Documento 3832274

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ISBN: 978-84-612-528-2
Depósito Legal: M. 35261 - 2008
Edita: Fundación de Estudios Financieros
ÍNDICE
EQUIPO DE TRABAJO _________________________________________________________________
5
PRESENTACIÓN _______________________________________________________________________
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INTRODUCCIÓN: HORIZONTE Y DILEMAS DE LA FILANTROPÍA
Víctor Pérez-Díaz ____________________________________________________________________ 11
PARTE I. LA FILANTROPÍA EN MARCO HISTÓRICO Y COMPARADO
Capítulo 1. La filantropía en los Estados Unidos: formas, culturas e instituciones
Joaquín P. López Novo _________________________________________________________ 25
Capítulo 2. La filantropía en Europa, con especial referencia a la Europa central y oriental:
algunos nuevos enfoques
Izabela Barlinska _____________________________________________________________ 89
Capítulo 3. En torno a la filantropía de las elites económicas en España. Un estudio empírico
como punto de partida
Elisa Chuliá y Jacobo Muñoz Comet ____________________________________________ 103
Capítulo 4. Evolución y situación actual de la filantropía en España
Elisa J. Sánchez Pérez _________________________________________________________ 125
PARTE II. MEJORAS EN EL MODO DE FUNCIONAMIENTO DE LA FILANTROPÍA
Capítulo 5. El buen gobierno de las organizaciones no lucrativas (reflexiones preliminares)
Cándido Paz-Ares _____________________________________________________________ 147
Capítulo 6. La profesionalización directiva en el sector de la filantropía
José Ramón Pin Arboledas y Ángela Gallifa Irujo _________________________________ 159
Capítulo 7. Gobierno corporativo, transparencia y donaciones en las ONG españolas
Salvador García-Atance _______________________________________________________ 185
Capítulo 8. Sobre la filantropía y los impuestos
Jesús López Tello _____________________________________________________________ 203
PARTE III. VOCES Y EXPERIENCIAS DIVERSAS
Capítulo 9. Filantropía: la experiencia de Cáritas
Rafael del Río Sendino ________________________________________________________ 221
Capítulo 10. La Fundación Esther Koplowitz, su modelo de filantropía
Javier López-Galiacho Perona _________________________________________________ 229
3
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Capítulo 11. Lo humanitario en la filantropía: la Acción Social contra el Hambre
Olivier Longué y Alicia García ________________________________________________ 235
Capítulo 12. Trabajo pro bono en un país emergente: Argentina
Juan E. Cambiaso ___________________________________________________________ 247
Capítulo 13. Fundación Alicia Koplowitz: del compromiso personal al compromiso social
Isidro Villoria Martín ________________________________________________________ 253
Capítulo 14. Las grandes empresas y cajas de ahorros ante los retos de la integración social
Francisco Abad Jiménez ______________________________________________________ 261
Capítulo 15. La Fundación Microfinanzas BBVA: una apuesta contra la exclusión financiera
Manuel Méndez del Río ______________________________________________________ 269
Capítulo 16. La Fundación Rafael del Pino: reflejo de una vida dedicada al trabajo con la generosidad, la innovación, la organización y la autoexigencia como referencias
Amadeo Petitbò Juan _________________________________________________________ 277
Capítulo 17. Cajas de Ahorros: de la filantropía a la cohesión social y la inclusión
Jesús Medina Ocaña _________________________________________________________ 291
Capítulo 18. La banca cívica de Caja Navarra
Ignacio Iraizoz Real _________________________________________________________ 303
Capítulo 19. El Banco Santander y su compromiso con la educación superior
Juan Manuel Cendoya Méndez de Vigo _________________________________________ 311
Capítulo 20. Conclusiones
Víctor Pérez-Díaz ____________________________________________________________ 321
PAPELES DE LA FUNDACIÓN __________________________________________________________ 325
ENTIDADES PATRONO DE LA FUNDACIÓN DE ESTUDIOS FINANCIEROS ______________ 326
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EQUIPO DE TRABAJO
EQUIPO DE TRABAJO
DIRECTOR
Víctor Pérez-Díaz
Catedrático de la UCM y Director de Analistas Socio-Políticos
GRUPO DE TRABAJO
Alfredo Jiménez Fernández
Director de Análisis y Estudios, Fundación de Estudios Financieros
José Pérez Santos
Presidente, Fundación Profesor Uría
Rafael Sarandeses Astray-Caneda
Director General, Fundación de Estudios Financieros
Rafael Vargas
Socio, Uría Menéndez
COLABORADORES
Francisco Abad Jiménez
Director General, Fundación Empresa y Sociedad
Carlos Balado
Director de Obra Social y Relaciones Institucionales, CECA
Izabela Barlinska
Investigadora Asociada, Analistas Socio-Políticos
Borja Baselga Canthal
Director, Santander
Aranzazu Blanco Echegoyen
Comunicación, Caja Navarra
Juan E. Cambiaso
Socio y Presidente del Consejo de Administración, Marval, O’Farrell & Mairal
Juan Manuel Cendoya Méndez de Vigo
Director General, Santander
Elisa Chuliá
Profesora de Ciencias Políticas, Universidad Nacional de Educación a Distancia
Ángela Mª Gallifa Irujo
Gerente Centros de Investigación, IESE
Salvador García-Atance Lafuente
Presidente, Fundación Lealtad
Alicia García García
Responsable de Prensa y Comunicación Institucional, Fundación Acción Contra el Hambre
Ignacio Iraizoz Real
Caja Navarra
Olivier Longué
Director General, Fundación Acción Contra el Hambre
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LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Javier López-Galiacho Perona
Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid
Joaquín P. López Novo
Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid
Jesús López Tello
Socio, Uría Menéndez
Jesús Medina Ocaña
Presidente, Caja Extremadura
Manuel Méndez del Río
Presidente, Fundación Microfinanzas BBVA
José Ángel Moreno Izquierdo
Secretario General, Fundación Microfinanzas BBVA
Jacobo Muñoz Comet
Investigador en Ciencias Sociales
Cándido Paz-Ares
Socio, Uría Menéndez
José Ramón Pin Arboledas
Profesor, IESE
José Luis Pérez Larios
Cáritas Española
Amadeo Petitbó Juan
Director, Fundación Rafael del Pino
Rafael del Río Sendino
Presidente, Cáritas Española
Marisa Salazar Pastor
Coordinadora Área Comunicación y Sensibilización, Cáritas Española
Elisa J. Sánchez Pérez
Economista e Historiadora, BBVA
Isidro Villoria Martín
Director del Área Social, Fundación Alicia Koplowitz
GRUPO DE CONSULTA
Xavier Adserà Gebellí
Presidente, Fundación de Estudios Financieros
José Claudio Aranzadi Martínez
Presidente, Bravo Solution España
Jordi Canals
Director, IESE
Julio Carlavilla
Citibank
Luis de Carlos Bertrán
Socio Director, Uría Menéndez
Enrique Goñi Beltrán de Garizurieta
Director General, Caja Navarra
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EQUIPO DE TRABAJO
Felipe García
Secretario General, FCC
Ricardo Maxenchs Roca
Director de Relaciones Institucionales, “la Caixa”
José Pérez Fernández
Presidente, Intermoney
Javier Sagi-Vela González
Director General, Universia
Juan Carlos Ureta Domingo
Presidente, Renta 4
7
PRESENTACIÓN
y a la colaboración y apoyo recibido de la Fundación Profesor Uría y de otras instituciones que han
participado en este libro, hoy es una feliz realidad.
Dadas las circunstancias, las dos Fundaciones
hemos querido que este estudio, en el que tanta
ilusión puso Rodrigo Uría desde el principio, se
convirtiera en un homenaje póstumo a su figura en
el primer aniversario de su fallecimiento.
Este libro pretende, a su vez, ser una contribución al desarrollo efectivo de la filantropía dentro
del proceso de normalización y modernización de
España, como el que ha tenido lugar en otros
aspectos sociales, políticos y económicos. Por ello,
presta mucha atención a factores que ya han
demostrado ser muy útiles en el desarrollo de proyectos empresariales, como, por ejemplo, la profesionalización de la gestión, el gobierno corporativo, el adecuado control y seguimiento de los resultados y la transparencia de toda la actuación filantrópica, facetas todas ellas que pueden ser también
referentes en el sector no lucrativo.
En las reuniones del equipo de trabajo de
este estudio se ha intentado concretar en varias
ocasiones el concepto de filantropía objeto del
trabajo, pero la amplitud y, en algunos casos, la
ambigüedad de dicho concepto, hacen muy difícil ese objetivo. Esta circunstancia ha llevado a
un enfoque del estudio partiendo de un concepto amplio de filantropía, que incluye no sólo
la filantropía de las elites económicas sino también otras variantes como el mecenazgo, el
voluntariado y la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Esto es, la filantropía realizada
directamente por las personas, a través de
donaciones o de sus propias acciones, la que
La Fundación de Estudios Financieros (FEF) y la
Fundación Profesor Uría (FPU) tienen la satisfacción de presentar este estudio, en el que se analizan las perspectivas y oportunidades de la filantropía en la España actual. El origen de la realización de un estudio de esta naturaleza partió del
Consejo Asesor de la FEF, que consideró que
existía una buena oportunidad en estos momentos para analizar el estado de situación de la
filantropía en España, como actividad de la sociedad civil, e impulsar un debate serio sobre ella.
La iniciativa surge en un contexto reciente en el
que influyentes empresarios norteamericanos
han demostrado poder compaginar grandes éxitos empresariales con el desarrollo de una notable tarea filantrópica, labor que podría servir de
ejemplo a las elites económicas españolas.
La Fundación de Estudios Financieros propuso
en abril de 2007 la dirección de este estudio a
Rodrigo Uría, que fue Patrono de la FEF y entusiasta impulsor de todas sus actividades, y que aceptó de inmediato el reto de poner en marcha este
proyecto, proponiendo al profesor Víctor PérezDíaz que le ayudara en su elaboración. La idea inicial de Rodrigo Uría, él mismo un gran filántropo,
era que, en la España actual, la filantropía se debería fomentar precisamente entre las nuevas elites
económicas que se han ido gestando en las últimas
tres décadas, gracias al proceso de desarrollo tecnológico y financiero que ha supuesto un crecimiento económico espectacular en nuestro país.
La repentina muerte de Rodrigo Uría en julio
de 2007 dejó huérfano este proyecto por un breve
periodo de tiempo, pero gracias a la aceptación del
profesor Víctor Pérez-Díaz de dirigirlo en solitario,
9
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Uría Meruéndano y contiene tres partes bien diferenciadas. La primera analiza la filantropía en el
marco histórico y comparado. La segunda se
dedica a desarrollar posibles mejoras en el modo
de funcionamiento de la filantropía y, en ella, se
hace una especial referencia al gobierno corporativo del sector no lucrativo, a la profesionalización de la gestión y al control de los rendimientos. Por último, la tercera parte recoge las experiencias organizativas de once casos particulares
que representan una variedad de acciones filantrópicas muy diversas, que ponen de relieve el
dinamismo de este sector y son indicativas de
ciertas tendencias.
Este libro es fruto de un esfuerzo colectivo de
distintas personas y entidades vinculadas a la
Fundación de Estudios Financieros y a la Fundación Profesor Uría que han formado parte del
Equipo de Trabajo encargado de la elaboración
del estudio y del Grupo de Consulta que ha enriquecido el debate con sus valiosas aportaciones.
A todas las personas que han intervenido en la
elaboración de este estudio y especialmente a su
director, D. Víctor Pérez-Díaz, queremos agradecerles su dedicación y esfuerzo.
Desde la FEF y la FPU esperamos que el lector encuentre esta iniciativa interesante y que
contribuya al debate y al desarrollo efectivo de la
filantropía en España.
realizan por sí mismas las Fundaciones y las
ONG y, por último, la llevada a cabo por las
empresas y las cajas de ahorros a través de la
RSC y la Obra Social.
El informe contiene también una serie de
conclusiones de consenso alcanzadas en las reuniones del Equipo de Trabajo y del Grupo de
Consulta que han intervenido en este estudio. De
ellas, nos interesa destacar dos. La primera es
que existen unos métodos de actuar y de organizarse homólogos a los de organizaciones económicas productivas que pueden mejorar el grado
de eficacia y de eficiencia del sector no lucrativo.
Nos referimos a la importancia de aplicar las
mejores prácticas de gobierno corporativo, de
profesionalización del equipo directivo y de
transparencia de los modos de gestión de las
organizaciones filantrópicas, y en particular de
las fundaciones.
La segunda conclusión destacable es que
queda un amplio recorrido en esta materia todavía en nuestro país. Los ejemplos de la filantropía
en los Estados Unidos y en Europa, que se analizan en profundidad en el estudio, pueden ser un
buen referente para ello. Esto es una tarea de
todos, como así también se manifiesta en el resultado de la primera encuesta que se aporta en este
trabajo, que considera necesaria una mayor estima de la sociedad, en general, y de la clase política, en particular, hacia la filantropía. Por este
motivo, la FEF no descarta continuar investigando sobre este tema en el futuro.
El estudio se publica con el título La Filantropía: tendencias y perspectivas. Homenaje a Rodrigo
Xavier Adserà
Presidente de la Fundación de Estudios Financieros
José Pérez Santos
Presidente de la Fundación Profesor Uría
10
INTRODUCCIÓN
Horizonte y dilemas de la filantropía
Víctor Pérez-Díaz
por conseguir o realizar, sin mucho cálculo de las
consecuencias. Siguiendo una lógica, tal vez, de
la mutualidad, en un clima festivo de celebración, y la ocasión teniendo, como toda fiesta, un
toque efímero. En otras palabras, eran encuentros dejados un poco al azar del destino, y como
soplos de aire fresco, que dejaban la huella de
algo distinto, genuino, impredecible.
Los tiempos fueron pasando y, a la vuelta a
Madrid y a la llamada vida real, los encuentros se
hicieron más frecuentes y la relación se hizo en
parte como más densa y más seguida. Se fue trabando con gestiones diversas, con ayudas generosas por su parte, con algunas contribuciones
mías a lo que me parecían grandes proyectos profesionales de Rodrigo. Todo ello acompañado
por una inevitable discusión política, un poco
obsesiva, apenas concluyente. Y complicada. Por
un lado, posiblemente, nos recordaba a los dos
nuestras experiencias de adolescencia política de
hacía mucho tiempo, y nos fascinaba su carácter
de oasis en medio de este supuesto mundo real
que queríamos manejar (en fin, en lo que se dejaba, que no era tanto). Pero, por otro lado, esto
ocurría porque ahora estábamos, justamente, en
medio de este mundo, y hablábamos de cosas que
parecían reales y ya no eran sueños. Aunque lo
cierto es que probablemente le parecía más real a
él, que estaba en el meollo de los asuntos, que a
mí, que los veía más a distancia, y me parecían,
como me siguen pareciendo, mitad realidad y
mitad retórica.
En el fondo, esta distancia mía encontraba
una complicidad en la distancia misma de Rodri-
1. LOS GIROS DE UNA CONVERSACIÓN
En algún momento de la primavera de 2007 recibí una llamada de Rodrigo Uría. Se había comprometido a coordinar un libro sobre la filantropía, bajo el patrocinio de la Fundación de Estudios Financieros. Me preguntó si podría ayudarle en el intento. Le respondí que estaría encantado de hacerlo. Quedamos para vernos poco después.
Rodrigo era un amigo muy querido, y muy
antiguo. Le había conocido en la universidad,
con ocasión de las luchas del sindicalismo estudiantil antifranquista de la época. Había hablado
con él en lugares remotos como El Aaiún, del
entonces Sahara español, al que yo había ido
para hacer un estudio sobre los saharauis, en particular los niños saharauis, y donde él estaba sintiéndose un poco perdido y haciendo una extraña experiencia de servicio militar. Compartimos
un poco de lejos, cada uno por su cuenta, la amistad y la compañía y la fascinación por un Dionisio Ridruejo en el margen del mundo, y en el
corazón de las cosas. Nos topamos en una calle
de Cambridge, Massachusetts, un poco de repente, cuando él estaba en Nueva York.
Eran siempre encuentros súbitos, intensos,
confiados y sin la menor dimensión práctica o
profesional. Eran como volver a los años de universidad vividos como la antesala a ninguna
parte, como conduciéndonos a nada en particular. Quizá en el intento de evitar un lugar inhóspito. Quizá para ser vividos en sí mismos y por sí
mismos, sin objetivos de carrera, sin utilidades
11
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
go; en el hecho de que, incluso sumido en el fragor de una batalla o una ceremonia o un duelo
verbal, había siempre en él como un sobresalto,
un cambio de paso, una ruptura del discurso convencional, el signo de un alma inquieta.
Me alegró mucho volverle a ver en esa primavera del 2007, porque las agitaciones habituales
de la vida madrileña nos habían empujado a
diferentes orillas y nos habíamos visto menos en
los últimos tiempos. Al contarme su proyecto,
comprendí que significaba mucho para él; que
estaba tal vez en un camino extraño de retorno a
algo, y algo que tenía que ver con sentimientos
morales profundos que le habían acompañado
siempre.
Creo que podía comprenderlo. Vivía en el
espacio de encuentro de elites económicas y políticas, y en tratos con gentes de la cultura. Sabía
de la contundencia, por no decir la dureza, de
sus juegos por la prominencia, y creo que disfrutaba participando en ellos (en juegos que eran
muy reales pero que también eran eso, juegos) si
la situación lo requería, y lo requería con frecuencia. Al tiempo, veía más allá de todo ello y,
quizá sobre todo, sentía más allá de todo ello.
Vivía con la necesidad de expresar, de manera
pudorosa y abrupta, sus sentimientos de benevolencia y de generosidad. Si era sensible a la belleza, en todas sus manifestaciones, cabe recordar
que la belleza no es sino la manifestación sensible
de la idea del bien, al menos si nos atenemos a la
determinación clásica (platonizante) de la belleza
(no hablo, naturalmente, de la de los postmodernos, y ni siquiera de la de muchos modernos); y
yo creo que en esto Rodrigo era, como somos
tantos, un platonizante.
La conversación fue como un volver a los buenos tiempos de antaño. Comenzó contándome
cómo pensaba que el libro podía servir para
impulsar la filantropía en España, y en particular
la filantropía de las elites. Y nos pusimos a darle
vueltas al tema. Se podía plantear como que era
necesario, o conveniente, que estas elites económicas de aquí, extraordinariamente enriquecidas
con la bonanza de los años noventa y primeros
años del nuevo siglo, se adentraran aún más por
la senda de imitar y emular a sus homólogos norteamericanos. Todo el país estaba en trance de
imitación y emulación de occidente, desde hacía
tiempo; y la propia transición democrática no era
en cierto modo sino un extraordinario mimetismo. Las elites económicas estaban en trance de
imitar la saga de la liberalización de la economía,
la globalización, el gobierno corporativo and what
not. Quedaba la filantropía.
El proyecto se podía formular, por tanto, inicialmente, como el de dar impulso a un proceso
de modernización y normalización de España,
según los standards de los países avanzados. En
política, habíamos tenido la transición; en economía, el empujón a la economía de mercado; en
sociedad, teníamos ahora la sociedad civil y con
ella, formando parte de ella, la filantropía. Una
filantropía, en este caso, de elites aparentemente
racionales, educadas en la disciplina del mercado
y no tanto en el uso de los vericuetos de la corte
(en fin, en lo que cabe), sensibles a la necesidad
de actuar con eficacia y con eficiencia, de profesionalizar las actividades, de responder y rendir
cuentas a la sociedad, o, al menos, a sus sociedades respectivas y, en cierto modo, al público.
Conforme hablábamos, iban tejiéndose los
temas de la complejidad de las motivaciones y la
cultura precisas para que un proceso semejante,
o una variante de él, pudiera tener lugar. Porque,
al final, lo fundamental para saber qué se hace es
saber quién lo hace, cómo es quien lo hace, qué
quiere, qué sabe hacer y qué está acostumbrado a
hacer, con quién lo hace y si tiene discernimiento para elegir sus compañeros de viaje, qué criterios tiene para orientar su acción y la de todos.
Esto no era ya, solamente, un asunto de activar el espíritu de imitación y de emulación de los
norteamericanos, porque hay que saber lo que se
imita y lo que se deja de imitar; y porque el que
busca acertar entre una cosa y otra tiene que
tener ya un barrunto de lo que busca. Ni siquiera era asunto de difundir un espíritu de nobleza
obliga, porque hay que saber a qué obliga la
nobleza. Como no lo era de responder, reactivamente, a las necesidades, porque hay que decidir
cuál es la necesidad y cuál es su satisfacción. Todo
12
INTRODUCCIÓN
esto implicaba ir más allá de la voluntad abstracta de ayudar y entrar en el contenido de la voluntad, en la sustancia de las cosas. Y fue más o
menos a esta altura de la conversación cuando
Rodrigo me pidió no que le echara una mano,
por así decirlo, sino que lo hiciéramos juntos, lo
que, tras la clásica ceremonia amistosa de «tú
mismo, lo que tú quieras, yo te ayudo igual en
todo caso», acepté.
Y así quedamos en que la conversación,
momentáneamente interrumpida, continuaría
en cuestión de días, o una o dos semanas. Y
hablamos luego, por teléfono, para darme noticia de que todo iba adelante, y de que se encontraba feliz, en el mar, entre amigos. Y al día
siguiente me llegó otra noticia, y no volví a escuchar su voz.
En cierto modo, este libro es un intento de
mantener esa voz viva, entre nosotros. No ya sólo
un eco de su timbre y su tono, inconfundibles,
sino del contenido de su voz, y con su voz, de sus
pensamientos y sus sentimientos, en este caso, su
pasión por lo que llamamos aquí filantropía, o
benevolencia, o simplemente amor por los
demás. Amor de los demás que a veces se dice
que opera con una lógica más allá de la reciprocidad; pero que en realidad, en el fondo, implica
una apelación profunda a la reciprocidad, y la
mutualidad. Es el amor que se da esperando
amor como respuesta. Inquieto a veces, muchas
veces, porque esa respuesta tarda, o no llega, de
alguna forma.
una reflexión construida en torno a la relación de
Rodrigo con la Fundación de Estudios Financieros, orientada, sobre todo, a analizar la filantropía de las elites, y la problemática de la aplicación de los criterios de la eficiencia y la profesionalización de la gestión, y las reglas del buen
gobierno y del control de calidad, del campo de
la empresa al de esa filantropía.
Pero junto al testimonio personal y la explicación de la génesis del libro, las consideraciones
vertidas en la sección anterior han sido una
manera de entrar, indirectamente, pero con
Rodrigo o en comunión con él por así decirlo, en
la materia de este libro y en el corazón de nuestro problema.
Porque la cuestión es ésta. Supuesto que sabemos lo que decimos cuando hablamos de filantropía, y, porque lo sabemos, queremos aprender
de la experiencia norteamericana, ¿qué podemos
aprender de ella, y no sólo de ella, si queremos
convertir el concepto de filantropía en una realidad, y hacerlo aquí y ahora?
Olvidémonos de las urgencias modernas y
postmodernas que nos ofuscan con su empeño
de absorber nuestra atención con el momento
presente o reciente. En realidad, somos, o estamos, y en consecuencia, pensamos, dentro de
una tradición occidental que tiene, más o menos,
veinticinco siglos detrás, todos relevantes para
nuestra cuestión. En esa tradición, la filantropía
suele entenderse como un sentimiento moral de
amor a los hombres, que implica el deseo de
hacerles el bien, y se manifiesta en obras llamadas, por ello, justamente, de benevolencia o de
beneficencia. En la antigüedad clásica, la filantropía se construye sobre la base de sentimientos
similares de philia o de amistad aplicados a los
círculos del oikos o la polis, que se extienden a la
esfera más amplia de la cosmopolis o de la humanidad, como se va reflejando a través de la evolución de la tradición platónica y se expresa particularmente entre los estoicos. En la tradición
bíblica, la llamada a ser el guardián de nuestro
hermano, de sangre, sangre que clamará contra
nosotros si incumplimos nuestro papel de guardián (como nos recuerda el Génesis 4, 9-11), se
2. UNA HISTORIA A MUY GRANDES
RASGOS: LA EMERGENCIA, A MEDIAS,
DE LA FILANTROPÍA MODERNA
Lo que acabo de contar es, por supuesto, un testimonio personal y una explicación, parcial, de la
génesis del libro. Digo «parcial» porque, conforme me fui involucrando en la tarea de hacer el
libro fui comprendiendo mejor la parte que en
esa génesis tuvo una experiencia que Rodrigo me
contó sólo someramente, y que era complementaria y compatible con la que yo había tenido,
pero que merece mención propia. A saber, la de
13
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
extiende gradualmente al conjunto del pueblo, y,
reforzado por sus profetas, culmina en la admonición de Jesús al amor al prójimo, entendido en
clave universal, a todos y cada uno de los hombres, incluidos los enemigos, convertidos en prójimos, es decir, en cercanos. Este amor al cercano,
que no al lejano, no es cuestión de declaraciones,
sino de obras; y no es sólo de obras, sino de una
forma de vida.
Algunos historiadores (por ejemplo Dodds
1965) han tratado de explicar la difusión del cristianismo en el Bajo Imperio Romano con el argumento de que, en una sociedad atomizada y
angustiada, el cristianismo ofrecía comunidad y
esperanza. No es que no hubiera un intento de
aplicar una filosofía moral social en el mundo
pagano, politeísta, y en cierto modo secular (en
tanto que tenía la mayor parte de su atención
puesta en el seculum, el aquí y ahora), que no
hubiera formas de filantropía que intentaran
paliar la situación. Pero la filantropía de la sociedad romana tiene sus límites. El marco institucional queda como ajeno y exterior a la experiencia de las gentes. El caso paradigmático, a
este respecto, es el sistema político. La inmersión
en la polis, las polei, o los gobiernos municipales,
o en el imperio, da lugar a un entendimiento de
la ciudadanía romana como garante de determinados derechos sustantivos y procesales que hoy
llamaríamos privados, pero no como una base
para ejercitarse como miembro de una comunidad política a escala imperial, ni siquiera local. El
sueño de que llegara a ser así se rompió (si lo
hubo) con la crisis de la república siglo y medio
antes de Cristo. Ni siquiera el sentido del deber,
el cuidado cívico y la propia inspiración filantrópica de los Antoninos pudo darle cuerpo.
En estas condiciones, se da el gran intento de
las elites por desarrollar una beneficencia, normalmente de ámbito local, que conocemos como
evergetismo (Veyne 1992). La manera de expandir el poder romano solía ser la de establecer
alianzas con los poderosos locales, e inicialmente
solicitar su colaboración militar para una expansión del imperio en beneficio de romanos y de
oligarquías locales, beneficios económicos y de
control de la vida municipal. Ello va ligado con
una estrategia de beneficencia muy compleja por
parte de estas elites, que incluye la realización de
obras públicas como acueductos, teatros y circos,
actos de culto, patrocinio o mecenazgo de artes y
distracciones diversas, incluidas fiestas circenses,
combates de gladiadores y de fieras. Todo ello
refuerza el poder, la riqueza y el status de los
poderosos locales, y forma parte del despliegue
de su prominencia, y del discurso de justificación
de aquélla. Con el tiempo, sin embargo, en las
condiciones de crisis económica y política de los
siglos III y IV, y de la rigidez creciente del marco
institucional, la gran estrategia de beneficencia
tendrá efectos dudosos. Quedará reducida a un
expediente de una estrategia de distinción social,
y, con el tiempo, se agotarán sus recursos.
El cristianismo (y no sólo él, porque también
otros cultos orientales lo intentaron con menos
éxito) ofrece, en cambio, la imagen de comunidades en las que las gentes cuidan unas de otras,
se ayudan, se tienen afecto. Más aún, sus signos
de pertenencia, sus sacramentos, son conmemoraciones de actos de amor y de amor comunitario, a discípulos, a cercanos, y a lejanos; amor
que trasciende la muerte y se proyecta en el
allende, en la esperanza de un reencuentro amoroso. Todo esto no son meras creencias, sino
actos de fe y de esperanza imbuidos de caridad.
La caridad no consiste en actos específicos de
beneficencia que remedien problemas singulares,
de necesidad extrema. Es el sentimiento moral
que corresponde a virtudes practicadas, a mores,
con las que se construye y se reconstruye cotidianamente una comunidad, un cuerpo social, un
cuerpo místico, del que todos forman parte: personas implicadas en relaciones de mutualidad y
de reciprocidad, hombres y mujeres, libres y
esclavos, niños y mayores, líderes y gentes
corrientes, ricos y pobres. Todos iguales en su
dignidad, todos hijos de Dios y herederos de su
gloria; e iguales en su indignidad, todos falibles
y pecadores e incapaces de salvarse por su solo
esfuerzo.
La experiencia de la Europa cristiana, del 400
o del 800, según como leamos la historia, al
1800, es como un intento complejo e inseguro de
14
INTRODUCCIÓN
institucionalización de la caridad, y, con ella, de
la visión de una idea o un telos de un cuerpo
social que se acerque, en lo que pueda, a la Civitas Dei entrevista de los primeros momentos.
Lo que la define como tal son dos rasgos. El
primero es una amplia red de organizaciones:
monasterios, hospitales, mutualidades o confraternidades, universidades; alimentadas, en
buena parte, por donaciones individuales y
colectivas de todo tipo. Pero, sobre todo, el
segundo es el modelo normativo unitario de una
armonía social, de la fraternidad de hermanos
hijos de Dios, de solidaridad.
Este intento, realizado sólo a medias, se va
cuestionando y cuarteando a partir del 1300,
por varias razones. Por un lado, la crisis demográfica del siglo XIV, con el efecto de la aparición de masas de emigrantes y vagabundos,
plantea problemas que desbordan la capacidad
de aquella red de instituciones benéficas. Por
otro lado, el impulso al desarrollo de los aparatos de los estados dinásticos (y, al final, estados
nacionales), y de las estrategias de ocupación de
poder de los estamentos nobiliarios más o
menos organizados y de las ciudades, dibuja un
orden temporal dominado por la lógica de la
libido dominandi. El enfrentamiento entre poderes del siglo, del aquí y ahora, acaba implicando
a la iglesia. A su vez, el desarrollo de la economía de mercado viene de la mano de la difusión
de un imaginario colectivo que dibuja un entrecruzamiento de conflictos y compromisos entre
individuos (o familias) orientados a la satisfacción de sus propios intereses.
Todo esto erosiona gradualmente la estructura de plausibilidad de una teoría normativa o un
imaginario colectivo del cuerpo social como
reflejo aproximado del cuerpo místico. Tiende a
evacuar los conceptos de caridad y de beneficencia del centro del paisaje; y relegarlos a los márgenes, para desempeñar, en ellos, el papel de
valores de referencia de instituciones especializadas en la solución de necesidades específicas, y,
en cierto modo, básicas.
Con estas premisas, a lo largo de varios siglos,
va cobrando cuerpo el curioso experimento his-
tórico de una sociedad que se autoidentifica
como sociedad moderna. Esta sociedad se asienta sobre una mezcla de luchas, competencias,
rivalidades y compromisos entre titulares de intereses distintos, o contrapuestos. En ella, el consenso de las mentes acerca de lo que sea el bien
se va difuminando (y probablemente el voluntarismo y el nominalismo de la Baja Edad Media
desempeñan aquí un papel crucial). Es sustituido
por un modus vivendi entre diferentes visiones del
bien que, cada vez más, se supone que son inconmensurables. No cabe componerlas ni agregarlas
en una función de utilidad colectiva; sino reconocer las diferencias, tolerarlas y aprender a vivir
con ellas.
En estas condiciones, la comunidad moral,
intentada con un éxito, en general, modesto, con
frecuencia, escaso, a veces, mayor, pero intentada, al cabo, durante muchos siglos, se convierte,
en el mejor de los casos, en una sociedad civil (en
sentido lato) (Pérez-Díaz 1997). En ella, encontramos una multiplicidad de asociaciones participativas (Insole 2004), es decir, asociaciones compuestas por gentes de la misma familia espiritual
y con una visión compartida del bien común,
iglesias, partidos, movimientos sociales, asociaciones, escuelas filosóficas, diferentes unas de
otras. Su experiencia de mutualidad tiende a ser
minimalista. En estas condiciones, se supone que
un aparato de estado puede apostar por una
acción de beneficencia también minimalista; de
atención a necesidades generalmente reconocidas como básicas y perentorias, cuya satisfacción
suscita la aprobación de todos o casi todos.
Ahora bien, con esta reducción del ámbito y,
sobre todo, del carácter central de las experiencias de mutualidad y de comunidad, lo que ocurre en este mundo de la modernidad es lo
siguiente. Las asociaciones particulares reducen
el horizonte de su actuación a una en buena
parte mediada (y mediatizada) por los estados, y
una dirigida a satisfacer necesidades concretas y
relativamente básicas.
Con ello, la visión de la buena sociedad y el
debate acerca de ella tienden a plantearse en los
términos de una «buena nueva» de la moderni-
15
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
dad, que viene a organizarse en torno a tres proposiciones. Primero, se trata de conseguir un
incremento de riqueza, poder y status para un
«todos nosotros» que se ha reducido al horizonte
del estado, o la nación, de turno. Segundo, se justifica el reparto desigual de esos recursos (repito,
de riqueza, de poder y de status) por una curiosa
aplicación anticipada de la lógica rawlsiana: la de
que, en el largo plazo, ese reparto favorece a
todos, incluidos los menos favorecidos, cuya condición, en caso contrario, empeoraría (por poner
un ejemplo: los pobres perderían si el capitalismo fuera sustituido por el socialismo). Tercero, se
define el meollo de la vida de la sociedad como
si ésta consistiera en un tejido de conflictos entre
amigos y enemigos en la política, de competencia entre agentes diversos en la economía, de
rivalidades por status social en la convivencia
social, de conflictos de ideas y formas culturales
en la experiencia cultural; todo lo cual, al obligar
a todos los competidores y rivales a una surenchère de ingenio y de ahínco, conduce a un enriquecimiento del conjunto, o al menos eso se dice y se
repite generación tras generación, con diversos y
fluctuantes grados de convicción, porque la experiencia nunca acaba de ser concluyente.
Si en el curso de esta experiencia moderna
entendida en tales términos («duros pero realistas», como suele decirse), algunos o muchos pierden, en varios de aquellos conflictos o en todos
ellos, y, embarcados en semejante nave (que para
un observador medieval podría parecer una
«nave de los locos»), se caen al agua por la escotilla, habrá que echarles un salvavidas y mantenerles a flote. Y por ello, he aquí que se fabrica
una flotilla de barcas de salvamento, una red de
organizaciones «remediales», que se presentan
como una versión moderna de la red de instituciones benéficas del mundo medieval. Esto se
puede adornar con una retórica potente y grandes ambiciones (como la de que se va a «erradicar la pobreza», por ejemplo), como corresponde
al incremento de riquezas y poderes de la modernidad, pero, en el fondo, se hace con unos objetivos más modestos. De hecho, su «salvar» ha perdido toda connotación trascendental, y se queda
en un salvar que es poco más que un mantener a
flote. (Y, en este sentido, es cuestión casi secundaria que el núcleo central de la flotilla corra a
cargo del estado, y la periférica al de la sociedad,
o viceversa.)
3. LO QUE SE PUEDE APRENDER DE
LA EXPERIENCIA DE LOS ESTADOS
UNIDOS
En lo relativo al campo de la filantropía, la
modernidad supone una experiencia sumamente
compleja, contradictoria y todavía entendida a
medias. Tal vez nos falta aún perspectiva para
entenderla bien. Tanto más cuanto que la emergencia de una filantropía moderna netamente
diferenciada de la filantropía cristiana anterior,
con sus raíces bíblicas y clásicas, no ha acabado
de cuajar. Ha tomado cuerpo, hasta cierto punto,
en el imaginario colectivo de ciertas elites políticas y culturales, en sus debates, y, a través de
ellos, sólo en parte de la discusión general. Pero
no acaba de tomar cuerpo como forma dominante de la realidad misma. Y esto se ve precisamente allí donde la filantropía moderna es más
pujante, es decir, en los Estados Unidos.
La filantropía americana surge inicialmente
como una variante de la filantropía británica.
Esto se expresa, en parte, a través de la búsqueda
práctica de soluciones de problemas sociales
planteados por la revolución agraria y comercial,
y luego industrial, durante la llamada primera
modernidad. La tendencia es hacia instituciones
que eviten el conflicto denominacional (relativo a
las denominaciones religiosas) entre variedades
de la fe protestante, y esto facilita y estimula la
intervención de los poderes públicos, pero sólo
hasta un punto. Lo normal es seguir una pauta
de colaboración entre poderes públicos e iniciativas privadas. También lo es que haya un consenso normativo más o menos explícito, en el que se
mezclan creencias religiosas y nuevas teorías
morales.
Estas teorías exploran la complejidad de los
sentimientos morales de las gentes, y ponen de
relieve la importancia de lo que diversos autores
llaman «sentido moral», «empatía» o «simpatía».
16
INTRODUCCIÓN
Hay dos maneras de entender esta exploración
(Milbank 2005, Herdt 2004). Una es verla como
radicalmente contrapuesta a una ontología de la
condición humana o una filosofía tradicional de
la naturaleza humana, de carácter teleológico;
esto es, una exploración que niega los fundamentos de una comunidad de seres humanos
entendidos como criaturas que participan, de
alguna forma, en un proceso de creación, y son
comunidad, y, como tal, comunican entre sí, precisamente porque tienen un grado importante de
consenso valorativo en torno a una idea del bien.
Otra manera de verlo es entender que la
exploración del sentido moral puede responder,
por el contrario, a una curiosidad sobre las cosas
(Blumenberg 1983) y el orden mismo de la creación, que es compatible y complementario con la
tradición. Las teorías morales consiguientes pueden ser, por tanto, compatibles y complementarias con las teorías morales sustantivas ancladas
en la filosofía clásica y la tradición bíblica. Esta
forma de exploración, y éstas o aquellas teorías,
son tal vez insuficientes en sus resultados últimos,
pero aportan un análisis de la experiencia moral
que, primero, es indispensable a la hora de
manejar la convivencia entre gentes con principios morales al menos parcialmente diversos en
el seno de una comunidad política; y, segundo, es
indispensable a la hora, eventualmente, de su
persuasión unas por otras. Todo ello tiene el
corolario de la tolerancia y el respeto a la libertad
de creer y de teorizar de unos y otros.
Éste es el trasfondo cultural de la experiencia
americana. No el de la construcción humana ex
novo o ex nihilo de un mundo nuevo, lo que
habría sido incompatible tanto con la tradición
bíblica y clásica como con el estilo de la tradición
de investigación y de práctica política (y jurídica)
de los ingleses (y escoceses) que formaron el
núcleo originario de aquella sociedad.
Ahora bien, lo que sí es, y será, distinto es el
marco de condiciones históricas, y geográficas.
Esto dota de un margen de maniobra sustancialmente mayor a los agentes individuales y asociativos de toda índole que atraviesan el Atlántico
respecto al de los ingleses que se quedaron en la
vieja Inglaterra. Porque, en el caso de América, la
presencia del estado y de una iglesia oficial, establecida, es mínimo y tenderá a ser menor, hasta,
en el caso de la iglesia, desaparecer. No habrá,
relativamente pronto, una iglesia establecida. El
estado, por lo pronto, y en la mejor tradición
anglosajona, no se llamará «estado», con el aura
de impersonalidad y de sacralización política que
suele acompañar a ese nombre; sino «gobierno»,
como apropiado al oficio de timoneles que llevan
el timón (gubernaculum) del barco: timoneles con
nombres y apellidos, reconocibles, responsables a
título personal, sometidos a la ley, susceptibles de
ser llevados a un tribunal, elegidos por sus conciudadanos, a los que no se debe deferencia alguna, salvo el respeto que se debe al oficio, y el que
merecen como cualquier otra persona.
Lo que tenemos en Estados Unidos es una cultura que mezcla una dimensión secular y una
dimensión religiosa. La dimensión secular remite a un intento de aprovechar los recursos de
aquí y ahora para perseguir los ídolos, tradicionales, de poder, status y riqueza, tal como les han
llegado a los hombres y mujeres del siglo XVIII,
y construir una civitas cupiditatis, con toda energía. Ello se ve sustancialmente facilitado, además, por las condiciones del nuevo mundo. Entra
aquí en juego la oportunidad de una naturaleza
no domesticada, percibida como wilderness (Marx
2008); y con ello, la ocasión para una intensificación de la energía, que proporcionan, por un
lado, la emigración y la aventura de la colonización, y, por otro, la disciplina de una sociedad
relativamente ordenada, o en proceso de serlo,
como es la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII,
por las reglas de juego del mercado, el common
law, el parlamentarismo, el debate religioso,
científico y la discusión política.
Ello se combina, como puede, con la dimensión religiosa cristiana, escatológica, de una
sociedad que trata de anticipar el reino de Dios
sobre la tierra, ser «la ciudad sobre la colina»,
establecer una comunidad de buenas gentes,
gentes decentes y responsables, que cuidan los
unos de los otros, como vecinos, como miembros
de las towns, de las iglesias locales. En esa comunidad, la política es un servicio público, y supone
17
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
un trust, un depósito de confianza; y en ella no
son ociosas las palabras del juramento de cumplir los deberes del cargo precisamente sobre la
Biblia, ni las expresiones de in God we trust, o God
bless you o God bless America, porque resuenan
como las palabras apropiadas en el corazón de la
inmensa mayoría de quienes las escuchan y a través de ellas se sienten miembros de la misma ciudad. En ella la riqueza tiene, con frecuencia, una
función similar, de stedwardship de las cosas de
este mundo; y la función, reconocida, de facilitar
la solución de los problemas de los necesitados
de la comunidad, por lo pronto, los necesitados
de instrucción.
Esta complejidad de motivaciones seculares y
religiosas subyace en el despliegue de la actividad filantrópica de las elites urbanas de Boston y
Filadelfia, a lo largo del XVIII y el XIX (como se
subraya acertadamente en uno de los capítulos
de este libro). Está también en el impulso asociativo presente desde el principio, pero que se
intensifica en el primer tercio del XIX (ligado a
un revival religioso, uno de los muchos del país),
observado por Tocqueville. Vuelve a estar presente en los movimientos sociales del segundo tercio
del XIX, incluyendo el movimiento anti-esclavista. Y vuelve a estar en la etapa post-bellum (posterior a la guerra civil), en el último tercio del XIX
y comienzos del XX, cuando tiene lugar el gran
empujón a la filantropía americana asociada con
los nombres de Rockefeller, Carnegie y tantos
otros (que son el referente no tan lejano de los
filántropos multimillonarios de nuestros días,
que hoy se trata de imitar) (Friedman, McGarvie
2003).
La filantropía de estos magnates empresariales a caballo entre los siglos XIX y XX es vista por
sus críticos como el intento de los robber barons de
la época de limpiar su nombre (Josephson 1934),
mediante operaciones que comprometen una
parte apreciable, pero a la postre menor, de
recursos que han sido ganados con artes discutibles, aprovechando los fallos de una legislación y
un marco regulador torpe y laxo, gracias en
buena parte a la connivencia de políticos necesitados de fondos para sus propias campañas.
Tanto más cuanto que, añaden los críticos, mien-
tras se hace esa filantropía con una mano, se
practica una misantropía, con la otra. Esto último
se hace cuando se recurre al cierre de empresas
en caso de huelga, a listas negras de sindicalistas,
al uso de esquiroles, a campañas antisindicales, a
la manipulación de jurados, jueces, policías y
gobiernos locales. Esta crítica cala en una buena
parte de la opinión pública, y tiene efectos políticos e institucionales importantes. Lo cierto es
que la sociedad no acepta la filantropía de las elites desconectada del resto de sus actuaciones; y el
hecho es que, en cierto modo, esas mismas elites
acaban respondiendo, o intentando responder, a
esta objeción.
En realidad, hay que tener en cuenta que
estos capitalistas filántropos ven sus dos tareas,
de empresarios y filántropos, como complementarias. Imaginan que, en el largo plazo, el mercado traerá prosperidad y oportunidades para
todos, y disciplinará moralmente a las masas,
incluidas las masas de inmigrantes, en muchos
casos gentes como ellos mismos o sus padres.
Tras varios ejercicios de prueba y error, orientan
sus donaciones a crear instituciones orientadas al
avance de los conocimientos, la educación y la
artes, las bases de lo que perciben como fuentes
de capital cultural o humano avant la lettre, de
educación que será la palanca de la movilidad
social y la igualación de oportunidades, de
nuevo, a largo plazo, y con frecuencia, a corto.
Las bibliotecas, las universidades, los laboratorios, los hospitales de enseñanza: en el fondo de
todas estas instituciones filantrópicas late el diseño de una buena sociedad proyectada al presente, y al futuro inmediato.
El modus operandi es muy importante. Es el
propio de gentes que han tenido una educación
que enfatiza la responsabilidad por los propios
actos, tanto por motivos religiosos como por
motivos económicos. Al final, hay en ellos una
forma de fe en que las cosas se pueden hacer y se
hacen. No se habla de ellas en una sobremesa, ni
se trata de persuadir a unos amigos políticos para
que «ellos las hagan». Se centra la atención, se
llama a las cosas por su nombre, se toma una
decisión poniendo en juego los recursos propios,
se ejecuta la decisión, se atiende de cerca a los
18
INTRODUCCIÓN
detalles de la ejecución, se piden cuentas y se rinden cuentas.
También es muy importante que este tipo de
filantropía de elites sólo puede mantenerse a
largo plazo si se da alguna forma de afinidad
electiva entre ellas y el conjunto de la sociedad;
en otras palabras, si el conjunto de la sociedad se
ve a sí misma como una sociedad de filántropos y
donantes, y actúa en consecuencia. En caso contrario, la filantropía puede atrofiarse y degradarse. Y puede darse una espiral descendente por la
que la sociedad entera acabe en el círculo vicioso
del final del evergetismo clásico, al que me he
referido antes, en el que unas elites sin autoridad
y una sociedad desmoralizada comparten un
talante compuesto de soledad y de angustia.
En definitiva, la filantropía de las elites es
posible y sostenible en Estados Unidos porque
una sociedad de filántropos ordinarios corrientes
entiende de lo que se trata, y lo entiende porque
lo practica ella misma; y por ello, cuando estima
la filantropía, sabe lo que estima.
«hacer cosas que están bien» es el de favorecer
ese marco institucional. Se supone que es bueno
lo que favorece una democracia liberal, el mercado, el estado de derecho, y, en último término,
un orden de libertad política, económica y religiosa. Así como que es bueno lo que favorece un
tipo de educación que transmite el respeto a esas
instituciones, y los valores correspondientes. Esto
supuesto, dado que el diseño general de ese tipo
de sociedad no se cuestiona, la filantropía se
puede dedicar a solucionar problemas concretos
y específicos, de un modo que encaje más o
menos laxamente con ese tipo de sociedad. Cada
empresa en el mercado está orientada a un producto o un abanico de productos, y se especializa
en una línea de producción de bienes y servicio,
y otro tanto ocurre en el mundo asociativo.
La experiencia europea puede entenderse por
analogía con la americana, en parte similar y en
parte diferente (Cohen 2003). Primero, antecede, con mucho, a la americana y, como he señalado antes, está en el origen de ésta. Segundo,
corre paralela a la experiencia americana de los
siglos XVIII, XIX y XX; como una modalidad en
la que el estado conserva, o adquiere, una presencia más central, y una que influye para redefinir el mundo de la beneficencia como complementaria al estado de bienestar. En este punto, y
a este respecto, entran varios actores en juego,
unos procedentes del propio estado y de las elites tradicionales, y otros, del movimiento sindical
de la época; unos y otros tendrán un efecto agregado y acumulado muy importante a la hora de
establecer una variante de filantropía distinta de
la de los Estados Unidos.
A esto hay que añadir otro factor diferencial,
más reciente: el efecto de los traumas colectivistas y autoritarios del siglo XX, que quiebran la
continuidad histórica de la Europa continental
(anglosajones y nórdicos aparte), de un modo del
que tal vez todavía no somos suficientemente
conscientes hoy. Lo que estos traumas significan
cambia según el país; pero el tema más general
sobre el que quiero llamar la atención es éste. El
tránsito a través del fascismo o del nazismo o
regímenes similares fue intenso, y terrible, pero,
para la mayor parte de la Europa occidental, ha
4. UN CONTRAPUNTO SOBRE LA
FILANTROPÍA EUROPEA, Y LA
ESPAÑOLA
La filantropía americana ofrece el ejemplo de su
pujanza, de la complejidad de su trasfondo cultural y de la diversidad de sus voces y sus proyectos;
asimismo ofrece el ejemplo de una filantropía de
elites al tiempo que de una filantropía de la sociedad en general. Todas ellas están orientadas a la
realización de una «sociedad», que puede ser concebida de muchas formas; pero, común a todas
ellas, es el hecho de que están apoyadas en el
marco institucional y cultural de una sociedad libre
o abierta, o civil en sentido lato, que incluye rule of
law, gobierno limitado y representativo, mercados,
cultura de tolerancia. Este marco ha sido relativamente estable en Estados Unidos durante casi cuatro siglos. La filantropía da este marco por supuesto; y, a su vez, se apoya en él y lo refuerza.
Que lo dé por supuesto significa que un criterio implícito de «hacer el bien» o al menos de
19
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
sido relativamente corto. Ha sido posible recuperar el nexo con el modus vivendi de las instituciones parlamentarias, el mercado, el sistema mixto
de bienestar y la pluralidad cultural que se había
ido desarrollando durante el largo siglo XIX,
hasta la gran guerra. De ello se han beneficiado
tanto el movimiento asociativo como la filantropía de esta parte de Europa; aunque la otra cara
de esta ventaja ha sido una tendencia a concentrar la atención en necesidades específicas, y no
tanto en la importancia del marco institucional
general (haciéndose eco de la tendencia de la
experiencia americana a la que he hecho referencia).
En cambio, en la Europa central y oriental las
cosas han sido distintas, porque allí, a las dislocaciones del período de entreguerras y a los desastres (allí, aún mayores) de la segunda gran guerra, se añadió otro medio siglo de comunismo.
Esto ha planteado la necesidad, y la oportunidad,
de actividades filantrópicas «de gran diseño»,
orientadas precisamente a hacer explícito aquello que actividades filantrópicas como las americanas (y las europeas occidentales) habitualmente dejan implícito, a saber, la orientación a construir y desarrollar el marco institucional de un
orden de libertad en su conjunto. Esto ha estimulado el desarrollo de un enfoque holístico de
la filantropía, sumamente interesante, del que es
un ejemplo la experiencia, por ejemplo, de
George Soros (a la que se hace referencia en otro
de los capítulos de este libro).
En España, tenemos, más bien, un ejemplo de
recuperación gradual de la actividad filantrópica
al modo europeo occidental, con algunas variantes. En este caso, ello se hace a partir de casi cuarenta años de una experiencia híbrida de autoritarismo, economía de mercado y pluralismo
social y cultural limitados. Ello ha dado lugar a
iniciativas diversas de la iglesia, de organizaciones empresariales e incluso sindicales, y profesionales, y otras, que han sido de un recorrido
desigual, pero que han ido estableciendo las
bases para un desarrollo en la etapa siguiente. En
las circunstancias actuales, la situación es parecida a la que se observa en otros países euro-latinos. El crecimiento económico de los últimos
diez o quince años se ha traducido en niveles asociativos y filantrópicos de calado (Pérez-Díaz y
López Novo 2003), como se pone de manifiesto
en varios capítulos de esta obra. Los datos sobre
el gasto del tercer sector, de voluntarios, de donaciones individuales así lo atestiguan. Estas últimas sugieren una sociedad inclinada a dar tanto
o más, proporcionalmente, que las propias elites;
lo que es un signo prometedor de lo que pudiera
ser una evolución futura de las aportaciones de
los dineros, las energías y el ingenio de estas últimas, bien porque su sentido moral o cívico se
alerte, bien porque su estrategia de distinción
social o de justificación por su posición de prominencia les aconseje hacerlo así. Incluso puede
suceder que el ejemplo de la filantropía de gran
diseño aplicada en Europa central y oriental
pueda estimularles para intentar operaciones
similares. Aunque, por otro lado, también puede
suceder lo contrario si, ante un cambio a peor de
la coyuntura económica que se prolongue en el
tiempo, el desarrollo de la filantropía española se
ralentiza y ésta se orienta más decididamente
hacia la satisfacción de necesidades sociales específicas.
Al mismo tiempo, varios de los capítulos de la
segunda y tercera parte de este libro ponen de
manifiesto otros dos rasgos interesantes, y prometedores, de la situación española. El primero
es la atención que se va prestando a las mejoras
de mecanismos e instituciones de la filantropía,
en la línea de una modernización entendida
como un proceso de racionalización formal. Hay
una toma de conciencia, y a veces mucho más
que eso, de la necesidad de mejorar los mecanismos de gobierno corporativo de las organizaciones filantrópicas, en muchos casos fundaciones;
de mejorar los incentivos fiscales (que, de todos
modos, fueron de importancia secundaria en el
desarrollo de la filantropía americana hasta muy
entrado el siglo XX); de mejorar la transparencia
y el control de calidad de sus actividades; y de
profesionalizar la gestión.
El segundo es el desarrollo de la diversidad de
sus voces y sus proyectos. Esto es un tema fundamental precisamente para robustecer el debate
sobre las ideas acerca de lo que significa una
20
INTRODUCCIÓN
buena sociedad, sin lo cual las actividades filantrópicas carecerían, literalmente, de sentido. Es
importante que haya asociaciones y fundaciones
e individuos implicados en actividades filantrópicas, que cada uno de ellos intente tener una voz
propia, y una voz personal; que hablen idiomas
culturales, ideológicos, si se quiere, distintos.
Como es el caso, por ejemplo, de las organizaciones asociadas a bancos, cajas de ahorro, asociaciones empresariales, empresas familiares,
religiosas, humanitarias; todas las cuales encuentran un lugar en este libro para transmitir su
experiencia. Su diversidad es un indicio de la
riqueza institucional y cultural de la filantropía
del país.
sos de acumulación de riqueza muy notables que
refuerzan, por ahora, la posición de las elites económicas del momento, y, en mucha menor medida, los medios profesionales cercanos a ellas.
También se observa una difusión de los estados
democráticos, aunque esa difusión es problemática, como lo es su grado de control de un sistema de governance mundial, que es todavía un
desideratum. En todo caso, los estados suelen
tener responsabilidades muy importantes de
intervención en la economía y de manejo de los
sistemas de bienestar. Que el proceso en curso
refuerce el papel de las elites políticas y sus
entornos burocráticos es probable en algunos
casos, e improbable en otros. Queda además la
difusión de la educación escolar (con un record
desigual de calidad de la educación) y de las nuevas tecnologías de comunicación e información
(y, cabe añadir, de ruido), lo cual puede reforzar,
o no tanto, el papel de las elites culturales locales, o cosmopolitas, que están sujetas, por lo
demás, a procesos de erosión importantes, y cuya
influencia parece, en muchos casos, sumamente
transitoria o efímera. Es posible, en estas condiciones, un rapprochement entre todas estas elites,
por debajo de las tensiones económicas, partidistas e ideológicas de rigor; aunque lo que dé de sí
este rapprochement es una pregunta abierta.
En estas condiciones, puede que las elites económicas necesiten justificar su posición y sus
recursos ante unas sociedades nacionales preocupadas por los efectos de la globalización, reforzando su buenas relaciones con las elites políticas
y usando a las elites culturales; lo cual puede
reforzar algunas de las motivaciones de las elites
económicas para comprometerse en tareas filantrópicas.
Esto conecta, lógicamente, con la idea de que,
puestos a hacerlo, conviene hacerlo bien. Conviene utilizar una racionalidad formal o instrumental en tales actividades filantrópicas. Lo normal es que las elites económicas tiendan a aplicar
el know how que han adquirido en sus negocios.
Que quieran ser eficaces y eficientes. Que apliquen lo que puedan del modus operandi de sus
prácticas, incluidas las relativas a los componentes profesionales y burocráticos de su organiza-
5. LOS DILEMAS ACTUALES: LA
CUESTIÓN DE LA MODERNIZACIÓN
Y EL DEBATE SOBRE LA BUENA
SOCIEDAD
La narrativa que he ido esbozando, someramente, de la experiencia de la filantropía me ha conducido de un ámbito histórico a otro, de un país
a otro, y, asimismo, de una parte de este libro a
otra. Sin embargo, esa narrativa tiene un hilo
argumental, sobre el que vuelvo en esta conclusión, retornando así al arranque de esta introducción y a mi conversación con Rodrigo. El
núcleo de aquella conversación fue a la vez una
experiencia de mutualidad, la nuestra, y una
reflexión compartida sobre el carácter de la filantropía. Éste no es el de una réplica del mercado,
la empresa o la política. Su carácter resulta de un
ejercicio de la filantropía considerada como una
reconstrucción (a mayor escala, probablemente)
de una experiencia de amistad y de mutualidad.
Si esto es así, tenemos que desmarcarnos de la
narrativa habitual, o matizarla sustancialmente.
Esta narrativa comienza situando la discusión en
el marco de los lugares comunes, los topoi, sobre
la globalización. Estamos en un momento de aceleración del proceso de formación de un mercado mundial de capitales, de informaciones, de
bienes y servicios, incluso, tentativamente, de
recursos humanos. Esto ha traído consigo proce-
21
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ción, que se han revelado útiles. Que sean sensibles a las mejores prácticas, a los controles de
calidad. Que, por ello mismo, cuiden los mecanismos de gobierno corporativo que les parezcan
pertinentes, y no rehúsen las reglas de accountability y transparencia que, más o menos, aceptan
en su mundo económico. Que todo lo anterior se
haga con una mayor o menor implicación de los
filántropos mismos parece relativamente contingente. Pueden hacerlo así, o no. Al fin y al cabo,
muchos empresarios tienen la costumbre de confiar en managers profesionales, delegar autoridad
y responsabilidad, descentralizar operaciones y
demás.
Pero queda un problema un poco más complicado, y más importante, sin resolver que la
narrativa habitual suele descuidar. Más arduo e
intrincado. Me refiero al criterio de la eficacia
de la actividad filantrópica. No se trata de una
mera cuestión de racionalidad instrumental; es
asunto de racionalidad sustantiva. Se refiere al
núcleo de sentido de la actividad filantrópica, a
su razón de ser.
Éste es un problema delicado, cuya solución
no depende de la adquisición de saberes a los
que se accede mediante la información, la comunicación, o la instrucción escolar. Ni siquiera
viene dada su solución por la experiencia misma
de las elites; porque todo depende de cómo sea,
o haya sido, esa experiencia. Es asunto de contenidos morales, y lo que puede hacer el filántropo
en cuestión es poco más que reconocer que, por
comisión u omisión, es responsable del bien efectivo que procura su acción, enterarse de lo que
hace, explicarlo y justificarlo.
Aquí hay otra cuestión en juego, la del carácter más o menos profundo de la experiencia de la
filantropía (y, ligado a ella, la de su valor moral).
La solución más a mano es la de instalarse en la
posición de hacer las cosas sin pensarlas mucho,
delegando la responsabilidad de lo que se hace,
dejando hacer. En este caso, el filántropo da
poco, o muy poco, de sí mismo. Y si tal cosa hace,
lo normal es pensar que lo que subyace en su
conducta es una idea de la «buena sociedad»
como formada por gentes que también dan poco
de sí mismas, porque «van normalmente a lo
suyo». Eso es interesante, y comprensible, dado el
clima del momento, pero también cabe pensar
que, de ese modo, las elites se desvían del modelo clásico de «ser ejemplares», de «ser mejores»,
lo que los griegos llamaban aristoi, y optan por un
modelo moral alternativo, inferior.
En el fondo, el dilema, por lo que se refiere al
significado moral de la filantropía, viene a ser el
mismo para la sociedad y para las elites. Dar, o
reservarse; dar con reflexión y discernimiento, o
al azar; dar dinero pero también su tiempo, su
energía y su ingenio, o no hacerlo; dar y darse a
sí mismo, poniéndose al servicio de aquéllos a
quienes se da, o dar como ocasión para afirmar
una superioridad; dar y con esa donación afirmar una relación de mutualidad, o dar rehusando esa mutualidad. Hay diferencias de criterios
morales, e incluso de gustos, a la hora de resolver
este dilema; pero hemos de reconocer que las
diferentes soluciones a este dilema apuntan a
tipos de «buena sociedad» bastante distintos.
*******
El libro que viene a continuación trata de ser
una contribución al desarrollo de los estudios
sobre la filantropía en España, que sirva de
apoyo y referencia a trabajos ulteriores. Para ello,
se ha utilizado un concepto de actividad filantrópica muy amplio, que abarca acciones benévolas
realizadas por individuos, por asociaciones, por
entidades religiosas, por fundaciones independientes, por fundaciones corporativas, por fundaciones-empresas como las cajas de ahorros a
través de su obra social, e incluso por las empresas mismas en el ejercicio de su responsabilidad
social corporativa.
El libro ha sido dividido en tres partes. En la
primera, se recogen cuatro estudios relacionados
con el marco histórico y comparado de la filantropía. En el capítulo 1 Joaquín P. López Novo
describe y analiza, con abundancia de información y de manera reflexiva, la complejidad y el
calado de la experiencia norteamericana en el
curso del tiempo, y enfatiza su valor de referencia. El capítulo 2, de Izabela Barlinska, ofrece el
22
INTRODUCCIÓN
contrapunto de algunas experiencias europeas,
poniendo de relieve un enfoque de la filantropía
aplicado recientemente en la Europa central y
oriental. Con los capítulos 3 y 4 entramos en el
tema de la filantropía en España. El capítulo 3,
Elisa Chuliá y Jacobo Muñoz Comet describen y
analizan los resultados de una encuesta entre las
elites económicas sobre esta materia, abriendo
así un campo muy prometedor de investigación.
En el capítulo 4, Elisa J. Sánchez Pérez, propone
un análisis de la información económica agregada pertinente, que permite hacerse una idea del
volumen de donaciones y de su distribución.
En la segunda parte se plantean varios cuestiones de gran importancia para mejorar el
grado de eficiencia de la gestión de la filantropía.
De este modo, en el capítulo 5, Cándido Paz-Ares
trata del problema del gobierno corporativo; en
el capítulo 6, José Ramón Pin Arboledas y Ángela Gallifa Irujo estudian el problema general de
la profesionalización del sector; en el capítulo 7,
Salvador García Atance nos propone un conjunto de informaciones y comentarios importantes
sobre el modo de controlar los rendimientos de
la filantropía; y en el capítulo 8, Jesús López
Tello esboza la problemática del marco de incentivos fiscales de la misma. Todos ellos hacen referencia a la cuestión fundamental de la transferencia de experiencias del campo de las actividades económicas al campo de la filantropía, y sitúan el caso español en un marco comparado, más
amplio.
Finalmente, en la tercera parte, se han dado
cita una serie de trabajos más breves y específicos
sobre las actividades de diversas organizaciones
filantrópicas en España. La Fundación de Estudios Financieros y la Fundación Profesor Uría
han promovido aquí la reunión de una serie de
testimonios importantes de la actual experiencia
española en el campo de la filantropía, tratando
de ofrecer un abanico diverso, y con el mayor respeto por las muy variadas voces y proyectos que
en esos testimonios se expresan. El conjunto
incluye, en primer lugar, experiencias orientadas
principalmente (pero no sólo) a la acción y la
ayuda social, con un fuerte contenido cultural.
Tales son las de Cáritas Española, con una histo-
ria larga e importante y que recurre a un voluntariado muy numeroso y motivado; la Fundación
Esther Koplowitz, con un perfil propio que enfatiza la atención a los mayores de edad y la investigación científica; la Acción Social contra el
Hambre, y las actividades Pro Bono, reseñadas
aquí, con una amplia proyección internacional; la
Fundación Alicia Koplowitz, con un acento particular en la atención a la infancia y a otros colectivos necesitados; y la Fundación Empresa y
Sociedad, que promueve el empleo de los discapacitados en las empresas. Al mismo tiempo, se
consignan aquí testimonios de actividades filantrópicas más conectadas con actividades económicas y educativas. Éstas incluyen las actividades
en el campo de las microfinanzas de la Fundación
BBVA; las actividades variadas de la Fundación
Rafael del Pino, con un énfasis particular en iniciativas educativas y culturales; las muchas actividades de fundaciones-empresa, como las de las
Cajas de Ahorro, a través de su Obra Social, y en
particular la experiencia de banca cívica de Caja
Navarra, así como las actividades de compromiso
con la educación superior del Banco de Santander. El lector tiene de esta forma ante sí un
amplio espectro de experiencias contadas por sus
protagonistas, que ponen de relieve el dinamismo y la variedad del sector de la filantropía española en estos momentos.
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LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
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24
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS:
FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
Joaquín P. López Novo
en entidades sin ánimo de lucro y hasta el trabajo remunerado en dichas entidades. Utilizado en
este sentido lato, el término adquiere una connotación sectorial (sector filantrópico) y es un sinónimo de sector no lucrativo o de lo que se ha
dado en llamar el «tercer sector». En este estudio,
sin embargo, utilizamos el término en un sentido
más restrictivo, para referirnos al primer eslabón
de la cadena de la acción sin ánimo de lucro: el
eslabón del don filantrópico o de la donación de
fondos privados para sostener las actividades de
instituciones y organizaciones sin ánimo de lucro.
Así, sólo consideraremos filantrópicas a las organizaciones que operan en este primer eslabón de
la cadena de la acción sin ánimo de lucro, y dejaremos de lado a las organizaciones que realizan
actividades operativas valiéndose de recursos que
en parte obtienen de donaciones privadas. En
otras palabras, aquí entendemos las filantropía
como un subsistema del sector no lucrativo cuya
función es proveer recursos y dirección (conducción, guía) al tercer sector.
Es preciso advertir de entrada que aunque las
cifras de la filantropía norteamericana son de
una magnitud descomunal, sobre todo cuando se
las contempla desde la perspectiva del tamaño
de la filantropía en otros países, las donaciones
privadas sólo representan algo más de un tercio
de los ingresos anuales totales de las entidades
no lucrativas del país (las otras fuentes de ingresos son las subvenciones públicas y la venta de
servicios propios). Hay dos razones que explican
este hecho. Una de ellas es el tamaño descomu-
INTRODUCCIÓN
No cabe duda de que los Estados Unidos de
América son el país donde la filantropía ha alcanzado su máximo desarrollo, tanto en lo relativo a
la magnitud de las cifras implicadas como en lo
que se refiere a la sofisticación de sus formas institucionales; los norteamericanos ven la filantropía como un rasgo distintivo de su identidad cultural (una parte integral del American way), y
piensan –con razón– que no tiene parangón más
allá de sus fronteras. Por tanto, podemos ver la
filantropía norteamericana como un gran experimento histórico de cuyo estudio se pueden
extraer lecciones relevantes para entender tanto
las formas que adopta la filantropía como las
condiciones (sociales, culturales e institucionales)
que posibilitan su desarrollo. Y éste es precisamente el propósito de este capítulo. La experiencia filantrópica norteamericana también provee
un espejo en el que contemplar las experiencias
de otros países, como la española, a cuyo estudio
se dedica este libro.
El estudio de la filantropía, cualquiera que sea
su contexto, plantea el problema preliminar de
clarificar qué entendemos por filantropía para,
así, acotar el campo de los fenómenos a los que
podemos aplicar esta denominación. El término
filantropía es a veces usado en un sentido amplio
para referirse a la totalidad de las actividades que
se realizan sin ánimo de lucro, incluyendo las
donaciones privadas de recursos, pero también el
activismo cívico, las actividades de voluntariado
25
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
nal del sector no lucrativo en los EEUU. Baste
señalar que, en el año 2000, el Internal Revenue
Service (IRS) del gobierno federal tenía registradas un total de 1,3 millones de entidades sin
ánimo de lucro exentas de impuestos, de las cuales más de 300.000 superaban los 50.000 dólares
de ingresos anuales y rendían cuenta al IRS, y
esta cifra no incluía a las cerca de 250.000 congregaciones religiosas existentes en el país que
no se registran en el IRS (Boris y Steuerle 2006:
69). Pero otra razón es que una buena parte de
las donaciones filantrópicas que se realizan
anualmente no van a parar directamente a las
arcas de las organizaciones no lucrativas que realizan actividades operativas sino que quedan
aparcadas en fundaciones grant-giving en la
forma de dotaciones de capital que éstas invierten para obtener un retorno con el que financian
sus programas de ayudas. La filantropía norteamericana es capitalista en un doble sentido, porque la economía capitalista es el origen de los
fondos de capital que alimentan regularmente la
maquinaria filantrópica, pero también porque
una de la instituciones centrales de que se vale la
filantropía (las fundaciones grant-giving) operan
con métodos capitalistas rentabilizando sus dotaciones de capital en los mercados financieros. En
el año 2005 había en los EEUU cerca de 70.000
fundaciones grant-giving que acumulaban activos
de capital por importe de 450.000 millones de
dólares (Foundation Center 2006).
La vastedad del sector no lucrativo en los
EEUU hace que la filantropía en ese país funcione como una suerte de mecanismo de movimiento perpetuo, gracias a la relación de retroalimentación que se establece entre las filantropía y sus
obras. Las instituciones sin ánimo de lucro que la
filantropía va creando o ayudando a crear nunca
cesan de necesitar y demandar recursos filantrópicos, y esta voracidad produce una presión incesante sobre los actores filantrópicos (sean individuos o instituciones) para donar más y más. En
las últimas décadas, las organizaciones no lucrativas que han podido permitírselo han profesionalizado la función de captación de donaciones,
contratando a especialistas en fund-raising y realizando campañas de captación de donaciones
entre donantes potenciales. Una consecuencia de
la profesionalización de la función de fund-raising
es la concentración creciente de donaciones en
instituciones sin ánimo de lucro con un gran
prestigio y con medios para llegar a donantes
poderosos (por ejemplo: un puñado de universidades privadas de prestigio como Harvard, Princeton, Yale o Stanford, que, gracias a sus campañas de captación de donaciones, han multiplicado sus endowments, volviéndose todavía mucho
más ricas de lo que ya lo eran).
La filantropía es, pues, una forma de don
que consiste en dar para mejorar el bienestar
de la comunidad o de una parte de ella, cualquiera que sea el tipo y el ámbito de esa comunidad. Desde una perspectiva sociológica, el
don filantrópico posee dos atributos que lo singularizan: su orientación no recíproca y su universalismo. En efecto, el don filantrópico es no
recíproco, pues no conlleva la expectativa de
que los beneficiarios retornen en el futuro un
don de valor equivalente al que reciben. Esto
significa que el don filantrópico se sitúa al margen de la norma de la reciprocidad, que prescribe que todo don crea en el destinatario la
obligación de retornar en el futuro un don de
valor equivalente al que recibe (Mauss 1971).
Por otra parte, el don filantrópico es universalista, pues sus beneficiarios últimos son personas desconocidas para el donante, que no están
ligadas a él por relaciones personales directas o
indirectas, sino que son miembros anónimos de
una comunidad universal hacia la que el donante se orienta, y a cuya mejora dedica su acción
filantrópica.
El don filantrópico puede ser visto como un
fruto de la potencia expansiva del espíritu humano en la dirección de la formación de comunidades universalistas y de formas de agencia moral
que van más allá del mínimo obligacional que es
parte de la arquitectura básica del orden social
(esto es, la norma de la reciprocidad). En este
sentido, el don filantrópico es un producto de la
civilización, porque, aunque ninguna sociedad
puede operar sin la norma de la reciprocidad,
sólo algunas civilizaciones han sido capaces de ir
más allá de esa norma, inventando e institucio-
26
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
nalizando el don filantrópico.1 La religión ha
sido la fuerza civilizadora que ha engendrado y
nutrido a lo largo del tiempo el don filantrópico.
Éste presupone una imaginación y una sensibilidad morales universalistas que fueron cinceladas
en el corazón de la humanidad por las grandes
religiones universales o religiones de salvación.
En la experiencia histórica de los EEUU, la
religión ha jugado (y continua jugando) múltiples papeles en la conformación de la filantropía.
Hasta principios del siglo XX, la filantropía tuvo
un marcado carácter confesional; posteriormente
se produjo una bifurcación: por una parte, la
filantropía popular (o filantropía al detalle) siguió
manteniendo un marcado carácter religioso y
sigue siendo mayoritariamente canalizada por las
iglesias; por otra parte, la filantropía de las elites
(filantropía al por mayor a lo grande) se ha emancipado en mayor medida de la religión, desarrollando sus propios vehículos filantrópicos (fundaciones) y dirigiéndose crecientemente a entidades no religiosas.2 A esto hay que añadir el papel
histórico que jugó la ética puritana de la virtud
del servicio cívico a la comunidad en el alumbramiento de una tradición de servicio cívico entre
las elites, sin la cual la filantropía norteamericana no habría seguido el derrotero que siguió y
alcanzado su actual desarrollo.
Pero aunque el estudio de la experiencia norteamericana muestra que la religión es una fuerza de la mayor importancia en la conformación
histórica y contemporánea de la filantropía, también revela que es sólo una de las múltiples fuerzas operativas, y que hay otros factores culturales
e institucionales de tanta o más importancia.
Pero antes de entrar en el análisis de estos factores, es preciso proceder a un análisis pormenorizado de las formas que adopta la filantropía en
los EEUU y de la magnitud de los recursos que
moviliza; tarea a la cual dedicamos los próximos
tres apartados. En el último apartado realizaremos un ejercicio de sociología interpretativa y
retomaremos la cuestión de las factores culturales
e institucionales que han favorecido el desarrollo
de la filantropía en los EEUU.
1
A propósito de este asunto es pertinente señalar que,
incluso una civilización tan sofisticada y desarrollada como la
china, fue un suelo poco propicio para el desarrollo del don
filantrópico. Esto se debió a que el confucianismo (que es la
gran tradición cultural que ha cincelado la civilización china)
es hostil al don universalista y no recíproco. Esta hostilidad
se debe al énfasis que pone el confucianismo en las relaciones personales como fundamento del orden social, sobre
todo en la relación paterno-filial y en las relaciones personales directas en las inmediaciones de la familia (con parientes,
amigos, vecinos y asociados) que son organizadas en un gradiente de intensidad obligacional, según el grado de cercanía a la familia y el estatus de los miembros de la relación en
el molde paterno-filial. En este contexto, el don filantrópico
no sólo carece de legitimidad social, sino que es visto como
una amenaza para el orden social, pues éste depende de
dones particularistas que tengan en cuenta la identidad de
los receptores y el gradiente de obligaciones recíprocas que
los ligan. A la vista de este obstáculo, se comprende que en
las sociedades asiáticas de cultura confuciana (China, Japón,
Corea), el desarrollo de una tradición filantrópica indígena
ha sido un fenómeno tardío, de alcance limitado y estimulado por la emulación de modelos foráneos. Véanse al respecto los ensayos de Theodore de Bay (1988 y 2004), y el capítulo de introducción a la colección de ensayos editada por
Ilchman, Katz y Queen II (1998).
2
Sobre este asunto volveremos más adelante, pero conviene, sin embargo, señalar, desde ahora, que la religión es
un fenómeno complejo que comprende creencias y sentimientos, y que, aunque creencias y sentimientos religiosos
suelen ir juntos y se elaboran recíprocamente, también es
posible que las personas tengan sentimientos religiosos difu-
1. MAGNITUD DE LAS CONTRIBUCIONES
FILANTRÓPICAS
Según las estimaciones del informe Giving USA
2007 (publicado por la Fundación Giving USA),
en el año 2006, las contribuciones filantrópicas
totales realizadas en los Estados Unidos alcanzaron la cifra de 295.000 millones de dólares o el
2,2% del Producto Interior Bruto del país (cuadro 1). En las dos últimas décadas del siglo pasado, la ola de innovación tecnológica y financiera
sos sin que profesen una fe religiosa explícita (esto es, sin que
tengan creencias religiosas reconocidas). La posición de este
autor es que la filantropía moderna puede prescindir de las
creencias religiosas, pero que los sentimientos religiosos (o
cuasi-religiosos) siguen jugando un papel importante en ella.
Hay, en particular, dos sentimientos religiosos que son de la
mayor relevancia para la filantropía moderna: uno es el
desapego con respecto a la riqueza material, y otro es la búsqueda de auto-trascendencia, conectando los azares y las
contingencias de la peripecia de vital de la persona con un
propósito superior que insufla en la vida un sentido «cósmico» de servicio al bien de la humanidad.
27
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
desatada por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación sostuvo un largo ciclo
de crecimiento económico que duplicó el PIB del
país en términos reales entre 1981 y 1999. Este
crecimiento inusitado de la riqueza del país revirtió en la filantropía, que, entre 1981 y 2006, ha
vivido una edad de oro, quintuplicado su valor en
dólares corrientes y multiplicado por 2,5 su valor
en dólares constantes, de tal manera que, al final
de ese período, había incrementando en cinco
décimas su participación en el PIB del país (del
1,8% al 2,2%) (gráfico 1).
CUADRO 1. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS ANUALES EN LOS ESTADOS
UNIDOS, 1981-2006 (MILES DE MILLONES DE DÓLARES)
Fuente: Giving USA 2007, p. 218
Para hacernos una idea más cabal de la magnitud de las cifras de la filantropía norteamericana,
podemos señalar que sólo 25 países del mundo
poseen un PIB que la superan. Entre los que no la
superan podemos mencionar a Dinamarca (cuyo
PIB es 275.237 millones de dólares), Sudáfrica
(254.292), Grecia (244.951), Irán (222.889), Irlanda
(222.650), Argentina (214.058), Finlandia (209.045)
28
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
Tailandia (206,247) y Portugal (192.572).3 La
cifra global de la filantropía norteamericana en
el año 2006 también superaba el valor de capitalización bursátil de Microsoft, la empresa de
mayor capitalización bursátil del país (289.000
millones de dólares en febrero de 2007).4 Dado
que los Estados Unidos alcanzaron la cifra de 300
millones de habitantes en el año 2006, la donación media por habitante se aproxima a los 1.000
dólares.
GRÁFICO 1. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS ANUALES, 1981-2006
(miles de millones de dólares)
Si nos fijamos en la procedencia de los fondos de la filantropía estadounidense (gráfico 2),
vemos que tres cuartas partes (222.800 millones
de dólares en el año 2006) proceden de donaciones de individuos realizadas en vida, el
12,4% (36.500 millones) de fundaciones filantrópicas, el 7,8% (22.900 millones) de legados
en herencia, y el 4,3% (12.700 millones) de
empresas. Así, pues, la filantropía institucional
de las fundaciones y las grandes empresas es
sólo la punta más visible del iceberg de la filan-
tropía norteamericana, pues apenas supone el
17% de las contribuciones filantrópicas totales.
La filantropía de los individuos, ya sea en la
forma de donaciones en vida o de legados post
mortem, representa más del 80% de las contribuciones filantrópicas totales.5
4
Giving USA 2007, p. 14.
Pero hay que matizar que una parte significativa de las
donaciones y de los legados de los individuos va a las fundaciones, que desempeñan un papel dual en el sistema de la
filantropía, como receptores y como contribuyentes de donaciones. En el año 2006 las fundaciones recibieron donaciones
por importe de 29,5 miles de millones de dólares o el 10%
de todas las contribuciones filantrópicas realizadas dicho año
(Giving USA Foundation 2007: 16).
5
3
Los datos del PIB proceden de: World Bank, World
Development Indicators Database, 1 July 2007.
29
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
GRÁFICO 2. DONACIONES FILANTRÓPICAS SEGÚN EL ORIGEN
DE LA DONACIÓN (2006)
Fuente: Giving USA 2007
GRÁFICO 3. DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LOS FONDOS DE LA FILANTROPÍA POR PROCEDENCIA
(Dólares constantes y quinquenios)
Fuente: Giving USA 2007
dentes de donaciones de individuos (del 81 al
76%), lo que parece indicar que un segmento de
los donantes utilizan cada vez más las fundaciones como vehículos de su filantropía. Los legados
tienden a oscilar entre el 7 y el 9% de las contribuciones filantrópicas, y, las donaciones de
empresas, entre el 4 y el 6%.
El examen de la evolución de la procedencia
de los fondos de la filantropía por períodos quinquenales (gráfico 3), revela la tendencia al crecimiento de los fondos procedentes de fundaciones, que, entre 1982 y 2006, han duplicado su
participación en la distribución (del 6 al 12%), y
una reducción proporcional de los fondos proce-
30
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
puestos anuales superiores a los 25.000 dólares)
hay que añadir las entidades que son congregaciones religiosas, que no tienen obligación de registrarse en el IRS, y que se estima que estarían entre
300.000 y 400.000.
Distribución de la filantropía por destinatarios
Si descontamos la parte de la filantropía que se
dedica a ayuda exterior, el destino de la filantropía
norteamericana son las entidades no lucrativas que
forman el tercer sector del país. Ya hemos señalado que los Estados Unidos cuentan con el tercer
sector más grande del mundo: en el año 2006
había registradas 1.064.000 charities (esto es: entidades acogidas al capítulo 501c(3) del Internal
Revenue Service, que fija el régimen de exenciones
fiscales de las entidades no lucrativas), de las cuales unas 250.000 presentaron declaración de actividades al IRS, mientras que las restantes o no
superaban el umbral de ingresos de 25.000 dólares
anuales o habían cesado su actividad (Giving USA
Foundation 2007: 45). A este cuarto de millón de
entidades sin ánimo de lucro activas (y con presu-
Por sectores, el primer beneficiario de las
filantropía son precisamente las congregaciones
religiosas,6 que reciben el 33% de las contribuciones filantrópicas (cuadro 2), seguidas de la
educación (14%), los servicios sociales (10%), las
fundaciones (10%), las entidades cívicas y de
movimientos sociales (7%), la sanidad (7%), el
arte y la cultura (4%), la ayuda exterior (4%), y el
medio ambiente (2%). Pero el peso de la religión
en la filantropía ha declinado a lo largo de los
últimos quince años, pasando del 49,5% en 1990
al 33% en 2006 (gráfico 4).
CUADRO 2. DISTRIBUCIÓN DE LA FILANTROPÍA POR TIPOS DE ENTIDADES
DESTINATARIAS (Dólares constantes 2006 y porcentajes)
Fuente: Giving USA 2007
Este declive se debe al menor crecimiento de la
filantropía religiosa (gráfico 5), que, desde 1990,
ha crecido a una tasa media anual (1,4%) que es
tres veces inferior a la tasa media de crecimiento
anual del conjunto de la filantropía (4,2%). Los
sectores que han crecido con tasas medias por encima de la media global han sido las fundaciones
(12,4%), la ayuda exterior (8,2%), los servicios
sociales (7,5%), el medio ambiente (6,7%), y la edu-
cación. Mientras que la sanidad, las entidades cívicas y los movimientos sociales, y las artes y la cultura han crecido al ritmo de la media global.
6
La categoría de las congregaciones religiosas no incluye
a las organizaciones patrocinadas por entidades religiosas
que proveen servicios especializados como escuelas, hospitales, centros de servicios sociales, etc., y que son contabilizadas en sus respectivos sectores.
31
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
GRÁFICO 4. DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LA FILANTROPÍA POR
SECTORES DE DESTINO, 1990-2006
(Dólares constantes 2006)
F
GRÁFICO 5. TASAS MEDIAS DE CRECIMENTO ANUAL DE LA FILANTROPÍA
POR SECTORES DE DESTINO, 1990-2006
(Dólares constantes 2006)
Fuente: Giving USA 2007
32
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
Así, pues, el perfil de la distribución de la
filantropía norteamericana ha variado significativamente en los últimos quince años, al mismo
tiempo que la filantropía ha duplicado su valor
real. La religión ha reducido su peso en la balanza global de la filantropía, mientras que las fundaciones, la educación, la ayuda exterior y el
medio ambiente han incrementado su participación de manera significativa. Pero aunque las
congregaciones religiosas han perdido peso en el
reparto global de la filantropía, la religión –como
veremos más adelante– sigue jugando un papel
importante en el sistema de la filantropía norteamericana, y las congregaciones religiosas son los
beneficiarios privilegiados de la filantropía
popular.
Philanthropy de la Universidad de Indiana
(COP),7 en el año 2004, el 70,2% de los hogares
de los Estados Unidos realizaron contribuciones
filantrópicas de al menos 25 dólares, y la contribución media por hogar fue de 2.047 dólares
(cuadro 2). En el año 2002, contribuyeron el 67%
de los hogares y la contribución media fue de
1.872 dólares, y, en el año 2000, contribuyeron el
69% de los hogares y la contribución media fue
de 1.854 dólares.
El contraste de los datos de los Panels de los
años 2000, 2002 y 2004 ha permitido hacer una
estimación de los hogares que son contribuyentes
regulares y de los que sólo contribuyen ocasionalmente. Aunque la cifra global de hogares que
realizan contribuciones filantrópicas no varia significativamente de año en año (entre el 67 y 70%
de los hogares), los hogares que son contribuyentes regulares (por haber contribuido en los tres
años investigados) son el 56%, mientras que un
29% son contribuyentes ocasionales que entran y
salen de la lista de contribuyentes, y un 15% no
contribuyeron ningún año. Otro dato de interés
es que los contribuyentes regulares no sólo dan
más frecuentemente, sino que también contribuyen mucho más que los ocasionales, pues su contribución media (2.695 dólares) es el triple de la
de los contribuyentes ocasionales (820 dólares).8
Así, pues, seis de cada diez hogares norteamericanos contribuyen regularmente a la filantropía
y constituyen algo así como la espina dorsal del
sistema filantrópico del país. Otros tres de cada
diez contribuyen ocasionalmente y sus contribuciones son, por término medio, más modestas. Y
sólo uno de cada diez hogares no efectúa contribuciones filantrópicas.
2. LAS CONTRIBUCIONES DE INDIVIDUOS:
¿QUIÉNES DAN? Y ¿CUÁNTO DAN?
Ya hemos visto que las donaciones de individuos
son la principal fuente de contribuciones filantrópicas y que la mayor parte de éstas son donaciones en vida y una fracción menor legados en
herencia. En este apartado aportamos evidencia
sobre la procedencia de las donaciones con vistas
a responder las cuestiones de quiénes dan y cuánto dan. Nos interesa en particular saber cuánto
contribuyen los estratos sociales de más riqueza,
pues aunque las actitudes filantrópicas no son
exclusivas de los ricos, la filantropía que no es
capaz de movilizar riqueza tiene poca capacidad
de impacto directo y sólo se vuelve socialmente
significativa a través de procesos de agregación.
La filantropía popular de las pequeñas donaciones no es irrelevante, pero depende de instituciones mediadoras que la organicen y la agreguen. En cambio, la filantropía que canaliza
riqueza tiene mayor capacidad de impacto directo y depende menos de instituciones mediadoras.
No hay que olvidar que la palabra filantropía
surgió para designar un modo altruista de
empleo de la riqueza y que ése sigue siendo su
uso dominante.
De acuerdo con los últimos datos aportados
por el Panel Study on Philanthropy del Center on
7
El Panel Study on Philanthropy del COP es un módulo del
Panel Study on Income Dynamics del Institute for Social Research
de la Universidad de Michigan, que recaba datos en una
muestra de más de 8.000 hogares norteamericanos. El Panel
on Income Dynamics (PID) se realiza con una periodicidad bianual y el módulo de filantropía se incluyó por primera vez en
el PID del año 2000.
8
Los datos sobre contribuyentes regulares y ocasionales
proceden de la nota de prensa con fecha de 4 de diciembre
de 2007 (http://www.philanthropyy.iupui.edu/News/2007/prCOPPS-findings.aspx).
33
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
CUADRO 3. PORCENTAJE DE HOGARES QUE CONTRIBUYEN AL MENOS 25$
AL AÑO Y CONTRIBUCIÓN MEDIA POR HOGAR
(Años 2000, 2003 y 2004)
Fuente: Center on Philanthropy Panel Study (COPPS),
Center on Philanthropy Indiana University
La investigación empírica sobre las bases sociales de la filantropía estadounidense muestra que
las contribuciones filantrópicas tienden a exhibir
una asociación positiva con variables como los
ingresos, la riqueza neta, la participación en la
religión, el desempeño como voluntario, la edad,
el nivel educativo, el estatus de ciudadanía, haber
adquirido la riqueza (por oposición a haberla
heredado) y la percepción de seguridad financiera. La mayoría de esas variables son indicadores
de diversos tipos de capital social, o de las relaciones que ligan a las personas con grupos y organizaciones. Por el conducto de sus relaciones sociales formales e informales, las personas se exponen
a demandas de contribuciones filantrópicas y
encuentran oportunidades de responder a dichas
demandas. De ahí que, en un ensayo de revisión
de la literatura sobre los factores determinantes de
las contribuciones filantrópicas, los autores concluyan que «el factor más importante para [explicar] el comportamiento filantrópico es la implicación en «comunidades de participación» o los grupos y las organizaciones de las que el donante es
miembro o está implicado de alguna manera»
(Havens, O’Herlihy y Schervish 2006: 545).
social religioso. A diferencia de los países europeos, donde la secularización galopante ha vaciado las iglesias y los templos, en los EEUU la tasa
de participación religiosa es muy alta, y –lo que
es más sorprendente– ha crecido a lo largo del
siglo XX (Fink y Stark 2005); la sociedad norteamericana ha sabido modernizarse sin dejar de
ser religiosa, y la pujanza de la religión favorece
las contribuciones filantrópicas.9 La evidencia
empírica disponible muestra: 1) que quienes
donan a congregaciones religiosas realizan contribuciones filantrópicas más elevadas que los
que sólo donan a entidades laicas, y 2) que una
buena parte de los donantes a congregaciones
religiosas también donan a entidades laicas. Aquí
nos referiremos a dos fuentes de evidencia empírica sobre esta cuestión: el estudio de la organización sectorial Independent Sector y el Panel Study
on Philanthropy del COP de la Universidad de
Indiana.
El estudio de Independent Sector (2002) se
basa en los resultados de la encuesta Giving and
Volunteering in the United States, cuyos datos se
refieren al año 2000. De acuerdo con este estudio, el 11,7% de los norteamericanos no realiza
donaciones filantrópicas, el 27,7% sólo hace
donaciones a entidades seculares y el 60,6%
Capital social religioso y filantropía
9
Para un tratamiento reciente particularmente persuasivo de la relevancia de la religión para la filantropía en los
EEUU, véase Arthur C. Brooks (2007).
Hay un tipo de capital social que parece especialmente favorecedor de la filantropía: el capital
34
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
res de los que sólo donan a entidades religiosas
y los 623 dólares de los que sólo donan a entidades seculares), sino que también donan más a
entidades seculares que los donantes con una
orientación estrictamente secular (985 dólares).
Es decir, que los donantes mixtos dedican el
42% de sus donaciones a entidades seculares
(cuadro 4).
hace donaciones a congregaciones religiosas. De
estos, el 12,5% sólo dona a congregaciones religiosas y el 87,5% restante son donantes mixtos
que hacen donaciones tanto a congregaciones
religiosas como a entidades seculares. Estos
donantes mixtos no sólo son los que donan más
en términos absolutos (una media anual de
2.247 dólares, frente a la media de 1.545 dóla-
CUADRO 4. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS ANUALES DE LOS HOGARES
SEGÚN QUE (A) SÓLO DONEN A ENTIDADES RELIGIOSAS, (B) DONEN A
ENTIDADES RELIGIOSAS Y SECULARES (AÑO 2000), (C) SÓLO DONEN
A ENTIDADES SECULARES
(Donaciones en dólares)
Fuente: Independent Sector (2002: 12-13)
El COP de la Universidad de Indiana ha aportado recientemente (enero 2008) datos del Panel
Study on Philanthropy del año 2004, relativos a las
contribuciones medias de los hogares a congregaciones religiosas y a entidades seculares (Center on Philanthropy, Key Findings, enero 2008: 2).
En dicho año, el 46,1% de los hogares estadounidenses hicieron contribuciones a congregaciones
religiosas y la contribución media fue de 1.858
dólares, mientras que el 61,6% de los hogares
hicieron contribuciones a entidades seculares y la
contribución media fue de 941 dólares. El COP
no aporta datos sobre los hogares que hacen contribuciones mixtas a congregaciones y a entidades seculares, pero, de nuevo, el hecho de que la
contribución media a congregaciones religiosas
duplique la contribución media a entidades seculares vendría a confirmar que la religión es un
factor que favorece las contribuciones filantrópicas.
El reparto de las donaciones individuales por
destinatarios
Habida cuenta la estrecha conexión entre religión y filantropía a la que acabamos de referirnos, se entiende que las entidades religiosas sean
los destinatarios más frecuentes de las donaciones de los individuos y las que se llevan la mayor
porción del pastel de las donaciones individuales. Así, la evidencia que aporta el Panel Study del
35
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
da de las características de la filantropía de las
clases medias. Pues bien, el contraste revela que
la proporción de las donaciones individuales que
va a parar a las entidades religiosas es casi el
doble de la proporción de las contribuciones
filantrópicas totales (60% y 33% respectivamente) (gráfico 7).10 En sentido contrario, los individuos donan menos a la educación, la sanidad, el
arte y la cultura, la ayuda internacional y los
movimientos sociales. En suma, la filantropía
popular o de las clases medias privilegia a las
congregaciones religiosas, que reciben 6 de cada
10 dólares de donaciones individuales. Lo cual
concuerda con la hipótesis de que el capital
social juega un papel fundamental en la estructuración de la filantropía, y con la evidencia
–que ya hemos apuntado– de las altas tasas de
participación en la vida religiosa que distinguen
a la sociedad norteamericana.
COP sobre el reparto de las donaciones individuales por sectores indica que el 60% del importe de estas donaciones va a las congregaciones
religiosas, seguidas muy de lejos por las entidades de caridad que atienden necesidades básicas
(10%), las entidades que sirven una combinación
de propósitos (10%), la educación (5%), la sanidad (4%), la juventud y la familia (2%), el arte y
la cultura (2%), la ayuda internacional (1%), el
medio ambiente (1%), y las organizaciones vecinales y comunitarias (1%) (gráfico 6).
Dado que los datos del Panel Study del COP
sobrerrepresentan la filantropía popular de las
clases medias y subrepresentan la filantropía de
los estratos de mayor riqueza, si contrastamos
los perfiles del reparto de las donaciones individuales y de las contribuciones filantrópicas totales nos podemos hacer una idea más aproxima-
GRÁFICO 6. DISTRIBUCIÓN DE LAS DONACIONES DE LOS HOGARES POR
SECTORES DE DESTINO, 2004
(Donaciones totales estimadas: 161.000$ millones)
Fuente: COP Panel Study, Key Findings 2005 wave
10
Hay que recordar que esas dos distribuciones provienen
de muestras heterogéneas y que no coinciden en el año. La
muestra del Panel Study del COP es de individuos en hogares y
se refiere al año 2004. La muestra de Giving USA 2007 comprende entidades sin ánimo de lucro y se refiere al año 2006.
36
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
GRÁFICO 7. DESTINATARIOS DE LAS DONACIONES DE INDIVIDUOS
(2004) Y DE LA FILANTROPÍA TOTAL (2006)
(Porcentajes y sólo categorías comunes)
Fuente: COP Panel Study (donaciones individuos) y Giving USA 2007 (filantropía agregada)
los datos del Survey on Consumer Finances que elabora la Reserva Federal, entre 1995 y 2004, el
número de hogares estadounidenses con una
riqueza neta superior al millón de dólares se triplicó (de 3,7 a 9 millones: una cifra que supera la
población de países como Suecia o Austria). En
ese mismo período, los hogares con una riqueza
neta de al menos 5 millones de dólares pasaron
de 0,5 a 1,44 millones, y los de una riqueza neta
de al menos 10 millones de dólares pasaron de
0,23 a 0,53 millones (gráfico 8).
Filantropía y riqueza
Si el capital social es un factor decisivo en la
estructuración de las contribuciones filantrópicas, la riqueza también lo es, pues, a mayor riqueza, mayor capacidad de contribuir. Aunque la
filantropía no es un comportamiento privativo de
los ricos (como atestigua la alta tasa de hogares
norteamericanos que realizan contribuciones
filantrópicas), la magnitud de la filantropía de un
país depende en gran medida de lo que contribuyan las clases más acaudaladas. En los EEUU,
el intenso crecimiento económico de la década
de los noventa, al abrigo de la revolución tecnológica desencadenada por las tecnologías de la
información y las comunicaciones, ha generado
una ola de nueva riqueza que ha multiplicado el
número de millonarios y ha creado una nueva
cohorte de nuevas grandes fortunas empresariales amasadas en las nuevas tecnologías y en las
finanzas.11 Baste mencionar que, de acuerdo con
Otra fuente de información que aporta indicios
para entender los cambios que se han producido en
la cúspide de la pirámide de la riqueza de los Estados Unidos en el período que estamos considerando es la lista Forbes 400, que anualmente estima –y
clasifica de mayor a menor– las 400 mayores fortunas del país. Analizando la evolución de la lista
desde su primer año de publicación (1982) hasta
hoy se observan los siguientes hechos.12
11
Para un tratamiento periodístico informativo de las
orientaciones y los comportamientos de los nuevos ricos norteamericanos, véase Robert Frank (2007)
12
Todos los datos de este apartado sobre la lista Forbes
400 proceden del magnífico estudio de Peter Bernstein y
Annalyn Swan (2007: 6-14).
37
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
GRÁFICO 8. NÚMERO TOTAL DE HOGARES MILLONARIOS POR UMBRALES
DE RIQUEZA NETA, 1995-2004
(Dólares constantes 2004) (Millones)
Fuente: Robert Frank (2007: 2), basado en datos del Survey on Consumer Finances de la Reserva Federal
como Du Pont, Ford, Rockefeller, Hearst o
Whitney) acaparaban el 21,7% de los puestos de la lista. En 2006, en cambio, esas
familias sólo acaparan el 1,7% de los puestos, y algunos nombres ilustres como los Du
Pont (24 de los cuales figuraban en la lista
del año 1982) han desaparecido de ella: un
signo revelador de la circulación de las elites
en la cúspide de la pirámide de la riqueza.
• En 1982, el 22,8% de las fortunas provenían
del petróleo, el 15,3% de la industria, el 9%
de las finanzas, y el 3% de nuevas tecnologías. En 2006, el 24,5% de las fortunas provienen de las finanzas, el 11,75 de las nuevas tecnologías, el 8,5% del petróleo y otro
8,5% de la industria.
• Por último, también ha cambiado la geografía de la riqueza. En 1982, el estado de
Nueva York era el que acaparaba más personas de la lista (77), seguido de Texas (65),
y California (48). En 2006 California encabeza la lista con 89 personas (en el año
• En 1982 sólo aparecían en la lista 13 billonarios y el umbral de acceso (el corte) estaba en los 75 millones de dólares de riqueza.13 En el año 1989, el número de billonarios había ascendido a 69, y, desde el año
2000, la totalidad de la lista está compuesta por billonarios.
• En 1982, la riqueza acumulada por los 400 de
la lista representaba el 2,8% del PIB del país.
En el año 2006, la riqueza acumulada de los
400 representa el 9,8% del PIB (el porcentaje
llegó a ser del 12,2% en el año 2000, en el
pico del boom de Internet).
• En el año 1982, doce familias posesoras de
Old Money (con nombres tan conocidos
13
En este párrafo, el término billonario debe ser entendido en el sentido que se le atribuye en los EEUU, donde un
billón equivale a mil millones, mientras que en los países
europeos el término billón se emplea para designar el millón
de millones. Por tanto, un billonario es una persona con una
fortuna de al menos mil millones de dólares.
38
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
2000, en el pico del boom de Internet, tuvo
107 personas en la lista), mientras que
Nueva York ha visto reducida su presencia a
56 miembros (un 27% menos que en 1982)
y Texas a 36 (un reducción del 45%).
Pero todos estos cambios tectónicos en los
estratos superiores de riqueza apenas son captados por los estudios que se basan en muestras
representativas de la población, porque, no obstante su crecimiento, los millonarios y los multimillonarios siguen siendo una fracción minoritaria de la población. Así, por ejemplo, el Panel
Study del COP de la Universidad de Indiana
aporta datos desagregados de contribuciones
filantrópicas por niveles de ingresos anuales para
el año 2004, distinguiendo tres niveles de ingresos: menos de 50.000 dólares, de 50.000 a
100.000 dólares, y por encima de los 100.000
dólares (cuadro 5). El estudio muestra que la
tendencia a realizar contribuciones filantrópicas
crece a medida que crecen los ingresos (el 53% de
los hogares con ingresos anuales de menos de
50.000 dólares y el 93% de los de ingresos de más
100.000 dólares), y también crece significativamente el importe de la donación media (de 1.186
dólares a 3.886 dólares). Pero es evidente que un
estudio que sólo diferencia esos tres niveles de
renta aunque represente adecuadamente la filantropía de las clases medias, carece de valor informativo sobre la filantropía de los estratos superiores de renta, que –como hemos visto– acumulan una parte significativa de la riqueza del país
y tienen un peso comparable en la filantropía
agregada.
CUADRO 5. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LOS HOGARES
POR NIVELES DE INGRESOS
Fuente: Center on Philanthropy Panel Study,
Center on Philanthropy Indiana University.
Hay, sin embargo, dos evidencias estadísticas
que aportan una representación más aquilatada
de la filantropía de las clases altas. Una de ellas
ha sido elaborada por un equipo de investigadores del Center on Wealth and Philanthropy (COWP)
del Boston College, con datos del Survey of Consumer Finances de la Reserva Federal, que no
subrepresenta sino que más bien sobrerrepresenta a los hogares de ingresos altos (Havens,
O’Herlihy y Schervish 2006: 547-548). La otra es
el estudio del Bank of America sobre High NetWorth Philanthropy, realizado por el COP de la
Universidad de Indiana, y que investiga una
muestra de un millar de hogares ricos localizados
en áreas residenciales de alta riqueza a lo largo y
ancho del país.
Contribuciones filantrópicas de los hogares
según el Survey of Consumer Finances
Los cuadros 6 y 7 recogen la distribución de las
contribuciones filantrópicas de los hogares por
intervalos de ingresos (cuadro 6) y por intervalos
de riqueza neta (cuadro 7), elaboradas con los
datos del Survey of Consumer Finances. Hay que
señalar que ambas distribuciones se refieren a
hogares que, en el año 2001, contribuyeron al
39
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
menos 500 dólares para causas filantrópicas, lo
cual es un umbral de donación mucho más alto
que los 25 dólares que emplea el estudio del COP
de la Universidad de Indiana, y por ello el porcentaje total de familias que han realizado con-
tribuciones desciende al 39%. Aunque los cuadros 6 y 7 no captan la filantropía menuda de las
pequeñas donaciones, representan con mayor
precisión la filantropía de los estratos de ingresos
(y riqueza neta) medios y altos.
CUADRO 6. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LAS FAMILIAS
SEGÚN TRAMOS DE INGRESOS FAMILIARES
(Dólares de 2002)
Fuente: Avenis, O'Herlihy y Shervish (2000: 547). Las columnas 4, 5 y 8 suman de abajo a arriba.
en los ingresos, lo hacemos en la riqueza neta de
los hogares, observamos que los hogares que disponen de una riqueza neta de 1.000.000 dólares
o más son sólo el 7%, pero acumulan el 50% de
las contribuciones filantrópicas totales (cuadro
7). También hay que destacar que el porcentaje
medio de los ingresos que los hogares asignan a
contribuciones filantrópicas tiende a crecer a
medida que crece el nivel de ingresos, pero es
especialmente alto en los tramos superiores de
ingresos (por encima de los 300.000 dólares)
(gráfico 9).
Tal vez el dato más significativo de los dos
cuadros que estamos comentando es la alta participación de los hogares de mayores ingresos y
más riqueza en las contribuciones filantrópicas
totales. Así, los hogares con ingresos anuales de
100.000 dólares o más son el 14% de los hogares
que han hecho contribuciones, pero acumulan el
59% de las contribuciones filantrópicas de los
hogares; y sólo los hogares con ingresos de
300.000 dólares o más (el 2,1% de los hogares)
aportan más de un tercio de las contribuciones
totales de (37%) (cuadro 6). Si, en vez de fijarnos
40
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
CUADRO 7. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LAS FAMILIAS
SEGÚN TRAMOS DE RIQUEZA NETA FAMILIAR
(Dólares de 2002)
Fuente: Avenis, O'Herlihy y Schervish (200: 548).
GRÁFICO 9. PORCENTAJE DE INGRESOS FAMILIARES DONADOS
POR INTERVALOS DE INGRESOS
(2001)
Fuente: Avenis, O´Herlihy y Schervish (2006: 247)
41
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
El estudio del Bank of America distingue tres
niveles de riqueza, a los que podemos denominar
los ricos de primer nivel o ricos de a pie (cuya
riqueza neta está entre 1 y 5 millones de dólares),
los ricos de segundo nivel o ricos afluyentes (cuya
riqueza neta va de los 5 a los 50 millones), y los
ricos de tercer nivel o superricos (con más de 50
millones de riqueza neta) (cuadro 8). Los ricos
afluyentes y, sobre todo, los superricos son los
protagonistas de la gran filantropía, o la filantropía en gran escala y de alta visibilidad pública: la
filantropía de las fundaciones y de las grandes
donaciones. El cuadro 8 muestra la gran distancia que separa a las contribuciones medias de
estos tres estratos de riqueza: la contribución
media de los superricos (1.163.190 dólares) es 10
veces superior a la de los ricos afluyentes
(117.185 dólares) y 46 veces la de los ricos de a
pié (25.264 dólares). Sin embargo, la contribución mediana de cada uno de los estratos de
riqueza cae muy por debajo de la media, lo que
indica el impacto de grandes donaciones en los
tres estratos, que elevan la media muy por encima de los valores más frecuentes.
La filantropía de los ricos: el estudio del Bank
of America sobre «High Net-Worth Philanthropy»
Dado que los ricos tienen un peso tan considerable en la filantropía norteamericana, merece la
pena comentar el estudio sobre High Net-Worth
Philanthropy, comisionado por el Bank of America y realizado por el COP de la Universidad de
Indiana (Center on Philanthropy 2006). Este
estudio se basa en una muestra de cerca de 1.000
hogares que obtienen ingresos anuales de más de
200.000 dólares o poseen una riqueza neta –sin
incluir la vivienda– por encima del millón de
dólares. El cuestionario aplicado en este estudio
es el mismo que el COP aplica en el Panel Study
on Philanthropy, lo que facilita la comparación con
los patrones filantrópicos de la población en
general. Aunque los resultados completos del
estudio todavía no se han hecho públicos, ya se
han aportado algunos avances que nos permiten
hacernos una idea más aquilatada de la filantropía de los estratos superiores de la pirámide de
riqueza del país.
CUADRO 8. INGRESOS Y CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LOS
HOGARES CON 1 MILLÓN DE DÓLARES O MÁS DE RIQUEZA NETA
Fuente: The Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy (2006)
Para hacernos una idea aproximada de cuántas grandes donaciones se realizan en un año y
de la magnitud de dichas donaciones, podemos
recurrir a la lista de donaciones que compila el
COP de la Universidad de Indiana («The 1
Million Dollar List»), y que registra las donaciones
de un millón o más de dólares que a lo largo del
año se hacen públicas en los medios de comunicación del país. Esta lista no es completa, pues
sólo registra las donaciones a las que se les da
algún tipo de publicidad, y, por otra parte, las
grandes donaciones no siempre se ejecutan en su
totalidad el año en que se anuncian (sobre todo
si requieren realizar desinversiones). Pero aunque incompleta, la lista es informativa, y por ello
vamos a analizar las donaciones de la última lista
disponible. En el año 2006 se anunciaron 911
donaciones de individuos de 1 millón o más de
42
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
dólares (cuadro 9).14 Las universidades, las fundaciones y los centros de investigación médica
son los beneficiarios más habituales de estas
grandes donaciones. Aunque la cifra de 6 donaciones por encima de los mil millones de dólares
es un tanto excepcional, ya que refleja el anuncio
realizado ese año por el financiero Warren Buffet
de realizar cinco donaciones que superaban el
umbral de los mil millones de dólares,15 el cuadro pone de manifiesto la relativa frecuencia de
las macrodonaciones: 47 por encima de 50 millones (5%), 166 de entre 10 y 50 millones (18%), y
696 de entre 1 y 10 millones (76%). Aunque no
disponemos de datos sobre el número de donaciones anónimas en el primer intervalo de la distribución, nos ha parecido interesante reflejar el
número de donaciones anónimas de que hay
constancia. Es probable que las donaciones anónimas totales sean más que las que figuran en el
cuadro, pues, por su naturaleza, dichas donaciones no siempre trascienden al público. Pero el
número y la entidad de las donaciones anónimas
de que hay constancia (porque la entidad receptora ha revelado la donación pero no el donante)
no es despreciable. Y esta dato indica que no
toda la gran filantropía es conspicuous giving o
donación ostentosa para mayor gloria del donante. Incluso donaciones estratosféricas como las de
Warren Buffet, aunque públicas, tienen poco de
ostentosas, si tenemos en cuenta que son donaciones a fundaciones ajenas y no a una fundación
propia que perpetúe la memoria del donante.
CUADRO 9. DONACIONES PERSONALES DE 1 MILLÓN DE DÓLARES
O MÁS QUE HAN SIDO HECHAS PÚBLICAS EN EL AÑO 2006
Fuente: COP: 1 Million Dolar List
los tres primeros destinos de las contribuciones
filantrópicas de los ricos (gráfico 10). El arte y la
cultura (10,8%) también ocupa un lugar destacado
en la filantropía de los ricos, por delante de las
contribuciones a la sanidad (6,7%) y a necesidades
básicas (5,2%). Si comparamos los perfiles de las
distribuciones sectoriales de la filantropía de los
ricos y de la población en general (gráfico 11), lo
que más llama la atención es el peso mucho menor
que tienen las contribuciones a congregaciones
religiosas en la filantropía de los ricos (22% de las
Sectores destinatarios de la filantropía de los ricos
Las congregaciones religiosas (22%), la educación
(21,6%) y las fundaciones y los fondos (17,3%) son
14
Además de las 91 donaciones personales, en el año 2006
también se anunciaron otras 1080 donaciones institucionales de
1 millón o más de dólares, 818 de las cuales fueron hechas por
fundaciones, 229 por corporaciones y 33 por otras instituciones.
15
Los destinatarios de estas megadonaciones de Warren
Buffet son las fundaciones de Bill y Melinda Gates (33.500 millones de dólares), y las fundaciones que presiden cada uno de sus
cuatro hijos (1.500 millones de dólares a cada fundación).
43
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
contribuciones totales versus 60% en la población).
Los ricos también donan más a la educación (21%
versus 5%) y al arte y la cultura (11% versus 2%). Las
necesidades básicas, en cambio, tienen menos peso
en la filantropía de los ricos que en la de la población (5,2% y 11%).
La evidencia relativa a las contribuciones
medias de los ricos a entidades seculares y religiosas revela que cuanto más crece el nivel de riqueza
(y, por tanto, cuanto más crece la media de las contribuciones filantrópicas), más aumenta la distancia entre las donaciones a entidades seculares y
religiosas (cuadro 10). Así, entre los ricos de a pie,
la media de las contribuciones a entidades secula-
res sólo es 2,6 veces la media de las donaciones a
congregaciones religiosas. Entre los ricos afluyentes, en cambio, la donación media a entidades
seculares es 4,5 veces la donación media a entidades religiosas. Y entre los superricos la primera es
6,5 veces la segunda. Esta tendencia de la filantropía religiosa a perder peso a medida que crece la
riqueza tal vez explique su pérdida relativa de peso
en el cómputo global de la filantropía en las últimas dos décadas, pues, como ya hemos visto, este
período ha sido una época de generación masiva
de nueva riqueza que ha multiplicado el número
de millonarios, multimillonarios y superricos.
GRÁFICO 10. DISTRIBUCIÓN POR DESTINATARIOS DE LAS CONTRIBUCIONES
FILANTRÓPICAS DE LOS RICOS, 2005
(Contribuciones totales estimadas: 126.000 millones)
Fuente: Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy, Initial Report (October 2006)
de la población en general (11%) (gráfico 11).
Conviene tener en cuenta, sin embargo, que las
fundaciones (que son el primer beneficiario de la
filantropía de los superricos), no son el destinatario último de las contribuciones filantrópicas que
reciben, sino que son intermediarios en la cadena
filantrópica y que, a su vez, distribuyen las donaciones que reciben a otros destinatarios. Por tanto,
para calibrar el alcance de la filantropía social de
los superricos hay que tener en cuenta el peso de
la filantropía social en las fundaciones que éstos
sostienen con sus donaciones.
Si nos fijamos en el destino de las contribuciones filantrópicas del estrato de los superricos (los
que disponen de 50 o más millones de dólares de
riqueza neta), vemos que un tercio de sus contribuciones filantrópicas (34,3%) van a parar a fundaciones y fondos filantrópicos, el 20,5% a sanidad, el 15% a educación, el 11% a arte y cultura, y
sólo el 10% a entidades religiosas (gráfico 12).
Llama la atención el poco peso de donaciones a
necesidades básicas (2%), que tienen un peso
menor en las donaciones totales que las que tienen
en el conjunto de la categoría de los ricos (5,2%) y
44
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
GRÁFICO 11. DISTRIBUCIÓN POR DESTINATARIOS DE LAS CONTRIBUCIONES
FILANTRÓPICAS DE LOS RICOS Y DE LA POBLACIÓN
(Porcentajes)
Fuente: Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy, Initial Report
CUADRO 10. CONTRIBUCIONES TOTALES (A), A ENTIDADES SECULARES (B)
Y A ENTIDADES RELIGIOSAS (C) POR NIVELES DE RIQUEZA, 2005
(Dólares)
Fuente: Bank of America Study on High Net Worth Philantropy
(16%) (gráfico 13). Mientras que la filantropía
de las donaciones en respuesta a campañas de
captación de donaciones es una filantropía
reactiva, y la filantropía de las provisiones testamentarias (y de los seguros de vida) es una
filantropía post-mortem, la filantropía de las fundaciones y de los fondos donor-advised es una
filantropía proactiva que no espera a la conclu-
Los vehículos de la filantropía de los ricos
Los vehículos de donaciones más frecuentemente mencionados por los ricos son las grandes campañas de captación de donaciones (el
65%), la provisión testamentaria (el 41%), los
fondos de inversión (32%), las fundaciones
(20%) y los fondos filantrópicos donor-advised
45
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
sión de la vida del donante para hacerse efectiva. Llama la atención la elevada proporción de
ricos que han creado fundaciones o cuasi-fun-
daciones (pues eso es lo que son los donoradvised funds) para canalizar activamente su
filantropía en vida (35%).
GRÁFICO 12. DESTINATARIOS DE LAS CONTRIBUCIONES DE LOS
SUPERRICOS, 2005
Fuente: Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy
GRÁFICO 13. VEHÍCULOS DE LA FILANTROPÍA DE LOS RICOS
(Porcentajes)
Fuente: Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy
46
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
sados en una filantropía de legado al viejo estilo,
y, tras haber logrado amasar una gran fortuna a
veces en un tiempo record, no quieren dejar escapar la oportunidad de disfrutar de la experiencia
de poder marcar una diferencia en vida con su
filantropía.
La preferencia de los nuevos ricos por una
filantropía más activa y en vida no es óbice para
que los legados continúen siendo un importante
canal de la filantropía de los ricos. Como vimos
en su momento, los legados representan el 8% de
las contribuciones filantrópicas totales o cerca de
23.000 millones de dólares en el año 2006. Y
también acabamos de ver que el 45% de los ricos
mencionan la provisión testamentaria como un
canal de su filantropía. Pero, ¿cuánto donan los
ricos a través de sus testamentos? La evidencia
disponible sobre herencias muestra que los legados filantrópicos tienden a crecer a medida que
crece el tamaño de la herencia (gráfico 14). Así,
la información fiscal sobre el impuesto de la
herencia recaudado por el gobierno federal en el
año 2000 (que sólo grava a las herencias con un
valor de 600.000 dólares o más), muestra que, en
dicho año, los patrimonios que se transfirieron
en herencia alcanzaron un valor neto acumulado
de 144.700 millones de dólares. El 65% de este
valor fue a parar a herederos, el 23% al fisco y el
12% a filantropía. Ahora bien, cuando se clasifican las herencias por tamaños, se observa que a
medida que crece el valor de la herencia, también crece la proporción de la herencia que se
destina a filantropía. Hasta los 5 millones de
herencia, el peso proporcional de la filantropía
cae por debajo de la media global (12%), pero a
partir de ese umbral la proporción de la filantropía se sitúa por encima de la media: el 14% en las
herencias valoradas entre 5 y 10 millones, el 17%
en las herencias de entre 10 y 20 millones, y el
33% en las herencias de 20 o más millones.
Filantropía y legados
Tradicionalmente, la filantropía ha sido un fenómeno localizado en la última fase del ciclo de
vida de las personas, una vez que éstas habían
hecho fortuna y acumulado riqueza a lo largo de
sus carreras profesionales. Sólo los herederos de
Old Money, que ya disponían de las fortunas amasadas por sus ancestros, podían desarrollar carreras filantrópicas tempranas. Pero lo normal era
que el nuevo rico sólo diese el salto a la filantropía en su senectud, una vez que se había retirado
de la vida profesional o había vendido su empresa. Esta filantropía de senectud estaba impregnada del afán de dejar un legado que perpetuase la
memoria del filántropo para las generaciones
futuras, y su vehículo favorito era la fundación
familiar a perpetuidad, cuyos fines solían ser más
bien vagos y, si no dejaban en manos de los sucesores la articulación de la misión filantrópica, les
dejaban una amplio margen de maniobra.16
La ola de riqueza desencadenada por la revolución de las tecnologías de la información y las
comunicaciones de las postrimerías del siglo XX
no sólo ha generado una cohorte de nuevos ricos
que rápidamente están engrosando las filas de la
filantropía, sino que también ha creado una
generación de multimillonarios jóvenes en los
treinta o los cuarenta, que no necesitan esperar a
la conclusión de sus carreras profesionales para
iniciar sus carreras filantrópicas, y llevan carreras
duales como empresarios y filántropos. Esta
nueva filantropía joven está menos dominada
por el espíritu de dejar un legado que perpetúe
el nombre del filántropo, y es mucho mas empresarial y orientada a la obtención de resultados
visibles. Los nuevos ricos de hoy no están intere-
16
Un caso ilustrativo es el de John D. MacArthur, fundador de la MacArthur Foundation, que es la cuarta del país
por cuantía de activos y que patrocina los famosos MacArthur Fellow Prices. Cuando sus abogados le preguntaron al
viejo MacArthur qué objetivos debía tener su fundación, les
respondió: «I made the money, and you guys will have to figure out
how to spend it». Con este espíritu fundador, no sorprende que
esta fundación haya tenido una vida complicada y llena de
conflictos internos. Sobre este y otros avatares de la filantropía a lo grande de los superricos, véase el interesante estudio
de Waldemar Nielsen (1996).
Filantropía y ethos de servicio cívico
El estudio del Bank of America sobre la filantropía de
los ricos contiene algunos datos relevantes sobre las
actividades de voluntariado de este segmento de la
47
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
población que no queremos dejar de comentar. En
principio, podría pensarse que donar (y, sobre todo,
donar cantidades significativas) es ya una forma de
servir que excusaría la abstención de otras formas de
servicio voluntario. Pero no parece que éste sea el
caso en los hogares ricos norteamericanos, pues el
porcentaje de hogares que declaran realizar activi-
dades de voluntariado supera el 80% y es más del
doble del de la población en general (gráfico 15).17
Lo que todavía es más significativo es que el porcentaje de voluntarios no varía por niveles de riqueza y que los hogares superricos son los que cuentan
con el porcentaje más elevado de voluntariado de
más de 200 horas anuales (37%).
