ISBN: 978-84-612-528-2 Depósito Legal: M. 35261 - 2008 Edita: Fundación de Estudios Financieros ÍNDICE EQUIPO DE TRABAJO _________________________________________________________________ 5 PRESENTACIÓN _______________________________________________________________________ 9 INTRODUCCIÓN: HORIZONTE Y DILEMAS DE LA FILANTROPÍA Víctor Pérez-Díaz ____________________________________________________________________ 11 PARTE I. LA FILANTROPÍA EN MARCO HISTÓRICO Y COMPARADO Capítulo 1. La filantropía en los Estados Unidos: formas, culturas e instituciones Joaquín P. López Novo _________________________________________________________ 25 Capítulo 2. La filantropía en Europa, con especial referencia a la Europa central y oriental: algunos nuevos enfoques Izabela Barlinska _____________________________________________________________ 89 Capítulo 3. En torno a la filantropía de las elites económicas en España. Un estudio empírico como punto de partida Elisa Chuliá y Jacobo Muñoz Comet ____________________________________________ 103 Capítulo 4. Evolución y situación actual de la filantropía en España Elisa J. Sánchez Pérez _________________________________________________________ 125 PARTE II. MEJORAS EN EL MODO DE FUNCIONAMIENTO DE LA FILANTROPÍA Capítulo 5. El buen gobierno de las organizaciones no lucrativas (reflexiones preliminares) Cándido Paz-Ares _____________________________________________________________ 147 Capítulo 6. La profesionalización directiva en el sector de la filantropía José Ramón Pin Arboledas y Ángela Gallifa Irujo _________________________________ 159 Capítulo 7. Gobierno corporativo, transparencia y donaciones en las ONG españolas Salvador García-Atance _______________________________________________________ 185 Capítulo 8. Sobre la filantropía y los impuestos Jesús López Tello _____________________________________________________________ 203 PARTE III. VOCES Y EXPERIENCIAS DIVERSAS Capítulo 9. Filantropía: la experiencia de Cáritas Rafael del Río Sendino ________________________________________________________ 221 Capítulo 10. La Fundación Esther Koplowitz, su modelo de filantropía Javier López-Galiacho Perona _________________________________________________ 229 3 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Capítulo 11. Lo humanitario en la filantropía: la Acción Social contra el Hambre Olivier Longué y Alicia García ________________________________________________ 235 Capítulo 12. Trabajo pro bono en un país emergente: Argentina Juan E. Cambiaso ___________________________________________________________ 247 Capítulo 13. Fundación Alicia Koplowitz: del compromiso personal al compromiso social Isidro Villoria Martín ________________________________________________________ 253 Capítulo 14. Las grandes empresas y cajas de ahorros ante los retos de la integración social Francisco Abad Jiménez ______________________________________________________ 261 Capítulo 15. La Fundación Microfinanzas BBVA: una apuesta contra la exclusión financiera Manuel Méndez del Río ______________________________________________________ 269 Capítulo 16. La Fundación Rafael del Pino: reflejo de una vida dedicada al trabajo con la generosidad, la innovación, la organización y la autoexigencia como referencias Amadeo Petitbò Juan _________________________________________________________ 277 Capítulo 17. Cajas de Ahorros: de la filantropía a la cohesión social y la inclusión Jesús Medina Ocaña _________________________________________________________ 291 Capítulo 18. La banca cívica de Caja Navarra Ignacio Iraizoz Real _________________________________________________________ 303 Capítulo 19. El Banco Santander y su compromiso con la educación superior Juan Manuel Cendoya Méndez de Vigo _________________________________________ 311 Capítulo 20. Conclusiones Víctor Pérez-Díaz ____________________________________________________________ 321 PAPELES DE LA FUNDACIÓN __________________________________________________________ 325 ENTIDADES PATRONO DE LA FUNDACIÓN DE ESTUDIOS FINANCIEROS ______________ 326 4 EQUIPO DE TRABAJO EQUIPO DE TRABAJO DIRECTOR Víctor Pérez-Díaz Catedrático de la UCM y Director de Analistas Socio-Políticos GRUPO DE TRABAJO Alfredo Jiménez Fernández Director de Análisis y Estudios, Fundación de Estudios Financieros José Pérez Santos Presidente, Fundación Profesor Uría Rafael Sarandeses Astray-Caneda Director General, Fundación de Estudios Financieros Rafael Vargas Socio, Uría Menéndez COLABORADORES Francisco Abad Jiménez Director General, Fundación Empresa y Sociedad Carlos Balado Director de Obra Social y Relaciones Institucionales, CECA Izabela Barlinska Investigadora Asociada, Analistas Socio-Políticos Borja Baselga Canthal Director, Santander Aranzazu Blanco Echegoyen Comunicación, Caja Navarra Juan E. Cambiaso Socio y Presidente del Consejo de Administración, Marval, O’Farrell & Mairal Juan Manuel Cendoya Méndez de Vigo Director General, Santander Elisa Chuliá Profesora de Ciencias Políticas, Universidad Nacional de Educación a Distancia Ángela Mª Gallifa Irujo Gerente Centros de Investigación, IESE Salvador García-Atance Lafuente Presidente, Fundación Lealtad Alicia García García Responsable de Prensa y Comunicación Institucional, Fundación Acción Contra el Hambre Ignacio Iraizoz Real Caja Navarra Olivier Longué Director General, Fundación Acción Contra el Hambre 5 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Javier López-Galiacho Perona Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid Joaquín P. López Novo Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid Jesús López Tello Socio, Uría Menéndez Jesús Medina Ocaña Presidente, Caja Extremadura Manuel Méndez del Río Presidente, Fundación Microfinanzas BBVA José Ángel Moreno Izquierdo Secretario General, Fundación Microfinanzas BBVA Jacobo Muñoz Comet Investigador en Ciencias Sociales Cándido Paz-Ares Socio, Uría Menéndez José Ramón Pin Arboledas Profesor, IESE José Luis Pérez Larios Cáritas Española Amadeo Petitbó Juan Director, Fundación Rafael del Pino Rafael del Río Sendino Presidente, Cáritas Española Marisa Salazar Pastor Coordinadora Área Comunicación y Sensibilización, Cáritas Española Elisa J. Sánchez Pérez Economista e Historiadora, BBVA Isidro Villoria Martín Director del Área Social, Fundación Alicia Koplowitz GRUPO DE CONSULTA Xavier Adserà Gebellí Presidente, Fundación de Estudios Financieros José Claudio Aranzadi Martínez Presidente, Bravo Solution España Jordi Canals Director, IESE Julio Carlavilla Citibank Luis de Carlos Bertrán Socio Director, Uría Menéndez Enrique Goñi Beltrán de Garizurieta Director General, Caja Navarra 6 EQUIPO DE TRABAJO Felipe García Secretario General, FCC Ricardo Maxenchs Roca Director de Relaciones Institucionales, “la Caixa” José Pérez Fernández Presidente, Intermoney Javier Sagi-Vela González Director General, Universia Juan Carlos Ureta Domingo Presidente, Renta 4 7 PRESENTACIÓN y a la colaboración y apoyo recibido de la Fundación Profesor Uría y de otras instituciones que han participado en este libro, hoy es una feliz realidad. Dadas las circunstancias, las dos Fundaciones hemos querido que este estudio, en el que tanta ilusión puso Rodrigo Uría desde el principio, se convirtiera en un homenaje póstumo a su figura en el primer aniversario de su fallecimiento. Este libro pretende, a su vez, ser una contribución al desarrollo efectivo de la filantropía dentro del proceso de normalización y modernización de España, como el que ha tenido lugar en otros aspectos sociales, políticos y económicos. Por ello, presta mucha atención a factores que ya han demostrado ser muy útiles en el desarrollo de proyectos empresariales, como, por ejemplo, la profesionalización de la gestión, el gobierno corporativo, el adecuado control y seguimiento de los resultados y la transparencia de toda la actuación filantrópica, facetas todas ellas que pueden ser también referentes en el sector no lucrativo. En las reuniones del equipo de trabajo de este estudio se ha intentado concretar en varias ocasiones el concepto de filantropía objeto del trabajo, pero la amplitud y, en algunos casos, la ambigüedad de dicho concepto, hacen muy difícil ese objetivo. Esta circunstancia ha llevado a un enfoque del estudio partiendo de un concepto amplio de filantropía, que incluye no sólo la filantropía de las elites económicas sino también otras variantes como el mecenazgo, el voluntariado y la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Esto es, la filantropía realizada directamente por las personas, a través de donaciones o de sus propias acciones, la que La Fundación de Estudios Financieros (FEF) y la Fundación Profesor Uría (FPU) tienen la satisfacción de presentar este estudio, en el que se analizan las perspectivas y oportunidades de la filantropía en la España actual. El origen de la realización de un estudio de esta naturaleza partió del Consejo Asesor de la FEF, que consideró que existía una buena oportunidad en estos momentos para analizar el estado de situación de la filantropía en España, como actividad de la sociedad civil, e impulsar un debate serio sobre ella. La iniciativa surge en un contexto reciente en el que influyentes empresarios norteamericanos han demostrado poder compaginar grandes éxitos empresariales con el desarrollo de una notable tarea filantrópica, labor que podría servir de ejemplo a las elites económicas españolas. La Fundación de Estudios Financieros propuso en abril de 2007 la dirección de este estudio a Rodrigo Uría, que fue Patrono de la FEF y entusiasta impulsor de todas sus actividades, y que aceptó de inmediato el reto de poner en marcha este proyecto, proponiendo al profesor Víctor PérezDíaz que le ayudara en su elaboración. La idea inicial de Rodrigo Uría, él mismo un gran filántropo, era que, en la España actual, la filantropía se debería fomentar precisamente entre las nuevas elites económicas que se han ido gestando en las últimas tres décadas, gracias al proceso de desarrollo tecnológico y financiero que ha supuesto un crecimiento económico espectacular en nuestro país. La repentina muerte de Rodrigo Uría en julio de 2007 dejó huérfano este proyecto por un breve periodo de tiempo, pero gracias a la aceptación del profesor Víctor Pérez-Díaz de dirigirlo en solitario, 9 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Uría Meruéndano y contiene tres partes bien diferenciadas. La primera analiza la filantropía en el marco histórico y comparado. La segunda se dedica a desarrollar posibles mejoras en el modo de funcionamiento de la filantropía y, en ella, se hace una especial referencia al gobierno corporativo del sector no lucrativo, a la profesionalización de la gestión y al control de los rendimientos. Por último, la tercera parte recoge las experiencias organizativas de once casos particulares que representan una variedad de acciones filantrópicas muy diversas, que ponen de relieve el dinamismo de este sector y son indicativas de ciertas tendencias. Este libro es fruto de un esfuerzo colectivo de distintas personas y entidades vinculadas a la Fundación de Estudios Financieros y a la Fundación Profesor Uría que han formado parte del Equipo de Trabajo encargado de la elaboración del estudio y del Grupo de Consulta que ha enriquecido el debate con sus valiosas aportaciones. A todas las personas que han intervenido en la elaboración de este estudio y especialmente a su director, D. Víctor Pérez-Díaz, queremos agradecerles su dedicación y esfuerzo. Desde la FEF y la FPU esperamos que el lector encuentre esta iniciativa interesante y que contribuya al debate y al desarrollo efectivo de la filantropía en España. realizan por sí mismas las Fundaciones y las ONG y, por último, la llevada a cabo por las empresas y las cajas de ahorros a través de la RSC y la Obra Social. El informe contiene también una serie de conclusiones de consenso alcanzadas en las reuniones del Equipo de Trabajo y del Grupo de Consulta que han intervenido en este estudio. De ellas, nos interesa destacar dos. La primera es que existen unos métodos de actuar y de organizarse homólogos a los de organizaciones económicas productivas que pueden mejorar el grado de eficacia y de eficiencia del sector no lucrativo. Nos referimos a la importancia de aplicar las mejores prácticas de gobierno corporativo, de profesionalización del equipo directivo y de transparencia de los modos de gestión de las organizaciones filantrópicas, y en particular de las fundaciones. La segunda conclusión destacable es que queda un amplio recorrido en esta materia todavía en nuestro país. Los ejemplos de la filantropía en los Estados Unidos y en Europa, que se analizan en profundidad en el estudio, pueden ser un buen referente para ello. Esto es una tarea de todos, como así también se manifiesta en el resultado de la primera encuesta que se aporta en este trabajo, que considera necesaria una mayor estima de la sociedad, en general, y de la clase política, en particular, hacia la filantropía. Por este motivo, la FEF no descarta continuar investigando sobre este tema en el futuro. El estudio se publica con el título La Filantropía: tendencias y perspectivas. Homenaje a Rodrigo Xavier Adserà Presidente de la Fundación de Estudios Financieros José Pérez Santos Presidente de la Fundación Profesor Uría 10 INTRODUCCIÓN Horizonte y dilemas de la filantropía Víctor Pérez-Díaz por conseguir o realizar, sin mucho cálculo de las consecuencias. Siguiendo una lógica, tal vez, de la mutualidad, en un clima festivo de celebración, y la ocasión teniendo, como toda fiesta, un toque efímero. En otras palabras, eran encuentros dejados un poco al azar del destino, y como soplos de aire fresco, que dejaban la huella de algo distinto, genuino, impredecible. Los tiempos fueron pasando y, a la vuelta a Madrid y a la llamada vida real, los encuentros se hicieron más frecuentes y la relación se hizo en parte como más densa y más seguida. Se fue trabando con gestiones diversas, con ayudas generosas por su parte, con algunas contribuciones mías a lo que me parecían grandes proyectos profesionales de Rodrigo. Todo ello acompañado por una inevitable discusión política, un poco obsesiva, apenas concluyente. Y complicada. Por un lado, posiblemente, nos recordaba a los dos nuestras experiencias de adolescencia política de hacía mucho tiempo, y nos fascinaba su carácter de oasis en medio de este supuesto mundo real que queríamos manejar (en fin, en lo que se dejaba, que no era tanto). Pero, por otro lado, esto ocurría porque ahora estábamos, justamente, en medio de este mundo, y hablábamos de cosas que parecían reales y ya no eran sueños. Aunque lo cierto es que probablemente le parecía más real a él, que estaba en el meollo de los asuntos, que a mí, que los veía más a distancia, y me parecían, como me siguen pareciendo, mitad realidad y mitad retórica. En el fondo, esta distancia mía encontraba una complicidad en la distancia misma de Rodri- 1. LOS GIROS DE UNA CONVERSACIÓN En algún momento de la primavera de 2007 recibí una llamada de Rodrigo Uría. Se había comprometido a coordinar un libro sobre la filantropía, bajo el patrocinio de la Fundación de Estudios Financieros. Me preguntó si podría ayudarle en el intento. Le respondí que estaría encantado de hacerlo. Quedamos para vernos poco después. Rodrigo era un amigo muy querido, y muy antiguo. Le había conocido en la universidad, con ocasión de las luchas del sindicalismo estudiantil antifranquista de la época. Había hablado con él en lugares remotos como El Aaiún, del entonces Sahara español, al que yo había ido para hacer un estudio sobre los saharauis, en particular los niños saharauis, y donde él estaba sintiéndose un poco perdido y haciendo una extraña experiencia de servicio militar. Compartimos un poco de lejos, cada uno por su cuenta, la amistad y la compañía y la fascinación por un Dionisio Ridruejo en el margen del mundo, y en el corazón de las cosas. Nos topamos en una calle de Cambridge, Massachusetts, un poco de repente, cuando él estaba en Nueva York. Eran siempre encuentros súbitos, intensos, confiados y sin la menor dimensión práctica o profesional. Eran como volver a los años de universidad vividos como la antesala a ninguna parte, como conduciéndonos a nada en particular. Quizá en el intento de evitar un lugar inhóspito. Quizá para ser vividos en sí mismos y por sí mismos, sin objetivos de carrera, sin utilidades 11 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS go; en el hecho de que, incluso sumido en el fragor de una batalla o una ceremonia o un duelo verbal, había siempre en él como un sobresalto, un cambio de paso, una ruptura del discurso convencional, el signo de un alma inquieta. Me alegró mucho volverle a ver en esa primavera del 2007, porque las agitaciones habituales de la vida madrileña nos habían empujado a diferentes orillas y nos habíamos visto menos en los últimos tiempos. Al contarme su proyecto, comprendí que significaba mucho para él; que estaba tal vez en un camino extraño de retorno a algo, y algo que tenía que ver con sentimientos morales profundos que le habían acompañado siempre. Creo que podía comprenderlo. Vivía en el espacio de encuentro de elites económicas y políticas, y en tratos con gentes de la cultura. Sabía de la contundencia, por no decir la dureza, de sus juegos por la prominencia, y creo que disfrutaba participando en ellos (en juegos que eran muy reales pero que también eran eso, juegos) si la situación lo requería, y lo requería con frecuencia. Al tiempo, veía más allá de todo ello y, quizá sobre todo, sentía más allá de todo ello. Vivía con la necesidad de expresar, de manera pudorosa y abrupta, sus sentimientos de benevolencia y de generosidad. Si era sensible a la belleza, en todas sus manifestaciones, cabe recordar que la belleza no es sino la manifestación sensible de la idea del bien, al menos si nos atenemos a la determinación clásica (platonizante) de la belleza (no hablo, naturalmente, de la de los postmodernos, y ni siquiera de la de muchos modernos); y yo creo que en esto Rodrigo era, como somos tantos, un platonizante. La conversación fue como un volver a los buenos tiempos de antaño. Comenzó contándome cómo pensaba que el libro podía servir para impulsar la filantropía en España, y en particular la filantropía de las elites. Y nos pusimos a darle vueltas al tema. Se podía plantear como que era necesario, o conveniente, que estas elites económicas de aquí, extraordinariamente enriquecidas con la bonanza de los años noventa y primeros años del nuevo siglo, se adentraran aún más por la senda de imitar y emular a sus homólogos norteamericanos. Todo el país estaba en trance de imitación y emulación de occidente, desde hacía tiempo; y la propia transición democrática no era en cierto modo sino un extraordinario mimetismo. Las elites económicas estaban en trance de imitar la saga de la liberalización de la economía, la globalización, el gobierno corporativo and what not. Quedaba la filantropía. El proyecto se podía formular, por tanto, inicialmente, como el de dar impulso a un proceso de modernización y normalización de España, según los standards de los países avanzados. En política, habíamos tenido la transición; en economía, el empujón a la economía de mercado; en sociedad, teníamos ahora la sociedad civil y con ella, formando parte de ella, la filantropía. Una filantropía, en este caso, de elites aparentemente racionales, educadas en la disciplina del mercado y no tanto en el uso de los vericuetos de la corte (en fin, en lo que cabe), sensibles a la necesidad de actuar con eficacia y con eficiencia, de profesionalizar las actividades, de responder y rendir cuentas a la sociedad, o, al menos, a sus sociedades respectivas y, en cierto modo, al público. Conforme hablábamos, iban tejiéndose los temas de la complejidad de las motivaciones y la cultura precisas para que un proceso semejante, o una variante de él, pudiera tener lugar. Porque, al final, lo fundamental para saber qué se hace es saber quién lo hace, cómo es quien lo hace, qué quiere, qué sabe hacer y qué está acostumbrado a hacer, con quién lo hace y si tiene discernimiento para elegir sus compañeros de viaje, qué criterios tiene para orientar su acción y la de todos. Esto no era ya, solamente, un asunto de activar el espíritu de imitación y de emulación de los norteamericanos, porque hay que saber lo que se imita y lo que se deja de imitar; y porque el que busca acertar entre una cosa y otra tiene que tener ya un barrunto de lo que busca. Ni siquiera era asunto de difundir un espíritu de nobleza obliga, porque hay que saber a qué obliga la nobleza. Como no lo era de responder, reactivamente, a las necesidades, porque hay que decidir cuál es la necesidad y cuál es su satisfacción. Todo 12 INTRODUCCIÓN esto implicaba ir más allá de la voluntad abstracta de ayudar y entrar en el contenido de la voluntad, en la sustancia de las cosas. Y fue más o menos a esta altura de la conversación cuando Rodrigo me pidió no que le echara una mano, por así decirlo, sino que lo hiciéramos juntos, lo que, tras la clásica ceremonia amistosa de «tú mismo, lo que tú quieras, yo te ayudo igual en todo caso», acepté. Y así quedamos en que la conversación, momentáneamente interrumpida, continuaría en cuestión de días, o una o dos semanas. Y hablamos luego, por teléfono, para darme noticia de que todo iba adelante, y de que se encontraba feliz, en el mar, entre amigos. Y al día siguiente me llegó otra noticia, y no volví a escuchar su voz. En cierto modo, este libro es un intento de mantener esa voz viva, entre nosotros. No ya sólo un eco de su timbre y su tono, inconfundibles, sino del contenido de su voz, y con su voz, de sus pensamientos y sus sentimientos, en este caso, su pasión por lo que llamamos aquí filantropía, o benevolencia, o simplemente amor por los demás. Amor de los demás que a veces se dice que opera con una lógica más allá de la reciprocidad; pero que en realidad, en el fondo, implica una apelación profunda a la reciprocidad, y la mutualidad. Es el amor que se da esperando amor como respuesta. Inquieto a veces, muchas veces, porque esa respuesta tarda, o no llega, de alguna forma. una reflexión construida en torno a la relación de Rodrigo con la Fundación de Estudios Financieros, orientada, sobre todo, a analizar la filantropía de las elites, y la problemática de la aplicación de los criterios de la eficiencia y la profesionalización de la gestión, y las reglas del buen gobierno y del control de calidad, del campo de la empresa al de esa filantropía. Pero junto al testimonio personal y la explicación de la génesis del libro, las consideraciones vertidas en la sección anterior han sido una manera de entrar, indirectamente, pero con Rodrigo o en comunión con él por así decirlo, en la materia de este libro y en el corazón de nuestro problema. Porque la cuestión es ésta. Supuesto que sabemos lo que decimos cuando hablamos de filantropía, y, porque lo sabemos, queremos aprender de la experiencia norteamericana, ¿qué podemos aprender de ella, y no sólo de ella, si queremos convertir el concepto de filantropía en una realidad, y hacerlo aquí y ahora? Olvidémonos de las urgencias modernas y postmodernas que nos ofuscan con su empeño de absorber nuestra atención con el momento presente o reciente. En realidad, somos, o estamos, y en consecuencia, pensamos, dentro de una tradición occidental que tiene, más o menos, veinticinco siglos detrás, todos relevantes para nuestra cuestión. En esa tradición, la filantropía suele entenderse como un sentimiento moral de amor a los hombres, que implica el deseo de hacerles el bien, y se manifiesta en obras llamadas, por ello, justamente, de benevolencia o de beneficencia. En la antigüedad clásica, la filantropía se construye sobre la base de sentimientos similares de philia o de amistad aplicados a los círculos del oikos o la polis, que se extienden a la esfera más amplia de la cosmopolis o de la humanidad, como se va reflejando a través de la evolución de la tradición platónica y se expresa particularmente entre los estoicos. En la tradición bíblica, la llamada a ser el guardián de nuestro hermano, de sangre, sangre que clamará contra nosotros si incumplimos nuestro papel de guardián (como nos recuerda el Génesis 4, 9-11), se 2. UNA HISTORIA A MUY GRANDES RASGOS: LA EMERGENCIA, A MEDIAS, DE LA FILANTROPÍA MODERNA Lo que acabo de contar es, por supuesto, un testimonio personal y una explicación, parcial, de la génesis del libro. Digo «parcial» porque, conforme me fui involucrando en la tarea de hacer el libro fui comprendiendo mejor la parte que en esa génesis tuvo una experiencia que Rodrigo me contó sólo someramente, y que era complementaria y compatible con la que yo había tenido, pero que merece mención propia. A saber, la de 13 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS extiende gradualmente al conjunto del pueblo, y, reforzado por sus profetas, culmina en la admonición de Jesús al amor al prójimo, entendido en clave universal, a todos y cada uno de los hombres, incluidos los enemigos, convertidos en prójimos, es decir, en cercanos. Este amor al cercano, que no al lejano, no es cuestión de declaraciones, sino de obras; y no es sólo de obras, sino de una forma de vida. Algunos historiadores (por ejemplo Dodds 1965) han tratado de explicar la difusión del cristianismo en el Bajo Imperio Romano con el argumento de que, en una sociedad atomizada y angustiada, el cristianismo ofrecía comunidad y esperanza. No es que no hubiera un intento de aplicar una filosofía moral social en el mundo pagano, politeísta, y en cierto modo secular (en tanto que tenía la mayor parte de su atención puesta en el seculum, el aquí y ahora), que no hubiera formas de filantropía que intentaran paliar la situación. Pero la filantropía de la sociedad romana tiene sus límites. El marco institucional queda como ajeno y exterior a la experiencia de las gentes. El caso paradigmático, a este respecto, es el sistema político. La inmersión en la polis, las polei, o los gobiernos municipales, o en el imperio, da lugar a un entendimiento de la ciudadanía romana como garante de determinados derechos sustantivos y procesales que hoy llamaríamos privados, pero no como una base para ejercitarse como miembro de una comunidad política a escala imperial, ni siquiera local. El sueño de que llegara a ser así se rompió (si lo hubo) con la crisis de la república siglo y medio antes de Cristo. Ni siquiera el sentido del deber, el cuidado cívico y la propia inspiración filantrópica de los Antoninos pudo darle cuerpo. En estas condiciones, se da el gran intento de las elites por desarrollar una beneficencia, normalmente de ámbito local, que conocemos como evergetismo (Veyne 1992). La manera de expandir el poder romano solía ser la de establecer alianzas con los poderosos locales, e inicialmente solicitar su colaboración militar para una expansión del imperio en beneficio de romanos y de oligarquías locales, beneficios económicos y de control de la vida municipal. Ello va ligado con una estrategia de beneficencia muy compleja por parte de estas elites, que incluye la realización de obras públicas como acueductos, teatros y circos, actos de culto, patrocinio o mecenazgo de artes y distracciones diversas, incluidas fiestas circenses, combates de gladiadores y de fieras. Todo ello refuerza el poder, la riqueza y el status de los poderosos locales, y forma parte del despliegue de su prominencia, y del discurso de justificación de aquélla. Con el tiempo, sin embargo, en las condiciones de crisis económica y política de los siglos III y IV, y de la rigidez creciente del marco institucional, la gran estrategia de beneficencia tendrá efectos dudosos. Quedará reducida a un expediente de una estrategia de distinción social, y, con el tiempo, se agotarán sus recursos. El cristianismo (y no sólo él, porque también otros cultos orientales lo intentaron con menos éxito) ofrece, en cambio, la imagen de comunidades en las que las gentes cuidan unas de otras, se ayudan, se tienen afecto. Más aún, sus signos de pertenencia, sus sacramentos, son conmemoraciones de actos de amor y de amor comunitario, a discípulos, a cercanos, y a lejanos; amor que trasciende la muerte y se proyecta en el allende, en la esperanza de un reencuentro amoroso. Todo esto no son meras creencias, sino actos de fe y de esperanza imbuidos de caridad. La caridad no consiste en actos específicos de beneficencia que remedien problemas singulares, de necesidad extrema. Es el sentimiento moral que corresponde a virtudes practicadas, a mores, con las que se construye y se reconstruye cotidianamente una comunidad, un cuerpo social, un cuerpo místico, del que todos forman parte: personas implicadas en relaciones de mutualidad y de reciprocidad, hombres y mujeres, libres y esclavos, niños y mayores, líderes y gentes corrientes, ricos y pobres. Todos iguales en su dignidad, todos hijos de Dios y herederos de su gloria; e iguales en su indignidad, todos falibles y pecadores e incapaces de salvarse por su solo esfuerzo. La experiencia de la Europa cristiana, del 400 o del 800, según como leamos la historia, al 1800, es como un intento complejo e inseguro de 14 INTRODUCCIÓN institucionalización de la caridad, y, con ella, de la visión de una idea o un telos de un cuerpo social que se acerque, en lo que pueda, a la Civitas Dei entrevista de los primeros momentos. Lo que la define como tal son dos rasgos. El primero es una amplia red de organizaciones: monasterios, hospitales, mutualidades o confraternidades, universidades; alimentadas, en buena parte, por donaciones individuales y colectivas de todo tipo. Pero, sobre todo, el segundo es el modelo normativo unitario de una armonía social, de la fraternidad de hermanos hijos de Dios, de solidaridad. Este intento, realizado sólo a medias, se va cuestionando y cuarteando a partir del 1300, por varias razones. Por un lado, la crisis demográfica del siglo XIV, con el efecto de la aparición de masas de emigrantes y vagabundos, plantea problemas que desbordan la capacidad de aquella red de instituciones benéficas. Por otro lado, el impulso al desarrollo de los aparatos de los estados dinásticos (y, al final, estados nacionales), y de las estrategias de ocupación de poder de los estamentos nobiliarios más o menos organizados y de las ciudades, dibuja un orden temporal dominado por la lógica de la libido dominandi. El enfrentamiento entre poderes del siglo, del aquí y ahora, acaba implicando a la iglesia. A su vez, el desarrollo de la economía de mercado viene de la mano de la difusión de un imaginario colectivo que dibuja un entrecruzamiento de conflictos y compromisos entre individuos (o familias) orientados a la satisfacción de sus propios intereses. Todo esto erosiona gradualmente la estructura de plausibilidad de una teoría normativa o un imaginario colectivo del cuerpo social como reflejo aproximado del cuerpo místico. Tiende a evacuar los conceptos de caridad y de beneficencia del centro del paisaje; y relegarlos a los márgenes, para desempeñar, en ellos, el papel de valores de referencia de instituciones especializadas en la solución de necesidades específicas, y, en cierto modo, básicas. Con estas premisas, a lo largo de varios siglos, va cobrando cuerpo el curioso experimento his- tórico de una sociedad que se autoidentifica como sociedad moderna. Esta sociedad se asienta sobre una mezcla de luchas, competencias, rivalidades y compromisos entre titulares de intereses distintos, o contrapuestos. En ella, el consenso de las mentes acerca de lo que sea el bien se va difuminando (y probablemente el voluntarismo y el nominalismo de la Baja Edad Media desempeñan aquí un papel crucial). Es sustituido por un modus vivendi entre diferentes visiones del bien que, cada vez más, se supone que son inconmensurables. No cabe componerlas ni agregarlas en una función de utilidad colectiva; sino reconocer las diferencias, tolerarlas y aprender a vivir con ellas. En estas condiciones, la comunidad moral, intentada con un éxito, en general, modesto, con frecuencia, escaso, a veces, mayor, pero intentada, al cabo, durante muchos siglos, se convierte, en el mejor de los casos, en una sociedad civil (en sentido lato) (Pérez-Díaz 1997). En ella, encontramos una multiplicidad de asociaciones participativas (Insole 2004), es decir, asociaciones compuestas por gentes de la misma familia espiritual y con una visión compartida del bien común, iglesias, partidos, movimientos sociales, asociaciones, escuelas filosóficas, diferentes unas de otras. Su experiencia de mutualidad tiende a ser minimalista. En estas condiciones, se supone que un aparato de estado puede apostar por una acción de beneficencia también minimalista; de atención a necesidades generalmente reconocidas como básicas y perentorias, cuya satisfacción suscita la aprobación de todos o casi todos. Ahora bien, con esta reducción del ámbito y, sobre todo, del carácter central de las experiencias de mutualidad y de comunidad, lo que ocurre en este mundo de la modernidad es lo siguiente. Las asociaciones particulares reducen el horizonte de su actuación a una en buena parte mediada (y mediatizada) por los estados, y una dirigida a satisfacer necesidades concretas y relativamente básicas. Con ello, la visión de la buena sociedad y el debate acerca de ella tienden a plantearse en los términos de una «buena nueva» de la moderni- 15 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS dad, que viene a organizarse en torno a tres proposiciones. Primero, se trata de conseguir un incremento de riqueza, poder y status para un «todos nosotros» que se ha reducido al horizonte del estado, o la nación, de turno. Segundo, se justifica el reparto desigual de esos recursos (repito, de riqueza, de poder y de status) por una curiosa aplicación anticipada de la lógica rawlsiana: la de que, en el largo plazo, ese reparto favorece a todos, incluidos los menos favorecidos, cuya condición, en caso contrario, empeoraría (por poner un ejemplo: los pobres perderían si el capitalismo fuera sustituido por el socialismo). Tercero, se define el meollo de la vida de la sociedad como si ésta consistiera en un tejido de conflictos entre amigos y enemigos en la política, de competencia entre agentes diversos en la economía, de rivalidades por status social en la convivencia social, de conflictos de ideas y formas culturales en la experiencia cultural; todo lo cual, al obligar a todos los competidores y rivales a una surenchère de ingenio y de ahínco, conduce a un enriquecimiento del conjunto, o al menos eso se dice y se repite generación tras generación, con diversos y fluctuantes grados de convicción, porque la experiencia nunca acaba de ser concluyente. Si en el curso de esta experiencia moderna entendida en tales términos («duros pero realistas», como suele decirse), algunos o muchos pierden, en varios de aquellos conflictos o en todos ellos, y, embarcados en semejante nave (que para un observador medieval podría parecer una «nave de los locos»), se caen al agua por la escotilla, habrá que echarles un salvavidas y mantenerles a flote. Y por ello, he aquí que se fabrica una flotilla de barcas de salvamento, una red de organizaciones «remediales», que se presentan como una versión moderna de la red de instituciones benéficas del mundo medieval. Esto se puede adornar con una retórica potente y grandes ambiciones (como la de que se va a «erradicar la pobreza», por ejemplo), como corresponde al incremento de riquezas y poderes de la modernidad, pero, en el fondo, se hace con unos objetivos más modestos. De hecho, su «salvar» ha perdido toda connotación trascendental, y se queda en un salvar que es poco más que un mantener a flote. (Y, en este sentido, es cuestión casi secundaria que el núcleo central de la flotilla corra a cargo del estado, y la periférica al de la sociedad, o viceversa.) 3. LO QUE SE PUEDE APRENDER DE LA EXPERIENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS En lo relativo al campo de la filantropía, la modernidad supone una experiencia sumamente compleja, contradictoria y todavía entendida a medias. Tal vez nos falta aún perspectiva para entenderla bien. Tanto más cuanto que la emergencia de una filantropía moderna netamente diferenciada de la filantropía cristiana anterior, con sus raíces bíblicas y clásicas, no ha acabado de cuajar. Ha tomado cuerpo, hasta cierto punto, en el imaginario colectivo de ciertas elites políticas y culturales, en sus debates, y, a través de ellos, sólo en parte de la discusión general. Pero no acaba de tomar cuerpo como forma dominante de la realidad misma. Y esto se ve precisamente allí donde la filantropía moderna es más pujante, es decir, en los Estados Unidos. La filantropía americana surge inicialmente como una variante de la filantropía británica. Esto se expresa, en parte, a través de la búsqueda práctica de soluciones de problemas sociales planteados por la revolución agraria y comercial, y luego industrial, durante la llamada primera modernidad. La tendencia es hacia instituciones que eviten el conflicto denominacional (relativo a las denominaciones religiosas) entre variedades de la fe protestante, y esto facilita y estimula la intervención de los poderes públicos, pero sólo hasta un punto. Lo normal es seguir una pauta de colaboración entre poderes públicos e iniciativas privadas. También lo es que haya un consenso normativo más o menos explícito, en el que se mezclan creencias religiosas y nuevas teorías morales. Estas teorías exploran la complejidad de los sentimientos morales de las gentes, y ponen de relieve la importancia de lo que diversos autores llaman «sentido moral», «empatía» o «simpatía». 16 INTRODUCCIÓN Hay dos maneras de entender esta exploración (Milbank 2005, Herdt 2004). Una es verla como radicalmente contrapuesta a una ontología de la condición humana o una filosofía tradicional de la naturaleza humana, de carácter teleológico; esto es, una exploración que niega los fundamentos de una comunidad de seres humanos entendidos como criaturas que participan, de alguna forma, en un proceso de creación, y son comunidad, y, como tal, comunican entre sí, precisamente porque tienen un grado importante de consenso valorativo en torno a una idea del bien. Otra manera de verlo es entender que la exploración del sentido moral puede responder, por el contrario, a una curiosidad sobre las cosas (Blumenberg 1983) y el orden mismo de la creación, que es compatible y complementario con la tradición. Las teorías morales consiguientes pueden ser, por tanto, compatibles y complementarias con las teorías morales sustantivas ancladas en la filosofía clásica y la tradición bíblica. Esta forma de exploración, y éstas o aquellas teorías, son tal vez insuficientes en sus resultados últimos, pero aportan un análisis de la experiencia moral que, primero, es indispensable a la hora de manejar la convivencia entre gentes con principios morales al menos parcialmente diversos en el seno de una comunidad política; y, segundo, es indispensable a la hora, eventualmente, de su persuasión unas por otras. Todo ello tiene el corolario de la tolerancia y el respeto a la libertad de creer y de teorizar de unos y otros. Éste es el trasfondo cultural de la experiencia americana. No el de la construcción humana ex novo o ex nihilo de un mundo nuevo, lo que habría sido incompatible tanto con la tradición bíblica y clásica como con el estilo de la tradición de investigación y de práctica política (y jurídica) de los ingleses (y escoceses) que formaron el núcleo originario de aquella sociedad. Ahora bien, lo que sí es, y será, distinto es el marco de condiciones históricas, y geográficas. Esto dota de un margen de maniobra sustancialmente mayor a los agentes individuales y asociativos de toda índole que atraviesan el Atlántico respecto al de los ingleses que se quedaron en la vieja Inglaterra. Porque, en el caso de América, la presencia del estado y de una iglesia oficial, establecida, es mínimo y tenderá a ser menor, hasta, en el caso de la iglesia, desaparecer. No habrá, relativamente pronto, una iglesia establecida. El estado, por lo pronto, y en la mejor tradición anglosajona, no se llamará «estado», con el aura de impersonalidad y de sacralización política que suele acompañar a ese nombre; sino «gobierno», como apropiado al oficio de timoneles que llevan el timón (gubernaculum) del barco: timoneles con nombres y apellidos, reconocibles, responsables a título personal, sometidos a la ley, susceptibles de ser llevados a un tribunal, elegidos por sus conciudadanos, a los que no se debe deferencia alguna, salvo el respeto que se debe al oficio, y el que merecen como cualquier otra persona. Lo que tenemos en Estados Unidos es una cultura que mezcla una dimensión secular y una dimensión religiosa. La dimensión secular remite a un intento de aprovechar los recursos de aquí y ahora para perseguir los ídolos, tradicionales, de poder, status y riqueza, tal como les han llegado a los hombres y mujeres del siglo XVIII, y construir una civitas cupiditatis, con toda energía. Ello se ve sustancialmente facilitado, además, por las condiciones del nuevo mundo. Entra aquí en juego la oportunidad de una naturaleza no domesticada, percibida como wilderness (Marx 2008); y con ello, la ocasión para una intensificación de la energía, que proporcionan, por un lado, la emigración y la aventura de la colonización, y, por otro, la disciplina de una sociedad relativamente ordenada, o en proceso de serlo, como es la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII, por las reglas de juego del mercado, el common law, el parlamentarismo, el debate religioso, científico y la discusión política. Ello se combina, como puede, con la dimensión religiosa cristiana, escatológica, de una sociedad que trata de anticipar el reino de Dios sobre la tierra, ser «la ciudad sobre la colina», establecer una comunidad de buenas gentes, gentes decentes y responsables, que cuidan los unos de los otros, como vecinos, como miembros de las towns, de las iglesias locales. En esa comunidad, la política es un servicio público, y supone 17 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS un trust, un depósito de confianza; y en ella no son ociosas las palabras del juramento de cumplir los deberes del cargo precisamente sobre la Biblia, ni las expresiones de in God we trust, o God bless you o God bless America, porque resuenan como las palabras apropiadas en el corazón de la inmensa mayoría de quienes las escuchan y a través de ellas se sienten miembros de la misma ciudad. En ella la riqueza tiene, con frecuencia, una función similar, de stedwardship de las cosas de este mundo; y la función, reconocida, de facilitar la solución de los problemas de los necesitados de la comunidad, por lo pronto, los necesitados de instrucción. Esta complejidad de motivaciones seculares y religiosas subyace en el despliegue de la actividad filantrópica de las elites urbanas de Boston y Filadelfia, a lo largo del XVIII y el XIX (como se subraya acertadamente en uno de los capítulos de este libro). Está también en el impulso asociativo presente desde el principio, pero que se intensifica en el primer tercio del XIX (ligado a un revival religioso, uno de los muchos del país), observado por Tocqueville. Vuelve a estar presente en los movimientos sociales del segundo tercio del XIX, incluyendo el movimiento anti-esclavista. Y vuelve a estar en la etapa post-bellum (posterior a la guerra civil), en el último tercio del XIX y comienzos del XX, cuando tiene lugar el gran empujón a la filantropía americana asociada con los nombres de Rockefeller, Carnegie y tantos otros (que son el referente no tan lejano de los filántropos multimillonarios de nuestros días, que hoy se trata de imitar) (Friedman, McGarvie 2003). La filantropía de estos magnates empresariales a caballo entre los siglos XIX y XX es vista por sus críticos como el intento de los robber barons de la época de limpiar su nombre (Josephson 1934), mediante operaciones que comprometen una parte apreciable, pero a la postre menor, de recursos que han sido ganados con artes discutibles, aprovechando los fallos de una legislación y un marco regulador torpe y laxo, gracias en buena parte a la connivencia de políticos necesitados de fondos para sus propias campañas. Tanto más cuanto que, añaden los críticos, mien- tras se hace esa filantropía con una mano, se practica una misantropía, con la otra. Esto último se hace cuando se recurre al cierre de empresas en caso de huelga, a listas negras de sindicalistas, al uso de esquiroles, a campañas antisindicales, a la manipulación de jurados, jueces, policías y gobiernos locales. Esta crítica cala en una buena parte de la opinión pública, y tiene efectos políticos e institucionales importantes. Lo cierto es que la sociedad no acepta la filantropía de las elites desconectada del resto de sus actuaciones; y el hecho es que, en cierto modo, esas mismas elites acaban respondiendo, o intentando responder, a esta objeción. En realidad, hay que tener en cuenta que estos capitalistas filántropos ven sus dos tareas, de empresarios y filántropos, como complementarias. Imaginan que, en el largo plazo, el mercado traerá prosperidad y oportunidades para todos, y disciplinará moralmente a las masas, incluidas las masas de inmigrantes, en muchos casos gentes como ellos mismos o sus padres. Tras varios ejercicios de prueba y error, orientan sus donaciones a crear instituciones orientadas al avance de los conocimientos, la educación y la artes, las bases de lo que perciben como fuentes de capital cultural o humano avant la lettre, de educación que será la palanca de la movilidad social y la igualación de oportunidades, de nuevo, a largo plazo, y con frecuencia, a corto. Las bibliotecas, las universidades, los laboratorios, los hospitales de enseñanza: en el fondo de todas estas instituciones filantrópicas late el diseño de una buena sociedad proyectada al presente, y al futuro inmediato. El modus operandi es muy importante. Es el propio de gentes que han tenido una educación que enfatiza la responsabilidad por los propios actos, tanto por motivos religiosos como por motivos económicos. Al final, hay en ellos una forma de fe en que las cosas se pueden hacer y se hacen. No se habla de ellas en una sobremesa, ni se trata de persuadir a unos amigos políticos para que «ellos las hagan». Se centra la atención, se llama a las cosas por su nombre, se toma una decisión poniendo en juego los recursos propios, se ejecuta la decisión, se atiende de cerca a los 18 INTRODUCCIÓN detalles de la ejecución, se piden cuentas y se rinden cuentas. También es muy importante que este tipo de filantropía de elites sólo puede mantenerse a largo plazo si se da alguna forma de afinidad electiva entre ellas y el conjunto de la sociedad; en otras palabras, si el conjunto de la sociedad se ve a sí misma como una sociedad de filántropos y donantes, y actúa en consecuencia. En caso contrario, la filantropía puede atrofiarse y degradarse. Y puede darse una espiral descendente por la que la sociedad entera acabe en el círculo vicioso del final del evergetismo clásico, al que me he referido antes, en el que unas elites sin autoridad y una sociedad desmoralizada comparten un talante compuesto de soledad y de angustia. En definitiva, la filantropía de las elites es posible y sostenible en Estados Unidos porque una sociedad de filántropos ordinarios corrientes entiende de lo que se trata, y lo entiende porque lo practica ella misma; y por ello, cuando estima la filantropía, sabe lo que estima. «hacer cosas que están bien» es el de favorecer ese marco institucional. Se supone que es bueno lo que favorece una democracia liberal, el mercado, el estado de derecho, y, en último término, un orden de libertad política, económica y religiosa. Así como que es bueno lo que favorece un tipo de educación que transmite el respeto a esas instituciones, y los valores correspondientes. Esto supuesto, dado que el diseño general de ese tipo de sociedad no se cuestiona, la filantropía se puede dedicar a solucionar problemas concretos y específicos, de un modo que encaje más o menos laxamente con ese tipo de sociedad. Cada empresa en el mercado está orientada a un producto o un abanico de productos, y se especializa en una línea de producción de bienes y servicio, y otro tanto ocurre en el mundo asociativo. La experiencia europea puede entenderse por analogía con la americana, en parte similar y en parte diferente (Cohen 2003). Primero, antecede, con mucho, a la americana y, como he señalado antes, está en el origen de ésta. Segundo, corre paralela a la experiencia americana de los siglos XVIII, XIX y XX; como una modalidad en la que el estado conserva, o adquiere, una presencia más central, y una que influye para redefinir el mundo de la beneficencia como complementaria al estado de bienestar. En este punto, y a este respecto, entran varios actores en juego, unos procedentes del propio estado y de las elites tradicionales, y otros, del movimiento sindical de la época; unos y otros tendrán un efecto agregado y acumulado muy importante a la hora de establecer una variante de filantropía distinta de la de los Estados Unidos. A esto hay que añadir otro factor diferencial, más reciente: el efecto de los traumas colectivistas y autoritarios del siglo XX, que quiebran la continuidad histórica de la Europa continental (anglosajones y nórdicos aparte), de un modo del que tal vez todavía no somos suficientemente conscientes hoy. Lo que estos traumas significan cambia según el país; pero el tema más general sobre el que quiero llamar la atención es éste. El tránsito a través del fascismo o del nazismo o regímenes similares fue intenso, y terrible, pero, para la mayor parte de la Europa occidental, ha 4. UN CONTRAPUNTO SOBRE LA FILANTROPÍA EUROPEA, Y LA ESPAÑOLA La filantropía americana ofrece el ejemplo de su pujanza, de la complejidad de su trasfondo cultural y de la diversidad de sus voces y sus proyectos; asimismo ofrece el ejemplo de una filantropía de elites al tiempo que de una filantropía de la sociedad en general. Todas ellas están orientadas a la realización de una «sociedad», que puede ser concebida de muchas formas; pero, común a todas ellas, es el hecho de que están apoyadas en el marco institucional y cultural de una sociedad libre o abierta, o civil en sentido lato, que incluye rule of law, gobierno limitado y representativo, mercados, cultura de tolerancia. Este marco ha sido relativamente estable en Estados Unidos durante casi cuatro siglos. La filantropía da este marco por supuesto; y, a su vez, se apoya en él y lo refuerza. Que lo dé por supuesto significa que un criterio implícito de «hacer el bien» o al menos de 19 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS sido relativamente corto. Ha sido posible recuperar el nexo con el modus vivendi de las instituciones parlamentarias, el mercado, el sistema mixto de bienestar y la pluralidad cultural que se había ido desarrollando durante el largo siglo XIX, hasta la gran guerra. De ello se han beneficiado tanto el movimiento asociativo como la filantropía de esta parte de Europa; aunque la otra cara de esta ventaja ha sido una tendencia a concentrar la atención en necesidades específicas, y no tanto en la importancia del marco institucional general (haciéndose eco de la tendencia de la experiencia americana a la que he hecho referencia). En cambio, en la Europa central y oriental las cosas han sido distintas, porque allí, a las dislocaciones del período de entreguerras y a los desastres (allí, aún mayores) de la segunda gran guerra, se añadió otro medio siglo de comunismo. Esto ha planteado la necesidad, y la oportunidad, de actividades filantrópicas «de gran diseño», orientadas precisamente a hacer explícito aquello que actividades filantrópicas como las americanas (y las europeas occidentales) habitualmente dejan implícito, a saber, la orientación a construir y desarrollar el marco institucional de un orden de libertad en su conjunto. Esto ha estimulado el desarrollo de un enfoque holístico de la filantropía, sumamente interesante, del que es un ejemplo la experiencia, por ejemplo, de George Soros (a la que se hace referencia en otro de los capítulos de este libro). En España, tenemos, más bien, un ejemplo de recuperación gradual de la actividad filantrópica al modo europeo occidental, con algunas variantes. En este caso, ello se hace a partir de casi cuarenta años de una experiencia híbrida de autoritarismo, economía de mercado y pluralismo social y cultural limitados. Ello ha dado lugar a iniciativas diversas de la iglesia, de organizaciones empresariales e incluso sindicales, y profesionales, y otras, que han sido de un recorrido desigual, pero que han ido estableciendo las bases para un desarrollo en la etapa siguiente. En las circunstancias actuales, la situación es parecida a la que se observa en otros países euro-latinos. El crecimiento económico de los últimos diez o quince años se ha traducido en niveles asociativos y filantrópicos de calado (Pérez-Díaz y López Novo 2003), como se pone de manifiesto en varios capítulos de esta obra. Los datos sobre el gasto del tercer sector, de voluntarios, de donaciones individuales así lo atestiguan. Estas últimas sugieren una sociedad inclinada a dar tanto o más, proporcionalmente, que las propias elites; lo que es un signo prometedor de lo que pudiera ser una evolución futura de las aportaciones de los dineros, las energías y el ingenio de estas últimas, bien porque su sentido moral o cívico se alerte, bien porque su estrategia de distinción social o de justificación por su posición de prominencia les aconseje hacerlo así. Incluso puede suceder que el ejemplo de la filantropía de gran diseño aplicada en Europa central y oriental pueda estimularles para intentar operaciones similares. Aunque, por otro lado, también puede suceder lo contrario si, ante un cambio a peor de la coyuntura económica que se prolongue en el tiempo, el desarrollo de la filantropía española se ralentiza y ésta se orienta más decididamente hacia la satisfacción de necesidades sociales específicas. Al mismo tiempo, varios de los capítulos de la segunda y tercera parte de este libro ponen de manifiesto otros dos rasgos interesantes, y prometedores, de la situación española. El primero es la atención que se va prestando a las mejoras de mecanismos e instituciones de la filantropía, en la línea de una modernización entendida como un proceso de racionalización formal. Hay una toma de conciencia, y a veces mucho más que eso, de la necesidad de mejorar los mecanismos de gobierno corporativo de las organizaciones filantrópicas, en muchos casos fundaciones; de mejorar los incentivos fiscales (que, de todos modos, fueron de importancia secundaria en el desarrollo de la filantropía americana hasta muy entrado el siglo XX); de mejorar la transparencia y el control de calidad de sus actividades; y de profesionalizar la gestión. El segundo es el desarrollo de la diversidad de sus voces y sus proyectos. Esto es un tema fundamental precisamente para robustecer el debate sobre las ideas acerca de lo que significa una 20 INTRODUCCIÓN buena sociedad, sin lo cual las actividades filantrópicas carecerían, literalmente, de sentido. Es importante que haya asociaciones y fundaciones e individuos implicados en actividades filantrópicas, que cada uno de ellos intente tener una voz propia, y una voz personal; que hablen idiomas culturales, ideológicos, si se quiere, distintos. Como es el caso, por ejemplo, de las organizaciones asociadas a bancos, cajas de ahorro, asociaciones empresariales, empresas familiares, religiosas, humanitarias; todas las cuales encuentran un lugar en este libro para transmitir su experiencia. Su diversidad es un indicio de la riqueza institucional y cultural de la filantropía del país. sos de acumulación de riqueza muy notables que refuerzan, por ahora, la posición de las elites económicas del momento, y, en mucha menor medida, los medios profesionales cercanos a ellas. También se observa una difusión de los estados democráticos, aunque esa difusión es problemática, como lo es su grado de control de un sistema de governance mundial, que es todavía un desideratum. En todo caso, los estados suelen tener responsabilidades muy importantes de intervención en la economía y de manejo de los sistemas de bienestar. Que el proceso en curso refuerce el papel de las elites políticas y sus entornos burocráticos es probable en algunos casos, e improbable en otros. Queda además la difusión de la educación escolar (con un record desigual de calidad de la educación) y de las nuevas tecnologías de comunicación e información (y, cabe añadir, de ruido), lo cual puede reforzar, o no tanto, el papel de las elites culturales locales, o cosmopolitas, que están sujetas, por lo demás, a procesos de erosión importantes, y cuya influencia parece, en muchos casos, sumamente transitoria o efímera. Es posible, en estas condiciones, un rapprochement entre todas estas elites, por debajo de las tensiones económicas, partidistas e ideológicas de rigor; aunque lo que dé de sí este rapprochement es una pregunta abierta. En estas condiciones, puede que las elites económicas necesiten justificar su posición y sus recursos ante unas sociedades nacionales preocupadas por los efectos de la globalización, reforzando su buenas relaciones con las elites políticas y usando a las elites culturales; lo cual puede reforzar algunas de las motivaciones de las elites económicas para comprometerse en tareas filantrópicas. Esto conecta, lógicamente, con la idea de que, puestos a hacerlo, conviene hacerlo bien. Conviene utilizar una racionalidad formal o instrumental en tales actividades filantrópicas. Lo normal es que las elites económicas tiendan a aplicar el know how que han adquirido en sus negocios. Que quieran ser eficaces y eficientes. Que apliquen lo que puedan del modus operandi de sus prácticas, incluidas las relativas a los componentes profesionales y burocráticos de su organiza- 5. LOS DILEMAS ACTUALES: LA CUESTIÓN DE LA MODERNIZACIÓN Y EL DEBATE SOBRE LA BUENA SOCIEDAD La narrativa que he ido esbozando, someramente, de la experiencia de la filantropía me ha conducido de un ámbito histórico a otro, de un país a otro, y, asimismo, de una parte de este libro a otra. Sin embargo, esa narrativa tiene un hilo argumental, sobre el que vuelvo en esta conclusión, retornando así al arranque de esta introducción y a mi conversación con Rodrigo. El núcleo de aquella conversación fue a la vez una experiencia de mutualidad, la nuestra, y una reflexión compartida sobre el carácter de la filantropía. Éste no es el de una réplica del mercado, la empresa o la política. Su carácter resulta de un ejercicio de la filantropía considerada como una reconstrucción (a mayor escala, probablemente) de una experiencia de amistad y de mutualidad. Si esto es así, tenemos que desmarcarnos de la narrativa habitual, o matizarla sustancialmente. Esta narrativa comienza situando la discusión en el marco de los lugares comunes, los topoi, sobre la globalización. Estamos en un momento de aceleración del proceso de formación de un mercado mundial de capitales, de informaciones, de bienes y servicios, incluso, tentativamente, de recursos humanos. Esto ha traído consigo proce- 21 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ción, que se han revelado útiles. Que sean sensibles a las mejores prácticas, a los controles de calidad. Que, por ello mismo, cuiden los mecanismos de gobierno corporativo que les parezcan pertinentes, y no rehúsen las reglas de accountability y transparencia que, más o menos, aceptan en su mundo económico. Que todo lo anterior se haga con una mayor o menor implicación de los filántropos mismos parece relativamente contingente. Pueden hacerlo así, o no. Al fin y al cabo, muchos empresarios tienen la costumbre de confiar en managers profesionales, delegar autoridad y responsabilidad, descentralizar operaciones y demás. Pero queda un problema un poco más complicado, y más importante, sin resolver que la narrativa habitual suele descuidar. Más arduo e intrincado. Me refiero al criterio de la eficacia de la actividad filantrópica. No se trata de una mera cuestión de racionalidad instrumental; es asunto de racionalidad sustantiva. Se refiere al núcleo de sentido de la actividad filantrópica, a su razón de ser. Éste es un problema delicado, cuya solución no depende de la adquisición de saberes a los que se accede mediante la información, la comunicación, o la instrucción escolar. Ni siquiera viene dada su solución por la experiencia misma de las elites; porque todo depende de cómo sea, o haya sido, esa experiencia. Es asunto de contenidos morales, y lo que puede hacer el filántropo en cuestión es poco más que reconocer que, por comisión u omisión, es responsable del bien efectivo que procura su acción, enterarse de lo que hace, explicarlo y justificarlo. Aquí hay otra cuestión en juego, la del carácter más o menos profundo de la experiencia de la filantropía (y, ligado a ella, la de su valor moral). La solución más a mano es la de instalarse en la posición de hacer las cosas sin pensarlas mucho, delegando la responsabilidad de lo que se hace, dejando hacer. En este caso, el filántropo da poco, o muy poco, de sí mismo. Y si tal cosa hace, lo normal es pensar que lo que subyace en su conducta es una idea de la «buena sociedad» como formada por gentes que también dan poco de sí mismas, porque «van normalmente a lo suyo». Eso es interesante, y comprensible, dado el clima del momento, pero también cabe pensar que, de ese modo, las elites se desvían del modelo clásico de «ser ejemplares», de «ser mejores», lo que los griegos llamaban aristoi, y optan por un modelo moral alternativo, inferior. En el fondo, el dilema, por lo que se refiere al significado moral de la filantropía, viene a ser el mismo para la sociedad y para las elites. Dar, o reservarse; dar con reflexión y discernimiento, o al azar; dar dinero pero también su tiempo, su energía y su ingenio, o no hacerlo; dar y darse a sí mismo, poniéndose al servicio de aquéllos a quienes se da, o dar como ocasión para afirmar una superioridad; dar y con esa donación afirmar una relación de mutualidad, o dar rehusando esa mutualidad. Hay diferencias de criterios morales, e incluso de gustos, a la hora de resolver este dilema; pero hemos de reconocer que las diferentes soluciones a este dilema apuntan a tipos de «buena sociedad» bastante distintos. ******* El libro que viene a continuación trata de ser una contribución al desarrollo de los estudios sobre la filantropía en España, que sirva de apoyo y referencia a trabajos ulteriores. Para ello, se ha utilizado un concepto de actividad filantrópica muy amplio, que abarca acciones benévolas realizadas por individuos, por asociaciones, por entidades religiosas, por fundaciones independientes, por fundaciones corporativas, por fundaciones-empresas como las cajas de ahorros a través de su obra social, e incluso por las empresas mismas en el ejercicio de su responsabilidad social corporativa. El libro ha sido dividido en tres partes. En la primera, se recogen cuatro estudios relacionados con el marco histórico y comparado de la filantropía. En el capítulo 1 Joaquín P. López Novo describe y analiza, con abundancia de información y de manera reflexiva, la complejidad y el calado de la experiencia norteamericana en el curso del tiempo, y enfatiza su valor de referencia. El capítulo 2, de Izabela Barlinska, ofrece el 22 INTRODUCCIÓN contrapunto de algunas experiencias europeas, poniendo de relieve un enfoque de la filantropía aplicado recientemente en la Europa central y oriental. Con los capítulos 3 y 4 entramos en el tema de la filantropía en España. El capítulo 3, Elisa Chuliá y Jacobo Muñoz Comet describen y analizan los resultados de una encuesta entre las elites económicas sobre esta materia, abriendo así un campo muy prometedor de investigación. En el capítulo 4, Elisa J. Sánchez Pérez, propone un análisis de la información económica agregada pertinente, que permite hacerse una idea del volumen de donaciones y de su distribución. En la segunda parte se plantean varios cuestiones de gran importancia para mejorar el grado de eficiencia de la gestión de la filantropía. De este modo, en el capítulo 5, Cándido Paz-Ares trata del problema del gobierno corporativo; en el capítulo 6, José Ramón Pin Arboledas y Ángela Gallifa Irujo estudian el problema general de la profesionalización del sector; en el capítulo 7, Salvador García Atance nos propone un conjunto de informaciones y comentarios importantes sobre el modo de controlar los rendimientos de la filantropía; y en el capítulo 8, Jesús López Tello esboza la problemática del marco de incentivos fiscales de la misma. Todos ellos hacen referencia a la cuestión fundamental de la transferencia de experiencias del campo de las actividades económicas al campo de la filantropía, y sitúan el caso español en un marco comparado, más amplio. Finalmente, en la tercera parte, se han dado cita una serie de trabajos más breves y específicos sobre las actividades de diversas organizaciones filantrópicas en España. La Fundación de Estudios Financieros y la Fundación Profesor Uría han promovido aquí la reunión de una serie de testimonios importantes de la actual experiencia española en el campo de la filantropía, tratando de ofrecer un abanico diverso, y con el mayor respeto por las muy variadas voces y proyectos que en esos testimonios se expresan. El conjunto incluye, en primer lugar, experiencias orientadas principalmente (pero no sólo) a la acción y la ayuda social, con un fuerte contenido cultural. Tales son las de Cáritas Española, con una histo- ria larga e importante y que recurre a un voluntariado muy numeroso y motivado; la Fundación Esther Koplowitz, con un perfil propio que enfatiza la atención a los mayores de edad y la investigación científica; la Acción Social contra el Hambre, y las actividades Pro Bono, reseñadas aquí, con una amplia proyección internacional; la Fundación Alicia Koplowitz, con un acento particular en la atención a la infancia y a otros colectivos necesitados; y la Fundación Empresa y Sociedad, que promueve el empleo de los discapacitados en las empresas. Al mismo tiempo, se consignan aquí testimonios de actividades filantrópicas más conectadas con actividades económicas y educativas. Éstas incluyen las actividades en el campo de las microfinanzas de la Fundación BBVA; las actividades variadas de la Fundación Rafael del Pino, con un énfasis particular en iniciativas educativas y culturales; las muchas actividades de fundaciones-empresa, como las de las Cajas de Ahorro, a través de su Obra Social, y en particular la experiencia de banca cívica de Caja Navarra, así como las actividades de compromiso con la educación superior del Banco de Santander. El lector tiene de esta forma ante sí un amplio espectro de experiencias contadas por sus protagonistas, que ponen de relieve el dinamismo y la variedad del sector de la filantropía española en estos momentos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Blumenberg, Hans. 1983. The Legitimacy of the Modern Age. Traducción de Robert M. Wallace. