bajas en carbohidratos de los años 70, que han estado en la lista de libros más vendidos durante muchos años. Cuando se evalúan algunas de las dietas bajas en carbohidratos más populares del mercado surge una similitud: la conexión insulina/obesidad. La insulina es una hormona que permite que las células absorban glucosa (carbohidratos digeridos) para obtener energía. Los que proponen estas dietas sugieren una conexión entre los altos noveles de insulina circulantes en la sangre y el “inevitable” almacenaje de glucosa como grasa en el organismo. Dado que la glucosa es el resultado del metabolismo de los carbohidratos, estas dietas designan a todos o a muchos de los carbohidratos como “malos” y desalientan su consumo. De hecho, las dietas bajas en carbohidratos restringen o eliminan alimentos como las frutas y verduras, y muchas luego aconsejan la utilización de suplementos. Sin embargo, los suplementos no proveen los beneficios sinérgicos de los alimentos. Hay un creciente conjunto de evidencias que sostiene el hecho de que los nutrientes y otros compuestos de los alimentos, cuando trabajan juntos, brindan un beneficio mayor para la salud que el que darían individualmente como suplemento (4). Denunciando a los carbohidratos en general, sin considerar a las frutas, vegetales y granos enteros, se le provoca un gran perjuicio al consumidor, y debido a esto, su salud puede verse afectada negativamente. En contraposición a la teoría de la dieta baja en carbohidratos, hay amplia 4 evidencia de los beneficios para la salud de las dietas ricas en frutas, vegetales y granos enteros, y bajas en grasas saturadas y trans (5-7). Es necesario diferenciar entre los carbohidratos refinados y las frutas, verduras y granos enteros, que contienen fibra y son densos en nutrientes y bajos en calorías. Muchas dietas bajas en carbohidratos restringen o eliminan frutas y verduras basándose en el concepto de “Índice Glucémico.” El IG es un número que identifica la rapidez con la que una cantidad específica de carbohidratos afectará los niveles de azúcar en la sangre. Teóricamente, cuanto más alta sea la cifra, más rápidamente provocará un aumento de azúcar en la sangre, demandando una respuesta de insulina. Un problema con el índice glucémico es que los alimentos no siempre se comen individualmente. Cuando los alimentos se comen combinados en una comida, el IG refleja los componentes de esa comida. La mayoría de las frutas y verduras tienen un bajo IG; sin embargo, algunos terminan en listas de “alimentos que se deben evitar” porque su IG se considera demasiado alto. Para mantener esto en perspectiva, es importante saber que, en general, todas las frutas y verduras tienen una baja carga glucémica que se define como el IG multiplicado por el contenido de carbohidratos (8). Esto significa que las frutas y verduras no contienen muchos carbohidratos y, por lo tanto, es improbable que afecten el azúcar en la sangre. Las frutas y verduras ingeridas como refrigerio están llenas de nutrientes y contienen fibra y fitoquímicos que son muy beneficiosos en una dieta saludable. La Asociación Americana de Diabetes, citando insuficiente evidencia científica, no avala el uso del IG para la elección de alimentos para controlar el azúcar en la sangre (9). Muchos profesionales de la salud también discuten el IG y la conexión insulina-obesidad, y más bien se adhieren a la teoría del equilibrio de energía. Expresado simplemente, usted aumentará de peso si ingiere más calorías de las que gasta. Sustituir comidas ricas en calorías por frutas y verduras es una gran manera de reducir la ingesta de calorías sin sentirse privado. Con el sobrepeso y la obesidad como fuertes factores de riesgo de muchas enfermedades crónicas, es evidente que los estadounidenses están en medio de una crisis de salud. El costo del tratamiento de la obesidad en el año 2000 fue astronómico: $117 mil millones de dólares (2). Con la sólida evidencia existente acerca de los beneficios de la ingesta de frutas y verduras para mantener la salud y prevenir muchas enfermedades crónicas, y el papel floreciente que los fitoquímicos desempeñan en ese aspecto, la eliminación de frutas o vegetales apropiadamente preparados