EL HOMBRE DEL SIGLO XXI El individuo postmoderno, quizá por culpa de la avalancha informativa que debe soportar diariamente, se ha transformado en un vagabundo de ideas; ha perdido toda su subjetividad. No suele aferrarse sinceramente a nada. Carece de certezas absolutas. No parece sorprenderse por casi nada y, desde luego, nada le quita el sueño. Hoy se cambia de opinión con la misma facilidad que de camisa. PAUL VIRILIO dice que la velocidad es poder, el hombre prefiere conquistar en la red porque no le toma mucho tiempo que en la realidad; Nietzsche tenía mucha razón cuando dice: que el hombre moderno no busca el placer o el displacer sino ser excitado, en este momento se comienza a resaltar los aspectos mecánicos del acto sexual, se declaran los derechos del orgasmo el cual se considera como un fin en sí mismo. La rudeza, el valor, la agresividad, la infidelidad, todas estas características innatas son muy aplicables en la red, porque nadie sabe si eres casado o soltero, nadie sabe dónde vives, solo te presentas con la forma que quieres y ninguno sabrá si eres un hombre disfrazado de mujer. Del mismo modo; través de la historia del pensamiento humano, los pueblos han entendido su relación con la naturaleza de distintas maneras, a partir de las cuales las personas construyen su sociedad, relaciones económicas, arte y vida personal. Las trasformaciones tecnocientíficas han desequilibrado el nivel ecológico de la vida amenazándola a un punto nunca antes visto por la humanidad. Entre los problemas que podemos enumerar están: la degradación de la tierra, la desertificación, la deforestación, la sobrepoblación, la falta de alimentos, la contaminación del aire, la contaminación de las aguas, el calentamiento global, la pérdida de la capa de ozono y la extinción de las especies animales y vegetales. Uno de los factores que ha resultado perturbador en la relación hombrenaturaleza ha sido el tipo de tecnología que se ha ido produciendo en las sociedades modernas. El hombre se ha extendido por toda la tierra, por lo que debe ser responsable de toda ella. Con el poder acumulado de la ciencia y la tecnología, el hombre puede cambiar y destruir la naturaleza, pero el problema es que al hacerlo también puede destruirse a sí mismo. Por otro lado, la vida religiosa en pleno siglo XXI no ha salido del alineamiento medieval que conlleva a una degradación de lo sublime (Dios), este es un siglo de gran madurez sentimental donde el ovulo izquierdo del cerebro es activado para causar distintas sensaciones y poder mantener equilibrado nuestros sentimientos. Pero que tiene que ver esto con la vida religiosa; nada verdad, lo único que se pone en énfasis es que la sociedad ha cambiado a una velocidad inexplicable, ya que las horas se han vuelto minutos, los minutos se han vuelto segundos y los segundos en hipersegundos. La mentalidad del joven posmoderno ha estado en constante cambio promovido por los mass media luchando por mantener aun su hegemonía en este mundo, lo cual nos lleva a la conclusión de que poco a poco los seres humanos estamos perdiendo nuestra igualdad; es algo que asusta mucho, pero esto es culpa del mismo hombre somos nosotros mismos los que nos destruiremos en un futuro no muy lejano. Se está viviendo un ateísmo falso donde solo existe nuestro nuevo dios la “maquina” “Lo repito: no hay ganancia sin pérdida. Nuestra sociedad está llegando a una conclusión. Ya no hay ateísmo verdadero. A causa de dos siglos de revolución industrial y científica, la eliminación del dios de la trascendencia y del monoteísmo ha conducido a la puesta en órbita de un diosmáquina, de un deus ex machina.”[1] Sí, este es el nuevo dios para nuestra sociedad, ya no optamos por seguir a Cristo porque puede ser algo anticuado o solo los homosexuales son los que comienzan esta vida, ya que es esta la mentalidad que hoy en día adquieren los jóvenes, sin entender que es la misma sociedad la que implanta esta forma de pensar. Este es nuestro nuevo mundo, donde lo lúdico ha dado un cambio por lo erótico; ya nada nos sorprende. Por otra parte nuestro presente está lleno de incertidumbres, no sabemos a dónde nos lleva este pensamiento liquido; muchas personas no sabrán de que estoy hablando, pero lo único que puedo decir es que hasta la religión está fuera de control hemos perdido el rumbo y hasta nuestra propia fe ¿Será que Dios está verdaderamente muerto? O son puras suposiciones de Nietzsche, la verdad esto es la pura realidad hemos matado a Dios, pero de manera distinta hemos comenzado a creer en él de un modo más suave; en pocas palabras a nuestra propia manera por eso la posmodernidad nos trajo nuevas tendencias como el budismo, el hinduismo, etc. Lo cual. "Toda la moderna crítica religiosa se puede agrupar bajo un mismo común denominador: el cristianismo, como en realidad la religión, se encuentra impotente frente a la primacía del futuro en la moderna conciencia. Y por ello la nueva conciencia se entiende en muchos aspectos como liquidación de la conciencia religiosa, como comienzo de una época postreligiosa en la que toda orientación trascendental aparece como puramente especulativa y habrá de ser sustituida por una orientación operativa del futuro". (La Fe Cristiana y el Futuro, Jhoann Metz, pag. 116. 1969) [ 1] Virilio. P, EL CIBERESPACIO POLÍTICA DE LO PEOR, Ed. Teorema, Madrid-España, 1997, pág.82 BIBLIOGRAFÍA Virilio. P, EL CIBERESPACIO POLÍTICA DE LO PEOR, Ed. Teorema, MadridEspaña, 1997. La Fe Cristiana y el Futuro, Jhoann Metz, pag. 116. 1969