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press. Dodds, Eric Robertson. 1965. Pagan and Christian in an Age of Anxiety. Nueva York: Norton. Cohen, William B. 2003. «Epilogue: The European Comparison», en Lawrence J. Friedman y Mark D. McGarvie, eds., Charity, Philanthropy, and Civility in American History. Cambridge: Cambridge University Press, pp. 385-412. Friedman, Lawrence J. y Mark D. McGarvie, eds. 2003. Charity, Philanthropy, and Civility in American History. Cambridge: Cambridge Univer- 23 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS 8-21. sity Press. Herdt, Jennifer A. 2004. «The Endless Construction of Charity: On Milbank’s Critique of Political Economy», Journal of Religious Ethics, 32, 2: 301-324. Insole, Christopher J. 2004. The Politics of Human Frailty: A Theological Defence of Political Liberalism. Notre Dame, Indiana: University of Notre Dame Press. Josephson, Matthew. 1934. The Robber Barons. San Diego: Harcourt Brace. Marx, Leo. 2008. «The idea of nature in America», Daedalus: Journal of the American Academy of Arts and Sciences, 137, 2 (primavera): Milbank, John. 2005. «The Invocation of Clio: A Response», Journal of Religious Ethics, 33, 1: 3-44. Pérez-Díaz, Víctor. 1997. La esfera pública y la sociedad civil. Madrid: Taurus. Pérez-Díaz, Víctor y Joaquín P. López Novo. 2003. El tercer sector social en España. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Veyne, Paul, ed. 1992. A History of Private Life: From Pagan Rome to Byzantium. Traducción de Arthur Goldhammer. Cambridge, Massachusetts: Belknap Press of Harvard University Press. 24 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES Joaquín P. López Novo en entidades sin ánimo de lucro y hasta el trabajo remunerado en dichas entidades. Utilizado en este sentido lato, el término adquiere una connotación sectorial (sector filantrópico) y es un sinónimo de sector no lucrativo o de lo que se ha dado en llamar el «tercer sector». En este estudio, sin embargo, utilizamos el término en un sentido más restrictivo, para referirnos al primer eslabón de la cadena de la acción sin ánimo de lucro: el eslabón del don filantrópico o de la donación de fondos privados para sostener las actividades de instituciones y organizaciones sin ánimo de lucro. Así, sólo consideraremos filantrópicas a las organizaciones que operan en este primer eslabón de la cadena de la acción sin ánimo de lucro, y dejaremos de lado a las organizaciones que realizan actividades operativas valiéndose de recursos que en parte obtienen de donaciones privadas. En otras palabras, aquí entendemos las filantropía como un subsistema del sector no lucrativo cuya función es proveer recursos y dirección (conducción, guía) al tercer sector. Es preciso advertir de entrada que aunque las cifras de la filantropía norteamericana son de una magnitud descomunal, sobre todo cuando se las contempla desde la perspectiva del tamaño de la filantropía en otros países, las donaciones privadas sólo representan algo más de un tercio de los ingresos anuales totales de las entidades no lucrativas del país (las otras fuentes de ingresos son las subvenciones públicas y la venta de servicios propios). Hay dos razones que explican este hecho. Una de ellas es el tamaño descomu- INTRODUCCIÓN No cabe duda de que los Estados Unidos de América son el país donde la filantropía ha alcanzado su máximo desarrollo, tanto en lo relativo a la magnitud de las cifras implicadas como en lo que se refiere a la sofisticación de sus formas institucionales; los norteamericanos ven la filantropía como un rasgo distintivo de su identidad cultural (una parte integral del American way), y piensan –con razón– que no tiene parangón más allá de sus fronteras. Por tanto, podemos ver la filantropía norteamericana como un gran experimento histórico de cuyo estudio se pueden extraer lecciones relevantes para entender tanto las formas que adopta la filantropía como las condiciones (sociales, culturales e institucionales) que posibilitan su desarrollo. Y éste es precisamente el propósito de este capítulo. La experiencia filantrópica norteamericana también provee un espejo en el que contemplar las experiencias de otros países, como la española, a cuyo estudio se dedica este libro. El estudio de la filantropía, cualquiera que sea su contexto, plantea el problema preliminar de clarificar qué entendemos por filantropía para, así, acotar el campo de los fenómenos a los que podemos aplicar esta denominación. El término filantropía es a veces usado en un sentido amplio para referirse a la totalidad de las actividades que se realizan sin ánimo de lucro, incluyendo las donaciones privadas de recursos, pero también el activismo cívico, las actividades de voluntariado 25 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS nal del sector no lucrativo en los EEUU. Baste señalar que, en el año 2000, el Internal Revenue Service (IRS) del gobierno federal tenía registradas un total de 1,3 millones de entidades sin ánimo de lucro exentas de impuestos, de las cuales más de 300.000 superaban los 50.000 dólares de ingresos anuales y rendían cuenta al IRS, y esta cifra no incluía a las cerca de 250.000 congregaciones religiosas existentes en el país que no se registran en el IRS (Boris y Steuerle 2006: 69). Pero otra razón es que una buena parte de las donaciones filantrópicas que se realizan anualmente no van a parar directamente a las arcas de las organizaciones no lucrativas que realizan actividades operativas sino que quedan aparcadas en fundaciones grant-giving en la forma de dotaciones de capital que éstas invierten para obtener un retorno con el que financian sus programas de ayudas. La filantropía norteamericana es capitalista en un doble sentido, porque la economía capitalista es el origen de los fondos de capital que alimentan regularmente la maquinaria filantrópica, pero también porque una de la instituciones centrales de que se vale la filantropía (las fundaciones grant-giving) operan con métodos capitalistas rentabilizando sus dotaciones de capital en los mercados financieros. En el año 2005 había en los EEUU cerca de 70.000 fundaciones grant-giving que acumulaban activos de capital por importe de 450.000 millones de dólares (Foundation Center 2006). La vastedad del sector no lucrativo en los EEUU hace que la filantropía en ese país funcione como una suerte de mecanismo de movimiento perpetuo, gracias a la relación de retroalimentación que se establece entre las filantropía y sus obras. Las instituciones sin ánimo de lucro que la filantropía va creando o ayudando a crear nunca cesan de necesitar y demandar recursos filantrópicos, y esta voracidad produce una presión incesante sobre los actores filantrópicos (sean individuos o instituciones) para donar más y más. En las últimas décadas, las organizaciones no lucrativas que han podido permitírselo han profesionalizado la función de captación de donaciones, contratando a especialistas en fund-raising y realizando campañas de captación de donaciones entre donantes potenciales. Una consecuencia de la profesionalización de la función de fund-raising es la concentración creciente de donaciones en instituciones sin ánimo de lucro con un gran prestigio y con medios para llegar a donantes poderosos (por ejemplo: un puñado de universidades privadas de prestigio como Harvard, Princeton, Yale o Stanford, que, gracias a sus campañas de captación de donaciones, han multiplicado sus endowments, volviéndose todavía mucho más ricas de lo que ya lo eran). La filantropía es, pues, una forma de don que consiste en dar para mejorar el bienestar de la comunidad o de una parte de ella, cualquiera que sea el tipo y el ámbito de esa comunidad. Desde una perspectiva sociológica, el don filantrópico posee dos atributos que lo singularizan: su orientación no recíproca y su universalismo. En efecto, el don filantrópico es no recíproco, pues no conlleva la expectativa de que los beneficiarios retornen en el futuro un don de valor equivalente al que reciben. Esto significa que el don filantrópico se sitúa al margen de la norma de la reciprocidad, que prescribe que todo don crea en el destinatario la obligación de retornar en el futuro un don de valor equivalente al que recibe (Mauss 1971). Por otra parte, el don filantrópico es universalista, pues sus beneficiarios últimos son personas desconocidas para el donante, que no están ligadas a él por relaciones personales directas o indirectas, sino que son miembros anónimos de una comunidad universal hacia la que el donante se orienta, y a cuya mejora dedica su acción filantrópica. El don filantrópico puede ser visto como un fruto de la potencia expansiva del espíritu humano en la dirección de la formación de comunidades universalistas y de formas de agencia moral que van más allá del mínimo obligacional que es parte de la arquitectura básica del orden social (esto es, la norma de la reciprocidad). En este sentido, el don filantrópico es un producto de la civilización, porque, aunque ninguna sociedad puede operar sin la norma de la reciprocidad, sólo algunas civilizaciones han sido capaces de ir más allá de esa norma, inventando e institucio- 26 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES nalizando el don filantrópico.1 La religión ha sido la fuerza civilizadora que ha engendrado y nutrido a lo largo del tiempo el don filantrópico. Éste presupone una imaginación y una sensibilidad morales universalistas que fueron cinceladas en el corazón de la humanidad por las grandes religiones universales o religiones de salvación. En la experiencia histórica de los EEUU, la religión ha jugado (y continua jugando) múltiples papeles en la conformación de la filantropía. Hasta principios del siglo XX, la filantropía tuvo un marcado carácter confesional; posteriormente se produjo una bifurcación: por una parte, la filantropía popular (o filantropía al detalle) siguió manteniendo un marcado carácter religioso y sigue siendo mayoritariamente canalizada por las iglesias; por otra parte, la filantropía de las elites (filantropía al por mayor a lo grande) se ha emancipado en mayor medida de la religión, desarrollando sus propios vehículos filantrópicos (fundaciones) y dirigiéndose crecientemente a entidades no religiosas.2 A esto hay que añadir el papel histórico que jugó la ética puritana de la virtud del servicio cívico a la comunidad en el alumbramiento de una tradición de servicio cívico entre las elites, sin la cual la filantropía norteamericana no habría seguido el derrotero que siguió y alcanzado su actual desarrollo. Pero aunque el estudio de la experiencia norteamericana muestra que la religión es una fuerza de la mayor importancia en la conformación histórica y contemporánea de la filantropía, también revela que es sólo una de las múltiples fuerzas operativas, y que hay otros factores culturales e institucionales de tanta o más importancia. Pero antes de entrar en el análisis de estos factores, es preciso proceder a un análisis pormenorizado de las formas que adopta la filantropía en los EEUU y de la magnitud de los recursos que moviliza; tarea a la cual dedicamos los próximos tres apartados. En el último apartado realizaremos un ejercicio de sociología interpretativa y retomaremos la cuestión de las factores culturales e institucionales que han favorecido el desarrollo de la filantropía en los EEUU. 1 A propósito de este asunto es pertinente señalar que, incluso una civilización tan sofisticada y desarrollada como la china, fue un suelo poco propicio para el desarrollo del don filantrópico. Esto se debió a que el confucianismo (que es la gran tradición cultural que ha cincelado la civilización china) es hostil al don universalista y no recíproco. Esta hostilidad se debe al énfasis que pone el confucianismo en las relaciones personales como fundamento del orden social, sobre todo en la relación paterno-filial y en las relaciones personales directas en las inmediaciones de la familia (con parientes, amigos, vecinos y asociados) que son organizadas en un gradiente de intensidad obligacional, según el grado de cercanía a la familia y el estatus de los miembros de la relación en el molde paterno-filial. En este contexto, el don filantrópico no sólo carece de legitimidad social, sino que es visto como una amenaza para el orden social, pues éste depende de dones particularistas que tengan en cuenta la identidad de los receptores y el gradiente de obligaciones recíprocas que los ligan. A la vista de este obstáculo, se comprende que en las sociedades asiáticas de cultura confuciana (China, Japón, Corea), el desarrollo de una tradición filantrópica indígena ha sido un fenómeno tardío, de alcance limitado y estimulado por la emulación de modelos foráneos. Véanse al respecto los ensayos de Theodore de Bay (1988 y 2004), y el capítulo de introducción a la colección de ensayos editada por Ilchman, Katz y Queen II (1998). 2 Sobre este asunto volveremos más adelante, pero conviene, sin embargo, señalar, desde ahora, que la religión es un fenómeno complejo que comprende creencias y sentimientos, y que, aunque creencias y sentimientos religiosos suelen ir juntos y se elaboran recíprocamente, también es posible que las personas tengan sentimientos religiosos difu- 1. MAGNITUD DE LAS CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS Según las estimaciones del informe Giving USA 2007 (publicado por la Fundación Giving USA), en el año 2006, las contribuciones filantrópicas totales realizadas en los Estados Unidos alcanzaron la cifra de 295.000 millones de dólares o el 2,2% del Producto Interior Bruto del país (cuadro 1). En las dos últimas décadas del siglo pasado, la ola de innovación tecnológica y financiera sos sin que profesen una fe religiosa explícita (esto es, sin que tengan creencias religiosas reconocidas). La posición de este autor es que la filantropía moderna puede prescindir de las creencias religiosas, pero que los sentimientos religiosos (o cuasi-religiosos) siguen jugando un papel importante en ella. Hay, en particular, dos sentimientos religiosos que son de la mayor relevancia para la filantropía moderna: uno es el desapego con respecto a la riqueza material, y otro es la búsqueda de auto-trascendencia, conectando los azares y las contingencias de la peripecia de vital de la persona con un propósito superior que insufla en la vida un sentido «cósmico» de servicio al bien de la humanidad. 27 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS desatada por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación sostuvo un largo ciclo de crecimiento económico que duplicó el PIB del país en términos reales entre 1981 y 1999. Este crecimiento inusitado de la riqueza del país revirtió en la filantropía, que, entre 1981 y 2006, ha vivido una edad de oro, quintuplicado su valor en dólares corrientes y multiplicado por 2,5 su valor en dólares constantes, de tal manera que, al final de ese período, había incrementando en cinco décimas su participación en el PIB del país (del 1,8% al 2,2%) (gráfico 1). CUADRO 1. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS ANUALES EN LOS ESTADOS UNIDOS, 1981-2006 (MILES DE MILLONES DE DÓLARES) Fuente: Giving USA 2007, p. 218 Para hacernos una idea más cabal de la magnitud de las cifras de la filantropía norteamericana, podemos señalar que sólo 25 países del mundo poseen un PIB que la superan. Entre los que no la superan podemos mencionar a Dinamarca (cuyo PIB es 275.237 millones de dólares), Sudáfrica (254.292), Grecia (244.951), Irán (222.889), Irlanda (222.650), Argentina (214.058), Finlandia (209.045) 28 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES Tailandia (206,247) y Portugal (192.572).3 La cifra global de la filantropía norteamericana en el año 2006 también superaba el valor de capitalización bursátil de Microsoft, la empresa de mayor capitalización bursátil del país (289.000 millones de dólares en febrero de 2007).4 Dado que los Estados Unidos alcanzaron la cifra de 300 millones de habitantes en el año 2006, la donación media por habitante se aproxima a los 1.000 dólares. GRÁFICO 1. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS ANUALES, 1981-2006 (miles de millones de dólares) Si nos fijamos en la procedencia de los fondos de la filantropía estadounidense (gráfico 2), vemos que tres cuartas partes (222.800 millones de dólares en el año 2006) proceden de donaciones de individuos realizadas en vida, el 12,4% (36.500 millones) de fundaciones filantrópicas, el 7,8% (22.900 millones) de legados en herencia, y el 4,3% (12.700 millones) de empresas. Así, pues, la filantropía institucional de las fundaciones y las grandes empresas es sólo la punta más visible del iceberg de la filan- tropía norteamericana, pues apenas supone el 17% de las contribuciones filantrópicas totales. La filantropía de los individuos, ya sea en la forma de donaciones en vida o de legados post mortem, representa más del 80% de las contribuciones filantrópicas totales.5 4 Giving USA 2007, p. 14. Pero hay que matizar que una parte significativa de las donaciones y de los legados de los individuos va a las fundaciones, que desempeñan un papel dual en el sistema de la filantropía, como receptores y como contribuyentes de donaciones. En el año 2006 las fundaciones recibieron donaciones por importe de 29,5 miles de millones de dólares o el 10% de todas las contribuciones filantrópicas realizadas dicho año (Giving USA Foundation 2007: 16). 5 3 Los datos del PIB proceden de: World Bank, World Development Indicators Database, 1 July 2007. 29 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS GRÁFICO 2. DONACIONES FILANTRÓPICAS SEGÚN EL ORIGEN DE LA DONACIÓN (2006) Fuente: Giving USA 2007 GRÁFICO 3. DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LOS FONDOS DE LA FILANTROPÍA POR PROCEDENCIA (Dólares constantes y quinquenios) Fuente: Giving USA 2007 dentes de donaciones de individuos (del 81 al 76%), lo que parece indicar que un segmento de los donantes utilizan cada vez más las fundaciones como vehículos de su filantropía. Los legados tienden a oscilar entre el 7 y el 9% de las contribuciones filantrópicas, y, las donaciones de empresas, entre el 4 y el 6%. El examen de la evolución de la procedencia de los fondos de la filantropía por períodos quinquenales (gráfico 3), revela la tendencia al crecimiento de los fondos procedentes de fundaciones, que, entre 1982 y 2006, han duplicado su participación en la distribución (del 6 al 12%), y una reducción proporcional de los fondos proce- 30 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES puestos anuales superiores a los 25.000 dólares) hay que añadir las entidades que son congregaciones religiosas, que no tienen obligación de registrarse en el IRS, y que se estima que estarían entre 300.000 y 400.000. Distribución de la filantropía por destinatarios Si descontamos la parte de la filantropía que se dedica a ayuda exterior, el destino de la filantropía norteamericana son las entidades no lucrativas que forman el tercer sector del país. Ya hemos señalado que los Estados Unidos cuentan con el tercer sector más grande del mundo: en el año 2006 había registradas 1.064.000 charities (esto es: entidades acogidas al capítulo 501c(3) del Internal Revenue Service, que fija el régimen de exenciones fiscales de las entidades no lucrativas), de las cuales unas 250.000 presentaron declaración de actividades al IRS, mientras que las restantes o no superaban el umbral de ingresos de 25.000 dólares anuales o habían cesado su actividad (Giving USA Foundation 2007: 45). A este cuarto de millón de entidades sin ánimo de lucro activas (y con presu- Por sectores, el primer beneficiario de las filantropía son precisamente las congregaciones religiosas,6 que reciben el 33% de las contribuciones filantrópicas (cuadro 2), seguidas de la educación (14%), los servicios sociales (10%), las fundaciones (10%), las entidades cívicas y de movimientos sociales (7%), la sanidad (7%), el arte y la cultura (4%), la ayuda exterior (4%), y el medio ambiente (2%). Pero el peso de la religión en la filantropía ha declinado a lo largo de los últimos quince años, pasando del 49,5% en 1990 al 33% en 2006 (gráfico 4). CUADRO 2. DISTRIBUCIÓN DE LA FILANTROPÍA POR TIPOS DE ENTIDADES DESTINATARIAS (Dólares constantes 2006 y porcentajes) Fuente: Giving USA 2007 Este declive se debe al menor crecimiento de la filantropía religiosa (gráfico 5), que, desde 1990, ha crecido a una tasa media anual (1,4%) que es tres veces inferior a la tasa media de crecimiento anual del conjunto de la filantropía (4,2%). Los sectores que han crecido con tasas medias por encima de la media global han sido las fundaciones (12,4%), la ayuda exterior (8,2%), los servicios sociales (7,5%), el medio ambiente (6,7%), y la edu- cación. Mientras que la sanidad, las entidades cívicas y los movimientos sociales, y las artes y la cultura han crecido al ritmo de la media global. 6 La categoría de las congregaciones religiosas no incluye a las organizaciones patrocinadas por entidades religiosas que proveen servicios especializados como escuelas, hospitales, centros de servicios sociales, etc., y que son contabilizadas en sus respectivos sectores. 31 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS GRÁFICO 4. DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LA FILANTROPÍA POR SECTORES DE DESTINO, 1990-2006 (Dólares constantes 2006) F GRÁFICO 5. TASAS MEDIAS DE CRECIMENTO ANUAL DE LA FILANTROPÍA POR SECTORES DE DESTINO, 1990-2006 (Dólares constantes 2006) Fuente: Giving USA 2007 32 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES Así, pues, el perfil de la distribución de la filantropía norteamericana ha variado significativamente en los últimos quince años, al mismo tiempo que la filantropía ha duplicado su valor real. La religión ha reducido su peso en la balanza global de la filantropía, mientras que las fundaciones, la educación, la ayuda exterior y el medio ambiente han incrementado su participación de manera significativa. Pero aunque las congregaciones religiosas han perdido peso en el reparto global de la filantropía, la religión –como veremos más adelante– sigue jugando un papel importante en el sistema de la filantropía norteamericana, y las congregaciones religiosas son los beneficiarios privilegiados de la filantropía popular. Philanthropy de la Universidad de Indiana (COP),7 en el año 2004, el 70,2% de los hogares de los Estados Unidos realizaron contribuciones filantrópicas de al menos 25 dólares, y la contribución media por hogar fue de 2.047 dólares (cuadro 2). En el año 2002, contribuyeron el 67% de los hogares y la contribución media fue de 1.872 dólares, y, en el año 2000, contribuyeron el 69% de los hogares y la contribución media fue de 1.854 dólares. El contraste de los datos de los Panels de los años 2000, 2002 y 2004 ha permitido hacer una estimación de los hogares que son contribuyentes regulares y de los que sólo contribuyen ocasionalmente. Aunque la cifra global de hogares que realizan contribuciones filantrópicas no varia significativamente de año en año (entre el 67 y 70% de los hogares), los hogares que son contribuyentes regulares (por haber contribuido en los tres años investigados) son el 56%, mientras que un 29% son contribuyentes ocasionales que entran y salen de la lista de contribuyentes, y un 15% no contribuyeron ningún año. Otro dato de interés es que los contribuyentes regulares no sólo dan más frecuentemente, sino que también contribuyen mucho más que los ocasionales, pues su contribución media (2.695 dólares) es el triple de la de los contribuyentes ocasionales (820 dólares).8 Así, pues, seis de cada diez hogares norteamericanos contribuyen regularmente a la filantropía y constituyen algo así como la espina dorsal del sistema filantrópico del país. Otros tres de cada diez contribuyen ocasionalmente y sus contribuciones son, por término medio, más modestas. Y sólo uno de cada diez hogares no efectúa contribuciones filantrópicas. 2. LAS CONTRIBUCIONES DE INDIVIDUOS: ¿QUIÉNES DAN? Y ¿CUÁNTO DAN? Ya hemos visto que las donaciones de individuos son la principal fuente de contribuciones filantrópicas y que la mayor parte de éstas son donaciones en vida y una fracción menor legados en herencia. En este apartado aportamos evidencia sobre la procedencia de las donaciones con vistas a responder las cuestiones de quiénes dan y cuánto dan. Nos interesa en particular saber cuánto contribuyen los estratos sociales de más riqueza, pues aunque las actitudes filantrópicas no son exclusivas de los ricos, la filantropía que no es capaz de movilizar riqueza tiene poca capacidad de impacto directo y sólo se vuelve socialmente significativa a través de procesos de agregación. La filantropía popular de las pequeñas donaciones no es irrelevante, pero depende de instituciones mediadoras que la organicen y la agreguen. En cambio, la filantropía que canaliza riqueza tiene mayor capacidad de impacto directo y depende menos de instituciones mediadoras. No hay que olvidar que la palabra filantropía surgió para designar un modo altruista de empleo de la riqueza y que ése sigue siendo su uso dominante. De acuerdo con los últimos datos aportados por el Panel Study on Philanthropy del Center on 7 El Panel Study on Philanthropy del COP es un módulo del Panel Study on Income Dynamics del Institute for Social Research de la Universidad de Michigan, que recaba datos en una muestra de más de 8.000 hogares norteamericanos. El Panel on Income Dynamics (PID) se realiza con una periodicidad bianual y el módulo de filantropía se incluyó por primera vez en el PID del año 2000. 8 Los datos sobre contribuyentes regulares y ocasionales proceden de la nota de prensa con fecha de 4 de diciembre de 2007 (http://www.philanthropyy.iupui.edu/News/2007/prCOPPS-findings.aspx). 33 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS CUADRO 3. PORCENTAJE DE HOGARES QUE CONTRIBUYEN AL MENOS 25$ AL AÑO Y CONTRIBUCIÓN MEDIA POR HOGAR (Años 2000, 2003 y 2004) Fuente: Center on Philanthropy Panel Study (COPPS), Center on Philanthropy Indiana University La investigación empírica sobre las bases sociales de la filantropía estadounidense muestra que las contribuciones filantrópicas tienden a exhibir una asociación positiva con variables como los ingresos, la riqueza neta, la participación en la religión, el desempeño como voluntario, la edad, el nivel educativo, el estatus de ciudadanía, haber adquirido la riqueza (por oposición a haberla heredado) y la percepción de seguridad financiera. La mayoría de esas variables son indicadores de diversos tipos de capital social, o de las relaciones que ligan a las personas con grupos y organizaciones. Por el conducto de sus relaciones sociales formales e informales, las personas se exponen a demandas de contribuciones filantrópicas y encuentran oportunidades de responder a dichas demandas. De ahí que, en un ensayo de revisión de la literatura sobre los factores determinantes de las contribuciones filantrópicas, los autores concluyan que «el factor más importante para [explicar] el comportamiento filantrópico es la implicación en «comunidades de participación» o los grupos y las organizaciones de las que el donante es miembro o está implicado de alguna manera» (Havens, O’Herlihy y Schervish 2006: 545). social religioso. A diferencia de los países europeos, donde la secularización galopante ha vaciado las iglesias y los templos, en los EEUU la tasa de participación religiosa es muy alta, y –lo que es más sorprendente– ha crecido a lo largo del siglo XX (Fink y Stark 2005); la sociedad norteamericana ha sabido modernizarse sin dejar de ser religiosa, y la pujanza de la religión favorece las contribuciones filantrópicas.9 La evidencia empírica disponible muestra: 1) que quienes donan a congregaciones religiosas realizan contribuciones filantrópicas más elevadas que los que sólo donan a entidades laicas, y 2) que una buena parte de los donantes a congregaciones religiosas también donan a entidades laicas. Aquí nos referiremos a dos fuentes de evidencia empírica sobre esta cuestión: el estudio de la organización sectorial Independent Sector y el Panel Study on Philanthropy del COP de la Universidad de Indiana. El estudio de Independent Sector (2002) se basa en los resultados de la encuesta Giving and Volunteering in the United States, cuyos datos se refieren al año 2000. De acuerdo con este estudio, el 11,7% de los norteamericanos no realiza donaciones filantrópicas, el 27,7% sólo hace donaciones a entidades seculares y el 60,6% Capital social religioso y filantropía 9 Para un tratamiento reciente particularmente persuasivo de la relevancia de la religión para la filantropía en los EEUU, véase Arthur C. Brooks (2007). Hay un tipo de capital social que parece especialmente favorecedor de la filantropía: el capital 34 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES res de los que sólo donan a entidades religiosas y los 623 dólares de los que sólo donan a entidades seculares), sino que también donan más a entidades seculares que los donantes con una orientación estrictamente secular (985 dólares). Es decir, que los donantes mixtos dedican el 42% de sus donaciones a entidades seculares (cuadro 4). hace donaciones a congregaciones religiosas. De estos, el 12,5% sólo dona a congregaciones religiosas y el 87,5% restante son donantes mixtos que hacen donaciones tanto a congregaciones religiosas como a entidades seculares. Estos donantes mixtos no sólo son los que donan más en términos absolutos (una media anual de 2.247 dólares, frente a la media de 1.545 dóla- CUADRO 4. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS ANUALES DE LOS HOGARES SEGÚN QUE (A) SÓLO DONEN A ENTIDADES RELIGIOSAS, (B) DONEN A ENTIDADES RELIGIOSAS Y SECULARES (AÑO 2000), (C) SÓLO DONEN A ENTIDADES SECULARES (Donaciones en dólares) Fuente: Independent Sector (2002: 12-13) El COP de la Universidad de Indiana ha aportado recientemente (enero 2008) datos del Panel Study on Philanthropy del año 2004, relativos a las contribuciones medias de los hogares a congregaciones religiosas y a entidades seculares (Center on Philanthropy, Key Findings, enero 2008: 2). En dicho año, el 46,1% de los hogares estadounidenses hicieron contribuciones a congregaciones religiosas y la contribución media fue de 1.858 dólares, mientras que el 61,6% de los hogares hicieron contribuciones a entidades seculares y la contribución media fue de 941 dólares. El COP no aporta datos sobre los hogares que hacen contribuciones mixtas a congregaciones y a entidades seculares, pero, de nuevo, el hecho de que la contribución media a congregaciones religiosas duplique la contribución media a entidades seculares vendría a confirmar que la religión es un factor que favorece las contribuciones filantrópicas. El reparto de las donaciones individuales por destinatarios Habida cuenta la estrecha conexión entre religión y filantropía a la que acabamos de referirnos, se entiende que las entidades religiosas sean los destinatarios más frecuentes de las donaciones de los individuos y las que se llevan la mayor porción del pastel de las donaciones individuales. Así, la evidencia que aporta el Panel Study del 35 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS da de las características de la filantropía de las clases medias. Pues bien, el contraste revela que la proporción de las donaciones individuales que va a parar a las entidades religiosas es casi el doble de la proporción de las contribuciones filantrópicas totales (60% y 33% respectivamente) (gráfico 7).10 En sentido contrario, los individuos donan menos a la educación, la sanidad, el arte y la cultura, la ayuda internacional y los movimientos sociales. En suma, la filantropía popular o de las clases medias privilegia a las congregaciones religiosas, que reciben 6 de cada 10 dólares de donaciones individuales. Lo cual concuerda con la hipótesis de que el capital social juega un papel fundamental en la estructuración de la filantropía, y con la evidencia –que ya hemos apuntado– de las altas tasas de participación en la vida religiosa que distinguen a la sociedad norteamericana. COP sobre el reparto de las donaciones individuales por sectores indica que el 60% del importe de estas donaciones va a las congregaciones religiosas, seguidas muy de lejos por las entidades de caridad que atienden necesidades básicas (10%), las entidades que sirven una combinación de propósitos (10%), la educación (5%), la sanidad (4%), la juventud y la familia (2%), el arte y la cultura (2%), la ayuda internacional (1%), el medio ambiente (1%), y las organizaciones vecinales y comunitarias (1%) (gráfico 6). Dado que los datos del Panel Study del COP sobrerrepresentan la filantropía popular de las clases medias y subrepresentan la filantropía de los estratos de mayor riqueza, si contrastamos los perfiles del reparto de las donaciones individuales y de las contribuciones filantrópicas totales nos podemos hacer una idea más aproxima- GRÁFICO 6. DISTRIBUCIÓN DE LAS DONACIONES DE LOS HOGARES POR SECTORES DE DESTINO, 2004 (Donaciones totales estimadas: 161.000$ millones) Fuente: COP Panel Study, Key Findings 2005 wave 10 Hay que recordar que esas dos distribuciones provienen de muestras heterogéneas y que no coinciden en el año. La muestra del Panel Study del COP es de individuos en hogares y se refiere al año 2004. La muestra de Giving USA 2007 comprende entidades sin ánimo de lucro y se refiere al año 2006. 36 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES GRÁFICO 7. DESTINATARIOS DE LAS DONACIONES DE INDIVIDUOS (2004) Y DE LA FILANTROPÍA TOTAL (2006) (Porcentajes y sólo categorías comunes) Fuente: COP Panel Study (donaciones individuos) y Giving USA 2007 (filantropía agregada) los datos del Survey on Consumer Finances que elabora la Reserva Federal, entre 1995 y 2004, el número de hogares estadounidenses con una riqueza neta superior al millón de dólares se triplicó (de 3,7 a 9 millones: una cifra que supera la población de países como Suecia o Austria). En ese mismo período, los hogares con una riqueza neta de al menos 5 millones de dólares pasaron de 0,5 a 1,44 millones, y los de una riqueza neta de al menos 10 millones de dólares pasaron de 0,23 a 0,53 millones (gráfico 8). Filantropía y riqueza Si el capital social es un factor decisivo en la estructuración de las contribuciones filantrópicas, la riqueza también lo es, pues, a mayor riqueza, mayor capacidad de contribuir. Aunque la filantropía no es un comportamiento privativo de los ricos (como atestigua la alta tasa de hogares norteamericanos que realizan contribuciones filantrópicas), la magnitud de la filantropía de un país depende en gran medida de lo que contribuyan las clases más acaudaladas. En los EEUU, el intenso crecimiento económico de la década de los noventa, al abrigo de la revolución tecnológica desencadenada por las tecnologías de la información y las comunicaciones, ha generado una ola de nueva riqueza que ha multiplicado el número de millonarios y ha creado una nueva cohorte de nuevas grandes fortunas empresariales amasadas en las nuevas tecnologías y en las finanzas.11 Baste mencionar que, de acuerdo con Otra fuente de información que aporta indicios para entender los cambios que se han producido en la cúspide de la pirámide de la riqueza de los Estados Unidos en el período que estamos considerando es la lista Forbes 400, que anualmente estima –y clasifica de mayor a menor– las 400 mayores fortunas del país. Analizando la evolución de la lista desde su primer año de publicación (1982) hasta hoy se observan los siguientes hechos.12 11 Para un tratamiento periodístico informativo de las orientaciones y los comportamientos de los nuevos ricos norteamericanos, véase Robert Frank (2007) 12 Todos los datos de este apartado sobre la lista Forbes 400 proceden del magnífico estudio de Peter Bernstein y Annalyn Swan (2007: 6-14). 37 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS GRÁFICO 8. NÚMERO TOTAL DE HOGARES MILLONARIOS POR UMBRALES DE RIQUEZA NETA, 1995-2004 (Dólares constantes 2004) (Millones) Fuente: Robert Frank (2007: 2), basado en datos del Survey on Consumer Finances de la Reserva Federal como Du Pont, Ford, Rockefeller, Hearst o Whitney) acaparaban el 21,7% de los puestos de la lista. En 2006, en cambio, esas familias sólo acaparan el 1,7% de los puestos, y algunos nombres ilustres como los Du Pont (24 de los cuales figuraban en la lista del año 1982) han desaparecido de ella: un signo revelador de la circulación de las elites en la cúspide de la pirámide de la riqueza. • En 1982, el 22,8% de las fortunas provenían del petróleo, el 15,3% de la industria, el 9% de las finanzas, y el 3% de nuevas tecnologías. En 2006, el 24,5% de las fortunas provienen de las finanzas, el 11,75 de las nuevas tecnologías, el 8,5% del petróleo y otro 8,5% de la industria. • Por último, también ha cambiado la geografía de la riqueza. En 1982, el estado de Nueva York era el que acaparaba más personas de la lista (77), seguido de Texas (65), y California (48). En 2006 California encabeza la lista con 89 personas (en el año • En 1982 sólo aparecían en la lista 13 billonarios y el umbral de acceso (el corte) estaba en los 75 millones de dólares de riqueza.13 En el año 1989, el número de billonarios había ascendido a 69, y, desde el año 2000, la totalidad de la lista está compuesta por billonarios. • En 1982, la riqueza acumulada por los 400 de la lista representaba el 2,8% del PIB del país. En el año 2006, la riqueza acumulada de los 400 representa el 9,8% del PIB (el porcentaje llegó a ser del 12,2% en el año 2000, en el pico del boom de Internet). • En el año 1982, doce familias posesoras de Old Money (con nombres tan conocidos 13 En este párrafo, el término billonario debe ser entendido en el sentido que se le atribuye en los EEUU, donde un billón equivale a mil millones, mientras que en los países europeos el término billón se emplea para designar el millón de millones. Por tanto, un billonario es una persona con una fortuna de al menos mil millones de dólares. 38 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES 2000, en el pico del boom de Internet, tuvo 107 personas en la lista), mientras que Nueva York ha visto reducida su presencia a 56 miembros (un 27% menos que en 1982) y Texas a 36 (un reducción del 45%). Pero todos estos cambios tectónicos en los estratos superiores de riqueza apenas son captados por los estudios que se basan en muestras representativas de la población, porque, no obstante su crecimiento, los millonarios y los multimillonarios siguen siendo una fracción minoritaria de la población. Así, por ejemplo, el Panel Study del COP de la Universidad de Indiana aporta datos desagregados de contribuciones filantrópicas por niveles de ingresos anuales para el año 2004, distinguiendo tres niveles de ingresos: menos de 50.000 dólares, de 50.000 a 100.000 dólares, y por encima de los 100.000 dólares (cuadro 5). El estudio muestra que la tendencia a realizar contribuciones filantrópicas crece a medida que crecen los ingresos (el 53% de los hogares con ingresos anuales de menos de 50.000 dólares y el 93% de los de ingresos de más 100.000 dólares), y también crece significativamente el importe de la donación media (de 1.186 dólares a 3.886 dólares). Pero es evidente que un estudio que sólo diferencia esos tres niveles de renta aunque represente adecuadamente la filantropía de las clases medias, carece de valor informativo sobre la filantropía de los estratos superiores de renta, que –como hemos visto– acumulan una parte significativa de la riqueza del país y tienen un peso comparable en la filantropía agregada. CUADRO 5. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LOS HOGARES POR NIVELES DE INGRESOS Fuente: Center on Philanthropy Panel Study, Center on Philanthropy Indiana University. Hay, sin embargo, dos evidencias estadísticas que aportan una representación más aquilatada de la filantropía de las clases altas. Una de ellas ha sido elaborada por un equipo de investigadores del Center on Wealth and Philanthropy (COWP) del Boston College, con datos del Survey of Consumer Finances de la Reserva Federal, que no subrepresenta sino que más bien sobrerrepresenta a los hogares de ingresos altos (Havens, O’Herlihy y Schervish 2006: 547-548). La otra es el estudio del Bank of America sobre High NetWorth Philanthropy, realizado por el COP de la Universidad de Indiana, y que investiga una muestra de un millar de hogares ricos localizados en áreas residenciales de alta riqueza a lo largo y ancho del país. Contribuciones filantrópicas de los hogares según el Survey of Consumer Finances Los cuadros 6 y 7 recogen la distribución de las contribuciones filantrópicas de los hogares por intervalos de ingresos (cuadro 6) y por intervalos de riqueza neta (cuadro 7), elaboradas con los datos del Survey of Consumer Finances. Hay que señalar que ambas distribuciones se refieren a hogares que, en el año 2001, contribuyeron al 39 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS menos 500 dólares para causas filantrópicas, lo cual es un umbral de donación mucho más alto que los 25 dólares que emplea el estudio del COP de la Universidad de Indiana, y por ello el porcentaje total de familias que han realizado con- tribuciones desciende al 39%. Aunque los cuadros 6 y 7 no captan la filantropía menuda de las pequeñas donaciones, representan con mayor precisión la filantropía de los estratos de ingresos (y riqueza neta) medios y altos. CUADRO 6. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LAS FAMILIAS SEGÚN TRAMOS DE INGRESOS FAMILIARES (Dólares de 2002) Fuente: Avenis, O'Herlihy y Shervish (2000: 547). Las columnas 4, 5 y 8 suman de abajo a arriba. en los ingresos, lo hacemos en la riqueza neta de los hogares, observamos que los hogares que disponen de una riqueza neta de 1.000.000 dólares o más son sólo el 7%, pero acumulan el 50% de las contribuciones filantrópicas totales (cuadro 7). También hay que destacar que el porcentaje medio de los ingresos que los hogares asignan a contribuciones filantrópicas tiende a crecer a medida que crece el nivel de ingresos, pero es especialmente alto en los tramos superiores de ingresos (por encima de los 300.000 dólares) (gráfico 9). Tal vez el dato más significativo de los dos cuadros que estamos comentando es la alta participación de los hogares de mayores ingresos y más riqueza en las contribuciones filantrópicas totales. Así, los hogares con ingresos anuales de 100.000 dólares o más son el 14% de los hogares que han hecho contribuciones, pero acumulan el 59% de las contribuciones filantrópicas de los hogares; y sólo los hogares con ingresos de 300.000 dólares o más (el 2,1% de los hogares) aportan más de un tercio de las contribuciones totales de (37%) (cuadro 6). Si, en vez de fijarnos 40 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES CUADRO 7. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LAS FAMILIAS SEGÚN TRAMOS DE RIQUEZA NETA FAMILIAR (Dólares de 2002) Fuente: Avenis, O'Herlihy y Schervish (200: 548). GRÁFICO 9. PORCENTAJE DE INGRESOS FAMILIARES DONADOS POR INTERVALOS DE INGRESOS (2001) Fuente: Avenis, O´Herlihy y Schervish (2006: 247) 41 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS El estudio del Bank of America distingue tres niveles de riqueza, a los que podemos denominar los ricos de primer nivel o ricos de a pie (cuya riqueza neta está entre 1 y 5 millones de dólares), los ricos de segundo nivel o ricos afluyentes (cuya riqueza neta va de los 5 a los 50 millones), y los ricos de tercer nivel o superricos (con más de 50 millones de riqueza neta) (cuadro 8). Los ricos afluyentes y, sobre todo, los superricos son los protagonistas de la gran filantropía, o la filantropía en gran escala y de alta visibilidad pública: la filantropía de las fundaciones y de las grandes donaciones. El cuadro 8 muestra la gran distancia que separa a las contribuciones medias de estos tres estratos de riqueza: la contribución media de los superricos (1.163.190 dólares) es 10 veces superior a la de los ricos afluyentes (117.185 dólares) y 46 veces la de los ricos de a pié (25.264 dólares). Sin embargo, la contribución mediana de cada uno de los estratos de riqueza cae muy por debajo de la media, lo que indica el impacto de grandes donaciones en los tres estratos, que elevan la media muy por encima de los valores más frecuentes. La filantropía de los ricos: el estudio del Bank of America sobre «High Net-Worth Philanthropy» Dado que los ricos tienen un peso tan considerable en la filantropía norteamericana, merece la pena comentar el estudio sobre High Net-Worth Philanthropy, comisionado por el Bank of America y realizado por el COP de la Universidad de Indiana (Center on Philanthropy 2006). Este estudio se basa en una muestra de cerca de 1.000 hogares que obtienen ingresos anuales de más de 200.000 dólares o poseen una riqueza neta –sin incluir la vivienda– por encima del millón de dólares. El cuestionario aplicado en este estudio es el mismo que el COP aplica en el Panel Study on Philanthropy, lo que facilita la comparación con los patrones filantrópicos de la población en general. Aunque los resultados completos del estudio todavía no se han hecho públicos, ya se han aportado algunos avances que nos permiten hacernos una idea más aquilatada de la filantropía de los estratos superiores de la pirámide de riqueza del país. CUADRO 8. INGRESOS Y CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LOS HOGARES CON 1 MILLÓN DE DÓLARES O MÁS DE RIQUEZA NETA Fuente: The Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy (2006) Para hacernos una idea aproximada de cuántas grandes donaciones se realizan en un año y de la magnitud de dichas donaciones, podemos recurrir a la lista de donaciones que compila el COP de la Universidad de Indiana («The 1 Million Dollar List»), y que registra las donaciones de un millón o más de dólares que a lo largo del año se hacen públicas en los medios de comunicación del país. Esta lista no es completa, pues sólo registra las donaciones a las que se les da algún tipo de publicidad, y, por otra parte, las grandes donaciones no siempre se ejecutan en su totalidad el año en que se anuncian (sobre todo si requieren realizar desinversiones). Pero aunque incompleta, la lista es informativa, y por ello vamos a analizar las donaciones de la última lista disponible. En el año 2006 se anunciaron 911 donaciones de individuos de 1 millón o más de 42 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES dólares (cuadro 9).14 Las universidades, las fundaciones y los centros de investigación médica son los beneficiarios más habituales de estas grandes donaciones. Aunque la cifra de 6 donaciones por encima de los mil millones de dólares es un tanto excepcional, ya que refleja el anuncio realizado ese año por el financiero Warren Buffet de realizar cinco donaciones que superaban el umbral de los mil millones de dólares,15 el cuadro pone de manifiesto la relativa frecuencia de las macrodonaciones: 47 por encima de 50 millones (5%), 166 de entre 10 y 50 millones (18%), y 696 de entre 1 y 10 millones (76%). Aunque no disponemos de datos sobre el número de donaciones anónimas en el primer intervalo de la distribución, nos ha parecido interesante reflejar el número de donaciones anónimas de que hay constancia. Es probable que las donaciones anónimas totales sean más que las que figuran en el cuadro, pues, por su naturaleza, dichas donaciones no siempre trascienden al público. Pero el número y la entidad de las donaciones anónimas de que hay constancia (porque la entidad receptora ha revelado la donación pero no el donante) no es despreciable. Y esta dato indica que no toda la gran filantropía es conspicuous giving o donación ostentosa para mayor gloria del donante. Incluso donaciones estratosféricas como las de Warren Buffet, aunque públicas, tienen poco de ostentosas, si tenemos en cuenta que son donaciones a fundaciones ajenas y no a una fundación propia que perpetúe la memoria del donante. CUADRO 9. DONACIONES PERSONALES DE 1 MILLÓN DE DÓLARES O MÁS QUE HAN SIDO HECHAS PÚBLICAS EN EL AÑO 2006 Fuente: COP: 1 Million Dolar List los tres primeros destinos de las contribuciones filantrópicas de los ricos (gráfico 10). El arte y la cultura (10,8%) también ocupa un lugar destacado en la filantropía de los ricos, por delante de las contribuciones a la sanidad (6,7%) y a necesidades básicas (5,2%). Si comparamos los perfiles de las distribuciones sectoriales de la filantropía de los ricos y de la población en general (gráfico 11), lo que más llama la atención es el peso mucho menor que tienen las contribuciones a congregaciones religiosas en la filantropía de los ricos (22% de las Sectores destinatarios de la filantropía de los ricos Las congregaciones religiosas (22%), la educación (21,6%) y las fundaciones y los fondos (17,3%) son 14 Además de las 91 donaciones personales, en el año 2006 también se anunciaron otras 1080 donaciones institucionales de 1 millón o más de dólares, 818 de las cuales fueron hechas por fundaciones, 229 por corporaciones y 33 por otras instituciones. 15 Los destinatarios de estas megadonaciones de Warren Buffet son las fundaciones de Bill y Melinda Gates (33.500 millones de dólares), y las fundaciones que presiden cada uno de sus cuatro hijos (1.500 millones de dólares a cada fundación). 43 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS contribuciones totales versus 60% en la población). Los ricos también donan más a la educación (21% versus 5%) y al arte y la cultura (11% versus 2%). Las necesidades básicas, en cambio, tienen menos peso en la filantropía de los ricos que en la de la población (5,2% y 11%). La evidencia relativa a las contribuciones medias de los ricos a entidades seculares y religiosas revela que cuanto más crece el nivel de riqueza (y, por tanto, cuanto más crece la media de las contribuciones filantrópicas), más aumenta la distancia entre las donaciones a entidades seculares y religiosas (cuadro 10). Así, entre los ricos de a pie, la media de las contribuciones a entidades secula- res sólo es 2,6 veces la media de las donaciones a congregaciones religiosas. Entre los ricos afluyentes, en cambio, la donación media a entidades seculares es 4,5 veces la donación media a entidades religiosas. Y entre los superricos la primera es 6,5 veces la segunda. Esta tendencia de la filantropía religiosa a perder peso a medida que crece la riqueza tal vez explique su pérdida relativa de peso en el cómputo global de la filantropía en las últimas dos décadas, pues, como ya hemos visto, este período ha sido una época de generación masiva de nueva riqueza que ha multiplicado el número de millonarios, multimillonarios y superricos. GRÁFICO 10. DISTRIBUCIÓN POR DESTINATARIOS DE LAS CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LOS RICOS, 2005 (Contribuciones totales estimadas: 126.000 millones) Fuente: Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy, Initial Report (October 2006) de la población en general (11%) (gráfico 11). Conviene tener en cuenta, sin embargo, que las fundaciones (que son el primer beneficiario de la filantropía de los superricos), no son el destinatario último de las contribuciones filantrópicas que reciben, sino que son intermediarios en la cadena filantrópica y que, a su vez, distribuyen las donaciones que reciben a otros destinatarios. Por tanto, para calibrar el alcance de la filantropía social de los superricos hay que tener en cuenta el peso de la filantropía social en las fundaciones que éstos sostienen con sus donaciones. Si nos fijamos en el destino de las contribuciones filantrópicas del estrato de los superricos (los que disponen de 50 o más millones de dólares de riqueza neta), vemos que un tercio de sus contribuciones filantrópicas (34,3%) van a parar a fundaciones y fondos filantrópicos, el 20,5% a sanidad, el 15% a educación, el 11% a arte y cultura, y sólo el 10% a entidades religiosas (gráfico 12). Llama la atención el poco peso de donaciones a necesidades básicas (2%), que tienen un peso menor en las donaciones totales que las que tienen en el conjunto de la categoría de los ricos (5,2%) y 44 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES GRÁFICO 11. DISTRIBUCIÓN POR DESTINATARIOS DE LAS CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS DE LOS RICOS Y DE LA POBLACIÓN (Porcentajes) Fuente: Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy, Initial Report CUADRO 10. CONTRIBUCIONES TOTALES (A), A ENTIDADES SECULARES (B) Y A ENTIDADES RELIGIOSAS (C) POR NIVELES DE RIQUEZA, 2005 (Dólares) Fuente: Bank of America Study on High Net Worth Philantropy (16%) (gráfico 13). Mientras que la filantropía de las donaciones en respuesta a campañas de captación de donaciones es una filantropía reactiva, y la filantropía de las provisiones testamentarias (y de los seguros de vida) es una filantropía post-mortem, la filantropía de las fundaciones y de los fondos donor-advised es una filantropía proactiva que no espera a la conclu- Los vehículos de la filantropía de los ricos Los vehículos de donaciones más frecuentemente mencionados por los ricos son las grandes campañas de captación de donaciones (el 65%), la provisión testamentaria (el 41%), los fondos de inversión (32%), las fundaciones (20%) y los fondos filantrópicos donor-advised 45 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS sión de la vida del donante para hacerse efectiva. Llama la atención la elevada proporción de ricos que han creado fundaciones o cuasi-fun- daciones (pues eso es lo que son los donoradvised funds) para canalizar activamente su filantropía en vida (35%). GRÁFICO 12. DESTINATARIOS DE LAS CONTRIBUCIONES DE LOS SUPERRICOS, 2005 Fuente: Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy GRÁFICO 13. VEHÍCULOS DE LA FILANTROPÍA DE LOS RICOS (Porcentajes) Fuente: Bank of America Study of High Net-Worth Philanthropy 46 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES sados en una filantropía de legado al viejo estilo, y, tras haber logrado amasar una gran fortuna a veces en un tiempo record, no quieren dejar escapar la oportunidad de disfrutar de la experiencia de poder marcar una diferencia en vida con su filantropía. La preferencia de los nuevos ricos por una filantropía más activa y en vida no es óbice para que los legados continúen siendo un importante canal de la filantropía de los ricos. Como vimos en su momento, los legados representan el 8% de las contribuciones filantrópicas totales o cerca de 23.000 millones de dólares en el año 2006. Y también acabamos de ver que el 45% de los ricos mencionan la provisión testamentaria como un canal de su filantropía. Pero, ¿cuánto donan los ricos a través de sus testamentos? La evidencia disponible sobre herencias muestra que los legados filantrópicos tienden a crecer a medida que crece el tamaño de la herencia (gráfico 14). Así, la información fiscal sobre el impuesto de la herencia recaudado por el gobierno federal en el año 2000 (que sólo grava a las herencias con un valor de 600.000 dólares o más), muestra que, en dicho año, los patrimonios que se transfirieron en herencia alcanzaron un valor neto acumulado de 144.700 millones de dólares. El 65% de este valor fue a parar a herederos, el 23% al fisco y el 12% a filantropía. Ahora bien, cuando se clasifican las herencias por tamaños, se observa que a medida que crece el valor de la herencia, también crece la proporción de la herencia que se destina a filantropía. Hasta los 5 millones de herencia, el peso proporcional de la filantropía cae por debajo de la media global (12%), pero a partir de ese umbral la proporción de la filantropía se sitúa por encima de la media: el 14% en las herencias valoradas entre 5 y 10 millones, el 17% en las herencias de entre 10 y 20 millones, y el 33% en las herencias de 20 o más millones. Filantropía y legados Tradicionalmente, la filantropía ha sido un fenómeno localizado en la última fase del ciclo de vida de las personas, una vez que éstas habían hecho fortuna y acumulado riqueza a lo largo de sus carreras profesionales. Sólo los herederos de Old Money, que ya disponían de las fortunas amasadas por sus ancestros, podían desarrollar carreras filantrópicas tempranas. Pero lo normal era que el nuevo rico sólo diese el salto a la filantropía en su senectud, una vez que se había retirado de la vida profesional o había vendido su empresa. Esta filantropía de senectud estaba impregnada del afán de dejar un legado que perpetuase la memoria del filántropo para las generaciones futuras, y su vehículo favorito era la fundación familiar a perpetuidad, cuyos fines solían ser más bien vagos y, si no dejaban en manos de los sucesores la articulación de la misión filantrópica, les dejaban una amplio margen de maniobra.16 La ola de riqueza desencadenada por la revolución de las tecnologías de la información y las comunicaciones de las postrimerías del siglo XX no sólo ha generado una cohorte de nuevos ricos que rápidamente están engrosando las filas de la filantropía, sino que también ha creado una generación de multimillonarios jóvenes en los treinta o los cuarenta, que no necesitan esperar a la conclusión de sus carreras profesionales para iniciar sus carreras filantrópicas, y llevan carreras duales como empresarios y filántropos. Esta nueva filantropía joven está menos dominada por el espíritu de dejar un legado que perpetúe el nombre del filántropo, y es mucho mas empresarial y orientada a la obtención de resultados visibles. Los nuevos ricos de hoy no están intere- 16 Un caso ilustrativo es el de John D. MacArthur, fundador de la MacArthur Foundation, que es la cuarta del país por cuantía de activos y que patrocina los famosos MacArthur Fellow Prices. Cuando sus abogados le preguntaron al viejo MacArthur qué objetivos debía tener su fundación, les respondió: «I made the money, and you guys will have to figure out how to spend it». Con este espíritu fundador, no sorprende que esta fundación haya tenido una vida complicada y llena de conflictos internos. Sobre este y otros avatares de la filantropía a lo grande de los superricos, véase el interesante estudio de Waldemar Nielsen (1996). Filantropía y ethos de servicio cívico El estudio del Bank of America sobre la filantropía de los ricos contiene algunos datos relevantes sobre las actividades de voluntariado de este segmento de la 47 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS población que no queremos dejar de comentar. En principio, podría pensarse que donar (y, sobre todo, donar cantidades significativas) es ya una forma de servir que excusaría la abstención de otras formas de servicio voluntario. Pero no parece que éste sea el caso en los hogares ricos norteamericanos, pues el porcentaje de hogares que declaran realizar activi- dades de voluntariado supera el 80% y es más del doble del de la población en general (gráfico 15).17 Lo que todavía es más significativo es que el porcentaje de voluntarios no varía por niveles de riqueza y que los hogares superricos son los que cuentan con el porcentaje más elevado de voluntariado de más de 200 horas anuales (37%). GRÁFICO 14. DISTRIBUCIÓN DE LAS HERENCIAS FISCALIZADAS POR EL GOBIERNO FEDERAL, AÑO 2000 (Porcentajes) Fuente: Havens, O´Herlihy y Schervish (2006: 549) Si nos fijamos en el tipo de actividades de voluntariado que realizan los ricos, destacan las tareas de voluntariado no directivo en organizaciones sin ánimo de lucro (OSL) (80%), la participación en los consejos directivos de dichas organizaciones (61%), el voluntariado en colectas de fondos (62%) y el voluntariado en la preparación de eventos (55%) (gráfico 16). Todos estos datos sobre voluntariado ponen de manifiesto que la filantropía de los ricos está encajada en (y, por tanto, es parte de) un ethos de servicio cívico que se expresa en la participación voluntaria en organizaciones sin ánimo de lucro. Y este hecho es congruente con la hipótesis del capital social, a la que antes nos hemos referido, y que afirma que las conexiones a organizaciones y comunidades son decisivas en la conformación de la filantropía: se da porque se está conectado, y se da a lo que uno está conectado. 