GRÁFICO 14. DISTRIBUCIÓN DE LAS HERENCIAS FISCALIZADAS POR EL
GOBIERNO FEDERAL, AÑO 2000
(Porcentajes)
Fuente: Havens, O´Herlihy y Schervish (2006: 549)
Si nos fijamos en el tipo de actividades de
voluntariado que realizan los ricos, destacan las
tareas de voluntariado no directivo en organizaciones sin ánimo de lucro (OSL) (80%), la participación en los consejos directivos de dichas
organizaciones (61%), el voluntariado en colectas
de fondos (62%) y el voluntariado en la preparación de eventos (55%) (gráfico 16). Todos estos
datos sobre voluntariado ponen de manifiesto
que la filantropía de los ricos está encajada en (y,
por tanto, es parte de) un ethos de servicio cívico
que se expresa en la participación voluntaria en
organizaciones sin ánimo de lucro. Y este hecho
es congruente con la hipótesis del capital social,
a la que antes nos hemos referido, y que afirma
que las conexiones a organizaciones y comunidades son decisivas en la conformación de la filantropía: se da porque se está conectado, y se da a
lo que uno está conectado.
17
El Non Profit Almanac, publicado por el Urban Institute, basándose en las estadísticas del Bureau of Labor, estima
que el porcentaje de la población adulta implicada en actividades de voluntariado era, en el año 2005, el 28,8% (Urban
Institute 2007: 6).
48
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
GRÁFICO 15. PORCENTAJES DE HOGARES RICOS QUE REALIZAN ACTIVIDADES DE VOLUNTARIADO POR NIVEL DE RIQUEZA Y POR NÚMERO DE
HORAS ANUALES CONTRIBUIDAS
Fuente: Bank of America Study on High Net-Worth Philanthropy
GRÁFICO 16. ACTIVIDADES DE VOLUNTARIADO QUE REALIZAN LOS
HOGARES RICOS
(Porcentajes de hogares)
Fuente: Bank of America Study on High Net-Worth Philanthropy
puritanismo religioso de las colonias, con su
ascetismo mundano y su incitación a servir a
Dios en el mundo (esto es: en el púlpito, la
El ethos de servicio cívico de los ricos norteamericanos tiene raíces culturales e institucionales profundas, que podemos remontar al
49
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
la filantropía cultural y social un medio fundamental para reafirmar su hegemonía socio-cultural, al tiempo que realizaban una contribución directa al proceso de nation-building. La
industrialización capitalista a finales del siglo
XIX no hizo sino incrementar drásticamente
los recursos disponibles para sostener esa
estrategia y dotarla de mayor alcance.
Así, entre finales del siglo XIX y principios
del siglo XX, surgió la filantropía moderna con
una orientación que inicialmente gravitó en
torno a iniciativas culturales y cívicas, y posteriormente fue extendiendo su alcance a otros
ámbitos (sanitario, social, educativo, etc). 20 A
finales del siglo XIX, a medida que el desarrollo del capitalismo impulsaba el crecimiento de
la riqueza y de las ciudades, los patriciados
urbanos del Protestant Establishment asumieron
la iniciativa de crear instituciones sin ánimo de
lucro con un propósito cultural (museos, bibliotecas, universidades, orquestas sinfónicas,
ballets, fundaciones, etc.), que pretendían ser
puntos de referencia para la ciudadanía y, en
muchos casos para la nación.21 Estas instituciones se situaban en la esfera de la sociedad civil,
bajo la dirección de minorías selectas y manteniéndose al abrigo de la interferencia del
gobierno; y eran vistas por sus promotores
como plataformas para influir en la sociedad,
por la vía de sentar los estándares de la alta cultura más que por la vía de la acción gubernamental, que estaba sujeta a los azares de la política partidista. Pero, de nuevo, esta estrategia
de influencia social por la vía de la creación de
una red cada vez más densa de instituciones
privadas sin ánimo de lucro requería mecenas y
filántropos que aportasen las donaciones para
empresa, la cátedra, la magistratura y otras instituciones cívicas).18 En las ciudades comerciales de Nueva Inglaterra (Nueva York, Boston,
Filadelfia), el ascetismo mundano protestante
favoreció la formación de patriciados urbanos
con base en el comercio e integrados por
dinastías familiares estrechamente interconectadas que formaban cuasi-castas (los brahmins
de Boston o los Philadelphia Gentlemen), que
asumieron un marcado protagonismo cívico,
creando instituciones sin ánimo de lucro (hospitales, colleges y charities) y asumiendo roles de
liderazgo en esas instituciones.19 En definitiva,
este Protestant Establishment de Nueva Inglaterra (Digby Baltzell 1987) plantó las simientes
de una cultura elitista, que enfatizaba el honor
del servicio cívico y los usos cívicos de la riqueza. Y esta cultura cívica de las elites se ha perpetuado hasta hoy.
A lo largo del siglo XIX, y especialmente
tras la guerra civil, a medida que la inmigración cambiaba la fisonomía social del país y,
sobre todo, la de las grandes ciudades, y la
democracia favorecía la formación en las grandes ciudades de maquinarias políticas partidistas bajo el control de redes étnicas, que se
repartían los despojos del gobierno, los patriciados urbanos del establishment protestante
perdieron poder político. Rodeados de una
población de inmigrantes que no cesaba de
crecer y con una composición étnica y lingüística crecientemente heterogénea, que planteaba un problema de integración no sólo social,
sino también cultural o de construcción de
nación; y despojados del poder de influir en la
política local de las grandes ciudades, que
habían caído en manos de las maquinarias partidistas étnicas, los patriciados urbanos se vieron obligados a buscar nuevos medios para
afianzar su primacía social. Y encontraron en
20
Sobre la reorientación de la filantropía a finales del
siglo XIX y principios del XX véanse los trabajos de Peter
Dobkin Hall (2006) y Judith Sealander (2003), así como el
estudio de Helen Horowitz (1976) sobre filantropía cultural
en la ciudad de Chicago.
21
En el caso de las universidades, el giro filantrópico no
sólo se orientó a la creación de nuevas instituciones, sino
también a la modernización de las ya existentes, arrebatando el control de las mismas a las denominaciones religiosas
que las habían fundado y modernizando sus estructuras y sus
programas de estudios. Véase Julie Reuben (1996).
18
Sobre los inicios de la filantropía en los Estados Unidos
véase el estudio de Kathleen D. McKarthy (1985).
19
Para una comparación de las trayectorias y los logros
cívicos de dos patriciados urbanos de Nueva Inglaterra, uno
puritano o de derechas (los bramines de Boston) y otro cuáquero o de izquierdas (los gentlemen de Filadelfia), véase E.
Digby Baltzell (1979).
50
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
afrontar los altos costes que comportaba su creación y su mantenimiento, pero también patronos dispuestos a servir en sus múltiples consejos directivos, aplicando su experiencia profesional y sus talentos personales. De esta manera, la modernización de la filantropía, lejos de
suponer el declive del ethos del honor del servicio cívico, que había sido sedimentado por
generaciones de puritanos, lo reforzó, haciendo del servicio en el consejo de directores de
una institución filantrópica una marca de prestigio social; sobre todo en el seno de las propias
elites.
Así, pues, en los EEUU, las elites han tendido a ver la filantropía, sobre todo la que se
orienta a la construcción de instituciones excelentes en sus áreas de actividad, como un asunto de la mayor importancia, pues es su manera
de contribuir a la construcción de la nación. La
existencia de un ethos del honor del servicio
cívico entre las elites y el prestigio social que
reporta el servicio cívico en instituciones sin
ánimo de lucro, hace que siempre haya gentes
bien dispuestas a aceptar la carga de la responsabilidad del pilotaje de esas instituciones y que
con frecuencia la competición para acceder a
esos puestos sea feroz.
La filantropía: un asunto de familia
El estudio del Bank of America sobre la filantropía de los ricos muestra que los empresarios
son, con mucho, los ricos más generosos. Así,
los ricos cuya riqueza proviene de activos
empresariales contribuyeron, en el año 2005,
una media de 232.206 dólares anuales a causas
filantrópicas. Detrás de los empresarios se
situaban los herederos (109.745 dólares), los ahorradores (84.882 dólares), los inversores (69.978
dólares), y los rentistas de bienes inmuebles
(11.105 dólares).
GRÁFICO 17. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS MEDIAS POR ORIGEN
DE LA RIQUEZA, 2005
(Dólares)
Fuente: Bank of America Study on High Net-Worth Philantropy
51
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
La generosidad filantrópica de los empresarios probablemente sea un reflejo de su mayor
poder económico; de que la creación de empresas y su valorización en el mercado es un mecanismo de generación de riqueza más poderoso
que el ahorro, la inversión en activos financieros
o las rentas de inmuebles. Otra diferencia entre
los empresarios y los otros tipos de ricos es la
mayor capacidad de agencia de los primeros: los
empresarios son más activos y creativos que los
herederos, los ahorradores, los inversores o los
rentistas. Parece que las capacidades de agencia
adquiridas en un contexto de actividad como el
mercado son transferibles a otros contextos de
actividad como la filantropía, y esto también contribuiría a explicar el superior perfil filantrópico
de los empresarios. Pero el atributo de mayor
relevancia sociológica de los empresarios es que
mayoritariamente son self-made-men y, por tanto,
New Money. Y el hecho de que sus contribuciones
filantrópicas medias sean más del doble de las de
los herederos (esto es, de las del Old Money que
sería el portador del habitus filantrópico), revela
que los nuevos ricos no necesitan ser socializados
por el Old Money para adquirir el habitus filantrópico y ser inducidos a participar en la filantropía,
sino que ya están socializados en dicho habitus, y
que el locus donde tiene lugar la internalización
de los valores filantrópicos es la familia.
En cualquier caso, la evidencia disponible
muestra que los ricos tienden a tratar la filantropía como un asunto de familia, más que como un
asunto estrictamente personal; que la mayoría
(70%) escuchan la voz de sus hijos a la hora de
tomar decisiones; que más de un tercio (35%)
permiten que los hijos participen en la toma de
decisiones; y que un 19% donan fondos a sus
hijos para usos filantrópicos (gráfico 18).
GRÁFICO 18. PARTICIPACIÓN DE LOS HIJOS EN LA FILANTROPÍA
(Porcentajes)
Fuente: Bank of America Study on High Net-Worth Philanthropy
más visible e influyente de la filantropía del país;
y son también el establishment del sistema filantrópico. Son la parte más visible de la filantropía,
porque las fundaciones son organizaciones dotadas de capital para realizar sus actividades con
3. LA FILANTROPÍA DE LAS FUNDACIONES
Auque las fundaciones sólo canalizan en torno al
12% de las contribuciones filantrópicas anuales
de los Estados Unidos, son, sin embargo, la parte
52
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
antes, el número de fundaciones era menos de la
mitad: 32.401. Ha sido, pues, a partir de 1990 cuando el sector de las fundaciones ha dado un salto
espectacular, sobre todo en la segunda mitad de la
década de los noventa. Entre 1991 y 1995 el número de fundaciones se incrementó en 7.700 (un crecimiento acumulado del 24%); entre 1996 y 2000, se
añadieron otras 16.400 (un crecimiento acumulado
del 40%); y entre 2001 y 2005, otras 14.500 (un crecimiento acumulado del 26%) (gráfico 19).
El crecimiento del sector de las fundaciones
en los últimos quince años no sólo ha tenido
lugar por la vía de la proliferación del numero de
unidades, sino también por la del crecimiento
del tamaño de dichas unidades. Una prueba de
ello es que el 50% de las fundaciones dotadas de
más recursos (las que cuentan con activos superiores al millón de dólares o cuyas contribuciones
anuales son de 100.000 dólares o más) fueron
creadas a partir de 1990 (gráfico 20).
continuidad en el tiempo (la mayoría a perpetuidad), y muchas de ellas adoptan y publicitan sus
programas de ayudas para financiar las actividades de otras organizaciones sin ánimo de lucro del
tercer sector. Y son la parte más influyente, porque
las fundaciones (sobre todo las grandes) operan
con programas para alcanzar objetivos, y para ello
pueden apalancar (leverage) las ayudas que conceden, imponiendo condiciones a las organizaciones
beneficiarias (como condicionar las ayudas solicitadas a la obtención de otras ayudas similares en
otras entidades). Cuando las fundaciones apalancan sus ayudas, éstas tienen un efecto multiplicador. Por último, las fundaciones son el establishment
de la filantropía, porque en torno a ellas se mueve
una filantrocracia de donantes, profesionales,
expertos y directores que han hecho de la filantropía un modo de vida y un medio de vida.
En el año 2005, había 71.095 fundaciones registradas en los EEUU (gráfico 19).22 Quince años
GRÁFICO 19. NÚMERO DE FUNDACIONES, 1975-2005
Fuente: Foundation Center
22
Toda la información estadística sobre fundaciones que
utilizamos en este estudio procede del Foundation Center, que
es una organización sectorial sin ánimo de lucro, localizada
en Nueva York y que realiza estudios y provee información
estadística sobre el sector de las fundaciones: http://www.fundationcenter.org/findfunders/statistics.
53
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
El crecimiento espectacular del número y el
tamaño de las fundaciones a partir de 1990 ha
triplicado en términos reales la magnitud de sus
contribuciones filantrópicas, que han pasado de
11.150 millones de dólares en 1990 a 36.500
millones en el año 2005, incrementado en 5 puntos porcentuales el peso de las fundaciones en el
cómputo total de las contribuciones filantrópicas
(del 7,4% en 1990 al 12,4% en 2005). De nuevo,
la segunda mitad de la década de los noventa fue
una edad de oro de la filantropía de las fundaciones, con un crecimiento de sus contribuciones
del 206% (de 13.970 millones de dólares a
28.780 millones) (gráfico 21).
GRÁFICO 20. PERÍODOS DE CONSTITUCIÓN DE LAS FUNDACIONES
CON ACTIVOS DE 1 MILLÓN DE DÓLARES O MÁS O CON CONTRIBUCIONES
ANUALES DE 100.000 DÓLARES O MÁS
Fuente: Foundation Center (2007: 10). Basado en una encuesta a 21.332 fundaciones con activos de 1 millón $ o más o que conceden ayudas 100.000 $ o más
GRÁFICO 21. EVOLUCIÓN DE LOS CONTRIBUCIONES DE LAS FUNDACIONES
A PRECIOS CONSTANTES, 1970-2006
(Miles de millones de dólares, año base 2006)
Fuente: Foundation Center y Giving USA 2007
54
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
operativas son fundaciones grant-giving, cuya
única actividad es la concesión de ayudas a otras
organizaciones sin ánimo de lucro, aunque, ocasionalmente y de manera muy puntual, también
pueden dirigir sus ayudas a agencias gubernamentales y a entidades con ánimo de lucro.
Mientras que las fundaciones independientes son
creadas por individuos o familias, las corporativas son creadas por empresas, y los puestos de
sus consejos directivos suelen ser ocupados por
directivos de la empresa matriz (aunque también
incluyen a personalidades externas); en cualquier caso, son entidades legalmente separadas
de la empresa matriz. Estos dos tipos de fundaciones privadas grant-giving están sujetas a la
obligación de desembolsar anualmente en ayudas a terceros al menos el 5% de su dotación de
capital.
Tipos de fundaciones
El 99% de las fundaciones son privadas y sólo el
1% son públicas. Ambos tipos de fundaciones son
entidades no gubernamentales y sin ánimo de
lucro, pero, mientras que las primeras son el producto de la iniciativa privada de los individuos o
las empresas, las segundas son promovidas por
entidades públicas de ámbito territorial o sectorial que nombran a los patronos entre personalidades representativas del área o del sector de
referencia para estas fundaciones. Las fundaciones públicas poseen el estatus legal de public charities y su régimen regulador difiere del de las privadas, aunque ambas tienen que rendir cuenta de
sus actividades ante el Internal Revenue Service
(IRS). Al igual que la mayoría de las fundaciones
privadas, las fundaciones públicas son fundaciones grant-giving cuya actividad es conceder ayudas (grants) a otras organizaciones sin ánimo de
lucro que sí realizan actividades operativas.
El IRS obliga a las fundaciones privadas a
desembolsar cada año al menos el 5% de sus activos de capital en la forma de ayudas a terceros;
de no cumplir este requisito, las fundaciones privadas pierden el status legal de entidades sin
ánimo de lucro y los beneficios fiscales que ello
conlleva. Las fundaciones públicas, en cambio,
están exentas de esta obligación. El IRS también
impone diferentes requisitos de provisión de
información a las fundaciones privadas y a las
públicas, que cumplimentan modelos distintos
de declaración de actividades (Form 990-PF las
fundaciones privadas, y Form 990 las públicas).
Hay tres tipos de fundaciones privadas: 1) las
independientes, 2) las corporativas (o de empresa)
que operan como fundaciones grant-giving, y 3)
las proveedoras (operating foundations).23 Estas últimas no conceden ayudas (grants) a terceros, sino
que realizan actividades propias, bien sean de
investigación o de provisión de servicios. Las fundaciones independientes y las corporativas no
1) Independientes
En el año 2005 había 63.059 fundaciones independientes (el 89% de las fundaciones), que acumulaban 455.570 millones de dólares en activos
(el 83% de los activos de las fundaciones). Estas
fundaciones efectuaron ese año contribuciones
filantrópicas por importe de 25.199 millones de
dólares (el 69% de las contribuciones totales), y
recibieron donaciones por importe de 17.366
millones de dólares (el 55% de las donaciones
recibidas por las fundaciones) (cuadro 11). Todas
estas cifras ponen de manifiesto el peso abrumador que tienen las fundaciones independientes
en el sector de las fundaciones grant-giving.
Si nos fijamos en la evolución reciente de las
fundaciones independientes, vemos que, entre
los años 1990 y 2005, estas fundaciones duplicaron su número y multiplicaron por 2,5 el volumen de sus activos y de sus contribuciones en
dólares constantes (cuadro 12).
En verdad, la inmensa mayoría de las fundaciones independientes son en su origen fundaciones familiares, esto es: fundaciones que portan
el nombre de su fundador y en las que éste o sus
descendientes siguen estando presentes en el
consejo directivo y retienen un margen de
23
Véanse los tutorials del Foundation Center: Foundations
and their Role in Philanthropy y Profile of the Funding Community,
ambos accesibles en su página web.
55
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
influencia en los asuntos de la fundación. Pero el
uso del calificativo independientes para denominar
a estas fundaciones no es casual, ya que estas fundaciones son las que acusan menos condicionamientos externos. Los únicos límites que acusan
son el tamaño de sus recursos y los compromisos
articulados en la declaración de misión fundacional, que provee el marco orientador de sus actividades. Por lo general, el fundador suele disponer de una amplia influencia en la conducción de
los asuntos de la fundación, pues, además de
dotar su capital y fijar su propósito, también
nombra a los patronos o consejeros, que suelen
ser personas de su confianza y se sienten obligados hacia él. Pero sus herederos van perdiendo
influencia, y, al cabo del tiempo, es posible que ya
no quede en el consejo ningún representante de
la familia del fundador, o, si queda, su influencia
es mucho menor, pues los nuevos consejeros ya
no son nombrados por la familia, sino que son
reclutados por el propio consejo directivo de la
fundación empleando criterios meritocráticos. Al
mismo tiempo, en las grandes fundaciones, la
progresiva burocratización hace que aumente en
ellas la influencia del staff profesional interno,
que es el que lleva el día a día de la operaciones
de la fundación y quien propone al consejo las
políticas y los programas de ayudas. Por esta
razón, aunque la mayoría de las fundaciones
independientes son en su origen familiares, con
el paso del tiempo dejan de serlo de facto y de jure,
y quedan en manos de consejos directivos de
expertos y de los profesionales que se encargan
de las operaciones.
CUADRO 11. NÚMERO DE FUNDACIONES, ACTIVOS TOTALES,
CONTRIBUCIONES EFECTUADAS Y DONACIONES RECIBIDAS (2005)
Fuente: Foundation Center
(cuadro 13). Aunque éstas no son todas las fundaciones familiares existentes, sino sólo aquellas de las que se dispone información, el examen de este universo de fundaciones familiares
conocidas nos permite hacernos una idea más
aproximada de las características de las fundaciones familiares.
El Foundation Center, basándose en el examen los informes anuales que elaboran las fundaciones independientes, y aplicando una serie
de indicadores objetivos (entre ellos la presencia del fundador o de miembros de su familia
en el consejo directivo de la fundación), ha
identificado cerca de 33.000 fundaciones familiares, que vendrían a ser el 54% de las fundaciones independientes. Estas fundaciones familiares acumulan el 51% de los activos, el 56% de
las contribuciones y el 69% de las donaciones
que reciben las fundaciones independientes
La gran mayoría de estas fundaciones familiares son de pequeño tamaño y operan en un
ámbito local como canales de la filantropía del
fundador y su familia. Así, el 62% de las funda-
56
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
según el criterio de sus promotores, que no se
atiene a programas formales y que puede variar
marcadamente de un año a otro. Cualesquiera
que sean los motivos que están detrás de la creación de estas pequeñas fundaciones familiares, no
parece que los incentivos fiscales jueguen un
papel importante en su creación, pues las donaciones directas a entidades no lucrativas operativas reciben un tratamiento fiscal más favorable que las donaciones a fundaciones (un descuento del 30% en el impuesto sobre la renta,
las primeras, mientras que las segundas sólo
reciben un descuento del 20%).
ciones familiares disponen de dotaciones de
capital que no superan el millón de dólares, y
sólo el 14% supera los 5 millones de dólares
(gráfico 22). Y en lo que concierne a las contribuciones filantrópicas anuales, el 50% de las
fundaciones familiares no superan los 50.000
dólares anuales en ayudas y sólo el 11% efectúa
contribuciones por encima del medio millón de
dólares (gráfico 23). Así, pues, aunque las fundaciones familiares están presentes en todos los
espectros de tamaños, una buena parte de ellas
son pequeñas e incluso muy pequeñas y operan
a nivel local, repartiendo unas pocas ayudas
CUADRO 12. FUNDACIONES INDEPENDIENTES: EVOLUCIÓN DEL NÚMERO
DE FUNDACIONES, LOS ACTIVOS Y LAS CONTRIBUCIONES TOTALES, 1990-2005
(Dólares en miles de millones de dólares)
Fuente: Foundation Center's Statistical Information Service (foundationcenter.org/findfunders/statistics)
CUADRO 13. FUNDACIONES FAMILIARES: ACTIVOS, CONTRIBUCIONES Y
DONACIONES RECIBIDAS (2005)
(*millones de dólares)
Fuente: Foundation Center Statistical Service (foundationcenter.org/fundfinders/statisics/)
57
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
GRÁFICO 22. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES FAMILIARES POR
INTERVALOS DE ACTIVOS (dólares), 2005
Fuente: Foundation Center, Key Facts on Family Foundations, January 2007
GRÁFICO 23. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES FAMILIARES POR
INTERVALOS DE CONTRIBUCIONES ANUALES (dólares), 2005
Fuente: Foundation Center, Key Facts on Family Foundations, January 2007
donaciones que recibieron ese mismo año eran el
13% de las donaciones efectuadas a las fundaciones (cuadro 11). Estos datos muestran que las fundaciones corporativas tienen dotaciones de capital
relativamente modestas y que financian sus actividades con las donaciones regulares de sus empresas matrices. De hecho, sólo 34 fundaciones corporativas están dotadas con fondos de capital superiores a los 100 millones de dólares y sólo dos
2) Corporativas
Las 2.607 fundaciones corporativas que operaban
como fundaciones grant-giving en el año 2005,
eran el 4% de las fundaciones y sus activos de capital acumulados venían a ser el 6% de los activos
totales de las fundaciones. Pero sus contribuciones
anuales en ayudas a terceros representaban el 11%
de las contribuciones de las fundaciones, y las
58
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
superan los 500 millones de dólares (Wells Fargo y
Alcoa); y sólo 11 fundaciones corporativas realizan
contribuciones anuales de más de 50 millones de
dólares (Foundation Center 2007).
Las fundaciones corporativas grant-giving son la
manifestación más institucionalizada de la filantropía corporativa, pero no son la única forma que
adopta esta filantropía (Useem 1987). Las empresas también pueden realizar donaciones directas a
organizaciones sin ánimo de lucro al margen de las
ayudas que canalizan a través de sus fundaciones.
Estas ayudas directas son difíciles de cuantificar y,
por lo general, van dirigidas a entidades e instituciones de las ciudades donde está radicada la sede
de la empresa o donde ésta cuenta con una larga
tradición de presencia. Algunas empresas (sobre
todo las empresas farmacéuticas) también han creado fundaciones proveedoras, generalmente para
distribuir gratuitamente sus productos a sectores
sociales necesitados que no disponen de los recursos para acceder a ellos.
Los programas de ayuda de la fundaciones corporativas grant-giving tienden a reflejar los intereses de la corporación matriz, promoviendo proyectos de investigación relacionados con las actividades de la empresa matriz o contribuyendo a causas
(por ejemplo: la protección del medio ambiente o
el sostén de instituciones culturales de prestigio)
que favorecen la imagen pública de la corporación.
Por tanto, aunque son entidades legalmente separadas de sus empresas matrices, las fundaciones
corporativas carecen de la autonomía de las fundaciones independientes y operan como extensiones
de sus corporaciones matrices en el terreno de la
filantropía. Como sus patronos son mayoritariamente directivos de la empresa matriz, estas fundaciones están libres del problema del donor intent
que pende sobre las fundaciones familiares. Por
otra parte, las fundaciones corporativas no sólo
dependen de sus empresas matrices para obtener
los recursos con que financian sus programas, sino
que también su personal y las instalaciones que utilizan suelen ser aportados por las empresas madre.
Entre los años 1987 y 2005, las fundaciones corporativas duplicaron su número, sus activos y sus
contribuciones en dólares constantes, un crecimiento algo menor que el de las fundaciones independientes (cuadro 14). Conviene señalar, sin embargo,
que si a las contribuciones de las fundaciones corporativas grant-giving les añadimos las contribuciones en especie que realizan las fundaciones corporativas proveedoras, las contribuciones filantrópicas
de las empresas alcanzan el 20% de las contribuciones totales de las fundaciones. Por tanto, dos de
cada diez dólares contribuidos por las fundaciones
son aportados por fundaciones corporativas.
CUADRO 14. FUNDACIONES CORPORATIVAS: EVOLUCIÓN DEL NÚMERO
DE FUNDACIONES, LOS ACTIVOS Y LAS CONTRIBUCIONES TOTALES, 1987-2005
(Millones de dólares)
Fuente: The Foundation Center’s Statistical Information Service (foundation.org/findfunders/statistical)
59
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
mente al menos el 5% de sus activos de capital
que se aplica a las fundaciones grant-giving. En
cambio, pueden regir sus desembolsos anuales
por alguno de estos dos criterios: el 85% de los
beneficios netos de la inversión de sus activos o el
4,25% de sus activos de capital. En el año 2005
había 4.722 fundaciones proveedoras (el 7% de
las fundaciones), cuyos activos acumulados representaban el 6% de los activos totales de las fundaciones, aportaban el 11% de las contribuciones
totales, y el 14% de las donaciones recibidas por
el sector.
3) Proveedoras
Ya hemos dicho que las fundaciones proveedoras
son fundaciones privadas cuya actividad principal es la realización de una tarea operativa (generalmente la provisión de algún tipo de servicio),
y, o bien no conceden ayudas a entidades externas, o sólo lo hacen como actividad tangencial y
secundaria, generalmente en pequeñas cantidades y a entidades relacionadas con su actividad
principal. Las fundaciones proveedoras no están
sometidas al imperativo de desembolsar anual-
GRÁFICO 24. DISTRIBUCIÓN DE LOS ACTIVOS DE CAPITAL, LAS
CONTRIBUCIONES EFECTUADAS Y LAS DONACIONES RECIBIDAS POR
TIPOS DE FUNDACIONES (2005)
Fuente: Foundation Center
A primera vista, llama la atención que las fundaciones proveedoras, cuya actividad principal es
la realización de actividades propias y no la concesión de ayudas a terceros, sin embargo tengan
una participación tan elevada en las contribuciones totales de las fundaciones, igual a la de las
fundaciones corporativas grant-giving (11%) y
superior a la de las fundaciones comunitarias
(9%) (gráfico 24). Pero esta anomalía aparente se
explica por el hecho, que ya hemos señalado, de
que algunas fundaciones proveedoras tienen por
actividad principal la concesión de ayudas en
especie, y, como estas ayudas son muy importantes, al contabilizar su valor monetario, elevan la
magnitud de las contribuciones globales de este
tipo de fundaciones. Las más importantes de
estas fundaciones proveedoras que realizan
donaciones en especie son un grupo de fundaciones ligadas a grandes empresas farmacéuticas,
que distribuyen gratuitamente medicamentos a
sectores sociales necesitados. Entre 1996 y 2003,
11 corporaciones farmacéuticas establecieron
60
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
fundaciones proveedoras de este tipo, y cuatro de
ellas figuran entre las 10 primeras fundaciones
del país por la magnitud de sus contribuciones
anuales.24 La cifra total de fundaciones proveedoras corporativas es de 113, pero prácticamente la totalidad de sus contribuciones es realizada
por las fundaciones farmacéuticas. Las contribu-
ciones en especie de este pequeño puñado de
fundaciones representan el 9% de las contribuciones totales de las fundaciones. Si se excluyen
las contribuciones en especie, las contribuciones
de las fundaciones proveedoras descienden al
1,9% de las contribuciones de las fundaciones
(cuadro 15).
CUADRO 15. FUNDACIONES PROVEEDORAS POR TIPOS. NÚMERO
DE FUNDACIONES, ACTIVOS Y CONTRIBUCIONES, 2005
Fuente: Foundation Center, Key Facts on Corporate Foundation, May 2007.
muy elevados; otras proveen fondos para las
humanidades y las artes (The National Endowment for the Humanities and for the Arts), y sus presupuestos son más modestos. Pero estas fundaciones gubernamentales son extensiones del
gobierno cuya función es ejecutar políticas
públicas; no son, por tanto, vehículos de la
filantropía, y por esta razón son ignoradas por
la literatura sobre fundaciones.
Las fundaciones comunitarias, en cambio, sí
son vehículos de la filantropía, pues se orientan
activamente a la captación de donaciones privadas para incrementar sus dotaciones de capital, y, a través de los fondos aconsejados por el
donante (donor advised funds), ofrecen un canal
para la filantropía personal alternativo al de las
fundaciones independientes. Como su propio
nombre indica, las fundaciones comunitarias
sirven a una comunidad territorial de ámbito
local o regional, dirigiendo sus contribuciones
filantrópicas a las organizaciones y entidades
sin ánimo de lucro que operan en ella. En el
año 2005, había 707 fundaciones comunitarias
(el 1% de la fundaciones) que acumulaban el
8% de los activos de las fundaciones, el 9% de
las contribuciones y el 18% de las donaciones
4) Comunitarias
Por último, las fundaciones comunitarias también son fundaciones grant-giving, pero tienen
el estatus legal de public charities y se nutren de
múltiples donaciones de entidades e individuos. Hay que precisar que aunque estas fundaciones poseen el estatus legal de public charities, sin embargo no son consideras fundaciones
gubernamentales. En los Estados Unidos existen también fundaciones gubernamentales que
operan como fundaciones grant-giving y que
obtienen sus fondos directamente del presupuesto del gobierno federal. Las más importantes de estas fundaciones gubernamentales,
como la National Science Foundation y los National Institutes of Health, se dedican a financiar la
investigación científica y manejan presupuestos
24
Éstas son The Bristol-Myers Squibb Patient Assistance
Foundation (segunda en la lista de contribuciones con 582,1
millones de dólares en 2005), la Mark Patient Assistance Program (tercera con 533,1 millones de dólares), la GlaxoSmithKline Access Programs Foundation (quinta con 450,5 millones de dólares) y la Janssen Ortho Patient Assistance Foundation (novena con 339,6 millones de dólares). Foundation
Center, Top Funders, octubre 2007.
61
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
recibidas. Estas cifras ponen de manifiesto que
el peso económico de estas fundaciones es muy
superior a su peso numérico, y que son una
forma de filantropía fundacional exitosa. De
hecho, las fundaciones comunitarias son las que
han experimentado un mayor crecimiento
entre 1990 y 2005 (cuadro 16). Aun así, el 50%
de las fundaciones comunitarias tienen dotaciones de capital por debajo de los 10 millones de
dólares y apenas llegan al 20% las que cuentan
con dotaciones de capital de más de 50 millones (gráfico 25).
CUADRO 16. FUNDACIONES COMUNITARIAS: EVOLUCIÓN DEL NÚMERO
DE FUNDACIONES, LOS ACTIVOS Y LAS CONTRIBUCIONES TOTALES
(Millones de dólares), 1981-2005
Fuente: The Foundation Center's Statistical Information Service (foundationcenter.org/findfunders/statistics)
GRÁFICO 25. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES COMUNITARIAS POR
INTERVALOS DE TAMAÑO DE SUS ACTIVOS (dólares), 2005
Fuente: The Foundation Center, Key Facts on Community Foundations, September 2007
62
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
dencia, evitando las operaciones especulativas
que conllevan un elevado riesgo). La estrecha
relación entre fundaciones grant-giving y capitalismo de mercado hace que la suerte de las fundaciones esté estrechamente ligada a la de los mercados: cuando éstos prosperan, las fundaciones
prosperan, tanto porque crece el número de fundaciones como porque aumenta el valor de sus
activos de capital; cuando los mercados decaen,
en cambio, las fundaciones languidecen (esto es:
se crean menos fundaciones y decae el valor de
sus activos de capital).
Pero las fundaciones grant-giving son fundaciones, esto es, su forma de gobierno es fiduciaria y
recae sobre un consejo directivo de patronos. En
el caso de las fundaciones independientes, que
son la abrumadora mayoría de las fundaciones
grant-giving, aunque los primeros patronos son
nombrados por el fundador, con el paso del tiempo, y una vez que éste ha desaparecido, pasan a
ser reclutados por cooptación. En cualquier caso,
el consejo directivo dispone de un amplio margen para interpretar y operativizar la misión fundacional, y, con el paso del tiempo, incluso modificarla. Esto, a veces, provoca litigios legales entre
los herederos del fundador y los patronos que se
sientan en el consejo de la fundación, pero, en
otras ocasiones, son los propios herederos quienes promueven o consienten un giro de la política de la fundación. Este fenómeno de desplazamiento de metas, que pende sobre las fundaciones a perpetuidad, es conocido en la literatura
sobre fundaciones como «el problema de la desviación de la intención del fundador» (the problem
of donor intent),26 y es una de las razones de que
las fundaciones a perpetuidad sean un forma de
filantropía cada vez más criticada y menos valorada por las nuevas generaciones de filántropos,
que están mas interesadas en una filantropía activa en vida, que en una filantropía de legado a
perpetuidad.
Las fundaciones grant-giving son, junto con los
gobiernos federal y estatales, las principales
3.1. LAS FUNDACIONES GRANT-GIVING
Las fundaciones grant-giving (ya sean independientes, corporativas o comunitarias), representan
el 93% de las fundaciones, el 94% de los activos, el
89% de las contribuciones y el 86% de los donativos recibidos por las fundaciones. Dotadas de un
fondo de capital, generalmente a perpetuidad,
que es invertido de manera prudente en los mercados financieros para generar un flujo estable de
ingresos para financiar sus actividades, y gobernadas por un consejo directivo de patronos que
generalmente ejercen sus funciones de manera
voluntaria y sin retribución; las fundaciones grantgiving son la gran invención institucional de la
filantropía norteamericana del siglo XX.25
Aunque son instituciones sin ánimo de lucro,
las fundaciones grant-giving están estrechamente
ligadas al capitalismo de mercado, tanto en el origen de sus fondos de capital como en su modo
operativo. En efecto, las fundaciones son, por una
parte, un producto del capitalismo de mercado,
que permite a los empresarios fundadores y a los
propietarios de capital empresarial no sólo acumular grandes fortunas cuando sus empresas tienen éxito, sino también valorizar en el mercado
su activos empresariales y convertirlos en activos
líquidos, una parte de los cuales pueden ser redirigidos a iniciativas filantrópicas. Sin mercados
financieros que permitan la conversión de los
activos empresariales en activos líquidos (o en
activos de alta liquidez), los activos de capital permanecen enterrados en las empresas y carecen de
la movilidad necesaria para ser redesplegados al
servicio de iniciativas filantrópicas. Por otra parte,
una vez constituidas, las fundaciones grant-giving
operan como capitalistas que valorizan en el mercado sus activos de capital, para obtener una
corriente estable de ingresos para sostener sus
actividades (aunque las fundaciones están obligadas a invertir sus dotaciones con criterios de pru-
25
En este apartado sobre las fundaciones grant-giving nos
hemos basado en las siguientes referencias: Mark Dowie
(2001), Joel Fleishman (2007), Kenneth Prewitt (2006),
James Allen Smith (2001) y Elizabeth M. Lynn y D. Susan
Wisely (2002).
26
El estudio de referencia sobre el problem of donor intent
es Martín M. Wooster (2007).
63
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
fuentes externas de financiación de las organizaciones del tercer sector que realizan actividades
operativas; son, en suma, algo así como los «banqueros» del tercer sector, con la diferencia de que
las fundaciones grant-giving no prestan su dinero,
sino que lo donan. Este hecho les concede el
poder de influir a las organizaciones que obtienen fondos de ellas, imponiéndoles condiciones
más o menos exigentes para recibir las ayudas.
En muchas ocasiones, la concesión de ayudas es
condicionada a la consecución de otras ayudas
paralelas procedentes de otras fuentes, generando un apalancamiento (leverage) que amplifica el
impacto de las ayudas.
Por lo general, las grandes fundaciones que
operan a nivel nacional o internacional, son entidades burocráticas que se asemejan a un departamento gubernamental. A diferencia del gobierno, sin embargo, que está obligado a respetar
normas de due process y debe justificar sus acciones, las fundaciones grant-giving disponen de
absoluta discreción para conducir sus asuntos y
no están obligadas a rendir cuenta de sus decisiones a los afectados. Como no todas las peticiones de ayudas pueden ser atendidas, las fundaciones grant-giving crean inintencionadamente
con sus decisiones ganadores y perdedores, y este
hecho obviamente genera tensión y resentimiento. Se entiende, pues, que las organizaciones del
tercer sector tiendan a ver las fundaciones grantgiving y los filantrócratas que las gestionan como
una casta arrogante y todopoderosa, ante la que
no les queda más remedio que rendir pleitesía,
pero que es objeto de un desprecio callado.
Pero las fundaciones grant-giving no sólo son
los «banqueros» del tercer sector, son también en
alguna medida sus arquitectos y organizadores,
desempeñando labores de institution-building en
el seno de la sociedad civil. Las fundaciones
grant-giving son, pues, una parte de la sociedad
civil cuya función es promover, guiar y sostener a
la sociedad civil. Este trabajo de construcción de
la sociedad civil también incluye actividades en el
interfaz de la sociedad civil y el estado, tratando
de influir en las políticas públicas gubernamentales a través de actividades de inteligencia o
policy analysis (esto es, de estudio, experimenta-
ción y evaluación) y del activismo público a favor
de la adopción de políticas de uno u otro tipo
(policy advocacy).27
A lo largo del siglo XX, las fundaciones grantgiving han jugado un papel decisivo en una amplia
variedad de terrenos o arenas. Entre ellas hay que
destacar la promoción del conocimiento científico,
financiando el desarrollo de la ciencia básica (muy
especialmente la investigación biomédica) y de las
ciencias sociales, sobre todo durante la primera
mitad del siglo XX, cuando el gobierno federal no
aportaba fondos para la investigación científica.
Uno de sus logros más impresionantes en este
terreno fue la transformación de las universidades
norteamericanas, de instituciones docentes provincianas y atrasadas, a universidades de investigación
líderes a nivel mundial. Las fundaciones grantgiving también han jugado un papel decisivo en la
aplicación del conocimiento científico para mejorar
las prácticas profesionales y resolver problemas
sanitarios y sociales. Los estándares actuales de
práctica profesional y los métodos de formación de
profesiones como la médica, los enseñantes y los
trabajadores sociales son en gran medida el producto del trabajo de unas pocas grandes fundaciones (Carnegie, Rockefeller, Russell Sage), que
actuaron coordinadamente en las primeras décadas
del siglo XX para elevar y uniformizar los estándares de formación y práctica de esas profesiones.
Tanto las políticas sociales y de bienestar del
New Deal del presidente Roosevelt en los años
treinta, como las de la Great Society del presidente Johnson en la década de los sesenta del siglo
pasado, fueron promovidas por fundaciones. De
manera similar, la reacción neoconservadora de
las dos últimas décadas del siglo XX fue activamente promovida por un pequeño grupo de fundaciones neoconservadoras que, desde sus think
tanks, desafiaron la hegemonía ideológica y cultural de las fundaciones liberales.28 Esto significa
27
Sobre las actividades de policy advocacy de las fundaciones y su papel en la financiación de los movimientos sociales,
véase J. Craig Jenkins (2006).
28
Sobre el activismo de las fundaciones en la arena política
norteamericana, véanse los estudios de Robert Lerner, Althea
Nagai y Stanley Rothman (1994), y de Sally Covington (1997).
64
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
que las fundaciones grant-giving han asumido un
protagonismo creciente en la producción y la
diseminación de ideas públicas (o de ideas para el
debate público), por medio de think tanks y foros
de discusión. El creciente protagonismo de las
fundaciones como mentores de ideas públicas y
de políticas públicas, no sólo ha estimulado la
controversia en torno a las fundaciones implicadas, sino que, además, ha trasladado al mundo
de las fundaciones las líneas de fractura que atraviesan la vida política. Como no podía ser de otra
manera, el segmento de las fundaciones que operan en el interfaz de la sociedad civil con el estado reflejan los conflictos y las tensiones que dinamizan la vida política.
Las fundaciones grant-giving también jugaron
un papel central como instigadores del cambio
social e institucional en el movimiento por los
derechos civiles y por la extensión de los derechos electorales a la población afroamericana en
la década de los sesenta del pasado siglo. En las
últimas décadas del siglo XX, el activismo pro
cambio social e institucional de las fundaciones
se ha dirigido a los nuevos movimientos sociales
(ecologismo, feminismo, derechos civiles, protección de los animales, etc.), apadrinando a las
organizaciones que promueven estas causas. Otro
terreno de actuación de las fundaciones que promueven el cambio institucional ha sido la promoción de la participación ciudadana en el ámbito comunitario, promoviendo organizaciones
comunales grass-root para fomentar la participación ciudadana en la política local.29 Hay que
decir, que el activismo de las fundaciones en pro
del cambio social e institucional no se ha circunscrito a los Estados Unidos, sino que también lo
han trasladado al extranjero. Las fundaciones
norteamericanas han jugado y siguen jugando un
papel protagonista en las políticas sanitarias y de
población a nivel mundial, pero también en la
promoción de la sociedad civil y del cambio institucional en los países en desarrollo, especial-
mente en los recientemente democratizados. En
los años noventa, con la caída del comunismo, las
fundaciones grant-giving volcaron su interés y su
vocación de arquitectos de la sociedad civil en el
Este de Europa, y, en menor medida, en LatinoAmérica y Asia.
Al mismo tiempo, las fundaciones grant-giving
han desempeñado con continuidad el papel tradicional de sostenedores de las entidades sin
ánimo de lucro especializadas en la provisión de
servicios sociales y humanos. Es más, ésta es la
actividad central de la gran mayoría de las fundaciones pequeñas y medianas que operan a
escala local, como canales de la filantropía familiar modesta o en pequeña escala. Porque lo cierto es que el sector de las fundaciones grant-giving
exhibe una marcada variedad interna y contiene
muchos mundos en su seno, y la diferenciación
legal que antes hemos señalado no siempre es la
más relevante. Entre la pequeña fundación familiar, cuya dotación de capital no supera el medio
millón o el millón de dólares, y que, operando
sin programas ni empleados, concede cada año,
localmente y de manera informal, unas pocas
ayudas de tamaño modesto, a la gran fundación
dotada de un fondo de capital de cientos o miles
de millones de dólares, que emplea decenas de
empleados y programa sus ayudas para alcanzar
objetivos ambiciosos a nivel nacional o internacional, hay una distancia abismal. Por esta razón,
merece la pena explorar la distribución de las
fundaciones grant-giving por tamaños.
El tamaño de las fundaciones grant-giving
Como ocurre con las organizaciones en general,
en las fundaciones el tamaño cuenta y, por regla
general, bastante. Pues, cuanto mayor es el
tamaño, mayores son los recursos disponibles y
mayor también la capacidad operativa de las
organizaciones. Las organizaciones grandes no
sólo pueden hacer cosas que no están al alcance de las pequeñas, sino que también suelen
hacerlas de otra manera (lo cual no significa
que las hagan mejor; el gran tamaño puede ser
tanto una ventaja como una desventaja). Por
29
Sobre esta faceta de la intervención de las fundaciones
en la esfera pública, véase Carmen Siriani y Lewis Friedlan
(2001).
65
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
esta razón, el tamaño es una variable que influye a las organizaciones con independencia de
su orientación y de la naturaleza de sus actividades, y las organizaciones de un mismo tamaño tienden a asemejarse entre sí. ¿Cómo se distribuyen las fundaciones grant-giving por tamaños? Si tomamos la magnitud de los activos
como indicador de tamaño, observamos que el
75% de las fundaciones están dotadas con
menos de 1 millón de dólares de capital, un
17% dispone de dotaciones en el intervalo de 1
a 10 millones de dólares, y sólo el 8% supera los
10 millones de dólares (y un 1% los 100 millones) (gráfico 26).
GRÁFICO 26. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES POR INTERVALOS
DE DOTACIONES DE CAPITAL, 2005
(Millones de dólares)
Fuente: Elaboración propia con datos del Foundation Center Statistical Service
Podemos suponer que este subconjunto de 744
fundaciones que tienen 5 o más empleados (el
1% de todas las fundaciones), coincidirá en gran
medida con el 1% de fundaciones que disponen
de dotaciones de capital de 100 millones de dólares o más.
Este ejercicio de clasificación de las fundaciones
por tamaños tiene más que un mero interés taxonómico, porque una de las peculiaridades de las
fundaciones grant-giving es la elevada concentración de recursos en el segmento de las grandes
fundaciones, tanto en lo que se refiere a las dotaciones de capital como a las contribuciones. Así,
por ejemplo, en el año 2005, las 25 primeras fundaciones del ranking de dotaciones de capital acumulaban el 26% de los activos de capital de todas
las fundaciones; y las 25 primeras fundaciones del
ranking de contribuciones anuales acumulaban el
21% de las contribuciones totales (Foundation
Center 2007: 5 y 6). Pero lo que más llama la aten-
Otros indicadores aproximativos del tamaño
de las fundaciones son el ámbito territorial de sus
actividades y la existencia o no de un staff de
empleados (y el tamaño de dicho staff) (cuadro
17). Sólo un 5% de las fundaciones son de ámbito nacional o internacional, el mismo porcentaje
que el de las que emplean a personal para realizar sus tareas. Aunque habrá excepciones, podemos suponer un elevado solapamiento entre estos
tres subconjuntos de fundaciones: las que no tienen empleados (95%), las que son de ámbito local
(95%), y las que cuentan con activos de capital por
debajo de los 10 millones de dólares (92%).
La distribución de las fundaciones que tienen
empleados por intervalos de número de empleados, nos permite hacernos una idea más aproximada de la variedad de tamaños dentro del segmento de las grandes fundaciones. El 61% de las
fundaciones con empleados sólo tienen uno o
dos, y las que emplean a 5 o más son el 21%.
66
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
56% del valor de las ayudas concedidas por las fundaciones de la muestra (cuadro 18). Todos esta
datos manifiestan la elevada concentración de
recursos en un segmento de grandes fundaciones
que no llegan al millar y que representan sólo el
1% de todas las fundaciones. Estas grandes fundaciones son el territorio habitado por la filantrocracia: los más de 16.000 profesionales que trabajan
para las fundaciones, y una cifra todavía mayor de
expertos y notables reclutados por cooptación y
que se sientan en sus consejos directivos.
ción no es que las grandes fundaciones tengan un
peso económico preponderante en el conjunto del
sector de las fundaciones, sino que, dentro del segmento de las grandes fundaciones, también se da
una marcada concentración de los recursos. Así, un
estudio del Foundation Center de las ayudas de un
importe de 10.000 dólares o más, concedidas en el
año 2005 por una muestra de 1.154 fundaciones
(que incluía 800 de las 1.000 primeras fundaciones
del ranking de contribuciones), revelaba que sólo
las 100 primeras fundaciones por magnitud de
contribuciones acumulaban el 32% del número y el
CUADRO 17. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES SEGÚN 1) EL ÁMBITO
TERRITORIAL DE SUS ACTIVIDADES, 2) SI TIENEN O NO EMPLEADOS,
Y 3) POR INTERVALOS DE EMPLEADOS
Fuente: The Foundation Center, 2007. Basado en una encuesta de 20.642 fundaciones cuyo capital es al menos de 1 millón de dólares o que
distribuyen anualmente ayudas por importe de 100.000 dólares o más
CUADRO 18. DISTRIBUCIÓN DE LAS AYUDAS DE 10.000 DÓLARES O MÁS, 2005
Fuente: Foundation Center's Statistical Information Service (foundationcenter.org/findfunders/statistics)
Los datos se refieren a todas las ayudas de 10.000 dólares o más concedidas por una muestra de 1.154 fundaciones grant-giving,
incluyendo a las 800 primeras fundaciones en el ranking de contribuciones.
67
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
al valor de las ayudas, la categoría funcional que
recibe más ayudas es la educación (24% del importe de las ayudas), seguida de la sanidad (21%), los
servicios sociales (15%), el arte y la cultura (12%), y
los asuntos públicos y los movimientos sociales
(11%). En cambio, los asuntos internacionales y el
desarrollo, la ciencia y la tecnología, la religión y las
ciencias sociales reciben partidas por debajo del 5%
(cuadro 19). Un 40% de las contribuciones efectuadas a la educación van dirigidas a la educación superior (10% de las contribuciones totales) y un 30% a
la educación primaria y secundaria (7% de las contribuciones totales) (cuadro 19).
El reparto de las contribuciones de las
fundaciones grant-giving
En este apartado analizamos el reparto de las contribuciones totales de las fundaciones grant-giving
1) por categorías funcionales, 2) por el tipo de actividad que realizan las organizaciones receptoras de
la ayudas, 3) por grupos sociales específicos, y 4) por
tipos y tamaños de las fundaciones.
Las estadísticas que aporta el Foundation Center
sobre la distribución de las ayudas de las fundaciones por categorías muestra que, en lo que concierne
CUADRO 19. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES POR CATEGORÍAS (2005)
Fuente: Foundation Center’s Statistical Information Service. Basado en las ayudas de 10.000 dólares o más concedidas por una muestra de
1.154 fundaciones, incluyendo 800 de las fundaciones que realizan más contribuciones
Por número de ayudas, la primera categoría
receptora de ayudas son los servicios sociales
(26%), seguidos de la educación (20%), el arte y la
cultura (14%), la sanidad (13%), los asuntos públicos (12%), y el medio ambiente y los animales (6%).
Lo que significa que las fundaciones conceden un
buen número de ayudas a las organizaciones que
proveen servicios sociales, pero el importe de esas
ayudas es comparativamente menor que el de las
ayudas a otras categorías; de hecho, el importe
medio de las ayudas a los servicios sociales (71.159
dólares) es el más bajo de todas las categorías (57%
de la ayuda media global). La ciencia y la tecnología, la sanidad, la educación superior, los asuntos
internacionales, las ciencias sociales son las categorías con ayudas medias más elevadas.
68
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
valor de las ayudas), las escuelas (5%), los museos y
las sociedades históricas (5%), las organizaciones
comunitarias (4%), y las agencias de medio
ambiente (4%), son otros importantes receptores
de ayudas, pero a una notable distancia de las universidades y de las organizaciones de servicios
sociales. Las organizaciones de investigación científica y médica y las universidades son las que registran las ayudas medias más elevadas, mientras que
las organizaciones juveniles, las de servicios sociales, los grupos artísticos y las iglesias y los templos,
registran las más bajas.
En la clasificación de las ayudas por la actividad
específica de las organizaciones receptoras, las instituciones educativas todavía tienen más peso, pues
acaparan el 24% del número de ayudas concedidas
y el 34% del valor total de las mismas, y, dentro de
esta categoría, las universidades, por sí solas, acaparan el 11% de las ayudas y el 20% del valor, lo
que las convierte en las primeras beneficiarias de la
filantropía de las fundaciones (cuadro 20). Las
organizaciones que prestan servicios sociales van
en el segundo lugar de las lista, con el 20% de las
ayudas y el 11% del valor. Los hospitales (6% del
CUADRO 20. DISTRIBUCIÓN DE LAS AYUDAS DE LAS FUNDACIONES
POR TIPO DE ORGANIZACIONES RECEPTORAS (2005)
Fuente: The Foundation Center's Statistical Information Service. Basado en el análisis de todas las ayudas de 10.000 o más dólares de una
muestra de 1.154 fundaciones, incluyendo las 800 de las 1.000 primeras en contribuciones.
69
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
En lo que concierne al reparto de las ayudas
por grupos sociales, el 38% del valor de las ayudas de las fundaciones (y el 47% del número de
ayudas) va dirigido a grupos de población específicos (gráfico 28). De éstos, los primeros beneficiados son la infancia y la juventud (18% del
valor de las ayudas), seguidos de los pobres
(16%), las minorías étnicas y raciales (8%) y las
mujeres. Ninguno de los otros grupos de población receptores de ayudas alcanzan el 2% de las
ayudas (cuadro 21). Aunque estos datos resultan
inflados por la contabilización múltiple de las
ayudas que van dirigidas a grupos con múltiples clasificaciones (por ejemplo: jóvenes
pobres de minorías raciales), sin embargo,
ponen de manifiesto que el alcance social de las
ayudas de las fundaciones es superior al que
podría inferirse del mero examen de las cifras
de las ayudas adscritas a la categoría de los servicios sociales o de las ayudas que van dirigidas
a las organizaciones que proveen servicios
sociales.
CUADRO 21. VALOR Y NÚMERO DE LAS AYUDAS DE LAS FUNDACIONES
POR GRUPOS SOCIALES ESPECÍFICOS A LOS QUE VAN DIRIGIDAS (2005)
Fuente: The Foundation Center's Statistical Information Service. Basado en el análisis de todas las ayudas de 10.000 dólares o más concedidas por
una muestra de 1.154 fundaciones, incluyendo 800 de las 1.000 que más contribuyen. Las ayudas que benefician a grupos con múltiples
clasificaciones (por ejemplo: jóvenes marginados o convictos o exconvictos enfermos de SIDA) son contabilizadas múltiples veces
Finalmente, en el gráfico 27 contrastamos las
distribuciones por categorías de las ayudas de
todas las fundaciones, de la fundaciones familiares
y de las 100 primeras fundaciones por magnitud
de contribuciones. En comparación con el patrón
general de las fundaciones, las fundaciones familiares contribuyen más a la educación, el medio
ambiente, la sanidad y la religión, mientras que
contribuyen significativamente menos a los servi-
cios sociales y a los asuntos públicos/movimientos
sociales. En cambio, las 100 fundaciones con
mayores contribuciones contribuyen más a la sanidad y a los asuntos internacionales y el desarrollo.
Concluimos este apartado sobre las distribución de las ayudas de las fundaciones grant
giving con un último cuadro sobre la proporción de las ayudas que se dirigen al exterior,
70
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
que, en el año 2005, eran el 17% del valor y el
9% del número de ayudas concedidas por
dichas fundaciones. La mayor parte de estas
ayudas con un enfoque internacional (11% del
valor y 6% del número de ayudas) son concedidas a organizaciones sin ánimo de lucro radicadas en los EEUU cuyas actividades tienen una
orientación internacional.
GRÁFICO 27. DISTRIBUCIÓN POR CATEGORÍAS DE LAS AYUDAS 1) DE
LAS FUNDACIONES, 2) DE LAS FUNDACIONES FAMILIARES Y 3) DE LAS
100 PRIMERAS FUNDACIONES POR AYUDAS (porcentajes) (2005)
CUADRO 22. DISTRIBUCIÓN DE LAS AYUDAS DE LAS FUNDACIONES
GRANT-GIVING, SEGÚN LA ORIENTACIÓN DOMÉSTICA O INTERNACIONAL
DE LAS AYUDAS (2005)
Fuente: The Foundation Center's Statistical Information Service. Basado en el análisis de las ayudas de 10.000 dólares o más concedidas por una muestra de 1.154 fundaciones, que incluye las 800 de las 1.000 fundaciones que más contribuyen. No se incluyen las ayudas directas a personas.
71
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
el conocimiento así generado. La fundación Russell Sage también desplegó un notable activismo
para influir las políticas sociales del gobierno federal (muy especialmente la protección a la infancia),
siendo una de las primeras fundaciones que se
empleó en labores de policy advocacy. Posteriormente, en los años treinta, su staff de sociólogos y
trabajadores sociales jugaron un destacado papel
en la elaboración de la legislación social del New
Deal del presidente Franklin D. Roosvelt.31
El énfasis de la fundación Russell Sage en la
producción de conocimientos objetivos sobre los
problemas sociales y las condiciones de vida, es típico de la nueva filantropía de las fundaciones grantgiving que, desde su aparición en la escena filantrópica, se presentaron como un nuevo enfoque de la
acción filantrópica, que rompía con la vieja tradición de la caridad religiosa centrada en los donativos.32 Las nuevas fundaciones grant-giving eran creadas, no para aliviar la pobreza, sino con la ambición de operar como instrumentos efectivos de
solución de problemas públicos, investigando sus
raíces de manera objetiva y aportando soluciones
adecuadas para erradicarlas. Inspiradas en el espíritu positivista de principios del siglo XX, y compartiendo el afán reformista de la política progresista, las nuevas fundaciones grant-giving confiaban
en el conocimiento aplicado como medio para la
solución de los problemas públicos (adoptaban un
enfoque científico de la filantropía), y suplían con su
iniciativas el escaso activismo del gobierno federal
antes de la segunda mitad del siglo XX.
Sin duda, el exponente más destacado de esta
nueva filantropía proactiva y científica fue John
D. Rockefeller Sr. (1839-1937), fundador de la
poderosa Standard Oil, la mayor fortuna del país
a principios del siglo XX, y el iniciador de una
saga familiar con un marcado protagonismo en la
filantropía norteamericana del siglo XX.33 Hom-
Orígenes de las fundaciones grant-giving: tres
pioneros
La fundación grant-giving moderna se fraguó a
principios del siglo XX, en un contexto en el que
confluyeron tres grandes vectores: 1) la enorme
concentración de riqueza que trajo consigo el
nuevo capitalismo de las grandes corporaciones,
que multiplicó las grandes fortunas y concentró
riqueza en manos privadas en una escala hasta
entonces inimaginable; 2) los problemas sociales
generados por la industrialización, la inmigración masiva y la urbanización acelerada del país;
y 3) el afán reformista que dominó las dos primeras décadas del siglo XX (conocida como la
Era Progresista), y muy especialmente la confianza
del progresismo en el poder de la ciencia y el
conocimiento aplicado como mecanismo de solución de los problemas sociales.30
Tres personajes históricos jugaron un papel
destacado en la conformación de esta nueva institución a principios del siglo XX: Olivia Sage,
David Rockefeller Sr. y Andrew Carnegie. Olivia
Sage (1828-1918), viuda del banquero de Wall
Street Russell Sage, fundó en 1907 la fundación
que lleva el nombre de su marido, que es considerada como la primera fundación grant-giving de
nuevo cuño, dotada de un importante fondo de
capital (10 millones de dólares de la época) y concebida con un propósito general amplio: «la mejora de las condiciones sociales y de vida en los Estados Unidos» (Crocker 2003: 210). La fundación
Russell Sage orientó sus actividades a promover la
producción de conocimiento objetivo sobre los
problemas económicos y sociales, para elevar la
calidad del debate público y orientar la toma de
decisiones públicas por el conocimiento objetivo
de los hechos. De esta manera, la fundación Russell Sage se convirtió en uno de los principales sostenes institucionales de las nuevas ciencias sociales,
articulando una agenda de investigación social de
amplio alcance, financiando proyectos de investigación acoplados a dicha agenda, y diseminando
31
Sobre el rol que jugaron las fundaciones, y en particular la Russell Sage, en la formación de las políticas sociales
del New Deal, véase Judith Sealander (1977).
32
Véase Judith Sealander (2003).
33
Los comentarios de esta sección sobre John D. Rockefeller
Sr. y Andrew Carnegie se basan en los trabajos de Martín Morse
Wooster (2000), Waldemar Nielsen (1996), y Mark Dowie (2001).
30
Para una síntesis histórica canónica de este periodo de
la historia norteamericana, véase Robert H. Wiebe (1966).
72
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
bre hecho a sí mismo y devoto baptista, Rockefelller sufría la tensión entre el reconocimiento de
la obligación cristiana de ayudar a los necesitados
y el temor del protestante individualista que era
a que esa ayuda crease dependencia y parasitismo: «No creo en la bondad de dar limosna a los
pobres de la calle –escribió– pero esto no es
razón para no hacer nada con respecto a su situación» (Prewitt 2006: 362). Rockefeller fue quien
articuló por vez primera la idea de que la misión
de la filantropía moderna era ir a la raíz de los
problemas para aplicar la cura en la raíz: «la
mejor filantropía exige buscar las causas y curar
los males en su raíz» (Prewitt 2006: 362). Esta
metáfora de «buscar y atajar los males en su raíz»,
pasó a constituir el principio orientador de la
filantropía de las grandes fundaciones grantgiving que fueron creadas a lo largo del siglo XX.
A medida que su fortuna crecía y se multiplicaba (gracias al desarrollo de la industria automovilística y su inagotable demanda de combustible), también se multiplicaba el número de peticionarios que, procedentes de las más variadas
instituciones y lugares, llamaban a su puerta en
busca de donativos y ayudas. Incapaz de hacer
frente de manera responsable a esta marea de
peticiones (evaluando las peticiones y haciendo
un seguimiento de los resultados de sus donaciones), en 1891 Rockefeller recurrió a Frederick T.
Gates, un joven clérigo baptista de su confianza,
para organizar su actividad filantrópica. El talento de Gates dotó a la filantropía de Rockefeller de
un enfoque profesional, volcándola en proyectos
ambiciosos a la altura de su descomunal riqueza.
Bajo el impulso de Gates, la filantropía de Rockefeller se volcó en la promoción de la ciencia
básica y aplicada (uno de los objetivos prioritarios de las primeras grandes fundaciones), promoviendo la construcción de instituciones de
educación superior como la Universidad de Chicago (1891) o institutos de investigación como el
Rockefeller Institute for Medical Research (establecido en Nueva York en 1901, a imitación del Instituto Pasteur de París, para promover la investigación en las ciencias biomédicas y que pronto se
convirtió en una institución de investigación
líder a nivel mundial). A estas iniciativas se aña-
dieron otros fondos filantrópicos como el General
Education Board (fundado en 1902 y que fue la
principal fuente de fondos para las ciencias básicas en los EEUU en la primera mitad del siglo
XX), el Laura Spellman Rockefeller Memorial, el
International Health and Education Boards (que
financiaba las iniciativas filantrópicas internacionales), y el Bureau of Social Hygiene.
En 1905, Gates aconsejó a Rockefeller la creación de una gran fundación filantrópica, reconocida legalmente por el Congreso de los Estados
Unidos, administrada por gestores competentes,
con provisiones sucesorias y con objetivos de
amplio respiro. Rockefeller aceptó la propuesta
de Gates, pero, debido a su mala imagen pública
en el punto más álgido de la batalla en torno a
los nuevos cárteles capitalistas, el Congreso
rechazó su petición de conceder estatuto legal a
una gran fundación dotada con 100 millones de
dólares de capital para promover actividades «en
beneficio del bienestar de la humanidad». Finalmente, en el año 1913, la Fundación Rockefeller
obtuvo la aprobación de la legislatura del estado
de Nueva York e inició sus actividades. Venciendo la resistencia de una parte de los patronos de
la nueva fundación, que pretendían que ésta se
volcase en los problemas sociales, Frederick
Gates impuso su criterio de que la fundación se
dedicase a promover la investigación médica. De
los 530 millones de dólares que Rockefeller Sr.
donó en vida, 450 millones fueron empleados en
investigación médica, y entre los muchos logros
obtenidos por ésta destacaron el hallazgo de
numerosas vacunas para prevenir enfermedades
como la meningitis y la fiebre amarilla, que salvaron millones de vidas en el mundo. Sin embargo, hasta 1928-29, la Fundación Rockefeller no se
convirtió en la fundación paraguas que aglutinaba y coordinaba los distintos proyectos filantrópicos promovidos por la familia Rockefeller.
Pero más allá de los logros en el campo de la
investigación médica, Rockefeller y Gates crearon
un modelo de fundación grant-giving que se convirtió en el patrón a imitar por otras grandes fundaciones que vinieron después. Gates profesionalizó la concesión de ayudas, poniéndola en
manos de profesionales que diseñaban progra-
73
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
mas de ayudas con un horizonte temporal plurianual y con objetivos bien definidos, ya fuesen
la erradicación de una enfermedad, la promoción del desarrollo de una nueva disciplina científica, la promoción de una manifestación artística, la salvación de un recurso natural en peligro,
la solución de un problema social, o cualquier
otro problema de trascendencia pública. Estos
nuevos profesionales de la filantropía no esperaban a que los peticionarios de ayudas llamaran a
su puerta, sino que buscaban activamente las instituciones que podían ejecutar los programas
promovidos por sus fundaciones, y, si tales instituciones no existían, procedían a crearlas.
Así, la búsqueda de las raíces de los problemas
a abordar y la profesionalización y la programación de la concesión de ayudas se convirtieron en
dos piedras angulares de las grandes fundaciones
grant-giving. La tercera pata que completaba el
trípode del diseño institucional de estas nuevas
instituciones era una definición de objetivos lo
suficientemente genérica como para no atrapar a
las generaciones futuras de patronos y gestores
en compromisos con programas periclitados, que
la evolución de las circunstancias había vuelto
irrelevantes. Hasta ese momento, la mayoría de
las fundaciones habían sido creadas para servir
instituciones y objetivos muy específicos, y éste
sigue siendo todavía el caso de muchas fundaciones. Pero las nuevas fundaciones grant-giving creadas por Rockefeller, Olivia Sage o Andrew Carnegie se apartaron de ese patrón, adoptando un
enfoque más flexible del uso de los recursos, y
dando a los sucesores la posibilidad de redirigir
la actividad de la fundaciones en sintonía con las
nuevas exigencias. Esta mayor flexibilidad se
lograba con la adopción de una definición de
misión lo suficientemente genérica para ser reinterpretada a conveniencia. De esta manera, el
«oportunismo» de las grandes fundaciones grantgiving que denuncian los críticos conservadores,
es parte integral de su diseño institucional, que
concede a los patronos un amplio margen de
maniobra para actuar de acuerdo con su criterio.
Andrew Carnegie (1835-1919) no fue tanto un
innovador institucional en el campo de la filantropía de las fundaciones, como lo fueron John
D. Rockefeller Sr. u Olivia Sage, cuanto el creador de un arquetipo de capitalista-filántropo que,
tras una carrera de éxito en el mundo empresarial, en la que amasa una gran fortuna, emprende una segunda carrera como filántropo y retorna a la sociedad su fortuna a través de una
amplia variedad de iniciativas filantrópicas,
incluyendo el establecimiento de grandes fundaciones. Además de ser un duro y tenaz magnate
de la industria del acero, que construyó un
emporio industrial que acabó vendiendo al
financiero J. P. Morgan en 1901 por 450 millones
de dólares, (lo que le convirtió en el hombre más
rico del mundo), Carnegie fue también un escritor prolífico y el autor de un clásico de la literatura filantrópica: el ensayo «Wealth», rebautizado
posteriormente como «The Gospel of Wealth»,
publicado en 1889 en la revista North American
Review (Carnegie 2002). En este ensayo Carnegie
expuso su visión de la filantropía, que contenía
dos ideas centrales. Una de ellas era la concepción del capitalista como trustee o administrador
fiduciario de la riqueza para beneficio de la
comunidad. Para Carnegie, la riqueza que acumula el capitalista gracias al éxito de su empresa
es algo que la sociedad pone en sus manos por su
superior capacidad para hacer un buen uso de
ella, pero es obligación del capitalista devolverla
a la sociedad, y, a ser posible, hacerlo en vida,
pues Carnegie era consciente del problema del
donor intent que pesaba sobre la filantropía de los
legados a perpetuidad. Carnegie, al igual que
otros muchos self-made-men antes y después de él,
sentía un profundo desprecio por la riqueza
heredada, a la que consideraba una maldición y
la peor de las opciones disponibles para el hombre de fortuna. La otra idea central de su filosofía filantrópica era que ésta debía proveer medios
para mejorar «a aquellos que deseen mejorar»; la
filantropía tenía que dejar atrás el viejo patrón
de la caridad de los donativos indiscriminados.
Como Rockefeller, Carnegie quería que la filantropía favoreciese la autosuficiencia de los individuos y no su dependencia; la filantropía debía
proveer escaleras para quienes aspiraban a mejorar su condición y trataban de ascender en la
pirámide social mediante la iniciativa y el esfuer-
74
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
zo personales, poniendo a su alcance recursos
para su formación y su crecimiento personal: universidades, bibliotecas, hospitales, parques, salas
de conciertos e instituciones públicas de diversos
tipos, eran los objetos de filantropía preferidos
por Carnegie.
Carnegie tuvo la oportunidad de llevar a la
práctica su concepción de la filantropía, especialmente tras la venta de su emporio siderúrgico a
J. P. Morgan. Una parte de su fortuna la dedicó a
obras de filantropía tradicional, como la compra
de órganos para iglesias y la construcción de edificios para alojar bibliotecas populares a lo largo
y ancho del país (superando la cifra de 2.000
bibliotecas construidas con sus donaciones). Pero
su obra filantrópica de mayor alcance fueron cuatro grandes fundaciones puestas en marcha en la
primera década del siglo XX: la Carnegie Corporation, la Carnegie Foundation for the Advancement of
Teaching, el Carnegie College de Pittsburg (hoy la
Carnegie-Mellon University), y el Carnegie Endowment for International Peace. Las dos primeras era
fundaciones grant-giving con un propósito general, que adoptaron el modelo de la filantropía
científica de Rockefeller-Gates y se convirtieron
en estrechas aliadas de las fundaciones de éstos,
con las que cooperaron en muchos proyectos,
como la reforma de la formación de la profesión
médica, o la transformación de las universidades
norteamericanas de universidades provincianas y
atrasadas en universidades punteras de investigación, siguiendo el ejemplo de la Universidad de
Chicago, creada con el dinero de los Rockefeller
(Sealander 2006: 231).
Pocos filántropos de su tiempo abrazaron el
modelo de la filantropía científica de Rockefeller
y Gates (tan sólo ocho fundaciones grant-giving
de la primera época lo adoptaron), y todavía fueron menos los capitalistas que siguieron la recomendación de Carnegie de devolver a la sociedad su riqueza en vida. Pero no por ello fue
menor la influencia de estos grandes pioneros de
la filantropía moderna. Primero, porque los
abundantes recursos que ambos vertieron en sus
fundaciones, y los logros que éstas obtuvieron en
las áreas en que intervinieron, hicieron de ellas
instituciones prestigiosas e influyentes en las altas
esferas de la sociedad norteamericana. Segundo,
porque, con el tiempo, otras grandes fundaciones grant-giving que vinieron detrás siguieron su
estela y adoptaron las estructuras organizativas y
las prácticas operativas de estas fundaciones pioneras. Por último, la exhortación de Carnegie a
favor de una filantropía activa en vida está hoy
más vigente que nunca, ya que los jóvenes nuevos
ricos que amasaron sus fortunas en el boom de las
nuevas tecnologías pueden iniciar carreras filantrópicas tempranas, compatibilizando la carrera
profesional y la filantrópica, y por lo general se
sienten poco atraídos por legar el grueso de su
riqueza a sus herederos, y tampoco les seduce
una filantropía de legado, prefiriendo realizar su
filantropía en vida y ver los resultados de ella.
La crítica de las fundaciones
Desde su aparición a principios del siglo pasado,
las fundaciones grant-giving (sobre todo las grandes) no han cesado de suscitar recelos y críticas,
tanto desde la izquierda, que las ha visto como
poderosos instrumentos de la dominación capitalista, que permitirían a los capitalistas convertir
su poder económico en la empresa en poder
social y político, cuanto desde el campo de la
derecha, que no ha visto con buenos ojos la deriva liberal (esto es, socialdemócrata) de la mayoría
de las grandes fundaciones fundadas por capitalistas que destacaron por ser férreos defensores
del individualismo y la economía de mercado.
Así, las mismas fundaciones han sido atacadas
simultáneamente desde la izquierda y la derecha,
como resortes de la plutocracia y como caballos
de Troya del socialismo.34
La crítica de las grandes fundaciones comenzó muy pronto y de manera muy acerba. Cuando,
a principios de la segunda década del siglo XX,
John Rockefeller Sr. solicitó la autorización del
Congreso para crear una gran fundación dotada
34
Sobre la recepción de las grandes fundaciones y las críticas que suscitaron, véase el estudio de Barry Karl y Stanley
Katz (1982).
75
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
con un fondo de capital de 100 millones de dólares, que se orientaría a promover el bienestar de
la humanidad a escala global, el Congreso rechazó sin contemplaciones su petición, calificándola
de maniobra de lavado de imagen de un capitalista al que se consideraba el paradigma del robber baron. Finalmente, y al cabo de varios años, los
Rockefeller pudieron crear su fundación, pero
ésta no fue aprobada por el Congreso, sino por la
legislatura del estado de Nueva York, y, para
poner coto a los recelos, los Rockefeller diversificaron sus iniciativas filantrópicas en una amplia
variedad de plataformas filantrópicas. Las dos
primeras décadas del siglo XX fueron una época
dominada por el temor a los trusts (esto es, a las
grandes empresas surgidas del proceso de concentración capitalista que tuvo lugar en los
EEUU a caballo de finales del siglo XIX y principios del XX), y el temor a los trust se extendía a
las fundaciones, que eran vistas como emanaciones de aquellos para influir en la sociedad y en la
política.
Pero, con el paso del tiempo, las instituciones
que un día fueron innovaciones que suscitaron
controversia, tienden a echar raíces y a institucionalizarse, o, lo que es lo mismo, pasan ser vistas
como algo normal, aceptable e incluso deseable,
en suma: son socialmente aceptadas. En el caso
de las fundaciones, la institucionalización llegó
relativamente pronto: en los años treinta las críticas habían cesado y las grandes fundaciones de
los Rockefeller, Carnegie y Russell Sage habían
pasado a ser vistas no sólo como instituciones
reputadas y respetadas, sino también como partners del gobierno en la resolución de problemas
públicos y sociales. A esta pronta institucionalización de las grandes fundaciones contribuyó decisivamente el impresionante desempeño de
dichas fundaciones en las primeras décadas de su
actividad. En áreas como la promoción de la
investigación científica básica, el desarrollo de las
disciplinas biomédicas, la modernización de la
educación superior, la mejora de las condiciones
sanitarias de la población en los EEUU y en el
extranjero, la modernización de la profesión
médica y de las profesiones de la enseñanza, o la
producción de investigación social relevante para
las políticas públicas; en todos estos campos, las
fundaciones demostraron que tenían la capacidad de hacer y que sus contribuciones marcaban
una diferencia muy significativa. En la primera
mitad del siglo XX, las grandes fundaciones,
actuando muchas veces en concierto, lograron
suplir la falta de iniciativa del gobierno federal, y
operaron como arquitectos de la construcción de
instituciones en múltiples áreas de la sociedad
civil (ciencia, artes, sanidad, educación, profesiones, etc.). Por supuesto, no todo fueron éxitos; la
filantropía de las grandes fundaciones también
tiene su historia de fracasos, pero éstos no han
empañado ni empequeñecido a los éxitos.35
Ahora bien, los procesos de institucionalización raramente son completos e irreversibles, y
en las sociedades modernas ninguna institución,
por grande que sea su aceptación social, está permanentemente al abrigo de la crítica y de la sospecha. En el caso de las fundaciones, la crítica y
la sospecha han reemergido periódicamente, al
socaire de acontecimientos como la implicación
de las grandes fundaciones en causas sociales que
las alinean en un campo político y las enfrentan
al campo opuesto, o por el uso interesado de las
fundaciones como estratagemas para la evasión
fiscal y la preservación del control de las empresas en manos de las familias fundadoras. Así,
durante la era de McCarthy, la derecha populista
situó a las grandes fundaciones, que apadrinaban
la causa de los derechos civiles de la población
afroamericana y de la integración racial, en el
punto de mira de una comisión de investigación
del Congreso (la Comisión Cox), que buscó sin
éxito evidencia sobre la penetración «comunista
y subversiva» de las fundaciones. En los años
sesenta, en cambio, fueron los populistas de
izquierda los que enarbolaron la bandera de la
critica de las fundaciones, liderada por dos congresistas demócratas sureños: el tejano Wright
Patman y Albert Gore Sr. Estos denunciaron el
uso de las fundaciones cono parapetos para la
35
El lector interesado en los fracasos y en historias de
mal funcionamiento de las fundaciones puede consultar los
estudios de Martín Morse Woolsler (2006) y de Waldemar
Nielsen (1996).
76
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
evasión fiscal, las prácticas de self-dealing y la perpetuación del control de las empresas por las
familias fundadoras, que podían utilizar a su conveniencia los derechos de voto del capital fundacional. Patman y Gore propusieron acabar con las
fundaciones a perpetuidad, obligando por ley a
todas las fundaciones a liquidar sus activos en un
plazo de veinticinco años (Dowie 2001: 15-16).
Este ataque a las fundaciones reflejaba el
cambio de su contexto institucional, a raíz del
creciente activismo fiscal del gobierno federal y
del consiguiente incremento de la presión fiscal.
En efecto, los incentivos fiscales no jugaron un
papel significativo como mecanismos inductores
de la creación de la primera generación de
grandes fundaciones grant-giving, pues a principios del siglo XX no existía en los EEUU un
impuesto general que gravase la renta de las
personas, y los impuestos sobre el patrimonio
eran más bien modestos. Ni Rockefeller ni Carnegie tenían que preocuparse de los impuestos
y sus iniciativas filantrópicas no les reportaban
ventajas fiscales apreciables. Sin embargo, tras
la introducción del impuesto federal sobre la
renta en los años treinta, y con el progresivo crecimiento de la presión fiscal después de la
segunda guerra mundial, los incentivos fiscales
adquirieron una mayor relevancia como mecanismos inductores de las iniciativas filantrópicas
en general, y de la creación de fundaciones en
particular. Los fundadores de fundaciones podían aparcar en ellas importantes dotaciones de
capital, beneficiándose inmediatamente de los
descuentos fiscales, mientras que disponían de
plena libertad para decidir el monto de capital
que iban a desembolsar en ayudas; en este contexto, podría darse la circunstancia de que los
beneficios fiscales anuales que recibían los fundadores fuesen superiores a los desembolsos
anuales que realizaban sus fundaciones.
Patman y Gore Sr. no lograron que el congreso aprobase su propuesta de imponer un tope de
vida a las fundaciones de veinticinco años, entre
otras cosas porque, aunque aportaron evidencia
circunstancial de corrupción y self-dealing en
algunas fundaciones, no fueron capaces de convencer a sus colegas del Congreso de que esas
malas prácticas eran algo generalizado en el sector de las fundaciones. Pero su agitación en contra de las fundaciones no fue del todo baldía, ya
que la Tax Reform Act de 1969 introdujo algunas
regulaciones sobre las fundaciones que trataban
de evitar algunos de los males que ellos habían
denunciado. La más importante es que se requirió a las fundaciones cuya dotación de capital
eran acciones de una empresa, a que liquidasen
esos activos de capital, reteniendo sólo una fracción mínima de su capital en acciones de la
empresa del fundador. Se evitaba así que la fundaciones pudiesen ser utilizadas como parapetos
para mantener a las empresas fuera del mercado,
perpetuando el control de la familia del fundador (en Europa, en cambio, ésta sigue siendo una
práctica legal y frecuente; véanse los casos de la
Fundación Bertelsmann en Alemania o de la
Fundación Ramón Areces en España). Por otra
parte, se impuso a las fundaciones el requisito de
desembolsar anualmente al menos el 6% de su
capital en ayudas a terceros (posteriormente se
rebajó al 5% vigente en la actualidad).
En las dos últimas décadas del siglo XX, al
tiempo que los neoconservadores reemprendían
la crítica del izquierdismo de las grandes fundaciones, ha sido el propio sector de las fundaciones
el que ha promovido iniciativas tendentes a mejorar el conocimiento y la transparencia del sector.
Así, en el año 1979 se creó Independent Sector, que
es un consejo sectorial orientado a promover la
investigación en el conjunto del sector no lucrativo, incluyendo las fundaciones. Desde su fundación, Independent Sector ha creado o contribuido a
crear una veintena de centros de investigación
sobre filantropía en otras tantas universidades
norteamericanas. Pero, aunque la fundaciones no
han vuelto a ser escrutadas por comisiones del
Congreso, el debate público en torno a ellas no ha
cesado y prosigue en torno a las cuestiones de la
accountability (o rendición de cuentas), la governance (o su modo de gobierno y control) y la evaluación de su eficacia.36 Los problemas de la ren-
36
Sobre esta cuestión véanse los trabajos de Francie
Ostrower (2006 y 2007).
77
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
dición de cuentas y de la gobernación están estrechamente relacionados, pues se influyen recíprocamente, y ambos problemas se complican por el
hecho de que las fundaciones (especialmente las
independientes) carecen de stockholders externos
que tengan un interés en monitorizar sus operaciones y vigilar a sus directivos y gestores. Las fundaciones (independientes) son organizaciones
que carecen de propietarios y están enteramente
en manos de agentes, y esta situación es una fuente estructural de problemas de gobernación:
¿quién ha de nombrar a esos agentes?, ¿por cuánto tiempo?, ¿deben ser expertos, figuras públicas
de relieve o políticos capaces de negociar y
maniobrar?, ¿qué recompensas son aceptables y
cuáles son inaceptables?, etc.37 El debate en torno
a estas cuestiones no puede cesar, porque no hay
soluciones óptimas para ellas, y todas las soluciones pueden degenerar y convertirse en parte del
problema. Otro flanco de la crítica contemporánea de las fundaciones es el de la eficacia de sus
políticas y programas: ¿qué resultados están obteniendo con el dinero que desembolsan en ayudas?, ¿someten sus programas a evaluación externa?, ¿son organizaciones pacientes que persiguen
sus objetivos con tenacidad u organizaciones volubles que cambian constantemente sus programas
dejando a sus beneficiarios en la estacada y con
las cosas a medio hacer?, ¿están justificados sus
gastos en personal y otros costes operativos o son
excesivos?, ¿qué niveles de efectividad y eficacia
alcanzan?, ¿deben las fundaciones imitar las prácticas operativas de las empresas tratando de
maximizar el rendimiento de sus ayudas (venture
philanthropy)?
tropía en los EEUU, cuantificando su magnitud y
el peso de sus modalidades más importantes.
Ahora, en este último apartado, haremos un ejercicio de interpretación histórica y sociológica,
poniendo la filantropía contemporánea en su
contexto histórico, cultural e institucional, para
tratar de entender las fuerzas que le han dado
forma y que siguen dinamizándola en el presente. Tal vez debamos comenzar advirtiendo que la
filantropía es un fenómeno complejo y que hay
una gran variedad de filantropías, cada una con su
tradición, su manera de entender la labor filantrópica y sus vehículos organizativos. Así, no es lo
mismo la filantropía popular, que es una filantropía –por así decir- al detall o de pequeños donativos y que se canaliza masivamente a través de
instituciones religiosas, que la filantropía de las
elites, que es una filantropía al por mayor y dispone de sus propios canales organizativos. Pero
incluso la filantropía de las elites es un asunto
extremadamente variado: no es lo mismo la
filantropía de las grandes fundaciones que la de
las pequeñas, la filantropía de las fundaciones
familiares que la filantropía de las fundaciones
corporativas, o la filantropía orientada a las artes
–con sus manierismos, su etiqueta y su elevado
prestigio– que la orientada a los servicios sociales
–cuyos destinatarios carecen del glamour y la
estima social del mundo de las artes–, por señalar sólo algunas distinciones relevantes. Y, sin
embargo, todas esas modalidades de filantropía
participan de un espíritu común y son como las
ramas de un mismo tronco, y, también, de una
manera u otra, se influyen y se reconocen como
partes de un mismo mundo. La filantropía norteamericana es, pues, una et pluribus, y todas sus
manifestaciones tienen una raíz cultural común,
que, a su vez, es una consecuencia de la originalidad de la sociedad norteamericana en cuanto
sociedad de nuevo cuño que ha tenido que hacerse a sí misma ex novo.
Una de las experiencias centrales de una
sociedad nueva cuyos miembros son recién llegados que proceden de lugares lejanos y que portan
una gran variedad de credos y lenguas, es que la
comunidad tiene que ser creada de manera activa mediante la contribución voluntaria de sus
4. LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS
UNIDOS: CULTURA, TRADICIONES
E INSTITUCIONES
En los tres primeros apartados de este trabajo
hemos trazado un cuadro descriptivo de la filan-
37
Para un estudio reciente de los gastos y las compensaciones de las fundaciones véase Elizabeth Boris et al. (2006).
78
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
miembros, cada uno en función de sus posibilidades. En una sociedad de nuevo cuño, la comunidad es una tarea a realizar y no un legado del
pasado que pueda darse por descontado. Este
hecho explica la paradoja aparente de que el
carácter norteamericano combine individualismo
intenso y un fuerte sentido de la responsabilidad
hacia la comunidad. Para los norteamericanos el
individualismo no está reñido con un interés
genuino por los asuntos públicos de la comunidad
y con la voluntad de contribuir a su construcción
y mantenimiento.38 El ámbito de la comunidad
de referencia hacia la que se orientan los esfuerzos de construcción es variable; puede ser el
vecindario, el grupo étnico o racial, el grupo religioso, la ciudad, la región, la nación o alguna
combinación de esos grupos. Pero la comunidad,
cualquiera que sean su ámbito y su textura social,
siempre ha de ser construida con la aportación
voluntaria y generosa de sus miembros.
La filantropía norteamericana hunde sus raíces culturales más profundas en este espíritu cívico voluntarista, propio de una nueva sociedad
que nunca ha dejado de serlo. Porque, a lo largo
de su historia, la sociedad norteamericana nunca
ha dejado de verse a sí misma como una sociedad
nueva, en la que, una y otra vez, los ciudadanos
repiten, en distintos contextos, la experiencia
arquetípica de la construcción voluntarista de la
comunidad. Este voluntarismo ciudadano en pro
de la construcción de comunidades fue también
favorecido por otras dos peculiaridades de la
sociedad norteamericana: la desconfianza hacia
un poder central estatal fuerte que se apropiase
en exclusiva del espacio publico, y la diversidad y
movilidad crecientes de la sociedad norteamericana a raíz de la inmigración exterior y los desplazamientos internos de población.
Tras la liberación del yugo de la corona británica, los EEUU diseñaron un sistema de gobierno federal altamente descentralizado, que limitaba el poder del gobierno central, impedía que el
estado se apropiase en exclusiva del espacio de lo
público, y dejaba un amplio margen para la construcción de comunidades desde abajo, con el
activismo voluntarista, la ingenuidad y la emulación recíproca de los ciudadanos. Por otra parte,
la diversidad creciente de la sociedad norteamericana, con la llegada masiva de inmigrantes sin
un background cultural anglosajón o protestante a
lo largo de los dos últimos siglos (irlandeses, judíos, eslavos, italianos, griegos, hispanos, asiáticos,
árabes, etc.), junto a los problemas de la integración racial de la población afroamericana, y a la
alta movilidad de la población norteamericana,
que ha continuado siendo una sociedad on the
move (del campo a las ciudades, con la urbanización; del Este al Oeste, con la colonización; del
Sur al Norte, con la industrialización; y, más
recientemente, de nuevo del Este –el rust belt– al
Oeste –el sun belt–, con la desindustrialización y
la revolución tecnológica de finales del siglo XX);
todos estos factores de cambio y movimiento han
mantenido vigente la experiencia arquetípica de
la construcción voluntarista de la comunidad, y la
cultura solidaria y filantrópica que emana de esa
experiencia arquetípica.
Para la construcción voluntarista de comunidades, los ciudadanos se valieron de dos instituciones civiles, a veces actuando por separado y
otras en concierto: la asociación voluntaria con
un propósito cívico (entendiendo el término en
sentido amplio), y la institución sin ánimo de
lucro con un propósito público o caritativo.
Cuando Alexis de Tocqueville visitó los EEUU a
principios de la tercera década del siglo XIX, se
quedó asombrado ante la intensidad del voluntarismo cívico de los norteamericanos (en contraste con la pasividad de los franceses y de los europeos en general), que les llevaba a unirse en asociaciones voluntarias, gracias a las cuales los ciudadanos eran capaces de superar su aislamiento,
ejercer influencia sobre los poderes públicos y
aprender los mores de la democracia. Un tipo
particularmente importante de asociaciones son
las iglesias, pues la ausencia de una iglesia establecida, hace que las iglesias tengan el carácter
de asociaciones voluntarias. A lo largo de la historia de los EEUU, las iglesias (o las confesiones
religiosas) han jugado (y continúan jugando) un
38
Sobre la cuestión de la comunidad en la historia de los
EEUU véase Thomas Bender (1978).
79
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
papel central en la construcción de comunidades
y en la integración de las sucesivas olas de inmigrantes que van llegando al país.
Otro medio institucional para la construcción
de comunidades era la institución sin ánimo de
lucro del tipo del trust o fundación (que hoy llamaríamos proveedora), creada con un propósito
de servicio público a la comunidad, y promovida
por notables locales que aportaban el capital
necesario para la construcción de los edificios (en
ocasiones con la ayuda de suscripciones populares) y para la puesta en marcha de las actividades
de la institución. Los notables también ocupaban
los puestos del consejo rector de esas instituciones de manera voluntaria y como parte de su
deber de servicio cívico a la comunidad. A lo
largo de los siglos XVIII y XIX, las elites norteamericanas aprendieron a usar la figura jurídica
de la institución sin ánimo de lucro como medio
para la realización de una amplia variedad de
propósitos públicos y cívicos, muy especialmente
en el terreno de la educación (escuelas y universidades), la salud (hospitales), las artes (museos),
y, por supuesto, también en el de la caridad (orfanatos, asilos, etc.). Conviene, sin embargo, resaltar, que las instituciones sin ánimo de lucro fueron utilizadas para realizar una amplia variedad
de propósitos y no sólo la provisión de caridad
La creación, el mantenimiento y el gobierno cotidiano de estas instituciones sin ánimo de lucro
con propósitos públicos o caritativos nutrieron
una tradición filantrópica de donaciones y de
servicio cívico.
Así pues, ya fuese porque los Estados Unidos,
como sociedad de nuevo cuño, era un terreno
fértil para el activismo cívico de unas elites moldeadas por el ethos puritano de la virtud del servicio cívico, ya porque el estado federal tardó en
desarrollarse, y hasta el siglo XX fue un estado
mínimo, ya porque la política democrática a escala local redujo la influencia de las elites en el
gobierno de las grandes ciudades, o por una
combinación de todos esos factores, lo cierto es
que, a lo largo de los dos últimos siglos, las elites
norteamericanas hicieron un uso extensivo de la
figura jurídica de la institución sin ánimo de
lucro para modelar una gran variedad de institu-
ciones privadas con una misión pública en sectores como la educación (universidades), la sanidad
(hospitales), las artes (museos, orquestas sinfónicas, ballets, etc.), y, por supuesto, la propia filantropía (las fundaciones filantrópicas). No deja de
ser una paradoja que, en el país donde el capitalismo ha alcanzado su mayor desarrollo, las elites
hayan recurrido de manera tan masiva a una
forma de organización no capitalista (aunque
financiada con la riqueza generada por el capitalismo) para canalizar su ambición de servicio cívico y de hegemonía social. El resultado de ello fue
un sector no lucrativo extraordinariamente vasto,
con un fuerte componente de instituciones «elitistas» en la educación, la sanidad y las artes.
La filantropía es un juego de confianza. Para
dar hay que confiar, pues se da con un propósito
y ese propósito puede ser vulnerado o desvirtuado. La filantropía moderna es un juego cooperativo, a veces muy complejo, que opera a través de
instituciones fiduciarias e implica a muchos jugadores (donantes que son el punto de origen la
cadena filantrópica, instituciones sin ánimo de
lucro que canalizan las donaciones filantrópicas,
patronos que vigilan el desempeño de esas instituciones, profesionales que las administran,
organizaciones receptoras de la filantropía que, a
su vez, la utilizan para realizar sus actividades,
etc.), y lo que hace posible ese juego complejo es
la confianza. Confianza en las instituciones que
organizan el juego (confianza institucional), y
también confianza en las personas que desempeñan responsabilidades fiduciarias en los distintos
eslabones de la cadena filantrópica (confianza
personal). Ambos tipos de confianza son necesarias en la vida social, y ambas se alimentan (o se
deterioran) recíprocamente. El don filantrópico
se sostiene en la confianza en la voluntad y la
capacidad de servicio de quienes desempeñan
una labor fiduciaria en la cadena filantrópica.
Una de las lecciones más relevantes que podemos extraer del estudio de la filantropía norteamericana es la importancia que reviste el hecho
de que las elites de un país desarrollen un ethos
del honor del servicio cívico, que las predisponga
a asumir responsabilidades fiduciarias como
patronos en las entidades no lucrativas creadas y
80
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
que desempeñan responsabilidades fiduciarias
en la cadena filantrópica, pero no tanta que sus
decisiones no puedan ser contestadas ante los tribunales y, si procede, revocadas por estos.
A medida que el desarrollo del capitalismo
multiplicaba el número y el tamaño de las fortunas, las empresas filantrópicas de la elites se volvían más ambiciosas. A finales del siglo XIX, los
patriciados urbanos se volcaron en la creación de
instituciones culturales de gran envergadura
como nuevas universidades privadas, grandes
museos, grandes bibliotecas, auditorios para alojar a orquestas sinfónicas residentes y otras instituciones artísticas.40 Por otra parte, la fórmula
del activismo cívico y filantrópico de los patriciados urbanos de Nueva Inglaterra era exportada
hacia el Oeste, a medida que, con la construcción
de los ferrocarriles y el desplazamiento de la
población a los nuevos territorios de la Unión,
emergían nuevas grandes ciudades (Chicago, San
Luis, Los Ángeles, San Francisco) con sus patriciados urbanos, generalmente originarios de
Nueva Inglaterra y con una filiación protestante
y anglosajona.
El activismo de las elites protestantes y de
ascendencia anglosajona en el campo de la filantropía y en la construcción de instituciones sin
ánimo de lucro fue reforzado por la deriva de la
política local en las grandes ciudades, que, con el
rápido crecimiento de la inmigración, quedó en
manos de maquinarias políticas étnicas que escapaban al control de las elites. Así, aunque las elites podían buscar la colaboración de los gobiernos municipales para realizar algunas de sus iniciativas filantrópicas de mayor envergadura
(como la creación de grandes museos), se aseguraban de retener el control de dichas instituciones.41 En un contexto en el que la democracia les
restaba poder político, y la sociedad norteameri-
sostenidas por la filantropía, y que lo hagan con
dedicación y diligencia. Una de las preocupaciones que suscita la extraordinaria proliferación de
fundaciones y otros tipos de organizaciones sin
ánimo de lucro en las dos últimas décadas del
siglo XX, es precisamente el problema que plantea de reclutamiento de trustees capaces de desempeñar con honestidad y competencia la responsabilidad fiduciaria de velar por el buen
gobierno de esas instituciones.
La confianza, aunque necesaria, raramente
suele ser suficiente. Por ello es necesario disponer de mecanismos de control alternativos que
permitan remediar los daños causados por la
traición de la confianza si ésta se produce, y la ley
suele ser el principal de estos mecanismos (otro
de ellos es la reputación). En los Estados Unidos,
la ley deja un amplio margen de libertad a las
actividades filantrópicas, pero aporta las suficientes garantías jurídicas para reforzar la confianza
en el juego filantrópico. En la historia legal de la
filantropía norteamericana tuvo una gran importancia una decisión judicial del Tribunal Supremo del país fallada a principios del siglo XIX, a
propósito del Darmouth College, al que la legislatura del estado de New Hampshire trató de
revocar la carta legal de autonomía que le había
concedido en el momento de su fundación, para
recobrar el control de la junta rectora del college.
Tras un fallo desfavorable a sus intereses dictado
por el tribunal del estado, los patronos de la
junta rectora del college recurrieron al Tribunal
Supremo, y éste sostuvo sus pretensiones, estableciendo la doctrina de que la relación entre
patronos y donantes es un contrato privado que
el estado ha de respetar y que en ningún caso
puede empeorar.39 De esta manera, la actividad
filantrópica pudo ampararse en el derecho contractual privado y en la capacidad de los tribunales para exigir el cumplimiento de los contratos y
dirimir conflictos en su interpretación. Por lo
general, los tribunales han tendido a garantizar
una amplia autonomía operativa a los patronos
40
Véanse los trabajos que ya hemos citado de Peter Dobkin Hall (2006), Judith Sealander (2003) y Helen Horowitz
(1976).
41
Un estudio que enfatiza el empeño de las elites norteamericanas en retener el control de los museos, mientras que
en Europa las elites tendían a ceder la iniciativa y el control
al estado, es Karsten Borgmann (2004), y también David C.
Hammack (2004).
39
Sobre este episodio de la historia legal de los EEUU,
véase Mark D. McGarvie (2006).
81
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ron de ella el instrumento de un nuevo tipo de
filantropía, profesional y sistemática (científica en
términos de la época) y en gran escala (al por
mayor), que se proponía atajar de raíz los problemas que abordaba. Carnegie, además, con su
prédica a favor de una filantropía en vida y su
idea del capitalista como administrador custodio
de la riqueza de la comunidad, y con su ejemplo
de congruencia con su credo filantrópico, contribuyó a asentar la expectativa de que un buen
capitalista ha de ser también un gran filántropo,
y que sólo son merecedores de los más altos
honores quienes, después de triunfar en la
empresa, retornan a la sociedad una buena parte
de sus fortunas por el canal de la filantropía. Pero
las innovaciones de Rockefeller y Carnegie en el
campo de la filantropía entroncaban con una tradición ya plenamente asentada de uso de las instituciones sin ánimo de lucro desde el ámbito de
la sociedad civil para realizar propósitos públicos. La filantropía científica de las grandes fundaciones era otra modalidad de construcción
voluntarista de la comunidad, pero, en este caso,
más ambiciosa, pues la comunidad que las grandes fundaciones trataban de construir era la
comunidad nacional; de hecho, buena parte de
los proyectos que llevaron a cabo la grandes fundaciones en su primera época eran actividades
que podríamos calificar de construcción de
nación (modernización de las universidades, promoción de la investigación científica, mejora de
las condiciones sanitarias de la población,
modernización de las profesiones, etc.), y venían
a suplir la escasa iniciativa del gobierno federal
en esos terrenos.
El capitalismo corporativo ha jugado y sigue
jugando un papel fundamental en la filantropía,
tanto porque es en las empresas donde se hacen
la mayor parte de los capitales que alimentan la
maquinaria filantrópica del país, cuanto porque
las fundaciones operan como inversores que
valorizan sus activos de capital invirtiendo en
portafolios de activos empresariales y financieros. Cuando una empresa tiene éxito en el mercado y es capaz de colocar en el mercado una
parte o todo su capital, (o cuando un empresario
vende su empresa), el fundador o los fundadores
cana evolucionaba hacia una creciente diversidad
religiosa y étnica, las elites protestantes defendían su hegemonía social y cultural a través de sus
activismo cívico y filantrópico, asumiendo un
liderazgo natural en el proceso de construcción
de una comunidad nacional.42
Hasta finales del silgo XIX, la filantropía de las
elites estuvo estrechamente relacionada con la
religión, en el sentido de que las iniciativas filantrópicas tendían a ir enmarcadas un contexto de
filiaciones religiosas (había una filantropía protestante, otra católica y otra judía, y esas filantropías
coexistían sin mezclarse). A principios del siglo
XX tuvieron lugar dos cambios de gran importancia que imprimieron un giro a la filantropía norteamericana. Uno de ellos fue la aparición del
capitalismo de las grandes corporaciones, que no
sólo multiplicó el número y el tamaño de las fortunas, sino que también trajo consigo una inyección de confianza entusiasta en el poder del conocimiento aplicado, de la organización y del espíritu de sistema, como métodos para la solución de
problemas prácticos. Las nuevas grandes empresas capitalistas, surgidas bien de procesos de crecimiento naturales en el mercado, o bien de la
fusión de numerosas empresas de menor tamaño,
aportaban un ejemplo práctico de cómo resolver
problemas prácticos complejos, aplicando profesionalidad y organización. Por otra parte, el capitalismo de las grandes empresas producía fortunas
de una magnitud que hacían aparecer como
pobretones a los ricos del pasado. Estos nuevos
grandes capitalistas poseían los recursos y la capacidad de acción necesarias para reinventar la filantropía, y esto fue lo que hicieron un puñado de
magnates capitalistas a principios del siglo XX, los
más destacados de los cuales fueron John D. Rockefeller Sr. y Andrew Carnegie.
Rockefeller y Carnegie no sólo inventaron la
fundación grant-giving moderna, sino que hicie-
42
Aunque las elites protestantes de origen anglosajón
fueron las protagonistas de la filantropía cultural y del giro
secular de la filantropía a finales del siglo XIX y principios
del XX, no toda la filantropía norteamericana de ese período era protestante, como lo evidencia el estudio de Mary J.
Oates (2003) sobre la tradición de la filantropía católica norteamericana.
82
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
de la empresa ven como sus arcas se inflan de la
noche a la mañana, acumulando un exceso de
riqueza muy por encima de sus necesidades o de
lo que necesitarán sus herederos para llevar una
vida confortable. En ese momento, se abre una
ventana de oportunidad para que el nuevo rico
asigne una parte de esa riqueza a fines filantrópicos, bien mediante la creación de una fundación familiar grant-giving o bien mediante la realización de donaciones de importancia a organizaciones sin animo de lucro como universidades,
hospitales o instituciones de caridad. Lo que
llama la atención es que en los EEUU esa ventana de oportunidad filantrópica es abierta de
manera regular por una gran cantidad de nuevos
ricos que acumulan su riqueza en carreras
empresariales. En los EEUU, los nuevos ricos no
necesitan ser aculturados por el Old Money de las
viejas familias patricias, para descubrir el valor y
la motivación de la filantropía, sino que son
inducidos a la filantropía de una forma natural.43
Y ello es así porque los nuevos ricos ya están
socializados en la matriz cultural de la filantropía: la orientación a la construcción voluntarista
de la comunidad. Esto explica que la filantropía
haya prosperado en los EEUU a lo largo de siglo
XX, y que haya vivido su edad dorada en las dos
últimas décadas de este siglo, a pesar de que el
Protestant Establishment, que durante dos siglos
lideró y dominó la escena filantrópica, se fue desintegrando paulatinamente en la primera mitad
del siglo XX, y las elites económicas del país han
ido perdiendo progresivamente la cohesión
social y la voluntad de hegemonía cultural que en
otros tiempos tuvo el establishment protestante.
La filantropía norteamericana es, por así decir,
un fenómeno multiestratificado, en el que nuevos
estratos se van superponiendo a otros estratos
preexistentes sin desplazarlos. La filantropía científica y en gran escala de las grandes fundaciones
grant-giving generalistas se añadió a una filantropía preexistente más tradicional y acorde con la
idea de la beneficencia, la cual continuó existiendo al lado de la filantropía científica y continua
siendo una de las ramas del tronco de la filantropía del país. La filantropía social de las elites, la de
las cenas y los bailes para realizar colectas, coexiste con la filantropía popular de los pequeños
donativos canalizados a través de las colectas
dominicales de la iglesias; y la filantropía de la
artes, con su boato y la competencia por el prestigio que reporta la presencia en los boards de sus
instituciones, coexiste con otras formas de filantropía menos sociales y más discretas. La filantropía de la pequeña fundación familiar, que reparte
unos pequeños fondos anuales con un criterio
que varía de un año para otro, coexiste con la venture philanthropy que elige cuidadosamente sus
proyectos filantrópicos y aplica las herramientas
de la gestión empresarial para asegurar el máximo impacto a sus donativos. Pero por debajo de
esta diversidad de formas, orientaciones, ideologías y recursos de la filantropía norteamericana,
late un espíritu común: el de dar para construir
comunidad. Y la comunidad es construida de
múltiples maneras y en múltiples ámbitos. Una
manera de construirla es fortaleciendo con donativos y ayudas a aquellas instituciones que se considera que son centrales para el progreso y el
bienestar de la comunidad (universidades, hospitales, escuelas, museos, bibliotecas, centros de
investigación, etc.) y hacia las que el donante se
puede sentir obligado por haber desempeñado
un papel en su trayectoria personal; y, por
supuesto, otra manera de construir comunidad es
ayudando a los sectores sociales de la comunidad
desfavorecidos, o contribuyendo a la igualdad de
oportunidades en el sistema educativo, etc. Por
otra parte -ya lo hemos dicho y volvemos a reiterarlo-, el ámbito de la comunidad que se trata de
construir puede ser local, nacional o internacional, o una combinación de ellos.
Con frecuencia se crítica a la filantropía por
no ser suficientemente redistribuidora o por ser
un mecanismo de redistribución de la riqueza
más imperfecto que el estado.44 Pero, a nuestro
43
Sobre el Old Money norteamericano y su papel en la
filantropía, véase el ensayo de Nelson Aldrich (1988), él
mismo un espécimen de Old Money y miembro del clan de los
Rockefeller.
44
83
Ésta es la crítica que hace Teresa Odendahl (1990).
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
juicio, esta crítica yerra el blanco, porque asume
que el propósito exclusivo de la filantropía debería ser la redistribución social de la riqueza e
ignora las múltiples formas en que la filantropía
construye comunidad. Conviene subrayar que la
redistribución social de la riqueza (esto es, la
filantropía con una orientación social) es una
faceta de la tarea de construir comunidad, pero
que no agota esa tarea.
Llegados a este punto hemos de plantearnos
la cuestión de cuánto cuentan los incentivos en la
inducción de la filantropía, y ya se sabe que,
cuando hablamos de incentivos, nos referimos
fundamentalmente a los incentivos fiscales, esto
es, a los descuentos fiscales que premian a las
donaciones filantrópicas (que en los EEUU son el
20% del impuesto sobre la renta para las donaciones a fundaciones y el 30% para las donaciones directas a organizaciones si ánimo de lucro
operativas), además de las exenciones fiscales
que se aplican a todas las organizaciones que son
reconocidas como charities o entidades sin ánimo
de lucro.45 Porque no cabe duda de que los incentivos fiscales cuentan, pero la cuestión que de
verdad interesa responder es la de cuánto cuentan: si cuentan mucho o más bien poco. El estudio de la filantropía en los EEUU pone de manifiesto que en ese país los incentivos fiscales (en
cuanto descuentos en el impuesto sobre la renta
personal) son un factor que entró en la escena
muy tardíamente (en los años treinta del siglo
pasado), y que, por tanto, sólo han jugado un
papel relevante en la ecuación de la filantropía
después de la primera mitad del siglo XX. Ni el
público ni las elites del país necesitaron de incentivos fiscales para donar generosamente a lo
largo de los dos siglos previos, y para construir
comunidad en múltiples ámbitos, creando y
manteniendo instituciones sin ánimo de lucro
con un propósito público (universidades, hospitales, museos, escuelas, grandes fundaciones
grant-giving, etc.) y caritativo (asilos, orfanatos,
centros de acogida y ayuda para inmigrantes,
etc.). Por tanto, la evidencia de la filantropía norteamericana nos induce a afirmar que, aunque
los incentivos fiscales son un factor relevante en
la ecuación de la filantropía, sin embargo no forman parte de su matriz originaria, y que, cualquiera que sea su fuerza de arrastre (esto es, su
poder motivacional), no son el motor principal
que la mueve.
La filantropía es, antes que nada y por encima
de todo, un asunto de espíritu, entendiendo esta
categoría en la tradición de la filosofía idealista:
una voluntad de hacer, que no se expresa en la
esfera de la producción ni en la del uso del poder
político, sino en el dar generosamente lo que uno
tiene con el propósito de mejorar la condición y
el bienestar de otros, sin esperar que estos retornen la dádiva. La filantropía es un dar sin contrapartidas que transciende (esto es: suspende y
va más allá de) la norma de la reciprocidad, que,
como ya hemos visto, es algo parecido a un instinto social. La filantropía es también una modalidad de espíritu porque es un modo de insuflar
en la vida un propósito superior que transciende
el interés personal; es un modo de hacer de la
vida personal, con sus contingencias y azares, el
instrumento de un propósito elevado que la
transciende. Por último, la filantropía es una
modalidad de espíritu porque, en el fondo, sólo el
amor, que es una emanación del espíritu, tiene la
fuerza necesaria para vencer el apego a la riqueza, suspender la expectativa de la reciprocidad, y
motivar a las personas a dar y darse a los otro sin
contrapartidas.
El espíritu sólo se hace real a través del obrar,
es decir, a través de su cultivo en la acción; un
espíritu florece en la medida en que es cultivado
de manera habitual, y si cada vez son más los que
lo cultivan, pero languidece -e incluso se extingue- en la medida en que es poco cultivado o
deja de ser cultivado. El estudio de la filantropía
en los EEUU nos enseña que el cultivo del espíritu filantrópico está muy estrechamente asociado a una actitud cultural, que es la orientación a
construir activamente la comunidad donando y
sirviendo al público y/o a lo público. Esta cultura
voluntarista de servicio a la comunidad es com-
45
Para la cuestión de los incentivos fiscales de la filantropía en los EEUU, véase el estudio de John Simon, Harvey
Dale y Laura Chisholm (2006). Para un análisis del marco
legal del sector no lucrativo, véase Evelyn Brody (2006).
84
LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES
partida por el público y las elites, y su origen es
la experiencia de los EEUU como sociedad
nueva, que tuvo que ser construida ex novo, y que,
en gran medida, fue construida de abajo a arriba, mediante iniciativas voluntarias de los ciudadanos. Con el paso del tiempo, esa cultura de
construcción voluntarista de la comunidad fue
alimentando tradiciones filantrópicas y ejemplos
de filantropía que sentaron precedentes y modelos a emular (y a superar). Pero en los EEUU esa
cultura filantrópica no ha operado al margen del
sistema capitalista, sino que se ha incrustado en
el corazón de dicho sistema, y es el capitalismo
(especialmente el corporativo) el que provee una
buena parte del combustible que hace girar los
motores de la maquinaria filantrópica.
Aunque el desarrollo de la filantropía en los
EEUU es un fenómeno histórico único, ligado a
la naturaleza excepcional del país como sociedad
nueva, no hay razón para que su filantropía (esto
es, tanto su espíritu como sus prácticas), no
pueda ser imitada en otros contextos. La actitud
de construcción voluntarista de la comunidad es
una actitud humana generalizable a cualquier
contexto, y lo mismo ocurre con el uso instituciones privadas sin ánimo de lucro con un propósito público, así como con el uso directo e indirecto del sistema de la empresa capitalista para alimentar de capitales a la maquinaria filantrópica.
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88
LA FILANTROPÍA EN EUROPA, CON ESPECIAL
REFERENCIA A LA EUROPA CENTRAL Y ORIENTAL:
ALGUNOS NUEVOS ENFOQUES
Izabela Barlinska
a buscar obras de interés social en que invertir.
Eso ha dado origen a la cooperación directa
entre el sector privado y el no lucrativo. Las
organizaciones sin ánimo de lucro están evolucionando rápidamente, y se observa una convergencia importante entre el sector público y
el privado. Muchos coinciden en que la filantropía puede lograr mejor sus objetivos si se
vuelve más empresarial, probando soluciones
de mercado, con objetivos claros y cuantificables.
La filantropía, un fenómeno antiguo, se está
desarrollando con creciente pujanza en la
mayoría de los países europeos. La forma en
que se manifiesta depende de las condiciones
estructurales y de las tradiciones culturales de
cada uno de ellos. En la primera parte de este
artículo se analiza a qué se debe el resurgimiento de la filantropía y cómo encaja en el
paradigma del estado de bienestar de los países
de Europa Occidental. Sin embargo, el desarrollo de la filantropía en Europa Central-Oriental, sometida a un régimen comunista durante
cuatro décadas, ha sido muy diferente. La
segunda parte del artículo trata de los cambios
ocurridos al caer el comunismo en 1990, y presenta ampliamente el proyecto de Sociedad
Abierta de George Soros, un conocido filántropo norteamericano, cuyo objetivo ha sido promover el desarrollo de la sociedad civil en los
países del antiguo bloque soviético, lo que,
según su visión, es indispensable para la formación de un sistema democrático. En la tercera parte del artículo, se ponderan las nuevas
tendencias y enfoques de la filantropía que
están surgiendo en el mundo globalizado. La
internacionalización del mercado, bajo el
impulso del libre trasiego de capitales y tecnología a la búsqueda tanto de mano de obra
como de clientes, ha creado nueva riqueza en
todo el mundo. Al mismo tiempo, benefactores, fundaciones e incluso grandes empresas
han empezado a desarrollar un interés en algunos problemas sociales y del medio ambiente, y
1. LA FILANTROPÍA Y EL ESTADO
DE BIENESTAR
El estado de bienestar en Europa Occidental
está pasando por cambios profundos a medida
que se van redefiniendo las responsabilidades
sociales. Lo más frecuente es que los ciudadanos tengan que pagar por los servicios que
necesiten y que dependan del apoyo de sus
familias. Las empresas se van implicando cada
vez más en varios aspectos sociales de la actividad económica, tales como el mercado de trabajo, la sanidad, el cuidado de los mayores o la
ayuda a padres jóvenes. Al mismo tiempo, el
sector del voluntariado y de la filantropía va
asumiendo cada vez más responsabilidades por
los asuntos colectivos. Dicho de otra forma, el
gobierno, el mercado, la familia y el sector
filantrópico han sido responsables de la diversificación del sistema de bienestar.
89
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Numerosos investigadores de la política
social y muchos políticos consideran la filantropía como un paso previo a la evolución europea
hacia el estado de bienestar, estado que es generalmente relacionado con los valores cristianos y
con la caridad (de Swaan 1988; van Leeuwen
2000). Sostienen que las medidas que introduce
el estado de bienestar son precisamente lo
opuesto a lo que representa la filantropía: derechos cívicos y sociales en lugar de desigualdad,
paternalismo o arbitrariedad. Muchos consideran el estado de bienestar como el triunfo sobre
el pasado filantrópico, sobre la ayuda a los
pobres y la caridad. Sin embargo, los recientes
cambios en los sistemas de bienestar en muchos
países europeos demuestran que las ventajas del
estado de bienestar no han hecho prescindible,
de ningún modo, la contribución de las organizaciones filantrópicas familiares, eclesiásticas o
particulares.
Se puede definir la filantropía como «acción
privada a favor del bien público» (Payton 1988),
que expresa el compromiso de personas individuales, fundaciones y corporaciones con la sociedad. Eso incluye la donación por parte de personas y familias, los legados de personas individuales, la concesión de becas por parte de fundacio-
nes, así como el patrocinio de empresas sobre
algunas metas sociales. Por lo común, esas metas
comprenden la religión, los servicios a personas,
la educación, la sanidad, las artes y la cultura, el
medio ambiente, los deportes y el esparcimiento
y, por último, los asuntos internacionales. Se
entiende por filantropía la administración de y la
responsabilidad social por el bienestar del conjunto de la sociedad. En algunos casos, las conductas filantrópicas obedecen a motivos más bien
egoístas, tales como incentivos fiscales, pero,
mientras predomine el interés público, esas conductas se consideran filantrópicas. La filantropía
implica donaciones (de dinero, bienes y/o tiempo) voluntariamente cedidas a favor del bien
público y para servir en primer término a ese fin
(Schuyt 2006).
A escala mundial, la filantropía privada (de
personas individuales, empresas y fundaciones,
en su conjunto) asciende, como promedio, únicamente al 11% de los ingresos del sector (1995) no
lucrativo (Salamon et al. 1999: 24). Para Europa
Occidental, la contribución filantrópica a los
ingresos de origen no lucrativo se calcula de
siguiente manera: Reino Unido 9%, Francia 7%,
Irlanda 7%, Austria 6%, Bélgica 5%, Alemania
4% y Holanda 3% (véase cuadro 1).
CUADRO 1. FUENTES DE INGRESOS DEL SECTOR NO LUCRATIVO (1995),
EN PORCENTAJE
Fuente: Salamon et al. (1999:25).
90
LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL...
Hasta la década de los noventa, Estados Unidos fue el único país del mundo donde se describía sistemáticamente el volumen económico del
sector filantrópico. Desde 1995, el American
Association of Fundraising Counsel Trust for Philanthropy lleva publicando un informe anual
sobre la filantropía en los EEUU con el título
Giving USA. Actualmente, el único país europeo
donde se realiza una investigación similar es
Holanda. Desde 1993, la Universidad Libre de
Amsterdam publica cada dos años un informe
con el título Giving the Netherlands.
Se espera que la contribución filantrópica en
la mayoría de los países de Europa Occidental
vaya aumentando paulatinamente en los próximos años. Caben tres explicaciones del renacimiento de la filantropía. La primera razón, desde
un punto de vista demográfico, es que el número
de personas mayores está creciendo rápidamente, mientras que las familias se vuelven menos
numerosas. Al mismo tiempo, la generación posterior a la Segunda Guerra Mundial se ha enriquecido y está transfiriendo su riqueza a la generación siguiente; por razones tanto fiscales como
morales, desea no sólo favorecer a sus hijos, sino
también los objetivos de la sociedad. La tercera
explicación es política y tiene relación con los
cambios en la política social y en los compromisos asumidos por la mayoría de los estados de
bienestar de Europa Occidental. Estos cambios
no sólo han significado reducciones en el gasto
de los estados, sino también una disminución de
su nivel de compromiso (Havens y Schervish
2003).
Se puede decir que los países de la Unión
Europea se encuentran en una transición, dado
que los cambios demográficos, el aumento de
riqueza y otros acontecimientos culturales y políticos a escala nacional y europea han desencadenado cambios fundamentales en las instituciones
económicas, sociales y políticas. La Unión Europea está pasando por un continuo proceso de
reestructuración, incorporando en su seno a más
países de Europa Oriental y, al tiempo, asumiendo los retos de los flujos inmigratorios. En consecuencia, se necesitan constantes innovaciones
por parte de los gobiernos, empresas e iniciativas
cívicas, para que Europa mantenga las condiciones de vida de una comunidad próspera y democrática.
