Santa Tecla en el Itinerarium de Egeria

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Santa Tecla en el Itinerarium de Egeria
Extraído de:
Egeria. Itinerarium1
Una mujer, Egeria –consagrada a Dios o dama ilustre-, procedente
muy probablemente de Galicia (Hispania) o de la Galia Narbonesa
o de la Aquitania, peregrina a Tierra Santa (381-384) y pone por
escrito sus experiencias: es la primera escritora cristiana.
De Antioquía a Seleucia
(mayo del 384)
22
1. Una vez que hube regresado a Antioquía, permanecí allí una semana para preparar las cosas
necesarias para el viaje. Después, saliendo de Antioquía2 y caminando durante algunas etapas,
llegué a la provincia llamada Cilicia, que tiene por metrópolis la ciudad de Tarso3, en donde ya
había estado haciendo camino a
Jerusalén. 2. Pero, como que a tres etapas
de Tarso, en Isauria, hay el martyrium de
santa Tecla4, me gustó mucho llegarme
hasta allí, sobre todo porque estaba tan
cerca.
23
1. Saliendo de Tarso llegué a una ciudad
cerca del mar, todavía en Cilicia, llamada
Pompeópolis5. Después, habiendo ya
entrado en territorio de Isauria, hice
1
Ver texto original latino en: www.hs-augsburg.de/~harsch/Chronologia/Lspost04/Egeria/ege_it22.html
Es curioso que Egeria no explique nada de Antioquia, de su obispo (Flaviano), de sus martyria, entre los cuales el
de los Macabeos, el de san Bábilas, etc. ¿Había hablado ya en la parte del Itinerarium que no se nos ha conservado?
De hecho había visitado Antioquia en alguna otra ocasión, al menos en el trayecto de Constantinopla a Jerusalén. En
esta jornada antioquena pudo haber conocido un diácono que después sería muy famoso por su oratoria: Juan
Crisóstomo (ordenado diácono en el año 381 y de sacerdote en el 386)
3
El Pelegrino de Burdeos i el Itinerario del Anónimo de Piacenza cuentan una etapa de Antioquía a la frontera de
Cílicia, y ocho hasta a Tarso.
4 El santuario de santa Tecla, a las afueras de Seleucia (actualmente Ayatecla, en la localidad de Meriamlik,
Turquia), gozó de una gran celebridad a mediados del s. IV. La fuente de esta devoción eran los Hecho de santa
Tecla, que forman parte de los Hechos de Pablo, del s. II y que fueron traducidos pronto al latín. Veáse más abajo,
23, 5 i nota 12. En el s. V fue redactada una Vída de santa Tecla y recogido un conjunto de Milagros. Cf la edición
de G. Dagron, Vie et Miracles de Sainte Thècle, Bruselas 1978. Sobre el martyríum de la santa, cf la síntesis
histórico-arqueológica de Wilkinson, Egeria’s Travels, 288-292, con dos planos, pero también lo que dice el mismo
Dagron.
5 Se pueden ver las ruinas, cerca del mar, 1 km al sur de la localidad de Mezetli.
2
parada en la ciudad llamada Córicos6 y al tercer día llegué a la ciudad llamada Seleucia de
Isauria7. Una vez allí, fui a buscar al obispo8, un verdadero santo, antiguo monje, y vi también
allí, en aquella ciudad, una iglesia muy bella. 2. Y como que desde allí hasta santa Tecla, lugar
que está a las afueras de la ciudad, en un pequeño altiplano, había unos mil quinientos pasos,
preferí llegarme para hacer la etapa que debía hacer. Allí, cerca del santuario, no hay otra cosa
que innumerables ermitas de hombres y de mujeres. 3. Encontré allá una mujer muy amiga mía,
de cuya vida todo el mundo, en Oriente, daba testimonio, una santa diaconisa de nombre
Martana9, que yo había conocido en Jerusalén cuando ella subió para rezar; dirigía monasterios
de apotactitos10 y vírgenes. Al verme, ¡qué gozo no fue el suyo y el mío! ¡No podría describirlo!