17 El Non Profit Almanac, publicado por el Urban Institute, basándose en las estadísticas del Bureau of Labor, estima que el porcentaje de la población adulta implicada en actividades de voluntariado era, en el año 2005, el 28,8% (Urban Institute 2007: 6). 48 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES GRÁFICO 15. PORCENTAJES DE HOGARES RICOS QUE REALIZAN ACTIVIDADES DE VOLUNTARIADO POR NIVEL DE RIQUEZA Y POR NÚMERO DE HORAS ANUALES CONTRIBUIDAS Fuente: Bank of America Study on High Net-Worth Philanthropy GRÁFICO 16. ACTIVIDADES DE VOLUNTARIADO QUE REALIZAN LOS HOGARES RICOS (Porcentajes de hogares) Fuente: Bank of America Study on High Net-Worth Philanthropy puritanismo religioso de las colonias, con su ascetismo mundano y su incitación a servir a Dios en el mundo (esto es: en el púlpito, la El ethos de servicio cívico de los ricos norteamericanos tiene raíces culturales e institucionales profundas, que podemos remontar al 49 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS la filantropía cultural y social un medio fundamental para reafirmar su hegemonía socio-cultural, al tiempo que realizaban una contribución directa al proceso de nation-building. La industrialización capitalista a finales del siglo XIX no hizo sino incrementar drásticamente los recursos disponibles para sostener esa estrategia y dotarla de mayor alcance. Así, entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, surgió la filantropía moderna con una orientación que inicialmente gravitó en torno a iniciativas culturales y cívicas, y posteriormente fue extendiendo su alcance a otros ámbitos (sanitario, social, educativo, etc). 20 A finales del siglo XIX, a medida que el desarrollo del capitalismo impulsaba el crecimiento de la riqueza y de las ciudades, los patriciados urbanos del Protestant Establishment asumieron la iniciativa de crear instituciones sin ánimo de lucro con un propósito cultural (museos, bibliotecas, universidades, orquestas sinfónicas, ballets, fundaciones, etc.), que pretendían ser puntos de referencia para la ciudadanía y, en muchos casos para la nación.21 Estas instituciones se situaban en la esfera de la sociedad civil, bajo la dirección de minorías selectas y manteniéndose al abrigo de la interferencia del gobierno; y eran vistas por sus promotores como plataformas para influir en la sociedad, por la vía de sentar los estándares de la alta cultura más que por la vía de la acción gubernamental, que estaba sujeta a los azares de la política partidista. Pero, de nuevo, esta estrategia de influencia social por la vía de la creación de una red cada vez más densa de instituciones privadas sin ánimo de lucro requería mecenas y filántropos que aportasen las donaciones para empresa, la cátedra, la magistratura y otras instituciones cívicas).18 En las ciudades comerciales de Nueva Inglaterra (Nueva York, Boston, Filadelfia), el ascetismo mundano protestante favoreció la formación de patriciados urbanos con base en el comercio e integrados por dinastías familiares estrechamente interconectadas que formaban cuasi-castas (los brahmins de Boston o los Philadelphia Gentlemen), que asumieron un marcado protagonismo cívico, creando instituciones sin ánimo de lucro (hospitales, colleges y charities) y asumiendo roles de liderazgo en esas instituciones.19 En definitiva, este Protestant Establishment de Nueva Inglaterra (Digby Baltzell 1987) plantó las simientes de una cultura elitista, que enfatizaba el honor del servicio cívico y los usos cívicos de la riqueza. Y esta cultura cívica de las elites se ha perpetuado hasta hoy. A lo largo del siglo XIX, y especialmente tras la guerra civil, a medida que la inmigración cambiaba la fisonomía social del país y, sobre todo, la de las grandes ciudades, y la democracia favorecía la formación en las grandes ciudades de maquinarias políticas partidistas bajo el control de redes étnicas, que se repartían los despojos del gobierno, los patriciados urbanos del establishment protestante perdieron poder político. Rodeados de una población de inmigrantes que no cesaba de crecer y con una composición étnica y lingüística crecientemente heterogénea, que planteaba un problema de integración no sólo social, sino también cultural o de construcción de nación; y despojados del poder de influir en la política local de las grandes ciudades, que habían caído en manos de las maquinarias partidistas étnicas, los patriciados urbanos se vieron obligados a buscar nuevos medios para afianzar su primacía social. Y encontraron en 20 Sobre la reorientación de la filantropía a finales del siglo XIX y principios del XX véanse los trabajos de Peter Dobkin Hall (2006) y Judith Sealander (2003), así como el estudio de Helen Horowitz (1976) sobre filantropía cultural en la ciudad de Chicago. 21 En el caso de las universidades, el giro filantrópico no sólo se orientó a la creación de nuevas instituciones, sino también a la modernización de las ya existentes, arrebatando el control de las mismas a las denominaciones religiosas que las habían fundado y modernizando sus estructuras y sus programas de estudios. Véase Julie Reuben (1996). 18 Sobre los inicios de la filantropía en los Estados Unidos véase el estudio de Kathleen D. McKarthy (1985). 19 Para una comparación de las trayectorias y los logros cívicos de dos patriciados urbanos de Nueva Inglaterra, uno puritano o de derechas (los bramines de Boston) y otro cuáquero o de izquierdas (los gentlemen de Filadelfia), véase E. Digby Baltzell (1979). 50 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES afrontar los altos costes que comportaba su creación y su mantenimiento, pero también patronos dispuestos a servir en sus múltiples consejos directivos, aplicando su experiencia profesional y sus talentos personales. De esta manera, la modernización de la filantropía, lejos de suponer el declive del ethos del honor del servicio cívico, que había sido sedimentado por generaciones de puritanos, lo reforzó, haciendo del servicio en el consejo de directores de una institución filantrópica una marca de prestigio social; sobre todo en el seno de las propias elites. Así, pues, en los EEUU, las elites han tendido a ver la filantropía, sobre todo la que se orienta a la construcción de instituciones excelentes en sus áreas de actividad, como un asunto de la mayor importancia, pues es su manera de contribuir a la construcción de la nación. La existencia de un ethos del honor del servicio cívico entre las elites y el prestigio social que reporta el servicio cívico en instituciones sin ánimo de lucro, hace que siempre haya gentes bien dispuestas a aceptar la carga de la responsabilidad del pilotaje de esas instituciones y que con frecuencia la competición para acceder a esos puestos sea feroz. La filantropía: un asunto de familia El estudio del Bank of America sobre la filantropía de los ricos muestra que los empresarios son, con mucho, los ricos más generosos. Así, los ricos cuya riqueza proviene de activos empresariales contribuyeron, en el año 2005, una media de 232.206 dólares anuales a causas filantrópicas. Detrás de los empresarios se situaban los herederos (109.745 dólares), los ahorradores (84.882 dólares), los inversores (69.978 dólares), y los rentistas de bienes inmuebles (11.105 dólares). GRÁFICO 17. CONTRIBUCIONES FILANTRÓPICAS MEDIAS POR ORIGEN DE LA RIQUEZA, 2005 (Dólares) Fuente: Bank of America Study on High Net-Worth Philantropy 51 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS La generosidad filantrópica de los empresarios probablemente sea un reflejo de su mayor poder económico; de que la creación de empresas y su valorización en el mercado es un mecanismo de generación de riqueza más poderoso que el ahorro, la inversión en activos financieros o las rentas de inmuebles. Otra diferencia entre los empresarios y los otros tipos de ricos es la mayor capacidad de agencia de los primeros: los empresarios son más activos y creativos que los herederos, los ahorradores, los inversores o los rentistas. Parece que las capacidades de agencia adquiridas en un contexto de actividad como el mercado son transferibles a otros contextos de actividad como la filantropía, y esto también contribuiría a explicar el superior perfil filantrópico de los empresarios. Pero el atributo de mayor relevancia sociológica de los empresarios es que mayoritariamente son self-made-men y, por tanto, New Money. Y el hecho de que sus contribuciones filantrópicas medias sean más del doble de las de los herederos (esto es, de las del Old Money que sería el portador del habitus filantrópico), revela que los nuevos ricos no necesitan ser socializados por el Old Money para adquirir el habitus filantrópico y ser inducidos a participar en la filantropía, sino que ya están socializados en dicho habitus, y que el locus donde tiene lugar la internalización de los valores filantrópicos es la familia. En cualquier caso, la evidencia disponible muestra que los ricos tienden a tratar la filantropía como un asunto de familia, más que como un asunto estrictamente personal; que la mayoría (70%) escuchan la voz de sus hijos a la hora de tomar decisiones; que más de un tercio (35%) permiten que los hijos participen en la toma de decisiones; y que un 19% donan fondos a sus hijos para usos filantrópicos (gráfico 18). GRÁFICO 18. PARTICIPACIÓN DE LOS HIJOS EN LA FILANTROPÍA (Porcentajes) Fuente: Bank of America Study on High Net-Worth Philanthropy más visible e influyente de la filantropía del país; y son también el establishment del sistema filantrópico. Son la parte más visible de la filantropía, porque las fundaciones son organizaciones dotadas de capital para realizar sus actividades con 3. LA FILANTROPÍA DE LAS FUNDACIONES Auque las fundaciones sólo canalizan en torno al 12% de las contribuciones filantrópicas anuales de los Estados Unidos, son, sin embargo, la parte 52 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES antes, el número de fundaciones era menos de la mitad: 32.401. Ha sido, pues, a partir de 1990 cuando el sector de las fundaciones ha dado un salto espectacular, sobre todo en la segunda mitad de la década de los noventa. Entre 1991 y 1995 el número de fundaciones se incrementó en 7.700 (un crecimiento acumulado del 24%); entre 1996 y 2000, se añadieron otras 16.400 (un crecimiento acumulado del 40%); y entre 2001 y 2005, otras 14.500 (un crecimiento acumulado del 26%) (gráfico 19). El crecimiento del sector de las fundaciones en los últimos quince años no sólo ha tenido lugar por la vía de la proliferación del numero de unidades, sino también por la del crecimiento del tamaño de dichas unidades. Una prueba de ello es que el 50% de las fundaciones dotadas de más recursos (las que cuentan con activos superiores al millón de dólares o cuyas contribuciones anuales son de 100.000 dólares o más) fueron creadas a partir de 1990 (gráfico 20). continuidad en el tiempo (la mayoría a perpetuidad), y muchas de ellas adoptan y publicitan sus programas de ayudas para financiar las actividades de otras organizaciones sin ánimo de lucro del tercer sector. Y son la parte más influyente, porque las fundaciones (sobre todo las grandes) operan con programas para alcanzar objetivos, y para ello pueden apalancar (leverage) las ayudas que conceden, imponiendo condiciones a las organizaciones beneficiarias (como condicionar las ayudas solicitadas a la obtención de otras ayudas similares en otras entidades). Cuando las fundaciones apalancan sus ayudas, éstas tienen un efecto multiplicador. Por último, las fundaciones son el establishment de la filantropía, porque en torno a ellas se mueve una filantrocracia de donantes, profesionales, expertos y directores que han hecho de la filantropía un modo de vida y un medio de vida. En el año 2005, había 71.095 fundaciones registradas en los EEUU (gráfico 19).22 Quince años GRÁFICO 19. NÚMERO DE FUNDACIONES, 1975-2005 Fuente: Foundation Center 22 Toda la información estadística sobre fundaciones que utilizamos en este estudio procede del Foundation Center, que es una organización sectorial sin ánimo de lucro, localizada en Nueva York y que realiza estudios y provee información estadística sobre el sector de las fundaciones: http://www.fundationcenter.org/findfunders/statistics. 53 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS El crecimiento espectacular del número y el tamaño de las fundaciones a partir de 1990 ha triplicado en términos reales la magnitud de sus contribuciones filantrópicas, que han pasado de 11.150 millones de dólares en 1990 a 36.500 millones en el año 2005, incrementado en 5 puntos porcentuales el peso de las fundaciones en el cómputo total de las contribuciones filantrópicas (del 7,4% en 1990 al 12,4% en 2005). De nuevo, la segunda mitad de la década de los noventa fue una edad de oro de la filantropía de las fundaciones, con un crecimiento de sus contribuciones del 206% (de 13.970 millones de dólares a 28.780 millones) (gráfico 21). GRÁFICO 20. PERÍODOS DE CONSTITUCIÓN DE LAS FUNDACIONES CON ACTIVOS DE 1 MILLÓN DE DÓLARES O MÁS O CON CONTRIBUCIONES ANUALES DE 100.000 DÓLARES O MÁS Fuente: Foundation Center (2007: 10). Basado en una encuesta a 21.332 fundaciones con activos de 1 millón $ o más o que conceden ayudas 100.000 $ o más GRÁFICO 21. EVOLUCIÓN DE LOS CONTRIBUCIONES DE LAS FUNDACIONES A PRECIOS CONSTANTES, 1970-2006 (Miles de millones de dólares, año base 2006) Fuente: Foundation Center y Giving USA 2007 54 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES operativas son fundaciones grant-giving, cuya única actividad es la concesión de ayudas a otras organizaciones sin ánimo de lucro, aunque, ocasionalmente y de manera muy puntual, también pueden dirigir sus ayudas a agencias gubernamentales y a entidades con ánimo de lucro. Mientras que las fundaciones independientes son creadas por individuos o familias, las corporativas son creadas por empresas, y los puestos de sus consejos directivos suelen ser ocupados por directivos de la empresa matriz (aunque también incluyen a personalidades externas); en cualquier caso, son entidades legalmente separadas de la empresa matriz. Estos dos tipos de fundaciones privadas grant-giving están sujetas a la obligación de desembolsar anualmente en ayudas a terceros al menos el 5% de su dotación de capital. Tipos de fundaciones El 99% de las fundaciones son privadas y sólo el 1% son públicas. Ambos tipos de fundaciones son entidades no gubernamentales y sin ánimo de lucro, pero, mientras que las primeras son el producto de la iniciativa privada de los individuos o las empresas, las segundas son promovidas por entidades públicas de ámbito territorial o sectorial que nombran a los patronos entre personalidades representativas del área o del sector de referencia para estas fundaciones. Las fundaciones públicas poseen el estatus legal de public charities y su régimen regulador difiere del de las privadas, aunque ambas tienen que rendir cuenta de sus actividades ante el Internal Revenue Service (IRS). Al igual que la mayoría de las fundaciones privadas, las fundaciones públicas son fundaciones grant-giving cuya actividad es conceder ayudas (grants) a otras organizaciones sin ánimo de lucro que sí realizan actividades operativas. El IRS obliga a las fundaciones privadas a desembolsar cada año al menos el 5% de sus activos de capital en la forma de ayudas a terceros; de no cumplir este requisito, las fundaciones privadas pierden el status legal de entidades sin ánimo de lucro y los beneficios fiscales que ello conlleva. Las fundaciones públicas, en cambio, están exentas de esta obligación. El IRS también impone diferentes requisitos de provisión de información a las fundaciones privadas y a las públicas, que cumplimentan modelos distintos de declaración de actividades (Form 990-PF las fundaciones privadas, y Form 990 las públicas). Hay tres tipos de fundaciones privadas: 1) las independientes, 2) las corporativas (o de empresa) que operan como fundaciones grant-giving, y 3) las proveedoras (operating foundations).23 Estas últimas no conceden ayudas (grants) a terceros, sino que realizan actividades propias, bien sean de investigación o de provisión de servicios. Las fundaciones independientes y las corporativas no 1) Independientes En el año 2005 había 63.059 fundaciones independientes (el 89% de las fundaciones), que acumulaban 455.570 millones de dólares en activos (el 83% de los activos de las fundaciones). Estas fundaciones efectuaron ese año contribuciones filantrópicas por importe de 25.199 millones de dólares (el 69% de las contribuciones totales), y recibieron donaciones por importe de 17.366 millones de dólares (el 55% de las donaciones recibidas por las fundaciones) (cuadro 11). Todas estas cifras ponen de manifiesto el peso abrumador que tienen las fundaciones independientes en el sector de las fundaciones grant-giving. Si nos fijamos en la evolución reciente de las fundaciones independientes, vemos que, entre los años 1990 y 2005, estas fundaciones duplicaron su número y multiplicaron por 2,5 el volumen de sus activos y de sus contribuciones en dólares constantes (cuadro 12). En verdad, la inmensa mayoría de las fundaciones independientes son en su origen fundaciones familiares, esto es: fundaciones que portan el nombre de su fundador y en las que éste o sus descendientes siguen estando presentes en el consejo directivo y retienen un margen de 23 Véanse los tutorials del Foundation Center: Foundations and their Role in Philanthropy y Profile of the Funding Community, ambos accesibles en su página web. 55 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS influencia en los asuntos de la fundación. Pero el uso del calificativo independientes para denominar a estas fundaciones no es casual, ya que estas fundaciones son las que acusan menos condicionamientos externos. Los únicos límites que acusan son el tamaño de sus recursos y los compromisos articulados en la declaración de misión fundacional, que provee el marco orientador de sus actividades. Por lo general, el fundador suele disponer de una amplia influencia en la conducción de los asuntos de la fundación, pues, además de dotar su capital y fijar su propósito, también nombra a los patronos o consejeros, que suelen ser personas de su confianza y se sienten obligados hacia él. Pero sus herederos van perdiendo influencia, y, al cabo del tiempo, es posible que ya no quede en el consejo ningún representante de la familia del fundador, o, si queda, su influencia es mucho menor, pues los nuevos consejeros ya no son nombrados por la familia, sino que son reclutados por el propio consejo directivo de la fundación empleando criterios meritocráticos. Al mismo tiempo, en las grandes fundaciones, la progresiva burocratización hace que aumente en ellas la influencia del staff profesional interno, que es el que lleva el día a día de la operaciones de la fundación y quien propone al consejo las políticas y los programas de ayudas. Por esta razón, aunque la mayoría de las fundaciones independientes son en su origen familiares, con el paso del tiempo dejan de serlo de facto y de jure, y quedan en manos de consejos directivos de expertos y de los profesionales que se encargan de las operaciones. CUADRO 11. NÚMERO DE FUNDACIONES, ACTIVOS TOTALES, CONTRIBUCIONES EFECTUADAS Y DONACIONES RECIBIDAS (2005) Fuente: Foundation Center (cuadro 13). Aunque éstas no son todas las fundaciones familiares existentes, sino sólo aquellas de las que se dispone información, el examen de este universo de fundaciones familiares conocidas nos permite hacernos una idea más aproximada de las características de las fundaciones familiares. El Foundation Center, basándose en el examen los informes anuales que elaboran las fundaciones independientes, y aplicando una serie de indicadores objetivos (entre ellos la presencia del fundador o de miembros de su familia en el consejo directivo de la fundación), ha identificado cerca de 33.000 fundaciones familiares, que vendrían a ser el 54% de las fundaciones independientes. Estas fundaciones familiares acumulan el 51% de los activos, el 56% de las contribuciones y el 69% de las donaciones que reciben las fundaciones independientes La gran mayoría de estas fundaciones familiares son de pequeño tamaño y operan en un ámbito local como canales de la filantropía del fundador y su familia. Así, el 62% de las funda- 56 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES según el criterio de sus promotores, que no se atiene a programas formales y que puede variar marcadamente de un año a otro. Cualesquiera que sean los motivos que están detrás de la creación de estas pequeñas fundaciones familiares, no parece que los incentivos fiscales jueguen un papel importante en su creación, pues las donaciones directas a entidades no lucrativas operativas reciben un tratamiento fiscal más favorable que las donaciones a fundaciones (un descuento del 30% en el impuesto sobre la renta, las primeras, mientras que las segundas sólo reciben un descuento del 20%). ciones familiares disponen de dotaciones de capital que no superan el millón de dólares, y sólo el 14% supera los 5 millones de dólares (gráfico 22). Y en lo que concierne a las contribuciones filantrópicas anuales, el 50% de las fundaciones familiares no superan los 50.000 dólares anuales en ayudas y sólo el 11% efectúa contribuciones por encima del medio millón de dólares (gráfico 23). Así, pues, aunque las fundaciones familiares están presentes en todos los espectros de tamaños, una buena parte de ellas son pequeñas e incluso muy pequeñas y operan a nivel local, repartiendo unas pocas ayudas CUADRO 12. FUNDACIONES INDEPENDIENTES: EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE FUNDACIONES, LOS ACTIVOS Y LAS CONTRIBUCIONES TOTALES, 1990-2005 (Dólares en miles de millones de dólares) Fuente: Foundation Center's Statistical Information Service (foundationcenter.org/findfunders/statistics) CUADRO 13. FUNDACIONES FAMILIARES: ACTIVOS, CONTRIBUCIONES Y DONACIONES RECIBIDAS (2005) (*millones de dólares) Fuente: Foundation Center Statistical Service (foundationcenter.org/fundfinders/statisics/) 57 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS GRÁFICO 22. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES FAMILIARES POR INTERVALOS DE ACTIVOS (dólares), 2005 Fuente: Foundation Center, Key Facts on Family Foundations, January 2007 GRÁFICO 23. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES FAMILIARES POR INTERVALOS DE CONTRIBUCIONES ANUALES (dólares), 2005 Fuente: Foundation Center, Key Facts on Family Foundations, January 2007 donaciones que recibieron ese mismo año eran el 13% de las donaciones efectuadas a las fundaciones (cuadro 11). Estos datos muestran que las fundaciones corporativas tienen dotaciones de capital relativamente modestas y que financian sus actividades con las donaciones regulares de sus empresas matrices. De hecho, sólo 34 fundaciones corporativas están dotadas con fondos de capital superiores a los 100 millones de dólares y sólo dos 2) Corporativas Las 2.607 fundaciones corporativas que operaban como fundaciones grant-giving en el año 2005, eran el 4% de las fundaciones y sus activos de capital acumulados venían a ser el 6% de los activos totales de las fundaciones. Pero sus contribuciones anuales en ayudas a terceros representaban el 11% de las contribuciones de las fundaciones, y las 58 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES superan los 500 millones de dólares (Wells Fargo y Alcoa); y sólo 11 fundaciones corporativas realizan contribuciones anuales de más de 50 millones de dólares (Foundation Center 2007). Las fundaciones corporativas grant-giving son la manifestación más institucionalizada de la filantropía corporativa, pero no son la única forma que adopta esta filantropía (Useem 1987). Las empresas también pueden realizar donaciones directas a organizaciones sin ánimo de lucro al margen de las ayudas que canalizan a través de sus fundaciones. Estas ayudas directas son difíciles de cuantificar y, por lo general, van dirigidas a entidades e instituciones de las ciudades donde está radicada la sede de la empresa o donde ésta cuenta con una larga tradición de presencia. Algunas empresas (sobre todo las empresas farmacéuticas) también han creado fundaciones proveedoras, generalmente para distribuir gratuitamente sus productos a sectores sociales necesitados que no disponen de los recursos para acceder a ellos. Los programas de ayuda de la fundaciones corporativas grant-giving tienden a reflejar los intereses de la corporación matriz, promoviendo proyectos de investigación relacionados con las actividades de la empresa matriz o contribuyendo a causas (por ejemplo: la protección del medio ambiente o el sostén de instituciones culturales de prestigio) que favorecen la imagen pública de la corporación. Por tanto, aunque son entidades legalmente separadas de sus empresas matrices, las fundaciones corporativas carecen de la autonomía de las fundaciones independientes y operan como extensiones de sus corporaciones matrices en el terreno de la filantropía. Como sus patronos son mayoritariamente directivos de la empresa matriz, estas fundaciones están libres del problema del donor intent que pende sobre las fundaciones familiares. Por otra parte, las fundaciones corporativas no sólo dependen de sus empresas matrices para obtener los recursos con que financian sus programas, sino que también su personal y las instalaciones que utilizan suelen ser aportados por las empresas madre. Entre los años 1987 y 2005, las fundaciones corporativas duplicaron su número, sus activos y sus contribuciones en dólares constantes, un crecimiento algo menor que el de las fundaciones independientes (cuadro 14). Conviene señalar, sin embargo, que si a las contribuciones de las fundaciones corporativas grant-giving les añadimos las contribuciones en especie que realizan las fundaciones corporativas proveedoras, las contribuciones filantrópicas de las empresas alcanzan el 20% de las contribuciones totales de las fundaciones. Por tanto, dos de cada diez dólares contribuidos por las fundaciones son aportados por fundaciones corporativas. CUADRO 14. FUNDACIONES CORPORATIVAS: EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE FUNDACIONES, LOS ACTIVOS Y LAS CONTRIBUCIONES TOTALES, 1987-2005 (Millones de dólares) Fuente: The Foundation Center’s Statistical Information Service (foundation.org/findfunders/statistical) 59 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS mente al menos el 5% de sus activos de capital que se aplica a las fundaciones grant-giving. En cambio, pueden regir sus desembolsos anuales por alguno de estos dos criterios: el 85% de los beneficios netos de la inversión de sus activos o el 4,25% de sus activos de capital. En el año 2005 había 4.722 fundaciones proveedoras (el 7% de las fundaciones), cuyos activos acumulados representaban el 6% de los activos totales de las fundaciones, aportaban el 11% de las contribuciones totales, y el 14% de las donaciones recibidas por el sector. 3) Proveedoras Ya hemos dicho que las fundaciones proveedoras son fundaciones privadas cuya actividad principal es la realización de una tarea operativa (generalmente la provisión de algún tipo de servicio), y, o bien no conceden ayudas a entidades externas, o sólo lo hacen como actividad tangencial y secundaria, generalmente en pequeñas cantidades y a entidades relacionadas con su actividad principal. Las fundaciones proveedoras no están sometidas al imperativo de desembolsar anual- GRÁFICO 24. DISTRIBUCIÓN DE LOS ACTIVOS DE CAPITAL, LAS CONTRIBUCIONES EFECTUADAS Y LAS DONACIONES RECIBIDAS POR TIPOS DE FUNDACIONES (2005) Fuente: Foundation Center A primera vista, llama la atención que las fundaciones proveedoras, cuya actividad principal es la realización de actividades propias y no la concesión de ayudas a terceros, sin embargo tengan una participación tan elevada en las contribuciones totales de las fundaciones, igual a la de las fundaciones corporativas grant-giving (11%) y superior a la de las fundaciones comunitarias (9%) (gráfico 24). Pero esta anomalía aparente se explica por el hecho, que ya hemos señalado, de que algunas fundaciones proveedoras tienen por actividad principal la concesión de ayudas en especie, y, como estas ayudas son muy importantes, al contabilizar su valor monetario, elevan la magnitud de las contribuciones globales de este tipo de fundaciones. Las más importantes de estas fundaciones proveedoras que realizan donaciones en especie son un grupo de fundaciones ligadas a grandes empresas farmacéuticas, que distribuyen gratuitamente medicamentos a sectores sociales necesitados. Entre 1996 y 2003, 11 corporaciones farmacéuticas establecieron 60 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES fundaciones proveedoras de este tipo, y cuatro de ellas figuran entre las 10 primeras fundaciones del país por la magnitud de sus contribuciones anuales.24 La cifra total de fundaciones proveedoras corporativas es de 113, pero prácticamente la totalidad de sus contribuciones es realizada por las fundaciones farmacéuticas. Las contribu- ciones en especie de este pequeño puñado de fundaciones representan el 9% de las contribuciones totales de las fundaciones. Si se excluyen las contribuciones en especie, las contribuciones de las fundaciones proveedoras descienden al 1,9% de las contribuciones de las fundaciones (cuadro 15). CUADRO 15. FUNDACIONES PROVEEDORAS POR TIPOS. NÚMERO DE FUNDACIONES, ACTIVOS Y CONTRIBUCIONES, 2005 Fuente: Foundation Center, Key Facts on Corporate Foundation, May 2007. muy elevados; otras proveen fondos para las humanidades y las artes (The National Endowment for the Humanities and for the Arts), y sus presupuestos son más modestos. Pero estas fundaciones gubernamentales son extensiones del gobierno cuya función es ejecutar políticas públicas; no son, por tanto, vehículos de la filantropía, y por esta razón son ignoradas por la literatura sobre fundaciones. Las fundaciones comunitarias, en cambio, sí son vehículos de la filantropía, pues se orientan activamente a la captación de donaciones privadas para incrementar sus dotaciones de capital, y, a través de los fondos aconsejados por el donante (donor advised funds), ofrecen un canal para la filantropía personal alternativo al de las fundaciones independientes. Como su propio nombre indica, las fundaciones comunitarias sirven a una comunidad territorial de ámbito local o regional, dirigiendo sus contribuciones filantrópicas a las organizaciones y entidades sin ánimo de lucro que operan en ella. En el año 2005, había 707 fundaciones comunitarias (el 1% de la fundaciones) que acumulaban el 8% de los activos de las fundaciones, el 9% de las contribuciones y el 18% de las donaciones 4) Comunitarias Por último, las fundaciones comunitarias también son fundaciones grant-giving, pero tienen el estatus legal de public charities y se nutren de múltiples donaciones de entidades e individuos. Hay que precisar que aunque estas fundaciones poseen el estatus legal de public charities, sin embargo no son consideras fundaciones gubernamentales. En los Estados Unidos existen también fundaciones gubernamentales que operan como fundaciones grant-giving y que obtienen sus fondos directamente del presupuesto del gobierno federal. Las más importantes de estas fundaciones gubernamentales, como la National Science Foundation y los National Institutes of Health, se dedican a financiar la investigación científica y manejan presupuestos 24 Éstas son The Bristol-Myers Squibb Patient Assistance Foundation (segunda en la lista de contribuciones con 582,1 millones de dólares en 2005), la Mark Patient Assistance Program (tercera con 533,1 millones de dólares), la GlaxoSmithKline Access Programs Foundation (quinta con 450,5 millones de dólares) y la Janssen Ortho Patient Assistance Foundation (novena con 339,6 millones de dólares). Foundation Center, Top Funders, octubre 2007. 61 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS recibidas. Estas cifras ponen de manifiesto que el peso económico de estas fundaciones es muy superior a su peso numérico, y que son una forma de filantropía fundacional exitosa. De hecho, las fundaciones comunitarias son las que han experimentado un mayor crecimiento entre 1990 y 2005 (cuadro 16). Aun así, el 50% de las fundaciones comunitarias tienen dotaciones de capital por debajo de los 10 millones de dólares y apenas llegan al 20% las que cuentan con dotaciones de capital de más de 50 millones (gráfico 25). CUADRO 16. FUNDACIONES COMUNITARIAS: EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE FUNDACIONES, LOS ACTIVOS Y LAS CONTRIBUCIONES TOTALES (Millones de dólares), 1981-2005 Fuente: The Foundation Center's Statistical Information Service (foundationcenter.org/findfunders/statistics) GRÁFICO 25. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES COMUNITARIAS POR INTERVALOS DE TAMAÑO DE SUS ACTIVOS (dólares), 2005 Fuente: The Foundation Center, Key Facts on Community Foundations, September 2007 62 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES dencia, evitando las operaciones especulativas que conllevan un elevado riesgo). La estrecha relación entre fundaciones grant-giving y capitalismo de mercado hace que la suerte de las fundaciones esté estrechamente ligada a la de los mercados: cuando éstos prosperan, las fundaciones prosperan, tanto porque crece el número de fundaciones como porque aumenta el valor de sus activos de capital; cuando los mercados decaen, en cambio, las fundaciones languidecen (esto es: se crean menos fundaciones y decae el valor de sus activos de capital). Pero las fundaciones grant-giving son fundaciones, esto es, su forma de gobierno es fiduciaria y recae sobre un consejo directivo de patronos. En el caso de las fundaciones independientes, que son la abrumadora mayoría de las fundaciones grant-giving, aunque los primeros patronos son nombrados por el fundador, con el paso del tiempo, y una vez que éste ha desaparecido, pasan a ser reclutados por cooptación. En cualquier caso, el consejo directivo dispone de un amplio margen para interpretar y operativizar la misión fundacional, y, con el paso del tiempo, incluso modificarla. Esto, a veces, provoca litigios legales entre los herederos del fundador y los patronos que se sientan en el consejo de la fundación, pero, en otras ocasiones, son los propios herederos quienes promueven o consienten un giro de la política de la fundación. Este fenómeno de desplazamiento de metas, que pende sobre las fundaciones a perpetuidad, es conocido en la literatura sobre fundaciones como «el problema de la desviación de la intención del fundador» (the problem of donor intent),26 y es una de las razones de que las fundaciones a perpetuidad sean un forma de filantropía cada vez más criticada y menos valorada por las nuevas generaciones de filántropos, que están mas interesadas en una filantropía activa en vida, que en una filantropía de legado a perpetuidad. Las fundaciones grant-giving son, junto con los gobiernos federal y estatales, las principales 3.1. LAS FUNDACIONES GRANT-GIVING Las fundaciones grant-giving (ya sean independientes, corporativas o comunitarias), representan el 93% de las fundaciones, el 94% de los activos, el 89% de las contribuciones y el 86% de los donativos recibidos por las fundaciones. Dotadas de un fondo de capital, generalmente a perpetuidad, que es invertido de manera prudente en los mercados financieros para generar un flujo estable de ingresos para financiar sus actividades, y gobernadas por un consejo directivo de patronos que generalmente ejercen sus funciones de manera voluntaria y sin retribución; las fundaciones grantgiving son la gran invención institucional de la filantropía norteamericana del siglo XX.25 Aunque son instituciones sin ánimo de lucro, las fundaciones grant-giving están estrechamente ligadas al capitalismo de mercado, tanto en el origen de sus fondos de capital como en su modo operativo. En efecto, las fundaciones son, por una parte, un producto del capitalismo de mercado, que permite a los empresarios fundadores y a los propietarios de capital empresarial no sólo acumular grandes fortunas cuando sus empresas tienen éxito, sino también valorizar en el mercado su activos empresariales y convertirlos en activos líquidos, una parte de los cuales pueden ser redirigidos a iniciativas filantrópicas. Sin mercados financieros que permitan la conversión de los activos empresariales en activos líquidos (o en activos de alta liquidez), los activos de capital permanecen enterrados en las empresas y carecen de la movilidad necesaria para ser redesplegados al servicio de iniciativas filantrópicas. Por otra parte, una vez constituidas, las fundaciones grant-giving operan como capitalistas que valorizan en el mercado sus activos de capital, para obtener una corriente estable de ingresos para sostener sus actividades (aunque las fundaciones están obligadas a invertir sus dotaciones con criterios de pru- 25 En este apartado sobre las fundaciones grant-giving nos hemos basado en las siguientes referencias: Mark Dowie (2001), Joel Fleishman (2007), Kenneth Prewitt (2006), James Allen Smith (2001) y Elizabeth M. Lynn y D. Susan Wisely (2002). 26 El estudio de referencia sobre el problem of donor intent es Martín M. Wooster (2007). 63 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS fuentes externas de financiación de las organizaciones del tercer sector que realizan actividades operativas; son, en suma, algo así como los «banqueros» del tercer sector, con la diferencia de que las fundaciones grant-giving no prestan su dinero, sino que lo donan. Este hecho les concede el poder de influir a las organizaciones que obtienen fondos de ellas, imponiéndoles condiciones más o menos exigentes para recibir las ayudas. En muchas ocasiones, la concesión de ayudas es condicionada a la consecución de otras ayudas paralelas procedentes de otras fuentes, generando un apalancamiento (leverage) que amplifica el impacto de las ayudas. Por lo general, las grandes fundaciones que operan a nivel nacional o internacional, son entidades burocráticas que se asemejan a un departamento gubernamental. A diferencia del gobierno, sin embargo, que está obligado a respetar normas de due process y debe justificar sus acciones, las fundaciones grant-giving disponen de absoluta discreción para conducir sus asuntos y no están obligadas a rendir cuenta de sus decisiones a los afectados. Como no todas las peticiones de ayudas pueden ser atendidas, las fundaciones grant-giving crean inintencionadamente con sus decisiones ganadores y perdedores, y este hecho obviamente genera tensión y resentimiento. Se entiende, pues, que las organizaciones del tercer sector tiendan a ver las fundaciones grantgiving y los filantrócratas que las gestionan como una casta arrogante y todopoderosa, ante la que no les queda más remedio que rendir pleitesía, pero que es objeto de un desprecio callado. Pero las fundaciones grant-giving no sólo son los «banqueros» del tercer sector, son también en alguna medida sus arquitectos y organizadores, desempeñando labores de institution-building en el seno de la sociedad civil. Las fundaciones grant-giving son, pues, una parte de la sociedad civil cuya función es promover, guiar y sostener a la sociedad civil. Este trabajo de construcción de la sociedad civil también incluye actividades en el interfaz de la sociedad civil y el estado, tratando de influir en las políticas públicas gubernamentales a través de actividades de inteligencia o policy analysis (esto es, de estudio, experimenta- ción y evaluación) y del activismo público a favor de la adopción de políticas de uno u otro tipo (policy advocacy).27 A lo largo del siglo XX, las fundaciones grantgiving han jugado un papel decisivo en una amplia variedad de terrenos o arenas. Entre ellas hay que destacar la promoción del conocimiento científico, financiando el desarrollo de la ciencia básica (muy especialmente la investigación biomédica) y de las ciencias sociales, sobre todo durante la primera mitad del siglo XX, cuando el gobierno federal no aportaba fondos para la investigación científica. Uno de sus logros más impresionantes en este terreno fue la transformación de las universidades norteamericanas, de instituciones docentes provincianas y atrasadas, a universidades de investigación líderes a nivel mundial. Las fundaciones grantgiving también han jugado un papel decisivo en la aplicación del conocimiento científico para mejorar las prácticas profesionales y resolver problemas sanitarios y sociales. Los estándares actuales de práctica profesional y los métodos de formación de profesiones como la médica, los enseñantes y los trabajadores sociales son en gran medida el producto del trabajo de unas pocas grandes fundaciones (Carnegie, Rockefeller, Russell Sage), que actuaron coordinadamente en las primeras décadas del siglo XX para elevar y uniformizar los estándares de formación y práctica de esas profesiones. Tanto las políticas sociales y de bienestar del New Deal del presidente Roosevelt en los años treinta, como las de la Great Society del presidente Johnson en la década de los sesenta del siglo pasado, fueron promovidas por fundaciones. De manera similar, la reacción neoconservadora de las dos últimas décadas del siglo XX fue activamente promovida por un pequeño grupo de fundaciones neoconservadoras que, desde sus think tanks, desafiaron la hegemonía ideológica y cultural de las fundaciones liberales.28 Esto significa 27 Sobre las actividades de policy advocacy de las fundaciones y su papel en la financiación de los movimientos sociales, véase J. Craig Jenkins (2006). 28 Sobre el activismo de las fundaciones en la arena política norteamericana, véanse los estudios de Robert Lerner, Althea Nagai y Stanley Rothman (1994), y de Sally Covington (1997). 64 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES que las fundaciones grant-giving han asumido un protagonismo creciente en la producción y la diseminación de ideas públicas (o de ideas para el debate público), por medio de think tanks y foros de discusión. El creciente protagonismo de las fundaciones como mentores de ideas públicas y de políticas públicas, no sólo ha estimulado la controversia en torno a las fundaciones implicadas, sino que, además, ha trasladado al mundo de las fundaciones las líneas de fractura que atraviesan la vida política. Como no podía ser de otra manera, el segmento de las fundaciones que operan en el interfaz de la sociedad civil con el estado reflejan los conflictos y las tensiones que dinamizan la vida política. Las fundaciones grant-giving también jugaron un papel central como instigadores del cambio social e institucional en el movimiento por los derechos civiles y por la extensión de los derechos electorales a la población afroamericana en la década de los sesenta del pasado siglo. En las últimas décadas del siglo XX, el activismo pro cambio social e institucional de las fundaciones se ha dirigido a los nuevos movimientos sociales (ecologismo, feminismo, derechos civiles, protección de los animales, etc.), apadrinando a las organizaciones que promueven estas causas. Otro terreno de actuación de las fundaciones que promueven el cambio institucional ha sido la promoción de la participación ciudadana en el ámbito comunitario, promoviendo organizaciones comunales grass-root para fomentar la participación ciudadana en la política local.29 Hay que decir, que el activismo de las fundaciones en pro del cambio social e institucional no se ha circunscrito a los Estados Unidos, sino que también lo han trasladado al extranjero. Las fundaciones norteamericanas han jugado y siguen jugando un papel protagonista en las políticas sanitarias y de población a nivel mundial, pero también en la promoción de la sociedad civil y del cambio institucional en los países en desarrollo, especial- mente en los recientemente democratizados. En los años noventa, con la caída del comunismo, las fundaciones grant-giving volcaron su interés y su vocación de arquitectos de la sociedad civil en el Este de Europa, y, en menor medida, en LatinoAmérica y Asia. Al mismo tiempo, las fundaciones grant-giving han desempeñado con continuidad el papel tradicional de sostenedores de las entidades sin ánimo de lucro especializadas en la provisión de servicios sociales y humanos. Es más, ésta es la actividad central de la gran mayoría de las fundaciones pequeñas y medianas que operan a escala local, como canales de la filantropía familiar modesta o en pequeña escala. Porque lo cierto es que el sector de las fundaciones grant-giving exhibe una marcada variedad interna y contiene muchos mundos en su seno, y la diferenciación legal que antes hemos señalado no siempre es la más relevante. Entre la pequeña fundación familiar, cuya dotación de capital no supera el medio millón o el millón de dólares, y que, operando sin programas ni empleados, concede cada año, localmente y de manera informal, unas pocas ayudas de tamaño modesto, a la gran fundación dotada de un fondo de capital de cientos o miles de millones de dólares, que emplea decenas de empleados y programa sus ayudas para alcanzar objetivos ambiciosos a nivel nacional o internacional, hay una distancia abismal. Por esta razón, merece la pena explorar la distribución de las fundaciones grant-giving por tamaños. El tamaño de las fundaciones grant-giving Como ocurre con las organizaciones en general, en las fundaciones el tamaño cuenta y, por regla general, bastante. Pues, cuanto mayor es el tamaño, mayores son los recursos disponibles y mayor también la capacidad operativa de las organizaciones. Las organizaciones grandes no sólo pueden hacer cosas que no están al alcance de las pequeñas, sino que también suelen hacerlas de otra manera (lo cual no significa que las hagan mejor; el gran tamaño puede ser tanto una ventaja como una desventaja). Por 29 Sobre esta faceta de la intervención de las fundaciones en la esfera pública, véase Carmen Siriani y Lewis Friedlan (2001). 65 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS esta razón, el tamaño es una variable que influye a las organizaciones con independencia de su orientación y de la naturaleza de sus actividades, y las organizaciones de un mismo tamaño tienden a asemejarse entre sí. ¿Cómo se distribuyen las fundaciones grant-giving por tamaños? Si tomamos la magnitud de los activos como indicador de tamaño, observamos que el 75% de las fundaciones están dotadas con menos de 1 millón de dólares de capital, un 17% dispone de dotaciones en el intervalo de 1 a 10 millones de dólares, y sólo el 8% supera los 10 millones de dólares (y un 1% los 100 millones) (gráfico 26). GRÁFICO 26. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES POR INTERVALOS DE DOTACIONES DE CAPITAL, 2005 (Millones de dólares) Fuente: Elaboración propia con datos del Foundation Center Statistical Service Podemos suponer que este subconjunto de 744 fundaciones que tienen 5 o más empleados (el 1% de todas las fundaciones), coincidirá en gran medida con el 1% de fundaciones que disponen de dotaciones de capital de 100 millones de dólares o más. Este ejercicio de clasificación de las fundaciones por tamaños tiene más que un mero interés taxonómico, porque una de las peculiaridades de las fundaciones grant-giving es la elevada concentración de recursos en el segmento de las grandes fundaciones, tanto en lo que se refiere a las dotaciones de capital como a las contribuciones. Así, por ejemplo, en el año 2005, las 25 primeras fundaciones del ranking de dotaciones de capital acumulaban el 26% de los activos de capital de todas las fundaciones; y las 25 primeras fundaciones del ranking de contribuciones anuales acumulaban el 21% de las contribuciones totales (Foundation Center 2007: 5 y 6). Pero lo que más llama la aten- Otros indicadores aproximativos del tamaño de las fundaciones son el ámbito territorial de sus actividades y la existencia o no de un staff de empleados (y el tamaño de dicho staff) (cuadro 17). Sólo un 5% de las fundaciones son de ámbito nacional o internacional, el mismo porcentaje que el de las que emplean a personal para realizar sus tareas. Aunque habrá excepciones, podemos suponer un elevado solapamiento entre estos tres subconjuntos de fundaciones: las que no tienen empleados (95%), las que son de ámbito local (95%), y las que cuentan con activos de capital por debajo de los 10 millones de dólares (92%). La distribución de las fundaciones que tienen empleados por intervalos de número de empleados, nos permite hacernos una idea más aproximada de la variedad de tamaños dentro del segmento de las grandes fundaciones. El 61% de las fundaciones con empleados sólo tienen uno o dos, y las que emplean a 5 o más son el 21%. 66 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES 56% del valor de las ayudas concedidas por las fundaciones de la muestra (cuadro 18). Todos esta datos manifiestan la elevada concentración de recursos en un segmento de grandes fundaciones que no llegan al millar y que representan sólo el 1% de todas las fundaciones. Estas grandes fundaciones son el territorio habitado por la filantrocracia: los más de 16.000 profesionales que trabajan para las fundaciones, y una cifra todavía mayor de expertos y notables reclutados por cooptación y que se sientan en sus consejos directivos. ción no es que las grandes fundaciones tengan un peso económico preponderante en el conjunto del sector de las fundaciones, sino que, dentro del segmento de las grandes fundaciones, también se da una marcada concentración de los recursos. Así, un estudio del Foundation Center de las ayudas de un importe de 10.000 dólares o más, concedidas en el año 2005 por una muestra de 1.154 fundaciones (que incluía 800 de las 1.000 primeras fundaciones del ranking de contribuciones), revelaba que sólo las 100 primeras fundaciones por magnitud de contribuciones acumulaban el 32% del número y el CUADRO 17. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES SEGÚN 1) EL ÁMBITO TERRITORIAL DE SUS ACTIVIDADES, 2) SI TIENEN O NO EMPLEADOS, Y 3) POR INTERVALOS DE EMPLEADOS Fuente: The Foundation Center, 2007. Basado en una encuesta de 20.642 fundaciones cuyo capital es al menos de 1 millón de dólares o que distribuyen anualmente ayudas por importe de 100.000 dólares o más CUADRO 18. DISTRIBUCIÓN DE LAS AYUDAS DE 10.000 DÓLARES O MÁS, 2005 Fuente: Foundation Center's Statistical Information Service (foundationcenter.org/findfunders/statistics) Los datos se refieren a todas las ayudas de 10.000 dólares o más concedidas por una muestra de 1.154 fundaciones grant-giving, incluyendo a las 800 primeras fundaciones en el ranking de contribuciones. 67 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS al valor de las ayudas, la categoría funcional que recibe más ayudas es la educación (24% del importe de las ayudas), seguida de la sanidad (21%), los servicios sociales (15%), el arte y la cultura (12%), y los asuntos públicos y los movimientos sociales (11%). En cambio, los asuntos internacionales y el desarrollo, la ciencia y la tecnología, la religión y las ciencias sociales reciben partidas por debajo del 5% (cuadro 19). Un 40% de las contribuciones efectuadas a la educación van dirigidas a la educación superior (10% de las contribuciones totales) y un 30% a la educación primaria y secundaria (7% de las contribuciones totales) (cuadro 19). El reparto de las contribuciones de las fundaciones grant-giving En este apartado analizamos el reparto de las contribuciones totales de las fundaciones grant-giving 1) por categorías funcionales, 2) por el tipo de actividad que realizan las organizaciones receptoras de la ayudas, 3) por grupos sociales específicos, y 4) por tipos y tamaños de las fundaciones. Las estadísticas que aporta el Foundation Center sobre la distribución de las ayudas de las fundaciones por categorías muestra que, en lo que concierne CUADRO 19. DISTRIBUCIÓN DE LAS FUNDACIONES POR CATEGORÍAS (2005) Fuente: Foundation Center’s Statistical Information Service. Basado en las ayudas de 10.000 dólares o más concedidas por una muestra de 1.154 fundaciones, incluyendo 800 de las fundaciones que realizan más contribuciones Por número de ayudas, la primera categoría receptora de ayudas son los servicios sociales (26%), seguidos de la educación (20%), el arte y la cultura (14%), la sanidad (13%), los asuntos públicos (12%), y el medio ambiente y los animales (6%). Lo que significa que las fundaciones conceden un buen número de ayudas a las organizaciones que proveen servicios sociales, pero el importe de esas ayudas es comparativamente menor que el de las ayudas a otras categorías; de hecho, el importe medio de las ayudas a los servicios sociales (71.159 dólares) es el más bajo de todas las categorías (57% de la ayuda media global). La ciencia y la tecnología, la sanidad, la educación superior, los asuntos internacionales, las ciencias sociales son las categorías con ayudas medias más elevadas. 68 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES valor de las ayudas), las escuelas (5%), los museos y las sociedades históricas (5%), las organizaciones comunitarias (4%), y las agencias de medio ambiente (4%), son otros importantes receptores de ayudas, pero a una notable distancia de las universidades y de las organizaciones de servicios sociales. Las organizaciones de investigación científica y médica y las universidades son las que registran las ayudas medias más elevadas, mientras que las organizaciones juveniles, las de servicios sociales, los grupos artísticos y las iglesias y los templos, registran las más bajas. En la clasificación de las ayudas por la actividad específica de las organizaciones receptoras, las instituciones educativas todavía tienen más peso, pues acaparan el 24% del número de ayudas concedidas y el 34% del valor total de las mismas, y, dentro de esta categoría, las universidades, por sí solas, acaparan el 11% de las ayudas y el 20% del valor, lo que las convierte en las primeras beneficiarias de la filantropía de las fundaciones (cuadro 20). Las organizaciones que prestan servicios sociales van en el segundo lugar de las lista, con el 20% de las ayudas y el 11% del valor. Los hospitales (6% del CUADRO 20. DISTRIBUCIÓN DE LAS AYUDAS DE LAS FUNDACIONES POR TIPO DE ORGANIZACIONES RECEPTORAS (2005) Fuente: The Foundation Center's Statistical Information Service. Basado en el análisis de todas las ayudas de 10.000 o más dólares de una muestra de 1.154 fundaciones, incluyendo las 800 de las 1.000 primeras en contribuciones. 69 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS En lo que concierne al reparto de las ayudas por grupos sociales, el 38% del valor de las ayudas de las fundaciones (y el 47% del número de ayudas) va dirigido a grupos de población específicos (gráfico 28). De éstos, los primeros beneficiados son la infancia y la juventud (18% del valor de las ayudas), seguidos de los pobres (16%), las minorías étnicas y raciales (8%) y las mujeres. Ninguno de los otros grupos de población receptores de ayudas alcanzan el 2% de las ayudas (cuadro 21). Aunque estos datos resultan inflados por la contabilización múltiple de las ayudas que van dirigidas a grupos con múltiples clasificaciones (por ejemplo: jóvenes pobres de minorías raciales), sin embargo, ponen de manifiesto que el alcance social de las ayudas de las fundaciones es superior al que podría inferirse del mero examen de las cifras de las ayudas adscritas a la categoría de los servicios sociales o de las ayudas que van dirigidas a las organizaciones que proveen servicios sociales. CUADRO 21. VALOR Y NÚMERO DE LAS AYUDAS DE LAS FUNDACIONES POR GRUPOS SOCIALES ESPECÍFICOS A LOS QUE VAN DIRIGIDAS (2005) Fuente: The Foundation Center's Statistical Information Service. Basado en el análisis de todas las ayudas de 10.000 dólares o más concedidas por una muestra de 1.154 fundaciones, incluyendo 800 de las 1.000 que más contribuyen. Las ayudas que benefician a grupos con múltiples clasificaciones (por ejemplo: jóvenes marginados o convictos o exconvictos enfermos de SIDA) son contabilizadas múltiples veces Finalmente, en el gráfico 27 contrastamos las distribuciones por categorías de las ayudas de todas las fundaciones, de la fundaciones familiares y de las 100 primeras fundaciones por magnitud de contribuciones. En comparación con el patrón general de las fundaciones, las fundaciones familiares contribuyen más a la educación, el medio ambiente, la sanidad y la religión, mientras que contribuyen significativamente menos a los servi- cios sociales y a los asuntos públicos/movimientos sociales. En cambio, las 100 fundaciones con mayores contribuciones contribuyen más a la sanidad y a los asuntos internacionales y el desarrollo. Concluimos este apartado sobre las distribución de las ayudas de las fundaciones grant giving con un último cuadro sobre la proporción de las ayudas que se dirigen al exterior, 70 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES que, en el año 2005, eran el 17% del valor y el 9% del número de ayudas concedidas por dichas fundaciones. La mayor parte de estas ayudas con un enfoque internacional (11% del valor y 6% del número de ayudas) son concedidas a organizaciones sin ánimo de lucro radicadas en los EEUU cuyas actividades tienen una orientación internacional. GRÁFICO 27. DISTRIBUCIÓN POR CATEGORÍAS DE LAS AYUDAS 1) DE LAS FUNDACIONES, 2) DE LAS FUNDACIONES FAMILIARES Y 3) DE LAS 100 PRIMERAS FUNDACIONES POR AYUDAS (porcentajes) (2005) CUADRO 22. DISTRIBUCIÓN DE LAS AYUDAS DE LAS FUNDACIONES GRANT-GIVING, SEGÚN LA ORIENTACIÓN DOMÉSTICA O INTERNACIONAL DE LAS AYUDAS (2005) Fuente: The Foundation Center's Statistical Information Service. Basado en el análisis de las ayudas de 10.000 dólares o más concedidas por una muestra de 1.154 fundaciones, que incluye las 800 de las 1.000 fundaciones que más contribuyen. No se incluyen las ayudas directas a personas. 