La prosperidad europea depende de un crecimiento económico sostenible, un sistema político
democrático y un nivel básico de prestaciones de
seguridad social. Los cambios económicos y políticos de las últimas décadas han afectado a las
prestaciones de la seguridad social y el bienestar
público. Han sido redefinidas las responsabilidades del Estado y reasignados los recursos financieros. Para las prestaciones de seguridad social,
eso significa que su financiación depende de tres
fuentes: el presupuesto estatal, los impuestos y la
filantropía. El estado de bienestar actual se apoya
en los siguientes cuatro pilares (Schuyt 2006).
1. El estado continúa garantizando diversas
prestaciones sociales y contribuye al bienestar
común a través del sistema de impuestos. La
posibilidad de deducir de los impuestos sobre
la renta los costes de la educación, del cuidado de familiares e hijos, determinados beneficios y gastos, crea un cierto bienestar fiscal.
2. El mercado. El giro más grande es la expansión del seguro privado, del seguro de la salud
y de la seguridad social privada. Al quedar
reducida la seguridad gratuita bajo la administración del estado, los ciudadanos buscan
otras formas de protegerse, contratando seguros individuales y/o colectivos. Éstos suelen
abarcar las áreas de mantenimiento de ingresos, de la salud y de la educación.
En el sector comercial, la responsabilidad
de la empresa por el bienestar de su personal se conoce, desde hace mucho tiempo,
como «seguridad laboral», que incluye las
facilidades para la formación, las condiciones en el trabajo, la vivienda, el cuidado de
los niños y las previsiones para los empleados mayores.
3. La familia. Cuando las personas no son
capaces de cuidarse de ellas mismas, recurren
sobre todo a su red primaria, esto es, a su
pareja, familiares, parientes, amigos o vecinos. Tanto el Estado como las empresas permiten la baja por maternidad/paternidad y en
91
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
algunos países el permiso para cuidar de
padres ancianos o parientes enfermos ya es
práctica corriente.
4. La filantropía es el cuarto pilar del sistema
de bienestar, y está compuesto por las contribuciones voluntarias de personas individuales, fundaciones y empresas a favor del bien
público.
La reestructuración del estado de bienestar
parece inevitable en vista de que los sistemas tradicionales no son capaces de afrontar los cambios
demográficos y económicos. A las principales instituciones que garantizan la seguridad social y
que, hasta el presente, han sido únicamente el
Estado, el mercado y la familia, se les ha sumado
un nuevo miembro llamado filantropía, o la
sociedad civil, o el tercer sector. El sector filantrópico está cada vez más dispuesto a participar
en la financiación del sistema de bienestar y ha
sido responsable, conjunto con el Estado, el mercado y la familia, de la diversificación de ese sistema.
La explicación tradicional de la tipología del
estado de bienestar se basa en el grado en que
interviene el sistema político (Esping-Andersen
1990: 37).1 Los factores que se tiene en cuenta se
centran en los modelos estructurales de la sociedad, desatendiendo prácticamente el papel de
los valores, de la ideología y de la religión. La
filantropía , sin embargo, se basa en gran medida en los incentivos culturales, y la forma en que
podrá ser incorporada en un estado de bienestar
diversificado depende mucho de las condiciones
estructurales de los distintos estados de bienestar
de Europa Occidental, así como de las tradiciones históricas de cada país.
2. LA FILANTROPÍA EN LOS PAÍSES
POSTCOMUNISTAS: EL CASO DEL
PROYECTO DE SOCIEDAD ABIERTA
DE GEORGE SOROS2
El período de comunismo fue un período de
represión de las ideas de filantropía y movilización social, así como de las instituciones caritativas y filantrópicas. Las autoridades comunistas,
mediante toda una serie de instrumentos legales
y aplicando la política de hechos consumados,
liquidaron masivamente tanto las instituciones
religiosas como civiles de carácter protector, educativo, sanitario o cultural. Se apropiaron de sus
bienes sin recompensarles y expulsaron a sus
empleados. Además, nombraron sus propios cuadros en las organizaciones sociales supervivientes
por ser útiles al régimen. Como resultado de esas
decisiones, quedó interrumpida casi toda la actividad filantrópica, reducida a contadas iniciativas
informales de autoayuda y actos de beneficencia,
casi siempre en torno a la Iglesia u organizaciones de carácter religioso. La beneficencia y la
filantropía se convirtieron oficialmente en temas
de burla y desprecio de los gobernantes, así como
en una actividad al borde de lo prohibido y, sin
duda, mal vista.
Tras la caída del comunismo y la llegada del
régimen democrático, ha resurgido la actividad
caritativa y filantrópica en esta parte del continente europeo. En un nuevo ambiente libre de limitaciones legales y políticas, se observó una rápida
reconstrucción de la actividad civil. El resurgimiento de la filantropía en la Europa Central y
Oriental de los años noventa del siglo pasado
elude una descripción sencilla, porque concurre en
él un conjunto muy heterogéneo de instituciones
sociales y financieras, que se diferencian mucho en
cuanto a la motivación de sus fundadores, a su
forma jurídica, al campo y forma de su actividad,
así como a las fuentes y el nivel de financiación.
Hoy, en Europa del Este, la filantropía abarca
muchos campos de la vida social: la educación, la
1
Esping-Andersen distingue tres tipos de estado de
bienestar: el social democrático, el liberal y el de las corporaciones o conservador. Las diferencias entre ellos
dependen de: (a) cual de las principales instituciones que
garantizan la seguridad social (el Estado, el mercado o la
familia) sea la dominante, (b) de los sistemas de estratificación social que sostenga esa mezcla de instituciones, y (c)
del grado de autonomía, es decir «hasta que punto pueden
las personas o familias mantener un nivel de vida socialmente aceptable sin la participación del mercado» (EspingAndersen 1990: 37).
2
La elaboración y redacción de esta sección ha contado
con la colaboración de Matías Dopierala.
92
LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL...
protección y mejora del medio ambiente, el
desarrollo de la sociedad civil y de la iniciativa
local, así como los remedios a las carencias de la
seguridad social provocadas por la dinámica de
las reformas del sistema económico. La filantropía actual introduce también nuevas y, en esta
parte de Europa, hasta ahora desconocidas formas de incentivos, por ejemplo, las campañas
filantrópicas, o la defensa de los derechos de víctimas o de personas discapacitadas.
Diferentes clases de instituciones de carácter
no gubernamental (las ONG), así como toda una
serie de organizaciones internacionales e, incluso, fundaciones extranjeras, participan de forma
significativa en el renacimiento de la actividad
filantrópica en Europa del Este. Se trata de organizaciones tales como las fundaciones Fondation
de France, Trusts Ford, la Bosch, Rockefeller Brothers Fund, los Pew Charitable, la Stewart R.
Mott, la Konrad Adenauer, entre otras. No poca
importancia tuvieron también las acciones de
ayuda económica de países como Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Holanda,
los países escandinavos o Japón.
Dentro del marco de estas actividades, destaca el conocido filántropo norteamericano de origen judío húngaro, George Soros. Para comprender mejor los motivos de su actividad filantrópica, en general, y en esa parte de Europa, en particular, es necesario recordar brevemente su biografía. Nació en 1930, en Budapest. Con apenas
17 años, a raíz de las transformaciones comunistas después de la II Guerra Mundial y de la creciente influencia de la URSS en su país, emigró
a Inglaterra, donde se graduó en la London
School of Economics. En 1965 viajó a Estados Unidos, donde, al principio, se dedicó a la inversión
en el mercado de capitales y así hizo gran fortuna.
Cabe añadir que, durante sus estudios en Londres, había conocido la obra de Karl Popper y su
visión de una sociedad abierta. Esta visión tuvo
gran influencia sobre sus opiniones y futura actividad filantrópica, basadas en valores provenientes de su origen y su experiencia del nazismo y
comunismo, que habían intensificado su interés
por la obra de aquel filósofo. En 1979 creó en
Nueva York su primera fundación, el Open
Society Fund, en homenaje a Karl Popper. Su
objetivo era promover una sociedad civil basada
en los principios del derecho y la economía capitalistas, de transparencia de administración
pública e independencia de los medios de comunicación, y de respeto por los derechos humanos.
Consciente de que la sociedad civil sólo puede
prosperar en coexistencia con un gobierno
democrático, la libertad de expresión y el respeto a los derechos de cada persona, organizó la
primera fundación con esas características, basada sobre los mismos principios y con la misma
amplitud de actividades, con sede en Hungría en
1984, en la Unión Soviética en 1987, y en Polonia en 1988. El propósito común de todas y cada
una de ellas era apoyar la promoción de la democracia y de los movimientos que la favorezcan,
para, más adelante, cuando cayera el comunismo, apoyar el desarrollo de la nueva sociedad
civil, su cultura y educación, como los elementos
que refuerzan las bases del sistema democrático.
El momento clave, sin embargo, parece ser
cuando George Soros fundó en 1993 el Open
Society Institute (OSI), para apoyar las fundaciones que había establecido en la década de los
ochenta en Europa Central y Oriental, así como
en los países de la ex-Unión Soviética, con el fin
de ayudarles en su transición del régimen comunista hacia la democracia. Desde entonces, el OSI
extendió las actividades de las fundaciones a
otras partes del mundo en las que las transformaciones democráticas parecen más urgentes.
Actualmente, su actividad abarca más de sesenta
países, incluidos los Estados Unidos. Las iniciativas introducidas por OSI atienden primero a
aquellas regiones de todo el mundo que presentan necesidades específicas, frecuentemente consideradas como secundarias. La mayoría de los
programas que se ofrecen es administrada por
dos centros principales, OSI-Nueva York y OSIBudapest, que se ocupan de coordinar las actividades realizadas en colaboración con las organizaciones filantrópicas nacionales y locales de
cada región fundadas por George Soros.
George Soros insiste en la renovación de la
estructura y cohesión de la sociedad civil en los
países de Europa Oriental, rotas durante las
93
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
En la región que nos ocupa encontramos las
siguientes fundaciones: la Open Society Foundation for Albania, la Open Society Institute Assistance Foundation (Armenia), el Open Society Fund
de Bosnia-Herzegovina, el Open Society Institute de Bulgaria, la Open Society Foundation de
Eslovaquia, la Open Estonian Foundation, la
Soros Foundation de Hungría, la Soros Foundation de Kazajistán, la Soros Foundation de Letonia, el Open Society Fund de Lituania, la Foundation Open Society Institute de Macedonia, la
Foundation Open Society Institute de Montenegro, la Stefan Batory Foundation (Polonia), el
Open Society Fund de la República Checa, la
Soros Foundation Romania, el Fund for an
Open Society de Serbia, la Open Society Institute Assistance Foundation de Turquía y la
International Renaissance Foundation de Ucrania.
El fin común de todas ellas es apoyar de
forma integral el desarrollo social y la actividad
social, informativa, cultural, científica y educativa, para promover la democracia en los países
donde operan, así como para favorecer el acercamiento entre todas las naciones y países de Europa Central y Oriental. Su actividad se centra en
la gestión y apoyo a las organizaciones e instituciones cuyas actividades promuevan los principios del estado democrático de derecho, los principios de transparencia en el quehacer público, el
control social de las instituciones públicas, el
combate de las patologías de la vida pública y
social, los derechos y libertades ciudadanas, la
igualdad para la mujer y para las minorías, el
acceso de los ciudadanos a la información, a la
asistencia legal y a la justicia, y que propaguen la
actividad y responsabilidad ciudadana. Igualmente, realizan toda clase de actividades de
apoyo al desarrollo de colectividades locales,
comunidades autónomas, organizaciones no
gubernamentales y otras instituciones que se
esfuerzan por el bien público en las diferentes
manifestaciones de la vida pública (por ejemplo,
el medio ambiente, la ciencia, la cultura, el arte,
la información, la integración europea, la protección de la salud, el desarrollo empresarial, etc.).
También se incluyen las actividades cuya finali-
décadas del régimen comunista, y que son de
suma importancia para el desarrollo de la sociedad civil y de lazos sociales, así como del sentimiento de corresponsabilidad por la construcción del país y su futuro. Los programas del OSI
y de las fundaciones están enfocados en la construcción de autogobiernos ciudadanos, en la
recuperación de la cultura asociativa y de los
valores de la sociedad civil, que habían permanecido marginados y coartados por el régimen
comunista durante casi medio siglo. Ofrecen ayudas para el desarrollo de la sociedad civil y para
sostener el impulso del proceso de democratización, apoyan las ideas democráticas y las transformaciones sociales para el desarrollo de la
libertad de expresión, promoviendo esos valores
mediante programas de formación, campañas
sociales y dotaciones.
La actividad de OSI abarca un amplio espectro de operaciones dedicadas fundamentalmente
a construir una sociedad civil abierta, a través,
entre otras cosas, de varias clases de ayudas
orientadas al fortalecimiento de la sociedad civil,
establecimiento de reformas económicas, educación en todos sus niveles, desarrollo y promoción
de los derechos humanos, reformas legales, con
particular énfasis en la reforma de la administración pública, el desarrollo de medios y centros de
comunicación independientes, la sanidad pública y la cultura y el arte.
La fundación de George Soros se compone
de instituciones autónomas, creadas en muchos
países de cada región para iniciar o apoyar una
sociedad civil abierta. Sus prioridades y las actividades que emprenden dependen del director
de cada fundación en consulta con su fundador,
George Soros, y bajo el control del OSI. Este
tipo de organización permite adecuar al máximo los medios y las iniciativas que se emprenden a los fines de la región, país o grupo social
dado. Además, las fundaciones también aceptan
medios de fuentes distintas del Open Society
Institute. Por eso, sobre ellas recae la responsabilidad de asignar escrupulosamente los medios
de que disponen a los fines que consideran más
convenientes.
94
LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL...
dad es igualar las oportunidades sociales de los
grupos más débiles o sobre los cuales pende la
amenaza de la exclusión social (minusválidos,
inmigrantes, niños y jóvenes en medios sociales
patológicos o culturalmente desprotegidos, etc.).
Asimismo, favorecen el desarrollo de la cooperación internacional para el desarrollo de la democracia, del mercado, de la educación, de la ciencia, de la cultura, del intercambio de información, de la conservación del medio ambiente y de
los servicios médicos, con especial hincapié en la
cooperación en Europa Central y Oriental. El
apoyo abarca también los programas de investigación, de información y de publicación que faciliten la adquisición y propagación del conocimiento sobre los fenómenos sociales, económicos
y políticos, así como los programas de becas y de
formación para estudiantes universitarios.
Aparte de llevar a cabo sus propias iniciativas,
las fundaciones cooperan y colaboran con otras
instituciones, organizaciones y personas. Esa
colaboración puede consistir en el apoyo organizativo, financiación parcial o total de la iniciativa,
o bien en la ayuda para recabar los fondos necesarios de otras fuentes.
En cuanto a la financiación de las fundaciones, cabe destacar que en la mayoría de ellas el
capital fundacional es de George Soros, quien
además las apoya con dotaciones anuales y subvenciones para fines extraordinarios. Se podría
enumerar toda una serie de posibles fuentes de
financiación de las fundaciones, desde donantes
particulares, instituciones privadas y estatales,
hasta empresas. Sin embargo, lo más importante
es que todos los medios que se reciben se destinan a la realización de los ya mencionados fines
estatutarios de la fundación, pudiéndose especificar un fin concreto, siempre y cuando éste concuerde con los fines de la fundación.
para actividades o para la financiación de asociaciones, que se lleva a cabo a través de varias decenas de programas de dotaciones, donde se estudian las peticiones y asignan los medios económicos para las obras que emprenden las organizaciones no gubernamentales. También se realiza
un seguimiento de cómo se aprovechan esos
medios y con qué resultado. Así, las fundaciones
ayudan con su financiación a toda una serie de
programas y acciones, conforme con los fines
estatutarios, pero siempre bajo rigurosa vigilancia y seguimiento de la efectividad y escrupulosidad en el gasto de los medios concedidos. Además, esas fundaciones se dedican a lo que se
suele llamar actividades operacionales, que consisten en organizar conferencias y debates, realizar visitas de estudios y formación, publicar, realizar campañas sociales y actuar como portavoz o
defensor, y hacer el seguimiento del funcionamiento de instituciones públicas.
Para poder apreciar en su justa medida la
escala de las actividades de las fundaciones de
Georg Soros en Europa Centro-Oriental, a continuación presentamos brevemente los programas
coordinados por OSI-Budapest, que abarcan
Lituania, Letonia, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia,
Hungría, Polonia y la República Checa. Para
algunos programas, hemos proporcionado los
ejemplos concretos de su realización.
1. Programa para Niños y Jóvenes. Su finalidad es modernizar las estructuras y programas sociales y educativos existentes, de
tal manera que puedan contribuir al bienestar y el desarrollo, a la vez que a la formación de jóvenes para que puedan aprovechar plenamente su potencial personal.
El programa presta especial atención a
toda clase de minorías socialmente desfavorecidas. Ofrece becas, así como varios
tipos de cursos, actividades de formación,
etc.
2. Este-Este: Cooperación fuera de las Fronteras. Este programa apoya el intercambio internacional entre grupos de la
sociedad civil de los países de Europa
Central y del Este. Gracias a la colabora-
¿CÓMO ACTÚAN LAS FUNDACIONES
DE GEORGE SOROS?
Conforme con los principios del filántropo, el
método fundamental de actuación de todas sus
fundaciones es a través de la concesión de fondos
95
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
3.
4.
ción de conocidos promotores de la vida
ciudadana, se facilita el intercambio de
ideas, información, conocimientos, experiencias y análisis de la situación actual,
se apoyan actividades concretas y, lo que
es más importante, prácticas, para crear
un proyecto conjunto de transformaciones y la promoción de una sociedad civil
abierta. Pero el elemento más importante
son las personas con responsabilidad
pública, con mucha experiencia en el
campo de construcción de la sociedad
civil, y que colaboran activamente en la
realización del programa. En el marco de
este programa están previstas campañas
sociales, mayor apertura de acceso a la
información, la promoción de cultura,
incluidas las culturas étnicas, y el diálogo
social. Por ejemplo, en 2006 se organizó
en Polonia, en cooperación con la fundación La Strada, una amplia campaña de
información para las mujeres ucranianas
sobre las redes de prostitución.
Sistemas educativos. Su finalidad es apoyar cambios en los sistemas educativos y
potenciar las posibilidades y oportunidades de educación y la construcción de los
fundamentos de la sociedad civil en
Europa Central y Oriental, así como en
los países de la antigua Unión Soviética.
Su meta es ampliar el acceso a la educación y mejorar su calidad. Postula la promoción de la justicia en la educación, la
innovación y la actuación comprometida
en tres aspectos principales: la lucha contra la exclusión social, la reforma del sistema educativo para su ampliación y
apertura, y la educación conforme con
los valores de la sociedad civil abierta.
Cabe mencionar, por ejemplo, el Programa para la Tolerancia, desarrollado entre
2006-2008 para concienciar a la sociedad
polaca de la existencia de las minorías
étnicas en Polonia.
Relaciones con la Unión Europea. Se trata
de un programa para el desarrollo de
determinados derechos humanos en el
5.
6.
7.
96
entorno de Unión Europea, países candidatos y potenciales candidatos. Por ejemplo, la Fundación Stefan Batory en Polonia ha desarrollado cuatro proyectos
dedicados a las relaciones entre la Unión
Europea y Ucrania y Bielorrusia, a la
liberalización de la política fronteriza
entre estos países, y el monitoring de las
elecciones de 2004 en Ucrania y de 2006
en Bielorrusia. Seminarios educativos,
encuentros de los expertos, intercambio
de experiencias y publicaciones (en lenguas locales) caracterizan cada uno de
estos proyectos.
Derechos Humanos y Gobiernos. Este
programa apoya la actividad de las ONGs
dedicadas a la problemática de los derechos humanos y del ejercicio del poder.
Ofrece asesoramiento y colaboración en
la formación de las ONGs, pero, sobre
todo, se ocupa de la promoción de los
derechos cívicos y políticos a escala local,
regional y nacional, poniendo especial
empeño en la toma de consciencia acerca
de los marginados sociales, excluidos del
papel activo como ciudadanos, a quienes
brinda su apoyo.
Información Ciudadana. El programa
promociona la igualdad de derechos al
desarrollo y el acceso al saber y a las fuentes de información, para contribuir a una
mayor legitimación social de la autoridad
y así mejorar su efectividad. Destaca la
importancia de esa posibilidad de acceso,
del intercambio y de creación de información como elementos indispensables para
la construcción de la sociedad civil. Se basa
en dos elementos importantes: el desarrollo tecnológico (por ejemplo, la informatización de las escuelas) y el desarrollo de
los valores y la consciencia social mediante las nuevas tecnologías.
Educación Superior Internacional. Este
programa se dedica a promover y desarrollar la educación superior en el campo de
las ciencias naturales y sociales en Europa
LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL...
8.
9.
Central y Oriental, así como en los países
de la ex Unión Soviética. Está previsto
para todos los niveles de la educación
superior hasta el doctorado y comprende
ayuda organizativa, técnica y económica.
Permite ampliar el expediente académico
y prepararse para trabajar en la enseñanza pública o universitaria. Asimismo,
ayuda a diseñar y realizar reformas en la
educación superior. Lo importante es que
este programa está dirigido tanto a los
estudiantes como a los profesores.
Política Internacional. Se trata de un programa dedicado a la investigación y análisis de la sociedad civil, así como a la
educación de sus futuros líderes. En
rigor, se trata de una formación profesional para redactar hábilmente textos y
proyectos de carácter social y político, y
para manejar los instrumentos disponibles relacionados con la vida política,
para poder defender eficazmente los
valores ciudadanos. El programa está
orientado hacia las organizaciones que se
dedican a campañas sociales y a la defensa de los valores cívicos, y hacia los estudiosos que se dedican a la investigación
de la política a escala local y regional.
Administración Local y Reforma de los
Servicios Públicos. Este programa se
ocupa de promover un desempeño
democrático y eficiente de las autoridades e instituciones de la administración
pública. Además, introduce el concepto
de análisis político en el proceso de toma
de decisiones en el quehacer público.
Admite también acciones para reorganizar la administración local y regional con
la participación activa de representantes
de la sociedad civil, cuyo papel incluye el
control de la actuación de las autoridades
de ese nivel e intentos de compararlas
con autoridades similares en otros países
de esta parte de Europa. Como uno de
los ejemplos, se puede mencionar el programa contra la corrupción desarrollado
en Polonia, que incluye el barómetro de
la opinión pública, la evaluación de las
promesas electorales, y el control de
financiación de las campañas electorales.
10. Medios de Comunicación. Su principal
cometido es participar en el desarrollo y
estabilización de los medios de comunicación basados en el principio de la libertad de expresión, el pluralismo y el control por parte de la opinión pública. Se
propone como meta construir medios
responsables, profesionales y que inspiren confianza en los países postcomunistas, así como crear en su territorio un
mercado de medios libres. Este programa
abarca acciones tales como: preparar una
legislación adecuada, que facilite la transformación de los medios en auténticamente libres según las normas internacionales; formar y ayudar a periodistas
con alto nivel profesional y al personal de
gestión de medios de comunicación;
crear una organización que acoja a los
medios de comunicación e instituir mecanismos de autorregulación. Todo eso
debe reforzar los valores y normas de una
sociedad civil abierta y propagar los principios del pluralismo en los medios y con
la ayuda de éstos.
11. Sociedad Abierta. El programa aspira a
potenciar la actividad de los ciudadanos
en la vida pública y a mejorar la eficacia
de las organizaciones cívicas. Por ejemplo, se concedieron fondos al periódico
local polaco que evaluaba el trabajo de
los diputados y sus promesas electorales.
En vísperas de las elecciones locales de
2006 en Polonia, unas 339 organizaciones no gubernamentales de 224 poblaciones participaron en acciones educativas para los votantes. El propósito fue
identificar los problemas locales y organizar debates sobre ellos entre los ciudadanos y los candidatos. La Fundación
Batory de Varsovia ofreció un gran número de seminarios de preparación para las
ONGs participantes en el proyecto.
97
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
12. Sistema Jurídico. Este programa está
orientado a labores de arbitraje en el
proceso de reformas jurídicas. Prevé la
consulta técnica, la asistencia legal y el
desarrollo de conocimientos jurídicos en
los siguientes campos: derecho penal,
derecho internacional, libertad de expresión y de prensa, e igualdad de todos los
ciudadanos. Por ejemplo, en 2006 en
Polonia se concedieron fondos a 27 oficinas de consultas jurídicas, que proporcionan ayuda jurídica gratuita a los que se
encuentran en una situación económica
precaria.
13. Salud Mental. Su finalidad es conseguir
que personas con discapacidad mental
sean tratadas igual que los restantes
miembros de la sociedad, que tengan los
mismos derechos y participen en su
comunidad de forma relativamente activa, todo ello al amparo de los derechos
humanos garantizados a todos los ciudadanos. El programa también proporciona
ayudas para crear organizaciones que se
ocupen de los problemas de los discapacitados y de su integración en la sociedad.
14. Salud Pública. Su finalidad es introducir
cambios significativos en el sistema de
sanidad pública, tanto en su organización
como en la calidad, y con especial atención a los grupos sociales marginados.
Intenta también organizar campañas
contra las enfermedades infecciosas de
alcance global (VIH, malaria, tuberculosis, etc.) con la participación activa de la
sociedad civil. Su acción abarca las campañas sociales, de información, de formación en los temas de higiene y profilaxis
contra las enfermedades infecciosas, así
como el desarrollo del sistema de sanidad, mejor acceso a los medicamentos,
sobre todo para las personas más pobres
y marginadas. Dentro de este programa
podemos mencionar los cursos para terapeutas para los alcohólicos y sus familias
organizados por los especialistas polacos
en Kirguizistán, Kazajstán, Armenia y
Georgia.
15. Programa para Gitanos. El cometido de
este programa es mejorar la situación
económica, social y política de los gitanos
en Europa Central y Oriental. Se intenta
sobre todo integrar a la colectividad de
los gitanos mediante su incorporación al
sistema educativo, haciendo conocer su
cultura, asegurándoles asistencia sanitaria y la posibilidad de participar activamente en la vida social y política.
16. Programa de Becas. Su finalidad es movilizar a estudiantes y profesores para que
organicen sociedades y emprendan distintas actividades, no sólo para alcanzar
un nivel educativo más alto, sino también
para mejorar el ambiente social de su
región, en sus aspectos social, político e
intelectual. La meta del programa es
mejorar tanto los métodos de enseñanza
como el nivel de la enseñanza superior
de su entorno. Presta especial atención al
avance de los estudios dedicados al análisis de la situación actual en la región y a
la evaluación de las reformas emprendidas. También ofrece becas para preparar
proyectos propios, con utilidad social en
la propia región, a saber: salones escolares de recreo, cursos de inglés para los
más pobres, etc.
17. El Fondo Think Tank apoya los centros
políticamente independientes y las organizaciones dedicadas a promover y afianzar los procesos democráticos, a través de
actividades tales como: el análisis de la
situación política, la asistencia al gobierno mediante consultas, la actuación como
portavoz de la opinión pública en importantes cuestiones políticas y sociales, o
sometiendo a debate social cuestiones
consideradas como secundarias o totalmente desatendidas por el gobierno
pero, en realidad, importantes para el
orden democrático y para constituir una
sociedad civil abierta. También apoya a
98
LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL...
las organizaciones que se dedican a promover reformas políticas favorables a una
mayor transparencia, apertura y sentido
de responsabilidad por las decisiones
políticas.
18. El Programa para las Mujeres promueve
actividades que tienen como meta alcanzar la igualdad de la mujer ante la ley y
los derechos del ciudadano, y para crear
la conciencia de que la garantía de estos
derechos es parte integral del proceso de
democratización. Este programa se
ocupa, sobre todo, de todas aquellas
regiones de Europa Central y Oriental en
las que las estructuras gubernamentales,
el derecho, la seguridad social y la economía requieren reformas inmediatas y
las mujeres y las niñas son perseguidas o
discriminadas.
Para resumir, podemos afirmar que el OSI y
las fundaciones creadas por George Soros en los
países postcomunistas llevan a cabo actividades
de gran envergadura, ofreciendo alrededor de 20
programas diferentes, que abarcan muchos campos de la vida: la educación, la sanidad, los derechos humanos, la justicia, la igualdad entre la
mujer y el hombre, o la lucha contra la marginación social. El Open Society Institute ha distribuido más de 6.000 millones de dólares entre
1993 y 2006. Sólo este último año distribuyó 447
millones.
prominente. En Europa, el número de fundaciones benéficas ha aumentado considerablemente,
y es relativamente frecuente que algunos empresarios que se han enriquecido extraordinariamente donen gran parte de sus ganancias para
fines benéficos. Entre ellos se cuentan no sólo
Anita Roddick, fundadora de Body Shop, o
Arpad Busos, el gran empresario de hedge funds
en Francia, sino, incluso, algunos nuevos ricos de
Rusia, tales como Roman Abramovich, el oligarca ruso del petróleo, que ha donado muchos
millones en la región de Kamchatka. También
algunas celebridades están poniendo buena
parte de su dinero en obras benéficas y, aprovechando su popularidad, recaban fondos entre
otras personas. Los medios de comunicación,
que antes solían hacer poco caso de las donaciones caritativas, hoy destacan a los muy ricos y
muy generosos, quitando mérito a quienes no lo
son tanto.
Otra razón de suma importancia para el desarrollo reciente de la filantropía es el interés de los filántropos en aplicar su riqueza de manera empresarial a problemas que afectan a la sociedad, a escala global o regional. Los filántropos de hoy
hablan de «inversión social», «filantropía por
proyectos», y «empresa social». El nuevo enfoque
de la filantropía gira alrededor de las iniciativas
sociales, es sensible al mercado, se apoya sobre la
tecnología moderna, e implica el máximo aprovechamiento del apoyo financiero del donante.
Para que las donaciones brinden auténtico provecho, los donantes concentran los recursos en
problemas que permanecen desatendidos por los
gobiernos o las empresas con ánimo de lucro. Al
no ser controlado ni por electores ni por accionistas, el donante puede arriesgarse en la búsqueda de soluciones originales, que los gobiernos
o empresas podrán luego, quizás, adoptar a
mayor escala. Muchos líderes de la nueva generación de filántropos piensan que se puede transformar el mundo de las donaciones aprovechando las enseñanzas extraídas del mundo de la
empresa.
En efecto, se van confundiendo varias de las
tradicionales diferencias entre las organizaciones
con o sin ánimo de lucro, así como entre las
3. NUEVAS TENDENCIAS Y ENFOQUES
DE LA FILANTROPÍA
El creciente entusiasmo por la filantropía es, en
gran parte, una consecuencia de la rápida creación de riqueza durante los últimos años y de su
desigual distribución. Actualmente el mundo
cuenta con 691 multimillonarios, 388 de los cuales han hecho esa fortuna ellos mismos (Bishop
2006).
La tendencia al incremento de las donaciones
no se limita sólo a los Estados Unidos, donde los
filántropos siempre han desempeñado un papel
99
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
El trabajo compartido entre las empresas y las
ONG para ayudarse mutuamente a alcanzar
metas sociales o medioambientales conlleva la
transferencia de algunas habilidades y técnicas
del sector empresarial a las organizaciones sin
ánimo de lucro. Esta profesionalización del sector benéfico se debe también a que algunos especialistas del sector privado prefieren trabajar en
una ONG por razón de su compromiso social,
buscando otra calidad de vida y otras metas en su
trabajo. Esos profesionales aportan valiosas experiencias, habilidades, contactos y conceptos. En
consecuencia, las organizaciones sin ánimo de
lucro empiezan a asimilar algunas prácticas del
mundo empresarial.
Ha surgido un nuevo estilo de organización
que intenta definir una vía intermedia entre la
filantropía y las tradicionales empresas lucrativas. Muchas fundaciones han empezado a explorar el método de inversión para objetivos concretos, intentando asignar sus fondos en función de
sus objetivos. A su vez, muchos filántropos, enriquecidos con sus inversiones, intentan utilizar el
mismo enfoque al donar dinero, de tal manera
que sirva para solucionar problemas con eficacia
y eficiencia. En este caso, no se trata de mejorar
la rentabilidad económica de la inversión, sino
de obtener beneficios sociales.
Sin embargo, el emprender proyectos conjuntos no deja de presentar dificultades. La cultura empresarial de tomar decisiones rápidas,
de desarrollar los productos rápidamente y de
materializar las iniciativas enseguida está muy
lejos del estilo más lento y burocrático propio de
muchas organizaciones sin ánimo de lucro. En
cambio, las empresas que desean integrarse en
los proyectos sociales pueden aprovechar la técnica que las ONGs dominan, a saber, el conocimiento y la experiencia local de los fenómenos
sociales y medioambientales. La clave del éxito
de esa clase de cooperación está en los diferentes
recursos que aportan las empresas y las organizaciones sin ánimo de lucro.
Tanto las empresas como las ONGs que desean
mejorar sus resultados se encuentran ante retos
bastante grandes. En primer término, el número
empresas que asumen su responsabilidad social,
y la filantropía ilustrada. Pese a las diferencias
entre esos actores, muchos de ellos se enfrentan
a los mismos retos y ensayan nuevos ámbitos de
cooperación.
Anteriormente, muchos sostenían que son las
empresas lucrativas quienes rinden el mejor servicio a la sociedad con su esfuerzo para ganar
más beneficios y, al mismo tiempo, producir
bienes, ofrecer crecimiento económico e inversión, brindar servicios, empleo y pago de
impuestos. Pero, últimamente, los ejecutivos
empiezan a asumir puntos de vista cada vez más
complejos, e, incluso, han llegado a parecerles
primordiales asuntos que antes se consideraban
marginales o radicales, como la lucha contra la
obesidad, el calentamiento global, la industria
del transporte o la seguridad laboral. Tanto las
empresas lucrativas como las instituciones públicas han comprobado que la colaboración con las
ONG les ayuda a asumir las nuevas tendencias y
aspiraciones y, en consecuencia, conseguir logros
sociales. Ha surgido la necesidad de una forma
de colaboración, en la que las empresas que buscan nuevos objetivos estratégicos y nuevos mercados recurren a los grupos organizados de la
comunidad, o a organizaciones no gubernamentales y agencias de las Naciones Unidas, para que
les ayuden a lograr sus fines sociales y medioambientales. De hecho, en la declaración final de la
cumbre de los Ocho Grandes de 2007, se urgía
explícitamente a las empresas a que procurasen
la aprobación de las ONGs para sus proyectos e
inversiones.
Así, después de muchas décadas en las que el
sector de las organizaciones sin ánimo de lucro
ha estado tratando únicamente con gobiernos,
en temas tales como la degradación del medio
ambiente, el escaso acceso a la educación, la
pobreza o la crisis de la sanidad, ha logrado tener
un nuevo grupo de apoyo: los ejecutivos y los
filántropos que persiguen fines sociales. Cada vez
hay más empresas, tanto públicas como privadas,
que dirigen proyectos que suelen parecerse a los
de las organizaciones no gubernamentales o caritativas.
100
LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL...
de proyectos conjuntos y la envergadura de los
fondos disponibles siguen siendo sumamente
modestos. Se estima que los fondos provenientes
de empresas alcanzan entre un 3% y un 5% del
total de las donaciones. En segundo término, hay
cada vez más interés por orientar los esfuerzos
con acierto. En el caso de las donaciones de las
empresas, una tendencia es a orientarlas más
hacia sus necesidades empresariales, pero esto
puede perjudicar a aquéllas ONGs cuya orientación se considera menos esencial para los intereses de la empresa, y para aquéllas que actúan en
áreas donde es difícil obtener resultados a corto
plazo y de fácil evaluación.
Resumiendo, la filantropía actual tiene a su
disposición un amplio repertorio de recursos privados, tales como el dinero, el tiempo, el capital
social y recursos tecnológicos. La riqueza trae
consigo la educación, el poder de decisión, conexiones con las elites de otros países y un enorme
poder de negociación. Los filántropos forman
una elite global, que intenta cambiar el mundo,
combinando el dinero con ideas, técnicas empresariales, y el aprovechamiento de los medios de
comunicación y del marketing, y que movilizan a
los ciudadanos, así como las conexiones políticas
afines.
Todo ello, por supuesto, tiene que poner a
algunos regímenes políticos en alerta. George
Soros, el famoso filántropo cuyo proyecto de la
Sociedad Abierta hemos presentado en la
segunda parte de este capítulo, ha sido criticado por el controvertido papel de algunas de las
organizaciones que financia, ya que el propósito de estas organizaciones es potenciar la eficiencia de la sociedad civil. En Rusia, el presidente Vladimir Putin, enemigo de cualquier
concentración de poder fuera de su gobierno,
arremetió contra las organizaciones no gubernamentales y sus partidarios. Mijail Khodorovsky, anterior jefe de la gran empresa petrolera Yukos, se contaba entre los principales
filántropos de Rusia antes de que fuera condenado a prisión tras un juicio espectacular.
Por otro lado, los cambios en la cultura de la
filantropía en Europa requieren el apoyo de la
Unión Europea para facilitar lo que podemos llamar la filantropía a través de las fronteras. Se ha
incrementado la movilidad de los europeos entre
los países de la UE y ha aumentado la dispersión
de sus bienes. Al mismo tiempo, los donantes
desean practicar la filantropía a edades más tempranas y se interesan cada vez más por causas
globales. Así, los ciudadanos europeos desean
hacer regalos, donaciones o legados fuera de sus
países, desean colaborar con causas internacionales y obras de caridad extranjeras, pero con frecuencia se encuentran ante complicados sistemas
fiscales o barreras nacionales, puesto que este
problema aún no ha sido abordado por los tratados europeos. La filantropía a través de las fronteras es ya una realidad en la Unión Europa y los
Estados miembros han pedido a la Comisión
Europea más coordinación en el área de los
impuestos directos, para mejorar el trato fiscal en
toda la Unión Europea.3
El creciente entusiasmo por la filantropía ha
despertado esperanzas de una nueva «edad de
oro de la filantropía». Para alcanzar este sueño y
mejorar la eficacia de la filantropía, los expertos
sugieren desarrollar los siguientes tres elementos: un sistema para medir el impacto de la filantropía; mejor información sobre las iniciativas
tomadas que ayudaría evitar repeticiones, pérdidas de recursos y errores; y, tercero, mayor transparencia fiscal.
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3
Acaba de crearse una base de datos europea de donaciones a través de fronteras (www.givingeurope.org) para
proporcionar a los donantes, intermediarios y beneficiarios
información concreta, prácticas ejemplares y soluciones relacionadas con la donación a través de fronteras tanto de la
Unión Europea como transatlánticas, con el fin de ayudarles
en el cumplimento de sus intenciones filantrópicas.
101
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
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102
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LA ELITES
ECONÓMICAS EN ESPAÑA. UN ESTUDIO EMPÍRICO
COMO PUNTO DE PARTIDA
Elisa Chuliá y Jacobo Muñoz Comet
gestionar unos y otras, restando así incentivos al
estudio de la filantropía, desplazada como principal proveedora de estos servicios y prestaciones
en el pasado. También en el estudio de los procesos políticos, las corrientes de investigación
dominantes en la segunda mitad del siglo XX
dieron, en gran medida, la espalda a las elites.
Marcando distancias respecto a las teorías elitistas, los influyentes enfoques pluralistas y de la
elección racional localizaron el centro de gravedad del poder político en grupos diversos con
intereses plurales y definidos en virtud de cálculos utilitaristas, en lugar de hacerlo en determinadas elites o individuos significados en la comunidad política, con comportamientos no fácilmente ajustables a la lógica de la racionalidad
instrumental.1
En definitiva, en la época del mayor desarrollo histórico de las ciencias sociales, el papel atribuido a las elites en el funcionamiento de las
sociedades democráticas resultó más bien marginal. La tendencia de las principales corrientes de
investigación a omitir la «humanidad» de los
sujetos en la explicación de los fenómenos tampoco contribuyó a fijar la atención en los sujetos
particulares ni en los grupos en gran medida
marcados por el perfil individual de sus miem-
1. INTRODUCCIÓN: EL CRECIENTE
INTERÉS POR LA FILANTROPÍA
DE LAS ELITES
El estudio del entendimiento y de la práctica de
la filantropía por parte de quienes integran el
segmento con más recursos económicos de una
sociedad puede encuadrarse en la sociología de
las elites, disciplina que engloba la investigación
sobre las minorías que «ostentan» el poder (sea
éste político, económico o cultural); es decir, que
lo ejercen y lo hacen patente. De la investigación
de las pautas filantrópicas de este segmento de
población cabe extraer información no sólo sobre
cómo sus miembros entienden y practican la
filantropía, sino también sobre cómo perciben la
sociedad y el Estado, y cómo se perciben a sí mismos en relación con una y otro.
Sorprende, a primera vista, la moderada atención que, en las décadas posteriores a la Segunda
Guerra Mundial, han suscitado las elites (en particular, las económicas) en las ciencias sociales
(no sólo en España). Tal vez este aparente desinterés haya respondido a la impresión dominante
de que el motor del desarrollo económico y social
residía en las clases medias y, por tanto, eran ellas
las que merecían atraer los principales recursos
de investigación. Tal vez también los Estados del
bienestar, en plena fase expansiva, orientaron la
agenda de investigación social hacia los sectores
que más se beneficiaban de la oferta de servicios
y prestaciones públicas o que se encargaban de
1
Los argumentos elitistas, que alcanzaron su exposición
más célebre en la obra de C. Wright Mills (1956), fueron
rotundamente contestados por otros científicos sociales
como Dahl (1958).
103
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
bros.2 Tanto en la sociología y la ciencia política
como en la historia acabaron prevaleciendo paradigmas de interpretación que, tratando de neutralizar la subjetividad (la del investigador y la de
los sujetos asociados a los fenómenos investigados), enfocaban la atención en estructuras y
grandes sujetos sociales antes que en minorías
rectoras; en las bases de la sociedad antes que en
sus elites; en los pobres y desfavorecidos antes
que en los ricos y afortunados.
Bien es verdad que, en algunos países, lo que
cabría denominar «la lógica de la academia» ni
reflejó ni consiguió orientar la dinámica de la
sociedad. Así, por ejemplo, en Estados Unidos
–con una larga y sólida tradición filantrópica– la
escasa atención que en el ámbito de las ciencias
sociales se prestó a las elites no impidió que éstas
mantuvieran, e incluso reforzaran, su espacio
simbólico en la sociedad, acostumbrada esta última a poner el nombre de filántropos destacados
a hospitales, bibliotecas, escuelas, parques, museos
y teatros que aquéllos hacían posible y a celebrar públicamente estas donaciones. En otros
países con tradiciones filantrópicas más débiles,
la marginación académica de las cuestiones relacionadas con las elites no favoreció el desarrollo
de un marco intelectual e ideológico propicio
para avivar el interés y la consideración de los
comportamientos filantrópicos de las capas más
altas de la población. A partir de finales de los
años ochenta, la buena acogida de las teorías
sobre la sociedad civil para dar cuenta de los
cambios sociales y políticos acontecidos en esa
época destapó la importancia de algunos elementos más o menos vinculados con la filantropía, como las asociaciones y las fundaciones.
Mientras en el discurso público ganaba terreno
el concepto de «solidaridad social» (con menor
connotación elitista que el de «filantropía»), la
contribución de las elites económicas a la creación y el sostenimiento de muchas de estas organizaciones sin fines lucrativos, dedicadas a satisfacer objetivos sociales o culturales, no atrajo
mucho interés.
Sin embargo, en los últimos años se aprecian
algunos cambios a este respecto. En las economías
avanzadas, los beneficios rápidamente generados
en negocios y transacciones globales han favorecido la creación de inmensas fortunas, mundialmente conocidas gracias a la cobertura que reciben sus propietarios en los medios de comunicación. Estos últimos muestran inquietud no sólo
por conocer cómo se han obtenido esas fortunas,
sino también qué se hace con ellas. La profusión
de biografías e idearios de los nuevos magnates
que el mercado editorial ha lanzado en los últimos años sugiere que las elites atraen en la actualidad la curiosidad de mucha gente.
Especialmente intenso resulta este creciente
interés por las elites y la filantropía en Estados
Unidos, donde el «filantrocapitalismo», encarnado en figuras como Bill Gates y Warren Buffet, se
reconoce como una fuerza motriz de la nueva
economía. Ensalzada como promotora de ideas y
de iniciativas que los Estados no se arriesgan a
respaldar, la filantropía se percibe como generadora de círculos virtuosos que producen beneficios de diverso tipo para toda la sociedad (Gaudiani, 2003 y 2005). Prosperan los discursos
sobre la «nueva ecología de la filantropía» (en
referencia a las transformaciones en el marco institucional, socioeconómico y cultural en el que se
desarrolla), la «nueva filantropía» (que alude al
mayor interés que ponen los filántropos en la
elección de los destinatarios de sus donaciones y
en los resultados que se obtienen con ellas) y los
«mercados filantrópicos» (sobre la necesidad de
una mayor competencia y transparencia entre las
instituciones receptoras de donaciones).3
A pesar de algunas críticas al funcionamiento
de determinadas instituciones filantrópicas,4 el
patente «entusiasmo por la filantropía» en Estados Unidos resuena en otros países europeos,
donde a la filantropía se le augura «un promete-
2
No en vano, el sociólogo George Homans (1964), en su
conferencia presidencial a propósito de la reunión anual de
la Asociación Americana de Sociología que tuvo lugar ese
año, insistía en la necesidad de «recuperar a las personas»
(«Bringing Men Back In» tituló su intervención) en la investigación social.
3
Sobre la «nueva ecología de la filantropía» véase Fulton
y Blau (2005). La revista Time dedicó la portada de su número de 24 de julio de 2000 a los «nuevos filántropos».
4
Por ejemplo, Reich (2005) y Porter y Kramer (1999).
104
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA
dor futuro».5 Indicios de un creciente interés por
las actividades filantrópicas de las elites también
se aprecian en España;6 un interés que, por otra
parte, parece coherente con el que ha ido ganando en los últimos años el denominado «tercer
sector» al calor de su expansión y mayor visibilidad pública.7
aunque ni uno ni otro desmerezcan, en determinadas circunstancias, el adjetivo de filantrópico.
Evidentemente, el valor social de la filantropía no se agota en el producto de las actuaciones
altruistas y beneficiosas para la comunidad. La
provisión de un bien para disfrute de muchos,
sea éste de carácter social o cultural, no es más
que la parte visible de la filantropía, la orientada
hacia el exterior, hacia «los otros». Pero la filantropía, entendida como institución social, también tiene una vertiente menos evidente y referida a «uno mismo» como individuo y como miembro de un grupo que concibe de una manera
determinada su entorno. A la filantropía subyacen razones y motivaciones sin cuya consideración resulta difícil entender, por ejemplo, por
qué una persona decide efectuar una donación y
renunciar así al disfrute privado de una parte de
su patrimonio. Del mismo modo que estas razones no desvirtúan el acto filantrópico (cuyo efecto debe valorarse en función de los beneficios
sociales que genere), centrar el interés analítico
en ellas tampoco implica voluntad alguna de atenuar la importancia o el valor de la filantropía.
Cabe distinguir al menos tres tipos de razones
de la filantropía: las pragmáticas, las morales y
las simbólicas. Razones de los tres tipos subyacen
o pueden subyacer tanto a la filantropía de la
elite como a la de quienes no forman parte de
ella, pero aquí nos fijaremos sólo en la primera.
Las razones pragmáticas son aquellas relacionadas con la utilidad directa y materialmente concretable que obtiene quien practica la filantropía.
Así, por ejemplo, beneficiarse de generosos
incentivos fiscales es una razón pragmática de la
filantropía, como también lo es promover una
institución de cuyos servicios colectivos se beneficia el propio filántropo o su círculo próximo. Las
razones morales de la filantropía engarzan con los
argumentos que el empresario y filántropo
Andrew Carnegie expuso en su famoso artículo
«Wealth» a finales del siglo XIX. Convencido de
que la creación de las grandes fortunas llevaba
implícita la ampliación de las diferencias entre
ricos y pobres, y por tanto el aumento de la
desigualdad social, Carnegie defendía que quie-
2. RAZONES Y USOS DE LA FILANTROPÍA
DE ELITE
Las definiciones de «filantropía» y «filántropo»
que proveen los diccionarios suelen ser sencillas
y muy fieles a la etimología de la palabra. Subrayan la dimensión de «amor a la humanidad» e
incorporan al significado del concepto la acción
voluntaria en busca de un bien común. La filantropía se puede manifestar y canalizar de muy
diversas formas (pecuniarias y no pecuniarias).
En ningún caso representa un comportamiento
privativo de las elites, si bien, en su caso, reúne
características específicas. En principio, cabe
pensar que el porcentaje de quienes practican la
filantropía entre las elites es mayor que entre el
resto de la sociedad; también, que sus donaciones son de mayor entidad y responden a proyectos personales más que a circunstancias sobrevenidas (como crisis humanitarias). Pero los rasgos
específicos de la filantropía de las elites no se circunscriben a factores tales como la extensión o la
intensidad de los actos filantrópicos. Tampoco
debe conceptuarse la filantropía de las elites
como simple mecenazgo cultural o patrocinio,
5
Uno de los libros sobre este tema recientemente publicados lleva por título Philanthropy in Europe: A rich past, a
promising future (véase MacDonald y Tayart de Borms, 2008).
6
Así lo sugiere la publicación de artículos recientes en
medios de comunicación; véanse, entre otros, El País (Negocios), 25 de noviembre de 2007, y El Mundo (Magazine), 10
de diciembre de 2006.
7
La publicación de la Revista del Tercer Sector, lanzada a
finales de 2005, puede interpretarse como un indicador del
creciente interés por este fenómeno; también la celebración
de diferentes congresos nacionales sobre tercer sector y economía social, así como la reciente publicación de diversos
informes y monografías sobre este fenómeno (véanse, por
ejemplo, Ruiz Olabuénaga, 2006; Pérez-Díaz y López Novo,
2003).
105
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
nes, como él mismo, se hubieran enriquecido
«devolvieran» a la sociedad una parte importante de los beneficios, de tal modo que «la riqueza
excedente de los pocos» se convirtiera «en la propiedad de los muchos» (Carnegie, 1889). Esta
«devolución» –que en el fondo implica la creencia de que la riqueza no es meramente un logro
individual– puede responder a diferentes propósitos, entre ellos también el de evitar conflictos
sociales que podrían poner en riesgo la continuidad en la generación de la riqueza.
En cuanto a las razones simbólicas, cabe distinguir dos tipos. Por una parte, la filantropía simboliza la posición destacada del filántropo en el
seno de la sociedad e implica, por tanto, una
representación de poder social. De partida hay
que suponer que la filantropía procura a quien la
practica reconocimiento público y consideración
de personalidad «sobre-saliente» (au dessus de la
mêlée), poseedora de virtudes cívicas que atenúan
las reservas que podría provocar su elevado nivel
de renta y patrimonio. Por otra parte, la filantropía simboliza la pertenencia a un grupo de
«selectos», en el que entrar y conservar un puesto depende, en gran medida, del juicio de «los
pares». El acto filantrópico se convierte así en
una manifestación simbólica de identidad y en
un mecanismo de cohesión de la elite. Esta interpretación de la filantropía entronca con las reflexiones del sociólogo francés Pierre Bourdieu,
quien en los años setenta del pasado siglo postuló la existencia de un fuerte vínculo entre clase y
estatus, y entre pertenencia a un grupo de estatus y unos estilos de vida específicos (formas de
relación social, gustos estéticos, consumo cultural, etc.) que proporcionan coherencia al grupo,
distinguiéndolo de los demás. A través de la
filantropía la elite construye una cultura distintiva, genera un capital cultural específico y establece los criterios de valoración de «lo bueno» (el
buen arte, la buena música, la buena educación…).8 Desde esta perspectiva, la filantropía se
convierte en cierto modo en un medio de control
social.9 Argumentos próximos a éstos ha formulado Francie Ostrower a partir de un centenar de
entrevistas en profundidad que llevó a cabo entre
filántropos de la elite neoyorkina: la filantropía
representa un vehículo de vida social y cultura de
una clase, expresa un conjunto de significados
compartidos, creencias y valores, y una marca de
distinción social que establece las fronteras de
estatus entre la elite y quienes no forman parte
de ella. La filantropía deviene así en una suerte
de reflejo identitario de la existencia de la elite
(Ostrower, 1995: 28-49).
Un acto filantrópico específico puede obedecer a una combinación muy variada de razones
pragmáticas, morales y simbólicas, unas con
mayor peso que otras. En todo caso, conviene
subrayar que la combinación concreta de estas
razones (por otra parte, muy difícil de determinar empíricamente) no prejuzga la bondad del
acto filantrópico; con otras palabras, la filantropía no es más o menos buena en virtud de las
razones que la hayan inspirado. La bondad de la
filantropía no reside en las razones que la originaron, sino en el acto. Puede ocurrir incluso que
la motivación inicial de un acto que, al final,
quepa tildar de filantrópico responda a sentimientos y actitudes muy poco altruistas.10
No obstante, como subraya Ostrower, la filantropía en un país y un tiempo concreto sólo se
puede estudiar adecuadamente teniendo en
cuenta qué ideas y valores asocian los filántropos
a la filantropía, puesto que los incentivos a la par-
9
Véase al respecto Ross (1953), quien subrayó el componente de «control social» que posee la filantropía en la sociedad estadounidense.
10
Así, por ejemplo, la adquisición de obras de arte que
hoy figuran como donaciones en los grandes museos de
todo el mundo respondió en muchos casos a la voluntad de
algunas familias de invertir en bienes rentables, integrarse
o consolidar su posición de clase (al menos desde el siglo
XVIII la posesión de obras de arte fue una marca de pertenencia a la nobleza, y posteriormente a la alta burguesía) y
rodearse de objetos que procuraran satisfacción estética.
Algunos coleccionistas sí orientaron sus estrategias coleccionistas conforme a sus deseos de mejorar la cultura de
acceso público (el caso de Lázaro Galdiano es particularmente destacable; véase Jiménez-Blanco y Mack, 2007:
203-221).
8
Bourdieu recogió en varios artículos estos argumentos,
que más tarde sintetizó en su libro La Distinción (1998[1979]).
Véase al respecto también Lamont y Lareau (1988).
106
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA
so a información sobre las elites son evidentes y,
a la postre, imponen límites al desarrollo de su
investigación. La primera dificultad reside en
definir y acotar empíricamente el universo de
quienes forman esas elites. No suele haber
registros convencionalmente establecidos e
inobjetables de las elites de un país, a diferencia de lo que ocurre con otros muchos grupos
de la población. El problema de la delimitación
del universo de las elites es que resulta difícil
hacerlo de alguna manera que no provoque la
conocida sentencia según la cual «no están
todos los que son, ni son todos los que están».
Una vez salvado este obstáculo mediante alguna fórmula de aproximación, la segunda gran
dificultad estriba en el acceso a los que han
quedado definidos como miembros de la elite.
Ese acceso, cuando se logra y hace posible
explicar a los participantes en la investigación
los fines que persigue ésta, a menudo resulta
infructuoso por diversas circunstancias: la falta
de tiempo de los informantes es un factor
importante, como seguramente también lo es la
reserva a desvelar información privada. Cabe
pensar que la falta de tradición de investigación
de las elites ha reforzado esta resistencia a darse
a conocer y exponerse a examen y análisis.
En España sabemos muy poco sobre los comportamientos no estrictamente económicos de
quienes forman la elite económica. El rastreo de
fuentes y bibliografía ha aportado muy escasas
referencias útiles sobre la filantropía entre las elites, y ninguna basada en el estudio empírico de
las actitudes y los comportamientos de quienes
forman parte de ellas. En busca de semejantes
referentes hemos indagado en la producción de
estudios e informes sobre estos temas realizados
en Estados Unidos por las numerosas instituciones, dentro y fuera del ámbito universitario, que
han desarrollando vínculos de diverso tipo con el
mundo de la filantropía.
Inspirándose en estos referentes, y con el
patrocinio de la Fundación de Estudios Financieros y la Fundación Profesor Uría, el gabinete de
estudios Analistas Socio-Políticos (ASP) decidió
en el otoño de 2007 llevar a cabo un estudio
cuantitativo como primer paso de una explora-
ticipación filantrópica están íntimamente enraizados en el significado que la filantropía adquiere para la elite. Desde una perspectiva típicamente weberiana podríamos decir que «comprender» la filantropía de las elites exige tratar
de desentrañar el significado que quienes las forman atribuyen a las situaciones en las que participan.
En el conocimiento de cómo perciben y
entienden las elites la filantropía reside una de
las claves explicativas de por qué la practican de
una u otra manera, o, por el contrario, de por
qué se abstienen de practicarla. Esas percepciones y esos entendimientos pueden ser interpretados como condiciones de plausibilidad de la
filantropía; y, a su vez, esas condiciones dependen del contexto institucional y cultural en el que
operan las elites de una sociedad determinada. Si
algo está claro entre los estudiosos de la filantropía es que, si bien constituye un fenómeno universal, su significado y sus modalidades se hallan
contextualmente determinados; es decir, resultan
de circunstancias históricas, sociales y políticas
particulares.11
3. UNA ENCUESTA SOBRE LA FILANTROPÍA
DE LA ELITE ECONÓMICA ESPAÑOLA
3.1. DISEÑO DE LA MUESTRA Y TRABAJO
DE CAMPO
En la introducción de este artículo se han
expuesto algunos argumentos para explicar por
qué las elites no han constituido un objeto privilegiado de estudio para las ciencias sociales. A
estos argumentos, relacionados con el poder
que adquirió el Estado en las sociedades occidentales durante la segunda mitad del siglo
XX, especialmente en Europa occidental, y con
la evolución de las corrientes de investigación
en las ciencias sociales, cabe añadir otro de
carácter metodológico. Las dificultades de acce-
11
Una conclusión que se extrae con mucha claridad del
libro de Ilchman, Katz y Queen (1998).
107
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
por Imop Encuestas, la empresa encargada del
trabajo de campo, en la que se garantizaba la
confidencialidad de la información (3), y un
sobre de respuesta debidamente sellado y direccionado. Al final del proceso de realización del
trabajo de campo (21 de junio de 2008), durante el cual se utilizaron diversas tácticas para estimular el retorno de los cuestionarios, se obtuvieron 74 cuestionarios.13 La tasa de respuesta
se situó en el 7%, por debajo de la que arrojan
encuestas postales a otros colectivos. Habida
cuenta de que el rechazo a participar en la
encuesta sólo se manif estó expresamente en
cuatro casos, el limitado tamaño final de la
muestra refleja las dificultades antes apuntadas
de acceso al sector de población al que iba dirigido el cuestionario.
ción que permitiera trazar los contornos de un
ámbito de la realidad –el de la filantropía de las
elites– notablemente desconocido. Marcado este
mapa inicial y formuladas a partir de él una serie
de hipótesis, tendría más sentido emprender una
investigación cualitativa mediante entrevistas en
profundidad a una selección de filántropos. Partiendo de este planteamiento, el equipo de investigación optó por realizar una encuesta postal a
los miembros de los consejos de administración
de las empresas cotizadas en Bolsa. Aun conscientes de que, optando por este universo, se
dejaba fuera a algunos de los titulares de grandes
patrimonios del país y se incluía a personas relevantes por sus antecedentes técnicos y políticos,
antes que económicos, se consideró que esta delimitación del universo objeto de estudio era, en
las circunstancias de trabajo, la más objetivable y
podría servir de proxy del sujeto que pretendíamos estudiar.12 Esta definición del universo encerraba además una ventaja adicional de acceso a
los informantes, concretamente la posibilidad de
enviar los cuestionarios a la sede social de la
empresa para que, desde allí, fueran dirigidos a
sus destinatarios nominales. Sólo se incorporaron al fichero los residentes en territorio nacional. La elaboración de esta base de datos, compuesta de 1.350 registros, concluyó el 4 de marzo
de 2008. Eliminando las redundancias (algunos
registros se hallaban repetidos, ya que se referían
a personas que participaban en varios consejos),
el listado final constaba de 1.165 personas (un
6,7% de ellas [78], mujeres).
En los sobres enviados a la sede social de las
empresas se incluyó, además del cuestionario
(1), una carta de presentación del estudio en la
que se hacía referencia a la importancia de la
investigación y la intención de que sus resultados se publicaran en el volumen que el lector
tiene en sus manos (2), una carta, respaldada
3.2. EL CUESTIONARIO
El cuestionario se diseñó con el objetivo fundamental de averiguar qué ideas y percepciones de
la filantropía predominan entre quienes, por su
situación profesional, forman parte de la elite
económica española o están muy próximos a ella.
Qué modelo de sociedad «tienen en la cabeza» y
qué importancia atribuyen al sector privado y
público en el progreso social son cuestiones que
también ha intentado recoger el cuestionario,
junto con otras relacionadas con el alcance y las
modalidades de las propias actividades filantrópicas o la presencia de la filantropía en la educación de los hijos y en la relación con las amistades. El cuestionario final incluyó una treintena
13
Transcurridas dos semanas desde el envío postal, se
efectuó una llamada telefónica a todas las empresas para
verificar la recepción de los documentos enviados y solicitar
la colaboración de los destinatarios, ofreciendo también la
posibilidad del fax o del correo electrónico para devolver el
cuestionario. Cuarenta días después de la fecha de salida de
los cuestionarios, se remitió una segunda carta, firmada por
el Director General de la Fundación de Estudios Financieros,
en la que se recordaba a los destinatarios la importancia de
su colaboración. Siete días después, se llevó a cabo una
segunda llamada telefónica a aquellos que, no habiendo
manifestado en llamadas anteriores su rechazo a colaborar
contestando el cuestionario, todavía tenían pendiente la
devolución de este último.
12
Se comprobó que la relación final incluía un gran
número de nombres que en las listas de algunos medios de
comunicación constan como los empresarios más ricos de
España. A petición de los patrocinadores del estudio, finalmente se incorporaron al universo de investigación 16 personas, seleccionadas en virtud de sus características patrimoniales y su trayectoria en el terreno de la filantropía.
108
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA
de preguntas ordenadas en los siguientes cuatro
apartados:
I.
Entendimiento de la filantropía y percepción del alcance de la filantropía en
España
II. Uno mismo, los hijos, la sociedad y el
Estado
III. Participación en actividades filantrópicas
IV. Filantropía y relaciones personales
visita de exposiciones y museos, seguida a poca
distancia de la asistencia a conciertos y a la
ópera. En todo caso, la distribución de las respuestas muestra una notable dispersión. Acumulando en un porcentaje las tres primeras
preferencias se advierte que la visita a museos y
exposiciones es, junto con el cine y el teatro, la
actividad con la que más entrevistados dicen
disfrutar. Por último, la encuesta también recogió información sobre la actitud hacia la religión de los entrevistados. Aproximadamente la
mitad de la muestra se considera «moderadamente religiosa», un 15% de «profundamente
religiosa» (porcentaje casi igual al de quienes se
califican como «nada religiosos») (Cuadro 1).
3.3. EL PERFIL DE LOS ENTREVISTADOS
De los 74 cuestionarios recibidos, diez fueron
contestados por mujeres (aproximadamente la
proporción de mujeres que componían el universo del que procede la muestra). Atendiendo a la
edad, el grueso de los encuestados (40) se sitúa
entre los 45 y 64 años, aunque casi un tercio ha
superado los 64 años. El 93% tiene hijos, muchos
de los cuales, por diversas razones, participan
escasamente en la gestión del patrimonio familiar (bien porque son menores de edad o están
todavía en proceso de formación [41% de los
entrevistados con hijos así lo refieren], bien porque tienen otra dedicación profesional [23%]).
Uno de cada cinco encuestados con hijos sí afirma contar con la participación de alguno de ellos
para gestionar los activos familiares, mientras
que el 7% declara carecer de intención de involucrarlos en la gestión del patrimonio familiar;
un patrimonio familiar que, por otra parte, casi
dos de cada tres (65%) reconocen haber construido ellos mismos. En cuanto al nivel de estudios,
ocho de cada diez son licenciados, ingenieros o
arquitectos, y un 12% del total ha conseguido el
título de doctor. Dos terceras partes de los
encuestados residen en Madrid, y aproximadamente un 10% en Barcelona. En cuanto a sus preferencias de ocio, un 30% indica como primera
opción entre las seis incluidas en la pregunta14 la
3.4. ALCANCE, IMPACTO Y VALORACIÓN
PÚBLICA DE LA FILANTROPÍA EN
ESPAÑA
Prácticamente todos los encuestados coinciden
en que la filantropía en España está «poco» o
«apenas» desarrollada (70% y 24% respectivamente). Un consenso muy elevado se observa
también en la apreciación de que la filantropía
presenta un nivel de desarrollo menor en España que en otros países europeos de su entorno
(66%). Se aprecia, en cambio, mayor dispersión
de las respuestas en la valoración del avance de
la filantropía en los últimos veinte años. Un
32% considera que, tomando como referencia
los años ochenta, la filantropía ha experimentado un avance «bastante importante»; un 3%
adicional llega incluso a calificarlo como «muy
importante». Casi la mitad de los entrevistados
entiende, sin embargo, que el avance ha sido
«poco importante» y cerca de una quinta parte
sostiene que la filantropía «apenas ha avanzado» en este período. Una mayoría piensa, además, que las grandes donaciones filantrópicas
redundan en beneficio de «pocas» (51%) o «muy
pocas» (5%) personas, si bien algo más del 40%
opina que se benefician de ellas «bastantes» o
«muchas» personas. En cuanto a la contribución
de estas donaciones a «mejorar la vida de tales
beneficiarios», en torno a un tercio opina que
14
Visitas exposiciones/museos, ir de compras, ir al
cine/teatro, asistir a conciertos/ópera, asistir a acontecimientos deportivos y conocer y disfrutar la gastronomía.
109
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
lo hacen «sustancialmente». Frente a ellos, uno
de cada cinco piensa que contribuyen sólo
«escasamente», mientras que la mayoría de
entrevistados se sitúa en la respuesta intermedia («moderadamente») (Cuadro 2).
CUADRO 1. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS Y FAMILIARES
DE LOS ENTREVISTADOS
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan
todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes. La suma de los porcentajes supera cien cuando se acumulan porcentajes.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
110
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA
ran adecuadamente las actividades filantrópicas
(Cuadro 3). Se abre aquí un interrogante interesante:
¿no las valoran porque tales actividades están escasamente desarrolladas, o están escasamente desarrolladas porque no las valoran? Algunas respuestas a preguntas incluidas en la encuesta sugieren un mayor
respaldo a la segunda explicación, como se describirá en el próximo apartado.
Lo que quizá resulte más frustrante a quienes
desarrollen actividades filantrópicas es que, aproximadamente cuatro de cada cinco entrevistados creen
que los (más bien pocos) beneficiarios de las actividades filantrópicas carecen de un nivel de conocimiento adecuado sobre quiénes efectúan las donaciones. A
ello habría que añadir que según nueve de cada diez
entrevistados, ni la sociedad ni la clase política valo-
CUADRO 2. GRADO DE DESARROLLO DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
Y PERCEPCIÓN DE SU IMPACTO
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan
todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
111
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
CUADRO 3. GRADO DE CONOCIMIENTO PÚBLICO DE LA FILANTROPÍA
EN ESPAÑA
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan
todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
blema de falta de «nervio» de la sociedad civil
que de excesivo «músculo» de Estado. Este razonamiento implícito podría interpretarse como
una autocrítica de los entrevistados bajo el
supuesto (razonable) de que se consideraran a sí
mismos elementos importantes de la sociedad
civil y actores comprometidos con su dinamización. En tal caso, la languidez de esta última no
podría desvincularse –sin incurrir en una inconsistencia lógica– de la limitada contribución de
las elites económicas para evitarla; es decir, no
cabría eludir la propia responsabilidad en el
fenómeno.
A juicio de la mayor parte de los encuestados,
ni el Estado es el principal responsable del limitado alcance de la filantropía ni tampoco debe él
asumir la carga principal en la consecución del
progreso social. Para cumplir este ideal, los
entrevistados confían menos en el sector público
que en el privado. Invitados a distribuir el grado
de responsabilidad que debería recaer en uno y
otro sobre un total de 100, más de tres cuartas
partes de quienes contestaron el cuestionario
atribuyen al sector público como máximo la
mitad de la responsabilidad en el progreso social
(hasta el 50%), situándose la media de todas las
respuestas de los entrevistados en el 41%. En
cambio, según aproximadamente dos terceras
3.5. ¿CUESTIÓN DE ESTADO O CUESTIÓN
DE SOCIEDAD?
A la mayoría de los entrevistados no le parece
adecuado el régimen fiscal de las donaciones en
España. Así lo manifiesta el 62% (curiosamente
más de una cuarta parte de los entrevistados
admite no conocerlo suficientemente), y son más
todavía (80%) los que creen que otro tipo de régimen fiscal podría favorecer un aumento significativo de las donaciones filantrópicas. Luego
existe una clara conciencia mayoritaria de que el
Estado, y sus representantes, podrían hacer más
por incentivar la filantropía (Cuadro 4).
Pero también la gran mayoría de entrevistados
entiende que el alcance de la filantropía no
depende tanto del Estado como de la sociedad
civil. Así se desprende de los resultados a una
pregunta que indaga en esta cuestión: sólo un
13% contesta que «los Estados que ofrecen
amplios servicios públicos tienden a sofocar la
filantropía», mientras que son casi siete veces más
los que, ante la disyuntiva, consideran que el
alcance de la filantropía depende fundamentalmente de «las características de la propia sociedad». Por tanto, una posible interpretación de las
respuestas de los entrevistados remite la debilidad de la filantropía en España antes a un pro-
112
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA
atribuyen mayor importancia para el progreso de
una sociedad como la española, las dos instituciones más citadas son las «empresas» y las «fundaciones» (claramente por delante de otras como
las instituciones educativas, las entidades financieras, los medios de comunicación y la Iglesia).15
partes de los entrevistados, al sector privado le
corresponde la mayor parte de de esta responsabilidad (más del 50%), con una media de 59%
(Cuadro 5). Cuando, a continuación de esta pregunta, se pide a los entrevistados que identifiquen a los actores del sector privado a los que
CUADRO 4. LA INFLUENCIA DEL RÉGIMEN FISCAL EN LA FILANTROPÍA
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan
todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
nante de esta última como soporte de una
comunidad de intereses, en lugar de como
espacio de tensiones entre clases. Si se estima
mayoritariamente que en el conjunto de la
sociedad prevalecen los componentes comunitarios sobre los disgregadores, el protagonismo
del Estado como regulador y amortiguador de
las diferencias sociales resulta más discutible.
Aunque el acuerdo entre los integrantes de la
muestra no es tan alto como en otras cuestiones
ya analizadas, suscriben en mayor medida una
visión de la sociedad más comunitarista que clasista. Ante la alternativa de definir la sociedad
como una estructura de clases sociales con intereses heterogéneos o como una comunidad de
intereses que comparte valores y objetivos, más
de la mitad de los entrevistados se inclina por la
Ahora bien, en qué consiste el «progreso de
la sociedad» no se sabe muy bien sin efectuar
alguna pregunta más concreta. La encuesta
incluye una a través de la cual se pretende averiguar las prioridades que, según los entrevistados, tiene la sociedad española. Destaca la
opción por el «crecimiento económico sostenido», respuesta que marcan en primer lugar el
43% de los encuestados. Algo más de un tercio
se inclina inicialmente por «un buen sistema de
educación (primaria, secundaria y superior)».
Este último objetivo es el que recibe más menciones cuando se acumulan los porcentajes de
las tres primeras prioridades: cuatro de cada
cinco entrevistados lo señala. La lucha contra
las desigualdades sociales también se introduce
entre las tres prioridades más citadas, después
de la educación y el crecimiento económico
(Cuadro 6).
Esa mayor confianza en el sector privado
que en el sector público para hacer avanzar la
sociedad se asienta sobre una visión predomi-
15
Las fundaciones aparecen también recogidas en otros
conceptos de contenido más amplio citados en las respuestas, como «organizaciones sociales», «organizaciones nonprofit», «asociaciones civiles» o «sociedad civil en general».
113
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
los teóricos del conflicto parten de que la sociedad tiende más al disenso que al consenso y
resaltan la desigualdad en la distribución del
poder. Mantener una visión u otra de la sociedad
no es una cuestión puramente anecdótica: quien
entienda que la sociedad es antes comunidad que
rivalidad no considerará tan necesario invertir
esfuerzos en reforzar su posición social frente a las
de otros grupos sociales y estrechar los vínculos
con quienes la compartan.
última opción (Cuadro 7). Desde otra perspectiva, cabe afirmar que los entrevistados mantienen
una idea de la sociedad más próxima a las teorías
funcionalistas que a las teorías del conflicto. Si el
funcionalismo (desde una concepción de la sociedad como un sistema complejo cuyas partes funcionan coordinadamente en pro de la estabilidad) destaca la importancia de las necesidades
comunes y el valor de los objetivos compartidos
en el logro de la cohesión social y la solidaridad,
CUADRO 5. LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y DE LA SOCIEDAD
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan
todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
114
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA
CUADRO 6. LAS PRIORIDADES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan
todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
CUADRO 7. LA VISIÓN DE LA SOCIEDAD
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan
todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
mayoría muy holgada quienes piensan que las
grandes donaciones filantrópicas no son simplemente manifestaciones de altruismo, sino que
también reportan a quienes las efectúan ventajas o
beneficios de diverso tipo. Ocho de cada diez
entrevistados suscriben esta opinión. Quizá por
ello, aunque aproximadamente seis de cada diez
entrevistados se adhieren a la definición de «filántropo» que ofrece la Real Academia, según la cual
se aplica tal nombre a quien «se distingue por el
amor a sus semejantes y por sus obras en bien de
la humanidad», casi el 40% de los entrevistados no
acepta sin matices esta definición (Cuadro 8).
3.6. EL SIGNIFICADO DE «FILANTROPÍA»:
MÁS QUE SIMPLE ALTRUISMO Y MENOS
QUE RESPONSABILIDAD SOCIAL
En un país en el que la filantropía es poco valorada por la sociedad y la clase política y en el que
el régimen fiscal de las donaciones, según una
mayoría abrumadora de entrevistados, no es el
más adecuado para estimularlas, ¿merece la pena
desarrollar actividades filantrópicas? La pregunta parece retórica, pero la encuesta incluye información que permite conjeturar una respuesta
ambigua de los entrevistados. Así, forman una
115
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
CUADRO 8. FILANTROPÍA Y ALTRUISMO
N=74.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
Esos beneficios derivados de ser filántropo
justifican seguramente la destacada importancia atribuida a la filantropía en la educación
en valores de los propios hijos. Efectivamente,
el 90% de los entrevistados está «muy» o «bastante de acuerdo» con la afirmación según la
cual es importante enseñar a los hijos el valor
de la filantropía; de hecho, en lo que podríamos denominar la educación moral de los
hijos, se concede a este valor aproximadamente tanta relevancia como a los valores empresariales (llama la atención que, entre quienes se
consideran «profundamente» y «moderadamente» religiosos, abundan más los entrevistados que
atribuyen tanto a la filantropía como a los valores
empresariales mucha importancia).16 Ahora bien,
el contraste de estos resultados con los de otra
pregunta en que se pide a los entrevistados
que valoren la importancia de enseñar a los
hijos que la riqueza conlleva una responsabilidad social, ofrece indicios bastante claros de la
existencia de una preferencia normativa por el
concepto de «responsabilidad social» frente al
de «filantropía» (especialmente entre quienes
se consideran «poco» o «nada» religiosos).
Mientras que quienes manifestaban el máximo
grado de acuerdo con que es importante enseñar a los hijos el valor de la filantropía se quedaban algo por debajo de la mitad de todos los
entrevistados, tres de cada cuatro apostillaban
con un «muy de acuerdo» el enunciado que
relaciona la riqueza con la responsabilidad
social. De hecho, la enseñanza de responsabilidad social destaca como la más importante
de todas las que se incluyen en la encuesta,
por encima incluso de la que se refiere a la
gestión de la riqueza (Cuadro 9). Esa idea de
responsabilidad social parece brotar tanto de
un sentimiento de «obligación moral hacia la
sociedad» como de la creencia en valores
colectivos primordiales, como la justicia social.
Éstas son las dos respuestas que con más frecuencia señalan los entrevistados cuando –partiendo de que a menudo a uno le resulta más
fácil reconocer las razones de un acto propio
16
Un 52% de quienes se consideran «profundamente» o
«moderadamente» religiosos se declaran «muy de acuerdo»
con que «es importante enseñar a los hijos el valor de la
filantropía» frente a un 39% de quienes se consideran «poco»
o «nada» religiosos; en cuanto a la importancia de los valores
empresariales en la educación de los hijos, los porcentajes
correspondientes se sitúan en 48% y 31%, respectivamente.
116
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA
en la conducta de la gente a la que se siente
próxima– se les pregunta por las motivaciones
a las que «responden fundamentalmente las
actividades filantrópicas que llevan a cabo sus
amigos o conocidos» (Cuadro 10).
CUADRO 9. VALORES IMPORTANTES EN LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes horizontales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
CUADRO 10. FILANTROPÍA Y ALTRUISMO
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien porque la pregunta permitía respuestas múltiples.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
117
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
La distribución de opiniones sobre los valores
importantes para la educación de los hijos sugiere, en primer lugar, que filantropía y responsabilidad social no se perciben como equivalentes
semánticos en términos estrictos (ya que, de ser
así, los porcentajes de respuestas probablemente
se aproximarían más) y que enseñar a ser responsable socialmente adquiere un valor algo más alto
que enseñar a ser filántropo; en segundo lugar,
que –en contraste con lo que ha arrojado una
reciente encuesta a la elite económica estadounidense– enseñar a gestionar la riqueza e inculcar
valores empresariales no adquieren mayor importancia en la educación de los hijos que valorar la
filantropía o tener muy presente la responsabilidad social que lleva consigo la riqueza.17 Cabría
pensar que a este equilibrio entre unos y otros
valores subyace el escrúpulo de que la riqueza
pueda provocar en los hijos comportamientos
egoístas, desconsiderados o irresponsables: al
44% de los entrevistados con descendencia le
preocupa «bastante» el posible efecto negativo
que la riqueza puede tener en la vida de sus hijos,
y al 18% «mucho» (Cuadro 9).18
3.7. LA IMPLICACIÓN FILANTRÓPICA Y LA
FINALIDAD DE LAS DONACIONES
Ya se vio arriba que las fundaciones son percibidas por muchos entrevistados como uno de los
elementos del sector privado más relevantes para
el progreso de una sociedad como la española.
Aproximadamente siete de cada diez entrevistados tienen vínculos estrechos con fundaciones,
bien porque éstas están ligadas a sus familias,
bien porque ellos son miembros de uno o varios
patronatos.
Por una parte, 19 de los 74 entrevistados afirman participar en una fundación o institución
filantrópica de su familia; algo más de la mitad se
declara creadora de esa institución, el resto señala que fue erigida por algún antecesor. Diez de 19
entrevistados no contestan a la pregunta sobre el
importe aproximado del presupuesto anual de
«su» fundación. Esta no-respuesta obedece plausiblemente al desconocimiento del dato,19 lo cual
resulta bastante llamativo, toda vez que se trata
de una información crucial para el funcionamiento de una institución de esas características.
Las respuestas de las otras nueve personas que
proporcionan la información presupuestaria solicitada en la pregunta se dividen en tres: cuatro
entrevistados afirman que la fundación cuenta
con menos de un millón de euros anuales; dos,
con una cantidad que se sitúa entre un millón y
cinco millones; y otros tres, con una suma de
entre cinco y diez millones. Quince de los 19
entrevistados que participan en una fundación
de su familia forman parte, además, del patronato o consejo directivo de alguna otra institución
que lleva a cabo actividades filantrópicas (casi
todos ellos de dos o más).
Por otra parte, cerca de dos terceras partes de
los entrevistados que no sostienen una fundación
familiar ocupan puestos en patronatos, la mayoría también en más de una fundación. Así pues,
sólo en torno a una quinta parte de todos los
17
La encuesta, de abril de 2007, lleva por título US Trust
Survey of Affluent Americans y es la más reciente de las realizadas por la United States Trust Company desde 1993. La
muestra se compone de 264 individuos que cuentan con al
menos cinco millones de dólares en recursos invertibles,
excluido el valor de su residencia habitual. Nuestra encuesta
adaptó las preguntas incluidas en el US Trust Survey sobre la
enseñanza de valores a los hijos. Los porcentajes de entrevistados que en el US Trust Survey expresaron total conformidad
(«muy de acuerdo») se relacionan seguidamente:
– «Es importante enseñar a los hijos cómo gestionar su
riqueza» (83%),
– «Estimulo los valores empresariales en mis hijos»
(63%),
– «Enseño a mis hijos que tener riqueza no es sólo una
ventaja personal, sino también una responsabilidad social
importante» (59%),
– «Inculco a mis hijos que la filantropía es una responsabilidad importante para una persona rica» (54%).
Aunque tanto la diferente composición de la muestra
como el desigual enunciado de las preguntas impiden una
comparación estricta de los resultados, parece evidente que,
para los entrevistados estadounidenses, la capacidad de gestionar la riqueza y los valores empresariales representan la
premisa mayor. Esta clara conciencia, obviamente, no es
incompatible con la intensidad de las prácticas filantrópicas.
18
Con todas las reservas que hemos apuntado en la
nota anterior, los datos del US Trust Survey indican que esta
preocupación está algo menos extendida en Estados Unidos.
19
Carece de sentido la ocultación del dato, puesto que las
cuentas anuales de las fundaciones no tienen carácter reservado y forman parte de la documentación que debe ser
depositada en el Registro de Fundaciones.
118
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA
las artes plásticas o la música (Cuadro 12). La
dimensión social predomina, pues, en la actividad filantrópica de los entrevistados. Esto contrasta con los fines hacia los que, según el ya citado estudio de Ostrower, se orientan las preferencias de los filántropos en Estados Unidos, los cuales no entienden que el objetivo de la filantropía
deba consistir en combatir la pobreza y remediar
problemas sociales –algo que, a su juicio, compete fundamentalmente a las instituciones públicas–, sino fundamentalmente en promover «la
calidad de vida», potenciando aquella oferta de
bienes y servicios que a los gobiernos resulta difícil justificar y que poseen «un gran impacto en el
sentimiento de bienestar de todos» (Ostrower,
1995: 4).
entrevistados carecen de una vinculación institucional formal con una fundación (Cuadro 11).
Nueve de cada diez entrevistados que no participan en una fundación familiar declaran haber
realizado alguna donación con fines filantrópicos
en los tres últimos años, el 32% de ellos de más
de 6.000 euros de media anual (en torno al 10%
de más de 25.000 euros). Atendiendo a los objetivos que persiguen las fundaciones familiares y
las instituciones a las que se han realizado donaciones, destacan los relacionados con la ayuda a
colectivos sociales desfavorecidos dentro del país,
así como con la ayuda a los países pobres. Menos
peso tienen los objetivos relacionados con la promoción de instituciones educativas, y aún bastante menos los relacionados con la promoción de
CUADRO 11. VINCULACIÓN CON FUNDACIONES
*La suma de los porcentajes verticales no da cien porque algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
En torno al 80% de quienes han efectuado
donaciones aseguran tener claros los objetivos
que persiguen con ellas. Siempre las dirigen a la
misma institución casi la mitad de ellos, mientras
que una proporción algo menor no manifiesta
una fidelidad semejante (aunque sí tenga claros
los objetivos). Con todo, algunos indicios permiten cuestionar que la elección de los donatarios
responda a criterios muy exigentes. La elevada
proporción de «fieles» a una institución apunta
en ese sentido (aun cuando, lógicamente, también puede responder a una satisfacción muy elevada con la institución), como también el hecho
de que la mitad de los donantes reconozca no
tener en cuenta una característica tan importante como la de si la institución receptora de sus
donaciones es religiosa o laica. Entre quienes sí lo
tienen en cuenta, son más los que eligen instituciones con vinculaciones religiosas que quienes
optan por instituciones sin vínculo alguno con la
religión (Cuadro 13). Aunque los datos no son lo
suficientemente robustos como para formular
conclusiones categóricas, no avalan la imagen de
un «mercado filantrópico» en el que las fundaciones compiten por atraer donaciones,20 sino
más bien dejan entrever un panorama de instituciones acomodadas y probablemente con pocos
incentivos para la innovación.
20
Al estilo de los que han sido descritos para el caso estadounidense. Véase, por ejemplo, Wolpert y Reiner (1984).
119
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
gestión de actividades filantrópicas. Si fijamos
la atención en los que sí lo hacen, el 45% declara dedicar como máximo cinco horas al mes a
estas labores (es decir, en torno a una hora
semanal) (Cuadro 15). Si bien el porcentaje de
mujeres que dedican tiempo a la gestión de
actividades filantrópicas no es más alto que el
de los hombres, las que lo dedican lo hacen con
mayor intensidad que sus compañeros varones.
Tres de las cinco mujeres que declararon dedicar parte de su tiempo a la gestión filantrópica,
manifestaron consagrar más de treinta horas a
ello (mientras la misma dedicación sólo la reconocen tres de 33 hombres).
La implicación filantrópica de los entrevistados –o, con otras palabras, la trascendencia que
la filantropía cobra en sus vidas– revela su alcance en las respuestas que arrojan otras tres preguntas de la encuesta. En primer lugar, algo
menos de una quinta parte de los entrevistados
responde afirmativamente a la pregunta sobre si
tiene intención de efectuar un legado testamentario a alguna institución con fines filantrópicos;
no tienen intención de hacerlo el 41%, mientras
que el mismo porcentaje se muestra todavía
indeciso al respecto (Cuadro 14). La distribución
de respuestas a esta pregunta entre los mayores
de 64 años revela alguna diferencia de interés,
con un 25% de entrevistados dispuestos a testar a
favor de alguna institución con fines filantrópicos
(tres de cada cuatro de ellos, a instituciones dedicadas a promover la educación) y un parecido
porcentaje de indecisos (33%).
En segundo lugar, a pesar de que la mayoría
de entrevistados ocupa al menos un puesto en
el patronato de alguna fundación, la mitad
admite no dedicar regularmente tiempo a la
En tercer lugar, aproximadamente la mitad de
los entrevistados reconoce que en su círculo de
amistades es «poco habitual» hacer donaciones
de carácter filantrópico; a ellos habría que añadir
un 14% que confiesa que «no es habitual». Los
que cuentan con amigos familiarizados con el
mundo de la filantropía superan ligeramente el
30% (Cuadro 16).
CUADRO 12. OBJETIVOS DE LAS ACTIVIDADES FILANTRÓPICAS
N=74.
*Nota: Respuesta múltiple posible.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
120
EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA
CUADRO 13. CONSIDERACIÓN SOBRE SI LA INSTITUCIÓN DONATARIA
ES RELIGIOSA O LAICA
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
CUADRO 14. INTENCIÓN DE LEGAR EN TESTAMENTO A ALGUNA
INSTITUCIÓN FILANTRÓPICA
N=74.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
CUADRO 15. LA DEDICACIÓN DE TIEMPO A LA GESTIÓN DE ACTIVIDADES
FILANTRÓPICAS
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
121
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
CUADRO 16. EXTENSIÓN DE LA FILANTROPÍA ENTRE LAS AMISTADES
N=74.
*Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta.
Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008).
comenzar a entender la filantropía desde la perspectiva de las elites económicas españolas, sino
también para formular hipótesis que luego puedan ser contrastadas mediante otros métodos de
investigación, como las entrevistas en profundidad.
Ciertamente, los entrevistados no perciben
que el entorno institucional y cultural español
sea apropiado para el desarrollo de la filantropía.
Consideran que la filantropía no se valora suficientemente ni por la sociedad ni por la clase
política y que su escaso desarrollo responde,
sobre todo, a una falta de «fortaleza de la sociedad». Confían más en el sector privado que en el
público para hacer progresar la sociedad, que, a
su juicio, debería priorizar el crecimiento económico y la consecución de un buen sistema educativo. En general, valoran la filantropía, consideran que sus beneficios van más allá de los derivados de la manifestación de altruismo, vinculándola con la idea de responsabilidad social y obligación moral hacia la sociedad de la que forman
parte. No parece, sin embargo, que ese valor sea
tan elevado como para convertirse en un criterio
de afinidad personal o social, ya que en su círculo de amistades no abundan las personas que
efectúan donaciones a instituciones filantrópicas.
Quizá la filantropía sea un elemento de distinción, pero no necesariamente de «control social»
o de cohesión del grupo (aunque tal vez sí de
jerarquización dentro de él). Muchos de los
encuestados tienen vinculación formal con fundaciones a través de los patronatos y, aunque
dedican poco tiempo a la gestión de actividades
filantrópicas, realizan en mayor o menor medida
4. VISIÓN DE CONJUNTO Y REFLEXIONES
FINALES
La filantropía precisa para prosperar más que la
existencia de una elite económica poderosa formada por individuos cuyos valores personales los
empujan a dedicar una parte de su patrimonio a
dotar la provisión de bienes sociales y culturales
de los que, de otra forma, estarían privados sus
conciudadanos. Precisa, además, un entorno institucional y cultural favorable; es decir, un contexto en el que se conceda valor a las instituciones de la sociedad civil y se incentive su desarrollo, y en el que la opinión pública valore la filantropía y no la considere como un conjunto de
actos aislados, de escaso impacto e incluso sospechosamente interesados.
En este artículo hemos presentado un primer
análisis de los resultados de una encuesta dirigida a un amplio grupo de personas (todos los
miembros de los consejos de administración de
empresas cotizadas en Bolsa a 1 de marzo de
2008) dentro del cual cabía suponer que se hallaría una elevada proporción de filántropos. Las
causas del relativamente bajo índice de respuesta
a la encuesta (7%) pueden ser muy variadas. Por
supuesto, a la hora de valorarlas, no cabe hacer
abstracción de los problemas intrínsecos al método, pero tampoco parece razonable eludir la consideración del escaso interés de muchos miembros del universo investigado por contribuir a un
mejor conocimiento de sus pautas filantrópicas.
En todo caso, los resultados de la encuesta permiten extraer una serie de conclusiones tentativas que adquieren significación no sólo para
122
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En resumen, los datos de la encuesta esbozan
a una elite económica que no es ajena a los valores de los que se alimenta la filantropía, pero que
hasta el momento ha activado sólo escasamente
su potencial filantrópico. Quienes desarrollan
actividades filantrópicas parecen hacerlo más
por razones morales que pragmáticas y simbólicas (por utilizar los términos expuestos en el
segundo apartado de este capítulo). Seguramente no encuentran suficientes incentivos en el
entorno institucional y cultural, pero es dudoso
que acaben encontrándolos si ellos mismos no se
implican más en el reforzamiento de la sociedad
civil. El modelo de Estados Unidos, que más de
la mitad de los entrevistados señala como referente de filantropía, supone no sólo la existencia
de un Estado que no conciba y trate a los filántropos como competidores, sino como colaboradores. También requiere unas elites convencidas
de su capacidad de generar y desarrollar iniciativas que fortalezcan a la sociedad, poniendo cuidado en los objetivos, los medios y los resultados,
y sin renunciar por ello a la defensa de los mecanismos y los valores sobre los que se asienta el
funcionamiento de los mercados abiertos y las
empresas competitivas gestionadas con transparencia; requiere, sobre todo, unas elites económicas que integren la filantropía en sus proyectos
vitales, no como derramas ocasionales motivadas
exógenamente, sino como aportaciones al crecimiento y bienestar de una sociedad civil con la
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124
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE
LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
Elisa J. Sánchez Pérez
realizan las donaciones. El segundo motivo por el
que considero interesante el estudio de la filantropía centrado en España es porque creo que dicho
concepto condensa una serie de características idiosincrásicas de la sociedad española. Con el objetivo
de profundizar en esta comprensión amplia del
concepto de filantropía, el presente capítulo no
sólo describirá una situación, sino que también
intentará generar un debate sobre las razones del
presente para realizar propuestas de futuro.
El capítulo estudia la filantropía desde la óptica de las donaciones privadas y de sus causas, en
vez de centrarse en la actividad filantrópica y en
sus efectos sobre la sociedad. Esta decisión implica que el estudio analiza el volumen de donaciones realizadas en España, las características de
los donantes y las motivaciones que les mueven,
pero no profundiza en el análisis de las entidades
que canalizan estas donaciones. El motivo de esta
decisión no está en que identifique la filantropía
con las donaciones sino que al adoptar el término «filantropía» considero que estamos poniendo
el énfasis en la figura del filántropo y no en las
entidades, que por otro lado ya han sido objeto
de interesantes estudios, a los que remitiré en el
apartado correspondiente. Aunque este capítulo
va a estudiar sobre todo las donaciones monetarias, creo que otras formas de donación, como
son la de sangre u órganos, y otras actividades,
como las del voluntariado, también deberían ser
incluidas dentro del término filantropía.
Un segundo comentario sobre el enfoque del
presente capítulo se refiere a la especial atención
1. INTRODUCCIÓN
El objetivo de este capítulo es conocer la situación
actual de la filantropía en España y profundizar en
la comprensión de aquellos factores que la condicionan. Existen al menos dos motivos que hacen
interesante el estudio de la filantropía para el caso
específicamente español. El primero es la propia
relevancia de la actividad filantrópica, canalizada a
través de fundaciones y organizaciones no lucrativas que, por una parte, realizan funciones de provisión de determinados servicios, como es el fomento del deporte y la cultura, la ayuda a marginados
sociales o la mejora de la situación de países con
necesidades, y, por otra, colaboran en el desarrollo
de una sociedad civil rica a través de la articulación
de intereses, la sensibilización de la opinión pública o las experiencias de comunidad.1 En este sentido, es importante señalar que en España estas entidades son más dependientes de las donaciones privadas que en otros países europeos, pues el porcentaje de su financiación que proviene de esta fuente
es un 18,8% del total de su financiación frente al
7,2% europeo.2 Además, la cantidad donada por
habitante es también superior a la del resto de países de nuestro entorno, aunque muy inferior a la de
Estados Unidos. Estos datos nos empujan a reflexionar sobre las motivaciones de esta situación y el
conocimiento en mayor detalle de quién y cómo se
1
2
Pérez Díaz y López Novo (2003: 36).
Ruiz Olabuénaga et al. (2001: 226).
125
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
que prestará a los ricos como filántropos. Más
allá de cuestiones semánticas, estudiar el comportamiento específico de los ricos tiene especial
interés por varias razones. La primera es bastante evidente: la capacidad económica del rico hace
que su decisión pueda llegar a tener mayor
impacto cuantitativo que la de un no-rico. Segundo, los ricos no sólo tienen una mayor capacidad
de impacto debido a su mayor riqueza, sino también por tener una mayor visibilidad en la sociedad, lo que puede arrastrar a otros individuos a
donar. Tercero, los ricos tienen un comportamiento diferencial en el ámbito de la filantropía,
que es para ellos algo más que un acto de altruismo, muy relacionado con sus estrategias de distinción social y con la justificación de la riqueza
ante la sociedad.
El capítulo se estructura en dos partes. En la primera se analiza la situación actual de la filantropía
en España, usando para ello datos estadísticos que
nos permiten conocer el volumen de donaciones en
España y su evolución en los últimos años, algunas
características socio-económica de los donantes y
diferencias en su propensión a realizar donaciones
y en su tamaño en función de dichas características.
En esta parte se compara, además, la situación
española con la de otros países y se repasa la bibliografía relativa a entidades no lucrativas, beneficiarias de las donaciones, recopilando los datos básicos que las describen. Como vemos, la primera
parte del trabajo más que responder interrogantes,
nos los planteará, pues tras conocer la situación
actual es inmediato preguntarse por las razones
que la han generado. La segunda parte del trabajo
trata de ayudar en dicha reflexión al abordar algunas de las cuestiones que han condicionado y condicionan el nivel de filantropía en España, como
son la combinación de motivaciones laicas y religiosas, la filantropía como estrategia de distinción de
las élites o la relación entre el Estado y la actividad
filantrópica. Tras esta parte, concluyo.
filantropía en España y está compuesta por tres
apartados. El primero estudia el nivel de donaciones en España y las características de los
donantes, prestando especial atención al análisis de los filántropos en función de su nivel
socioeconómico y explotando para ello dos
fuentes que apenas habían sido utilizadas hasta
ahora con esta finalidad: los datos sobre donaciones de las declaraciones del Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y una
encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Por su parte el segundo y el tercer
apartado de esta primera parte están basados
en bibliografía sobre entidades no lucrativas,
estando dedicado uno a resumir la información
básica sobre estas entidades en España y el otro
a poner en perspectiva internacional el caso
español.
2.1. ANÁLISIS CUANTITATIVO DE LOS
FILÁNTROPOS EN ESPAÑA
En este apartado voy a usar dos fuentes de datos
como aproximación a la situación actual de la
filantropía en España: los datos sobre donativos
incluidos en las declaraciones del Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de la
Agencia Tributaria (AEAT) y el estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) titulado
«Ciudadanía y participación», basado en una
encuesta realizada en el año 2006.3
La primera fuente de datos es la contenida en
las declaraciones del IRPF,4 impuesto en el que
los donativos a entidades sin fines lucrativos son
deducibles de la cuota.5 Dado que la Agencia Tri-
3
Estudio del CIS nº 2632. El título de los gráficos que
aparecen a lo largo de este apartado incluirá entre paréntesis «AEAT» cuando la fuente sean las declaraciones del IRPF
y «CIS» cuando la fuente sea el estudio «Ciudadanía y participación».
4
La base de datos Badespe, del Ministerio de Economía
y Hacienda, que se puede consultar en la página web
www.estadief.meh.es, recopila información detallada de las
declaraciones desde 1982 hasta 2005. Los datos relativos a la
campaña Renta 2005 han sido obtenido en la página web de
la Agencia tributaria, www.aeat.es.
2. SITUACIÓN ACTUAL
Como he comentado en la introducción, esta
primera parte analiza la situación actual de la
126
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
butaria publica la cuantía de las donaciones
declaradas en las declaraciones desglosándola
por tramo de rendimiento e imputación,6 podemos estudiar el volumen de las donaciones en
función de la renta. En España esta fuente apenas ha sido utilizada con este fin, aunque numerosos estudios sobre donaciones de otros países
se han basado en ella.7
Al realizar este análisis hay que tener en
cuenta que la información recogida en las declaraciones se refiere a las rentas que los declarantes han percibido durante un año, mientras que
a nosotros nos gustaría conocer también su
riqueza. Además, la información recogida en las
declaraciones de la renta no es un reflejo exacto
de las rentas de los españoles,8 pues los individuos de rentas más bajas no tienen obligación de
hacer la declaración de la renta9 y porque existe
evasión fiscal. En cuanto a los datos sobre donaciones tampoco coinciden necesariamente con la
realidad. Los individuos que realicen donativos
estarán interesados en que les desgraven, sean
cuales sean sus ingresos, y conseguir esta desgravación no resulta complicado desde el punto de
vista burocrático, pues la mayoría de organizaciones beneficiarias de donativos envían a los
donantes los recibos necesarios para hacer la
declaración sin ni siquiera solicitarlo. Sin embar-
go, existen muchas situaciones en las que la
donación no se lleva a cabo a través de los cauces que permiten obtener el justificante necesario para la desgravación, como son la colecta de
los domingos en misa, actos benéficos en el colegio de los niños o la limosna a un mendigo. Y
probablemente el porcentaje de este tipo de
donativos sobre el conjunto de donativos sea
más alto en las rentas más bajas que en las más
altas. Además, los individuos a quienes la declaración les sale a devolver todo lo pagado no tienen incentivos a declarar donativos. Por último,
habría que contemplar la posibilidad de que
existieran personas que consideraran un deber
pagar íntegramente los impuestos y no utilizar
los donativos para disminuirlos y que, por tanto,
decidieran, pudiendo, no desgravarse.
En cuanto a las condiciones de la deducción de
los donativos de la cuota del IRPF, en la campaña
Renta 2005, la última cuyos datos están disponibles, era posible deducirse el 25% de los donativos, donaciones y aportaciones con derecho a
deducción. Entre las entidades que pueden ser
beneficiarias de dichos donativos están, entre
otras, las fundaciones y las asociaciones declaradas
de utilidad pública,10 las organizaciones no gubernamentales de desarrollo,11 las federaciones
deportivas, el Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales, las universidades
públicas, la Cruz Roja Española, la ONCE, las
fundaciones propias de entidades religiosas y las
entidades de la Iglesia Católica. Además, los donativos a determinados programas prioritarios de
mecenazgo, que van cambiando cada año, tienen
derecho a una deducción del 30%, y los realizados
en favor de fundaciones y asociaciones distintas de
las incluidas en la Ley 49/2002 a una deducción
del 10%. Por último, comentar que las bases de las
deducciones por donativos, no pueden superar el
10% de la base liquidable del ejercicio,12 Dado que
5
El IRPF es un tributo de carácter personal y directo que
grava la renta de las personas físicas de acuerdo con sus circunstancias personales y familiares. La Ley 49/2002 regula
actualmente las deducciones por donativos en dicho impuesto.
6
Los tramos de rendimientos e imputaciones se han calculado como diferencia entre el saldo neto de rendimientos
e imputaciones de rentas y la suma de la reducciones por
rendimientos de trabajo, prolongación de la actividad laboral, movilidad geográfica o discapacidad de trabajadores
activos, estando las reducciones limitadas por el importe de
los rendimientos netos del trabajo.
7
Rose-Ackerman (1996) para Estados Unidos, Chua y
Wong (1999) para Singapur.
8
Los datos no incluyen información sobre las Diputaciones Forales de las provincias vascas y Navarra.
9
En la campaña Renta 2005 no estaban obligados a presentar la declaración de la renta los contribuyentes con rendimientos íntegros del trabajo menores de 22.000 euros
anuales, entre otros supuestos. En dicha campaña se presentaron 17.105.088 de declaraciones, 74,5% de ellas por la
modalidad individual y 25,4% se acogieron a la modalidad
de declaración conjunta. Así que un cuarto de los datos que
utilizaré no se refiere a un individuo sino a al menos dos.
10
Incluidas en el ámbito de aplicación de la Ley 49/2002.
Incluidas en el ámbito de la Ley 23/1998, de 7 de julio,
de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
12
Salvo la base de la deducción de los donativos que dan
derecho a la deducción del 30%, que podrá alcanzar el 15%
de la base liquidable.
11
127
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
la AEAT proporciona información sobre la cuantía de la deducción y no sobre la del donativo,
para el análisis de las cantidades donadas multiplicaré la deducción por cuatro, suponiendo que
los donativos con derecho a deducción del 30 y
del 10% se compensan entre sí, además de ser
menos importantes, y que el límite del 10% de la
base liquidable no se aplica. Esta elaboración no
afecta a los gráficos y comentarios relativos al
porcentaje de individuos que declara haber
donado sobre el total de declarantes.
Por todos los comentarios que he realizado
sobre los datos fiscales que voy a utilizar, el análisis que sigue debe tomarse con cierta cautela, contrastando las afirmaciones con datos provenientes
de otras fuentes, tal y como intentaré hacer. Además de otros trabajos que iré indicando en cada
caso, utilizaré como contraste principal el estudio
«Ciudadanía y participación» del CIS, basado en
una encuesta realizada en enero del año 200613,
que no sólo nos permitirá observar el porcentaje
de individuos que decide donar según el grupo
socioeconómico al que declara pertenecer, sino
además clasificarlos por género, edad, estudios y
tamaño del municipio en el que viven. En cambio,
respecto a los datos fiscales esta encuesta no nos
ofrece información sobre la cuantía de las donaciones ni el nivel de ingresos de los entrevistados, sino
sólo sobre la clase social a la que dicen pertenecer.
Pasemos al análisis de los datos. En la campaña Renta 2005, hubo 1.794.516 declarantes que
declararon haber realizado donativos, lo que
supone un 10,5% del total de declaraciones. Este
dato resulta inferior al obtenido por el CIS,
según el cual un 26,2% de los 3.192 entrevistados
en enero de 2006 respondieron haber donado o
recaudado dinero para alguna causa en los últimos doce meses. En cambio, el porcentaje es
similar al 11,9% contabilizado en la Encuesta de
Presupuestos Familiares para los años 1990-91.14
Según la AEAT, el total donado y declarado en
la campaña Renta 2005 asciende a unos 330
millones de euros, lo que supone 184 euros de
media por donante. Este dato es muy superior al
obtenido en la Encuesta de Presupuestos Familiares15 para el año 1990-91 (45 euros), más cercano
al que Salamon et al. (2001) asignan a España
para el año 1995 (93 euros, aunque este dato se
refiere a euros donados por habitante, en vez de
por donante). En ambas comparaciones hay que
tener en cuenta que las otras dos fuentes se refieren a fechas bastante alejadas en el tiempo respecto al año 2005, que es para el que estamos
tomando los datos fiscales.
En los gráficos 1 y 4 observamos que, según
datos de la AEAT, tanto el porcentaje de individuos que declara haber realizado donativos como
la cantidad donada es directamente proporcional
a la renta, aunque en el caso de la cantidad donada la relación no se cumple en los dos tramos de
ingresos inferiores, los que declaran rendimientos inferiores a los 1.500 euros anuales. Mainar y
Marcuello (2002) encuentran esta misma relación
en los datos de la Encuesta de Presupuesto Familiares de 1990-91: mayor probabilidad de donar
a mayor nivel de ingresos pero relación menos
clara entre nivel de ingresos y cuantía de la donación. Brooks (2003) observa la relación positiva
entre nivel de ingresos y donación.
Si observamos ahora el porcentaje de individuos que dona clasificados según su condición
socioeconómica (gráfico 2), tal y como aparecen
en la encuesta del CIS, vemos que los que más
donan son los «Técnicos y cuadros medios»
(52%), seguidos de lejos por los «Directores y
profesionales», «Empleados de oficina y servicios» y «Pequeños empresarios» (32,8%, 33,3% y
30,7% respectivamente). En el extremo opuesto,
los que menos donan son los «Jubilados y pensionistas» y los «Parados» (17 y 19% respectivamente), aunque sorprende que los «Técnicos y
cuadros medios» superen ampliamente a «Directores y profesionales» y «Pequeños empresarios».
Parece que los resultados son coherentes con la
13
Los detalles sobre la encuesta pueden ser consultados
en la página web del CIS, www.cis.es.
14
García y Marcuello (2002: 180) utilizan la Encuesta de
Presupuestos Familiares del año 1990-91. Sin embargo, las
actualizaciones recientes de dicha encuesta no contienen
información sobre donativos a entidades no lucrativas.
15
128
García y Marcuello (2002: 180).
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
rencia entre lo que el CIS llama «Nuevas» y «Viejas» clases medias: son las «Nuevas clases medias»
las que más donan de las dos. En el apartado
siguiente analizaremos la filantropía como estrategia de distinción social y veremos que es un elemento clave de la identidad de los individuos que
ascienden en la jerarquía social.
relación positiva entre nivel de ingresos y donaciones observada en los datos fiscales. Igualmente la relación positiva entre clase social y porcentaje de individuos que afirman haber realizado
donaciones en los últimos doce meses (gráfico 3)
también se observa en la clasificación del CIS por
estatus socioeconómico. Sólo comentar la dife-
GRÁFICO 1. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE REALIZA DONACIONES
POR TRAMO DE RENDIMIENTOS E IMPUTACIONES, 2005 (AEAT)
Tramo de rendimientos e imputaciones (miles de
)
GRÁFICO 2. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE AFIRMA HABER DONADO
O RECAUDADO DINERO PARA ALGUNA CAUSA EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES
SEGÚN CONDICIÓN SOCIOECONÓMICA (CIS)
F
129
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
GRÁFICO 3. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE AFIRMA HABER DONADO
O RECAUDADO DINERO PARA ALGUNA CAUSA EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES
SEGÚN ESTATUS SOCIOECONÓMICO (CIS)
F
GRÁFICO 4. DONACIÓN MEDIA POR DONANTE (EUROS) POR TRAMO
DE RENDIMIENTO E IMPUTACIONES, 2005 (AEAT)
F
0,02% del total).16 De ellos, un 55% declaraba
haber realizado algún tipo de donativo, siendo la
Pasemos al análisis de la información relativa
a los individuos con mayores rentas, incluidos en
el tramo de más de seis cientos mil euros anuales
de rendimientos e imputaciones, que en el año
16
Este número parece muy bajo y, además, es probable que
no sea una muestra aleatoria del conjunto de individuos con
rentas superiores a los 600.000 euros anuales.
2005 estaba formado por 3.751 declarantes (un
130
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
más generosos, pues un porcentaje mayor de
ellos realiza alguna donación y, además, son los
que en media donan más. En el siguiente gráfico
analizamos la cantidad donada en proporción a
sus rendimientos, para ver si no sólo son los más
generosos en términos absolutos sino también en
relación a su renta.17
media de los donativos realizados por los declarantes de este tramo de 3.268 euros por donante, cuatro veces los donativos medios de los declarantes del tramo justo inferior a ellos, los de ciento cincuenta a seis cientos mil euros anuales. Aparentemente, parece que los declarantes del tramo
superior de rendimientos e imputaciones son los
GRÁFICO 5. CANTIDAD DONADA DIVIDIDA ENTRE RENDIMIENTOS
E IMPUTACIONES MEDIOS DE CADA TRAMO, 2005 (AEAT)
Tramo de rendimientos e imputaciones (miles de
)
En este caso, la cantidad donada es inversamente proporcional a los ingresos, de manera
que, aunque en cantidad los individuos incluidos en los tramos superiores donan más que el
resto, su esfuerzo no es tan importante en términos económicos, pues sólo supone un 0,29%
de sus ingresos, mientras que este porcentaje es
en medida del 0,44% para los individuos incluidos en el resto de tramos, excluyendo a los de
los tramos con rendimientos e imputaciones
inferiores a los 1.500 euros.
Analicemos ahora la magnitud agregada de
las donaciones. En conjunto, en el año 2005 fue-
ron declarados unos 330 millones de euros en
donaciones. Esta cantidad es muy inferior a la
que aparece en Ruiz Olabuénaga et al. (2001:
580) que equivaldría a 3.600 millones de euros,
excluidas las actividades relacionadas con el culto
religioso. En cuanto al volumen de las donaciones según tramo de ingresos vemos que los tramos de ingresos intermedios son los que mayor
volumen acumulan y, por tanto, los que mayor
impacto tienen en la financiación de las entidades sin ánimo de lucro.
De los anteriores datos se concluye que los individuos de mayores ingresos son los que individual-
superiores a los 600.000 euros anuales, si no son todos los
que realmente los obtienen, sean una muestra aleatoria del
total.
17
No incluye datos sobre individuos de los tramos con
rendimientos e imputaciones negativos o cero y menores de
1.500 euros.
131
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
mente más dan, aunque no de manera agregada ni
en proporción a su renta. Sin embargo, convencer
a uno de ellos de que done puede suponer un cam-
bio importante en el volumen agregado de donaciones. Vemos, además, que la filantropía no es en
absoluto territorio exclusivo de los ricos.
GRÁFICO 6. VOLUMEN TOTAL DE DONACIONES SEGÚN TRAMO
DE RENDIMIENTO E IMPUTACIONES DEL DONANTE, 2005 (AEAT)
F
primer año para el que disponemos de información, 1983, era en conjunto del 3%, siendo del
37% para los individuos con más de 600.000
euros en rendimientos e imputaciones. Durante
el período 1984-1991, cuando no existía posibilidad de deducción, los donativos declarados se
redujeron prácticamente a cero, aunque eso no
significa que dejaran de realizarse donativos sino
que no existía incentivo a declararlos. Volverán a
crecer a partir de 1992, alcanzando máximos en
1998 para descender al año siguiente y luego
volver a crecer hasta la actualidad. Aunque la
tendencia es similar en todos los tramos de
ingresos, las diferencias en el porcentaje de
donantes en los distintos tramos se han ido acentuando desde 1993. De hecho, mientras que el
porcentaje de donantes entre los individuos de
menores ingresos ha pasado del 3,5% al 12,5%
entre 1992 y 2005, el de los donantes del tramo
de mayores ingresos ha pasado del 23,8 al 55,4%
en esos mismos años.
Paso ahora al análisis de otras características
de los donantes que aparecen en la encuesta del
CIS y compararé los resultados con dos estudios
En cuanto a la evolución de las donaciones
declaradas a lo largo del tiempo, éstas están condicionadas tanto por cambios sociales que hagan
a los miembros de la sociedad más o menos propensos a donar como por cambios regulatorios
sobre el porcentaje de deducción aplicable,18
que pueden afectar tanto a la decisión de donar
como a la de declarar lo donado.19 En el gráfico
7, la línea negra continua muestra el porcentaje
de la cantidad donada que ha sido posible deducir de la cuota del IRPF del donante en cada
campaña del IRPF entre 1982 y 2005.20 Junto a
esta línea, aparecen otras tres que muestran el
porcentaje de individuos que declaran haber
realizado donativos, agrupados en tres tramos
de rendimientos e imputaciones, desde 1982
hasta 2005. El porcentaje de declarantes que
señalaban haber realizado alguna donación en el
18
Brooks (2003) plantea esta cuestión para el caso español.
Desde el punto de vista de la política económica, conocer si cambios en las deducciones fiscales aumentan las donaciones resulta muy interesante.
20
Palencia-Lefler Ors (2004).
19
132
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
econométricos realizados para España:21 el de
Mainar y Marcuello (2002) sobre un modelo
familiar de donaciones monetarias basado en
datos de la Encuesta de Presupuesto Familiares
de 1990-1991 y el de Brooks (2003), basado en
una encuesta realizada por CIRES en 199222.
Según la encuesta del CIS de 2006, las mujeres
donan más que los hombres (28,3% frente a
24%), lo que es consistente con el estudio de
Mainar y Marcuello (2002) en el que las familias
cuyo sustentador principal es una mujer tienen
una mayor probabilidad de ser donantes que si
el papel de sustentador principal corresponde
al hombre. Los datos de la encuesta del CIS del
año 2006 muestran que donan más los individuos de edad intermedia que los jóvenes o los
mayores (ver gráfico 8), mientras que Mainar y
Marcuello (2002) observan que edad y donación presentan una relación positiva. El porcen-
taje de donantes también es función positiva
del nivel de estudios tanto en la encuesta del
CIS (un 50% de los individuos con estudios
superiores dona, frente a un 9% de los individuos sin estudios y a un 18% de los que tienen
educación primaria) como en Brooks (2003)
Mainar y Marcuello (2002). Lo mismo sucede
en la relación entre tamaño del municipio y
donación. Sin embargo, con estos datos no
podemos saber si, por ejemplo, los habitantes
de las ciudades donan más porque son más
ricos o porque viven en la ciudad, es decir, no
podemos estar seguros de si lo que lleva a
donar más o menos a unos grupos u otros es lo
que les caracteriza (por ejemplo, ser hombre o
mujer) o terceros factores ligados con estos (por
ejemplo, que los hombres tengan menores estudios que las mujeres).
GRÁFICO 7. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE REALIZAN DONACIONES,
POR TRAMOS DE RENDIMIENTOS E IMPUTACIONES, 1983-2005 (AEAT)
F
21
Hasta el momento, son muy escasos los estudios cuantitativos sobre donaciones para el caso español.
22
El hecho de que los datos que utilizan ambos autores
para sus estudios estén tan alejados del momento en el que
escriben sus respectivos artículos (más de diez años en ambos
casos) nos da una idea de la escasez de datos para la investigación en este campo.
133
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
GRÁFICO 8. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE AFIRMA HABER DONADO
O RECAUDADO DINERO PARA ALGUNA CAUSA EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES
POR TRAMO DE EDAD (CIS)
F
dedicaban más de cuatro horas semanales a colaborar en las actividades del sector, además de
más de 475.000 empleos remunerados a tiempo
completo y unos gastos operativos que suponían
el 4% del PIB. Nos encontramos, por tanto, ante
un sector con un tamaño económico relevante.
Una característica diferenciadora del caso español es el mayor porcentaje de ingresos que las entidades sin ánimo de lucro reciben de la filantropía.
Así lo señala Ruiz Olabuénaga et al. (2001: 225),
que para 1995 estima que las donaciones privadas
supusieron un 18,8% del total de ingresos del sector no lucrativo español, frente al 7,2% europeo,
donde la financiación pública tiene un mayor protagonismo. Estamos ante un modelo español de
financiación, distinto del europeo, muy basado en
el altruismo, lo que convierte en especialmente
interesante la comprensión por qué existen filántropos en España y por qué donan lo que donan.
De los cuatro tipos de entidades no lucrativas existentes (asociaciones, fundaciones, entidades religiosas y cajas de ahorros),24 las funda-
2.2. EL SECTOR NO LUCRATIVO Y LAS
FUNDACIONES EN ESPAÑA
Mientras que el apartado anterior estudiaba las
donaciones a entidades no lucrativas, en este se
repasarán algunos datos sobre la importancia de
dichas entidades, sobre las que ya existen buenos
estudios para el caso español.23 Las entidades
que componen el sector no lucrativo son caracterizadas por Salamon et al. (2001: 19) como organizaciones privadas que no reparten beneficios,
controlan esencialmente sus propias actividades
y en las que participan voluntarios. En España en
1995, según Ruiz Olabuénaga et al. (2001: 214218), existían más de 250.000 organizaciones no
lucrativas, que percibían cerca de 26 millones de
dólares en cuotas, con unos 11 millones de personas asociadas y un millón de voluntarios que
23
Entre estas obras destacar el proyecto emprendido por el
Centro para Estudios de la Sociedad Civil de la Universidad
Johns Hopkins en 1990, que en España ha sido desarrollado
por el equipo dirigido por Ruiz Olabuénaga y financiado por
la Fundación BBVA, materializándose en la obra Salamon et al
(2001). Pérez Díaz y López Novo (2003) realizan un interesante estudio sobre el tercer sector social, basado en datos de
encuesta. Ver también García Delgado (2004).
24
Según la clasificación realizada en Pérez Díaz y López
Novo (2003: 109).
134
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
ciones son las que más claramente se encuadran
dentro del fenómeno de la filantropía,25 pues
nacen de la voluntad del fundador, quien destina parte de su patrimonio a los fines que decide dar a la fundación, fines que según la Constitución española, deben ser de interés general.26
2.3. COMPARACIÓN CON OTROS PAÍSES
«Muchos ricos, pero pocos filántropos», es el titular de un artículo aparecido en noviembre del
año 2007 en el periódico El País, en el que se afirmaba que en España el fenómeno filantrópico no
ha adquirido una importancia proporcional al
crecimiento del número de ricos que se ha vivido
en los últimos años. Pero, ¿tiene realmente España un bajo nivel de actividad filantrópica? Es
verdad que no existen filántropos al estilo de los
grandes norteamericanos, ahora identificados en
Bill Gates o Warren Buffet y en el pasado en personajes como Carnegie o Rockefeller. Un motivo
importante para que esto fuera así hasta hace no
mucho era la falta de millonarios del calibre de
los estadounidenses. Sin embargo, en los últimos
años el número de grandes ricos españoles ha
crecido espectacularmente. De hecho, mientras
que en el año 1997 el único millonario que aparecía en la lista de la revista Forbes era Emilio
Botín, en la de diez años más tarde, la de 2008,
aparecen dieciocho españoles entre las personas
con una fortuna de más de 1.000 millones de
dólares,32 aunque su fortuna siga sin ser tan
inconmensurable como las de los mayores millonarios del mundo. Y, en cambio, no parece que
las fundaciones españolas estén creciendo a la
misma velocidad que el número de ricos.
