Adán José Quesada Ramos. I.E.S. Saulo Torón de Gáldar. MARX: CONCEPTOS. ALIENACIÓN: También se le denomina enajenación. Este concepto lo tomó de Hegel, pero para éste el sujeto de la alienación era la idea mientras que para Marx era el hombre, y más concretamente el trabajador. Para Marx la alienación económica (aunque hay otras como la religiosa, social y política) es la principal forma de alienación. Se da porque el producto del trabajo del obrero, los bienes que elabora, pasa a ser propiedad de otro, el dueño de la empresa, el capitalista, quien es el propietario de los medios de producción. La alienación es la condición de explotación en que vive el proletariado de toda aquella sociedad que admite la propiedad privada de los medios de producción. Significa la pérdida de autonomía de una clase social (proletariado) porque otra clase social (capitalista) los explota. El trabajador se convierte en una mera mercancía usada por los propietarios de los medios de producción. El proletariado vive una situación de deshumanización. La propiedad privada de los medios de producción aliena a los trabajadores porque no se les trata como un fin en sí mismos, sino como un medio (recordar el planteamiento de Kant y su formulación del imperativo categórico: “trata siempre al otro como un fin en sí mismo y nunca como un medio”). Por eso para Marx la principal alienación es la económica que se da porque en la sociedad capitalista su estructura económica descansa en la propiedad privada de los medios de producción. Sin embargo, esta alienación no es un fenómeno natural y necesario, sino un proceso histórico que depende de un modo concreto de organizar la producción económica. TRABAJO: Es la actividad mediante la que el hombre transforma la realidad para satisfacer sus necesidades. Para Marx la esencia del ser humano se identifica con el trabajo, pues nos pone en relación con la naturaleza y con los demás seres humanos, además de que nos desarrolla y perfecciona. En una sociedad de explotación, como la capitalista, el trabajo es una experiencia alienada. En la sociedad capitalista el trabajo es una mercancía alienada, un instrumento de explotación. No dignifica, sino que desposee y aliena. El trabajo debería ser un fin en sí mismo. Para los marxistas la transformación del trabajo alienado en un trabajo libre constituye la base de su doctrina. VALOR: El valor de la mercancía viene determinado por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción. La mercancía es algo producido en la sociedad y tiene dos valores: el valor de uso y el valor de cambio. El valor de uso es la capacidad del objeto para satisfacer las necesidades y el valor de cambio es el valor que tiene en el mercado y se mide en dinero. Ambos valores no tienen por qué coincidir. El valor de cambio depende del valor del objeto en el mercado, de su escasez o abundancia, de la ley de la oferta y la demanda. En la sociedad capitalista, la fuerza de trabajo es una mercancía más que tiene valor de uso (valor para producir otras mercancías) y valor de cambio, que es el salario que recibe el trabajador. Marx destacó la importancia que se le da al valor de cambio en la economía capitalista, denunciando la irracionalidad de la subordinación del valor de uso respecto al valor de cambio. PLUSVALÍA: La existencia de la propiedad privada de los medios de producción en el sistema capitalista y la búsqueda del beneficio individual son las claves de este tipo de sociedad (sociedad capitalista). El origen del beneficio reside en la plusvalía. Ésta es el beneficio que obtiene el capitalista al vender las mercancías que ha producido el trabajador. La mercancía llamada fuerza de trabajo puede producir otras mercancías con valor de uso y valor de cambio, pera ella –fuerza de trabajo- también tiene un valor de uso (producir otras mercancías) y un valor de cambio (el salario). Sin embargo, el valor de cambio de las mercancías producidas por el trabajador es siempre superior al valor de cambio de la fuerza de trabajo. Esa diferencia es la plusvalía, es decir, el beneficio que obtiene el capitalista. En el marxismo se proponía repartir la plusvalía entre todos. El siguiente esquema representa lo dicho: a) Trabajador. Fuerza de trabajo (mercancía) 1.- valor de uso = producir 2.- valor de cambio (salario) = X b) Mercancía. Valor de uso = utilidad Valor de cambio = Y (dinero del capitalista al venderla) Gastos o Costes de producción = Z Y- (X + Z) = plusvalía Plusvalía Y>X+Z CAPITAL: es el dinero y los medios de producción. El capitalismo se basa en que el capital predomina sobre el trabajo, y los medios de producción están en manos de una clase social (capitalistas, burgueses) de forma que los trabajadores no tienen pertenencias, por lo que venden lo único que poseen, o sea, su fuerza de trabajo. Marx sostenía que el salario del proletariado no se correspondía con el trabajo realizado. El salario sólo permite reproducir la fuerza de trabajo y atender a las necesidades básicas de esta clase social. Los marxistas pensaban que esta contradicción que se da entre el capital y el trabajo generaría tensiones en el sistema capitalista y esto llevaría al sistema capitalista a su autodestrucción y a su sustitución por una sociedad en la que no existiera la propiedad privada de los medios de producción., esto es, a una sociedad sin clases sociales: el comunismo. INFRAESTRUCTURA-SUPERESTRUCTUTA. La infraestructura es la estructura económica, la base económica y material que determina en última instancia a la superestructura y al cambio social, incluyendo las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Para los marxistas la infraestructura es el factor esencial del cambio histórico, es decir, cuando ella cambia también lo hacen los otros sectores de la sociedad. La superestructura está compuesta por los elementos de la vida social (religión, moral, derecho, filosofía, arte, etc.) pero dependen de la infraestructura. Ello quiere decir que estos sectores dependen de las condiciones económicas en que se desarrolla cada sociedad. Los cambios superestructurales son consecuencia de los cambios infraestructurales.