Unidad 6: El Renacimiento y la revolución científica

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Unidad 6:
1. Introducción
2. Principales filósofos del Renacimiento
3. Las teorías políticas del Renacimiento
4. La revolución científica
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1. Introducción
El Renacimiento comienza en Italia en el S. XIV y perdura más allá del S. XVI. Significa una
transición, se recupera el genuino pensamiento griego, surge el estado moderno y la
revolución científica transforma la imagen del mundo. El término “renacimiento” se consolida
con la obra La cultura del Renacimiento en Italia (1860) de Jakob Burckhardt, en la que este
autor contrapone la asociación de esta época con la luz y la claridad de la antigüedad frente a la
oscuridad y la barbarie medievales.
La tendencia más emblemática de esta época es el llamado “humanismo”, que es un retorno y
una recuperación de la literatura y el pensamiento grecolatinos, además de un programa
educativo que recoge la expresión ciceroniana “humanae litterae” en oposición a los “divinae
litterae” medievales.
Petrarca (1304-1374) fue el primer humanista y el primer hombre moderno. Lo que
pretende es un retorno a la Antigüedad rechazando “las tinieblas contemporáneas”.
Leonardo da Vinci es el prototipo de hombre renacentista y expresa así el humanismo
renacentista: “El hombre es el modelo del
cosmos”, que sintetiza lo que se conoce como
“antropocentrismo”. Así pues, el “teocentrismo
medieval” es sustituido en el renacimiento por el
antropocentrismo. El ser humano es considerado
como una especie de “microcosmos” dentro del
mundo o “macrocosmos”.
Cabe destacar tammbién las tres principales innovaciones técnicas en este período histórico: la
invención de la pólvora, de la brújula y, sobre todo, la invención de
la imprenta por Gutemberg en el año 1440.
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Principales filósofos del Renacimiento
Los dos principales pensadores del llamado “renacimiento filosófico” son Nicolás de Cusa
(1401-1464) y Michel de Montaigne (1533-1592)
La obra más importante de Nicolás de Cusa es “De docta ignorantia” (Sobre la sabia
ignorancia). Este filósofo es considerado como un pensador de transición: para algunos es
todavía un medieval, para otros es un renacentista. Según Nicolás de Cusa, al ser humano le
es imposible tener un conocimiento positivo de Dios, sólo podemos saber qué no es (esto se
conoce como teología negativa) porque Dios excede nuestra capacidad racional. La única
actitud sensata, la actitud del sabio, es reconocer la propia ignorancia (docta ignorantia), algo
que recuerda al famoso “sólo sé que no sé nada” socrático y a los escépticos y
su abstención de juzgar o “epojé”
La obra principal de Michel de Montaigne es “Ensayos”. Vemos en esta
obra una actitud escéptica, bajo la pregunta: ¿qué sé yo? Nos presenta
Montaigne una filosofía autobiográfica, que servirá de inspiración a los
“Pensamientos” de Pascal y al “Discurso del método” de René Descartes.
3. Las teorías políticas del Renacimiento
Las teorías políticas renacentistas se mueven en un contexto diferente del medieval con la
formación de las monarquías absolutas y las ideas de la Reforma. La mayoría de los teóricos
dan preferencia a la monarquía y son las ideas absolutistas las que triunfan. La teoría política
se seculariza, es decir, se independiza de los puntos de vista religiosos, aunque no del todo ya
que sigue prevaleciendo la idea del origen divino del poder.
Nicolás de Maquiavelo inaugura la ciencia política
moderna. Su obra principal es “El Príncipe”. En esta obra
encontramos la famosa máxima “el fin justifica los medios”,
que significa que el Estado para asegurar la supervivencia y
el bienestar de la comunidad puede utilizar medios
inmorales siempre que sean necesarios y efectivos.
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También destaca la figura de Tomás Moro, que con su obra “Utopía” acuña el término
de utopía (de u –no- y topos –lugar-, en ningún lugar). La obra de
Tomás Moro es la visión de un estado ideal, igualitario, el que nadie
posee nada en propiedad. La primera obra utópica es, no obstante,
“La República” de Platón.
La obra de Tomás Moro tuvo un gran éxito, siendo imitada por Francis Bacon en su
“Nueva Atlántida” y por Tommaso Campanella en “La ciudad del Sol”
Este género literario ha tenido una enorme repercusión. Citaremos como ejemplos de
antiutopías o distopías: Un mundo feliz de Aldous Huxley y 1984 de Georges Orwell.
