de la aclaratoria solicitada por los abogados

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SALA CONSTITUCIONAL
Magistrado Ponente: JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO
Mediante escrito presentado el 6 de marzo de 2007, los abogados CARLOS
ALBERTO PEÑA DÍAZ, GUSTAVO E. FERNÁNDEZ M., MIGDERBIS MORÁN y
MARYLIN PÉREZ TERÁN, inscritos en el Inpreabogado bajo los Nros. 41.261, 68.931,
40.950 y 63.226, respectivamente, diciendo actuar en su carácter de sustitutos de la
Procuradora General de la República, solicitaron aclaratoria de la decisión de esta Sala
N° 301 dictada el 27 de febrero de 2007.
En esa misma oportunidad, los prenombrados abogados presentaron un escrito de
alcance a la aclaratoria solicitada.
En el mismo día, la abogada ALICIA MARISELA FLAMES, inscrita en el
Inpreabogado bajo el N° 41.626, en su condición de sustituta de la Procuradora General
de la República, solicitó aclaratoria en el sentido de que “…visto que en el dispositivo de
la sentencia cuya aclaratoria se solicita, no se estableció a partir de que fecha se va a
aplicar este criterio establecido en la referida sentencia, a los efectos del cálculo del
impuesto sobre la renta, resulta necesario, solicitar que se provea lo conducente y se
subsane la omisión del dispositivo”.
Ese mismo día se acordó agregar al presente expediente los referidos escritos.
En escrito presentado el 8 de marzo de 2007, los abogados ADRIANA
VIGILANZA GARCÍA y CARLOS VECCHIO DEMARI, identificados en autos,
actuando en su propio nombre, solicitaron aclaratoria de la sentencia dictada por esta Sala
indicada supra; escrito que se acordó agregar en esa misma fecha.
I
DE LA ACLARATORIA SOLICITADA POR LOS
ABOGADOS
CARLOS ALBERTO PEÑA DÍAZ, GUSTAVO E.
FERNÁNDEZ M., MIGDERBIS MORÁN y
MARYLIN PÉREZ TERÁN
Los prenombrados, diciendo actuar en su carácter de sustitutos de la Procuradora
General de la República, solicitaron aclaratoria de la decisión dictada por esta Sala el 27
de febrero de 2007, para que se declare que la misma “…tiene efectos ex nunc, es decir,
para el ejercicio fiscal que se inicia el 1° de enero de 2008 y concluye el 31 de diciembre
de 2008, cuya declaración y pago deberá realizarse durante el primer trimestre del año
2009”, ya que atendiendo a lo dispuesto en el artículo 8 del Código Orgánico Tributario
vigente, “…los efectos de la sentencia mal podrían ser aplicados en principio, al
ejercicio que concluyó el 31 de diciembre de 2006 –aplicable a las personas naturales
asalariadas- por cuanto el hecho imponible se generó en dicho período, encontrándonos
actualmente en la oportunidad para la presentación de la declaración y pago del
Impuesto sobre la Renta. Asimismo, no es aplicable al ejercicio fiscal comprendido entre
el 1° de enero al 31 de diciembre de 2007, por cuanto el mismo ya se inició…”.
En el escrito de alcance de dicha aclaratoria, manifestaron que “…la sentencia no
define claramente lo que debemos entender por beneficios otorgados de forma
accidental, en consecuencia, estima esta Representación que la accidentalidad no
debería referirse a aquellos beneficios que constituyan un derecho adquirido para el
asalariado, aun cuando, varíe la fecha y el monto del pago; en otras palabras,
atendiendo a la buena intención de esta Sala, debería entenderse que la remuneraciones
accidentales a ser excluidas de las base imponible, son aquellas que no constituyen un
derecho para el trabajador y que son pagadas ocasionalmente.
De lo contrario esta sentencia podría estimular la elusión fiscal en pro del
aumento de beneficios que no poseen carácter salarial, tales como: bonos, dietas,
pensiones, obvenciones y demás privilegios afectando directamente los objetivos sociales
de la Revolución Bolivariana”.