de la dieta de los norteamericanos tiene el potencial de afectar adversamente su salud. Investigaciones en Curso Se reconoce que probablemente abundarán nuevos estudios sobre este tema puntual. Produce For a Better Health Foundation se mantendrá al tanto de toda la investigación en este área y actualizará este informe como se estime apropiado, en el esfuerzo de mantener adecuadamente informada a la industria a la que servimos. Resúmenes de las Dietas Bajas en Carbohidratos La Nueva Revolución Dietética del Dr. Atkins (10) Premisa basada en la creencia de que la ingesta aumentada de carbohidratos provoca una sobreproducción de la hormona insulina, lo que causa hambre y aumento de peso Permite cantidades irrestrictas de proteínas y grasas, pero limita severamente los carbohidratos como las pastas, pan y frutas 5 El plan de dieta consiste de cuatro etapas: 1. Inducción—Diseñada para que “su programa de reducción de peso dé resultado rápidamente.” Limita la ingesta de carbohidratos a sólo 20 gramos de “Carbohidratos Netos” (contenido total de carbohidratos, menos el contenido de fibra) por día durante un mínimo de dos semanas 2. Pérdida de Peso Continua—Comienza permitiendo reintroducir ciertos carbohidratos “ricos en nutrientes” a la dieta; añadir 5 gramos de carbohidratos netos por día en aumentos semanales hasta que se detiene la pérdida de peso. En este punto, se bajan nuevamente 5 gramos y ésa es la cantidad de carbohidratos netos que usted puede consumir para seguir perdiendo peso. Esta etapa continúa hasta estar dentro de los dos a cuatro kilos y medio del peso deseado 3. Pre-Mantenimiento—Continúa la lenta pérdida de peso aumentando no más de 10 gramos de carbohidratos netos cada semana ─ mientras usted siga perdiendo peso. Siga hasta alcanzar el peso deseado 4. Mantenimiento—Mantenga su peso deseado adhiriéndose a la cifra de Equilibrio de Carbohidratos. Este número personalizado es la cantidad de carbohidratos que usted puede ingerir sin ganar ni perder peso (generalmente entre 45-100g/día para la mayoría de las personas que siguen el programa) La restricción de carbohidratos en la dieta hace que el organismo entre en cetosis, lo que permite que los depósitos de grasa y no los carbohidratos sean utilizados para obtener energía En el libro Atkins para toda la vida, de 2003, se hace un mayor énfasis sobre el consumo de verduras y frutas en las tres últimas etapas de la dieta. De acuerdo con la Clasificación Glucémica de Atkins, las frutas y vegetales se dividen en tres grupos. Esto relega a muchas frutas y verduras a las categorías de “Coma con moderación” o “Coma frugalmente” La Dieta del Adicto a los Carbohidratos (11) Premisa basada en la idea de que un “adicto a los carbohidratos” continuamente produce altos niveles de insulina en el organismo debido a la frecuencia de comidas ricas en carbohidratos, produciendo más antojo de carbohidratos. La frecuencia y la duración de la ingesta de carbohidratos afecta negativamente al adicto Consiste de dos Comidas Complementarias (altas en fibra, bajas en grasa y carbohidratos) y una Comida Gratificante por día. Es durante la comida gratificante (balanceada ⅓ proteína, ⅓ verduras bajas en carbohidratos, y ⅓ de alimentos altos en carbohidratos) que se deben comer todos los alimentos ricos en carbohidratos deseados. No hay límite de cantidad, pero la duración se limita a 60 minutos (consecutivos, en una sentada) Todas las frutas, jugos de fruta, y muchas verduras están restringidos durante todo el día y sólo se permiten durante la comida gratificante No tiene fases de inducción ni mantenimiento. Hay cinco planes diferentes y cambiarán cada semana dependiendo del peso que se haya perdido esa semana y de cuánto peso quiera perder la semana siguiente la persona que está a dieta Destructores de Azúcar (12) Premisa basada en la creencia de que los carbohidratos refinados causan obesidad por aumentar el azúcar en la sangre Los autores no la consideran una dieta baja en carbohidratos sino más bien un estilo de vida con los correctos carbohidratos (Permite 40% de calorías de los carbohidratos junto con 30% de proteínas y 30% de grasas) 6 Clasifica la aceptabilidad de los alimentos basándose en su