A pesar de carecer de estos filántroposmillonarios mediáticos, según Salamon et al.
(2001: 580), España es el segundo país en dólares donados por habitante (123 dólares) de los
veintidós analizados en el estudio de la Universidad Johns Hopkins, justo detrás aunque alejada de Estados Unidos (277 dólares por habitante) y muy por encima de países como Alemania (40 dólares) o Japón (54 dólares). Es,
además, uno de los países en los que el sector
no lucrativo es más dependiente de las dona-
Las fundaciones en España cuentan con una
larga historia. De hecho, el 26,5% de las existentes en la actualidad fue creado con anterioridad
a 1960.27 Aunque fueron denostadas por los liberales ilustrados por considerarlas vestigios del
Antiguo Régimen y se vieron afectadas por las
leyes desamortizadoras, la Ley de Beneficencia
de 1849 admitió su existencia y reconoció su
capacidad para adquirir bienes. Dicha ley fue la
que rigió en España hasta 1994, año en el que se
emanó la Ley de Fundaciones28 antecesora de la
actual, la Ley 50/2002.29
Según expone Viaña Remis (2007) en el
reciente informe publicado por FUNCAS,30 en
España existen 2.500 fundaciones activas,31 que
emplean 86.000 trabajadores asalariados (0,5%
del empleo agregado) y reciben el apoyo de
45.000 voluntarios. Realizan 2.400 millones de
euros de transferencias sociales en especie, siendo su actividad más frecuente los servicios sociales (40% del total de fundaciones), la educación e
investigación (25%) y cultura, deporte y ocio
(23%).
25
Excluyendo las fundaciones de empresas y las fundaciones públicas, que no son fruto de la voluntad de un individuo o grupo de individuos, sino de empresas o de la administración pública.
26
Artículo 34.1 de la Constitución y 2.1 y 3 de la Ley
50/2002.
27
Pérez Díaz y López Novo (2003: 164).
28
Ley 30/1994 de Fundaciones y de Incentivos Fiscales a
la Participación Privada en Actividades de Interés General,
de 24 de noviembre.
29
Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones. Ver
Pérez Díaz y López Novo (2003: 114-125) para un análisis
detallado de la legislación relativa a fundaciones.
30
El capítulo de Viaña Remis está basado en la encuesta
FONCE-2001. Los resultados son mostrados con más detalle
en Jiménez y Viaña (2007).
31
Existen 7.150 fundaciones registradas pero muchas de
ellas están inactivas.
32
www.forbes.com. En la de 2008 aparecen por orden:
Amancio Ortega (puesto 22 del ranking mundial), Rafael del
Pino y familia, Alicia Koplowitz, Manuel Jove, Esther Koplowitz, Isak Andic, Rosalía Mera, José María Aristrain, Emilio
Botín, Florentino Pérez, Juan Abelló, Gabriel Escarrer, Enrique Bañuelos, Luis Portillo, Alberto Cortina, Alberto Alcocer,
José Manuel Loureda, Luis del Rivero.
135
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ciones privadas, como comenté en el punto anterior, debido a que el porcentaje de su financiación
que proviene de éstas es muy alto en comparación
con otros países (18,8% del total de la financiación,
respecto a una media del 7,2% para Europa occidental), tal y como vemos en el gráfico 9.
GRÁFICO 9. PORCENTAJE DE LOS INGRESOS DEL SECTOR NO LUCRATIVO
PROVENIENTE DE DONACIONES PRIVADAS (EJE X) Y DÓLARES DONADOS
POR HABITANTE (EJE Y), 1995
Fuente: Elaboración propia a partir de Salamon et al., 2001: 580
De los datos se puede inferir que la diferencia
del modelo español respecto a, por ejemplo, el
estadounidense, país que puede ser considerado
una referencia en el ámbito de la filantropía,
podría estar en que, aunque el conjunto de los
ciudadanos realiza un alto nivel de actividad
filantrópica, los millonarios españoles son menos
generosos que los americanos, como de hecho se
deducía de los datos fiscales analizados en el
apartado 2.1. El cambio en la actividad filantrópica en España ahora vendría por que estos nuevos millonarios comenzaran a dar tan generosamente como parece lo hacen el resto de españoles. La aparición de estos millonarios ha sido
muy rápida y tal vez sea necesario un proceso de
adaptación hasta que adopten las costumbres que
sus homólogos americanos practican desde hace
décadas, y entre las que está la filantropía.
Las diferencias en los niveles de filantropía
entre países son consecuencia principalmente de
diferencias culturales, aunque cuestiones jurídicas
sobre el régimen de las donaciones también pueden tener un efecto importante. Además, el nivel
de desarrollo del país influirá en la capacidad de los
individuos para compartir parte de sus ingresos
con los demás, pues como vimos en el apartado
2.1, las donaciones son función de las rentas de los
individuos. En cuanto a las diferencias de tipo cultural, señalar como importantes la religión predominante en el país, el concepto de patrimonio
familiar y los modelos de transmisión de la riqueza
entre generaciones o el tamaño del Estado. En la
siguiente parte analizaremos algunos de los rasgos
culturales que pueden diferenciar el caso español.
3. ¿POR QUÉ DONAN LOS FILÁNTROPOS?
Esta segunda parte del capítulo profundiza en el
análisis de algunos de los aspectos sociales y cul-
136
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
ditos ilustrados.33 En 1861 Concepción Arenal
obtiene el premio de la Real Academia de las
Ciencias Morales y Políticas por su obra La beneficencia, la filantropía y la caridad,34 en la que nos
proporciona las siguientes definiciones de filantropía y caridad:
• «Filantropía es la compasión filosófica, que
auxilia al desdichado por amor a la humanidad y la conciencia de su dignidad y de su
derecho.
• Caridad es la compasión cristiana, que
acude al menesteroso por amor de Dios y
del prójimo.»
La caracterización que Arenal hace de la filantropía y la caridad capta la diferencia clave existente entre ambos conceptos, consistente no en
sus beneficiarios (el «desdichado» y el «menesteroso») sino en las motivaciones que subyacen a la
decisión de llevarlas a cabo: en el caso de la filantropía el «amor a la humanidad y la conciencia
de su dignidad y de su derecho», mientras que en
el de la caridad el «amor de Dios y del prójimo».
Esta diferente motivación genera una diferencia
sustancial entre ambos conceptos: «filantropía es
la compasión filosófica», «caridad es la compasión cristiana». Concepción Arenal considera la
acción en favor de los necesitados no sólo un
deber religioso sino moral y la duplicidad de
motivaciones, la religiosa y la laica, una riqueza.
Esta transmutación de la caridad de virtud religiosa a virtud secular es una característica definitoria de la Ilustración, que considera el amor al
hombre por el hombre como una máxima.
Sin embargo, no todos los contemporáneos de
Arenal creían tan compatibles filantropía y caridad, precisamente por el cariz laico de la primera. Antes de que Arenal enviara su obra al concurso, en 1850, el diario religioso-social El Áncora publicaba un artículo anónimo titulado «La
caridad y la filantropía», en el que la filantropía
turales que influyen en la existencia de filántropos y en el nivel de filantropía existente en España. La reflexión se articula en torno a tres debates en estrecha relación con la filantropía y recurrentes en la cultura española. El primero se
refiere a los móviles de los filántropos y expone
cómo motivaciones laicas y religiosas han estado
enfrentadas durante largo tiempo. Aprovecharemos la discusión para reflexionar sobre las motivaciones personales que actualmente llevan a la
filantropía. El concepto de filantropía está muy
ligado al surgimiento de una nueva clase social,
la de los burgueses, que se sienten obligados a
justificar de algún modo su ascenso social, alcanzado a través de la acumulación de riqueza. De
este modo, el segundo debate planteado es el de
la función que la sociedad ha asignado a los ricos
y el de la filantropía como estrategia de distinción de las élites, siendo temas anexos a éste el
del concepto de patrimonio familiar y personal y
el de los sistemas de transmisión de la riqueza
entre generaciones. Por último, se analiza la relación de la filantropía con el Estado. Por una
parte, actividad filantrópica y Estado del bienestar proporcionan en ocasiones servicios similares,
de manera que el tamaño del Estado puede tener
un efecto expulsión en relación a la actividad
filantrópica. Por otra parte, el Estado puede
intervenir en la actividad filantrópica a través de
una legislación y unos incentivos fiscales favorables a ésta. Ambas posibilidades son tratadas en
el tercer apartado.
3.1. FILANTROPÍA Y CARIDAD: MOTIVACIONES
DE LA FILANTROPÍA
La filantropía es uno de los conceptos claves de
la Ilustración, de manera que el término se
difundirá en España junto con ella. De hecho,
mientras que «beneficencia» y «caridad» eran
palabras usadas desde antiguo en España, la voz
«filantropía» había aparecido por primera vez en
el diccionario de la Real Academia en 1843 y
«filántropo» aparecerá en la edición de 1884,
aunque ambas palabras se utilizaban ya en el
último cuarto del siglo XVIII por unos pocos eru-
33
Soubeyroux (1980) comenta que la palabra filantropía
ya era mencionada por Covarrubias en Tesoro de la lengua castellana o española (1611) y nos da dos ejemplos de su uso en
la España de finales del XVIII.
34
La obra será publicada en 1894.
137
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
índice editado por el Apostolado de la Prensa en
1900: «La caridad abraza al alma y al cuerpo; la
filantropía sólo al cuerpo y de una manera
imperfecta». La contraposición de la filantropía
frente a la caridad no se agotará en estos años.
En 1954 se representa una obra de Bordas Flaquer de título «Caridad y filantropía» en la que
nuevamente el término negativo es el segundo. Y
finalmente el papa Benedicto XVI, durante una
audiencia concedida este mismo año, en un
intento de diferenciación (quizá más que de contraposición) destacó que los organismos de caridad católicos no son meras organizaciones filantrópicas, sino testigos del amor de Cristo.
En la actualidad la dualidad entre motivaciones laicas y religiosas ha dejado de ser un problema, y más bien podríamos considerarla una riqueza, tal y como hacía Arenal. En el siguiente apartado veremos que junto a estas dos motivaciones,
que podemos considerar morales, existen otras
que podríamos definir como sociales, para las que
la filantropía es una forma de lograr fines distintos al bien común, como es la consideración social
o el debilitamiento de tensiones sociales. Sin
embargo, antes de terminar el apartado quiero
añadir una última motivación que, sin ser moral,
recoge elementos de fe y de moral a la vez. Lo ilustro con un personaje pintado por Benito Pérez
Galdós en Las novelas de Torquemada, publicadas
entre 1889 y 1895 y que trancurre en el Madrid de
finales del XIX: el avaro Francisco Torquemada.
La primera vez que Torquemada decide dar algo
de su dinero a los necesitados es cuando, estando
gravemente enfermo el hijo a quien quiere con
locura, liga la posibilidad de que el niño sane a su
propia generosidad. No hay en él una obligación
religiosa, al menos no directamente, pues Torquemada no cree en Dios, desde luego no en el Dios
católico, tal vez en un ser superior, un arquitecto
duro, capaz de arrebatarle a su hijo después de
habérselo dado. Pero sí siente un deber moral, un
deber que esconde a sí mismo el haber incumplido, intentando buscar en los demás una corroboración de su generosidad, que le ayude a considerar injusta la acción divina que le arranca al hijo
de sus manos. Y entonces, Torquemada da. Da
para que ese ser en el que ni siquiera cree pero
es considerada «obra del egoísmo, de ese interesado amor al yo, esencialmente enlazado a lo que
hay de material en el hombre, y que existe fuera
y con independencia de toda ley natural; la caridad es, por el contrario, la obra de aquella abnegación completa del yo, cuya sublime enseñanza
ha predicado el Evangelio». En 1863 Eulate y
Moredo exclamaba en un discurso leído en la
Universidad Central en Madrid, titulado Filantropía, caridad, beneficencia, lo siguiente: «Filantropía, caridad! He aquí, Ilmo. Sr., dos palabras de
bien diversa significación: la filantropía, moneda
falsa de la caridad,35 auxilia al que padece, por inspiración natural, independientemente de otro
sentimiento; socorre al pobre porque le repugna,
y es necesario alejarlo para que no turbe los
goces del filántropo. La caridad atiende al desgraciado, no sólo por ser nuestro semejante, sino
que lo hace principalmente por amor a Dios». En
1888, en un discurso pronunciado por el cura de
Amusco (Palencia) ante la Junta General de San
Vicente de Paúl, titulado (una vez más) La caridad
y la filantropía36 se vuelve sobre el tema: «Siendo
en nuestros días franco y sistemático el empeño
con que el racionalismo pretende sustituir a la
caridad con la filantropía…». El índice editado
por el Apostolado de la Prensa en 1900 ahonda
sobre lo mismo: «La caridad para con el prójimo
es un precepto divino, la filantropía es un sentimiento meramente humano». La laicidad de la
filantropía no sólo será criticada por sus motivaciones sino también por sus fines, al considerar
los críticos de la filantropía que ésta sólo se ocupa
de las necesidades materiales, sin darse cuenta
de que el ser humano tiene también necesidades
espirituales que deben ser cubiertas, tal y como
hace la caridad. Así el cura de Amusco antes citado, en su discurso de 1888 decía: «Según la filantropía el hombre no tiene otras necesidades atendibles que las que se refieren a su cuerpo, y a lo
más a su inteligencia; mientras que la caridad,
sin olvidar unas y otras necesidades, atiende con
preferencia a las que se refieren al alma.» En el
35
36
Cita de Chateaubriand.
Ver González (1889).
138
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
que es el único a quien puede reclamar, perdone
la vida al hijo. Pérez Galdós capta en Torquemada
una humanidad que conmueve por resultar familiar, ese chantaje ante los designios divinos, en un
intento de lavar una conciencia que no podemos
evitar ligar con las desdichas. Ese dar es atemporal, más allá de las motivaciones religiosas o morales. Aún hoy podemos encontrar ejemplos de
filántropos nacidos a tal condición a partir de una
vivencia personal dura.37
crear unos nuevos. La filantropía se erige así en
un rasgo de diferenciación y de justificación ante
una opinión pública que acaba de aparecer en
escena. Ejemplo de nuevo rico para el que resulta evidente que enriquecerse no implica automáticamente dar el salto a una clase social superior
es el del referido Torquemada de Pérez Galdós,
quien pasa de usurero de las clases bajas a gran
inversor de la bolsa al mismo tiempo que sufre
una transformación radical en las apariencias y
costumbres, entre las que estará precisamente la
de participar en acciones caritativas.
Muchas de las actividades relacionadas con
este dar para ser vistos han sido llevadas a cabo
por mujeres y tienen lugar en coincidencia con
festividades, por ejemplo, las rifas benéficas
durante las fiestas patronales o las corridas de la
beneficencia, convirtiéndose la caridad en un
elemento de sociabilidad. Esta forma de filantropía en ocasiones es pura competición lúdica,
como refleja el largometraje Plácido de José Luis
García Berlanga, de 1961, en el que los ricos de
una pequeña ciudad de provincias, siguiendo el
eslogan «ponga un pobre en su mesa», invitan
cada uno a un pobre a cenar a casa por Navidad,
disputándose el ser quien mejor trate a «su
pobre». Esta competición entre miembros de las
clases medias no es exclusiva del caso español,
sino que también las clases medias urbanas victorianas participan en este tipo de eventos como si
de un deporte se tratara, tal y como satirizó Dickens en Bleak House, escrita en 1852-53.39 Tampoco ahora estamos inmunizados contra este dar
para ser visto, siendo un ejemplo de ello los telemaratones de Navidad o los reportajes en los que
personajes famosos (futbolistas, empresarios,
actrices y demás habituales de la prensa del corazón) aparecen realizando obras en pro de los
necesitados.
Sin embargo, las discusiones sobre filantropía a finales del siglo XIX superan el marco de
las apariencias y se insertan en la más amplia y
controvertida cuestión de la función social de la
riqueza. Una de las posturas más extendidas en
3.2. LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA RIQUEZA
Y LA FILANTROPÍA COMO ESTRATEGIA
DE DISTINCIÓN SOCIAL DE LAS ELITES
Una tercera motivación para llevar a cabo acciones en favor de los necesitados, junto al amor al
hombre por el hombre y la caridad cristiana, es la
de ser vistos por los demás. La sociedad realiza
una valoración del hecho de participar en la
acción filantrópica y esto incentiva a su realización. En concreto, las acciones filantrópicas pueden ser consideradas un rasgo de prestigio social,
que distingue a los pertenecientes a un determinado estrato. Esta valoración social será muy
característica de la actividad filantrópica en
España.
En el siglo XIX, para beneficiarse de la caridad, los pobres deben respetar la jerarquía que
impone un sistema de beneficencia paternalista,
que en ningún caso pretende una transformación
radical de la estructura social, en la que los
pobres dejen de serlo, sino que acepta su existencia casi como la forma de cumplir con el precepto cristiano de la caridad.38 A su vez, para la
clase media y alta participar en las acciones caritativas implica el reconocerse como tal, precisamente en una época en la que los parámetros de
inclusión en las distintas clases sociales del Antiguo Régimen han desaparecido y es necesario
37
Un ejemplo de esto es el de Amancio Ortega y Rosalía
de Mera, fundadores de Inditex y dos de las personas más
ricas de España, que decidirán crear la Fundación Paideia a
raíz del nacimiento de un hijo con discapacidad psíquica.
38
Bahamonde y Martínez (2005: 478-479).
39
139
Cavanagh (2007).
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
sociedad.42 Por el contrario, en sociedades como
la española es más habitual sentirse deudores no
con la sociedad, sino con la familia. De este tipo
de consideraciones sobre las causas del enriquecimiento se derivan también las distintas formas
de transmisión de la riqueza entre generaciones.
Si se considera que el enriquecimiento se le debe
a la familia, las herencias recaerán sobre ésta,
mientras que si es la sociedad la que ha favorecido este logro, será ésta la que se beneficie.43
la época es la de considerar a los ricos como
meros administradores de una riqueza que pertenece a la sociedad, siendo los burgueses los
ciudadanos mejor capacitados para lograr
hacerla fructificar y conseguir así beneficiar al
conjunto de los ciudadanos. Esta postura fue
defendida, por Gumersindo de Azcárate, presidente del Ateneo Científico de Madrid, quien
en 1892 pronunciaba un discurso, inspirado en
un artículo del filántropo norteamericano
Andrew Carnegie titulado «Wealth»,40 en el que
propugnaba para los millonarios la sustitución
del concepto de propietarios por el de administradores de la riqueza de la comunidad.41 De
este modo, no se interfería en el enriquecimiento de los ricos al justificarlo como un bien
social. Esta es la postura que Pérez Galdós pone
en boca del citado Francisco Torquemada,
quien, con cierta ironía, defiende ante sus conciudadanos su papel de administrador de la
riqueza y no de dueño absoluto de ésta, a pesar
de que resulte evidente que a la hora de amasarla no pensó en la sociedad, sino sólo en sí
mismo.
Otro tipo de reflexiones en torno a la riqueza
se refiere a las formas de alcanzarla. En este sentido, la filantropía puede derivarse de considerar
que el estatus privilegiado no se logre únicamente por méritos propios, sino que exista un factor
suerte que hace rico al rico y pobre al pobre, sin
ser uno y otro merecedores de su condición.
También, puede ser consecuencia del reconocimiento por parte del rico de una deuda contraída con la sociedad en la que ha hecho fortuna.
Esta es la idea defendida por los filántropos americanos clásicos, como Rockefeller, cuyo hijo
expone en sus memorias que la tradición filantrópica de su familia estaba basada en la consciencia de que, habiendo sido enormemente bendecidos, era su obligación devolver algo a la
3.3. FILANTROPÍA Y ESTADO
En este apartado se estudian distintos aspectos
de la relación entre el Estado y la filantropía. En
ocasiones la filantropía desempeña funciones
similares a las del Estado del bienestar, tales
como la atención a personas con discapacidad o
el fomento de actividades culturales. Esta coincidencia en fines entre filantropía y Estado puede
afectar al nivel de actividad filantrópica de un
país.44 Así, se ha observado que en países donde
el Estado del bienestar es muy fuerte el nivel de
donaciones es bajo, como sucede en Alemania, y
el efecto opuesto cuando es débil, como sucede
en Estados Unidos.45 Este hecho podría explicar
la mayor importancia de las donaciones privadas
en España, tal y como se expuso en el apartado
2.3, pues nuestro Estado del bienestar es reducido en comparación con la media europea.46 Mainar y Marcuello (2002) observan el efecto expulsión provocado por el sector público para el caso
de las comunidades autónomas españolas, siendo
42
Rockefeller (2004: 187).
Ver Pérez Díaz y López Novo (2003: 43) para una reflexión sobre el individualismo y el familismo en relación con
la filantropía.
44
Este efecto fue estudiado por Steinberg (1987), entre
otros.
45
Mientras que Alemania presenta uno de los niveles
más bajos de Europa en donaciones privadas (40 dólares por
habitante en 1995), Estados Unidos se encuentra a la cabeza
mundial (278 dólares), según Salamon et al. (2001).
46
Según la Comisión Europea, en el año 2005 el gasto en
protección social en España representaba un 20,8% del PIB
mientras que en Alemania era el 29,4% y la media Europea
el 27,2%.
43
40
El artículo original fue publicado en North American
Review en 1890 y traducido por la Institución Libre de Enseñanza, que lo publicó en el Boletín de la Institución Libre de
Enseñanza del 5 de septiembre de 1890.
41
Villacorta Baños (1985: 178) analiza este discurso al
hilo de su reflexión sobre el pensamiento reformista de los
ateneistas.
140
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
las donaciones menos probables y de importe
inferior en aquellas regiones con mayor gasto
público. El Estado también puede intervenir en
el nivel de filantropía financiando él mismo la
actividad de las entidades no lucrativas. En este
caso el Estado puede tener tanto un efecto sustitución, que reduzca el nivel de donaciones privadas, como atracción, que las aumente. Marcuello
y Salas (2001) constatan que para el caso español
se produce el efecto atracción.
Otra forma en la que el Estado puede incentivar las donaciones es a través de las deducciones
fiscales, como vimos en el apartado 2.1. Comentar aquí que el hecho de que las donaciones sean
deducibles en el IRPF supone un gasto para el
Estado (en el año 2005 el Estado ingresó 82,5
millones de euros menos debido a esta partida).
Es importante reflexionar sobre si es justo la
deducción o no. A fin de cuentas el Estado realiza una labor social importante, mientras que
podría ser discutible la utilidad o eficacia de la
actividad desarrollada por alguna de las entidades beneficiarias de los donativos que dan derecho a deducción. En contra de este argumento
decir que la pluralidad de actores sociales es fundamental para que exista una sociedad civil rica
y las organizaciones no lucrativas son una buena
manera de fomentarla.
Los dos efectos opuestos que puede generar el
Estado en su relación con la actividad filantrópica no son una novedad de nuestro tiempo. En
España, la implantación del Estado liberal a lo
largo del siglo XIX implicó el desmantelamiento
del sistema de caridad del Antiguo Régimen. Dos
serán entonces las formas de afrontar el problema de la pobreza, ambas fruto de la Ilustración.47
Por una parte, muchos intelectuales de la época,
inspirados en el propio Montesquieu, consideran
que es obligación del Estado atender una serie de
necesidades sociales. Éste irá haciéndose cargo
progresivamente del sistema de beneficencia
pública, antecesor del actual Estado del bienestar. Pero, junto a esta visión, la caridad hacia el
pobre se ve impulsada por las ideas humanitaris-
47
tas de la Ilustración, basadas en el amor al hombre. Surgirán así nuevos modelos organizativos
con los que hacer frente a las múltiples necesidades no atendidas por el Estado.
Ambas soluciones, la estatal y la particular, no
sólo buscan el alivio de las evidentes necesidades
de una sociedad pobre y atrasada, sino que también persiguen como objetivo el control social.
De hecho, el Estado decimonónico, adoptará una
postura fuertemente intervencionista en relación
al sistema de beneficencia, consciente de que éste
podía ser una palanca de transmisión de ideas
revolucionarias. En la Ley General de Beneficencia de 1849,48 que constituye el punto de partida
de la regulación sobre las fundaciones en España
y que estuvo formalmente en vigor hasta 1994, el
Estado somete a su control a los establecimientos
de beneficencia, a través de las Juntas Provinciales y Municipales de beneficencia. Además, establece que todos los establecimientos de beneficencia sean públicos, a excepción de «los que se
costeen exclusivamente con fondos propios,
donados o legados por particulares». Según el
Decreto e Instrucción de 14 de marzo de 1899,49
al Gobierno corresponde «el protectorado de la
beneficencia, en cuanto afecta a las colectividades
indeterminadas». Sólo a finales del siglo XX y ya
en plena democracia las administraciones públicas han tendido a disminuir su nivel de interferencia en la actividad de las entidades sin ánimo
de lucro.
Por su parte, los filántropos también pretenderán el control social de la filantropía. El final
del siglo XIX es una época atravesada por las
revoluciones obreras, los debates en torno a los
sistemas de distribución de la riqueza y los derechos de propiedad, y la filantropía actuará como
vía intermedia entre el reparto igualitario pero
forzoso de la riqueza entre los miembros de la
sociedad y el acaparamiento de ésta por quienes
48
Real Decreto del día 20 de junio de 1849, publicado en
la Gaceta de Madrid del día 24 de junio de 1849.
49
Esta norma refunde normas anteriores: Decreto e Instrucción del 27 de abril de 1875, 27 de enero de 1885, Reales decretos de 23 de mayo de 1879, 27 de julio de 1881, 3
de marzo de 1885, y 11 de marzo de 1890.
Geremek (2003: 252).
141
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
de socorros mutuos); 606 conferencias de San
Vicente de Paúl (dedicadas a visitar familias,
regularizar matrimonios, legitimar hijos e instruir a niños y adultos); 1.340 de índole religiosa
(misas, aniversarios, capellanías, cofradías, cultos, fiestas religiosas).
Vemos pues, que con independencia de los
fines perseguidos, la filantropía ha desarrollado y
desarrolla una función social muy importante y
que los poderes públicos cuentan con los medios
para fomentarla.
eran capaces de ello. Además, la pobreza es ligada por amplios sectores sociales a la delincuencia, justificándose así el trato a los pobres con
métodos «represivos» o «coactivos» y no simplemente caritativos, que impulsen al pobre a trabajar, en vez de fomentar la multiplicación de los
vagos y maleantes. De este modo, las élites pretendían moralizar a los beneficiarios de la filantropía de manera que mostraran actitudes positivas hacia ellos.
A pesar de todo lo anteriormente expuesto,
tal y como Esteban de Vega (1997: 32) defiende,
las explicaciones de la beneficencia y la caridad
que las consideran meros elementos de control
social resultan reduccionistas, pues de hecho a
finales del siglo XIX, la red de instituciones de
beneficencia era lo suficientemente densa como
para tener capacidad de aliviar muchos problemas sociales. Así, en el Anuario de 1888 aparece
la estadística relativa a «establecimientos de
Beneficencia que se costean con fondos particulares designados por los respectivos fundadores»50 en la que se refiere la existencia de: 337
hospitales, una casa de dementes, sordos, mudos
y ciegos, tres casas de impedidos y decrépitos,
una de maternidad, ocho de expósitos y huérfanos y seis refugios. El Anuario estadístico de
1915, usando datos de la Dirección General de
Administración, detalla mucho más exhaustivamente que el de 1888 las instituciones de beneficencia (aunque sin especificar si pertenecen a la
beneficencia pública o a la particular), aportando
datos sobre 13.887 entidades: 87 maternidades;
2.255 establecimientos dedicados a la infancia,
siendo la mitad de estas instituciones escuelas de
instrucción primaria; 3.192 entidades dedicada a
la protección a adultos, entre la que destacan las
que se ocupan de las «dotes para tomar estado
civil»; 115 asilos para la moralización de jóvenes
extraviadas; 42 de protección a ciegos y sordomudos; 2.432 hospitales; 296 asilos de ancianos;
435 entidades económico-sociales (montes de
piedad, cajas de ahorro, montepíos, asociaciones
4. CONCLUSIÓN
Del análisis de la situación actual de la filantropía en España destacaría tres cuestiones:
1. En contra de lo que a menudo se ha afirmado, la filantropía en España es cuantitativamente importante, desarrollando un
papel clave en la financiación de entidades
no lucrativas a través de donaciones cuyo
importe global es alto gracias a que son
muchos los donantes y a que en media sus
donaciones son más altas que las realizadas
en la mayoría del resto de países desarrollados.
2. Aunque con diferencias, ciudadanos de
todos los niveles de ingresos realizan donaciones, de manera que la figura clásica del
filántropo, asociada a la del millonario, no
se corresponde con la amplia difusión de
las acciones filantrópicas. Es más, la financiación que las entidades no lucrativas
obtienen gracias a donaciones privadas
proviene principalmente de individuos
cuyo nivel de ingresos es intermedio y no
de los más ricos.
3. Es verdad que los más ricos son los que
individualmente más dan, que el porcentaje de ellos que realiza algún tipo de donación es muy alto y que dicho porcentaje es
creciente en el tiempo. Sin embargo, los
ricos no son aquellos que dedican una
parte mayor de sus ingresos a las donaciones.
50
En dicho anuario también hay datos relativos a la
beneficencia pública.
142
EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA
Para concluir veamos el proceso que sigue el
donante al realizar su donación: 1) toma consciencia de una necesidad; 2) se siente en la obligación de colaborar en su solución; 3) considera
que es capaz de ello; 4) busca la manera de
hacerlo y 5) actúa. Sigámoslo paso a paso.
Primero, los individuos necesitan saber que
existen necesidades. En esto el papel de los
medios de comunicación es muy importante y
deben realizarlo con rigurosidad, sin excederse
en el recurso a un sentimentalismo que mueva a
la donación rápida pero que, por su superficialidad, sea volátil, captando bien cuáles son las
necesidades y exponiéndolas de manera que lleguen a un público amplio, porque hemos visto
que la filantropía no es cosa de unos pocos privilegiados.
El segundo paso es el deber moral o las motivaciones sociales que empujan a actuar. El
hecho de que las motivaciones sean de un tipo o
de otro no resulta neutro para la intensidad y
los resultados de la acción filantrópica. Si lo que
el rico pretende con la donación no es cumplir
un deber moral sino alcanzar el prestigio social,
puede que baste ofrecer al público un número
con muchos ceros, a pesar de que tras él se
esconda un pequeño esfuerzo. Los medios de
comunicación, tendentes al titular impactante,
ayudarán al millonario en su objetivo, al no
comentar que su donación supone un esfuerzo
menor al realizado por los miles de españoles
que colaboran con entidades sin ánimo de lucro.
Sin embargo, con estas motivaciones los millonarios españoles pueden acabar quedando lejos
de los norteamericanos, como Warren Buffet o
Bill Gates. Si el análisis anterior se corresponde
con la realidad, un primer paso para mejorar el
nivel de donaciones sería que la sociedad fuera
capaz de relativizar las donaciones de los grandes ricos, comparándolas con sus ingresos y
resaltando así la importancia de las pequeñas
donaciones, valorándolas no por su cuantía sino
por el esfuerzo que suponen al donante. Por
otro lado, las motivaciones sociales de las donaciones pueden llevar a los millonarios a no ser
todo lo eficientes que podrían llegar a ser. En
muchos casos el rico podría cambiar mucho más
cumpliendo unos estándares morales en la realización de su actividad empresarial que realizando donaciones. Si lo que empuja a la donación es la visibilidad pública de ésta, el millonario puede incluso actuar hipócritamente, al
donar para resolver problemas que genera o, al
menos, no contribuye a mejorar, con su gestión
empresarial.
El tercer paso es creer que podemos cambiar
las cosas. Mientras que estar convencidos de que
nuestra acción puede cambiar las cosas no es
imprescindible si las motivaciones que nos mueven a la filantropía son de tipo social, si las razones que nos empujan son de tipo moral dicho
convencimiento se vuelve indispensable. Pérez
Díaz y López Novo (2003: 59) consideran que
"cuanto mayor es el logro de las personas (lo que
han conseguido con sus acciones), más fuertes
suelen ser sus sentimientos de eficacia personal".
Como en los últimos años España se ha desarrollado económicamente y muchos se han enriquecido gracias a su trabajo y sus negocios, la sensación de poder cambiar las cosas porque hemos
sido capaces de cambiar nuestras vidas respecto a
las de nuestros padres se ha vuelto muy poderosa. Por otro lado, el hecho de que la mejora del
nivel de vida de los españoles se haya producido
en pocos años puede influir decisivamente en el
hecho de que, además de sentirse eficaces, los
españoles se sientan en deuda con una sociedad
que les ha dado oportunidades que no dio a sus
antepasados cercanos.
En cuanto al cuarto paso, la búsqueda de la
manera de realizar la donación, en la actualidad
los sistema para realizar donaciones se han desarrollado, pudiendo cada ciudadano decidir
entre una abundante oferta de organizaciones
que canalizan los fondos, de manera que aquel
que se preocupa por el medio ambiente encontrará quien se ocupe de ello y quien se conmueva por los niños soldado de África también.
Comentar también que uno de los temas que
mayor importancia están adquiriendo para las
entidades sin ánimo de lucro es la del control de
su actividad y la de la mejora de su eficacia, siendo la tendencia a profesionalizar la actividad de
las fundaciones, haciéndola lo más eficiente posi-
143
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ble, una de las líneas más claras del actual panorama filantrópico, siguiendo esquemas dominantes en Estados Unidos desde hace años. Existen
ya organizaciones dedicadas a auditar la actividad de entidades sin ánimo de lucro y, si en un
principio éstas estaban muy centradas en evitar
escándalos, cada vez más aportan información
que permite conocer si cada euro donado se está
empleando de la manera más productiva posible.
Por último, los donantes actúan y con su
acción logran cambiar las cosas.
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fundaciones en España: un estudio de su significación económica e impacto social, Fundación
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AGRADECIMIENTOS
Muchas de las ideas de este trabajo surgieron
durante las siempre interesantes conversaciones
mantenidas con Francisco Villacorta Baños, a
quien agradezco el haber compartido sus conocimientos conmigo. Él es el director del proyecto
del MEC nº HUM2007-62675, al que estoy agradecida por su financiación durante mi periodo
de formación.
5. BIBLIOGRAFÍA
5.1. LIBROS Y ARTÍCULOS
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www.estadief.meh.es
www.aeat.es
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5.4. LEGISLACIÓN
Ley de beneficencia de 1849: Real Decreto del
día 20 de junio de 1849, publicado en la
Gaceta de Madrid del día 24 de junio de
1849.
Decretos de 1923 y 1928 sobre enajenación y
arrendamiento de bienes de fundaciones.
Real Decreto de 20 de julio de 1926, de instituciones y fundaciones benéfico-docentes particulares de enseñanza agrícola, pecuaria o
minera.
145
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Reglamento de 14 de mayo de 1852.
Decreto 446/1961, de 16 de marzo, de fundaciones laborales
El Decreto 2930/1972, de 21 de julio.
Ley 30/1994, de 24 de noviembre, de fundaciones y de incentivos fiscales a la participación privada en actividades de interés
general.
Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los
incentivos fiscales al mecenazgo.
Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones.
Ley 23/1998, de 7 de julio, de Cooperación
Internacional para el Desarrollo.
146
EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES
NO LUCRATIVAS (Reflexiones preliminares)
Cándido Paz-Ares
Mi experiencia en el estudio del gobierno corporativo en el sector lucrativo me ha hecho ver
que un sistema de gobierno bien ordenado se
articula en torno a tres grandes nervios: libertad,
publicidad y responsabilidad: (i) libertad en la
configuración de la organización, que se traduce
fundamentalmente en el principio de autorregulación; (ii) publicidad en relación al funcionamiento y resultados de la organización, que en última
instancia se resuelve en el principio de transparencia; y (iii) responsabilidad de las personas a las
que se encomienda el gobierno de la organización, que se traduce fundamentalmente en el
principio de lealtad (y, en general, en una adecuada estructuración de los deberes fiduciarios).
Estos tres principios interaccionan mutuamente
entre sí: el principio de autorregulación permite
adaptar la organización a las circunstancias y preferencias de los agentes; el principio de transparencia mitiga el riesgo de que la libertad de organización se utilice como pretexto o coartada para
la autoprotección; y el principio de lealtad asegura un control de fondo en un ámbito en el que
las fuerzas sociales y de mercado pueden no ser
suficientes para lograr un adecuado resultado.
Este esquema simple nos ayudará a continuación a formular algunas indicaciones tentativas
para un debate aún en ciernes en nuestro país. Se
trata solamente de trazar las grandes líneas del
marco institucional que permita fortalecer la
confianza de los que contribuyen (donantes que
aportan fondos, voluntarios que entregan su
tiempo y energía, administraciones públicas que
1. INTRODUCCIÓN: CAVEATS Y PRINCIPIOS
En estas páginas se esbozan una serie de conjeturas sobre la oportunidad de trasladar al sector no
lucrativo las reglas de buen gobierno que han ido
consolidándose en el sector lucrativo. Se trata de
un ejercicio provisional o de mera aproximación,
que entrego a la imprenta con tres caveats que el
lector no puede perder de vista: (i) el énfasis en la
dimensión jurídica del gobierno de las organizaciones no lucrativas se debe a mi propia condición
de jurista; no significa que deban ignorarse o
menospreciarse otras dimensiones no jurídicas, a
menudo informales, que son decisivas para una
adecuada contemplación del fenómeno; (ii) el
énfasis sobre un modelo de gobierno más «corporativo» que «participativo» no implica desconocer
la importancia de este último en el tercer sector; es
debido únicamente a la necesidad de tomar un
patrón de referencia mínimamente homogéneo
que facilite la reflexión1; y, finalmente, (iii) el énfasis en la simplicidad de las reglas formuladas no
supone olvidar o pasar por alto la complejidad del
mundo al que se dirigen, aunque en este punto
reivindico la idea que ha dado título a un famoso
libro: «reglas simples para un mundo complejo».
1
La «corporativización» del sector no lucrativo (entendida como tendencia a la profesionalización, orientación a la
prestación de servicios en competencia con el mercado y
racionalización de procesos) ha sido destacada, en la experiencia española, por G. Rodríguez Cabrero, «El gobierno
de las organizaciones no lucrativas», en J. I. Ruiz Olabuénaga (dir.), El sector no lucrativo en España. Una visión reciente.
Fundación BBVA, Bilbao 2006, pp. 85 y ss., esp. 98 y ss.
147
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
procuran subvenciones, etc.) en que sus recursos
serán gestionados con la máxima eficiencia
(racionalidad instrumental) y, a la vez, con la
máxima fidelidad a la misión (racionalidad teleológica). El gobierno corporativo no tiene más
objetivo que ése, suministrar instrumentos de salvaguardia y supervisión capaces de alinear los
incentivos de los que gestionan con los planes de
quienes aportan.
an tiempo en recorrer el camino. El primer paso
que parece recomendable dar para coordinar el
proceso de reforma e infundirle mayor credibilidad es la elaboración de un benchmark que sirva
de patrón de referencia –y de patrón de calidad–
en el ámbito doméstico. Para ello, es oportuno
promover la publicación de un Código de Buen
Gobierno que goce de un amplio respaldo institucional y social. En él deben encontrar expresión perfilada las recomendaciones que se lancen
a las organizaciones no lucrativas. La existencia
de un código dotado de la suficiente autoridad o
auctoritas y elaborado con la participación de las
entidades facilita la consecución de varios objetivos cruciales para el éxito de la empresa: (i) la
toma de conciencia por parte de los agentes
–donantes, administradores, etc.– de las cuestiones centrales del gobierno corporativo y de su
importancia para el desarrollo y credibilidad de
la actividad; (ii) la creación de cultura corporativa, que ayuda a superar la inercia de las formas
de gobierno tradicionales y las ineficiencias asociadas a la path dependence; (iii) el logro de economías de red y complementariedad, pues también
en este ámbito la estandarización rinde sus frutos; y (iv) la evaluación comparativa de las distintas organizaciones, que –de una manera u otra–
compiten por la obtención de los recursos financieros y humanos de donantes y voluntarios3.
La definición del Código de Buen Gobierno ha
de estar presidida por un principio de adecuación
sustantiva o adaptación al medio. Con ello nos
referimos a la necesidad de que sus recomendaciones seleccionen apropiadamente los problemas y
las soluciones relevantes, sean consistentes con las
2. PRINCIPIO DE AUTORREGULACIÓN:
BUENAS PRÁCTICAS Y CÓDIGO
DE RECOMENDACIONES
Nuestra legislación de asociaciones y fundaciones
–y, en general, todas las normas que regulan la
estructura orgánica de las entidades no lucrativas–, a pesar de sus notables deficiencias técnicas
y del descuido con que en general abordan esta
materia2, ofrecen a la autonomía privada un
amplio margen de maniobra para organizar la
composición y funcionamiento de las estructuras
de gobierno y, en particular, del órgano o consejo de administración (patronato, junta directiva,
etc.), que es uno de los principales mecanismos
de salvaguarda y supervisión de que disponemos.
La experiencia muestra, sin embargo, que a
pesar de ello los esfuerzos realizados en este
ámbito para mejorar la calidad del gobierno corporativo han sido escasos. Y es que, en esté ámbito como en otros, hace falta que alguien se ocupe
de gestionar la demanda de buen gobierno y de
trasladarla a la oferta, algo así como elaborar una
«planificación indicativa». Las propias fuerzas
sociales, actuando descentralizadamente, tardarí-
3
Como es natural, esta labor debe enganchar con las
diferentes iniciativas que ya han fructificado en el incipiente
movimiento de buen gobierno en nuestro país y del que son
buenos ejemplos las fórmulas ensayadas de control y calificación públicos de entidades beneficiarias de ayudas de las
distintas administraciones, las certificaciones de calidad o
análisis y las distintas guías de autorregulación, debiendo
destacarse al respecto los trabajos de la Fundación Lealtad,
que edita una Guía de Transparencia (http://www.fundacionlealtad.org/web/jsp/guia/verLaGuia) , o la Coordinadora de ONG
de desarrollo de España (CONGDE), asociación que dispone de
un Código de Conducta de las ONG de desarrollo de la coordinadora de ONGD-España (http://www.congde.org/uploads/descargas/Codigo_de_conducta_2008.pdf)
2
La diferencia de calidad entre la regulación de las sociedades mercantiles y la de las entidades no lucrativas es abismal,
y ello a pesar de la reciente promulgación de las leyes de asociaciones y de fundaciones de ámbito estatal (ambas de 2002).
El fenómeno no es exclusivo de nuestro país. Incluso en aquellos ámbitos donde el tercer sector está más desarrollado, la
regulación de las entidades no lucrativas está muy por debajo
del estándar que prevalece en el sector mercantil. De ellas se
ha dicho que son las «cenicientas corporativas», el «hijastro
descuidado de las modernas leyes de las organizaciones» (H. J.
Goldsmith, «The Fiduciary Duties of Nonprofit Directors and
Officers: Padoxes, Problems and Proposed Reforms», J. Corp. L.
23 (1997-98), p. 638).
148
EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS
expectativas normativas de los agentes, tengan en
cuenta las mejores prácticas locales y foráneas y
ofrezcan soluciones normativas capaces de suplir
las imperfecciones e inadvertencias de la legislación aplicable. En esta tarea, no es preciso ciertamente ser mimético con los estándares que prevalecen en el sector mercantil, pero tampoco deben
echarse en saco roto sus experiencias.
Queda fuera de los objetivos de estas páginas
efectuar el análisis planteado con un mínimo rigor
sistemático. No obstante y con el único propósito
de invitar a la reflexión, esbozaré algunas consideraciones partiendo de una constatación obvia, y es
que los modelos normativos a que obedecen las
estructuras de gobierno que prevalecen en el
ámbito filantrópico y en el ámbito mercantil
(tomando en uno y otro caso como referencia las
instituciones y empresas más emblemáticas y de
mayor tamaño, sujetas a un proceso creciente de
«corporativización»), ofrecen notables diferencias.
El cuadro comparativo que sigue nos proporciona
una idea aproximada4:
Como es natural, las diferencias observadas
entre ambos modelos no son arbitrarias. Cada
modelo refleja diferentes valores y diferentes
principios de organización. El modelo filantrópico es un modelo más «representativo» o «participativo». Por el contrario, el modelo mercantil, tal
y como ha evolucionado recientemente, es un
modelo «supervisor», que pone el énfasis en la
función estratégica y de control (ambos aspectos
integran lo que el Informe Olivencia denomina
la «función general de supervisión»). Uno y otro
modelo obedecen a patrones coherentes, integra-
dos, estables. Por ejemplo: el mayor tamaño, el
mayor pluralismo (o pluralidad en la extracción
de sus miembros) y la mayor prolongación del
servicio en el consejo que encontramos en el
modelo filantrópico soportan y al propio tiempo
4
El cuadro se inspira en los estudios de J. A. Alexander,
L. Morlock y B. Gifford, «The Effects of Corporate Restructuring on Hospital Policymaking», Health Services Research 23
(1988), pp. 311 y ss.; v. también J. A. Alexander, B. J. Weiner,
«The Adoption of the Corporate Governance Model by Nonprofit Organizations», Nonprofit Management and Leadership,
vol. 8 n.3 (1998), pp. 223 y ss.
149
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
chos de voto que pueden remover a sus gestores),
de mercados claros (donde pueden transaccionarse los títulos y obtenerse el control de la organización) y de fines claros (la creación de valor
puede medirse cardinalmente examinando los
dividendos distribuidos y el precio de cotización)
ya facilitan esa reducción. Pero en el tercer sector,
ni existen propietarios claros, ni mercados claros,
ni fines claros, lo que dificulta la tarea y hace más
imperiosa la necesidad de otros instrumentos de
salvaguardia6. No puede pretenderse que ese
vacío se cubra con la función autorreguladora del
ánimo altruista de la organización7. La ausencia
de ánimo de lucro, aunque genere una razonable
confianza inicial (sesgo de selección, ciclo de la
entrega, etc.), no es bastante para asegurar por sí
sola la honestidad y la buena gestión de la organización; no resuelve los problemas –los costes–
de agencia entre quienes gestionan la organización y quienes, en ocasiones con grandes sacrificios de tiempo y dinero, la promueven y sostienen. La ausencia de ánimo de lucro sólo indica lo
que no se puede hacer –gestionar con la vista puesta en repartir beneficios–, pero no cómo se deben
hacer correctamente las cosas –gestionar leal y
eficazmente la organización–, y es llano que lo
primero no implica necesariamente lo segundo8.
Esta es precisamente la tarea del nonprofit corporate governance: aumentar la eficiencia de la gestión y la confianza por parte de los miembros,
refuerzan la inclusión de un más amplio rango de
perspectivas y la continuidad de los valores institucionales y tradicionales. Por el contrario, el
tamaño más pequeño de consejo, la mayor
homogeneidad de sus miembros y el uso de limitaciones en los mandatos observados en el modelo mercantil descansan y alimentan una mayor
focalización en las operaciones, en la toma de
decisiones estratégicas y en la profesionalización
del control.
La pregunta fundamental es si resulta oportuno y debe propiciarse un cambio del modelo
filantrópico tradicional al modelo mercantil más
reciente o, si por el contrario –como piensan
algunos–, es preciso preservar las señas de identidad organizativas para evitar la disolución de
los valores tradicionales. Éste es el meollo del
debate. Mi conjetura es que el cambio o, quizá
mejor, la adaptación del modelo filantrópico al
modelo mercantil por parte de las organizaciones no lucrativas es conveniente para un más eficaz logro de sus fines y que esta transformación o
adaptación, antes o después, resultará inevitable
como consecuencia de las crecientes presiones
competitivas e institucionales que sufre el sector.
La insuficiencia de lo que podríamos denominar función autorreguladora de la ausencia del ánimo
de lucro5 requiere, en efecto, potenciar el consejo
como instrumento de supervisión. En ocasiones
se supone que las peculiaridades organizativas
derivadas de la inexistencia de ánimo lucrativo
constituyen una barrera a la recepción de las
reglas de buen gobierno desarrolladas en el
ámbito mercantil, cuando en realidad ocurre justamente lo contrario. Como hemos dicho, el
gobierno corporativo tiene por objetivo reducir
los costes de agencia o conflictos de interés que
se producen entre quienes aportan los recursos y
quienes los gestionan. En el sector privado, la
existencia de propietarios claros (socios con dere-
6
V., G. A Manne, «Agency Cost and the Oversight of
Charitable Organizations», Wis. L. R., 1999, pp. 227 y ss., pp.
234-235: H. Hansmann, «Two systems of Law for Corporate
Governance: Nonprofit versus For Profit», Yale Law School,
October 2006 (Preliminary draft), p. 5., en
http://www.law.yale.edu/documents/pdf/Two_Systems_for_Co
rporate_Governance_V04.00.pdf
7
Como señala M. R. Fremont-Smith (Governing Non Profit
organizations, Cambridge (Mass.) 2004, p. 2) está socialmente
muy extendida la creencia de que puesto que lo que persigue
la organización es algo bueno, quienes dirigen esa organización son también, automáticamente, buenas personas. Todo
ello obedece a una «mezcla de historia, ingenuidad, accidente, inercia, temor a efectos contraproducentes, énfasis excesivo en la independencia de lo no lucrativo y creencia de buena fe en la decencia y la
honestidad» (Goldschmidt, J. Corp. L. 23 (1997-1998), p. 632.
8
V., E. Brody, «Agents without Principals: The Economic
Convergence of the Non Profit and For Profit Organinizational Forms», New York Law School L. R., 40 (1996), pp. 457 y
ss., pp. 459-460, y pp. 462 y ss.
5
Nos referimos al llamado ánimo de lucro subjetivo o
ánimo de partir las ganancias –el non distribution constraint–.
Las organizaciones no lucrativas pueden tener ánimo de
lucro objetivo o propósito de obtener ganancias, con el fin de
reinvertirlas luego en los fines altruistas definidos en su
misión.
150
EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS
of Nonprofit Organizations, Tentative Draft n.1 de
marzo de 2007.
voluntarios y benefactores de las organizaciones
no lucrativas, ya que sólo esa confianza permitirá su subsistencia y desarrollo.
Nuestra hipótesis es, pues, una hipótesis de
convergencia del modelo filantrópico con el
modelo mercantil9. La convergencia no puede
traducirse, sin embargo, en una política de «corte
y pega». Las reglas o recomendaciones surgidas
en el ámbito corporativo necesitan adaptarse a
las diferencias culturales, sociales y motivacionales de las organizaciones no lucrativas. Por ejemplo, aunque los consejos de una organización
lucrativa y una no lucrativa tengan responsabilidades y cometidos similares desde el punto de
vista de la estrategia y la supervisión, hay aspectos de la composición cualitativa que presentan
especialidades en el tercer sector, relacionadas
con la realización de la misión específica de la
organización. Una universidad promovida por
una orden religiosa o una fundación dotada por
una familia pueden requerir una mayoría de los
puestos del órgano de administración, aunque
seguramente es oportuno incorporar a miembros
independientes que mitiguen el riesgo de «patrimonialización», traigan puntos de vistas externos
y puedan cumplir un papel activo en ciertas áreas
sensibles (comité de auditoría, comité de cumplimiento o de retribuciones). No es lugar éste para
acometer esta tarea de matización, que llevaría
muy lejos. El lector interesado en adentrarse en
esta discusión puede consultar con provecho la
formidable obra de restatement realizada por el
American Law Institute (ALI) Principles of the Law
3. PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA:
LA CONVENIENCIA DE UN RESPALDO
NORMATIVO
«Luz y taquígrafos son el mejor antídoto frente al
fraude». La experiencia en el ámbito mercantil
revela que el dicho es muy cierto. Por ello, el
segundo nervio de articulación de una política de
buen gobierno se funda en el principio de transparencia. De lo que se trata es de estructurar obligaciones a cargo de la organización no lucrativa de
informar de manera exacta y completa no sólo
acerca de sus magnitudes cuantitativas (activos,
pasivos, ingresos, gastos, actividades y resultado
de las operaciones), sino también acerca de
aspectos cualitativos y, señaladamente, de sus
estructuras de gobierno y control. De esta manera se dotará de mayor credibilidad a las decisiones organizativas y –como adelantábamos– se
asegurará que la autorregulación no se usa como
coartada para la autoprotección. La publicidad
de la información tiene una doble función,
comercial y de gobierno10. La que denominamos
función «comercial» (equivalente a la pricing function en el mercado de capitales) se dirige básicamente a facilitar la entrada o salida en la organización por parte de los potenciales interesados
en contribuir. Salvador García-Atance, en un
artículo incluido en este mismo volumen, destaca acertadamente este aspecto de la transparencia al recordarnos que sirve (i) para medir la cantidad y calidad de los resultados de la actividad
de la organización (por ejemplo, informando
sobre el ratio de gasto de administración y del
gasto de captación de fondos respecto del gasto
total); (ii) para comparar sus actividades y logros
con los de otras organizaciones similares; y, en
definitiva, (iii) para captar y fidelizar a los agentes llamados a promover y sostener la organiza-
9
Para profundizar en esta discusión cabe señalar las
siguientes contribuciones: a favor de la convergencia (presuponiendo que las diferencias entre las organizaciones filantrópicas y las mercantiles son de grado y no de clase en lo
que hace a nuestra materia) Brody, New York Law School L. R.,
40 (1996), pp. 457 y ss., (el Prof. Brody es el principal responsable del proyecto de Principios de Gobierno Corporativo de entidades no lucrativas del American Law Institute de
2007 al que enseguida aludiré); C.G. Bishop, «The Deontological Significance of Nonprofit Corporate Governance
Standards: A Fiduciary Duty Without a Remedy», en Legal
Studies Research Paper Series, Research Paper 08-03, January 23,
2008, pp. 3 y 4, en http://ssrn.com/abstract=1086751. En
términos críticos con la política de convergencia, v. L.N.
Mulligan «What’s good for the Goose is (not) good for the
Gander: Sarbanes-Oxley-Style Nonprofit reforms»,
Mich.L.R., 105 (2007), pp. 1981 y ss.
10
V., por todos, G. Hertig, R. Kraakman y E. Rock, en
AA.VV., The Anatomy of Corporate Law. A Comparative and Functional Approach, Oxford 2004, pp. 195 y ss.
151
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
respaldo normativo, pues la presión viene dada
por los costes reputacionales en que incurren las
organizaciones y sus administradores al no informar, que tenderá a ser interpretado por la
audiencia como una confesión de tener estándares o procedimiento de gobierno muy laxos. En
la implementación de esta función regulatoria
cobran un relieve muy importante el trabajo de
los gatekeepers privados que prestan sus servicios y
certifican la actuación de la organización de que
se trate contra su reputación –de ahí que se les
denomine «intermediarios reputacionales»–:
auditores, analistas, asesores, prensa y, muy destacadamente, las agencias de calificación especializadas, como es el caso –por ejemplo– de la Fundación Lealtad en nuestro país, cuya misión y
resultados están magníficamente glosados en el
capítulo 7 de este volumen, firmado por su Presidente.
ción (donantes, socios, voluntarios, empleados,
clientes, etc.).
La que aquí interesa destacar, sin embargo, es
la función de gobierno más directa, que tiene tres
vertientes fundamentales: (a) de enforcement, porque facilita la exigencia de responsabilidad y el
ejercicio de otras acciones legales para el restablecimiento del derecho; (b) educativa, porque
procura a los miembros de la organización la
información para el ejercicio de sus derechos
como tales (voto, información, etc.) y, en última
instancia, incentiva la participación y la implicación; y (c) regulatoria, porque eventualmente
puede servir para implementar las recomendaciones de buen gobierno. La clave de esta última
vertiente de gobierno radica en forzar a las organizaciones a comprometerse con el seguimiento
de determinadas reglas de buen gobierno –en su
caso, con las contenidas en el Código de mayor
autoridad– que exceden del mínimo legal
mediante la obligación de dar publicidad a sus
prácticas de gobierno y, en caso de apartarse de
los cánones recomendados, a explicarlo («comply
or explain»). La obligación puede establecerse
directamente en la norma (como sucede en el
ámbito de las sociedades cotizadas) o indirectamente (por ejemplo, supeditando la concesión
de subvenciones o de beneficios fiscales a la
publicación de un informe de gobierno corporativo que informe sobre estos aspectos). Si la práctica se generaliza, incluso podría prescindirse del
No es ahora momento de precisar el alcance
de este principio de transparencia, que obviamente deberá modularse en función del tamaño
y estructura de la organización y el coste relativo
de la producción y difusión de la información.
No obstante, para que el lector se haga una idea
aproximada de las mejores prácticas, puede ser
elocuente, en nuestra propia experiencia, la Guía
de Transparencia de la Fundación Lealtad, de la
que transcribimos los puntos relevantes a estos
efectos:
«1. PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO Y REGULACIÓN DEL ÓRGANO DE GOBIERNO.
[...]
F. Los nombres y breve curriculum de los miembros del órgano de gobierno y los nombres de los directivos de la organización serán públicos.
G. El órgano de gobierno demostrará que existen criterios de selección de proyectos, proveedores, personal y organizaciones
colaboradoras (contrapartes), para prevenir conflicto de intereses y discriminación. Existirá además una política a seguir en
la relación con empresas. Estos criterios y políticas serán públicos. Cuando existan conflictos, se prescindirá de la presencia
del miembro afectado para la toma de decisiones.
2. PRINCIPIO DE CLARIDAD Y PUBLICIDAD DEL FIN SOCIAL.
A. El fin social será el objetivo esencial de la organización, lo cual se verá reflejado en las actividades que ésta realiza,
debiendo perseguir fines de interés social.
B. Estará bien definido. Deberá identificar u orientar sobre su campo de actividad y el público al que se dirige.
C. Será conocido por todos los miembros de la organización, incluidos los voluntarios.
D. Será además, de fácil acceso para el público.
152
EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS
3.- PRINCIPIO DE PLANIFICACIÓN Y SEGUIMIENTO DE LA ACTIVIDAD.
A. Existirá una planificación formal adecuada a la actividad y con objetivos cuantificables. Serán públicos los objetivos
relacionados con el área de proyectos.
[...]
C. Los programas seguirán una línea de trabajo específica, durante, al menos, los últimos tres años.
D. Contarán con sistemas formalmente definidos de control y evaluación de objetivos. Éstos incluirán la identificación de
los beneficiarios.
E. Los informes de evaluación de proyectos estarán a disposición del público.
4.- PRINCIPIO DE COMUNICACIÓN E IMAGEN FIEL EN LA INFORMACIÓN.
[...]
C. Al menos una vez al año se informará a los donantes y colaboradores sobre las actividades de la organización.
D. Son requisitos para llevar a cabo la comunicación de forma eficiente contar con correo electrónico y página web propia
en funcionamiento y actualizada al menos una vez al año.
E. La organización pondrá a disposición de quien las solicite tanto la memoria de actividades como la económica. La memoria de actividades incluirá un detalle del origen de los fondos y su destino por proyecto y actividad.
5.- PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA EN LA FINANCIACIÓN.
A. Las actividades de captación de fondos privados, su coste y su recaudación anual (donaciones, socios y otras colaboraciones) serán públicos.
B. Serán públicas las fuentes de financiación con detalle de los principales financiadores, tanto públicos como privados, y
las cantidades aportadas por los mismos.
C. Será conocida la imputación de los fondos recaudados a la actividad de cada año, debidamente documentada.
D. Se respetará la privacidad de los donantes individuales.
E. En actividades con empresas, estarán disponibles al público los tipos de contrato. Las cláusulas de aquellos acuerdos que
incluyan cesión de logotipo serán públicas.
[...]
7.- PRINCIPIO DE CONTROL EN LA UTILIZACIÓN DE FONDOS.
A. Será conocida la distribución de los gastos de funcionamiento agrupados en las categorías de Captación de Fondos, Programas-Actividad y Gestión-Administración. Se detallarán separadamente los gastos asociados a la actividad mercantil, si
la hubiese. Será además conocido el destino de los fondos desglosado por cada proyecto y actividad de la organización.
B. Existirá un detalle de los principales proveedores y co-organizadores de la actividad.
C. La organización deberá preparar un presupuesto anual para el año siguiente con la correspondiente memoria explicativa y practicar la liquidación del presupuesto de ingresos y gastos del año anterior. El presupuesto y la liquidación estarán
aprobados por el órgano de gobierno y serán públicos.
[...]
I. La organización respetará la voluntad de los donantes y se establecerán sistemas de seguimiento de fondos dirigidos. En
caso de obtener una cantidad superior a 600.000 (100 millones de pesetas) en una campaña de obtención de fondos privados para proyectos concretos, se realizará una auditoría de cumplimiento, es decir, una comprobación sobre el terreno de
la utilización de dichos fondos y los resultados obtenidos
8.- PRINCIPIO DE PRESENTACIÓN DE LAS CUENTAS ANUALES Y CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES LEGALES.
Según la legislación vigente las organizaciones presentarán a la correspondiente autoridad pública:
A. Memoria detallada de actividades y exacto grado de cumplimiento de los fines, así como el cuadro de financiación y la
cartera de inversiones financieras.
B. Con carácter anual el balance y la cuenta de resultados de acuerdo con el Plan General de Contabilidad de Entidades
sin Fines Lucrativos. Estos documentos han de ser aprobados por el órgano de gobierno.
C. Acreditación del cumplimiento del régimen fiscal al que están sujetas las distintas organizaciones.
[...]».
153
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
propuestas me he ocupado con el debido detalle
en un estudio anterior, al que remito al lector
interesado12. Sin perjuicio de ello, no estará de
más formular aquí algunas observaciones particularmente relevantes para los administradores
de organizaciones no lucrativas.
a) La primera se dirige a subrayar la especial
importancia que reviste en el tercer sector la
especificación o tipificación de las pautas de
actuación de los administradores. No basta una
norma abstracta o genérica que establezca que
han de actuar con diligencia y lealtad. Es preciso
detallar las principales obligaciones derivadas de
ese deber general, como ya sugería el Informe Olivencia. Sólo así, en efecto, se podrá (i) incrementar la observabilidad y verificabilidad de las conductas indebidas facilitando el trabajo de todos
los enforcers y, singularmente, el de los jueces; (ii)
orientar debidamente el proceder de los administradores y suministrarles amparo para resistir
presiones indebidas o prácticas inerciales; y, en
definitiva, (iii) crear una cultura corporativa exigente y adecuada, que a la larga es el aspecto crucial. Esto, como decíamos, es especialmente
importante en el ámbito de las organizaciones no
lucrativas, cuya gestión y administración dista
aún mucho de alcanzar los niveles de «profesionalización» adecuados. Con frecuencia, los administradores de estas organizaciones no tienen
conciencia del alcance de sus responsabilidades
como gestores o supervisores. Piensan que su
cometido fundamental es recaudar fondos, abrir
puertas en las redes sociales o aportar su imagen
pública a la causa. El fenómeno de los «window
dressing directors» o «trophy names» está muy extendido incluso en los territorios de mayor desarrollo del tercer sector13. La consecuencia de ello es
una despreocupación de la marcha de la organización y una irreflexiva tendencia a dejar la estrategia y la gestión de la organización en manos de
los gerentes y empleados, de los que acaban siendo rehenes y, en todo caso, más «worker cooperati-
4. EL PRINCIPIO DE LEALTAD:
NECESIDAD DE REGULACIÓN LEGAL
DE LOS DEBERES FIDUCIARIOS
El tercer eje de una política de buen gobierno
nos conduce directamente al examen del régimen de responsabilidad de los administradores y
al encarecimiento del principio de lealtad. De lo
que se trata es de tomar en serio los llamados
deberes fiduciarios de los administradores –el
deber de diligencia y, sobre todo, el deber de
lealtad– diseñando una ordenación legal que
resulte mínimamente efectiva. El laconismo de la
regulación sustantiva ofrecida por las leyes de
asociaciones y fundaciones vigentes11 junto a las
restricciones procesales para el ejercicio de las
acciones correspondientes a las que luego aludiré las convierten en tigres de papel. Las indicaciones que desde aquí podemos ofrecer a los
poderes públicos coinciden al pie de la letra con
las que, en el sector lucrativo, se contienen en la
recomendación núm. 6 del Anexo II del Código
Unificado de Gobierno Corporativo, conocido
como Código Conthe. Dice así:
«Se recomienda al Gobierno que haga más severo y eficaz el régimen de responsabilidad civil de los administradores desleales. Algunas de las posibles medidas que debiera
estudiar a tal efecto serían:
a) Una tipificación más precisa de los deberes de lealtad
y de los procedimientos a seguir en caso de conflicto de interés;
b) La extensión de los deberes de lealtad, y de su régimen
de responsabilidad, a los accionistas de control, así como a
los administradores de hecho, incluidos los ocultos.
c) La legitimación directa a los accionistas para el ejercicio de la acción de responsabilidad por deslealtad, configurándola tal vez como un «derecho de minoría»;
d) El establecimiento de un trámite de admisión de la
demanda, de forma que el Juez pueda rechazar aquellas que
entrañen abuso de derecho;
e) La elevación de las sanciones, de forma que incluyan
en todo caso la devolución del enriquecimiento injusto».
De la justificación y articulación de la ambiciosa política del derecho que subyace a estas
12
V. C. Paz-Ares, Responsabilidad de los administradores y
gobierno corporativo, Fundación Registral, Madrid 2007, passim.
13
V., Goldschmidt, J. Corp. L. 23 (1997-1998), pp. 621 y
ss., p. 633, y Szymansky, Utah L. Rev., 2003, p. 1324.
11
Véase por ejemplo el art. 15.3 y 4 de la Ley Orgánica
1/2002, de Asociaciones, que prácticamente se limita a establecer que los administradores responderán por «actos dolosos, culposos o negligentes».
154
EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS
ves» que propiamente dirigentes14. El rastro de
esta concepción más representativa que supervisora de los administradores se deja entrever
incluso en las guías de buena práctica más acreditadas, cuyos niveles de exigencia en este punto
no siempre son muy edificantes (el principio 1.C
de los Principios de la Fundación Lealtad establece, por ejemplo, que el administrador «asistirá, al menos, a una reunión al año» del órgano de
gobierno). Lo peor es que –como indica García
Atance en su contribución– la práctica real está
muy por debajo de este estándar («en algunos
casos, ciertos miembros no asisten en años, si bien delegan su voto en otro miembro»). Es sabido que esta
inercia o tendencia tiene muchos ingredientes
–la inexistencia de una métrica clara de la gestión, como lo es en las sociedades mercantiles la
cuenta de resultados; la falta de incentivos directos debido a la ausencia de remuneración y de
planes de carrera; etc.–, pero justamente por ello
es necesario reforzar los resortes culturales y jurídicos relativos a la responsabilidad de los administradores15. De lo que se trata es de acelerar la
convergencia con los estándares de diligencia del
modelo mercantil16.
b) La segunda observación versa sobre la
importancia de la flexibilidad en la formulación
de las reglas específicas (autocontratación, ope-
raciones vinculadas, uso de los activos o explotación de oportunidades de negocio de la organización, retribuciones, conflictos de interés,
etc.). La regulación ha de partir del principio de
imperatividad del régimen derivado del deber
de lealtad. Debe evitarse el riesgo de que la
normativa legal pueda ser derogada o modificada por los estatutos o reglamentos de la organización o trivializada de cualquier otra forma. El
principio de imperatividad no es incompatible,
sin embargo, con un principio de dispensabilidad ad hoc, en cuya virtud puedan ser autorizadas caso por caso las «transacciones interesadas»
que puedan presentarse. Es cierto que la flexibilidad introducida por el régimen de dispensa
incrementa las dificultades de enforcement del
deber de lealtad, pero la solución draconiana
contraria puede ser más costosa, en la medida
en que impide de raíz transacciones potencialmente productivas para la organización. No
puede olvidarse en este sentido que la contratación «interna» o «vinculada» produce con frecuencia ganancias en términos de ahorro de
costes de información y vigilancia. En todo caso,
la regulación de la dispensa ha de meditarse
mucho, con el fin de lograr un derecho que sea
a la vez relativamente fácil de administrar y relativamente difícil de eludir. Tres son las reglas
básicas a tomar en consideración: (i) una regla
de procedimiento que asegure la independencia
del órgano que otorgue la dispensa respecto del
administrador afectado; (ii) una regla de equidad o fairness, que garantice que la transacción
no es perjudicial para la organización; y (iii) una
regla de transparencia, que facilite el escrutinio
público del «tráfico peligroso».
Soy consciente de que en el tercer sector son
muchos los que abogan por una solución rotunda, por la prohibición absoluta de las transacciones potencialmente peligrosas, y que ese planteamiento enraíza en el mayor reproche social
que merece quien barre para casa recursos dedicados a fines altruistas que quien se aprovecha
personalmente de su posición en el terreno mercantil, en el tráfico de capitales y mercancías. La
idea de servicio y de fidelidad a la misión encarnan valores más elevados, cuya ofensa reviste
14
V., Mulligan, Mich.L.R, 105 (2007), p. 1987
V., Boozang, «Does an Independient Board Improve
Nonprofit Corporate Governance?», pp. 18-19: V., Hansmann, Yale, L.J. 89 (1980), p. 878.
16
La convergencia ha de propiciarse igualmente por el
otro extremo, protegiendo la discrecionalidad técnica de los
administradores en el ámbito de las decisiones estratégicas y
operativas con la prohibición de su revisión judicial siempre
y cuando se haya actuado de buena fe, sin mediar conflicto
de interés y en el seno del procedimiento debido (información, deliberación, etc.). La política de indulgencia que
hemos defendido en este campo en relación a las sociedades
mercantiles (v. Paz-Ares, Responsabilidad de los administradores,
pp. 71 ss.) debe extenderse igualmente a las organizaciones
no lucrativas. Es cierto que el mayor énfasis que en este sector se pone en la «preservación del patrimonio» lleva a algunos a discutir la procedencia de aplicarle la business judgment
rule, una de cuyas funciones es evitar políticas conservadoras
y promover la asunción de riesgos. La objeción o la duda se
disipan, sin embargo, cuando se concreta a los ámbitos discrecionales, es decir, aquellos en los que la misión no impone limitaciones (v. ALI, Principles, cit., S 365, pp. 416 ss.;
Mulligan, Mich.L.R, 105 (2007), p. 1984).
15
155
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
mayor gravedad17. A este planteamiento responde, por ejemplo, el art. 38 de la Ley de Fundaciones que impide a los patronos contratar con la
fundación (salvo el caso excepcional de que el
Protectorado autorice la transacción). Esta estrategia quizá sea comprensible en un marco de
escaso desarrollo y fiabilidad del derecho fiduciario, pero desde luego lo es menos en un contexto reformado, como el que aquí se ha bosquejado, en el cual se ofrecen garantías razonables de
integridad y equidad. ¿Por qué privar a la organización de los beneficios que puede obtener de
una operación vinculada? Aunque desconozco el
valor que pueden tener esos beneficios, mi conjetura es que pueden ser elevados. La experiencia americana –que ha evolucionado de la prohibición absoluta a la prohibición relativa– es aleccionadora. Allí se ha comprobado, en efecto, que
los negocios entre los miembros del consejo y las
non profit organization son habituales, especialmente en las de pequeño y mediano tamaño18 y
que ello, lejos de representar un peligro para un
gran número de organizaciones, se revela beneficioso, pues a menudo los administradores les
proporcionan bienes, servicios o el uso de propiedades a precios inferiores a los del mercado19.
c) Finalmente, procede una breve consideración general sobre la necesidad de facilitar la litigación al objeto de que la responsabilidad de los
administradores por infracción de sus deberes
fiduciarios tenga un mínimo efecto disuasorio.
No tiene mucho sentido perfilar normas sustantivas específicas y adecuadas si no se amplía la
base de sujetos legitimados para exigir su cumplimiento, puesto que sólo de esta manera la
amenaza se hace creíble20. El coste reputacional y
la remoción del cargo no son medidas de enforcement suficientes en este ámbito. El estado de
nuestra legislación dista también, en este aspecto, de haber alcanzado la perfección. Las restricciones para interponer la acción de responsabilidad son enormes en el sector filantrópico, bien
sea por la incertidumbre que depara la ausencia
de regulación (como ocurre con la Ley de Asociaciones) bien sea por las limitaciones de legitimación (como ocurre con la Ley de Fundaciones,
cuyo art. 17.3 sólo legitima al Protectorado y al
Propio Patronato o Patronos). El problema, una
vez más, es semejante al que se plantea en el
ámbito de las sociedades mercantiles, en las que
el ejercicio de la acción contra los administradores se supedita a la posesión de un 5% del capital, lo que en las grandes empresas crea una
barrera infranqueable para la censura judicial
(pues quien ostenta ese porcentaje de capital
normalmente está en el Consejo). De hecho, la
práctica muestra que apenas llegan casos a los
Tribunales (salvo en situaciones extremas de
fraude o apropiación en las que puede utilizarse
la vía penal).
Para paliar este problema se han propuesto
toda clase de iniciativas21. En todo caso, en nues-
17
En defensa de un «absolute flat ban» se pronuncia, por
ejemplo, H. Hansmann, «Reforming Nonprofit Corporate
Law», U.Pa.L.Rev., 129 (1981), pp. 497 y ss., p. 569.
18
Más del 41% de organizaciones no lucrativas con cifras
superiores a 10 millones de dólares presentan este tipo de operaciones vinculadas, y el número puede ser incluso superior ya
que el 75% de estas organizaciones no está sujeto a requerimientos de transparencia en relación con estas operaciones.
Las de menor tamaño –siempre según el estudio de Ostrower,
«Nonprofit Governance in the United States», p. 8– obtienen
los bienes y servicios a mejor precio de sus directivos.
19
V., Goldschmidt, J.Corp.L, 631 (1997-1998), pp.
647-648 y más recientemente Ostrower, «Nonprofit
Governance in the United States», p. 7., donde cita en ese
sentido las objeciones de las organizaciones americanas
de entidades no lucrativas frente al intento del Senado
en 2004 de introducir severas restricctiones en estas operaciones vinculadas, citando los «Comments on Discussion
Draft on Reforms to Oversight of Charitable Organizations» en
http://www.independentsector.org/PDFs/roundtable.pdf.,
así como los comentarios de Audrey R. Alvarado, administrador ejecutivo del National Council of Nonprofit Associations, al comité financiero del senado advirtiendo de una
«undue hardship» para las pequeñas y medianas organizaciones no lucrativas http://www.senate.gov/~finance/Roundtable/Audrey_A.pdf
20
Éste es un problema también en la práctica más desarrollada: v., Brody, New York Law School L. R., 40 (1996), pp. 466467 y Manne, Wis. L.Rev., 1999, p. 238.
21
Por ejemplo: (i) permitir que los abogados «collect fees»
en order a incentivar que sean estas firmas legales las que
por su propio interés en el éxito de la reclamación, busquen
a sus clientes entre esos stakeholders y así promocionen ese
control (Hansmann, Yale Law School, October 2006 (Preliminary draft), p. 4); (ii) creación de «Private, for profit monitoring companies», que monitoricen en virtud de contratos con
las no lucrativas su actividad, teniendo capacidad para
demandarlas en virtud de ese acuerdo en calidad de «Con-
156
EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS
tra tradición parece que debe irse hacia una
ampliación de la legitimación a favor de cualquier donante, contribuyente o beneficiario, sin
perjuicio de establecer los mecanismos oportunos para reducir el riesgo de la litigación estratégica u oportunista22. Adicionalmente, deberían
preverse mecanismos efectivos que fuercen a los
Protectorados –o las autoridades de supervisión
que se consideren oportunas– a examinar los
supuestos y, en su caso, a formalizar ante los Tribunales la acción de responsabilidad23.
Working Paper, (July 2007), Seton Hall University School of Law, pp. 18-19, en
http://ssrn.com/abstract=229082.
Brody, E., «Agents without Principals: The Economic Convergence of the Non Profit and For
Profit Organizational Forms», en New York Law
School L. R., 40,1996, pp. 457 y ss.
Fremont-Smith, M.R., Governing Non Profit organizations. Federal and State Law and Regulations,
Cambridge et al., 2004, p.2.
Goldschmidt, H.J., «The Fiduciary Duties of
Nonprofit Directors and Offices: Paradoxes,
Problems and Proposed Reforms», en Journal
Corporate Law 23 (1997-1998), pp. 621 y ss.
Hansmann, H., «The Role of Non Profit Enterprise», Yale L.Y., 89 (1980), pp. 835 y ss.
Hansmann, H., «Two systems of Law for Corporate Governance: Nonprofit versus For Profit»,
Yale Law School, October 2006 (Preliminary
draft), p. 5., en http://www.law.yale.edu/documents/pdf/Two_Systems_for_Corporate_Governance_V04.00.pdf
Hansmann, H. «Reforming Nonprofit Corporate
Law», U.Pa.L.Rev., 129, 1981, pp. 497 y ss., p.
569.
Hertig, G., Kraakman, R. y Rock, E. en AA.VV., The
Anatomy of Corporate Law. A Comparative and
Functional Approach, Oxford 2004, pp. 195 y ss.
Manne, G.A., «Agency Cost and the Oversight of
Charitable Organizations», Wis. L.R., 1999,
pp. 227 y ss.
Mulligan, L.N., «What’s good for the Goose is
(not) good for the Gander: Sarbanes-OxleyStyle Nonprofit reforms», Mich.L.R., 105,
2007, pp. 1981 y ss.,
Ostrower, F., Nonprofit Governance in the United
States, The Urban Institute, pp. 7-8, en
http://www.independentsector.org/PDFs/roun
dtable.pdf.
Paz-Ares, C., Responsabilidad de los administradores
y gobierno corporativo, Fundación Registral,
Madrid, 2007, passim.
Principles of the Law of Nonprofit Organizations del
American Law Institute, en p. 13, apud n. 5 del
Tentative Draft n.1 de marzo de 2007.
REFERENCIAS
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the Corporate Governance Model by Nonprofit Organizations», en Nonprofit Management
and Leadership, vol. 8, n.3, Spring1998, pp.
223 y ss.
Alexander, J.A., Morlock, L. y Gifford, B., «The
Effects of Corporate Restructuring on Hospital Policymaking», en Health Services Research,
n. 23, 1988, pp. 311 y ss.
Bishop, C.G., «The Deontological Significance of
Nonprofit Corporate Governance Standards:
A Fiduciary Duty Without a Remedy», en Legal
Studies Research Paper Series, Research Paper 0803, January 23, 2008, pp. 3 y 4, en
http://ssrn.com/abstract=1086751.
Boozang, K.M., «Does an Independient Board
Improve Nonprofit Corporate Governance?»,
(v., Manne, Wis. L.R., 1999, pp. 227 y ss., p. 229 y 254), (iii)
atribución al Internal Revenue Service –es decir, el fisco- de la
competencia para hacerse cargo de esta función de tercero
encargado de la supervisión (v., Szymansky, W.K., «An Allegory of Good and Bad Governance: Applying the SarbanesOxley to Nonprofit Organizations», Utah L.R., 2003, p.
1321); (iv) sistemas de «self regulation» (v., Goldschmidt,
J.Corp.L. 23 (1997-1998), p. 650).
22
Para una discusión paralela en la esfera mercantil, me
permito reenviar de nuevo a Paz-Ares, Responsabilidad de los
administradores, pp. 85 y ss.
23
Por ejemplo, en la propuesta de Fundación Europea
(art. 4.3, 4.4 y 4.5) se reconoce al fundador, a los beneficiarios y a cualquier tercero afectado o interesado en la Fundación el derecho a hacer una denuncia a la supervisión estatal, que deberá emitir un informe razonado al respecto en un
breve plazo de sesenta días.
157
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Ruiz Olabuénaga, J. I., (dir): El sector no lucrativo en España. Una visión reciente, Madrid,
Fundación BBV. 2006, pp. 85 y ss, esp 98
y ss.
Szymansky, W.K., «An Allegory of Good and Bad
Governance: Applying the Sarbanes-Oxley to
Nonprofit Organizations», Utah L.R. 2007,
pp. 1303 y ss.
158
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA
EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
José Ramón Pin Arboledas y Ángela Gallifa Irujo
• Filantropía 2.0: nacida tras la II Guerra
Mundial, puso el énfasis en el desarrollo de
las ONG y la creación de instrumentos
transversales de solidaridad.
• Filantropía 3.0: la global solidarity, se vuelca
en los grandes retos asociados con las crisis
de salud (pandemias y endemias) y del
medio ambiente (calentamiento global,
biocarburantes u OGM), dos enormes áreas
que movilizan objetos de tanta importancia
como los virus, los fármacos, los residuos,
las semillas, el agua, los bosques y, en definitiva, los asuntos más candentes de la economía del conocimiento.
En el enfoque de la nueva filantropía 3.0, los
donantes consideran que las donaciones tienen
que producir un cambio real. La filantropía ya no
es un pasatiempo, un dar como quien gasta, sino
una actividad con cabeza de quienes quieren
invertir para generar un cambio. Ejemplos de
esto son la actividad filantrópica de Bill Gates y
su esposa Melinda, o de Sergey Brin y Larry
Page, de Google.1 El capitalismo filantrópico
personal es un movimiento expansivo que utiliza
de otras etiquetas de éxito mediático, como lo
son la responsabilidad social corporativa, la venture philanthropy, los social entrepeneurs o, como lo
denomina Bill Gates, el creative capitalism.
1. IMPORTANCIA ECONÓMICA DEL
SECTOR DE LA FILANTROPÍA
Frente a la filantropía corporativa, que debe rendir cuentas a los accionistas, los filántropos individuales se sienten libres de dar su dinero a las
causas y del modo que les parezca más conveniente. Son más rápidos y más activos que sus
propias empresas, hoy ya en mano de muchos
accionistas. Por eso, pueden permitirse innovar
más a través de sus propias fundaciones, más
jóvenes y eficaces.
La nueva filantropía, que se dirige a cubrir el
espacio donde ni el Estado ni el mercado llegan,
pero donde tampoco llega a veces un tercer sector
todavía no totalmente profesionalizado, está generando un efecto ejemplo ante otros millonarios y,
también, un efecto palanca descubriendo áreas de
actividad y nuevos modos de inversión social.
Efectivamente, el tercer sector necesita también innovar y ser más rápido, más flexible y
menos burocrático. Y cuando un conocido millonario señala un área y un modo de hacer, provoca que otros cambien, inviertan también e incluso que el Estado preste atención.
Se pueden diferenciar, en el transcurso del
tiempo, tres tipos de filantropía:
• Filantropía 1.0: nacida a principios del
siglo XX y orientada a la creación de
infraestructuras culturales (Museos, Hospitales o Universidades).
1
159
The Economist (25-02-2006).
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
La nueva filantropía no es ya sólo dar dinero
sino generar conocimiento, compartirlo, promover el capital social. Está muy ligada a los denominados emprendedores sociales, personas con
espíritu emprendedor similar a los empresarios… y deseosos de generar un cambio que
mejore la sociedad.2 La nueva filantropía tiene
un vocabulario propio como inversión social,
alianzas, estrategia, impacto.
Frente a la actividad filantrópica estadounidense, los ejemplos en Europa son menores,
según «The Economist». También es cierto que
hay más filántropos –y más ricos– en los países
emergentes. El magnate indio Azim Premji, el
chino Shi Zhengrong, presidente de una empresa de paneles solares, o el mexicano Carlos Slim,
la segunda fortuna del mundo, se cuentan ya
entre el grupo de mayores filántropos. Pero la
filantropía sigue siendo esencialmente estadounidense. Un 1,85% del producto interior bruto
de este país se dedica a actividades no lucrativas,
según un estudio de la consultoría McKinsey.
Reino Unido dedica a estas actividades un 0,84%
de su PIB. India, el 0,09. China, el 0,05. Algunos
prevén que entre 1997 y 2017 se haya donado en
Estados Unidos entre 5,5 y 7,4 billones de dólares. Puede parecer una cantidad fabulosa, pero
no lo es tanto en términos relativos. Los Gates
deberían multiplicar por treinta su gasto filantrópico para igualar lo que dieron en su época
los magnates del acero y el petróleo Carnegie y
Rockefeller.
En cualquier caso, las debilidades apuntan más
bien a la necesidad de transparencia. Algunos críticos señalan que el espíritu empresarial no siempre es aplicable a las denominadas inversiones
sociales, que el modo de medir la eficacia a ambos
lados no puede ser el mismo. La actividad filantrópica se debe incluir en el llamado Tercer Sector
o de Organizaciones No Lucrativas (ONL).
En un primer intento de sintetizar un proceso
evolutivo iniciado no hace mucho tiempo, la responsabilidad social corporativa o RSC viene pre-
2
cedida e influida por una concepción filantrópica de la acción empresarial, según la cual, la
empresa estaría obligada moralmente a devolver
a la sociedad parte de los recursos que de ésta
recibe, de manera tal que por medio de determinadas acciones benéficas, llámense donativos
para causas de tipo social, cultural y medioambiental, o colaboraciones en proyectos comunitarios, o prestaciones de servicios gratis, estaría
compensando y devolviendo a la sociedad parte
del beneficio que de ésta consigue.
Los estudiosos y académicos del management
en dirección de empresas empezaron a estudiar el
sector (llamado Tercer Sector para diferenciarlo del
Sector Empresarial o Lucrativo y del Sector Público
o de la Administración Pública) hace poco tiempo.
Como suele ocurrir su análisis se extendió a partir
de la evidencia de su importancia social y económica.
El papel social del Tercer Sector, base de su
existencia, ha adquirido cada vez más relevancia.
Especialmente desde que la experiencia demostrara que la sociedad no puede delegar sólo en el
Estado el cuidado de los colectivos social y económicamente necesitados. No lo puede delegar sólo
en el Estado por tres razones: a) porque el presupuesto de las Administraciones Publicas es siempre
escaso y no llegaría a cubrir todas las necesidades:
b) porque la naturaleza de la acción exige, en
muchos casos, además de competencia técnica,
una actitud solidaria propia de las ONL, poner
corazón en el empeño, cosa que no se puede pedir
al sector público; c) porque muchas veces la experiencia de las ayudas a través de los gobiernos, en
determinados países en desarrollo, han resultado
ineficaces y fomentadoras de corrupción.
La importancia económica es cada vez más
evidente. Según José Luis García, en 2004
empleaba un 10% de la población activa en
España (cerca de 1 millón de asalariados) y
representaba el 3,3% del PIB español, porcentaje que se eleva al 4,7% si se incluyen a las cajas de
ahorros.3 Si hacemos caso a la proyección de
3
García, J.L. (2004). Las cuentas de la Economía Social.
El Tercer Sector en España.
Cfr. Aceprensa 47/04, (28/05/08).
160
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
sociólogos como Rifkin4 las ONL, y en particular
las dedicadas a la atención social de personas,
serán uno de los sectores de expansión de trabajos profesionales del futuro. Eso es así porque son
el único sector capaz de aportar compasión una
mercancía de gran valor que, curiosamente, no
tiene precio. Si se cumple el análisis de Rifkin la
sociedad del futuro estará compuesta por tres
patas: el sector de mercado, el sector estatal y la
economía social. La primera pata sería el capital
mercantil, la segunda el capital público y la tercera el capital social. De las tres, la más antigua y
la más importante, aunque la menos reconocida
es el tercer sector.5
CLASIFICACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS
El sector no lucrativo, también denominado
Tercer Sector, está emergiendo con gran fuerza
en casi todo el mundo y constituye una nueva
forma de organizarse de la sociedad civil. En las
últimas décadas, las organizaciones sin ánimo de
lucro han experimentado un gran crecimiento en
todos los países (Salamon, 1994) y se han posicionado como un claro generador de empleo.
Las cifras hablan por sí solas: en los últimos años
en España, se han creado alrededor de diez mil
asociaciones o fundaciones anualmente y existen
más de trescientas mil ONL. Este desarrollo, que
coincide con una diversificación de los ámbitos
de actuación de estas entidades, ha estado favorecido por un papel más activo de la sociedad
civil, la financiación a través de subvenciones
públicas, así como los mejores beneficios fiscales
previstos por las sucesivas leyes.
La mayor parte de las ONL han nacido y se han
desarrollado impulsadas por voluntarios, muchas
veces poco experimentados en la gestión (Giménez,
1995). Tanto es así que algunos autores como Smith
et al. (1998) consideran las ONL como formas colectivas de la acción voluntaria individual.
El aumento del número de organizaciones y la
competencia con sus similares del sector por la
búsqueda de recursos, públicos y privados, ha
motivado una creciente preocupación entre las
4
Rifkin, J. (1994). The end of Work. The decline of the
global labour force and the dawn of post-market era. Purtman Berkley Group Inc. New York. Pgs 291 a 316.
5
161
Rifkin, J. Ob cit. Pg. 337.
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ONL por su situación económica, patrimonial y
organizacional (Hudson, 1995). Hoy en día, las
ONL tienen el deber de justificar el destino de los
recursos obtenidos (Dees, 1998), ya sea, porque lo
exige, aunque sea tácitamente, quienes les otorgan
su apoyo (Mintzberg, 1994), o bien, porque el Estado lo requiere legalmente mediante las normativas
y procedimientos creados específicamente para
ello. No hay que olvidar que durante muchos años
esta información no había sido solicitada de forma
obligatoria por parte del Estado.
Hace 10 años Jerez y Revilla nos advirtieron
de los riesgos y peligros latentes que amenazaban
el desarrollo del sector no lucrativo, a saber: la
dependencia financiera, la fragmentación del
tejido asociativo, la actuación mercantilista de las
organizaciones, la creciente burocratización de
las organizaciones, el clima ideológico, los
medios y el espectáculo. Razón tenían esos autores al señalar la dependencia financiera como un
riesgo que haría crisis en el sector.
Durante los últimos años España se ha visto
beneficiada sustanciosamente de las ayudas de la
Unión Europea. Sin embargo, la reciente ampliación de la UE ha motivado un fuerte recorte de
los presupuestos asignados a nuestro país. La disminución presupuestaria a partir del 2007 y el
crecimiento del número de organizaciones, que
compiten por los mismos fondos, acarrean la
necesidad de replantear el modelo actual de
financiación de las ONL así como el uso eficiente de los recursos disponibles.
La captación de recursos (humanos y económicos) no puede entenderse como una actividad aislada sino que forma parte integrante de la estrategia
de cualquier organización no lucrativa. Las ONL,
como entidades con una importante misión a
desempeñar en la sociedad, deben converger hacia
una dirección y gestión profesional, con una estrategia clara y transparente de captación de recursos
–a fin de cuentas, su viabilidad y sostenibilidad
depende de ello– así como ser capaces de explorar
alternativas creativas de financiamiento económico.
De este modo, las ONL conseguirán potenciar a
este sector emergente en todos sus aspectos y se
ganarán la confianza de la sociedad que las sostiene.
2. LA NECESIDAD DE MEJORAR LA
GESTIÓN EN EL SECTOR
Mejorar el sector de la filantropía es, en consecuencia, necesario tanto por la importancia social como
por el volumen económico que para la economía
supone. Para ello parece útil la conjunción de los
esfuerzos de los tres sectores: las Administraciones
Públicas, Empresas y Sociedad Civil. El objetivo es
conseguir una mayor extensión o autonomía de su
acción, para lo que es condición necesaria incrementar los presupuestos de estas instituciones. En
consecuencia, mejorar sus fuentes de financiación.
En un estudio realizado por el IRCO-IESE6
junto con SIGMA7 sobre una muestra de 201
organizaciones españolas, observamos que el
incremento anual de los presupuestos es del
15,5%, siendo las fundaciones las que aumentan
en un casi 20% sus presupuestos anualmente.
Las fundaciones tienen en promedio mayores
presupuestos que las asociaciones, y que dentro
de éstas las cívico-sociales y las empresariales
andarían a la par.
La tabla muestra que los presupuestos de las
ONL experimentaron un incremento medio de
15,1% entre los años 2005-2006, lo que es muy
positivo y alentador para el sector. Las fundaciones crecen casi cinco puntos más que las asociaciones y dentro de las asociaciones, las empresariales son las que menos crecen con un 11%.
Mientras que las ONL cívico-sociales continúan experimentando una expansión, creciendo
fundamentalmente en número y en financiación
(como luego veremos, gracias a su apoyo sobre el
voluntariado así como a una mayor orientación a
la captación de recursos), el segmento de las asociaciones empresariales muestra de nuevo una
mayor madurez. Aunque crecen poco en número,
existe una gran proporción de organizaciones de
tamaño reducido y sus presupuestos crecen
menos que los del resto de organizaciones.
6
IRCO (International Center on Organizations) es un
Centro de Investigación del IESE.
7
SIGMA Servicios Profesionales para Asociaciones S. L.
162
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
PRESUPUESTOS POR TIPOLOGÍA DE ONL
* Base 128 ONLs
EVOLUCIÓN DE LOS PRESUPUESTOS
TASAS DE VARIACIÓN MEDIA DE LOS PRESUPUESTOS (2005-2006)
* Base 103 ONLs
TASAS DE VARIACIÓN Y TAMAÑO DE LA ORGANIZACIÓN
Como se indica en la tabla, los mayores crecimientos presupuestarios se están dando en organizaciones de tamaño medio y cuanto menor es el
presupuesto menos parece crecer la organización.
Así, las organizaciones pequeñas que, a menudo
coinciden con las más jóvenes, se encuentran en sus
inicios con mayores dificultades para captar recursos por falta de personal cualificado para acceder a
las subvenciones o para buscar socios o donantes.
ESTRUCTURA DE COSTES: GASTOS
DE PERSONAL
Tradicionalmente el sector no lucrativo ha compensado la precariedad financiera con el trabajo
de voluntarios no remunerados. Según los datos
de estudio, los voluntarios representan más de la
mitad del equipo humano y constituyen uno de
los activos más importantes de las ONL y el prin-
163
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
cipal motor de su desarrollo. Los voluntarios son
efectivamente una gran fuerza laboral del sector,
destacando las asociaciones cívico-sociales que
cuentan con la mayor fuerza de voluntariado. En
este sentido, las ONL deben esforzarse por fide-
lizar a sus voluntarios ya que representan para
ellas un recurso muy valioso, son fuente de innovación en el seno de la organización y, si bien gestionados, embajadores de primerísimo nivel para
atraer recursos económicos.
EMPLEADOS Y VOLUNTARIOS
F
VOLUNTARIOS POR TIPOLOGÍA DE ORGANIZACIÓN
F
Con respecto a los empleados asalariados,
cerca del 50 % de las ONL tienen menos de diez
empleados, y muchos de éstos trabajan a tiempo
parcial. Calculando el número de personas que
trabajan a tiempo parcial con lo que supone una
jornada completa, casi el 50% de la muestra contaría con menos de cuatro empleados.
PORCENTAJE DE ORGANIZACIONES SEGÚN NÚMERO DE EMPLEADOS
* Base 179 ONLs
164
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
Por tanto, uno de los principales retos del sector es la incorporación de profesionales competitivamente remunerados, tarea al parecer imposible
por los escasos recursos financieros con que cuentan las ONL. Sin embargo, el sector debe abordar
de manera urgente esta problemática pues permitirá a su vez enfrentarse a otros retos como la captación regular de fondos, la fidelización de socios y
donantes, la gestión del proceso de innovación o la
puesta en marcha de herramientas clave de sostenibilidad como es la planificación estratégica.
Para poder incorporar profesionales remunerados se necesita aumentar la captación de recursos
regulares. En el gráfico siguiente se observa que los
gastos fijos, en personal y generales, representan
un 70% del total. Una estructura tan elevada de
costes fijos no se puede mantener con una estructura ingresos que sea dependiente y esporádica.
ESTRUCTURA DE COSTES EN LAS ONL
F
PERSONAL DEDICADO POR ACTIVIDADES SEGÚN MODALIDAD
(1)
Se refiere al Nº de ONL
nos mientras que tienden a subcontratar la gestión
de nóminas, los servicios legales y la informática.
Una organización pequeña puede reducir el
riesgo que supone una elevada carga de gastos de
personal subcontratando profesionales externos
en aquellas áreas no críticas para la organización
o en las que no posee experiencia. Esto es precisamente lo que están haciendo muchas ONL.
ESTRUCTURA DE INGRESOS
En el apartado anterior hemos visto que las ONLs tienen unos costes fijos elevados. Una elevada estructura
de gastos ha estar compensada por otra de ingresos
con una alta proporción de fondos regulares.
Se observa que para las áreas de administración, comunicación, formación y captación de
recursos, las ONL recurren a profesionales inter-
165
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ESTRUCTURA DE INGRESOS DE LAS ONL SEGÚN SU TIPOLOGÍA
F
les permita continuar operando independientemente de las circunstancias por las que atraviesen.
En cuanto a la estructura de ingresos, en el
gráfico se puede observar que varía mucho
dependiendo del tipo de ONL. Las subvenciones
son la primera fuente de ingresos en las asociaciones cívico-sociales y en las fundaciones, mientras que las cuotas de los socios representan el
59% de los ingresos en las asociaciones empresariales. A primera vista, la estructura de ingresos
más estable sería la de las últimas mientras que la
menos sería la de las asociaciones cívico-sociales
que dependen en mayor medida de subvenciones y las donaciones puntuales. No obstante,
habría que determinar en cada caso el número
de entidades y/o personas que prestan su apoyo a
la ONL así como su ratio de fidelidad.
Por otra parte, la tabla de resultados pone claramente de manifiesto que los ingresos por
patrocinio y esponsorización suponen una muy
escasa proporción de los ingresos. Por último, las
rentas patrimoniales de las ONL se encuentran
actualmente a niveles mínimos. Una vez más es
obligado subrayar la importancia de este tipo de
financiación para asegurar la independencia y
sostenibilidad de la organización. Las ONL
deben enfocar su estrategia de captación de
recursos con el objetivo de lograr en el medio,
mejor que en el largo plazo, un patrimonio que
EVOLUCIÓN DE LA ESTRUCTURA
DE INGRESOS
Cuando preguntadas sobre los cambios que consideran más necesarios, se observa que las ONL
no se decantan por una alternativa sino por trabajar en diferentes frentes para mejorar su financiación, lo cual parece oportuno para diversificar
riesgos a nivel de ingresos. Sin embargo, como
indica la siguiente tabla, destacan las opciones de
captar más socios/donantes así como la de incorporar más patrocinadores/espónsores.
Lógicamente, cada ONL apuesta por lo que
mejor sabe hacer o bien por lo que le conviene
estratégicamente. Así, las organizaciones empresariales que tradicionalmente se financian vía
socios escogen esta alternativa complementándola con la oferta de servicios. Las asociaciones cívico-sociales tienden a elegir más que el resto de
ONL la captación de subvenciones. Sin embargo,
en todos los casos sorprende la elevada mención
de patrocinadores/espónsores que actualmente
166
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
tiene muy poco peso específico en la estructura
de ingresos de las ONL. Estas grandes esperanzas que ponen las ONL en financiarse a través
de patrocinios deben toparse con la realidad
actual de la acción social empresarial que mira
mucho el retorno de la inversión. Un mayor
conocimiento del sector lucrativo ayudaría a las
ONL a superar su manifiesta incapacidad
actual de proponer a este sector proyectos
atractivos que sean no sólo capaces de generar
un alto beneficio social sino también un claro
retorno económico.
CAMBIOS QUE CONSIDERA NECESARIOS EN SU FINANCIACIÓN
Por otro lado, es importante también conocer
si el número de financiadores privados (socios,
donantes y patrocinadores) ha aumentado, se ha
mantenido o ha disminuido en los últimos años.
Los datos recogidos se detallan en la siguiente
tabla:
NÚMERO DE FINANCIADORES Y SU EVOLUCIÓN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
(1)
(2)
Los % refieren al nº de ONL que expresa su opinión al respecto
El apartado donantes aparece en blanco pues las empresariales no suelen acudir a donaciones
por la captación de socios que constituye actualmente su principal fuente de financiación.
Se observa que la mayoría de las ONL ha
aumentado el número de financiadores privados,
siendo las fundaciones las que mejor tendencia
presentan. Cabría destacar la situación de las asociaciones empresariales en las que un 24,5% está
perdiendo socios, lo que de nuevo indica la
mayor concentración existente en este ámbito de
actuación, tendencia contraria al resto del sector
no lucrativo, y por tanto una mayor competencia
FINANCIACIÓN: SITUACIÓN ACTUAL
Actualmente, la gran mayoría de las ONL
encuentran muchas dificultades para financiar
sus actividades, debido principalmente, al fuerte
167
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
incremento del número de organizaciones que
optan a los recursos tradicionales. Sajardo (1997)
comenta que las debilidades del sector no lucrativo pueden incidir en una menor capacidad
para ofrecer sus servicios de bienestar social.
Salamon (1987) enmarcaba estas debilidades
dentro de la teoría de las carencias del sector no
lucrativo, tales como: a) los insuficientes recursos
financieros (principalmente donaciones y cuotas
de socios) para hacer frente a sus necesidades; b)
la incertidumbre e irregularidad en la recepción
de los recursos; c) la no profesionalización e insuficiente capacidad de planificación y gestión; d)
el centrarse excesivamente en responder a los
intereses de los grupos que le promocionan sean
éstos religiosos, ideológicos, particulares o económicos; y, e) el paternalismo filantrópico que
predomina principalmente en organizaciones
ideológicas y/o religiosas.
En la actualidad y debido a la globalización de
la economía, los cambios imprevisibles del entorno (sociales, políticos, culturales, demográficos,
educativos, etc.), las ONL se enfrentan a una
serie de nuevos desafíos que hacen necesario una
estrategia diferente, renovada, convincente, que
contenga aspectos que permitan un cambio,
actualización y modernización de su actual forma
de estructura y organización.
Referente a los ingresos, la investigación revela que las subvenciones públicas igualan en
importancia a las cuotas de socios y a los ingresos
por servicios. También revela que nunca estas
tres fuentes por sí solas serán capaces de cubrir
con regularidad los gastos de las ONL. Las fuentes de financiación son, por tanto, un mercado de
recursos escasos por los que las ONL tienen que
competir.
En esta circunstancia cobran importancia términos empresariales: fidelización de patrocinadores, de proveedores, de clientes, planificación,
estrategia a medio y largo plazo, reducción de
costes, estudio de procesos, gestión de personal y
por último y más importante, gestión de la marca
y la confianza de los donantes y patrocinadores.
Los recursos financieros de las ONL españolas
provienen generalmente de fondos oficiales
(ayuntamientos, comunidades autónomas, Unión
Europea, agencias y organismos especializados
de la administración, etc.) existiendo una excesiva dependencia del sector público. Un elevado
peso de esta financiación suele provocar problemas de tesorería en las ONL debido al desfase
entre la prestación del servicio/realización de la
actividad y el pago de las administraciones. Por
otra parte, los recursos obtenidos son efímeros ya
que se conceden ayudas por proyectos de vigencia anual y su asignación depende del número de
demandantes y de la dotación presupuestaria de
la oferta pública. En los últimos años, la administración pública se ha decantado por la financiación a través de convenios de colaboración por
prestación de servicios principalmente en los
ámbitos de los servicios sociales, culturales, educativos, sanitarios o empresariales (internacionalización). Todo ello contribuye a un flujo de caja
más regular para las ONL beneficiarias de estas
ayudas.
Las cuotas de los socios/donantes representan
la segunda fuente de financiación de las organizaciones no lucrativas. Si bien son una fuente
regular de ingresos y si existe un número amplio
de socios se consigue reducir el riesgo, en
muchos casos, estas aportaciones están lejos de
cubrir las necesidades de la ONL de forma sostenible.
Con relación a la prestación y venta de servicios, ésta suele ser utilizada en mayor medida por
ONL con estructuras organizativas sólidas y
capaces de hacer frente al desarrollo y promoción de actividades de carácter profesional. Por
otro lado, aquellas organizaciones cuyos servicios
son gratuitos están experimentando un aumento
de sus costes por la mayor demanda de servicios
y la dificultad de repercutirlos en los destinatarios de los mismos.
Si bien se aprecia un incremento progresivo
de la financiación por parte del sector lucrativo,
ya que las empresas se han dado cuenta que
pueden mejorar su imagen si colaboran con las
ONL o realizan trabajos conjuntos con la administración pública, sin embargo, esta vía de
financiamiento no supera ni la décima parte de
168
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
reducir la fuerte dependencia de las administraciones públicas) e incrementar el número de
financiadores;
4. reducir la incertidumbre e irregularidad
en la recepción de los recursos aumentando el
peso de fuentes de financiación regulares como
son las cuotas de socios/donantes o la financiación vía prestación de servicios;
5. fidelizar a los proveedores de fondos
(socios/donantes, administraciones públicas y
empresas), reforzando su confianza, ante la creciente competencia de otras ONL;
6. profesionalizar la organización para
enfrentarse al sector empresarial que irrumpe
con fuerza en la oferta de servicios en ámbitos
tradicionalmente reservados a las administraciones o a las ONL;
7. dotarse de una estructura de costes flexible
y un margen financiero de maniobra suficiente
para abordar costes imprevistos;
8. abordar con seriedad la planificación
estratégica financiera;
9. ser capaces de prever los rápidos cambios
del entorno y desarrollar competencias dentro de
la organización para adaptar la estrategia de captación de recursos.
Buceando en la literatura académica nos
encontramos con un cúmulo de supuestos que
nos servirán para elaborar el mapa teórico o conceptual y elaborar una propuesta integradora de
estrategia de captación de recursos a nivel de una
ONL. Las siguientes tablas resumen algunas de
las propuestas hechas por distintos autores para
mejorar la financiación de las ONL y que se han
tratado de completar.
los presupuestos de las ONL de mayor envergadura.
Si analizamos la captación de recursos en el
sector no lucrativo, podemos encontrar algunas
razones para afirmar que ésta da señales de
estancamiento:
1. existe un mayor control de las subvenciones y han aumentado las condiciones y requisitos
para presentarse a una convocatoria de ayuda
pública;
2. las aportaciones de los socios, padrinos, y
voluntarios, etc., no parecen las mismas que años
atrás. Los voluntarios y los socios tienden a ser
menos participativos y a exigir una mayor utilidad y rentabilidad de su inversión (sea en tiempo
o económica);
3. por último, la aparición de la competencia,
debida al enorme incremento de organizaciones
en los distintos ámbitos de actuación, hace que el
trozo de tarta a repartir sea cada vez menor.
Estos hechos hacen pensar que quizás las
ONL, nacidas de la acción voluntaria individual,
como apuntaban Smith et al. (1998) y con escasos
recursos para dotarse de una estructura profesional, no estén lo suficientemente preparadas para
afrontar el cúmulo de retos que deben afrontar
en la actualidad. Entre los desafíos que experimentan las organizaciones del sector cabría destacar:
1. conseguir fondos suficientes para el desarrollo
de actividades que aseguren la sostenibilidad de
la organización;
2. equilibrar sus balances;
3. diversificar las fuentes ingresos (aumentando la proporción de fondos privados para
169
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
170
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
tivo) las posibilidades de refuerzo institucional
así como elemento transformador; y, por último,
el fortalecimiento institucional requiere mucha
flexibilidad y capacidad de adaptación a los contextos locales.
Las distintas propuestas presentadas anteriormente constituyen una serie de medios, sin lugar
a dudas eficacísimos, para asegurar el fortalecimiento de las ONL y de todo el sector no lucrativo. A esto apunta Vernis (2005) cuando trata del
concepto del fortalecimiento institucional y que
de un modo sintético y gráfico sirve para englobarlas.
Según Vernis, el fortalecimiento institucional
es un proceso por el cual los individuos, las organizaciones y los sectores de la economía aumentan sus capacidades y su rendimiento en relación
con los objetivos, los recursos humanos y financieros, el entorno en general y los resultados que
esperan conseguir. En palabras más simples, el
fortalecimiento institucional se realiza con la participación directa de las personas y organizaciones implicadas; se trata de un proceso (se necesita tiempo); es multidimensional, lo que implica
que las intervenciones deberán centrarse en
varios niveles o planos (individuos, organizaciones y sector); trata de reforzar capacidades ya
existentes; atiende a la importancia del entorno
como factor que condiciona (en positivo y nega-
Sin embargo, para dar cabida al fortalecimiento institucional se han de enfrentar tres
grandes retos que conviven al interior de las
organizaciones no lucrativas en España: la colaboración para aumentar su credibilidad, la confianza para demostrar que no son meras instituciones caritativas ni simples entidades productoras de servicios y la innovación (Vernis, 2005).
La figura 2 nos muestra la esencia del concepto de fortalecimiento institucional donde gráficamente se explica que las personas son las que
tienen que innovar, las organizaciones las que
deben generar confianza en la sociedad y los sectores los que han de estar dispuestos a colaborar.
Con esto conseguiremos profesionalizar las ONL
y consolidar el sector no lucrativo como sector
con un papel fundamental a jugar dentro de la
economía española.
PRINCIPALES RETOS POR NIVEL DE FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL
FI=fortalecimiento institucional; SNL=sector no lucrativo
Fuente: Adaptado de Vernis (2005)
171
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
mente en el 15% de instituciones el órgano de
gobierno se coloca a la cabeza de esta acción fundamental para su supervivencia. En otros casos,
eso sí, facilita los contactos, colabora e impulsa la
gestión. Pero, su papel será pobre si la Junta o
Patronato no es proactivo, toma iniciativas, es
creativo, escucha a su equipo y dialoga/negocia
directamente con el máximo órgano o persona
con capacidad de decisión del patrocinador. Se
trata de que el más alto nivel se ocupe/preocupe
de conseguir fondos regulares para una ONL.
La verdad es que la naturaleza de esos órganos de gobierno y las disposiciones legales
sobre los mismos hacen difícil su profesionalización y, por tanto, su dedicación a este menester tan ingrato, a la vez que necesario. Esa es
una de las características del sector: la solidaridad por encima del interés. De ahí que haya
que respetar y admirar a cuantos se dedican a
esos órganos y alentarlos a la profesionalización
de su labor.
En todo caso, como en cualquier organización, tanto en los Órganos de Gobierno, como en
los Órganos de Administración, es necesario realizar un esfuerzo de profesionalización en dos
campos:
a) El de la captación de ingresos.
b) El de la eficiente inversión de los mismos.
A ambos aspectos nos vamos a referir, en primer lugar haciendo una breve descripción de la
situación actual y, luego, proponiendo soluciones
prácticas.
3. FINANCIACIÓN: SITUACIÓN ACTUAL
La confianza es difícil ganarla, pero muy fácil
perderla. Muchas ONL tienen bien ganada la
confianza de los que con ella se relacionan. Pero,
también es verdad que estamos en tiempos de
crisis. En el sector, y dentro de él en algunas instituciones en particular, se ha perdido parte de
esta confianza. Es un fenómeno típico del crecimiento. Una vez perdida la confianza, su recuperación requiere una gestión profesional. Exige,
entre otros medios, una buena comunicación
interna y, sobre todo, externa, que ayude a recuperar la confianza de la sociedad en aquellas instituciones que han perdido parte de su prestigio
y en el Tercer Sector en general. No tenemos la
más mínima duda de que así será, pero el tiempo
siempre corre y aplicar profesionalidad a la gestión es un reto inaplazable.
Paradójicamente, para ello se necesita dinero.
Hay que conseguir recursos para mejorar la imagen, lo que permitirá tener más ingresos. Dichoso dinero!!! Dirán o pensarán muchas personas,
pero no queda otra salida. El dinero mueve montañas y es cierto. Es el medio para que, honradamente gestionado, se pueda profesionalizar el
sector en todos sus aspectos, emplear los medios
de comunicación para darse a conocer, informar,
crear y cuidar las marcas de las organizaciones y,
especialmente, para gestionar el cambio que
pide la sociedad al Tercer Sector.
La fuerte competencia por los recursos disponibles en el mercado global obliga a las organizaciones a adoptar en su gestión estrategias del
mundo del management. Tanto la obtención de
patrocinios, alianzas, venta de servicios como la
gestión de las personas en las instituciones deben
estar orientadas a la eficiencia y eficacia, es decir,
a la obtención de objetivos con el mínimo coste y
el máximo acierto. A este objetivo va dirigido
este escrito.
En esa competencia por los recursos disponibles en el mercado es importante el papel de los
Órganos de Gobierno ¿Cuál es el rol de la Junta
o Patronato en la captación de recursos? En la
muestra estudiada en el informe citado, única-
4. LA PROFESIONALIZACIÓN EN LA
CAPTACIÓN DE INGRESOS DE LAS
ONL (ORGANIZACIONES NO
LUCRATIVAS)
Una de las conclusiones del estudio mencionado
es que las ONL han aumentado en los últimos
años el número de financiadores privados, con
tendencia a la diversificación de sus fuentes
financieras. Otra de las tendencias es la necesidad de enfocar esta actividad de captación hacia
la sostenibilidad de las organizaciones. Es decir
172
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
intentar que la recepción de ingresos se convierta en un flujo continuado y adecuado a las necesidades de la organización.
Para ello parece conveniente que los esfuerzos
de captación de fondos sean congruentes con la
misión de la organización, contemplando la captación de recursos como parte de la estrategia. El
objetivo más ambicioso sería incrementar el
patrimonio año a año asegurando la independencia financiera y, en consecuencia, la sostenibilidad del proyecto.
En todo caso el 84% de las ONL analizadas en
el estudio consideraban necesario hacer cambios
en su financiación. Sin embargo este cambio responde a diferentes razones. Además de la necesidad de evitar la excesiva dependencia de las
Administraciones Públicas y de buscar fuentes
alternativas de financiación (56,6%) otras razones son: consolidar la estructura (76,2%); crecimiento de la organización (68,5%); aumentar la
base de socios y/o donantes (42,7%); cubrir el
déficit (15,4%).
¿CUÁL ES LA RAZÓN PARA CONSEGUIR MÁS RECURSOS?
teóricos abusos acaba creando más problemas que
los que quería solucionar. Por eso también se ha
remarcado el respeto que merecen quienes de
manera altruista se dedican a estos menesteres.
Pero, en todo caso, ayudar a la profesionalización
de esta función difundiendo las mejores prácticas
es una de las tareas a realizar. En este sentido iniciativas como la del libro al que pertenece este
artículo pueden ser muy interesantes.
Otra cosa es la formación de quienes profesionalmente, desde la gerencia o el departamento de fundraising se dedican a esta materia. Además de ser expertos en técnicas de marketing
deben tener un profundo conocimiento del
negocio, por llamarlo de alguna forma, para realizar dos tipos de actividades:
a) El fundraising externo vendiendo el producto o servicio realizado por la ONL a los
financiadores.
b) El fundraising interno, concienciando a
todos los componentes de la organización
de que:
a. Los mejores vendedores de los servicios
son los que participan en su prestación.
Los que mejor pueden contar, y con más
Por otra parte, las ONL destinarían ese
aumento de ingresos sobre todo a la consolidación de la estructura y el crecimiento de la organización. Además, a más de la mitad de las organizaciones le preocupa la dependencia de las
administraciones públicas y la necesidad de buscar fuentes alternativas de ingresos. Las cuotas de
los socios y donantes aparecen como las fuentes
alternativas por excelencia.
¿Cómo profesionalizar el fundraising o captación de fondos? Algunas ONL poseen la estructura necesaria para tener un departamento especializado en esta función, otras no.
Realizar un plan sistemático de captación de
fondos, de acuerdo con la planificación a largo
plazo de la ONL y utilizarlo estratégicamente no
es fácil. Exige profesionalización de los diferentes componentes de la organización que se dedican a ello.
Ya hemos comentado las dificultades de los
Órganos de Gobierno (Patronatos, Juntas Rectoras, Consejos Directivos, …). En parte debido a la
restrictiva política de la legislación en cuanto a sus
compensaciones. Como pasa siempre la cicatería,
normalmente de origen fiscal, para evitar algunos
173
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
entusiasmo, la bondad de los mismos
son los que están al pie del cañón.
b. La mejor venta para el fundraising es
poder mostrar una ejecutoria de eficacia
y eficiencia en la utilización de los recursos donados. De ahí que el buen trabajo
de todos es el que aporta mayor confianza a los donantes y financiadores.
En ese sentido todos los procesos relacionados
con la confección de la Visión y la Misión de la
compañía, así como el liderazgo y la comunicación
de ambas externa e internamente son parte de la
función de fundraising. Sobre como mejorar en
estos aspectos trataremos en los puntos siguientes.
En las organizaciones ese tipo de relación se
conoce hoy como Leadership Branding8 (marca de
liderazgo) recogida en un libro de Ulrich y Smallwood (2007). En el mismo, los autores estudian
como conseguir esa relación de los empleados con
los stakeholders de la organización, tanto en el sector privado, como en el de los non profit. Es interesante el análisis dedicado a Bon Secours Health
System Inc. Una organización católica de origen
francés establecida hace más de cien años en USA.
Como el libro explica: En esta organización el concepto de Leasdership Brand es persistente. La identidad
externa deseada se hace real en los empleados a través de
un conjunto de comportamientos de liderazgo disciplina-
dos y enfocados que los identifica mentalmente con los
clientes o consumidores.9 Establecer esta relación crea
los lazos de confianza entre los stakeholders, especialmente con los donantes, que permiten la
supervivencia y el crecimiento de la organización.
5. LA MENTALIDAD INVERSORA: EL
CIRCUITO CAPTACIÓN-INVERSIÓN
-CAPTACIÓN
El primer concepto a desarrollar para profesionalizar la gestión es el de mentalidad de inversión. Los profesionales de las ONL deben conceptualizar toda su actividad con mentalidad
inversora. La mentalidad inversora se contrapone a la mentalidad gastadora. En muchos casos
los empleados, los directivos y los Órganos de
Gobierno de las ONL tienen mentalidad de
gasto, o peor aún, mentalidad de gasto a fondo
perdido o donación.
En el estudio sobre captación de fondos en
ONL citado anteriormente, las respuestas a la
pregunta: ¿Considera necesarios hacer cambios
en su financiación? las respuestas fueron: mientras todas éstas ven la necesidad de aumentar sus
ingresos, sorprende, sin embargo, que sólo un
12% exprese la conveniencia de reducir gastos.
¿CONSIDERA NECESARIOS HACER CAMBIOS EN SU FINANCIACIÓN?
F
8
Ulrich, D. & Smallwood, N. (2007). Leadership Brand.
Developing Customer-focused Leaders to Drive and Build
Lasting Value. Harvard Business School Pres. Boston (Mass.).
9
174
Ulrich, D & Smallwood, N. Ob. Cit. Pg. 15.
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
¿QUÉ TIPO DE CAMBIOS?
La mentalidad de gasto lleva a la falta de sostenibilidad del proyecto. Cuando se actúa con
mentalidad de gasto las actividades de la ONL
acaban en ellas mismas. Lo cual puede ser muy
loable desde un punto de vista social, pero es
peligroso desde un punto de vista económico.
La mentalidad de inversión exige que cualquier actividad tenga como consecuencia paralela, y fundamental, el aumento de la captación de
recursos. No se debe realizar ninguna actividad
que, de alguna manera, no ayude a la obtención
de fondos para la continuidad y crecimiento de la
organización.
Eso no quiere decir que la obtención de fondos sea directa; en último caso puede ser indirecta. Por ejemplo, una ONG que trabaje con
fondos públicos sabe que en determinados casos,
haber tenido experiencias de éxito en el pasado
ayuda a obtener nuevos fondos. También, algunas veces, la experiencia es necesaria para adquirir determinada calificación que da derecho al
acceso a determinados fondos. Hay proyectos
que permiten obtener certificaciones que exclu-
yen de determinados fondos a otras ONG. Los
órganos rectores de la ONL pueden elegir realizarlos para conseguir este objetivo.
