Proy. Nº De Reforma Expte. Corrientes, Marzo de 2007.- Señora Presidente de la Convención Constituyente Dña. Josefina Meabe de Matho SU DESPACHO El Convencional Constituyente que suscribe la presente tiene el agrado de dirigirse a Ud., a fin de elevarle el Proyecto de Reforma de la Constitución que se adjunta. Sin otro particular, saludo a Ud., muy atentamente. Fdo. Lisandro Almirón, Alianza Frente de Integración Nacional.- DR. LISANDRO ALMIRÓN CONVENCIONAL CONSTITUYENTE ALIANZA FRENTE DE INTEGRACIÓN NACIONAL Señora Presidente. El presente proyecto tiene por objeto la incorporación de las organizaciones de la sociedad civil, dando cumplimiento con el mandato del poder preconstituyente previsto en los arts. 4, punto I 13 de la Ley 2471 FUNDAMENTOS La participación pública, y en particular el rol de las organizaciones de la sociedad civil, también denominadas no gubernamentales (ONG’s), se presenta hoy como un elemento trascendente en nuestra sociedad. Numerosos acuerdos internacionales, declaraciones, planes de acción han destacado la importancia y necesidad de avanzar hacia el desarrollo sustentable mediante una mayor participación ciudadana. El fenómeno de la participación pública se extiende a numerosos ámbitos de la vida social, como por ejemplo derechos humanos, derechos de los consumidores, la temática ambiental, entre otros. La participación de la ciudadanía ha sido un factor central para el avance de estos temas en el ámbito de la opinión pública y en la agenda política, lo que demuestra la importancia que ha adquirido la sociedad civil en la vida democrática moderna. Siguiendo a Daniel Ryan1, podemos afirmar que la idea de que los ciudadanos sólo actúan cuando se trata de elegir a los gobernantes, principio básico de la democracia representativa (“el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes”), se percibe como insuficiente para hacer frente a las complejidades de la vida moderna. Se plantea cada vez con más fuerza la necesidad de un rol activo de la población en las cuestiones públicas. De tal modo, al concepto de democracia representativa se le agrega, ahora, la calificación de participativa. Adaptando categorías desarrolladas por Cohen y Arato, en el análisis del concepto de sociedad civil, podemos distinguir al menos dos componentes en la noción de democracia participativa. Por un lado, un componente “activo”, que comprende los actos y acciones mismas de participación. Esto constituye el “hacer” de la sociedad civil, es decir lo que efectúa, sean tareas educativas, de concientización de la opinión pública, de movilización social o cualquier otro tipo de involucramiento en las cuestiones públicas. Por otro lado, un componente “institucional”, que se refiere al conjunto de institutos que reconocen y garantizan el ejercicio de los derechos ciudadanos, tales como, de asociarse, de peticionar ante las autoridades, de acceso a la información pública, de acceso a los procesos de toma de decisiones, de acceso a la Justicia, etc. Es importante resaltar la necesidad de la concurrencia de ambos componentes en la construcción de una democracia participativa. Un alto nivel de movilización social, una gran capacidad de influencia por parte de ciertas organizaciones sociales, un diálogo fluido entre gobierno y sociedad, no son indicadores suficientes de la fortaleza de una democracia participativa. Es fundamental además construir participación con soportes institucionales y jurídicos, con los cuales se la institucionalice a partir del reconocimiento de derechos y sobre la base de un criterio de legalidad y no de oportunidad o discrecionalidad estatal. A mayor institucionalidad, mayores posibilidades de cumplir eficiente y efectivamente los objetivos propios de las ONGs, los que los hace perdurables junto con su existencia.2 El término Organizaciones de la Sociedad Civil - ONG se aplica a una heterogeneidad de formas asociativas, pero que tienen ciertas características comunes. En general, existe cierto consenso en señalar que se trata de organizaciones privadas, no gubernamentales, sin fines de lucro, de asociación voluntaria, con mecanismos y capacidad de autogobierno y cuya actividad persigue un fin de interés general, en beneficio de la comunidad. Estos criterios nos permiten diferenciar las organizaciones de la sociedad civil de otras formas, propias del sistema político y del económico. 1 2 Daniel Ryan, Democracia participativa, ambiente y sustentabilidad. www.cienciapolitica.com 16/09/04 Seminarios: Romina Kasman. Relacionamiento Estado-ONGs 6. www.políticayactualidad.com 18/10/04 El alcance de este rol de incidencia política de las Organizaciones de la Sociedad Civil - ONG’s da lugar a distintas interpretaciones. Por un lado una restringida que hace referencia exclusivamente a las actividades o acciones tendientes a incidir en las decisiones públicas en favor de intereses colectivos, enfatizándose la influencia en el proceso de formulación de las políticas, fundamentalmente en el ámbito legislativo y/o ejecutivo; en esta primera interpretación ubicaríamos las actividades propias del lobby. Por el otro lado, y desde una mirada más amplia nos permite considerar a la incidencia como toda acción tendiente a influenciar las decisiones de cualquier elite institucional en pos de bienes colectivos. Se abre entonces un abanico mucho más vasto de métodos y estrategias de incidencia, tales como: acciones judiciales, participación en audiencias públicas, consejos consultivos, reuniones con decisores, así como también la generación y divulgación de investigaciones, campañas educativas y para movilizar la opinión pública, manifestaciones, etc. Además, es necesario considerar una ampliación de posibles escenarios de intervención o incidencia, que no se reducen solamente a los ámbitos tradicionales del lobby (el Poder Legislativo y/o Ejecutivo) o los tribunales, sino que incluye la opinión pública, el mundo empresarial, la academia, etc. Dependiendo de factores tales como el grado de apertura del sistema político, las modalidades y estrategias de las Organizaciones de la Sociedad Civil - ONG’s pueden variar, por ejemplo, desde la participación en espacios públicos institucionalizados (consejos consultivos, audiencias públicas, mesas de diálogo y concertación, etc.) hasta diversas y variadas formas de movilización y presión social (campañas cívicas, manifestaciones, etc.). Sigue diciendo Ryan que los analistas también señalan que si bien el marco político institucional influye en las modalidades de incidencia de las organizaciones sociales, ésta es una relación bi-direccional. Así, la sociedad civil, a través de su propio accionar, contribuye a recrear y reformular ese sistema de oportunidades políticas. De lo anterior claramente se desprende que el fortalecimiento del rol de las organizaciones de la sociedad civil se plantea como un aporte en la construcción de una democracia participativa. En conclusión, la construcción de una democracia participativa requiere, por un lado, de un soporte jurídico e institucional y, por el otro, de una sociedad civil activa cuyo nivel de compromiso se mida por el ejercicio efectivo de sus derechos. Por todo lo expuesto, y en el marco de la Ley 5.692, LA CONVENCION CONSTITUYENTE DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES SANCIONA LA SIGUIENTE REFORMA CONSTITUCIONAL Art. 1º Incorpórase a la Constitución de la Provincia de Corrientes el siguiente artículo “Art. … El Estado Provincial garantiza la constitución de organizaciones de la sociedad civil, como instrumentos para el desarrollo y participación democrática, sin fines de lucro, de asociación voluntaria, con capacidad de autogobierno, y cuya actividad persiga un fin de interés general en beneficio de la comunidad. Sus estructuras internas deben ser democráticas y pluralistas, basadas en el cumplimiento de la ley y de los deberes que impone la solidaridad social.” DR. LISANDRO ALMIRÓN CONVENCIONAL CONSTITUYENTE ALIANZA FRENTE DE INTEGRACIÓN NACIONAL