II
DE LA ACLARATORIA SOLICITADA POR LOS ABOGADOS
ADRIANA VIGILANZA y CARLOS VECCHIO DEMARI
Los prenombrados abogados presentaron un escrito en el cual manifestaron lo
siguiente:
1.- Que no se aplique, al caso de autos, el artículo 252 del Código de
Procedimiento Civil, en lo que se refiere al lapso para el ejercicio de la aclaratoria y la
legitimación, por cuanto la sentencia objeto de la aclaratoria tiene efectos erga omnes, y
su interés procesal se ha renovado, “[...]puesto que la norma interpretada está dirigida a
las personas naturales que son contribuyentes del impuesto sobre la renta[...]”.
2.- Que se establezca la vigencia temporal del criterio interpretativo, para lo cual
formuló cuatro posibles respuestas; no obstante, solicitó que “[...]se disponga claramente
que el fallo surte sus efectos desde el 27 de febrero de 2007 (fecha de la sentencia), pero
que aplica para los ejercicios fiscales no prescritos, incluyendo el ejercicio fiscal 2006.
Sin embargo, no aplicaría para los actos definitivamente firmes[...]”.
3.- Que “[...]se esclarezca que los trabajadores deben calcular y pagar su
impuesto sobre la renta únicamente sobre aquellas remuneraciones de carácter salarial
que califiquen de ‘salario normal’ y que toda aquella remuneración salarial que no
pueda ser considerada como ‘salario normal’, queda expresamente excluida del
gravamen sobre el impuesto sobre la renta, es decir, exentas o no gravable”.
4.- Que “[...]la vigencia temporal de las normas que no fueron reformadas, pero
que se publicaron nuevamente a través de una reforma de ley, debe considerarse a partir
de dicha reforma, en lugar de considerarse a partir de dicha norma, en lugar de
considerar el momento en que fueron sancionadas originalmente”.
5.- Que “[...]se disponga expresamente en al (sic) aclaratoria que la
participación en los beneficios (utilidades) y el bono vacacional no forman parte del
salario normal y que por lo tanto no constituyen enriquecimientos netos a los fines de la
determinación del Impuesto sobre la Renta ni tampoco están sujetos a retenciones”.
III
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Para decidir sobre las aclaratorias solicitadas, la Sala observa lo siguiente:
La figura procesal de la aclaratoria está prevista en el artículo 252 del Código de
Procedimiento Civil, que es del tenor siguiente:
"Artículo 252: Después de pronunciada la sentencia definitiva o la
interlocutoria sujeta a apelación no podrá revocarla ni reformarla el Tribunal
que la haya pronunciado.
Sin embargo, el Tribunal podrá, a solicitud de parte, aclarar los puntos
dudosos, salvar las omisiones y rectificar los errores de copia, de referencias o
de cálculos numéricos, que aparecieren de manifiesto en la misma sentencia, o
dictar ampliaciones, dentro de tres días, después de dictada la sentencia, con
tal de que dichas aclaraciones y ampliaciones las solicite alguna de las partes
en el día de la publicación o en el siguiente". (Resaltado de la Sala).
De la norma jurídica antes transcrita, se establece el derecho que tienen las partes de
solicitar aclaratoria cuando consideren que existan puntos dudosos, o para salvar
omisiones y rectificar los errores de copia, de referencias o de cálculos numéricos, o pedir
ampliación, siempre y cuando dicha aclaratoria o ampliación sea solicitada en el día de la
publicación o en el siguiente de la sentencia definitiva o de la interlocutoria sujeta a
apelación.
En primer lugar, esta Sala observa que las aclaratorias presentadas en escritos del 6
de marzo de 2007 y el 8 del mismo año, fueron formuladas en tiempo oportuno, toda vez
que la decisión objeto de las mismas fue dictada fuera del lapso de ley, toda vez que fue
publicada el 27 de febrero de 2007, cuando se había dicho “Vistos” el 2 de mayo de
2006.
2.- En segundo lugar, esta Sala advierte que las reglas del Código de Procedimiento
Civil rigen como normas supletorias en los procedimientos que cursen ante el Tribunal
Supremo de Justicia, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 19 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia, por ello la aclaratoria solicitada se examinará a la luz de
dicha norma, pero teniendo en consideración que la legitimación en este caso no está
limitada a las partes como se indica expresamente en el artículo 252 del Código de
Procedimiento Civil, por tratarse lo decidido en autos de un recurso de nulidad por
inconstitucionalidad, acción de carácter objetivo para la cual se requiere un interés simple
y no calificado, y aun cuando fue declarado inadmisible ese recurso, la sentencia dictada
contiene un pronunciamiento de la Sala, referido a la interpretación constitucional del
alcance y sentido del artículo 31 de la Ley de Impuesto sobre la Renta; interpretación que
tiene efectos erga omnes, y es de naturaleza esencialmente objetiva, por lo que puede ser
cualquier persona y no necesariamente las partes, la que requiera una ampliación,
corrección material o bien aclaratoria de dicho fallo.