La mentalidad inversora se basa en el círculo
recaudación-inversión recaudación. El esquema
de la Figura I describe esquemáticamente la diferencia entre ambos enfoques: el de gasto y el de
inversión.
La mentalidad inversora hace sostenible el
proyecto global de la ONL. No es fácil convencer
a los directivos de que la practiquen. Menos aún
en las ONG dada la característica de las personas
que a ellas se dedican. Pero es la única manera de
hacer una organización que crezca y cumpla con
los objetivos de mejora de la sociedad de manera
cada vez más amplia.
Probablemente todo gestor afirme que tiene
mentalidad de inversión. Sin embargo asegurarse de ello es una cuestión importante por parte
de los Órganos de Gobierno de la ONL. Toda
actividad o proyecto debe llevar un anexo con la
propuesta de recaudación de fondos y sus posibilidades directas o indirectas de hacerlo.
FIGURA I: DIFERENCIAS ENTRE EL ENFOQUE DE MENTALIDAD DE GASTO
Y EL DE MENTALIDAD DE INVERSIÓN
F
MENTALIDAD DE GASTO
MENTALIDAD DE INVERSIÓN
175
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
der esa eficiencia a los donantes de recursos para
aumentar la confianza de los mismos. Muchas
veces los que deciden las donaciones deben dar
cuenta a otras estancias. Incluso cuando es una
aportación personal quieren estar seguros de que
cumple con los objetivos finalistas para los que se
ha hecho.
6. EL GASTO, SU CONTROL Y
EVALUACIÓN
Si bien es cierto que cualquier organización
debe enfocarse a los ingresos para asegurar su
éxito, tampoco puede despreciar el control de
gastos. Enfocarse fundamentalmente en el control de gastos es un error que lleva a la disminución paulatina de los ingresos y, a la larga al
encanijamiento de la entidad, pero olvidarse de
esta función puede acabar con la confianza de
los donantes.
En las ONL el control del gasto, y la difusión
de ese control tanto externa como interna tiene
dos objetivos. El primero mejorar la eficiencia de
la organización. Es decir, conseguir que los objetivos se alcancen al menor costo. El segundo ven-
En ese sentido controlar los ratios de gastos
generales respecto a los gastos operativos; hacer
mas eficientes los gastos de administración para
manejar con la menor cuantía de los mismos la
mayor cantidad de recursos es una obligación de
los gestores y una forma de obtener nuevos
recursos. Según el estudio IRCO/IESE-SIGMA
los gastos generales y de personal del sector de
las ONL son el 70% de sus presupuestos.
ESTRUCTURA DE COSTES EN LAS ONL
F
Organizaciones como Médicos sin Fronteras
tienen establecido en su cuadro de mando
(Balance Scorecard) los ratios deseables de estos
gastos. Para ello es muy útil la utilización de
métodos basados en las nuevas tecnologías, el
outsourcing o la alianza estratégica con empresas
profesionales a través de sus programas de RSC
(Responsabilidad Social Corporativa) y, dentro
de ellos, de voluntariado empresarial10 especiali-
zado. Esta última fórmula es un ejemplo de colaboración de sector privado con ONL que puede
dar un gran resultado.
Dentro de este marco de profesionalización se
encuentra el proceso de auditorías. La auditoria
ayuda a dar confianza a los donantes y, si es profunda, puede servir de consejero externo que
detecte errores y dé soluciones en el campo del
gasto o la inversión. Hoy en día toda ONL que se
precie debería ser capaz de difundir los informes
anuales de auditoría contable entre sus donantes.
10
El voluntariado empresarial consiste en que las empresas ayudan a ONL mediante la cesión de trabajadores en
horas laborales para que realicen labores sociales, muchas
veces relacionadas con sus habilidades o competencias profesionales. Contables, expertos en finanzas o en estrategia
empresarial pueden ayudar mucho a la profesionalización de
las decisiones de las ONL y a su eficiencia.
176
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
laboral. Además, cuando se ayuda a esta recolocación, a largo plazo se pueden obtener donaciones
derivadas del agradecimiento de estas personas.
Si, los ex-cooperantes alcanzan cuotas de decisión
en las empresas o en las Administraciones Públicas
y confían en la ONL reforzarán su compromiso y
el de las organizaciones en las que decidan. Eso es
tener mentalidad inversora en el manejo de las
carreras de las personas de la organización. La
gestión de las salidas es tan importante como la
gestión del reclutamiento.
Dar valor a través de la dirección de las personas es uno de los requisitos de una gestión profesionalizada en todas las organizaciones. Las
personas son el activo más importante de la organización. Su nivel profesional da confianza y su
actitud, dentro o fuera de la ONL, es uno de los
mensajeros más importantes de la calidad de sus
acciones y genera la confianza que requiere la
supervivencia de la ONL.
Las posibles políticas de Dirección de Recursos Humanos son muchas. Lo importante es que
sean consistentes entre sí, consistentes con el
entorno y la estrategia de la organización y con
su ADN (historia, misión, visión, cultura, ...).11
Cada ONL tendrá que desarrollar sus políticas
de acuerdo con todas ellas. Grande o pequeña,12
ONG o Agrupación Profesional, Fundación o
Asociación, la consistencia es condición necesaria
para su buen funcionamiento. Su diseño y puesta en práctica requiere formación y capacidad de
análisis profesional en este campo.
7. EL GOBIERNO DE LAS PERSONAS
O LA DIRECCIÓN DE RECURSOS
HUMANOS: EL ACTIVO INTANGIBLE
MÁS VALIOSO
Dentro de las ONL lo más valioso es la entrega y
compromiso de muchas de sus personas. La
capacidad de atracción y entusiasmo de su
misión y los proyectos en que se concreta suele
ser extraordinaria. Sin embargo, la gestión de
estas personas adolece en muchos casos de falta
de profesionalización.
Suele haber carencia de medios materiales y,
en consecuencia de retribuciones adecuadas Pero
lo peor es no tener unas políticas de Dirección de
Personas o Recursos Humanos definida.
Esas políticas pasan por la definición de los
procesos de reclutamiento, de análisis de cuáles
son los yacimientos de posibles colaboradores,
cómo seleccionarlos en función de las competencias y actitud requerida para los proyectos.
Otra política que hay que tener muy clara es
el tipo de carreras a ofrecer a esas personas. En
la empresa lucrativa no todas las carreras son de
largo plazo. En las empresas consultoras la fórmula es Up or Out. El empleado o promociona
en un determinado plazo o debes abandonarla.
Parece que en las ONL es un tipo de carrera bastante adecuada a su misión y estructura.
Pero ello supone establecer un tipo de rotación de personal adecuado a esta carrera y procesos de formación en consonancia con ello. Si
las personas pertenecen a la ONL durante un
plazo determinado debemos formarlos por dos
motivos. El primero para que su valor en el mercado laboral les permita rentabilizar la experiencia adquirida. El segundo para poder preparar a
los sustitutos de manera rápida.
Una de las fórmulas de obtener buenos colaboradores es desarrollar una marca de buen
empleador. Primero porque se ofrecen trabajos en
proyectos interesantes que responden a las vocaciones de sus posibles cooperantes. Segundo porque en ellos se desarrollan competencias valiosas
para el mercado laboral. Tercero porque esa experiencia ayuda a la recolocación en el mercado
8. LA FUNCIÓN DEL LIDERAZGO EN
EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA:
VISIÓN, COMUNICACIÓN ILUSIONANTE,
VALORES ÉTICOS
Tener una Marca de Liderazgo es importante
para crear la confianza con los stakeholders, espe-
11
Pin Arboledas, José Ramón. (2007) Consistencia. La
estrategia de la empresa es la estrategia con sus personas.
Pearson Educación S. L. Madrid.
12
Según el estudio IRCO-SIGMA el 50% de las ONL tienen menos de cuatro empleados.
177
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
petencias innatas se puede perfeccionar esta
capacidad.
Esta hipótesis del carácter innato del papel de
visión del liderazgo es esencial para entender
cómo debe funcionar la ONL. Si realmente se
exigen ciertas condiciones innatas, entonces es
necesario que haya un proceso de reclutamiento
y selección dirigido a descubrir las personas que
lo tienen e incorporarlas a la organización.
Encontrar a las personas que lo poseen es
requisito indispensable para que la organización desarrolle el factor liderazgo. Profesionalizar esta búsqueda es importante para que la
organización se desarrolle. A veces en las ONL
esta búsqueda se deja al azar, esperando que la
misión de la organización atraiga a personas con
esa competencia. Pero no es lo más profesional.
Dejar esta política al azar es uno de los fallos que
más pueden afectar el desarrollo de la organización. La Junta Rectora o el Patronato, los Órganos de Gobierno, sea cual sea su estructura, tienen aquí una responsabilidad muy importante.
En el campo de las ONL, mucho más que en
el de las empresas lucrativas, es importante distinguir a las personas capaces de articular visiones de las visionarias. Estas últimas son las que
pueden describir un futuro pero no el camino
para llegar a él. Tener visión es describir ese futuro y formular los procesos para alcanzarlo.
En las empresas con ánimo de lucro el visionario se descubre enseguida. El sistema de control (la cuenta de pérdidas y ganancias) es tozudo y obliga al realismo. En algunas ONL este
control no es tan importante y puede crear disfunciones, el mecanismo de control puede ser a
mayor plazo y, cuando se descubre el problema
que ha creado el visionario, ya no hay tiempo de
reacción. Es por eso, que es más necesario distinguir las personas con visión de los visionarios
y no dejarse arrastrar por ellos. Tener los pies en
tierra a la vez que se formulan visiones atrayentes y oportunas es condición necesaria de supervivencia.
Es por eso que junto a la visión el liderazgo
debe aportar la capacidad de estructurar los sistemas de operaciones y control.
cialmente con los donantes. Pero la marca de
liderazgo exige tener líderes a lo largo de la organización. El factor liderazgo es esencial para la
supervivencia y el crecimiento. En ese sentido es
necesario profesionalizarlo en las organizaciones
del tercer sector. Para ello conviene conocer cuales son sus componentes y papeles.
Después de múltiples estudios sobre liderazgo, parece que éste consiste en tres papeles que
conjugados entre sí potencian la organización.
Estos tres papeles son: la creación de una visión;
la capacidad de mando, organización y comunicación eficaz de la visión; y el establecimiento de
valores éticos.13 Analicemos cada una de ellos.
8.1. NECESIDAD DE LA FORMULACIÓN
DE LA VISIÓN Y EL PELIGRO DEL
VISIONARIO
El primer rol del liderazgo en una organización
es aportar una visión del futuro a conseguir. Es la
función estratégica del líder. La visión es una
definición plástica del futuro, del objetivo al que
dirigirse expuesto de manera atrayente y oportuna. Consiste en definir una oportunidad que se
encuentra en el entorno y no es conocida de
manera amplia por el resto de las personas. Eso
no quiere decir que su descripción sea muy original. Normalmente cuando el líder la describe, las
personas la encuentran muy razonable y se preguntan porque ellos no la han definido. Pero
hasta que el líder no la formula, nadie lo hizo.
Sobre la capacidad de establecer visiones hay
estudios empíricos que indican que tiene un cierto origen innato. Las condiciones necesarias para
hacer esa descripción de la oportunidad que hay
en el entorno no están muy extendidas en la
población. Su origen no es necesariamente genético, sino el resultado de una serie de factores,
entre los que se encuentra la inteligencia natural
y el desarrollo a través de estímulos vividos. Lo
que sí parece claro es que a partir de esas com-
13
Pérez López, J. A. (1992). Fundamentos de la Dirección de Empresas. Ediciones Rialp S. A. Barcelona.
178
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
del branding como empleador, las ONL pueden
utilizar esta oferta como atractivo. Si además, se
vende a los posibles donantes financieros como
un campo de entrenamiento de futuros empleados, la ONL puede utilizar estos procesos como
oferta de servicios aumentando el valor de los
mismos. Este entrenamiento es doble, por una
parte desarrolla dotes de mando, capacidad de
comunicación, en algunos casos entrenamiento
trans-cultural o gestión de la diversidad y por
otra parte crea sensibilidad social e inserta valores éticos. De este capítulo trata el siguiente
punto.
8.2. LA CAPACIDAD DE ORGANIZACIÓN,
MANDO Y COMUNICACIÓN: UN CAMPO
DE POSIBLE APRENDIZAJE
Articulada la visión el segundo papel del liderazgo consiste en comunicarla de manera atrayente
y eficaz para movilizar las personas en su consecución. De nada sirve tener una idea de un futuro si no se es capaz de trasmitirlo a quienes tienen que empeñarse en alcanzarlo.
Los estudios sobre el liderazgo indican que las
competencias de comunicación y mando se pueden aprender más que las relacionadas con la
visión. En este campo existen suficientes procesos
de formación y entrenamiento disponibles. Los
líderes de las ONL pueden perfeccionar sus
capacidades de mando, organización y comunicación. En el IESE tenemos amplia experiencia
en ayudar a desarrollar los conceptos en que se
basan estas competencias14 y existen organizaciones especializadas en el entrenamiento de las
mismas.
Precisamente una de las oportunidades que se
pueden ofrecer a los empleados y cooperantes de
las ONL es la oportunidad de desarrollar estas
capacidades organizativas, que serán muy útiles
para su futuro. Un ejemplo es el entrenamiento
en la dirección trans-cultural (cross-cultural) de las
organizaciones que ofrecen las ONL de carácter
internacional.
En resumen, así como en las competencias
relacionadas con la visión es importante un buen
proceso de reclutamiento y selección, en las competencias organizativas y de comunicación se
puede recurrir a políticas de desarrollo y formación. En particular de desarrollo en el puesto de
trabajo (in the job) dando oportunidades que serían
difíciles de tener en otras organizaciones.
La oferta de este tipo de desarrollo puede ser
un aliciente para la captación de talentos. Dentro
8.3. LOS VALORES ÉTICOS: CUIDADO
CON SU MANTENIMIENTO
El tercer rol del liderazgo es la implantación de
valores éticos. El liderazgo supone un proceso de
generación de confianza en el líder y su organización. Eso no se puede hacer sin un comportamiento ético. Las personas confían en aquellos
que se portan de manera correcta teniendo en
cuenta el bien común de toda la organización, no
sólo el suyo, además de demostrar tener una
buena visión y ser eficientes directivos. Lo peor
que puede ocurrir es alguien muy hábil en la
dimensión estratégica y en la ejecutiva y que sólo
piense en su bien. La historia dice que este tipo
de dirigente acaba siendo un dictador que tiene
que ejercer cada vez más el poder para conseguir
sus objetivos.
Pero si hay algo que caracteriza a las ONL es
que muchas veces el poder es débil y que los
objetivos se consiguen atrayendo a las personas
por la autoritas. El poder consiste en que las personas hagan lo que el líder propone. La autoritas
es conseguir que las personas quieran hacer lo
que el líder propone. En realidad hay muy poca
diferencia entre estas dos definiciones. Una palabra: hagan, en el poder, se cambia por quieran
en la autoritas. Porque la autoritas es un mecanismo de ilusión, de construcción de credibilidad
en las propuestas y las acciones del liderazgo, por
el que las personas depositan su confianza en él,
le apoyan y siguen en sus propuestas.
14
De hecho en muchos de los programas de Desarrollo
de Directivos y MBA es cada vez más frecuente encontrar
directivos del sector de la filantropía. También en el PLGP
(Programa de Liderazgo para la Gestión Pública), donde
además de políticos y directivos públicos asisten directivos
del Tercer Sector.
179
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
una de las funciones más importantes de los
Órganos de Gobierno sea la vigilancia en el mantenimiento del comportamiento ético.
Para ayudar a este papel del liderazgo en las
ONL se pueden hacer muchas cosas, algunas las
han desarrollado las empresas mercantiles con
cierto éxito: establecer Códigos de Comportamiento; reglamentos que los desarrollen; aprender de las experiencias propias y ajenas, difundir
las buenas prácticas; crear indicadores que avisen
de los peligros y las posibles desviaciones. En este
campo es buena la acción de ONL dedicadas a la
ayuda de otras organizaciones de este sector para
el análisis y la auditoría ética.
En ese sentido las ONL son en muchos casos
una escuela de liderazgo como ya se propuso en
el punto anterior.
Sin embargo el estudio de esta dimensión de
liderazgo indica que el mantenimiento de comportamientos éticos no siempre es lineal. Personajes con buenas intenciones al acceder al poder
se desvían en el ejercicio del mismo. La literatura mundial y, en particular el teatro describen
con brillantez esta pérdida de sentido moral.
Shakespeare es un maestro en esta descripción.
En la vida de las ONL este peligro es patente.
Ello es grave, porque el ángel caído es la figura
mítica del diablo. El que fue generoso y perdió su
inocencia es más peligroso que el que nunca
pensó en una labor humanitaria. Además los stakeholders, en especial los donantes, se sienten
defraudados y pierden la confianza en la ONL
bruscamente, recuperarla entonces no es fácil.
El comportamiento ético exige, a veces, sacrificios difíciles de afrontar. Reducción de ingresos o
renuncia a proyectos brillantes que pueden tener
peligros éticos. Las tentaciones existen y son continuas. Mayores cuanto más éxito han tenido los
gestores de la organización. Es así porque, a veces,
hay estrategias oportunistas, que deterioran los
valores o la misión de la ONL, aunque crean caja
o proporcionan éxitos aparentes a corto plazo.
Estas estrategias se aprovechan del caudal de confianza creado hasta la fecha en que se pone en
marcha una estrategia oportunista.
Muchas veces las estrategias oportunistas se
adoptan con la intención de que sean sólo temporales. Se espera que duren sólo un tiempo
hasta que se recupere la estabilidad financiera, se
incrementa sustancialmente el patrimonio o se
aproveche el éxito momentáneo. Pero crean adicción. Son como las drogas. Desengancharse de
ellas en muy difícil. Una vez aprendido el atajo la
tendencia a utilizarlo es cada vez mayor. Primero,
porque ha demostrado ser eficaz. Segundo, porque es más cómodo que el camino de largo recorrido y menos brillante.
El problema es que una vez puesta en evidencia el deterioro ético de la organización, como ya
se dijo, es muy difícil la marcha atrás. De ahí que
9. RESUMEN Y CONCLUSIONES
En el recorrido que hemos realizado en este
escrito se descubre que la clave del funcionamiento de las ONL, de manera más importante
que en otro tipo de organizaciones es la generación de Confianza en los diferentes stakeholders.
La profesionalización del sector se debe enfocar
a conseguirla. Es la garantía de su supervivencia
y crecimiento. Pero para ser más concretos en la
aproximación a cómo conseguir esta confianza,
hemos encontrado algunas conclusiones y recomendaciones que a continuación esquematizamos:
– El sector de la ONL está en crecimiento. Su
importancia en la economía es creciente y
su capacidad de generar puestos de trabajo
importante.
– Esto hace que los recursos globales de los
que disponen sean cada vez más escasos y
las ONL necesiten competir por ellos. Lo
cual exige un incremento de la profesionalización de su actividad.
– Dentro de esa profesionalización se encuentra la actividad de obtención del dinero o
fundraising. Algunas ONL tienen profesionalizada esta función, pero no es muy
corriente.
– En esta actividad deberían ayudar de manera específica los Órganos de Gobierno de
180
LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA
–
–
–
–
–
conjunto de los recursos manejados es una
buena práctica. También lo es comunicar a
los stakeholders los resultados de este balance
scorcard, en particular a los donantes.
– Un campo en el que la profesionalización
de las ONL es muy necesaria es el de la
Gestión de Personas o Políticas de Recursos
Humanos.
La selección y el reclutamiento de
empleados y cooperantes no puede
dejarse al azar. Debe ser la consecuencia
de un plan consistente con la naturaleza
y la estrategia de la organización.
Los procesos de carrera también tienen
que ser consistentes con la estructura de la
ONL, su ADN y su estrategia y entorno.
Pero no se puede olvidar el proceso de
salida o recolocación de las personas
que colaboran en la misión de la ONL.
En muchos casos habrá que encontrar
mecanismos de búsqueda de empleo
externa o favorecer la adquisición de
competencias válidas en el mercado
laboral para facilitar la empleabilidad
de la persona en su salida de la organización.
Una buena práctica de política de carrera puede ser servir de escuela de entrenamiento y consolidación de valores
para empresas del sector lucrativo,
mediante convenios que favorezcan la
reinserción de los cooperantes en las
mismas.
El desarrollo de un buen branding de
empleador es una de las cuestiones claves de una política de Recursos Humanos en las ONL. Una vez conseguido se
facilita el reclutamiento y la selección.
– La función de liderazgo es esencial en la
profesionalización de las ONL. Para ello
debe cubrir los tres roles fundamentales del
mismo: la generación de visión (evitando
los visionarios); la función ejecutiva, de
organización y de comunicación; y la de
creación y mantenimiento de valores éticos.
las organizaciones del tercer sector. Sin
embargo, la rigidez legal de las exigencias
de los patronatos de las fundaciones (figura
jurídica que adoptan muchas de ellas) dificulta la dedicación profesional de los miembros de los patronatos. Aunque no por ello
hay que dejar de reconocer lo valioso de su
aportación.
La función del fundraising tiene dos vertientes: la captación externa de dirigida a los
donantes; y la generación de una mentalidad de captación de recursos en todos los
miembros de la organización. La segunda
es tan importante como la primera.
Para ello es importantísimo la creación de
una marca (branding) de liderazgo que genere la confianza de los donantes, de los receptores de su actividad o clientes y de los propios empleados o cooperantes.
La importancia del fundraising exige que las
ONL generen una mentalidad inversora
que sustituya a la mentalidad de gasto que
tienen algunos gestores de ONL. Toda actividad debe generar recursos adicionales,
bien de forma directa o indirecta.
En concreto en la estructura de la captación
de fondos hay que seguir los siguientes criterios:
Independencia o pluri-dependencia.
Diversificación (de tipos y fuentes de
ingresos).
Captación de recursos acorde con la
misión / objetivos de la organización.
Estabilidad de financiación (gestión de
flujos).
Transparencia informativa / rendición
de cuentas. Empleo de la auditoría contable.
La mentalidad inversora debe complementarse con un control del gasto. La austeridad y el rigor en el mismo generan confianza en los stakeholders. Establecer un cuadro de mando o balance scorecard en donde
se recojan los porcentajes de gastos generales y administrativos y su evolución, sobre el
181
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
La generación de visiones exige un proceso de reclutamiento y selección que
descubra el potencial de las personas
que tienen las competencias innatas que
se puedan desarrollar.
Las funciones ejecutivas, de organización y de comunicación se consiguen
desarrollar mediante procesos de formación y desarrollo, tanto en simulación como en el trabajo. Hay instituciones y empresas que ayudan a su perfeccionamiento. (Ver anexo 1 algunos
ejemplos)
Esta capacidad de crecer en competencias de mando, organización y comunicación puede formar parte del paquete
a ofrecer a las empresas del sector lucrativo que utilicen las ONG como proceso
de selección y entrenamiento. Es particularmente útil para el desarrollo de
competencias de dirección trans-cultural que se aprenden en ONG de actividades internacionales.
– Un tercer campo a cuidar profesionalmente
en la gestión de las ONL es el del comportamiento ético. El comportamiento ético
genera la confianza que sostiene el branding
de liderazgo.
– En ese sentido, los Órganos de Gobierno de
las ONL tienen una gran función de vigilancia, al evitar la adopción de estrategias
de adaptación oportunista; válidas a corto
plazo, pero que deterioran la misión y el
caudal de confianza creado.
– Algunas buenas prácticas adaptadas de las
empresas, como los códigos de comportamiento y la generación de buenas prácticas
son muy útiles en este campo.
En conclusión, la profesionalización del sector
de la filantropía es un tema urgente. Primero por
la importancia que está adquiriendo en el contexto de la economía. Segundo porque es socialmente necesario y, probablemente no hay organizaciones capaces de ofrecer algunas de las competencias que tienen las ONL, en particular el
desarrollo de la solidaridad entre las personas.
Tercero porque sin esa profesionalización su
estabilidad y crecimiento será precario.
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no lucrativas. Barcelona: Editorial Deusto.
Vernis, A. (2005). «Tensiones y retos en la gestión
de las organizaciones no lucrativas». Revista
española del tercer sector, nº 1 (oct-dic).
Vidal, P. et. al (2002). Llibre blanc del tercer sector civicosocial. (elaborado por el Centro de Estudios
de Temas Contemporáneos, por encargo de los
ANEXO I
ALGUNOS CURSOS EN GESTIÓN DE ONLS
– UCM - Universidad Complutense de Madrid.
Facultad de políticas y sociología Curso Promoción y Gestión de ONG. Tipo: Postgrado.
Madrid.
http://ucm.es
– Instituto de Innovación Social, ESADE. Programas varios. Tipo: Executive Education
http://www.esade.edu/research/socialinnovation/
conocimiento/formacion
– Fundación Pere Tarrés, Universidad Ramon
Llull. Tipo: Masters específicos en servicios
sociales
http://www.peretarres.org/eutses/masters/programacion.asp
– Universidad de Barcelona. Curso: Dirección y
gestión de Fundaciones Tipo: Masters no oficiales varios.
http://www.giga.ub.edu/acad/npost/pub/cercador.php?mode=0&mode2=GESTEM&lang=
1&tip=mst
– Universidad de Barcelona. Curso: Economía
social y dirección de ONLs
h t t p : / / w w w. g i g a . u b . e d u / a c a d / n p o s t / f i t xes/1/200511648.php
– Universidad de Barcelona. Master en Economía Social y Dirección de Entidades sin
Ánimo de Lucro. Fundación CIES (España).
http://www.mes-d.net
– Centro Internacional Carlos V. Universidad
Autónoma de Madrid. Curso: Administración
y Dirección de ONLs. Tipo: Master en
http://www.carlosvuam.com/index2.php
– IDEC, Universitat Pompeu Fabra. Curso: Master en Dirección y Gestión de Instituciones,
Empresas y Plataformas Culturales
http://www.idec.upf.edu/es/seccions/oferta_formativa/masters_programes/curs/curs.php?cur
s=004584
183
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
– Universidad Rey Juan Carlos I. Curso y tipo: Master Oficial en Entidades Sin Ánimo de Lucro.
http://www.urjc.es/z_files/ae_estudi/ae01/programas_postgrado/
– Harvard Business School - Social Enterprise
Initiative, Diversos cursos en el MBA y Executive. Education.
http://www.hbs.edu/socialenterprise/
– Indiana University. Center on Philanthropy.
Diversos cursos en el MBA y Executive Education
http://www.philanthropy.iupui.edu/Education/
– Universidad Complutense de Madrid. Curso.
Experto en promoción y gestión de ONGs.
184
GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA
Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS
Salvador García-Atance
privado, el sector público o tercer sector por los
siguientes motivos:
• Para captar y fidelizar a una base de inversores, clientes, empleados, votantes, socios,
voluntarios, etc., amplia, comprometida y
satisfecha con la organización. Esto ayudará a que la organización consiga más fácilmente sus objetivos. En el caso de las ONG
esto sólo se puede conseguir explicando
muy bien el trabajo y funcionamiento de la
organización. Una base social comprometida requiere información clara, concisa y
continuada. La rendición de cuentas es responsabilidad del órgano de gobierno de la
entidad, quien tiene que realizarla para la
sociedad en general.
• Para poder medir los resultados de sus
actuaciones, «lo que no se conoce, no se
puede medir». En cualquier organización,
esta medición de resultados, ofrece información valiosa para los gestores e inversores y ayuda a determinar la correcta marcha
de la empresa. En el caso de las ONG, la
medición de resultados sirve para mejorar
los programas y para ver si las mejoras consiguen los resultados esperados. Es un
mecanismo muy útil para motivar a los
empleados y voluntarios de la organización.
• Para poder comparar sus actuaciones y
resultados con los de otras organizaciones
similares, «benchmarking». En el caso de
empresas, se utilizan ratios universalmente
aceptados como el margen sobre beneficios
I. INTRODUCCIÓN
La Fundación Lealtad surgió como iniciativa de
un grupo de profesionales y amigos que queríamos colaborar con el Tercer Sector. Creímos que
la mejor manera de hacerlo era aportando el
conocimiento que habíamos adquirido en nuestra etapa profesional sobre el análisis de organizaciones complejas y trasladarlo al Tercer Sector,
desarrollando una metodología que ayudase a
evaluar la transparencia y buenas prácticas de las
ONG. Pensamos que el bajo porcentaje de ciudadanos que colaboraban con alguna ONG (tan
sólo un 4,4% de la población) era debido a la
falta de conocimiento y que probablemente
mucha gente colaboraría y se involucraría más si
dispusiera de información sobre las ONG. En
todo caso, hay que tener en cuenta que en España la primera ONG es el entramado familiar. Al
acudir a otros países, como por ejemplo, Estados
Unidos, nos dimos cuenta de que el nivel de
información disponible sobre entidades no lucrativas era mucho más alto lo que redundaba en
una mayor implicación de los ciudadanos con
estas organizaciones (89% de la población colaboraba con alguna de ellas, según Independent
Sector).
II. LA IMPORTANCIA DE LA
TRANSPARENCIA
A nivel teórico, la transparencia es un factor clave
en cualquier institución, bien sea ésta del sector
185
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
o sobre resultados de explotación de otras
entidades del mismo sector o actividad. En
el caso de ONG, no existen unos ratios claramente definidos, aunque los que se utilizan de forma más generalizada para compararlas entre sí son el ratio de gasto de
administración y el gasto de captación de
fondos frente al gasto total. Una de las
cosas que más preocupa a los responsables
de las ONG es la reacción de la sociedad al
conocer el nivel de estos gastos de captación y administración, ya que los consideran gastos «innecesarios». Es necesario un
esfuerzo coordinado de todo el sector no
lucrativo para educar a los donantes sobre
la necesidad de los costes de administración para el funcionamiento de las ONG.
• Para fomentar la gobernabilidad de las
organizaciones, la correcta toma de decisiones y el cumplimiento de la misión. En
cualquier organización, pública, privada o
no lucrativa, los órganos de gobierno tienen que velar por el cumplimiento de la
misión, pero para ello necesitan recibir
información continuada sobre la marcha de
la organización. Con esta información el
órgano de gobierno puede revisar la marcha de la organización, valorar si las actividades que realiza le ayudan a conseguir su
misión, valorar el impacto de las actividades de la misma y así poder tomar decisiones estratégicas de cara al futuro.
Si bien la ética, la transparencia y la rendición
de cuentas debe ser un valor intrínseco de toda
organización, éstas son especialmente claves en
las ONG. En el sector privado, el principal objetivo del capital es obtener la máxima rentabilidad, mientras que en el Tercer Sector el principal
objetivo es el cumplimiento de la misión. La
capacidad del Tercer Sector para actuar y conseguir que las organizaciones que lo forman consigan sus fines sociales depende en buena medida
de la integridad de dichas organizaciones. Existe
una especie de «contrato social» entre los responsables de las ONG y la sociedad en general. En
virtud de este contrato, las ONG tienen unas ventajas especiales respecto a otras organizaciones
privadas tales como exención de determinados
impuestos, donaciones con ventajas fiscales para
sus donantes y apoyo por parte de la Administración Pública para realizar sus actividades.
a. ORIGEN DE LA FUNDACIÓN LEALTAD
Según el barómetro de mayo de 2001 del CIS, sólo
el 4,4% de la población española decía colaborar
con una organización no lucrativa. En el año 2006,
el estudio de AOMD-FECEMD concluye que sólo
el 13% de los españoles colaboran económicamente con las ONG, mientras que en otros países europeos el porcentaje de ciudadanos que colabora con
estas organizaciones alcanza niveles del 40%. Sin
embargo, a pesar del bajo nivel de colaboraciones,
según el barómetro del CIS del 2001, un 78,7% de
los encuestados valoraba muy positivamente el trabajo efectuado por las ONG y según el informe de
la CONGDE 2005, este porcentaje había incrementado al 85%.
¿Por qué la población tiene una opinión muy
positiva sobre las ONG y sin embargo no colabora con ellas?
1. Por la falta de información sobre las actividades que llevan a cabo las organizaciones
no lucrativas así como desconocimiento de
las causas, la dimensión y las repercusiones
del trabajo que realizan. En este sentido,
las entidades se hacen visibles al público
mediante dos formas: el testimonio de
voluntarios, socios y empleados, y a través
de las campañas de comunicación que realizan los departamentos de comunicación y
marketing. Sin embargo, en una gran
mayoría de los casos las ONG no disponen
de presupuesto para dar a conocer su actividad.
2. Los colaboradores potenciales han de ver a
las organizaciones que solicitan su apoyo
como receptoras fiables. No sólo con la
visibilidad social se puede atraer el apoyo
de los donantes, es imprescindible que las
organizaciones generen también confianza, la cual surge de forma progresiva y
186
GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS
lenta pero se diluye con celeridad y una vez
que se pone en duda es muy difícil de
recuperar.
Esta confianza –cuando existe– potencia las
posibilidades de que las organizaciones que componen el sector efectúen su trabajo de una manera eficaz. Se crea a través de la experiencia y se
sustenta con ella pero se cultiva a través de normas éticas y procedimientos de control que aseguren a los colaboradores reales y potenciales
que las organizaciones del sector se gobiernan y
actúan de forma transparente, responsable y
competente.
Dada la capacidad limitada que tienen las ONG
de generar recursos con sus actividades y al ser
muy dependientes del apoyo económico externo,
el esfuerzo en comunicación realizado por las organizaciones no lucrativas se vería reforzado en su
mensaje y en su imagen, si cualquier persona
pudiera contar con información sobre ellas a través
de entidades independientes donde el potencial
donante pudiera dirigirse para solicitar datos de
una o varias organizaciones.
¿Qué coste tendría para las ONG alcanzar ese
nivel de transparencia?:
• La búsqueda del consenso dentro de la
organización a la hora de tomar la decisión
de mostrarse al público.
• El tiempo invertido en conseguir la información relevante.
• El coste de hacer accesible esa información
a cualquier persona o institución que quiera conocer la entidad.
Este último coste es difícil de asumir por parte
de las entidades no lucrativas debido a la limitación de recursos humanos y económicos.
Otro problema adicional para el acceso a la
información sobre las ONG es la ausencia de un
registro central que agrupe los datos de todas las
entidades del sector. En la actualidad existe una
gran dispersión de registros y las ONG están adscritas a uno u otro en función de su personalidad
jurídica. Las dificultades para acceder a la información deseada son múltiples, desde la localización del registro donde está inscrita la entidad
sobre la que se desea información, la exigencia
de acudir en persona al registro en horario muy
restringido para consultar la información y el
pago de una cantidad de aproximadamente 10
por ONG a consultar.
Por todas las razones mencionadas anteriormente e impulsados por un deseo de fomentar la
confianza de la sociedad en las ONG, un grupo
de personas decidimos constituir en 2001 una
entidad intermedia cuyo papel, al igual que el
otras instituciones de este tipo en Europa y
EEUU es el de adaptar continuamente esta información a la demanda de los solicitantes, complementándola con una promoción y publicidad
constante. Estas organizaciones intermedias, por
tanto, canalizan la información y la presentan al
público, siendo agentes del deseo de transparencia de las organizaciones y respondiendo a preguntas de (potenciales) colaboradores como ¿qué
cantidad del dinero aportado va destinado a la
realización de actividades de forma efectiva?,
¿cuáles son los promotores de esta organización,
quién la gobierna y cómo está gestionada?, ¿cuáles son sus actividades y sus planes de acción en
un futuro a corto y medio plazo?, ¿cuál es su
estructura financiera?, etc.
Las entidades intermedias a las que me refiero, tienen una tradición de muchos años en los
países anglosajones. Podemos mencionar dos iniciativas ya consolidadas:
a) Better Business Bureau (BBB) Wise Giving
Alliance: su ámbito de actuación son los Estados
Unidos y se dedica a recopilar y distribuir información de cientos de entidades no lucrativas
radicadas en el país, poniendo a disposición de
los donantes o posibles donantes los informes
que realizan con al ánimo de que sean ellos mismos los que tomen sus propias decisiones a la
hora de realizar una donación.
b) International Committee of Fundraising
Organizations (ICFO): es una red global registrada en Holanda que se dedica a promocionar
desde 1958 la transparencia de las organizaciones no lucrativas en la Unión Europea y otras
regiones del mundo (Canadá, Estados Unidos,
etc.), formular estándares de transparencia para
organizaciones no lucrativas que trabajan en un
187
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
3. Ayuda humanitaria: organizaciones que
intervienen en situaciones de emergencia o
catástrofe.
4. Medioambiente: organizaciones que trabajan para la protección y conservación del
medio ambiente.
La Fundación Lealtad, como entidad intermedia, representa una alternativa a la hora de centralizar estos datos, analizarlos y exponerlos al
público, promocionándolos y dando respuesta a
aquellas organizaciones que entienden el futuro
como una relación abierta con la sociedad para
conseguir más apoyo de ésta, que tienen un sentido de la responsabilidad interno y externo y
que apuestan por la ética, la transparencia en la
gestión y la autorregulación.
La Fundación Lealtad cree que este esfuerzo
de comunicación y transparencia en sus acciones
realizado por las organizaciones del Tercer Sector redundará en un mayor compromiso de la
sociedad civil en las actividades de las entidades
no lucrativas.
ámbito internacional y servir como foro de discusión e intercambio entre sus miembros. Esta
organización concede una certificación pero no
publica ningún tipo de informe de las organizaciones no lucrativas que analiza.
Partiendo de una idea similar, la Fundación
Lealtad se planteó en el momento de su constitución qué tipo de información sobre las ONG
debía transmitir a la sociedad, cómo podía asegurar que ésta llegase al máximo número de personas posible y que fuese relevante, rigurosa y
actual. El análisis y filtrado de la información de
las ONG debía responder a las cuestiones previas
a la decisión de colaborar que se plantean particulares y empresas.
A partir de esta información facilitada por la
ONG, la Fundación Lealtad elabora un análisis
basándose en 9 Principios de Transparencia y
Buenas Prácticas. Este análisis queda reflejado en
un informe en el que se recoge de forma detallada el cumplimiento por parte de la organización
de cada uno de los Principios, así como una
visión general de la organización y otros datos de
interés para que los potenciales colaboradores
puedan decidir fácilmente con qué ONG colaborar. Cada uno de los informes, gratuitos tanto
para las ONG como para el público en general,
se encuentra disponible en la página web
www.fundacionlealtad.org. Además, los resultados de los análisis realizados son publicados
anualmente en la Guía de la Transparencia y las
Buenas Prácticas de las ONG que se difunde gratuitamente entre particulares y empresas.
La Fundación Lealtad analiza ONG, esto es
fundaciones y asociaciones declaradas de utilidad
pública que, estando auditadas externamente,
pertenezcan a alguno de los siguientes ámbitos
de actividad:
1. Acción social: organizaciones que trabajan
en España con diferentes colectivos de desfavorecidos: mayores, drogodependientes,
reclusos, etc.
2. Cooperación al desarrollo: organizaciones
que trabajan para mejorar las condiciones
de vida de las poblaciones de los países en
vías de desarrollo.
b. PROCESO DE ELABORACIÓN DE
PRINCIPIOS. GUÍA DE LA TRANSPARENCIA
Los Principios de Transparencia y Buenas Prácticas son una serie de indicadores intermedios que
tratan de dar respuesta a aquellas cuestiones que
se plantea el donante a la hora de decidir con
qué ONG colaborar. El proceso de elaboración
de los Principios de Transparencia y Buenas
Prácticas se llevó a cabo a lo largo de un año.
Para decidir qué información era requerida por
la sociedad y para diseñar un formato que se adecuase a los distintos perfiles que pueden caracterizar al donante potencial, se realizó una investigación junto con la Fundación Empresa y Sociedad, sobre la información actualmente disponible sobre ONG y su accesibilidad en España,
EEUU y Reino Unido.
A continuación adaptamos el sistema de
mayor implantación en EEUU (el de la BBB) a la
realidad del Tercer Sector en España y a la legislación aplicable en nuestro país. Para ello, reali-
188
GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS
zamos una ronda de consultas con varios agentes
del sector.
En primer lugar, con la Administración Central (Dirección General de Acción Social del
Menor y de la Familia, Secretaría de Estado de
Cooperación Internacional y Presidencia de la
Agencia Española de Cooperación Internacional,
Protectorado de Fundaciones del Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales y Servicio de la Sección de Asociaciones de Utilidad Pública. Ministerio del Interior) y la Administración Autonómica (Dirección General de Cooperación Internacional y Voluntariado así como la Jefatura de Proyectos de la Comunidad de Madrid).
En segundo lugar, con organizaciones del tercer sector de muy diverso perfil tales como coordinadoras y plataformas de ONG como la CONGDE o la Plataforma de Organizaciones de Acción
Social, la Confederación de Fundaciones y el Centro de Fundaciones. Confederaciones como
FEAPS, ONG de ayuda humanitaria como
Médicos Sin Fronteras, ONG de cooperación al
desarrollo como Intermón Oxfam, ONG de
acción social como Asociación Secretariado General Gitano. También ONG de gran tamaño como
Cáritas o Cruz Roja así como otras más pequeñas
como Fundación Theodora. Y finalmente con
organizaciones extranjeras como CAF (Charities
Aids Foundation), Giving Campaign UK, NCIB
(National Charities Information Bureau)
Y en tercer lugar, expertos y técnicos del tercer
sector como Alfred Vernis (Profesor de ESADE.
Especialista en Gestión de Entidades No Lucrativas), José Antonio Nsang (Auditor de PricewaterhouseCoopers. Especialista en ONGD) y Andrés
Casián (Empresa Quality Conta. Especialista en
Fiscalidad de Fundaciones y Asociaciones)
– FEAPS: organización de acción social, 6,5
millones de euros de presupuesto en el
2002.
– Cáritas Española: Organización que desarrolla programas de acción social y de cooperación al desarrollo con 50,2 millones de euros
de presupuesto en 2002.
– Fundación Theodora: Organización joven
de acción social, 311.000 euros de presupuesto.
Al ser 4 entidades de diferente perfil tanto
por ámbito de actividad, tamaño como por personalidad jurídica, pudimos comprobar que el
análisis de los PTBP se podía aplicar a cualquier
tipo de organización.
El apoyo de estas organizaciones, sobre todo
de las 3 de mayor peso y reputación en el sector
(IO, Cáritas y FEAPS), fue decisivo para que otras
entidades, siguiendo su ejemplo, se animaran a
ser evaluadas.
Consideramos importante destacar que en
todo el proceso de diseño de los Principios se
tuvo en cuenta que pudieran ser analizadas tanto
ONG de ámbito local y autonómico, como nacional, y que su tamaño (entendido en términos de
presupuesto) no incidiera en el grado de cumplimiento de los Principios.
En cuanto a la definición de la Guía de la Transparencia, en la primera etapa de la Fundación
nuestro principal trabajo consistió en tratar de
convencer, principalmente a las ONG y también a
otros agentes del sector, de la utilidad del Proyecto
de la Fundación Lealtad y de que se sumaran a él.
Las principales objeciones que encontramos fueron que: 1) ni las ONG estaban preparadas para
someterse a una evaluación como la nuestra, 2) ni
se podrían desarrollar unos estándares universales
aplicables a todas las ONG, 3) ni una metodología
lo suficientemente seria para cumplir la misión de
informar con rigor y objetividad.
Como mecanismo de prueba de nuestro proyecto, se decidió lanzar una Guía (Guía 0) con
sólo 27 organizaciones cuyo destinatario fuera
exclusivamente el propio sector. En esta Guía
participaron por un lado, ONG de gran tamaño
y prestigio, pero también ONG pequeñas.
Una vez definidos los principios y la metodología de trabajo, realizamos una experiencia piloto consistente en la verificación de los 9 PTBP
con cuatro entidades que de forma voluntaria se
prestaron a participar en la misma:
– Intermón Oxfam: ONG de cooperación
que en el año 2002 contaba con 38,6 millones de euros de presupuesto.
189
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Se hizo por tanto un lanzamiento limitado de
la Guía 0, en julio de 2002, con un diseño atractivo en colores para acercarnos al sector de las
ONG principalmente.
Ante los resultados satisfactorios de la primera Guía, en Enero de 2003 se publicó la Guía 1
de la Transparencia y las Buenas Prácticas de las
ONG con 40 entidades. Para el diseño de esta
Guía, dirigida a particulares y empresas y cuyo
objetivo era principalmente introducir a la Fundación Lealtad como punto de información de
referencia del Tercer Sector se realizó un estudio
global de la imagen corporativa de la Fundación.
Los objetivos eran ser percibidos como:
– Una institución sólida y de prestigio, para
apoyar la rigurosidad de los informes.
– Una institución neutral e independiente
tanto de ONG como de los financiadores
que preservara la objetividad del análisis.
– Al mismo tiempo las ONG debían ser las
protagonistas de la guía y atraer la atención
de los potenciales donantes.
En definitiva la imagen corporativa debía
reflejar los valores de la Fundación: independencia, rigor, transparencia y solidaridad. En cuanto
al logotipo, se decidió que éste fuese una firma,
ya que por un lado, nos diferenciaba claramente
de los logotipos (imagen) de las ONG y por otro,
apoyaba la credibilidad de los informes. Como
color corporativo se eligió el gris porque reforzaba la idea de neutralidad.
En cuanto a la forma de representar los
incumplimientos, en un principio se optó por la
fórmula más intuitiva para el donante, la del
semáforo, ya que la principal dificultad de nuestro «producto» era su complejidad. Posteriormente se comprobó que esta forma de representar los incumplimientos podría ser negativa
para la misión de la Fundación, ya que los
medios de comunicación y los lectores de la
Guía interpretaron los puntos rojos con crueldad y menoscabo para la imagen de entidades
que, al fin y al cabo, hacían un esfuerzo importante para estar en la primera Guía y que por
otro lado, obtenían un nivel de cumplimiento
más que aceptable.
Hicimos entonces un interesante ejercicio con
distintos grupos de personas ajenos al sector de
las ONG. Probamos distintas formas de representar los incumplimientos y nos dimos cuenta
de que el semáforo no era más claro que otras
fórmulas y que sin embargo hacía que, de forma
mayoritaria, se diese una puntuación global
menor a las ONG. En definitiva, un mismo
incumplimiento se entendía igual pero se percibía como más grave si lo representábamos con un
semáforo en rojo, que si lo hacíamos con un tic,
por lo que se decidió cambiar el formato.
Por último, ante el incremento del número de
ONG, se cambió de un formato horizontal a uno
vertical y se incluyeron dos entidades por página
para hacerla manejable. Así se publicó la GUÍA 2
en Diciembre 2003 con 68 entidades. La siguiente publicación fue la Guía 2005 en junio de 2005
con 100 entidades. Desde entonces han salido a
la luz la Guía 2006, Guía 2007 y estamos trabajando en la Guía 2008 donde contaremos con
122 ONG analizadas.
Transcurridos siete años desde la creación de
la Fundación, la evolución del sector así como el
mejor conocimiento que tenemos de las ONG
nos han llevado a proponernos acometer una
segunda modificación de los PTBP. Más que un
cambio radical, lo que pretendemos es subir un
grado en nivel de exigencia de nuestros principios, incorporar nuevas problemáticas que han
surgido en el sector y clarificar el enunciado de
algunos principios.
III. ¿QUÉ PARÁMETROS UTILIZA LA FL
PARA EVALUAR LA TRANSPARENCIA
Y BUENAS PRÁCTICAS DE LAS ONG
Y POR QUÉ?
Los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas definidos por la Fundación Lealtad, divididos en un total de 44 subprincipios, pretenden
dar respuesta a aquellas cuestiones que se plantea el donante, ya sea institucional o particular, a
la hora de decidir con qué ONG colaborar: cuál
es su origen, quién está detrás de la organización,
cómo funciona su órgano de gobierno, qué siste-
190
GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS
mas de seguimiento de sus proyectos tiene establecidos, sus canales de comunicación con sus
colaboradores, cómo se financia y como controla
el uso de sus fondos, si está al corriente de sus
obligaciones legales y fiscales y si promueve el
voluntariado.
PRINCIPIO 1.- El funcionamiento y la regulación del órgano de gobierno: El buen funcionamiento del órgano de gobierno en una ONG,
al igual que en una empresa, revierte en toda la
actividad de la misma y es fundamental para la
consecución de su fin social.
El máximo órgano de gobierno de la organización (junta directiva, patronato, etc.) debe asumir
su responsabilidad, ya que sus miembros son los
encargados de velar por el cumplimiento de los
fines de la organización, la gestión honesta y eficiente de los recursos con los que cuentan y del
cumplimiento de la ley y los códigos de conducta
ética a los que está suscrita la organización. Gobernar una organización significa participar activamente en la toma de decisiones que afectan a la
estrategia y funcionamiento de la entidad. Gobernar, frente a lo que muchos creen, no significa
aportar un nombre que permita a la entidad abrirse camino para la captación de fondos o para
entablar relaciones con instituciones. Gobernar
implica participar activamente en las reuniones
del órgano de gobierno. Esto es esencial, ya que
resulta inconcebible creer que se puede gobernar
una entidad sin acudir a ninguna de las reuniones
del órgano de gobierno durante años.
El cumplimiento de este principio contempla
la participación activa de los miembros en las
reuniones, la renovación periódica de los mismos, la publicidad de sus nombres (así como la
de los directivos) y de la profesión actual que
ejercen, la participación del órgano de gobierno
en la planificación, y el diseño de políticas y
estrategias que marquen una dirección en la
toma de decisiones. La renovación del órgano de
gobierno es clave desde el punto de vista de la
transparencia ya que, cuando se incorporan nuevas personas al órgano de gobierno se pone a
prueba y se somete a control la labor llevada a
cabo por el anterior órgano de gobierno.
En el análisis del Sector, Fundación Lealtad ha
detectado dos hechos dignos de mención con
relación a posibles mejoras en el funcionamiento
del órgano de gobierno: falta de asistencia a las
reuniones de los miembros de dicho órgano, y
falta de renovación de los mismos. Respecto al
primer punto, se observa que a las reuniones del
órgano de gobierno no siempre acuden todos los
miembros de dicho órgano; en ciertos casos algunos miembros no asisten en años, si bien delegan
su voto en otro miembro. En cuanto al segundo
aspecto, no es infrecuente, especialmente entre
las ONG más pequeñas, encontrarse con que los
socios fundadores o impulsores de la entidad
siguen presentes en el Patronato o en la Junta
Directiva tras muchos años al frente de la institución. Los casos que actualmente se encuentran
bajo investigación judicial han puesto de manifiesto carencias graves del órgano de gobierno,
como por ejemplo, órganos de gobierno de corte
paternalista, poco independientes (con relaciones de parentesco entre sí) y con cargos permanentes o vitalicios en la organización.
A pesar de estos casos puntuales, hemos contrastado como las ONG se están esforzando en
mejorar el funcionamiento de su órgano de
gobierno a través de la elaboración de reglamentos de operativa interna, mecanismos de elección
de sus miembros más objetivos y participativos, la
prevención de incompatibilidades entre cargos,
elementos motivadores de la asistencia, así como
sistemas sancionadores por ausencia.
PRINCIPIO 2.- Claridad y publicidad del fin
social: tener un fin social claro, público e identificativo de la actividad de la organización es vital
para la atracción de posibles colaboradores particulares e institucionales, para la motivación de
los trabajadores y voluntarios y para la toma de
decisiones estratégicas y el diseño de los programas.
En el Tercer Sector en España observamos
que las entidades suelen tener bien definido su
fin social y las características de los beneficiarios
con los que trabajan. Dicho fin social se da a
conocer en el material de comunicación de las
entidades junto con las actividades concretas lle-
191
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
vadas a cabo para alcanzarlo. Otra cuestión diferente a tener en cuenta es si todas las actividades
y proyectos de la ONG están encaminados al
logro de su misión. ¿Qué pensaría de una ONG
cuya misión es mejorar la calidad de vida de las
personas con discapacidad en España y que le
solicita fondos para intervenir en la emergencia
del terremoto en China ocurrido en el mes de
mayo? La misión es el motivo esencial que justifica la existencia de la ONG, y que debe orientar
toda su actividad, ya que es la causa principal por
la que los donantes le apoyan. ¿Está lo suficientemente capacitada la ONG para intervenir en la
emergencia? ¿cualquier actuación que implique
buena voluntad es válida? Son pocos los casos,
pero en ocasiones existen ONG que aprovechándose de su posicionamiento y de la disposición
del donante a ayudar a las buenas causas, captan
fondos aun careciendo de presencia en la zona o
de experiencia en la materia. En estos casos, es
complicado justificar posteriormente cómo se ha
gastado el dinero y si se ha cumplido con la
voluntad del donante.
PRINCIPIO 3.- Planificación y seguimiento de
la actividad: es una buena práctica e imprescindible en la transparencia de la gestión que las organizaciones sean capaces de mostrar por escrito las
metas que desean conseguir, los medios con los
que cuentan y las acciones que van a llevar a cabo
para lograrlas. Esto se podrá realizar si previamente se ha efectuado un estudio del entorno de
la organización que delimite las posibilidades reales de actuación y que permita el establecimiento
de objetivos cuantificables.
Un estudio sobre las variables que determinen
el fracaso o el éxito de la organización, le permitirá la posibilidad de adelantarse a cambios eventuales en las mismas y adaptar así su actividad en
busca de un mejor cumplimiento de los objetivos
y de la misión. Adicionalmente, no se puede evaluar o medir lo que no se conoce. La planificación
es esencial para el seguimiento y la evaluación.
Asimismo, las organizaciones deben de mostrar la existencia de sistemas internos de evaluación y mejora, así como un seguimiento de los
beneficiarios de sus acciones. Este principio tiene
también en cuenta la continuidad de una determinada línea de trabajo en los últimos años, ya
que cambios injustificados en los tipos de proyectos o la zona geográfica donde se desarrollan y
sus beneficiarios pueden ser indicativos de falta
de dirección estratégica y mala gestión de los
recursos.
La adecuada planificación de la actividad es
quizás uno de los grandes temas pendientes en el
Tercer Sector. Aunque existen grandes diferencias entre las distintas entidades, son muchas las
ONG que deben mejorar sus procesos de planificación con el fin de integrar coherentemente el
desarrollo futuro de sus distintos departamentos
(proyectos, comunicación y marketing, financiero, etc.) y minimizar los efectos de cambios inesperados en el entorno. Para ello consideramos
importante no sólo la difusión de la planificación
entre el personal y voluntarios sino la implicación de éstos en su elaboración. También hemos
echado en falta planificaciones donde se asignen
responsables de cada acción, se establezcan objetivos cuantificables y medibles y se establezcan
cronogramas.
El proceso de planificación, del que se derivarán los planes anuales, presupuestos, etc., debe
ser el punto de partida de las distintas estrategias
que emprendan las entidades. Por lo demás, una
planificación de la actividad bien elaborada y
convincente puede ser una herramienta efectiva
de captación de fondos privados, ya que los
donantes, instituciones y personas físicas, pueden
así ajustar las expectativas de impacto de su contribución a unos logros y un horizonte temporal
definidos de antemano.
PRINCIPIO 4.- La continuidad y la imagen
fiel de su comunicación: Son necesarias acciones
concretas y canales bien definidos a través de los
cuales la organización se comunique con la sociedad. Este principio es uno de los más claros indicadores de hasta qué punto la organización está
en contacto con la sociedad y es consciente de sus
demandas de información.
Por otro lado, la veracidad y detalle de la
información disponible tanto para sus colaboradores como para el público en general son un
192
GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS
claro indicador del talante transparente y responsable de la organización. En este aspecto
cada vez cobran más importancia las nuevas tecnologías, por lo que disponer de una página web
accesible al público con información completa y
actualizada es imprescindible. Por último, una
estrategia de comunicación bien definida facilitará el éxito de las acciones de captación de recursos y cualquier otro tipo de colaboraciones que
puedan surgir.
En lo que se refiere a la comunicación y la
imagen fiel, la casuística en el Tercer Sector es
muy variada y suele estar vinculada al campo de
actividad en que trabaja la entidad.
Así por ejemplo, las ONG de desarrollo suelen ser, por regla general, más «agresivas» en sus
comunicaciones que las organizaciones de acción
social que operan en España. Esto es particularmente cierto en situaciones de emergencia. Las
propias entidades, sin embargo, intentan regular
sus estrategias de comunicación mediante la definición de valores y la suscripción de códigos de
conducta (baste mencionar el «Código de conducta. Imágenes y mensajes a propósito del Tercer Mundo» de la CONGDE), que impidan la
manipulación del sufrimiento ajeno como herramienta de captación de fondos privados.
La imagen fiel de la comunicación de las
ONG es un tema importante al que hay que prestar especial atención, en particular a la estricta
coherencia entre los mensajes y la actividad de la
entidad: ¿Trabaja la entidad en el área afectada
por la catástrofe natural para la cual está recabando fondos? ¿Tiene experiencia previa en
ayuda humanitaria? ¿Qué tipo de seguimiento
ofrece a sus donantes del destino de los fondos?,
etc. El punto de partida, en cualquier caso, debe
ser una comunicación más fluida con los socios
colaboradores que la que existe hoy en día. A ello
contribuiría el contar con páginas Web informativas y actualizadas, pero la realidad del sector es
que no siempre hay recursos disponibles para
este fin.
PRINCIPIO 5.- Transparencia en la financiación: es una de las principales preocupaciones de
la sociedad respecto a las organizaciones no
lucrativas. Conocer los medios con los que cuentan, las entidades y las actividades de captación
de fondos que las financian, es importante a la
hora de que exista un clima de confianza para
que los potenciales colaboradores (particulares,
empresas, etc.) contribuyan con la causa de la
organización.
Igualmente, es esencial que las organizaciones
respeten la identidad de los donantes individuales y en este aspecto se ajusten a lo que establece
la Ley de Protección de Datos vigente.
Del análisis de Fundación Lealtad, se desprende que las ONG conocen claramente quién
financia sus actividades, si bien el detalle de las
aportaciones por financiador no siempre está
disponible de manera rápida y expedita ante
alguna consulta; ello es particularmente cierto en
entidades pequeñas que carecen de un departamento financiero, o donde la contabilidad la
lleva personal voluntario o personal de plantilla
sin la preparación específica para esa labor. En
estos casos, la falta de una distribución de ingresos a disposición del público suele deberse más a
una limitación de recursos que a la falta de voluntad de compartir dicha información.
Otro aspecto a tener en cuenta en relación
con la transparencia de la financiación es que, en
el caso de muchas entidades paraguas como
federaciones y confederaciones, éstas no cuentan
con cifras agregadas de gastos e ingresos de las
entidades federadas o confederadas, y menos
aún con la distribución por financiadores de
éstos últimos. Es por tanto, difícil en estos casos
hacerse una idea aproximada del volumen de
recursos del conjunto de entidades y del desglose de los mismos.
PRINCIPIO 6.- Pluralidad en la Financiación: La importancia de este principio recae en
la necesidad de que las ONG cuenten con fuentes de financiación diversificadas, que aseguren
la independencia de la organización en la toma
de decisiones, sin estar sujetas a las directrices
de su principal financiador. Una financiación
diversificada permite conservar la estabilidad y
continuidad de la organización en el caso de
que una de estas fuentes desaparezca, debido a
193
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
que no existe dependencia excesiva de ninguna
de ellas. Finalmente, es importante exista un
equilibrio entre los financiadores públicos y los
de origen privado.
Tal y como se ha mencionado anteriormente
en el presente artículo, uno de los aspectos que
caracteriza al Tercer Sector en España, especialmente a las entidades de acción social, es la
dependencia de los recursos públicos. Si bien esta
situación ha comenzado paulatinamente a cambiar y cada vez son más las ONG que pro-activamente se acercan al público en busca de apoyo e
incluso contratan los servicios de agencias y especialistas en la captación de fondos, aún son
muchas las entidades que operan como prestadoras de servicios de la Administración. El éxito de
este acercamiento de las ONG a la sociedad civil
en búsqueda de nuevos recursos para su actividad, dependerá de los vínculos de confianza que
éstas sean capaces de construir con aquella.
PRINCIPIO 7.- Control en la utilización de
fondos: uno de los argumentos más utilizados
para no colaborar económicamente con las organizaciones no lucrativas, es la opinión generalizada de que no existe un control real sobre el
gasto. Uno de los objetivos de este principio es
publicar una distribución de gastos que detalle lo
que se gastan realmente las organizaciones en las
actividades que realizan, en la dirección y gestión
y en la captación de recursos. De la misma manera, se intenta explicar a la opinión pública que el
mejor modo de asegurar que los fondos son gestionados eficientemente es contar con unos profesionales cualificados y una estructura dimensionada según el tipo de actividad que se realice.
El presupuesto es considerado como una
herramienta de gestión fundamental y su elaboración puede evitar riesgos innecesarios y ayudar
a que la planificación de actividades sea coherente con los recursos existentes. Igualmente, el
buen diseño de un presupuesto ayuda a determinar la necesidad de emprender campañas de
captación de fondos adecuadas a los requerimientos de la organización.
Por otra parte, se debe poner especial cuidado en la utilización de los recursos para la capta-
ción de fondos, intentando siempre minimizar el
riesgo de una posible pérdida. Igualmente, las
inversiones financieras deben ser prudentes y
evitar entrar en un escenario de pérdidas. En
cuanto a la participación en sociedades no cotizadas, la organización deberá demostrar que
dicha participación contribuye de forma directa a
la consecución del fin social.
Del análisis de Fundación Lealtad se aprecia
que las ONG sí elaboran presupuestos anuales, y
practican la liquidación del mismo cada ejercicio,
a pesar de que, en el caso de las asociaciones, la
ley no lo exige. Por otro lado, la dificultad que
tenían en un principio las ONG para conocer la
distribución de sus gastos entre las partidas de
Administración/Gestión, Misión/Programas, y
Captación de fondos ha disminuido significativamente. No obstante, hay que señalar que no existe homogeneidad de criterios entre las ONG a la
hora de imputar sus costes en una categoría u
otra, tal y como sucede con los costes de personal, que unas entidades los imputan a gastos de
administración y otras a gasto de misión.
Por otro lado, las entidades no suelen tener
inversiones en entidades no cotizadas, a menos
que se trate de inversiones en sociedades mercantiles directamente vinculadas a la consecución
de su fin social. Tal es el caso, por ejemplo, de las
inversiones en empresas que tienen la condición
de Centros Especiales de Empleo y que dan trabajo regular a personas con discapacidad. En términos generales, las ONG carecen de códigos
para las inversiones financieras.
Respecto a la estabilidad financiera de las entidades sin fines de lucro, mencionar que ésta suele
depender de las aportaciones de los financiadores
institucionales, en especial de las distintas administraciones. Finalmente, enfatizar que si bien las
ONG hacen un buen seguimiento de sus programas y actividades, no suelen tener sistemas que
aseguren al público que los fondos donados para
un fin específico (los llamados «fondos afectados o
dirigidos») se destinan exclusivamente a ese fin.
Rara vez una ONG presenta en las cuentas anuales el desglose de los fondos disponibles por el
tipo de actividad a la que irán destinados.
194
GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS
PRINCIPIO 8.- Presentación de las cuentas
anuales y cumplimiento de las obligaciones legales: se trata de indicar los documentos que tienen
que elaborar las organizaciones para informar
sobre su gestión y dar a conocer las obligaciones
legales que tienen tanto aquellas entidades que
se encuentran bajo el régimen de la Ley 49/2002
como las que quedan fuera de él. Se debe poner
énfasis en la presentación y la calidad de los
documentos. Es imprescindible que la organización utilice el Plan General de Contabilidad para
entidades sin fines lucrativos cuando elabora las
cuentas anuales y conozca los contenidos fundamentales de una memoria económica y un plan
anual.
En lo referente al régimen fiscal de las organizaciones, desde el punto de vista del (potencial)
donante, es interesante saber que éstas tienen
también obligaciones fiscales y están sujetas a
impuestos, que pueden acogerse a exenciones si
cumplen con ciertos requisitos y que estos privilegios pueden extinguirse en el momento que la
Agencia Tributaria observe alguna irregularidad.
Desde Fundación Lealtad hemos constatado
que las ONG tienen la voluntad de estar al día
con sus obligaciones legales y fiscales, sin embargo, la regulación tributaria es compleja, especialmente en el caso del IVA, y hay mucho desconocimiento entre las entidades del Tercer Sector.
Adicionalmente, existe un gran desconocimiento de la contabilidad que lleva a las ONG a
estar en manos de contables inexpertos que aplican erróneamente los principios básicos del Plan
General Contable de Entidades sin Fines Lucrativos.
PRINCIPIO 9.- Promoción del voluntariado:
uno de los principales indicadores del impacto
social de las ONG es el número de voluntarios
con el que cuentan. Son personas que viven el día
a día de la organización y son los mejor posicionados para garantizar que las aportaciones
altruistas que se realizan tanto de dinero como de
tiempo, son invertidas en el fin social. En las
organizaciones debe existir un plan concreto de
actividades a desarrollar por los voluntarios así
como una relación de los cursos o acciones de
formación a disposición de los voluntarios para
que éstos puedan llevar a cabo sus actividades
con diligencia. Asimismo, deben conocer sus atribuciones, derechos y obligaciones como voluntarios y tener siempre designada a una persona
dentro de la organización a quien acudir en caso
de requerirlo.
El Tercer Sector en España moviliza una cantidad importante de recursos humanos, muchos
de las cuales colaboran de forma voluntaria. Esta
colaboración puede ir desde el apoyo esporádico
en alguna campaña concreta a la provisión de
servicios que requieren de preparación específica, al acompañamiento y atención a personas con
discapacidad o la orientación a inmigrantes.
Desde Fundación Lealtad observamos un creciente grado de formalización de la labor del
voluntariado dentro de las ONG, materializado
en planes de voluntariado, definición de tareas,
formación periódica, etc. Falta, sin embargo, aún
mucho por hacer en este campo, especialmente
en lo que respecta a asegurar una voz a los voluntarios en la toma de decisiones, lo que algunas
entidades ya hacen, reservando un puesto en el
órgano de gobierno a representantes del voluntariado.
IV. RESULTADOS OBTENIDOS DE
NUESTRO ANÁLISIS
La Guía 2008 es la sexta Guía que publica la Fundación Lealtad desde su creación en el año 2001.
En este período el número de ONG que han
abierto sus puertas a los analistas de la Fundación
y han decidido someterse a esta evaluación
voluntaria y gratuita se ha multiplicado por tres.
En la Guía 2008 han participado 122 ONG, 74
de acción social, 43 de cooperación al desarrollo y
5 de medio ambiente, con una cifra de gasto
agregado de 822 millones de euros, lo que supone un incremento del 17% con respecto al volumen de gasto de las ONG de la Guía 2007.
El alcance social de las ONG de la Guía se
refleja en su base social que supera la cifra de
1.200.000 socios, en los más de 16.500 emplea-
195
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
dos y 40.000 voluntarios con los que cuentan, y
en los 90 millones de personas beneficiarias de
su actividad tanto en España como en el extranjero.
El nivel medio de cumplimiento de los Principios de Transparencia y Buenas Prácticas, un año
más ha mejorado hasta alcanzar el 88,7%, frente
al 88,3% de la Guía del año pasado.
Las 59 ONG que han actualizado sus informes
en esta Guía han experimentado una mejoría
muy importante, del 86,8% en la Guía anterior al
92,3% en la presente Guía. Esta mejora confirma
que la transparencia en la gestión es un objetivo
estratégico para las ONG, que han incorporado
los aprendizajes adquiridos durante estos últimos
seis años para lograr mayores niveles de cumplimiento. Es de esperar, que las nuevas ONG que
se han incorporado en esta edición, y cuyo nivel
de cumplimiento es del 76,7%, sigan esta misma
pauta, y mejoren sus resultados en posteriores
ediciones de la Guía.
Si atendemos al nivel de cumplimiento por
principios, el principio que más alto grado de
cumplimiento ha alcanzado es el Principio 5
de Transparencia en la Financiación llegando
al 100%, lo que supone un incremento de 3
puntos porcentuales respecto a 2005. A éste le
sigue el Principio 2 de Claridad del Fin Social
con un 99,2% lo que indica que, cada vez más,
el fin social de las ONG se encuentra mejor
definido en sus Estatutos y todas sus activida-
des están orientadas a la consecución del
mismo.
Es importante destacar que aunque todavía
existe un espacio de mejora en el Principio 1 de
Órgano de Gobierno, en esta Guía 2008, este
principio ha experimentado una mejora muy significativa (3 puntos porcentuales). El motivo de
esta mejora es una mayor asistencia a las reuniones de los miembros del mismo, lo que significa
una mayor participación de todos los miembros
en el gobierno de las entidades.
Los Principios 3 de Planificación y Seguimiento de la Actividad y 4 de Comunicación e Imagen
Fiel son los otros dos principios que han experimentando las mejoras más significativas, siguiendo la línea de la Guía 2007. La razón es que cada
vez son más las ONG que elaboran documentos
de planificación aprobados por el órgano de
gobierno y también aquellas que cuentan con una
página Web completa y actualizada. Respecto al
Principio 9 (95,1% de cumplimiento), la gran
mayoría de las ONG de la Guía 2008, cuentan con
voluntarios en el desarrollo de sus actividades.
En relación al Principio 6 de Pluralidad en la
Financiación, a pesar del esfuerzo realizado por
las ONG para incrementar los recursos procedentes de fuentes privadas, el mayor acceso a
fondos procedentes de la Administración Pública
ha llevado a que algunas entidades no hayan
alcanzado el nivel mínimo del 10% de financiación privada exigido por el principio.
TABLA DE CUMPLIMIENTO DE PRINCIPIOS 2008
196
GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS
El Principio 7 de Control en el Uso de los Fondos, si bien presenta un grado de cumplimiento
elevado por encima de la media de los nueve
principios, éste ha disminuido respecto a la Guía
del año pasado. El motivo es que varias entidades
han dejado de elaborar la liquidación del presupuesto debido a que ya no se lo exigen sus respectivos organismos públicos de control. En este
sentido, es importante recordar que los Principios de la Fundación Lealtad son recomendaciones de buenas prácticas, que en algunos casos van
más allá de las exigencias legales. En el caso de la
liquidación del presupuesto, se trata de una
herramienta de gestión y control financiero muy
útil para detectar desviaciones en la actividad.
ONG cuyos valores, tipo de actividad y beneficiario se adecue a dicha estrategia. La Fundación
Lealtad facilita las relaciones entre ONG y
empresas, identificando aquellos proyectos,
acciones o eventos de las ONG analizadas en la
Guía de la Transparencia que mejor encajan en
los planes de acción social de las empresas. La
Fundación atiende las consultas de las empresas
colaboradoras y da respuesta a sus peticiones a
través de la gestión del Banco de Proyectos,
difundiendo entre estas ONG las «Propuestas
Solidarias» de las empresas y poniendo en contacto a ambas partes. La Fundación actúa de
forma gratuita y no cobra ni a las empresas ni a
las ONG por estos servicios.
Crear las condiciones necesarias de confianza
ha hecho posible que cerca 100 empresas hayan
decidido realizar su Acción Social de la mano de
las ONG de la Guía, logrando cerrar más de 200
acciones de colaboración, que son de acceso
público en la página web de la Fundación. De
estas colaboraciones el 15% corresponden a
donaciones de activos (por ejemplo donaciones
de juguetes a diversos colectivos de niños en
navidad por parte de algunas entidades financieras como BNP-Paribas o Citigroup), un 40% a
aportaciones económicas para proyectos (por
ejemplo la donación de Realia a Plan España
para la construcción de viviendas dignas en el
Salvador a raíz de diversas acciones durante el
último Salón Inmobiliario de Madrid), siendo el
resto prestaciones de servicios gratuitos (por
ejemplo Aguirre Newman que ha asesorado
entre otras a IO o a la Fundación Esplai en temas
inmobiliarios), integración laboral de personas
con discapacidad o en riesgo de exclusión social
(por ejemplo el acuerdo de Sol Meliá y Proyecto
Hombre para la integración de los chicos que
pasan por el programa en Baleares), compra de
productos de las ONG, entre otras formas de
colaboración.
Aún así tenemos un gran trabajo por delante
ya que las aportaciones de las empresas suponen tan sólo el 5-7% de los ingresos de las ONG
analizadas. En definitiva, esperamos contribuir
a que más empresas y particulares encuentren
en las ONG una herramienta de canalización de
V. LA DEMANDA DE TRANSPARENCIA
POR LA SOCIEDAD
Desde un punto de vista práctico la demanda de
mayor transparencia no se ha hecho esperar por
parte de las empresas, de los donantes y de las
propias ONG.
a) El trabajo de la Fundación Lealtad con las
empresas: Inmersas en sociedades cada vez más
responsables, las empresas se han visto en la
necesidad de desarrollar una actitud responsable
ante las situaciones de necesidad del entorno. En
un primer momento, la Fundación Lealtad realizó una labor intensa de prospección entre
empresas con memoria de Acción Social, generalmente empresas del IBEX 35, para comunicar
nuestro proyecto y presentarle nuestros informes.
En esa labor, nos dimos cuenta de que, además
de los informes, debíamos aportar algo más a las
empresas, una herramienta que les acercase a las
ONG y que les permitiera seleccionar de una
forma rápida y sencilla proyectos con los que
colaborar. De ahí surgió nuestro Banco de Proyectos, una bolsa de proyectos, actividades e iniciativas de las ONG abiertas a colaboración.
En la actualidad, se dirigen a la Fundación
empresas de distinto perfil y tamaño cuando ya
han definido su estrategia de Acción Social.
Según la sensibilidad y características de los distintos stakeholders, las empresas buscan una
197
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
sus inquietudes y necesidades sociales para que
éstas no se queden simplemente en eso y se conviertan en mejoras reales que beneficien a
todos. Para lo que la Fundación Lealtad seguirá
ampliando el número de ONG que quieran
abrir su financiación a la sociedad española, con
el único límite de que logremos el apoyo financiero necesario. Sabiendo que la financiación
privada de las ONG analizadas es del 51 % y que
la mayoría de esta se concentra en unas pocas
organizaciones, de lo que se trata es de que crezca tanto en términos relativos como el número
de ONG que la recibe.
b) El trabajo de la Fundación Lealtad con los
donantes: la filantropía también es un ámbito
que ocupa un lugar cada vez más importante en
las prioridades de los grandes patrimonios. Éstos
consideran que forma parte de su responsabilidad devolver a la sociedad, a través de donaciones, fundaciones u otras formas de colaboración
parte de lo que la sociedad les ha dado a ellos.
Por ello, la Banca privada busca ofrecer un servicio cada vez más completo e integrado en el que
el cliente encuentra respuestas a todas las preguntas y preocupaciones que pueda tener en
relación con su patrimonio.
Al detectar estas inquietudes, Fundación
Lealtad decidió comenzar con la actividad de
Banca Filantrópica al ver que la información y el
asesoramiento disponible hasta ese momento
sobre este tipo de «inversiones», tanto desde el
punto de vista de la elección de las organizaciones beneficiarias como desde el punto de vista
de la estructuración de estas colaboraciones era,
y continúa siendo en la actualidad, prácticamente inexistente.
La colaboración de las entidades que ofrecen
servicios de banca privada con la Fundación
Lealtad busca precisamente, llenar este vacío y
ofrecer al gran patrimonio un asesoramiento
especializado sobre:
confiarles sus donaciones con absoluta tranquilidad
– las diferentes formas de colaboración
– los aspectos fiscales de estas colaboraciones
El objetivo de la colaboración consiste en que,
una vez identificada la inquietud filantrópica del
cliente, el gestor pueda darle a conocer, a grandes rasgos, los servicios que ofrece la Fundación
Lealtad y en caso de ser necesario, ponerle en
contacto con la Fundación.
Al mismo tiempo, creemos que los servicios
filantrópicos aportan valor al cliente y son de
gran utilidad, por diversos motivos. En primer
lugar, todos los grandes patrimonios reciben una
cantidad importante de peticiones de colaboración por parte de organizaciones sin ánimo de
lucro y no disponen de herramientas para distinguir cuales funcionan bien. La Fundación Lealtad les facilita estos criterios.
En segundo lugar, una gran parte de los grandes patrimonios son altos ejecutivos que están
acostumbrados a unos niveles muy altos de exigencia en su ámbito profesional. A través de la
Fundación Lealtad pueden aplicar este mismo
nivel de exigencia también a sus actividades
filantrópicas.
En tercer lugar, aunque una parte de los grandes donantes prefiere colaborar de forma anónima, muchos quieren apoyar públicamente a una
causa determinada porque saben que su figura es
una referencia en la vida pública. Teniendo en
cuenta el alto perfil de estos clientes y su reputación, es importante que no vinculen su nombre a
organizaciones que no tengan una forma de trabajar irreprochable.
En cuarto lugar, el status social y profesional
de muchos de estos clientes les convierte en las
personas ideales para participar en los órganos
de gobierno de fundaciones y asociaciones, por
lo que muchos son patronos o miembros de la
Junta Directiva de ONG. Estas personas son los
más interesados en que sus ONG cumplan con
los criterios de transparencia.
Finalmente, muchas de estas personas son
accionistas mayoritarios de empresas y canalizan
o pueden canalizar su solidaridad a través de la
– las organizaciones sin ánimo de lucro existentes en España
– los criterios de transparencia y gestión que
deben cumplir para que el donante pueda
198
GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS
política de acción social de sus empresas. La
seriedad y profesionalidad de las ONG cobra aún
mas importancia en este ámbito, ya que el ejecutivo responsable de la acción social debe rendir
cuentas a otros interesados (accionistas, financiadores, etc.)
Todo esto no quiere decir que nos olvidemos
del donante particular. Todo lo contrario, cada vez
estamos más convencidos de que hasta que no lleguemos de forma definitiva al conjunto de los ciudadanos, no habremos logrado el éxito de nuestra
misión. Sin embargo, a veces es difícil encontrar el
equilibrio entre lo riguroso y lo realmente útil.
Creemos que nuestros informes reflejan de manera fiel la realidad de las ONG y que el donante
encuentra en ellos las respuestas a los interrogantes que se plantea o debería plantearse a la hora
de colaborar con las ONG pero somos también
conscientes de que a veces esta información no
llega a todos los públicos relacionados con las
organizaciones. Por ello, hemos diseñado un logotipo para que, las ONG que voluntariamente han
querido ser analizadas puedan utilizar en su
comunicación. Este logotipo pretende transmitir a
los donantes, de forma clara, sencilla y directa, la
disposición de cada una de las ONG analizadas a
compartir con la sociedad información sobre la
entidad y su gestión. No se trata de certificar la
transparencia, sino que simplemente es un indicador de que existe un informe de transparencia
realizado por una entidad independiente. Es, en
definitiva, una invitación a acceder a una información contrastada e independiente que genera la
confianza necesaria para finalmente colaborar con
la ONG.
c) El trabajo de la Fundación Lealtad con las
ONG: Finalmente, con el fin de atender la
demanda del Tercer Sector por una gestión
transparente de sus actividades, Fundación Lealtad decide trabajar no sólo con las entidades analizadas, sino acercar su trabajo también a aquellas
ONG que, no sintiéndose del todo preparadas
para someterse a un exhaustivo análisis de transparencia y buenas prácticas, sí tienen un interés
real por mejorar el intercambio de información
con sus diferentes públicos objetivo y mejorar sus
prácticas de cara a potenciales colaboradores, ya
sean éstos particulares, empresas o instituciones
públicas.
Con ese fin se propuso a finales del 2005 la
creación de talleres de transparencia y buenas
prácticas promovidos y organizados por la Fundación Lealtad y financiados por una entidad
colaboradora. Desde esa fecha se han celebrado
ocho talleres, uno en Galicia financiado por Obra
Social Caixa Galicia, otro en Barcelona financiado por Caixa Catalunya destinado a entidades de
inserción laboral, otro en Cantabria financiado
por la Fundación Marcelino Botín, dos en Sevilla
financiados por Caja Sol y tres en Madrid financiados por la Comunidad de Madrid, por la Obra
Social Caja Duero y por la Fundación Ebro Puleva destinado a Bancos de Alimentos.
Desde la Fundación Lealtad se recomienda que
los representantes que asisten sean miembros del
Patronato/Junta Directiva o coincida con el Director General/Administrador. La razón de esta recomendación es que cargos de responsabilidad en la
toma de decisiones son los mejor posicionados
para catalizar la incorporación de la variable transparencia en el quehacer de sus organizaciones.
VI. NUESTRA WEB COMO PRINCIPAL
CANAL DE COMUNICACIÓN CON
LA SOCIEDAD
Desde su creación, la Fundación Lealtad ha apostado por las nuevas tecnologías como canal de
información con sus públicos objetivo y herramienta imprescindible para la consecución de su
misión. Al iniciar su actividad, la entidad pone en
marcha su página Web www.fundacionlealtad.org
en la que se publican los informes de transparencia y buenas prácticas de las ONG analizadas.
Posteriormente, la investigación realizada en
2003 para desarrollar una nueva línea de actividad dirigida a fomentar las colaboraciones de las
empresas con las ONG analizadas, detecta una
serie de necesidades de información de las
empresas a la hora de seleccionar las ONG con
las que colaborar. Para ello se lleva a cabo un
nuevo diseño de la página Web con el objetivo de
convertir una página de carácter institucional en
199
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
una Web que actúe como puente entre las ONG y
la sociedad española. El nuevo diseño, incorpora
un buscador de ONG que permite acceder a la
información sobre las organizaciones analizadas
aplicando distintos criterios como beneficiarios,
ámbito de actuación, tipo de entidad, antigüedad, base social o presupuesto analizadas. Además, se incluyen diversas herramientas que facilitan las colaboraciones con estas organizaciones.
La primera de estas herramientas es el Banco
de Proyectos de las ONG. En esta sección todas
las ONG analizadas pueden incluir aquellas propuestas abiertas a colaboración empresarial
(donaciones económicas a proyectos, cesión de
activos, donaciones en especie, etc.), al mismo
tiempo que un buscador permite a las empresas
realizar una selección de aquellos proyectos que
se ajusten a su estrategia de acción social. Otro
mecanismo es la sección Propuestas Solidarias,
donde las ONG analizadas pueden informarse
sobre las ofertas de colaboración presentadas por
las empresas. Además, en la página Web existe
una sección específica en la que se publican todas
aquellas acciones de colaboración entre empresas
y ONG que han contado con la mediación de la
Fundación Lealtad, con la finalidad de mantener
un banco de buenas prácticas de las colaboraciones, que incluya casos de éxito y que, a su vez,
promueva nuevas acciones en el futuro.
La página Web también incluye secciones dirigidas a fomentar las colaboraciones de los particulares con las ONG de la Guía de la Transparencia a través de donaciones online, un buscador de voluntariado o un mapa de emergencias
con información para colaborar con las ONG que
están trabajando para paliar los efectos de catástrofes humanitarias.
Estas nuevas herramientas han tenido como
resultado un aumento del 51% en el número de
visitas a la página Web en el periodo 2005-2007.
No obstante, la Fundación Lealtad se plantea
incorporar nuevas modificaciones que faciliten la
navegabilidad de la Web y den respuesta a las
nuevas necesidades de particulares y empresas
interesados en colaborar con las ONG. De esta
forma el donante dispondrá de información
accesible, homogénea, objetiva, independiente y
contrastada de más de 120 ONG que le facilite su
decisión sobre la ONG con la que colaborar.
VII. RETOS FUTUROS
A pesar de todo el camino recorrido desde su creación hace siete años, la Fundación Lealtad es
consciente de que es aún mayor el trayecto y los
retos que tiene por delante.
El primer reto se refiere a nuestra estrategia
internacional. En numerosas ocasiones hemos
sido contactados por entidades extranjeras que
nos han solicitado información acerca de nuestro
trabajo. Esto nos ha llevado a plantearnos la posibilidad de exportar nuestro proyecto a países de
Latinoamérica. Por ello estamos en contacto con
varias organizaciones en distintos países de la
zona para ayudarles a replicar nuestro modelo en
su país.
El segundo de ellos es seguir incrementando
el número de ONG analizadas, incorporando
nuevos colectivos o causas que han surgido
recientemente, tales como víctimas del terrorismo o anorexia y bulimia, así como ONG presentes en zonas geográficas donde aún no contamos
con presencia alguna. Para llevar a cabo esta
labor y seguir ofreciendo servicios gratuitos a
empresas y particulares, necesitaremos incrementar nuestros esfuerzos de captación de fondos para cubrir un presupuesto de 750.000 en
2008.
El tercer reto y el más importante para la Fundación y al mismo tiempo, el más difícil de alcanzar, es hacer llegar nuestro trabajo al donante
particular. Para ello estamos trabajando con los
medios de comunicación para que conozcan más
de cerca la realidad del tercer sector, de modo
que no sólo sea noticia cuando salen a la luz
escándalos relacionados con las ONG. La colaboración de los medios de comunicación resulta
fundamental para concienciar al donante de la
importancia de la donación responsable.
Donar responsablemente tiene dos componentes: en primer lugar, informarse sobre a
200
GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS
quién donar y en segundo lugar, seguir mínimamente el destino de nuestra donación. La donación responsable es uno de los pilares fundamentales del desarrollo futuro del tercer sector y el
principal motor de la profesionalización e impulsor de la transparencia del mismo. Cuando,
como donantes, pedimos información a la ONG
a la que donamos sobre el funcionamiento del
órgano de gobierno, los sistemas de seguimiento
de fondos, su planificación futura, etc., todo esto
obliga a las ONG a tener esta información y en
definitiva, estas y otras herramientas de gestión,
en funcionamiento.
En este sentido, también puede ser un elemento interesante la colaboración entre los abogados y la Fundación Lealtad. Cada vez son más
las personas que, movidas por sus inquietudes
solidarias, deciden colaborar con las ONG y acuden a sus abogados para que les orienten sobre
cómo hacer un legado a favor de una ONG,
cómo llevar a cabo una donación significativa o
cómo constituir una fundación. En estos casos la
Fundación puede ser un elemento de gran utilidad para los abogados, aportando asesoramiento
a los clientes, bien directamente o bien a través
de sus abogados.
Con todo nuestro trabajo esperamos que en
un futuro se reduzca la diferencia que hemos
señalado al inicio de este artículo entre el porcentaje de la población que dice tener una opinión positiva de las ONG y los que realmente
colaboran con alguna de ellas.
201
SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS
Jesús López Tello
la teleología de los sistemas de creación y recaudación de impuestos no es otra que la de allegar
los recursos económicos necesarios para que los
poderes públicos ofrezcan a los ciudadanos
bienes y servicios, entre los que desde luego
están la defensa, las relaciones internacionales, la
ley y el orden, los mercados o las comunicaciones, pero también la provisión de un nivel mínimo de los bienes y servicios que sirven para la
satisfacción de las necesidades básicas del ser
humano. La idea ha calado tan hondo en nuestra
psique colectiva que ha cristalizado en la lengua.
Dice así el diccionario que gasto social es la «partida del gasto público destinada a cubrir necesidades básicas de los ciudadanos». Todavía más, el
círculo de ciudadanos beneficiarios de esa cobertura hoy no se entiende que haya de quedar limitado a los nacionales del Estado de que se trate,
ni siquiera a los habitantes de su territorio, y se
acepta con naturalidad la necesidad de ayudar en
lo posible a la población de otros Estados menos
desarrollados, si bien se respeta su soberanía de
modo que la ayuda de un Estado a los habitantes
y nacionales de otro se suele concretar en transferencias de bienes y servicios entre Estados.
Esta apretadísima síntesis del Estado de corte
occidental que hoy conocemos, sin duda sesgada
e incompleta, es sin embargo bastante para
subrayar lo primero que queremos decir. Abstracción hecha por un momento del carácter
coactivo de los impuestos, tiempo hay de volver
sobre ello, contribuir al sostenimiento de las cargas públicas en el marco de un sistema fiscal progresivo –esto es, donde en conjunto pagan proporcionalmente más impuestos quienes más
1. FILANTROPÍA TRIBUTARIA Y
FILANTROPÍA GENUINA
Se dice que el término filantropía fue creado por
Flavio Claudio Juliano, emperador de los romanos desde el año 361 hasta su muerte, acaecida
dos años más tarde en campaña contra los persas
cerca de la actual ciudad iraquí de Samarra.
Conocido como Juliano el Apóstata, por renegar
del cristianismo y convertirse al paganismo neoplatónico, fue el último emperador romano politeísta. En su intento por restaurar el perdido
esplendor de los dioses grecorromanos, Juliano
quiso traer del cristianismo el mandato de amor
al prójimo propio de una de sus virtudes teologales, la caridad, acuñando así el término filantropía, etimológicamente derivado del griego
philos y antropos, por lo que filantropía significa,
llanamente, «amor a la humanidad».
Para nuestro propósito aquí nos basta ese significado, si bien expresado constructivamente en
forma de ayuda desinteresada a los demás; lo que
insertado en el ámbito de la organización de
nuestras modernas sociedades occidentales desemboca en concebir la filantropía como la práctica
ordenada de la prestación de auxilio a los más
necesitados.
Entendiendo ese auxilio a los más necesitados
en un sentido amplio, no cabe duda de que la
filantropía es practicada por los Estados, los cuales pretenden hoy, de una u otra forma, proporcionar a sus ciudadanos de menores recursos
unos ciertos niveles de alimentación, vestido,
educación, sanidad, subsidios sociales e incluso
bienes culturales u ofertas de ocio. Precisamente
203
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
recursos tienen– es la primera forma de hacer
filantropía en el mundo moderno. En efecto, los
contribuyentes entregan dinero para la satisfacción de necesidades de interés general sin una
prestación equivalente de respuesta. Es obvio
que, a modo de donación onerosa –la que impone al donatario un gravamen inferior al valor de
lo donado, dice el Código civil español en su
artículo 619–, la filantropía terminal tributaria
es función de que el valor de los bienes y servicios
de toda índole que un contribuyente en particular recibe del Estado sea inferior al valor de los
tributos que ese contribuyente esté pagando,
pero lo que importa aquí es el conjunto: como
quiera que el exceso de pagos de algunos individuos ha de revertir en favor de otros miembros
de la sociedad más necesitados, a cada uno de
nosotros nos debe ser suficiente con cumplir fielmente con nuestras obligaciones fiscales, sin
importar si en un año o momento concreto nuestra balanza personal se vence del lado pagador o
del receptor, en cualquier caso y como colectividad estaremos cuidando –mucho o poco, según y
cómo, pues la cuantía y el destino del gasto social
es un debate diferente– de nuestros semejantes
más desfavorecidos.
El carácter coactivo de los impuestos no nos
parece detrimento de cuanto venimos diciendo.
Superada hace tiempo la tesis de la naturaleza
odiosa de las leyes tributarias, que hunde sus raíces en las arbitrariedades de los señores medievales y se desarrolla con el liberalismo económico primitivo, para el que no hay mejor impuesto
que el que no existe, la coacción propia de la
exacción impositiva es en las sociedades democráticas actuales más una cuestión de policía –en
el sentido de la segunda acepción del diccionario, esto es, «buen orden que se observa y guarda
en las ciudades y repúblicas, cumpliéndose las
leyes u ordenanzas establecidas para su mejor
gobierno»–, que de fuerza o violencia ejercida
sobre los ciudadanos.
Sí nos parece, sin embargo, que en los
impuestos falta algo del altruismo que tradicionalmente se empareja con las actividades filantrópicas. Esa parte que falta no es la «procura del
bien ajeno aun a costa del propio», pues ese
resultado ha de convenirse que tiene lugar también con los pagos impositivos, sino la diligencia
que el genuino altruista pone en conseguir ese
objetivo, frente a la normalmente remolona actitud del contribuyente.
Pero también es verdad que, infortunadamente a nuestro juicio, no hay, todavía, suficiente
reconocimiento y halago social para quien cumple con sus obligaciones impositivas, de contrario
a la admiración y el aplauso merecidamente
dedicados al donante o al mecenas. Vaya esa
ausencia de premio social en castigo de la falta de
entusiasmo del contribuyente, y quede de esta
manera en pie nuestra afirmación anterior de
que contribuir al sostenimiento de las cargas
públicas en el marco de un sistema fiscal progresivo es la primera forma de hacer filantropía en
el mundo moderno. Y aún nos atrevemos a decir
algo más, éticamente no parece posible un filántropo genuino que desatienda sus obligaciones
tributarias, el cumplimiento de las cuales debe
ser un prius para quien pretenda considerarse
como tal.
La conexión de identidad mediata entre
impuestos progresivos sobre la renta y filantropía
puede igualmente observarse en el discurso de
los opositores al Estado del bienestar, que
muchas veces han tomado los fundamentos de su
oposición de los planteamientos filosóficos contrarios a la filantropía, compartiendo con ellos la
visión de Nietzsche de los débiles como parásitos
de los fuertes. La conexión es aún más evidente
si se admite la tesis de que el propósito de la
filantropía va, o debe ir, más allá del auxilio a los
más pobres o necesitados, alcanzando la cobertura
de cualquier necesidad social no adecuadamente
servida, o percibida como no adecuadamente servida, por los mercados.
Bajo esta perspectiva, los Estados entran en
competencia con aquellos individuos o asociaciones u organizaciones privadas que, por amor
desinteresado a la humanidad, también financian, o directamente prestan, esas actividades de
soporte a la subsistencia, educativas, sanitarias,
culturales, etc., que las sociedades modernas consideran de interés general aunque sólo sea como
204
SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS
el país. La gestión de la enorme cantidad de
dinero necesaria para ello se organizó sobre dos
ideas básicas. La primera, que los recursos no se
entregaran directamente a los más necesitados,
para no desincentivar dramáticamente el trabajo
y la iniciativa individuales; y la segunda, que los
recursos, en forma de subvenciones, se distribuyesen entre las instituciones y las organizaciones
voluntarias que habían estado proporcionando
servicios sociales desde hacía 160 años. De procederse así, se señalaba, el gobierno conseguiría
el apoyo político necesario para el mantenimiento de los programas, que pasarían a depender
del erario público para su financiación.
Horowitz se muestra muy crítico con el resultado obtenido, pues el nivel de gasto social incurrido en los Estados Unidos de América durante
los años sesenta y setenta del pasado siglo no se
vio acompañado en su opinión de una reducción
satisfactoria de la pobreza y los problemas sociales. La razón fundamental de ese fracaso estuvo
en que los programas de asistencia y servicio
social se financiaron independientemente de los
resultados que con ellos se pretendía obtener. Las
instituciones voluntarias, que tradicionalmente
habían dependido de las donaciones de la filantropía privada, pronto advirtieron que era absurdo seguir financiándose al por menor, contribución a contribución, si podían obtener millones
de dólares del gobierno. De este modo, esas instituciones se transformaron en sucursales del
gobierno, acomodándose rápidamente a las
corrientes políticas del momento y convirtiéndose en eficaces grupos de presión, presionando
constantemente en pro del incremento de las
contribuciones públicas a sus programas e impulsando así un proceso imparable de aumento del
gasto social, que se convirtió en deseable por sí
mismo y con independencia de su eficacia real.
Horowitz recuerda en este sentido su tiempo
al servicio de la Administración Reagan, y destaca el asombro que le supuso ver a miembros de
los órganos de gobierno de alguna de esas instituciones abogar en forma más que vehemente
por la aprobación de programas sociales claramente ineficientes, concluyendo con mordacidad
que «como esto se hace “por los pobres”, es pro-
prevención de patologías sociales que pueden
llegar a afectar a su propia supervivencia como
organismos colectivos. Y es aquí donde situamos
el punto de partida de nuestra reflexión.
2. EL ESTADO Y LA FILANTROPÍA:
RELACIONES DE COMPETENCIA
O COLABORACIÓN
Nos preguntamos ahora si la filantropía privada
puede constituir un modo alternativo de contribuir a la satisfacción de necesidades sociales y, si
la respuesta fuera positiva, si los Estados deben
incentivarla.
Michael J. Horowitz, quien fue General Counsel
de la Oficina Presupuestaria de la Administración Reagan, dictó en el otoño de 1993 una lección magistral sobre «Impuestos y organizaciones
sin fines de lucro» en el Centro de Estudios Públicos de Santiago de Chile,1 donde abogó por el
fomento de la competencia entre el sector público y las organizaciones privadas en materia social
y por el incentivo de esa competitividad a través
de los impuestos. A su juicio, la senda más eficaz
para avanzar hacia la superación de la pobreza
consiste en permitir al sector privado desempeñar efectivamente el papel de competidor del
Estado –y no de mero colaborador– en materia
de educación, alimentación, vivienda, sanidad y
otras áreas sociales.
Hasta comienzos de la década de 1930, prácticamente toda la ayuda social a los más necesitados en los Estados Unidos de América provenía
de las organizaciones voluntarias, las familias o
las Iglesias. La Gran Depresión de 1929 supuso
el origen del cambio de ese estado de cosas, y el
gobierno del New Deal del presidente Roosevelt
puso en marcha los subsidios gubernamentales
de jubilación, desempleo e invalidez, hitos de la
asistencia social que perduran en nuestros días.
Algunas décadas después, el presidente Lyndon
Johnson se propuso terminar con la pobreza en
1
http://www.cepchile.cl/dms/archivo_1505_1372/rev53_
horowitz.pdf.
205
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
bable que se sienta algún tipo de derecho divino
para presionar sin límites».
Aunque la posición de Horowitz nace de la
observación de la historia y la realidad de los
Estados Unidos de América, puede ser perfectamente extrapolada al resto del mundo occidental, y hoy también probablemente a los demás
países cuyo grado de desarrollo –o de riqueza–
les dirige hacia políticas sociales similares. En
síntesis, opina que los programas asistenciales
gubernamentales suelen ser evaluados por la
cantidad de fondos que se les asignan, y no por
sus resultados, lo que produce el efecto perverso
de que cuantos más recursos se asignan a una
determinada área, más presión existe para que se
incrementen, y así sucesivamente, desembocando
en una espiral de incremento del gasto público.
Por el contrario, en su experiencia los programas
sociales financiados por el sector privado tienden
a ser juzgados más por sus frutos que por la cantidad de recursos empleados. De ahí su recomendación de fomentar la competencia entre el sector público y las organizaciones privadas en
materia social y por el necesario incentivo de esa
competitividad facilitando la financiación de esas
organizaciones mediante donaciones privadas.
No nos cuesta mucho convenir en la idea de
que la financiación y gestión privada de actividades de interés general puede servir de catalizador de la eficiencia del gasto social de los Estados, aunque sólo fuera en aquellos casos en que
se produzca un efecto sustitución que libere
recursos públicos; admitiendo entonces desde
esta perspectiva, que es la de la contención y eficacia del gasto público, la bondad del modelo
mixto de programas asistenciales, con una robusta proporción de ellos no dependientes del presupuesto gubernamental, gestionados por organizaciones privadas y financiados con fondos
igualmente privados.
Sin embargo, no nos parece tan evidente la
meta de que el sector privado se convierta en
competidor, más que colaborador, del sector
público en materia de asistencia social y otras
actividades de interés general. Para explicar
este recelo dirigiremos una mirada rápida a
algunos aspectos de la ayuda internacional al
desarrollo.
El sistema de ayuda internacional al desarrollo está construido como un sistema bilateral que
descansa en la acción discrecional de los donantes. Consecuencia de esta estructura es la dispersión y falta de coordinación entre los donantes,
que está generando efectos claramente dañosos
sobre la eficacia del conjunto del sistema. Según
observadores muy autorizados –como José Antonio Alonso, catedrático de Economía Aplicada de
la Universidad Complutense de Madrid–, la
situación se ha complicado con la aparición cada
vez más protagonista de un amplio colectivo de
instituciones privadas –organizaciones no gubernamentales (ONG) o redes de ONG–, dando
lugar a un proceso que ha conducido a lo que
algunos autores2 denominan la «proliferación de
los donantes».
El profesor Alonso expone3 una triple consecuencia perniciosa de la proliferación de donantes. En primer lugar, mientras hay países que son
objetivo de un gran número de donantes, otros
apenas reciben recursos. En segundo lugar, casi
no existen mecanismos de coordinación que obliguen a una acción concertada, incluso entre los
donantes que operan en un mismo país, por lo
que se desaprovechan las complementariedades
y sinergias que pudieran existir entre los donantes. Finalmente, la proliferación de donantes
genera una presión desmesurada sobre los receptores de la ayuda, que han de atender los requerimientos de seguimiento e información de cada
uno de ellos.
Este último aspecto se ha revelado como especialmente grave, porque origina una desviación
de las limitadas capacidades técnicas del Estado
receptor que, en lugar de ser dedicadas a gestionar y atender las necesidades del país, se orientan a satisfacer las necesidades de los donantes.
2
Acharya, Fuzzo de Lima y Moore, 2004, «Aid Proliferation: How Responsible Are the Donors?», IDS Working Paper
214, Sussex: Institute of Development Studies.
3
Alonso, J.A, 2004, «El desarrollo como proceso abierto
al aprendizaje», The European Journal of Development Research.
Vol. 16, No. 4, pp. 845-867, Taylor & Francis Ltd.
206
SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS
Tanzania tuvo que seguir pagando durante
muchos años.
Aunque nos gustaría pensar otra cosa, creemos que la sustitución del Estado por una multiplicidad de agentes privados –privadamente
financiados– que actuaran como prestadores únicos o principales de servicios sociales y otras actividades de interés general podría acarrear problemas similares a los derivados de la proliferación de donantes en la ayuda internacional al
desarrollo, es decir, atención excesiva de algunas
necesidades y desatención de otras, uso ineficiente de los recursos por descoordinación de los
agentes, y presión burocrática e informativa
siempre creciente sobre los beneficiarios, derivada de la atomización de prestadores y de sus
necesidades de afirmación social y de las de sus
financiadores.
También es muy posible que, en ausencia del
mecanismo esencial de corrección de errores del
sector público que la ciudadanía de un país
democrático maneja, esto es, el voto y el cambio
por su medio de los gobernantes, las decisiones
equivocadas o la mala gestión pudieran generar
conflictos sociales de envergadura.
No se nos oculta que ese escenario de sustitución del Estado por una multiplicidad de agentes
privados privadamente financiados sería con
toda probabilidad una quimera por falta de
financiación, pero se nos olvidó decir que planteábamos la hipótesis asumiendo que el Estado
sería sustituido previa renuncia a los recursos
económicos necesarios para prestar los servicios
respecto de los cuales dejara de ser actor, que
permanecerían en manos del sector privado y
serían asignados por éste. Y aquí radicaría el tercer y quizá más importante riesgo del sistema;
cual es el que los fondos dejados de percibir por
el Estado no fueran asignados a fines sociales por
el sector privado en cuantía suficiente, dándose
lugar a peligros similares a los existentes en los
años veinte del siglo pasado.
Volvemos entonces allí donde admitíamos la
bondad del modelo mixto de programas asistenciales y de interés social, con una robusta proporción de ellos no dependientes del presupues-
Un ejemplo clásico es el de Tanzania. Ya a finales
de la década de los noventa del pasado siglo su
Ministerio de Cooperación Internacional elaboraba cerca de 2.400 informes de diverso tipo y
organizaba la visita y recibía a cerca de 1.000
delegaciones de donantes al año –y es de suponer además que todos ellos pretenderían ser recibidos por el ministro en persona–. No es de
extrañar que el presidente de Tanzania pidiera
un período de cuatro meses al año de «tregua»
para las misiones internacionales.4
Otro aspecto polémico de la ayuda internacional al desarrollo que hace al caso traer a colación
es el de la ausencia de mecanismos de responsabilidad por los errores, las decisiones equivocadas o la mala gestión de los responsables de la
ayuda. Tanzania va a servir de nuevo como ejemplo –tomado también del profesor Alonso– para
ilustrar lo que se quiere decir. En los años setenta del siglo XX el Banco Mundial otorgó un préstamo a Tanzania para desarrollar plantas de procesamiento de anacardo,5 y el apoyo se completó
con un crédito japonés para la adquisición de la
necesaria maquinaria. Semejante proyecto resultó estar basado en una sobreestimación de la evolución del mercado del anacardo por parte del
Banco Mundial. Las plantas de procesamiento no
llegaron a funcionar nunca completamente y en
gran medida han desaparecido, pero no así las
deudas con el Banco Mundial y con Japón, que
4
Hay otros muchos ejemplos. Así, Ferrari Wolfenson, G.,
dice que es «primordial la armonización de las exigencias de
los donantes. En los países en desarrollo hoy existen más de
63 mil proyectos de asistencia en marcha, a menudo con distintos cuerpos normativos sobre la obtención, la evaluación y
enfoques ambientalistas y sociales. De acuerdo con las Naciones Unidas, tan sólo en Burkina Faso existen 1.500 proyectos, mientras que Bolivia ha presentado 850 proyectos para
donaciones. En demasiadas ocasiones se presentan proyectos
paralelos, incluso en el mismo distrito, generando por ejemplo en África que la industria de consultorías que ha surgido
en torno a la asistencia extranjera tiene un valor de 4 mil
millones de dólares al año»; en «La necesidad de optimizar
la cooperación internacional: algunas experiencias latino
americanas», VIII Congreso Internacional del CLAD sobre la
Reforma del Estado y de la Administración Pública, Panamá, 2831 Octubre 2003.
5
Anacardo es el nombre de varias especies de árboles
tropicales de flores pequeñas cuyo fruto es comestible y se
usa en medicina. También el fruto se llama anacardo.
207
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
to público, gestionados por organizaciones no
gubernamentales y financiados con fondos privados, actuando el sector privado como colaborador y estímulo de los poderes públicos.
función de los poderes públicos la de influir en las
decisiones individuales de gasto de los ciudadanos.
Aquellos que están a favor de los incentivos
contraargumentan diciendo que es injusto que se
someta a imposición aquella parte de la renta que
los ciudadanos no retienen para su beneficio personal sino que dedican, como sustituto o suplemento del gasto público, al beneficio de la sociedad en su conjunto. Son muchos los autores que
insisten en esta idea de la renta usada en beneficio
del conjunto de la sociedad, por contraposición a
su uso en beneficio propio del filántropo. Así, dice
Andrés Jiménez Díaz6 que «sería preciso reconocer espacios de exención o bonificación para los
modos de altruismo o solidaridad voluntaria,
encarnados en el mecenazgo. Y en la medida en
que éste viene también a atender necesidades sentidas por el conjunto de la sociedad, la respuesta
del Estado no puede ser otra que la de liberar de
la obligación de tributar al mecenas por la parte
de renta que éste ha destinado a la cobertura de
esas necesidades, renunciando a la utilización de
esa porción de renta en beneficio propio».
Este argumento de la renuncia al uso de la
renta en beneficio propio requiere de cierto contexto para su evaluación, pues a su hilo la conexión entre la filantropía y los impuestos se muestra del todo evidente. En efecto, la renta a cuyo
uso en beneficio propio renuncia el donante
filantrópico no es el montante de la donación,
sino la diferencia entre dicho montante y el
incentivo fiscal en su caso devengado.
Como hablamos de impuestos, es obligado
hacer algunos números. Imaginemos un ciudadano residente en un país cuyo impuesto progresivo sobre la renta personal tiene un tipo marginal de gravamen del 43%. Las leyes reguladoras
de dicho impuesto ordenan que la parte de renta
donada a ciertas organizaciones no gubernamentales prestadoras de servicios sociales quede
exenta de gravamen. Nuestro ciudadano, cuya
renta global asciende a 1.000 unidades moneta-
3. EL ESTADO Y LA FILANTROPÍA: DESDE
LA IGNORANCIA O DESDE EL
INCENTIVO
La siguiente cuestión en nuestra reflexión era la
de si los Estados debían ayudar a la financiación
privada de las organizaciones no gubernamentales involucradas en la satisfacción de necesidades
sociales, mediante la concesión de incentivos fiscales a los donantes de los fondos.
Ya vimos cómo Horowitz respondía a esta
cuestión de forma rotundamente positiva. Una
respuesta tan rotunda quizá tiene mucho que ver
con el escenario en que se mueve. Recordemos
que lo que Horowitz propugnaba era la sustitución de la financiación pública de las organizaciones privadas prestadoras de servicios sociales
por financiación privada. Esto es, en la medida
en que existe un ahorro presupuestario, por el
montante del presupuesto gubernamental no
dedicado a la financiación pública de las organizaciones privadas prestadoras de servicios sociales, no hay obstáculo en admitir una merma
correlativa de los ingresos presupuestarios por
causa de incentivos impositivos concedidos a los
contribuyentes causantes con sus donaciones de
la financiación privada sustitutiva.
En cualquier caso, el argumento de compensación entre gastos e ingresos públicos, es decir,
el razonamiento de que los menores ingresos
públicos derivados de los incentivos fiscales quedan compensados por el menor gasto social
directo de los poderes públicos, es clásico entre
los defensores de los incentivos fiscales a la provisión privada de necesidades sociales.
Sin embargo, los economistas están divididos en
sus valoraciones acerca de si tales incentivos están
justificados. Los que se oponen a ellos razonan que
las donaciones y auxilios filantrópicos son simplemente una forma de gasto personal, y que no es
6
Jiménez Díaz, A., 2005, «Publicidad, Patrocinio, Mecenazgo y Colaboración. Marco legal e incentivos fiscales», p.
48, Biblioteca básica, Asociación Española de Fundaciones.
208
SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS
rias (u.m.), decide donar las últimas 100 a una de
esas organizaciones, y por tanto su renta sometida a gravamen será de 900 u.m. Es cierto que se
han donado 100 u.m. –y éste es el importe de la
financiación obtenida por la organización donataria–, pero la renta a cuyo uso en beneficio propio ha renunciado el protagonista de nuestro
pequeño ejemplo ha sido de 57 u.m., las otras 43
no hubieran estado disponibles para él, pues
tendría que haberlas ingresado en el Tesoro del
país como pago del impuesto sobre la renta.
Sirvan estos pocos números para poner de
manifiesto que los incentivos fiscales que los
modernos Estados de corte occidental conceden a
las donaciones hechas para la provisión privada
de necesidades sociales pueden modular la intensidad del esfuerzo filantrópico de los ciudadanos.
En el extremo, si un país tuviera un tipo impositivo marginal sobre la renta del 100%, la exención
de la renta donada a organizaciones no gubernamentales privaría de esfuerzo filantrópico a las
donaciones hechas por contribuyentes cuya renta
estuviera por encima del umbral de tipo marginal
–en la medida, claro está, en que el importe donado fuera igual o inferior a la renta obtenida por el
contribuyente en exceso sobre dicho umbral–. En
el lado contrario, y éste es un caso mucho más real
que el anterior de 100% de tipo de gravamen marginal, la ausencia de incentivos fiscales implica
bajo esta perspectiva el máximo esfuerzo filantrópico de los contribuyentes donantes.
De esta manera, tomada la decisión inicial de
incentivar, a través de los impuestos, la financiación de la provisión no gubernamental de necesidades sociales, queda abierta la discusión sobre
el modo en que dichos incentivos funcionan, y a
su luz, sobre cuál o cuáles de ellos deberían ser
escogidos, individualmente o en combinación.
La teoría más popular sugiere que los tipos
marginales más altos incentivan las donaciones
porque el «coste» después de impuestos de la
donación es menor. A este coste se refieren en
ocasiones los autores llamándolo «precio de la
donación» y definiéndolo como «el monto efectivamente desembolsado por el donante una vez
aplicados los incentivos tributarios existentes».7
Recordemos nuestro ejemplo anterior, donde
con un tipo marginal del 43% el coste –o «precio»– de una donación de 100 u.m. era de 57
u.m. –en términos de menor renta marginal disponible–, mientras que con un hipotético tipo
marginal del 100% ese coste sería ninguno, pues
simplemente se produciría un cambio en la persona del receptor de los fondos: el Estado sería
sustituido por la organización donataria.
La teoría competidora entiende, sin embargo,
que es la renta global disponible después de
impuestos, la cual depende de los tipos medios
de gravamen más que de los tipos marginales, el
factor fundamental que dispara las donaciones
de los ciudadanos. Dicho sencillamente, cuanto
mayor es la renta de una persona –y más rica es–,
más proclive es esa persona a las donaciones
filantrópicas.
Los partidarios de la primera tesis defienden
al mismo tiempo que los incentivos fiscales realmente motivan a los ciudadanos a realizar donaciones para fines sociales y que dichos incentivos
tienen una fuerte influencia en el impulso filantrópico de las personas.
Los defensores de la segunda, sin despreciar
la importancia de los incentivos fiscales, sugieren
que la generosidad y el desprendimiento son
inclinaciones naturales que no requieren de tales
incentivos para existir.
Horowitz es un decidido seguidor de esta última tesis. De hecho, recomienda los incentivos fiscales a las donaciones filantrópicas sólo como
segunda opción –con tipos marginales del
4. LA RELACIÓN ENTRE LAS DONACIONES
FILANTRÓPICAS Y LOS TIPOS
IMPOSITIVOS
7
«Diagnóstico y estrategia para promover la filantropía
ambiental en Chile», en «Filantropía y Cooperación Público-Privada para la Protección del Medio Ambiente y el Mejoramiento de
la Calidad de Vida», Fondo de las Américas – Chile, CONAMA, julio 2000.
Existen dos teorías principales sobre la relación
entre las donaciones filantrópicas y los tipos de
gravamen del impuesto sobre la renta.
209
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
impuesto personal sobre la renta en el entorno
del 50%–, siendo su primera recomendación la
rebaja de los tipos marginales hasta tanto como
el 10%, umbral en el que, en su opinión, el incentivo de las donaciones filantrópicas ya no es necesario. Dice así que «no es raro escuchar en reuniones de instituciones de beneficencia un
comentario como éste: “Dios mío, ahora que el
gobierno se propone bajar las tasas de los
impuestos deberemos confiar exclusivamente en
el genuino impulso filantrópico de los americanos”. Sin embargo, la experiencia demuestra que
después de reducir las tasas de los impuestos, las
donaciones aumentan sustancialmente; las personas se sienten más ricas y están dispuestas a ser
más generosas. Es decir, el “impulso filantrópico”
existe, y el riesgo de que las donaciones disminuyan al bajar los impuestos es mínimo. Al parecer,
la generosidad es un hábito que produce adicción».
Leyendo la literatura –una parte de ella,
obviamente– que de alguna manera pone en
relación los motivos del filántropo con los incentivos fiscales a la filantropía, se nos queda la sensación de que, en efecto, sólo marginalmente
cabe conectar el impulso filantrópico con un tecnicismo tributario de tipos marginales de gravamen en impuestos progresivos sobre la renta.
Así, las actuaciones filantrópicas primigenias de
protección de familiares y parientes y de hospitalidad con los extraños bien pueden ser consideradas
manifestaciones de instintos básicos de la condición humana, como la autodefensa y la protección
de descendientes, de modo que cabe admitir que
tales costumbres altruistas sean prácticamente una
cualidad universal de las sociedades humanas.
Desde esta perspectiva, el impulso filantrópico formaría parte, en mayor o menor medida, de las
inclinaciones naturales del hombre.
En segundo lugar, las obligaciones religiosas
han constituido y constituyen un motivo claro y
directo del actuar filantrópico. Recuérdese a
estos efectos el inicio de este trabajo, donde se
aludía al origen de la misma palabra filantropía
como el trasunto de la caridad cristiana en el universo politeísta grecorromano tardío. En el
mismo sentido, todas las demás grandes religiones del mundo apoyan las donaciones con fines
caritativos, para aliviar la pobreza y el sufrimiento, y para acoger a los extraños. El Judaísmo
incluye la costumbre del diezmo, que consiste en
reservar una décima parte de las ganancias individuales para la beneficencia. Uno de los cinco
pilares del Islam obliga a los musulmanes a
donar un 2,5% de su ingreso anual y de su riqueza con fines caritativos –zakat–,8 y los primeros
grandes hospitales fueron fundados por los dirigentes medievales musulmanes de Bagdad, El
Cairo y Damasco. Los textos sagrados del Hinduismo y del Jainismo destacan la virtud de la
caridad y a los Budistas Mahayana se les exige
seguir el ejemplo de Bodhisattva, quien «da su
mejor comida al hambriento (…) protege a los
que tienen miedo (…) lucha por sanar al enfermo
(…) (y) comparte sus riquezas con los afectados
por la pobreza».9 El reconocimiento de la religión como uno de los principales motores de la
filantropía en el mundo no es óbice para admitir
que hay voces críticas que no consideran el cumplimiento de obligaciones religiosas como un
actuar desinteresado. La esperanza de una eventual recompensa en el más allá en pago de ese
cumplimiento constituiría, según estas voces, un
motivo enervante del carácter altruista de las
acciones filantrópicas emprendidas por motivos
religiosos. En cualquier caso, no se puede negar
que los preceptos Bíblicos han servido claramente de base a la filantropía privada en Occidente y
que las religiones organizadas, especialmente el
Cristianismo, han tenido una influencia significativa en los programas y las políticas de las agen-
8
El zakat se aplica por encima de un determinado nivel
de subsistencia, llamado nisab. El nisab está denominado en
metales preciosos y equivale al valor anual de 85 gramos de
oro en el mercado. Los bienes esenciales como la vivienda y
los muebles están exentos del zakat. Se puede encontrar una
calculadora del zakat en http://www.zakat.com.my/engcalculator/incomecalc.html. El zakat puede utilizarse para realizar
pagos a la beneficencia, educación, reducción de deuda,
ayuda a refugiados, ayuda religiosa y militar, así como para
cubrir costes administrativos asociados a estos conceptos.
Los receptores deben ser musulmanes.
9
Una muestra de la doctrina de las principales religiones
acerca de la caridad puede verse en http://www.unification.net/ws/theme141.htm.
210
SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS
de donaciones fiscalmente incentivadas. Por otro
lado, en caso de descenso de los tipos marginales
deberían observarse efectos adversos para los
niveles de donativos filantrópicos.
Johanna Francis y Jason Clemens desarrollaron en este sentido en 1999 un interesante estudio comparativo entre los casos de Canadá y los
Estados Unidos de América.11 Se parte de que,
en general, en la década de los noventa del siglo
pasado Canadá tuvo tipos marginales más altos
que los Estados Unidos. Sin embargo, ello no se
tradujo en un nivel comparativamente mayor de
donaciones filantrópicas en Canadá. Al contrario, los datos manejados muestran que los canadienses donaron, de media, significativamente
menos que sus vecinos del sur. Por otro lado,
tanto en Canadá como en Estados Unidos hubo,
entre 1980 y 1996, un incremento de las donaciones filantrópicas dentro de una tendencia de
descenso de los tipos marginales, de modo que
las reducciones de tipos marginales que tuvieron
lugar en ambos países en los años 80 del siglo XX
no resultaron en el predicho colapso de los donativos para fines sociales. El estudio concluye que,
dado que en ese tiempo y países dichos donativos
constituyeron un porcentaje bastante estable de
la renta personal de los donantes, el crecimiento
real de las donaciones filantrópicas depende del
crecimiento real de la economía o, en otras palabras, que el factor fundamental de incremento de
las donaciones para fines sociales es el incremento de la renta disponible de los ciudadanos. De
donde los autores del estudio deducen que un
sistema fiscal orientado al crecimiento de la
riqueza en manos de los ciudadanos no sólo
incentiva el crecimiento económico sino también
el ejercicio de la filantropía.
En conclusión entonces, y cualquiera que sea
la tesis de nuestra preferencia, puede aceptarse
sin esfuerzo que un sistema tributario cuyos tipos
marginales sean los más bajos posibles y en el
marco del cual existan además incentivos fiscales
cias oficiales de desarrollo, tanto en calidad de
precepto como de modelo.