71 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS el conocimiento así generado. La fundación Russell Sage también desplegó un notable activismo para influir las políticas sociales del gobierno federal (muy especialmente la protección a la infancia), siendo una de las primeras fundaciones que se empleó en labores de policy advocacy. Posteriormente, en los años treinta, su staff de sociólogos y trabajadores sociales jugaron un destacado papel en la elaboración de la legislación social del New Deal del presidente Franklin D. Roosvelt.31 El énfasis de la fundación Russell Sage en la producción de conocimientos objetivos sobre los problemas sociales y las condiciones de vida, es típico de la nueva filantropía de las fundaciones grantgiving que, desde su aparición en la escena filantrópica, se presentaron como un nuevo enfoque de la acción filantrópica, que rompía con la vieja tradición de la caridad religiosa centrada en los donativos.32 Las nuevas fundaciones grant-giving eran creadas, no para aliviar la pobreza, sino con la ambición de operar como instrumentos efectivos de solución de problemas públicos, investigando sus raíces de manera objetiva y aportando soluciones adecuadas para erradicarlas. Inspiradas en el espíritu positivista de principios del siglo XX, y compartiendo el afán reformista de la política progresista, las nuevas fundaciones grant-giving confiaban en el conocimiento aplicado como medio para la solución de los problemas públicos (adoptaban un enfoque científico de la filantropía), y suplían con su iniciativas el escaso activismo del gobierno federal antes de la segunda mitad del siglo XX. Sin duda, el exponente más destacado de esta nueva filantropía proactiva y científica fue John D. Rockefeller Sr. (1839-1937), fundador de la poderosa Standard Oil, la mayor fortuna del país a principios del siglo XX, y el iniciador de una saga familiar con un marcado protagonismo en la filantropía norteamericana del siglo XX.33 Hom- Orígenes de las fundaciones grant-giving: tres pioneros La fundación grant-giving moderna se fraguó a principios del siglo XX, en un contexto en el que confluyeron tres grandes vectores: 1) la enorme concentración de riqueza que trajo consigo el nuevo capitalismo de las grandes corporaciones, que multiplicó las grandes fortunas y concentró riqueza en manos privadas en una escala hasta entonces inimaginable; 2) los problemas sociales generados por la industrialización, la inmigración masiva y la urbanización acelerada del país; y 3) el afán reformista que dominó las dos primeras décadas del siglo XX (conocida como la Era Progresista), y muy especialmente la confianza del progresismo en el poder de la ciencia y el conocimiento aplicado como mecanismo de solución de los problemas sociales.30 Tres personajes históricos jugaron un papel destacado en la conformación de esta nueva institución a principios del siglo XX: Olivia Sage, David Rockefeller Sr. y Andrew Carnegie. Olivia Sage (1828-1918), viuda del banquero de Wall Street Russell Sage, fundó en 1907 la fundación que lleva el nombre de su marido, que es considerada como la primera fundación grant-giving de nuevo cuño, dotada de un importante fondo de capital (10 millones de dólares de la época) y concebida con un propósito general amplio: «la mejora de las condiciones sociales y de vida en los Estados Unidos» (Crocker 2003: 210). La fundación Russell Sage orientó sus actividades a promover la producción de conocimiento objetivo sobre los problemas económicos y sociales, para elevar la calidad del debate público y orientar la toma de decisiones públicas por el conocimiento objetivo de los hechos. De esta manera, la fundación Russell Sage se convirtió en uno de los principales sostenes institucionales de las nuevas ciencias sociales, articulando una agenda de investigación social de amplio alcance, financiando proyectos de investigación acoplados a dicha agenda, y diseminando 31 Sobre el rol que jugaron las fundaciones, y en particular la Russell Sage, en la formación de las políticas sociales del New Deal, véase Judith Sealander (1977). 32 Véase Judith Sealander (2003). 33 Los comentarios de esta sección sobre John D. Rockefeller Sr. y Andrew Carnegie se basan en los trabajos de Martín Morse Wooster (2000), Waldemar Nielsen (1996), y Mark Dowie (2001). 30 Para una síntesis histórica canónica de este periodo de la historia norteamericana, véase Robert H. Wiebe (1966). 72 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES bre hecho a sí mismo y devoto baptista, Rockefelller sufría la tensión entre el reconocimiento de la obligación cristiana de ayudar a los necesitados y el temor del protestante individualista que era a que esa ayuda crease dependencia y parasitismo: «No creo en la bondad de dar limosna a los pobres de la calle –escribió– pero esto no es razón para no hacer nada con respecto a su situación» (Prewitt 2006: 362). Rockefeller fue quien articuló por vez primera la idea de que la misión de la filantropía moderna era ir a la raíz de los problemas para aplicar la cura en la raíz: «la mejor filantropía exige buscar las causas y curar los males en su raíz» (Prewitt 2006: 362). Esta metáfora de «buscar y atajar los males en su raíz», pasó a constituir el principio orientador de la filantropía de las grandes fundaciones grantgiving que fueron creadas a lo largo del siglo XX. A medida que su fortuna crecía y se multiplicaba (gracias al desarrollo de la industria automovilística y su inagotable demanda de combustible), también se multiplicaba el número de peticionarios que, procedentes de las más variadas instituciones y lugares, llamaban a su puerta en busca de donativos y ayudas. Incapaz de hacer frente de manera responsable a esta marea de peticiones (evaluando las peticiones y haciendo un seguimiento de los resultados de sus donaciones), en 1891 Rockefeller recurrió a Frederick T. Gates, un joven clérigo baptista de su confianza, para organizar su actividad filantrópica. El talento de Gates dotó a la filantropía de Rockefeller de un enfoque profesional, volcándola en proyectos ambiciosos a la altura de su descomunal riqueza. Bajo el impulso de Gates, la filantropía de Rockefeller se volcó en la promoción de la ciencia básica y aplicada (uno de los objetivos prioritarios de las primeras grandes fundaciones), promoviendo la construcción de instituciones de educación superior como la Universidad de Chicago (1891) o institutos de investigación como el Rockefeller Institute for Medical Research (establecido en Nueva York en 1901, a imitación del Instituto Pasteur de París, para promover la investigación en las ciencias biomédicas y que pronto se convirtió en una institución de investigación líder a nivel mundial). A estas iniciativas se aña- dieron otros fondos filantrópicos como el General Education Board (fundado en 1902 y que fue la principal fuente de fondos para las ciencias básicas en los EEUU en la primera mitad del siglo XX), el Laura Spellman Rockefeller Memorial, el International Health and Education Boards (que financiaba las iniciativas filantrópicas internacionales), y el Bureau of Social Hygiene. En 1905, Gates aconsejó a Rockefeller la creación de una gran fundación filantrópica, reconocida legalmente por el Congreso de los Estados Unidos, administrada por gestores competentes, con provisiones sucesorias y con objetivos de amplio respiro. Rockefeller aceptó la propuesta de Gates, pero, debido a su mala imagen pública en el punto más álgido de la batalla en torno a los nuevos cárteles capitalistas, el Congreso rechazó su petición de conceder estatuto legal a una gran fundación dotada con 100 millones de dólares de capital para promover actividades «en beneficio del bienestar de la humanidad». Finalmente, en el año 1913, la Fundación Rockefeller obtuvo la aprobación de la legislatura del estado de Nueva York e inició sus actividades. Venciendo la resistencia de una parte de los patronos de la nueva fundación, que pretendían que ésta se volcase en los problemas sociales, Frederick Gates impuso su criterio de que la fundación se dedicase a promover la investigación médica. De los 530 millones de dólares que Rockefeller Sr. donó en vida, 450 millones fueron empleados en investigación médica, y entre los muchos logros obtenidos por ésta destacaron el hallazgo de numerosas vacunas para prevenir enfermedades como la meningitis y la fiebre amarilla, que salvaron millones de vidas en el mundo. Sin embargo, hasta 1928-29, la Fundación Rockefeller no se convirtió en la fundación paraguas que aglutinaba y coordinaba los distintos proyectos filantrópicos promovidos por la familia Rockefeller. Pero más allá de los logros en el campo de la investigación médica, Rockefeller y Gates crearon un modelo de fundación grant-giving que se convirtió en el patrón a imitar por otras grandes fundaciones que vinieron después. Gates profesionalizó la concesión de ayudas, poniéndola en manos de profesionales que diseñaban progra- 73 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS mas de ayudas con un horizonte temporal plurianual y con objetivos bien definidos, ya fuesen la erradicación de una enfermedad, la promoción del desarrollo de una nueva disciplina científica, la promoción de una manifestación artística, la salvación de un recurso natural en peligro, la solución de un problema social, o cualquier otro problema de trascendencia pública. Estos nuevos profesionales de la filantropía no esperaban a que los peticionarios de ayudas llamaran a su puerta, sino que buscaban activamente las instituciones que podían ejecutar los programas promovidos por sus fundaciones, y, si tales instituciones no existían, procedían a crearlas. Así, la búsqueda de las raíces de los problemas a abordar y la profesionalización y la programación de la concesión de ayudas se convirtieron en dos piedras angulares de las grandes fundaciones grant-giving. La tercera pata que completaba el trípode del diseño institucional de estas nuevas instituciones era una definición de objetivos lo suficientemente genérica como para no atrapar a las generaciones futuras de patronos y gestores en compromisos con programas periclitados, que la evolución de las circunstancias había vuelto irrelevantes. Hasta ese momento, la mayoría de las fundaciones habían sido creadas para servir instituciones y objetivos muy específicos, y éste sigue siendo todavía el caso de muchas fundaciones. Pero las nuevas fundaciones grant-giving creadas por Rockefeller, Olivia Sage o Andrew Carnegie se apartaron de ese patrón, adoptando un enfoque más flexible del uso de los recursos, y dando a los sucesores la posibilidad de redirigir la actividad de la fundaciones en sintonía con las nuevas exigencias. Esta mayor flexibilidad se lograba con la adopción de una definición de misión lo suficientemente genérica para ser reinterpretada a conveniencia. De esta manera, el «oportunismo» de las grandes fundaciones grantgiving que denuncian los críticos conservadores, es parte integral de su diseño institucional, que concede a los patronos un amplio margen de maniobra para actuar de acuerdo con su criterio. Andrew Carnegie (1835-1919) no fue tanto un innovador institucional en el campo de la filantropía de las fundaciones, como lo fueron John D. Rockefeller Sr. u Olivia Sage, cuanto el creador de un arquetipo de capitalista-filántropo que, tras una carrera de éxito en el mundo empresarial, en la que amasa una gran fortuna, emprende una segunda carrera como filántropo y retorna a la sociedad su fortuna a través de una amplia variedad de iniciativas filantrópicas, incluyendo el establecimiento de grandes fundaciones. Además de ser un duro y tenaz magnate de la industria del acero, que construyó un emporio industrial que acabó vendiendo al financiero J. P. Morgan en 1901 por 450 millones de dólares, (lo que le convirtió en el hombre más rico del mundo), Carnegie fue también un escritor prolífico y el autor de un clásico de la literatura filantrópica: el ensayo «Wealth», rebautizado posteriormente como «The Gospel of Wealth», publicado en 1889 en la revista North American Review (Carnegie 2002). En este ensayo Carnegie expuso su visión de la filantropía, que contenía dos ideas centrales. Una de ellas era la concepción del capitalista como trustee o administrador fiduciario de la riqueza para beneficio de la comunidad. Para Carnegie, la riqueza que acumula el capitalista gracias al éxito de su empresa es algo que la sociedad pone en sus manos por su superior capacidad para hacer un buen uso de ella, pero es obligación del capitalista devolverla a la sociedad, y, a ser posible, hacerlo en vida, pues Carnegie era consciente del problema del donor intent que pesaba sobre la filantropía de los legados a perpetuidad. Carnegie, al igual que otros muchos self-made-men antes y después de él, sentía un profundo desprecio por la riqueza heredada, a la que consideraba una maldición y la peor de las opciones disponibles para el hombre de fortuna. La otra idea central de su filosofía filantrópica era que ésta debía proveer medios para mejorar «a aquellos que deseen mejorar»; la filantropía tenía que dejar atrás el viejo patrón de la caridad de los donativos indiscriminados. Como Rockefeller, Carnegie quería que la filantropía favoreciese la autosuficiencia de los individuos y no su dependencia; la filantropía debía proveer escaleras para quienes aspiraban a mejorar su condición y trataban de ascender en la pirámide social mediante la iniciativa y el esfuer- 74 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES zo personales, poniendo a su alcance recursos para su formación y su crecimiento personal: universidades, bibliotecas, hospitales, parques, salas de conciertos e instituciones públicas de diversos tipos, eran los objetos de filantropía preferidos por Carnegie. Carnegie tuvo la oportunidad de llevar a la práctica su concepción de la filantropía, especialmente tras la venta de su emporio siderúrgico a J. P. Morgan. Una parte de su fortuna la dedicó a obras de filantropía tradicional, como la compra de órganos para iglesias y la construcción de edificios para alojar bibliotecas populares a lo largo y ancho del país (superando la cifra de 2.000 bibliotecas construidas con sus donaciones). Pero su obra filantrópica de mayor alcance fueron cuatro grandes fundaciones puestas en marcha en la primera década del siglo XX: la Carnegie Corporation, la Carnegie Foundation for the Advancement of Teaching, el Carnegie College de Pittsburg (hoy la Carnegie-Mellon University), y el Carnegie Endowment for International Peace. Las dos primeras era fundaciones grant-giving con un propósito general, que adoptaron el modelo de la filantropía científica de Rockefeller-Gates y se convirtieron en estrechas aliadas de las fundaciones de éstos, con las que cooperaron en muchos proyectos, como la reforma de la formación de la profesión médica, o la transformación de las universidades norteamericanas de universidades provincianas y atrasadas en universidades punteras de investigación, siguiendo el ejemplo de la Universidad de Chicago, creada con el dinero de los Rockefeller (Sealander 2006: 231). Pocos filántropos de su tiempo abrazaron el modelo de la filantropía científica de Rockefeller y Gates (tan sólo ocho fundaciones grant-giving de la primera época lo adoptaron), y todavía fueron menos los capitalistas que siguieron la recomendación de Carnegie de devolver a la sociedad su riqueza en vida. Pero no por ello fue menor la influencia de estos grandes pioneros de la filantropía moderna. Primero, porque los abundantes recursos que ambos vertieron en sus fundaciones, y los logros que éstas obtuvieron en las áreas en que intervinieron, hicieron de ellas instituciones prestigiosas e influyentes en las altas esferas de la sociedad norteamericana. Segundo, porque, con el tiempo, otras grandes fundaciones grant-giving que vinieron detrás siguieron su estela y adoptaron las estructuras organizativas y las prácticas operativas de estas fundaciones pioneras. Por último, la exhortación de Carnegie a favor de una filantropía activa en vida está hoy más vigente que nunca, ya que los jóvenes nuevos ricos que amasaron sus fortunas en el boom de las nuevas tecnologías pueden iniciar carreras filantrópicas tempranas, compatibilizando la carrera profesional y la filantrópica, y por lo general se sienten poco atraídos por legar el grueso de su riqueza a sus herederos, y tampoco les seduce una filantropía de legado, prefiriendo realizar su filantropía en vida y ver los resultados de ella. La crítica de las fundaciones Desde su aparición a principios del siglo pasado, las fundaciones grant-giving (sobre todo las grandes) no han cesado de suscitar recelos y críticas, tanto desde la izquierda, que las ha visto como poderosos instrumentos de la dominación capitalista, que permitirían a los capitalistas convertir su poder económico en la empresa en poder social y político, cuanto desde el campo de la derecha, que no ha visto con buenos ojos la deriva liberal (esto es, socialdemócrata) de la mayoría de las grandes fundaciones fundadas por capitalistas que destacaron por ser férreos defensores del individualismo y la economía de mercado. Así, las mismas fundaciones han sido atacadas simultáneamente desde la izquierda y la derecha, como resortes de la plutocracia y como caballos de Troya del socialismo.34 La crítica de las grandes fundaciones comenzó muy pronto y de manera muy acerba. Cuando, a principios de la segunda década del siglo XX, John Rockefeller Sr. solicitó la autorización del Congreso para crear una gran fundación dotada 34 Sobre la recepción de las grandes fundaciones y las críticas que suscitaron, véase el estudio de Barry Karl y Stanley Katz (1982). 75 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS con un fondo de capital de 100 millones de dólares, que se orientaría a promover el bienestar de la humanidad a escala global, el Congreso rechazó sin contemplaciones su petición, calificándola de maniobra de lavado de imagen de un capitalista al que se consideraba el paradigma del robber baron. Finalmente, y al cabo de varios años, los Rockefeller pudieron crear su fundación, pero ésta no fue aprobada por el Congreso, sino por la legislatura del estado de Nueva York, y, para poner coto a los recelos, los Rockefeller diversificaron sus iniciativas filantrópicas en una amplia variedad de plataformas filantrópicas. Las dos primeras décadas del siglo XX fueron una época dominada por el temor a los trusts (esto es, a las grandes empresas surgidas del proceso de concentración capitalista que tuvo lugar en los EEUU a caballo de finales del siglo XIX y principios del XX), y el temor a los trust se extendía a las fundaciones, que eran vistas como emanaciones de aquellos para influir en la sociedad y en la política. Pero, con el paso del tiempo, las instituciones que un día fueron innovaciones que suscitaron controversia, tienden a echar raíces y a institucionalizarse, o, lo que es lo mismo, pasan ser vistas como algo normal, aceptable e incluso deseable, en suma: son socialmente aceptadas. En el caso de las fundaciones, la institucionalización llegó relativamente pronto: en los años treinta las críticas habían cesado y las grandes fundaciones de los Rockefeller, Carnegie y Russell Sage habían pasado a ser vistas no sólo como instituciones reputadas y respetadas, sino también como partners del gobierno en la resolución de problemas públicos y sociales. A esta pronta institucionalización de las grandes fundaciones contribuyó decisivamente el impresionante desempeño de dichas fundaciones en las primeras décadas de su actividad. En áreas como la promoción de la investigación científica básica, el desarrollo de las disciplinas biomédicas, la modernización de la educación superior, la mejora de las condiciones sanitarias de la población en los EEUU y en el extranjero, la modernización de la profesión médica y de las profesiones de la enseñanza, o la producción de investigación social relevante para las políticas públicas; en todos estos campos, las fundaciones demostraron que tenían la capacidad de hacer y que sus contribuciones marcaban una diferencia muy significativa. En la primera mitad del siglo XX, las grandes fundaciones, actuando muchas veces en concierto, lograron suplir la falta de iniciativa del gobierno federal, y operaron como arquitectos de la construcción de instituciones en múltiples áreas de la sociedad civil (ciencia, artes, sanidad, educación, profesiones, etc.). Por supuesto, no todo fueron éxitos; la filantropía de las grandes fundaciones también tiene su historia de fracasos, pero éstos no han empañado ni empequeñecido a los éxitos.35 Ahora bien, los procesos de institucionalización raramente son completos e irreversibles, y en las sociedades modernas ninguna institución, por grande que sea su aceptación social, está permanentemente al abrigo de la crítica y de la sospecha. En el caso de las fundaciones, la crítica y la sospecha han reemergido periódicamente, al socaire de acontecimientos como la implicación de las grandes fundaciones en causas sociales que las alinean en un campo político y las enfrentan al campo opuesto, o por el uso interesado de las fundaciones como estratagemas para la evasión fiscal y la preservación del control de las empresas en manos de las familias fundadoras. Así, durante la era de McCarthy, la derecha populista situó a las grandes fundaciones, que apadrinaban la causa de los derechos civiles de la población afroamericana y de la integración racial, en el punto de mira de una comisión de investigación del Congreso (la Comisión Cox), que buscó sin éxito evidencia sobre la penetración «comunista y subversiva» de las fundaciones. En los años sesenta, en cambio, fueron los populistas de izquierda los que enarbolaron la bandera de la critica de las fundaciones, liderada por dos congresistas demócratas sureños: el tejano Wright Patman y Albert Gore Sr. Estos denunciaron el uso de las fundaciones cono parapetos para la 35 El lector interesado en los fracasos y en historias de mal funcionamiento de las fundaciones puede consultar los estudios de Martín Morse Woolsler (2006) y de Waldemar Nielsen (1996). 76 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES evasión fiscal, las prácticas de self-dealing y la perpetuación del control de las empresas por las familias fundadoras, que podían utilizar a su conveniencia los derechos de voto del capital fundacional. Patman y Gore propusieron acabar con las fundaciones a perpetuidad, obligando por ley a todas las fundaciones a liquidar sus activos en un plazo de veinticinco años (Dowie 2001: 15-16). Este ataque a las fundaciones reflejaba el cambio de su contexto institucional, a raíz del creciente activismo fiscal del gobierno federal y del consiguiente incremento de la presión fiscal. En efecto, los incentivos fiscales no jugaron un papel significativo como mecanismos inductores de la creación de la primera generación de grandes fundaciones grant-giving, pues a principios del siglo XX no existía en los EEUU un impuesto general que gravase la renta de las personas, y los impuestos sobre el patrimonio eran más bien modestos. Ni Rockefeller ni Carnegie tenían que preocuparse de los impuestos y sus iniciativas filantrópicas no les reportaban ventajas fiscales apreciables. Sin embargo, tras la introducción del impuesto federal sobre la renta en los años treinta, y con el progresivo crecimiento de la presión fiscal después de la segunda guerra mundial, los incentivos fiscales adquirieron una mayor relevancia como mecanismos inductores de las iniciativas filantrópicas en general, y de la creación de fundaciones en particular. Los fundadores de fundaciones podían aparcar en ellas importantes dotaciones de capital, beneficiándose inmediatamente de los descuentos fiscales, mientras que disponían de plena libertad para decidir el monto de capital que iban a desembolsar en ayudas; en este contexto, podría darse la circunstancia de que los beneficios fiscales anuales que recibían los fundadores fuesen superiores a los desembolsos anuales que realizaban sus fundaciones. Patman y Gore Sr. no lograron que el congreso aprobase su propuesta de imponer un tope de vida a las fundaciones de veinticinco años, entre otras cosas porque, aunque aportaron evidencia circunstancial de corrupción y self-dealing en algunas fundaciones, no fueron capaces de convencer a sus colegas del Congreso de que esas malas prácticas eran algo generalizado en el sector de las fundaciones. Pero su agitación en contra de las fundaciones no fue del todo baldía, ya que la Tax Reform Act de 1969 introdujo algunas regulaciones sobre las fundaciones que trataban de evitar algunos de los males que ellos habían denunciado. La más importante es que se requirió a las fundaciones cuya dotación de capital eran acciones de una empresa, a que liquidasen esos activos de capital, reteniendo sólo una fracción mínima de su capital en acciones de la empresa del fundador. Se evitaba así que la fundaciones pudiesen ser utilizadas como parapetos para mantener a las empresas fuera del mercado, perpetuando el control de la familia del fundador (en Europa, en cambio, ésta sigue siendo una práctica legal y frecuente; véanse los casos de la Fundación Bertelsmann en Alemania o de la Fundación Ramón Areces en España). Por otra parte, se impuso a las fundaciones el requisito de desembolsar anualmente al menos el 6% de su capital en ayudas a terceros (posteriormente se rebajó al 5% vigente en la actualidad). En las dos últimas décadas del siglo XX, al tiempo que los neoconservadores reemprendían la crítica del izquierdismo de las grandes fundaciones, ha sido el propio sector de las fundaciones el que ha promovido iniciativas tendentes a mejorar el conocimiento y la transparencia del sector. Así, en el año 1979 se creó Independent Sector, que es un consejo sectorial orientado a promover la investigación en el conjunto del sector no lucrativo, incluyendo las fundaciones. Desde su fundación, Independent Sector ha creado o contribuido a crear una veintena de centros de investigación sobre filantropía en otras tantas universidades norteamericanas. Pero, aunque la fundaciones no han vuelto a ser escrutadas por comisiones del Congreso, el debate público en torno a ellas no ha cesado y prosigue en torno a las cuestiones de la accountability (o rendición de cuentas), la governance (o su modo de gobierno y control) y la evaluación de su eficacia.36 Los problemas de la ren- 36 Sobre esta cuestión véanse los trabajos de Francie Ostrower (2006 y 2007). 77 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS dición de cuentas y de la gobernación están estrechamente relacionados, pues se influyen recíprocamente, y ambos problemas se complican por el hecho de que las fundaciones (especialmente las independientes) carecen de stockholders externos que tengan un interés en monitorizar sus operaciones y vigilar a sus directivos y gestores. Las fundaciones (independientes) son organizaciones que carecen de propietarios y están enteramente en manos de agentes, y esta situación es una fuente estructural de problemas de gobernación: ¿quién ha de nombrar a esos agentes?, ¿por cuánto tiempo?, ¿deben ser expertos, figuras públicas de relieve o políticos capaces de negociar y maniobrar?, ¿qué recompensas son aceptables y cuáles son inaceptables?, etc.37 El debate en torno a estas cuestiones no puede cesar, porque no hay soluciones óptimas para ellas, y todas las soluciones pueden degenerar y convertirse en parte del problema. Otro flanco de la crítica contemporánea de las fundaciones es el de la eficacia de sus políticas y programas: ¿qué resultados están obteniendo con el dinero que desembolsan en ayudas?, ¿someten sus programas a evaluación externa?, ¿son organizaciones pacientes que persiguen sus objetivos con tenacidad u organizaciones volubles que cambian constantemente sus programas dejando a sus beneficiarios en la estacada y con las cosas a medio hacer?, ¿están justificados sus gastos en personal y otros costes operativos o son excesivos?, ¿qué niveles de efectividad y eficacia alcanzan?, ¿deben las fundaciones imitar las prácticas operativas de las empresas tratando de maximizar el rendimiento de sus ayudas (venture philanthropy)? tropía en los EEUU, cuantificando su magnitud y el peso de sus modalidades más importantes. Ahora, en este último apartado, haremos un ejercicio de interpretación histórica y sociológica, poniendo la filantropía contemporánea en su contexto histórico, cultural e institucional, para tratar de entender las fuerzas que le han dado forma y que siguen dinamizándola en el presente. Tal vez debamos comenzar advirtiendo que la filantropía es un fenómeno complejo y que hay una gran variedad de filantropías, cada una con su tradición, su manera de entender la labor filantrópica y sus vehículos organizativos. Así, no es lo mismo la filantropía popular, que es una filantropía –por así decir- al detall o de pequeños donativos y que se canaliza masivamente a través de instituciones religiosas, que la filantropía de las elites, que es una filantropía al por mayor y dispone de sus propios canales organizativos. Pero incluso la filantropía de las elites es un asunto extremadamente variado: no es lo mismo la filantropía de las grandes fundaciones que la de las pequeñas, la filantropía de las fundaciones familiares que la filantropía de las fundaciones corporativas, o la filantropía orientada a las artes –con sus manierismos, su etiqueta y su elevado prestigio– que la orientada a los servicios sociales –cuyos destinatarios carecen del glamour y la estima social del mundo de las artes–, por señalar sólo algunas distinciones relevantes. Y, sin embargo, todas esas modalidades de filantropía participan de un espíritu común y son como las ramas de un mismo tronco, y, también, de una manera u otra, se influyen y se reconocen como partes de un mismo mundo. La filantropía norteamericana es, pues, una et pluribus, y todas sus manifestaciones tienen una raíz cultural común, que, a su vez, es una consecuencia de la originalidad de la sociedad norteamericana en cuanto sociedad de nuevo cuño que ha tenido que hacerse a sí misma ex novo. Una de las experiencias centrales de una sociedad nueva cuyos miembros son recién llegados que proceden de lugares lejanos y que portan una gran variedad de credos y lenguas, es que la comunidad tiene que ser creada de manera activa mediante la contribución voluntaria de sus 4. LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: CULTURA, TRADICIONES E INSTITUCIONES En los tres primeros apartados de este trabajo hemos trazado un cuadro descriptivo de la filan- 37 Para un estudio reciente de los gastos y las compensaciones de las fundaciones véase Elizabeth Boris et al. (2006). 78 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES miembros, cada uno en función de sus posibilidades. En una sociedad de nuevo cuño, la comunidad es una tarea a realizar y no un legado del pasado que pueda darse por descontado. Este hecho explica la paradoja aparente de que el carácter norteamericano combine individualismo intenso y un fuerte sentido de la responsabilidad hacia la comunidad. Para los norteamericanos el individualismo no está reñido con un interés genuino por los asuntos públicos de la comunidad y con la voluntad de contribuir a su construcción y mantenimiento.38 El ámbito de la comunidad de referencia hacia la que se orientan los esfuerzos de construcción es variable; puede ser el vecindario, el grupo étnico o racial, el grupo religioso, la ciudad, la región, la nación o alguna combinación de esos grupos. Pero la comunidad, cualquiera que sean su ámbito y su textura social, siempre ha de ser construida con la aportación voluntaria y generosa de sus miembros. La filantropía norteamericana hunde sus raíces culturales más profundas en este espíritu cívico voluntarista, propio de una nueva sociedad que nunca ha dejado de serlo. Porque, a lo largo de su historia, la sociedad norteamericana nunca ha dejado de verse a sí misma como una sociedad nueva, en la que, una y otra vez, los ciudadanos repiten, en distintos contextos, la experiencia arquetípica de la construcción voluntarista de la comunidad. Este voluntarismo ciudadano en pro de la construcción de comunidades fue también favorecido por otras dos peculiaridades de la sociedad norteamericana: la desconfianza hacia un poder central estatal fuerte que se apropiase en exclusiva del espacio publico, y la diversidad y movilidad crecientes de la sociedad norteamericana a raíz de la inmigración exterior y los desplazamientos internos de población. Tras la liberación del yugo de la corona británica, los EEUU diseñaron un sistema de gobierno federal altamente descentralizado, que limitaba el poder del gobierno central, impedía que el estado se apropiase en exclusiva del espacio de lo público, y dejaba un amplio margen para la construcción de comunidades desde abajo, con el activismo voluntarista, la ingenuidad y la emulación recíproca de los ciudadanos. Por otra parte, la diversidad creciente de la sociedad norteamericana, con la llegada masiva de inmigrantes sin un background cultural anglosajón o protestante a lo largo de los dos últimos siglos (irlandeses, judíos, eslavos, italianos, griegos, hispanos, asiáticos, árabes, etc.), junto a los problemas de la integración racial de la población afroamericana, y a la alta movilidad de la población norteamericana, que ha continuado siendo una sociedad on the move (del campo a las ciudades, con la urbanización; del Este al Oeste, con la colonización; del Sur al Norte, con la industrialización; y, más recientemente, de nuevo del Este –el rust belt– al Oeste –el sun belt–, con la desindustrialización y la revolución tecnológica de finales del siglo XX); todos estos factores de cambio y movimiento han mantenido vigente la experiencia arquetípica de la construcción voluntarista de la comunidad, y la cultura solidaria y filantrópica que emana de esa experiencia arquetípica. Para la construcción voluntarista de comunidades, los ciudadanos se valieron de dos instituciones civiles, a veces actuando por separado y otras en concierto: la asociación voluntaria con un propósito cívico (entendiendo el término en sentido amplio), y la institución sin ánimo de lucro con un propósito público o caritativo. Cuando Alexis de Tocqueville visitó los EEUU a principios de la tercera década del siglo XIX, se quedó asombrado ante la intensidad del voluntarismo cívico de los norteamericanos (en contraste con la pasividad de los franceses y de los europeos en general), que les llevaba a unirse en asociaciones voluntarias, gracias a las cuales los ciudadanos eran capaces de superar su aislamiento, ejercer influencia sobre los poderes públicos y aprender los mores de la democracia. Un tipo particularmente importante de asociaciones son las iglesias, pues la ausencia de una iglesia establecida, hace que las iglesias tengan el carácter de asociaciones voluntarias. A lo largo de la historia de los EEUU, las iglesias (o las confesiones religiosas) han jugado (y continúan jugando) un 38 Sobre la cuestión de la comunidad en la historia de los EEUU véase Thomas Bender (1978). 79 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS papel central en la construcción de comunidades y en la integración de las sucesivas olas de inmigrantes que van llegando al país. Otro medio institucional para la construcción de comunidades era la institución sin ánimo de lucro del tipo del trust o fundación (que hoy llamaríamos proveedora), creada con un propósito de servicio público a la comunidad, y promovida por notables locales que aportaban el capital necesario para la construcción de los edificios (en ocasiones con la ayuda de suscripciones populares) y para la puesta en marcha de las actividades de la institución. Los notables también ocupaban los puestos del consejo rector de esas instituciones de manera voluntaria y como parte de su deber de servicio cívico a la comunidad. A lo largo de los siglos XVIII y XIX, las elites norteamericanas aprendieron a usar la figura jurídica de la institución sin ánimo de lucro como medio para la realización de una amplia variedad de propósitos públicos y cívicos, muy especialmente en el terreno de la educación (escuelas y universidades), la salud (hospitales), las artes (museos), y, por supuesto, también en el de la caridad (orfanatos, asilos, etc.). Conviene, sin embargo, resaltar, que las instituciones sin ánimo de lucro fueron utilizadas para realizar una amplia variedad de propósitos y no sólo la provisión de caridad La creación, el mantenimiento y el gobierno cotidiano de estas instituciones sin ánimo de lucro con propósitos públicos o caritativos nutrieron una tradición filantrópica de donaciones y de servicio cívico. Así pues, ya fuese porque los Estados Unidos, como sociedad de nuevo cuño, era un terreno fértil para el activismo cívico de unas elites moldeadas por el ethos puritano de la virtud del servicio cívico, ya porque el estado federal tardó en desarrollarse, y hasta el siglo XX fue un estado mínimo, ya porque la política democrática a escala local redujo la influencia de las elites en el gobierno de las grandes ciudades, o por una combinación de todos esos factores, lo cierto es que, a lo largo de los dos últimos siglos, las elites norteamericanas hicieron un uso extensivo de la figura jurídica de la institución sin ánimo de lucro para modelar una gran variedad de institu- ciones privadas con una misión pública en sectores como la educación (universidades), la sanidad (hospitales), las artes (museos, orquestas sinfónicas, ballets, etc.), y, por supuesto, la propia filantropía (las fundaciones filantrópicas). No deja de ser una paradoja que, en el país donde el capitalismo ha alcanzado su mayor desarrollo, las elites hayan recurrido de manera tan masiva a una forma de organización no capitalista (aunque financiada con la riqueza generada por el capitalismo) para canalizar su ambición de servicio cívico y de hegemonía social. El resultado de ello fue un sector no lucrativo extraordinariamente vasto, con un fuerte componente de instituciones «elitistas» en la educación, la sanidad y las artes. La filantropía es un juego de confianza. Para dar hay que confiar, pues se da con un propósito y ese propósito puede ser vulnerado o desvirtuado. La filantropía moderna es un juego cooperativo, a veces muy complejo, que opera a través de instituciones fiduciarias e implica a muchos jugadores (donantes que son el punto de origen la cadena filantrópica, instituciones sin ánimo de lucro que canalizan las donaciones filantrópicas, patronos que vigilan el desempeño de esas instituciones, profesionales que las administran, organizaciones receptoras de la filantropía que, a su vez, la utilizan para realizar sus actividades, etc.), y lo que hace posible ese juego complejo es la confianza. Confianza en las instituciones que organizan el juego (confianza institucional), y también confianza en las personas que desempeñan responsabilidades fiduciarias en los distintos eslabones de la cadena filantrópica (confianza personal). Ambos tipos de confianza son necesarias en la vida social, y ambas se alimentan (o se deterioran) recíprocamente. El don filantrópico se sostiene en la confianza en la voluntad y la capacidad de servicio de quienes desempeñan una labor fiduciaria en la cadena filantrópica. Una de las lecciones más relevantes que podemos extraer del estudio de la filantropía norteamericana es la importancia que reviste el hecho de que las elites de un país desarrollen un ethos del honor del servicio cívico, que las predisponga a asumir responsabilidades fiduciarias como patronos en las entidades no lucrativas creadas y 80 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES que desempeñan responsabilidades fiduciarias en la cadena filantrópica, pero no tanta que sus decisiones no puedan ser contestadas ante los tribunales y, si procede, revocadas por estos. A medida que el desarrollo del capitalismo multiplicaba el número y el tamaño de las fortunas, las empresas filantrópicas de la elites se volvían más ambiciosas. A finales del siglo XIX, los patriciados urbanos se volcaron en la creación de instituciones culturales de gran envergadura como nuevas universidades privadas, grandes museos, grandes bibliotecas, auditorios para alojar a orquestas sinfónicas residentes y otras instituciones artísticas.40 Por otra parte, la fórmula del activismo cívico y filantrópico de los patriciados urbanos de Nueva Inglaterra era exportada hacia el Oeste, a medida que, con la construcción de los ferrocarriles y el desplazamiento de la población a los nuevos territorios de la Unión, emergían nuevas grandes ciudades (Chicago, San Luis, Los Ángeles, San Francisco) con sus patriciados urbanos, generalmente originarios de Nueva Inglaterra y con una filiación protestante y anglosajona. El activismo de las elites protestantes y de ascendencia anglosajona en el campo de la filantropía y en la construcción de instituciones sin ánimo de lucro fue reforzado por la deriva de la política local en las grandes ciudades, que, con el rápido crecimiento de la inmigración, quedó en manos de maquinarias políticas étnicas que escapaban al control de las elites. Así, aunque las elites podían buscar la colaboración de los gobiernos municipales para realizar algunas de sus iniciativas filantrópicas de mayor envergadura (como la creación de grandes museos), se aseguraban de retener el control de dichas instituciones.41 En un contexto en el que la democracia les restaba poder político, y la sociedad norteameri- sostenidas por la filantropía, y que lo hagan con dedicación y diligencia. Una de las preocupaciones que suscita la extraordinaria proliferación de fundaciones y otros tipos de organizaciones sin ánimo de lucro en las dos últimas décadas del siglo XX, es precisamente el problema que plantea de reclutamiento de trustees capaces de desempeñar con honestidad y competencia la responsabilidad fiduciaria de velar por el buen gobierno de esas instituciones. La confianza, aunque necesaria, raramente suele ser suficiente. Por ello es necesario disponer de mecanismos de control alternativos que permitan remediar los daños causados por la traición de la confianza si ésta se produce, y la ley suele ser el principal de estos mecanismos (otro de ellos es la reputación). En los Estados Unidos, la ley deja un amplio margen de libertad a las actividades filantrópicas, pero aporta las suficientes garantías jurídicas para reforzar la confianza en el juego filantrópico. En la historia legal de la filantropía norteamericana tuvo una gran importancia una decisión judicial del Tribunal Supremo del país fallada a principios del siglo XIX, a propósito del Darmouth College, al que la legislatura del estado de New Hampshire trató de revocar la carta legal de autonomía que le había concedido en el momento de su fundación, para recobrar el control de la junta rectora del college. Tras un fallo desfavorable a sus intereses dictado por el tribunal del estado, los patronos de la junta rectora del college recurrieron al Tribunal Supremo, y éste sostuvo sus pretensiones, estableciendo la doctrina de que la relación entre patronos y donantes es un contrato privado que el estado ha de respetar y que en ningún caso puede empeorar.39 De esta manera, la actividad filantrópica pudo ampararse en el derecho contractual privado y en la capacidad de los tribunales para exigir el cumplimiento de los contratos y dirimir conflictos en su interpretación. Por lo general, los tribunales han tendido a garantizar una amplia autonomía operativa a los patronos 40 Véanse los trabajos que ya hemos citado de Peter Dobkin Hall (2006), Judith Sealander (2003) y Helen Horowitz (1976). 41 Un estudio que enfatiza el empeño de las elites norteamericanas en retener el control de los museos, mientras que en Europa las elites tendían a ceder la iniciativa y el control al estado, es Karsten Borgmann (2004), y también David C. Hammack (2004). 39 Sobre este episodio de la historia legal de los EEUU, véase Mark D. McGarvie (2006). 81 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ron de ella el instrumento de un nuevo tipo de filantropía, profesional y sistemática (científica en términos de la época) y en gran escala (al por mayor), que se proponía atajar de raíz los problemas que abordaba. Carnegie, además, con su prédica a favor de una filantropía en vida y su idea del capitalista como administrador custodio de la riqueza de la comunidad, y con su ejemplo de congruencia con su credo filantrópico, contribuyó a asentar la expectativa de que un buen capitalista ha de ser también un gran filántropo, y que sólo son merecedores de los más altos honores quienes, después de triunfar en la empresa, retornan a la sociedad una buena parte de sus fortunas por el canal de la filantropía. Pero las innovaciones de Rockefeller y Carnegie en el campo de la filantropía entroncaban con una tradición ya plenamente asentada de uso de las instituciones sin ánimo de lucro desde el ámbito de la sociedad civil para realizar propósitos públicos. La filantropía científica de las grandes fundaciones era otra modalidad de construcción voluntarista de la comunidad, pero, en este caso, más ambiciosa, pues la comunidad que las grandes fundaciones trataban de construir era la comunidad nacional; de hecho, buena parte de los proyectos que llevaron a cabo la grandes fundaciones en su primera época eran actividades que podríamos calificar de construcción de nación (modernización de las universidades, promoción de la investigación científica, mejora de las condiciones sanitarias de la población, modernización de las profesiones, etc.), y venían a suplir la escasa iniciativa del gobierno federal en esos terrenos. El capitalismo corporativo ha jugado y sigue jugando un papel fundamental en la filantropía, tanto porque es en las empresas donde se hacen la mayor parte de los capitales que alimentan la maquinaria filantrópica del país, cuanto porque las fundaciones operan como inversores que valorizan sus activos de capital invirtiendo en portafolios de activos empresariales y financieros. Cuando una empresa tiene éxito en el mercado y es capaz de colocar en el mercado una parte o todo su capital, (o cuando un empresario vende su empresa), el fundador o los fundadores cana evolucionaba hacia una creciente diversidad religiosa y étnica, las elites protestantes defendían su hegemonía social y cultural a través de sus activismo cívico y filantrópico, asumiendo un liderazgo natural en el proceso de construcción de una comunidad nacional.42 Hasta finales del silgo XIX, la filantropía de las elites estuvo estrechamente relacionada con la religión, en el sentido de que las iniciativas filantrópicas tendían a ir enmarcadas un contexto de filiaciones religiosas (había una filantropía protestante, otra católica y otra judía, y esas filantropías coexistían sin mezclarse). A principios del siglo XX tuvieron lugar dos cambios de gran importancia que imprimieron un giro a la filantropía norteamericana. Uno de ellos fue la aparición del capitalismo de las grandes corporaciones, que no sólo multiplicó el número y el tamaño de las fortunas, sino que también trajo consigo una inyección de confianza entusiasta en el poder del conocimiento aplicado, de la organización y del espíritu de sistema, como métodos para la solución de problemas prácticos. Las nuevas grandes empresas capitalistas, surgidas bien de procesos de crecimiento naturales en el mercado, o bien de la fusión de numerosas empresas de menor tamaño, aportaban un ejemplo práctico de cómo resolver problemas prácticos complejos, aplicando profesionalidad y organización. Por otra parte, el capitalismo de las grandes empresas producía fortunas de una magnitud que hacían aparecer como pobretones a los ricos del pasado. Estos nuevos grandes capitalistas poseían los recursos y la capacidad de acción necesarias para reinventar la filantropía, y esto fue lo que hicieron un puñado de magnates capitalistas a principios del siglo XX, los más destacados de los cuales fueron John D. Rockefeller Sr. y Andrew Carnegie. Rockefeller y Carnegie no sólo inventaron la fundación grant-giving moderna, sino que hicie- 42 Aunque las elites protestantes de origen anglosajón fueron las protagonistas de la filantropía cultural y del giro secular de la filantropía a finales del siglo XIX y principios del XX, no toda la filantropía norteamericana de ese período era protestante, como lo evidencia el estudio de Mary J. Oates (2003) sobre la tradición de la filantropía católica norteamericana. 82 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES de la empresa ven como sus arcas se inflan de la noche a la mañana, acumulando un exceso de riqueza muy por encima de sus necesidades o de lo que necesitarán sus herederos para llevar una vida confortable. En ese momento, se abre una ventana de oportunidad para que el nuevo rico asigne una parte de esa riqueza a fines filantrópicos, bien mediante la creación de una fundación familiar grant-giving o bien mediante la realización de donaciones de importancia a organizaciones sin animo de lucro como universidades, hospitales o instituciones de caridad. Lo que llama la atención es que en los EEUU esa ventana de oportunidad filantrópica es abierta de manera regular por una gran cantidad de nuevos ricos que acumulan su riqueza en carreras empresariales. En los EEUU, los nuevos ricos no necesitan ser aculturados por el Old Money de las viejas familias patricias, para descubrir el valor y la motivación de la filantropía, sino que son inducidos a la filantropía de una forma natural.43 Y ello es así porque los nuevos ricos ya están socializados en la matriz cultural de la filantropía: la orientación a la construcción voluntarista de la comunidad. Esto explica que la filantropía haya prosperado en los EEUU a lo largo de siglo XX, y que haya vivido su edad dorada en las dos últimas décadas de este siglo, a pesar de que el Protestant Establishment, que durante dos siglos lideró y dominó la escena filantrópica, se fue desintegrando paulatinamente en la primera mitad del siglo XX, y las elites económicas del país han ido perdiendo progresivamente la cohesión social y la voluntad de hegemonía cultural que en otros tiempos tuvo el establishment protestante. La filantropía norteamericana es, por así decir, un fenómeno multiestratificado, en el que nuevos estratos se van superponiendo a otros estratos preexistentes sin desplazarlos. La filantropía científica y en gran escala de las grandes fundaciones grant-giving generalistas se añadió a una filantropía preexistente más tradicional y acorde con la idea de la beneficencia, la cual continuó existiendo al lado de la filantropía científica y continua siendo una de las ramas del tronco de la filantropía del país. La filantropía social de las elites, la de las cenas y los bailes para realizar colectas, coexiste con la filantropía popular de los pequeños donativos canalizados a través de las colectas dominicales de la iglesias; y la filantropía de la artes, con su boato y la competencia por el prestigio que reporta la presencia en los boards de sus instituciones, coexiste con otras formas de filantropía menos sociales y más discretas. La filantropía de la pequeña fundación familiar, que reparte unos pequeños fondos anuales con un criterio que varía de un año para otro, coexiste con la venture philanthropy que elige cuidadosamente sus proyectos filantrópicos y aplica las herramientas de la gestión empresarial para asegurar el máximo impacto a sus donativos. Pero por debajo de esta diversidad de formas, orientaciones, ideologías y recursos de la filantropía norteamericana, late un espíritu común: el de dar para construir comunidad. Y la comunidad es construida de múltiples maneras y en múltiples ámbitos. Una manera de construirla es fortaleciendo con donativos y ayudas a aquellas instituciones que se considera que son centrales para el progreso y el bienestar de la comunidad (universidades, hospitales, escuelas, museos, bibliotecas, centros de investigación, etc.) y hacia las que el donante se puede sentir obligado por haber desempeñado un papel en su trayectoria personal; y, por supuesto, otra manera de construir comunidad es ayudando a los sectores sociales de la comunidad desfavorecidos, o contribuyendo a la igualdad de oportunidades en el sistema educativo, etc. Por otra parte -ya lo hemos dicho y volvemos a reiterarlo-, el ámbito de la comunidad que se trata de construir puede ser local, nacional o internacional, o una combinación de ellos. Con frecuencia se crítica a la filantropía por no ser suficientemente redistribuidora o por ser un mecanismo de redistribución de la riqueza más imperfecto que el estado.44 Pero, a nuestro 43 Sobre el Old Money norteamericano y su papel en la filantropía, véase el ensayo de Nelson Aldrich (1988), él mismo un espécimen de Old Money y miembro del clan de los Rockefeller. 44 83 Ésta es la crítica que hace Teresa Odendahl (1990). LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS juicio, esta crítica yerra el blanco, porque asume que el propósito exclusivo de la filantropía debería ser la redistribución social de la riqueza e ignora las múltiples formas en que la filantropía construye comunidad. Conviene subrayar que la redistribución social de la riqueza (esto es, la filantropía con una orientación social) es una faceta de la tarea de construir comunidad, pero que no agota esa tarea. Llegados a este punto hemos de plantearnos la cuestión de cuánto cuentan los incentivos en la inducción de la filantropía, y ya se sabe que, cuando hablamos de incentivos, nos referimos fundamentalmente a los incentivos fiscales, esto es, a los descuentos fiscales que premian a las donaciones filantrópicas (que en los EEUU son el 20% del impuesto sobre la renta para las donaciones a fundaciones y el 30% para las donaciones directas a organizaciones si ánimo de lucro operativas), además de las exenciones fiscales que se aplican a todas las organizaciones que son reconocidas como charities o entidades sin ánimo de lucro.45 Porque no cabe duda de que los incentivos fiscales cuentan, pero la cuestión que de verdad interesa responder es la de cuánto cuentan: si cuentan mucho o más bien poco. El estudio de la filantropía en los EEUU pone de manifiesto que en ese país los incentivos fiscales (en cuanto descuentos en el impuesto sobre la renta personal) son un factor que entró en la escena muy tardíamente (en los años treinta del siglo pasado), y que, por tanto, sólo han jugado un papel relevante en la ecuación de la filantropía después de la primera mitad del siglo XX. Ni el público ni las elites del país necesitaron de incentivos fiscales para donar generosamente a lo largo de los dos siglos previos, y para construir comunidad en múltiples ámbitos, creando y manteniendo instituciones sin ánimo de lucro con un propósito público (universidades, hospitales, museos, escuelas, grandes fundaciones grant-giving, etc.) y caritativo (asilos, orfanatos, centros de acogida y ayuda para inmigrantes, etc.). Por tanto, la evidencia de la filantropía norteamericana nos induce a afirmar que, aunque los incentivos fiscales son un factor relevante en la ecuación de la filantropía, sin embargo no forman parte de su matriz originaria, y que, cualquiera que sea su fuerza de arrastre (esto es, su poder motivacional), no son el motor principal que la mueve. La filantropía es, antes que nada y por encima de todo, un asunto de espíritu, entendiendo esta categoría en la tradición de la filosofía idealista: una voluntad de hacer, que no se expresa en la esfera de la producción ni en la del uso del poder político, sino en el dar generosamente lo que uno tiene con el propósito de mejorar la condición y el bienestar de otros, sin esperar que estos retornen la dádiva. La filantropía es un dar sin contrapartidas que transciende (esto es: suspende y va más allá de) la norma de la reciprocidad, que, como ya hemos visto, es algo parecido a un instinto social. La filantropía es también una modalidad de espíritu porque es un modo de insuflar en la vida un propósito superior que transciende el interés personal; es un modo de hacer de la vida personal, con sus contingencias y azares, el instrumento de un propósito elevado que la transciende. Por último, la filantropía es una modalidad de espíritu porque, en el fondo, sólo el amor, que es una emanación del espíritu, tiene la fuerza necesaria para vencer el apego a la riqueza, suspender la expectativa de la reciprocidad, y motivar a las personas a dar y darse a los otro sin contrapartidas. El espíritu sólo se hace real a través del obrar, es decir, a través de su cultivo en la acción; un espíritu florece en la medida en que es cultivado de manera habitual, y si cada vez son más los que lo cultivan, pero languidece -e incluso se extingue- en la medida en que es poco cultivado o deja de ser cultivado. El estudio de la filantropía en los EEUU nos enseña que el cultivo del espíritu filantrópico está muy estrechamente asociado a una actitud cultural, que es la orientación a construir activamente la comunidad donando y sirviendo al público y/o a lo público. Esta cultura voluntarista de servicio a la comunidad es com- 45 Para la cuestión de los incentivos fiscales de la filantropía en los EEUU, véase el estudio de John Simon, Harvey Dale y Laura Chisholm (2006). Para un análisis del marco legal del sector no lucrativo, véase Evelyn Brody (2006). 84 LA FILANTROPÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS: FORMAS, CULTURAS E INSTITUCIONES partida por el público y las elites, y su origen es la experiencia de los EEUU como sociedad nueva, que tuvo que ser construida ex novo, y que, en gran medida, fue construida de abajo a arriba, mediante iniciativas voluntarias de los ciudadanos. Con el paso del tiempo, esa cultura de construcción voluntarista de la comunidad fue alimentando tradiciones filantrópicas y ejemplos de filantropía que sentaron precedentes y modelos a emular (y a superar). Pero en los EEUU esa cultura filantrópica no ha operado al margen del sistema capitalista, sino que se ha incrustado en el corazón de dicho sistema, y es el capitalismo (especialmente el corporativo) el que provee una buena parte del combustible que hace girar los motores de la maquinaria filantrópica. Aunque el desarrollo de la filantropía en los EEUU es un fenómeno histórico único, ligado a la naturaleza excepcional del país como sociedad nueva, no hay razón para que su filantropía (esto es, tanto su espíritu como sus prácticas), no pueda ser imitada en otros contextos. La actitud de construcción voluntarista de la comunidad es una actitud humana generalizable a cualquier contexto, y lo mismo ocurre con el uso instituciones privadas sin ánimo de lucro con un propósito público, así como con el uso directo e indirecto del sistema de la empresa capitalista para alimentar de capitales a la maquinaria filantrópica. Bernstein, Peter W. y Annalyn Swan (2007). All the Money in the World. How the Forbes 400 Made and Spend their Fortunes. Nueva York (NY): Alfred A. Knopf. Borgmann, Karsten (2004). «‘The Glue of Civil Society’: A Comparative Approach to Art Museum Philanthropy at the Turn of the Century». En Thomas Adam (ed.). Philanthropy, Patronage and Civil Society. Experiences from Germany, Great Britain, and North America. Bloomington (Indiana): Indiana University Press, pp. 34-55. Boris, Elizabeth T., Lorenz Renz, Asmita Barve, Mark A. Hager y George Hobor (2006). Foundations Expenses and Compensation. How Operating Characteristics Influence Spending. 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En la primera parte de este artículo se analiza a qué se debe el resurgimiento de la filantropía y cómo encaja en el paradigma del estado de bienestar de los países de Europa Occidental. Sin embargo, el desarrollo de la filantropía en Europa Central-Oriental, sometida a un régimen comunista durante cuatro décadas, ha sido muy diferente. La segunda parte del artículo trata de los cambios ocurridos al caer el comunismo en 1990, y presenta ampliamente el proyecto de Sociedad Abierta de George Soros, un conocido filántropo norteamericano, cuyo objetivo ha sido promover el desarrollo de la sociedad civil en los países del antiguo bloque soviético, lo que, según su visión, es indispensable para la formación de un sistema democrático. En la tercera parte del artículo, se ponderan las nuevas tendencias y enfoques de la filantropía que están surgiendo en el mundo globalizado. La internacionalización del mercado, bajo el impulso del libre trasiego de capitales y tecnología a la búsqueda tanto de mano de obra como de clientes, ha creado nueva riqueza en todo el mundo. Al mismo tiempo, benefactores, fundaciones e incluso grandes empresas han empezado a desarrollar un interés en algunos problemas sociales y del medio ambiente, y 1. LA FILANTROPÍA Y EL ESTADO DE BIENESTAR El estado de bienestar en Europa Occidental está pasando por cambios profundos a medida que se van redefiniendo las responsabilidades sociales. Lo más frecuente es que los ciudadanos tengan que pagar por los servicios que necesiten y que dependan del apoyo de sus familias. Las empresas se van implicando cada vez más en varios aspectos sociales de la actividad económica, tales como el mercado de trabajo, la sanidad, el cuidado de los mayores o la ayuda a padres jóvenes. Al mismo tiempo, el sector del voluntariado y de la filantropía va asumiendo cada vez más responsabilidades por los asuntos colectivos. Dicho de otra forma, el gobierno, el mercado, la familia y el sector filantrópico han sido responsables de la diversificación del sistema de bienestar. 89 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Numerosos investigadores de la política social y muchos políticos consideran la filantropía como un paso previo a la evolución europea hacia el estado de bienestar, estado que es generalmente relacionado con los valores cristianos y con la caridad (de Swaan 1988; van Leeuwen 2000). Sostienen que las medidas que introduce el estado de bienestar son precisamente lo opuesto a lo que representa la filantropía: derechos cívicos y sociales en lugar de desigualdad, paternalismo o arbitrariedad. Muchos consideran el estado de bienestar como el triunfo sobre el pasado filantrópico, sobre la ayuda a los pobres y la caridad. Sin embargo, los recientes cambios en los sistemas de bienestar en muchos países europeos demuestran que las ventajas del estado de bienestar no han hecho prescindible, de ningún modo, la contribución de las organizaciones filantrópicas familiares, eclesiásticas o particulares. Se puede definir la filantropía como «acción privada a favor del bien público» (Payton 1988), que expresa el compromiso de personas individuales, fundaciones y corporaciones con la sociedad. Eso incluye la donación por parte de personas y familias, los legados de personas individuales, la concesión de becas por parte de fundacio- nes, así como el patrocinio de empresas sobre algunas metas sociales. Por lo común, esas metas comprenden la religión, los servicios a personas, la educación, la sanidad, las artes y la cultura, el medio ambiente, los deportes y el esparcimiento y, por último, los asuntos internacionales. Se entiende por filantropía la administración de y la responsabilidad social por el bienestar del conjunto de la sociedad. En algunos casos, las conductas filantrópicas obedecen a motivos más bien egoístas, tales como incentivos fiscales, pero, mientras predomine el interés público, esas conductas se consideran filantrópicas. La filantropía implica donaciones (de dinero, bienes y/o tiempo) voluntariamente cedidas a favor del bien público y para servir en primer término a ese fin (Schuyt 2006). A escala mundial, la filantropía privada (de personas individuales, empresas y fundaciones, en su conjunto) asciende, como promedio, únicamente al 11% de los ingresos del sector (1995) no lucrativo (Salamon et al. 1999: 24). Para Europa Occidental, la contribución filantrópica a los ingresos de origen no lucrativo se calcula de siguiente manera: Reino Unido 9%, Francia 7%, Irlanda 7%, Austria 6%, Bélgica 5%, Alemania 4% y Holanda 3% (véase cuadro 1). CUADRO 1. FUENTES DE INGRESOS DEL SECTOR NO LUCRATIVO (1995), EN PORCENTAJE Fuente: Salamon et al. (1999:25). 