Se necesita valor para vivir los valores

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Se necesita valor para vivir los valores...
Por Humberto Armanzo Álvarez Ruesga
Nos hallamos ante el universo de LOS VALORES. ¿qué son ellos?
Los Valores son realidades "humanas" por excelencia. Son entidades de orden moral y ontológico, que
al estar presentes en el ser humano, nos dan fe de la dignidad que éste posee, por el hecho ,
precisamente, de ser y existir como “humano”, es decir como ser creado a imagen y semejanza de su
Creador y el único en la creación, a quien Dios ama por sí mismo.
Estamos ante el universo de los Valores, que entendemos como :
- Objetos valiosos; como apetecibles realidades que despiertan nuestro interés y nuestra estima y
nuestro impulso a conseguirlos...
- Los conceptuamos como Objetos, materiales o espirituales, capaces de modificar nuestra conducta y
contribuir eficazmente a nuestra humanización, en su doble vertiente: como individuos y como
miembros de la sociedad, conscientes, activos, responsables...
- Así pues, los Valores propician nuestra armonía personal y social, nuestro perfeccionamiento como
seres humanos; eso que solemos llamar nuestra realización.
¿La condición?... ¡Ah, sí! Es bajo una exigente condición: Que los internalicemos ; que los encarnemos;
que los vivamos dentro de una sana jerarquización y puedan así ser para nosotros: generadores de
trascendencia, de felicidad y plenitud. Y, desde nosotros, lo serán también para aquéllos que con
nosotros conviven...
Nos queremos situar ante uno de los muchos Valores Humanos, el cual no suele ponerse en las listas
de Valores, siendo que -curiosamente- lleva el nombre de toda la "familia": la familia de los Valores...
Se trata del valor "VALOR".
Pero aclaremos: decir "valor", suena para muchos como algo relativo a economía y finanzas: lo que
vale comercialmente en el mercado, algún objeto o algún servicio solicitado a otros...Se le considera,
simplemente, como el “precio” a pagar por algo que se ha conseguido.
Por otro lado, no faltan los que reconocen que se dan situaciones y existen objetos que, más que
poseer un valor económico, tienen un valor simbólico, moral, o espiritual. Éste, aunque siendo de otra
índole, es tanto o más apreciable que el mero valor económico de las cosas...
Tal modo de conceptuar el "Valor", ya está más cerca de lo que aquí y ahora deseamos tratar.
En efecto, en el presente ensayo, sin rechazar ni el sentido comercial, ni el simbólico del valor ,
queremos referirnos propiamente al VALOR MORAL, es decir pensamos en esa singular cualidad de
algunas personas, que les permite ir más allá de sus temores y miedos, echando abajo todos sus
fantasmas, a fin de lograr el éxito en lo que se proponen, así tengan que sufrir y batallar
incansablemente...
Estamos ante algo que muy bien se podría llamar, con términos tales como : Valentía, Coraje , Osadía,
Atrevimiento, Voluntad, Tener los pantalones bien puestos, etc. etc. Para personas y sociedades,
poseer este Valor, resulta por demás ventajoso y provechoso: Ser valientes, tener este valor, hace de
las personas : seres decididos, no miedosos, vencedores de sus temores fundados e infundados...
Seres llenos de optimismo y de esperanza; hombres y mujeres dinámicos, que saben ser prudentes,
pero también atrevidos; que saben arriesgarse a correr la aventura, sin paralizarse ante nada...
Pero podríamos preguntarnos: ¿se nace, o se hace uno-a valiente, valeroso en el transcurso de la
vida? Habría que analizar el "genoma humano" para ver si hay en él señal de herencia del "Valor" y si
por consiguiente : se da sobre esto alguna programación...
Lo que parece ser realista, es que la seguridad de los valientes, les viene del propio interior, de la
conciencia de su valer y poder; de la confianza en sí mismos; de su "espiritualidad" y "religiosidad", es
decir de su fe en un Dios Padre providente ; del dominio que han aprendido a tener, frente a los
impulsos negativos, paralizantes...
Hay aquí mucho de aprendizaje y de autoformación: Ciertamente que la educación recibida no causó
traumas, ni complejos –de inferioridad o de culpabilidad- sino que formó personas con autocontrol.
Todo ello es, además de gracia y suerte, una garantía de la que pende la futura actitud de superación:
Tales felices personas, tendrán Valor frente a las dificultades, los problemas, las situaciones enojosas
de la vida, que no faltan . No serán - las más de las veces - cobardes ante la vida... No se verán
desarmados, ni tímidos, ni inseguros, ni inmaduros...
Los poseedores de este singular VALOR, podrán ir adelante en todo, sin amilanarse ante los
ineludibles fracasos, que más bien serán para ellos crisol de sus mejores cualidades y taller de sus
posibilidades reales... De este modo, les resultará factible -y no demasiado costosa- la vivencia de
tantos OTROS "VALORES", como serían , por ejemplo:
La alegría, la amistad, la asiduidad, la autoaceptación, la colaboración, la confianza, la constancia, la
criticidad, la creatividad, la ecuanimidad, la honestidad, la humildad, la integridad, la justicia, la
laboriosidad, la modestia, la responsabilidad, la sencillez, la servicialidad, la tolerancia, etc., etc.
Las creencias, las formas de pensar, los sentimientos, de los auténticos valientes, serán sanos y
positivos. El contacto con cuanto los rodea, los pondrá necesariamente en crisis, pero poseyendo el
Valor necesario, tomarán las decisiones adecuadas para encarar y enfrentar los problemas y poder
salir adelante.
Tendrán VALOR para ser sinceros, sabrán decir la verdad, aún a costa de tener que pagar el precio de
su sinceridad...
Tendrán la osadía de ser honestos , justos, íntegros: no temerán expresar la razón por la que se
comportan de modo diferente a lo que "las mayorías" proclaman ...
Tendrán la bravura de enfrentar a los conflictivos y agresivos, con la paz en el rostro y sobre todo en el
corazón...
Sabrán ser fraternales... servidores de sus hermanos...sabrán perdonar...
Amarán el esfuerzo y el trabajo y lo acometerán con fervor y entusiasmo.
Las personas poseedoras del valor "VALOR", serán ¡bienvenidas! en medio de una sociedad
despistada y asustadiza, pero al mismo tiempo, abierta a la esperanza.
El mundo futuro será mejor, gracias a la presencia de esos Valientes y Valiosos seres humanos.
Y las naciones podrán contar con excelentes ciudadanos.
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