GILERA, DOS ANILLOS EN LA HISTORIA DEL MOTOCICLISMO La historia de Gilera se remonta a los primeros años del siglo XX: el primer vehículo que lleva su nombre, el VT 317, nace en el año 1909 de la mano de Giuseppe Gilera. Durante los años siguientes al primer conflicto mundial, Gilera produce vehículos de 500 cc con válvulas laterales con las que vence las más importantes competiciones internacionales. Hacia la mitad de los años treinta, llegan los modelos con distribución por válvulas en cabeza como la "Quattro Bulloni 500" y la "Otto Bulloni". En 1936 nace la aventura de la Rondine, motocicleta de carreras con compresor y motor de 4 cilindros en la línea de 500 cc. Este vehículo consigue numerosos records mundiales (274,181 km/h en el kilómetro lanzando en el 1937: primacía mantenida durante casi 20 años) y permite a Dorino Serafini la conquista del Campeonato de Europa de 1939. Después de la guerra, Gilera presenta la nueva Saturno 500, con una gama de versiones de cilindrada mediana - pequeña. Sobre los circuitos de competición, las nuevas 4 cilindros de 500 se convierten en dominadoras de la clase reina del Motociclismo Mundial, con duelos épicos con Norton, Moto Guzzi y MV Agusta, y conquistando seis títulos entre 1950 y 1957. Umberto Masetti fue campeón del mundo en 1950 y 1952, seguido por Geoff Duke (tres veces seguidas) y Liberto Liberati (un título). Asimismo, llegarán otros seis títulos mundiales, Costruttori con tres victorias en el Tourist Trophy, siete títulos italianos y una impresionante victoria - record de Bruno Francisci en la Milán - Taranto. En conjunto, Gilera, antes de la retirada de las competiciones en 1957, consigue 44 Grandes Premios Mundiales. Es fuerte también el empeño en el segmento de campo, con la Gilera que ha dominado en varias ocasiones los Seis Días Internacionales así como las competiciones de Regularidad. En la producción en serie, son las motos turísticas de mediana cilindrada -Giubileo, Rossa, Turismo, Sport- las verdaderas matrices con grandes números de producción; en la gama alta, además de la Saturno (fabricada también para las Fuerzas Armadas) nace la 300 Bicilíndrica. En 1969 Gilera entra a formar parte del Grupo Piaggio que emprende el realce de la histórica marca de los dos anillos, apostando por una producción de cilindrada media y mediana - pequeña, así como una gama de modelos de calle y campo. La participación en las competiciones de Cross y Regularidad también muestra los intensos deseos de innovación como la realización de la novedosa Bicilíndrica 125 Cross. En los años Ochenta se desarrolla un nuevo motor monocilíndrico de 4 tiempos con distribución por doble árbol - en un primer momento en las versiones de 350 y 500 cc y sucesivamente 600 cc - que encontrará su máxima expresión en los vehículos Enduro de la serie RC (600 y 750 cc), que consiguen dos victorias de clase en el París - Dakar y un absoluto en el Rally de los Faraones. En el segmento de 125 cc, las propuestas Gilera más vanguardistas son la potente SP02 y la novedosa CX125. En los años 1992 y 1993 Gilera vuelve al Motociclismo Mundial en 250 cc. En 1993 la producción es trasladada a Pontedera y la marca Gilera se focaliza sobre el desarrollo del scooter deportivo como Runner, una innovadora propuesta de motoscooter que ahora aparece también en las versiones 4 tiempos con modernos propulsores de 125 y 180 cc. En conjunto, los vehículos producidos con la marca Gilera desde 1993 hasta hoy rondan las 700.000 unidades. En el segmento de pequeña cilindrada destacan los modelos enduro H@k y Surf, y el supermotard GSM, y en 1998 gilera vuelve a la moto 125 con el custom Coguar dotado con motor de 4 tiempos. A estos modelos, hay que añadir el revolucionario DNA del año 2000, un naked con motor automático que representa a fondo la interacción entre el mundo de la moto y el del scooter. En 2001, la marca de los anillos, adelantándose a las expectativas, participa en en Campeonato del Mundo de 125 cc. Una vuelta a las competiciones hecha posible después de que el Grupo Piaggio hubiera adquirido a la española Derbi. El Director General Giampiero Sacchi constituye un equipo contando con la experiencia del Director Técnico Harald Bartol y el Jefe Mecánico Mario Galeotti. El equipo es coordinado por Claudio Verna, responsable de Gilera Racing. La estructura, completamente italiana, logra alcanzar metas prestigiosas, gracias especialmente a la apasionada dedicación de todos los miembros del equipo. Confiando en el joven piloto Manuel Poggiali (República de San Marino), Gilera se convierte en una de las protagonistas en la clase 125. Es el 20 de Mayo de 2001 cuando, sobre el circuito de Le Mans, Manuel, dominando un vuelo impresionante, llega el primero a la meta del Gran Premio de Francia, colocando a Gilera en el peldaño más alto del podium. Al final de la temporada, Poggiali conquista otras dos victorias (GP de Portugal en Estoril y GP de la Comunidad Valenciana en España) y gracias a su constante rendimiento (11 podiums conquistados) se convierte en el Campeón del Mundo de 125 cc regalando a la marca de los anillos un nuevo título. Habían pasado 44 años del último premio mundial de Libero Liberati en la gama de 500 y 4 cilindros. La historia de Gilera ha retomado su carrera.