INSTITUTO COLOMBIANO DE LA REFORMA AGRARIA, INCORA

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ACUERDO NUMERO 015 DE 1996
(Septiembre 24)
Enajenación de las áreas que exceden la UAF
Por el cual se regula la enajenación de las áreas que excedan el tamaño de la unidad
agrícola familiar, en los procedimientos de titulación de tierras baldías.
INSTITUTO COLOMBIANO DE LA REFORMA AGRARIA, INCORA
LA JUNTA DIRECTIVA DEL INSTITUTO COLOMBIANO DE LA REFORMA AGRARIA,
INCORA
en uso de sus facultades legales y estatutarias, en especial las contenidas en la Ley 160 de
1994 y 7o. del Decreto 2664 de 1994 y,
CONSIDERANDO
Que conforme al artículo 66 de la Ley 160 de 1994 y como regla general, salvo las excepciones
que establezca la Junta Directiva del INCORA, las tierras baldías se adjudicarán en unidades
agrícolas familiares, según el concepto definido en el Capítulo IX de la citada Ley, teniendo en
cuenta para ello las extensiones mínimas y máximas que se hubieren determinado en las
zonas relativamente homogéneas de los correspondientes municipios.
Que en caso de que la ocupación del terreno baldío exceda el área permitida y determinada
para la unidad agrícola familiar en la zona relativamente homogénea del respectivo municipio,
el artículo 66 de la Ley 160 de 1994 autoriza al Instituto para enajenar a título oneroso el área
que supere el tamaño definido para aquella, mediante el procedimiento de avalúo contemplado
para la adquisición de tierras en el Capítulo VI de la citada ley.
Que en virtud de lo dispuesto en el artículo 7o. del Decreto 2664 de 1994, no podrá autorizarse
la enajenación de tierras baldías, en favor del mismo peticionario de la titulación, sobre la
superficie restante que se halle ocupando y sobrepase el tamaño de la unidad agrícola familiar,
cuando además se trate de zonas donde hubiere concentración de la propiedad rural, o se
estableciere por el Instituto una inadecuada composición de la misma.
Que con arreglo a la mencionada disposición, corresponde a la Junta Directiva del Instituto
determinar los casos excepcionales en los cuales puede autorizarse la adjudicación de las
áreas excedentes y efectuar el cobro del valor correspondiente.
R E S U E L V E:
ARTÍCULO 1o.- De la enajenación de las áreas excedentes.- Los ocupantes de terrenos
baldíos que cumplan con las exigencias legales y reglamentarias para obtener la adjudicación
de una unidad agrícola familiar, sólo podrán solicitar la enajenación a título oneroso del área
contigua o separada que exceda la extensión máxima adjudicable, determinada para la zona
relativamente homogénea donde se hallare situado el inmueble respectivo, siempre que en ella
hubiere instalado mejoras, en los siguientes casos:
1. Cuando el terreno baldío correspondiente no se encuentre ubicado en un municipio incluido
en la determinación de una zona de reserva campesina, según lo previsto en el Capítulo XIII de
la Ley 160 de 1994 y el reglamento.
2. Cuando en el municipio o zona donde se hallare el predio baldío no hubiere concentración de
la propiedad rural, según los estudios efectuados por el Instituto, o no se estableciere por la
entidad una inadecuada composición de la misma.
Para los efectos del presente acuerdo, se considera que existe concentración de la propiedad
rural en un determinado municipio, cuando el nivel respectivo, medido con el índice de Gini, y el
de pobreza rural, sean superiores al 65%.
3. En el evento de que se trate de municipio donde exista demanda de tierras y se haya
previsto la asignación de subsidios por la Gerencia General, según los criterios y parámetros
adoptados, la enajenación de las áreas excedentes de tierras baldías será incluida dentro de
las estrategias que determine el Instituto para dinamizar el mercado de tierras y se promoverá
su negociación voluntaria por los campesinos que se hallaren seleccionados.
Para tales efectos, la información correspondiente se consignará en el registro inmobiliario del
Instituto y se divulgará la existencia y posibilidades de negociación de las tierras mencionadas
a través de las alcaldías municipales, secretarías de agricultura, gerencias regionales del
Instituto y las inmobiliarias rurales.
4. Cuando la superficie baldía excedente se hallare en municipio donde no exista demanda
campesina por la tierra, o solicitud de negociación de terrenos baldíos excedentes por parte de
quienes tengan la condición de sujetos de reforma agraria, podrá autorizarse la enajenación de
las áreas que superen el tamaño de la unidad agrícola familiar.
En todo caso, para la autorización de venta del área excedente, como principio general y en
desarrollo de los objetivos de la ley, se tendrá en cuenta la condición de sujeto de reforma
agraria conforme a los criterios de elegibilidad señalados para éstos en el respectivo
reglamento.
PARÁGRAFO.- La enajenación de la superficie excedente sólo podrá autorizarse respecto de
quienes hubieren sido adjudicatarios de unidades agrícolas familiares en tierras baldías,
conforme a las disposiciones de la Ley 160 de 1994, el Decreto 2664 de 1994 y las
resoluciones números 018 de 1995 y 041 de 1996, expedidas por la Junta Directiva del
INCORA.