Índice Glucémico (IG), usado para modular la secreción de insulina del organismo Aboga por eliminar el azúcar refinada y comer alimentos integrales no refinados (básicamente dieta alta en fibra y baja en IG) Permite la mayoría de las frutas y verduras excepto aquellas con un IG alto (Ej. betabel, papas, zanahorias y otras verduras de raíz feculentas) Dieta South Beach (13) Premisa basada en la creencia de que mucho de nuestro exceso de peso proviene del tipo de carbohidratos que comemos. Nacida de la desilusión provocada por las recomendaciones de dietas bajas en grasas y altas en carbohidratos, que “sólo han logrado que los norteamericanos engorden más” Dieta similar a la de Atkins, pero defensora de las grasas mono/poli insaturadas (“grasas buenas”) y granos enteros, verduras y frutas (“carbohidratos buenos”) Tres fases, con la Fase 1 que limita severamente los carbohidratos durante 14 días. Esta fase intenta “comenzar a revertir la presunta incapacidad del organismo de procesar correctamente los azúcares y los almidones.” La fase 2 reintroduce “carbohidratos buenos” como frutas y granos enteros mientras aún permite la pérdida de peso. Las frutas con un alto índice glucémico se añaden lentamente de nuevo a la dieta (Ej., plátano, piña, mango y otras) La Zona (14) Premisa basada en la creencia que se debe lograr un equilibrio específico de carbohidratos, proteínas y grasas en cada comida para alcanzar un “control hormonal” de la insulina y glucinas (que liberan la glucosa almacenada nuevamente a la sangre). “El exceso de insulina hace que usted engorde y lo mantiene gordo” “La Zona” se refiere al rango en que se deben mantener los niveles de insulina Severa restricción de calorías; limita los carbohidratos refinados Sí está a favor de la ingesta liberal de frutas y verduras; sin embargo, enfatiza la necesidad de ser selectivo. Califica a muchas frutas y vegetales feculentos como “hostiles a La Zona” Hay muchas reglas referentes a la composición y horarios de las comidas para mantenerse en “La Zona.” Otros libros disponibles en el mercado no necesariamente se denominan a sí mismos como “dietas bajas en carbohidratos” pero sí están a favor de eliminar ciertas frutas y verduras por cualquier cantidad de razones. Un ejemplo de esto sería: La Cura para las Arrugas (15) Afirma que los niveles aumentados de insulina provocan inflamación, la que a su vez daña la piel y puede causar enfermedades degenerativas como enfermedad cardiaca y cáncer Sí aboga por el consumo de comidas “ricas en antioxidantes” pero orienta a las personas a dieta a que eviten los “carbohidratos malos,” altos en el índice glucémico (Ej. Plátanos, zanahorias, jugos de fruta, mangos, papaya y papas) 7 Resumen de los Nuevos Estudios acerca de las Dietas Bajas en Carbohidratos New England Journal of Medicine (5-22-03) Prueba Aleatoria de una Dieta para la Obesidad Baja en Carbohidratos (16) Duración del estudio: 1 año Participantes: 63 hombres y mujeres obesos a quienes se asignó de manera aleatoria una dieta baja en carbohidratos, alta en proteínas, alta en grasas, y una dieta (convencional) alta en carbohidratos y baja en grasas La pérdida de peso fue mayor para las personas en la dieta baja en carbohidratos tanto a los 3 como a los 6 meses, pero no se notó una diferencia significativa entre los grupos a los 12 meses (fin del estudio) Alto porcentaje de deserción en ambos grupos (sólo 37 personas completaron el estudio) Dieta Baja en Carbohidratos comparada con Dieta Baja en Grasas en Obesidad Grave (17) Duración del estudio: 6 meses Participantes: 132 hombres y mujeres gravemente obesos con una alta prevalencia de diabetes o síndrome metabólico; asignados de manera aleatoria a una dieta baja en carbohidratos o a una dieta baja en grasas Las personas con la dieta baja en carbohidratos perdieron más peso que los que hicieron la dieta baja en grasa Las personas en la dieta baja en carbohidratos también evidenciaron una mejora en la sensibilidad a la insulina y en los niveles de triglicéridos (los autores “no pueden inferir que la restricción de carbohidratos solamente explica este efecto independiente”) Alto porcentaje de deserción en ambos grupos (sólo 79 personas completaron