¡La Antártida argentina se derrite

¡La Antártida argentina se derrite!
Un glaciar de la Antártida usado como parámetro para monitorear la evolución
de los hielos ante el impacto del calentamiento global sufrió una fuerte
reducción en este verano austral.
"Bahía del Diablo" es el único glaciar de la Antártida donde se han realizado
formalmente las mediciones en los últimos años. La Península Antártica se ha
calentado más rápidamente que cualquier otro lugar en la Tierra en los últimos
50 años.
Si toda la Antártida se derritiera a lo largo de miles de años, aumentaría el nivel
del mar en 57 metros, hundiendo muchas de las mayores ciudades del planeta e
islas de baja altura, según Naciones Unidas.
El glaciar "Bahía del Diablo" ha disminuido de espesor a una tasa promedio de
un metro desde 1984. La Antártida, un continente helado con unos 80.000
habitantes temporales, es un 25 por ciento más grande que Europa y sus capas
de hielo contienen cerca del 90 por ciento del agua dulce de la superficie de la
Tierra.
La Antártida es uno de los mayores enigmas en el debate sobre el calentamiento
global, ya que muchos científicos aseguran que cualquier deshielo podría elevar
rápidamente el nivel del mar. Las capas de hielo de la Antártida tienen casi 2,5
kilómetros de espesor como promedio y científicos advierten que ya están
mostrando señales del cambio climático. En la Península Antártica, enormes
trozos de hielo que cubrían sus costas vagan ahora por el mar, después de que
en 1995 colapsó la llamada barrera de Larsen A.
- Ramella Martina – Herrera Ana Paula – Vargas Ana -
Las barreras, plataformas de hielo que fluyen sobre el mar, bordean más del 40
por ciento de la costa antártica y son imprescindibles para la estabilidad de los
glaciares que detienen en su camino al mar, según los expertos.
Imágenes satelitales muestran que la capa de hielo antártica occidental se está
adelgazando e incluso podría colapsar en el futuro. "Si seguimos con este ritmo
de calentamiento atmosférico, producido indudablemente por el hombre, las
consecuencias quizás no en este siglo pero sí en los próximos siglos, van a ser
realmente catastróficas", concluyó.
La Barrera de Wilkins, sólo un ejemplo…
La primera imagen satelital, tomada justo antes de la ruptura, presenta a la
barrera de hielo intacta, a la izquierda de la fotografía. La imagen inferior,
captada 18 días después, muestra los fragmentos de hielo esparciéndose hacia el
mar. Mientras que la barrera aparece de color blanco, la sección desintegrada se
distingue por sus diversos tonos de azul celeste, que identifican a los pequeños
trozos de hielo saturados de agua de mar, mezclándose con una capa de nieve
recientemente formada.
La imagen del 17 de marzo permite detectar la presencia de gran cantidad de
grietas alrededor del área del desprendimiento, que sugieren que todo el sector
también corre el riesgo de desintegrarse. Por suerte, con la llegada del otoño y
de los primeros fríos, las temperaturas han vuelto a bajar y el hielo ha vuelto a
consolidarse poco a poco, por lo que es probable que el desprendimiento de la
masa restante no se produzca hasta el próximo verano. Lo preocupante es la
tendencia verificada, ya que los estudios demuestran que el hielo se estaría
desprendiendo a mayor velocidad que la que tarda en formarse.
Ubicada al sur
de la
Península
Antártica,
sobre el
territorio de la
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Antártida Argentina, la Barrera de Wilkins ocupa una superficie de 13680
kilómetros cuadrados, con un espesor máximo de 200 a 250 metros. A pesar de
mantenerse a flote sobre las aguas antárticas, la Barrera de Wilkins también se
encuentra unida a las costas del continente austral. En los últimos cincuenta
años, la Península Antártica ha experimentado un aumento de medio grado de
temperatura por década, lo que la ha convertido en uno de los lugares de la
Tierra de calentamiento más acelerado, según datos del National Snow and Ice
Data Center.
Journal “La Jornada” sábado 15 de marzo de 2008
http://www.jornada.unam.mx/2008/03/15/index.php?section=ciencias&articl
e=a02n1cie
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