90 LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL... Hasta la década de los noventa, Estados Unidos fue el único país del mundo donde se describía sistemáticamente el volumen económico del sector filantrópico. Desde 1995, el American Association of Fundraising Counsel Trust for Philanthropy lleva publicando un informe anual sobre la filantropía en los EEUU con el título Giving USA. Actualmente, el único país europeo donde se realiza una investigación similar es Holanda. Desde 1993, la Universidad Libre de Amsterdam publica cada dos años un informe con el título Giving the Netherlands. Se espera que la contribución filantrópica en la mayoría de los países de Europa Occidental vaya aumentando paulatinamente en los próximos años. Caben tres explicaciones del renacimiento de la filantropía. La primera razón, desde un punto de vista demográfico, es que el número de personas mayores está creciendo rápidamente, mientras que las familias se vuelven menos numerosas. Al mismo tiempo, la generación posterior a la Segunda Guerra Mundial se ha enriquecido y está transfiriendo su riqueza a la generación siguiente; por razones tanto fiscales como morales, desea no sólo favorecer a sus hijos, sino también los objetivos de la sociedad. La tercera explicación es política y tiene relación con los cambios en la política social y en los compromisos asumidos por la mayoría de los estados de bienestar de Europa Occidental. Estos cambios no sólo han significado reducciones en el gasto de los estados, sino también una disminución de su nivel de compromiso (Havens y Schervish 2003). Se puede decir que los países de la Unión Europea se encuentran en una transición, dado que los cambios demográficos, el aumento de riqueza y otros acontecimientos culturales y políticos a escala nacional y europea han desencadenado cambios fundamentales en las instituciones económicas, sociales y políticas. La Unión Europea está pasando por un continuo proceso de reestructuración, incorporando en su seno a más países de Europa Oriental y, al tiempo, asumiendo los retos de los flujos inmigratorios. En consecuencia, se necesitan constantes innovaciones por parte de los gobiernos, empresas e iniciativas cívicas, para que Europa mantenga las condiciones de vida de una comunidad próspera y democrática. La prosperidad europea depende de un crecimiento económico sostenible, un sistema político democrático y un nivel básico de prestaciones de seguridad social. Los cambios económicos y políticos de las últimas décadas han afectado a las prestaciones de la seguridad social y el bienestar público. Han sido redefinidas las responsabilidades del Estado y reasignados los recursos financieros. Para las prestaciones de seguridad social, eso significa que su financiación depende de tres fuentes: el presupuesto estatal, los impuestos y la filantropía. El estado de bienestar actual se apoya en los siguientes cuatro pilares (Schuyt 2006). 1. El estado continúa garantizando diversas prestaciones sociales y contribuye al bienestar común a través del sistema de impuestos. La posibilidad de deducir de los impuestos sobre la renta los costes de la educación, del cuidado de familiares e hijos, determinados beneficios y gastos, crea un cierto bienestar fiscal. 2. El mercado. El giro más grande es la expansión del seguro privado, del seguro de la salud y de la seguridad social privada. Al quedar reducida la seguridad gratuita bajo la administración del estado, los ciudadanos buscan otras formas de protegerse, contratando seguros individuales y/o colectivos. Éstos suelen abarcar las áreas de mantenimiento de ingresos, de la salud y de la educación. En el sector comercial, la responsabilidad de la empresa por el bienestar de su personal se conoce, desde hace mucho tiempo, como «seguridad laboral», que incluye las facilidades para la formación, las condiciones en el trabajo, la vivienda, el cuidado de los niños y las previsiones para los empleados mayores. 3. La familia. Cuando las personas no son capaces de cuidarse de ellas mismas, recurren sobre todo a su red primaria, esto es, a su pareja, familiares, parientes, amigos o vecinos. Tanto el Estado como las empresas permiten la baja por maternidad/paternidad y en 91 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS algunos países el permiso para cuidar de padres ancianos o parientes enfermos ya es práctica corriente. 4. La filantropía es el cuarto pilar del sistema de bienestar, y está compuesto por las contribuciones voluntarias de personas individuales, fundaciones y empresas a favor del bien público. La reestructuración del estado de bienestar parece inevitable en vista de que los sistemas tradicionales no son capaces de afrontar los cambios demográficos y económicos. A las principales instituciones que garantizan la seguridad social y que, hasta el presente, han sido únicamente el Estado, el mercado y la familia, se les ha sumado un nuevo miembro llamado filantropía, o la sociedad civil, o el tercer sector. El sector filantrópico está cada vez más dispuesto a participar en la financiación del sistema de bienestar y ha sido responsable, conjunto con el Estado, el mercado y la familia, de la diversificación de ese sistema. La explicación tradicional de la tipología del estado de bienestar se basa en el grado en que interviene el sistema político (Esping-Andersen 1990: 37).1 Los factores que se tiene en cuenta se centran en los modelos estructurales de la sociedad, desatendiendo prácticamente el papel de los valores, de la ideología y de la religión. La filantropía , sin embargo, se basa en gran medida en los incentivos culturales, y la forma en que podrá ser incorporada en un estado de bienestar diversificado depende mucho de las condiciones estructurales de los distintos estados de bienestar de Europa Occidental, así como de las tradiciones históricas de cada país. 2. LA FILANTROPÍA EN LOS PAÍSES POSTCOMUNISTAS: EL CASO DEL PROYECTO DE SOCIEDAD ABIERTA DE GEORGE SOROS2 El período de comunismo fue un período de represión de las ideas de filantropía y movilización social, así como de las instituciones caritativas y filantrópicas. Las autoridades comunistas, mediante toda una serie de instrumentos legales y aplicando la política de hechos consumados, liquidaron masivamente tanto las instituciones religiosas como civiles de carácter protector, educativo, sanitario o cultural. Se apropiaron de sus bienes sin recompensarles y expulsaron a sus empleados. Además, nombraron sus propios cuadros en las organizaciones sociales supervivientes por ser útiles al régimen. Como resultado de esas decisiones, quedó interrumpida casi toda la actividad filantrópica, reducida a contadas iniciativas informales de autoayuda y actos de beneficencia, casi siempre en torno a la Iglesia u organizaciones de carácter religioso. La beneficencia y la filantropía se convirtieron oficialmente en temas de burla y desprecio de los gobernantes, así como en una actividad al borde de lo prohibido y, sin duda, mal vista. Tras la caída del comunismo y la llegada del régimen democrático, ha resurgido la actividad caritativa y filantrópica en esta parte del continente europeo. En un nuevo ambiente libre de limitaciones legales y políticas, se observó una rápida reconstrucción de la actividad civil. El resurgimiento de la filantropía en la Europa Central y Oriental de los años noventa del siglo pasado elude una descripción sencilla, porque concurre en él un conjunto muy heterogéneo de instituciones sociales y financieras, que se diferencian mucho en cuanto a la motivación de sus fundadores, a su forma jurídica, al campo y forma de su actividad, así como a las fuentes y el nivel de financiación. Hoy, en Europa del Este, la filantropía abarca muchos campos de la vida social: la educación, la 1 Esping-Andersen distingue tres tipos de estado de bienestar: el social democrático, el liberal y el de las corporaciones o conservador. Las diferencias entre ellos dependen de: (a) cual de las principales instituciones que garantizan la seguridad social (el Estado, el mercado o la familia) sea la dominante, (b) de los sistemas de estratificación social que sostenga esa mezcla de instituciones, y (c) del grado de autonomía, es decir «hasta que punto pueden las personas o familias mantener un nivel de vida socialmente aceptable sin la participación del mercado» (EspingAndersen 1990: 37). 2 La elaboración y redacción de esta sección ha contado con la colaboración de Matías Dopierala. 92 LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL... protección y mejora del medio ambiente, el desarrollo de la sociedad civil y de la iniciativa local, así como los remedios a las carencias de la seguridad social provocadas por la dinámica de las reformas del sistema económico. La filantropía actual introduce también nuevas y, en esta parte de Europa, hasta ahora desconocidas formas de incentivos, por ejemplo, las campañas filantrópicas, o la defensa de los derechos de víctimas o de personas discapacitadas. Diferentes clases de instituciones de carácter no gubernamental (las ONG), así como toda una serie de organizaciones internacionales e, incluso, fundaciones extranjeras, participan de forma significativa en el renacimiento de la actividad filantrópica en Europa del Este. Se trata de organizaciones tales como las fundaciones Fondation de France, Trusts Ford, la Bosch, Rockefeller Brothers Fund, los Pew Charitable, la Stewart R. Mott, la Konrad Adenauer, entre otras. No poca importancia tuvieron también las acciones de ayuda económica de países como Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Holanda, los países escandinavos o Japón. Dentro del marco de estas actividades, destaca el conocido filántropo norteamericano de origen judío húngaro, George Soros. Para comprender mejor los motivos de su actividad filantrópica, en general, y en esa parte de Europa, en particular, es necesario recordar brevemente su biografía. Nació en 1930, en Budapest. Con apenas 17 años, a raíz de las transformaciones comunistas después de la II Guerra Mundial y de la creciente influencia de la URSS en su país, emigró a Inglaterra, donde se graduó en la London School of Economics. En 1965 viajó a Estados Unidos, donde, al principio, se dedicó a la inversión en el mercado de capitales y así hizo gran fortuna. Cabe añadir que, durante sus estudios en Londres, había conocido la obra de Karl Popper y su visión de una sociedad abierta. Esta visión tuvo gran influencia sobre sus opiniones y futura actividad filantrópica, basadas en valores provenientes de su origen y su experiencia del nazismo y comunismo, que habían intensificado su interés por la obra de aquel filósofo. En 1979 creó en Nueva York su primera fundación, el Open Society Fund, en homenaje a Karl Popper. Su objetivo era promover una sociedad civil basada en los principios del derecho y la economía capitalistas, de transparencia de administración pública e independencia de los medios de comunicación, y de respeto por los derechos humanos. Consciente de que la sociedad civil sólo puede prosperar en coexistencia con un gobierno democrático, la libertad de expresión y el respeto a los derechos de cada persona, organizó la primera fundación con esas características, basada sobre los mismos principios y con la misma amplitud de actividades, con sede en Hungría en 1984, en la Unión Soviética en 1987, y en Polonia en 1988. El propósito común de todas y cada una de ellas era apoyar la promoción de la democracia y de los movimientos que la favorezcan, para, más adelante, cuando cayera el comunismo, apoyar el desarrollo de la nueva sociedad civil, su cultura y educación, como los elementos que refuerzan las bases del sistema democrático. El momento clave, sin embargo, parece ser cuando George Soros fundó en 1993 el Open Society Institute (OSI), para apoyar las fundaciones que había establecido en la década de los ochenta en Europa Central y Oriental, así como en los países de la ex-Unión Soviética, con el fin de ayudarles en su transición del régimen comunista hacia la democracia. Desde entonces, el OSI extendió las actividades de las fundaciones a otras partes del mundo en las que las transformaciones democráticas parecen más urgentes. Actualmente, su actividad abarca más de sesenta países, incluidos los Estados Unidos. Las iniciativas introducidas por OSI atienden primero a aquellas regiones de todo el mundo que presentan necesidades específicas, frecuentemente consideradas como secundarias. La mayoría de los programas que se ofrecen es administrada por dos centros principales, OSI-Nueva York y OSIBudapest, que se ocupan de coordinar las actividades realizadas en colaboración con las organizaciones filantrópicas nacionales y locales de cada región fundadas por George Soros. George Soros insiste en la renovación de la estructura y cohesión de la sociedad civil en los países de Europa Oriental, rotas durante las 93 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS En la región que nos ocupa encontramos las siguientes fundaciones: la Open Society Foundation for Albania, la Open Society Institute Assistance Foundation (Armenia), el Open Society Fund de Bosnia-Herzegovina, el Open Society Institute de Bulgaria, la Open Society Foundation de Eslovaquia, la Open Estonian Foundation, la Soros Foundation de Hungría, la Soros Foundation de Kazajistán, la Soros Foundation de Letonia, el Open Society Fund de Lituania, la Foundation Open Society Institute de Macedonia, la Foundation Open Society Institute de Montenegro, la Stefan Batory Foundation (Polonia), el Open Society Fund de la República Checa, la Soros Foundation Romania, el Fund for an Open Society de Serbia, la Open Society Institute Assistance Foundation de Turquía y la International Renaissance Foundation de Ucrania. El fin común de todas ellas es apoyar de forma integral el desarrollo social y la actividad social, informativa, cultural, científica y educativa, para promover la democracia en los países donde operan, así como para favorecer el acercamiento entre todas las naciones y países de Europa Central y Oriental. Su actividad se centra en la gestión y apoyo a las organizaciones e instituciones cuyas actividades promuevan los principios del estado democrático de derecho, los principios de transparencia en el quehacer público, el control social de las instituciones públicas, el combate de las patologías de la vida pública y social, los derechos y libertades ciudadanas, la igualdad para la mujer y para las minorías, el acceso de los ciudadanos a la información, a la asistencia legal y a la justicia, y que propaguen la actividad y responsabilidad ciudadana. Igualmente, realizan toda clase de actividades de apoyo al desarrollo de colectividades locales, comunidades autónomas, organizaciones no gubernamentales y otras instituciones que se esfuerzan por el bien público en las diferentes manifestaciones de la vida pública (por ejemplo, el medio ambiente, la ciencia, la cultura, el arte, la información, la integración europea, la protección de la salud, el desarrollo empresarial, etc.). También se incluyen las actividades cuya finali- décadas del régimen comunista, y que son de suma importancia para el desarrollo de la sociedad civil y de lazos sociales, así como del sentimiento de corresponsabilidad por la construcción del país y su futuro. Los programas del OSI y de las fundaciones están enfocados en la construcción de autogobiernos ciudadanos, en la recuperación de la cultura asociativa y de los valores de la sociedad civil, que habían permanecido marginados y coartados por el régimen comunista durante casi medio siglo. Ofrecen ayudas para el desarrollo de la sociedad civil y para sostener el impulso del proceso de democratización, apoyan las ideas democráticas y las transformaciones sociales para el desarrollo de la libertad de expresión, promoviendo esos valores mediante programas de formación, campañas sociales y dotaciones. La actividad de OSI abarca un amplio espectro de operaciones dedicadas fundamentalmente a construir una sociedad civil abierta, a través, entre otras cosas, de varias clases de ayudas orientadas al fortalecimiento de la sociedad civil, establecimiento de reformas económicas, educación en todos sus niveles, desarrollo y promoción de los derechos humanos, reformas legales, con particular énfasis en la reforma de la administración pública, el desarrollo de medios y centros de comunicación independientes, la sanidad pública y la cultura y el arte. La fundación de George Soros se compone de instituciones autónomas, creadas en muchos países de cada región para iniciar o apoyar una sociedad civil abierta. Sus prioridades y las actividades que emprenden dependen del director de cada fundación en consulta con su fundador, George Soros, y bajo el control del OSI. Este tipo de organización permite adecuar al máximo los medios y las iniciativas que se emprenden a los fines de la región, país o grupo social dado. Además, las fundaciones también aceptan medios de fuentes distintas del Open Society Institute. Por eso, sobre ellas recae la responsabilidad de asignar escrupulosamente los medios de que disponen a los fines que consideran más convenientes. 94 LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL... dad es igualar las oportunidades sociales de los grupos más débiles o sobre los cuales pende la amenaza de la exclusión social (minusválidos, inmigrantes, niños y jóvenes en medios sociales patológicos o culturalmente desprotegidos, etc.). Asimismo, favorecen el desarrollo de la cooperación internacional para el desarrollo de la democracia, del mercado, de la educación, de la ciencia, de la cultura, del intercambio de información, de la conservación del medio ambiente y de los servicios médicos, con especial hincapié en la cooperación en Europa Central y Oriental. El apoyo abarca también los programas de investigación, de información y de publicación que faciliten la adquisición y propagación del conocimiento sobre los fenómenos sociales, económicos y políticos, así como los programas de becas y de formación para estudiantes universitarios. Aparte de llevar a cabo sus propias iniciativas, las fundaciones cooperan y colaboran con otras instituciones, organizaciones y personas. Esa colaboración puede consistir en el apoyo organizativo, financiación parcial o total de la iniciativa, o bien en la ayuda para recabar los fondos necesarios de otras fuentes. En cuanto a la financiación de las fundaciones, cabe destacar que en la mayoría de ellas el capital fundacional es de George Soros, quien además las apoya con dotaciones anuales y subvenciones para fines extraordinarios. Se podría enumerar toda una serie de posibles fuentes de financiación de las fundaciones, desde donantes particulares, instituciones privadas y estatales, hasta empresas. Sin embargo, lo más importante es que todos los medios que se reciben se destinan a la realización de los ya mencionados fines estatutarios de la fundación, pudiéndose especificar un fin concreto, siempre y cuando éste concuerde con los fines de la fundación. para actividades o para la financiación de asociaciones, que se lleva a cabo a través de varias decenas de programas de dotaciones, donde se estudian las peticiones y asignan los medios económicos para las obras que emprenden las organizaciones no gubernamentales. También se realiza un seguimiento de cómo se aprovechan esos medios y con qué resultado. Así, las fundaciones ayudan con su financiación a toda una serie de programas y acciones, conforme con los fines estatutarios, pero siempre bajo rigurosa vigilancia y seguimiento de la efectividad y escrupulosidad en el gasto de los medios concedidos. Además, esas fundaciones se dedican a lo que se suele llamar actividades operacionales, que consisten en organizar conferencias y debates, realizar visitas de estudios y formación, publicar, realizar campañas sociales y actuar como portavoz o defensor, y hacer el seguimiento del funcionamiento de instituciones públicas. Para poder apreciar en su justa medida la escala de las actividades de las fundaciones de Georg Soros en Europa Centro-Oriental, a continuación presentamos brevemente los programas coordinados por OSI-Budapest, que abarcan Lituania, Letonia, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Polonia y la República Checa. Para algunos programas, hemos proporcionado los ejemplos concretos de su realización. 1. Programa para Niños y Jóvenes. Su finalidad es modernizar las estructuras y programas sociales y educativos existentes, de tal manera que puedan contribuir al bienestar y el desarrollo, a la vez que a la formación de jóvenes para que puedan aprovechar plenamente su potencial personal. El programa presta especial atención a toda clase de minorías socialmente desfavorecidas. Ofrece becas, así como varios tipos de cursos, actividades de formación, etc. 2. Este-Este: Cooperación fuera de las Fronteras. Este programa apoya el intercambio internacional entre grupos de la sociedad civil de los países de Europa Central y del Este. Gracias a la colabora- ¿CÓMO ACTÚAN LAS FUNDACIONES DE GEORGE SOROS? Conforme con los principios del filántropo, el método fundamental de actuación de todas sus fundaciones es a través de la concesión de fondos 95 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS 3. 4. ción de conocidos promotores de la vida ciudadana, se facilita el intercambio de ideas, información, conocimientos, experiencias y análisis de la situación actual, se apoyan actividades concretas y, lo que es más importante, prácticas, para crear un proyecto conjunto de transformaciones y la promoción de una sociedad civil abierta. Pero el elemento más importante son las personas con responsabilidad pública, con mucha experiencia en el campo de construcción de la sociedad civil, y que colaboran activamente en la realización del programa. En el marco de este programa están previstas campañas sociales, mayor apertura de acceso a la información, la promoción de cultura, incluidas las culturas étnicas, y el diálogo social. Por ejemplo, en 2006 se organizó en Polonia, en cooperación con la fundación La Strada, una amplia campaña de información para las mujeres ucranianas sobre las redes de prostitución. Sistemas educativos. Su finalidad es apoyar cambios en los sistemas educativos y potenciar las posibilidades y oportunidades de educación y la construcción de los fundamentos de la sociedad civil en Europa Central y Oriental, así como en los países de la antigua Unión Soviética. Su meta es ampliar el acceso a la educación y mejorar su calidad. Postula la promoción de la justicia en la educación, la innovación y la actuación comprometida en tres aspectos principales: la lucha contra la exclusión social, la reforma del sistema educativo para su ampliación y apertura, y la educación conforme con los valores de la sociedad civil abierta. Cabe mencionar, por ejemplo, el Programa para la Tolerancia, desarrollado entre 2006-2008 para concienciar a la sociedad polaca de la existencia de las minorías étnicas en Polonia. Relaciones con la Unión Europea. Se trata de un programa para el desarrollo de determinados derechos humanos en el 5. 6. 7. 96 entorno de Unión Europea, países candidatos y potenciales candidatos. Por ejemplo, la Fundación Stefan Batory en Polonia ha desarrollado cuatro proyectos dedicados a las relaciones entre la Unión Europea y Ucrania y Bielorrusia, a la liberalización de la política fronteriza entre estos países, y el monitoring de las elecciones de 2004 en Ucrania y de 2006 en Bielorrusia. Seminarios educativos, encuentros de los expertos, intercambio de experiencias y publicaciones (en lenguas locales) caracterizan cada uno de estos proyectos. Derechos Humanos y Gobiernos. Este programa apoya la actividad de las ONGs dedicadas a la problemática de los derechos humanos y del ejercicio del poder. Ofrece asesoramiento y colaboración en la formación de las ONGs, pero, sobre todo, se ocupa de la promoción de los derechos cívicos y políticos a escala local, regional y nacional, poniendo especial empeño en la toma de consciencia acerca de los marginados sociales, excluidos del papel activo como ciudadanos, a quienes brinda su apoyo. Información Ciudadana. El programa promociona la igualdad de derechos al desarrollo y el acceso al saber y a las fuentes de información, para contribuir a una mayor legitimación social de la autoridad y así mejorar su efectividad. Destaca la importancia de esa posibilidad de acceso, del intercambio y de creación de información como elementos indispensables para la construcción de la sociedad civil. Se basa en dos elementos importantes: el desarrollo tecnológico (por ejemplo, la informatización de las escuelas) y el desarrollo de los valores y la consciencia social mediante las nuevas tecnologías. Educación Superior Internacional. Este programa se dedica a promover y desarrollar la educación superior en el campo de las ciencias naturales y sociales en Europa LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL... 8. 9. Central y Oriental, así como en los países de la ex Unión Soviética. Está previsto para todos los niveles de la educación superior hasta el doctorado y comprende ayuda organizativa, técnica y económica. Permite ampliar el expediente académico y prepararse para trabajar en la enseñanza pública o universitaria. Asimismo, ayuda a diseñar y realizar reformas en la educación superior. Lo importante es que este programa está dirigido tanto a los estudiantes como a los profesores. Política Internacional. Se trata de un programa dedicado a la investigación y análisis de la sociedad civil, así como a la educación de sus futuros líderes. En rigor, se trata de una formación profesional para redactar hábilmente textos y proyectos de carácter social y político, y para manejar los instrumentos disponibles relacionados con la vida política, para poder defender eficazmente los valores ciudadanos. El programa está orientado hacia las organizaciones que se dedican a campañas sociales y a la defensa de los valores cívicos, y hacia los estudiosos que se dedican a la investigación de la política a escala local y regional. Administración Local y Reforma de los Servicios Públicos. Este programa se ocupa de promover un desempeño democrático y eficiente de las autoridades e instituciones de la administración pública. Además, introduce el concepto de análisis político en el proceso de toma de decisiones en el quehacer público. Admite también acciones para reorganizar la administración local y regional con la participación activa de representantes de la sociedad civil, cuyo papel incluye el control de la actuación de las autoridades de ese nivel e intentos de compararlas con autoridades similares en otros países de esta parte de Europa. Como uno de los ejemplos, se puede mencionar el programa contra la corrupción desarrollado en Polonia, que incluye el barómetro de la opinión pública, la evaluación de las promesas electorales, y el control de financiación de las campañas electorales. 10. Medios de Comunicación. Su principal cometido es participar en el desarrollo y estabilización de los medios de comunicación basados en el principio de la libertad de expresión, el pluralismo y el control por parte de la opinión pública. Se propone como meta construir medios responsables, profesionales y que inspiren confianza en los países postcomunistas, así como crear en su territorio un mercado de medios libres. Este programa abarca acciones tales como: preparar una legislación adecuada, que facilite la transformación de los medios en auténticamente libres según las normas internacionales; formar y ayudar a periodistas con alto nivel profesional y al personal de gestión de medios de comunicación; crear una organización que acoja a los medios de comunicación e instituir mecanismos de autorregulación. Todo eso debe reforzar los valores y normas de una sociedad civil abierta y propagar los principios del pluralismo en los medios y con la ayuda de éstos. 11. Sociedad Abierta. El programa aspira a potenciar la actividad de los ciudadanos en la vida pública y a mejorar la eficacia de las organizaciones cívicas. Por ejemplo, se concedieron fondos al periódico local polaco que evaluaba el trabajo de los diputados y sus promesas electorales. En vísperas de las elecciones locales de 2006 en Polonia, unas 339 organizaciones no gubernamentales de 224 poblaciones participaron en acciones educativas para los votantes. El propósito fue identificar los problemas locales y organizar debates sobre ellos entre los ciudadanos y los candidatos. La Fundación Batory de Varsovia ofreció un gran número de seminarios de preparación para las ONGs participantes en el proyecto. 97 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS 12. Sistema Jurídico. Este programa está orientado a labores de arbitraje en el proceso de reformas jurídicas. Prevé la consulta técnica, la asistencia legal y el desarrollo de conocimientos jurídicos en los siguientes campos: derecho penal, derecho internacional, libertad de expresión y de prensa, e igualdad de todos los ciudadanos. Por ejemplo, en 2006 en Polonia se concedieron fondos a 27 oficinas de consultas jurídicas, que proporcionan ayuda jurídica gratuita a los que se encuentran en una situación económica precaria. 13. Salud Mental. Su finalidad es conseguir que personas con discapacidad mental sean tratadas igual que los restantes miembros de la sociedad, que tengan los mismos derechos y participen en su comunidad de forma relativamente activa, todo ello al amparo de los derechos humanos garantizados a todos los ciudadanos. El programa también proporciona ayudas para crear organizaciones que se ocupen de los problemas de los discapacitados y de su integración en la sociedad. 14. Salud Pública. Su finalidad es introducir cambios significativos en el sistema de sanidad pública, tanto en su organización como en la calidad, y con especial atención a los grupos sociales marginados. Intenta también organizar campañas contra las enfermedades infecciosas de alcance global (VIH, malaria, tuberculosis, etc.) con la participación activa de la sociedad civil. Su acción abarca las campañas sociales, de información, de formación en los temas de higiene y profilaxis contra las enfermedades infecciosas, así como el desarrollo del sistema de sanidad, mejor acceso a los medicamentos, sobre todo para las personas más pobres y marginadas. Dentro de este programa podemos mencionar los cursos para terapeutas para los alcohólicos y sus familias organizados por los especialistas polacos en Kirguizistán, Kazajstán, Armenia y Georgia. 15. Programa para Gitanos. El cometido de este programa es mejorar la situación económica, social y política de los gitanos en Europa Central y Oriental. Se intenta sobre todo integrar a la colectividad de los gitanos mediante su incorporación al sistema educativo, haciendo conocer su cultura, asegurándoles asistencia sanitaria y la posibilidad de participar activamente en la vida social y política. 16. Programa de Becas. Su finalidad es movilizar a estudiantes y profesores para que organicen sociedades y emprendan distintas actividades, no sólo para alcanzar un nivel educativo más alto, sino también para mejorar el ambiente social de su región, en sus aspectos social, político e intelectual. La meta del programa es mejorar tanto los métodos de enseñanza como el nivel de la enseñanza superior de su entorno. Presta especial atención al avance de los estudios dedicados al análisis de la situación actual en la región y a la evaluación de las reformas emprendidas. También ofrece becas para preparar proyectos propios, con utilidad social en la propia región, a saber: salones escolares de recreo, cursos de inglés para los más pobres, etc. 17. El Fondo Think Tank apoya los centros políticamente independientes y las organizaciones dedicadas a promover y afianzar los procesos democráticos, a través de actividades tales como: el análisis de la situación política, la asistencia al gobierno mediante consultas, la actuación como portavoz de la opinión pública en importantes cuestiones políticas y sociales, o sometiendo a debate social cuestiones consideradas como secundarias o totalmente desatendidas por el gobierno pero, en realidad, importantes para el orden democrático y para constituir una sociedad civil abierta. También apoya a 98 LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL... las organizaciones que se dedican a promover reformas políticas favorables a una mayor transparencia, apertura y sentido de responsabilidad por las decisiones políticas. 18. El Programa para las Mujeres promueve actividades que tienen como meta alcanzar la igualdad de la mujer ante la ley y los derechos del ciudadano, y para crear la conciencia de que la garantía de estos derechos es parte integral del proceso de democratización. Este programa se ocupa, sobre todo, de todas aquellas regiones de Europa Central y Oriental en las que las estructuras gubernamentales, el derecho, la seguridad social y la economía requieren reformas inmediatas y las mujeres y las niñas son perseguidas o discriminadas. Para resumir, podemos afirmar que el OSI y las fundaciones creadas por George Soros en los países postcomunistas llevan a cabo actividades de gran envergadura, ofreciendo alrededor de 20 programas diferentes, que abarcan muchos campos de la vida: la educación, la sanidad, los derechos humanos, la justicia, la igualdad entre la mujer y el hombre, o la lucha contra la marginación social. El Open Society Institute ha distribuido más de 6.000 millones de dólares entre 1993 y 2006. Sólo este último año distribuyó 447 millones. prominente. En Europa, el número de fundaciones benéficas ha aumentado considerablemente, y es relativamente frecuente que algunos empresarios que se han enriquecido extraordinariamente donen gran parte de sus ganancias para fines benéficos. Entre ellos se cuentan no sólo Anita Roddick, fundadora de Body Shop, o Arpad Busos, el gran empresario de hedge funds en Francia, sino, incluso, algunos nuevos ricos de Rusia, tales como Roman Abramovich, el oligarca ruso del petróleo, que ha donado muchos millones en la región de Kamchatka. También algunas celebridades están poniendo buena parte de su dinero en obras benéficas y, aprovechando su popularidad, recaban fondos entre otras personas. Los medios de comunicación, que antes solían hacer poco caso de las donaciones caritativas, hoy destacan a los muy ricos y muy generosos, quitando mérito a quienes no lo son tanto. Otra razón de suma importancia para el desarrollo reciente de la filantropía es el interés de los filántropos en aplicar su riqueza de manera empresarial a problemas que afectan a la sociedad, a escala global o regional. Los filántropos de hoy hablan de «inversión social», «filantropía por proyectos», y «empresa social». El nuevo enfoque de la filantropía gira alrededor de las iniciativas sociales, es sensible al mercado, se apoya sobre la tecnología moderna, e implica el máximo aprovechamiento del apoyo financiero del donante. Para que las donaciones brinden auténtico provecho, los donantes concentran los recursos en problemas que permanecen desatendidos por los gobiernos o las empresas con ánimo de lucro. Al no ser controlado ni por electores ni por accionistas, el donante puede arriesgarse en la búsqueda de soluciones originales, que los gobiernos o empresas podrán luego, quizás, adoptar a mayor escala. Muchos líderes de la nueva generación de filántropos piensan que se puede transformar el mundo de las donaciones aprovechando las enseñanzas extraídas del mundo de la empresa. En efecto, se van confundiendo varias de las tradicionales diferencias entre las organizaciones con o sin ánimo de lucro, así como entre las 3. NUEVAS TENDENCIAS Y ENFOQUES DE LA FILANTROPÍA El creciente entusiasmo por la filantropía es, en gran parte, una consecuencia de la rápida creación de riqueza durante los últimos años y de su desigual distribución. Actualmente el mundo cuenta con 691 multimillonarios, 388 de los cuales han hecho esa fortuna ellos mismos (Bishop 2006). La tendencia al incremento de las donaciones no se limita sólo a los Estados Unidos, donde los filántropos siempre han desempeñado un papel 99 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS El trabajo compartido entre las empresas y las ONG para ayudarse mutuamente a alcanzar metas sociales o medioambientales conlleva la transferencia de algunas habilidades y técnicas del sector empresarial a las organizaciones sin ánimo de lucro. Esta profesionalización del sector benéfico se debe también a que algunos especialistas del sector privado prefieren trabajar en una ONG por razón de su compromiso social, buscando otra calidad de vida y otras metas en su trabajo. Esos profesionales aportan valiosas experiencias, habilidades, contactos y conceptos. En consecuencia, las organizaciones sin ánimo de lucro empiezan a asimilar algunas prácticas del mundo empresarial. Ha surgido un nuevo estilo de organización que intenta definir una vía intermedia entre la filantropía y las tradicionales empresas lucrativas. Muchas fundaciones han empezado a explorar el método de inversión para objetivos concretos, intentando asignar sus fondos en función de sus objetivos. A su vez, muchos filántropos, enriquecidos con sus inversiones, intentan utilizar el mismo enfoque al donar dinero, de tal manera que sirva para solucionar problemas con eficacia y eficiencia. En este caso, no se trata de mejorar la rentabilidad económica de la inversión, sino de obtener beneficios sociales. Sin embargo, el emprender proyectos conjuntos no deja de presentar dificultades. La cultura empresarial de tomar decisiones rápidas, de desarrollar los productos rápidamente y de materializar las iniciativas enseguida está muy lejos del estilo más lento y burocrático propio de muchas organizaciones sin ánimo de lucro. En cambio, las empresas que desean integrarse en los proyectos sociales pueden aprovechar la técnica que las ONGs dominan, a saber, el conocimiento y la experiencia local de los fenómenos sociales y medioambientales. La clave del éxito de esa clase de cooperación está en los diferentes recursos que aportan las empresas y las organizaciones sin ánimo de lucro. Tanto las empresas como las ONGs que desean mejorar sus resultados se encuentran ante retos bastante grandes. En primer término, el número empresas que asumen su responsabilidad social, y la filantropía ilustrada. Pese a las diferencias entre esos actores, muchos de ellos se enfrentan a los mismos retos y ensayan nuevos ámbitos de cooperación. Anteriormente, muchos sostenían que son las empresas lucrativas quienes rinden el mejor servicio a la sociedad con su esfuerzo para ganar más beneficios y, al mismo tiempo, producir bienes, ofrecer crecimiento económico e inversión, brindar servicios, empleo y pago de impuestos. Pero, últimamente, los ejecutivos empiezan a asumir puntos de vista cada vez más complejos, e, incluso, han llegado a parecerles primordiales asuntos que antes se consideraban marginales o radicales, como la lucha contra la obesidad, el calentamiento global, la industria del transporte o la seguridad laboral. Tanto las empresas lucrativas como las instituciones públicas han comprobado que la colaboración con las ONG les ayuda a asumir las nuevas tendencias y aspiraciones y, en consecuencia, conseguir logros sociales. Ha surgido la necesidad de una forma de colaboración, en la que las empresas que buscan nuevos objetivos estratégicos y nuevos mercados recurren a los grupos organizados de la comunidad, o a organizaciones no gubernamentales y agencias de las Naciones Unidas, para que les ayuden a lograr sus fines sociales y medioambientales. De hecho, en la declaración final de la cumbre de los Ocho Grandes de 2007, se urgía explícitamente a las empresas a que procurasen la aprobación de las ONGs para sus proyectos e inversiones. Así, después de muchas décadas en las que el sector de las organizaciones sin ánimo de lucro ha estado tratando únicamente con gobiernos, en temas tales como la degradación del medio ambiente, el escaso acceso a la educación, la pobreza o la crisis de la sanidad, ha logrado tener un nuevo grupo de apoyo: los ejecutivos y los filántropos que persiguen fines sociales. Cada vez hay más empresas, tanto públicas como privadas, que dirigen proyectos que suelen parecerse a los de las organizaciones no gubernamentales o caritativas. 100 LA FILANTROPÍA EN EUROPA CENTRAL... de proyectos conjuntos y la envergadura de los fondos disponibles siguen siendo sumamente modestos. Se estima que los fondos provenientes de empresas alcanzan entre un 3% y un 5% del total de las donaciones. En segundo término, hay cada vez más interés por orientar los esfuerzos con acierto. En el caso de las donaciones de las empresas, una tendencia es a orientarlas más hacia sus necesidades empresariales, pero esto puede perjudicar a aquéllas ONGs cuya orientación se considera menos esencial para los intereses de la empresa, y para aquéllas que actúan en áreas donde es difícil obtener resultados a corto plazo y de fácil evaluación. Resumiendo, la filantropía actual tiene a su disposición un amplio repertorio de recursos privados, tales como el dinero, el tiempo, el capital social y recursos tecnológicos. La riqueza trae consigo la educación, el poder de decisión, conexiones con las elites de otros países y un enorme poder de negociación. Los filántropos forman una elite global, que intenta cambiar el mundo, combinando el dinero con ideas, técnicas empresariales, y el aprovechamiento de los medios de comunicación y del marketing, y que movilizan a los ciudadanos, así como las conexiones políticas afines. Todo ello, por supuesto, tiene que poner a algunos regímenes políticos en alerta. George Soros, el famoso filántropo cuyo proyecto de la Sociedad Abierta hemos presentado en la segunda parte de este capítulo, ha sido criticado por el controvertido papel de algunas de las organizaciones que financia, ya que el propósito de estas organizaciones es potenciar la eficiencia de la sociedad civil. En Rusia, el presidente Vladimir Putin, enemigo de cualquier concentración de poder fuera de su gobierno, arremetió contra las organizaciones no gubernamentales y sus partidarios. Mijail Khodorovsky, anterior jefe de la gran empresa petrolera Yukos, se contaba entre los principales filántropos de Rusia antes de que fuera condenado a prisión tras un juicio espectacular. Por otro lado, los cambios en la cultura de la filantropía en Europa requieren el apoyo de la Unión Europea para facilitar lo que podemos llamar la filantropía a través de las fronteras. Se ha incrementado la movilidad de los europeos entre los países de la UE y ha aumentado la dispersión de sus bienes. Al mismo tiempo, los donantes desean practicar la filantropía a edades más tempranas y se interesan cada vez más por causas globales. Así, los ciudadanos europeos desean hacer regalos, donaciones o legados fuera de sus países, desean colaborar con causas internacionales y obras de caridad extranjeras, pero con frecuencia se encuentran ante complicados sistemas fiscales o barreras nacionales, puesto que este problema aún no ha sido abordado por los tratados europeos. La filantropía a través de las fronteras es ya una realidad en la Unión Europa y los Estados miembros han pedido a la Comisión Europea más coordinación en el área de los impuestos directos, para mejorar el trato fiscal en toda la Unión Europea.3 El creciente entusiasmo por la filantropía ha despertado esperanzas de una nueva «edad de oro de la filantropía». Para alcanzar este sueño y mejorar la eficacia de la filantropía, los expertos sugieren desarrollar los siguientes tres elementos: un sistema para medir el impacto de la filantropía; mejor información sobre las iniciativas tomadas que ayudaría evitar repeticiones, pérdidas de recursos y errores; y, tercero, mayor transparencia fiscal. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS American Association of Fundraising Counsel Trust for Philanthropy (AAFCTP). 2008. Giving USA: The annual report on philanthropy for the year 2007. Indianapolis: AAFCTP. 3 Acaba de crearse una base de datos europea de donaciones a través de fronteras (www.givingeurope.org) para proporcionar a los donantes, intermediarios y beneficiarios información concreta, prácticas ejemplares y soluciones relacionadas con la donación a través de fronteras tanto de la Unión Europea como transatlánticas, con el fin de ayudarles en el cumplimento de sus intenciones filantrópicas. 101 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS den Age of Philanthropy. Boston: Social Welfare Research Institute, Boston College. Havens, J. J. y P. G. Schervish. 2003. «Why the $ 41 trillion wealth transfer estimate is still valid: a review of challenges and questions», Journal of Gift Planning, 7, 1: 11-15, 47-50. Payton. R. L. 1988. Philanthropy: Voluntary Action for the Public Good. Nueva York: Macmillan. Salamon, Lester M. et al. 1999. Global Civil Society: Dimensions of the Nonprofit Sector. Baltimore: Johns Hopkins University. Schuyt, Th. N. M. 2006. Philanthropy in Western European Welfare States. Tradition and Trends. Presentado en el 6th International Symposium on Giving Culture, Seúl, Corea del Sur, The Beautiful Foundation. van Leeuwen, M. H. D. 2000. The Logic of Charity: Amsterdam, 1800-1850. Londres: Macmillan. Bishop, Matthew. 2006. «The business of giving. A survey of wealth and philanthropy», The Economist, 23 de febrero. Breeze, Beth. 2005. The Return of Philanthropy. Londres: Institute of Philanthropy. de Swaan A. 1998. In Care of the State: Health Care, Education and Welfare in Europe and the USA in the Modern Era. Cambridge: Polity Press. Esping-Andersen, Gøsta. 1990. The Three Worlds of Welfare Capitalism. Cambridge: Polity Press. Financial Times. 2007. Special Report. Corporate Citizenship and Philanthropy. Gouwenberg, B.M., ed. 2005. ed. Geven in Nederland. Den Haag: Elsevier. Havens, J. J. y P. G. Schervish. 1999. Millionaires and the Millennium: New Estimates of the Forthcoming Wealth Transfer and the Prospects for a Gol- 102 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LA ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA. UN ESTUDIO EMPÍRICO COMO PUNTO DE PARTIDA Elisa Chuliá y Jacobo Muñoz Comet gestionar unos y otras, restando así incentivos al estudio de la filantropía, desplazada como principal proveedora de estos servicios y prestaciones en el pasado. También en el estudio de los procesos políticos, las corrientes de investigación dominantes en la segunda mitad del siglo XX dieron, en gran medida, la espalda a las elites. Marcando distancias respecto a las teorías elitistas, los influyentes enfoques pluralistas y de la elección racional localizaron el centro de gravedad del poder político en grupos diversos con intereses plurales y definidos en virtud de cálculos utilitaristas, en lugar de hacerlo en determinadas elites o individuos significados en la comunidad política, con comportamientos no fácilmente ajustables a la lógica de la racionalidad instrumental.1 En definitiva, en la época del mayor desarrollo histórico de las ciencias sociales, el papel atribuido a las elites en el funcionamiento de las sociedades democráticas resultó más bien marginal. La tendencia de las principales corrientes de investigación a omitir la «humanidad» de los sujetos en la explicación de los fenómenos tampoco contribuyó a fijar la atención en los sujetos particulares ni en los grupos en gran medida marcados por el perfil individual de sus miem- 1. INTRODUCCIÓN: EL CRECIENTE INTERÉS POR LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES El estudio del entendimiento y de la práctica de la filantropía por parte de quienes integran el segmento con más recursos económicos de una sociedad puede encuadrarse en la sociología de las elites, disciplina que engloba la investigación sobre las minorías que «ostentan» el poder (sea éste político, económico o cultural); es decir, que lo ejercen y lo hacen patente. De la investigación de las pautas filantrópicas de este segmento de población cabe extraer información no sólo sobre cómo sus miembros entienden y practican la filantropía, sino también sobre cómo perciben la sociedad y el Estado, y cómo se perciben a sí mismos en relación con una y otro. Sorprende, a primera vista, la moderada atención que, en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, han suscitado las elites (en particular, las económicas) en las ciencias sociales (no sólo en España). Tal vez este aparente desinterés haya respondido a la impresión dominante de que el motor del desarrollo económico y social residía en las clases medias y, por tanto, eran ellas las que merecían atraer los principales recursos de investigación. Tal vez también los Estados del bienestar, en plena fase expansiva, orientaron la agenda de investigación social hacia los sectores que más se beneficiaban de la oferta de servicios y prestaciones públicas o que se encargaban de 1 Los argumentos elitistas, que alcanzaron su exposición más célebre en la obra de C. Wright Mills (1956), fueron rotundamente contestados por otros científicos sociales como Dahl (1958). 103 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS bros.2 Tanto en la sociología y la ciencia política como en la historia acabaron prevaleciendo paradigmas de interpretación que, tratando de neutralizar la subjetividad (la del investigador y la de los sujetos asociados a los fenómenos investigados), enfocaban la atención en estructuras y grandes sujetos sociales antes que en minorías rectoras; en las bases de la sociedad antes que en sus elites; en los pobres y desfavorecidos antes que en los ricos y afortunados. Bien es verdad que, en algunos países, lo que cabría denominar «la lógica de la academia» ni reflejó ni consiguió orientar la dinámica de la sociedad. Así, por ejemplo, en Estados Unidos –con una larga y sólida tradición filantrópica– la escasa atención que en el ámbito de las ciencias sociales se prestó a las elites no impidió que éstas mantuvieran, e incluso reforzaran, su espacio simbólico en la sociedad, acostumbrada esta última a poner el nombre de filántropos destacados a hospitales, bibliotecas, escuelas, parques, museos y teatros que aquéllos hacían posible y a celebrar públicamente estas donaciones. En otros países con tradiciones filantrópicas más débiles, la marginación académica de las cuestiones relacionadas con las elites no favoreció el desarrollo de un marco intelectual e ideológico propicio para avivar el interés y la consideración de los comportamientos filantrópicos de las capas más altas de la población. A partir de finales de los años ochenta, la buena acogida de las teorías sobre la sociedad civil para dar cuenta de los cambios sociales y políticos acontecidos en esa época destapó la importancia de algunos elementos más o menos vinculados con la filantropía, como las asociaciones y las fundaciones. Mientras en el discurso público ganaba terreno el concepto de «solidaridad social» (con menor connotación elitista que el de «filantropía»), la contribución de las elites económicas a la creación y el sostenimiento de muchas de estas organizaciones sin fines lucrativos, dedicadas a satisfacer objetivos sociales o culturales, no atrajo mucho interés. Sin embargo, en los últimos años se aprecian algunos cambios a este respecto. En las economías avanzadas, los beneficios rápidamente generados en negocios y transacciones globales han favorecido la creación de inmensas fortunas, mundialmente conocidas gracias a la cobertura que reciben sus propietarios en los medios de comunicación. Estos últimos muestran inquietud no sólo por conocer cómo se han obtenido esas fortunas, sino también qué se hace con ellas. La profusión de biografías e idearios de los nuevos magnates que el mercado editorial ha lanzado en los últimos años sugiere que las elites atraen en la actualidad la curiosidad de mucha gente. Especialmente intenso resulta este creciente interés por las elites y la filantropía en Estados Unidos, donde el «filantrocapitalismo», encarnado en figuras como Bill Gates y Warren Buffet, se reconoce como una fuerza motriz de la nueva economía. Ensalzada como promotora de ideas y de iniciativas que los Estados no se arriesgan a respaldar, la filantropía se percibe como generadora de círculos virtuosos que producen beneficios de diverso tipo para toda la sociedad (Gaudiani, 2003 y 2005). Prosperan los discursos sobre la «nueva ecología de la filantropía» (en referencia a las transformaciones en el marco institucional, socioeconómico y cultural en el que se desarrolla), la «nueva filantropía» (que alude al mayor interés que ponen los filántropos en la elección de los destinatarios de sus donaciones y en los resultados que se obtienen con ellas) y los «mercados filantrópicos» (sobre la necesidad de una mayor competencia y transparencia entre las instituciones receptoras de donaciones).3 A pesar de algunas críticas al funcionamiento de determinadas instituciones filantrópicas,4 el patente «entusiasmo por la filantropía» en Estados Unidos resuena en otros países europeos, donde a la filantropía se le augura «un promete- 2 No en vano, el sociólogo George Homans (1964), en su conferencia presidencial a propósito de la reunión anual de la Asociación Americana de Sociología que tuvo lugar ese año, insistía en la necesidad de «recuperar a las personas» («Bringing Men Back In» tituló su intervención) en la investigación social. 3 Sobre la «nueva ecología de la filantropía» véase Fulton y Blau (2005). La revista Time dedicó la portada de su número de 24 de julio de 2000 a los «nuevos filántropos». 4 Por ejemplo, Reich (2005) y Porter y Kramer (1999). 104 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA dor futuro».5 Indicios de un creciente interés por las actividades filantrópicas de las elites también se aprecian en España;6 un interés que, por otra parte, parece coherente con el que ha ido ganando en los últimos años el denominado «tercer sector» al calor de su expansión y mayor visibilidad pública.7 aunque ni uno ni otro desmerezcan, en determinadas circunstancias, el adjetivo de filantrópico. Evidentemente, el valor social de la filantropía no se agota en el producto de las actuaciones altruistas y beneficiosas para la comunidad. La provisión de un bien para disfrute de muchos, sea éste de carácter social o cultural, no es más que la parte visible de la filantropía, la orientada hacia el exterior, hacia «los otros». Pero la filantropía, entendida como institución social, también tiene una vertiente menos evidente y referida a «uno mismo» como individuo y como miembro de un grupo que concibe de una manera determinada su entorno. A la filantropía subyacen razones y motivaciones sin cuya consideración resulta difícil entender, por ejemplo, por qué una persona decide efectuar una donación y renunciar así al disfrute privado de una parte de su patrimonio. Del mismo modo que estas razones no desvirtúan el acto filantrópico (cuyo efecto debe valorarse en función de los beneficios sociales que genere), centrar el interés analítico en ellas tampoco implica voluntad alguna de atenuar la importancia o el valor de la filantropía. Cabe distinguir al menos tres tipos de razones de la filantropía: las pragmáticas, las morales y las simbólicas. Razones de los tres tipos subyacen o pueden subyacer tanto a la filantropía de la elite como a la de quienes no forman parte de ella, pero aquí nos fijaremos sólo en la primera. Las razones pragmáticas son aquellas relacionadas con la utilidad directa y materialmente concretable que obtiene quien practica la filantropía. Así, por ejemplo, beneficiarse de generosos incentivos fiscales es una razón pragmática de la filantropía, como también lo es promover una institución de cuyos servicios colectivos se beneficia el propio filántropo o su círculo próximo. Las razones morales de la filantropía engarzan con los argumentos que el empresario y filántropo Andrew Carnegie expuso en su famoso artículo «Wealth» a finales del siglo XIX. Convencido de que la creación de las grandes fortunas llevaba implícita la ampliación de las diferencias entre ricos y pobres, y por tanto el aumento de la desigualdad social, Carnegie defendía que quie- 2. RAZONES Y USOS DE LA FILANTROPÍA DE ELITE Las definiciones de «filantropía» y «filántropo» que proveen los diccionarios suelen ser sencillas y muy fieles a la etimología de la palabra. Subrayan la dimensión de «amor a la humanidad» e incorporan al significado del concepto la acción voluntaria en busca de un bien común. La filantropía se puede manifestar y canalizar de muy diversas formas (pecuniarias y no pecuniarias). En ningún caso representa un comportamiento privativo de las elites, si bien, en su caso, reúne características específicas. En principio, cabe pensar que el porcentaje de quienes practican la filantropía entre las elites es mayor que entre el resto de la sociedad; también, que sus donaciones son de mayor entidad y responden a proyectos personales más que a circunstancias sobrevenidas (como crisis humanitarias). Pero los rasgos específicos de la filantropía de las elites no se circunscriben a factores tales como la extensión o la intensidad de los actos filantrópicos. Tampoco debe conceptuarse la filantropía de las elites como simple mecenazgo cultural o patrocinio, 5 Uno de los libros sobre este tema recientemente publicados lleva por título Philanthropy in Europe: A rich past, a promising future (véase MacDonald y Tayart de Borms, 2008). 6 Así lo sugiere la publicación de artículos recientes en medios de comunicación; véanse, entre otros, El País (Negocios), 25 de noviembre de 2007, y El Mundo (Magazine), 10 de diciembre de 2006. 7 La publicación de la Revista del Tercer Sector, lanzada a finales de 2005, puede interpretarse como un indicador del creciente interés por este fenómeno; también la celebración de diferentes congresos nacionales sobre tercer sector y economía social, así como la reciente publicación de diversos informes y monografías sobre este fenómeno (véanse, por ejemplo, Ruiz Olabuénaga, 2006; Pérez-Díaz y López Novo, 2003). 105 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS nes, como él mismo, se hubieran enriquecido «devolvieran» a la sociedad una parte importante de los beneficios, de tal modo que «la riqueza excedente de los pocos» se convirtiera «en la propiedad de los muchos» (Carnegie, 1889). Esta «devolución» –que en el fondo implica la creencia de que la riqueza no es meramente un logro individual– puede responder a diferentes propósitos, entre ellos también el de evitar conflictos sociales que podrían poner en riesgo la continuidad en la generación de la riqueza. En cuanto a las razones simbólicas, cabe distinguir dos tipos. Por una parte, la filantropía simboliza la posición destacada del filántropo en el seno de la sociedad e implica, por tanto, una representación de poder social. De partida hay que suponer que la filantropía procura a quien la practica reconocimiento público y consideración de personalidad «sobre-saliente» (au dessus de la mêlée), poseedora de virtudes cívicas que atenúan las reservas que podría provocar su elevado nivel de renta y patrimonio. Por otra parte, la filantropía simboliza la pertenencia a un grupo de «selectos», en el que entrar y conservar un puesto depende, en gran medida, del juicio de «los pares». El acto filantrópico se convierte así en una manifestación simbólica de identidad y en un mecanismo de cohesión de la elite. Esta interpretación de la filantropía entronca con las reflexiones del sociólogo francés Pierre Bourdieu, quien en los años setenta del pasado siglo postuló la existencia de un fuerte vínculo entre clase y estatus, y entre pertenencia a un grupo de estatus y unos estilos de vida específicos (formas de relación social, gustos estéticos, consumo cultural, etc.) que proporcionan coherencia al grupo, distinguiéndolo de los demás. A través de la filantropía la elite construye una cultura distintiva, genera un capital cultural específico y establece los criterios de valoración de «lo bueno» (el buen arte, la buena música, la buena educación…).8 Desde esta perspectiva, la filantropía se convierte en cierto modo en un medio de control social.9 Argumentos próximos a éstos ha formulado Francie Ostrower a partir de un centenar de entrevistas en profundidad que llevó a cabo entre filántropos de la elite neoyorkina: la filantropía representa un vehículo de vida social y cultura de una clase, expresa un conjunto de significados compartidos, creencias y valores, y una marca de distinción social que establece las fronteras de estatus entre la elite y quienes no forman parte de ella. La filantropía deviene así en una suerte de reflejo identitario de la existencia de la elite (Ostrower, 1995: 28-49). Un acto filantrópico específico puede obedecer a una combinación muy variada de razones pragmáticas, morales y simbólicas, unas con mayor peso que otras. En todo caso, conviene subrayar que la combinación concreta de estas razones (por otra parte, muy difícil de determinar empíricamente) no prejuzga la bondad del acto filantrópico; con otras palabras, la filantropía no es más o menos buena en virtud de las razones que la hayan inspirado. La bondad de la filantropía no reside en las razones que la originaron, sino en el acto. Puede ocurrir incluso que la motivación inicial de un acto que, al final, quepa tildar de filantrópico responda a sentimientos y actitudes muy poco altruistas.10 No obstante, como subraya Ostrower, la filantropía en un país y un tiempo concreto sólo se puede estudiar adecuadamente teniendo en cuenta qué ideas y valores asocian los filántropos a la filantropía, puesto que los incentivos a la par- 9 Véase al respecto Ross (1953), quien subrayó el componente de «control social» que posee la filantropía en la sociedad estadounidense. 