el estudio) The American Journal of Cardiology (7-01-01) Efectos Metabólicos de Dietas Altas en Proteínas y Bajas en Carbohidratos (18) Las dietas bajas en carbohidratos inicialmente producen mayor pérdida de peso debido a una “diuresis inducida por la dieta” o reducción del contenido total de agua corporal La pérdida de peso a largo plazo depende puramente del equilibrio de energía (calorías ingeridas/calorías gastadas) y no del grado de restricción de carbohidratos Afirma que hay desfavorables efectos metabólicos debidos a complicaciones por: cetosis (metabolismo incompleto de ácidos grasos), ingesta alta de grasa y grasa saturada, exclusión de frutas, vegetales y granos, y alta ingesta de proteínas Afirma que los efectos desfavorables a largo plazo pueden ser: desarrollo de nefrolitiasis (cálculos renales), osteoporosis y progreso de insuficiencia renal crónica 8 Otras Organizaciones de Salud/Nutrición hacen Declaraciones sobre las Dietas Bajas en Carbohidratos y/o “de Moda” American Dietetic Association (ADA, Asociación Dietética Americana) www.eatright.org La fuerte organización de 70,000 miembros profesionales de la salud y nutrición reiteró, después de la publicación de los dos estudios NEJM en mayo de 2003, que “no hay ningún remedio mágico para la pérdida de peso segura y saludable” (19). Una declaración previa sobre el manejo de peso para mejorar la salud total apoya un “compromiso de toda la vida hacia conductas de modo de vida, enfatizando prácticas de alimentación sostenibles y agradables y actividad física diaria” (20). Ellos reconocen que el mayor desafío para los dietistas es “enseñar a las personas cómo estar saludables sin restricción ni privación y revertir las percepciones distorsionadas referentes a los alimentos “buenos” o “malos.” ADA manifiesta que siguen recomendando un plan de alimentación basado en carbohidratos complejos (granos enteros, frutas y verduras), moderado en proteínas y relativamente bajo en grasas, combinado con actividad física para un manejo del peso perdurable. American Heart Association (AHA, Asociación Americana del Corazón) www.americanheart.org La AHA ha “declarado la guerra” a las dietas de moda, en parte porque algunas han afirmado falsamente que habían obtenido el aval de la AHA. Ellos también mantienen que no hay “fórmulas mágicas” para la pérdida de peso. Con referencia a las dietas altas en proteínas/grasas (bajas en carbohidratos), siguen especialmente preocupados porque estas dietas son muy altas en grasas y grasas saturadas, y conducirán a tener un mayor riesgo de ataque al corazón y apoplejía (21). AHA advierte que las recomendaciones para bajar de peso deberían “basarse en estudios científicos de largo plazo, cuidadosamente controlados, realizados por científicos y médicos independientes.” Ellos han creado pautas para utilizar en la evaluación de un programa de manejo o pérdida de peso, y también han desarrollado el “Plan de Alimentación para Norteamericanos Saludables” que intenta ayudar a la gente a adquirir un modelo de alimentación saludable (22). American Institute for Cancer Research (AICR, Instituto Americano para la Investigación del Cáncer) www.aicr.org El AICR realiza un gran esfuerzo tratando de combatir la información errónea propuesta por las dietas populares bajas en carbohidratos. Un estudio realizado recientemente demuestra que la mayoría de los estadounidenses creen que el manejo de peso es una cuestión relativa a lo que uno come y no a cuánto come. Su gran preocupación es que el enfoque de “todo o nada en cuanto a los carbohidratos es demasiado simplista y potencialmente peligroso”. (23) La AICR recomienda para la pérdida de peso gastar más calorías que las que se consumen y que, para una dieta saludable, las comidas deben estar compuestas por 2/3 alimentos vegetales, y 1/3 proteína animal. International Food Information Council (IFIC, Consejo Internacional de Información sobre Alimentos) www.ific.org El IFIC advierte que hay que “observar antes de meterse” en lo que respecta a las dietas de moda, porque éstas ofrecen el remedio rápido o la fórmula mágica como estrategia para la pérdida de peso, y terminan fallando. Una importante preocupación es la falta