4. La revolución científica
La revolución científica es uno de los aspectos más destacados del Renacimiento. Destacaremos
brevemente a los siguientes autores:
Nicolás Copérnico
La ciencia renacentista comenzó con la obra “De revolutionibus orbium caelestium” (Sobre la
revolución de las órbitas celestes), publicada en 1453, que defiende las tesis del
heliocentrismo, que después defenderán Kepler y Galileo.
Francis Bacon
Es uno de los filósofos más destacados del Renacimiento. Para Bacon la finalidad del
conocimiento es el dominio de la naturaleza, pero ese dominio requiere un conocimiento
profundo de la misma y de sus mecanismos. De ahí su frase: No se triunfa sobre la
naturaleza sino obedeciéndola (“Novum organum”). Junto a Novum Órganuum, en la que
propone un método científico de descubrimiento, destacan sus obras: “Instauratio Magna” o
Gran Restauración, obra que pretende recuperar el conocimiento que poseía Adán antes de
su expulsión del Paraíso y “De la dignidad y del progreso de las ciencias” donde hace una
crítica del saber tradicional y de los prejuicios, que él llama “ídolos”, prejuicios que
obstaculizan el conocimiento. Los ídolos son nociones e imágenes falsas que se apoderan de
nuestra mente y tienden siempre a reaparecer. Bacon utiliza el método inductivo, a diferencia
de los grandes científicos de esta época, que utilizan el método hipotético-deductivo.
Giordano Bruno
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La importancia de Bruno es que supone una continuación filosófica del sistema copernicano.
El problema central de su pensamiento es la relación Dios-mundo. Para Bruno el mundo se
identifica con Dios (panteismo). El panteismo es la concepción infinita del universo, idea
demasiado peligrosa para la Inquisición. La negativa de Bruno a retractarse le llevó a al
hoguera en el año 1600.
Johannes Kepler
El gran descubrimiento de Kepler fue que las órbitas planetarias son elípticas y no circulares.
Galileo Galilei
El gran móvil de las investigaciones de Galilleo fue demostrar la validez del heliocentrismo.
En su obra Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo contrapone las dos grandes
concepciones astronómicas: el geocentrismo y el heliocentrismo. Esta obra supuso un largo y
penoso proceso de Galileo con la Inquisición, siendo obligado a
abjurar de las tesis copernicanas y a retirarse de la actividad
docente. Gracias a la utilización del telescopio pudo llevar a cabo
importantes descubrimientos: las imperfecciones de la Luna y del
Sol, los cuatro satélites de Júpiter, las fases de Venus y el descubrimiento de que La Vía
Láctea no era sino una congregación de millone de estrellas. Para Galileo el universo está escrito
en lenguaje matemático. En su obra Il Saggiatore utiliza el método experimental, el método
hipotético-deductivo, que Galileo denomina “resolutivo-compositivo”, en el que a partir de
la formulación de hipótesis mediante pruebas experimentales se intenta contrastar con la
realidad las consecuencias que se deducen de las hipótesis.
La imagen antigua del universo
es la cosmología aristotélica con las aportaciones
de Ptolomeo. Sus rasgos principales son:
i.
Geocentrismo: el centro del Universo es la Tierrra
ii.
Esfericidad del Universo:
el Universo es finito y en él no existe el vacío, está
limitado por la esfera de las estrellas fijas
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iii.
Heterogeneidad del Universo:
el Cosmos se divide en dos regiones: el mundo
supralunar, que es un mundo perfecto, compuesto de un elemento puro e incorruptible, el
éter y el mundo sublunar, con la Tierra en el centro y los cuatro elementos de Empédocles.
iv.
La causa del movimiento:
Las esferas son movidas por motores inmóviles e
inmateriales
La ciencia renacentista rompe radicalmente con esta imagen del Universo. Sus rasgos
principales son:
i.
Heliocentrismo:
el Sol es ahora el centro, es lo que se conoce como “revolución
copernicana”
ii.
Órbitas elípticas:
las
leyes
de
Kepler
niegan
dos
principios
fundamentales del sistema ptolemaico-aristotélico: la circualridad de los
movimientos y su uniformidad.
iii.
Homogeneidad del Universo: la
Tierra es un planeta más y por lo
tanto desaparece la distinción entre los mundo supralunar y sublunar.
Galileo con sus observaciones telescópicas descubrió la superficie de la Luna, las manchas
solares, con lo que confirmaba que los astros no eran cuerpos perfectos compuestos de
éter.
iv.
La causa del movimiento:
mientras que Aristóteles explicaba el movimiento del
Universo por la atracción del Primer Motor Inmóvil y por el rozamiento de las esferas, la
nueva explicación es la teoría de la gravitación universal de Newton, preparada por las
leyes de Kepler y la teoría de Galileo.
“La prueba más clara de la sabiduría es
una alegría continua.”
Michel de Montaigne
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