10 Así, por ejemplo, la adquisición de obras de arte que hoy figuran como donaciones en los grandes museos de todo el mundo respondió en muchos casos a la voluntad de algunas familias de invertir en bienes rentables, integrarse o consolidar su posición de clase (al menos desde el siglo XVIII la posesión de obras de arte fue una marca de pertenencia a la nobleza, y posteriormente a la alta burguesía) y rodearse de objetos que procuraran satisfacción estética. Algunos coleccionistas sí orientaron sus estrategias coleccionistas conforme a sus deseos de mejorar la cultura de acceso público (el caso de Lázaro Galdiano es particularmente destacable; véase Jiménez-Blanco y Mack, 2007: 203-221). 8 Bourdieu recogió en varios artículos estos argumentos, que más tarde sintetizó en su libro La Distinción (1998[1979]). Véase al respecto también Lamont y Lareau (1988). 106 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA so a información sobre las elites son evidentes y, a la postre, imponen límites al desarrollo de su investigación. La primera dificultad reside en definir y acotar empíricamente el universo de quienes forman esas elites. No suele haber registros convencionalmente establecidos e inobjetables de las elites de un país, a diferencia de lo que ocurre con otros muchos grupos de la población. El problema de la delimitación del universo de las elites es que resulta difícil hacerlo de alguna manera que no provoque la conocida sentencia según la cual «no están todos los que son, ni son todos los que están». Una vez salvado este obstáculo mediante alguna fórmula de aproximación, la segunda gran dificultad estriba en el acceso a los que han quedado definidos como miembros de la elite. Ese acceso, cuando se logra y hace posible explicar a los participantes en la investigación los fines que persigue ésta, a menudo resulta infructuoso por diversas circunstancias: la falta de tiempo de los informantes es un factor importante, como seguramente también lo es la reserva a desvelar información privada. Cabe pensar que la falta de tradición de investigación de las elites ha reforzado esta resistencia a darse a conocer y exponerse a examen y análisis. En España sabemos muy poco sobre los comportamientos no estrictamente económicos de quienes forman la elite económica. El rastreo de fuentes y bibliografía ha aportado muy escasas referencias útiles sobre la filantropía entre las elites, y ninguna basada en el estudio empírico de las actitudes y los comportamientos de quienes forman parte de ellas. En busca de semejantes referentes hemos indagado en la producción de estudios e informes sobre estos temas realizados en Estados Unidos por las numerosas instituciones, dentro y fuera del ámbito universitario, que han desarrollando vínculos de diverso tipo con el mundo de la filantropía. Inspirándose en estos referentes, y con el patrocinio de la Fundación de Estudios Financieros y la Fundación Profesor Uría, el gabinete de estudios Analistas Socio-Políticos (ASP) decidió en el otoño de 2007 llevar a cabo un estudio cuantitativo como primer paso de una explora- ticipación filantrópica están íntimamente enraizados en el significado que la filantropía adquiere para la elite. Desde una perspectiva típicamente weberiana podríamos decir que «comprender» la filantropía de las elites exige tratar de desentrañar el significado que quienes las forman atribuyen a las situaciones en las que participan. En el conocimiento de cómo perciben y entienden las elites la filantropía reside una de las claves explicativas de por qué la practican de una u otra manera, o, por el contrario, de por qué se abstienen de practicarla. Esas percepciones y esos entendimientos pueden ser interpretados como condiciones de plausibilidad de la filantropía; y, a su vez, esas condiciones dependen del contexto institucional y cultural en el que operan las elites de una sociedad determinada. Si algo está claro entre los estudiosos de la filantropía es que, si bien constituye un fenómeno universal, su significado y sus modalidades se hallan contextualmente determinados; es decir, resultan de circunstancias históricas, sociales y políticas particulares.11 3. UNA ENCUESTA SOBRE LA FILANTROPÍA DE LA ELITE ECONÓMICA ESPAÑOLA 3.1. DISEÑO DE LA MUESTRA Y TRABAJO DE CAMPO En la introducción de este artículo se han expuesto algunos argumentos para explicar por qué las elites no han constituido un objeto privilegiado de estudio para las ciencias sociales. A estos argumentos, relacionados con el poder que adquirió el Estado en las sociedades occidentales durante la segunda mitad del siglo XX, especialmente en Europa occidental, y con la evolución de las corrientes de investigación en las ciencias sociales, cabe añadir otro de carácter metodológico. Las dificultades de acce- 11 Una conclusión que se extrae con mucha claridad del libro de Ilchman, Katz y Queen (1998). 107 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS por Imop Encuestas, la empresa encargada del trabajo de campo, en la que se garantizaba la confidencialidad de la información (3), y un sobre de respuesta debidamente sellado y direccionado. Al final del proceso de realización del trabajo de campo (21 de junio de 2008), durante el cual se utilizaron diversas tácticas para estimular el retorno de los cuestionarios, se obtuvieron 74 cuestionarios.13 La tasa de respuesta se situó en el 7%, por debajo de la que arrojan encuestas postales a otros colectivos. Habida cuenta de que el rechazo a participar en la encuesta sólo se manif estó expresamente en cuatro casos, el limitado tamaño final de la muestra refleja las dificultades antes apuntadas de acceso al sector de población al que iba dirigido el cuestionario. ción que permitiera trazar los contornos de un ámbito de la realidad –el de la filantropía de las elites– notablemente desconocido. Marcado este mapa inicial y formuladas a partir de él una serie de hipótesis, tendría más sentido emprender una investigación cualitativa mediante entrevistas en profundidad a una selección de filántropos. Partiendo de este planteamiento, el equipo de investigación optó por realizar una encuesta postal a los miembros de los consejos de administración de las empresas cotizadas en Bolsa. Aun conscientes de que, optando por este universo, se dejaba fuera a algunos de los titulares de grandes patrimonios del país y se incluía a personas relevantes por sus antecedentes técnicos y políticos, antes que económicos, se consideró que esta delimitación del universo objeto de estudio era, en las circunstancias de trabajo, la más objetivable y podría servir de proxy del sujeto que pretendíamos estudiar.12 Esta definición del universo encerraba además una ventaja adicional de acceso a los informantes, concretamente la posibilidad de enviar los cuestionarios a la sede social de la empresa para que, desde allí, fueran dirigidos a sus destinatarios nominales. Sólo se incorporaron al fichero los residentes en territorio nacional. La elaboración de esta base de datos, compuesta de 1.350 registros, concluyó el 4 de marzo de 2008. Eliminando las redundancias (algunos registros se hallaban repetidos, ya que se referían a personas que participaban en varios consejos), el listado final constaba de 1.165 personas (un 6,7% de ellas [78], mujeres). En los sobres enviados a la sede social de las empresas se incluyó, además del cuestionario (1), una carta de presentación del estudio en la que se hacía referencia a la importancia de la investigación y la intención de que sus resultados se publicaran en el volumen que el lector tiene en sus manos (2), una carta, respaldada 3.2. EL CUESTIONARIO El cuestionario se diseñó con el objetivo fundamental de averiguar qué ideas y percepciones de la filantropía predominan entre quienes, por su situación profesional, forman parte de la elite económica española o están muy próximos a ella. Qué modelo de sociedad «tienen en la cabeza» y qué importancia atribuyen al sector privado y público en el progreso social son cuestiones que también ha intentado recoger el cuestionario, junto con otras relacionadas con el alcance y las modalidades de las propias actividades filantrópicas o la presencia de la filantropía en la educación de los hijos y en la relación con las amistades. El cuestionario final incluyó una treintena 13 Transcurridas dos semanas desde el envío postal, se efectuó una llamada telefónica a todas las empresas para verificar la recepción de los documentos enviados y solicitar la colaboración de los destinatarios, ofreciendo también la posibilidad del fax o del correo electrónico para devolver el cuestionario. Cuarenta días después de la fecha de salida de los cuestionarios, se remitió una segunda carta, firmada por el Director General de la Fundación de Estudios Financieros, en la que se recordaba a los destinatarios la importancia de su colaboración. Siete días después, se llevó a cabo una segunda llamada telefónica a aquellos que, no habiendo manifestado en llamadas anteriores su rechazo a colaborar contestando el cuestionario, todavía tenían pendiente la devolución de este último. 12 Se comprobó que la relación final incluía un gran número de nombres que en las listas de algunos medios de comunicación constan como los empresarios más ricos de España. A petición de los patrocinadores del estudio, finalmente se incorporaron al universo de investigación 16 personas, seleccionadas en virtud de sus características patrimoniales y su trayectoria en el terreno de la filantropía. 108 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA de preguntas ordenadas en los siguientes cuatro apartados: I. Entendimiento de la filantropía y percepción del alcance de la filantropía en España II. Uno mismo, los hijos, la sociedad y el Estado III. Participación en actividades filantrópicas IV. Filantropía y relaciones personales visita de exposiciones y museos, seguida a poca distancia de la asistencia a conciertos y a la ópera. En todo caso, la distribución de las respuestas muestra una notable dispersión. Acumulando en un porcentaje las tres primeras preferencias se advierte que la visita a museos y exposiciones es, junto con el cine y el teatro, la actividad con la que más entrevistados dicen disfrutar. Por último, la encuesta también recogió información sobre la actitud hacia la religión de los entrevistados. Aproximadamente la mitad de la muestra se considera «moderadamente religiosa», un 15% de «profundamente religiosa» (porcentaje casi igual al de quienes se califican como «nada religiosos») (Cuadro 1). 3.3. EL PERFIL DE LOS ENTREVISTADOS De los 74 cuestionarios recibidos, diez fueron contestados por mujeres (aproximadamente la proporción de mujeres que componían el universo del que procede la muestra). Atendiendo a la edad, el grueso de los encuestados (40) se sitúa entre los 45 y 64 años, aunque casi un tercio ha superado los 64 años. El 93% tiene hijos, muchos de los cuales, por diversas razones, participan escasamente en la gestión del patrimonio familiar (bien porque son menores de edad o están todavía en proceso de formación [41% de los entrevistados con hijos así lo refieren], bien porque tienen otra dedicación profesional [23%]). Uno de cada cinco encuestados con hijos sí afirma contar con la participación de alguno de ellos para gestionar los activos familiares, mientras que el 7% declara carecer de intención de involucrarlos en la gestión del patrimonio familiar; un patrimonio familiar que, por otra parte, casi dos de cada tres (65%) reconocen haber construido ellos mismos. En cuanto al nivel de estudios, ocho de cada diez son licenciados, ingenieros o arquitectos, y un 12% del total ha conseguido el título de doctor. Dos terceras partes de los encuestados residen en Madrid, y aproximadamente un 10% en Barcelona. En cuanto a sus preferencias de ocio, un 30% indica como primera opción entre las seis incluidas en la pregunta14 la 3.4. ALCANCE, IMPACTO Y VALORACIÓN PÚBLICA DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA Prácticamente todos los encuestados coinciden en que la filantropía en España está «poco» o «apenas» desarrollada (70% y 24% respectivamente). Un consenso muy elevado se observa también en la apreciación de que la filantropía presenta un nivel de desarrollo menor en España que en otros países europeos de su entorno (66%). Se aprecia, en cambio, mayor dispersión de las respuestas en la valoración del avance de la filantropía en los últimos veinte años. Un 32% considera que, tomando como referencia los años ochenta, la filantropía ha experimentado un avance «bastante importante»; un 3% adicional llega incluso a calificarlo como «muy importante». Casi la mitad de los entrevistados entiende, sin embargo, que el avance ha sido «poco importante» y cerca de una quinta parte sostiene que la filantropía «apenas ha avanzado» en este período. Una mayoría piensa, además, que las grandes donaciones filantrópicas redundan en beneficio de «pocas» (51%) o «muy pocas» (5%) personas, si bien algo más del 40% opina que se benefician de ellas «bastantes» o «muchas» personas. En cuanto a la contribución de estas donaciones a «mejorar la vida de tales beneficiarios», en torno a un tercio opina que 14 Visitas exposiciones/museos, ir de compras, ir al cine/teatro, asistir a conciertos/ópera, asistir a acontecimientos deportivos y conocer y disfrutar la gastronomía. 109 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS lo hacen «sustancialmente». Frente a ellos, uno de cada cinco piensa que contribuyen sólo «escasamente», mientras que la mayoría de entrevistados se sitúa en la respuesta intermedia («moderadamente») (Cuadro 2). CUADRO 1. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS Y FAMILIARES DE LOS ENTREVISTADOS N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes. La suma de los porcentajes supera cien cuando se acumulan porcentajes. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). 110 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA ran adecuadamente las actividades filantrópicas (Cuadro 3). Se abre aquí un interrogante interesante: ¿no las valoran porque tales actividades están escasamente desarrolladas, o están escasamente desarrolladas porque no las valoran? Algunas respuestas a preguntas incluidas en la encuesta sugieren un mayor respaldo a la segunda explicación, como se describirá en el próximo apartado. Lo que quizá resulte más frustrante a quienes desarrollen actividades filantrópicas es que, aproximadamente cuatro de cada cinco entrevistados creen que los (más bien pocos) beneficiarios de las actividades filantrópicas carecen de un nivel de conocimiento adecuado sobre quiénes efectúan las donaciones. A ello habría que añadir que según nueve de cada diez entrevistados, ni la sociedad ni la clase política valo- CUADRO 2. GRADO DE DESARROLLO DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA Y PERCEPCIÓN DE SU IMPACTO N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). 111 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS CUADRO 3. GRADO DE CONOCIMIENTO PÚBLICO DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). blema de falta de «nervio» de la sociedad civil que de excesivo «músculo» de Estado. Este razonamiento implícito podría interpretarse como una autocrítica de los entrevistados bajo el supuesto (razonable) de que se consideraran a sí mismos elementos importantes de la sociedad civil y actores comprometidos con su dinamización. En tal caso, la languidez de esta última no podría desvincularse –sin incurrir en una inconsistencia lógica– de la limitada contribución de las elites económicas para evitarla; es decir, no cabría eludir la propia responsabilidad en el fenómeno. A juicio de la mayor parte de los encuestados, ni el Estado es el principal responsable del limitado alcance de la filantropía ni tampoco debe él asumir la carga principal en la consecución del progreso social. Para cumplir este ideal, los entrevistados confían menos en el sector público que en el privado. Invitados a distribuir el grado de responsabilidad que debería recaer en uno y otro sobre un total de 100, más de tres cuartas partes de quienes contestaron el cuestionario atribuyen al sector público como máximo la mitad de la responsabilidad en el progreso social (hasta el 50%), situándose la media de todas las respuestas de los entrevistados en el 41%. En cambio, según aproximadamente dos terceras 3.5. ¿CUESTIÓN DE ESTADO O CUESTIÓN DE SOCIEDAD? A la mayoría de los entrevistados no le parece adecuado el régimen fiscal de las donaciones en España. Así lo manifiesta el 62% (curiosamente más de una cuarta parte de los entrevistados admite no conocerlo suficientemente), y son más todavía (80%) los que creen que otro tipo de régimen fiscal podría favorecer un aumento significativo de las donaciones filantrópicas. Luego existe una clara conciencia mayoritaria de que el Estado, y sus representantes, podrían hacer más por incentivar la filantropía (Cuadro 4). Pero también la gran mayoría de entrevistados entiende que el alcance de la filantropía no depende tanto del Estado como de la sociedad civil. Así se desprende de los resultados a una pregunta que indaga en esta cuestión: sólo un 13% contesta que «los Estados que ofrecen amplios servicios públicos tienden a sofocar la filantropía», mientras que son casi siete veces más los que, ante la disyuntiva, consideran que el alcance de la filantropía depende fundamentalmente de «las características de la propia sociedad». Por tanto, una posible interpretación de las respuestas de los entrevistados remite la debilidad de la filantropía en España antes a un pro- 112 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA atribuyen mayor importancia para el progreso de una sociedad como la española, las dos instituciones más citadas son las «empresas» y las «fundaciones» (claramente por delante de otras como las instituciones educativas, las entidades financieras, los medios de comunicación y la Iglesia).15 partes de los entrevistados, al sector privado le corresponde la mayor parte de de esta responsabilidad (más del 50%), con una media de 59% (Cuadro 5). Cuando, a continuación de esta pregunta, se pide a los entrevistados que identifiquen a los actores del sector privado a los que CUADRO 4. LA INFLUENCIA DEL RÉGIMEN FISCAL EN LA FILANTROPÍA N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). nante de esta última como soporte de una comunidad de intereses, en lugar de como espacio de tensiones entre clases. Si se estima mayoritariamente que en el conjunto de la sociedad prevalecen los componentes comunitarios sobre los disgregadores, el protagonismo del Estado como regulador y amortiguador de las diferencias sociales resulta más discutible. Aunque el acuerdo entre los integrantes de la muestra no es tan alto como en otras cuestiones ya analizadas, suscriben en mayor medida una visión de la sociedad más comunitarista que clasista. Ante la alternativa de definir la sociedad como una estructura de clases sociales con intereses heterogéneos o como una comunidad de intereses que comparte valores y objetivos, más de la mitad de los entrevistados se inclina por la Ahora bien, en qué consiste el «progreso de la sociedad» no se sabe muy bien sin efectuar alguna pregunta más concreta. La encuesta incluye una a través de la cual se pretende averiguar las prioridades que, según los entrevistados, tiene la sociedad española. Destaca la opción por el «crecimiento económico sostenido», respuesta que marcan en primer lugar el 43% de los encuestados. Algo más de un tercio se inclina inicialmente por «un buen sistema de educación (primaria, secundaria y superior)». Este último objetivo es el que recibe más menciones cuando se acumulan los porcentajes de las tres primeras prioridades: cuatro de cada cinco entrevistados lo señala. La lucha contra las desigualdades sociales también se introduce entre las tres prioridades más citadas, después de la educación y el crecimiento económico (Cuadro 6). Esa mayor confianza en el sector privado que en el sector público para hacer avanzar la sociedad se asienta sobre una visión predomi- 15 Las fundaciones aparecen también recogidas en otros conceptos de contenido más amplio citados en las respuestas, como «organizaciones sociales», «organizaciones nonprofit», «asociaciones civiles» o «sociedad civil en general». 113 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS los teóricos del conflicto parten de que la sociedad tiende más al disenso que al consenso y resaltan la desigualdad en la distribución del poder. Mantener una visión u otra de la sociedad no es una cuestión puramente anecdótica: quien entienda que la sociedad es antes comunidad que rivalidad no considerará tan necesario invertir esfuerzos en reforzar su posición social frente a las de otros grupos sociales y estrechar los vínculos con quienes la compartan. última opción (Cuadro 7). Desde otra perspectiva, cabe afirmar que los entrevistados mantienen una idea de la sociedad más próxima a las teorías funcionalistas que a las teorías del conflicto. Si el funcionalismo (desde una concepción de la sociedad como un sistema complejo cuyas partes funcionan coordinadamente en pro de la estabilidad) destaca la importancia de las necesidades comunes y el valor de los objetivos compartidos en el logro de la cohesión social y la solidaridad, CUADRO 5. LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y DE LA SOCIEDAD N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). 114 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA CUADRO 6. LAS PRIORIDADES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). CUADRO 7. LA VISIÓN DE LA SOCIEDAD N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta, o no se consignan todas las respuestas posibles a una pregunta, sino sólo las más importantes. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). mayoría muy holgada quienes piensan que las grandes donaciones filantrópicas no son simplemente manifestaciones de altruismo, sino que también reportan a quienes las efectúan ventajas o beneficios de diverso tipo. Ocho de cada diez entrevistados suscriben esta opinión. Quizá por ello, aunque aproximadamente seis de cada diez entrevistados se adhieren a la definición de «filántropo» que ofrece la Real Academia, según la cual se aplica tal nombre a quien «se distingue por el amor a sus semejantes y por sus obras en bien de la humanidad», casi el 40% de los entrevistados no acepta sin matices esta definición (Cuadro 8). 3.6. EL SIGNIFICADO DE «FILANTROPÍA»: MÁS QUE SIMPLE ALTRUISMO Y MENOS QUE RESPONSABILIDAD SOCIAL En un país en el que la filantropía es poco valorada por la sociedad y la clase política y en el que el régimen fiscal de las donaciones, según una mayoría abrumadora de entrevistados, no es el más adecuado para estimularlas, ¿merece la pena desarrollar actividades filantrópicas? La pregunta parece retórica, pero la encuesta incluye información que permite conjeturar una respuesta ambigua de los entrevistados. Así, forman una 115 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS CUADRO 8. FILANTROPÍA Y ALTRUISMO N=74. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). Esos beneficios derivados de ser filántropo justifican seguramente la destacada importancia atribuida a la filantropía en la educación en valores de los propios hijos. Efectivamente, el 90% de los entrevistados está «muy» o «bastante de acuerdo» con la afirmación según la cual es importante enseñar a los hijos el valor de la filantropía; de hecho, en lo que podríamos denominar la educación moral de los hijos, se concede a este valor aproximadamente tanta relevancia como a los valores empresariales (llama la atención que, entre quienes se consideran «profundamente» y «moderadamente» religiosos, abundan más los entrevistados que atribuyen tanto a la filantropía como a los valores empresariales mucha importancia).16 Ahora bien, el contraste de estos resultados con los de otra pregunta en que se pide a los entrevistados que valoren la importancia de enseñar a los hijos que la riqueza conlleva una responsabilidad social, ofrece indicios bastante claros de la existencia de una preferencia normativa por el concepto de «responsabilidad social» frente al de «filantropía» (especialmente entre quienes se consideran «poco» o «nada» religiosos). Mientras que quienes manifestaban el máximo grado de acuerdo con que es importante enseñar a los hijos el valor de la filantropía se quedaban algo por debajo de la mitad de todos los entrevistados, tres de cada cuatro apostillaban con un «muy de acuerdo» el enunciado que relaciona la riqueza con la responsabilidad social. De hecho, la enseñanza de responsabilidad social destaca como la más importante de todas las que se incluyen en la encuesta, por encima incluso de la que se refiere a la gestión de la riqueza (Cuadro 9). Esa idea de responsabilidad social parece brotar tanto de un sentimiento de «obligación moral hacia la sociedad» como de la creencia en valores colectivos primordiales, como la justicia social. Éstas son las dos respuestas que con más frecuencia señalan los entrevistados cuando –partiendo de que a menudo a uno le resulta más fácil reconocer las razones de un acto propio 16 Un 52% de quienes se consideran «profundamente» o «moderadamente» religiosos se declaran «muy de acuerdo» con que «es importante enseñar a los hijos el valor de la filantropía» frente a un 39% de quienes se consideran «poco» o «nada» religiosos; en cuanto a la importancia de los valores empresariales en la educación de los hijos, los porcentajes correspondientes se sitúan en 48% y 31%, respectivamente. 116 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA en la conducta de la gente a la que se siente próxima– se les pregunta por las motivaciones a las que «responden fundamentalmente las actividades filantrópicas que llevan a cabo sus amigos o conocidos» (Cuadro 10). CUADRO 9. VALORES IMPORTANTES EN LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS N=74. *Nota: La suma de los porcentajes horizontales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). CUADRO 10. FILANTROPÍA Y ALTRUISMO N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien porque la pregunta permitía respuestas múltiples. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). 117 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS La distribución de opiniones sobre los valores importantes para la educación de los hijos sugiere, en primer lugar, que filantropía y responsabilidad social no se perciben como equivalentes semánticos en términos estrictos (ya que, de ser así, los porcentajes de respuestas probablemente se aproximarían más) y que enseñar a ser responsable socialmente adquiere un valor algo más alto que enseñar a ser filántropo; en segundo lugar, que –en contraste con lo que ha arrojado una reciente encuesta a la elite económica estadounidense– enseñar a gestionar la riqueza e inculcar valores empresariales no adquieren mayor importancia en la educación de los hijos que valorar la filantropía o tener muy presente la responsabilidad social que lleva consigo la riqueza.17 Cabría pensar que a este equilibrio entre unos y otros valores subyace el escrúpulo de que la riqueza pueda provocar en los hijos comportamientos egoístas, desconsiderados o irresponsables: al 44% de los entrevistados con descendencia le preocupa «bastante» el posible efecto negativo que la riqueza puede tener en la vida de sus hijos, y al 18% «mucho» (Cuadro 9).18 3.7. LA IMPLICACIÓN FILANTRÓPICA Y LA FINALIDAD DE LAS DONACIONES Ya se vio arriba que las fundaciones son percibidas por muchos entrevistados como uno de los elementos del sector privado más relevantes para el progreso de una sociedad como la española. Aproximadamente siete de cada diez entrevistados tienen vínculos estrechos con fundaciones, bien porque éstas están ligadas a sus familias, bien porque ellos son miembros de uno o varios patronatos. Por una parte, 19 de los 74 entrevistados afirman participar en una fundación o institución filantrópica de su familia; algo más de la mitad se declara creadora de esa institución, el resto señala que fue erigida por algún antecesor. Diez de 19 entrevistados no contestan a la pregunta sobre el importe aproximado del presupuesto anual de «su» fundación. Esta no-respuesta obedece plausiblemente al desconocimiento del dato,19 lo cual resulta bastante llamativo, toda vez que se trata de una información crucial para el funcionamiento de una institución de esas características. Las respuestas de las otras nueve personas que proporcionan la información presupuestaria solicitada en la pregunta se dividen en tres: cuatro entrevistados afirman que la fundación cuenta con menos de un millón de euros anuales; dos, con una cantidad que se sitúa entre un millón y cinco millones; y otros tres, con una suma de entre cinco y diez millones. Quince de los 19 entrevistados que participan en una fundación de su familia forman parte, además, del patronato o consejo directivo de alguna otra institución que lleva a cabo actividades filantrópicas (casi todos ellos de dos o más). Por otra parte, cerca de dos terceras partes de los entrevistados que no sostienen una fundación familiar ocupan puestos en patronatos, la mayoría también en más de una fundación. Así pues, sólo en torno a una quinta parte de todos los 17 La encuesta, de abril de 2007, lleva por título US Trust Survey of Affluent Americans y es la más reciente de las realizadas por la United States Trust Company desde 1993. La muestra se compone de 264 individuos que cuentan con al menos cinco millones de dólares en recursos invertibles, excluido el valor de su residencia habitual. Nuestra encuesta adaptó las preguntas incluidas en el US Trust Survey sobre la enseñanza de valores a los hijos. Los porcentajes de entrevistados que en el US Trust Survey expresaron total conformidad («muy de acuerdo») se relacionan seguidamente: – «Es importante enseñar a los hijos cómo gestionar su riqueza» (83%), – «Estimulo los valores empresariales en mis hijos» (63%), – «Enseño a mis hijos que tener riqueza no es sólo una ventaja personal, sino también una responsabilidad social importante» (59%), – «Inculco a mis hijos que la filantropía es una responsabilidad importante para una persona rica» (54%). Aunque tanto la diferente composición de la muestra como el desigual enunciado de las preguntas impiden una comparación estricta de los resultados, parece evidente que, para los entrevistados estadounidenses, la capacidad de gestionar la riqueza y los valores empresariales representan la premisa mayor. Esta clara conciencia, obviamente, no es incompatible con la intensidad de las prácticas filantrópicas. 18 Con todas las reservas que hemos apuntado en la nota anterior, los datos del US Trust Survey indican que esta preocupación está algo menos extendida en Estados Unidos. 19 Carece de sentido la ocultación del dato, puesto que las cuentas anuales de las fundaciones no tienen carácter reservado y forman parte de la documentación que debe ser depositada en el Registro de Fundaciones. 118 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA las artes plásticas o la música (Cuadro 12). La dimensión social predomina, pues, en la actividad filantrópica de los entrevistados. Esto contrasta con los fines hacia los que, según el ya citado estudio de Ostrower, se orientan las preferencias de los filántropos en Estados Unidos, los cuales no entienden que el objetivo de la filantropía deba consistir en combatir la pobreza y remediar problemas sociales –algo que, a su juicio, compete fundamentalmente a las instituciones públicas–, sino fundamentalmente en promover «la calidad de vida», potenciando aquella oferta de bienes y servicios que a los gobiernos resulta difícil justificar y que poseen «un gran impacto en el sentimiento de bienestar de todos» (Ostrower, 1995: 4). entrevistados carecen de una vinculación institucional formal con una fundación (Cuadro 11). Nueve de cada diez entrevistados que no participan en una fundación familiar declaran haber realizado alguna donación con fines filantrópicos en los tres últimos años, el 32% de ellos de más de 6.000 euros de media anual (en torno al 10% de más de 25.000 euros). Atendiendo a los objetivos que persiguen las fundaciones familiares y las instituciones a las que se han realizado donaciones, destacan los relacionados con la ayuda a colectivos sociales desfavorecidos dentro del país, así como con la ayuda a los países pobres. Menos peso tienen los objetivos relacionados con la promoción de instituciones educativas, y aún bastante menos los relacionados con la promoción de CUADRO 11. VINCULACIÓN CON FUNDACIONES *La suma de los porcentajes verticales no da cien porque algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). En torno al 80% de quienes han efectuado donaciones aseguran tener claros los objetivos que persiguen con ellas. Siempre las dirigen a la misma institución casi la mitad de ellos, mientras que una proporción algo menor no manifiesta una fidelidad semejante (aunque sí tenga claros los objetivos). Con todo, algunos indicios permiten cuestionar que la elección de los donatarios responda a criterios muy exigentes. La elevada proporción de «fieles» a una institución apunta en ese sentido (aun cuando, lógicamente, también puede responder a una satisfacción muy elevada con la institución), como también el hecho de que la mitad de los donantes reconozca no tener en cuenta una característica tan importante como la de si la institución receptora de sus donaciones es religiosa o laica. Entre quienes sí lo tienen en cuenta, son más los que eligen instituciones con vinculaciones religiosas que quienes optan por instituciones sin vínculo alguno con la religión (Cuadro 13). Aunque los datos no son lo suficientemente robustos como para formular conclusiones categóricas, no avalan la imagen de un «mercado filantrópico» en el que las fundaciones compiten por atraer donaciones,20 sino más bien dejan entrever un panorama de instituciones acomodadas y probablemente con pocos incentivos para la innovación. 20 Al estilo de los que han sido descritos para el caso estadounidense. Véase, por ejemplo, Wolpert y Reiner (1984). 119 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS gestión de actividades filantrópicas. Si fijamos la atención en los que sí lo hacen, el 45% declara dedicar como máximo cinco horas al mes a estas labores (es decir, en torno a una hora semanal) (Cuadro 15). Si bien el porcentaje de mujeres que dedican tiempo a la gestión de actividades filantrópicas no es más alto que el de los hombres, las que lo dedican lo hacen con mayor intensidad que sus compañeros varones. Tres de las cinco mujeres que declararon dedicar parte de su tiempo a la gestión filantrópica, manifestaron consagrar más de treinta horas a ello (mientras la misma dedicación sólo la reconocen tres de 33 hombres). La implicación filantrópica de los entrevistados –o, con otras palabras, la trascendencia que la filantropía cobra en sus vidas– revela su alcance en las respuestas que arrojan otras tres preguntas de la encuesta. En primer lugar, algo menos de una quinta parte de los entrevistados responde afirmativamente a la pregunta sobre si tiene intención de efectuar un legado testamentario a alguna institución con fines filantrópicos; no tienen intención de hacerlo el 41%, mientras que el mismo porcentaje se muestra todavía indeciso al respecto (Cuadro 14). La distribución de respuestas a esta pregunta entre los mayores de 64 años revela alguna diferencia de interés, con un 25% de entrevistados dispuestos a testar a favor de alguna institución con fines filantrópicos (tres de cada cuatro de ellos, a instituciones dedicadas a promover la educación) y un parecido porcentaje de indecisos (33%). En segundo lugar, a pesar de que la mayoría de entrevistados ocupa al menos un puesto en el patronato de alguna fundación, la mitad admite no dedicar regularmente tiempo a la En tercer lugar, aproximadamente la mitad de los entrevistados reconoce que en su círculo de amistades es «poco habitual» hacer donaciones de carácter filantrópico; a ellos habría que añadir un 14% que confiesa que «no es habitual». Los que cuentan con amigos familiarizados con el mundo de la filantropía superan ligeramente el 30% (Cuadro 16). CUADRO 12. OBJETIVOS DE LAS ACTIVIDADES FILANTRÓPICAS N=74. *Nota: Respuesta múltiple posible. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). 120 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA CUADRO 13. CONSIDERACIÓN SOBRE SI LA INSTITUCIÓN DONATARIA ES RELIGIOSA O LAICA N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). CUADRO 14. INTENCIÓN DE LEGAR EN TESTAMENTO A ALGUNA INSTITUCIÓN FILANTRÓPICA N=74. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). CUADRO 15. LA DEDICACIÓN DE TIEMPO A LA GESTIÓN DE ACTIVIDADES FILANTRÓPICAS N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). 121 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS CUADRO 16. EXTENSIÓN DE LA FILANTROPÍA ENTRE LAS AMISTADES N=74. *Nota: La suma de los porcentajes verticales no da cien si algún entrevistado no ha proporcionado una respuesta concreta. Fuente: Encuesta ASP sobre filantropía (04/05-2008). comenzar a entender la filantropía desde la perspectiva de las elites económicas españolas, sino también para formular hipótesis que luego puedan ser contrastadas mediante otros métodos de investigación, como las entrevistas en profundidad. Ciertamente, los entrevistados no perciben que el entorno institucional y cultural español sea apropiado para el desarrollo de la filantropía. Consideran que la filantropía no se valora suficientemente ni por la sociedad ni por la clase política y que su escaso desarrollo responde, sobre todo, a una falta de «fortaleza de la sociedad». Confían más en el sector privado que en el público para hacer progresar la sociedad, que, a su juicio, debería priorizar el crecimiento económico y la consecución de un buen sistema educativo. En general, valoran la filantropía, consideran que sus beneficios van más allá de los derivados de la manifestación de altruismo, vinculándola con la idea de responsabilidad social y obligación moral hacia la sociedad de la que forman parte. No parece, sin embargo, que ese valor sea tan elevado como para convertirse en un criterio de afinidad personal o social, ya que en su círculo de amistades no abundan las personas que efectúan donaciones a instituciones filantrópicas. Quizá la filantropía sea un elemento de distinción, pero no necesariamente de «control social» o de cohesión del grupo (aunque tal vez sí de jerarquización dentro de él). Muchos de los encuestados tienen vinculación formal con fundaciones a través de los patronatos y, aunque dedican poco tiempo a la gestión de actividades filantrópicas, realizan en mayor o menor medida 4. VISIÓN DE CONJUNTO Y REFLEXIONES FINALES La filantropía precisa para prosperar más que la existencia de una elite económica poderosa formada por individuos cuyos valores personales los empujan a dedicar una parte de su patrimonio a dotar la provisión de bienes sociales y culturales de los que, de otra forma, estarían privados sus conciudadanos. Precisa, además, un entorno institucional y cultural favorable; es decir, un contexto en el que se conceda valor a las instituciones de la sociedad civil y se incentive su desarrollo, y en el que la opinión pública valore la filantropía y no la considere como un conjunto de actos aislados, de escaso impacto e incluso sospechosamente interesados. En este artículo hemos presentado un primer análisis de los resultados de una encuesta dirigida a un amplio grupo de personas (todos los miembros de los consejos de administración de empresas cotizadas en Bolsa a 1 de marzo de 2008) dentro del cual cabía suponer que se hallaría una elevada proporción de filántropos. Las causas del relativamente bajo índice de respuesta a la encuesta (7%) pueden ser muy variadas. Por supuesto, a la hora de valorarlas, no cabe hacer abstracción de los problemas intrínsecos al método, pero tampoco parece razonable eludir la consideración del escaso interés de muchos miembros del universo investigado por contribuir a un mejor conocimiento de sus pautas filantrópicas. En todo caso, los resultados de la encuesta permiten extraer una serie de conclusiones tentativas que adquieren significación no sólo para 122 EN TORNO A LA FILANTROPÍA DE LAS ELITES ECONÓMICAS EN ESPAÑA Dahl, Robert (1958), «A Critique of the Ruling Elite Model», The American Political Science Review 52, 2, 463-469. Fulton, Katherine y Andrew Blau (2005), Looking Out for the Future, The Monitor Group. Gaudiani, Claire (2003), The Greater Good: How Philantropy Drives the American Economy and Can Save Capitalism, Nueva York, Times. Gaudiani, Claire (2005), «Philanthropy: Investing in America’s Freedom and Progress», USA Today, julio: 32-33. Homans, George C. (1964), «Bringing Men Back In», American Sociological Review, 29, 5, 809818. Ilchman, Warren F.; Katz, Stanley N. y Edward L. Queen (Eds.) (1998), Philanthropy in the World’s Tradition, Bloomington, Indiana University Press. Jiménez-Blanco, María Dolores y Cindy Mack (2007), Buscadores de belleza. 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El modelo de Estados Unidos, que más de la mitad de los entrevistados señala como referente de filantropía, supone no sólo la existencia de un Estado que no conciba y trate a los filántropos como competidores, sino como colaboradores. También requiere unas elites convencidas de su capacidad de generar y desarrollar iniciativas que fortalezcan a la sociedad, poniendo cuidado en los objetivos, los medios y los resultados, y sin renunciar por ello a la defensa de los mecanismos y los valores sobre los que se asienta el funcionamiento de los mercados abiertos y las empresas competitivas gestionadas con transparencia; requiere, sobre todo, unas elites económicas que integren la filantropía en sus proyectos vitales, no como derramas ocasionales motivadas exógenamente, sino como aportaciones al crecimiento y bienestar de una sociedad civil con la que se comprometen. 5. BIBLIOGRAFÍA Bourdieu, Pierre (1998 [1979]), La distinción: criterios y bases sociales del gusto, Madrid, Taurus. 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El capítulo estudia la filantropía desde la óptica de las donaciones privadas y de sus causas, en vez de centrarse en la actividad filantrópica y en sus efectos sobre la sociedad. Esta decisión implica que el estudio analiza el volumen de donaciones realizadas en España, las características de los donantes y las motivaciones que les mueven, pero no profundiza en el análisis de las entidades que canalizan estas donaciones. El motivo de esta decisión no está en que identifique la filantropía con las donaciones sino que al adoptar el término «filantropía» considero que estamos poniendo el énfasis en la figura del filántropo y no en las entidades, que por otro lado ya han sido objeto de interesantes estudios, a los que remitiré en el apartado correspondiente. Aunque este capítulo va a estudiar sobre todo las donaciones monetarias, creo que otras formas de donación, como son la de sangre u órganos, y otras actividades, como las del voluntariado, también deberían ser incluidas dentro del término filantropía. Un segundo comentario sobre el enfoque del presente capítulo se refiere a la especial atención 1. INTRODUCCIÓN El objetivo de este capítulo es conocer la situación actual de la filantropía en España y profundizar en la comprensión de aquellos factores que la condicionan. Existen al menos dos motivos que hacen interesante el estudio de la filantropía para el caso específicamente español. El primero es la propia relevancia de la actividad filantrópica, canalizada a través de fundaciones y organizaciones no lucrativas que, por una parte, realizan funciones de provisión de determinados servicios, como es el fomento del deporte y la cultura, la ayuda a marginados sociales o la mejora de la situación de países con necesidades, y, por otra, colaboran en el desarrollo de una sociedad civil rica a través de la articulación de intereses, la sensibilización de la opinión pública o las experiencias de comunidad.1 En este sentido, es importante señalar que en España estas entidades son más dependientes de las donaciones privadas que en otros países europeos, pues el porcentaje de su financiación que proviene de esta fuente es un 18,8% del total de su financiación frente al 7,2% europeo.2 Además, la cantidad donada por habitante es también superior a la del resto de países de nuestro entorno, aunque muy inferior a la de Estados Unidos. Estos datos nos empujan a reflexionar sobre las motivaciones de esta situación y el conocimiento en mayor detalle de quién y cómo se 1 2 Pérez Díaz y López Novo (2003: 36). Ruiz Olabuénaga et al. (2001: 226). 125 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS que prestará a los ricos como filántropos. Más allá de cuestiones semánticas, estudiar el comportamiento específico de los ricos tiene especial interés por varias razones. La primera es bastante evidente: la capacidad económica del rico hace que su decisión pueda llegar a tener mayor impacto cuantitativo que la de un no-rico. Segundo, los ricos no sólo tienen una mayor capacidad de impacto debido a su mayor riqueza, sino también por tener una mayor visibilidad en la sociedad, lo que puede arrastrar a otros individuos a donar. Tercero, los ricos tienen un comportamiento diferencial en el ámbito de la filantropía, que es para ellos algo más que un acto de altruismo, muy relacionado con sus estrategias de distinción social y con la justificación de la riqueza ante la sociedad. El capítulo se estructura en dos partes. En la primera se analiza la situación actual de la filantropía en España, usando para ello datos estadísticos que nos permiten conocer el volumen de donaciones en España y su evolución en los últimos años, algunas características socio-económica de los donantes y diferencias en su propensión a realizar donaciones y en su tamaño en función de dichas características. En esta parte se compara, además, la situación española con la de otros países y se repasa la bibliografía relativa a entidades no lucrativas, beneficiarias de las donaciones, recopilando los datos básicos que las describen. Como vemos, la primera parte del trabajo más que responder interrogantes, nos los planteará, pues tras conocer la situación actual es inmediato preguntarse por las razones que la han generado. La segunda parte del trabajo trata de ayudar en dicha reflexión al abordar algunas de las cuestiones que han condicionado y condicionan el nivel de filantropía en España, como son la combinación de motivaciones laicas y religiosas, la filantropía como estrategia de distinción de las élites o la relación entre el Estado y la actividad filantrópica. Tras esta parte, concluyo. filantropía en España y está compuesta por tres apartados. El primero estudia el nivel de donaciones en España y las características de los donantes, prestando especial atención al análisis de los filántropos en función de su nivel socioeconómico y explotando para ello dos fuentes que apenas habían sido utilizadas hasta ahora con esta finalidad: los datos sobre donaciones de las declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Por su parte el segundo y el tercer apartado de esta primera parte están basados en bibliografía sobre entidades no lucrativas, estando dedicado uno a resumir la información básica sobre estas entidades en España y el otro a poner en perspectiva internacional el caso español. 2.1. ANÁLISIS CUANTITATIVO DE LOS FILÁNTROPOS EN ESPAÑA En este apartado voy a usar dos fuentes de datos como aproximación a la situación actual de la filantropía en España: los datos sobre donativos incluidos en las declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de la Agencia Tributaria (AEAT) y el estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) titulado «Ciudadanía y participación», basado en una encuesta realizada en el año 2006.3 La primera fuente de datos es la contenida en las declaraciones del IRPF,4 impuesto en el que los donativos a entidades sin fines lucrativos son deducibles de la cuota.5 Dado que la Agencia Tri- 3 Estudio del CIS nº 2632. El título de los gráficos que aparecen a lo largo de este apartado incluirá entre paréntesis «AEAT» cuando la fuente sean las declaraciones del IRPF y «CIS» cuando la fuente sea el estudio «Ciudadanía y participación». 4 La base de datos Badespe, del Ministerio de Economía y Hacienda, que se puede consultar en la página web www.estadief.meh.es, recopila información detallada de las declaraciones desde 1982 hasta 2005. Los datos relativos a la campaña Renta 2005 han sido obtenido en la página web de la Agencia tributaria, www.aeat.es. 2. SITUACIÓN ACTUAL Como he comentado en la introducción, esta primera parte analiza la situación actual de la 126 EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA butaria publica la cuantía de las donaciones declaradas en las declaraciones desglosándola por tramo de rendimiento e imputación,6 podemos estudiar el volumen de las donaciones en función de la renta. En España esta fuente apenas ha sido utilizada con este fin, aunque numerosos estudios sobre donaciones de otros países se han basado en ella.7 Al realizar este análisis hay que tener en cuenta que la información recogida en las declaraciones se refiere a las rentas que los declarantes han percibido durante un año, mientras que a nosotros nos gustaría conocer también su riqueza. Además, la información recogida en las declaraciones de la renta no es un reflejo exacto de las rentas de los españoles,8 pues los individuos de rentas más bajas no tienen obligación de hacer la declaración de la renta9 y porque existe evasión fiscal. En cuanto a los datos sobre donaciones tampoco coinciden necesariamente con la realidad. Los individuos que realicen donativos estarán interesados en que les desgraven, sean cuales sean sus ingresos, y conseguir esta desgravación no resulta complicado desde el punto de vista burocrático, pues la mayoría de organizaciones beneficiarias de donativos envían a los donantes los recibos necesarios para hacer la declaración sin ni siquiera solicitarlo. Sin embar- go, existen muchas situaciones en las que la donación no se lleva a cabo a través de los cauces que permiten obtener el justificante necesario para la desgravación, como son la colecta de los domingos en misa, actos benéficos en el colegio de los niños o la limosna a un mendigo. Y probablemente el porcentaje de este tipo de donativos sobre el conjunto de donativos sea más alto en las rentas más bajas que en las más altas. Además, los individuos a quienes la declaración les sale a devolver todo lo pagado no tienen incentivos a declarar donativos. Por último, habría que contemplar la posibilidad de que existieran personas que consideraran un deber pagar íntegramente los impuestos y no utilizar los donativos para disminuirlos y que, por tanto, decidieran, pudiendo, no desgravarse. En cuanto a las condiciones de la deducción de los donativos de la cuota del IRPF, en la campaña Renta 2005, la última cuyos datos están disponibles, era posible deducirse el 25% de los donativos, donaciones y aportaciones con derecho a deducción. Entre las entidades que pueden ser beneficiarias de dichos donativos están, entre otras, las fundaciones y las asociaciones declaradas de utilidad pública,10 las organizaciones no gubernamentales de desarrollo,11 las federaciones deportivas, el Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales, las universidades públicas, la Cruz Roja Española, la ONCE, las fundaciones propias de entidades religiosas y las entidades de la Iglesia Católica. Además, los donativos a determinados programas prioritarios de mecenazgo, que van cambiando cada año, tienen derecho a una deducción del 30%, y los realizados en favor de fundaciones y asociaciones distintas de las incluidas en la Ley 49/2002 a una deducción del 10%. Por último, comentar que las bases de las deducciones por donativos, no pueden superar el 10% de la base liquidable del ejercicio,12 Dado que 5 El IRPF es un tributo de carácter personal y directo que grava la renta de las personas físicas de acuerdo con sus circunstancias personales y familiares. La Ley 49/2002 regula actualmente las deducciones por donativos en dicho impuesto. 6 Los tramos de rendimientos e imputaciones se han calculado como diferencia entre el saldo neto de rendimientos e imputaciones de rentas y la suma de la reducciones por rendimientos de trabajo, prolongación de la actividad laboral, movilidad geográfica o discapacidad de trabajadores activos, estando las reducciones limitadas por el importe de los rendimientos netos del trabajo. 7 Rose-Ackerman (1996) para Estados Unidos, Chua y Wong (1999) para Singapur. 8 Los datos no incluyen información sobre las Diputaciones Forales de las provincias vascas y Navarra. 9 En la campaña Renta 2005 no estaban obligados a presentar la declaración de la renta los contribuyentes con rendimientos íntegros del trabajo menores de 22.000 euros anuales, entre otros supuestos. En dicha campaña se presentaron 17.105.088 de declaraciones, 74,5% de ellas por la modalidad individual y 25,4% se acogieron a la modalidad de declaración conjunta. Así que un cuarto de los datos que utilizaré no se refiere a un individuo sino a al menos dos. 10 Incluidas en el ámbito de aplicación de la Ley 49/2002. Incluidas en el ámbito de la Ley 23/1998, de 7 de julio, de Cooperación Internacional para el Desarrollo. 12 Salvo la base de la deducción de los donativos que dan derecho a la deducción del 30%, que podrá alcanzar el 15% de la base liquidable. 11 127 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS la AEAT proporciona información sobre la cuantía de la deducción y no sobre la del donativo, para el análisis de las cantidades donadas multiplicaré la deducción por cuatro, suponiendo que los donativos con derecho a deducción del 30 y del 10% se compensan entre sí, además de ser menos importantes, y que el límite del 10% de la base liquidable no se aplica. Esta elaboración no afecta a los gráficos y comentarios relativos al porcentaje de individuos que declara haber donado sobre el total de declarantes. Por todos los comentarios que he realizado sobre los datos fiscales que voy a utilizar, el análisis que sigue debe tomarse con cierta cautela, contrastando las afirmaciones con datos provenientes de otras fuentes, tal y como intentaré hacer. Además de otros trabajos que iré indicando en cada caso, utilizaré como contraste principal el estudio «Ciudadanía y participación» del CIS, basado en una encuesta realizada en enero del año 200613, que no sólo nos permitirá observar el porcentaje de individuos que decide donar según el grupo socioeconómico al que declara pertenecer, sino además clasificarlos por género, edad, estudios y tamaño del municipio en el que viven. En cambio, respecto a los datos fiscales esta encuesta no nos ofrece información sobre la cuantía de las donaciones ni el nivel de ingresos de los entrevistados, sino sólo sobre la clase social a la que dicen pertenecer. Pasemos al análisis de los datos. En la campaña Renta 2005, hubo 1.794.516 declarantes que declararon haber realizado donativos, lo que supone un 10,5% del total de declaraciones. Este dato resulta inferior al obtenido por el CIS, según el cual un 26,2% de los 3.192 entrevistados en enero de 2006 respondieron haber donado o recaudado dinero para alguna causa en los últimos doce meses. En cambio, el porcentaje es similar al 11,9% contabilizado en la Encuesta de Presupuestos Familiares para los años 1990-91.14 Según la AEAT, el total donado y declarado en la campaña Renta 2005 asciende a unos 330 millones de euros, lo que supone 184 euros de media por donante. Este dato es muy superior al obtenido en la Encuesta de Presupuestos Familiares15 para el año 1990-91 (45 euros), más cercano al que Salamon et al. (2001) asignan a España para el año 1995 (93 euros, aunque este dato se refiere a euros donados por habitante, en vez de por donante). En ambas comparaciones hay que tener en cuenta que las otras dos fuentes se refieren a fechas bastante alejadas en el tiempo respecto al año 2005, que es para el que estamos tomando los datos fiscales. En los gráficos 1 y 4 observamos que, según datos de la AEAT, tanto el porcentaje de individuos que declara haber realizado donativos como la cantidad donada es directamente proporcional a la renta, aunque en el caso de la cantidad donada la relación no se cumple en los dos tramos de ingresos inferiores, los que declaran rendimientos inferiores a los 1.500 euros anuales. Mainar y Marcuello (2002) encuentran esta misma relación en los datos de la Encuesta de Presupuesto Familiares de 1990-91: mayor probabilidad de donar a mayor nivel de ingresos pero relación menos clara entre nivel de ingresos y cuantía de la donación. Brooks (2003) observa la relación positiva entre nivel de ingresos y donación. Si observamos ahora el porcentaje de individuos que dona clasificados según su condición socioeconómica (gráfico 2), tal y como aparecen en la encuesta del CIS, vemos que los que más donan son los «Técnicos y cuadros medios» (52%), seguidos de lejos por los «Directores y profesionales», «Empleados de oficina y servicios» y «Pequeños empresarios» (32,8%, 33,3% y 30,7% respectivamente). En el extremo opuesto, los que menos donan son los «Jubilados y pensionistas» y los «Parados» (17 y 19% respectivamente), aunque sorprende que los «Técnicos y cuadros medios» superen ampliamente a «Directores y profesionales» y «Pequeños empresarios». Parece que los resultados son coherentes con la 13 Los detalles sobre la encuesta pueden ser consultados en la página web del CIS, www.cis.es. 14 García y Marcuello (2002: 180) utilizan la Encuesta de Presupuestos Familiares del año 1990-91. Sin embargo, las actualizaciones recientes de dicha encuesta no contienen información sobre donativos a entidades no lucrativas. 15 128 García y Marcuello (2002: 180). EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA rencia entre lo que el CIS llama «Nuevas» y «Viejas» clases medias: son las «Nuevas clases medias» las que más donan de las dos. En el apartado siguiente analizaremos la filantropía como estrategia de distinción social y veremos que es un elemento clave de la identidad de los individuos que ascienden en la jerarquía social. relación positiva entre nivel de ingresos y donaciones observada en los datos fiscales. Igualmente la relación positiva entre clase social y porcentaje de individuos que afirman haber realizado donaciones en los últimos doce meses (gráfico 3) también se observa en la clasificación del CIS por estatus socioeconómico. Sólo comentar la dife- GRÁFICO 1. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE REALIZA DONACIONES POR TRAMO DE RENDIMIENTOS E IMPUTACIONES, 2005 (AEAT) Tramo de rendimientos e imputaciones (miles de ) GRÁFICO 2. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE AFIRMA HABER DONADO O RECAUDADO DINERO PARA ALGUNA CAUSA EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES SEGÚN CONDICIÓN SOCIOECONÓMICA (CIS) F 129 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS GRÁFICO 3. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE AFIRMA HABER DONADO O RECAUDADO DINERO PARA ALGUNA CAUSA EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES SEGÚN ESTATUS SOCIOECONÓMICO (CIS) F GRÁFICO 4. DONACIÓN MEDIA POR DONANTE (EUROS) POR TRAMO DE RENDIMIENTO E IMPUTACIONES, 2005 (AEAT) F 0,02% del total).16 De ellos, un 55% declaraba haber realizado algún tipo de donativo, siendo la Pasemos al análisis de la información relativa a los individuos con mayores rentas, incluidos en el tramo de más de seis cientos mil euros anuales de rendimientos e imputaciones, que en el año 16 Este número parece muy bajo y, además, es probable que no sea una muestra aleatoria del conjunto de individuos con rentas superiores a los 600.000 euros anuales. 2005 estaba formado por 3.751 declarantes (un 130 EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA más generosos, pues un porcentaje mayor de ellos realiza alguna donación y, además, son los que en media donan más. En el siguiente gráfico analizamos la cantidad donada en proporción a sus rendimientos, para ver si no sólo son los más generosos en términos absolutos sino también en relación a su renta.17 media de los donativos realizados por los declarantes de este tramo de 3.268 euros por donante, cuatro veces los donativos medios de los declarantes del tramo justo inferior a ellos, los de ciento cincuenta a seis cientos mil euros anuales. Aparentemente, parece que los declarantes del tramo superior de rendimientos e imputaciones son los GRÁFICO 5. CANTIDAD DONADA DIVIDIDA ENTRE RENDIMIENTOS E IMPUTACIONES MEDIOS DE CADA TRAMO, 2005 (AEAT) Tramo de rendimientos e imputaciones (miles de ) En este caso, la cantidad donada es inversamente proporcional a los ingresos, de manera que, aunque en cantidad los individuos incluidos en los tramos superiores donan más que el resto, su esfuerzo no es tan importante en términos económicos, pues sólo supone un 0,29% de sus ingresos, mientras que este porcentaje es en medida del 0,44% para los individuos incluidos en el resto de tramos, excluyendo a los de los tramos con rendimientos e imputaciones inferiores a los 1.500 euros. Analicemos ahora la magnitud agregada de las donaciones. En conjunto, en el año 2005 fue- ron declarados unos 330 millones de euros en donaciones. Esta cantidad es muy inferior a la que aparece en Ruiz Olabuénaga et al. (2001: 580) que equivaldría a 3.600 millones de euros, excluidas las actividades relacionadas con el culto religioso. En cuanto al volumen de las donaciones según tramo de ingresos vemos que los tramos de ingresos intermedios son los que mayor volumen acumulan y, por tanto, los que mayor impacto tienen en la financiación de las entidades sin ánimo de lucro. De los anteriores datos se concluye que los individuos de mayores ingresos son los que individual- superiores a los 600.000 euros anuales, si no son todos los que realmente los obtienen, sean una muestra aleatoria del total. 17 No incluye datos sobre individuos de los tramos con rendimientos e imputaciones negativos o cero y menores de 1.500 euros. 