Igualmente, la Sala considera que en estas materias donde el fallo surte efectos erga
omnes, por una razón de orden público constitucional, atinente al derecho de quienes
reciben los efectos perjudiciales del fallo, como reflejos de la decisión, tales posibles
perjudicados pueden solicitar aclaratorias a fin de que su situación sea más precisa.
Atendiendo a ello, se observa que han solicitado aclaratoria de la sentencia N° 301
dictada por esta Sala el 27 de febrero de 2007, en escritos separados, los siguientes
ciudadanos:
- La abogada ALICIA MARISELA FLAMES, en su condición de sustituta de la
Procuradora General de la República, “…según se evidencia de oficio poder N° 00261,
de fecha 30 de junio de 2004…”, el cual fue consignado por la prenombrada abogada a
los autos mediante diligencia del 7 de marzo de 2006 y corre inserto al folio 147 del
presente expediente.
- Los abogados ADRIANA VIGILANZA GARCÍA y CARLOS VECCHIO
DEMARI, actuando en su propio nombre, “[...]ya que el decaimiento de [...](su)[...]
interés procesal para pedir esta aclaratoria estuvo referido a la nulidad de los Artículos
de un Decreto Ley derogado y no a la interpretación de un Artículo que nos afecta o
pudiera afectarnos y que está presente en un texto legal vigente”.
- Los abogados CARLOS ALBERTO PEÑA DÍAZ, GUSTAVO E. FERNÁNDEZ
M., MIGDERBIS MORÁN y MARYLIN PÉREZ TERÁN, diciendo actuar en su
carácter de Sustitutos de la Procuradora General de la República, “…según consta en
documento poder autenticado por ante la Notaria Pública Undécima de Municipio
Libertador en fecha 18 de agosto de 2006, bajo el n° 55, Tomo 136 de los Libros de
Poderes…”; poder que se acompañó al escrito de la aclaratoria, y que de cuya lectura se
desprende que el abogado CARLOS ALBERTO PEÑA DÍAZ en su carácter de Gerente
General de Servicios Jurídicos del Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y tributaria (SENIAT), sustituyó en varios abogados que allí se mencionan,
entre ellos, los ciudadanos GUSTAVO E. FERNÁNDEZ M., MIGDERBIS MORÁN y
MARYLIN PÉREZ TERÁN, el poder que le fue otorgado para actuar en juicio al
primero de los nombrados “…según consta de la Providencia Administrativa N° SNAT2005-0422, de fecha 26 de mayo de 2005, publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 38.205, de fecha 09 de junio de 2005; y conforme al OficioPoder N° D.P. 000723, de fecha 17 de julio de 2006, mediante el cual la ciudadana
Procuradora General de la República …(omissis)…, …(le)… sustituyó la representación
que constitucionalmente y legalmente ejerce de la República, para actuar en todos los
juicios que cursen o cursaren por ante todos los Tribunales de la República…”.
Al respecto, conviene destacar que la Resolución del 26 de mayo de 2005,
publicada en Gaceta Oficial de la República contiene la designación del abogado
CARLOS ALBERTO PEÑA DÍAZ, en el cargo de Gerente General de Servicios
Jurídicos del SENIAT y lo faculta para ejercer las funciones establecidas en el artículo 3
de la Providencia Administrativa N° 0318 del 8 de abril de 2005, publicada en la Gaceta
Oficial de la República N° 38.193 del 24 de mayo de 2005, entre las cuales, resalta la de
ejercer la representación judicial de la República en determinadas causas, pero “previa
sustitución del Procurador o Procuradora General de la República” (véanse, numerales
11, 13 y 14 de dicho artículo 3).