ARTÍCULO 2o.- El avalúo.- Con el objeto de determinar el precio de la enajenación, constituye
valor del área que exceda el tamaño de la unidad agrícola familiar, el avalúo comercial que se
practique bajo las condiciones y requisitos de la reforma agraria, sobre las tierras objeto de la
ocupación.
ARTICULO 3o.- Forma de pago de las superficies excedentes.- Para efectos de cobrar el
valor de la superficie que sobrepase la extensión máxima adjudicable, los interesados podrán
optar por una cualquiera de las siguientes alternativas de pago:
a. En especie, cuando el ocupante del terreno baldío proponga cancelar el precio del área
excedente, con las mejoras que hubiere establecido en otro terreno baldío que no sea objeto de
la venta, siempre que por su extensión y características constituya una unidad agrícola familiar,
y su valor sea equivalente al del avalúo que se practique sobre el terreno excedente
enajenable.
b. En dinero efectivo, con base en el avalúo comercial practicado a la superficie baldía
excedente que sea objeto de la petición de enajenación. En este evento, para la determinación
del plazo de la venta, que no podrá ser superior a cinco (5) años, el Instituto también tendrá en
cuenta la propuesta presentada por el ocupante, sustentada en el respectivo proyecto de
empresa básica agropecuaria.
Los intereses que se pacten no podrán ser inferiores al establecido para el crédito
complementario de tierras y la cancelación de las sumas correspondientes al capital e intereses
comenzarán a cobrarse un año después de la adjudicación de la unidad agrícola familiar
autorizada como regla general.
ARTÍCULO 4o.- Adjudicación de mejoras en favor de sujetos de reforma agraria.- Las
mejoras instaladas en terrenos baldíos provenientes de la negociación en especie que efectúen
los interesados con el Instituto; las existentes en las áreas excedentes de tierras baldías que no
sean objeto de autorización de enajenación, conforme a lo previsto en el numeral 3o. del
artículo 1o. del presente Acuerdo; las que resultaren de la aplicación del principio de la unidad
predial; o de una actuación administrativa de recuperación de baldíos indebidamente ocupados,
podrán ser negociadas voluntariamente o adquiridas directamente por el INCORA y
adjudicadas a título oneroso en favor de otros campesinos que tengan la condición de sujetos
de reforma agraria, con el objeto de facilitar su acceso a la propiedad de las tierras de la
Nación.
Para garantizar el pago del valor de las mejoras, el adjudicatario deberá suscribir un pagaré u
otro título-valor de contenido crediticio en favor del Instituto. Las condiciones de la venta serán
las siguientes:
a) El plazo no podrá ser superior a cinco (5) años.
b) Los intereses que se pacten serán iguales a la tasa del DTF vigente en la fecha de la
adjudicación.
c) La cancelación de las sumas correspondientes al capital e intereses sólo comenzarán a
cobrarse un año después de efectuada la adjudicación.
d) La adjudicación de las mejoras queda sometida al régimen de la propiedad parcelaria, en lo
que fuere pertinente, hasta tanto el beneficiario reúna los requisitos para la titulación del terreno
baldío, y no podrá enajenarlas o gravarlas, o disponer de la unidad agrícola familiar respectiva,
sin autorización del INCORA.
Para la selección de los adjudicatarios, se tendrán en cuenta los criterios sociales y
económicos de elegibilidad dispuestos por la Junta Directiva del Instituto, y el aspirante deberá
sustentar su solicitud con el respectivo proyecto de empresa básica agropecuaria.
ARTÍCULO 5o.- De la superficie excedente enajenable.- El Instituto podrá autorizar, sólo por
una vez, la enajenación como área excedente, hasta la extensión superficiaria que no supere el
tamaño máximo de la unidad agrícola familiar que se hubiere determinado por la Junta
Directiva para la zona relativamente homogénea del correspondiente municipio.
Se entiende por extensión máxima adjudicable, la establecida técnicamente en el proyecto de
empresa básica agropecuaria que se hubiere evaluado y aprobado previamente por la
Gerencia Regional respectiva.
ARTÍCULO 6o.- Unidad predial.- Para todos los efectos legales previstos en este reglamento,
se considera como un solo predio los distintos fondos baldíos que ocupe una persona en el
territorio nacional.
En tal virtud, la solicitud de enajenación del área que exceda el tamaño de la unidad agrícola
familiar únicamente podrá recaer sobre uno de ellos, con las limitaciones señaladas en este
Acuerdo, y en relación con los demás, se procederá a promover su negociación con
campesinos sujetos de reforma agraria, o a adelantar la correspondiente recuperación.
ARTÍCULO 7o.- Recuperación por parte del Incora.- Cuando la solicitud del ocupante no se
ajuste a las previsiones del presente reglamento, o no hubiere acuerdo sobre la enajenación de
la superficie excedente, o se dieren las causales para la recuperación de tierras baldías
indebidamente ocupadas contempladas en la Ley 160 de 1994 y el artículo 45 del Decreto 2664
de 1994, el Instituto procederá a adelantar el procedimiento de recuperación correspondiente.
ARTÍCULO 8o.- Vigencia.- El presente acuerdo rige a partir de la fecha de su publicación en el
Diario Oficial.
Publíquese, comuníquese y cúmplase
Dado en Santafé de Bogotá, D.C., a 24 septiembre de 1996
LUZ AMPARO FONSECA PRADA
Presidente de la Junta
JAVIER GUEVARA GONZÁLEZ
Secretario de la Junta
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