131 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS mente más dan, aunque no de manera agregada ni en proporción a su renta. Sin embargo, convencer a uno de ellos de que done puede suponer un cam- bio importante en el volumen agregado de donaciones. Vemos, además, que la filantropía no es en absoluto territorio exclusivo de los ricos. GRÁFICO 6. VOLUMEN TOTAL DE DONACIONES SEGÚN TRAMO DE RENDIMIENTO E IMPUTACIONES DEL DONANTE, 2005 (AEAT) F primer año para el que disponemos de información, 1983, era en conjunto del 3%, siendo del 37% para los individuos con más de 600.000 euros en rendimientos e imputaciones. Durante el período 1984-1991, cuando no existía posibilidad de deducción, los donativos declarados se redujeron prácticamente a cero, aunque eso no significa que dejaran de realizarse donativos sino que no existía incentivo a declararlos. Volverán a crecer a partir de 1992, alcanzando máximos en 1998 para descender al año siguiente y luego volver a crecer hasta la actualidad. Aunque la tendencia es similar en todos los tramos de ingresos, las diferencias en el porcentaje de donantes en los distintos tramos se han ido acentuando desde 1993. De hecho, mientras que el porcentaje de donantes entre los individuos de menores ingresos ha pasado del 3,5% al 12,5% entre 1992 y 2005, el de los donantes del tramo de mayores ingresos ha pasado del 23,8 al 55,4% en esos mismos años. Paso ahora al análisis de otras características de los donantes que aparecen en la encuesta del CIS y compararé los resultados con dos estudios En cuanto a la evolución de las donaciones declaradas a lo largo del tiempo, éstas están condicionadas tanto por cambios sociales que hagan a los miembros de la sociedad más o menos propensos a donar como por cambios regulatorios sobre el porcentaje de deducción aplicable,18 que pueden afectar tanto a la decisión de donar como a la de declarar lo donado.19 En el gráfico 7, la línea negra continua muestra el porcentaje de la cantidad donada que ha sido posible deducir de la cuota del IRPF del donante en cada campaña del IRPF entre 1982 y 2005.20 Junto a esta línea, aparecen otras tres que muestran el porcentaje de individuos que declaran haber realizado donativos, agrupados en tres tramos de rendimientos e imputaciones, desde 1982 hasta 2005. El porcentaje de declarantes que señalaban haber realizado alguna donación en el 18 Brooks (2003) plantea esta cuestión para el caso español. Desde el punto de vista de la política económica, conocer si cambios en las deducciones fiscales aumentan las donaciones resulta muy interesante. 20 Palencia-Lefler Ors (2004). 19 132 EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA econométricos realizados para España:21 el de Mainar y Marcuello (2002) sobre un modelo familiar de donaciones monetarias basado en datos de la Encuesta de Presupuesto Familiares de 1990-1991 y el de Brooks (2003), basado en una encuesta realizada por CIRES en 199222. Según la encuesta del CIS de 2006, las mujeres donan más que los hombres (28,3% frente a 24%), lo que es consistente con el estudio de Mainar y Marcuello (2002) en el que las familias cuyo sustentador principal es una mujer tienen una mayor probabilidad de ser donantes que si el papel de sustentador principal corresponde al hombre. Los datos de la encuesta del CIS del año 2006 muestran que donan más los individuos de edad intermedia que los jóvenes o los mayores (ver gráfico 8), mientras que Mainar y Marcuello (2002) observan que edad y donación presentan una relación positiva. El porcen- taje de donantes también es función positiva del nivel de estudios tanto en la encuesta del CIS (un 50% de los individuos con estudios superiores dona, frente a un 9% de los individuos sin estudios y a un 18% de los que tienen educación primaria) como en Brooks (2003) Mainar y Marcuello (2002). Lo mismo sucede en la relación entre tamaño del municipio y donación. Sin embargo, con estos datos no podemos saber si, por ejemplo, los habitantes de las ciudades donan más porque son más ricos o porque viven en la ciudad, es decir, no podemos estar seguros de si lo que lleva a donar más o menos a unos grupos u otros es lo que les caracteriza (por ejemplo, ser hombre o mujer) o terceros factores ligados con estos (por ejemplo, que los hombres tengan menores estudios que las mujeres). GRÁFICO 7. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE REALIZAN DONACIONES, POR TRAMOS DE RENDIMIENTOS E IMPUTACIONES, 1983-2005 (AEAT) F 21 Hasta el momento, son muy escasos los estudios cuantitativos sobre donaciones para el caso español. 22 El hecho de que los datos que utilizan ambos autores para sus estudios estén tan alejados del momento en el que escriben sus respectivos artículos (más de diez años en ambos casos) nos da una idea de la escasez de datos para la investigación en este campo. 133 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS GRÁFICO 8. PORCENTAJE DE INDIVIDUOS QUE AFIRMA HABER DONADO O RECAUDADO DINERO PARA ALGUNA CAUSA EN LOS ÚLTIMOS 12 MESES POR TRAMO DE EDAD (CIS) F dedicaban más de cuatro horas semanales a colaborar en las actividades del sector, además de más de 475.000 empleos remunerados a tiempo completo y unos gastos operativos que suponían el 4% del PIB. Nos encontramos, por tanto, ante un sector con un tamaño económico relevante. Una característica diferenciadora del caso español es el mayor porcentaje de ingresos que las entidades sin ánimo de lucro reciben de la filantropía. Así lo señala Ruiz Olabuénaga et al. (2001: 225), que para 1995 estima que las donaciones privadas supusieron un 18,8% del total de ingresos del sector no lucrativo español, frente al 7,2% europeo, donde la financiación pública tiene un mayor protagonismo. Estamos ante un modelo español de financiación, distinto del europeo, muy basado en el altruismo, lo que convierte en especialmente interesante la comprensión por qué existen filántropos en España y por qué donan lo que donan. De los cuatro tipos de entidades no lucrativas existentes (asociaciones, fundaciones, entidades religiosas y cajas de ahorros),24 las funda- 2.2. EL SECTOR NO LUCRATIVO Y LAS FUNDACIONES EN ESPAÑA Mientras que el apartado anterior estudiaba las donaciones a entidades no lucrativas, en este se repasarán algunos datos sobre la importancia de dichas entidades, sobre las que ya existen buenos estudios para el caso español.23 Las entidades que componen el sector no lucrativo son caracterizadas por Salamon et al. (2001: 19) como organizaciones privadas que no reparten beneficios, controlan esencialmente sus propias actividades y en las que participan voluntarios. En España en 1995, según Ruiz Olabuénaga et al. (2001: 214218), existían más de 250.000 organizaciones no lucrativas, que percibían cerca de 26 millones de dólares en cuotas, con unos 11 millones de personas asociadas y un millón de voluntarios que 23 Entre estas obras destacar el proyecto emprendido por el Centro para Estudios de la Sociedad Civil de la Universidad Johns Hopkins en 1990, que en España ha sido desarrollado por el equipo dirigido por Ruiz Olabuénaga y financiado por la Fundación BBVA, materializándose en la obra Salamon et al (2001). Pérez Díaz y López Novo (2003) realizan un interesante estudio sobre el tercer sector social, basado en datos de encuesta. Ver también García Delgado (2004). 24 Según la clasificación realizada en Pérez Díaz y López Novo (2003: 109). 134 EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA ciones son las que más claramente se encuadran dentro del fenómeno de la filantropía,25 pues nacen de la voluntad del fundador, quien destina parte de su patrimonio a los fines que decide dar a la fundación, fines que según la Constitución española, deben ser de interés general.26 2.3. COMPARACIÓN CON OTROS PAÍSES «Muchos ricos, pero pocos filántropos», es el titular de un artículo aparecido en noviembre del año 2007 en el periódico El País, en el que se afirmaba que en España el fenómeno filantrópico no ha adquirido una importancia proporcional al crecimiento del número de ricos que se ha vivido en los últimos años. Pero, ¿tiene realmente España un bajo nivel de actividad filantrópica? Es verdad que no existen filántropos al estilo de los grandes norteamericanos, ahora identificados en Bill Gates o Warren Buffet y en el pasado en personajes como Carnegie o Rockefeller. Un motivo importante para que esto fuera así hasta hace no mucho era la falta de millonarios del calibre de los estadounidenses. Sin embargo, en los últimos años el número de grandes ricos españoles ha crecido espectacularmente. De hecho, mientras que en el año 1997 el único millonario que aparecía en la lista de la revista Forbes era Emilio Botín, en la de diez años más tarde, la de 2008, aparecen dieciocho españoles entre las personas con una fortuna de más de 1.000 millones de dólares,32 aunque su fortuna siga sin ser tan inconmensurable como las de los mayores millonarios del mundo. Y, en cambio, no parece que las fundaciones españolas estén creciendo a la misma velocidad que el número de ricos. A pesar de carecer de estos filántroposmillonarios mediáticos, según Salamon et al. (2001: 580), España es el segundo país en dólares donados por habitante (123 dólares) de los veintidós analizados en el estudio de la Universidad Johns Hopkins, justo detrás aunque alejada de Estados Unidos (277 dólares por habitante) y muy por encima de países como Alemania (40 dólares) o Japón (54 dólares). Es, además, uno de los países en los que el sector no lucrativo es más dependiente de las dona- Las fundaciones en España cuentan con una larga historia. De hecho, el 26,5% de las existentes en la actualidad fue creado con anterioridad a 1960.27 Aunque fueron denostadas por los liberales ilustrados por considerarlas vestigios del Antiguo Régimen y se vieron afectadas por las leyes desamortizadoras, la Ley de Beneficencia de 1849 admitió su existencia y reconoció su capacidad para adquirir bienes. Dicha ley fue la que rigió en España hasta 1994, año en el que se emanó la Ley de Fundaciones28 antecesora de la actual, la Ley 50/2002.29 Según expone Viaña Remis (2007) en el reciente informe publicado por FUNCAS,30 en España existen 2.500 fundaciones activas,31 que emplean 86.000 trabajadores asalariados (0,5% del empleo agregado) y reciben el apoyo de 45.000 voluntarios. Realizan 2.400 millones de euros de transferencias sociales en especie, siendo su actividad más frecuente los servicios sociales (40% del total de fundaciones), la educación e investigación (25%) y cultura, deporte y ocio (23%). 25 Excluyendo las fundaciones de empresas y las fundaciones públicas, que no son fruto de la voluntad de un individuo o grupo de individuos, sino de empresas o de la administración pública. 26 Artículo 34.1 de la Constitución y 2.1 y 3 de la Ley 50/2002. 27 Pérez Díaz y López Novo (2003: 164). 28 Ley 30/1994 de Fundaciones y de Incentivos Fiscales a la Participación Privada en Actividades de Interés General, de 24 de noviembre. 29 Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones. Ver Pérez Díaz y López Novo (2003: 114-125) para un análisis detallado de la legislación relativa a fundaciones. 30 El capítulo de Viaña Remis está basado en la encuesta FONCE-2001. Los resultados son mostrados con más detalle en Jiménez y Viaña (2007). 31 Existen 7.150 fundaciones registradas pero muchas de ellas están inactivas. 32 www.forbes.com. En la de 2008 aparecen por orden: Amancio Ortega (puesto 22 del ranking mundial), Rafael del Pino y familia, Alicia Koplowitz, Manuel Jove, Esther Koplowitz, Isak Andic, Rosalía Mera, José María Aristrain, Emilio Botín, Florentino Pérez, Juan Abelló, Gabriel Escarrer, Enrique Bañuelos, Luis Portillo, Alberto Cortina, Alberto Alcocer, José Manuel Loureda, Luis del Rivero. 135 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ciones privadas, como comenté en el punto anterior, debido a que el porcentaje de su financiación que proviene de éstas es muy alto en comparación con otros países (18,8% del total de la financiación, respecto a una media del 7,2% para Europa occidental), tal y como vemos en el gráfico 9. GRÁFICO 9. PORCENTAJE DE LOS INGRESOS DEL SECTOR NO LUCRATIVO PROVENIENTE DE DONACIONES PRIVADAS (EJE X) Y DÓLARES DONADOS POR HABITANTE (EJE Y), 1995 Fuente: Elaboración propia a partir de Salamon et al., 2001: 580 De los datos se puede inferir que la diferencia del modelo español respecto a, por ejemplo, el estadounidense, país que puede ser considerado una referencia en el ámbito de la filantropía, podría estar en que, aunque el conjunto de los ciudadanos realiza un alto nivel de actividad filantrópica, los millonarios españoles son menos generosos que los americanos, como de hecho se deducía de los datos fiscales analizados en el apartado 2.1. El cambio en la actividad filantrópica en España ahora vendría por que estos nuevos millonarios comenzaran a dar tan generosamente como parece lo hacen el resto de españoles. La aparición de estos millonarios ha sido muy rápida y tal vez sea necesario un proceso de adaptación hasta que adopten las costumbres que sus homólogos americanos practican desde hace décadas, y entre las que está la filantropía. Las diferencias en los niveles de filantropía entre países son consecuencia principalmente de diferencias culturales, aunque cuestiones jurídicas sobre el régimen de las donaciones también pueden tener un efecto importante. Además, el nivel de desarrollo del país influirá en la capacidad de los individuos para compartir parte de sus ingresos con los demás, pues como vimos en el apartado 2.1, las donaciones son función de las rentas de los individuos. En cuanto a las diferencias de tipo cultural, señalar como importantes la religión predominante en el país, el concepto de patrimonio familiar y los modelos de transmisión de la riqueza entre generaciones o el tamaño del Estado. En la siguiente parte analizaremos algunos de los rasgos culturales que pueden diferenciar el caso español. 3. ¿POR QUÉ DONAN LOS FILÁNTROPOS? Esta segunda parte del capítulo profundiza en el análisis de algunos de los aspectos sociales y cul- 136 EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA ditos ilustrados.33 En 1861 Concepción Arenal obtiene el premio de la Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas por su obra La beneficencia, la filantropía y la caridad,34 en la que nos proporciona las siguientes definiciones de filantropía y caridad: • «Filantropía es la compasión filosófica, que auxilia al desdichado por amor a la humanidad y la conciencia de su dignidad y de su derecho. • Caridad es la compasión cristiana, que acude al menesteroso por amor de Dios y del prójimo.» La caracterización que Arenal hace de la filantropía y la caridad capta la diferencia clave existente entre ambos conceptos, consistente no en sus beneficiarios (el «desdichado» y el «menesteroso») sino en las motivaciones que subyacen a la decisión de llevarlas a cabo: en el caso de la filantropía el «amor a la humanidad y la conciencia de su dignidad y de su derecho», mientras que en el de la caridad el «amor de Dios y del prójimo». Esta diferente motivación genera una diferencia sustancial entre ambos conceptos: «filantropía es la compasión filosófica», «caridad es la compasión cristiana». Concepción Arenal considera la acción en favor de los necesitados no sólo un deber religioso sino moral y la duplicidad de motivaciones, la religiosa y la laica, una riqueza. Esta transmutación de la caridad de virtud religiosa a virtud secular es una característica definitoria de la Ilustración, que considera el amor al hombre por el hombre como una máxima. Sin embargo, no todos los contemporáneos de Arenal creían tan compatibles filantropía y caridad, precisamente por el cariz laico de la primera. Antes de que Arenal enviara su obra al concurso, en 1850, el diario religioso-social El Áncora publicaba un artículo anónimo titulado «La caridad y la filantropía», en el que la filantropía turales que influyen en la existencia de filántropos y en el nivel de filantropía existente en España. La reflexión se articula en torno a tres debates en estrecha relación con la filantropía y recurrentes en la cultura española. El primero se refiere a los móviles de los filántropos y expone cómo motivaciones laicas y religiosas han estado enfrentadas durante largo tiempo. Aprovecharemos la discusión para reflexionar sobre las motivaciones personales que actualmente llevan a la filantropía. El concepto de filantropía está muy ligado al surgimiento de una nueva clase social, la de los burgueses, que se sienten obligados a justificar de algún modo su ascenso social, alcanzado a través de la acumulación de riqueza. De este modo, el segundo debate planteado es el de la función que la sociedad ha asignado a los ricos y el de la filantropía como estrategia de distinción de las élites, siendo temas anexos a éste el del concepto de patrimonio familiar y personal y el de los sistemas de transmisión de la riqueza entre generaciones. Por último, se analiza la relación de la filantropía con el Estado. Por una parte, actividad filantrópica y Estado del bienestar proporcionan en ocasiones servicios similares, de manera que el tamaño del Estado puede tener un efecto expulsión en relación a la actividad filantrópica. Por otra parte, el Estado puede intervenir en la actividad filantrópica a través de una legislación y unos incentivos fiscales favorables a ésta. Ambas posibilidades son tratadas en el tercer apartado. 3.1. FILANTROPÍA Y CARIDAD: MOTIVACIONES DE LA FILANTROPÍA La filantropía es uno de los conceptos claves de la Ilustración, de manera que el término se difundirá en España junto con ella. De hecho, mientras que «beneficencia» y «caridad» eran palabras usadas desde antiguo en España, la voz «filantropía» había aparecido por primera vez en el diccionario de la Real Academia en 1843 y «filántropo» aparecerá en la edición de 1884, aunque ambas palabras se utilizaban ya en el último cuarto del siglo XVIII por unos pocos eru- 33 Soubeyroux (1980) comenta que la palabra filantropía ya era mencionada por Covarrubias en Tesoro de la lengua castellana o española (1611) y nos da dos ejemplos de su uso en la España de finales del XVIII. 34 La obra será publicada en 1894. 137 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS índice editado por el Apostolado de la Prensa en 1900: «La caridad abraza al alma y al cuerpo; la filantropía sólo al cuerpo y de una manera imperfecta». La contraposición de la filantropía frente a la caridad no se agotará en estos años. En 1954 se representa una obra de Bordas Flaquer de título «Caridad y filantropía» en la que nuevamente el término negativo es el segundo. Y finalmente el papa Benedicto XVI, durante una audiencia concedida este mismo año, en un intento de diferenciación (quizá más que de contraposición) destacó que los organismos de caridad católicos no son meras organizaciones filantrópicas, sino testigos del amor de Cristo. En la actualidad la dualidad entre motivaciones laicas y religiosas ha dejado de ser un problema, y más bien podríamos considerarla una riqueza, tal y como hacía Arenal. En el siguiente apartado veremos que junto a estas dos motivaciones, que podemos considerar morales, existen otras que podríamos definir como sociales, para las que la filantropía es una forma de lograr fines distintos al bien común, como es la consideración social o el debilitamiento de tensiones sociales. Sin embargo, antes de terminar el apartado quiero añadir una última motivación que, sin ser moral, recoge elementos de fe y de moral a la vez. Lo ilustro con un personaje pintado por Benito Pérez Galdós en Las novelas de Torquemada, publicadas entre 1889 y 1895 y que trancurre en el Madrid de finales del XIX: el avaro Francisco Torquemada. La primera vez que Torquemada decide dar algo de su dinero a los necesitados es cuando, estando gravemente enfermo el hijo a quien quiere con locura, liga la posibilidad de que el niño sane a su propia generosidad. No hay en él una obligación religiosa, al menos no directamente, pues Torquemada no cree en Dios, desde luego no en el Dios católico, tal vez en un ser superior, un arquitecto duro, capaz de arrebatarle a su hijo después de habérselo dado. Pero sí siente un deber moral, un deber que esconde a sí mismo el haber incumplido, intentando buscar en los demás una corroboración de su generosidad, que le ayude a considerar injusta la acción divina que le arranca al hijo de sus manos. Y entonces, Torquemada da. Da para que ese ser en el que ni siquiera cree pero es considerada «obra del egoísmo, de ese interesado amor al yo, esencialmente enlazado a lo que hay de material en el hombre, y que existe fuera y con independencia de toda ley natural; la caridad es, por el contrario, la obra de aquella abnegación completa del yo, cuya sublime enseñanza ha predicado el Evangelio». En 1863 Eulate y Moredo exclamaba en un discurso leído en la Universidad Central en Madrid, titulado Filantropía, caridad, beneficencia, lo siguiente: «Filantropía, caridad! He aquí, Ilmo. Sr., dos palabras de bien diversa significación: la filantropía, moneda falsa de la caridad,35 auxilia al que padece, por inspiración natural, independientemente de otro sentimiento; socorre al pobre porque le repugna, y es necesario alejarlo para que no turbe los goces del filántropo. La caridad atiende al desgraciado, no sólo por ser nuestro semejante, sino que lo hace principalmente por amor a Dios». En 1888, en un discurso pronunciado por el cura de Amusco (Palencia) ante la Junta General de San Vicente de Paúl, titulado (una vez más) La caridad y la filantropía36 se vuelve sobre el tema: «Siendo en nuestros días franco y sistemático el empeño con que el racionalismo pretende sustituir a la caridad con la filantropía…». El índice editado por el Apostolado de la Prensa en 1900 ahonda sobre lo mismo: «La caridad para con el prójimo es un precepto divino, la filantropía es un sentimiento meramente humano». La laicidad de la filantropía no sólo será criticada por sus motivaciones sino también por sus fines, al considerar los críticos de la filantropía que ésta sólo se ocupa de las necesidades materiales, sin darse cuenta de que el ser humano tiene también necesidades espirituales que deben ser cubiertas, tal y como hace la caridad. Así el cura de Amusco antes citado, en su discurso de 1888 decía: «Según la filantropía el hombre no tiene otras necesidades atendibles que las que se refieren a su cuerpo, y a lo más a su inteligencia; mientras que la caridad, sin olvidar unas y otras necesidades, atiende con preferencia a las que se refieren al alma.» En el 35 36 Cita de Chateaubriand. Ver González (1889). 138 EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA que es el único a quien puede reclamar, perdone la vida al hijo. Pérez Galdós capta en Torquemada una humanidad que conmueve por resultar familiar, ese chantaje ante los designios divinos, en un intento de lavar una conciencia que no podemos evitar ligar con las desdichas. Ese dar es atemporal, más allá de las motivaciones religiosas o morales. Aún hoy podemos encontrar ejemplos de filántropos nacidos a tal condición a partir de una vivencia personal dura.37 crear unos nuevos. La filantropía se erige así en un rasgo de diferenciación y de justificación ante una opinión pública que acaba de aparecer en escena. Ejemplo de nuevo rico para el que resulta evidente que enriquecerse no implica automáticamente dar el salto a una clase social superior es el del referido Torquemada de Pérez Galdós, quien pasa de usurero de las clases bajas a gran inversor de la bolsa al mismo tiempo que sufre una transformación radical en las apariencias y costumbres, entre las que estará precisamente la de participar en acciones caritativas. Muchas de las actividades relacionadas con este dar para ser vistos han sido llevadas a cabo por mujeres y tienen lugar en coincidencia con festividades, por ejemplo, las rifas benéficas durante las fiestas patronales o las corridas de la beneficencia, convirtiéndose la caridad en un elemento de sociabilidad. Esta forma de filantropía en ocasiones es pura competición lúdica, como refleja el largometraje Plácido de José Luis García Berlanga, de 1961, en el que los ricos de una pequeña ciudad de provincias, siguiendo el eslogan «ponga un pobre en su mesa», invitan cada uno a un pobre a cenar a casa por Navidad, disputándose el ser quien mejor trate a «su pobre». Esta competición entre miembros de las clases medias no es exclusiva del caso español, sino que también las clases medias urbanas victorianas participan en este tipo de eventos como si de un deporte se tratara, tal y como satirizó Dickens en Bleak House, escrita en 1852-53.39 Tampoco ahora estamos inmunizados contra este dar para ser visto, siendo un ejemplo de ello los telemaratones de Navidad o los reportajes en los que personajes famosos (futbolistas, empresarios, actrices y demás habituales de la prensa del corazón) aparecen realizando obras en pro de los necesitados. Sin embargo, las discusiones sobre filantropía a finales del siglo XIX superan el marco de las apariencias y se insertan en la más amplia y controvertida cuestión de la función social de la riqueza. Una de las posturas más extendidas en 3.2. LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA RIQUEZA Y LA FILANTROPÍA COMO ESTRATEGIA DE DISTINCIÓN SOCIAL DE LAS ELITES Una tercera motivación para llevar a cabo acciones en favor de los necesitados, junto al amor al hombre por el hombre y la caridad cristiana, es la de ser vistos por los demás. La sociedad realiza una valoración del hecho de participar en la acción filantrópica y esto incentiva a su realización. En concreto, las acciones filantrópicas pueden ser consideradas un rasgo de prestigio social, que distingue a los pertenecientes a un determinado estrato. Esta valoración social será muy característica de la actividad filantrópica en España. En el siglo XIX, para beneficiarse de la caridad, los pobres deben respetar la jerarquía que impone un sistema de beneficencia paternalista, que en ningún caso pretende una transformación radical de la estructura social, en la que los pobres dejen de serlo, sino que acepta su existencia casi como la forma de cumplir con el precepto cristiano de la caridad.38 A su vez, para la clase media y alta participar en las acciones caritativas implica el reconocerse como tal, precisamente en una época en la que los parámetros de inclusión en las distintas clases sociales del Antiguo Régimen han desaparecido y es necesario 37 Un ejemplo de esto es el de Amancio Ortega y Rosalía de Mera, fundadores de Inditex y dos de las personas más ricas de España, que decidirán crear la Fundación Paideia a raíz del nacimiento de un hijo con discapacidad psíquica. 38 Bahamonde y Martínez (2005: 478-479). 39 139 Cavanagh (2007). LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS sociedad.42 Por el contrario, en sociedades como la española es más habitual sentirse deudores no con la sociedad, sino con la familia. De este tipo de consideraciones sobre las causas del enriquecimiento se derivan también las distintas formas de transmisión de la riqueza entre generaciones. Si se considera que el enriquecimiento se le debe a la familia, las herencias recaerán sobre ésta, mientras que si es la sociedad la que ha favorecido este logro, será ésta la que se beneficie.43 la época es la de considerar a los ricos como meros administradores de una riqueza que pertenece a la sociedad, siendo los burgueses los ciudadanos mejor capacitados para lograr hacerla fructificar y conseguir así beneficiar al conjunto de los ciudadanos. Esta postura fue defendida, por Gumersindo de Azcárate, presidente del Ateneo Científico de Madrid, quien en 1892 pronunciaba un discurso, inspirado en un artículo del filántropo norteamericano Andrew Carnegie titulado «Wealth»,40 en el que propugnaba para los millonarios la sustitución del concepto de propietarios por el de administradores de la riqueza de la comunidad.41 De este modo, no se interfería en el enriquecimiento de los ricos al justificarlo como un bien social. Esta es la postura que Pérez Galdós pone en boca del citado Francisco Torquemada, quien, con cierta ironía, defiende ante sus conciudadanos su papel de administrador de la riqueza y no de dueño absoluto de ésta, a pesar de que resulte evidente que a la hora de amasarla no pensó en la sociedad, sino sólo en sí mismo. Otro tipo de reflexiones en torno a la riqueza se refiere a las formas de alcanzarla. En este sentido, la filantropía puede derivarse de considerar que el estatus privilegiado no se logre únicamente por méritos propios, sino que exista un factor suerte que hace rico al rico y pobre al pobre, sin ser uno y otro merecedores de su condición. También, puede ser consecuencia del reconocimiento por parte del rico de una deuda contraída con la sociedad en la que ha hecho fortuna. Esta es la idea defendida por los filántropos americanos clásicos, como Rockefeller, cuyo hijo expone en sus memorias que la tradición filantrópica de su familia estaba basada en la consciencia de que, habiendo sido enormemente bendecidos, era su obligación devolver algo a la 3.3. FILANTROPÍA Y ESTADO En este apartado se estudian distintos aspectos de la relación entre el Estado y la filantropía. En ocasiones la filantropía desempeña funciones similares a las del Estado del bienestar, tales como la atención a personas con discapacidad o el fomento de actividades culturales. Esta coincidencia en fines entre filantropía y Estado puede afectar al nivel de actividad filantrópica de un país.44 Así, se ha observado que en países donde el Estado del bienestar es muy fuerte el nivel de donaciones es bajo, como sucede en Alemania, y el efecto opuesto cuando es débil, como sucede en Estados Unidos.45 Este hecho podría explicar la mayor importancia de las donaciones privadas en España, tal y como se expuso en el apartado 2.3, pues nuestro Estado del bienestar es reducido en comparación con la media europea.46 Mainar y Marcuello (2002) observan el efecto expulsión provocado por el sector público para el caso de las comunidades autónomas españolas, siendo 42 Rockefeller (2004: 187). Ver Pérez Díaz y López Novo (2003: 43) para una reflexión sobre el individualismo y el familismo en relación con la filantropía. 44 Este efecto fue estudiado por Steinberg (1987), entre otros. 45 Mientras que Alemania presenta uno de los niveles más bajos de Europa en donaciones privadas (40 dólares por habitante en 1995), Estados Unidos se encuentra a la cabeza mundial (278 dólares), según Salamon et al. (2001). 46 Según la Comisión Europea, en el año 2005 el gasto en protección social en España representaba un 20,8% del PIB mientras que en Alemania era el 29,4% y la media Europea el 27,2%. 43 40 El artículo original fue publicado en North American Review en 1890 y traducido por la Institución Libre de Enseñanza, que lo publicó en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza del 5 de septiembre de 1890. 41 Villacorta Baños (1985: 178) analiza este discurso al hilo de su reflexión sobre el pensamiento reformista de los ateneistas. 140 EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA las donaciones menos probables y de importe inferior en aquellas regiones con mayor gasto público. El Estado también puede intervenir en el nivel de filantropía financiando él mismo la actividad de las entidades no lucrativas. En este caso el Estado puede tener tanto un efecto sustitución, que reduzca el nivel de donaciones privadas, como atracción, que las aumente. Marcuello y Salas (2001) constatan que para el caso español se produce el efecto atracción. Otra forma en la que el Estado puede incentivar las donaciones es a través de las deducciones fiscales, como vimos en el apartado 2.1. Comentar aquí que el hecho de que las donaciones sean deducibles en el IRPF supone un gasto para el Estado (en el año 2005 el Estado ingresó 82,5 millones de euros menos debido a esta partida). Es importante reflexionar sobre si es justo la deducción o no. A fin de cuentas el Estado realiza una labor social importante, mientras que podría ser discutible la utilidad o eficacia de la actividad desarrollada por alguna de las entidades beneficiarias de los donativos que dan derecho a deducción. En contra de este argumento decir que la pluralidad de actores sociales es fundamental para que exista una sociedad civil rica y las organizaciones no lucrativas son una buena manera de fomentarla. Los dos efectos opuestos que puede generar el Estado en su relación con la actividad filantrópica no son una novedad de nuestro tiempo. En España, la implantación del Estado liberal a lo largo del siglo XIX implicó el desmantelamiento del sistema de caridad del Antiguo Régimen. Dos serán entonces las formas de afrontar el problema de la pobreza, ambas fruto de la Ilustración.47 Por una parte, muchos intelectuales de la época, inspirados en el propio Montesquieu, consideran que es obligación del Estado atender una serie de necesidades sociales. Éste irá haciéndose cargo progresivamente del sistema de beneficencia pública, antecesor del actual Estado del bienestar. Pero, junto a esta visión, la caridad hacia el pobre se ve impulsada por las ideas humanitaris- 47 tas de la Ilustración, basadas en el amor al hombre. Surgirán así nuevos modelos organizativos con los que hacer frente a las múltiples necesidades no atendidas por el Estado. Ambas soluciones, la estatal y la particular, no sólo buscan el alivio de las evidentes necesidades de una sociedad pobre y atrasada, sino que también persiguen como objetivo el control social. De hecho, el Estado decimonónico, adoptará una postura fuertemente intervencionista en relación al sistema de beneficencia, consciente de que éste podía ser una palanca de transmisión de ideas revolucionarias. En la Ley General de Beneficencia de 1849,48 que constituye el punto de partida de la regulación sobre las fundaciones en España y que estuvo formalmente en vigor hasta 1994, el Estado somete a su control a los establecimientos de beneficencia, a través de las Juntas Provinciales y Municipales de beneficencia. Además, establece que todos los establecimientos de beneficencia sean públicos, a excepción de «los que se costeen exclusivamente con fondos propios, donados o legados por particulares». Según el Decreto e Instrucción de 14 de marzo de 1899,49 al Gobierno corresponde «el protectorado de la beneficencia, en cuanto afecta a las colectividades indeterminadas». Sólo a finales del siglo XX y ya en plena democracia las administraciones públicas han tendido a disminuir su nivel de interferencia en la actividad de las entidades sin ánimo de lucro. Por su parte, los filántropos también pretenderán el control social de la filantropía. El final del siglo XIX es una época atravesada por las revoluciones obreras, los debates en torno a los sistemas de distribución de la riqueza y los derechos de propiedad, y la filantropía actuará como vía intermedia entre el reparto igualitario pero forzoso de la riqueza entre los miembros de la sociedad y el acaparamiento de ésta por quienes 48 Real Decreto del día 20 de junio de 1849, publicado en la Gaceta de Madrid del día 24 de junio de 1849. 49 Esta norma refunde normas anteriores: Decreto e Instrucción del 27 de abril de 1875, 27 de enero de 1885, Reales decretos de 23 de mayo de 1879, 27 de julio de 1881, 3 de marzo de 1885, y 11 de marzo de 1890. Geremek (2003: 252). 141 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS de socorros mutuos); 606 conferencias de San Vicente de Paúl (dedicadas a visitar familias, regularizar matrimonios, legitimar hijos e instruir a niños y adultos); 1.340 de índole religiosa (misas, aniversarios, capellanías, cofradías, cultos, fiestas religiosas). Vemos pues, que con independencia de los fines perseguidos, la filantropía ha desarrollado y desarrolla una función social muy importante y que los poderes públicos cuentan con los medios para fomentarla. eran capaces de ello. Además, la pobreza es ligada por amplios sectores sociales a la delincuencia, justificándose así el trato a los pobres con métodos «represivos» o «coactivos» y no simplemente caritativos, que impulsen al pobre a trabajar, en vez de fomentar la multiplicación de los vagos y maleantes. De este modo, las élites pretendían moralizar a los beneficiarios de la filantropía de manera que mostraran actitudes positivas hacia ellos. A pesar de todo lo anteriormente expuesto, tal y como Esteban de Vega (1997: 32) defiende, las explicaciones de la beneficencia y la caridad que las consideran meros elementos de control social resultan reduccionistas, pues de hecho a finales del siglo XIX, la red de instituciones de beneficencia era lo suficientemente densa como para tener capacidad de aliviar muchos problemas sociales. Así, en el Anuario de 1888 aparece la estadística relativa a «establecimientos de Beneficencia que se costean con fondos particulares designados por los respectivos fundadores»50 en la que se refiere la existencia de: 337 hospitales, una casa de dementes, sordos, mudos y ciegos, tres casas de impedidos y decrépitos, una de maternidad, ocho de expósitos y huérfanos y seis refugios. El Anuario estadístico de 1915, usando datos de la Dirección General de Administración, detalla mucho más exhaustivamente que el de 1888 las instituciones de beneficencia (aunque sin especificar si pertenecen a la beneficencia pública o a la particular), aportando datos sobre 13.887 entidades: 87 maternidades; 2.255 establecimientos dedicados a la infancia, siendo la mitad de estas instituciones escuelas de instrucción primaria; 3.192 entidades dedicada a la protección a adultos, entre la que destacan las que se ocupan de las «dotes para tomar estado civil»; 115 asilos para la moralización de jóvenes extraviadas; 42 de protección a ciegos y sordomudos; 2.432 hospitales; 296 asilos de ancianos; 435 entidades económico-sociales (montes de piedad, cajas de ahorro, montepíos, asociaciones 4. CONCLUSIÓN Del análisis de la situación actual de la filantropía en España destacaría tres cuestiones: 1. En contra de lo que a menudo se ha afirmado, la filantropía en España es cuantitativamente importante, desarrollando un papel clave en la financiación de entidades no lucrativas a través de donaciones cuyo importe global es alto gracias a que son muchos los donantes y a que en media sus donaciones son más altas que las realizadas en la mayoría del resto de países desarrollados. 2. Aunque con diferencias, ciudadanos de todos los niveles de ingresos realizan donaciones, de manera que la figura clásica del filántropo, asociada a la del millonario, no se corresponde con la amplia difusión de las acciones filantrópicas. Es más, la financiación que las entidades no lucrativas obtienen gracias a donaciones privadas proviene principalmente de individuos cuyo nivel de ingresos es intermedio y no de los más ricos. 3. Es verdad que los más ricos son los que individualmente más dan, que el porcentaje de ellos que realiza algún tipo de donación es muy alto y que dicho porcentaje es creciente en el tiempo. Sin embargo, los ricos no son aquellos que dedican una parte mayor de sus ingresos a las donaciones. 50 En dicho anuario también hay datos relativos a la beneficencia pública. 142 EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA Para concluir veamos el proceso que sigue el donante al realizar su donación: 1) toma consciencia de una necesidad; 2) se siente en la obligación de colaborar en su solución; 3) considera que es capaz de ello; 4) busca la manera de hacerlo y 5) actúa. Sigámoslo paso a paso. Primero, los individuos necesitan saber que existen necesidades. En esto el papel de los medios de comunicación es muy importante y deben realizarlo con rigurosidad, sin excederse en el recurso a un sentimentalismo que mueva a la donación rápida pero que, por su superficialidad, sea volátil, captando bien cuáles son las necesidades y exponiéndolas de manera que lleguen a un público amplio, porque hemos visto que la filantropía no es cosa de unos pocos privilegiados. El segundo paso es el deber moral o las motivaciones sociales que empujan a actuar. El hecho de que las motivaciones sean de un tipo o de otro no resulta neutro para la intensidad y los resultados de la acción filantrópica. Si lo que el rico pretende con la donación no es cumplir un deber moral sino alcanzar el prestigio social, puede que baste ofrecer al público un número con muchos ceros, a pesar de que tras él se esconda un pequeño esfuerzo. Los medios de comunicación, tendentes al titular impactante, ayudarán al millonario en su objetivo, al no comentar que su donación supone un esfuerzo menor al realizado por los miles de españoles que colaboran con entidades sin ánimo de lucro. Sin embargo, con estas motivaciones los millonarios españoles pueden acabar quedando lejos de los norteamericanos, como Warren Buffet o Bill Gates. Si el análisis anterior se corresponde con la realidad, un primer paso para mejorar el nivel de donaciones sería que la sociedad fuera capaz de relativizar las donaciones de los grandes ricos, comparándolas con sus ingresos y resaltando así la importancia de las pequeñas donaciones, valorándolas no por su cuantía sino por el esfuerzo que suponen al donante. Por otro lado, las motivaciones sociales de las donaciones pueden llevar a los millonarios a no ser todo lo eficientes que podrían llegar a ser. En muchos casos el rico podría cambiar mucho más cumpliendo unos estándares morales en la realización de su actividad empresarial que realizando donaciones. Si lo que empuja a la donación es la visibilidad pública de ésta, el millonario puede incluso actuar hipócritamente, al donar para resolver problemas que genera o, al menos, no contribuye a mejorar, con su gestión empresarial. El tercer paso es creer que podemos cambiar las cosas. Mientras que estar convencidos de que nuestra acción puede cambiar las cosas no es imprescindible si las motivaciones que nos mueven a la filantropía son de tipo social, si las razones que nos empujan son de tipo moral dicho convencimiento se vuelve indispensable. Pérez Díaz y López Novo (2003: 59) consideran que "cuanto mayor es el logro de las personas (lo que han conseguido con sus acciones), más fuertes suelen ser sus sentimientos de eficacia personal". Como en los últimos años España se ha desarrollado económicamente y muchos se han enriquecido gracias a su trabajo y sus negocios, la sensación de poder cambiar las cosas porque hemos sido capaces de cambiar nuestras vidas respecto a las de nuestros padres se ha vuelto muy poderosa. Por otro lado, el hecho de que la mejora del nivel de vida de los españoles se haya producido en pocos años puede influir decisivamente en el hecho de que, además de sentirse eficaces, los españoles se sientan en deuda con una sociedad que les ha dado oportunidades que no dio a sus antepasados cercanos. En cuanto al cuarto paso, la búsqueda de la manera de realizar la donación, en la actualidad los sistema para realizar donaciones se han desarrollado, pudiendo cada ciudadano decidir entre una abundante oferta de organizaciones que canalizan los fondos, de manera que aquel que se preocupa por el medio ambiente encontrará quien se ocupe de ello y quien se conmueva por los niños soldado de África también. Comentar también que uno de los temas que mayor importancia están adquiriendo para las entidades sin ánimo de lucro es la del control de su actividad y la de la mejora de su eficacia, siendo la tendencia a profesionalizar la actividad de las fundaciones, haciéndola lo más eficiente posi- 143 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ble, una de las líneas más claras del actual panorama filantrópico, siguiendo esquemas dominantes en Estados Unidos desde hace años. Existen ya organizaciones dedicadas a auditar la actividad de entidades sin ánimo de lucro y, si en un principio éstas estaban muy centradas en evitar escándalos, cada vez más aportan información que permite conocer si cada euro donado se está empleando de la manera más productiva posible. Por último, los donantes actúan y con su acción logran cambiar las cosas. Brooks, Arthur C. (2003), «Charitable giving to humanitarian organizations in Spain», Revista de Economía Pública, 165, pp. 9-24. 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Él es el director del proyecto del MEC nº HUM2007-62675, al que estoy agradecida por su financiación durante mi periodo de formación. 5. BIBLIOGRAFÍA 5.1. LIBROS Y ARTÍCULOS Apostolado de la Prensa (1900), Dar de comer al hambriento o Caridad y filantropía, Madrid: Administración del Apostolado de la Prensa. Arenal, Concepción (1894), La beneficencia, la filantropía y la caridad, Madrid: Librería de Victoriano Suárez. Azcárate, Gumersindo (1892), «Deberes y responsabilidades de la riqueza», Discurso leído por el Sr. D. Gumersindo de Azcárate el día 11 de noviembre de 1892 en el A. C. L. de Madrid con motivo de la apertura de sus cátedras, Madrid. Bahamonde, Ángel y Jesús A. Martínez (2005), Historia de España siglo XIX, Madrid: Cátedra. Bordas Flaquer, José (1954), Caridad y filantropía: Cuadro dramático, Barcelona: Librería Salesiana. 144 EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILANTROPÍA EN ESPAÑA López Castellano, Fernando (2003), «Una sociedad «de cambio y no de beneficencia». 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Villacorta Baños, Francisco (1985), El Ateneo de Madrid (1885-1912), Madrid: CSIC. 5.2. ARTÍCULOS EN PRENSA PERIÓDICA «Caridad y filantropía», diario El Áncora, 15-I1850. Monográfico sobre Responsabilidad Social Corporativa en el periódico El País del día 25-XI2007. Valls Riera, Ricard (2006), «¿Hay filántropos en España?», Cinco Días del día 23-X-2006. 5.3. PÁGINAS EN INTERNET www.forbes.com www.estadief.meh.es www.aeat.es www.cis.es 5.4. LEGISLACIÓN Ley de beneficencia de 1849: Real Decreto del día 20 de junio de 1849, publicado en la Gaceta de Madrid del día 24 de junio de 1849. Decretos de 1923 y 1928 sobre enajenación y arrendamiento de bienes de fundaciones. Real Decreto de 20 de julio de 1926, de instituciones y fundaciones benéfico-docentes particulares de enseñanza agrícola, pecuaria o minera. 145 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Reglamento de 14 de mayo de 1852. Decreto 446/1961, de 16 de marzo, de fundaciones laborales El Decreto 2930/1972, de 21 de julio. Ley 30/1994, de 24 de noviembre, de fundaciones y de incentivos fiscales a la participación privada en actividades de interés general. Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo. Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones. Ley 23/1998, de 7 de julio, de Cooperación Internacional para el Desarrollo. 146 EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS (Reflexiones preliminares) Cándido Paz-Ares Mi experiencia en el estudio del gobierno corporativo en el sector lucrativo me ha hecho ver que un sistema de gobierno bien ordenado se articula en torno a tres grandes nervios: libertad, publicidad y responsabilidad: (i) libertad en la configuración de la organización, que se traduce fundamentalmente en el principio de autorregulación; (ii) publicidad en relación al funcionamiento y resultados de la organización, que en última instancia se resuelve en el principio de transparencia; y (iii) responsabilidad de las personas a las que se encomienda el gobierno de la organización, que se traduce fundamentalmente en el principio de lealtad (y, en general, en una adecuada estructuración de los deberes fiduciarios). Estos tres principios interaccionan mutuamente entre sí: el principio de autorregulación permite adaptar la organización a las circunstancias y preferencias de los agentes; el principio de transparencia mitiga el riesgo de que la libertad de organización se utilice como pretexto o coartada para la autoprotección; y el principio de lealtad asegura un control de fondo en un ámbito en el que las fuerzas sociales y de mercado pueden no ser suficientes para lograr un adecuado resultado. Este esquema simple nos ayudará a continuación a formular algunas indicaciones tentativas para un debate aún en ciernes en nuestro país. Se trata solamente de trazar las grandes líneas del marco institucional que permita fortalecer la confianza de los que contribuyen (donantes que aportan fondos, voluntarios que entregan su tiempo y energía, administraciones públicas que 1. INTRODUCCIÓN: CAVEATS Y PRINCIPIOS En estas páginas se esbozan una serie de conjeturas sobre la oportunidad de trasladar al sector no lucrativo las reglas de buen gobierno que han ido consolidándose en el sector lucrativo. Se trata de un ejercicio provisional o de mera aproximación, que entrego a la imprenta con tres caveats que el lector no puede perder de vista: (i) el énfasis en la dimensión jurídica del gobierno de las organizaciones no lucrativas se debe a mi propia condición de jurista; no significa que deban ignorarse o menospreciarse otras dimensiones no jurídicas, a menudo informales, que son decisivas para una adecuada contemplación del fenómeno; (ii) el énfasis sobre un modelo de gobierno más «corporativo» que «participativo» no implica desconocer la importancia de este último en el tercer sector; es debido únicamente a la necesidad de tomar un patrón de referencia mínimamente homogéneo que facilite la reflexión1; y, finalmente, (iii) el énfasis en la simplicidad de las reglas formuladas no supone olvidar o pasar por alto la complejidad del mundo al que se dirigen, aunque en este punto reivindico la idea que ha dado título a un famoso libro: «reglas simples para un mundo complejo». 1 La «corporativización» del sector no lucrativo (entendida como tendencia a la profesionalización, orientación a la prestación de servicios en competencia con el mercado y racionalización de procesos) ha sido destacada, en la experiencia española, por G. Rodríguez Cabrero, «El gobierno de las organizaciones no lucrativas», en J. I. Ruiz Olabuénaga (dir.), El sector no lucrativo en España. Una visión reciente. Fundación BBVA, Bilbao 2006, pp. 85 y ss., esp. 98 y ss. 147 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS procuran subvenciones, etc.) en que sus recursos serán gestionados con la máxima eficiencia (racionalidad instrumental) y, a la vez, con la máxima fidelidad a la misión (racionalidad teleológica). El gobierno corporativo no tiene más objetivo que ése, suministrar instrumentos de salvaguardia y supervisión capaces de alinear los incentivos de los que gestionan con los planes de quienes aportan. an tiempo en recorrer el camino. El primer paso que parece recomendable dar para coordinar el proceso de reforma e infundirle mayor credibilidad es la elaboración de un benchmark que sirva de patrón de referencia –y de patrón de calidad– en el ámbito doméstico. Para ello, es oportuno promover la publicación de un Código de Buen Gobierno que goce de un amplio respaldo institucional y social. En él deben encontrar expresión perfilada las recomendaciones que se lancen a las organizaciones no lucrativas. La existencia de un código dotado de la suficiente autoridad o auctoritas y elaborado con la participación de las entidades facilita la consecución de varios objetivos cruciales para el éxito de la empresa: (i) la toma de conciencia por parte de los agentes –donantes, administradores, etc.– de las cuestiones centrales del gobierno corporativo y de su importancia para el desarrollo y credibilidad de la actividad; (ii) la creación de cultura corporativa, que ayuda a superar la inercia de las formas de gobierno tradicionales y las ineficiencias asociadas a la path dependence; (iii) el logro de economías de red y complementariedad, pues también en este ámbito la estandarización rinde sus frutos; y (iv) la evaluación comparativa de las distintas organizaciones, que –de una manera u otra– compiten por la obtención de los recursos financieros y humanos de donantes y voluntarios3. La definición del Código de Buen Gobierno ha de estar presidida por un principio de adecuación sustantiva o adaptación al medio. Con ello nos referimos a la necesidad de que sus recomendaciones seleccionen apropiadamente los problemas y las soluciones relevantes, sean consistentes con las 2. PRINCIPIO DE AUTORREGULACIÓN: BUENAS PRÁCTICAS Y CÓDIGO DE RECOMENDACIONES Nuestra legislación de asociaciones y fundaciones –y, en general, todas las normas que regulan la estructura orgánica de las entidades no lucrativas–, a pesar de sus notables deficiencias técnicas y del descuido con que en general abordan esta materia2, ofrecen a la autonomía privada un amplio margen de maniobra para organizar la composición y funcionamiento de las estructuras de gobierno y, en particular, del órgano o consejo de administración (patronato, junta directiva, etc.), que es uno de los principales mecanismos de salvaguarda y supervisión de que disponemos. La experiencia muestra, sin embargo, que a pesar de ello los esfuerzos realizados en este ámbito para mejorar la calidad del gobierno corporativo han sido escasos. Y es que, en esté ámbito como en otros, hace falta que alguien se ocupe de gestionar la demanda de buen gobierno y de trasladarla a la oferta, algo así como elaborar una «planificación indicativa». Las propias fuerzas sociales, actuando descentralizadamente, tardarí- 3 Como es natural, esta labor debe enganchar con las diferentes iniciativas que ya han fructificado en el incipiente movimiento de buen gobierno en nuestro país y del que son buenos ejemplos las fórmulas ensayadas de control y calificación públicos de entidades beneficiarias de ayudas de las distintas administraciones, las certificaciones de calidad o análisis y las distintas guías de autorregulación, debiendo destacarse al respecto los trabajos de la Fundación Lealtad, que edita una Guía de Transparencia (http://www.fundacionlealtad.org/web/jsp/guia/verLaGuia) , o la Coordinadora de ONG de desarrollo de España (CONGDE), asociación que dispone de un Código de Conducta de las ONG de desarrollo de la coordinadora de ONGD-España (http://www.congde.org/uploads/descargas/Codigo_de_conducta_2008.pdf) 2 La diferencia de calidad entre la regulación de las sociedades mercantiles y la de las entidades no lucrativas es abismal, y ello a pesar de la reciente promulgación de las leyes de asociaciones y de fundaciones de ámbito estatal (ambas de 2002). El fenómeno no es exclusivo de nuestro país. Incluso en aquellos ámbitos donde el tercer sector está más desarrollado, la regulación de las entidades no lucrativas está muy por debajo del estándar que prevalece en el sector mercantil. De ellas se ha dicho que son las «cenicientas corporativas», el «hijastro descuidado de las modernas leyes de las organizaciones» (H. J. Goldsmith, «The Fiduciary Duties of Nonprofit Directors and Officers: Padoxes, Problems and Proposed Reforms», J. Corp. L. 23 (1997-98), p. 638). 148 EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS expectativas normativas de los agentes, tengan en cuenta las mejores prácticas locales y foráneas y ofrezcan soluciones normativas capaces de suplir las imperfecciones e inadvertencias de la legislación aplicable. En esta tarea, no es preciso ciertamente ser mimético con los estándares que prevalecen en el sector mercantil, pero tampoco deben echarse en saco roto sus experiencias. Queda fuera de los objetivos de estas páginas efectuar el análisis planteado con un mínimo rigor sistemático. No obstante y con el único propósito de invitar a la reflexión, esbozaré algunas consideraciones partiendo de una constatación obvia, y es que los modelos normativos a que obedecen las estructuras de gobierno que prevalecen en el ámbito filantrópico y en el ámbito mercantil (tomando en uno y otro caso como referencia las instituciones y empresas más emblemáticas y de mayor tamaño, sujetas a un proceso creciente de «corporativización»), ofrecen notables diferencias. El cuadro comparativo que sigue nos proporciona una idea aproximada4: Como es natural, las diferencias observadas entre ambos modelos no son arbitrarias. Cada modelo refleja diferentes valores y diferentes principios de organización. El modelo filantrópico es un modelo más «representativo» o «participativo». Por el contrario, el modelo mercantil, tal y como ha evolucionado recientemente, es un modelo «supervisor», que pone el énfasis en la función estratégica y de control (ambos aspectos integran lo que el Informe Olivencia denomina la «función general de supervisión»). Uno y otro modelo obedecen a patrones coherentes, integra- dos, estables. Por ejemplo: el mayor tamaño, el mayor pluralismo (o pluralidad en la extracción de sus miembros) y la mayor prolongación del servicio en el consejo que encontramos en el modelo filantrópico soportan y al propio tiempo 4 El cuadro se inspira en los estudios de J. A. Alexander, L. Morlock y B. Gifford, «The Effects of Corporate Restructuring on Hospital Policymaking», Health Services Research 23 (1988), pp. 311 y ss.; v. también J. A. Alexander, B. J. Weiner, «The Adoption of the Corporate Governance Model by Nonprofit Organizations», Nonprofit Management and Leadership, vol. 8 n.3 (1998), pp. 223 y ss. 149 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS chos de voto que pueden remover a sus gestores), de mercados claros (donde pueden transaccionarse los títulos y obtenerse el control de la organización) y de fines claros (la creación de valor puede medirse cardinalmente examinando los dividendos distribuidos y el precio de cotización) ya facilitan esa reducción. Pero en el tercer sector, ni existen propietarios claros, ni mercados claros, ni fines claros, lo que dificulta la tarea y hace más imperiosa la necesidad de otros instrumentos de salvaguardia6. No puede pretenderse que ese vacío se cubra con la función autorreguladora del ánimo altruista de la organización7. La ausencia de ánimo de lucro, aunque genere una razonable confianza inicial (sesgo de selección, ciclo de la entrega, etc.), no es bastante para asegurar por sí sola la honestidad y la buena gestión de la organización; no resuelve los problemas –los costes– de agencia entre quienes gestionan la organización y quienes, en ocasiones con grandes sacrificios de tiempo y dinero, la promueven y sostienen. La ausencia de ánimo de lucro sólo indica lo que no se puede hacer –gestionar con la vista puesta en repartir beneficios–, pero no cómo se deben hacer correctamente las cosas –gestionar leal y eficazmente la organización–, y es llano que lo primero no implica necesariamente lo segundo8. Esta es precisamente la tarea del nonprofit corporate governance: aumentar la eficiencia de la gestión y la confianza por parte de los miembros, refuerzan la inclusión de un más amplio rango de perspectivas y la continuidad de los valores institucionales y tradicionales. Por el contrario, el tamaño más pequeño de consejo, la mayor homogeneidad de sus miembros y el uso de limitaciones en los mandatos observados en el modelo mercantil descansan y alimentan una mayor focalización en las operaciones, en la toma de decisiones estratégicas y en la profesionalización del control. La pregunta fundamental es si resulta oportuno y debe propiciarse un cambio del modelo filantrópico tradicional al modelo mercantil más reciente o, si por el contrario –como piensan algunos–, es preciso preservar las señas de identidad organizativas para evitar la disolución de los valores tradicionales. Éste es el meollo del debate. Mi conjetura es que el cambio o, quizá mejor, la adaptación del modelo filantrópico al modelo mercantil por parte de las organizaciones no lucrativas es conveniente para un más eficaz logro de sus fines y que esta transformación o adaptación, antes o después, resultará inevitable como consecuencia de las crecientes presiones competitivas e institucionales que sufre el sector. La insuficiencia de lo que podríamos denominar función autorreguladora de la ausencia del ánimo de lucro5 requiere, en efecto, potenciar el consejo como instrumento de supervisión. En ocasiones se supone que las peculiaridades organizativas derivadas de la inexistencia de ánimo lucrativo constituyen una barrera a la recepción de las reglas de buen gobierno desarrolladas en el ámbito mercantil, cuando en realidad ocurre justamente lo contrario. Como hemos dicho, el gobierno corporativo tiene por objetivo reducir los costes de agencia o conflictos de interés que se producen entre quienes aportan los recursos y quienes los gestionan. En el sector privado, la existencia de propietarios claros (socios con dere- 6 V., G. A Manne, «Agency Cost and the Oversight of Charitable Organizations», Wis. L. R., 1999, pp. 227 y ss., pp. 234-235: H. Hansmann, «Two systems of Law for Corporate Governance: Nonprofit versus For Profit», Yale Law School, October 2006 (Preliminary draft), p. 5., en http://www.law.yale.edu/documents/pdf/Two_Systems_for_Co rporate_Governance_V04.00.pdf 7 Como señala M. R. Fremont-Smith (Governing Non Profit organizations, Cambridge (Mass.) 2004, p. 2) está socialmente muy extendida la creencia de que puesto que lo que persigue la organización es algo bueno, quienes dirigen esa organización son también, automáticamente, buenas personas. Todo ello obedece a una «mezcla de historia, ingenuidad, accidente, inercia, temor a efectos contraproducentes, énfasis excesivo en la independencia de lo no lucrativo y creencia de buena fe en la decencia y la honestidad» (Goldschmidt, J. Corp. L. 23 (1997-1998), p. 632. 8 V., E. Brody, «Agents without Principals: The Economic Convergence of the Non Profit and For Profit Organinizational Forms», New York Law School L. R., 40 (1996), pp. 457 y ss., pp. 459-460, y pp. 462 y ss. 5 Nos referimos al llamado ánimo de lucro subjetivo o ánimo de partir las ganancias –el non distribution constraint–. Las organizaciones no lucrativas pueden tener ánimo de lucro objetivo o propósito de obtener ganancias, con el fin de reinvertirlas luego en los fines altruistas definidos en su misión. 