Ahora bien, como no fue traído a los autos el oficio-poder N° D.P. 000723 de fecha
17 de julio de 2006, en el cual el abogado CARLOS PEÑA sustenta su legitimación para
actuar como sustituto de la Procuradora General de la República, la Sala no puede mas
que aceptar que su actuación es efectuada en representación del organismo respecto al
cual dicho abogado es funcionario debidamente facultado, esto es, el SERVICIO
NACIONAL INTEGRADO DE ADMINISTRACIÓN ADUANERA Y TRIBUTARIA,
al igual que los abogados que suscriben junto a él, los escritos de aclaratoria arriba
mencionados.
Decidido lo anterior, pasa la Sala a resolver las aclaratorias solicitadas, para lo cual
observa que las mismas se resumen en los aspectos que se exponen a continuación:
a) Los efectos del fallo en el tiempo: aspecto que tanto la sustituta de la Procuradora
General de la República como los representantes judiciales del SERVICIO NACIONAL
INTEGRADO DE ADMINISTRACIÓN ADUANERA Y TRIBUTARIA, y los abogados
ADRIANA VIGILANZA GARCÍA y CARLOS VECCHIO DEMARI han solicitado sea
aclarado, y al efecto la Sala aprecia lo siguiente:
De conformidad con lo dispuesto en el numeral 6 del artículo 5 de la Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia, la Sala Constitucional es competente para:
“6. Declarar la nulidad total o parcial de las leyes nacionales y demás actos
con rango de ley de la Asamblea Nacional, que colidan con la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, mediante el ejercicio del control
concentrado de la constitucionalidad. La sentencia que declare la nulidad total
o parcial deberá publicarse en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana
de Venezuela, determinando expresamente sus efectos en el tiempo” (resaltado
de este fallo).
En el presente caso, si bien se interpuso un recurso de nulidad contra varios
artículos de la Ley de Impuesto sobre la Renta, no estamos bajo el supuesto de la norma
antes transcrita, toda vez que no fue declarada la nulidad de ninguno de los artículos
impugnados, sino que como se desprende del número 1 del dispositivo de la sentencia N°
301 se declaró inadmisible dicho recurso.
Ahora bien, como se desprende del texto de la motiva y del número 2 del
dispositivo del fallo N° 301, se interpretó constitucionalmente el sentido y alcance de la
proposición contenida en el artículo 31 de la Ley de Impuesto sobre la Renta,
ordenándose su publicación en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela, por ser dicha interpretación de carácter vinculante tal y como lo preceptúa el
artículo 335 constitucional. Pero aun cuando es una competencia constitucionalmente
atribuida en forma exclusiva a esta Sala, la cual ha sido consagrada legalmente en la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia (ver, artículos 1 y 5.52), el legislador no
previó la fijación de los efectos de la interpretación vinculante que haga la Sala en el
tiempo, toda vez que lógicamente ella no puede ser mas que aplicada una vez que la
sentencia que la contiene sea publicada en la Gaceta Oficial de la República..
De allí que, aun cuando la lógica jurídica, no deja dudas acerca de que la
interpretación que ha hecho la Sala, en forma vinculante, del artículo 31 de la Ley de
Impuesto sobre la Renta, tiene efectos ex nunc, esto es, a partir de la publicación del fallo
que la contiene en la Gaceta Oficial de la República, lo cual se hizo en la Nº 38.635 del 1
de marzo de 2007, tratándose la materia vinculada a dicha interpretación a la tributaria, la
cual se rige por períodos fiscales anuales, esta Sala –en aras de la certeza jurídica que
debe a los justiciables y a la administración fiscal- aclara el aspecto relacionado a la
aplicación en el tiempo de la interpretación efectuada en el fallo Nº 301 del 27 de febrero
de 2007, señalando expresamente la misma no es aplicable al período fiscal
correspondiente al año 2006 pues el mismo se inició antes de que se hiciera tal
interpretación, de modo que la interpretación efectuada del artículo 31 de la Ley de
Impuesto sobre la Renta se aplicará, a partir del ejercicio fiscal siguiente, de acuerdo a lo
establecido en la normativa del Código Orgánico Tributario vigente y la legislación sobre
impuesto sobre la renta, la cual no ha sido modificada. Así se decide.
b) Percepciones accidentales excluidas de la base imponible: aspecto que los
representantes
judiciales
del
SERVICIO
NACIONAL
INTEGRADO
DE
ADMINISTRACIÓN ADUANERA Y TRIBUTARIA han requerido sea aclarado, por
cuanto -en su criterio- “[...]esta sentencia podría estimular la elusión fiscal en pro del
aumento de beneficios que no poseen carácter salarial, tales como: bonos, dietas,
pensiones, obvenciones y demás privilegios afectando directamente los objetivos sociales
de la Revolución Bolivariana”. Y que los abogados ADRIANA VIGILANZA GARCÍA
y CARLOS VECCHIO DEMARI, han solicitado sea aclarado en los numerales 3 y 5 del
petitorio de su escrito del 8 de marzo de 2007.