4. Pero, volviendo al tema, hay muchos monasterios en aquel
altiplano y en medio hay un gran muro que rodea la iglesia,
dentro de la cual hay el martyrium11; este martyrium es muy
bonito. El muro fue levantado para proteger la iglesia por causa
de los isaurios, que son muy malvados y a menudo hacen
robos12, no fuera que intentaran llevar a cabo alguna acción
contra el monasterio anexo. 5. Un vez que llegué allí en el
nombre de Dios, después de haber rezado en el martyrium y de
leer enteros los Hechos de Santa Tecla13, di gracias infinitas a
Cristo Dios nuestro, que se había dignado cumplir totalmente
mis deseos, yo que era indigna y que no me lo merecía. 6.
Después de permanecer allí durante dos días y de haber visitado
los santos monjes y los apotactitos que había por allá, tanto
hombres como mujeres, habiendo hecho oración y habiendo
comulgado, regresé a Tarso para continuar mi camino...
Traducción propia a partir del texto catalán
Egèria. Diari d’un pelegrinatge a Terra Santa,
(Traducción y notas de Sebastià Janeras)
6
Esta ciudad corresponde a la actual Kizkalesi, que conserva todavía restos de la antigua ciudad cristiana.
La actual Silifke. Supuesto que Egeria estaba en Antioquía a primeros de mayo, debería llegar a Seleucia hacia el
20 del mismo mes.
8 Quizás el obispo Simposio (presente en el concilio de Constantinopla del 381) o su sucesor Samos.
9 Esta Martana sería la misma de la que hablan los Milagros de santa Tecla, de mediados del siglo V (44,43; ed.
Dagron, Vie et Miracles, p. 406) y Basilio de Seleucia (Vita S. Theclae, 2, 30 (PG 85, 618). Cuando Martana y
Egeria se encontraron en Jerusalem, aquélla le debería hablar del sepulcro de santa Tecla y por eso ahora Egeria no
desaprovecha la ocasión de visitarlo.
10 Es la primera vez que Egeria utiliza este nombre, que aparece, pero, diversas veces en la segunda parte del
Itinerarium. El término griego (avpotaktistai,) significa “el que renuncia” En otros textos o autores la palabra podía
referirse a monjes más rigurosos, encratitas. Pero en Egeria no indica ninguna clase especial de monjes; ella utiliza
esta palabra, que ha oído, al lado de otros (ascitas, monazontes). Cf Mohrmann, Égérie et le monachisme, pp. 177180.
11 Las excavaciones realizadas han descubierto tres edificios cultuales de la segunda mitad del s. V, especialmente
una gran basílica de tres naves, con una cueva debajo. Esta cueva, pero, no es el lugar primitivo del culto. La Vida
de santa Tecla (s. V) no conoce la cueva, y los Milagros la sitúan delante, hacia el Oeste, de la iglesia (única, como
en Egeria). Cf. Dagron, Vie et Miracles, pp. 388-389. Esta iglesia, que sería la de Egeria, al este de la cueva, debía
ser una basílica de tres naves y con atrio, con un martyrium circular en el interior (Dagron, Vie et Miracles, 69-73).
Cf. Wilkinson, Egeria’s Travels, pp. 288-292.
12 Se conocen ataques de los isaurios a Cilicia, Pamfilia y Licia, poco antes del viaje de Egeria. Cf. J. Rouge,
L’Histoire Auguste et l’haurie au IV siècle, Revue des Études Anciennes 68, (1968) 295-299. También hablan de
ellos los Milagros de santa Tecla. Cf. Dagron, Vie et Miracles, pp. 112-113.
13 Ciertamente se trata de los Hechos de santa Tecla, que datan del s. III, y no de la Vida, que es del s. V y, por lo
tanto, posterior a Egeria.
7
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