Una tercera fuente de la filantropía es el orgullo. Todo el mundo quiere tener éxito y ser admirado por su prójimo. En ese ámbito, son las personas ricas las que tienen medios para crear instituciones que se convertirán en recuerdo duradero de su generosidad y preocupación por el
bienestar de los hombres.
Finalmente, también se suele señalar como
fuente de la filantropía el propio interés del
filántropo. Es una contradicción, pero es así. Ese
interés puede adoptar diversas formas, siendo la
más comúnmente citada la que relaciona la
acción filantrópica con la protección del patrimonio y de los intereses financieros del filántropo y sus herederos. Un ejemplo clásico es el del
nacimiento de la Fundación Ford: «Henry Ford y
su hijo Edsel constituyeron originalmente la fundación en 1936, no a partir de una enorme visión
filantrópica sino para proteger las acciones de su
compañía de la fiscalidad y para asegurar un
control continuado de la empresa por parte de la
familia».10
En su virtud, más nos convence el discurso
que considera la renta global disponible después
de impuestos –la riqueza, en suma– como el factor fundamental que dispara las donaciones
filantrópicas de los contribuyentes, antes que los
tipos marginales de gravamen. Este convencimiento intelectual encuentra además apoyo en
alguna evidencia empírica.
De acuerdo con la teoría que directamente
relaciona las donaciones filantrópicas con los
tipos marginales de gravamen, aquellas jurisdicciones en donde existan los tipos marginales más
altos deberían, con incentivos fiscales similares,
ofrecer los mayores niveles, en número y en valor,
10
Heather MacDonald, en www.city-journal.org/html/
6_4a1.html. La página web de la Fundación Ford (www.fordfound.org) responde que «con objeto de diversificar sus
donaciones, entre los años 1956 y 1974, la Fundación vendió
o dispuso de sus acciones de la Ford Motor Company e invirtió lo obtenido en otros valores. La Fundación no tiene acciones de la Ford Motor Company y no existe vínculo alguno
entre las dos organizaciones, con la excepción de la conexión
histórica».
11
http://oldfraser.lexi.net/publications/forum/1999/06/04
_charitable_donations.html (June 1999 Fraser Forum: «Charitable Donations and Tax Incentives»).
211
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
a los donativos para fines sociales constituye,
desde un punto de vista impositivo, un buen
escenario para el florecimiento de las acciones
filantrópicas.
Nos ocuparemos entonces del funcionamiento
de tales incentivos en la experiencia española e
internacional.
Pensemos en un ciudadano que obtiene una
renta anual de 100.000 . Esta persona pagaría
un impuesto de 36.117 (tipo medio de gravamen del 36,12%), disponiendo de una renta libre
después de impuestos de 63.883 .
Pensemos ahora que ese ciudadano dona
10.000 a una organización no gubernamental
que realiza ciertas actividades sociales y esa donación le da legalmente derecho a que una cantidad de renta igual al importe donado quede
exenta de gravamen –o si se quiere, a que la base
liquidable constituida por la renta obtenida por
el contribuyente se reduzca en una cantidad igual
al importe donado–. Así pues, el incentivo fiscal
consiste en que el importe donado (10.000 ) se
deduce de la renta obtenida (100.000 ) y se
somete el resultado (90.000 ) a la tarifa de tipos
de gravamen. Éste es el sistema de tax deduction.
Sus resultados en nuestro ejemplo serían
como siguen: el impuesto a pagar por el contribuyente ascendería a 31.817 (resultado de aplicar la tarifa sobre una base de 90.000 ), y la
renta disponible después de donaciones e
impuestos sería de 58.183 (100.000 de renta
menos la donación de 10.000
y menos el
impuesto de 31.817 ).
La diferencia de renta disponible para el contribuyente entre el caso general (63.883 ) y la
aplicación de la tax deduction por la donación
filantrópica (58.183 ) es el «precio de la donación» a que hacíamos antes referencia cuando
reflexionábamos sobre la relación entre las donaciones filantrópicas y los tipos de gravamen del
impuesto sobre la renta. Ese precio asciende aquí
5. TAX DEDUCTION VERSUS TAX CREDIT
Los beneficios fiscales a los donativos para fines
sociales en los impuestos personales sobre la
renta presentan tradicionalmente la forma de (i)
una exención o reducción de la renta sometida a
gravamen –técnicamente, de la base imponible
del impuesto–, o de (ii) una cantidad a deducir
del impuesto a pagar –técnicamente, una deducción de la cuota impositiva–. En la jerga internacional de los impuestos, y con la economía de
medios tan característica del idioma inglés, el
primer sistema es conocido como tax deduction y
al segundo se le llama tax credit.
Para ilustrar el debate comparativo entre
ambos sistemas, a continuación elaboraremos
algunos sencillos ejemplos numéricos, para lo
cual usaremos la tarifa de tipos de gravamen del
impuesto sobre la renta de las personas físicas
vigente en España en el año 2008.12
12
En el territorio común, suma de las escalas estatal y
autonómica por defecto (según el artículo 67 de la Ley
51/2007, de Presupuestos Generales del Estado para el año
2008).
– La escala general (o estatal) para 2008 se recoge en el
cuadro siguiente.
mentaria siguiente, que también será aplicable a los contribuyentes que tengan su residencia habitual en el extranjero.
– La escala autonómica para 2008 será la que apruebe la
Comunidad Autónoma de residencia habitual del contribuyente. De no hacerlo, se utilizará la escala comple-
212
SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS
Supongamos para ello que nuestro ciudadano
gana 15.000 y dona 1.500.
Sin incentivos fiscales a la donación, el
impuesto a pagar sería de 3.600 , con un tipo
marginal de gravamen –y en este caso también
medio– del 24%. Aplicando el sistema de tax credit (25%) el impuesto a pagar se reduciría a 3.225
–3.600 menos una deducción de 375 (25%
de 1.500 )–. Con tax deduction, sin embargo, el
impuesto a pagar sería superior, de 3.240
–24% de 13.500 –. La diferencia entre ambos
sistemas son 15 , esto es, el 1% del importe
donado, siendo ese 1% el tanto por ciento en que
el porcentaje de deducción (25%) excede del tipo
marginal (24%).
La conclusión anterior puede entonces repetirse de una forma más amplia, diciendo que
para los contribuyentes cuyo tipo marginal exceda del porcentaje de deducción del tax credit, el
sistema de tax deduction será más favorable; mientras que para aquellos cuyo tipo marginal sea
inferior al porcentaje de deducción del tax credit,
este último sistema será el más favorable. Simplificando mucho y a riesgo de caer en el maniqueísmo, desde el punto de vista estrictamente
numérico del impuesto a pagar el sistema de tax
deduction conviene más a los donantes ricos y el
de tax credit a los pobres.
Aunque también se puede formular de otra
manera: habida cuenta de que las donaciones
de mayor cuantía provienen comúnmente de
los donantes más ricos, el sistema de tax credit es
el que más conviene a los Estados interesados
en que los incentivos fiscales a las donaciones
filantrópicas mermen la recaudación impositiva
en la menor medida posible. Como lo que se
acaba de decir bordea la incorrección política,
digamos también que en defensa del tax credit
se suelen alegar razones de equidad, sosteniéndose que promueve una distribución más igualitaria del beneficio fiscal entre todos los
donantes.13
a 5.700 , esto es, y como también apuntamos
antes, «el monto efectivamente desembolsado
por el donante una vez aplicados los incentivos
tributarios existentes». Así, la donación fue de
10.000
y el donante «recuperó» vía incentivo
fiscal el tipo marginal (43%) aplicable a esa cantidad, en dinero, 4.300 –son los 4.300 que
hay de diferencia entre el impuesto a pagar en el
caso general (36.117 ) y el impuesto a pagar
con la tax deduction (31.817 )–.
Vamos ahora con el sistema de tax credit. El sistema consiste en que un porcentaje del importe
donado se resta directamente del impuesto a
pagar –deducción en cuota–. Como puede imaginarse, la clave del mecanismo radica en cuál
sea ese porcentaje. Si el porcentaje de deducción
fuera variable para cada contribuyente e igual a
los tipos marginales que a cada uno le resultaran
aplicables, no habría diferencias entre los sistemas de tax credit y tax deduction. La afirmación se
puede comprobar empíricamente con relativa
facilidad. En nuestro ejemplo, si al impuesto a
pagar del caso general (36.117 ) se le resta una
deducción (4.300 ) equivalente al porcentaje
que resulte de aplicar el tipo marginal (43%) al
importe donado (10.000 ), el impuesto a pagar
sería de 31.817 , esto es, la misma cantidad de
impuesto derivada del sistema de tax deduction.
Por tanto, la diferencia entre ambos sistemas va a
estar en la relación entre porcentaje de deducción del tax credit y tipo marginal.
Tomemos un porcentaje de deducción del
25%. Entonces el impuesto a pagar por el donante de nuestro ejemplo será de 33.617 –resultado de deducir un crédito fiscal de 2.500 (25%
de 10.000 ) del impuesto a pagar antes de la
deducción (36.117 )–, lo que compara desfavorablemente con los 31.817 que el contribuyente pagaba con el sistema de tax deduction. Esto es,
cuando el tipo marginal de gravamen es superior
al porcentaje de deducción el sistema de tax credit es menos favorable para el contribuyente –en
términos de impuesto a pagar– que el sistema de
tax deduction.
Veamos qué pasa cuando el tipo marginal de
gravamen es inferior al porcentaje de deducción.
13
Bater, P., 2000, «Evaluating Tax Incentives for Donations to Public Benefit Organizations», International Journal of
Not-for-Profit Law, Vol. 3, Issue 2, December 2000.
213
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Tanto en uno como en otro sistema, algunos
Estados imponen además ciertos límites al beneficio fiscal concedido. Existen tanto límites mínimos como límites máximos.
6. TAX BENEFIT RECLAIM SCHEME
Igual que conservan su sistema tradicional de
pesos y medidas o conducen por la izquierda, los
ciudadanos del Reino Unido tienen también un
esquema peculiar de incentivos fiscales a los
donativos para fines sociales. Es el denominado
tax benefit reclaim scheme –abreviadamente, tax
reclaim–.
La mejor manera de explicar el sistema quizá
sea hacerlo por comparación con el de tax deduction. Como hemos visto, en el tax deduction una
donación de 10.000
supone que el donante
recupera el tipo marginal aplicable a esa cantidad (por ejemplo, 43%), por la vía de pagar
menos impuestos. En definitiva, la organización
donataria recibe 10.000
del contribuyente y
éste recibe a su vez 4.300 del Estado en forma
de menos impuesto personal sobre la renta.
En el sistema de tax reclaim, la idea es que la
donación se considera neta de impuestos, de
modo que es la organización donataria la que
reclama el incentivo fiscal del Estado.
Sería como si en nuestro ejemplo anterior el
contribuyente donara 5.700 y la organización
beneficiaria de la donación reclamara del Estado
los 4.300 restantes.
En realidad, el tax reclaim no produce resultados equivalentes al tax deduction y ello es así por
la propia mecánica del sistema, pues, en lugar de
elevar al íntegro el importe donado usando para
ello el tipo marginal aplicable,15 lo que se reclama del Fisco británico es la cantidad resultante
de aplicar ese tipo marginal al importe donado.16
Para explicarlo necesitamos acudir de nuevo a los
números.
Así, para que con el tax reclaim la organización
donataria reciba en total 10.000 , el contribuyente debe donar 6.993 . De este modo, la
El límite mínimo implica que sólo tienen
derecho al incentivo fiscal las donaciones de
cuantía superior a cierto umbral o importe
mínimo. Aunque esta técnica podría ciertamente utilizarse para recortar el descenso de ingresos impositivos derivados del incentivo fiscal,
los umbrales vistos en la práctica son de importe muy reducido, por lo que la razón del establecimiento de un límite mínimo hay que buscarla, más que en el ahorro presupuestario, en
evitar el coste y la sobrecarga administrativa
que puede suponer la gestión y comprobación
de un gran número de donaciones de pequeña
cuantía.
Por su parte, un límite máximo de beneficio
fiscal opera como su nombre indica, y puede a
su vez definirse en términos de una cantidad a
tanto alzado o de un porcentaje de la renta gravable. El impacto de un límite máximo puede
mitigarse, y así se hace por muchos Estados,
permitiendo a los donantes que exceden el
límite traspasar el exceso a ejercicios fiscales
futuros, hasta su agotamiento. La justificación
del establecimiento de un límite máximo, que
normalmente sólo afectará a los donantes más
generosos o más ricos, es invariablemente la
necesidad de poner un techo al coste presupuestario de los beneficios fiscales, a la que en
ocasiones acompaña el argumento moral de
que no debería ser posible que un contribuyente eliminara por completo su impuesto a pagar
por la vía de donaciones filantrópicas.14
14
El supuesto está en el límite con los datos usados en
nuestro ejemplo. No obstante, puede darse. Así, el caso de
un contribuyente que con 15.000 de renta donase 14.400,
siendo el tax credit del 25%. El impuesto a pagar sería 0, pues
el impuesto resultante de la tarifa (3.600 , 24% de 15.000)
se eliminaría por la deducción fiscal (3.600 , 24% de
14.400). Con unos tipos de gravamen inferiores y un porcentaje de tax credit superior, la eliminación del impuesto a
pagar por el incentivo fiscal podría darse sin llegar a extremismos poco creíbles.
15
Esto es, calcular una cantidad tal que, aplicada sobre
ella el tipo marginal, resulte en el importe donado. Con un
tipo marginal del 43%, es tan simple como dividir el importe donado por 0,57 (1–0,43).
16
Irish, Dongsheng and Simon, 2004, «China’s Tax
Rules for Not-For-Profit Organizations», A Study Prepared for
the World Bank, p. 141.
214
SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS
Si a lo anterior se añade la crítica doctrinal de
que el sistema presenta la desventaja de que no
existe en él un beneficio fiscal directo a los contribuyentes que pueda ser usado para promocionar los donativos para fines sociales entre los
potenciales donantes,18 no vemos que el tax
reclaim esté adornado de méritos especiales cuando se le compara con el sistema de tax deduction.
donataria recibirá 6.993 del donante y 3.007
del Estado (43% de 6.993).
Volvamos a nuestro ejemplo del ciudadano
con una renta anual de 100.000 . Como en el
tax reclaim no existe reducción fiscal del impuesto
a pagar para el contribuyente, el impuesto es el
mismo que se pagaría si no se hiciera la donación
filantrópica. Por tanto, y según tenemos visto
–apartado 5 anterior–, el impuesto a pagar sería
de 36.117 ; con lo que la renta después de
impuestos del contribuyente ascendería a 63.883
, a los que hay que restar los 6.993 donados,
resultando una renta disponible de 56.890 .
Con el sistema de tax deduction, un ciudadano
con una renta anual de 100.000
que donara
10.000 –para que la organización beneficiaria
percibiera lo mismo que con una donación de
6.993
bajo el tax reclaim– tendría que pagar
31.817 de impuesto.17. De este modo, la renta
disponible después de donaciones e impuestos
sería de 58.183 (100.000 de renta menos la
donación de 10.000
y menos el impuesto de
31.817 ), lo cual supone 1.293 más de renta
disponible que con el tax reclaim.
En fin, un sistema peculiar cuyos efectos distintivos en relación con el de tax deduction se concretan en: (i) el Tesoro percibe mayores ingresos,
porque el contribuyente paga más impuestos a
igualdad de importe nominal recibido por la
organización donataria, y porque el Fisco puede
obtener ingresos financieros adicionales por el
tiempo que medie entre el pago del impuesto
por el donatario y la reclamación del incentivo
por la organización beneficiaria, (ii) la organización beneficiaria, por la misma razón que se
acaba de exponer, asume un coste financiero que
no existe en el sistema de tax deduction, y (iii)
ambos, Tesoro y organizaciones beneficiarias,
soportan una importante carga burocrática añadida, pues el incentivo genera su propio papeleo,
sin aprovechar el cauce procesal abierto para el
pago ordinario de impuestos.
7. TAX DESIGNATION SCHEMES
Estos esquemas consisten en permitir a los contribuyentes que asignen un determinado porcentaje de sus impuestos a ciertos beneficiarios. Se
han vuelto enormemente populares en Europa
Central y del Este desde su introducción en Hungría en 1996 mediante una ley hoy conocida
como la «Ley del 1%». En su virtud, los contribuyentes húngaros personas físicas pueden asignar
el 1% de sus impuestos a una organización no
gubernamental de entre las reconocidas como
elegibles a estos efectos –caracterizadas por perseguir fines de interés social–. Otro 1% está disponible para ser asignado por motivos religiosos.
La primera cuestión controvertida en relación
con los tax designation schemes es la de su clasificación. También denominados «Percentage Philantropy», en este nombre late la idea de que son una
forma de donativo filantrópico. Al fin y al cabo,
se dice, el contribuyente está eligiendo entregar
una parte de sus impuestos a una organización
privada en lugar de al Estado. Sin embargo, la
organización beneficiaria recibe dinero público y
no dinero propiedad del contribuyente; esto es,
se trata de dinero pagado como impuesto por el
contribuyente al Estado que luego éste, siguiendo la decisión de aquél, entrega al beneficiario
designado. Desde esta perspectiva, por tanto,
más parece una forma de asignación del gasto
público.
En este mismo orden de ideas, la designación
no afecta, ni en más ni en menos, ni a los impuestos a pagar ni a la renta disponible para el con-
17
Usando siempre la tarifa de tipos de gravamen del
impuesto sobre la renta de las personas físicas vigente en
España en el año 2008.
18
215
«Marketed to them» dice Paul Bater, op. cit.
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
tribuyente, ambos permanecen invariables se
haga o no uso de la capacidad de asignación. En
consecuencia, los tax designation schemes no suponen un esfuerzo filantrópico de los ciudadanos
distinto del de pagar impuestos; y efectivamente
su encaje científico quizá debiera estar entonces
en el ámbito de los mecanismos de participación
de los ciudadanos en la asignación del gasto
público antes que en el campo de los incentivos
impositivos a la filantropía.
Ahora bien, incidentalmente interesa destacar
que la mera circunstancia de que estos esquemas
sean considerados por muchos como una forma
de filantropía nos reafirma en las reflexiones con
las que abrimos este trabajo, allí donde acabamos
diciendo que contribuir al sostenimiento de las
cargas públicas en el marco de un sistema fiscal
progresivo es la primera forma de hacer filantropía en el mundo moderno.
Una segunda cuestión debatida es la del
impacto real de los tax designation schemes en la
financiación de las organizaciones filantrópicas.
Aunque no parece que exista una respuesta clara,
no debería dudarse de que, dentro de sus límites
–la financiación máxima obtenible no puede
estructuralmente rebasar un porcentaje dado de
los impuestos pagados (por ejemplo, el 1% + 1%
húngaro)–, el esquema habilita una importantísima fuente de fondos no sometidos a restricciones
específicas de uso, sobre todo para las organizaciones beneficiarias que persigan aquellos fines
que mejor conecten emocionalmente con el ciudadano común (los niños, los animales, la prevención de enfermedades...). Por otro lado, existe un acuerdo casi general en que estos esquemas
ayudan al desarrollo de una cultura ciudadana
más consciente de las actividades sociales desarrolladas por las organizaciones filantrópicas, lo
que puede ser de especial importancia en países
donde la sociedad civil se encuentre todavía poco
cohesionada.
Sin embargo, hay un motivo de preocupación
generalizada con estos esquemas, al menos desde
el campo de las organizaciones no gubernamentales. Se trata del impacto que puedan tener en la
«verdadera» filantropía. Los contribuyentes pue-
den convencerse de que, puesto que ya han «donado» mediante el porcentaje de impuestos asignados, no hay necesidad de donativos reales. Y no
sólo los contribuyentes, también los Estados pueden llegar a la conclusión de que el mecanismo de
asignación es suficiente y de que por tanto los estímulos fiscales a los donantes filantrópicos están de
más –por ejemplo, después de la introducción de
tax designation schemes, Eslovaquia y Lituania abolieron sus tradicionales incentivos fiscales a las
donaciones para fines sociales–. Hay algún temor
de que, a largo plazo, el impacto neto de estos
esquemas en la financiación de las organizaciones
filantrópicas pudiera terminar siendo negativo.
8. EL CASO ESPAÑOL
Para las personas físicas, España sigue un sistema
de tax credit, en cuya virtud los donantes pueden
deducir de su impuesto progresivo personal –el
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas
(«IRPF»)– el 25% del valor de lo donado.19
19
En general, la base de la deducción –el valor de lo
donado– es:
a) Tratándose de donativos dinerarios, su importe.
b) En las donaciones de bienes o derechos, el valor contable que tengan en el momento de la transmisión y, en su
defecto, el valor determinado conforme a las normas del
Impuesto sobre el Patrimonio.
c) En la constitución de un derecho real de usufructo, la
base de la deducción es diferente en función de que el usufructo recaiga sobre:
– bienes inmuebles: es el importe anual que resulte de
aplicar, en cada uno de los períodos impositivos de
duración del usufructo, el 2% al valor catastral;
– valores: es el importe anual de los dividendos o
intereses percibidos por el usufructuario en cada
uno de los períodos impositivos de duración del
usufructo;
– otros bienes y derechos: es el importe anual resultante de aplicar el interés legal del dinero de cada
ejercicio al valor del usufructo determinado en el
momento de su constitución conforme a las normas
del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales.
d) En los donativos o donaciones de obras de arte de
calidad garantizada y de los bienes que formen parte del
Patrimonio Histórico Español, es la valoración efectuada por
la autoridad administrativa competente (la Junta de Calificación, Valoración y Exportación).
La valoración que resulte de aplicar estos criterios tiene
como límite máximo el valor normal de mercado del bien o
derecho transmitido en el momento de su transmisión.
216
SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS
El crédito fiscal por donativos y aportaciones
a entidades sin fines lucrativos está, no obstante,
sometido a un límite máximo que opera como un
porcentaje de la renta gravable. Así, la base de la
deducción –valor de lo donado– no puede superar el 10% de la base liquidable –valor de la renta
total sometida a gravamen– del contribuyente
donante. Esto es, cualquiera que fuere el valor
real de lo donado, a efectos de cálculo del crédito fiscal el máximo considerado sería el 10% de
la renta del donante. En nuestro ejemplo del
contribuyente de 100.000
de renta anual, el
límite estaría entonces en 10.000 de valor de
donación –y en consecuencia en un crédito fiscal
máximo de 2.500 , cualquiera que fuera la cantidad realmente donada–. Las cantidades donadas en exceso sobre el límite se pierden, pues no
son trasladables a ejercicios futuros.
Para las personas jurídicas, sometidas a un
impuesto proporcional y no progresivo –el
Impuesto sobre Sociedades– cuyo tipo general de
gravamen para el año 2008 es del 30%, el sistema es también el de tax credit, pero mucho más
generoso. Para empezar, porque el porcentaje de
deducción es del 35%. Este porcentaje, establecido cuando el tipo general de gravamen del
Impuesto sobre Sociedades era del 35% y no
modificado después cuando el tipo se redujo por
debajo de esa cifra, produce la anomalía estructural de que el sistema ofrece más que una tax
deduction. En efecto, un crédito fiscal en cuota de
porcentaje igual al tipo impositivo equivale, en
un impuesto proporcional, a no someter a gravamen una cantidad de ingresos igual a la base del
crédito fiscal. En consecuencia, si el porcentaje
de deducción fiscal excede del tipo impositivo,
no sólo se deja exenta una renta equivalente al
valor de lo donado, sino que se concede un crédito fiscal ex novo –por el exceso del porcentaje
de deducción sobre el tipo de gravamen–, que
reduce los impuestos debidos por rentas no
donadas.
El crédito fiscal está, no obstante, sometido al
mismo límite máximo del 10% de la renta –base
imponible– obtenida por la persona jurídica;
pero, y aquí viene otra gran diferencia con las
personas individuales, cuando la base de la
deducción –el valor de lo donado por la entidad–
exceda de dicho límite, el exceso no se pierde,
sino que puede aplicarse en los períodos impositivos que concluyan en los 10 años inmediatos y
sucesivos.
Volviendo a las personas físicas, España tiene
también un tax designation scheme de rasgos peculiares.
Nacido en ejecución del Acuerdo entre el
Estado español y la Santa Sede sobre asuntos económicos, los contribuyentes del Impuesto sobre
la Renta de las Personas Físicas pueden manifestar en su declaración, en el lugar reservado al
efecto, que un porcentaje de su impuesto vaya
destinado a colaborar con el sostenimiento económico de la Iglesia Católica, a otros fines de
interés social20 o ambas opciones al mismo tiempo. El porcentaje se fija cada año en la Ley General de Presupuestos del Estado, siendo actualmente el 0,7%.
La peculiaridad del sistema radica en que la
Iglesia Católica sí puede ser designada beneficiaria de la asignación, mientras que cuando la
designación lo es en favor de otros fines de interés social –o de ambas opciones al mismo tiempo,
en la parte que corresponda a otros fines de interés social– es el Estado el que luego decidirá
sobre las concretas organizaciones beneficiarias.
Esta diferencia se explica porque, como hemos
dicho, el sistema nace nominativamente, en ejecución del Acuerdo entre el Estado español y la
20
Los «otros fines de interés social» son los siguientes:
– Los programas de la Cruz Roja y otras organizaciones
no gubernamentales y entidades sociales de ámbito estatal,
sin fin de lucro, dirigidos a ancianos, disminuidos físicos,
psíquicos o sensoriales, incapacitados para el trabajo, toxicómanos o drogodependientes, marginados sociales y, en general, a actividades de solidaridad social ante situaciones de
necesidad.
– Los programas y proyectos de las anteriores organizaciones en el campo de la cooperación internacional, tendentes al desarrollo de poblaciones necesitadas de países subdesarrollados.
– Los programas que las asociaciones declaradas de utilidad pública, así como las fundaciones adscritas al Protectorado del Ministerio de Medio Ambiente, desarrollen en relación con la defensa del medio natural y la biodiversidad, la
utilización sostenible de los recursos naturales y la prevención de la contaminación y del cambio climático.
217
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Santa Sede sobre asuntos económicos, y luego se
amplía «a otros fines de interés social» y por
tanto a otros beneficiarios que no sean la Iglesia
Católica, pero el legislador ha decidido que, por
ahora, no sea posible designarlos por el contribuyente.
El sistema español parece escaso en el ámbito
de las personas físicas. Para empezar, en la Europa de los 27 sólo Chipre, Francia, Hungría, Italia, Portugal y España tienen sistemas de tax cre-
dit. Luego, la relación entre porcentaje de crédito fiscal y tipo marginal (25% a 43%) y un límite
máximo del 10% sin posibilidad de utilización
del exceso en años sucesivos, configuran un sistema de incentivos poco generoso.
Las tablas que se insertan a continuación,
tomadas del estudio titulado «Comparative Highlights of Foundation Laws. The European Union of
27», 2007, del European Foundation Centre
(EFC), sugieren la misma conclusión.
218
SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS
Quizá convertir el porcentaje y el límite que
hoy operan excepcionalmente21 (30% y 15%, respectivamente) en los números generales, ayudaría a situar a España en un entorno más acorde
con sus circunstancias actuales.
Alonso, J.A, 2004, «El desarrollo como proceso
abierto al aprendizaje», The European Journal
of Development Research. Vol. 16, No. 4, pp.
845-867, Taylor & Francis Ltd.
Bater, P., 2000, «Evaluating Tax Incentives for
Donations to Public Benefit Organizations»,
International Journal of Not-for-Profit Law, Vol.
3, Issue 2, December 2000.
Centro de Investigación y Planificación del
Medio Ambiente (CIPMA),«Diagnóstico y
estrategia para promover la filantropía
ambiental en Chile», en Filantropía y Cooperación Público-Privada par la Protección del Medio
Ambiente y el Mejoramiento de la Calidad de Vida,
Fondo de las Américas – Chile, CONAMA,
julio 2000.
European Foundation Centre (EFC), 2007, Comparative Highlights of Foundation Laws. The
European Union of 27, www.efc.be/ftp/public/
Legal/FoundationLawsEU.pdf.
Ferrari Wolfenson, G., VIII Congreso Internacional
del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Panamá, 28-31 Octubre 2003.
Irish, Dongsheng and Simon, 2004, «China’s Tax
Rules for Not-For-Profit Organizations», A
Study Prepared for the World Bank, p. 141.
Jiménez Díaz, A., 2005, «Publicidad, Patrocinio,
Mecenazgo y Colaboración. Marco legal e
incentivos fiscales», p. 48, Biblioteca básica,
Asociación Española de Fundaciones.
Con todo, la reforma que creemos más necesaria es la subida del umbral del tramo a partir
del cual opera el tipo marginal máximo. El tramo
empieza en 53.407,20 , de modo que toda renta
en exceso sobre ese umbral se somete a imposición al tipo impositivo del 43%, lo que casi
garantiza que una gran parte de las rentas que
podrían ser donadas por los ciudadanos, que
previsiblemente serían rentas marginales, se
encontrasen en el tramo de máxima disparidad
entre porcentaje de deducción para tax credit y
tipo impositivo marginal. La medida sería igualmente bienvenida por los convencidos de que el
factor fundamental que dispara las donaciones
filantrópicas de los contribuyentes es la renta disponible después de impuestos, entre los que nos
encontramos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Acharya, Fuzzo de Lima y Moore, 2004, «Aid Proliferation: How Responsible Are the Donors?»,
IDS Working Paper 214, Sussex: Institute of
Development Studies.
21
Los porcentajes de deducción y de los límites de la
base de deducción se elevan en cinco puntos porcentuales
cuando la donación se realice en favor de universidades
públicas, o privadas dependientes de entidades sin fines
lucrativos. Adicionalmente, la Ley de Presupuestos Generales del Estado de cada año puede establecer una relación de
actividades prioritarias de mecenazgo y de entidades beneficiarias, en relación con las cuales puede, para ese año, elevar
en cinco puntos porcentuales como máximo los mencionados porcentajes de deducción y límite.
219
FILANTROPÍA: LA EXPERIENCIA DE CÁRITAS
Rafael del Río Sendino
propagar la buena nueva, administrar los sacramentos y ayudar a los hermanos desfavorecidos.
Reservando para sí mismos las dos primeras
misiones, delegaron la tercera en unos hombres
justos, «poseídos por el espíritu de Dios», creando así la «diakonía», una institución de la que
Cáritas es sucesora.
Consecuentemente, Cáritas no es una organización de la Iglesia Católica a la que se ha encomendado el ejercicio de la caridad, sino que es la
Iglesia misma, que no puede sustraerse a ninguna de sus tres misiones fundamentales: la Palabra, los Sacramentos y la Caridad.
Es una misión realizada de una forma organizada, para responder de manera adecuada y eficaz a las necesidades de la sociedad actual, pues
como ha dicho Benedicto XVI, «el amor al prójimo, enraizado en el amor a Dios, es una tarea
para cada fiel, pero lo es también para toda la
comunidad eclesial en todas sus dimensiones,
desde la comunidad local a la Iglesia Universal».
(DCE).
Este servicio no es, por tanto, una tarea individual dejada a merced del criterio y buena
voluntad de cada cual, sino que es una misión de
todos y cada uno de los cristianos y de la comunidad cristiana.
Para definir la actividad de Cáritas se pueden
usar palabras como misión, cometido, gestión,
tarea, trabajo, encargo, quehacer, servicio, etc.,
pero la más adecuada es misión porque esta
palabra, etimológicamente, significa «envío». Los
cristianos somos «enviados» a propagar la buena
nueva y a practicar la caridad, ya que la adminis-
La filantropía se define como amor a la humanidad, y suele ser entendida, de un modo más cercano, como amor a los semejantes, y se concreta
en hacer obras en bien de la comunidad.
La experiencia de Cáritas, en lo que se refiere
a la filantropía, tiene un sentido propio, como
sentido propio pueden tener, y de hecho lo tienen, otras instituciones cuya actuación está
amparada por el concepto global de filantropía.
1. PECULIARIDADES Y SENTIDO
DE CÁRITAS
Cáritas es la palabra con que en latín se definía el
amor. Por tanto, Cáritas es amor.
Jurídicamente, Cáritas es la confederación de
entidades de acción caritativa y social de la Iglesia Católica, confederación instituida por la Conferencia Episcopal. De ahí se derivan su esencia,
y el sentido con que Cáritas realiza actos de amor
a los demás, tanto a personas físicas como a la
comunidad.
Cáritas realiza su tarea con el convencimiento
de estar dando cumplimiento a una de las misiones fundamentales de la Iglesia, cual es la «diakonía», que no es otra cosa que el servicio a los
pobres y la comunicación cristiana de bienes, de
los que ya se habla en «Los Hechos de los Apóstoles».
Profundizando en este tema hay que recordar
que en un momento dado de la historia incipiente de la Iglesia, los Apóstoles se vieron desbordados por las misiones que tenían que afrontar:
221
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
enfermos, atendidos para que se recuperen; los
prisioneros, visitados». (DCE)
Cáritas Española siempre ha tratado de llevar
a cabo estas acciones de ayuda de forma que contribuyan a la promoción de las personas y al
desarrollo de los pueblos, y lo ha hecho de
acuerdo con los cambios de la conciencia social a
lo largo de la historia de la acción social.
En 1947, año de la fundación de Cáritas, la
mayoría de las necesidades eran de una urgencia
que no admitía espera. Entonces, como ahora,
los problemas acuciantes exigían respuestas rápidas y adecuadas.
Cáritas Española inició su andadura cuando
una serie de personas, grupos e instituciones de
la comunidad cristiana se dieron cuenta de la
necesidad de actuar organizadamente para dar
esas respuestas, y las dieron planteándose, desde
el primer momento, una forma de ser y de actuar
que estuviera en concordancia con la manera de
ser y actuar de la comunidad cristiana, pues en la
creación de Cáritas se pusieron de manifiesto los
conceptos de justicia y dignidad que la caridad
demandaba.
La primera conclusión de la asamblea de
1947 dice textualmente: «La caridad no puede ni
pretende encubrir jamás la violación de los deberes de la justicia. La auténtica caridad cristiana,
que ve a Dios en el prójimo, ha de ser especialmente sensible al cumplimiento de aquellos
deberes».
De este párrafo se desprende que en el carácter fundacional de Cáritas aparece la necesidad
de actuar contra la pobreza como efecto, pero
que también hay que actuar en la raíz y contra las
causas de dicha pobreza. La historia de Cáritas
muestra una constante preocupación porque la
acción caritativa se realice como una «acción
social» y no sólo asistencial. Es decir, una acción
con método y fundamento sobre las situaciones
sobrevenidas, procurando, al mismo tiempo,
erradicar las causas que las producen.
Por ello, a mediados de los años cincuenta se
iniciaron los centros de estudios benéfico-asistenciales y se inició una metodología que incorporó
la formación técnica para que acompañara a la
tración de los sacramentos y la celebración de la
Eucaristía están reservadas a las personas consagradas. Este envío quedaba expresado en la antigua fórmula litúrgica que daba fin a la Eucaristía:
«Ite, missa est». (Idos, sois enviados). Un cristiano, por tanto, es un enviado. Un misionero es un
enviado. Una misión es un envío; una casa desde
la que los misioneros propagan la palabra.
Para llevar a cabo esta misión, la Iglesia crea
la organización Cáritas, lo cual ayuda a comprender que Cáritas no es una entidad que, por concesión eclesiástica, se dedica a practicar la caridad, sino que es la Iglesia misma en su misión de
amor y servicio a los pobres, como ya ha quedado dicho.
Creada en 1947, Cáritas Española tiene personalidad jurídica propia, tanto eclesiástica como
civil, y su modelo organizativo es el de una Confederación.
Cáritas Española está constituida por más de
6.000 Cáritas Parroquiales, agrupadas en 68
Cáritas Diocesanas, que a su vez están distribuidas en 13 Cáritas Regionales.
Del Consejo General de Cáritas Española y de
su Asamblea General forman parte varias entidades de acción caritativa y social.
Cáritas Española, a su vez, junto con las Cáritas de 198 países y territorios, está integrada en
Caritas Internationalis, que tiene su sede en
Roma.
2. LA ACCIÓN DE CÁRITAS, ENTRE
LA ASISTENCIA Y LA PROMOCIÓN
Cáritas Española cumplió en 2007 los sesenta
años de existencia. En este largo período ha tratado de ayudar a las personas en situaciones de
pobreza, desvalimiento social, exclusión y marginación, de acuerdo con las exigencias de la caridad, que es un principio esencial y definitorio de
la actividad de nuestra institución:
«La caridad cristiana es, ante todo, y simplemente, la respuesta a una necesidad inmediata,
en una determinada situación: los hambrientos
han de ser saciados; los desnudos, vestidos; los
222
FILANTROPÍA: LA EXPERIENCIA DE CÁRITAS
• las zonas excluidas y las regiones y países
que quedan al margen del desarrollo;
• la sociedad, para que tome conciencia y se
sensibilice de que todo ello debe ser abordado teniendo en cuenta los derechos, la
dignidad de las personas y la justicia.
El segundo ámbito de acción somos nosotros
mismos, nuestro modo de hacer las cosas y nuestra manera de organizarnos. Por ello:
• atendemos nuestro modelo de acción
social, cuyo fundamento es el acompañamiento a los pobres y excluidos para que
sean agentes de su desarrollo e inserción
social;
• animamos la comunicación cristiana de
bienes, reforzando la participación, y tratamos de animar y fortalecer las Cáritas Parroquiales, que son los núcleos básicos de las
Caritas Diocesanas y de Cáritas en general.
• trabajamos por la integración y la promoción de los pueblos excluidos, denunciando
situaciones de injusticia y proponiendo las
actuaciones que creemos necesarias para
erradicar las causas de la pobreza, la exclusión y la injusticia;
• desarrollamos acciones de formación,
información y sensibilización.
caridad. Desde entonces, Cáritas ha pretendido y
sigue persiguiendo una acción caritativa que vaya
acompañada de la promoción humana.
Conviene también destacar algunas particularidades que constituyen las señas de identidad de
Cáritas en su lucha contra la pobreza y la exclusión social, como es el hecho de que todas las
acciones se realizan sin esperar nada a cambio,
pues no podemos ni debemos trabajar para que
los pobres nos estén agradecidos. Tampoco lo
hacemos por proselitismo ni buscando un reconocimiento social. La gratuidad total ha sido,
sigue siendo y tiene que ser una nota distintiva
del trabajo de Cáritas, como gratuito y generoso
es para todos nosotros el amor de Dios. Las
actuaciones de Cáritas se realizan sin tener en
cuenta la raza, la nacionalidad, la religión ni el
estado social de las personas que necesitan
ayuda.
3. OBJETIVOS DE CÁRITAS EN LA
ACTUALIDAD
¿Cuáles son los objetivos del momento presente?
Se pueden sintetizar en estos dos:
• Trabajar a favor de las personas y colectivos
con especiales dificultades de inserción e
integración social.
4. DÓNDE Y EN QUIÉNES INVERTIMOS
• Ayudar a la promoción humana y al desarrollo integral de la dignidad de las personas,
de los grupos humanos y de los pueblos.
Cáritas considera que el dinero que destina a los
pobres no son gastos, sino recursos invertidos para
crear futuro, ya que las necesidades que atiende,
los servicios que pone en marcha y los proyectos
que desarrolla generan nuevas oportunidades,
capacidades y realizaciones. Y todo ello, a su vez,
crea nueva riqueza social y económica, pues hace
posible que las personas y los grupos humanos
puedan acceder a unas condiciones de vida dignas
y a una integración total en la sociedad.
Durante el año 2007, Cáritas Española manejó unos recursos económicos que ascendieron a
unos 200 millones de euros.
La inversión de los fondos se hace siguiendo
un programa previamente estructurado y apro-
Cáritas se propone, como objetivo prioritario,
que las personas destinatarias de la acción caritativa no sean objetos de compasión, sino agentes
de su propia promoción y de su desarrollo social.
Por ello, el Plan Estratégico de Cáritas está enfocado hacia dos ámbitos:
Por el primero de ellos, atendiendo a los destinatarios, nuestras prioridades están centradas en:
• los últimos y las personas, grupos o países
no atendidos;
• las personas y grupos con dificultades de
inserción;
223
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Entre estos programas destaca el programa de
acción con las personas mayores, que fue el de
mayor volumen de recursos, lo que es claro exponente de la situación de dependencia y baja protección de las personas mayores de 65 años.
Hay que destacar también los programas destinados a la familia y a la infancia, lo cual
demuestra que la pobreza ha hecho mella en la
infancia y en la condición femenina.
Y el programa destinado a la integración de
los inmigrantes, que es un programa cuya existencia en Cáritas se remonta a mediados de
1980, pero que en los últimos años ha alcanzado
una gran preponderancia.
Un ámbito de actuación importante es el de la
promoción de los derechos sociales. Y aunque es
una dimensión presente en las actuaciones de
Cáritas, hay algunas situaciones que deben ser
afrontadas de forma concreta y especial:
bado, con la excepción de aquellos que se destinan a paliar situaciones de emergencia, fondos,
estos últimos, que proceden de campañas específicas.
En cuanto a las actuaciones realizadas ante la
pobreza y la exclusión en España, se organizan
según diversos ámbitos de acción. Mencionaremos, en primer lugar el referido a las situaciones
de mayor exclusión social:
Personas en situación de exclusión:
• Personas sin hogar.
• Desarrollo de la comunidad gitana.
• Drogodependencias.
• Reclusos y ex-reclusos.
• Sida.
Entre estos programas destaca el referido a
personas sin hogar que no sólo es uno de los programas más destacados de la actuación de Cáritas, sino uno de los que emplea más volumen de
recursos, aun tratándose de un ámbito de acción
que la Administración local y autonómica debería asumir.
Hay que mencionar en segundo lugar las
actuaciones realizadas a favor de los grupos
humanos cuya situación de precariedad puede
no ser tan grave, pero cuya vulnerabilidad es
patente y exige actuaciones de apoyo y prevención para que no deriven en la exclusión y la
marginación:
Promoción de derechos sociales:
• Empleo e inserción laboral
• Vivienda
• Salud
En concreto, el programa de empleo e inserción laboral está tomando una dimensión cada
vez más destacada en las actuaciones de Cáritas,
y es el programa que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años, lo cual puede
parecer una contradicción en una época de notable crecimiento del empleo. Pero esto no es más
que la constatación de lo que sabemos desde hace
mucho tiempo: que el puro crecimiento económico no beneficia a todos por igual, que la riqueza generada no se distribuye de una forma igualitaria y que el acceso a un empleo, aun en tiempos de bonanza económica, no es fácil para las
personas y grupos en situaciones de exclusión.
De ahí la importancia del programa de inserción
laboral, para que las personas excluidas del
empleo puedan acceder a él.
Un ámbito de acción que desde su propio origen Cáritas ha promovido y potenciado es la
acción en la proximidad de las personas, no sólo
Personas en situación de vulnerabilidad:
•
•
•
•
•
•
•
•
Familia.
Infancia.
Juventud.
Mujer.
Mayores.
Inmigrantes.
Personas con discapacidad.
Otras acciones.
224
FILANTROPÍA: LA EXPERIENCIA DE CÁRITAS
como método que se realiza en todos los programas, sino como la forma de hacerse presente en
el propio lugar en que las personas con problemas de pobreza y exclusión viven. De ahí los
siguientes programas de acción:
bienes y los recursos humanos para la acción,
sino hacer posible que en el lugar de la emergencia o la necesidad se generen esos bienes y se
capaciten y potencien los recursos humanos, sin
que eso sea óbice para enviar personas de apoyo
cuando las circunstancias así lo requieran, pero
siempre respetando las directrices de la cooperación fraterna.
Finalmente, es importante destacar que en la
gestión de los medios económicos y en el envío
de recursos humanos a los lugares en que Cáritas
actúa, nuestra institución invierte un bajo porcentaje de recursos, quedando por debajo de la
media de recursos utilizados en el sector en su
conjunto. Ello es así porque el voluntariado
supone un importantísimo capítulo dentro de los
recursos humanos, lo cual es, a su vez, una muestra expresiva de que dicho voluntariado participa
en un compromiso que emana de los valores que
identifican y definen a Cáritas.
Acción en los territorios:
• Acogida y acción de base.
• Desarrollo de Cáritas Diocesanas y Parroquiales.
• Voluntariado.
• Formación.
• Animación comunitaria rural y urbana.
Entre estos programas queremos destacar el
de atención primaria, que fue un programa histórico de Cáritas, aunque ya no ocupa el primer
lugar que tuvo durante muchos años. Sin embargo, sigue estando entre los programas prioritarios, tanto en dedicación como en recursos, y significa que todavía hay grandes lagunas en la última red de la protección social.
Todos estos programas de trabajo desarrollados para paliar las situaciones de pobreza y
exclusión que se dan en nuestro país, alcanzaron
a más de un millón de personas.
Pero aún nos queda por señalar un ámbito de
acción en que la acción de Cáritas tiene una gran
presencia, y que se realiza en cooperación con las
Cáritas de la red de Cáritas Internationalis: la
acción de Cooperación Internacional y ayuda a la
pobreza en los pueblos pobres del mundo. De
esta acción, realizada en todos los continentes del
mundo, se han beneficiado casi ocho millones de
personas.
Una nota importante de la cooperación internacional es que ésta se realiza en estrecha colaboración con las Cáritas nacionales de los países
que reciben la ayuda de Cáritas Española. No se
trata de ocupar el lugar de las Cáritas locales,
sino de potenciarlas. Es lo que en Cáritas se
denomina «cooperación fraterna». Por ello, ante
una situación de emergencia, de desarrollo o de
cooperación, nuestra actitud no es enviar los
5. PROCEDENCIA DE LOS RECURSOS
Los recursos económicos que maneja Cáritas son
de procedencia privada y pública. Aproximadamente, el 70% de los recursos provienen de fondos privados. El 30% restante son fondos públicos.
Los fondos privados proceden de las donaciones de más de 200.000 socios y donantes que
confiaron en nuestra institución. En Cáritas
somos conscientes de que sin su implicación y
generosidad no podríamos llevar a cabo nuestra
lucha diaria contra la pobreza y la injusticia.
Otras fuentes de fondos privados son las campañas específicas. Por lo que se refiere a estas últimas, Cáritas se impone la obligación de destinar los
fondos recaudados a la emergencia concreta para la
que se ha pedido ayuda. Respeta escrupulosamente los deseos y las intenciones de los donantes, no
desviando nunca una aportación para un destino
distinto del que ha motivado el donativo.
Los fondos públicos proceden de las administraciones locales, las autonómicas, la central del
Estado y la Unión Europea.
225
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Los fondos públicos tienen una connotación
social porque Cáritas realiza una labor allí donde
el Estado, la Autonomía o el Ayuntamiento no
llegan, o bien donde es necesaria una acción
complementaria o donde se detectan necesidades que aún no han sido reconocidas como tales,
y en el caso de la inmigración podemos encontrar una amplia gama de ellas.
Dado que Cáritas hace una labor allí donde
las distintas administraciones no llegan, bien por
carecer de estructuras o de recursos humanos,
dichas administraciones compensan a Cáritas
con esas aportaciones de fondos públicos.
• y personal voluntario, que alcanzan al
menos a 60.000 los contabilizados y con
carácter de estabilidad. Su número alcanza
una cifra mayor si tenemos en cuenta los
que prestan colaboraciones más esporádicas, o que realizan su actividad en parroquias y centros de los que aún no disponemos de información suficiente.
La acción de Cáritas, por tanto, es una acción
realizada prioritariamente por voluntarios.
Ahora bien, para que las acciones tengan calidad
y continuidad han de estar dotadas de la infraestructura y los recursos adecuados. Esto requiere
la presencia de personas contratadas que aporten
profesionalidad y continuidad a los programas
de Cáritas.
Las necesidades y las características de las
personas destinatarias de los programas de Cáritas son las que nos indican qué actuaciones, qué
acciones deben ser llevadas a cabo por voluntarios capacitados y formados y cuáles otras requieren la presencia de profesionales de los distintos
servicios.
En Cáritas se dan las mismas circunstancias
que en cualquier otra institución filantrópica y es
que las mujeres constituyen el 67% del personal
contratado.
Aun cuando Cáritas es una institución de la
Iglesia Católica o, mejor dicho, es la Iglesia Católica en el ejercicio de la caridad, el 91% de las
personas contratadas son laicas.
Este porcentaje de laicos aumenta ligeramente en lo que se refiere al voluntariado, cuyos
miembros son laicos en el 95% de los casos.
¿Quiénes se ofrecen a Cáritas como voluntarios?
Esta pregunta requiere una reflexión para no
caer en el error de considerar que en algunas
épocas de la vida se es más generoso que en
otras, lo cual no es verdad.
Los jóvenes, por ejemplo, son generosos,
pero están en una edad en la que deben dar
prioridad a una formación personal y profesional que les sirva luego para situarse en la vida.
Pese a ese inconveniente, hay jóvenes voluntarios que acuden a prestar su ayuda. De hecho,
6. LOS AGENTES
Cáritas lleva a cabo su misión con recursos humanos y medios económicos, y ambos tienen una
gran importancia para nosotros. Por ello queremos destacar la importancia de los recursos
humanos con el mismo énfasis que hemos puesto en resaltar la importancia de los medios económicos. Ambos tienen una ligazón y una interacción que es imposible disociar.
Los recursos humanos y los medios económicos son complementarios. No se puede llevar a
cabo la misión aportando sólo ayuda económica
y prescindiendo de las personas.
Tampoco sería posible el cumplimiento de los
objetivos de cada programa si sólo se aportara
presencia humana, que llevaría a los necesitados
comprensión y consuelo, pero no la ayuda perentoria en el momento justo.
En Cáritas valoramos tanto los recursos
humanos, –de manera especial a los voluntarios, que son nuestro mayor activo, pues constituyen el 90% de los agentes de la institución–
como a los que aportan su donativo, pues
detrás de cada donación hay un donante, un ser
generoso y comprometido con la ayuda al prójimo, un practicante de la comunicación cristiana de bienes.
Los recursos humanos de Cáritas son:
• personal contratado, que superan levemente los 4.000;
226
FILANTROPÍA: LA EXPERIENCIA DE CÁRITAS
favor de las personas a las que se está ligado u
obligado por lazos de familia o amistad.
Ante la pobreza, la marginación, la exclusión,
la enfermedad y la injusticia, todos estamos obligados a tomar partido y actuar. Por ello la característica que debe distinguir al voluntario es la de
ser una persona que opte por el cambio social, en
la línea de la promoción de la justicia, y un apasionado de la solidaridad, ya que ninguna persona puede ni debe ser objeto de explotación o
abuso por parte de nadie.
El voluntario tiene que hacer suyo el lema
«más vale prevenir que curar», en el sentido de
que consiguiendo erradicar las causas de la
pobreza y de la injusticia, luego no habría que
acudir a paliar las consecuencias.
Ser consecuente con el mandamiento del
amor es otra de las virtudes que deben adornar
al voluntario de Cáritas, porque podría darse el
caso de una persona que fuera injusta en el trabajo o en la vida, con sus iguales o subalternos, y
luego quisiera justificarse con unas cuantas horas
dedicadas al servicio de los demás, o dando un
donativo para acallar su conciencia.
Finalmente, el voluntario ha de ser una persona formada o tiene que recibir la formación
necesaria y precisa para el desempeño de su
misión.
Benedicto XVI señala en la encíclica «Deus
caritas est» que «quienes prestan ayuda han de
estar formados, de manera que sepan hacer lo
más apropiado y de la manera más adecuada,
asumiendo el compromiso de que las atenciones
prestadas tengan continuidad. Un primer requisito fundamental es la competencia profesional,
pero ésta, por sí sola, no basta. En efecto, se trata
de seres humanos y los seres humanos necesitan
siempre algo más que una atención sólo técnicamente correcta. Necesitan humanidad. Necesitan
atención cordial. Cuantos trabajan en las instituciones caritativas de la Iglesia deben distinguirse
por no limitarse a realizar con destreza lo más
conveniente en cada momento, sino por su dedicación al otro, con una atención que salga del
corazón, para que el otro experimente su riqueza
de humanidad».
tenemos registrados más de 6.000 jóvenes que
colaboran con Cáritas habitualmente, además
de los que acuden a prestar su ayuda para
determinadas campañas, de una forma puntual.
Las personas cuya edad está entre los 31 y los
50 años son las que tienen un trabajo estable, que
ocupa casi todo su tiempo, y deben atender las
necesidades y el desarrollo de sus familias. De
este tramo de edad tenemos alrededor de 11.000
voluntarios.
Entre los 51 y los 65 años, cuando las cargas
familiares se han aliviado, los hijos comienzan a
emanciparse o se han emancipado y las prejubilaciones han traído consigo una mayor disponibilidad de tiempo libre, el número de voluntarios
alcanza la cifra de casi 18.000.
Por último, está el grupo de los que han alcanzado la jubilación y todavía están en forma física
y mental para hacer aportaciones notables y muy
apreciadas. En este apartado tenemos registrados
al menos 11.000 voluntarios.
A todos ellos hay que sumar la presencia de
aquellos cuyas edades no constan. En total, Cáritas se beneficia del trabajo generoso de más de
60.000 voluntarios.
7. ALGUNAS NOTAS SOBRE EL
VOLUNTARIADO EN CÁRITAS
Para ser voluntario en Cáritas, antes que «hacer
de voluntario» hay que «ser voluntario», añadiendo a la disponibilidad el concepto de la gratuidad. El voluntario no tiene que esperar nada ni
recibir nada. Su labor no es un trueque. Ha de
ser consciente de que debe dar gratis lo que ha
recibido gratis. Ha de enfocar su labor en beneficio de los que no pueden dar nada a cambio. Un
voluntario no recibe una compensación por su
trabajo, sea en dinero o en especies. Un voluntario no debe ser un buscador de recompensas,
honores o agradecimientos. La recompensa, si ha
de llegar, vendrá de Dios.
No se considera acción voluntaria la que se
realiza como ayuda mutua o la que se hace en
227
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Tras sesenta años de trabajo a favor de los
demás, de los más necesitados, de los últimos y
de los excluidos, Cáritas, con sus luces y sus sombras, como toda organización humana, considera
que ha hecho lo justo y lo que ha podido, pero no
debemos caer en la autocomplacencia. En Cáritas estamos convencidos de lo que hacemos, pero
somos conscientes de que es necesario hacer más
cosas y mejor hechas. Por ello consideramos que
es necesario entregarse sin reservas a un aprendizaje continuo de la caridad, lo cual implica
incorporar nuevos voluntarios, renovar las ideas
y la formación de los que ya colaboran, mejorar
profesional y humanamente sus servicios e incentivar la conciencia de las comunidades cristianas
y la sensibilización de la sociedad.
8. LA CARIDAD, AMOR GRATUITO
El amor a los demás, tal como lo entiende y lo
practica Cáritas, no se ejerce nunca buscando
compensaciones de ningún tipo. Ni siquiera se
ejerce como una vía de proselitismo. Eso también
lo ha dicho Benedicto XVI en la encíclica «Deus
caritas est»:
«Quien ejerce la caridad en nombre de la Iglesia nunca tratará de imponer a los demás la fe de
la Iglesia. Es consciente de que el amor, en su
pureza y gratuidad, es el mejor testimonio del
Dios en el que creemos y que nos impulsa a amar.
El cristiano sabe cuándo es tiempo de hablar de
Dios y cuándo es oportuno callar sobre él, dejando que hable sólo el amor».
228
LA FUNDACIÓN ESTHER KOPLOWITZ,
SU MODELO DE FILANTROPÍA
Javier López-Galiacho Perona
servir de estímulo a otras posibles y futuras iniciativas de acciones filantrópicas que pudieran
emprenderse en España, tratando de fomentar
las «mejores prácticas» en este campo de actividad, que, eventualmente, sirvan de referencia a
otras iniciativas semejantes.
Reconocida por el Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales como entidad benéfica, asistencial
y privada, la Fundación Esther Koplowitz se nutre
exclusivamente de los fondos y de las aportaciones
de su fundadora y presidenta, quien se encarga, en
persona, y asesorada por el Patronato, de marcar la
estrategia de la Fundación, supervisar los nuevos y
diversos proyectos, y revisar la evolución de la
puesta en marcha de las obras propuestas.
Por el volumen de las aportaciones exclusivamente provenientes del patrimonio personal de
Esther Koplowitz –en torno a cien millones de
euros– y por la amplitud e importancia de las
acciones y proyectos emprendidos, la Fundación
Esther Koplowitz puede ser considerada, sin
duda, como uno de los más destacados proyectos
de filantropía de Europa.
Los fines que se ha fijado la Fundación Esther
Koplowitz son: la creación y mantenimiento de
residencias para personas de la tercera edad,
capaces o no de valerse por sí mismas, y la asistencia psicosanitaria a menores, enfermos y desvalidos; así como el fomento de la educación, la cultura, las artes y las ciencias, con la concesión de
becas de estudio e investigación, y la protección y
la sostenibilidad del medio ambiente.
Entre estos fines destaca, como más adelante se
detalla, la edificación de residencias para personas
1. RAZÓN DE SER Y PERFIL DE LA
FUNDACIÓN ESTHER KOPLOWITZ
Esther Koplowitz posee un sentimiento de entrega
filantrópica por los más necesitados de la sociedad,
a lo que se añade, en relación con lo anterior, un
compromiso con la investigación científica en sus
varios ámbitos. Fruto de esa doble vocación, y con
aquel acento particular, constituyó el 13 de diciembre de 1995 una Fundación, llamada entonces Fundación de Ayuda al Desvalido, que pretendía paliar
las carencias de las personas más desfavorecidas.
Con su creación, se institucionalizaba y se formalizaba una actividad que Esther Koplowitz venía desarrollando, a título personal, desde muchos años
atrás. En 2005 cambió su denominación por la de
Fundación Esther Koplowitz, modificándose parcialmente sus estatutos. La Fundación Esther Koplowitz nace, por tanto, como ejemplo de filantropía,
que responde a su significado etimológico: «el amor
al género humano, expresado en ayuda que se da, y
sin esperar nada a cambio».
Como toda organización, la Fundación Esther
Koplowitz tiene una filosofía propia y distintiva plasmada en un lema que la fundadora tomó de una
frase de la Madre Teresa de Calcuta: «Corazón para
amar y manos para servir». Es decir, sensibilidad y
eficacia, empatía y sentido práctico, en dos palabras,
amor solidario. Esta frase sintetiza un interés decidido por ayudar a los demás, y se hace eco, asimismo, de un espíritu empresarial orientado a innovar
y crear valor. Este espíritu es el que Esther Koplowitz
ha transmitido a su fundación.
Por ello, con la constitución de ésta, pretende
229
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
de la tercera edad sin recursos y para personas con
discapacidad intelectual. De ello son ejemplo las
residencias, perfectamente equipadas, que gracias
a la Fundación han sido levantadas para personas
mayores sin recursos en Collado Villalba (Madrid)
y Barcelona, o la que atiende a discapacitados psíquicos en Valencia. En total cerca de 25 mil metros
cuadrados para 337 plazas de residentes y 110 en
centro de día. Ya están en marcha nuevas residencias en Valencia y en Valladolid, y otra más comprometida también España.
La Fundación Esther Koplowitz participa activamente en la Comisión de seguimiento de las
residencias que vela por su buen funcionamiento.
Igualmente canaliza la actividad de voluntariado
social hacia sus residentes.
El acontecer diario de la Fundación es posible
gracias a la presencia e impulso de su presidenta
Esther Koplowitz, y a un equipo de personas integrado, entre otras, por Andrés del Río, Juan de
Diego, Pedro López Menor, Asunción Pinedo, y
Enrique Revuelta.
La Fundación sigue dos líneas principales de
actuación: la colaboración con otras entidades y la
ejecución, en solitario, de proyectos propios. Estas
dos líneas de acción han experimentado un desarrollo diferente al de sus primeros pasos. Si bien
en sus comienzos la Fundación colaboraba con un
destacado número de entidades, posteriormente
ha ido asumiendo proyectos propios y más ambiciosos, de elevado coste económico. Por la distinta
naturaleza de estos dos ámbitos de actuación, se
hace necesaria su exposición por separado.
más desfavorecidas, se ha implicado particularmente en el servicio a los que sufren y, especialmente, los más necesitados, los más desvalidos,
como son los ancianos sin recursos, que viven en
soledad y necesitan constante asistencia y atención médica, así como las personas afectadas de
discapacidad intelectual, física y sensorial que se
encuentran en grave situación de desamparo.
La urgente necesidad de atención a estos dos
colectivos es incuestionable, al padecer grandes
carencias asistenciales. Por esta razón, la Fundación Esther Koplowitz entró en contacto con las
administraciones públicas para la construcción de
dos residencias de personas mayores dependientes
y sin recursos (Madrid y Barcelona), y otra para
personas con discapacidad severa (Valencia).
Las tres residencias, Nuestra Casa de Collado
Villalba (cedida a la Comunidad de Madrid), La
Nostra Casa de Fort Pienc (cedida al Ayuntamiento de Barcelona) y La Nostra Casa (cedida al
Ayuntamiento de Valencia), están dotadas con los
mejores recursos asistenciales y los avances tecnológicos más especializados, y son bastante más
que una mera plaza ocupada por un residente.
Tratan de constituir un auténtico hogar para los
residentes, para lo cual, el cuidado de cada detalle es importante. La donación por parte de la
Fundación para la edificación de estas tres residencias superó los 27 millones de euros.
La Fundación también participa muy activamente en las comisiones de seguimiento de las
mencionadas residencias, creadas para este fin y
que velan por su buen funcionamiento. Al mismo
tiempo, financia un equipo de médicos y técnicos
para la atención personal de los residentes en los
ámbitos que se requieren y en las actividades de
ocio alentadas por voluntarios sociales. Se están
creando así unas experiencias de «buenas prácticas» en este campo fundamental del sistema de
bienestar, en el que se pueden ir formando los
profesionales del mismo.
La Fundación Esther Koplowitz aborda su
futuro más inmediato con nuevos programas de
ayuda. En este sentido ya ha comprometido con
los ayuntamientos de Valencia y Valladolid la cantidad de 17 millones de euros para construir y
2. PROYECTOS PROPIOS
A) CONSTRUCCIÓN Y EQUIPAMIENTO
DE RESIDENCIAS PARA PERSONAS DE
AVANZADA EDAD SIN RECURSOS Y
PARA DISCAPACITADOS INTELECTUALES,
CEDIDAS A LAS ADMINISTRACIONES
PÚBLICAS
La Fundación, fiel al compromiso de su fundadora y consciente de las dificultades de las personas
230
LA FUNDACIÓN ESTHER KOPLOWITZ, SU MODELO DE FILANTROPÍA
equipar dos nuevas residencias para personas
con discapacidad intelectual severa.
Igualmente, la Fundación ha acordado, por un
valor de nueve millones de euros, la construcción
de una nueva residencia, fruto del deseo de su
presidenta de crear más centros de este tipo en
España, así como en otros países.
rá en servicio a lo largo del año 2010, y se gestionará a través del IDIBAPS.1
Igualmente, hay que destacar la donación de
un millón de euros que la Fundación Esther Koplowitz hizo a la Fundación del Hospital Clínico Universitario San Carlos (Madrid), para la adquisición
del Robot quirúrgico Da Vinci. Este robot consiste
en un sistema de brazos motorizados accionados
por un cirujano, situado a cierta distancia del
enfermo. El robot mejora sensiblemente el entorno de trabajo del cirujano y, al contrario de lo que
ocurre con la visión en la cirugía laparoscópica
convencional (con visión bidimensional), el cirujano dispone de una visión tridimensional del interior del paciente. Con este sistema robótico se
favorece la sensación de profundidad en el campo
quirúrgico y la precisión del diagnóstico.
B) INVESTIGACIÓN MÉDICA
Esther Koplowitz siempre ha sentido gran
inquietud por la investigación científica en todas
sus manifestaciones y siempre en relación con un
objetivo de acción social. Por ello, ha llevado a
cabo inversiones importantes en programas de
lucha contra diferentes enfermedades, con el
objetivo de mejorar así la calidad de vida de quienes las padecen.
Fruto de este compromiso ha sido el decidido
apoyo que la Fundación presta a la investigación
biomédica y a la lucha contra las enfermedades,
por medio de distintos proyectos de mecenazgo,
que son de carácter innovador en Europa.
Destaca en primer lugar, por su cuantía económica y por su importancia científica, el Centro de
Investigaciones Biomédicas Esther Koplowitz de
Barcelona (CIBEK), uno de los mayores mecenazgos privados en investigación biomédica en Europa. El CIBEK, que se está edificando en la Ciudad
Condal, se dedicará especialmente a la investigación de las enfermedades más complejas en España (neurodegenerativas, cáncer, biopatología y
bioingeniería respiratoria, cardiovascular y renal,
enfermedades del hígado, sistema digestivo y metabolismo), así como a lo que en términos médicos se
denomina «investigación de transferencia», es
decir, la que relaciona la llevada a cabo en institutos
y centros de investigación básica con la clínica, realizada, principalmente, en los hospitales.
La Fundación Esther Koplowitz ha donado a
la Fundación Hospital Clinic de Barcelona una
cantidad de quince millones de euros para construir y equipar el CIBEK. Este centro está pensado para ser un referente en el ámbito de la investigación biomédica en Europa. Se prevé que esta-
3. PROYECTOS EN COLABORACIÓN
Actualmente, y de acuerdo con la orientación inicial, la Fundación colabora con entidades cuyo
objeto es la ayuda a las personas mayores, discapacitados y colectivos desfavorecidos.
Los criterios que rigen en la Fundación para
valorar las peticiones de colaboración, son, por una
parte, el grado de necesidad de las personas destinatarias de tal ayuda, primando las situaciones de
máxima dependencia y con menores recursos económicos; y, por otra, la viabilidad del mismo proyecto así como su calidad técnica y funcional.
Durante todos estos años, la Fundación Esther
Koplowitz ha destinado, además, fondos de ayuda a
instituciones que pertenecen a los siguientes ámbitos.
A) ASISTENCIA A PERSONAS MAYORES
SIN RECURSOS
Cada vez caminamos hacia una sociedad más envejecida y, al mismo tiempo, menos solidaria con los
mayores. La Fundación intenta paliar los problemas de soledad a los que aquéllos se enfrentan,
1
Para ampliar la información puede consultarse la página web del CIBEK: www.cibek.org.
231
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
unidos a los derivados de graves situaciones de
dependencia y de falta de recursos de los residentes, no sólo a través de sus proyectos propios (ya
mencionados), sino también a través de asociaciones privadas, dedicadas a la asistencia y el acompañamiento a los mayores más necesitados, a las
que ha destinado unos trescientos mil euros.
investigación de las enfermedades y las causas
que éstas provocan. Por lo tanto, la colaboración
con las instituciones que tienen esta vocación y
que se dedican a la investigación y a la lucha contra la enfermedad, ha sido siempre muy estrecha,
con apoyos próximos al millón de euros.
E) AYUDA A LA REINSERCIÓN SOCIAL
B) AYUDA A PERSONAS CON DISCAPACIDAD
FÍSICA O INTELECTUAL
La pobreza extrema, las situaciones de soledad
y de abandono muchas veces desembocan en la
marginación. La falta de medios para la reinserción hace que la persona difícilmente pueda
integrarse en una sociedad, generalmente hostil. La Fundación Esther Koplowitz, directamente o a través de la ayuda a colectivos dedicados a su atención, asiste a personas en riesgo
de exclusión social, tales como personas privadas de libertad, indigentes, mujeres maltratadas. Para facilitar su promoción personal, la
Fundación ha puesto a disposición de tales proyectos una cantidad superior a los cinco millones de euros.
La Fundación ha sido siempre consciente, no
sólo de la escasez de recursos públicos para atender a la gran necesidad de las personas que
padecen este tipo de discapacidad, sino también
a la inmensa falta de recursos con los que se
enfrentan las familias, que con gran esfuerzo
sacan adelante a sus hijos y familiares afectados
con dicha discapacidad. Para paliar esta necesidad, la Fundación ha destinado fondos por una
cantidad superior al medio millón de euros.
C) PROTECCIÓN A LA INFANCIA Y A LA
JUVENTUD
Las nuevas generaciones son el futuro. Contribuir a
paliar la situación de abandono en las que se instalan algunos de nuestros menores, darles los medios
adecuados para su educación, ofrecerles la posibilidad de crecer en un hogar estable, es la encomiable
labor de instituciones que se ocupan de los niños y
de los jóvenes. La Fundación, también sensible al
sufrimiento y necesidades de estas personas, colabora con estas instituciones, a las que ha donado
fondos próximos al millón y medio de euros.
F) EDUCACIÓN
D) LUCHA CONTRA LAS ENFERMEDADES
MEDIANTE EL APOYO A LA INVESTIGACIÓN
CIENTÍFICA Y AL DESARROLLO DE
TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS
PARA DIVERSAS ENFERMEDADES, Y
ASISTENCIA A PERSONAS ENFERMAS
Y SIN RECURSOS
G) PROYECTOS DE COLABORACIÓN CON
LA FUNDACIÓN NIDO Y LA ASOCIACIÓN
EL DESPERTAR: EDIFICACIÓN Y
DOTACIÓN CENTRO DE DÍA Y RESIDENCIA
DE PERSONAS AFECTADAS POR PARÁLISIS
CEREBRAL PROFUNDA O SEVERA EN
MADRID
Desde su constitución, la Fundación Esther
Koplowitz ha prestado especial atención a la
La Asociación El Despertar lleva dedicada al cuidado de los afectados por parálisis cerebral pro-
La Fundación quiere, también, dar la oportunidad a personas que, por su situación económica,
no podrían acceder a determinados estudios
para los que se encuentran capacitados y para
ello ha creado un fondo de becas al que destina
una cantidad superior a los doce millones de
euros.
232
LA FUNDACIÓN ESTHER KOPLOWITZ, SU MODELO DE FILANTROPÍA
funda más de 25 años. En la actualidad ocupa
los locales de una antigua escuela que es propiedad del Ayuntamiento de Madrid. En ella
atienden a 54 afectados en un colegio concertado de educación especial, centro de día y residencia para mayores de 18 años, que se encuentran integrados en la Red Pública de la Comunidad de Madrid. A comienzos de 2007, la Fundación Nido y la Asociación El Despertar, conocedores de la preocupación de Esther Koplowitz
por los más necesitados, contactaron con la Fundación para solicitar financiación para la
ampliación del centro de día y de la residencia,
dedicadas íntegramente a personas afectadas
por parálisis cerebral profunda o severa. La
Fundación Esther Koplowitz se implicó en el
proyecto después de visitar las instalaciones y
comprobar el funcionamiento del centro. Se
comprometió en edificar y dotar del necesario
equipamiento a las nuevas instalaciones, que se
encuentran en ejecución, a cuyo fin donó un
millón de euros.2
3. CONCLUSIONES
Durante todos estos años, la Fundación Esther
Koplowitz ha tratado de ser una entidad activa,
que, siendo estrictamente fiel al proyecto originario de su fundadora, de ayuda a los más necesitados y, en relación con ello, de promover la
investigación científica orientada a este fin, al
tiempo ha evolucionado, adaptándose a las realidades cambiantes de la sociedad y a las lecciones
derivadas de su propia experiencia.
En su modo de hacer las cosas, la Fundación
ha respondido a dos criterios básicos. Uno ha
sido y es el de la implicación personal de su fundadora, asumiendo un liderazgo directo en la
materia, pero otro ha sido el de la delegación de
confianza en equipos de trabajo, descentralizados, dotados de gran autonomía, y en la colaboración con una amplia red de agentes sociales,
tanto de la administración pública como del sector privado, de lo que son muestra las asociaciones e instituciones referidas más arriba.
2
Para mayor detalle cabe consultar la página web
www.fundacionestherkoplowitz.org, creada por la Fundación
Esther Koplowitz para dar a conocer sus proyectos y actividades.
233
LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA:
LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE
Olivier Longué y Alicia García
Nuestra verdadera nacionalidad es la humanidad.
H.G.Wells
franceses para concentrar esfuerzos precisamente en dos de estos derechos básicos: el derecho al
alimento y el derecho al agua.
En estos casi treinta años de existencia Acción
contra el Hambre ha tenido que adaptar su lucha
a los nuevos rostros del hambre que han ido surgiendo, habida cuenta de que la naturaleza de la
mayor pandemia del planeta no es inmutable.
Pero antes de repasar este recorrido detengámonos un momento en la definición de lo humanitario para una organización como la nuestra.
«Que se preocupa por el bienestar del género
humano», con estos escuetos términos zanjaron
literatos y lingüistas en la Real Academia de la
Lengua Española la explicación de lo humanitario. Según este concepto y siempre de acuerdo
con la RAE el humanitario bien podría ser primo
hermano del filántropo (el que ama a los demás
y les ayuda de forma desinteresada).
En cualquier caso, antropos u homos, la intuición ya la tenían en el siglo I antes de Cristo en
la antigua Roma, mucho antes de la invención
del humanitarismo moderno, cuando el comediógrafo Publio Terencio se definía «hombre»
desde el momento en que «nada de lo que es
humano me es indiferente».
Mucho ha llovido desde entonces y numerosos han sido los intentos de arrogarse el humanitarismo en exclusividad por parte de iglesias,
movimientos políticos y modas sociales, según la
interpretación de cada cual de lo que es ser
humano.
En el siglo XX nacen las organizaciones
humanitarias que, como Acción contra el Hambre, abogan por una concepción menos basada
en la filosofía y más en la acción humanitaria, la
que apoya a niños, mujeres y hombres indefensos
en situaciones de peligro, sólo por el hecho de
ser personas, y situando siempre en el norte de
su acción una serie de derechos humanos indiscutibles, tales como el derecho a vivir con dignidad y con autonomía. La Red Internacional
Acción contra el Hambre nace en 1979 de la
mano de un grupo de intelectuales y científicos
1. INDEPENDENCIA Y NEUTRALIDAD
ANTE TODO
En 1949, con una Europa todavía espantada por
el rastro de destrucción que han dejado en su
territorio las dos guerras mundiales, representantes de las principales potencias del mundo se reúnen en Ginebra para tratar de poner límites al
sufrimiento de la población civil durante conflictos armados.1 Anteriores convenios habían tratado de regular la suerte que corren los militares
heridos en los ejércitos en campaña (1864 y 1906)
y el trato a los prisioneros de guerra (1929). El
cuarto Convenio de Ginebra de 1949 estipula la
protección debida a las personas civiles en tiempos de guerra. Nace así el Derecho Internacional
1
Acción contra el Hambre define hoy la violencia y los
conflictos armados como la primera causa de hambre en el
mundo.
235
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
esta estricta neutralidad depende directamente
otra de las premisas de nuestra acción humanitaria: el acceso a las víctimas.
No obstante, la denuncia puede ser a veces más
eficaz que los programas de acción humanitaria a
corto plazo. En estos casos acotaremos el terreno
de juego en la denuncia exclusiva de los atentados
a los derechos humanos de los que seamos testigos,
o a los impedimentos puestos al buen desarrollo de
nuestra misión humanitaria. En 2003 decidimos
salir de Irak, donde llevábamos a cabo programas
de nutrición y agua y saneamiento, ante la violación continua de los Convenios de Ginebra sobre
el respecto a la población civil por parte de las partes en conflicto. En Burundi, tras el trágico tiroteo
a un vehículo de Acción contra el Hambre, que se
saldó con la muerte de una cooperante y del que
otra resultó herida, la organización decidió retirarse tras constatar que corría peligro la seguridad de
sus equipos.
Otras veces la priorización del acceso a las víctimas nos obliga a hacer malabarismos para mantener la neutralidad en países como Colombia
(recordemos, el segundo país con mayor número
de desplazados en el mundo) donde tenemos que
jugar a cuatro bandas para poder acceder a la
población desplazada o confinada por la violencia, llámese FARC, ELN, ejército o grupos paramilitares. Somos una de las pocas organizaciones
humanitarias en tener acceso a zonas como la
Sierra Nevada de Santa Marta o el Putumayo,
precisamente porque todas las partes en el conflicto reconocen y asumen nuestra estricta neutralidad al respecto. En Sudán podemos trabajar
en el norte y el sur, con centros de control distintos donde nos avala nuestra trayectoria neutral
en el país desde 1985. Una situación parecida
encontramos en la República Democrática del
Congo, donde tenemos que coordinar acciones
con el Gobierno y el control rebelde según nos
encontremos en el oeste o el este del país.
Humanitario (DIH). El DIH es la agrupación de
las distintas normas, en su mayoría reflejadas en
los Convenios de Ginebra y los Protocolos Adicionales, que tienen como objetivo principal la
protección de las personas no participantes en
hostilidades o que han decidido dejar de participar en el enfrentamiento. Las distintas normas
del DIH persiguen evitar y limitar el sufrimiento
humano en tiempos de conflictos armados. Estas
normas son de obligado cumplimiento tanto por
los gobiernos, los ejércitos participantes en el
conflicto como por los distintos grupos armados
de oposición o cualquier parte participante en el
conflicto.
De aquí derivan dos de los principios recogidos
en la Carta de la Red Internacional Acción contra
el Hambre, para nosotros inherentes a la acción
humanitaria e innegociables en cada una de nuestras intervenciones: la neutralidad y la independencia. Todos los trabajadores de la organización,
presente hoy en 47 países, firman esta carta junto
con su contrato y se comprometen a respetarla y
suscribir este texto al pie de la letra.
NEUTRALIDAD
«Acción contra el Hambre obra dentro del respeto a una estricta neutralidad e imparcialidad
política y religiosa. Sin embargo, puede verse llevada a denunciar los atentados a los derechos
humanos de los que sea testigo, así como los obstáculos interpuestos al buen desarrollo de su
misión humanitaria.»2
La necesidad de no tomar partido es inherente a la esencia humanitaria. Es difícil y es uno de
los grandes dilemas de lo humanitario al que tienen que hacer frente nuestros cooperantes en
zonas de conflicto o allí donde los juegos de
poder tienen mucho que ver con el hambre. Son
muchos los contextos en los que creemos estar
seguros de quiénes son las víctimas y quiénes los
verdugos. Sin embargo, del mantenimiento de
INDEPENDENCIA
«Para conservar su independencia moral y económica, Acción contra el Hambre actúa en fun-
2
Extraído de la Carta de Principios de Acción contra el
Hambre.
236
LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE
ción de sus propios principios y nunca en función
de los intereses de la política interna, externa o
gubernamental».3
Aunque hoy por hoy Acción contra el Hambre-España percibe la mayoría de sus fondos de
estructuras supranacionales (Naciones Unidas,
UE), gobiernos (como el español, el suizo, el estadounidense, el británico, etc.) y cooperación descentralizada (gobiernos autonómicos y municipales), es precisamente la pluralidad de estas fuentes de financiación4 la que nos permite actuar
con plena autonomía de las agendas políticas.
A finales de los noventa Acción contra el
Hambre decidió salir de Corea del Norte por la
sencilla razón de no querer someterse a la presión del gobierno norcoreano, que pretendía
imponernos unas zonas de intervención que no
coincidían con nuestros criterios de pertinencia,
que apuntaban allí donde se encontraban las
mayores bolsas de desnutrición.
Otros, como la no discriminación, el acceso
libre y directo a las víctimas, la profesionalidad y
la transparencia, conforman el resto de principios de nuestra Carta.
Las organizaciones humanitarias han suscrito
además recientemente una Carta Humanitaria
promovida en el marco del proyecto Esfera, un
proyecto internacional destinado a aumentar la
calidad y la responsabilidad de la acción humanitaria.
penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Entendemos que el derecho de una persona a la vida entraña el derecho a que se adopten medidas para preservar la vida toda vez que
ésta esté amenazada, así como el correspondiente deber de otras personas de adoptar tales
medidas. Queda implícito en ello el deber de
no obstaculizar o impedir la prestación de asistencia encaminada a salvar vidas. Además, el
DIH prevé específicamente la prestación de
asistencia a las poblaciones civiles durante los
conflictos, obligando a los Estados y otras partes a acceder a prestar asistencia humanitaria e
imparcial cuando la población civil carece de
suministros esenciales.
• LA DISTINCIÓN ENTRE COMBATIENTES
Y NO COMBATIENTES
Esta distinción sirve de base a los Convenios de
Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales
de 1977. Este principio fundamental ha sido
vulnerado en forma creciente, como puede
comprobarse por el enorme aumento de la proporción de bajas civiles durante la segunda
mitad del siglo XX. El hecho de que a menudo
se aluda a conflictos internos atribuyéndoles el
carácter de «guerra civil» no debe hacernos
olvidar la necesidad de distinguir entre quienes
participan activamente en las hostilidades y los
elementos civiles y otras personas (incluidos los
enfermos, heridos y prisioneros) que no intervienen directamente en ellas. En virtud del
DIH, los no combatientes tienen derecho a protección y deben gozar de inmunidad contra los
ataques.
2. PRINCIPIOS DE LA CARTA HUMANITARIA
PROYECTO ESFERA
• EL DERECHO A VIVIR CON DIGNIDAD
Este derecho está inscrito en las disposiciones
jurídicas relativas al derecho a la vida, a un
nivel de vida decoroso y a la protección contra
• EL PRINCIPIO DE NO DEVOLUCIÓN
En conformidad con este principio, ningún refugiado podrá ser enviado o devuelto a un país en
donde su vida o su libertad pueda estar en peligro por motivos de raza, religión, nacionalidad,
pertenencia a un determinado grupo social u
opiniones políticas, o cuando haya razones fun-
3
Extraído de la Carta de Principios de Acción contra el
Hambre.
4
No obstante, la organización ha fijado llegar a un 50%
de financiación privada (ciudadanos y empresas) como horizonte para los próximos años.
237
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
dadas para creer que pueda correr peligro de ser
sometido a tortura.
DOS TIPOS DE DESNUTRICIÓN
La desnutrición aguda, la mayor enfermedad
del planeta, que se cobra cada año la vida de 10
millones de personas5, centra nuestro combate
contra el hambre.
La desnutrición aguda, que se desarrolla muy
rápidamente, incluye el marasmo y el kwashiorkor. En los pacientes con desnutrición aguda
todos los procesos vitales que nos permiten mantener un equilibrio fisiológico se ven alterados. El
metabolismo es más lento, la regulación térmica
se altera, la absorción intestinal y la eliminación
renal se reducen, la capacidad del hígado para
sintetizar proteínas y eliminar toxinas es más
limitada, y la capacidad del sistema inmunológico disminuye. Según el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), la malnutrición debilita el sistema inmune y con ello aumenta el riesgo de tener mala salud, lo cual a su vez
agrava la malnutrición. Cerca de 50% de las
muertes de niños en edad preescolar se puede
atribuir directamente a la interacción entre la
malnutrición y las enfermedades infecciosas.
Niños aquejados por apenas un moderado peso
inferior al normal tienen cuatro veces más probabilidades de morir de una enfermedad infecciosa que un niño bien alimentado.
La desnutrición crónica, llamada así porque
precisa más tiempo para desarrollarse, supone
un retraso en el crecimiento: niños de talla baja
en relación con la edad. En los casos de anemia,
como fue el caso en Argentina en 20026, se ha
observado el impedimento de las comunidades
afectadas para lograr el desarrollo psíquico y físico de los niños. Estas carencias pueden afectar a
varias generaciones y forman un círculo vicioso
de difícil solución.
Aunque ambas formas de desnutrición afectan
a los mismos grupos de riesgo (niños menores de
cinco años, mujeres embarazadas y madres en
período de lactancia, ancianos y enfermos) no
tienen las mismas causas, ni las mismas consecuencias, ni la misma gravedad. Muchas personas en los países en desarrollo están mal nutridas
pero no hambrientas porque su alimentación es
desequilibrada en cantidad y calidad. Esto les
5
La desnutrición aguda mata cada año a seis millones de
niños.
6
En Geopolítica del Hambre –2004 Acción contra el
hambre– Icaria Barcelona.
• EL HUMANITARISMO AL SERVICIO DE
LA LUCHA CONTRA EL HAMBRE
En el año 1979, con el fin primero de aliviar el
sufrimiento de los refugiados afganos en Pakistán, un grupo de intelectuales franceses crean
Action contre la Faim, con el mandato de salvar
vidas luchando contra el hambre, las enfermedades y las situaciones de peligro que amenazan a
hombres mujeres y niños indefensos. En 1995 se
creará, bajo régimen de Fundación, las sedes en
España y Reino Unido y dos años más tarde se
hará lo propio en EEUU. Canadá (2005) es la
sede internacional más reciente.
Acción contra el Hambre interviene:
– en caso de crisis grave, de origen natural o
humano, que amenace la seguridad alimentaria o provoque una situación de hambruna;
– en caso de desestructuración del tejido
social ligada a razones internas o externas
que pongan a ciertas poblaciones en situación de extrema vulnerabilidad;
– allí donde la asistencia humanitaria se convierte en un cuestión de supervivencia;
Las intervenciones de Acción contra el Hambre se realizan antes (programas de prevención),
durante (programas de emergencia) o después
de la crisis (rehabilitación). Todos y cada uno de
los programas de Acción contra el Hambre tienen la finalidad de permitir a sus beneficiarios
recuperar, lo antes posible, su autonomía y los
medios necesarios para vivir sin depender de la
asistencia exterior.
238
LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE
impide utilizar su capacidad energética completa
pero no provoca su fallecimiento a corto plazo.
… QUE PROTEJA A LAS VÍCTIMAS
La protección de las víctimas es, en definitiva,
otra de las cualidades inherentes a la acción
humanitaria. Hay agencias que tienen un mandato de protección directa de las mismas, como
la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) o el Comité Internacional de la
Cruz Roja. El ACNUR, por ejemplo, es el responsable de los campos de refugiados en los que
rige un estatuto especial de protección a estas víctimas.
Otras organizaciones como Acción contra el
Hambre protegen a las víctimas indirectamente,
a través de nuestra sola presencia o a través de
la denuncia. Las escuelas para la paz desarrolladas por Acción contra el Hambre en Colombia
constituyen, más allá de sus fines pedagógicos,
espacio de encuentro comunitario salvaguardado de la presencia de grupos armados. La
denuncia encaminada a la reacción de gobiernos y comunidad internacional acaba teniendo
también un efecto indirecto a la hora de proteger a las víctimas.
UNA AYUDA HUMANITARIA ADAPTADA,
PROPORCIONADA Y RESPONSABLE…
En todos y cada uno de estos programas la acción
humanitaria debe cumplir con otros requisitos
ulteriores a los principios y al mandato.
Uno de ellos es que se trate de una acción
adaptada a los contextos de trabajo, con todas las
implicaciones de análisis y comprensión cultural
y social que ello conlleva. Sería inviable, por
ejemplo, incluir carne de cerdo en las distribuciones alimentarias de emergencia en países
musulmanes. Nuestros técnicos de agua y saneamiento saben de lo que estamos hablando y sitúan
precisamente en la adaptación a las costumbres
locales el éxito o el fracaso de un programa de
saneamiento: en Albania, acostumbrados al baño
a la turca, nunca aceptaron las letrinas con retrete; en algunas zonas de Angola sólo las utilizarán
en fosa seca; en países musulmanes nunca se
orientarán a La Meca; en campos de refugiados
estarán separadas por sexos para minimizar el
riesgo de abusos sexuales a mujeres.
Además la ayuda debe ser proporcionada a
las necesidades de las víctimas. Son muchos los
vicios intrínsecos de la cooperación que una
ayuda humanitaria eficaz y de calidad debe tratar
de sortear en todo momento. Quizás uno de los
más palpables sea precisamente cómo evitar que
el auxilio continuo a las víctimas en conflictos o
crisis enquistadas se convierta en dependencia
sostenida.
Por último, pero no menos importante, la
acción humanitaria debe ser responsable. Esto
implica evitar a toda costa posibles efectos colaterales de la acción humanitaria, tales como
daños al medio ambiente. Hay que ser muy cuidadosos, por ejemplo, a la hora de emprender
proyectos de reactivación agrícola en zonas de
humedales. Por desgracia los drenajes mal realizados en estas zonas a largo plazo han tenido un
desastroso impacto ecológico a medio plazo.
3. PROFESIONALIDAD Y TRANSPARENCIA:
LAS CONQUISTAS MÁS RECIENTES
DEL HUMANITARISMO
El humanitarismo del siglo XXI ha logrado desprenderse de las connotaciones piadosas o caritativas que podía tener dos siglos antes, cuando
ayudar al prójimo era un territorio casi exclusivo
de misiones religiosas movidas por objetivos casi
tan espirituales como terrenales. Afortunadamente los conceptos de caridad han dejado paso
a conceptos de justicia y de dignidad humana.
Hoy las organizaciones humanitarias tienen
claro que para ayudar a alguien ya no basta con
tener buena voluntad. Además del compromiso
humanitario hay que saber cómo hacerlo. La profesionalización de la acción humanitaria es quizás el recorrido más fructífero de los últimos
años, y ha tenido sin duda un impacto directo en
la eficacia de los programas. Actualmente contratamos nutricionistas, médicos, geólogos, enfer-
239
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
octavo donante internacional por volumen de
financiación,8 aunque desciende al puesto decimocuarto si la cifra se considera en términos
relativos (esfuerzo respecto al Producto Interior
Bruto). Sin embargo, en el Índice de Respuesta
Humanitaria de la Fundación Dara, la clasificación de España cae hasta el puesto 17. España
obtiene una buena puntuación en materia de
asignación de fondos a crisis olvidadas o que reciben poca cobertura mediática así como en los
factores relacionados con la implementación de
los principios rectores internacionales (6º puesto). Pero suspende a la hora de desvincular del
todo su ayuda de factores de vinculación histórica.
No obstante, sería injusto dejar de reconocer
los esfuerzos realizados en el último plan director
de la cooperación española, que prioriza por primera vez África Subsahariana9 sobre los países
latinoamericanos. Al mismo tiempo, la Agencia
Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo (AECID) ha realizado notables esfuerzos para dotarse de mecanismos de evaluación y
control cada vez más eficaces. Tanto ella como los
órganos de cooperación descentralizada (ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas)
han mejorado sus procesos de consulta para la
elaboración de sus estrategias abriendo espacios
de encuentro con las ONG para definir conjuntamente las áreas y sectores prioritarios de intervención.
También el sector privado, a través del desarrollo de la responsabilidad social corporativa, ha conquistado un espacio protagonista en la financiación
de la acción humanitaria, dotándose a su vez de
organismos de seguimiento y control de los proyectos ejecutados por las ONG. Fondos de Emergencia
como el que cada año concede Obra Social Caja
Madrid nos permite, por ejemplo, movilizar rápidamente recursos tras un desastre natural o una
ruptura brusca de los medios de vida.
meros, agrónomos… que además de una formación académica y el dominio de dos o tres idiomas deben saber administrar los recursos materiales, coordinar equipos de recursos humanos,
gestionar situaciones de estrés y aplicar protocolos de seguridad. No es fácil encontrar a personas así. Acción contra el Hambre -España recibe
cada año más de 10.000 currícula vitae, de los
que apenas seleccionará 150 para salir al terreno.
La formación y el reciclaje continuo de sus trabajadores son casi tan importantes como la experiencia previa.
Nos movemos en un mercado laboral restringido. Es cierto que cada vez son más los postgrados específicos de cooperación7 en España, pero
la demanda también es mayor y a diario tenemos
que recurrir a otros mercados europeos para
cubrir nuestras necesidades de personal. Ojalá
muy pronto estos perfiles de gente tan preparada, motivada, comprometida y, ante todo, tan
profesional puedan contar con el debido reconocimiento en el mercado laboral general.
4. EL PERFIL DEL COOPERANTE
EN ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE
Joven profesional con título superior, de unos 33
años de edad, hombre (46%) o mujer (53%) con
capacidad para trabajar en dos o tres idiomas
indistintamente, excelente conocimiento de
informática, alto grado de multiculturalidad,
dotes de liderazgo, dotes de comunicación y
atraído por la retribución emocional.
Hay que tener en cuenta que estas conquistas
en espacios de profesionalidad no se han producido sólo en el interior de las grandes organizaciones no gubernamentales sino también en el
seno de los donantes, ya sean públicos o privados. La evolución de la cooperación española es
un buen ejemplo: en apenas treinta años España
ha pasado de ser un receptor de ayuda a ser el
8
En 2006 España destinó a la cooperación 3.038 millones de euros.
9
Con uno de cada cuatro niños desnutridos, África Subsahariana concentra los niveles de desnutrición más altos del
mundo.
7
Acción contra el Hambre tiene, entre otros, acuerdos de
colaboración con Universidades como la Politécnica de
Madrid o la Rey Juan Carlos I.
240
LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE
a todos nuestros socios, en prensa económica
y en nuestra página web.
3. Régimen legal: al ser una fundación española, Acción contra el Hambre responde
anualmente ante su organismo de regulación:
el protectorado. En nuestro caso, es el Ministerio de Asuntos Sociales. Nuestro máximo
órgano de gobierno es el patronato, presidido
por D. José Luis Leal, al que rendimos anualmente cuentas de nuestro trabajo. Los miembros del patronato no reciben remuneración
alguna por su labor, lo que garantiza su independencia. Habiendo optado por el régimen
fiscal de las entidades sin fines lucrativos (Ley
49/2002), nos sometemos también al control
directo de la Agencia Española de Administración Tributaria sobre el empleo de nuestros
fondos y para ello presentamos memoria
anual.
4. Medios de comunicación: convencidos de
la función social de los medios, Acción contra
el Hambre recibe numerosas visitas de periodistas en el terreno que pueden comprobar in
situ el desarrollo de nuestros proyectos.
5. Mecanismos de contabilidad: en los países de intervención el jefe de misión no gestiona directamente los fondos: lo hace un
responsable distinto, el administrador. El
administrador, sin embargo, no puede ordenar ningún gasto que no sea aprobado por el
jefe de misión. Además de cumplir la normativa contable, hemos desarrollado internamente un sistema de contabilidad analítica que permite explicar en cada momento
cómo y para qué se gasta cada una de las
ayudas recibidas individualmente. Estas contabilidades se auditan proyecto a proyecto
sobre el terreno y –no teniendo la organización sociedades filiales– se integran transacción a transacción en la contabilidad de la
sede para una auditoría de la totalidad de
las operaciones.
6. Coordinadora Española de ONG de Desarrollo (CONGDE): Acción contra el Hambre suscribe y trabaja en el marco del Código de Conducta de la CONGDE y forma parte activa-
La transparencia es, junto a la profesionalidad, la segunda gran conquista del humanitarismo desde su nacimiento. Históricamente entendida como el uso eficaz y claro de los recursos,
hoy el término se ha ampliado hasta abarcar conceptos como el análisis, a priori, de la pertinencia de la intervención o el análisis, a posteriori,
del impacto de la misma.
Junto a la neutralidad, la independencia, la
no discriminación y el acceso libre y directo a las
víctimas, la transparencia conforma la Carta de
Principios de la Red Internacional Acción contra
el Hambre: es uno de los pilares de la organización, en su estructura y en las acciones que
desempeñamos cada día.
5. ¿QUÉ IMPLICA SER TRANSPARENTES?
Para Acción contra el Hambre ser transparentes
no es sólo publicar nuestras cuentas. Queremos
estar seguros de que todos nuestros socios tienen
acceso a ellas en cualquier momento pero también de que las entienden sin dificultad. Para ello
nos aseguramos de que la información que transmitimos es:
• veraz y completa
• comprensible e inteligible
• pública y fácilmente accesible
MECANISMOS DE TRANSPARENCIA
EN ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE
1. Auditorías: sólo en 2006 respondimos a 43
auditorías externas, realizadas por empresas
como Deloitte y KPMG. Tienen lugar tanto en
la sede como en los países en los que trabajamos. La financiación pública, de la que proviene el 75% de nuestros fondos, exige un
estricto control y justificación, no sólo sobre la
utilización de los fondos sino también sobre la
ejecución de los proyectos.
2. Publicación de cuentas: nuestras cuentas
anuales, convenientemente auditadas son
publicadas en la memoria anual que se envía
241
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
dicciones indican que la población mundial
debería estabilizarse hacia el año 2.100 en
11.000 millones de personas. Según la FAO, el
planeta podría dar de comer a una población
mundial de 11.000 millones de personas, casi el
doble de la población actual.
La visión económica clásica, el famoso «estado
estacionario» que Thomas Robert Malthus (17661834) situaba alrededor de los 900 millones de personas, no se ha producido. Las plagas, las enfermedades y los ineluctables cataclismos que predecía el
economista como mecanismos reguladores para eliminar el «exceso de humanidad» no se produjeron,
ni al llegar a los 1.000 millones, ni al multiplicar
por seis la población mundial para llegar a los
actuales 6.000 millones de seres humanos.
Malthus no podía imaginar el giro que la
revolución agrícola y la revolución industrial iban
a dar en la historia de la humanidad. Sin embargo, y a pesar de su equivocación a la hora de anticipar lo que realmente pasó, el economista del
Surrey ha tenido muchos discípulos. Su visión ha
penetrado campos tan diferentes como la demografía, la ciencia política o incluso la ecología.
Malthus, que se hizo pastor anglicano justo después de obtener su doctorado en economía, ha
dejado sus huellas bajo la forma de una culpabilidad permanente del hombre moderno y de un
pesimismo intrínseco. La humanidad, al abusar
de los recursos naturales, pone en peligro su
propio futuro.
El hambre y su análisis siguen marcados por la
mística del pastor y sobre todo por esta concepción
tan equivocada de que el hambre es un fenómeno
sin solución, una fatalidad fuera de nuestro control. La peor parte de esta herencia ideológica no
está en el miedo hacia el futuro sino más bien en
su aplicación práctica, cotidiana. Para muchos el
hambre es un mecanismo de regulación, una válvula de seguridad. Muchos entienden que el hambre es algo natural, normal e incluso necesario.
Nada más lejos de la realidad. El hambre es,
fundamentalmente, un problema de distribución y
de acceso a los recursos productivos. La violencia
es, a día de hoy, el factor desencadenante más frecuente de una crisis alimentaria (violencia entendi-
mente del comité de seguimiento del mismo
dentro de la Coordinadora.
6. LOS ROSTROS CAMBIANTES DEL
HAMBRE
La estructura del hambre ha evolucionado a lo
largo del siglo XX. De ser un problema de producción, directamente relacionado con la capacidad
individual de los agentes económicos, el hambre ha
pasado a ser un problema de distribución, relacionado con la gestión global de los recursos. De ser
una fatalidad impuesta a los seres humanos, impotentes frente a una naturaleza incontrolable, el
hambre se ha convertido en un arbitraje político.
Las grandes hambrunas que han azotado a la
humanidad hasta el siglo XX tenían como origen
la escasa producción de comida. La comida
podía faltar por la combinación de desastres
naturales (sequías, plagas…), de la presión
demográfica, o por el escaso nivel de desarrollo
técnico (infraestructuras, rendimiento aleatorio e
insuficiente de los cultivos). Las circunstancias
político-económicas (guerras, ciclos económicos,
acceso a la tierra…) y el marco social y cultural
(sistema de distribución, tabúes alimenticios…)
dificultaban aún más el acceso a los alimentos. El
hambre ha sido un fenómeno estructural de la
humanidad a lo largo de su historia.
En el siglo XIX, y luego en el siglo XX, la
industrialización de la producción agrícola, los
asombrosos avances en términos fitosanitarios,
en la calidad de los insumos agrícolas y en las
semillas, fomentaron un aumento sin precedente
del rendimiento de la tierra no sólo en cantidad,
sino también en calidad. A pesar de una reducción drástica de la población dedicada a la agricultura, la humanidad consiguió producir alimentos en cantidad ampliamente superior a las
necesidades. Cada año, según el Fondo de Naciones Unidas para la Población, nacen unos 77
millones de personas más en la Tierra.10 Las pre-
10
En Informe anual del Fondo de Naciones Unidas para
la Población (FNUAP).
242
LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE
da ampliamente en sus formas bélicas pero también de abusos de poder o exclusión social).
Más recientes son algunos de los nuevos rostros del hambre como:
– Las migraciones: aunque han existido
durante toda la historia de la humanidad,
la emigración sur-norte es hoy día un fenómeno sangrante que, superados los mitos
del co-desarrollo, despoja a los países
pobres de sus recursos más valiosos cortando así de raíz las posibilidades de desarrollo de países enteros. La emigración se convierte así en causa y consecuencia de hambre para los países de África Subsahariana.
– El cambio climático: la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que «en cerca de 40
países en desarrollo, con una población total
de dos mil millones de personas, incluyendo
450 millones de personas desnutridas, las
pérdidas de producción agrícola por los efectos del cambio climático pueden incrementar
en forma dramática el número de víctimas
del hambre». Los países que han emprendido políticas de mitigación de estos riesgos
consiguen notables resultados, a largo plazo.
– El VIH/SIDA: el VIH/SIDA se está convirtiendo en una de las primeras causas y consecuencias de desnutrición. La pandemia mundial ha superado los 33,2 millones de personas infectadas por el virus VIH, según ONUSIDA el 60 por ciento de ellos viven en África.
El impacto del VIH/SIDA sobre los sistemas
de salud pública pone en peligro las condiciones de acceso a la sanidad (la capacidad de los
centros, los costes de los tratamientos...). Aunque menos conocidas, ciertas consecuencias
del VIH/SIDA son sumamente devastadoras.
Ocho millones de campesinos han muerto en
África, es decir, un número mayor a la suma de
todos los campesinos de los Estados Unidos y de
Canadá.
La búsqueda de tratamientos para los miembros
de la familia, bien sean tradicionales, bien farmacéuticos, y la alimentación necesaria suponen un
coste que los hogares no pueden cubrir sin la venta
de capital productivo. Los estudios realizados en
Malawi por Save the Children-Reino Unido
demuestran la rápida pérdida de los mecanismos
de aprendizaje y conocimiento de las técnicas agrícolas por los hijos y su consecuencia, la incapacidad
de trabajar la tierra y de generar ingresos y, por lo
tanto, la venta de la parcela a corto plazo y el desarraigo hacia los centros urbanos.
… Y EL HAMBRE PROVOCA EL VIH/SIDA
Mientras que los hijos de padres enfermos o
fallecidos deben abandonar la escuela a temprana edad, los estudios de la FAO demuestran que
la población joven con un nivel de educación
nulo o bajo tienen dos veces más probabilidades
de contraer la enfermedad.11
Según el Programa Mundial de Alimentos, «un
niño bien alimentado tiene la mitad de probabilidad de contraer el VIH/SIDA» porque su estilo de
vida y sus medios de sustento supondrán una
menor exposición a los riesgos (prostitución, precariedad y violencia sexual, promiscuidad en los
centros urbanos…). El VIH/SIDA supone una
ruptura de las estrategias tradicionales de adaptación a las situaciones de crisis y, por lo tanto,
una mayor exposición a los factores de riesgo.
Los tratamientos antirretrovirales no funcionan tan eficazmente con personas desnutridas y
la esperanza de vida se acorta considerablemente cuando el paciente no tiene una dieta adecuada. El nivel de educación es también un factor
fundamental a la hora de conseguir una buena
penetración de las campañas de prevención.
DE CÓMO EL SIDA PROVOCA HAMBRE…
El VIH-SIDA afecta a las personas en edad de
producir; por lo tanto, entre sus impactos se
encuentra la reducción de la producción agrícola
y de los ingresos de los hogares.
11
En El estado de la inseguridad alimentaria en el
mundo – 2005.
243
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ejecutores de misiones humanitarias en todo el
mundo, cuando su papel debería limitarse a lo
definido en los Convenios de Ginebra y especialmente a protección de las víctimas. Empresas que
se lanzan a la aventura humanitaria como ejecutoras de proyectos o a través de sus propias fundaciones en la exploración de nuevos mercados.
Para hacer frente al deterioro del ámbito
humanitario, Acción contra el Hambre ha generado una innovadora política de seguridad. Si
nuestra organización, por desgracia, no puede
garantizar la seguridad absoluta de sus equipos
en todos los contextos de trabajo, tiene, sin
embargo, la obligación moral y ética de movilizar
todos los medios disponibles para conseguirla. El
análisis detenido de los entornos de trabajo, la
preparación de los equipos y el respeto a las culturas y las sociedades que nos acogen forman la
base de nuestra seguridad. Cada año, adaptamos
nuestras normas y nuestros procesos de seguridad para que los equipos sepan escuchar y entender las amenazas que surgen de los contextos de
trabajo. A veces, las condiciones no permiten una
permanencia y nos tenemos que retirar. Cada
año, vemos con enorme preocupación crecer el
número de países que rechazan la presencia
humanitaria.
Por este motivo, mantener y defender nuestra
esencia humanitaria será seguramente uno de los
retos en los próximos años para organizaciones
como Acción contra el Hambre. Ello sólo podrá
logarse reforzando, promoviendo y difundiendo
los principios humanitarios y el DIH tan zarandeado hoy en día. Hacerlo con determinación y
constancia es desde ya nuestro compromiso.
7. ¿UN FUTURO POCO ESPERANZADOR
PARA LO HUMANITARIO? RETOS PARA
SALVAGUARDARLO
El espacio humanitario está siendo restringido.
Podemos aventurarnos a decir además que lo está
siendo deliberadamente. El 5 de agosto de 2006
aparecían en la base de Acción contra el Hambre
en Muttur (Sri Lanka) los cuerpos de 17 trabajadores humanitarios. Habían sido maniatados, alineados escrupulosamente y posteriormente habían
recibido un tiro en la nuca. El 31 de diciembre de
2007 un vehículo de Acción contra el Hambre,
perfectamente identificado con los logotipos de la
organización, era tiroteado en Rugiri (Burundi),
provocando la muerte de una cooperante francesa
y heridas graves a otra de ellas. En ambos casos, la
verdad está aún lejos de ser esclarecida pero
Acción contra el Hambre, con el apoyo de Naciones Unidas, sigue buscándola. Queremos identificar y detener a los responsables para evitar la
impunidad a los que han perpetrado estos actos en
contra de los humanitarios. Otros compañeros de
organizaciones humanitarias han sido asesinados,
secuestrados o amenazados en los últimos años en
lugares como Afganistán, Irak, Gaza, Somalia o
Sudán. Los cooperantes son cada vez más percibidos como mínimo, como testigos incómodos.
Otras veces, directamente como blanco a batir. La
seguridad de nuestros cooperantes es una premisa
de nuestro trabajo humanitario por lo que numerosas organizaciones humanitarias han optado por
retirarse de contextos en los que no podía garantizarse la seguridad de su personal, dejando aún
más indefensas a poblaciones amenazadas por el
hambre y la desnutrición.
Otra amenaza, de dimensiones crecientes, es la
percepción cada vez mayor de numerosos países
africanos y asiáticos de la ayuda humanitaria como
una ayuda «occidentalizada», con todos los riesgos
que ello puede entrañar para quienes se empeñan
en constatar la existencia de un supuesto «conflicto de civilizaciones» generado tras el 11-S.
Finalmente, nuevos actores han irrumpido en
la escena humanitaria, muchas veces sin orden ni
concierto, generando confusión en este terreno.
Ejércitos que se empeñan en presentarse como
8. RODRIGO URÍA DEJÓ UNA HUELLA
LLENA DE HONESTIDAD, HUMILDAD Y
COMPROMISO EN ACCIÓN CONTRA
EL HAMBRE
El pasado mes de julio en la oficina de Acción
contra el Hambre recibíamos con sumo dolor la
noticia de la repentina muerte de nuestro vicepresidente, Rodrigo Uría Meruéndano. Más allá
de los homenajes que Rodrigo recibió y sigue
244
LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE
recibiendo por su condición de eminente jurista,
presidente del Museo del Prado y presidente
director del gran bufete de abogados que lleva su
nombre, se mostró, como miembro fundador y
militante en Acción contra el Hambre, presente y
disponible en los doce años de vida de nuestra
fundación. Su visión, su sensibilidad personal y
su compromiso humanitario dotaron a nuestra
organización de una personalidad y un proyecto
que, junto a nuestro presidente José Luis Leal,
supo imprimir en todo el equipo de Madrid, las
delegaciones y las misiones en el terreno.
Esta búsqueda de la excelencia, su voluntad
de escuchar, comprender y reflexionar con total
independencia, al margen de tendencias y presiones, para actuar de forma más eficaz contra el
hambre forma hoy ya parte de nuestra identidad.
Resumo una entre los cientos de anécdotas
que dejaron la huella de Rodrigo en la organización:
«Cuando Rodrigo me pidió “llevarle de
misión de trabajo” conmigo, a una de estas
visitas de seguimiento de proyectos que hacemos a lo largo del año, yo no sabía si nuestro
vicepresidente se daba cuenta de las condiciones en las cuales íbamos a viajar. Se lo expliqué. Rodrigo me miró con esta intensidad tan
suya para aclarar que: «¡de querer un viaje de
lujo, no te hubiera llamado!». Trato hecho,
nos fuimos a Nicaragua. Corría el año 1999.
Mi primera sorpresa fue su indumentaria.
Rodrigo había dejado el traje oscuro de abogado para vestirse de forma perfectamente
adecuada. Ni Tintín, ni pasarela de moda
campestre, sino lo justo para aguantar las
horas de viajes, de coche y de pistas para llegar a Somoto, base del proyecto. Mi segunda
sorpresa fue la humildad de Rodrigo a la hora
de escuchar uno tras otro a todos nuestros trabajadores que le explicaban sus tareas dentro
del proyecto, sus problemas y sus esperanzas.
La mayor sorpresa, sin embargo, fue Rodrigo
en una escuela perdida en el campo nicara-
güense. Sin cámara y sin público, Rodrigo se
acercó a una modesta maestra de escuela para
pedirle permiso para entrar en el recinto
escolar. La mujer se quedó atónita por tanto
respeto por parte del vicepresidente de la
organización que daba de comer a sus alumnos desde hace años y no sabía qué contestar.
Nos invitó a pasar con un gesto de la mano.
Los niños de entre cinco y siete años le rodearon inmediatamente. Rodrigo no supo resistirse a una pequeña niña, de rasgos más bien
indios, que puso su manita en la mano del
gran abogado. Hasta el final de la visita
Rodrigo no se separaría de ella. Cuando
intentamos con el equipo cerrar la visita para
seguir con nuestra apretada agenda de viaje,
Rodrigo no nos escuchaba. Estaba sentado en
el fondo de la sala de clase, sosteniendo la
mano de su nueva amiga, que aún le contaba
mil cosas. Nos miraba con impotencia señalándonos que marcharse le era imposible.
Finalmente la maestra nos rogó que nos fuéramos, porque nuestra presencia afectaba a su
clase. El argumento profesional de la maestra
fue el más fuerte.
Rodrigo entonces se levanta, se despide de la
niña que le acompaña hasta el portal de la
escuela y le pregunta si volverá. Rodrigo la
mira con los ojos humedecidos. Se agacha
hasta ella. «No creo» le dice. La niña, visiblemente decepcionada, se da la vuelta y entra
en el aula. Vuelvo a mirar hacia nuestro
grupo. Dos lágrimas recorren la mejilla de
Rodrigo. Se queda así unos instantes antes de
volver al coche.
Rodrigo, honesto con esta niña al no hacer
promesas.
Rodrigo, humilde a la hora de escuchar antes
de formarse una opinión.
Rodrigo, comprometido al decirnos siempre la
verdad, porque era su forma “útil” de participar
en el trabajo de Acción contra el Hambre».
245
TRABAJO PRO BONO EN UN PAÍS EMERGENTE:
ARGENTINA
Juan E. Cambiaso
es educar, fortalecer instituciones, crear ciudadanía y acercar el derecho a la gente, facilitar el
acceso a la justicia y solucionar con un apropiado
asesoramiento y metodología probada los problemas cotidianos que, aunque nimios para uno,
son vitales para los excluidos.
El tamaño de la pobreza queda de manifiesto
por las cifras que siguen. En marzo del 2008, la
pirámide de ingresos brutos mensuales del sector
privado mostraba un 21% con más de $ 2.000 (
400) y un 12% de $ 1.500 a $ 2.000 ( 300 a 400),
un 38% de $ 800 a 1.500 ( 160 a 300), y un 29%
con menos de $ 800 ( 160). O sea que el 79% de
los empleados del sector privado gana menos de
400 euros mensuales. Falta computar los empleados del sector público, siempre mal pagado, y los
desocupados.
El grado de conflicto social para ese mismo
mes está reflejado en el informe mensual sobre
victimización del Instituto de Investigaciones
sobre el Crimen de la Universidad Torcuato Di
Tella, que muestra que en los 40 centros urbanos
del país relevados, un 32,0% de los hogares
declaró haber sido víctima de un delito en los
últimos 12 meses. En los 6 principales centros
urbanos, la tasa asciende al 34,0%. Los hogares
de las ciudades de más de 500 mil habitantes
sufrieron un 51% más de delitos que los hogares
de las localidades de menor población.
ENCUADRE
En los países con economías frágiles la actividad
«pro bono» tiene características distintivas. Los
países emergentes llevan ese nombre porque una
parte significativa de su población está sumergida, otra con el agua al cuello, y la menor parte se
apoya en tierra firme.
Los sumergidos son los excluidos. No participan del mercado laboral, del acceso a la educación ni a la salud, y han perdido las esperanzas
de vivir en un mundo más justo. En muchos
casos, el trabajo es sentido como un imposible
pues nunca han visto a su padre trabajar por
causa del paro. No sueñan con tener acceso a la
justicia ni encuentran ventaja en ajustar su conducta al derecho. La convivencia es posible porque la bondad prevalece en las personas simples.
La violencia ocurre por frustración y acorralamiento más que por otra razón.
No es fácil obtener trabajo, buena acogida o
favorable respuesta cuando se han perdido los
dientes delanteros, las manos están cuarteadas de
tanto trabajar y sucias por falta de agua, y la ropa
proviene de algún basural donde llega el descarte
de gente con mejor suerte. La exclusión se evidencia en un lenguaje pobre, consecuencia de la falta
de educación, de un cerebro poco desarrollado por
la falta de proteínas en el momento adecuado, y la
consecuente ignorancia de casi todo. Lo opuesto a
la pobreza es la riqueza, que puede ser súbita. Lo
contrario a la exclusión es la inclusión, que requiere un esfuerzo continuado y largo. El dinero por sí
sólo no termina con la exclusión.
En el trabajoso camino a la inclusión, una
manera de disminuir la violencia y arrimar la paz
APORTES
En los países emergentes, hasta una ayuda menor
es de gran efecto. Las primeras dosis de educación, de rescate de las garras del tráfico de dro-
247
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
gas, de calidad institucional, acceso a la justicia y
asesoramiento legal tienen un impacto sanador.
Como el alcohol, el algodón, el agua limpia y el
jabón en un hospital de campaña, que evitan la
mayor parte de las infecciones y de muertes.
Nuestro aporte a la lucha contra la pobreza y
la exclusión puede enfocarse de diversas formas.
Una es en relaciones cara a cara, mediante relación directa con personas y familias, asegurándoles trabajo, salud y educación. La otra es la indirecta a través de ONGs.
Me ocuparé de las relaciones cara a cara. Pareciera ser un deber natural de quienes tienen personas trabajando para sí, permitirles el acceso a
los servicios más esenciales que con certeza no
provendrán de un estado que despilfarra en subsidios de favor y clientelismo político. En un hospital público, una ergometría urgente puede
tener una espera de hasta seis meses, un infartado puede estar esperando horas en un pasillo
hasta que puedan atenderlo, la asistencia médica
suele necesitar que el enfermo se procure sus
jeringas, catéteres y medicinas, siempre más allá
de las posibilidades del que gana menos de 400
euros. Lo sé por haberlo visto. Ésta es la brecha
que un buen empleador debe cerrar.
La acción indirecta es sumamente efectiva.
Cada uno escoge aquellas organizaciones que son
más afines con las prioridades propias.
Las ONG en general requieren apoyo jurídico
importante, tanto en la parte institucional y de
funcionamiento, como en el cumplimiento de su
misión. La experiencia de muchos años dice que
las ONG son grandes consumidoras de derecho.
La prueba de ello está en los precios pagados por
las que no lo advirtieron a tiempo.
ocupan de la educación, y las que sirven de apoyo
a las redes zonales y crean ciudadanía. Muy
importantes son las que tratan de rescatar a los
jóvenes pobres e indigentes del ocio en las villas
miseria, que los lleva al consumo de drogas de
una calidad tan baja que suman a la adicción perniciosa el inmediato daño cerebral, y conducen a
la prostitución juvenil y al tráfico de drogas por
redes juveniles de distribución.
Entre las dedicadas a la calidad institucional
ubico Poder Ciudadano, CIPPEC, FORES y RAP.
La Fundación Poder Ciudadano fue creada en
1989 y tiene como misión promover la participación ciudadana, la transparencia y el acceso a la
información pública de las instituciones de la
democracia a través de la acción colectiva.
CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) tiene
por misión trabajar por un estado justo, democrático y eficiente que mejore la vida de las personas.
RAP (Red de Acción Política) tiene como objetivos fortalecer los vínculos entre la sociedad civil
y la dirigencia política, propiciar la «amistad»
cívica entre políticos de diferentes partidos que
comparten valores y principios y apoyar a los
políticos en RAP en el desarrollo de su gestión
y/o actividad política.
Estas tres ONG han sido y son protagonistas
en la salvaguarda de valores sociales contra viento y marea, y no desmayan a pesar de adversidades que a otros desanimarían.
En materia de calidad judicial, estado de
derecho y acceso a los servicios legales, distingo a
FORES y FAVIM.
FORES (Foro de Estudios sobre la Administración de la Justicia) es una ONG fundada hace
30 años por un grupo de abogados independientes que buscaban una justicia transparente al servicio del ciudadano. Tiene como temas principales el fortalecimiento del estado de derecho, la
capacitación de jueces y abogados, la seguridad
jurídica y el acceso a la justicia. Entrega anualmente el Premio a la Excelencia Judicial y desarrolla continuamente investigaciones, análisis,
estudios, seminarios y conferencias dentro del
ámbito de su misión.
PREFERENCIAS
En lo personal, las áreas que más me han interesado, a las que les he dedicado atención y tiempo, son las dedicadas al buen funcionamiento de
las instituciones que facilitan el buen gobierno, al
mejoramiento de la administración de justicia y a
la disponibilidad del apoyo jurídico, las que se
248
TRABAJO PRO BONO EN UN PAÍS EMERGENTE
mejores prácticas en las ONGs. Se ocupa de crear
ciudadanía mediante su programa de fortalecimiento para organizaciones sociales y de responsabilidad social empresarial. Entre otras
tareas y programas, realiza anualmente las Jornadas de Acción Social a las que concurren gran
número de ONG de todo el país para compartir
experiencias e interactuar entre ellas.
Cerrando el arco, la Fundación Crear Vale la
Pena realiza desde 1993 un admirable programa
de acción social para jóvenes a través de actividades artísticas desarrolladas en centros comunitarios de barrios pobres. En esos centros comunitarios se forman los animadores socio-culturales,
los docentes y técnicos que ejecutan luego los
programas de la fundación. Mediante talleres de
creación artística, logra que los jóvenes de las
poblaciones carenciadas del conurbano bonaerense estén constructivamente ocupados en las
horas de ocio, evitando así el contacto con quienes buscan iniciarlos en la droga y en su consecuencia inmediata y necesaria que es la prostitución. Los jóvenes se prostituyen para tener dinero para comprar droga para su propio consumo,
en un círculo fatídico que los lleva a la enfermedad y al daño cerebral, al crimen y a una existencia desbarrancada. Invertir el sentido de giro
del círculo vicioso transformándolo en virtuoso
ha sido el éxito de esta ONG.