Al respecto, la Sala advierte que en la motiva del fallo que se pide sea aclarado, se
dispuso que:
“[...]la norma que estipula los conceptos que conforman el enriquecimiento
neto de los trabajadores, puede ser interpretada conforme a los postulados
constitucionales, estimando que éste sólo abarca las remuneraciones otorgadas
en forma regular (salario normal) a que se refiere el parágrafo segundo del
artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo, con ocasión de la prestación de
servicios personales bajo relación de dependencia, excluyendo entonces de tal
base los beneficios remunerativos marginales otorgados en forma accidental,
pues de lo contrario el trabajador contribuyente perdería estas percepciones –si
no en su totalidad, en buena parte- sólo en el pago de impuestos”.
Encuentra la Sala que la decisión es precisa, clara y positiva, pues efectivamente lo
accidental se contrapone a regular y permanente, por lo que –independientemente- del
nombre que pueda dársele a una determinada remuneración, no puede afirmarse, como lo
sostiene los representantes judiciales del SENIAT, que dicha interpretación “[...]podría
estimular la elusión (sic) fiscal”, en todo caso sería la evasión al pago de los tributos,
pues el quid para su inclusión o exclusión a los efectos del cálculo de la base imponible
obedece a su forma de ocurrir, o de percibirse, sin que pueda existir elusión alguna
proveniente del fallo ya que los pagos salariales regulares, no pueden sustituirse con
bonos u otro tipo de remuneración.
Resalta la Sala, 1) que esta decisión se refiere al régimen impositivo de los
asalariados, esto es, de quienes perciben un salario por la prestación de un servicio; y 2)
que los bonos y otras remuneraciones no regulares ni permanentes, no son pechables al
no estar incluidas en el salario normal.
Y ello es perfectamente constatable de los comprobantes que se emiten a los
trabajadores con indicación de las remuneraciones sean éstas regulares y permanentes
(por ejemplo, prima de antigüedad, prima de profesionalización, dietas por mencionar
algunas) o accidentales (por ejemplo, bono por productividad).
De allí que resulta redundante explicar con otras palabras o estableciendo
denominaciones concretas a las remuneraciones incluidas o excluidas, pues ello depende
de la regularidad o en su caso de la eventualidad con que se perciba, para la aplicación de
lo estipulado en el fallo Nº 301 del 27 de febrero de 2007; fallo que –contrariamente- a lo
afirmado en el escrito presentado por el Gerente General de Servicios Jurídicos del
SENIAT y por los demás apoderados judiciales de dicho organismo, i) no se aleja de los
principios constitucionales, menos aun del referido a la igualdad social; ii) no apunta
hacia un retroceso en la concepción de salario ni propende a la evasión fiscal; y iii) no
lesiona la política económica y tributaria del Estado, pues si se hace una lectura detenida
de su motiva, se constata que los principios que inspiran a tal decisión, son
eminentemente constitucionales (justa distribución de las cargas públicas, capacidad
contributiva, entre otros).
En virtud de lo expuesto, la Sala estima improcedente aclarar lo que debe
entenderse por beneficios remunerativos marginales otorgados en forma accidental, así
como lo referido a las remuneraciones que califican a salario normal, pues ello está
expresamente establecido en el fallo objeto de la presente decisión. Así se decide.
c) En cuanto a la aclaratoria solicitada por los abogados ADRIANA VIGILANZA
GARCÍA y CARLOS VECCHIO DEMARI, en el número 4 del petitorio de su escrito,
sobre “[...]la vigencia temporal de las normas que no fueron reformadas, pero que se
publicaron nuevamente a través de una reforma de ley, debe considerarse a partir de
dicha reforma, en lugar de considerarse a partir de dicha norma, en lugar de considerar
el momento en que fueron sancionadas originalmente”., advierte la Sala que ello fue
objeto de examen y pronunciamiento en el fallo Nº301, y una lectura detenida del mismo,
evidencia que el asunto fue debidamente resuelto y que no hay nada que esclarecer al
respecto. Por lo que, esta Sala niega dicha solicitud, y así se decide.