de investigación científica concreta que sustente las afirmaciones que hacen las dietas de moda. El IFIC afirma que las dietas bajas en carbohidratos “no son más que disfrazadas dietas bajas en calorías, pero algunas con potenciales 9 consecuencias serias” (24). Ellos han compilado algunos consejos para individualizar las dietas de moda en un intento de ayudar a la gente a evaluar planes de pérdida de peso potenciales (24). Center For Science in the Public Interest (CSPI, Centro para la Ciencia en el Interés Público) www.cspinet.org En noviembre, el CSPI dedicó el artículo de fondo de su “Informativo sobre Nutrición y Salud” a descubrir inexactitudes en el artículo de Gary Taubes, del New York Times de julio 7, 2002 titulado “¿Qué pasa si todo ha sido una gran mentira?” (25). Muchos de los máximos nombres en los campos de la obesidad y nutrición que fueron entrevistados para ese artículo sintieron que era engañoso y dejaba la impresión de que ellos avalaban la dieta de Atkins. El CSPI utilizó la edición de noviembre como foro para que esos expertos discutieran sus citas en el contexto pretendido, y para desafiar las principales afirmaciones de Taubes en el artículo original. Finalmente, dejaron en claro la afirmación en la que la mayoría de los expertos en nutrición y obesidad están de acuerdo: reducir las grasas y grasas trans, no sobrexcederse en los carbohidratos (el tipo tiene importancia), y buscar una estrategia de pérdida de peso que funcione para usted. Este informe ha sido revisado por la Dra. Barbara J. Rolls, profesora y Catedrática de Ciencias de la Nutrición, Universidad Estatal de Pennsylvania. La Dra. Rolls es una investigadora destacada en el campo de la obesidad y pertenece al Departamento de Consejo de Produce for a Better Health Foundation. 1. USDA/DHHS. Nutrition and Your Health: Dietary Guidelines for Americans. 5th ed. Washington, DC: USDA; 2000. Home and Garden Bulletin No. 232. 2. “Obesity trends.” Centers for Disease Control and Prevention, National Center for Health Statistics. www.cdc.gov/nccdphp/dnpa/obesity/trend/index.htm. 3. Produce for Better Health Foundation. State of the Plate: Study on America’s Consumption of Fruits and Vegetables, 2003, NPD National Eating Trends. 4. Messina M, et. al. Reductionism and the narrowing nutrition perspective: time for reevaluation and emphasis on food synergy. J Am Diet Assoc.2001;101:1416-19. 5. Davy BM and Melby CL. The effect of fiber-rich carbohydrates on features of Syndrome X. J Am Diet Assoc. 2003; 103:86-96. 6. Hu FB and Willett WC. Optimal diets for prevention of coronary heart disease. JAMA. 2002; 288:2569-78. 7. Fung TT, et. al. Association between dietary patterns and plasma biomarkers of obesity and cardiovascular disease risk. Am J Clin Nutr. 2001; 73:61-7. 8. Liu S, et. al. Relation between a diet with a high glycemic load and plasma concentrations of highsensitivity C-reactive protein in middle-aged women. Am J Clin Nutr. 2002; 75:492-98. 9. “The glycemic index: what it is and what it is not.” American Institute for Cancer Research. www.survivalofthefittest.com/fads/more7.html 10. 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New studies of low-carb diets “confirm what we already know—there is no magic bullet to safe and healthful weight loss.” American Dietetic Association Press Release, May 21, 2003. www.eatright.org/Public/Media/PublicMedia_16442.cfm. 20. Position of the American Dietetic Association: Weight management. J Am Diet Assoc. 2002; 102:1145-55. 21. “USDA: the great nutrition debate.” American Heart Association Media Advisory. www.americanheart.org/presenter.jhtml?identifier=3003. 22. “Eating plan for healthy Americans.” American Heart Association. www.americanheart.org/presenter.jhtml?identifier=1330. 23. “Cancer experts combat misinformation about carbs with ‘grass roots’ approach.” American Institute for Cancer Research Press Release, March 7, 2003. www.aicr.org/presscorner/pubsearchdetail.lasso?index=1596. 24. “Fad diets: look before you leap.” Food Insight; Mar/Apr 2000. International Food Information Council. www.ific.policy.net/proactive/newsroom/release.vtml?id=20581. 25. 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