Estos ejemplos, que escogí por estar más próximo a ellos y comprenderlos mejor, son un ejemplo
de la gran cantidad de iniciativas a las que un abogado puede aportar trabajo y experiencia.
Una experiencia extraordinaria es la Fundación FAVIM –Familiares Víctimas Indefensas de
Mendoza–, que ha creado 500 Extensionistas
Jurídicos Vecinales en tres provincias, transfiriendo el programa a nueve provincias más y al Uruguay. El extensionismo es una práctica de responsabilidad ciudadana que promueve, entre
otras cosas, la resolución de la conflictividad
social. FAVIM ha capacitado a ciudadanos voluntarios en temas socio-jurídicos para que, en consultorios jurídicos vecinales, orienten y asesoren
al vecino y busquen soluciones a la vulneración
de sus derechos o a conflictos comunitarios. En
2005 habían tenido 4.000 intervenciones, resolviendo el 88% de los problemas sin intervención
del sistema judicial.
En un país proclive al fraude, a la corrupción,
al autoritarismo, a los golpes de estado y las tiranías, el trabajo pro bono en este tipo de organización es de naturaleza estructural, y ayuda para
que haya una ciudadanía participativa. Es un trabajo que antecede a lo político, pues tiene el propósito de mejorar el funcionamiento general del
país y su bienestar más básico. No es un trabajo
de optimización sino de construcción desde la
base misma.
En lo relativo a la educación mencionaré dos
ONG’s que han atraído especialmente mi atención: la Fundación Cimientos y la Fundación
Leer.
La Fundación Cimientos tiene por misión
promover la igualdad de oportunidades educativas. A fines de 2007 tenía 3.465 estudiantes en el
Programa Becas Escolares y 36.545 alumnos en
98 proyectos educativos y 2.167 docentes y directivos en el Programa de Apoyo a Escuelas.
La Fundación Leer, creada en 1997, tiene por
misión incentivar la lectura y la alfabetización de
niños y jóvenes mediante programas continuos a
través de redes comunitarias, escuelas públicas y
privadas, escuelas rurales, bibliotecas y centros
comunitarios, comedores, centros para discapacitados, entre otros ámbitos de acción.
En un tercer apartado coloco a Fundación
Compromiso, una fundación dedicada al apoyo
de otras fundaciones y al establecimiento de
EL ROL DE LOS ABOGADOS
La participación de los despachos de abogados
mediante el trabajo pro bono en beneficio de
esas organizaciones no gubernamentales lleva la
paz del derecho a situaciones graves y conflictivas
que podrían terminar en abatimiento moral o
agresión, interponiendo la esperanza en la ley y
en la justicia como alternativa más apetecible que
una borrachera o un navajazo, sin descartar la
opción del alzamiento que al tiempo que escribo
parece una posibilidad no alejada en el tiempo.
249
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
El trabajo pro bono no sólo beneficia a los
destinatarios del esfuerzo, sino a todos los profesionales del despacho que lo realizan, pues pone
en evidencia la dicha que tenemos quienes pertenecemos a él, y nos enseña que poseemos en
nuestra mente tesoros de conocimiento y experiencia que pueden hacer dichosos a muchos
otros.
En nuestra ciudad, el Colegio de Abogados de
la Ciudad de Buenos Aires, una sociedad civil de
derecho privado que reúne a los abogados que
creen en la democracia republicana, con la colaboración de la Fundación Poder Ciudadano, distribuye entre sus asociados el trabajo pro bono.
Nuestro Colegio tiene abierto un consultorio
jurídico gratuito, atendido por socios voluntarios, que atiende a quienes no podrían contar
con ese asesoramiento de otra manera.
CONSIDERANDO que la falta de acceso a la justicia y de asistencia legal socava la confianza del
público en las instituciones gubernamentales, en la
justicia y en la democracia;
CONSIDERANDO que la profesión legal tiene un
rol privilegiado y está posicionada de manera única
en materia de acceso a la justicia y tiene la responsabilidad, los medios y la oportunidad de promover
un sistema legal justo y equitativo, así como el respeto por los derechos humanos y constitucionales en
colaboración con el estado, el poder judicial y las
organizaciones no gubernamentales;
CONSIDERANDO que existen tradiciones a lo
largo del continente americano y nuevos esfuerzos
en varios países, incluyendo colaboración entre asociaciones o colegios de abogados, firmas de abogados
privadas o de interés público, facultades de derecho,
fundaciones, entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, para proveer soluciones a estas necesidades legales;
CONSIDERANDO que un movimiento concertado
a lo largo del continente americano para promover
el acceso a la justicia a través del trabajo pro bono
fortalecería el compromiso de la profesión legal con
la democracia y el servicio público;
NOSOTROS, los abajo firmantes, declaramos
solemnemente nuestro compromiso con el trabajo
pro bono, manifestando lo siguiente:
Los abogados tienen la responsabilidad de prestar
servicios legales pro bono. Esta responsabilidad se
deriva de la función de la profesión en la sociedad,
y de su compromiso implícito con un sistema legal
justo y equitativo.
Pro bono se deriva de la frase latina «pro bono
público», que se refiere a acciones realizadas «por el
bien público».
Para los propósitos de esta Declaración, pro bono significa prestar servicios legales gratuitamente o sin la
expectativa de recibir pago, y que benefician principalmente a personas o comunidades pobres o menos
privilegiadas y a las organizaciones que los asisten.
Éstos pueden incluir la representación y asesoría de
personas, comunidades u organizaciones en temas de
interés público, que de otra manera no las obtendrían
de una manera efectiva, Además, los servicios legales
pro bono también pueden beneficiar a instituciones
INICIATIVA PANAMERICANA
En esta línea, la Cyrus Vance Foundation, con la
Bar Association de la Ciudad de Nueva York,
creó en el año 2005 un comité de redacción integrado por abogados de los Estados Unidos,
México, Colombia, Chile, Brasil y Argentina. El
grupo logró por consenso un texto al que llamó
«Declaración Pro Bono de las Américas», que
dice:
DECLARACIÓN DE TRABAJO PRO BONO
PARA EL CONTINENTE AMERICANO
CONSIDERANDO que el acceso a la justicia, en
todas sus modalidades, y a la asesoría legal son
esenciales para las sociedades democráticas;
CONSIDERANDO que los recursos estatales y los
de las entidades no gubernamentales son insuficientes para atender a las necesidades legales básicas de
personas pobres, en situación de vulnerabilidad
social, o marginadas, las que con frecuencia quedan
sin solución;
CONSIDERANDO que, en consecuencia, no todos
los miembros de la sociedad tienen un adecuado
acceso a la justicia ni asistencia legal efectiva, y esto
es especialmente cierto para personas o comunidades menos privilegiadas de la sociedad;
250
TRABAJO PRO BONO EN UN PAÍS EMERGENTE
que establezca un régimen más favorable a la prestación de servicios legales pro bono.
Esta Declaración entrará en vigencia el día 1 de
enero de 2008.
La declaración fue lanzada en la Primera
Conferencia de las Américas organizada por la
International Bar Association en la ciudad de
México en marzo de 2008.
cívicas, culturales y educativas que sirvan al interés
público y que de otra manera tampoco obtendrían
representación y asesoría efectiva.
Los servicios legales pro bono deben ser prestados
con la misma calidad profesional con que se prestan
los servicios remunerados y en cumplimiento de las
normas y estándares éticos aplicables.
La efectiva prestación de servicios legales pro bono
requiere de cooperación entre diversos actores de la
comunidad legal, –incluyendo colegios de abogados,
firmas de abogados, facultades de derecho, fundaciones, entidades gubernamentales y entidades no
gubernamentales–.
NOSOTROS, los abajo firmantes, en concordancia
con nuestro respectivo rol dentro de la profesión
legal, nos comprometemos a:
Realizar acciones concretas tendentes a mejorar
la representación y asesoría legal efectiva para
personas o comunidades pobres, en situación de
vulnerabilidad social, o marginadas;
Potenciar un amplio y efectivo acceso a la justicia en todas sus modalidades y a la asistencia
legal efectiva para las personas o comunidades
que no lo tienen;
Aportar anualmente un mínimo de 20 horas o
tres días de servicios legales pro bono por abogado individual, o en promedio en caso de firmas,
instituciones o grupos de abogados; Éste aporte
mínimo se deberá alcanzar dentro del tercer aniversario de firmada esta Declaración;
Fortalecer el compromiso de la profesión a la
provisión y expansión de servicios legales pro
bono enfatizando su importancia y su práctica
en la educación legal;
Apoyar la constitución, desarrollo y funcionamiento de organizaciones no gubernamentales
dedicadas a la prestación de servicios legales en
interés público; y
Propugnar y promover entre los abogados el
reconocimiento y la promoción de los servicios
legales pro bono como parte integral de los
estándares y obligaciones éticos de la profesión.
Esta Declaración no pretende modificar o derogar
ninguna legislación, resolución o código de ética
existente en alguna jurisdicción, firma o institución
NUBARRONES
En la lucha por el amor al prójimo y su bienestar,
las ONGs han tenido como principal enemigo al
populismo autoritario. La filantropía fue vista
como contraria al poder demagógico varias veces
a lo largo de nuestra historia.
Durante el gobierno del tirano restaurador Juan
Manuel de Rosas que concluyó en 1853, se cercenaron las libertades públicas, dejó de reunirse la Sociedad de Beneficencia, y el autoproclamado Restaurador de las Leyes clausuró la Casa de Niños Expósitos y los Hospitales de Hombres y Mujeres.
Al comienzo de la dictadura de 1945, el gobierno disolvió las sociedades de beneficencia y creó la
mediática Fundación Eva Perón, que funcionaba
por aportes voluntarios (no siempre espontáneos,
ya que las empresas debían contribuir como requisito de funcionar) y obligatorios de los obreros.
En este momento, las ONGs enfrentan una
situación ríspida. Los populismos evitan la intermediación de las ONG con las carencias, que
ellos no están interesados en evitar pues les sirven para consolidar el mando. El autócrata
populista quiere adjudicar dádivas para ejercer el
poder y conquistar adhesiones.
Actualmente, se han hecho desaparecer
1.300.000 pobres tergiversando índices públicos e
interrumpiendo la publicación de algunos para
mejorar sus apariencias. Por ese camino se llegará
rápidamente a concluir que la pobreza ha desaparecido y que poco o nada queda por hacer, por lo
que las ONG son redundantes por tercera vez.
Al mal tiempo buena cara.
251
FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ: DEL COMPROMISO
PERSONAL AL COMPROMISO SOCIAL
Isidro Villoria Martín
ción de principios personales sobre los que se
puede desarrollar cualquier tipo de acción.
Los afectos son en gran medida los materiales
que sustentan nuestra existencia. Sin ellos sería
muy difícil tener la autoestima suficiente para
vivir con dignidad. La compasión tiene un gran
efecto movilizador sobre la propia voluntad.
Cuando somos capaces de detectar necesidades,
casi inconscientemente se nos despierta de forma
innata el mecanismo de ayuda. Los excedentes
de nuestros afectos, tiempo, cualidades, medios,
etc., los ponemos al servicio del problema con la
intención de aportar soluciones que mejoren las
condiciones de vida del que más lo necesita. El
efecto de este mecanismo acrecienta sin duda
alguna la humanidad y la ternura tanto en el que
da como en el que recibe.
En el proceso evolutivo de cada persona,
cuando se fusionan el compromiso y la sensibilidad, se suele identificar una idea que inconscientemente genera ilusión, imaginación y alternativas suficientes hasta que se puede visualizar por
uno mismo y apreciar por los demás. La idea
posiblemente sea uno de los conceptos más difíciles de definir. Pero de alguna manera podríamos decir que la idea es un canal por el que fluye
nuestro pensamiento y a través del cual damos a
conocer, por nuestra forma de actuar, parte de lo
que somos y hacia dónde queremos ir. La idea es
un concepto abstracto que al igual que el arte nos
permite que afloren de forma visible para todos
nuestros sueños e ilusiones. En la medida que
somos capaces de expresar por medio de nuestras obras las ideas claras que podamos tener
sobre la vida, lo que queremos para nosotros y lo
que deseamos para los demás, se produce el
I. ¿CÓMO NACE UN COMPROMISO?
Posiblemente tengamos que retroceder a los primeros tiempos de la vida de cada uno para comprender el origen de nuestra identidad y la
forma de ubicarla en el mundo. Somos fruto de
nuestra propia historia y ese proceso evolutivo es
algo individual e intransferible. Para lo bueno y
para lo malo ese proceso es el configurador de
nuestro ser y estar. Los afectos, la formación, las
posibilidades sociales y los talentos personales se
podrían considerar como los ingredientes básicos
necesarios para llegar a identificar las sensibilidades personales, y a través de ese conocimiento
interior sincronizar la manera de sentir con la
manera de vivir.
En cierto modo, somos un mezcla de lo que
hemos recibido, del uso que hemos hecho de ese
legado y de la manera de asimilarlo. En este sentido podemos introducir la filantropía como algo
consustancial a nuestro ser, adscrita incluso al
propio instinto de supervivencia. El ser humano,
sin la ayuda de otros no podría sobrevivir. Progresar en la vida, y ser consciente de ello, es la
primera premisa para intentar por todos los
medios a nuestro alcance que los avances científicos y tecnológicos lleguen a todas las personas
con el fin de que mejoren sus condiciones sociales, culturales y de salud para que puedan disfrutar de una mayor calidad de vida.
Según el diccionario de la Real Academia de
la Lengua, se define esta condición como «la propensión natural de la persona a dejarse llevar de
los afectos de compasión, humanidad y ternura.
Esta definición del concepto puede ser o no una
realidad en la vida de cada persona, una declara-
253
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
maravilloso efecto de ilusionar y hacer soñar a
otros con una vida mejor. Este sentimiento es el
motor que compromete la existencia y convierte
la vida en el reto más apasionante que se puede
tener.
El amor al género humano es la definición de
la palabra filantropía y a su vez el motivo por el
cual hemos sido invitados a reflexionar sobre este
concepto en homenaje a Rodrigo Uría, que, con
su inteligencia fina y mente visionaria, supo dejar
muchas señales para encontrar claves que permitan redefinir la cultura de la solidaridad avanzando con nitidez hacia la justicia social. Todo
acto humano puede tener una fórmula jurídica
de interpretarlo y, por lo tanto, la posibilidad de
convertir en ley una redistribución equitativa de
las necesidades y las oportunidades, haciendo de
esta forma que la justicia sea el referente de la
caridad y la solidaridad.
Todas las grandes o pequeñas instituciones
han nacido por la sensibilidad de alguien que,
queriendo dar soluciones a necesidades humanas, ha puesto en marcha su potencionalidad
personal, social y económica al servicio de una
idea, en favor de las personas. En una primera
fase, este tipo de sensibilidad, que fue el embrión
de la Fundación, se puso de manifiesto en ayudar
a organizaciones, financiando proyectos de atención a la infancia y otros colectivos. Durante
muchos años, organizaciones de infancia, de presos, discapacitados físicos y mentales, ancianos y
personas particulares encontraron el apoyo económico que manaba de esta sensibilidad hacia las
necesidades humanas. De la capacidad financiera y de un concepto educativo inculcado desde la
infancia, «ser agradecido con la vida cuando la
vida es agradecida contigo», surgió la necesidad
de acercarse a la realidad concreta de las personas, comprender su situación e intentar buscar
soluciones.
Este acercamiento a la realidad de necesidades sociales ha transformado la sensibilidad que,
partiendo del concepto de caridad, fue evolucionando hacia la idea de solidaridad, y de aquí a la
justicia social. En esta fase, no se trata solamente
de ayudar, sino también de implicarse personal-
mente en los proyectos, de sensibilizar a otros
por medio de un ejemplo de responsabilidad con
la apasionante tarea de conseguir entre todos un
mundo mejor para las generaciones futuras.
II. CRONOLOGÍA HISTÓRICA
Con esta filosofía, se crea en 1994 la Fundación
Vida y Esperanza como una plataforma que, en
coherencia con su nombre, pretendía abrir una
esperanza en la vida de muchas personas que por
razones de salud o pobreza carecían de motivos
para tenerla.
Entre 1994 y 1995, desde sus orígenes, la fundación ha apostado por promocionar los derechos
de la infancia y mejorar la calidad de vida de los
niños y sus familias. Para ello, la fundación pone
en marcha los primeros centros de acogimiento
residencial para niños y niñas de cero a dieciocho
años, con el objetivo de aportar una solución integral a familias desestructuradas.
En 2003 creación de la Fundación Alicia Koplowitz y los programas médicos-científicos.
En 2005 fusión del área médico-científica y la
social en una única institución, la Fundación Alicia
Koplowitz.
1. INFANCIA Y FAMILIA
1.1. Infancia
Puesta en marcha desde su constitución en 1994.
Dos hogares funcionales, donde se atienden de
forma integral a 25 niños y niñas en edades comprendidas entre los cuatro y dieciocho años.
– La procedencia de estos niños es de los servicios sociales de la red pública, y la situación jurídica es de guarda o tutela según los
casos. Todos los acogidos sufren graves problemas de desestructuración familiar que
tienen como consecuencia importantes
carencias afectivas, sanitarias, educativas,
sociales y culturales que impiden el adecuado desarrollo evolutivo de los niños.
254
FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ: DEL COMPROMISO PERSONAL AL COMPROMISO SOCIAL
necesidades, y los servicios sociales son los
depositarios de los recursos y, en gran
medida, las soluciones a estos problemas
pasan por una correcta coordinación entre
estos dos conceptos.
– El motor de cambio para trasformar las
situaciones adversas que vive una familia en
crisis es el propio niño, ya que es el catalizador de los afectos familiares y el promotor de los deseos de superación personal y
social de los padres.
En 1998 se firman los primeros acuerdos de
colaboración con la Comunidad de Madrid y el
Ministerio de Asuntos Sociales. También se establecen acuerdos con las Universidades de Salamanca y de Comillas para la realización de prácticas en los Hogares. Estos convenios han supuesto un punto fuerte para la implantación de la
Fundación en el sector social. Gracias a ellos,
hemos podido enmarcar correctamente la actividad y tener referentes adecuados para realizarla.
– La forma de trabajo se realiza mediante el
establecimiento de un plan de acción diseñado de forma individual para cada uno de
los acogidos y en coordinación con todos
los servicios y recursos existentes en la red
pública que sean necesarios para cada caso
concreto.
– La atención que recibe cada niño es individualizada e integral. Cada acogido tiene un
proyecto concreto con objetivos a corto,
medio y largo plazo para cada una de las
áreas: salud, educación, psicología, integración social, etc.
– La permanencia de los niños en los hogares
ha de ser la menor posible, ya que el principal objetivo de la Fundación es la integración del niño con su familia. El período
óptimo de actuación es el comprendido por
un curso escolar, pero en muchos casos las
estancias se alargan debido a la imposibilidad de recuperar al mismo tiempo a todo el
núcleo familiar.
– El seguimiento de todo el núcleo familiar
de los niños cuando salen de la residencia
se prolonga hasta que se consideran superados los factores de riesgo, y varían en
intensidad y tiempo según los casos.
2. AYUDA A PROYECTOS DE OTRAS
ORGANIZACIONES
Se trata de impulsar necesidades de colectivos
concretos con los que la Fundación se siente
identificada y que otras organizaciones están realizando con proyectos que la Fundación considera de interés.
El abanico de las ayudas puede ser variado. En
este apartado la Fundación puede desarrollar un
amplio objeto fundacional que puede abarcar
desde la infancia hasta la tercera edad y permitir,
por lo tanto, que la voluntad del patronato encuentre en el marco de los estatutos de la Fundación la
posibilidad de realizar cualquier tipo de ayuda:
hogares de madres presas con hijos; residencias de
niños con parálisis cerebral; residencias de esquizofrénicos; residencias de enfermos de alzhéimer;
residencias de tercera edad; programas de entretenimiento para niños hospitalizados; hogares para
niños disminuidos psíquicos; ayudas individualizadas a personas con necesidades específicas; instituciones religiosas; promoción de derechos, etc.
1.2. Familia
– El diagnóstico del problema es punto clave
para la intervención. Se realiza mediante
los informes técnicos de los servicios sociales y visitas y entrevistas a domicilio del
departamento de trabajo social y del de psicología.
– El plan de acción para la familia se realiza
teniendo en cuenta las necesidades generales
y las individuales de cada uno de los miembros constituyentes del núcleo familiar.
– La adaptación de servicios y recursos a las
necesidades concretas de cada familia supone para nuestra organización un reto continuo de coordinación entre las familias y los
servicios sociales. Las familias tienen las
255
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
4. Poner la esclerosis múltiple como concepto
aglutinante de las diferentes asociaciones y
fundaciones de este tipo de enfermos.
5. Despejar un camino de atención, investigación y promoción de la enfermedad de
esclerosis múltiple para que los diferentes
colectivos de esta enfermedad encuentren
un camino de futuro más fácil y comprometido.
En el año 2003, una vez finalizada la construcción del Centro, éste se dona a la Comunidad
de Madrid, y está en funcionamiento desde el
2005, una vez finalizadas las obras de equipamiento, selección de personal, etc.
3. SE ABREN NUEVAS VÍAS DE
ACTUACIÓN EN CONSONANCIA
CON LAS NECESIDADES DEL
MOMENTO
En el año 2000 se firma un Convenio entre el
Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad Autónoma de Madrid y la Fundación para la creación
del Centro de Esclerosis Múltiple de la Comunidad «Alicia Koplowitz», en terrenos cedidos por
la Comunidad para su construcción que se inicia
en el año 2001. En este apartado es donde la
Fundación realiza su «proyecto estrella». Este
tipo de proyectos pretenden ser muy sensibles
con las necesidades humanas y sociales del
momento. No responde a un único patrón y pretende abrir nuevas vías de actuación en planteamiento de la intervención social. En este caso, el
compromiso no se establece con ninguna persona en concreto ni con una organización en particular; se busca la promoción integral de la enfermedad desde el área científica, sanitaria y social.
5. LA NUEVA FUNDACIÓN
El año 2005 es un momento importante en la historia de la Fundación: se da un paso más en su
evolución y se fusionan todas las actividades, las
científicas, las sanitarias, las de formación y las
sociales, en una sola institución. Nace la Fundación Alicia Koplowitz. La fusión de todas las actividades en una sola organización supone la
manifestación de un compromiso que es cada vez
más claro y nítido. A la dimensión social se le
añade la médico científica, para que los avances
de nuestro tiempo en lo social, en el ejercicio de
la medicina y en los avances científicos que permitan curar o frenar el avance de enfermedades
neurodegenerativas sean cada vez mas eficaces y
de carácter universal.
La decisión de constituir la Fundación supuso
la materialización física y jurídica de la idea solidaria y de la sensibilidad social de su fundadora.
Esta fórmula de crear una institución dinamizadora de la solidaridad es, por lo tanto, el más
firme elemento de estabilidad para la institución,
que tendrá que ir creciendo y evolucionando
tomándole el pulso a la vida de su tiempo para
dar la mejor respuesta posible en cada momento.
Consciente de las necesidades no abordadas
con anterioridad, la Fundación pone en marcha
un Programa de Ayudas a la Investigación,
ampliando su área de actuación con la creación
4. CENTRO DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE
«ALICIA KOPLOWITZ DE LA COMUNIDAD
DE MADRID»
La construcción de este centro de referencia para
los enfermos de esclerosis múltiple ha supuesto
una apuesta novedosa para la promoción y atención de la enfermedad, a la cual se pueden acoger todos los enfermos que la padezcan desde la
institución pública (Consejería de Bienestar
Social de la Comunidad de Madrid).
La construcción de este centro ha supuesto las
siguientes novedades:
1. Un compromiso con una enfermedad concreta y con las necesidades sociales que se
derivan de su padecimiento.
2. Un sistema de acuerdos con las administraciones públicas que les obliga a la creación de una atención específica para esta
enfermedad.
3. Una creación arquitectónica pensada y
diseñada para este tipo de enfermos.
256
FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ: DEL COMPROMISO PERSONAL AL COMPROMISO SOCIAL
de un programa de apoyo a la Salud Mental de la
Infancia y la Adolescencia. En el área de atención
a la infancia se abren dos nuevos hogares de acogida, constituyéndose un nuevo Convenio con El
Instituto Madrileño del Menor y la Familia.
En el año 2007 se realiza la II Jornada Científica, y la edición del primer libro «Cuentos que
cuentan» como concepto operativo en la práctica
pedagógica, psicológica, sensibilizadora y participativa. Este proyecto ha servido para encontrar un
nuevo sentido al clásico donativo: los participantes
han donado parte de lo que son. No se ha tratado
de sumar cantidades, se ha querido sumar ideas.
La adopción de una idea infantil por parte de un
adulto con el fin de convertir en reflexión compartida los procesos más elementales de vida. En este
proyecto tuvimos la gran suerte de contar con la
colaboración de Rodrigo. Adoptó la idea de una
niña escribiendo sobre «el folio en blanco» y los acontecimientos lo han convertido en un auténtico
documento de reflexión sobre la existencia.
post-MIR con el objetivo de que en unos años
exista en España un grupo importante de médicos (Becarios Alicia Koplowitz) con excelente
formación en Psiquiatría Infanto-Juvenil. Con
esto se conseguiría que, al prestar una asistencia especializada en etapas tempranas, muchos
problemas de orden psicológico/psiquiátrico
puedan resolverse cuando aparezcan en las primeras fases de desarrollo, de manera que no
lleguen a desembocar en problemas médicos
irreversibles en la edad adulta.
En el año 2006, la Fundación celebra en
Madrid, la Primera Jornada Científica y procede
al nombramiento de un Comité Científico Asesor
de la Fundación Alicia Koplowitz, con prestigiosos doctores del mundo científico.
Con este fin, la Fundación concede anualmente cinco becas de ampliación de estudios
para médicos especializados en Psiquiatría. Se
han realizado programas de dos años de duración diseñados específicamente para los becados,
desarrollados en los departamentos de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia de los siguientes centros de gran prestigio internacional:
Imperial Collage, St. Mary’s Hospital, Londres;
Columbia University, New Cork Presbyterian
Hospital, New York University, Bellevue Hospital, King’s College, Maudsley Hospital, Institute
of Psychiatry, Londres; University of Pittsburgh
Medical Center (UPMC), Western Psychiatric Institute & Clinic (WPIC).
Para facilitar la inserción profesional de los
médicos psiquiatras que siguen este programa al
finalizar su estancia en el extranjero, la Fundación les ofrece la posibilidad de incorporarse
durante seis meses a los departamentos de Psiquiatría de centros con los que mantiene acuerdos de colaboración, entre otros: Hospital General Universitario Gregorio Marañón; Clínica
Universitaria de Navarra y el Hospital Clínica de
Barcelona.
La Fundación desea ampliar en el futuro la
red de centros e instituciones con las que colaborar en este programa. Estas becas cuentan
con el aval de la Sociedad Española de Psiquiatría y de la Asociación Española de Psiquiatría
6. PROGRAMA DE APOYO A LA SALUD
MENTAL DE LA INFANCIA Y LA
ADOLESCENCIA
Este programa pretende mejorar la formación de
los profesionales y contribuir al avance de la
investigación en el campo de la Psiquiatría Infanto-Juvenil en España. La psiquiatría de la infancia y la adolescencia es una disciplina que aún no
cuenta en nuestro país con la consideración de
sub-especialidad médica, como sucede en la
mayoría de los países del entorno. Se deriva de
ello un déficit de especialistas en las patologías
infanto-juveniles y también una menor sensibilidad social de la deseable hacia esas enfermedades. La Fundación aspira a hacerlas más visibles
y contribuir a su adecuado tratamiento.
7. BECAS DE FORMACIÓN POST-MIR
EN PSIQUIATRÍA INFANTO-JUVENIL
Dentro del programa de apoyo a la Salud Mental, se han ofertado una becas de formación
257
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
za de valor incalculable para cada una de las
organizaciones de este tipo, pero también
supone la definición de un espacio común que
dentro del sector social no está definido ni ocupado. La definición y ocupación de este espacio común de las organizaciones donantes
supondría un paso importantísimo en la cultura de la acción social, ya que el sector mira el
«mundo» desde la óptica de la recepción de
fondos, y la relación que se establece con el
donante es, en muchas ocasiones, meramente
informativa y dependiente, lo cual implica una
cultura pobre y de difícil evolución. Conocer y
compartir es esencial para el desarrollo de una
cultura del sector social que fortalezca a las instituciones y garantice buenos servicios para el
usuario final.
Queremos terminar con una reflexión de
Rodrigo Uría como el punto final de nuestro trabajo. Se trata de la colaboración de Rodrigo Uría
en el proyecto «Cuentos que cuentan», en el que
él nos aportó una reflexión sobre un folio de dos
caras, que es el título, y que es una síntesis de la
esencia del hombre ante la vida:
«¡Qué razón tiene Lorena! Nuestra vida no es
otra cosa que un folio en blanco, dos caras, que
vamos llenando de palabras a medida que vamos
viviendo. Palabras que inscriben en el folio nuestros
hechos, nuestras emociones, nuestras ideas, nuestras
creencias. Palabras que van ocupando cada vez más
superficie en nuestro folio-vida…
En la primera cara del folio estarán las palabras
portadoras de nuestro nacimiento (la primera inscripción), nuestra infancia y nuestra juventud. En
la segunda, las que plasman nuestra madurez y
vejez. La última palabra que quepa en la segunda
cara de nuestro folio es definitiva, postrera: nuestra
muerte.
Deberíamos todos volver la vista atrás más a
menudo y releer las palabras de nuestro folio para ver
si hemos sabido ser decentes, generosos, compasivos.
Si hemos sabido ser solidarios con tantas víctimas del
hambre, de la pobreza, de la enfermedad, de la exclusión, de las guerras, de la intolerancia, de los fundamentalismos de todo signo. Nos conviene mucho
mirar atrás cuando todavía hay espacio blanco en
Infanto Juvenil (AEPIJ). El proceso de selección entre los aspirantes está a cargo de un
comité de expertos independientes de la Fundación.
III. LA FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ
APUESTA POR LA SUMA DE SINERGIAS
Y LA CREACIÓN DE CLAVES PARA UNA
CULTURA NUEVA DE SOLIDARIDAD
La complejidad de las necesidades humanas
de nuestros días requiere actuaciones coordinadas por parte de las administraciones públicas, las organizaciones filantrópicas, las
empresas y la sociedad civil que tanta fuerza
ha tomado en los últimos años a través del
voluntariado.
La mayoría de las fundaciones, donantes o no,
receptoras de fondos y especialmente las de
carácter personal, como es el caso de la Fundación Alicia Koplowitz, se encuentran ante el reto
de tener que especializar su actividad y profundizar en la tarea que emana de su misión para no
perderse en el inmenso mar de las necesidades
presentes. Sin embargo, la filosofía de la Fundación nos lleva a buscar sinergias con organizaciones afines y a identificar puntos comunes que
permitan aumentar la dimensión de ayuda a los
colectivos más desfavorecidos.
Nuestro marco de actuación encuentra su
referencia en la Declaración Universal de los
Derechos de la Infancia, y, cuantos más compañeros de viaje encontremos en este recorrido,
más posibilidades tendremos todos de experimentar el ejercicio de la justicia.
Esta posición la resumimos en la Fundación
bajo el lema «no estamos solos, sabemos lo que
queremos». Queremos mejorar la calidad de vida
de la infancia y adolescencia, y deseamos que
cada vez seamos más los implicados en este
empeño.
La posibilidad de que las fundaciones
donantes o no receptoras de fondos se conozcan, sepan lo que hace cada una, se identifiquen necesidades comunes, supone una rique-
258
FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ: DEL COMPROMISO PERSONAL AL COMPROMISO SOCIAL
hayamos hecho daño o a los que, simplemente, hayamos despreciado u olvidado a lo largo de nuestra vida
un folio, dos caras».
nuestro folio y podemos remediar nuestras miserias,
nuestros egoísmos y escribir en el folio nuevas palabras de amor y solidaridad. Y pedir perdón a los que
259
LAS GRANDES EMPRESAS Y CAJAS DE AHORROS
ANTE LOS RETOS DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL
Francisco Abad Jiménez
enfoque y significado ha evolucionado tanto que
hoy incluso ha cambiado el término.
Entonces las cajas de ahorros llevaban muchos
años de obra social, basada en el llamado dividendo social, sólo relacionado con su actividad
financiera en que se nutría de una parte del
beneficio obtenido. Era acción social después de
impuestos, por lo que no incorporaba actuaciones tan importantes como el empleo de personas
con dificultades especiales de acceso al mercado
laboral, la accesibilidad de oficinas o páginas
web, la colaboración con clientes o las actividades
basadas en el capital humano y el talento de sus
equipos. Todas ellas empiezan a ser más habituales. También era habitual que los empresarios
ayudaran a proyectos sociales, en este caso por
caridad o filantropía (amor al género humano,
según la Real Academia Española) y como parte
de sus cuentas de gastos. En ambos casos con
muy buenas intenciones, pero hoy parece que las
buenas intenciones no son el único criterio a considerar.
La mayor parte del sector empresarial ya
comparte que, entre sus muchas posibilidades de
actuación, hay que potenciar las que mejor integran el ángulo empresarial y el social, el económico y el humano a la vez. Así lo demuestran los
análisis que realizamos desde 1995. Hay ejemplos muy claros y simbólicos en las cajas más
innovadoras, aquéllas en las que la actividad
financiera y la obra social interactúan y se potencian inteligentemente. También en ámbitos
como el del empleo de personas inmigrantes en
empresas de hostelería y restauración, donde los
EMPRESA Y SOCIEDAD
La Fundación Empresa y Sociedad (www.empresaysociedad.org) promueve que las principales empresas y cajas de ahorros sean activas en la integración
de personas desfavorecidas (inmigrantes, mayores,
personas con discapacidad, jóvenes en riesgo...).
No desde un ángulo exclusivamente filantrópico,
sino teniendo en cuenta que se trata de retos estratégicos para el sector empresarial. Su trabajo se
desarrolla en la doble dimensión de inspirar y facilitar actuaciones de empresas y cajas de ahorros que
ayuden a mejorar simultáneamente la cohesión
social y su competitividad empresarial. Para ello se
basa en el conocimiento y el análisis comparativo
de más de 200 de las principales empresas y cajas
de ahorros que operan en España, enfocado desde
una perspectiva práctica. Empresa y Sociedad está
formada hoy por 120 empresas y cajas de ahorros
comprometidas a mejorar la integración social
individualmente, en grupo y en el sector empresarial en su conjunto. Se financia con recursos privados, principalmente con las «cuotas» que pagan sus
Socios, que se traducen en servicios para recibir
apoyo estratégico. Se constituyó en junio de 1995.
Rodrigo Uría fue miembro de su Patronato al
principio de la Fundación y se reincorporó en 2005.
1. UN CONCEPTO Y UNA TERMINOLOGÍA
EN EVOLUCIÓN
Cuando empezamos en 1995 nuestro ámbito de
trabajo se conocía como «acción social». Pero su
261
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
casos de más éxito empresarial son los que están
apoyados por los mejores programas de acogida
e integración. O los programas educativos en
escuelas públicas de barrios multiculturales con
dificultades de integración, liderados por directivos de bancos, cajas o firmas de servicios profesionales, donde los más consolidados son los que
forman parte de las políticas más innovadoras en
gestión de personas. Precisamente son éstos los
que intentamos promover porque son los que
sobreviven a momentos de menor bonanza económica, dado que se plantean desde las líneas de
negocio, no desde un área marginal dedicada
sólo a gestionar un presupuesto de donaciones,
con objetivos y resultados tanto empresariales
como en la sociedad.
Por otro lado, el término «acción social» ha
generado algunas confusiones, en el sentido de
que también es social el arte, la cultura, el ocio o
la conservación del patrimonio. Por eso en
Empresa y Sociedad ya no hablamos de acción
social, sino de actuaciones empresariales que
ayudan a mejorar la integración en la sociedad
de personas desfavorecidas.
También hay confusión entre acción social y
responsabilidad social de las empresas. Nuestro
ámbito de trabajo sólo es una parte de lo que se
entiende por empresa responsable, que no es
más que una evolución del concepto de empresa
que creemos que en algún momento estará tan
asumido que perderá el adjetivo.
pleja y cambiante que nunca. Por ejemplo, a
España llega un gran número de nuevos residentes marroquíes, latinoamericanos y de países del este. Ello la convierte en una sociedad
más multicultural que en ningún otro momento de su historia. Por ejemplo, más del 80% del
empleo creado en Madrid durante 2007 fue
cubierto por nuevos residentes.
Por eso creemos que las empresas abordarán
retos como la inmigración, el envejecimiento, la
dependencia, la educación o los barrios multiculturales con dificultades de integración desde
la doble perspectiva empresarial y social, que
hoy todavía muchos consideran ámbitos separados. No se hablará de solidaridad empresarial,
de voluntariado ni de devolver recursos a la
sociedad, que transmiten unidireccionalidad y
buena voluntad. Algo que está muy bien pero
que no es suficiente. Se hará de actuaciones que
producen a la vez un impacto positivo en la
sociedad y en la empresa, que será difícil de
separar desde uno y otro punto de vista. Porque
la cohesión social favorece el desarrollo empresarial y el desarrollo empresarial favorece la
cohesión social.
Las empresas tienen que tomar la iniciativa
para aumentar oportunidades, aptitudes y mercados. Ya no sirve trabajar como hace unos años,
porque equivale a retroceder.
Además, numerosas experiencias demuestran
que el mundo empresarial va en cabeza de la
sociedad en aspectos prácticos. Porque aporta
una concentración rigurosa en conseguir resultados. Más que ningún otro agente social. Y éste es
uno de los principales activos de la sociedad en la
mayor parte de los procesos de cambio. Siempre
está intentando actuar y responder a preguntas
sobre qué está haciendo bien o mal, cómo mejorar, cómo crecer, cómo trabajar en equipo o cómo
aprovechar sinergias.
2. EL SECTOR EMPRESARIAL ANTE LOS
RETOS SOCIALES
La realidad social evoluciona tan deprisa como el
más cambiante de los sectores de actividad económica. Un desafío permanente de cambio e
innovación para las empresas y cajas, porque participar activamente en las nuevas realidades y
cambios sociales ayuda a vislumbrar y anticiparse
al futuro.
La globalización afecta profundamente a las
comunidades, sociedades y oportunidades.
Somos una sociedad mucho más variada, com-
3. EN CLAVE DE PERSONAS
Nos encontramos ante un fenómeno que tiene
que ver principalmente con las personas como
262
LAS GRANDES EMPRESAS Y CAJAS DE AHORROS ANTE LOS RETOS DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL
beneficiarias, especialmente las menos favorecidas, y con la atracción, desarrollo y retención del
talento de las personas que trabajan en las
empresas.
Por eso creemos que los Directores de Gestión
de Personas, como responsables del principal
activo de cualquier empresa, están llamados a
jugar un papel importante como impulsores de
esta estrategia de cambio. Porque depende de
personas, culturas, demografía, educación y
empleo, del perfil de los jóvenes que acceden al
mercado de trabajo, de la diversidad que está
generando la inmigración o del envejecimiento
de la población. Y requiere un enfoque a medio
plazo que no siempre existe en otras áreas de la
empresa.
Son muy importantes las actuaciones relacionadas con personas con dificultades de acceso
al mercado laboral. Inmigrantes, desempleados, personas con discapacidad o jóvenes de
barrios poco desarrollados. En términos simplemente de igualdad de oportunidades, ni
siquiera de discriminación positiva. Hay candidatos formados o con potencial también en
estos grupos. Y, si acceden a una oportunidad,
su motivación es muy superior a la media.
Incluyendo todo lo relacionado con el cumplimiento de la cuota de reserva del 2% de la plantilla para personas con discapacidad regulado
por la LISMI, donde las medidas alternativas al
empleo directo deberían ser realmente alternativas y transitorias. No es sencillo encontrar
buenos candidatos con discapacidad, pero
conocemos numerosos casos de empresas de
todo tipo que se lo han propuesto activamente
y han conseguido muy buenos resultados.
Hay otro tipo de actuaciones, menos conocidas pero que hoy están situadas en la vanguardia de los proyectos de integración. Son las
relacionadas con la puesta a disposición de las
habilidades y recursos de sus equipos profesionales para impulsar actuaciones en proyectos
educativos, de empleo, ocio o tiempo libre en
comunidades que tienen menos oportunidades.
Por ejemplo, en colegios y asociaciones de
barrios con dificultades, donde está empezando
a haber sistemas de tutorías a alumnos, profesores y gestores de entidades que producirán
resultados a medio plazo, como reducción del
absentismo y del fracaso escolar, mejora de la
convivencia intercultural e intergeneracional,
aumento del empleo y mejora del desarrollo
socioeconómico.
La clave para su crecimiento a largo plazo es
que incorporen un planteamiento empresarial,
en este caso desde el área de Gestión de Personas. En el sentido de que deberían ayudar a conseguir algunos de los objetivos de su cuadro de
mando, tales como mejorar el compromiso, la
formación en conocimiento de entorno o en el
desarrollo de nuevas habilidades, la comunicación interna o la atracción de candidatos, o reducir la rotación.
4. LÍNEAS DE TRABAJO
La Fundación está formada por empresas y cajas
comprometidas a mejorar. Cuando empezamos
en 1995 a pedir compromiso podía parecer una
apuesta arriesgada, pero hoy hay una Comisión
de nuestro Comité Ejecutivo que evalúa el progreso anual de todos y cada uno de los Socios y
anima al que no esté avanzando. Por eso la primera línea de trabajo de la Fundación es ayudar
a que mejoren individualmente sus Socios, porque son empresas y cajas que quieren ser referencia en integración igual que lo son en otros
temas para el mundo empresarial y para la sociedad en general. Para ello nos basamos en el análisis permanente de las actuaciones de más de
200 empresas y cajas, que estudiamos en términos comparativos para que sean base de inspiración en ideas, datos, métricas o resultados.
Impulsamos las actuaciones del sector empresarial intentando facilitar al máximo que las
empresas usen sus herramientas habituales,
como análisis comparativos, métricas o indicadores relacionados directamente con el cuadro de
mando que utiliza su equipo directivo. Pero también ayudamos a que sepan qué responder cuando les pregunten qué están haciendo ante los
principales retos sociales de los entornos donde
263
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
operan. Para ello es necesario contar con un discurso práctico, ilustrado con actuaciones y métricas que respondan de una sola vez a ambos tipos
de preguntas. Hemos puesto en marcha un Sistema de Análisis Comparativo, que usamos internamente para inspirar y evaluar sus avances,
para seleccionar casos simbólicos o para ayudar a
los jurados de nuestros premios a la hora de elegir a los mejores.
La segunda es fomentar el trabajo en equipo entre los Socios. Hemos creado tres grupos
de trabajo con los Socios especialmente interesados en marcar camino en Discapacidad
(empezó en 2005), Actuaciones basadas en el
Capital Humano (en 2006) e Inmigración (en
2007). El hecho de trabajar en equipo, compartir conocimiento, aprovechar sinergias y
economías de escala nos permite enfocar un
plan a medio plazo que ya está consiguiendo
resultados concretos como los comentados
sobre discapacidad, como ocurre siempre que
cualquier empresa o asociación empresarial
empieza por establecer objetivos y formas para
conseguirlos.
La tercera es ayudar a que la inspiración que
pueda generar nuestro conocimiento llegue al
sector empresarial en general. Para ello editamos
publicaciones con los resultados de nuestros análisis, articulados para responder a tres preguntas:
¿Qué hacen las empresas y cajas de referencia en
cada tema, qué tipología de actuaciones y con
qué datos y resultados? ¿Cómo lo comunican en
su documentación y mensajes corporativos y
cómo lo reflejan los medios de comunicación? Y
¿cómo lo perciben los expertos y los ciudadanos?
También organizamos los Premios Empresa y
Sociedad, este año en su séptima edición, donde
el jurado está formado por expertos, personalidades e instituciones de interés para el crecimiento del mensaje. Además, mantenemos una
selectiva pero amplia colaboración con grupos de
debate, centros de formación y medios de comunicación.
Por último, estamos impulsando actividades
que influyan en personalidades, instituciones,
políticas y agentes sociales, como las propuestas
sobre discapacidad y sobre inmigración que presentamos a los responsables de elaborar los últimos programas electorales o las habituales colaboraciones con foros de debate y medios de
comunicación.
El modelo de Empresa y Sociedad se puede
esquematizar diciendo que tenemos un modelo
«in». Trabajamos en integración a través de la
inspiración y la innovación, ayudando a impulsar
actuaciones y teniendo en cuenta que lo realmente importante es el impacto conseguido a
medio plazo.
5. LOGROS E HITOS
La Fundación tiene una cierta obsesión por
medir, porque la única forma de convencer objetivamente es consiguiendo y cuantificando resultados. Pero la medición es compleja.
Por ejemplo, pasamos de 50 a 120 Socios
entre 2004 y 2006, con los que ahora estamos trabajando para que mejoren individualmente y en
equipo. Es un buen número para incidir en la
calidad, aunque este año 2008 nos hemos propuesto incorporar a algunas empresas y cajas que
enriquecerían el proyecto.
Nos financiamos íntegramente con recursos
privados, lo que nos permite actuar con independencia cuando, como ha ocurrido este año,
presentamos propuestas a los partidos políticos o
a las Administraciones públicas sobre la discapacidad o la inmigración. Así fue también cuando
presentamos propuestas para adaptar la Ley de
Fundaciones e Incentivos Fiscales para los recursos que las empresas dedican a actividades de
interés general hace ya cinco años, que se recogieron íntegramente en la reforma correspondiente.
Cuando empezamos en 1995 no había ni
información estructurada ni herramientas de
gestión en este área como las que son habituales
en cualquier otra de la gestión empresarial.
Desde entonces hemos ido consolidando la edición de publicaciones con carácter anual, que
resumen nuestras investigaciones y aportan ideas
264
LAS GRANDES EMPRESAS Y CAJAS DE AHORROS ANTE LOS RETOS DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL
Todo ello creemos que depende de que el
mensaje sobre nuestro enfoque llegue al primer
nivel de las empresas, a los que tienen la responsabilidad de construir una empresa con perspectiva de medio plazo. Ellos son los que entienden
mejor que su empresa no puede permanecer con
los brazos cruzados para mejorar la integración
de los 4,5 millones actuales de personas inmigrantes que tenemos en España, que representan
ya el 80% del nuevo empleo creado el año pasado en ciudades como la de Madrid o el 90% en
Barcelona. Ambos crecientes según dicen los
expertos, porque seguiremos necesitando inmigración laboral incluso aunque haya crisis económica debido a que nuestra demografía no permite que la economía siga creciendo con el número
de jóvenes que acceden cada año al mercado de
trabajo, que durante unos años será cada vez
menor. O ante los 3,5 millones de personas con
discapacidad, muchos de ellos mayores o dependientes. Otro número creciente porque nuestra
población envejece y ello genera riesgo de exclusión. O ante los posibles problemas de convivencia en barrios deprimidos, donde hay que tomar
la iniciativa porque es ahí donde está la clave
para una convivencia que permita el nivel de crecimiento y bienestar futuro al que todos aspiramos, empezando por la educación de los más
jóvenes en sus colegios.
Hoy buena parte del cambio está en manos
de directivos que no siempre están en la línea
de negocio o que, si lo están, trabajan con unos
objetivos tan a corto plazo que no les permiten
otear el horizonte o se limitan a gestionar un
presupuesto de donaciones y gastos similares.
Con ellos tratamos habitualmente en el día a
día de Empresa y Sociedad, pero la llave del
cambio la tienen sus primeros ejecutivos, que
son los nuestros porque también son miembros
de nuestro Comité Ejecutivo. Ellos nos insisten
continuamente en que tenemos que ayudarles a
que se anticipen a una realidad social que cambia aceleradamente. I+D+i social. Con una
tensión que no debería ser menor a la de cambio en tecnologías audiovisuales, de la información, de la comunicación o de la seguridad
informática. Parece que vamos empezando.
para mejorar, y con herramientas como el Sistema de Análisis Comparativo.
Contamos con datos agregados, como el
empleo de personas con discapacidad o de inmigrantes, creado por nuestros Socios, el número
de profesionales que actúan como tutores de chavales con dificultades o de emprendedores sociales. Pero hay otros muchos por sectores y tipos de
actuación, como el número de personas con discapacidad que acceden a servicios de banca electrónica o a seguros privados de salud, algo que
no existía hace apenas un par de años.
Por último, no es fácil medir el efecto que
tiene nuestro discurso y los casos que ayudamos a
divulgar en foros empresariales entre empresas
que no son Socias de la Fundación. Tampoco el
que tienen los informes que editamos y distribuimos a través de nuestra web ni el que tiene nuestra creciente actividad de relaciones institucionales. Ninguno de ellos se deben cien por cien a la
Fundación.
6. RETOS Y DESAFÍOS
Tenemos que ayudar a responder a los principales retos que afectan simultáneamente a la competitividad de las empresas y a la cohesión social.
Se trata de que podamos explicar con claridad
qué resultados están consiguiendo las principales
empresas ante los principales problemas de las
comunidades que tienen menos oportunidades.
La inspiración para cada empresa es diferente.
Para algunas se trata de motivar, comprometer o
formar a su gente en habilidades específicas.
Para otras, de facilitar la integración de personas
con dificultades en sus equipos. Para otras, de
contar con productos y servicios asequibles para
todos. La clave es identificar qué es lo que puede
aportar y recibir cada empresa. Ello requiere
reflexionar a fondo sobre cómo la empresa hace
negocios, sobre cómo afecta a las comunidades y
a la sociedad que la rodea. Y, sobre todo, se trata
de ser prácticos, tomar la iniciativa, hacer que
pasen cosas, que es lo que el mundo empresarial
sabe hacer mejor que nadie.
265
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Hemos visto desde la primera fila transformaciones de empresas y cajas con nombres y apellidos en cuanto su primer nivel ha entendido
el enfoque y su equipo ha pasado de ser un fin
en sí mismo a coordinar la introducción y el
impulso de las actuaciones de los distintos
directivos de primera línea, principalmente de
áreas como Gestión de Personas, Clientes,
Comunicación o Relaciones Institucionales.
Creemos que el perfil del directivo responsable
de acción social o de RSC evolucionará en este
sentido. Hoy predomina el que trabaja de
forma autónoma, dependiendo de la dirección
pero sin apenas relación directa con las líneas
de negocio. A pesar de que no tiene sentido
que haya acción social o RSC en una empresa si
no la hay en todas y cada una de sus áreas de
negocio.
El tiempo irá poniendo en su sitio los conceptos,
actuaciones y perfiles profesionales de los responsables. Para ello son especialmente importantes los
momentos de incertidumbre económica como éste,
en los que las empresas y cajas suelen abandonar
todo aquello que nos les ayude con vistas a su futuro desarrollo y eliminan lo que no esté bien planteado. Una especie de poda para volver a empezar.
Según este mensaje vaya calando en las
empresas, algo que nos parece tan lógico que es
ni más ni menos que cuestión de tiempo, Empresa y Sociedad se irá difuminando. Es bueno
recordar de vez en cuando que nacimos con la
vocación de desaparecer.
266
LAS GRANDES EMPRESAS Y CAJAS DE AHORROS ANTE LOS RETOS DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL
Anexo
¿CÓMO HA EVOLUCIONADO LA ACTIVIDAD DEL SECTOR EMPRESARIAL?
Evolución de indicadores plurianuales
(basados en estudios y análisis realizados por Empresa y Sociedad)
Actuaciones
(Datos del Informe Anual del Observatorio, 6 ediciones desde 2002)
– Recopilamos información por primera vez en 2002. La información de los 87 casos era simplemente descriptiva. El 64% manifestó que trabajaba sin un plan predeterminado.
– El 68% de las 91 participantes en 2003 tenía un planteamiento asistencial. Entre las actuaciones
descritas, el 44% eran de financiación.
– En 2007 recopilamos 134 casos. El 24% de sus actuaciones se podían considerar estratégicas.
Entre ellas, el 51% eran de producto, el 16% de empleo y el 5% de financiación.
Comunicación
(Datos de los análisis comparativos de informes anuales, 4 ediciones desde 2002)
– Las actuaciones predominantes en los Informes Anuales 2002 de las grandes empresas y cajas
eran de financiación.
– En los Informes Anuales 2006, el 35% eran de productos y servicios, de los que el 41% tenían un
perfil estratégico.
(Datos de análisis anuales del tratamiento en prensa, 4 ediciones desde 2004)
– El número de noticias publicadas en prensa escrita se ha multiplicado por siete desde 2004. En
2007 fueron 4.508.
– Se concentran en diarios regionales (64%) y en prensa de información económica (27%).
Percepción
(Datos de estudios de percepción, 7 ediciones desde 2001)
– Junto a la obra social de las cajas, los programas mejor percibidos son de empleo.
(Datos de informes de opinión ciudadana, varias ediciones desde 1997)
– Según los ciudadanos, las empresas ocupan hoy la tercera posición como responsables de asumir
los temas sociales, por detrás de las Administraciones públicas y los ciudadanos. En el año 2000
ocupaban la sexta.
– El grupo prioritario al que debían dirigir sus recursos las empresas son las personas con discapacidad para el 42% de los ciudadanos. Era la infancia para el 61% de los ciudadanos entre 1999 y 2001.
– El número de ciudadanos capaces de mencionar espontáneamente nombres de empresas y cajas
con actuaciones concretas relacionadas con la integración social ha pasado del 4% en 2003 al 36%
en 2007.
267
LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA: UNA
APUESTA CONTRA LA EXCLUSIÓN FINANCIERA
Manuel Méndez del Río
proporcionales respecto a la población mundial
total y aunque en muchos países está disminuyendo también la pobreza relativa, no sucede lo
mismo en términos absolutos: pese a las diferencias que presentan las distintas metodologías
métricas utilizadas, parece innegable que la suma
de la lentitud con la que el crecimiento económico beneficia a las personas pobres y del efecto del
crecimiento demográfico, hace aumentar cada
año el número de pobres.
El panorama, en ese sentido, es desolador.
Tomando como media el ingreso diario por persona, del total de 6.500 millones de personas en
que se estimaba la población mundial en 2005,
1.100 millones ingresaban menos de 1 dólar por
día (situación de máxima indigencia) y 2.800
menos de dos dólares (nivel que se suele tomar
como referente de la pobreza extrema, porque
por debajo de ese ingreso no es posible satisfacer
mínimamente las necesidades básicas). A esta
población incuestionablemente pobre hay que
añadir la cifra de 1.200 millones de personas adicionales que ingresaban entre 2 y 9 dólares diarios, lo que –dependiendo de la zona de residencia– supone niveles también de pobreza o, cuando menos, de muy duras condiciones de vida. En
total, no menos de 4.000 millones de personas
con recursos insuficientes para lo que se entiende como una vida digna.3
1. POBREZA Y EXCLUSIÓN FINANCIERA
Por encima de los vaivenes coyunturales, la
humanidad ha atravesado a lo largo del último
siglo por una fase de crecimiento económico de
amplitud e intensidad sin precedentes en la historia. Algo que ha permitido una mejora también
sin precedentes para amplios sectores de la
población. Y todo ello en un contexto crecientemente globalizado, que posibilita –y fuerza– una
interrelación acelerada entre todas las regiones
del planeta.
Sin embargo, este crecimiento cada vez más
global no ha reducido las desigualdades. Todo lo
contrario: la brecha entre los países más ricos y los
más pobres se ha más que duplicado en los últimos cuarenta años. Según los datos de Naciones
Unidas, el cociente entre la renta por persona de
la quinta parte más rica y la quinta parte más
pobre de la población mundial ha pasado de 30
en 1960 a 80 en el 2000.1 La perspectiva de más
largo plazo confirma la evidencia: de acuerdo con
los trabajos del profesor Angus Maddison, la renta
por persona de los diez países más ricos del
mundo superaba a la de los diez más pobres en
seis veces en 1870, pero en 42 veces en el 2002.2
No es mucho más alentadora la situación de la
pobreza. Aunque se ha reducido en términos
1
PNUD, Informe sobre el Desarrollo Humano, 2002, Mundi
Prensa, Madrid, 2002
2
A. Maddison, La economía mundial. Una perspectiva planetaria, OCDE, París, 2002.
3
Banco Mundial, Informe sobre el desarrollo mundial, 2005,
Mundi Prensa, Madrid, 2006. Desde una metodología diferente, llega a resultados parecidos (4.000 millones de perso-
269
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ponibles, lo que deja a la unidad familiar en una
situación económica mucho más problemática, al
perder parte de –si no todas– sus fuentes de
ingresos.
En definitiva, una paradoja más de la pobreza: los pobres acaban pagando por los servicios
financieros, como por muchos otros productos,
precios mucho más elevados que las personas con
mayores recursos. La pobreza cuesta. Y mucho
más cuanto más imperfecto es el mercado, en
cuanto que esa imperfección facilita las condiciones para que proliferen los agentes que obtienen
rentas extraordinarias de ese coste.
Se trata, sin duda, de una realidad de enorme
complejidad, con hondas raíces, con múltiples
vertientes y con numerosas implicaciones de evidente gravedad, tanto por las propias consecuencias que la pobreza y la desigualdad comportan
para la calidad de vida de las personas afectadas
como en términos éticos, sociales, políticos e
incluso económicos: porque esa inmensa pobreza
constituye en sí misma un inmenso lastre para la
capacidad de crecimiento y de desarrollo del
mundo.
Pero sin olvidar esa complejidad, merece la
pena reparar en un factor que, siendo una más
de las muchas consecuencias de la pobreza, se
convierte en uno de los obstáculos más generalizados y difíciles para superarla, tanto en el ámbito individual como en el social. Una barrera decisiva frente a los esfuerzos por mejorar las condiciones de vida: lo que se ha dado en llamar la
exclusión financiera. Es decir, la imposibilidad –o
muy alta dificultad– que, en general, las personas
pobres tienen para acceder a los productos y servicios del sector financiero, y muy especialmente
en los países pobres o en desarrollo.
La exclusión financiera es reflejo pero también causa de una exclusión radical, que condena
a los pobres a la perpetuación en la pobreza y
que muy habitualmente, para sobrevivir, les obliga a recurrir a la usura. Una situación que constituye el día a día de muchísimas personas del
mundo en desarrollo y que puede suponer –por
poner un ejemplo de situaciones no demasiado
extremas de determinados países de América
Latina– tipos de interés del 10% diario. Tasas que
no hacen sino condenar a las personas pobres
que se ven obligadas a recurrir a este canal a una
pobreza cada vez más severa y a una dependencia estructural: generando incluso situaciones de
muy alto riesgo físico si el prestatario se enfrenta
a dificultades para devolver el préstamo en las
condiciones fijadas por el prestamista. Algo que,
al margen de las seguras represalias, suele obligar a la venta de parte de los escasos activos dis-
2. UNA RESPUESTA A LA EXCLUSIÓN
FINANCIERA: LA REVOLUCIÓN
MICROFINANCIERA Y SUS DESAFÍOS
Es precisamente la necesidad de superar esa
barrera básica para escapar de la pobreza que es
la exclusión financiera la finalidad fundamental
que está en la base del surgimiento de lo que se
ha denominado «microfinanzas». Un concepto
que hace referencia a la prestación de productos
financieros de todo tipo (y volúmenes reducidos)
a personas de bajos ingresos –y habitualmente
fuera de los circuitos de la economía formal– que
no tienen acceso a los servicios bancarios tradicionales.
Dentro de la pluralidad de productos que las
microfinanzas pueden ofertar, los que, sin duda,
han experimentado mayor desarrollo y conseguido mayor popularidad son los denominados
«microcréditos»: en su acepción más canónica,
créditos de muy pequeña cuantía para financiar
la puesta en marcha de pequeñas iniciativas productivas (puestos de venta, servicios de reparaciones, pequeñas iniciativas agrarias, etc.) por
personas de recursos escasos, normalmente fuera
de la economía formal, sin empleo ni garantías
ni posibilidad de aval alguno.
Pero la actividad microfinanciera puede
incluir todo tipo de productos y servicios financieros: préstamos para otras finalidades, cuentas
corrientes y de ahorro, seguros, remesas, transfe-
nas de bajos ingresos) S. L. Hart, The Capitalism at the Crossroads, Wharton School Publishing, 2005.
270
LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA: UNA APUESTA CONTRA LA EXCLUSIÓN FINANCIERA
rencias, etc. Siempre de cuantías muy reducidas
(aunque esto no es lo determinante) y para personas pobres. No debe olvidarse, a este respecto,
la importancia también crucial que tienen para
los pobres los instrumentos para facilitar su ahorro: son vitales para disminuir su vulnerabilidad
frente a incidentes externos, para ayudarles a
establecer una cobertura frente a las variaciones
estacionales de sus ingresos y para posibilitarles
desarrollar una planificación de los ingresos y
gastos familiares en el tiempo.
Aunque con numerosos precedentes más o
menos próximos, se trata de una actividad que,
en su formulación actual, se empieza a desarrollar en los primeros años de la década de 1970 en
diferentes áreas del mundo subdesarrollado: en
países en los que la población vive y trabaja fuera
de la cobertura y de la protección de los marcos
legales y en los que gran parte de la población
económicamente activa tiene que buscar vías de
generación de ingresos a través de actividades de
dimensión minúscula y casi siempre de carácter
individual o familiar –«microempresas»–, que
constituyen el tejido informal de la economía y la
base de supervivencia para sectores muy amplios
–muchas veces ampliamente mayoritarios– de la
población. Es obligado recordar en este surgimiento la ingente y precursora labor del profesor
Muhammad Yunus en Bangla Desh, pero la actividad microfinanciera moderna surge casi en
paralelo en diferentes regiones: muy especialmente, en el Sudeste de Asia y en zonas de América Latina. En todas ellas, para facilitar el acceso a recursos financieros necesarios para hacer
frente a las labores agrarias o, sobre todo, para
poder encontrar alternativas frente a la falta de
empleo y oportunidades de sectores mayoritarios
y crecientes de la población.
Iniciativas, por otra parte, que en no pocos
casos surgen ante la constatación del fracaso
prácticamente general de los programas de crédito subsidiado que se habían puesto en marcha
en muchas zonas del mundo pobre en los años 50
y 60 del siglo pasado para impulsar el desarrollo,
casi siempre canalizados por instituciones públicas nacionales y frecuentemente apoyados por
agencias multilaterales. Un fracaso en buena
medida derivado de la propia concepción subvencionadora de este tipo de estrategias: insustituibles, desde luego, en determinadas circunstancias, pero con fuertes limitaciones para
fomentar la capacidad productiva y la iniciativa
emprendedora individuales.
En este fracaso debe verse el origen de la idea
que está en la base de las microfinanzas: la necesidad de encontrar una alternativa autosostenible
frente a la estrategia de la subvención. Es decir, la
necesidad de encontrar una vía comercial –capaz
de generar recursos suficientes para autofinanciarse– para la provisión de servicios financieros
a los pobres. La idea, en definitiva, de utilizar los
instrumentos del mercado para luchar contra la
pobreza: desarrollar toda la potencialidad que el
mercado puede tener como mecanismo de autoayuda para las personas pobres capaces de identificar e implementar una actividad económica
sostenible. Una idea que resultaba peregrina
para muchos (casi siempre, por prejuicios ideológicos), pero que se ha revelado brillante y poderosa; que ha demostrado su viabilidad y que ha
constituido una verdadera revolución en la filosofía de la lucha contra la pobreza: la «revolución
microfinanciera». Una revolución basada en un
descubrimiento ciertamente revolucionario –que
los pobres pueden ser buenos clientes del sector
financiero– y que ha abierto la posibilidad de lo
que algunos han llamado «la democratización
financiera».4
En este sentido, las microfinanzas han evidenciado su capacidad para ayudar a la población
más desfavorecida a desarrollar una actividad
económica viable y a aumentar sus ingresos,
potenciando así sus expectativas de futuro y su
dignidad a través del fortalecimiento de su capacidad de esfuerzo, trabajo y emprendimiento
para mejorar por sí misma su situación personal
y familiar. Con ello, han demostrado sobradamente así mismo su potencial para ayudar a
reducir la pobreza a nivel individual, pero tam-
4
L. A. Moreno, «Extending financial services to Latin
America´s poors», The McKinsey Quarterly, 2007, edición
especial (Shaping a new agenda for Latin America).
271
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
bién su eficacia como instrumento reductor de la
pobreza –e incluso de la desigualdad–5 a nivel
social, posibilitando estrategias eficaces de
impulso del desarrollo.
Aspectos todos en los que las microfinanzas
han probado su virtualidad, entre otras razones
diferenciales, por su propia sostenibilidad –las
entidades microfinancieras viables generan
retornos suficientes para mantener y acrecentar
su actividad–, porque fortalecen la capacidad de
iniciativa productiva y permiten escapar de las
trampas del limosnerismo y porque tienen un
impacto no sólo económico, sino también de
cohesión social. Al ayudar a superar la exclusión
financiera, ayudan a que los pobres se ayuden a
sí mismos, crean actividad y trabajo y no dependen del mantenimiento de donaciones continuas. Además, han demostrado también una
especial utilidad para fortalecer la dignidad y
equiparación social de la mujer, que –por su
especial responsabilidad familiar– recurre con
particular intensidad y rigor prestatario a las
microfinanzas.
En definitiva, un paradigma evidente del adagio tantas veces repetido de que es mejor enseñar
a pescar a un hambriento que regalarle el pescado. Desde esta perspectiva, las microfinanzas han
probado ser una de las mejores «cañas de pesca»
para luchar contra la pobreza. Un ejemplo
modélico de cómo iniciativas empresariales sostenibles pueden aportar soluciones eficaces para
mejorar en la práctica las condiciones de vida de
millones de personas que viven en situación de
miseria.
Es una idea que ha ido tomando cuerpo con
rapidez a lo largo de los años 70 y 80, de la
mano, en un primer momento, básicamente de
entidades sin ánimo de beneficio y sin carácter
mercantil (ONGs). A lo largo de esos años, las
microfinanzas se expanden con rapidez en grandes áreas del mundo subdesarrollado e incluso se
asientan en el desarrollado (aunque con diferencias muy sustanciales).6 Desde esas bases, va consolidándose toda una industria a su alrededor, que
madura en la década de 1990 y que se ha caracterizado por la paulatina profesionalización de las
entidades microfinancieras (EMFs) y por la progresiva entrada de nuevos actores.7 Muchas de las
pequeñas entidades no reguladas (no bancarias)
iniciales han ido creciendo y, en ciertos casos, acogiéndose a marcos regulatorios, lo que les ha permitido captar ahorro para financiar sus actividades
y dar entrada en su accionariado a nuevos inversores. Por otra parte, han ido apareciendo nuevas
entidades reguladas, al tiempo que han empezado
a operar también en el sector entidades financieras
convencionales –tanto facilitando financiación a las
EMFs como interviniendo directamente en la actividad microfinanciera–,8 junto a una creciente pluralidad de actores (redes de EMFs, agencias de
calificación, fondos de inversión, agencias de cooperación nacionales y multilaterales, etc.), dando
lugar a lo que es ya una densa y compleja «industria microfinanciera».
Una industria que está experimentando un
crecimiento muy rápido en todas las áreas emergentes del mundo y que ya ha alcanzado una
relevancia significativa en muchas de ellas (especialmente, en el Sur y Sureste de Asia y en América Latina), atendiendo en la actualidad a una
cifra estimada entre 100 y 120 millones de clientes en todo el mundo. En América Latina
–ámbito prioritario de actividad de la Fundación Microfinanzas BBVA–, durante el período
6
Un buen análisis de las singularidades de las microfinanzas en países desarrollados puede encontrarse en B.
Gutiérrez y M. J. Pérez (coord.), Microcrédito en países desarrollados: problemas, retos y propuestas, Marcial Pons, Madrid,
2005.
7
Sobre la evolución de la actividad microfinanciera, es
obra de consulta obligada M. Robinson, The Microfinance
Revolution, Banco Mundial, Washington, 2001 (edición en
castellano también del Banco Mundial en 2004). Tiene
mucho interés también para entender los fundamentos económicos de la actividad microfinanciera, B. Armendáriz y J.
Morduch, The Economics of Microfinance, The MIT Press,
Cambridge, 2005.
8
Sobre el interés de la banca convencional en el sector,
puede verse A Billion to Gain?, ING, Microfinance Support,
Ámsterdam, 2006.
5
Respecto a la capacidad de las microfinanzas para reducir de las desigualdades, es útil G. D. Westley, ¿Pueden las políticas de los mercados financieros reducir la desigualdad del ingreso?,
Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 2001.
272
LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA: UNA APUESTA CONTRA LA EXCLUSIÓN FINANCIERA
2000-2005, la cartera promedio de las entidades
microfinancieras se ha triplicado, alcanzándose
en 2005 la cifra de 337 entidades con una cartera de más de 5.400 millones de dólares y cerca de
6 millones de clientes.9
Una industria en la que, sin duda –y sobre
todo en sus primeros pasos–, han tenido un
papel muy importante los donantes –públicos y
privados– internacionales, pero en la que el protagonismo esencial ha correspondido a las EMFs
especializadas, que en muchos casos han alcanzado espléndidos niveles de solvencia, morosidad y
rentabilidad y con una notable capacidad de crecimiento. Entidades que han sabido demostrar
con su experiencia que los pobres pueden ser
buenos clientes del sector financiero y que han
sabido también ayudarles con eficacia a mejorar
su situación y, en muchos casos, a escapar de la
pobreza. Algo que ha sido posible merced a su
capacidad de conocimiento de sus clientes y de la
realidad social y económica de sus mercados, lo
que constituye su ventaja competitiva esencial:
una ventaja muy difícilmente alcanzable por entidades financieras convencionales.
Debe repararse también en la importancia que
el entorno institucional ha tenido en esta expansión. La presencia de marcos reguladores apropiados ha sido un factor determinante en la emergencia de sectores de microfinanzas sanos y competitivos. Factores como la creación de estructuras
jurídicas adecuadas para la actividad microfinanciera, centrales de riesgo cada vez más actualizadas y que se incorporan a estos nichos del mercado, la existencia de agencias calificadoras externas –que aportan información rigurosa sobre el
desarrollo del sector a inversores externos–, etc.,
son elementos básicos en la consolidación y
expansión de un sector microfinanciero capaz de
hacer frente adecuadamente a sus objetivos.10
En suma, estamos ante una idea sólidamente
asentada ya en la realidad y que ha conseguido
éxitos evidentes, al tiempo que ha ido cosechando un respaldo institucional y académico ampliamente generalizado. Algo de lo que es buena
prueba el decidido reconocimiento de las Naciones Unidas, que consideraron 2005 como Año
Internacional del Microcrédito. Una celebración
que sólo puede entenderse en el marco de la
voluntad de ayudar a difundir e impulsar lo que
se considera como uno de los más potentes instrumentos disponibles por la economía de mercado para contribuir a la mitigación de la pobreza. Es éste, por otra parte, el contexto en el que
debe valorarse la concesión del Premio Nobel de
la Paz en el 2006 a Muhanmad Yunus, reconociendo explícitamente no sólo la contribución de
las microfinanzas a «impulsar el desarrollo económico y social desde la base», sino también su
virtualidad para fomentar la democracia y los
derechos humanos.
Sin embargo, y pese a estos logros indiscutibles, no debe olvidarse que las microfinanzas
están todavía en una etapa muy incipiente. Es
difícil estimar el tamaño potencial de este mercado, pero las cifras antes señaladas de población
de bajos ingresos con severas dificultades de
acceso al sector financiero (en torno a 4.000
millones) resultan suficientemente explicativas
respecto al desafío que debe afrontar el sector
microfinanciero para cumplir en niveles significativos su misión social.
Ciertamente, la dimensión alcanzada por el
sector rebasa claramente ya lo puramente testimonial, pero está muy lejos todavía de incidir de
forma realmente relevante en el problema global
de la pobreza. Hace falta una dimensión radicalmente mayor y eso exige del sector una transformación así mismo radical. Transformación que
permita superar los obstáculos básicos que dificultan el salto cualitativo que el sector microfinanciero debería dar para afrontar adecuadamente los retos a los que se enfrenta. Obstáculos
que, aparte de los derivados de los marcos regulatorios e institucionales, remiten –directa o indirectamente– a problemas de calidad de la gestión
y, muy especialmente, a problemas de eficiencia:
9
S. Navajas y L. Tejerina, Microfinance in Latin America
and the Caribbean: How Large is the Market?, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 2006.
10
T. Janson, R. Rosales y G. Westley, Principios y prácticas
para la regulación y supervisión de las microfinanzas, Banco
Interamericano de Desarrollo, Washington, 2003. Sobre este
tema tiene utilidad también G. D. Westley, op. cit.
273
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
a la capacidad de ofrecer buenos productos y servicios, con costes de transformación cada vez
menores y, por lo tanto, a precios inferiores. Y
todo ello con márgenes y niveles de rentabilidad
positivos, que permitan un crecimiento constante sin merma de la solidez financiera.11
recidas a través de las microfinanzas, con el objetivo de ayudarlas a satisfacer sus necesidades
básicas y, particularmente, a emprender actividades productivas de pequeña escala, contribuyendo así a mejorar su nivel de vida y a fortalecer el
desarrollo sostenible de las sociedades en que
actúa.
La Fundación aspira a la consecución de su
misión a través de la orientación que ofrece su
visión: la promoción de la accesibilidad financiera a través de la eficiencia. Una eficiencia enfocada a ayudar a extender y profundizar el alcance de la actividad microfinanciera.
Cuenta para ello con una dotación –aportada
por BBVA– de 200 millones de euros y centra inicialmente su actividad en América Latina, con
una atención prioritaria a los países en los que el
Grupo BBVA tiene una presencia significativa, si
bien no excluye la actuación en otros países de la
región e incluso en otras áreas en desarrollo.
La Fundación desarrolla su misión a través de
dos líneas de actuación:
– La promoción general de las microfinanzas.
– La construcción de una red microfinanciera.
La primera es para la Fundación una línea
complementaria de su actividad fundamental.
Con un carácter esencialmente abierto –no limitado a las entidades de la red–, tiene por finalidad impulsar el desarrollo del sector y contribuir
a la mejora de la calidad de la gestión de las entidades microfinancieras, centrando particularmente su atención en los campos de la tecnología, la formación, la información, la difusión y el
fomento del conocimiento.
En cuanto a la segunda línea de actuación,
constituye la vertiente prioritaria del trabajo de
la Fundación: la construcción de una red que la
Fundación está consolidando a través de la
adquisición de entidades microfinancieras ya
existentes o de la creación de nuevas entidades,
en colaboración con entidades previas sin forma
societaria: siempre a través del acuerdo absoluto
con las entidades con las que entra en relación.
El objetivo a medio plazo de la Fundación es convertirla en una de las mayores redes microfinancieras de América Latina y del mundo. Un obje-
3. EL PROYECTO DE LA FUNDACIÓN
MICROFINANZAS BBVA
Es la percepción de esta problemática la que está
en la base del nacimiento de la Fundación Microfinanzas BBVA, que surge con la finalidad primordial de luchar contra la exclusión financiera
a través del apoyo a la expansión de la actividad
microfinanciera. Creada en 2007 por BBVA en el
marco de su política de Responsabilidad Corporativa y de su compromiso con las sociedades en
que opera, pero totalmente independiente en su
personalidad jurídica, en su gobierno y en su gestión, es una entidad sin ánimo de beneficio, regulada por la legislación española, con el carácter
de fundación de asistencia e inclusión social. Una
entidad, por otra parte, que es expresión de una
vía innovadora de filantropía empresarial –decididamente alternativa frente a los modelos convencionales– y que canaliza una forma de actuación presidida por criterios de máxima eficacia y
utilidad social.
Desde esta perspectiva, concreta su misión en
la promoción de la accesibilidad financiera como
instrumento básico de mejora del futuro de las
personas de recursos escasos. Un objetivo que se
materializa en el fomento del acceso al crédito y
a la actividad financiera de las personas desfavo-
11
Sobre la necesidad de un salto radical en la dimensión
del sector, es muy ilustrativo el breve texto de M. Chu,
«Microfinanzas: movilizando mercados para combatir la
pobreza. La experiencia de América Latina», Seminario Crecimiento Económico de Amplio Alcance, 47 Reunión Anual,
BID, Belo Horizonte (Brasil), 31/3/2006. Sobre los problemas de gestión de las entidades microfinancieras, tiene
mucho interés Armendáriz y Morduch, op. cit. Para los
desafíos a los que se enfrenta el sector y sus posibles tendencias de futuro, puede verse E. Littlefield, B. Helms y D. Porteus, Financial inclusion 2015: four scenarios for the future of
microfinance, CGAP, Focus Note, Washington, octubre de 2006.
274
LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA: UNA APUESTA CONTRA LA EXCLUSIÓN FINANCIERA
• No obstante la autonomía de cada entidad,
la Fundación apoyará la gestión de las entidades de la red, particularmente en los
ámbitos de la tecnología, la organización, la
gestión del riesgo, el desarrollo comercial, la
formación y la transparencia informativa,
tratando también de facilitar su acceso a los
recursos financieros. Un apoyo que permitirá avances en la eficiencia que las entidades
difícilmente conseguirían fuera de la red.
• Todo ello, al tiempo que las entidades se
benefician de las ventajas que la participación accionarial de la Fundación las puede
aportar en términos de fortalecimiento de
la estructura de propiedad, de reputación y
de capacidad de interlocución con reguladores, supervisores, inversores y suministradores de financiación.
Características, en suma, que previsiblemente
permitirán a las entidades alcanzar ventajas múltiples derivadas de las sinergias, las economías de
escala y alcance y la capacidad de crecimiento
que ofrece una red integrada, cohesionada y
coherente de esta naturaleza.
Se trata de un proyecto que ha superado ya
el estado de las buenas intenciones: la Fundación –pese a su juventud– cuenta ya con cinco
entidades en su Red microfinanciera: Caja
Rural de Ahorro y Crédito Nor Perú, Caja Rural
de Ahorro y Crédito del Sur y Edpyme Crear
Tacna, en Perú, entidades que fusionará en una
sola entidad en 2008; junto a la creación de una
nueva entidad regulada en Colombia, Bancamía, en estrecha colaboración con la Corporación Mundial de la Mujer-Bogotá y Corporación
Mundial de la Mujer-Medellín. A finales de
marzo de 2008, estas cinco entidades atendían a
314.000 clientes, lo que –si se incluyen los familiares dependientes– supone una cifra cercana al
millón de personas benefiarias. La Fundación
está hincando proyectos en Argentina, Chile,
Brasil y México, y espera cerrar el ejercicio con
la incorporación a la Red de, al menos, tres o
cuatro entidades adicionales.
Son líneas de trabajo, de otro lado, en las que
la Fundación alienta la colaboración con otras
tivo, debe reiterarse, instrumental: la finalidad
última es que la red permita potenciar sustancialmente la eficiencia y el alcance social de las
entidades incorporadas.
Si bien existen numerosas redes microfinancieras,12 la que promueve la Fundación se caracteriza por rasgos bien delimitados, que la convierten en un modelo claramente diferencial en
el sector:
• La Fundación pretende que las entidades
que la conformen sean –siempre que sea
legalmente posible– reguladas, ayudando
cuanto esté en su mano a su transformación
cuando aún no lo sean.
• La Fundación aspirará a ser siempre accionista de referencia, y habitualmente, mayoritario.
• La red se caracterizará por una estrategia y
una cultura corporativa comunes, sistemas
de gobierno corporativo y de cumplimiento coherentes y una plataforma tecnológica
compartida.
• Cada entidad mantendrá su identidad claramente diferenciada y desarrollará una
gestión autónoma, pero con un requisito
común –la autosostenibilidad– y un objetivo compartido: extender y profundizar el
alcance de su actividad cuanto sea posible.
La Fundación, en este sentido, velará por la
garantía de la misión social de las entidades
e impulsará en todas el desarrollo de sistemas rigurosos de evaluación del desempeño social.
• La oferta de productos y servicios será todo
lo diversificada que cada entidad esté en
condiciones de conseguir: en la medida en
que se tratará de que las entidades sean
reguladas, todas avanzarán hacia la disponibilidad de productos de pasivo, que la
Fundación considera un elemento básico
para la autosostenibilidad económica.
12
Sobre redes microfinancieras, puede verse What is a
Network? The Diversity of Networks in Microfinance Today, Focus
Note, CGAP, Washington, julio de 2004.
275
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
entidades. En esta perspectiva, la Fundación ha
suscrito acuerdos de colaboración para el fomento de la actividad microfinanciera con el Banco
Interamericano de Desarrollo, International
Finance Corporation, el Banco de Desarrollo
Económico para Puerto Rico, Accenture, Management Solutions y la Universidad de Navarra.
Acuerdos a los que se espera añadir convenios
adicionales a lo largo de 2008 con diferentes instituciones (multilaterales, académicas y tecnológicas).
En definitiva, la Fundación Microfinanzas
BBVA quiere contribuir a través de todas sus
actuaciones a la expansión y al mejor funcionamiento de las microfinanzas, con la finalidad última de contribuir a extender la accesibilidad
financiera de los sectores de bajos ingresos. Una
finalidad para la que está desarrollando un
modelo de intervención diferencial e innovador
en el sector microfinanciero. Apostando por él
como uno de los instrumentos más eficaces y de
mayor potencialidad en la lucha contra la pobreza y en el impulso del desarrollo.
Más información www.fundacionmicrofinanzasbbva.org
Reunión Anual, BID, Belo Horizonte (Brasil), 31/3/2006.
B. Gutiérrez y M. J. Pérez (coord.), Microcrédito en
países desarrollados: problemas, retos y propuestas,
Marcial Pons, Madrid, 2005.
S. L. Hart, The Capitalism at the Crossroads, Wharton School Publishing, 2005.
T. Janson, R. Rosales y G. Westley, Principios y
prácticas para la regulación y supervisión de las
microfinanzas, Banco Interamericano de
Desarrollo, Washington, 2003.
E. Littlefield, B. Helms y D. Porteus, Financial
inclusion 2015: four scenarios for the future of
microfinance, CGAP, Focus Note, Washington,
octubre de 2006.
A. Maddison, La economía mundial. Una perspectiva planetaria, OCDE, París, 2002.
L. A. Moreno, «Extending financial services to
Latin America´s poors», The McKinsey Quarterly, 2007, edición especial (Shaping a new
agenda for Latin America).
S. Navajas y L. Tejerina, Microfinance in Latin
America and the Caribbean: How Large is the
Market?, Banco Interamericano de Desarrollo,
Washington, 2006.
PNUD, Informe sobre el Desarrollo Humano, 2002,
Mundi Prensa, Madrid, 2002.
M. Robinson, The Microfinance Revolution,
Banco Mundial, Washington, 2001 (edición
en castellano también del Banco Mundial en
2004).
G. D. Westley, ¿Pueden las políticas de los mercados financieros reducir la desigualdad del ingreso?, Banco Interamericano de Desarrollo,
Washington, 2001.
What is a Network? The Diversity of Networks in
Microfinance Today, Focus Note, CGAP, Washington, julio de 2004.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Ámsterdam, 2006.
B. Armendáriz y J. Morduch, The Economics of
Microfinance, The MIT Press, Cambridge, 2005.
Banco Mundial, Informe sobre el desarrollo mundial,
2005, Mundi Prensa, Madrid, 2006.
M. Chu, «Microfinanzas: movilizando mercados para combatir la pobreza. La experiencia de América Latina», Seminario Crecimiento Económico de Amplio Alcance, 47
276
LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA
VIDA DEDICADA AL TRABAJO CON LA GENEROSIDAD,
LA INNOVACIÓN, LA ORGANIZACIÓN Y LA
AUTOEXIGENCIA COMO REFERENCIAS
Amadeo Petitbò Juan
espejo en el que se han mirado muchos competidores. El joven ingeniero siempre tuvo presente
el consejo de su profesor en la Escuela, José
María Aguirre Gonzalo: «Toda empresa que no
crece, muere».
La inteligencia y el esfuerzo fueron los motores de un proceso arrebatado. La inteligencia es
un don natural pero el esfuerzo es un reflejo de
la voluntad y un ingrediente imprescindible en
las iniciativas que desean ser coronadas por el
éxito. Rafael del Pino siempre creyó que sin
esfuerzo no es posible llevar a cabo proyectos de
envergadura: «Un esfuerzo sostenido es indispensable para conseguir aquellas metas que nos
proponemos... Sin esfuerzo no hay logros ni éxitos que merezcan este nombre. Sin el necesario
esfuerzo, el futuro de los pueblos se diluye en el
mar de los proyectos inconclusos».
La actividad empresarial también le sirvió
para reafirmar sus ideas en pro de la empresa y
del libre mercado, pilares de las economías
modernas. Como subrayó el profesor Lucas Beltrán: «El mercado pudo nacer porque había cierta estabilidad jurídica, y sólo la consolidación de
esta estabilidad ha permitido su desarrollo. Para
poder tomar parte del mercado, los hombres
tuvieron que renunciar a la violencia y someterse
a reglas que aseguran la paz. El mercado es todo
lo contrario de la jungla: es libertad, igualdad
jurídica, negociación pacífica». Y en España,
paso a paso, se daban las condiciones para que el
Finalizadas las contiendas española y europea, en
el año 1947 Rafael del Pino y Moreno concluyó
sus estudios en la exigente Escuela de Ingenieros
de Caminos de Madrid. Mientras se formaba,
entró en contacto con el mundo empresarial privado haciendo prácticas en la empresa Vías y
Construcciones. Con el título de ingeniero en sus
manos, inició su actividad profesional como funcionario público en los Servicios Hidráulicos del
Guadiana.
El ingeniero Rafael del Pino y Moreno no
tardó mucho tiempo en convertir los dilatados
horizontes de su vocación empresarial en realidad. En efecto, el día 18 de diciembre del año
1952, en aquel marco arcaico en lo que al panorama empresarial se refiere, fundó Ferrovial, la
empresa a la que ha dedicado 50 años de su vida
y de la que fue Director, Consejero Delegado,
Presidente y, tras su retiro voluntario, Presidente
de Honor. Desde aquel lejano día del año 1952
en que empezó su actividad acompañada de la
necesaria areté contemplada en los poemas de
Homero hasta el traspaso de la dirección de
Ferrovial a su hijo Rafael, pasaron 50 años de
sacrificios, estudio y trabajo duro, reflejo de la
inteligencia y el valor, que han servido para convertir aquella pequeña empresa dedicada al cajeado
de traviesas de madera para los ferrocarriles, con
la ayuda de la primera cajeadora portátil (Robel)
que operaba en España, en una empresa líder,
competitiva nacional e internacionalmente y
277
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
mercado pudiera ser la referencia en el proceso
de asignación de los recursos. Fue al amparo de
las nuevas condiciones económicas, con el mercado como referencia, que Rafael del Pino fue
consolidando su empresa. Y en defensa de sus
sólidas convicciones a favor de la libertad económica llegó a retar el tradicional intervencionismo
–«relajado» pero «vigoroso», en palabras del Premio Libre Empresa de la Fundación Rafael del
Pino, profesor Antonio Cidoncha– del gobierno
decidiendo importar productos metálicos pues,
al amparo de la protección ineficiente eran más
caros en España que en el exterior, como hubo de
reconocer el propio ministro de Industria, López
Bravo, que forzó la reacción competitiva de la
empresa dominante española, que redujo sus
precios. El reto no fue difícil pero el gesto merece ser destacado por lo inusual en la época. Fue
un paso a favor de la libertad, la igualdad jurídica y la negociación pacífica, de acuerdo con las
referencias del ilustre profesor.
A Rafael del Pino, como buen navegante, no le
asustaba el riesgo. Ni siquiera el riesgo internacionalizado. Sabía que la actividad emprendedora entraña incertidumbre y que sin riesgo no se
alcanzan buenos resultados ni lugares de excelencia en el mundo empresarial.
A Rafael del Pino le gustaba diseñar estrategias empresariales. Sus criterios recuerdan el
consejo de Sun Tzu; «Nada es más difícil que el
arte de las maniobras. Lo que es difícil en las
maniobras es convertir la ruta desviada en la más
directa y convertir la mala suerte en ventaja». En
el año 1956, con motivo de la renovación de vía
del ferrocarril Bilbao-Portugalete, proyecto complejo, sostuvo con singular convencimiento:
«...aunque perdamos hay que arriesgarse para
salir adelante». Aquella determinación puede
considerarse como el preludio de las grandes
obras públicas en las que las vías han sido el factor condicionante. En este campo, Rafael del Pino
fue protagonista indiscutible durante su actividad empresarial: el tramo El Ferrol-Gijón, donde
se estrenaron dos de las primeras palas cargadoras, la renovación de la doble vía Madrid-Barcelona, donde se utilizó una nueva técnica de aprovechamiento del balasto existente mediante
remachaqueo y clasificación, los trayectos
Madrid-Sevilla, Madrid-Barcelona y MadridTalavera, la superestructura Madrid-Burgos,
dotada de traviesas mixtas RS y carril de 54 kg.,
en barra larga, los metros de Madrid y Barcelona
ó 30 km. de vía entre las Rozas y Chamartín
(1958), entre otras obras de envergadura.
Los riesgos asumidos se traducían en éxitos y,
sobre todo, en el preludio del proceso de desarrollo tecnológico y organizativo que ha impregnado
la actividad de Ferrovial desde sus inicios. Todo
ello sin olvidar otras iniciativas como la Estación
de Clasificación de Vicálvaro, donde se emplearon por primera vez las mototraillas G-19; el
empleo de la técnica de ultracongelación del
terreno para asegurar la construcción de la contrabóveda del túnel de la nueva estación de
Jesús; la utilización, por primera vez, de la vía en
placa en el tramo La Encina-Fuente la Higuera;
la contribución al desarrollo del tren de alta velocidad; el empleo, también por primera vez, de
tuneladoras, y un largo etcétera.
Rafael del Pino era consciente de que el crecimiento de Ferrovial exigía la diversificación e
internacionalización de sus actividades. No todo
tenía que estar ligado directamente a los ferrocarriles ni la actividad debía concentrarse en España. En consecuencia, en el año 1958 acometió la
primera obra no ferroviaria. Se trataba de la participación en el complejo hidroeléctrico n. 2 en el
río Sil. A esta iniciativa le siguió la explotación de
canteras para balasto (Cutamilla, Collado-Mediano, por ejemplo) y, sobre todo, el inicio de una
nueva aventura empresarial: la apuesta por el
mercado concesional. En este campo también fue
pionero al estudiar concienzudamente, primero,
y concursar, después, en un contexto de escepticismo ante lo desconocido, a la concesión y posterior explotación de la autopista Bilbao-Behovia. Y lo hizo sin apoyo de ninguna institución
financiera, apostando por la calidad y la capacidad tecnológica. El análisis demográfico y económico y la consideración de experiencias lejanas
han sido referencias que siempre le han acompañado y en aquella ocasión fueron los elementos
determinantes de su decisión. Y la visión amplia
del emprendedor y navegante le llevó a Nortea-
278
LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO...
mérica, Hispanoamérica, Europa y, también, a
los países árabes.
Trabajador infatigable, además de su labor en
Ferrovial ha presidido empresas públicas y privadas, entre las que destacan la Empresa Nacional
del Gas, Philips Ibérica, Europistas, Eurovías y
otras empresas concesionarias de autopistas. En
muchos casos ha ostentado la Presidencia de Honor,
merecido reconocimiento por la labor realizada.
Asimismo, fue vocal o consejero, entre otras
empresas, del Instituto Nacional de Hidrocarburos, la Empresa Nacional de Petróleos de Tarragona, Butano, S. A. y Consortium. También tuvo
una actividad destacada en el mundo financiero
como miembro de la Comisión Ejecutiva del
Banco Hispano Americano, y Consejero y miembro de la Comisión Permanente Ejecutiva del
Banco Central Hispano Americano. Asimismo,
presidió la patronal Seopan, fue socio fundador y
Vicepresidente del Círculo de Empresarios, Vocal
de la Asociación para el Progreso de la Dirección
y Miembro fundador y Presidente del Instituto
de la Empresa Familiar.
Su actividad empresarial siempre estuvo acompañada por una fuerte sensibilidad intelectual.
Lector infatigable, dotado de una poderosa memoria y una curiosidad universal, fue Fundador y es
Vocal del Consejo del Colegio Libre de Eméritos,
Miembro del Patronato de la Fundación Príncipe
de Asturias, de la Fundación del Real Monasterio
de Silos y de la Fundación General Complutense.
Asimismo fue Presidente de Honor de la Asociación Española del Pacto Mundial y miembro del
Consejo de Patronos de la Asociación Española de
Fundaciones. Asimismo, fue miembro del International Advisory Board del IESE y del Patronato de
la Fundación de la Universidad Complutense.
A su quehacer empresarial y curiosidad intelectual debe sumarse su altruismo, materializado, de
forma ejemplar, en la creación de la Fundación
Rafael del Pino en el año 1999, cuyo Patronato presidió. Con frecuencia repetía lo que han sido las
referencias fundamentales que le condujeron a la
decisión de crear la Fundación que lleva su nombre:
«devolver a la sociedad española parte de lo que esta
misma sociedad me ha dado a lo largo de mi vida
personal y profesional. Ha sido mi deseo que la Fundación sea independiente y cuente con una larga
vida. Para ello cuento con el compromiso de mi
familia». Más concretamente, en palabras de Doña
María del Pino, Vicepresidenta de la Fundación: «El
Fundador, mi padre, tuvo siempre la inquietud de
contribuir a que los jóvenes con vocación de
emprendedores ampliaran su formación global, lo
que sin duda les facilitará la mejor comprensión del
entorno en el que han de tomar decisiones. Él ha
sido un emprendedor nato, y un autodidacta con
una enorme curiosidad por muchas disciplinas, que
ha estudiado con profundidad y sin descanso, lo
que, sin duda, le ha ayudado en sus aciertos».
Por todas sus actividades recibió distintos reconocimientos. Unos, en relación con su actividad
empresarial. Otros, como consecuencia de su
altruismo. Era Caballero Gran Cruz de la Orden
del Mérito Civil y recibió la Medalla de Oro al
Mérito en el Trabajo. Doctor Honoris Causa por la
Universidad de Castilla-La Mancha, Premio Juan
Lladó, Placa de Oro de la Real Academia Española, Medalla de Oro de la Real Academia de la Historia y de la Sociedad Geográfica Española.
Obtuvo el Premio al mejor empresario en el
campo de la construcción y la promoción inmobiliaria en los años 1993, 1994, 1996 y 1999, y el
Premio al mejor empresario, concedido por la
Cámara de Comercio de Madrid, en el año 1986.
Asimismo, múltiples obras realizadas por
Ferrovial (Puente del Arco de la Regenta, Museo
Guggenheim, nueva terminal del aeropuerto de
Bilbao, ampliación de las obras del metro de
Madrid, Edificio de la Facultad de Ciencias de la
Salud en La Coruña, entre otros) han sido objeto
de premios y reconocimiento.
A continuación me referiré, más detalladamente, a algunos aspectos de su trayectoria vital.
LA GENEROSIDAD Y EL PATRIOTISMO
COMO VIRTUDES, PRELUDIO
DE UN PROYECTO LLENO DE ILUSIÓN
Rafael del Pino siempre fue un hombre generoso
y un patriota. Lo saben sus amigos y quienes tra-
279
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
bajaron con él. También lo saben quienes le
conocieron en las organizaciones con las que
colaboró. Por ello, no debe extrañar que al crear
la Fundación que lleva su nombre tradujera su
voluntad de poner en marcha un proyecto lleno
de ilusión cuyo objetivo era contribuir al «desarrollo de mi patria y a la cohesión social». La
misma ilusión con la que medio siglo antes creó
una empresa líder.
La generosidad debe ser entendida como un
acto de servicio a nuestros conciudadanos y a
nuestro país. De acuerdo con estas convicciones,
a Rafael del Pino le gustaba recordar a Einstein,
no en su faceta científica sino en su faceta humana: estamos en este mundo «Para servirnos unos
a otros». Con esta premisa era fácil continuar la
argumentación: «En mi opinión, esa debe ser
nuestra meta: cada uno de nosotros, desde nuestro puesto en la sociedad, deberíamos esforzarnos en servir a los demás. Por razones filosóficas
y éticas, aunque también por razones pragmáticas, puesto que lo que es bueno para los demás
suele serlo, de rechazo, para nosotros mismos».
Coherente con estas ideas decidió dotar, inicialmente, a la Fundación que lleva su nombre con
más de 110 millones de euros.
Su amor a España ha tenido múltiples expresiones a lo largo de su vida. En consecuencia, no
resulta extraño que explicitara con indudable
alegría el alto honor que supuso para la Fundación y para él mismo «la visita de S. M. El Rey en
el marco del III Foro Hispano Alemán, acompañado del Presidente de la República Federal Alemana, y la de SS. AA. RR. Los Príncipes de Asturias en el acto de presentación del Diccionario
del Estudiante».
La presencia de los miembros de la familia
real, acogida con el respeto y la sensibilidad que
los respectivos actos exigían, realzaba dos principios de inequívoca trascendencia que reflejan los
ejes de la actuación de la Fundación: la contribución a mejorar la formación de los dirigentes
españoles y la promoción y defensa de nuestro
patrimonio cultural. Es decir, la adecuada combinación de nuestra vocación presente y futura con
nuestro glorioso pasado.
Su patriotismo tuvo una magnífica expresión
en las investigaciones patrocinadas por la Fundación relacionadas con la historia de España. Un
ejemplo destacado ha sido la investigación sobre
la figura del Monarca a lo largo de la historia,
recientemente finalizada. La Monarquía ha constituido la referencia para el gobierno de España
a lo largo de su historia. Con el transcurso del
tiempo, de conformidad con esos cambios, la
figura del Rey ha adoptado muchas formas y contado con poderes muy distintos. Y pese a la
suprema calidad de su magistratura, desde el origen hasta hoy, cabe decir que no existía un estudio de conjunto que analizara y sistematizara la
figura jurídica del Monarca y la realeza en los distintos tiempos, su forma de gobernar, su proyección nacional e internacional, sus relaciones con
la Iglesia y el Ejército, o la acción cultural y social
que ha protagonizado. Esto es lo que se propuso
Rafael del Pino al acometer un proyecto investigador enciclopédico que, coordinado por el profesor José Antonio Escudero, ha reunido a un
conjunto de profesores e investigadores y que ha
fraguado en la publicación del libro «El Rey».
EL LIBRE MERCADO Y LA LIBERTAD
DE EMPRESA COMO MARCO EN EL QUE
LOS DIRIGENTES DEBEN LLEVAR A CABO
SU ACTIVIDAD
Rafael del Pino siempre creyó en la libertad
entendida en su sentido fuerte, como una unidad
indivisible. Es desde la libertad que los hombres
deben tomar sus decisiones y asumir sus responsabilidades. Pero es a partir de la libertad que las
sociedades deben forjar su futuro. Con tales premisas expresó su pensamiento con lucidez:
«Sabemos que el hombre fue creado libre. Libre
para tomar sus decisiones, libre para elegir su
camino, libre para actuar en cada momento, libre
para creer, para amar, para trabajar. Pero la libertad del hombre es una sola, y engloba todas las
libertades. No puede ser el hombre libre para
votar pero no para crear o emprender. La democracia estaría incompleta sin un sistema de economía de mercado en el que todos los ciudada-
280
LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO...
nos tengan libertad de perseguir sus sueños, sean
éstos cuales sean... Lo esencial es dejar que el individuo se realice y desarrolle sin trabas su creatividad y su iniciativa. Por lo tanto, la sociedad debe
entender que es peligroso pretender que unos
pocos, aún elegidos libremente por el pueblo, tengan una especial sabiduría para decidir qué es lo
mejor para sus ciudadanos, lo que, aparte de ser
solamente una hipótesis, tiende a limitar las libertades de los mismos que les eligieron».
Pero el ejercicio de la libertad exige instituciones solventes: «No podremos actuar de forma útil
y eficaz si el entorno que nos rodea no nos permite hacerlo con libertad. Hablando en términos
físicos, si no nos sintiéramos libres podríamos
estar produciendo mucha energía reactiva,
haciendo muchas cosas pero poco útiles».
Por esta razón, la Fundación ha colaborado con
organizaciones como el Consejo General del
Poder Judicial, las Academias de la Lengua y de la
Historia, las Universidades y las propias Administraciones Públicas en proyectos de interés común
dirigidos al supremo ejercicio de la mejora de los
profesionales y a la defensa de la libertad.
Como muestra de su clara vocación por la
defensa y promoción de la libertad, la Fundación
Rafael del Pino concede desde el año 2002 un
premio anual al mejor libro publicado por uno o
varios autores españoles que resalte los valores
del mercado en los campos de la economía general o de la economía y el derecho de la empresa.
No en vano, empresas y empresarios son el armazón y el núcleo de la actividad productiva basada
en el mercado. Tanto unas como otros resultan
insustituibles para el crecimiento económico, la
distribución de la renta y el bienestar de una
sociedad a largo plazo. Este premio viene a significar el reconocimiento a la investigación académica en los ámbitos de la libre iniciativa individual, el libre mercado y la libertad de empresa.
tes y de la cultura de la libre empresa mediante
el desarrollo de programas educativos, la concesión de becas, el fomento de la investigación y la
difusión del conocimiento.
El principal ingrediente del progreso de las
sociedades modernas es el conocimiento y sus
actores son los emprendedores. El conocimiento sirve para comprender y proyectar pero también es fuente de progreso económico y de
bienestar. Para el Diccionario de la Real Academia Española, conocimiento es «averiguar por
el ejercicio de las facultades intelectuales la
naturaleza, cualidades y relaciones de las
cosas». Pero el conocimiento permite también
incidir sobre cuanto nos rodea para mejorar
nuestras condiciones de vida. Se trata, en consecuencia, de un ejercicio intelectual y material.
En efecto, la experiencia de Rafael del Pino en
su desempeño empresarial, le permite sostener
con evidente contundencia que «nada contribuye tanto al crecimiento económico de los
países y al bienestar y felicidad de sus ciudadanos como la formación, el conocimiento y su
difusión y aplicación». Todo ello es una puesta
al día de un principio universal explicado con
meridiana claridad por Cicerón: «No es bastante adquirir sabiduría, sino que es necesario
aplicarla». Esta idea, sencilla pero potente, ha
sido el elemento decisivo que impulsó a Rafael
del Pino a crear la Fundación que lleva su
nombre.
La mejora de los conocimientos y su aplicación es, en consecuencia, un ejercicio que, apoyado en la elaborada inteligencia del hombre y en
el dominio de la misma, nos diferencia del resto
de los seres. En palabras de Rafael del Pino, «El
hombre, dotado de facultades intelectuales superiores a las demás especies animales, ha conseguido dominarlas por la vía de ampliar su conocimiento durante miles de siglos... Y hoy día, el
hombre moderno, nosotros, nos beneficiamos
del conocimiento acumulado por las Humanidad
desde que, en el corazón de África, nuestros lejanos ancestros, aquellos australopitecos, dieran
aquel paso que Teilhard de Chardin llamó “el
paso de la razón”».
EMPRENDER CON CONOCIMIENTOS
La Fundación Rafael del Pino ha prestado especial
atención al fomento de la formación de dirigen-
281
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Sin embargo, conocer y almacenar el conocimiento no es suficiente. El conocimiento debe ser
utilizado para adaptar la naturaleza a nuestras
necesidades y para garantizar la reproducción de la
propia naturaleza. De acuerdo con estos principios,
Rafael del Pino se ha referido a uno de los elementos que inspiran el quehacer cotidiano de la Fundación: «No es tanto el conocimiento como la transmisión del conocimiento lo que nos ha permitido
sobrevivir y dominar la Tierra. Y para que se produjera esta transmisión de conocimiento durante
milenios, en el hombre debían darse al menos dos
cualidades: el afán de aprender y la capacidad de
enseñar». Este afán de aprender «impulsa al hombre desde el amanecer de los tiempos hacia universos desconocidos» que, dada su infinita curiosidad,
Rafael del Pino intentó descubrir con singular tenacidad a través de su telescopio.
El ejercicio de la actividad empresarial durante algo más de cincuenta años condujo a Rafael
del Pino a la conclusión de que un país moderno
necesita dirigentes formados. Los dirigentes, en
general, son quienes manejan la batuta que dirige el concierto de la actividad humana. El dirigente actúa en su entorno como un catalizador
del progreso que, sobre la base de sus conocimientos y experiencia, genera un efecto multiplicador que beneficia a cuantos trabajan con él. En
consecuencia, formar dirigentes con el fin de que
puedan desarrollar con éxito sus iniciativas y
capacidades es un objetivo cargado de razón,
especialmente si el concepto no se limita al
mundo empresarial, sino que se extiende a los
distintos campos del saber. Pero, a la vez, es
ambicioso, complejo y difícil. En palabras de
Rafael del Pino que traducen una robusta realidad, «Nuestros dirigentes han demostrado
durante muchos años que con tenacidad y esfuerzo pueden alcanzarse lugares de excelencia en
todos los campos del saber y de la actividad profesional y empresarial. Por ello, creo que merece
la pena dedicar nuestro esfuerzo a que tanto los
dirigentes españoles actuales como los dirigentes
futuros puedan desarrollar con todo éxito sus
capacidades en un mundo progresivamente globalizado en el que la competitividad es una referencia fundamental».
FORMACIÓN DE FORMADORES
Rafael del Pino siempre creyó en las «fuerzas
educadoras y sociales» de las que hablaba Lord
Keynes: «La afirmación de la verdad, el descubrimiento de la ilusión, la disipación del odio, el
ensanchamiento y la educación del corazón y del
espíritu de los hombres deben ser los medios». Y
presidiendo tales nobles objetivos, la formación
y, en particular, la formación de los formadores,
se situó en el eje de sus preocupaciones. Sin buenos formadores no es posible formar a las generaciones futuras. Por esta razón, los recursos destinados a formar a quienes forman obtienen elevadas tasas de retorno. En consecuencia, la estrecha colaboración con el personal docente de las
universidades españolas y la preocupación por su
formación continua han constituido elementos
esenciales de la estrategia formativa de la Fundación, convencida del importante efecto multiplicador que dichas actividades tienen sobre el conjunto del sistema educativo y de la sociedad, en
general.
Las Cátedras Rafael del Pino, los Programas de
Investigación o los Seminarios para docentes,
organizados en los últimos años en las Universidades de Harvard y del Estado de Georgia, han
contribuido a consolidar una imagen de excelencia para la Fundación como entidad de referencia
en el ámbito del fomento de la formación de
nuestros dirigentes, ya sea por medios directos
(concesión de becas, organización de programas
de formación, etc.) o mediante las mencionadas
actividades de formación de formadores. En la
actualidad, estos seminarios se desarrollan en el
Real Instituto Complutense de la Universidad de
Harvard, en la Universidad de Atlanta y también
han tenido lugar en la sede del Banco Mundial
en Washington.
En coherencia con dichas ideas, con una clara
vocación formativa, la Fundación organiza, en
colaboración con diversas Universidades españolas, seminarios de formación y actualización de
los conocimientos de los profesores españoles en
los que participa personal docente en los Estados
Unidos. Estos seminarios van dirigidos prioritariamente a profesores, pero también a otros pro-
282
LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO...
fesionales, y tratan aspectos clave como la regulación económica, la competencia en los mercados, la reforma del sector público, el análisis económico del derecho o la economía y administración de empresas.
sidades. Conscientes de la excelencia de los becarios, la Fundación ha hecho un esfuerzo para
conceder un número de becas superior al de las
anunciadas en cada convocatoria.
Por otra parte, como resultado del debate
interno desarrollado en el seno de la Fundación
sobre estas cuestiones, motivado por la constatación del gran número de docentes españoles que
desarrollan sus actividades en las Universidades
de mayor prestigio del mundo, se ha definido un
nuevo programa que pretende favorecer la atracción de dicho talento docente hacia el sistema
universitario e investigador español. La Fundación ha considerado oportuno conceder al
menos 5 becas para facilitar el retorno temporal
de profesores e investigadores de primer nivel,
con el fin de cooperar con las universidades y los
centros de investigación españoles. En este nuevo
marco, se dedicará una atención especial a la
investigación en el campo de la salud.
FORMACIÓN DE DIRIGENTES Y
RECUPERACIÓN DEL TALENTO
Desde el inicio de sus actividades, la Fundación
ha desarrollado un sólido programa de Becas
de postgrado. En un principio, la oferta estaba
dirigida a graduados españoles e hispanoamericanos. Dos años después, dada la gran oferta
en becas dirigidas a estudiantes hispanoamericanos se amplió el número de becas dirigidas a
postgraduados españoles y se eliminó el programa destinado a estudiantes extranjeros. La
oferta ha sido amplia: entre 2001 y 2007 la Fundación ha concedido 140 becas de postgrado
que, sumadas a las becas de prórroga de estudios, se cifran en 231; es decir, un promedio de
29 becas cada año.
La experiencia demuestra que la selección de
becados efectuada por los distintos Comités organizados por la Fundación, desde el punto de vista
académico, ha ofrecido resultados óptimos. Después de seis años de sucesivas convocatorias, la
reputación del programa de becas de la Fundación
ha ido en aumento, no sólo por su relevancia económica, sino, además, porque la exigencia del
proceso de selección ha revelado que los becarios
seleccionados por la Fundación son de indudable
calidad como estudiantes y como potenciales dirigentes, con una proyección profesional innegable,
como ya demuestran los hechos.
El resultado alcanzado en todas las convocatorias ha sido inequívocamente positivo, ya que se
ha mantenido el elevado nivel de cualificación de
los solicitantes y los beneficiarios de las becas que
han llevado a cabo sus estudios en las mejores
universidades del mundo. Cabe destacar el elevado promedio de las calificaciones obtenidas
por los becarios de la Fundación, que se ha traducido, en muchos casos, en la publicación de sus
nombres en las Dean Lists de las distintas univer-
SABER COMPARTIDO Y BIENESTAR
SOCIAL
En la línea de las conclusiones alcanzadas por el
Premio Nobel de Economía Gary Becker, Rafael
del Pino creyó en la capacidad del capital humano
para crear las condiciones necesarias para alcanzar
elevadas cotas de bienestar social. El ejemplo de
muchos países le sirvió como punto de referencia.
Sus viajes no sólo eran un medio para contemplar
espacios o monumentos. También eran el motivo
para conocer la obra del hombre y cómo los hombres –individual y colectivamente– han aplicado
sus conocimientos y los han compartido con otros
hombres en beneficio de ambos y del conjunto de
la sociedad. Emprender, para Rafael del Pino, no
fue sólo la aplicación de una vocación que ha
enraizado fuerte y profundamente con el paso del
tiempo. Ha sido, además, el medio para contribuir
a la mejora del bienestar de los pobladores del
planeta. Emprender supone crear y transformar. Y
el aprendizaje continuo supone crear y transformar continuamente.
En palabras de Rafael del Pino, resulta cada
vez más evidente que «el crecimiento económico
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LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
y el bienestar dependen, sobre todo, de la capacidad de dicho capital humano de transformar el
conocimiento en riqueza. Si el objetivo de los
países debe ser alcanzar mayores dosis de bienestar para el conjunto de los ciudadanos, ello exige
el esfuerzo individual y colectivo, y que las
empresas y las organizaciones sean cada vez más
eficientes en el marco de una regulación apropiada y sepan compartir los conocimientos y
transmitir vibraciones competitivas a través del
saber compartido». En otras palabras, Rafael del
Pino cree en la capacidad creativa del hombre y
en la posibilidad de transformar esta capacidad
en bienestar duradero, más allá de las efímeras
intervenciones paliativas a corto plazo pero que
no eliminan las raíces del problema que, por evolución natural, tienden a reproducirse.
Más concretamente, transformar los conocimientos adquiridos tras muchas horas de reflexión y trabajo en riqueza. Ello requiere, por una
parte, el esfuerzo individual y, por otra, unas instituciones políticas y sociales adecuadas y un
marco regulador eficiente, que faciliten la capacidad de emprender y fomenten el espíritu empresarial. Tales objetivos se articulan perfectamente
con el conjunto de actividades desarrolladas por
la Fundación.
del ex Secretario General de Naciones Unidas,
Sr. Kofi Annan. Su intervención fue el medio utilizado para el lanzamiento de un proyecto de
tanta proyección como el Pacto Mundial cuyo
objetivo fundamental es fomentar las buenas
prácticas empresariales en los campos de los
derechos humanos, los derechos laborales y el
medio ambiente.
El segundo ejemplo destacado fue la intervención del Premio Nobel Muhammad Yunus,
que sirvió como instrumento de divulgación del
sistema de microcréditos como medio para que,
a partir de su propia iniciativa y responsabilidad,
muchos ciudadanos puedan iniciar la marcha por
la senda que les aleja de la pobreza.
Pero no se debe dejar de mencionar que,
hasta la fecha, han participado en el Programa
de Conferencias Magistrales de la Fundación,
los Premios Nobel Robert Engle, Robert
Aumann, Edmund Phelps, Gary Becker, Joseph
Stiglitz, Eric Maskin, Lech Walesa, o Muhammad Yunus, junto a otros expertos y autoridades
como Bill Clinton, Wim Duisemberg, Wallace
Oates, Oliver Williamson, Arnold Harberger,
Jagdish Bhagwati, Rodrigo Rato, Enrique Iglesias, Alberto Alesina, Supachai Panitchpakdi,
Wim Kok, Luis Ángel Rojo Duque, Miguel
Boyer, Enrique Fuentes Quintana, Leopoldo
Calvo-Sotelo y Bustelo, Olivier Blanchard o José
María Ordovás, entre otros.
APRENDER DE PERSONALIDADES CON
DIMENSIÓN HUMANA E INTELECTUAL
Como medio para contribuir a mejorar los conocimientos de los dirigentes españoles, la Fundación Rafael del Pino, desde sus inicios, ha elaborado un programa de conferencias de primer
nivel. El objetivo perseguido ha sido ofrecer a
nuestros conciudadanos la posibilidad de escuchar, conocer y compartir ideas con aquellas personas que han tenido una influencia decisiva en
el desarrollo del pensamiento contemporáneo o
que serán protagonistas de nuestra historia
inmediata. La selección de los conferenciantes ha
sido intencionada y ha tomado como elementos
de referencia su dimensión humana e intelectual.
Dos ejemplos ilustran, particularmente, los
principios anteriores. El primero, la presencia
EL CONOCIMIENTO DE LA HISTORIA
Y LA DEFENSA DEL PATRIMONIO
CULTURAL HISPÁNICO
Rafael del Pino, además de empresario, fue un
estudioso y un hombre dotado de una enorme
curiosidad sobre cuanto le rodeaba. Siempre
complementó su actividad empresarial con una
inusual dedicación a la lectura. Lectura profunda con la pericia de asimilar el núcleo de los
argumentos y el desarrollo de las ideas. Todo
cuanto le interesó, le condujo a leer para conocer con fundamentos. Su efervescencia intelectual nos remite a Horacio: «Qué causas rigen el
mar, qué gobierna el año, si las estrellas erran y
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LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO...
vagan al azar o a la fuerza, qué empuja a la luna
a la oscuridad, qué descubre su esfera, qué
quiere y qué puede la discorde concordia de las
cosas».
La improvisación no formaba parte de sus
costumbres. Ni la aceptaba de sus colaboradores.
Le interesaba el presente pero también el pasado
y el futuro. Con mucha frecuencia se refería a la
pertinencia de combinar «la voluntad de mejorar
el presente con el deseo de recuperar la memoria
del pasado para proyectar el futuro». Por esta
razón, no debe sorprender que sus conocimientos se extendieran hasta los campos de la historia
y de la astronomía. Ni debe resultar extraño que
hubiera querido complementar la actividad principal de la Fundación con la promoción del conocimiento de la historia, la defensa del patrimonio
cultural hispánico y el fomento de la importancia
de la lengua española como vehículo de comunicación en el mundo.
Una de sus primeras decisiones fue firmar un
convenio con la RAE para la elaboración de un
Diccionario del Estudiante. Se pretendía que el
Diccionario se convirtiera en un instrumento eficaz e imprescindible y que cubriera un espacio no
siempre atendido por los diccionarios escolares
tradicionales, dedicando su esfuerzo a una franja
de estudiantes españoles e hispanoamericanos
de edades comprendidas entre los 12 y los 17
años, por lo que incluye el léxico americano más
común y extendido. El diccionario fue concebido
como un inventario selectivo del léxico español
de nuestro tiempo. Con el apoyo a esta obra, la
Fundación ha contribuido a la comprensión del
español universal, caracterizado por la variedad
de su realización en el mundo hispánico, acentuada por la globalización de las comunicaciones,
los flujos migratorios y la movilidad de un número creciente de personas.
Otra iniciativa necesaria, impulsada por
Rafael del Pino en estrecha colaboración con la
Sociedad Geográfica Española, fue la publicación
de un libro de alta divulgación escrito magistralmente por el Catedrático Felipe FernándezArmesto que explica la historia de los descubrimientos, destacando el papel de los viajeros y
exploradores españoles. El libro, que ha sido editado en 10 idiomas hasta la fecha (español,
inglés, coreano, alemán, portugués, búlgaro,
ruso, italiano, chino complejo y chino simple),
constituye un fascinante, riguroso y ameno recorrido por la historia de la exploración, en el que
el prestigioso historiador y Catedrático analiza
cómo las sucesivas exploraciones y descubrimientos a lo largo de la historia han ido cambiando la
configuración del mundo.
Esta historia mundial de la exploración,
empieza con el análisis de las grandes migraciones del homo sapiens, situándolas en su contexto natural y geográfico. Presta atención a las
exploraciones alcanzadas por pueblos extraeuropeos. Intenta, sobre todo, reconstruir las rutas
de los grandes pioneros, que establecieron los
vínculos entre culturas divergentes, y los caminos recorridos mediante contactos y conquistas,
comercios y contagios. Los logros de los descubridores europeos y españoles brillan más en su
contexto mundial.
Y tras comprobar que las cuestiones relacionadas con la administración española allende nuestras fronteras suscitan un vivo interés que las
hace merecedoras de un estudio y análisis científico de síntesis, la Fundación promovió, además,
la celebración de un Congreso internacional de
carácter científico del más alto nivel dedicado a
exponer y contrastar el estado actual de los conocimientos sobre la organización, estructura administrativa y práctica de gobierno de los territorios
americanos y oceánicos que en su día estuvieron
vinculados a España.
La universal curiosidad intelectual de Rafael
del Pino y sus reflexiones tras las lentes de su
telescopio le llevaron por los senderos del estudio del origen del universo y de la vida. Sus
ideas se reflejaron en sendos paneles diseñados
por el profesor Arsuaga y su equipo, y materializados por el pintor Fernando Fueyo, que ilustran, por un lado, la historia del universo y de
la vida y, por otro, los principales hitos de la
humanidad.
Además, su singular inquietud por sacar las
ideas y el conocimiento de las cajas oscuras de los
285
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
estudiosos se tradujo en la preparación de un
conjunto de documentos de distribución masiva,
dirigidos especialmente a los jóvenes, realizados
con ánimo pedagógico y precisión científica por
el equipo del profesor Arsuaga.
litar la vida cotidiana de los lesionados, desarrollar infraestructuras deportivas adaptadas y
fomentar la innovación tecnológica.