DECISIÓN
Por las razones que han sido expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de
la Ley, resuelve las aclaratorias solicitadas de la sentencia Nº 301 de esta Sala, del 27 de
febrero de 2007, y en consecuencia, decide lo siguiente:
1.- Aclara el aspecto relacionado a la aplicación en el tiempo de la interpretación
efectuada en el fallo Nº 301 del 27 de febrero de 2007, lo cual fue solicitado por la
abogada ALICIA MARISELA FLAMES, sustituta de la Procuradora General de la
República, y por los abogados CARLOS ALBERTO PEÑA DÍAZ, GUSTAVO E.
FERNÁNDEZ M., MIGDERBIS MORÁN y MARYLIN PÉREZ TERÁN, el primero en
su carácter de Gerente General de Servicios Jurídicos del SERVICIO NACIONAL
INTEGRADO DE ADMINISTRACIÓN ADUANERA Y TRIBUTARIA (SENIAT) y
los otros tres, como representantes judiciales de dicho organismo, señalando
expresamente la misma no es aplicable al período fiscal correspondiente al año 2006 pues
el mismo se inició antes de que se hiciera tal interpretación, de modo que la
interpretación efectuada del artículo 31 de la Ley de Impuesto sobre la Renta se aplicará,
a partir del ejercicio fiscal siguiente.
2.- Se niega la solicitud formulada por los abogados CARLOS ALBERTO PEÑA
DÍAZ, GUSTAVO E. FERNÁNDEZ M., MIGDERBIS MORÁN y MARYLIN PÉREZ
TERÁN, el primero en su carácter de Gerente General de Servicios Jurídicos del
SERVICIO NACIONAL INTEGRADO DE ADMINISTRACIÓN ADUANERA Y
TRIBUTARIA (SENIAT) y los otros tres, como representantes judiciales de dicho
organismo, referida a que se aclare lo que debe entenderse por beneficios remunerativos
marginales otorgados en forma accidental.
3.- Se niega la aclaratoria solicitada por los abogados ADRIANA VIGILANZA
GARCÍA y CARLOS VECCHIO DEMARI, en el número 4 del petitorio de su escrito,
referido a que “[...]la vigencia temporal de las normas que no fueron reformadas, pero
que se publicaron nuevamente a través de una reforma de ley, debe considerarse a partir
de dicha reforma, en lugar de considerarse a partir de dicha norma, en lugar de
considerar el momento en que fueron sancionadas originalmente.”
Téngase la presente decisión como parte integrante de la sentencia Nº 301 del 27
de febrero de 2007, por lo cual se ordena su publicación en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela, en cuyo sumario deberá indicarse lo siguiente:
“Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que
aclara la aplicación en el tiempo de la interpretación efectuada del artículo 31 de la Ley
de Impuesto sobre la Renta”.
Publíquese y regístrese. Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 09 días del mes de marzo de dos mil siete
(2007). Años: 196 ° de la Independencia y 148° de la Federación.
La Presidenta de la Sala,
Luisa Estella Morales Lamuño
El Vicepresidente-Ponente,
Jesús Eduardo Cabrera Romero
Los Magistrados,
Pedro Rafael Rondón Haaz
Francisco Carrasquero López
Marcos Tulio Dugarte Padrón
Carmen Zuleta de Merchán
Arcadio Delgado Rosales
El Secretario,
José Leonardo Requena Cabello
Exp. 01-2862
JECR/
El Magistrado Pedro Rafael Rondón Haaz disiente de la mayoría respecto
del fallo que antecede por las siguientes razones:
La sentencia aclaratoria de la que se discrepa declaró que la interpretación
que esta Sala fijó en su fallo n° 301 de 27 de febrero de 2007:
“Encuentra la Sala que la decisión es precisa, clara y positiva, pues
efectivamente lo accidental se contrapone a regular y permanente, por
lo que –independientemente- del nombre que pueda dársele a una
determinada remuneración, no puede afirmarse, como lo sostiene los
representantes judiciales del SENIAT, que dicha interpretación
“[...]podría estimular la elusión (sic) fiscal”, en todo caso sería la evasión
al pago de los tributos, pues el quid para su inclusión o exclusión a los
efectos del cálculo de la base imponible obedece a su forma de ocurrir, o
de percibirse, sin que pueda existir elusión alguna proveniente del fallo ya
que los pagos salariales regulares, no pueden sustituirse con bonos u otro
tipo de remuneración.
