El Carmel ¿Accidente u operación especulativa?

El Carmel ¿Accidente u operación especulativa?
CJC de Valladolid :: 15/03/2005
El socavón aparecido en pleno barrio del Carmel (BCN) ha desatado una guerra
política en la ciudad catalana y ha puesto de manifiesto algo que ya se sabía desde hace tiempo: los
intereses económicos y la corrupción que hay detrás de los planes urbanísticos de municipios y
ciudades. Además de esto, pone también en entredicho el irracional desarrollo de nuestras ciudades,
subordinado a los intereses financieros en vez de estarlo a un modelo de crecimiento urbanístico
coherente y respetuoso con el medio ambiente. Sobre la corrupción urbanística poco queda por decir
que no se sepa. Es un secreto a voces que las operaciones especulativas del suelo son algo habitual y
cotidiano. La corrupción en este sentido es generalizada, aunque se trata de un tema "tabú". Se sabe
perfectamente que los partidos políticos cobran comisiones y son financiados "bajo cuerda" por
grandes empresas de la construcción que luego se cobran sus favores con suculentos contratos
cuando estos llegan al poder. ¿De dónde sale, sino, el dinero para financiar las costosas campañas
electorales de los Partidos del Sistema? ¿Quién paga? No existe transparencia sobre estos temas y
eso genera unas suspicacias no poco justificadas. En este contexto, ningún ayuntamiento ni poder
público va a destapar esas tramas urbanísticas porque sería tanto como tirar piedras contra su
propio tejado (puesto que aquí están implicadas todas las instituciones y organismos públicos) Sobre
el "accidente" en El Carmel existen dos posibilidades: - Que haya sido realmente un accidente,
demostrándose que el modelo de desarrollo urbanístico de nuestras ciudades es absolutamente
disparatado. Se construye de forma desordenada y absurda. Están convirtiendo las ciudades en
autenticas moles de hormigón sin alma. Se edifica sin otra premisa que la de una supuesta
"funcionalidad’ (deberíamos decir "comercialiad’). Cada vez hay más aparcamientos y
urbanizaciones, mientras que desaparecen las zonas verdes y las zonas de ocio (ocio no-consumista ,
se entiende). No es de extrañar, pues, que puedan ocurrir hechos como el del Carmel. Lo raro es que
no ocurran mucho más a menudo. - Que se haya tratado de una maniobra urbanística con el fin de
"recalificar" el suelo de este barrio, lo cual no nos extrañaría nada. No es la primera ni la última vez
que se han hecho cosas parecidas. En el barrio madrileño de Vallecas, por ejemplo, hay varios
edificios dañados por unas obras en el metro (caso parecido al del barrio barcelonés). Los vecinos
(en su mayoría ancianos que sólo cuentan con su piso y una pequeña pensión) llevan denunciando
esta situación desde hace años, pero nadie les escucha. Es más, se les está ofreciendo que vendan
sus pisos (muy depreciados) por cantidades irrisorias. Se trata de un barrio obrero cuyo suelo, está
claro, se quiere recalificar. ¿Estamos ante dos casos similares? Todo parece indicar que existen
parecidos más que razonables: un "accidente" oportuno en una zona muy apetecible para hacer
negocio. Las tiendas del barrio se arruinan y los pisos de deprecian, con lo que los vecinos huyen
despavoridos. Se derriban los edificios y se construye de nuevo dándole el permiso a una empresa
"amiga". La actitud del Gobierno de la Generalitat está dejando mucho que desear. Este PSOE, que
nos había prometido una "nueva era" después de los ocho años de dictadura del PP, está haciendo
aquello que tanto criticó. Lo primero que se hizo cuando se produjo el "accidente" fue intentar
amordazar a los vecinos (se les "recomendó" no hablar con la prensa "más de lo necesario"). Por
supuesto, de dimisiones, nada de nada. Se irá algún cargo intermedio como cabeza de turco y poco
más. Para tirar balones fuera Maragall acusó a CiU de cobrar comisiones por concesiones
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urbanísticas cuando gobernaba (una práctica habitual). Lo mismo de siempre: cualquier cosa con tal
de no reconocer que se han cometido errores y negligencias. ¿No recuerda este caso al del Prestige?
La tormenta política desatada en Catalunya por este hecho (guerra, por otro lado, fraticida porque
CiU tiene mucho que esconder, pero el PSC también) puede ser bastante esclarecedora. Sin
embargo, mucho nos tememos que la polémica se cerrará en falso, como casi siempre.
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