En primer lugar, Rafael del Pino desó contribuir a facilitar la vida cotidiana de los lesionados medulares y, para ello, la Fundación ha
equipado el Centro de Rehabilitación para personas con Lesión Medular de la Fundación
Lesionado Medular, cuyo objetivo es la rehabilitación biológica, psicológica y social de las
personas que sufren esta lesión. De esta forma,
el Centro contará con nuevos equipos y aparatos técnicos.
En segundo lugar, la Fundación Rafael del
Pino, la Fundación del Hospital Nacional de
Parapléjicos para la Investigación y la Integración y el Grupo Indra han acordado investigar
conjuntamente nuevas tecnologías para hacer la
vida más accesible a los afectados por lesiones
medulares.
El proyecto seleccionado para iniciar las actividades de investigación en este campo ha sido el
proyecto TOyRA (Terapia Ocupacional y Realidad
Aumentada), cuyo objetivo es desarrollar una plataforma de terapia ocupacional que facilite la gestión de múltiples pacientes por un reducido número de fisioterapeutas y que, al mismo tiempo, permita disponer de una adecuada gestión automatizada de la evolución de cada paciente.
Finalmente, entre las líneas de colaboración
iniciadas con la Fundación del Hospital Nacional
de Parapléjicos para la Investigación e Integración, se encuentra la construcción de un complejo polideportivo que recibirá el nombre de Complejo Polideportivo Rafael del Pino.
El proyecto contempla la construcción de
modernas instalaciones polideportivas en los
terrenos aledaños del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo (incluyendo un Centro de Alto
Rendimiento Deportivo, pistas de atletismo, piscina, etc.) adaptadas a los lesionados medulares.
El Complejo Polideportivo Rafael del Pino
tiene como finalidades:
• Facilitar el acceso al deporte, como instrumento terapéutico y de integración social,
a los pacientes del Hospital Nacional de
AYUDAR A LOS NECESITADOS
A iniciativa de Rafael del Pino y Moreno, a partir
del año 2007, la Fundación que lleva su nombre
cuenta con recursos cuya finalidad específica es el
impulso de iniciativas dirigidas a contribuir a
mejorar la calidad de vida de aquellos ciudadanos afectados por una lesión medular y a reforzar
el programa de fomento de la investigación en el
campo de salud iniciado en 2006.
Los primeros pasos de la Fundación en este
campo fraguaron en la dotación de becas de
investigación oncológica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) que han sido asignadas hasta la fecha a investigadores del Instituto de Investigación del Hospital Universitario Vall
d´Hebrón y del Laboratorio de Farmacogenómica del
Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de
Navarra.
Asimismo, la Fundación ha patrocinado investigaciones sobre distintos aspectos relacionados
con la prevención de la enfermedad y la defensa
de la salud a saber, evaluación del impacto de un
paquete de medidas: la incidencia, diagnóstico
rápido y anticipación terapéutica de la neumonía
asociada a la ventilación mecánica (NAVM) en
adultos, desarrollada por la Fundación para la
Investigación Biomédica del Hospital Gregorio
Marañón o el estudio sobre los factores predictivos de respuesta y pronóstico en mujeres con
cáncer de mama que presentan recidiva local en
pared torácica, desarrollada por el Servicio de
Oncología Médica del Hospital Universitario 12
de Octubre, por ejemplo.
La nueva línea de actuación iniciada en
2007 tendrá como objetivo el impulso de iniciativas dirigidas a mejorar la calidad de vida
de los lesionados medulares. Estas iniciativas
se desarrollarán en tres frentes: contribuir a faci-
286
LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO...
Parapléjicos, a otros lesionados medulares
y personas con discapacidad y, complementariamente, a deportistas.
• Potenciar la integración social de las personas con discapacidad mediante la utilización conjunta del Complejo Polideportivo
por deportistas con y sin discapacidad.
• Permitir la puesta en funcionamiento de un
Centro de Alto Rendimiento Deportivo
para deportistas paralímpicos y otras personas con discapacidad.
Además del Complejo Polideportivo Rafael
del Pino, ambas instituciones están valorando
otras vertientes de cooperación que se irán concretando en el futuro.
administración de entidades no lucrativas. Este
hecho, además de suponer el compromiso de los
futuros dirigentes empresariales, contribuye a
incrementar la reflexión sobre la gestión de las
entidades no lucrativas y, en consecuencia, a
mejorar sus resultados.
Es cierto que la situación mejora poco a
poco. También lo es que las escuelas de negocios, y algunas universidades, con el apoyo del
propio colectivo fundacional, organizan cursos
de capacitación para gestores de organizaciones no lucrativas. Pero la reflexión y la discusión, desde las propias organizaciones no
lucrativas y desde sus representantes orgánicos
y las administraciones tutelares, deben alcanzar cotas superiores de conocimiento. El teresiano camino hacia la perfección debería ser
más transitado.
A pesar de que la experiencia de la empresa
privada debería ser una referencia inexcusable, la
comparación entre las organizaciones no lucrativas y las empresas exhibe diferencias relevantes
en, al menos, los campos siguientes: Objetivos,
Regulación, Origen de los recursos, Gestión y
control de resultados y Composición de los órganos de dirección. Todo ello, teniendo en cuenta
el consejo de Drucker: oportunidades, competencia y compromiso en un contexto en el que los
objetivos son cambiantes.
En relación con los objetivos, los correspondientes a las empresas privadas (maximización de
los beneficios, maximización de las ventas, incremento del valor de las acciones, aumento de las
cuotas de mercado...) en un contexto competitivo
no coinciden con los correspondientes a las fundaciones que, por regla general, pretenden cubrir
el espacio de necesidades sociales no atendido
adecuadamente por el sector público. Las fundaciones centran su cometido en el cumplimiento
de fines sociales cuya diversidad es innegable. Es
justamente dicha diversidad el elemento que permite introducir criterios de diferenciación y, en
consecuencia, de competitividad, entre las distintas fundaciones. En definitiva, los objetivos de las
fundaciones deben ser adecuados a la disponibilidad de recursos financieros que deben ser emple-
PRINCIPIOS DE GESTIÓN DE PROYECTOS
De acuerdo con los principios de P. Drucker, una
estructura organizativa que no sea eficiente dificulta la obtención de buenos resultados, con
independencia de la calidad de los directivos.
Rafael del Pino fue partidario de dicho principio.
En consecuencia, impulsó la articulación de un
equipo reducido que tomase la eficiencia como
norte. Sin embargo, una gestión eficiente requiere, además, una regulación que también sea eficiente, lo que no siempre sucede.
En relación con la gestión de las fundaciones,
en primer lugar, debe sostenerse que la referencia deben ser los criterios empleados en la gestión privada, pues, además de contar con una
larga tradición, las empresas privadas son las
organizaciones que más se preocupan por la utilización eficiente de los recursos. En España, la
experiencia todavía es escasa y la implicación de
los centros de enseñanza superior en la docencia
relacionada con la gestión de las fundaciones es
insuficiente. También es insuficiente la implicación de los estudiantes universitarios en la gestión y administración de las fundaciones. Todavía
estamos lejos de poder afirmar, como ocurre en
el caso de la Harvard Business School, que más del
90% de los estudiantes de las escuelas de negocios están comprometidos con los órganos de
287
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ados de acuerdo con los criterios definidos por su
fundador sin comprometer su futuro.
La regulación de las fundaciones, en todo caso
de naturaleza distinta a la correspondiente a las
actividades empresariales –ejercida a través de
órganos como la CNE, la CNMT, el TDC, la
CNMV...– es importante si el objetivo que se persigue es la maximización de los resultados, dados
unos recursos disponibles. En ocasiones, la regulación conduce a la eficiencia, pero en otros casos
la regulación puede traducirse en una asignación
ineficiente de los recursos o en el alejamiento de
los objetivos apoyados en la defensa de los intereses públicos.
Una Fundación responde al ejercicio de la
libertad individual consistente en destinar una
parte de los recursos obtenidos durante el trabajo de muchos años a fines de interés general. La
sociedad facilita la obtención de los recursos,
pero sin el trabajo continuado y bien hecho es
imposible sostenerlos y, en consecuencia, destinarlos a aquellos fines.
Las organizaciones son como los seres vivos.
Tienen preferencias, aciertan y, en ocasiones,
toman decisiones equivocadas, lo que aconseja la
reconsideración de la elección tomada en un proceso de aprendizaje continuo. Todo ello supone
que, en el desarrollo de sus actividades, deben
basarse en un programa razonado, dotado de la
mayor coherencia posible, y llevado a cabo de la
forma más sensata de acuerdo con el principio de
asignación eficiente de recursos que, por su propia naturaleza, son escasos, y de la búsqueda de
una identidad propia y diferenciadora.
De acuerdo con su plan de inversiones, la
Fundación Rafael del Pino dispone de unos
recursos financieros que debe asignar eficiente y
eficazmente. Ello supone el análisis riguroso,
apoyado en criterios que se han ido elaborando
con el paso del tiempo, de todos los programas
sometidos a su juicio tanto por miembros de la
propia Fundación como por terceros. Lógicamente el proceso culmina tras la toma en consideración de la calidad de las propuestas, su adaptación a los objetivos fundacionales, los resultados esperados y el coste de los proyectos. Y como
no puede ser de otra forma, con el objetivo de
reducir los errores, el proceso se perfecciona continuamente como resultado de la experiencia
propia y ajena, y de la reflexión.
Establecida la dotación fundacional es necesario proceder a la inversión eficiente de los recursos. La Fundación Rafael del Pino invierte cerca
del 40% de los recursos financieros en renta
variable. Se trata de hacer un buen uso de la
dotación fundacional, contando para ello con los
asesores más convenientes. El riesgo de pérdida
del valor patrimonial de una fundación no es un
tema irreal. En las fundaciones patrimoniales
además de cumplir, en primer lugar, con los objetivos determinados por el Fundador, debe asegurarse un flujo de ingresos que garantice el cumplimiento de los objetivos. El flujo de ingresos
debe ser suficiente para cubrir los programas
presentes sin deteriorar su dotación económica
en términos reales y, al menos, reponer el valor
patrimonial deteriorado continuamente por el
impacto de la inflación. Con tasas de crecimiento del índice de precios al consumo reducidas, la
rentabilidad y, en consecuencia, el riesgo asumido por la fundación pueden ser también reducidos; pero a medida que dicha tasa aumenta, la
continuidad de la fundación exige la asunción de
riesgos en la inversión y, en consecuencia, una
gestión profesionalizada de su patrimonio fundacional. Con tasas de inflación que superan el
5,0% anual, como ocurre actualmente, la gestión
eficiente de los recursos y la búsqueda de dichas
rentabilidades es condición obligada para mantener el patrimonio fundacional.
Fruto de la gestión eficiente de los recursos
dotados por Rafael del Pino, desde el inicio de su
actividad la Fundación ha más que quintuplicado
su volumen de gasto en proyectos, pasando de
los 1,8 millones de euros en 2001 a los 10 millones de euros de gasto en actividades que esta previsto realizar en el ejercicio 2008.
Difícilmente una organización huye de la tradición. Sólo excepcionalmente tiene lugar dicha
huida. Sus actuaciones suponen un proceso continuo, reflejo del pasado y abierto al futuro. Este
hecho implica el mantenimiento de algunos pro-
288
LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO...
gramas consolidados diseñados desde la propia
Fundación. Se trata de pilares sobre los que se
apoya su estructura. La racionalidad aconseja su
continuidad, no exenta de perfeccionamiento,
pues conduciría a la melancolía la repetición
mimética de las actividades llevadas a cabo en
ejercicios precedentes. Los resultados alcanzados
responden a la gestión de los recursos y a su
asignación a proyectos alternativos. Ello exige
una reflexión permanente sobre los propios programas y en relación con las mejores experiencias sin renunciar a la tradición fundacional. La
reflexión permite no solamente definir unos
objetivos consistentes, sino disponer de criterios
sobre la base de los cuales estructurar y articular
áreas de actuación.
Para definir los objetivos, elaborar criterios de
gestión y valorar los resultados alcanzados, la
Fundación Rafael del Pino cuenta, desde el principio de sus actuaciones con un Consejo Asesor,
una Comisión Ejecutiva y un Patronato.
Como ocurre en el ámbito de las empresas
privadas, la composición de los órganos de dirección también debe responder a criterios de eficiencia. Una fundación eficiente debe disponer
de un buen CEO capaz de diseñar una buena
estrategia y un buen plan de trabajo, de un personal eficiente, responsable y bien entrenado y
de un patronato y, en su caso, un consejo asesor,
activo, creativo, comprometido con la fundación
y, al mismo tiempo, involucrado en los problemas
que genera su gestión. En todo caso, los órganos
de dirección deben tener tiempo suficiente para
dedicarlo a la fundación y, en consecuencia, aplicar parte de dicho tiempo a su misión de supervisión y aporte de ideas.
La organización interna es muy simple y se
apoya en la autorresponsabilidad. Se ha preferido una plantilla reducida formada por personas
cualificadas y con experiencia a una plantilla más
amplia. Las seis personas que forman la plantilla
de la Fundación, además de sus responsabilidades genuinas, lógicamente intercambiables, son
responsables de proyectos. Esta organización
permite elaborar un ambicioso programa de actividades con una plantilla reducida pero eficaz.
En consecuencia, el impacto de los costes de personal sobre los gastos de los proyectos es reducido. Esta elección explica la nula rotación del personal en los últimos años. Se trata, en definitiva,
de una elección eficiente.
Las referencias de la organización son el rigor,
la flexibilidad, la imaginación, el espíritu innovador, la eficiencia, la eficacia, y la internalización
de las actividades. Todo ello con un permanente
sentido de la autocrítica. De los más de 1000 proyectos evaluados por la Fundación hasta hoy,
aproximadamente la mitad no contaron con la
aprobación de los órganos de gobierno al no
adaptarse a los objetivos fundacionales y 491
proyectos han sido desarrollados con éxito.
Desde la perspectiva de la asignación de los
recursos se trata de encontrar el camino que permita la simplificación de los procedimientos y la
progresiva sustitución de proyectos consolidados,
que pueden avanzar sin necesidad de la contribución de la Fundación, por otros nuevos. Lógicamente, si un proyecto procedente de terceros
que ha recibido el apoyo de la Fundación durante unos años no puede proseguir sus actividades
sin dicha ayuda se entiende que se trata de un
proyecto no sostenible y, por lo tanto, el sentido
común aconseja, en la mayoría de ocasiones, el
alejamiento de la Fundación en relación con su
desarrollo.
Periódicamente debe hacerse un análisis
general de la conducta y los resultados alcanzados. Como ha señalado Rafael del Pino, «Las
organizaciones modernas deben hacer un examen periódico de su actividad con el fin de efectuar el oportuno balance y, en caso de que sea
necesario, reorientar el rumbo para alcanzar sus
objetivos con la mayor eficiencia posible». En
consecuencia, en el año 2003 la Fundación evaluó y valoró el trabajo realizado lo que permitió
determinar sus prioridades: «Se trataba, en definitiva, de conseguir mayores dosis de coherencia
y de asegurar que el logro de los objetivos previstos desde el inicio de nuestra actividad se
alcanzara a través del rigor y de la eficacia».
Otra de las referencias de la gestión es la
transparencia, tanto interna como exterior. Las
289
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
personas que trabajan en la Fundación conocen
con detalle los procedimientos. Desde el punto
de vista de la proyección exterior, todas las actividades de la Fundación figuran en su Portal en
la red Internet y en su Memoria anual.
Todo ello supone un ejercicio de aprendizaje
continuo. En palabras del Presidente-Fundador,
«seguimos el camino definido con paso firme y
sin vacilaciones, con la mirada puesta en el bienestar de nuestros ciudadanos, aprendiendo día a
día de los demás, incorporando el conocimiento
a nuestro acervo y proyectándolo, multiplicado
en la medida de lo posible, hacia el futuro».
empresarial primero y mediante las actividades
que desarrolla la Fundación que lleva su nombre
después, dedicó su esfuerzo a que tanto los dirigentes españoles de hoy como los del futuro puedan desarrollar con todo éxito sus capacidades
en un mundo progresivamente globalizado en el
que la competitividad es una referencia fundamental.
La consideración de las acciones llevadas a
cabo desde el inicio de la actividad de la Fundación permite sostener que, en estos momentos,
el proyecto inicial de su Presidente-Fundador,
que se apoyaba en un conjunto reducido de
ideas generales pero robustas, ya es una realidad
consolidada, dotada de una sólida estructura y
con un amplio programa de proyectos y actividades que configurarán el futuro de la Fundación e indicarán el mejor camino a seguir. Es el
fruto del quehacer de Rafael del Pino, una vida
sustentada por el espíritu de esfuerzo y dedicación que ha animado todos sus proyectos durante más de 50 años de vida profesional.
Rafael del Pino nos dejó el día 14 de junio de
2008. Como dijo Eckermann de Goethe, Rafael
del Pino ha sido «una figura demasiado atrayente para no tratar de imitarla, pero demasiado
grande para alcanzarla»
Sean estas palabras un sentido homenaje al
ilustre jurista que fue Rodrigo Uría, quien supo
combinar su maestría profesional con un alto
sentido de la sensibilidad y la responsabilidad
social. Y la expresión de mis sentimientos hacía
Rafael del Pino con quien tuve la suerte de colaborar en un proyecto, ilusionado e ilusionante,
durante cerca de ocho años. Personas como
Rafael del Pino y Rodrigo Uría contribuyen a
hacer grande un país. Descansen en paz.
CONCLUSIONES
Rafael del Pino siempre defendió que la creación
de riqueza y el dinamismo de un país se apoyan,
esencialmente, sobre la competitividad de sus
empresas y que ésta depende, fundamentalmente, de la educación de sus ciudadanos y de la formación y capacidad de sus dirigentes para crear
y desarrollar conocimientos y estrategias.
El bienestar de las sociedades modernas
requiere que sus empresas, sean prósperas y eficientes, pues su futuro depende, en buena medida, de sus resultados en mercados progresivamente globalizados y competitivos. En consecuencia, es necesario contribuir a incentivar la
creación empresarial y la vitalidad emprendedora, acumular conocimientos en relación con la
dirección empresarial, fomentar el papel de las
instituciones encargadas de facilitar la creación y
el desarrollo empresarial, proteger los derechos
de los inversores, e impulsar decididamente la
competencia y la transparencia de los mercados.
Rafael del Pino, durante su dilatada actividad
290
CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA
A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN
Jesús Medina Ocaña
empresarial, deciden dedicar parte del mismo al
bienestar general.
La existencia de relaciones cercanas entre
empresas y comunidades no es algo nuevo, característico de las últimas décadas de nuestro siglo.
En el siglo XIX filántropos empresarios como
Robert Owen, George Cadbury y Titus Salt ofrecían una amplia serie de servicios sociales y
apoyo, tanto a sus empleados como a toda la
comunidad. En Alemania, el programa de bienestar social de Ernst Abbé, en la empresa Carl
Zeiss, influyó notablemente en el desarrollo posterior del estado de bienestar.
Durante el siglo XX se produce un cambio en
esta situación y muchas empresas ejercen caridad
a través de donaciones arbitrarias. Entendían
que las instituciones no lucrativas eran las que
tenían la experiencia y el conocimiento para gestionar los proyectos y recursos financieros. Grandes filántropos del pasado, Andrew Carnegie,
Daniel Guggenheim, David Rockefeller, Paul
Getty, tendían a financiar causas, si bien desde
una cierta distancia y escaso contacto personal.
Asimismo, una de las máximas autoridades de
la gestión empresarial, Peter Drucker, expuso en
la década de los años cuarenta, en su libro El concepto de la corporación, la idea de que la empresa
no sólo tiene que preocuparse de obtener beneficios para sus accionistas, sino de beneficiar también a la comunidad en la que actúa.
Éste es el caso de las Cajas de Ahorros. Nacen
como fundaciones empresa para involucrarse en
la solución de los problemas de la sociedad, ofreciendo, por tanto, mucho más que dinero por
INTRODUCCIÓN
Es posible encontrar en las distintas fases de la historia variados ejemplos de cómo el ciudadano ha
optado voluntariamente por colaborar con otros
para satisfacer sus necesidades más importantes. La
favorable disposición, o bien la generosidad para
trabajar en conjunto con la idea de alcanzar un objetivo común, es característica de muchos países, grupos, personas, y es conocida como filantropía.
Sus raíces se pueden encontrar tanto en las
creencias religiosas, como en los antecedentes
del auxilio mutuo, en los principios democráticos
de la participación ciudadana, la libertad e independencia de la persona; y, también, en la idea
de que ha de existir una separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
Las penurias sufridas por los habitantes de Europa, que vivieron bajo Gobiernos que mantenían una
actitud distante de los problemas de la sociedad en
su conjunto, obligaron a las personas a unirse para
intentar controlar sus destinos, ayudarse unos a
otros y emprender actividades en grupo, como
construir una escuela, una iglesia o combatir un
incendio. De muchas de esas experiencias surgió la
tradición de las iniciativas ciudadanas y los esfuerzos
individuales para promover el bienestar público.
Con el paso de los años y el aumento de la
acumulación de recursos, la idea de filantropía se
relaciona y tiene como base la riqueza. Sus acciones se configuran entonces como un modo de
redistribución de esa riqueza por parte de personas que, tras lograr alcanzar un volumen significativo de capital y patrimonio por su actividad
291
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
medio de una donación. Las Cajas de Ahorros
surgen bajo la idea de que es posible crear instituciones que puedan generar por sí mismas, sin
la ayuda pública y en competencia con otras entidades financieras de diferente naturaleza jurídica, recursos a largo plazo para que, parte de
ellos, puedan ser invertidos con el fin de acometer tareas de necesidad perentoria allí donde
otras instituciones, tanto públicas como privadas,
no han podido o no han querido realizar.
la Real Orden de 3 de abril del año 1835, primera norma jurídica sobre las Cajas de Ahorros
españolas, emitida de puño y letra por Diego
Medrano, ministro del Interior durante el
Gobierno del granadino Francisco Martínez de la
Rosa, en el período de la regencia de María Cristina.
En su creación queda plasmado el espíritu
filantrópico que predomina en las Cajas de Ahorros desde esa fecha, puesto que su impulsor,
Diego Medrano, esperaba que fuera ese carácter
y no la intervención pública, el motor que impulsara el crecimiento de las Cajas de Ahorros. Afirmaba Diego Medrano que: «desgraciadamente
no es posible plantar, desde luego entre nosotros,
las Cajas de Ahorros del mismo modo que se
hallan establecidas en otros países, donde tantos
bienes sociales producen. Llegará un día en que,
restablecido enteramente el crédito del Estado,
sean los fondos públicos el asilo seguro y ventajoso de los ahorros del pobre; pero mientras
renace la confianza, mientras se cicatrizan las llagas, que tantas causas diversas han descubierto a
este cuerpo político, hay que esperarlo todo del
espíritu de filantropía que anime a los ricos y del
celo de las autoridades en cuya manos está depositada la administración de los pueblos. Ya el
conde Villacreces, en Jerez de la Frontera, ha
establecido una Caja de Ahorros, donde pueden
hacerse imposiciones desde 4 reales de vellón
hasta 2.000, no excediendo de 20.000 los de una
misma persona».
Las Cajas progresarán de manera decisiva
durante la España de la Restauración, desde
1880 a 1923, al hilo de la propia economía española. En dicho período, las Cajas se transformaron profundamente, haciendo girar sus objetivos
desde la lucha contra la usura y las atenciones de
beneficencia, hacia las actividades de naturaleza
financiera y hacia la previsión social, en colaboración con los organismos creados por el Estado.
Las Cajas de Ahorros se expandieron territorialmente, reformaron sus estructuras internas,
aumentaron su participación en el Sistema
Financiero, contribuyendo a la movilización de
los recursos, y ayudaron al establecimiento de las
primeras redes modernas de asistencia social.
1. LA GÉNESIS: LA RAZÓN DE ESPÍRITU
DE FILANTROPÍA EN EL NEGOCIO
FINANCIERO
Las Cajas de Ahorros aparecen, por tanto, en
España durante la época del liberalismo. Tienen
su origen en los Montes de Piedad, instituciones
de préstamo que trataban de combatir un fenómeno del siglo XVIII, la usura, que en términos
más actuales se podría denominar exclusión
financiera de las clases más modestas.
El liberalismo propone en ese período histórico la redención a través del trabajo y el ejercicio
del ahorro, conceptos ambos herederos de su histórico nacimiento como Montes de Piedad. El
ahorro representa, en ese período de la historia y
en palabras de Pablo Martín Aceña, una invención, así como un comportamiento cultural
imprescindible para el desarrollo de las sociedades industriales. Con el ahorro se afianza la idea
de progreso a partir de sus orientaciones de anticipación y cálculo de las circunstancias futuras.
Una vez asentada la función benéfica del ahorro remunerado, las clases populares pudieron
emanciparse de su secular dependencia, ora de
la caridad, bien de la beneficencia, así como de la
usura, otorgando a los trabajadores mayor autonomía que la que les proporcionaba la dependencia de la protección paternalista de sus patronos.
Con más de trescientos años de existencia en
algunos casos, las Cajas de Ahorros configuran
un sector perfectamente definido. Nacieron
como tales entidades independientes a partir de
292
CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN
En los años treinta del siglo XX, en un período de modernización y adaptación de la sociedad
y la economía españolas, se consolidaron como
grupo de instituciones y en marzo del año 1933
se crea el marco propio de actuación con el Estatuto para las Cajas Generales de Ahorro. Será en
agosto de 1977 cuando las Cajas consigan su
equiparación con el resto de entidades del sector
financiero y bancario. Posteriormente, el 2 de
agosto de 1985, se promulga la denominada
LORCA, Ley por la que las Cajas aún se rigen en
materia de Órganos rectores.
Ya en el siglo XXI nuevas leyes determinan la
actividad de las Cajas de manera relevante: la
Ley Financiera o Ley de Medidas de Reforma del
Sistema Financiero de noviembre de 2002 y la
Ley de Transparencia para Sociedades Cotizadas
de fecha julio de 2003. Con todo este marco
legislativo, las Cajas de Ahorros se encuentran
equiparadas en España, a todos los efectos, con el
resto de entidades financieras.
Aunque pensadas con la finalidad de promover el ahorro entre las clases más desfavorecidas,
así como facilitar la integración social, las Cajas
de Ahorros han ido evolucionando al amparo de
la propia sociedad, configurándose en la actualidad como intermediarios financieros netos al
mismo nivel que otras entidades, en especial los
Bancos comerciales.
Así, desde el siglo XVIII, las Cajas de Ahorros
españolas han mantenido sus rasgos institucionales diferenciales como entidades financieras
específicas, aunque adaptándose al modelo competitivo de Banca propio de finales del siglo
anterior y principios del actual. Compiten con
éxito en el mercado local, y realizan operaciones
financieras y bancarias en todos los ámbitos del
negocio. Poseen, asimismo, unos rasgos distintivos que mantienen y las convierten en entidades
singulares al ser comparadas con el resto de entidades financieras.
En definitiva, ante esta evolución, es posible
resaltar que las Cajas no han hecho otra cosa
desde su creación que confirmar e, incluso, superar las expectativas que acompañaron a su fundación, como se pone de manifiesto en las pala-
bras escritas por Malthus en 1880: «De todos los
planes que se han propuesto hasta ahora para
ayudar a las clases trabajadoras, el mejor, con
mucho, a mi juicio, es el de las Cajas de Ahorros.
Creo que, si se generalizan, es el que tendría más
probabilidades de realizar un mejoramiento permanente de la situación de las clases más bajas de
la sociedad. Dando a cada individuo el beneficio
completo y entero de su propia actividad y prudencia, contribuyen a reforzar las lecciones que
nos dan la Naturaleza y la Providencia».
Las Cajas de Ahorros se han ido configurando
bajo un modelo propio de entidades financieras,
es decir, fundaciones empresa de carácter privado y mercantil, como forma de adaptarse a los
cambios del medio. Un entorno en el que, al
igual que en la naturaleza, la biodiversidad es su
seña de identidad y la razón que explica la fortaleza de sus integrantes, curtidos en la dura y permanente competencia.
Sólo así se consiguen beneficios y, en el caso
de las Cajas, el destino de los excedentes obtenidos por el ejercicio del negocio bancario se dedica a reservas, pago de impuestos y la dotación
voluntaria a la Obra Social.
Es de destacar el mantenimiento de una relación de preeminencia en el ejercicio bancario
hacia las economías familiares, los clientes y particulares de renta bajas y medias, y el crédito a los
pequeños y medianos empresarios y autónomos.
Como valor fundamental persiste la promoción
del ahorro entre la población; así como también el
hecho de contribuir a la inclusión financiera, asegurando la universalidad del servicio bancario.
Asimismo, es de resaltar la existencia de una
tupida red de oficinas que permite ofrecer servicios financieros en los lugares en los que otras
entidades financieras no llegan o no desean llegar. Un treinta por ciento de las oficinas de las
Cajas de Ahorros radica en municipios menores
de 10.000 habitantes. El total de las Cajas de
Ahorros en el año 2007 atiende a través de sus
24.648 sucursales directamente al 97,3 por ciento de la población española, y al restante 2,7 por
ciento por medio del desplazamiento de personas de oficinas cercanas. Esta es la base física que
293
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
Las Cajas de Ahorros contribuyen, también, a
mostrar una imagen sólida y solvente de la actividad bancaria. Garantizan, asimismo, la competencia entre entidades evitando el asentamiento
de un oligopolio en el sector que redundaría en
perjuicio de los clientes. La propia dotación a
reservas de estas entidades muestra una imagen
de solvencia que aumenta el capital social de
cualquier sociedad.
Además, en los últimos veintiséis años, las
Cajas han conseguido crear 75.000 empleos y el
95,68 por ciento son contratos indefinidos,
gozando los empleados de un conjunto de beneficios añadidos, tales como la integración en los
Órganos de Gobierno, la estabilidad en el
empleo, la igualdad de oportunidades, la previsión social complementaria, el interés por el
desarrollo profesional continuado o numerosos
beneficios sociales.
permite a las Cajas de Ahorros cumplir con su
compromiso de favorecer en la población el acceso universal a los servicios financieros.
Es de destacar el carácter cooperativo de las
Cajas y una vinculación local y territorial, lo cual
lleva a la plena identificación con estas entidades
de impositores, trabajadores, instituciones públicas y privadas de carácter local y autonómico; en
definitiva, de la sociedad en su conjunto.
La denominación jurídica más acertada al
objeto de definir a las Cajas de Ahorros es la de
fundaciones empresa y así, tal y como expresa
Vicente Salas, «como fundación, la Caja de Ahorros realiza una función social al establecer que
los beneficios no retenidos a la entidad se destinarán a actividades que proporcionan bienestar
al conjunto de la sociedad. Como empresa, la
Caja está legitimada para realizar actividades de
intermediación financiera, buscando la eficiencia
económica a través de hacer máximos los beneficios».
Estas peculiaridades de las Cajas de Ahorros
nos permiten caracterizarlas como «entidades no
lucrativas de carácter mercantil», aunque no por
ello deban renunciar a su propia actividad mercantil en justa competencia en los mercados con
el resto de entidades financieras, existiendo
jurisprudencia al respecto por parte del Tribunal
Constitucional avalando su carácter privado.
Por tanto, las Cajas de Ahorros asumen objetivos de tipo social en el marco de un ejercicio del
negocio específicamente mercantil y privado,
caracterizando su misión eminentemente como
empresarial combinada con finalidades de carácter social, aunque en el marco de las instituciones
de corte no público.
De esta forma, las Cajas, debido a su evolución y a su elevada capacidad de competir, han
generado un alto nivel de recursos que se ha traducido en una aportación al Estado por medio
de pago del Impuesto sobre Sociedades; beneficio económico que no se queda únicamente en lo
recaudado a través del propio impuesto, sino que
también se produce mediante el fomento de las
actividades económicas y empresariales en las
que se ven involucradas.
2. LA EVOLUCIÓN: DE LA BENEFICENCIA
A LA COHESIÓN SOCIAL (O LA
INCLUSIÓN)
QUÉ ES LA OBRA SOCIAL
Estas fundaciones empresa de carácter privado,
combinan con naturalidad dos funciones: una
financiera y otra social. Como entidades financieras, las Cajas gestionan más de la mitad de los
recursos captados entre las empresas y las familias españolas, y lideran la actividad crediticia del
Sistema Financiero, especialmente en lo que se
refiere al crédito hipotecario.
En la vertiente social de su actividad financiera, las Cajas se ocupan de evitar la exclusión
financiera, y de fomentar el desarrollo económico y el progreso social de sus comunidades de
origen.
Aunque el carácter social orienta cualquier
actividad de las Cajas, donde este compromiso se
hace más visible es por medio de las distintas
manifestaciones de la Obra Social. Tras el pago
de los impuestos y dedicar al menos el cincuenta
por ciento de su beneficio neto a reservas, la
294
CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN
Obra Social se orienta a las principales demandas sociales, como los programas de integración
de los colectivos con mayores problemas de
exclusión, el medio ambiente, la educación y la
investigación, las actividades culturales o la restauración y conservación del patrimonio histórico-artístico. Sin la Obra Social de las Cajas,
muchos ciudadanos españoles, especialmente en
el medio rural, carecerían de numerosos servicios
asistenciales y verían prácticamente imposibilitado su acceso a la cultura.
En este sentido, el mayor gasto por persona
de la Obra Social de las Cajas de Ahorros se concentra en las provincias menos pobladas, en los
municipios con un mayor porcentaje de ancianos
y en los grupos sociales con menos facilidad de
acceso a las fuentes de riqueza.
Cualquier persona, sea o no cliente de una
Caja de Ahorros, puede ser el destinatario final
de la Obra Social. En los últimos años el número
de beneficiarios se ha incrementado de forma
significativa: en 1995, utilizaron los servicios
prestados por la Obra Social de las Cajas cerca de
veintiséis millones de personas; el año pasado,
este número aumentó hasta superar los 128
millones de ciudadanos, lo que supone multiplicar por cinco esta cifra en un período de doce
años.
La Obra Social ha evolucionado en los últimos
años como respuesta a las demandas de la sociedad y, por ello, las grandes áreas que la componen han presentado tendencias diversas y, en
algunos casos, incluso opuestas. En líneas generales, el capítulo de Asistencia Social ha aumentado de manera considerable en los últimos años
y algo similar ha sucedido con el Medio Ambiente, hasta el extremo de que en diez años se han
multiplicado por doce las inversiones dedicadas
a esta área. El resto, incluida la Cultura, han ido
cediendo paulatinamente terreno como consecuencia de ese giro en las inquietudes de los ciudadanos.
En cualquier caso, los recursos destinados por
las Cajas de Ahorros a la Obra Social han crecido
ininterrumpidamente en la última década. Los
recursos invertidos por la Obra Social en los últi-
mos cinco años, desde 2003 al pasado ejercicio,
sumaron 6.989,89 millones de euros. El patrimonio de la Obra Social se situaba a finales del año
2007 en 4.289 millones de euros, en términos de
estricto valor contable, sin posibilidad de evaluar
dicho patrimonio a precios de mercado. En este
sentido, hay que destacar que las Normas Internacionales de Contabilidad, que entraron en vigor en
el ejercicio de 2005, no preveían la actualización
del valor de los inmuebles afectos a la Obra Social.
¿A QUIÉN VA DIRIGIDA?
Por su idea fundacional de entidades privadas de
utilidad social, las Cajas no destinan sus resultados a beneficios particulares. Sin embargo, su
gestión debe dar lugar a un excedente, que tiene
la siguiente distribución: las Cajas de Ahorros
deben destinar a reservas un mínimo del cincuenta por ciento con carácter general. Después
de constituir estas reservas, el excedente se destina al Fondo de Obra Social. Existe una diferencia
entre dotación y gasto que estriba en que la primera procede de la distribución del beneficio
anual, mientras que la segunda es el gasto aplicado en cada ejercicio.
En este sentido, las Cajas de Ahorros españolas han aprobado una dotación de 1.949 millones
de euros para la Obra Social, tras hacer la distribución del beneficio neto del Sector en el año
2007. Esta cifra es un 15 por ciento superior a la
dotada en el ejercicio anterior.
La aportación de fondos efectuada por las
Cajas servirá para financiar sus acciones sociales
en 2008 o en ejercicios sucesivos. Los 1.949
millones de euros de dotación a la Obra Social
consignados con cargo al beneficio de 2007
representan el 17,7 por ciento del resultado neto
de las Cajas en el pasado ejercicio.
El otro destino posible del beneficio neto de
las Cajas, las reservas, ha aumento un 67,2 por
ciento. En total, las Cajas destinaron a reservas el
año pasado 9.063 millones de euros, el equivalente al 82,3 por ciento del beneficio neto del
Sector en 2006.
295
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
siderara la Obra Social una institución de la
máxima importancia para la sociedad y la economía españolas.
La evaluación de la Obra Social permite, asimismo, situar a las Cajas españolas a la cabeza de
las políticas de Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial, puesto que si bien la inmensa
mayoría de las empresas tratan de enumerar las
medidas que en teoría las respaldan como socialmente responsables, las Cajas como sector e individualmente en su mayoría, ya han evaluado y
medido con indicadores precisos el impacto real
que sus iniciativas producen en la sociedad y en
la economía.
Así, en relación con el impacto en el PIB, la
Obra Social de las Cajas aportó a la riqueza nacional 1.381 millones de euros en 2006 (último dato
disponible), casi un euro por cada euro invertido
(a la inversión total de las Cajas en Obra Social,
hay que restarle la ayuda en cooperación internacional y las becas de estudio en el extranjero).
En este sentido, la escasa incidencia de las
importaciones en la actividad de la Obra Social
hace que esta proporción sea de las más favorables de entre todos los sectores productivos; es
decir, prácticamente toda la riqueza que crea la
Obra Social repercute en España.
En cuanto al impacto en la producción total,
los 1.524 millones de euros invertidos en Obra
Social en 2006 generaron 2.632 millones de
euros de dinamismo económico (último dato disponible), entendido como la totalidad de la facturación de los sectores relacionados con la actividad social de las Cajas; es decir, la inversión en
Obra Social en 2006 supuso que el efecto en el
dinamismo económico se multiplicara por 1,7.
Como consecuencia de esta participación activa en buena parte de los sectores de la economía
española, la Obra Social generó en 2006 (último
dato disponible) 34.816 empleos. En esta cifra se
incluyen el empleo indirecto contratado, el
empleo inducido y el empleo directo de la Obra
Social de las Cajas. En este sentido, la cifra agregada de personas que trabajan para la Obra
Social como plantilla de la Caja o de sus fundaciones se sitúa en 3.246.
Además de la dotación de la Caja, las cada vez
más diversificadas acciones y el creciente grado
de profesionalización de la Obra Social permite
que cada año el importe de los ingresos generados, que posteriormente se reinvierten en nuevas
acciones o en el mantenimiento de los centros, se
incremente de forma constante.
En este sentido, de los 1.824,29 millones de
euros de inversión total de la Obra Social en
2007, 1.722,4 millones correspondieron a la
dotación de la Caja (en su mayor parte procedente de la distribución del beneficio de 2006),
mientras que 101,85 millones procedieron de la
generación de ingresos de la propia Obra Social.
Tan importante como destacar los efectos de
la Obra Social sobre la economía y la manera en
que la Obra Social se configura como un factor
de cohesión social, es medir el desempeño organizativo y el impacto social de su actividad para
mejorar el grado de cumplimiento de su misión
y objetivos.
Al tratarse de la primera iniciativa privada
conjunta en el mundo en acciones de carácter
social, tanto por volumen de recursos invertidos
como por número de actividades, las Cajas han
considerado necesario aportar cada ejercicio la
información más precisa posible al respecto. A
partir de esta evaluación se puede constatar que
la Obra Social de las Cajas, en tanto que inversión social que genera riqueza y empleo, resulta
tan eficiente en términos económicos como cualquier sector de la economía española.
Por tanto, el principal objeto de análisis del
impacto es constatar que la Obra Social cumple
sus funciones con una gestión eficiente, que se
dirige a los colectivos con más necesidades y se
complementa de manera adecuada con las Administraciones Públicas.
De esta manera, la creación de riqueza y
empleo derivada de la Obra Social de las Cajas
pone de manifiesto la importancia de una actividad cuyo fin principal es prestar servicio a los
ciudadanos (clientes o no clientes de estas entidades) y ayudar a solucionar problemas sociales.
Por su volumen de recursos invertidos, recurrencia en el tiempo y arraigo social, puede ser con-
296
CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN
La Obra Social genera más empleos que la
media de los sectores productivos, con dos características fundamentales: la gran diversidad de
actividades en las que genera empleo (construcción, sanidad, ONG o empresas de servicios,
entre otros) y la mayor calidad del empleo,
entendida en términos de cualificación, estabilidad y remuneración.
El área de la Obra Social que más riqueza y
empleo genera, en términos absolutos, es Cultura y Tiempo Libre. No obstante, si se tomara una
misma cifra de gasto como referencia, el área de
Asistencia Social crearía más riqueza y, sobre
todo, más empleo que ninguna otra área de la
Obra Social. Es decir, un euro invertido en Asistencia Social y Sanitaria crea más riqueza y
empleo que un euro invertido en cualquiera de
las otras áreas. De hecho, con los resultados de la
última simulación (2006), la riqueza generada
por el Área de Asistencia Social y Sanitaria se
sitúa ya muy cerca de la propiciada por Cultura y
Tiempo Libre.
Por sectores de actividad, la mayor incidencia
de las inversiones de la Obra Social sigue concentrándose en el sector de servicios no destinados a la venta, donde se engloban las ONG, las
fundaciones y otras entidades no lucrativas, principales colaboradores de la Obra Social de las
Cajas. En segundo término, se sitúa el sector de
la construcción, dada la fuerte incidencia que
supone la construcción de nuevos centros de la
Obra Social y el mantenimiento de los que ya
conforman el inventario de centros del Sector
(4.771 en 2007).
atacar la raíz de los problemas e implicarse en su
solución, en lugar de intentar solamente remediarlos.
Muchos de éstos son problemas nuevos en un
mundo en cambio acelerado. Probablemente,
nunca antes más que ahora en la historia de la
humanidad se ha tenido la conciencia de realidad global. En el proceso de globalización,
entendido este como la reciente aceleración de
flujos trasnacionales de productos, servicios,
finanzas, información, ideas, tecnologías, enfermedades, personas, principalmente, se pone de
relieve que todos y cada uno somos vulnerables a
los efectos de los problemas medioambientales,
sociales, de salud, financieros que tienen lugar en
otros países. La relación entre problemas domésticos e internacionales es cada vez más permeable y es más difícil delimitar el alcance de unos y
otros. La filantropía también se ha vuelto global
y las escuelas de negocio y universidades ofrecen
cursos de filantropía global o corporativa.
Las Cajas de Ahorros han ido creciendo al
mismo tiempo que esas transformaciones, afrontando también los problemas aparejados a esta
evolución dentro y fuera de nuestras fronteras.
Esto ha permitido constatar, por un lado, que las
sociedades que cuentan con tradiciones que
incentivan la reciprocidad y que poseen mecanismos de comunicación interpersonal y compromiso cívico disponen de un capital social que las
sitúa en las mejores condiciones para resolver su
dificultades y, por otro, que si se quiere reunir ese
capital social, la confianza es el factor básico para
reforzar los lazos y vínculos sociales.
Nuestro país se caracteriza, sin embargo y
debido a razones históricas y sociales que se alejan del propósito de este texto, por una falta de
cooperación social más allá del ámbito laboral,
de calle o de barrio y un bajo nivel de asociacionismo y, por esto, el papel de las Cajas ha sido
tan relevante en tanto que generadoras de capital social.
La sociedad española muestra una actitud de
prudencia en sus relaciones interpersonales, se
tiene una visión negativa y desconfiada de otras
personas; de hecho, casi la mitad de los españo-
3. EL IMPACTO: ATACAR LA RAÍZ DE
LOS PROBLEMAS EN LUGAR DE
REMEDIARLOS
Las Cajas mantienen en solitario en España esta
hegemonía en el ámbito social, a pesar de que en
los últimos años las empresas, los filántropos,
han aumentado su grado de participación en
acciones de esta índole y no sólo en sus países.
No obstante, la particularidad de la inversión
social de las Cajas reside en su compromiso para
297
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
vida del hombre, de hecho, Albert Einstein decía
que «es evidente que existimos para nuestros semejantes» y es, también, ese principio de cooperación
entre las personas, de ayuda mutua, la base de
todas nuestras concepciones éticas.
Aunque se atribuya a causas biológicas o
sobrenaturales, el origen primitivo del sentimiento o instinto de ayuda mutua ha sido en la
historia la clave necesaria de la vida cotidiana de
las personas y está igualmente en la raíz del término solidaridad. La ausencia de ese sentimiento de comunidad es la mayor parte de las veces el
germen del conflicto social, puesto que como
Alfred Adler ha afirmado: «Todas las faltas de la
infancia y de la vida de los adultos, todos los
malos rasgos del carácter en familia, en la vida en
las relaciones con los demás, en la profesión y en
el amor descubren su origen en la falta de sentimiento de comunidad».
Desde ese punto de vista, es posible afirmar
que la Obra Social crea en España tejido social,
fomenta el asociacionismo, colabora con los
poderes públicos para intentar llegar más lejos
en su esfuerzo por extender a toda la población
sus iniciativas y ayuda a los ciudadanos a solucionar sus problemas. No sólo la cuantía de sus
recursos, que ya suponen una de las inversiones
más altas del mundo en actividades y programas
de índole social, sino su concepción, las redes
formales y, sobre todo, informales que se crean
por medio de la Obra Social, permiten a las Cajas
de Ahorros comprometerse con la creación de
empleo, la lucha contra la exclusión social y el
apoyo a colectivos desfavorecidos.
Es la mejor forma de contribuir a generar
confianza interpersonal, que es la condición fundamental para poder encontrar soluciones a las
cuestiones que provoca un entorno muy cambiante, en el que el riesgo más alto es que los ciudadanos puedan resultar excluidos.
les opina que la gente está menos dispuesta hoy
en día a ayudar a los demás que hace diez años,
y son las personas más desconfiadas en sus relaciones con los otros las que menos dispuestas
están a ayudar a otras, según el Centro de Investigaciones Sociológicas.
Al ser difícil para muchos confiar en aquellos
a quienes no conoce o de quienes no tiene referencias, la sociabilidad queda limitada básicamente a los estrechos lazos familiares y de amistad entre personas de grupos muy reducidos.
No obstante, en los últimos diez años ha
aumentado el optimismo respecto a la cooperación interpersonal y se está generando un nuevo
sentimiento de solidaridad para quienes no integran el círculo inmediato de las relaciones personales. Esto representa una intervención en el espacio público poco habitual en el país y da lugar a
procesos de participación asociativa, que se pueden constatar, sobre todo, entre los jóvenes.
En muchos países, una vez que el estadonación ha perdido protagonismo, se ha reconvertido la fuerza de trabajo o el desarrollo económico ha sido cuestionado, por haberse basado en
respuestas estrictamente mercantiles a estos retos
y generado procesos de individualismo, se están
buscando fórmulas que hagan posible combinar
la iniciativa y la responsabilidad del sector público con la del sector privado como una nueva vía
capaz de asegurar el desarrollo económico y la
cohesión social.
En definitiva, mecanismos de intermediación
y de resolución de conflictos en los que se combine la presencia de lo público y lo privado, sin que
ello implique difuminar responsabilidades, sino
delimitar las mismas. Se trata de fortalecer a las
instituciones locales y reforzar la realidad asociativa, para que sea capaz de integrar y canalizar
más que de protagonizar y controlar y, de esa
forma, contribuir a que se pueda conseguir un
aumento en el grado de pluralismo social y una
mayor densidad del tejido asociativo.
Éstos son también objetivos principales de la
Obra Social de las Cajas de Ahorros y que las acreditan como ejemplo de buen hacer para conseguir
el bien común. Es esa una finalidad esencial en la
LOS PASOS FUTUROS
En este artículo hemos tratado de recoger la
ingente labor de la Obra Social de las Cajas de
298
CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN
Ahorros y su amplio alcance. Reflejamos en
hechos concretos y cifras el compromiso de la
Obra Social para conseguir una mayor confianza
entre los ciudadanos. Las acciones de la Obra
Social, demostradas día a día, y el impulso que se
ejerce para ayudar a desarrollar derechos subjetivos, derechos fundamentales, como los que tienen que ver con la educación en su más amplia
acepción, la salud, las eventualidades de la edad
o las situaciones de discapacidad, tienen como
finalidad colaborar a todo aquello que hace a una
persona simplemente persona: la capacidad de
participar en la construcción de su propio futuro.
Ayudar a los ciudadanos a entender el impacto de la globalización en otras comunidades, así
como a reconocer el impacto de nuestras propias
acciones es prioritario. Intentar educar a los ciudadanos, políticos, empresarios, líderes, sobre la
necesidad de invertir recursos crecientes (dinero,
por supuesto, pero también compromiso y
visión) en esfuerzos de cooperación para solucionar problemas, que hoy trascienden de la dimensión local para convertirse en globales, es clave.
En esa comunidad, de la que los ciudadanos
son plenamente conscientes y pueden ser activos
partícipes, se aspira a una mayor prosperidad
general; de manera que, si es preciso, se acude a
donde sea necesario para encontrarla. Incluso, se
está dispuesto a cambiar de lugar para alcanzarla; sin reparar, en muchas ocasiones, en los costes
que supone, pensando que los beneficios van a
ser tan altos que terminarán compensando ese
esfuerzo.
En este nuevo entorno, en el que predominan
los procesos de adaptación, la búsqueda de
mayores oportunidades o la consolidación de
posiciones, la confianza representa un atributo
imprescindible. La confianza entre las personas
para acometer proyectos comunes de manera
satisfactoria para todos los que los realizan es una
garantía de equilibrio en la sociedad.
Es bajo esta perspectiva como mejor se puede
entender la inversión que las Cajas realizan por
medio de su Obra Social. Por un lado, contribuyendo a la prosperidad general y, por otro, generando confianza entre las personas, los grupos,
en la idea de contribuir al equilibrio de una
comunidad amplia, dinámica, plural, participativa e integradora, mediante una estrecha colaboración y participación con diversos agentes económicos y sociales en cuantas acciones sea factible realizar.
La inversión realizada en el último año, 1.824
millones de euros, convierte a las Cajas, en su
conjunto, en el primer inversor del mundo en
cuestiones sociales. Ser el primero en este ámbito exige, además, continuidad. No se alcanza esta
posición sino es tras años de una regular y creciente inversión y, una vez situado en esa posición, los ciudadanos esperan que ese nivel se
mantenga alto. Esta posición se ha conseguido, a
su vez, de una forma planificada, obteniendo un
alto nivel de recursos de la actividad financiera,
que hacen posible poner las bases de un sólido
crecimiento y, al mismo tiempo, disponer de
recursos crecientes para invertir con la idea de
conseguir un país más rico y solidario.
Es imprescindible, asimismo, estar respaldado
por la confianza de los ciudadanos. Las Cajas
cuentan con ello y aprecian ese apoyo que reciben de toda la sociedad. De modo recíproco,
colaboran para generar confianza entre los distintos grupos sociales; en especial, en momentos
como los actuales, en que los procesos de cambio
afectan a todo tipo de colectivos y junto a la evolución de las necesidades habituales, propias de
una sociedad cambiante, aparecen otras nuevas
en ámbitos como la educación, la investigación,
el medio ambiente y, sobre todo, en el asistencial.
Esa transformación de la sociedad está sustentada en unas claras tendencias estructurales y,
puesto que no tiene carácter temporal, va a afectar al modo de relacionarse en el seno de cada
comunidad; lo que significa que en el futuro viviremos de acuerdo a cómo hayamos sido capaces
de adaptarnos hoy a esas tendencias.
El envejecimiento de la población es, probablemente, la más evidente de todas. El coeficiente de dependencia de los ancianos en la Unión
Europea se acercará al cincuenta por ciento en
2050, y la población en edad de trabajar en la UE
será de cuarenta millones menos que hoy. En
299
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
España en ese mismo período pasaremos de
cerca de seis millones de ancianos a casi dieciséis
millones y, entre ellos, la mayor parte serán los
de edad ultra avanzada, es decir, mayores de
ochenta años. España estará, entonces, entre los
países más envejecidos del mundo, con una edad
media de 55 años.
En estos fuertes cambios demográficos cabe
incluir también el incremento de la inmigración;
de mantenerse las tasas de aumento actuales, se
prevé que para el 2050 la población inmigrante
de España sea superior a los quince millones de
personas frente a los cuatro millones registrados
en la actualidad.
Otra de las tendencias relevantes será el papel
de la mujer en la sociedad, posiblemente la fuente
de cambio más viva de la sociedad contemporánea.
El empleo femenino varía desde menos del cincuenta por ciento en Europa del sur hasta más del
setenta y cinco por ciento en los países nórdicos y,
dado el aumento de las tasas de actividad entre las
mujeres italianas y españolas, es muy probable que
este desfase se reduzca con rapidez.
Este cambio implica una modificación en la
capacidad de las familias para responsabilizarse
del cuidado de sus miembros bajo patrones de
décadas pasadas.
Como consecuencia de esa tendencia, el
modelo de familia empieza a configurarse bajo
parámetros diferentes. Algunos de los rasgos distintivos respecto a lo que hasta ahora era frecuente son: el aumento de los hogares monoparentales, el retraso en la formación de la familia,
el mantenimiento de tasas muy bajas en los niveles de fertilidad y el aumento de familias económicamente vulnerables.
Una cuarta tendencia está relacionada con la
economía del conocimiento, y con la necesidad
de una mejor y permanente formación. La educación tendrá un papel más determinante aún, si
cabe. En el caso de nuestro país afrontamos un
problema de primera magnitud, como es el de la
alta tasa de abandono escolar.
Situada en un treinta por ciento es de las más
altas de la Unión Europea. Un número elevado
de jóvenes menores de diecinueve años que
abandonan la enseñanza secundaria tendrá, a
medio plazo, un efecto desfavorable en la productividad y, a más largo plazo, en las cargas del
bienestar futuro.
Hoy en día el debate principal se ha centrado
en la evolución de la población mayor; sin
embargo y a la vista de estas tendencias, la población infantil y juvenil parece requerir más esfuerzos y una atención más inmediata. Es en esta
etapa de la vida cuando es posible actuar con
efectividad para minimizar la desigualdad de las
oportunidades en una sociedad y establecer la
bases para conseguir una mayor prosperidad que
sea sostenible en el tiempo.
Éstas son las cuestiones que las Cajas de Ahorros
tienen en cuenta en las inversiones que realizan
mediante la Obra Social, como se puede comprobar
en los datos expuestos en este artículo. Con esa
inversión se consigue, en primer lugar, crear riqueza y empleo, objetivos fundamentales con los que se
puede lograr la estabilidad de cualquier comunidad. Segundo, promover la cohesión geográfica y
social para que los ciudadanos puedan contar con
las mismas oportunidades de acceso a todo tipo de
bienes y servicios en el ámbito de lo social.
Por último, la Obra Social es una evidencia de
cómo es posible contribuir a solucionar problemas
sociales, puesto que las inversiones más relevantes
se efectúan entre aquellos grupos de población que
más vulnerables resultan a procesos de exclusión.
Se busca así reducir de forma estructural, por una
parte, la desigualdad de oportunidades en la población infantil, así como entre la juventud y, por otra,
fomentar la movilidad social en la edad adulta.
Ésa es la aportación de las Cajas a la comunidad, sin precedentes o parangón en los países de
nuestro entorno y en unos tiempos en los que la
sociedad espera que las empresas no sean ajenas
a los problemas de sus ciudadanos.
BIBLIOGRAFÍA
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2004.
300
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Valoración del impacto de la Obra Social. CECA,
Price WaterhouseCoopers, AIS. 2005.
301
LA BANCA CÍVICA DE CAJA NAVARRA
Ignacio Iraizoz Real
• Rendición de cuentas. Derecho a que las
entidades a las que los clientes destinan sus
beneficios les expliquen el desarrollo de los
proyectos que han puesto en marcha gracias a sus aportaciones. Las entidades beneficiadas en 2007 están rindiendo cuentas en
2008 a través de informes escritos o charlas
presenciales en las oficinas de Can.
• Volcan. Derecho a participar en los proyectos que se financian a través del voluntariado (más de 5.000 plazas de voluntariado
han sido puestas a disposición de los clientes y 2.750 ya han realizado algún tipo de
voluntariado).
• Saber y decidir en qué se invierte el ahorro.
El 5º derecho de nuestros clientes ahonda
en la innovación financiera. Ofrece el derecho a conocer de forma detallada dónde
invierte Caja Navarra su ahorro –el 100%
de nuestros clientes ha recibido una carta
con una explicación detallada en lenguaje
sencillo sobre la distribución de la inversión
del ahorro de Can–. Es la trazabilidad llevada al sector financiero. Además, nuestros
clientes pueden decidir que sus ahorros se
inviertan en líneas responsables, como nuevos residentes, jóvenes, medio ambiente,
etc. Cada cliente también puede ayudar,
contratando una línea de depósitos definida, a que otra persona obtenga mejores
condiciones en su préstamo. ¿Pueden los
clientes convertirse en banqueros…?
Los deberes que los empleados de Caja Navarra asumen con sus clientes tratan de establecer
1. PIONEROS EN BANCA CÍVICA
En Caja Navarra hemos creado una nueva forma
de hacer finanzas: la Banca Cívica. Nace desde la
búsqueda de la diferenciación, desde un intenso
esfuerzo por profundizar en innovación social y
en innovación financiera, y desde una pregunta:
A nuestros clientes... ¿les corresponden sólo
deberes sin ningún derecho?
La banca tradicional promulga que los clientes se adapten a lo que establecen los banqueros.
Los clientes cumplen las condiciones fijadas por
las entidades financieras. La Banca Cívica rompe
con este paradigma, creando y fomentando el
ejercicio de nuevos derechos para sus clientes
(sociales, políticos y económicos) e imponiendo
para los banqueros una serie de deberes en su
relación con los clientes. Hemos cambiado las
reglas.
En la actualidad, los clientes de Caja Navarra
ejercen cinco derechos fundamentales que ninguna otra empresa reconoce a sus clientes.
• «Tú eliges: tú decides». Derecho a decidir
el destino social del beneficio que cada
cliente genera en la entidad (más de
530.000 clientes ya han ejercido este derecho, repartiendo 50,25 millones de euros
entre 2.707 proyectos sociales).
• Cuenta Cívica. Derecho a conocer cuánto
dinero gana Caja Navarra con cada cliente
y la aportación concreta que el cliente hace
al proyecto social que elige (los 620.000
clientes de Can han recibido información
detallada por carta).
303
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
relaciones de persona a persona, de ciudadano a
ciudadano. Son guías de conducta que permiten
generar relaciones de confianza. Se concretan en
12 ideales que definen una aspiración… que los
clientes sientan que Caja Navarra se ocupa de
ellos y experimenten sensación de alivio. Y el camino en la consecución de esta aspiración se labra
poniendo en práctica las «acciones guía» y preguntando a los clientes si identifican esta nueva
forma de hacer en sus relaciones con CAN.
La iniciativa «Tú eliges: tú decides» supone el
reconocimiento de los clientes de Can como dueños de la inversión social de la entidad. Ellos
deciden el destino del 100% del presupuesto, que
en 2007 se elevó a 50,25 millones de euros. El
año pasado, más de 530.000 clientes ejercieron
su derecho de elección social entre los 2.707 proyectos sociales presentados en las ocho líneas de
actuación de «Tú eliges: tú decides».
Para fomentar el ejercicio de ese derecho,
individualmente y por escrito, hemos comunicado a cada cliente el dinero que Caja Navarra ha
ganado con cada uno de ellos, y la cantidad exacta que ha destinado a los proyectos sociales que
ha decidido financiar. Hablamos de la Cuenta
Cívica, una información certificada por auditores
externos que, mediante un simulador para no
clientes, se ofrece al resto de ciudadanos para
que calculen el beneficio que generarían y la
aportación que harían a proyectos sociales en
caso de ser clientes de Can.
Una encuesta realizada entre 10.000 clientes
indica un índice de satisfacción con la Cuenta
Cívica por encima del 90%. Nos han contado que
en esta iniciativa perciben transparencia e innovación, se ven a ellos mismos y a Caja Navarra en
el mismo plano de igualdad y que, sobre todo, les
hace conscientes del valor de la elección social
concreta que cada cliente ha realizado.
Para que los clientes sean informados de la
evolución de los proyectos que se financian con
su dinero hemos organizado los Puntos de
Encuentro. En ellos, las asociaciones dan a conocer sus actividades y rinden cuentas a los clientes
y no clientes sobre los proyectos que han llevado
a cabo, ofertan plazas de voluntariado y organizan charlas, conferencias, talleres y actos culturales para sensibilizar a los visitantes. Más de 780
asociaciones ya han justificado el gasto que han
realizado y representan más de 259.400 elecciones de clientes. Además, más de 200 entidades
sin ánimo de lucro han rendido cuentas a nuestros clientes en las oficinas Cancha y serán más
de 500 en 2008.
Este derecho de elección social confluye y
tiene su culminación en otro derecho creado
para los clientes de Caja Navarra: el derecho a
participar como voluntarios en los proyectos que
304
LA BANCA CÍVICA DE CAJA NAVARRA
han elegido. Esto supone la entrada en acción de
Volcan, el servicio de participación activa de
voluntariado de Caja Navarra, cuya misión es
captar las demandas de voluntariado de las organizaciones sociales con el objetivo de hacerlas llegar a los clientes. Asimismo, Volcan pone en contacto a los clientes con las entidades promotoras
de proyectos a través de los Puntos de Encuentro.
Desde su puesta en marcha en mayo de 2007,
gracias a Volcan, 2.750 clientes de Caja Navarra
han invertido más de 22.000 horas colaborando
en asociaciones que favorecen la integración de
personas desfavorecidas.
problemática concreta de las personas destinatarias de esa inversión.
Las causas eran que los clientes no percibían
esa labor social como algo suyo, no la consideraban cercana y no se adecuaba a sus preferencias
en la mejora social. En este momento surgió una
pregunta: ¿Qué podemos hacer para que los
clientes sientan la obra social como propia?
¿Cómo puede ayudarnos esta inversión social a
incrementar nuestra competitividad? Decidimos
que la mejor respuesta era que fueran los propios
clientes quienes distribuyeran la inversión social
de Caja Navarra y actuaran como auténticos propietarios de los fondos invertidos. Para llevarlo a
cabo, los órganos de gobierno y la dirección de la
entidad renunciaron a tomar estas decisiones en
el Consejo General celebrado en mayo de 2004.
«Tú eliges: tú decides» arranca en 2005 proponiendo a los clientes que elijan entre ocho
grandes líneas de actuación social: Discapacidad;
Cooperación; Bienestar, Deporte y ocio; Cultura;
Conservación el Patrimonio; Medio Ambiente;
Investigación; y Empleo y Emprendedores.
Fruto de las elecciones de los clientes, Fundación Caja Navarra distribuye en 2006 un total de
26,4 millones de euros entre entidades de los
diferentes sectores de actuación social. Este
mismo año, «Tú eliges; tú decides» avanza, ya
que el cliente pasa de elegir entre las grandes
líneas a concretar su derecho de elección en hasta
tres proyectos sociales concretos de los más de
mil trescientos presentados, a los que se distribuirán en 2007 más de 42 millones de euros. En
2008, la inversión ha crecido hasta 50,25 millones. El resultado de la elección de los clientes ha
significado la transformación absoluta de la distribución de la Obra Social, ya que nuestros clientes han decidido financiar principalmente proyectos de discapacidad o cooperación frente a la
primacía anterior de proyectos culturales o patrimoniales.
Con «Tú eliges: tú decides» nos dimos cuenta
de que a nuestros clientes les faltaba información… ¿Por qué no decirles cuánto dinero destinaban a los proyectos sociales que habían elegido
financiar? Así nació la Cuenta Cívica y una deci-
2. UNA RENUNCIA… EN FAVOR DE
UN DERECHO
La génesis de la revolución social que promueve
Caja Navarra comienza cuando los órganos de
gobierno de Caja Navarra apuestan por un
nuevo modelo de negocio en el que se tengan en
cuenta, en primer lugar, los intereses de los clientes y la creación y el fomento de nuevos derechos,
para que sean ellos quienes tengan en su mano la
oportunidad de financiar los proyectos sociales
que quieren que se hagan realidad. A partir de
esa idea, todas las actuaciones son consecuencia
de nuestra decisión estratégica de ser líderes en
banca cívica.
Históricamente, la inversión de la obra social
se distribuía de acuerdo a lo definido por el
Patronato de Fundación Caja Navarra, un grupo
de expertos miembros de diversas instituciones
con un profundo conocimiento de la realidad
social y cultural. Sin embargo, se descubrió que
la obra social que se venía realizando no obtenía
un reconocimiento acorde al volumen de la
aportación a la construcción social, no aportaba
a la entidad un rasgo diferenciador que le ayudara a competir mejor con otras entidades
financieras cuya aportación era menor o inexistente y no creaba una vinculación y una implicación de los clientes con las iniciativas que se
apoyaban con ese dinero, ya que en muchos
caso no las conocían. Como consecuencia, los
clientes no se encontraban sensibilizados con la
305
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
sión única: contar a nuestros clientes el beneficio
concreto que Caja Navarra obtiene con cada uno
de ellos.
La vinculación con nuestros clientes y sus proyectos sociales seguía avanzando, pero nos planteamos otra cuestión: nuestros clientes eligen los
proyectos que financian y conocen la cantidad
económica que les están entregando… ¿Y después? Decidimos comprometer a las asociaciones
estimulando las rendiciones de cuentas, explicaciones a nuestros clientes del desarrollo de los
proyectos.
Por último, quisimos tender puentes entre los
clientes que eligen proyectos y las entidades que
los promueven, trasladando a los clientes todas
las ofertas de participación y voluntariado que
emanan de los proyectos presentados. Así nació
Volcan, el servicio de participación activa de
forma voluntaria.
narles los beneficios de su dinero, logrando además una sensibilización que está teniendo un
efecto inmediato en la sociedad, como lo
demuestra el alto número de clientes que pasan
a la acción y se hacen voluntarios al conocer en
profundidad sus proyectos.
Empresas: Al conocer las aportaciones concretas que realizan a los diferentes proyectos, las
empresas están demostrando una alta capacidad
de vinculación. En Caja Navarra estamos fomentando que todas las empresas, y sobre todo las
pymes, puedan contar su aportación social como
inicitavia de RSC, por lo que elaboramos, de
forma gratuita, su propia Memoria de Sostenibilidad.
4. LA BANCA CÍVICA DEL FUTURO
Los objetivos que Caja Navarra, tanto en el ámbito económico como en el social, vienen fijados en
nuestro Plan Estratégico Cantera 2007-2010. Los
resultados nos han demostrado que, cuando los
clientes conocen sus nuevos derechos y oportunidades de colaborar para construir una sociedad
mejor, responden y fomentan la consecución de
mejores resultados económicos y resultados más
que económicos que benefician al conjunto de la
sociedad. Respecto a los objetivos en innovación
social para todo el período de vigencia del plan,
destacan los siguientes:
1. El 90% de clientes eligiendo proyecto social
y el 10% participando. El 100% de los proyectos rindiendo cuentas. 800.000 clientes
elegirán más de 4.000 proyectos sociales.
2. 10.000 clientes comprometidos en actividades de voluntariado.
3. Un 2,5% de la plantilla directa de personas
con discapacidad.
4. Participación de, al menos, 50.000 clientes
al año en actividades sociales desarrolladas
en las oficinas de Can, llamadas Canchas.
5. Aumentar la inversión en Obra Social
hasta los 214 millones de euros para el
período 2007-2010 (frente a los 114 millones de euros en el período 2003-2007).
3. LA RED SOLIDARIA
El desarrollo de la iniciativa «Tú eliges: tú decides» está suponiendo una movilización y sensibilización del conjunto de la sociedad sin precedentes:
Clientes: El 85,4% del total, más de 530.000
personas, ha realizado la elección de los proyectos concretos que quieren financiar con el beneficio que genera su dinero. Hemos informado a
620.000 personas de cuánto ganamos con ellos,
les hemos hecho partícipes de un derecho insólito. Más de 780 asociaciones se han dirigido a
259.400 de nuestros clientes para contarles cómo
han invertido su dinero. Y mediante Volcan
hemos movilizado a 2.750 personas que han
desarrollado 22.000 horas de voluntariado en los
diferentes proyectos asistenciales presentados,
una situación que está registrando un crecimiento exponencial. Asimismo, 30 empleados de Can
están participando en proyectos de forma voluntaria.
Tercer sector: Hoy son más de 2.700 las asociaciones sin ánimo de lucro que ofertan su proyectos a nuestros clientes para que elijan desti-
306
LA BANCA CÍVICA DE CAJA NAVARRA
800 niños en Turkana (Kenia)», de la Asociación
Nuevos Caminos de Barcelona (2.365 elecciones).
5. LOS PROYECTOS MÁS APOYADOS
El proyecto del Colegio Isterria, ubicado en
Ibero (Navarra), ha sido el preferido por los
clientes en 2007, ya que ha aglutinado un total
de 28.259 elecciones. Fundado en 1966, este centro académico educa en la actualidad a 97 niños
y niñas con discapacidades psíquicas de distintos
grados y niveles, la mitad de los cuales utiliza el
servicio de residencia. En el colegio trabajan 50
profesionales que cubren varios servicios relacionados con la educación y con el cuidado de personas con discapacidad (orientación, logopedia,
servicio médico y de enfermería, trabajo social y
familiar).
Las preferencias de los clientes de Caja Navarra han ido en segundo lugar hacia el proyecto
«Investigación del cáncer de útero: detección de
infección persistente» que, presentado por la asociación Investigación Solidaria Sadar, está coordinado por el investigador colombiano Manuel
Patarroyo. Esta iniciativa ha reunido 10.051 elecciones, número que supera a las 5.174 registradas por el proyecto de «Atención a las personas
con discapacidad intelectual en Navarra» impulsado por la asociación ANFAS.
La lista de los diez proyectos con mayor apoyo
se completa con las propuestas «Programa de
ayuda a jóvenes investigadores en oncología», de
la Fundación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de Madrid (4.770
elecciones); «Análisis de los mecanismos genéticos causantes de un tipo de leucemias», de la
Universidad de Navarra (3.710 elecciones);
«Complejo de centros y servicios de atención a
personas con discapacidad», de la asociación
APADIS de San Sebastián de los Reyes, en
Madrid (2.886 elecciones); «Atención a niños
enfermos de cáncer y sus familias», de la Fundación Enriqueta Villavecchia de Barcelona (2.593
elecciones); «Investigación y desarrollo de vacunas en la infección por el VIH/SIDA», de la Fundación Gregorio Marañón de Madrid (2.494
elecciones); «Centro hospitalario Monkole en
Kinshasa (Congo), de la Organización Navarra
de Ayuda entre los Pueblos (2.372 elecciones); y
«Suministro de agua y atención nutricional para
6. EVOLUCIÓN DE LA INVERSIÓN SOCIAL
Desde que los clientes deciden directamente el
destino del 100% de la inversión social, se ha
producido un auténtico vuelco en su distribución; mientras que en el último año en que la
decisión estuvo en manos del Patronato (2004), la
inversión en ayuda a personas desfavorecidas
ascendió a un 33%, ahora que son los clientes los
que eligen individualmente hasta tres proyectos
sociales concretos para financiar con el beneficio
que genera su dinero, en el último año la cifra se
ha disparado hasta el 70,68% del presupuesto
total, lo que supone un incremento de los fondos
destinados a colectivos desfavorecidos de
21.566.260,18 euros en la inversión social de
2007 respecto a la de 2005.
La conclusión que hemos sacado es que los
clientes han decidido primar, frente a las cosas
(conservación del patrimonio, cultura...) las necesidades de las personas; así, la línea de proyectos
que ha presentado un aumento más acentuado ha
sido la de Discapacidad. En concreto, dentro del
programa «Tú eliges: tú decides», en el año 2006
se presentaron 295 proyectos relacionados con las
personas con discapacidad, que fueron apoyados
por 169.034 clientes de Caja Navarra, lo que ha
tenido como consecuencia una asignación económica de 14,1 millones de euros, la tercera parte
del presupuesto de obra social.
Por el contrario, los proyectos relacionados
con la línea de Cultura han sido los que han
experimentado una disminución más acusada de
apoyo por parte de los clientes, pasando de acaparar un 28% del presupuesto de obra social en
2005, a sólo un 5% desde que los clientes tomaron las riendas de la inversión.
El siguiente gráfico expone el cambio en las
grandes líneas que agrupan los proyectos sociales
que se presentan a la iniciativa «Tú eliges: tú
decides»:
307
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
F
EVOLUCIÓN DEL GASTO EN OBRA SOCIAL
(INVERSIÓN EN MILLONES DE EUROS)
F
308
LA BANCA CÍVICA DE CAJA NAVARRA
El presupuesto que finalmente se destina a
obra social está condicionado por los resultados
económicos que obtenga la entidad. Por tanto,
sin una gestión económica que busque la excelencia no podríamos disponer del presupuesto
necesario para llevar a cabo la (r)evolución social
que impulsamos con la Banca Cívica.
En el CSR Market Place Europeo de Bruselas,
Caja Navarra fue la entidad financiera más valorada tanto por el público como por el jurado.
El Plan Mujer de Can fue reconocido con el
«Premio a la Política de Empresa a favor de la
Mujer 2007», que entrega la Federación de Mujeres Empresarias y Directivas, FEDEPE.
Las oficinas Cancha han sido valoradas como
el «Cuarto Modelo de Oficina Bancaria más
Innovador de Europa», según el estudio de la
consultora inglesa I-Am Associates, entre todas
las entidades financieras europeas.
Caja Navarra obtuvo también el «Premio a la
Mejor Acción Socio-Laboral» por el establecimiento de la Banca Cívica que otorga y reconoce
nuevos derechos a los clientes, otorgado por la
Fundación Sagardoy.
Premio ESADE 2008 al mejor reposicionamiento de MARCA.
7. COMPARACIÓN CON ACTUACIONES
PARECIDAS EN OTRAS EMPRESAS
La iniciativa «Tú eliges: tú decides» es totalmente
innovadora y ninguna del resto de 45 cajas de ahorro que operan en España ha dejado que sean los
clientes quienes decidan el destino de una importantísima parte de su beneficio neto, sin mencionar
a los bancos, cuya inversión en obra social es porcentualmente simbólica. Traspasar el poder de
decisión a los clientes es una decisión difícil de
tomar para quienes están acostumbrados a decidir.
• Caso de estudio
8. RECONOCIMIENTOS
El modelo de Banca Cívica e innovación social de
Caja Navarra es caso de estudio en las escuelas de
negocio del IESE e IPADE. Próximamente, va a ser
objeto de estudio en la Stern University (Nueva
York), Wharton University (Philadelphia), Georgetown University (Washington), George Washington
University (Washington), Michigan University (presentación realizada a profesores de la universidad) y
en la London School of Economics (Londres).
Caja Navarra está siendo reconocida por las
principales entidades e instituciones en materia
de Responsabilidad Social.
• Premios
Premio Empresa y Sociedad 2008 a «Tú eliges: tú
decides», la iniciativa por la que Caja Navarra
deja en manos de sus clientes la distribución del
dinero destinado a obra social, 50,25 millones de
euros este año.
Nuestra memoria de RSC ha obtenido el premio a la «Mejor Memoria de Sostenibilidad de las
Empresas Españolas 2007» por su destacado sistema de participación de clientes, inversores,
proveedores, etc. El premio lo concede el Instituto
de Censores Jurados de Cuentas de España y AECA.
La Cuenta Cívica ganó el Premio Mercado de
la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)
concedido por Forética, al ser reconocida como
la «mejor solución española de RSC».
• Distinciones
1. Caja Navarra, entre las 63 empresas españolas «Top para trabajar», según la organización internacional CFR (2007).
2. MERCO Empresas 2008. Puesto 66 de
Ranking entre las empresas con mejor
reputación de España.
3. Ranking MERCO Personas 2007. Caja
Navarra, puesto número 70 en el ranking
español de mejores empresas para trabajar.
Mejor empresa navarra.
309
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
4. Caja Navarra, la caja de ahorros más
innovadora del sector según el estudio
«Tendencias Actuales del Sector Financiero en España», realizado por la consultora Tatum para la escuela de negocios
EOI.
5. Caja Navarra, novena empresa española
mas destacada en financiación de proyectos sociales, según el estudio «Tratamiento
de la acción social en el informe Anual
2006 de grandes empresas», realizado por
la Fundación Empresa y Sociedad.
310
EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO
CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Juan Manuel Cendoya Méndez de Vigo
frentes, de la incorporación, uso y difusión de las
nuevas tecnologías de información y comunicación.
El Banco comparte, por otra parte, la aspiración de las naciones iberoamericanas de progresar en la consolidación de sociedades estables,
más prósperas y con menores desigualdades
sociales. Así ha entendido que su compromiso
institucional con la mejora del sistema universitario puede ser una excelente manera de contribuir a ampliar y mejorar la calidad del capital
intelectual que las sociedades iberoamericanas
demandan para hacer frente con éxito a sus nuevos desafíos políticos, económicos, tecnológicos y
sociales y a estrechar las relaciones de colaboración entre la academia y la empresa. En definitiva, llegar a convertir estos desafíos en un proyecto colectivo, de cuya superación administraciones, empresas y universidades se sientan igualmente responsables.
De igual manera, el Banco quiere sumarse a
los esfuerzos nacionales y multilaterales por fortalecer la comunidad iberoamericana de naciones y, específicamente, su llamado espacio iberoamericano del conocimiento e investigación, ayudando al proceso de internacionalización de sus
universidades y a sus proyectos de cooperación
inter-universitaria.
El Banco considera, por otra parte, que todo
este proceso de colaboración con el mundo universitario –iberoamericano, inicialmente, pero en
la actualidad ampliado a otros países como Reino
Unido, Estados Unidos o Rusia– se convierte,
internamente, en una oportunidad extraordina-
1. ¿POR QUÉ UN PROGRAMA DE APOYO
A LAS UNIVERSIDADES?
El compromiso institucional con la universidad
constituye el eje vertebral de la política de Responsabilidad Social del Banco Santander y se ha
convertido en una de sus señas de identidad corporativa, puesto que le diferencia claramente del
resto de las entidades empresariales y financieras
internacionales.
Banco Santander destinó, en el 2007, 89
millones de euros –es decir, el 1% de su beneficio
atribuido– al patrocinio de proyectos de 623 Universidades de España, Portugal y América en
ámbitos tan variados como los docentes, tecnológicos, de gestión e investigación o de desarrollo
de su dimensión emprendedora.
Para el Banco, su inversión en educación
quiere ser una expresión concreta y diaria de su
compromiso institucional y a largo plazo con el
desarrollo cultural, social y económico de los
países en donde está presente, con la convicción
de que la formación y la generación de nuevo
conocimiento son las armas más poderosas y eficaces para avanzar hacia sociedades más abiertas,
competitivas y equilibradas.
Nuestras sociedades necesitan que las universidades tengan la ambición de ser protagonistas
relevantes, como centros generadores y trasmisores del saber, en la emergente sociedad global del
conocimiento, por lo que el Banco quiere contribuir a que se refuerce su prestigio social y las iniciativas destinadas a renovar metodologías
docentes y de aprendizaje, a partir, entre otros
311
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
ria de aprendizaje para el conjunto de sus profesionales y organización: tanto en la mejora de sus
capacidades y competencias profesionales, como
en el conocimiento del mundo actual y sus principales tendencias de futuro.
El Banco valora, por tanto, que esta estrecha
y global colaboración con la institución universitaria, así como con sus profesores, científicos,
administradores y estudiantes contribuirá a fortalecer su capacidad de iniciativa organizativa
para seguir encarando, con éxito, los retos
empresariales que plantea este mundo globalizado.
Botín, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca en el 2002.
Tres grandes ámbitos de actuación:
2.1. Los convenios de colaboración con 623
Universidades para impulsar proyectos de educación, investigación y fomento de la actividad
empresarial entre los estudiantes universitarios.
2.2. Universia, un proyecto que reúne a 1.056
universidades de 11 países iberoamericanos y
que, en apenas siete años, se ha transformado en
la mayor red de colaboración universitaria de
habla hispana y portuguesa.
2.3. La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, el portal de referencia para los amantes y
estudiosos de la creación literaria en lengua española en ambos lados del Atlántico.
Como podrá observarse, el modelo de relación con las universidades establecido por el Santander no sólo es una forma de apoyar a estas
instituciones y a sus colectivos, sino que aspira a
ser también un instrumento que contribuya a
multiplicar la cooperación entre las universidades de uno y otro continente.
2. GÉNESIS DE LA COLABORACIÓN Y
PRINCIPALES LÍNEAS DE ACTUACIÓN
En 1996, el Banco Santander estableció con la
Universidad de Cantabria un primer marco de
colaboración institucional con la finalidad de
reforzar su compromiso con el presente y futuro
de la sociedad cántabra, donde en su capital
–Santander– se ubica su sede social.
Tras la Universidad de Cantabria vinieron las
universidades de Cádiz, Alcalá de Henares, Politécnica de Madrid, Valladolid, Castilla La Mancha, entre otras, para pasar después a universidades de Chile, México, Argentina y alcanzar, en
la actualidad, la cifra de 623 universidades en
España, Portugal, México, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay, Chile,
Argentina, Estados Unidos, Rusia, China y Reino
Unido.
Cantabria fue así, también, la cuna de Santander Universidades: un programa global de
colaboración con el mundo universitario, único
en el escenario internacional, que el Banco ha
configurado, recientemente, como una de sus
siete divisiones globales, con lo que refuerza su
compromiso institucional con la educación
superior.
Este creciente programa de colaboración con
la universidad, por otra parte, fue el germen del
actual Plan de Responsabilidad Social del Banco
Santander, presentado por su Presidente, Emilio
2.1. CONVENIOS DE COLABORACIÓN
Banco Santander colabora con las universidades desarrollando propuestas de proyectos y
servicios personalizadas para cada universidad,
lo que le permite trabajar, en la actualidad, de
manera flexible y variada, con 623 instituciones
universitarias en España, Portugal, América y
Reino Unido.
Santander ofrece –desde un respeto pleno a la
autonomía universitaria– su apoyo institucional y
económico a programas docentes y de investigación que cada una de las universidades con las
que suscrito convenio ha considerado que formaban parte de sus prioridades en cada momento o
bien eran sus proyectos estratégicos en los ámbitos docente, investigador, gerencial, tecnológico,
cooperación o emprendedor, entre otros.
312
EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Este aspecto constituye un elemento central
en el planteamiento general del programa, puesto que son siempre las propias universidades o
instituciones vinculadas las verdaderas protagonistas y líderes de los diferentes proyectos, queriendo ser el Banco simplemente socio colaborador en su diseño, lanzamiento y desarrollo, tal
como prefiera la universidad correspondiente.
El Banco colabora y contribuye con su aportación económica, los conocimientos de sus profesionales, su capacidad de gestión empresarial y
sus relaciones institucionales e internacionales, a
desarrollar al máximo el potencial de cada uno
de los proyectos, para lo que se establecen comisiones y equipos mixtos de trabajo.
Estos convenios bilaterales de colaboración
con estas universidades se han visto complementados con iniciativas transversales, algunas de
ellas incluso de dimensión iberoamericana, lo que
nos permite hablar de que a lo largo de estos años
se ha logrado crear una alianza institucional
«Universidad-Santander» –muy variada y rica en
proyectos– que para el Banco tiene una clara proyección estratégica. Debe destacarse, a este respecto, el compromiso público y reiterado del propio Presidente del Banco y, en general, de los
directivos de primer nivel del Grupo, en el
desarrollo e impulso de este programa.
ración entre universidades de varios países que
contribuyen a la creación del incipiente espacio
iberoamericano de educación superior, como es
el caso de los recientes programas de becas de
movilidad iberoamericana.
Santander ha apoyado la creación de 73 cátedras especializadas, algunas conjuntas entre universidades españolas, portuguesas y latinoamericanas, medio centenar de ellas bajo el auspicio de
la UNESCO. De todas ellas, podrían destacarse
las que han nacido para el estudio académico de
la Responsabilidad Social Corporativa, el fomento de la cultura emprendedora y los nuevos enfoques del desarrollo sostenido.
Otro de los ámbitos destacados de colaboración con las universidades han sido los proyectos
de «extensión universitaria», para acercar el
mundo académico a personas mayores y promover programas de formación continua, que permitan a los universitarios actualizar sus conocimientos y responder a las necesidades cambiantes del mercado de trabajo.
De igual manera, el Banco, a través de convenios de colaboración, ha contribuido al fortalecimiento de las asociaciones nacionales de rectores
y universidades (CRUE, Consejo Universitario
Iberoamericano…), así como al de diferentes
redes de colaboración y cooperación interuniversitaria (Grupo de Universidades Tordesillas, Red
de Macrouniversidades Iberoamericanas, Grupo
Mercosur o «Emprendia, Red universitaria iberoamericana para la incubación de empresas»).
Asimismo, el Banco Santander viene colaborando –como parte del creciente proceso de
internacionalización– en la creación y funcionamiento de microespacios universitarios, como
sería el caso de ECOES, Espacio Común Mexicano de Educación Superior (programa de impulso
al intercambio de estudiantes y profesores entre
Portugal y Brasil –Programa de becas luso-brasileñas–).
De igual manera, el Banco ha apoyado el
desarrollo de iniciativas encaminadas a la creación o consolidación de macroespacios universitarios, como el europeo EEES o el iberoamericano EICI, a través de su participación en la
Colaboración académica
Algunos ejemplos en el campo de la docencia son
los siguientes:
• La creación de cátedras especializadas.
• El lanzamiento de programas de movilidad
de estudiantes y profesores.
• El apoyo a proyectos de investigación.
• El patrocinio de masters y estudios de
postgrado.
• La financiación de programas de extensión
universitaria.
• Las actividades culturales y sociales.
Una buena parte de los convenios vigentes
incluyen el apoyo a aquellos proyectos de coope-
313
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
puesta en marcha y respaldo de programas de
becas de movilidad internacional.
Así, en 2007, Banco Santander concedió más
de 12.000 becas y ayudas al estudio en los países
donde está presente. Cabe destacar por su
dimensión, el lanzamiento del programa de
1.500 nuevas becas de movilidad iberoamericana
(siguiendo el modelo del Erasmus comunitario),
el programa de 100 becas de doctorado en la
Universidad de Salamanca, las 180 becas de la
red de macrouniversidades iberoamericanas,
coordinadas por la UNAM de México, las 364
becas luso-brasileñas o las 120 becas de movilidad de la Universidad Autónoma de Madrid,
entre otras muchas.
En este último año, se han puesto en marcha
proyectos de colaboración con universidades
inglesas, rusas, norteamericanas y chinas con las
que se pretende reforzar los esfuerzos de internacionalización y globalización de las universidades iberoamericanas, mediante programas de
movilidad y cátedras conjuntas.
Por último, Santander apoya proyectos de
enseñanza del español como lengua extranjera
en Brasil, en colaboración con las universidades
de Brasilia y Estadual de São Paulo y el Instituto
Cervantes, así como en España a través de su participación en la Fundación Comillas (Cantabria).
Por otra parte, refuerza la colaboración de la Real
Academia con grupos de investigadores en la elaboración del llamado «Corpus del español del
siglo XXI».
• Renovación de sistemas de gestión especializados.
• Creación de infraestructuras de acceso a
Internet.
• Emisión de carné universitario sobre tecnología chip.
Desde 1997, Santander colabora con las universidades en el desarrollo de proyectos tecnológicos orientados a profundizar en la renovación
de los métodos de docencia y aprendizaje, así
como otros orientados a estimular el acceso de
los estudiantes a las tecnologías más avanzadas,
tales como el respaldo a la creación de campus virtuales y plataformas de enseñanza a distancia a
través de Internet.
Al igual que la enseñanza se enriquece con
nuevos métodos y materiales online, las nuevas
tecnologías se están convirtiendo en herramientas imprescindibles para el trabajo de los investigadores, ya que ahora pueden consultar fondos
bibliográficos de valor histórico y documental
inaccesibles hasta hace bien poco, como son los
casos de las Universidades de Sevilla, de Granada, de Valencia, de Salamanca, la UNAM de
México o la Complutense de Madrid.
Santander participa en proyectos de digitalización de hemerotecas y de tesis doctorales en las
principales universidades españolas e iberoamericanas.
Por otro lado, la renovación de los sistemas de
gestión interna de las universidades se ha convertido en una exigencia básica para abordar la
modernización de la institución universitaria,
por lo que constituye otro de los ejes de colaboración e incluye proyectos como la implementación del software de gestión universitaria especializada o las pasarelas de pago electrónico a
través de Internet. El Banco participa con
varias universidades españolas y empresas en el
desarrollo de un proyecto de investigación aplicada sobre la Universidad Digital del futuro.
Decenas de universidades españolas y americanas han integrado su información académica y
financiera en un solo sistema de gestión interna desarrollado por la Oficina de Cooperación
Universitaria, empresa de servicios tecnológi-
Fomento de las nuevas tecnologías en
el ámbito universitario:
Santander apoya más de 400 proyectos destinados a la creación de infraestructuras tecnológicas
en las universidades.
En este campo las principales iniciativas
impulsadas son:
• Desarrollo de proyectos de formación
online y campus virtuales.
• Digitalización de fondos bibliográficos y
tesis doctorales.
314
EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR
llo de la tarjeta con «chip de proximidad» (contactless), que permite su activación por la simple
aproximación al lector o terminal para servicios
como el pago en autobuses, o el acceso a instalaciones deportivas y al propio campus.
En los últimos años, por otra parte, las universidades han desarrollado proyectos para
mejorar el acceso a Internet y familiarizar al estudiante con las nuevas tecnologías. En este campo,
Santander ha colaborado en la puesta en marcha
de 175 aulas de navegación y acceso a Internet,
25 proyectos de creación de campus inalámbricos
y programas anuales que facilitan la adquisición
de ordenadores de última generación en condiciones muy especiales para los estudiantes universitarios.
cos creada por varias universidades españolas
que cuenta con la participación accionarial y
colaboración del Santander.
El carné universitario inteligente constituye
un proyecto central en la colaboración del Santander con el mundo universitario en el ámbito tecnológico, asegurando una amplia gama
de servicios y prestaciones de carácter académico, administrativo y financiero, para los
miembros de la comunidad universitaria. En la
actualidad son algo más de 3 millones los universitarios iberoamericanos usuarios, diariamente, de un carné inteligente emitido por el
Santander.
El convencimiento de que la tarjeta tiene un
gran desarrollo potencial y la necesidad de ofrecer servicios de calidad a las universidades ha llevado al Santander y a la Universidad de Cantabria a promover la creación del Observatorio
Tecnológico de la Tarjeta Inteligente, centro de
I+D para investigar nuevas aplicaciones, en
torno al cual se están abriendo otros centros tecnológicos en Babson University (USA). En España, América y Portugal, 172 Universidades usan
tarjetas universitarias inteligentes emitidas por el
Santander, entre cuyas aplicaciones destacan:
Acreditación personal.
Consultas de información personal y tramitación de gestiones administrativas: certificaciones, reservas de instalaciones deportivas, bono comedor, etc.
Control de presencia y de paso a recintos
universitarios de acceso restringido.
Préstamo y control de libros en bibliotecas.
Control de acceso a los ordenadores de las
aulas informáticas.
Pago de matrículas y tasas académicas.
Firma electrónica.
Monedero electrónico y, opcionalmente,
función financiera de débito.
Ventajas y descuentos en comercios, bono
transporte, etc.
En una apuesta similar por la modernidad y la
innovación, las universidades iberoamericanas
han sido pioneras en la incorporación y desarro-
Investigación, Innovación y fomento de
la cultura emprendedora
Banco Santander colabora con algunas universidades y centros de investigación en el desarrollo
de sus políticas de investigación, ya sea mediante
la financiación de proyectos concretos, de programas de ayudas a sus equipos, de becas para
post-doc o de proyectos conjuntos entre universidades, entre otras líneas.
Así mismo, Santander apoya a las universidades en el desarrollo de su dimensión emprendedora, entendida como su papel como agente activo en el desarrollo económico, a través de la
transferencia de conocimiento y recursos hacia el
tejido productivo y empresarial (contratos de asesoramiento, patentes, licencias, creación de spinoffs…). Entre las líneas principales de colaboración cabe destacar:
• Apoyo a programas dirigidos a fomentar la
cultura emprendedora en el seno de la
comunidad universitaria:
Así, colabora en la creación de cátedras específicas dirigidas a desarrollar estudios y docencia
en torno al emprendedurismo y la empresa familiar o de centros de información útil para jóvenes
emprendedores que faciliten el desarrollo de
nuevos negocios y microempresas. Este es el caso
315
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
orientada a consolidar la creación de nuevas
empresas en el ámbito biotecnológico entre las
universidades de Barcelona.
Mención especial merece la Red Universitaria
Iberoamericana para la Incubación de Empresas,
«Emprendia», que reúne a un primer núcleo de
universidades claves de los diferentes países iberoamericanos con el objetivo de ser una plataforma activa en la puesta en común de mejores
prácticas propias o internacionales, creación de
instrumentos de vigilancia e inteligencia tecnológica y de gestión de la propiedad intelectual, programas comunes de formación de excelencia
para gestores de la transferencia, etc.
En definitiva, se pretende ser una instancia
activa en el apoyo del desarrollo de esa nueva
dimensión universitaria –«emprendedora»– en el
espacio iberoamericano del conocimiento.
Santander trabaja, asimismo, con las universidades más dinámicas en este terreno en el diseño de instrumentos financieros singulares que
permitan estimular la participación de la inversión privada en el proceso de «valorización» de
los proyectos universitarios de investigación.
Véase el programa llevado a cabo por la Agencia
de Valorización y Comercialización de Resultados
de Investigación de la Universidad de Barcelona.
del Portal Emprendetec del Instituto Tecnológico
de Monterrey y los portales de apoyo al emprendedor en funcionamiento en España, Chile,
Argentina y Brasil a través del Portal Universia.
Los Premios a la Innovación Empresarial y Espíritu Emprendedor, impulsados por el Santander,
están destinados a reconocer la iniciativa empresarial en el mundo universitario y ya se han convertido en una referencia de la innovación en
estos países. En la actualidad estos premios se
convocan en Argentina, Brasil, México y Chile y
se reciben más de 2.700 candidaturas al año.
• Respaldo al desarrollo de parques científicos universitarios:
Santander está convencido de la importancia
de la apuesta universitaria por crear espacios físicos que permitan el desarrollo de proyectos de
I+D+i. Este es el caso del apoyo al Parque Científico de Madrid, el Parc Científic de Barcelona, la
Ciudad Politécnica de la Innovación en Valencia,
el Parque Científico y Tecnológico de Albacete, el
Campus Científico y Tecnológico de Las Rozas,
UNED o los parques científicos de las universidades de Salamanca y Valladolid.
• Impulso a proyectos de incubación de
empresas universitarias:
La carencia de una infraestructura necesaria
para estimular la creación de empresas en el
ámbito universitario es una de las dificultades
más importantes a las que se enfrentan los
emprendedores. Santander está apoyando 17
proyectos de incubación de empresas universitarias, cuyo objetivo es colaborar a convertir resultados de la investigación universitaria en nuevas
empresas de base tecnológica (spin-offs) y asesorar a los universitarios a desarrollar empresas
viables, económica y tecnológicamente.
Cabe señalar el respaldo a experiencias y proyectos que de manera colectiva vienen desarrollando universidades españolas, como el Programa Uniemprendia, en colaboración con la red
OTRI’s (Oficinas de Transferencia de Resultados
de Investigación), la participación en el fondo
universitario de capital riesgo Unifondo I+D, la
creación de la sociedad de inversión NexoArgentina, o la Bioincubadora UB-Santander,
2.2. UNIVERSIA: UN PROYECTO ÚNICO
EN EL MUNDO
Universia es la red de colaboración universitaria
de Iberoamérica con 1.056 universidades socias.
Universia nace en el año 2000 como una iniciativa en Internet a propuesta de 31 universidades españolas y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. El Banco Santander, dentro de su Programa de Responsabilidad
Social Corporativa, asume el patrocinio del Proyecto.
Actualmente 1.056 universidades de 11 países de Iberoamerica son socias de esta Red de
Universidades de habla hispana y portuguesa
que está presente en Argentina, Brasil, Chile,
Colombia, España, México, Perú, Portugal,
316
EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR
nidades y plataformas de participación
sobre temas de interés para universitarios.
Organiza eventos que fomenten el ocio responsable y participativo (música, deporte,
debates, etc.) mediante acuerdos de patrocinio con empresas interesadas.
Puerto Rico, Uruguay y Venezuela, y que constituye la red de cooperación más amplia en el
mundo universitario.
Universia cuenta con 12 portales en Internet,
que tienen una media mensual de 5,8 millones
de usuarios únicos e impulsa acciones fuera y
dentro del espacio virtual.
Su objetivo como red es aportar un servicio de
valor añadido para las universidades, desarrollar
proyectos globales y generar nuevas oportunidades para la comunidad universitaria.
Algunos ejemplos de la actividad de Universia
– OpenCourseWare (Formación)
OCW es una iniciativa que nació en el año
2001 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para promover que sus profesores pusieran en abierto en Internet sus
propuestas y materiales docentes. En la
actualidad el 100% de las asignaturas del
MIT está en OCW y 150 universidades de
25 países de todo el mundo se han sumado a este proyecto, de las cuales el 30% lo
han hecho a través de Universia. Desde
mayo de 2007 Universia es el promotor
del Consorcio OpenCourseWare para Iberoamerica.
– Gestión de empleo y prácticas profesionales
(Empleo)
En 2007, un total de 93.921 jóvenes egresados han conseguido su primer empleo a
través de Universia. Igualmente, Universia
ha gestionado 21.296 prácticas profesionales para jóvenes estudiantes iberoamericanos. Además, han sido incluidos 260.497
curricula en todos los portales de empleo y
se han publicado 242.592 vacantes de
empleo.
– Encuentros de Rectores:
Universia organiza Encuentros de Rectores
en todos países de la Red. Los temas que se
tratan (movilidad, investigación, financiación, calidad y retos tecnológicos) son propuestos por rectores en los diferentes órganos de asesoramiento. La organización la
coordina Universia y un Comité compuesto
por rectores y cargos académicos decide el
Programa de los mismos.
Líneas estratégicas
Formación: Información para el aprendizaje y apoyo a la formación continua. Se
responde a la demanda de formación de
las empresas mediante la difusión del
conocimiento universitario y se actúa
como plataforma para la difusión de la
experiencia empresarial en el entorno
universitario.
Empleo: Prácticas, empleo y desarrollo
profesional. Ayuda a las universidades a
incrementar las oportunidades de empleo
de los titulados en colaboración con los servicios de empleo universitarios y se ayuda a
las empresas en los procesos de selección
de titulados y estudiantes en prácticas.
También facilita a profesores e investigadores canales de comunicación con las empresas e instituciones para el desarrollo de los
resultados de la investigación.
Observatorio: Para el futuro de la ciencia y
la educación superior. Genera espacios de
debate y reflexión sobre tendencias en educación superior que involucran a todos los
agentes implicados (empresas, instituciones, universidades, gobiernos, etc.). Ayuda
a la comunidad universitaria en el proceso
de transición hacia el escenario educativo
que marcan las nuevas tecnologías (universidad 2.0).
Redes Sociales: Comunidades para el ocio
y el tiempo libre universitario. Crea comu-
317
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
• Biblioteca Nacional de Venezuela: documentos fundacionales, obra bolivariana y
del exilio español.
• Biblioteca Nacional de Brasil: obras de la
literatura brasileña de los siglos XIX y XX.
El refuerzo de la dimensión iberoamericana es
una prioridad para cervantesvirtual.com, al proceder más de la mitad de sus usuarios del continente americano. Con este objetivo, la Fundación
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes ha iniciado su colaboración con instituciones implicadas
en la creación del Espacio Iberoamericano del
Conocimiento, como el Consejo Universitario
Iberoamericano (CUIB) y la Secretaría General
Iberoamericana (SEGIB). Otra de sus prioridades es lograr la plena accesibilidad y facilitar al
máximo la navegación por sus páginas a todos
sus visitantes, con independencia de sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas. Cuenta así
con una Biblioteca de Signos dirigida a colectivos
con discapacidades auditivas, y con una Fonoteca
para personas con discapacidades visuales.
La calidad de los contenidos de cervantesvirtual.com –avalada por un consejo científico que
preside Mario Vargas Llosa–, el rigor crítico y
filológico con que se tratan los materiales, y el
asesoramiento de especialistas de prestigio internacional en cada materia, han dado lugar a un
incesante crecimiento de los usuarios de la biblioteca.
En total, más de 1.500 rectores y cargos
académicos han participado en 2007 en
estos eventos que reúnen a los máximos
responsables de la educación superior en
Iberoamérica.
– Deporte: más de 7.000 jóvenes universitarios han participado en los eventos deportivos organizados por Universia en 2007.
2.3. BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL
DE CERVANTES
La mayor colección en internet de las letras hispánicas y el sitio web literario más visitado del
mundo.
Concebida en 1999 por la Universidad de Alicante, el Banco Santander y la Fundación Marcelino Botín, tiene como objetivo principal la difusión de las culturas hispánicas y las obras más
relevantes de la literatura iberoamericana, manteniendo portales en los once países en los que
está presente. La Biblioteca permite el acceso
gratuito a sus colecciones, compuestas por más
de 24.000 obras digitalizadas en distintos formatos que abarcan a los autores más representativos
de las letras iberoamericanas como Cervantes,
Quevedo, Lope de Vega, entre otros. Sus contenidos se enriquecen continuamente, siempre
manteniendo un equilibrio entre la literatura clásica y la contemporánea, gracias a la firma de
acuerdos con las más prestigiosas instituciones
culturales, como:
• Biblioteca Nacional de España: clásicos de
la literatura española.
• Biblioteca Real de Palacio: manuscritos de
América en las Colecciones Reales.
• Biblioteca Nacional de Argentina y Academia Argentina de Letras: incunables, literatura gauchesca y nativista.
• Biblioteca Nacional de Chile: selección de
libros del Fondo José Toribio Medina, obras
de Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Huidobro.
• Colegio de México y Biblioteca Nacional de
México: obras históricas clásicas y literarias
de épocas colonial y postcolonial.
3. LAS UNIVERSIDADES EN LA POLÍTICA
DE RSC DEL SANTANDER
En 2007 Santander celebró su 150 aniversario
siendo el primer Banco de la zona euro y, en
marzo de 2008, es ya el séptimo banco del
mundo por capitalización bursátil. A cierre de
2007 Santander era quinto Banco del mundo por
beneficios (8.111 millones de euros) y la entidad
con la mayor red de distribución minorista del
mundo occidental (11.178 oficinas). El Banco
tiene más de 131.000 empleados en 40 países y
una amplia base accionarial (2,3 millones de
accionistas).
318
EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR
– Como en cualquier actuación empresarial,
en el desarrollo de los programas de Responsabilidad Social hay que evitar el riesgo
reputacional, algo que puede derivarse
tanto de las propias actuaciones de la
empresa como de las desarrolladas por
entidades con las que esta colabora.
Las anteriores características, junto a la necesidad de medición y control, contribuyen a que
los programas de Responsabilidad Social de las
empresas sean exitosos y favorecen su desarrollo.
El proyecto de apoyo al mundo universitario
es la principal iniciativa del programa de Responsabilidad Social Corporativa que incluye
otros proyectos de apoyo a la sociedad en todos
los países en los que el Banco está presente.
Así, cuenta con numerosas iniciativas de
apoyo a personas en riesgo de exclusión con programas de microcréditos, con proyectos deportivos para niños con discapacidad o de integración
de inmigrantes.
4. RETOS DE LAS POLÍTICAS DE
RESPONSABILIDAD SOCIAL DE
LAS EMPRESAS
5. DATOS BÁSICOS
5.1. SANTANDER UNIVERSIDADES
EN CIFRAS
Toda empresa que desarrolla un plan de Responsabilidad Social Corporativa se enfrenta a varios
retos. Uno de ellos tiene que ver con la capacidad
de comunicar a los grupos de interés (accionistas,
empleados, clientes y sociedad en su conjunto)
las actuaciones que desarrolla la empresa.
Para que esta comunicación sea eficiente y
para que las actuaciones cumplan sus objetivos,
el plan debe contar con algunas características:
– Debe ser un plan voluntario ya que, en el
momento en que se convierte en una imposición legal deja de ser responsabilidad
social y se convierte en cumplimiento normativo.
– Debe contar con el apoyo decidido del primer nivel ejecutivo de la empresa, de manera que transmita los principios y valores a
toda la organización.
– Debe ser transparente y medible, ya que de
esta forma podrá contar con el respaldo de
los diferentes grupos de interés.
– Resulta importante, también, contar con
una línea de actuación clara. Esto puede
suponer un reto pero, al mismo tiempo,
debe servir para centrar los esfuerzos y para
medir y analizar los resultados obtenidos.
– Por otra parte, las empresas deben aplicar a
la gestión de la Responsabilidad Social los
mismos criterios de eficiencia que aplican a
las restantes actividades empresariales.
• 623 Convenios integrales de colaboración
con universidades y centros de educación
superior e investigación en España, Portugal, América y Reino Unido.
• 10 millones de universitarios representados
en los convenios de colaboración.
• 3,1 millones de universitarios con tarjetas
universitarias inteligentes.
• 89 millones de euros: mecenazgo total en
educación superior en el año 2007.
• 2.507 proyectos destinados a apoyar la
docencia, la investigación, la movilidad
internacional de los universitarios y la relación Universidad-Empresa.
• 73 cátedras financiadas por el Santander.
• 12.270 becas y ayudas al estudio concedidas
en el 2007.
• 24.000 obras digitalizadas con acceso libre
a través de la Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes.
• 70 portales temáticos e institucionales, y 54
Bibliotecas de autor y obra.
• 375 millones de páginas servidas por la
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
• 400 millones de euros en apoyo a las universidades desde 1998.
319
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
• 1.500 rectores y cargos académicos en eventos y encuentros.
5.2. UNIVERSIA EN CIFRAS
• 1.056 universidades socias.
• 11 países en Iberoamérica.
• 10,9 millones de profesores y estudiantes
de universidades socias.
• 5,8 millones de usuarios únicos al mes.
• 12 portales en Internet.
• 115.217 empleos y prácticas gestionadas.
• 47 universidades y 145 asignaturas en
OpenCourseWare.
• 108 rectores en órganos de asesoramiento y
gobierno.
• 7.000 participantes en actividades deportivas.
• 42 premios obtenidos desde 2000, 7 de
ellos en 2007.
• 12,5 millones de aportación del Santander
en 2007.
320
CONCLUSIONES
Víctor Pérez-Díaz
Este libro, en homenaje a Rodrigo Uría Meruéndano, se presenta como una contribución y un
impulso al desarrollo, en primer lugar, de una
discusión sobre la filantropía en la España del
siglo XXI: sobre la filantropía en general y sobre
la filantropía española en particular. Trata de
explorar una problemática, de avanzar una reflexión, de aportar unos estudios, de ofrecer unos
comentarios, de presentar unos testimonios.
Pero, en segundo lugar, este libro intenta dar, asimismo, un impulso al desarrollo de la experiencia
efectiva de la filantropía en España. De aquí la
conveniencia de reunir algunas conclusiones al
término de este libro, así como las recomendaciones a las sugerencias que cabe inferir de las
mismas, que cabe resumir de la forma siguiente.
Primero, la filantropía tiene raíces históricas
profundas y de gran complejidad, que no conviene reducir mediante una simple contraposición
entre una filantropía tradicional y una filantropía
moderna. De hecho, en la filantropía de los tiempos modernos coexisten, se oponen, concuerdan,
se mezclan y se combinan modalidades de filantropía muy distintas, unas de inspiración religiosa, sobre todo (pero no sólo) cristiana en Occidente, y otras de inspiración no religiosa. Es probable que, en el futuro, esta complejidad y esta
pluralidad vayan en aumento.
Segundo, la filantropía de los tiempos modernos, como las anteriores, tiene el problema de
definir los criterios del bien que pretende hacer,
o, en otras palabras, de su eficacia. Aunque haya
un grado de consenso en torno a satisfacer ciertas necesidades básicas, e incluso, hasta un
punto, en lo que se refiere al marco institucional
de una sociedad libre o un orden de libertad,
queda un margen muy amplio para el debate
sobre los criterios de una «sociedad buena», que
no se puede zanjar apelando a una autoridad
política o a una mayoría social. En cambio sí hay
algunos métodos de actuar y de organizarse que
se han ido desarrollando en la filantropía
moderna, que son homólogos con los métodos
de las organizaciones económicas y administrativas de los tiempos modernos, y que pueden
mejorar el grado de su eficacia y su eficiencia.
Tercero, en lo que se refiere a la razón misma,
sustancia, de sus actividades, la filantropía
moderna comparte con la filantropía tradicional
el problema de diferencias entre sus motivaciones benévolas o altruistas, de hacer el bien a los
demás, y sus motivaciones auto-interesadas, de
usar la filantropía como parte de una estrategia
de distinción social. Es un problema consustancial con la filantropía, a considerar en su contexto, cuya solución varía caso a caso, y depende de
la motivación de los filántropos y del juicio y del
sentido moral de la sociedad. Ello afecta tanto a
la filantropía de las elites como a la de la sociedad en general. Ambas son importantes, y, de
hecho, la primera sólo puede sostenerse y prosperar en el largo plazo si recibe el apoyo y la estima de la sociedad, y, precisamente, de una sociedad más bien benévola, es decir, filantrópica.
Cuarto, la experiencia norteamericana constituye un ejemplo destacado de una filantropía de
motivaciones diversas, religiosas y no religiosas,
de las elites y de la sociedad, que, sin perder ni
debilitar sus motivaciones morales, ha introducido criterios de racionalidad instrumental, y ha
mostrado, y muestra, una notable continuidad y
una extraordinaria pujanza. En ella los debates
321
LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS
sobre los criterios de eficacia suelen dar por sentado el valor del marco institucional de una
sociedad libre o abierta, dejando un amplio margen para la discusión sobre lo que se deba considerar una «sociedad buena». Esto ha dado lugar
a las iniciativas más diversas, en el desarrollo de
las cuales las fundaciones han desempeñado un
papel estratégico central. De ella cabe aprender,
tanto de sus realizaciones como de sus problemas, y se la puede considerar como un laboratorio de experiencias variadísimas; como tal suscita
el interés general, incluido el de las elites económicas españolas (como se muestra en la encuesta, cuyos resultados se recogen en este libro).
Quinto, la experiencia europea de la filantropía moderna se ha visto influida por el desarrollo de un sistema de bienestar con un fuerte componente estatal, lo que ha tendido a ser complementado, en el largo plazo, por una pauta de
colaboración entre la filantropía privada y las
administraciones públicas. En esta experiencia,
en su fase contemporánea y en especial en la
Europa Central y Oriental, se ha dado un impulso significativo al desarrollo de modalidades de
filantropía privada con un diseño holístico o global, orientadas a reforzar el marco institucional
de una sociedad libre o abierta.
Sexto, es preciso desarrollar el campo de los
estudios y las investigaciones empíricas sobre la
filantropía en España. A la vista de una primera
encuesta (cuyos resultados se resumen en este
libro) cabe pensar que las elites económicas están
en un momento crucial a este respecto. Sus respuestas sugieren una disposición a implicarse, ellos
y sus familiares, en actividades filantrópicas, siendo
conscientes de la complejidad de sus motivos, que
incluyen un sentido de responsabilidad moral
importante. Al mismo tiempo, tienen la impresión
de que falta mucho para que la filantropía esté plenamente desarrollada en España (y aquí suelen
tomar a los Estados Unidos como referencia), y
piensan que, hoy por hoy, no recibe el tratamiento
fiscal que merece, ni tiene la estima en la sociedad
en general y de la clase política, que debería tener.
Séptimo. De la importancia actual de la filantropía española son testimonio los datos de
donaciones, asociaciones (que reciben estas
donaciones, y las combinan con otras fuentes de
ingresos) y fundaciones (que realizan una parte
de aquellas donaciones), todo ello en un marco
de condiciones generales, económicas, sociales y
políticas, que se espera continúen, y mejoren, en
el largo plazo. El doble impulso de una filantropía de elites y una filantropía de la sociedad en
general se pone de manifiesto en la estructura de
las donaciones deducibles del IRPF, que muestra
cómo los más ricos son sin duda los más numerosos (proporcionalmente) a la hora de dar y los
que dan, de media, en mayor cantidad, pero son
más bien las clases medias las que dan más en
proporción a sus ingresos y las que reúnen, en
conjunto, el mayor volumen agregado de donaciones.
Octavo, parece importante aplicar las mejores
prácticas de gobierno corporativo y de transparencia de los modos de gestión de las organizaciones económicas a estas organizaciones del tercer sector que son las organizaciones filantrópicas, y en particular las fundaciones. Ello se refiere tanto a la congruencia de sus actividades con
su identidad fundacional como a la financiación
de las mismas y a los procesos de gestión, de control de la utilización de sus fondos y de presentación de sus cuentas.
Noveno. En un sentido parecido de trasladar
determinadas regulaciones y prácticas del campo
de las actividades económicas al de la filantropía,
cabe hacer referencia a la política de personal de
las instituciones filantrópicas y la mejora del
nivel de profesionalización de sus directivos y de
sus cuadros, siempre buscando un equilibrio con
la atención a las características propias de su
voluntariado. Asimismo conviene atender al
marco fiscal de la filantropía, aplicando aquellos
que se han ido revelando como las mejores prácticas en otros países.
Décimo, los testimonios presentados aportan
enseñanzas específicas, pero también son interesantes como ilustraciones de ciertas tendencias.
Una de ellas, relativa al objeto de la acción filantrópica, apunta a la combinación de actividades
orientadas a resolver los problemas de la depen-
322
CONCLUSIONES
tipo de comunidades morales que se puedan
construir entre todos ellos. Finalmente, con relación al ámbito de las actividades filantrópicas,
cabe llamar la atención sobre la tendencia a combinar el interés, preferente, por los próximos, en
este caso, España, con el interés, también, por los
lejanos, incluyendo con ello actuaciones en muy
diferentes partes del mundo.
dencia y la vulnerabilidad, y actividades encaminadas a mejorar el nivel de autonomía y de capacitación de la población. Así mismo, en relación
con el sujeto de esta acción, cabe subrayar el interés de tener en cuenta el grado de implicación de
los agentes de la acción filantrópica a todos los
niveles, fundadores, managers, cuadros, socios,
voluntarios, clientes, beneficiarios, así como el
323
PAPELES DE LA FUNDACIÓN
Nº 1 Estudio para la mejora del Gobierno Corporativo, la Transparencia Informativa y
los Conflictos de Interés.
Nº 2 Guía de Principios de Buen Gobierno Corporativo, Transparencia Informativa y
Conflictos de Interés en las Sociedades Cotizadas.
Nº 3 Estudio sobre los efectos de la aplicación de las Normas Contables del IASB a los
sectores cotizados de la Bolsa Española.
Nº 4 Buen Gobierno, Transparencia y Ética en el sector público.
Nº 5 Estudio sobre la Reforma de los Mercados Financieros Europeos (2 vols.):
• Resumen del estudio en Español
• Resumen del estudio en Inglés
Nº 6 Guía de Buenas Prácticas para el desarrollo de la Junta General de accionistas de
Sociedades Cotizadas.
Nº 7 Observatorio de Gobierno Corporativo de las Grandes Sociedades Cotizadas en el
Mercado de Valores español (Ibex-35), 2003.
Nº 8 Índice de Excelencia Informativa de las Sociedades del Ibez-35 de la Bolsa Española IEI-FEF.
Nº 9 Pensiones y Ahorro a largo plazo: un viejo problema en busca de nuevas soluciones.
Nº 10
El ciclo del Capital Riesgo en Europa: su gestión y aportación de valor.
Nº 11 España y las nuevas Perspectivas Financieras de la Unión Europea 2007-2013:
Nuevos condicionantes, nuevos objetivos, nuevas estrategias.
Nº 12 Diversidad de Género en los Consejos de Administración de las Sociedades Cotizadas y Cajas de Ahorros españolas.
Nº 13 España y la nueva arquitectura económica y financiera internacional. El desafío
del G-8.
Nº 14 Observatorio de Gobierno Corporativos de las Grandes Sociedades Cotizadas en
el Mercado de Valores español (Ibex-35), 2004.
Nº 15 Índice de Excelencia Informativa de las Sociedades de la Bolsa Española IEI-FEF.
Nº 16 La Responsabilidad Corporativa: una propuesta para un entrono empresarial más
eficiente y socialmente comprometido.
Nº 17 Observatorio sobre la Reforma de los Mercados Financieros Europeos (2006).
Nº 18 Las Cajas de Ahorros: Modelo de Negocio, Estructura de la Propiedad y su
Gobierno Corporativo.
Nº 19 Observatorio de Gobierno Corporativo y Transparencia Informativa de las Sociedades Cotizadas en el Mercado Continuo Español 2006.
Nº 20
Observatorio sobre el Gobierno de la Economía Internacional (2007).
Nº 21 Observatorio sobre la Reforma de los Mercados Financieros Europeos (2007).
Nº 22 Observatorio de Gobierno Corporativo y Transparencia Informativa de las Sociedades Cotizadas en el Mercado Continuo Español, 2007.
Nº 23 El Papel de las Instituciones Públicas en las Operaciones de Control Corporativo
Nacionales y Transnacionales.
Nº 24 Intrumentos Financieros para la Jubilación.
Nº 25 Observatorio sobre el Gobierno de la Economía Internacional (2008).
Nº 26 La Filantropía: tendencias y perspectivas. Homenaje a Rodrigo Uría Meruéndano.
ENTIDADES PATRONO
de la Fundación de Estudios Financieros
BANCO SANTANDER
TELEFÓNICA
ENDESA
IBERDROLA
BBVA
CAJA MADRID
REPSOL YPF
CITIBANK ESPAÑA
PRICEWATERHOUSECOOPERS
SOCIÉTÉ GÉNÉRALE ESPAÑA
CAJA DE AHORROS Y MONTE DE PIEDAD DE NAVARRA
ABERTIS INFRAESTRUCTURAS
FUNDACIÓN BANCAJA
FUNDACIÓN CAIXA GALICIA-CLAUDIO SAN MARTÍN
ACCIONA
ALTADIS
ANTENA 3 TV
AFIRMA, GRUPO INMOBILIARIO
BANCO SABADELL
BANKINTER
DELOITTE
ERNST & YOUNG
FOMENTO DE CONSTRUCCIONES Y CONTRATAS-FCC
FIDELITY INTERNATIONAL
INDRA
KPMG
LA CAIXA
METROVACESA
NATRA
UNIÓN FENOSA
CECA
BME
RED ELÉCTRICA DE ESPAÑA
RECOLETOS GRUPO DE COMUNICACIÓN
URÍA MENÉNDEZ
ACS
BAKER & MCKENZIE
SACYR VALLEHERMOSO
GARRIGUES
CUATRECASAS
ENTIDAD FUNDADORA
INSTITUTO ESPAÑOL DE ANALISTAS FINANCIEROS
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