Resalta la Sala, 1) que esta decisión se refiere al régimen impositivo de los
asalariados, esto es, de quienes perciben un salario por la prestación de un
servicio; y 2) que los bonos y otras remuneraciones no regulares ni
permanentes, no son pechables al no estar incluidas en el salario normal.
Y ello es perfectamente constatable de los comprobantes que se emiten a
los trabajadores con indicación de las remuneraciones sean éstas regulares
y permanentes (por ejemplo, prima de antigüedad, prima de
profesionalización, dietas por mencionar algunas) o accidentales (por
ejemplo, bono por productividad).”
En criterio del disidente, la Sala se apartó, en la aclaratoria, de lo que
había decidido en la decisión que dijo aclarar, en cuanto a la base imponible para el
cálculo del impuesto sobre la renta de los asalariados: el salario normal, el cual define la
Ley Orgánica del Trabajo como:
“Artículo 133. / (…)
PARÁGRAFO SEGUNDO.- A los fines de esta Ley se entiende por
salario normal, la remuneración devengada por el trabajador en forma
regular y permanente por la prestación de su servicio. Quedan por tanto
excluidos del mismo las percepciones de carácter accidental, las derivadas
de la prestación de antigüedad y las que esta Ley considere que no tienen
carácter salarial.” (Subrayado añadido).
Así, cuando la mayoría estableció, vía aclaratoria, que el criterio que
determina qué es salario normal es que “lo accidental se contrapone a regular y
permanente”, olvidó que, de conformidad con el mismo artículo 133 que se citó, “se
entiende por salario la remuneración, provecho o ventaja, cualquiera fuere su
denominación o método de cálculo, siempre que pueda evaluarse en efectivo, que
corresponda al trabajador por la prestación de su servicio.” (Subrayado añadido), vale
decir, obvió el elemento fundamental de la definición de salario normal: la
conmutatividad, que es la relación de reciprocidad entre la remuneración (causa) y la
prestación del servicio (efecto) e, incluso, contravino la exclusión expresa de la norma, en
su parágrafo segundo, de la prima de antigüedad como parte del salario normal.
En este sentido, lamenta el salvante que se haya dado marcha atrás en la
interpretación correcta que se hizo de la Ley Tributaria cuando se determinó que es el
salario normal, a que se refiere el artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo, la base
imponible de los asalariados para el cálculo del impuesto sobre la renta, de conformidad
con lo que preceptúa el parágrafo cuarto de esa disposición normativa que reza:
“PARÁGRAFO CUARTO.- Cuando el patrono o el trabajador estén
obligados a cancelar una contribución, tasa o impuesto, se calculará
considerando el salario normal correspondiente al mes inmediatamente
anterior a aquél en que se causó.”
El retroceso se produjo a través de una errónea fijación acerca de lo que
por tal salario debe entenderse, pese a la claridad de la letra de la Ley, que impone la
exclusión –y no la inclusión, como erradamente se hizo-, del ámbito de tal concepto, de
remuneraciones como la prima de antigüedad, prima de profesionalización que, si bien
pueden ser regulares y permanentes, no corresponden al trabajador por la prestación de
su servicio.
No es la primera vez que quien disiente debe apartarse de un
pronunciamiento aclaratorio que modifica el veredicto sobre el que recae, de modo que
resulta pertinente la ratificación de los conceptos que, al respecto, se plasmaron en el voto
salvado a la sentencia de esta Sala n° 1056 de 31.05.05, en el sentido de que la Sala está
impedida de modificar sus decisiones anteriores con ocasión de una aclaratoria; ello
resulta atentatorio contra la seguridad jurídica en cuanto altera la cosa juzgada.
Queda así expresado el criterio del Magistrado disidente.
Fecha ut retro.
La Presidenta,
LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO
El Vice…/
…presidente,
JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO
Los Magistrados,
PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ
Disidente
FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ
MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN
CARMEN ZULETA DE MERCHÁN
…/
…
ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES
El Secretario,
JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO
PRRH. sn.ar.
Exp. 01-2862
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