150 EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS of Nonprofit Organizations, Tentative Draft n.1 de marzo de 2007. voluntarios y benefactores de las organizaciones no lucrativas, ya que sólo esa confianza permitirá su subsistencia y desarrollo. Nuestra hipótesis es, pues, una hipótesis de convergencia del modelo filantrópico con el modelo mercantil9. La convergencia no puede traducirse, sin embargo, en una política de «corte y pega». Las reglas o recomendaciones surgidas en el ámbito corporativo necesitan adaptarse a las diferencias culturales, sociales y motivacionales de las organizaciones no lucrativas. Por ejemplo, aunque los consejos de una organización lucrativa y una no lucrativa tengan responsabilidades y cometidos similares desde el punto de vista de la estrategia y la supervisión, hay aspectos de la composición cualitativa que presentan especialidades en el tercer sector, relacionadas con la realización de la misión específica de la organización. Una universidad promovida por una orden religiosa o una fundación dotada por una familia pueden requerir una mayoría de los puestos del órgano de administración, aunque seguramente es oportuno incorporar a miembros independientes que mitiguen el riesgo de «patrimonialización», traigan puntos de vistas externos y puedan cumplir un papel activo en ciertas áreas sensibles (comité de auditoría, comité de cumplimiento o de retribuciones). No es lugar éste para acometer esta tarea de matización, que llevaría muy lejos. El lector interesado en adentrarse en esta discusión puede consultar con provecho la formidable obra de restatement realizada por el American Law Institute (ALI) Principles of the Law 3. PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA: LA CONVENIENCIA DE UN RESPALDO NORMATIVO «Luz y taquígrafos son el mejor antídoto frente al fraude». La experiencia en el ámbito mercantil revela que el dicho es muy cierto. Por ello, el segundo nervio de articulación de una política de buen gobierno se funda en el principio de transparencia. De lo que se trata es de estructurar obligaciones a cargo de la organización no lucrativa de informar de manera exacta y completa no sólo acerca de sus magnitudes cuantitativas (activos, pasivos, ingresos, gastos, actividades y resultado de las operaciones), sino también acerca de aspectos cualitativos y, señaladamente, de sus estructuras de gobierno y control. De esta manera se dotará de mayor credibilidad a las decisiones organizativas y –como adelantábamos– se asegurará que la autorregulación no se usa como coartada para la autoprotección. La publicidad de la información tiene una doble función, comercial y de gobierno10. La que denominamos función «comercial» (equivalente a la pricing function en el mercado de capitales) se dirige básicamente a facilitar la entrada o salida en la organización por parte de los potenciales interesados en contribuir. Salvador García-Atance, en un artículo incluido en este mismo volumen, destaca acertadamente este aspecto de la transparencia al recordarnos que sirve (i) para medir la cantidad y calidad de los resultados de la actividad de la organización (por ejemplo, informando sobre el ratio de gasto de administración y del gasto de captación de fondos respecto del gasto total); (ii) para comparar sus actividades y logros con los de otras organizaciones similares; y, en definitiva, (iii) para captar y fidelizar a los agentes llamados a promover y sostener la organiza- 9 Para profundizar en esta discusión cabe señalar las siguientes contribuciones: a favor de la convergencia (presuponiendo que las diferencias entre las organizaciones filantrópicas y las mercantiles son de grado y no de clase en lo que hace a nuestra materia) Brody, New York Law School L. R., 40 (1996), pp. 457 y ss., (el Prof. Brody es el principal responsable del proyecto de Principios de Gobierno Corporativo de entidades no lucrativas del American Law Institute de 2007 al que enseguida aludiré); C.G. Bishop, «The Deontological Significance of Nonprofit Corporate Governance Standards: A Fiduciary Duty Without a Remedy», en Legal Studies Research Paper Series, Research Paper 08-03, January 23, 2008, pp. 3 y 4, en http://ssrn.com/abstract=1086751. En términos críticos con la política de convergencia, v. L.N. Mulligan «What’s good for the Goose is (not) good for the Gander: Sarbanes-Oxley-Style Nonprofit reforms», Mich.L.R., 105 (2007), pp. 1981 y ss. 10 V., por todos, G. Hertig, R. Kraakman y E. Rock, en AA.VV., The Anatomy of Corporate Law. A Comparative and Functional Approach, Oxford 2004, pp. 195 y ss. 151 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS respaldo normativo, pues la presión viene dada por los costes reputacionales en que incurren las organizaciones y sus administradores al no informar, que tenderá a ser interpretado por la audiencia como una confesión de tener estándares o procedimiento de gobierno muy laxos. En la implementación de esta función regulatoria cobran un relieve muy importante el trabajo de los gatekeepers privados que prestan sus servicios y certifican la actuación de la organización de que se trate contra su reputación –de ahí que se les denomine «intermediarios reputacionales»–: auditores, analistas, asesores, prensa y, muy destacadamente, las agencias de calificación especializadas, como es el caso –por ejemplo– de la Fundación Lealtad en nuestro país, cuya misión y resultados están magníficamente glosados en el capítulo 7 de este volumen, firmado por su Presidente. ción (donantes, socios, voluntarios, empleados, clientes, etc.). La que aquí interesa destacar, sin embargo, es la función de gobierno más directa, que tiene tres vertientes fundamentales: (a) de enforcement, porque facilita la exigencia de responsabilidad y el ejercicio de otras acciones legales para el restablecimiento del derecho; (b) educativa, porque procura a los miembros de la organización la información para el ejercicio de sus derechos como tales (voto, información, etc.) y, en última instancia, incentiva la participación y la implicación; y (c) regulatoria, porque eventualmente puede servir para implementar las recomendaciones de buen gobierno. La clave de esta última vertiente de gobierno radica en forzar a las organizaciones a comprometerse con el seguimiento de determinadas reglas de buen gobierno –en su caso, con las contenidas en el Código de mayor autoridad– que exceden del mínimo legal mediante la obligación de dar publicidad a sus prácticas de gobierno y, en caso de apartarse de los cánones recomendados, a explicarlo («comply or explain»). La obligación puede establecerse directamente en la norma (como sucede en el ámbito de las sociedades cotizadas) o indirectamente (por ejemplo, supeditando la concesión de subvenciones o de beneficios fiscales a la publicación de un informe de gobierno corporativo que informe sobre estos aspectos). Si la práctica se generaliza, incluso podría prescindirse del No es ahora momento de precisar el alcance de este principio de transparencia, que obviamente deberá modularse en función del tamaño y estructura de la organización y el coste relativo de la producción y difusión de la información. No obstante, para que el lector se haga una idea aproximada de las mejores prácticas, puede ser elocuente, en nuestra propia experiencia, la Guía de Transparencia de la Fundación Lealtad, de la que transcribimos los puntos relevantes a estos efectos: «1. PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO Y REGULACIÓN DEL ÓRGANO DE GOBIERNO. [...] F. Los nombres y breve curriculum de los miembros del órgano de gobierno y los nombres de los directivos de la organización serán públicos. G. El órgano de gobierno demostrará que existen criterios de selección de proyectos, proveedores, personal y organizaciones colaboradoras (contrapartes), para prevenir conflicto de intereses y discriminación. Existirá además una política a seguir en la relación con empresas. Estos criterios y políticas serán públicos. Cuando existan conflictos, se prescindirá de la presencia del miembro afectado para la toma de decisiones. 2. PRINCIPIO DE CLARIDAD Y PUBLICIDAD DEL FIN SOCIAL. A. El fin social será el objetivo esencial de la organización, lo cual se verá reflejado en las actividades que ésta realiza, debiendo perseguir fines de interés social. B. Estará bien definido. Deberá identificar u orientar sobre su campo de actividad y el público al que se dirige. C. Será conocido por todos los miembros de la organización, incluidos los voluntarios. D. Será además, de fácil acceso para el público. 152 EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS 3.- PRINCIPIO DE PLANIFICACIÓN Y SEGUIMIENTO DE LA ACTIVIDAD. A. Existirá una planificación formal adecuada a la actividad y con objetivos cuantificables. Serán públicos los objetivos relacionados con el área de proyectos. [...] C. Los programas seguirán una línea de trabajo específica, durante, al menos, los últimos tres años. D. Contarán con sistemas formalmente definidos de control y evaluación de objetivos. Éstos incluirán la identificación de los beneficiarios. E. Los informes de evaluación de proyectos estarán a disposición del público. 4.- PRINCIPIO DE COMUNICACIÓN E IMAGEN FIEL EN LA INFORMACIÓN. [...] C. Al menos una vez al año se informará a los donantes y colaboradores sobre las actividades de la organización. D. Son requisitos para llevar a cabo la comunicación de forma eficiente contar con correo electrónico y página web propia en funcionamiento y actualizada al menos una vez al año. E. La organización pondrá a disposición de quien las solicite tanto la memoria de actividades como la económica. La memoria de actividades incluirá un detalle del origen de los fondos y su destino por proyecto y actividad. 5.- PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA EN LA FINANCIACIÓN. A. Las actividades de captación de fondos privados, su coste y su recaudación anual (donaciones, socios y otras colaboraciones) serán públicos. B. Serán públicas las fuentes de financiación con detalle de los principales financiadores, tanto públicos como privados, y las cantidades aportadas por los mismos. C. Será conocida la imputación de los fondos recaudados a la actividad de cada año, debidamente documentada. D. Se respetará la privacidad de los donantes individuales. E. En actividades con empresas, estarán disponibles al público los tipos de contrato. Las cláusulas de aquellos acuerdos que incluyan cesión de logotipo serán públicas. [...] 7.- PRINCIPIO DE CONTROL EN LA UTILIZACIÓN DE FONDOS. A. Será conocida la distribución de los gastos de funcionamiento agrupados en las categorías de Captación de Fondos, Programas-Actividad y Gestión-Administración. Se detallarán separadamente los gastos asociados a la actividad mercantil, si la hubiese. Será además conocido el destino de los fondos desglosado por cada proyecto y actividad de la organización. B. Existirá un detalle de los principales proveedores y co-organizadores de la actividad. C. La organización deberá preparar un presupuesto anual para el año siguiente con la correspondiente memoria explicativa y practicar la liquidación del presupuesto de ingresos y gastos del año anterior. El presupuesto y la liquidación estarán aprobados por el órgano de gobierno y serán públicos. [...] I. La organización respetará la voluntad de los donantes y se establecerán sistemas de seguimiento de fondos dirigidos. En caso de obtener una cantidad superior a 600.000 (100 millones de pesetas) en una campaña de obtención de fondos privados para proyectos concretos, se realizará una auditoría de cumplimiento, es decir, una comprobación sobre el terreno de la utilización de dichos fondos y los resultados obtenidos 8.- PRINCIPIO DE PRESENTACIÓN DE LAS CUENTAS ANUALES Y CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES LEGALES. Según la legislación vigente las organizaciones presentarán a la correspondiente autoridad pública: A. Memoria detallada de actividades y exacto grado de cumplimiento de los fines, así como el cuadro de financiación y la cartera de inversiones financieras. B. Con carácter anual el balance y la cuenta de resultados de acuerdo con el Plan General de Contabilidad de Entidades sin Fines Lucrativos. Estos documentos han de ser aprobados por el órgano de gobierno. C. Acreditación del cumplimiento del régimen fiscal al que están sujetas las distintas organizaciones. [...]». 153 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS propuestas me he ocupado con el debido detalle en un estudio anterior, al que remito al lector interesado12. Sin perjuicio de ello, no estará de más formular aquí algunas observaciones particularmente relevantes para los administradores de organizaciones no lucrativas. a) La primera se dirige a subrayar la especial importancia que reviste en el tercer sector la especificación o tipificación de las pautas de actuación de los administradores. No basta una norma abstracta o genérica que establezca que han de actuar con diligencia y lealtad. Es preciso detallar las principales obligaciones derivadas de ese deber general, como ya sugería el Informe Olivencia. Sólo así, en efecto, se podrá (i) incrementar la observabilidad y verificabilidad de las conductas indebidas facilitando el trabajo de todos los enforcers y, singularmente, el de los jueces; (ii) orientar debidamente el proceder de los administradores y suministrarles amparo para resistir presiones indebidas o prácticas inerciales; y, en definitiva, (iii) crear una cultura corporativa exigente y adecuada, que a la larga es el aspecto crucial. Esto, como decíamos, es especialmente importante en el ámbito de las organizaciones no lucrativas, cuya gestión y administración dista aún mucho de alcanzar los niveles de «profesionalización» adecuados. Con frecuencia, los administradores de estas organizaciones no tienen conciencia del alcance de sus responsabilidades como gestores o supervisores. Piensan que su cometido fundamental es recaudar fondos, abrir puertas en las redes sociales o aportar su imagen pública a la causa. El fenómeno de los «window dressing directors» o «trophy names» está muy extendido incluso en los territorios de mayor desarrollo del tercer sector13. La consecuencia de ello es una despreocupación de la marcha de la organización y una irreflexiva tendencia a dejar la estrategia y la gestión de la organización en manos de los gerentes y empleados, de los que acaban siendo rehenes y, en todo caso, más «worker cooperati- 4. EL PRINCIPIO DE LEALTAD: NECESIDAD DE REGULACIÓN LEGAL DE LOS DEBERES FIDUCIARIOS El tercer eje de una política de buen gobierno nos conduce directamente al examen del régimen de responsabilidad de los administradores y al encarecimiento del principio de lealtad. De lo que se trata es de tomar en serio los llamados deberes fiduciarios de los administradores –el deber de diligencia y, sobre todo, el deber de lealtad– diseñando una ordenación legal que resulte mínimamente efectiva. El laconismo de la regulación sustantiva ofrecida por las leyes de asociaciones y fundaciones vigentes11 junto a las restricciones procesales para el ejercicio de las acciones correspondientes a las que luego aludiré las convierten en tigres de papel. Las indicaciones que desde aquí podemos ofrecer a los poderes públicos coinciden al pie de la letra con las que, en el sector lucrativo, se contienen en la recomendación núm. 6 del Anexo II del Código Unificado de Gobierno Corporativo, conocido como Código Conthe. Dice así: «Se recomienda al Gobierno que haga más severo y eficaz el régimen de responsabilidad civil de los administradores desleales. Algunas de las posibles medidas que debiera estudiar a tal efecto serían: a) Una tipificación más precisa de los deberes de lealtad y de los procedimientos a seguir en caso de conflicto de interés; b) La extensión de los deberes de lealtad, y de su régimen de responsabilidad, a los accionistas de control, así como a los administradores de hecho, incluidos los ocultos. c) La legitimación directa a los accionistas para el ejercicio de la acción de responsabilidad por deslealtad, configurándola tal vez como un «derecho de minoría»; d) El establecimiento de un trámite de admisión de la demanda, de forma que el Juez pueda rechazar aquellas que entrañen abuso de derecho; e) La elevación de las sanciones, de forma que incluyan en todo caso la devolución del enriquecimiento injusto». De la justificación y articulación de la ambiciosa política del derecho que subyace a estas 12 V. C. Paz-Ares, Responsabilidad de los administradores y gobierno corporativo, Fundación Registral, Madrid 2007, passim. 13 V., Goldschmidt, J. Corp. L. 23 (1997-1998), pp. 621 y ss., p. 633, y Szymansky, Utah L. Rev., 2003, p. 1324. 11 Véase por ejemplo el art. 15.3 y 4 de la Ley Orgánica 1/2002, de Asociaciones, que prácticamente se limita a establecer que los administradores responderán por «actos dolosos, culposos o negligentes». 154 EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS ves» que propiamente dirigentes14. El rastro de esta concepción más representativa que supervisora de los administradores se deja entrever incluso en las guías de buena práctica más acreditadas, cuyos niveles de exigencia en este punto no siempre son muy edificantes (el principio 1.C de los Principios de la Fundación Lealtad establece, por ejemplo, que el administrador «asistirá, al menos, a una reunión al año» del órgano de gobierno). Lo peor es que –como indica García Atance en su contribución– la práctica real está muy por debajo de este estándar («en algunos casos, ciertos miembros no asisten en años, si bien delegan su voto en otro miembro»). Es sabido que esta inercia o tendencia tiene muchos ingredientes –la inexistencia de una métrica clara de la gestión, como lo es en las sociedades mercantiles la cuenta de resultados; la falta de incentivos directos debido a la ausencia de remuneración y de planes de carrera; etc.–, pero justamente por ello es necesario reforzar los resortes culturales y jurídicos relativos a la responsabilidad de los administradores15. De lo que se trata es de acelerar la convergencia con los estándares de diligencia del modelo mercantil16. b) La segunda observación versa sobre la importancia de la flexibilidad en la formulación de las reglas específicas (autocontratación, ope- raciones vinculadas, uso de los activos o explotación de oportunidades de negocio de la organización, retribuciones, conflictos de interés, etc.). La regulación ha de partir del principio de imperatividad del régimen derivado del deber de lealtad. Debe evitarse el riesgo de que la normativa legal pueda ser derogada o modificada por los estatutos o reglamentos de la organización o trivializada de cualquier otra forma. El principio de imperatividad no es incompatible, sin embargo, con un principio de dispensabilidad ad hoc, en cuya virtud puedan ser autorizadas caso por caso las «transacciones interesadas» que puedan presentarse. Es cierto que la flexibilidad introducida por el régimen de dispensa incrementa las dificultades de enforcement del deber de lealtad, pero la solución draconiana contraria puede ser más costosa, en la medida en que impide de raíz transacciones potencialmente productivas para la organización. No puede olvidarse en este sentido que la contratación «interna» o «vinculada» produce con frecuencia ganancias en términos de ahorro de costes de información y vigilancia. En todo caso, la regulación de la dispensa ha de meditarse mucho, con el fin de lograr un derecho que sea a la vez relativamente fácil de administrar y relativamente difícil de eludir. Tres son las reglas básicas a tomar en consideración: (i) una regla de procedimiento que asegure la independencia del órgano que otorgue la dispensa respecto del administrador afectado; (ii) una regla de equidad o fairness, que garantice que la transacción no es perjudicial para la organización; y (iii) una regla de transparencia, que facilite el escrutinio público del «tráfico peligroso». Soy consciente de que en el tercer sector son muchos los que abogan por una solución rotunda, por la prohibición absoluta de las transacciones potencialmente peligrosas, y que ese planteamiento enraíza en el mayor reproche social que merece quien barre para casa recursos dedicados a fines altruistas que quien se aprovecha personalmente de su posición en el terreno mercantil, en el tráfico de capitales y mercancías. La idea de servicio y de fidelidad a la misión encarnan valores más elevados, cuya ofensa reviste 14 V., Mulligan, Mich.L.R, 105 (2007), p. 1987 V., Boozang, «Does an Independient Board Improve Nonprofit Corporate Governance?», pp. 18-19: V., Hansmann, Yale, L.J. 89 (1980), p. 878. 16 La convergencia ha de propiciarse igualmente por el otro extremo, protegiendo la discrecionalidad técnica de los administradores en el ámbito de las decisiones estratégicas y operativas con la prohibición de su revisión judicial siempre y cuando se haya actuado de buena fe, sin mediar conflicto de interés y en el seno del procedimiento debido (información, deliberación, etc.). La política de indulgencia que hemos defendido en este campo en relación a las sociedades mercantiles (v. Paz-Ares, Responsabilidad de los administradores, pp. 71 ss.) debe extenderse igualmente a las organizaciones no lucrativas. Es cierto que el mayor énfasis que en este sector se pone en la «preservación del patrimonio» lleva a algunos a discutir la procedencia de aplicarle la business judgment rule, una de cuyas funciones es evitar políticas conservadoras y promover la asunción de riesgos. La objeción o la duda se disipan, sin embargo, cuando se concreta a los ámbitos discrecionales, es decir, aquellos en los que la misión no impone limitaciones (v. ALI, Principles, cit., S 365, pp. 416 ss.; Mulligan, Mich.L.R, 105 (2007), p. 1984). 15 155 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS mayor gravedad17. A este planteamiento responde, por ejemplo, el art. 38 de la Ley de Fundaciones que impide a los patronos contratar con la fundación (salvo el caso excepcional de que el Protectorado autorice la transacción). Esta estrategia quizá sea comprensible en un marco de escaso desarrollo y fiabilidad del derecho fiduciario, pero desde luego lo es menos en un contexto reformado, como el que aquí se ha bosquejado, en el cual se ofrecen garantías razonables de integridad y equidad. ¿Por qué privar a la organización de los beneficios que puede obtener de una operación vinculada? Aunque desconozco el valor que pueden tener esos beneficios, mi conjetura es que pueden ser elevados. La experiencia americana –que ha evolucionado de la prohibición absoluta a la prohibición relativa– es aleccionadora. Allí se ha comprobado, en efecto, que los negocios entre los miembros del consejo y las non profit organization son habituales, especialmente en las de pequeño y mediano tamaño18 y que ello, lejos de representar un peligro para un gran número de organizaciones, se revela beneficioso, pues a menudo los administradores les proporcionan bienes, servicios o el uso de propiedades a precios inferiores a los del mercado19. c) Finalmente, procede una breve consideración general sobre la necesidad de facilitar la litigación al objeto de que la responsabilidad de los administradores por infracción de sus deberes fiduciarios tenga un mínimo efecto disuasorio. No tiene mucho sentido perfilar normas sustantivas específicas y adecuadas si no se amplía la base de sujetos legitimados para exigir su cumplimiento, puesto que sólo de esta manera la amenaza se hace creíble20. El coste reputacional y la remoción del cargo no son medidas de enforcement suficientes en este ámbito. El estado de nuestra legislación dista también, en este aspecto, de haber alcanzado la perfección. Las restricciones para interponer la acción de responsabilidad son enormes en el sector filantrópico, bien sea por la incertidumbre que depara la ausencia de regulación (como ocurre con la Ley de Asociaciones) bien sea por las limitaciones de legitimación (como ocurre con la Ley de Fundaciones, cuyo art. 17.3 sólo legitima al Protectorado y al Propio Patronato o Patronos). El problema, una vez más, es semejante al que se plantea en el ámbito de las sociedades mercantiles, en las que el ejercicio de la acción contra los administradores se supedita a la posesión de un 5% del capital, lo que en las grandes empresas crea una barrera infranqueable para la censura judicial (pues quien ostenta ese porcentaje de capital normalmente está en el Consejo). De hecho, la práctica muestra que apenas llegan casos a los Tribunales (salvo en situaciones extremas de fraude o apropiación en las que puede utilizarse la vía penal). Para paliar este problema se han propuesto toda clase de iniciativas21. En todo caso, en nues- 17 En defensa de un «absolute flat ban» se pronuncia, por ejemplo, H. Hansmann, «Reforming Nonprofit Corporate Law», U.Pa.L.Rev., 129 (1981), pp. 497 y ss., p. 569. 18 Más del 41% de organizaciones no lucrativas con cifras superiores a 10 millones de dólares presentan este tipo de operaciones vinculadas, y el número puede ser incluso superior ya que el 75% de estas organizaciones no está sujeto a requerimientos de transparencia en relación con estas operaciones. Las de menor tamaño –siempre según el estudio de Ostrower, «Nonprofit Governance in the United States», p. 8– obtienen los bienes y servicios a mejor precio de sus directivos. 19 V., Goldschmidt, J.Corp.L, 631 (1997-1998), pp. 647-648 y más recientemente Ostrower, «Nonprofit Governance in the United States», p. 7., donde cita en ese sentido las objeciones de las organizaciones americanas de entidades no lucrativas frente al intento del Senado en 2004 de introducir severas restricctiones en estas operaciones vinculadas, citando los «Comments on Discussion Draft on Reforms to Oversight of Charitable Organizations» en http://www.independentsector.org/PDFs/roundtable.pdf., así como los comentarios de Audrey R. Alvarado, administrador ejecutivo del National Council of Nonprofit Associations, al comité financiero del senado advirtiendo de una «undue hardship» para las pequeñas y medianas organizaciones no lucrativas http://www.senate.gov/~finance/Roundtable/Audrey_A.pdf 20 Éste es un problema también en la práctica más desarrollada: v., Brody, New York Law School L. R., 40 (1996), pp. 466467 y Manne, Wis. L.Rev., 1999, p. 238. 21 Por ejemplo: (i) permitir que los abogados «collect fees» en order a incentivar que sean estas firmas legales las que por su propio interés en el éxito de la reclamación, busquen a sus clientes entre esos stakeholders y así promocionen ese control (Hansmann, Yale Law School, October 2006 (Preliminary draft), p. 4); (ii) creación de «Private, for profit monitoring companies», que monitoricen en virtud de contratos con las no lucrativas su actividad, teniendo capacidad para demandarlas en virtud de ese acuerdo en calidad de «Con- 156 EL BUEN GOBIERNO DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS tra tradición parece que debe irse hacia una ampliación de la legitimación a favor de cualquier donante, contribuyente o beneficiario, sin perjuicio de establecer los mecanismos oportunos para reducir el riesgo de la litigación estratégica u oportunista22. Adicionalmente, deberían preverse mecanismos efectivos que fuercen a los Protectorados –o las autoridades de supervisión que se consideren oportunas– a examinar los supuestos y, en su caso, a formalizar ante los Tribunales la acción de responsabilidad23. Working Paper, (July 2007), Seton Hall University School of Law, pp. 18-19, en http://ssrn.com/abstract=229082. Brody, E., «Agents without Principals: The Economic Convergence of the Non Profit and For Profit Organizational Forms», en New York Law School L. R., 40,1996, pp. 457 y ss. Fremont-Smith, M.R., Governing Non Profit organizations. Federal and State Law and Regulations, Cambridge et al., 2004, p.2. Goldschmidt, H.J., «The Fiduciary Duties of Nonprofit Directors and Offices: Paradoxes, Problems and Proposed Reforms», en Journal Corporate Law 23 (1997-1998), pp. 621 y ss. Hansmann, H., «The Role of Non Profit Enterprise», Yale L.Y., 89 (1980), pp. 835 y ss. Hansmann, H., «Two systems of Law for Corporate Governance: Nonprofit versus For Profit», Yale Law School, October 2006 (Preliminary draft), p. 5., en http://www.law.yale.edu/documents/pdf/Two_Systems_for_Corporate_Governance_V04.00.pdf Hansmann, H. «Reforming Nonprofit Corporate Law», U.Pa.L.Rev., 129, 1981, pp. 497 y ss., p. 569. Hertig, G., Kraakman, R. y Rock, E. en AA.VV., The Anatomy of Corporate Law. A Comparative and Functional Approach, Oxford 2004, pp. 195 y ss. Manne, G.A., «Agency Cost and the Oversight of Charitable Organizations», Wis. L.R., 1999, pp. 227 y ss. Mulligan, L.N., «What’s good for the Goose is (not) good for the Gander: Sarbanes-OxleyStyle Nonprofit reforms», Mich.L.R., 105, 2007, pp. 1981 y ss., Ostrower, F., Nonprofit Governance in the United States, The Urban Institute, pp. 7-8, en http://www.independentsector.org/PDFs/roun dtable.pdf. Paz-Ares, C., Responsabilidad de los administradores y gobierno corporativo, Fundación Registral, Madrid, 2007, passim. Principles of the Law of Nonprofit Organizations del American Law Institute, en p. 13, apud n. 5 del Tentative Draft n.1 de marzo de 2007. REFERENCIAS Alexander, J.A. y Weiner, B.J., «The Adoption of the Corporate Governance Model by Nonprofit Organizations», en Nonprofit Management and Leadership, vol. 8, n.3, Spring1998, pp. 223 y ss. Alexander, J.A., Morlock, L. y Gifford, B., «The Effects of Corporate Restructuring on Hospital Policymaking», en Health Services Research, n. 23, 1988, pp. 311 y ss. Bishop, C.G., «The Deontological Significance of Nonprofit Corporate Governance Standards: A Fiduciary Duty Without a Remedy», en Legal Studies Research Paper Series, Research Paper 0803, January 23, 2008, pp. 3 y 4, en http://ssrn.com/abstract=1086751. Boozang, K.M., «Does an Independient Board Improve Nonprofit Corporate Governance?», (v., Manne, Wis. L.R., 1999, pp. 227 y ss., p. 229 y 254), (iii) atribución al Internal Revenue Service –es decir, el fisco- de la competencia para hacerse cargo de esta función de tercero encargado de la supervisión (v., Szymansky, W.K., «An Allegory of Good and Bad Governance: Applying the SarbanesOxley to Nonprofit Organizations», Utah L.R., 2003, p. 1321); (iv) sistemas de «self regulation» (v., Goldschmidt, J.Corp.L. 23 (1997-1998), p. 650). 22 Para una discusión paralela en la esfera mercantil, me permito reenviar de nuevo a Paz-Ares, Responsabilidad de los administradores, pp. 85 y ss. 23 Por ejemplo, en la propuesta de Fundación Europea (art. 4.3, 4.4 y 4.5) se reconoce al fundador, a los beneficiarios y a cualquier tercero afectado o interesado en la Fundación el derecho a hacer una denuncia a la supervisión estatal, que deberá emitir un informe razonado al respecto en un breve plazo de sesenta días. 157 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Ruiz Olabuénaga, J. I., (dir): El sector no lucrativo en España. Una visión reciente, Madrid, Fundación BBV. 2006, pp. 85 y ss, esp 98 y ss. Szymansky, W.K., «An Allegory of Good and Bad Governance: Applying the Sarbanes-Oxley to Nonprofit Organizations», Utah L.R. 2007, pp. 1303 y ss. 158 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA José Ramón Pin Arboledas y Ángela Gallifa Irujo • Filantropía 2.0: nacida tras la II Guerra Mundial, puso el énfasis en el desarrollo de las ONG y la creación de instrumentos transversales de solidaridad. • Filantropía 3.0: la global solidarity, se vuelca en los grandes retos asociados con las crisis de salud (pandemias y endemias) y del medio ambiente (calentamiento global, biocarburantes u OGM), dos enormes áreas que movilizan objetos de tanta importancia como los virus, los fármacos, los residuos, las semillas, el agua, los bosques y, en definitiva, los asuntos más candentes de la economía del conocimiento. En el enfoque de la nueva filantropía 3.0, los donantes consideran que las donaciones tienen que producir un cambio real. La filantropía ya no es un pasatiempo, un dar como quien gasta, sino una actividad con cabeza de quienes quieren invertir para generar un cambio. Ejemplos de esto son la actividad filantrópica de Bill Gates y su esposa Melinda, o de Sergey Brin y Larry Page, de Google.1 El capitalismo filantrópico personal es un movimiento expansivo que utiliza de otras etiquetas de éxito mediático, como lo son la responsabilidad social corporativa, la venture philanthropy, los social entrepeneurs o, como lo denomina Bill Gates, el creative capitalism. 1. IMPORTANCIA ECONÓMICA DEL SECTOR DE LA FILANTROPÍA Frente a la filantropía corporativa, que debe rendir cuentas a los accionistas, los filántropos individuales se sienten libres de dar su dinero a las causas y del modo que les parezca más conveniente. Son más rápidos y más activos que sus propias empresas, hoy ya en mano de muchos accionistas. Por eso, pueden permitirse innovar más a través de sus propias fundaciones, más jóvenes y eficaces. La nueva filantropía, que se dirige a cubrir el espacio donde ni el Estado ni el mercado llegan, pero donde tampoco llega a veces un tercer sector todavía no totalmente profesionalizado, está generando un efecto ejemplo ante otros millonarios y, también, un efecto palanca descubriendo áreas de actividad y nuevos modos de inversión social. Efectivamente, el tercer sector necesita también innovar y ser más rápido, más flexible y menos burocrático. Y cuando un conocido millonario señala un área y un modo de hacer, provoca que otros cambien, inviertan también e incluso que el Estado preste atención. Se pueden diferenciar, en el transcurso del tiempo, tres tipos de filantropía: • Filantropía 1.0: nacida a principios del siglo XX y orientada a la creación de infraestructuras culturales (Museos, Hospitales o Universidades). 1 159 The Economist (25-02-2006). LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS La nueva filantropía no es ya sólo dar dinero sino generar conocimiento, compartirlo, promover el capital social. Está muy ligada a los denominados emprendedores sociales, personas con espíritu emprendedor similar a los empresarios… y deseosos de generar un cambio que mejore la sociedad.2 La nueva filantropía tiene un vocabulario propio como inversión social, alianzas, estrategia, impacto. Frente a la actividad filantrópica estadounidense, los ejemplos en Europa son menores, según «The Economist». También es cierto que hay más filántropos –y más ricos– en los países emergentes. El magnate indio Azim Premji, el chino Shi Zhengrong, presidente de una empresa de paneles solares, o el mexicano Carlos Slim, la segunda fortuna del mundo, se cuentan ya entre el grupo de mayores filántropos. Pero la filantropía sigue siendo esencialmente estadounidense. Un 1,85% del producto interior bruto de este país se dedica a actividades no lucrativas, según un estudio de la consultoría McKinsey. Reino Unido dedica a estas actividades un 0,84% de su PIB. India, el 0,09. China, el 0,05. Algunos prevén que entre 1997 y 2017 se haya donado en Estados Unidos entre 5,5 y 7,4 billones de dólares. Puede parecer una cantidad fabulosa, pero no lo es tanto en términos relativos. Los Gates deberían multiplicar por treinta su gasto filantrópico para igualar lo que dieron en su época los magnates del acero y el petróleo Carnegie y Rockefeller. En cualquier caso, las debilidades apuntan más bien a la necesidad de transparencia. Algunos críticos señalan que el espíritu empresarial no siempre es aplicable a las denominadas inversiones sociales, que el modo de medir la eficacia a ambos lados no puede ser el mismo. La actividad filantrópica se debe incluir en el llamado Tercer Sector o de Organizaciones No Lucrativas (ONL). En un primer intento de sintetizar un proceso evolutivo iniciado no hace mucho tiempo, la responsabilidad social corporativa o RSC viene pre- 2 cedida e influida por una concepción filantrópica de la acción empresarial, según la cual, la empresa estaría obligada moralmente a devolver a la sociedad parte de los recursos que de ésta recibe, de manera tal que por medio de determinadas acciones benéficas, llámense donativos para causas de tipo social, cultural y medioambiental, o colaboraciones en proyectos comunitarios, o prestaciones de servicios gratis, estaría compensando y devolviendo a la sociedad parte del beneficio que de ésta consigue. Los estudiosos y académicos del management en dirección de empresas empezaron a estudiar el sector (llamado Tercer Sector para diferenciarlo del Sector Empresarial o Lucrativo y del Sector Público o de la Administración Pública) hace poco tiempo. Como suele ocurrir su análisis se extendió a partir de la evidencia de su importancia social y económica. El papel social del Tercer Sector, base de su existencia, ha adquirido cada vez más relevancia. Especialmente desde que la experiencia demostrara que la sociedad no puede delegar sólo en el Estado el cuidado de los colectivos social y económicamente necesitados. No lo puede delegar sólo en el Estado por tres razones: a) porque el presupuesto de las Administraciones Publicas es siempre escaso y no llegaría a cubrir todas las necesidades: b) porque la naturaleza de la acción exige, en muchos casos, además de competencia técnica, una actitud solidaria propia de las ONL, poner corazón en el empeño, cosa que no se puede pedir al sector público; c) porque muchas veces la experiencia de las ayudas a través de los gobiernos, en determinados países en desarrollo, han resultado ineficaces y fomentadoras de corrupción. La importancia económica es cada vez más evidente. Según José Luis García, en 2004 empleaba un 10% de la población activa en España (cerca de 1 millón de asalariados) y representaba el 3,3% del PIB español, porcentaje que se eleva al 4,7% si se incluyen a las cajas de ahorros.3 Si hacemos caso a la proyección de 3 García, J.L. (2004). Las cuentas de la Economía Social. El Tercer Sector en España. Cfr. Aceprensa 47/04, (28/05/08). 160 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA sociólogos como Rifkin4 las ONL, y en particular las dedicadas a la atención social de personas, serán uno de los sectores de expansión de trabajos profesionales del futuro. Eso es así porque son el único sector capaz de aportar compasión una mercancía de gran valor que, curiosamente, no tiene precio. Si se cumple el análisis de Rifkin la sociedad del futuro estará compuesta por tres patas: el sector de mercado, el sector estatal y la economía social. La primera pata sería el capital mercantil, la segunda el capital público y la tercera el capital social. De las tres, la más antigua y la más importante, aunque la menos reconocida es el tercer sector.5 CLASIFICACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS El sector no lucrativo, también denominado Tercer Sector, está emergiendo con gran fuerza en casi todo el mundo y constituye una nueva forma de organizarse de la sociedad civil. En las últimas décadas, las organizaciones sin ánimo de lucro han experimentado un gran crecimiento en todos los países (Salamon, 1994) y se han posicionado como un claro generador de empleo. Las cifras hablan por sí solas: en los últimos años en España, se han creado alrededor de diez mil asociaciones o fundaciones anualmente y existen más de trescientas mil ONL. Este desarrollo, que coincide con una diversificación de los ámbitos de actuación de estas entidades, ha estado favorecido por un papel más activo de la sociedad civil, la financiación a través de subvenciones públicas, así como los mejores beneficios fiscales previstos por las sucesivas leyes. La mayor parte de las ONL han nacido y se han desarrollado impulsadas por voluntarios, muchas veces poco experimentados en la gestión (Giménez, 1995). Tanto es así que algunos autores como Smith et al. (1998) consideran las ONL como formas colectivas de la acción voluntaria individual. El aumento del número de organizaciones y la competencia con sus similares del sector por la búsqueda de recursos, públicos y privados, ha motivado una creciente preocupación entre las 4 Rifkin, J. (1994). The end of Work. The decline of the global labour force and the dawn of post-market era. Purtman Berkley Group Inc. New York. Pgs 291 a 316. 5 161 Rifkin, J. Ob cit. Pg. 337. LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ONL por su situación económica, patrimonial y organizacional (Hudson, 1995). Hoy en día, las ONL tienen el deber de justificar el destino de los recursos obtenidos (Dees, 1998), ya sea, porque lo exige, aunque sea tácitamente, quienes les otorgan su apoyo (Mintzberg, 1994), o bien, porque el Estado lo requiere legalmente mediante las normativas y procedimientos creados específicamente para ello. No hay que olvidar que durante muchos años esta información no había sido solicitada de forma obligatoria por parte del Estado. Hace 10 años Jerez y Revilla nos advirtieron de los riesgos y peligros latentes que amenazaban el desarrollo del sector no lucrativo, a saber: la dependencia financiera, la fragmentación del tejido asociativo, la actuación mercantilista de las organizaciones, la creciente burocratización de las organizaciones, el clima ideológico, los medios y el espectáculo. Razón tenían esos autores al señalar la dependencia financiera como un riesgo que haría crisis en el sector. Durante los últimos años España se ha visto beneficiada sustanciosamente de las ayudas de la Unión Europea. Sin embargo, la reciente ampliación de la UE ha motivado un fuerte recorte de los presupuestos asignados a nuestro país. La disminución presupuestaria a partir del 2007 y el crecimiento del número de organizaciones, que compiten por los mismos fondos, acarrean la necesidad de replantear el modelo actual de financiación de las ONL así como el uso eficiente de los recursos disponibles. La captación de recursos (humanos y económicos) no puede entenderse como una actividad aislada sino que forma parte integrante de la estrategia de cualquier organización no lucrativa. Las ONL, como entidades con una importante misión a desempeñar en la sociedad, deben converger hacia una dirección y gestión profesional, con una estrategia clara y transparente de captación de recursos –a fin de cuentas, su viabilidad y sostenibilidad depende de ello– así como ser capaces de explorar alternativas creativas de financiamiento económico. De este modo, las ONL conseguirán potenciar a este sector emergente en todos sus aspectos y se ganarán la confianza de la sociedad que las sostiene. 2. LA NECESIDAD DE MEJORAR LA GESTIÓN EN EL SECTOR Mejorar el sector de la filantropía es, en consecuencia, necesario tanto por la importancia social como por el volumen económico que para la economía supone. Para ello parece útil la conjunción de los esfuerzos de los tres sectores: las Administraciones Públicas, Empresas y Sociedad Civil. El objetivo es conseguir una mayor extensión o autonomía de su acción, para lo que es condición necesaria incrementar los presupuestos de estas instituciones. En consecuencia, mejorar sus fuentes de financiación. En un estudio realizado por el IRCO-IESE6 junto con SIGMA7 sobre una muestra de 201 organizaciones españolas, observamos que el incremento anual de los presupuestos es del 15,5%, siendo las fundaciones las que aumentan en un casi 20% sus presupuestos anualmente. Las fundaciones tienen en promedio mayores presupuestos que las asociaciones, y que dentro de éstas las cívico-sociales y las empresariales andarían a la par. La tabla muestra que los presupuestos de las ONL experimentaron un incremento medio de 15,1% entre los años 2005-2006, lo que es muy positivo y alentador para el sector. Las fundaciones crecen casi cinco puntos más que las asociaciones y dentro de las asociaciones, las empresariales son las que menos crecen con un 11%. Mientras que las ONL cívico-sociales continúan experimentando una expansión, creciendo fundamentalmente en número y en financiación (como luego veremos, gracias a su apoyo sobre el voluntariado así como a una mayor orientación a la captación de recursos), el segmento de las asociaciones empresariales muestra de nuevo una mayor madurez. Aunque crecen poco en número, existe una gran proporción de organizaciones de tamaño reducido y sus presupuestos crecen menos que los del resto de organizaciones. 6 IRCO (International Center on Organizations) es un Centro de Investigación del IESE. 7 SIGMA Servicios Profesionales para Asociaciones S. L. 162 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA PRESUPUESTOS POR TIPOLOGÍA DE ONL * Base 128 ONLs EVOLUCIÓN DE LOS PRESUPUESTOS TASAS DE VARIACIÓN MEDIA DE LOS PRESUPUESTOS (2005-2006) * Base 103 ONLs TASAS DE VARIACIÓN Y TAMAÑO DE LA ORGANIZACIÓN Como se indica en la tabla, los mayores crecimientos presupuestarios se están dando en organizaciones de tamaño medio y cuanto menor es el presupuesto menos parece crecer la organización. Así, las organizaciones pequeñas que, a menudo coinciden con las más jóvenes, se encuentran en sus inicios con mayores dificultades para captar recursos por falta de personal cualificado para acceder a las subvenciones o para buscar socios o donantes. ESTRUCTURA DE COSTES: GASTOS DE PERSONAL Tradicionalmente el sector no lucrativo ha compensado la precariedad financiera con el trabajo de voluntarios no remunerados. Según los datos de estudio, los voluntarios representan más de la mitad del equipo humano y constituyen uno de los activos más importantes de las ONL y el prin- 163 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS cipal motor de su desarrollo. Los voluntarios son efectivamente una gran fuerza laboral del sector, destacando las asociaciones cívico-sociales que cuentan con la mayor fuerza de voluntariado. En este sentido, las ONL deben esforzarse por fide- lizar a sus voluntarios ya que representan para ellas un recurso muy valioso, son fuente de innovación en el seno de la organización y, si bien gestionados, embajadores de primerísimo nivel para atraer recursos económicos. EMPLEADOS Y VOLUNTARIOS F VOLUNTARIOS POR TIPOLOGÍA DE ORGANIZACIÓN F Con respecto a los empleados asalariados, cerca del 50 % de las ONL tienen menos de diez empleados, y muchos de éstos trabajan a tiempo parcial. Calculando el número de personas que trabajan a tiempo parcial con lo que supone una jornada completa, casi el 50% de la muestra contaría con menos de cuatro empleados. PORCENTAJE DE ORGANIZACIONES SEGÚN NÚMERO DE EMPLEADOS * Base 179 ONLs 164 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA Por tanto, uno de los principales retos del sector es la incorporación de profesionales competitivamente remunerados, tarea al parecer imposible por los escasos recursos financieros con que cuentan las ONL. Sin embargo, el sector debe abordar de manera urgente esta problemática pues permitirá a su vez enfrentarse a otros retos como la captación regular de fondos, la fidelización de socios y donantes, la gestión del proceso de innovación o la puesta en marcha de herramientas clave de sostenibilidad como es la planificación estratégica. Para poder incorporar profesionales remunerados se necesita aumentar la captación de recursos regulares. En el gráfico siguiente se observa que los gastos fijos, en personal y generales, representan un 70% del total. Una estructura tan elevada de costes fijos no se puede mantener con una estructura ingresos que sea dependiente y esporádica. ESTRUCTURA DE COSTES EN LAS ONL F PERSONAL DEDICADO POR ACTIVIDADES SEGÚN MODALIDAD (1) Se refiere al Nº de ONL nos mientras que tienden a subcontratar la gestión de nóminas, los servicios legales y la informática. Una organización pequeña puede reducir el riesgo que supone una elevada carga de gastos de personal subcontratando profesionales externos en aquellas áreas no críticas para la organización o en las que no posee experiencia. Esto es precisamente lo que están haciendo muchas ONL. ESTRUCTURA DE INGRESOS En el apartado anterior hemos visto que las ONLs tienen unos costes fijos elevados. Una elevada estructura de gastos ha estar compensada por otra de ingresos con una alta proporción de fondos regulares. Se observa que para las áreas de administración, comunicación, formación y captación de recursos, las ONL recurren a profesionales inter- 165 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ESTRUCTURA DE INGRESOS DE LAS ONL SEGÚN SU TIPOLOGÍA F les permita continuar operando independientemente de las circunstancias por las que atraviesen. En cuanto a la estructura de ingresos, en el gráfico se puede observar que varía mucho dependiendo del tipo de ONL. Las subvenciones son la primera fuente de ingresos en las asociaciones cívico-sociales y en las fundaciones, mientras que las cuotas de los socios representan el 59% de los ingresos en las asociaciones empresariales. A primera vista, la estructura de ingresos más estable sería la de las últimas mientras que la menos sería la de las asociaciones cívico-sociales que dependen en mayor medida de subvenciones y las donaciones puntuales. No obstante, habría que determinar en cada caso el número de entidades y/o personas que prestan su apoyo a la ONL así como su ratio de fidelidad. Por otra parte, la tabla de resultados pone claramente de manifiesto que los ingresos por patrocinio y esponsorización suponen una muy escasa proporción de los ingresos. Por último, las rentas patrimoniales de las ONL se encuentran actualmente a niveles mínimos. Una vez más es obligado subrayar la importancia de este tipo de financiación para asegurar la independencia y sostenibilidad de la organización. Las ONL deben enfocar su estrategia de captación de recursos con el objetivo de lograr en el medio, mejor que en el largo plazo, un patrimonio que EVOLUCIÓN DE LA ESTRUCTURA DE INGRESOS Cuando preguntadas sobre los cambios que consideran más necesarios, se observa que las ONL no se decantan por una alternativa sino por trabajar en diferentes frentes para mejorar su financiación, lo cual parece oportuno para diversificar riesgos a nivel de ingresos. Sin embargo, como indica la siguiente tabla, destacan las opciones de captar más socios/donantes así como la de incorporar más patrocinadores/espónsores. Lógicamente, cada ONL apuesta por lo que mejor sabe hacer o bien por lo que le conviene estratégicamente. Así, las organizaciones empresariales que tradicionalmente se financian vía socios escogen esta alternativa complementándola con la oferta de servicios. Las asociaciones cívico-sociales tienden a elegir más que el resto de ONL la captación de subvenciones. Sin embargo, en todos los casos sorprende la elevada mención de patrocinadores/espónsores que actualmente 166 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA tiene muy poco peso específico en la estructura de ingresos de las ONL. Estas grandes esperanzas que ponen las ONL en financiarse a través de patrocinios deben toparse con la realidad actual de la acción social empresarial que mira mucho el retorno de la inversión. Un mayor conocimiento del sector lucrativo ayudaría a las ONL a superar su manifiesta incapacidad actual de proponer a este sector proyectos atractivos que sean no sólo capaces de generar un alto beneficio social sino también un claro retorno económico. CAMBIOS QUE CONSIDERA NECESARIOS EN SU FINANCIACIÓN Por otro lado, es importante también conocer si el número de financiadores privados (socios, donantes y patrocinadores) ha aumentado, se ha mantenido o ha disminuido en los últimos años. Los datos recogidos se detallan en la siguiente tabla: NÚMERO DE FINANCIADORES Y SU EVOLUCIÓN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS (1) (2) Los % refieren al nº de ONL que expresa su opinión al respecto El apartado donantes aparece en blanco pues las empresariales no suelen acudir a donaciones por la captación de socios que constituye actualmente su principal fuente de financiación. Se observa que la mayoría de las ONL ha aumentado el número de financiadores privados, siendo las fundaciones las que mejor tendencia presentan. Cabría destacar la situación de las asociaciones empresariales en las que un 24,5% está perdiendo socios, lo que de nuevo indica la mayor concentración existente en este ámbito de actuación, tendencia contraria al resto del sector no lucrativo, y por tanto una mayor competencia FINANCIACIÓN: SITUACIÓN ACTUAL Actualmente, la gran mayoría de las ONL encuentran muchas dificultades para financiar sus actividades, debido principalmente, al fuerte 167 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS incremento del número de organizaciones que optan a los recursos tradicionales. Sajardo (1997) comenta que las debilidades del sector no lucrativo pueden incidir en una menor capacidad para ofrecer sus servicios de bienestar social. Salamon (1987) enmarcaba estas debilidades dentro de la teoría de las carencias del sector no lucrativo, tales como: a) los insuficientes recursos financieros (principalmente donaciones y cuotas de socios) para hacer frente a sus necesidades; b) la incertidumbre e irregularidad en la recepción de los recursos; c) la no profesionalización e insuficiente capacidad de planificación y gestión; d) el centrarse excesivamente en responder a los intereses de los grupos que le promocionan sean éstos religiosos, ideológicos, particulares o económicos; y, e) el paternalismo filantrópico que predomina principalmente en organizaciones ideológicas y/o religiosas. En la actualidad y debido a la globalización de la economía, los cambios imprevisibles del entorno (sociales, políticos, culturales, demográficos, educativos, etc.), las ONL se enfrentan a una serie de nuevos desafíos que hacen necesario una estrategia diferente, renovada, convincente, que contenga aspectos que permitan un cambio, actualización y modernización de su actual forma de estructura y organización. Referente a los ingresos, la investigación revela que las subvenciones públicas igualan en importancia a las cuotas de socios y a los ingresos por servicios. También revela que nunca estas tres fuentes por sí solas serán capaces de cubrir con regularidad los gastos de las ONL. Las fuentes de financiación son, por tanto, un mercado de recursos escasos por los que las ONL tienen que competir. En esta circunstancia cobran importancia términos empresariales: fidelización de patrocinadores, de proveedores, de clientes, planificación, estrategia a medio y largo plazo, reducción de costes, estudio de procesos, gestión de personal y por último y más importante, gestión de la marca y la confianza de los donantes y patrocinadores. Los recursos financieros de las ONL españolas provienen generalmente de fondos oficiales (ayuntamientos, comunidades autónomas, Unión Europea, agencias y organismos especializados de la administración, etc.) existiendo una excesiva dependencia del sector público. Un elevado peso de esta financiación suele provocar problemas de tesorería en las ONL debido al desfase entre la prestación del servicio/realización de la actividad y el pago de las administraciones. Por otra parte, los recursos obtenidos son efímeros ya que se conceden ayudas por proyectos de vigencia anual y su asignación depende del número de demandantes y de la dotación presupuestaria de la oferta pública. En los últimos años, la administración pública se ha decantado por la financiación a través de convenios de colaboración por prestación de servicios principalmente en los ámbitos de los servicios sociales, culturales, educativos, sanitarios o empresariales (internacionalización). Todo ello contribuye a un flujo de caja más regular para las ONL beneficiarias de estas ayudas. Las cuotas de los socios/donantes representan la segunda fuente de financiación de las organizaciones no lucrativas. Si bien son una fuente regular de ingresos y si existe un número amplio de socios se consigue reducir el riesgo, en muchos casos, estas aportaciones están lejos de cubrir las necesidades de la ONL de forma sostenible. Con relación a la prestación y venta de servicios, ésta suele ser utilizada en mayor medida por ONL con estructuras organizativas sólidas y capaces de hacer frente al desarrollo y promoción de actividades de carácter profesional. Por otro lado, aquellas organizaciones cuyos servicios son gratuitos están experimentando un aumento de sus costes por la mayor demanda de servicios y la dificultad de repercutirlos en los destinatarios de los mismos. Si bien se aprecia un incremento progresivo de la financiación por parte del sector lucrativo, ya que las empresas se han dado cuenta que pueden mejorar su imagen si colaboran con las ONL o realizan trabajos conjuntos con la administración pública, sin embargo, esta vía de financiamiento no supera ni la décima parte de 168 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA reducir la fuerte dependencia de las administraciones públicas) e incrementar el número de financiadores; 4. reducir la incertidumbre e irregularidad en la recepción de los recursos aumentando el peso de fuentes de financiación regulares como son las cuotas de socios/donantes o la financiación vía prestación de servicios; 5. fidelizar a los proveedores de fondos (socios/donantes, administraciones públicas y empresas), reforzando su confianza, ante la creciente competencia de otras ONL; 6. profesionalizar la organización para enfrentarse al sector empresarial que irrumpe con fuerza en la oferta de servicios en ámbitos tradicionalmente reservados a las administraciones o a las ONL; 7. dotarse de una estructura de costes flexible y un margen financiero de maniobra suficiente para abordar costes imprevistos; 8. abordar con seriedad la planificación estratégica financiera; 9. ser capaces de prever los rápidos cambios del entorno y desarrollar competencias dentro de la organización para adaptar la estrategia de captación de recursos. Buceando en la literatura académica nos encontramos con un cúmulo de supuestos que nos servirán para elaborar el mapa teórico o conceptual y elaborar una propuesta integradora de estrategia de captación de recursos a nivel de una ONL. Las siguientes tablas resumen algunas de las propuestas hechas por distintos autores para mejorar la financiación de las ONL y que se han tratado de completar. los presupuestos de las ONL de mayor envergadura. Si analizamos la captación de recursos en el sector no lucrativo, podemos encontrar algunas razones para afirmar que ésta da señales de estancamiento: 1. existe un mayor control de las subvenciones y han aumentado las condiciones y requisitos para presentarse a una convocatoria de ayuda pública; 2. las aportaciones de los socios, padrinos, y voluntarios, etc., no parecen las mismas que años atrás. Los voluntarios y los socios tienden a ser menos participativos y a exigir una mayor utilidad y rentabilidad de su inversión (sea en tiempo o económica); 3. por último, la aparición de la competencia, debida al enorme incremento de organizaciones en los distintos ámbitos de actuación, hace que el trozo de tarta a repartir sea cada vez menor. Estos hechos hacen pensar que quizás las ONL, nacidas de la acción voluntaria individual, como apuntaban Smith et al. (1998) y con escasos recursos para dotarse de una estructura profesional, no estén lo suficientemente preparadas para afrontar el cúmulo de retos que deben afrontar en la actualidad. Entre los desafíos que experimentan las organizaciones del sector cabría destacar: 1. conseguir fondos suficientes para el desarrollo de actividades que aseguren la sostenibilidad de la organización; 2. equilibrar sus balances; 3. diversificar las fuentes ingresos (aumentando la proporción de fondos privados para 169 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS 170 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA tivo) las posibilidades de refuerzo institucional así como elemento transformador; y, por último, el fortalecimiento institucional requiere mucha flexibilidad y capacidad de adaptación a los contextos locales. Las distintas propuestas presentadas anteriormente constituyen una serie de medios, sin lugar a dudas eficacísimos, para asegurar el fortalecimiento de las ONL y de todo el sector no lucrativo. A esto apunta Vernis (2005) cuando trata del concepto del fortalecimiento institucional y que de un modo sintético y gráfico sirve para englobarlas. Según Vernis, el fortalecimiento institucional es un proceso por el cual los individuos, las organizaciones y los sectores de la economía aumentan sus capacidades y su rendimiento en relación con los objetivos, los recursos humanos y financieros, el entorno en general y los resultados que esperan conseguir. En palabras más simples, el fortalecimiento institucional se realiza con la participación directa de las personas y organizaciones implicadas; se trata de un proceso (se necesita tiempo); es multidimensional, lo que implica que las intervenciones deberán centrarse en varios niveles o planos (individuos, organizaciones y sector); trata de reforzar capacidades ya existentes; atiende a la importancia del entorno como factor que condiciona (en positivo y nega- Sin embargo, para dar cabida al fortalecimiento institucional se han de enfrentar tres grandes retos que conviven al interior de las organizaciones no lucrativas en España: la colaboración para aumentar su credibilidad, la confianza para demostrar que no son meras instituciones caritativas ni simples entidades productoras de servicios y la innovación (Vernis, 2005). La figura 2 nos muestra la esencia del concepto de fortalecimiento institucional donde gráficamente se explica que las personas son las que tienen que innovar, las organizaciones las que deben generar confianza en la sociedad y los sectores los que han de estar dispuestos a colaborar. Con esto conseguiremos profesionalizar las ONL y consolidar el sector no lucrativo como sector con un papel fundamental a jugar dentro de la economía española. PRINCIPALES RETOS POR NIVEL DE FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL FI=fortalecimiento institucional; SNL=sector no lucrativo Fuente: Adaptado de Vernis (2005) 171 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS mente en el 15% de instituciones el órgano de gobierno se coloca a la cabeza de esta acción fundamental para su supervivencia. En otros casos, eso sí, facilita los contactos, colabora e impulsa la gestión. Pero, su papel será pobre si la Junta o Patronato no es proactivo, toma iniciativas, es creativo, escucha a su equipo y dialoga/negocia directamente con el máximo órgano o persona con capacidad de decisión del patrocinador. Se trata de que el más alto nivel se ocupe/preocupe de conseguir fondos regulares para una ONL. La verdad es que la naturaleza de esos órganos de gobierno y las disposiciones legales sobre los mismos hacen difícil su profesionalización y, por tanto, su dedicación a este menester tan ingrato, a la vez que necesario. Esa es una de las características del sector: la solidaridad por encima del interés. De ahí que haya que respetar y admirar a cuantos se dedican a esos órganos y alentarlos a la profesionalización de su labor. En todo caso, como en cualquier organización, tanto en los Órganos de Gobierno, como en los Órganos de Administración, es necesario realizar un esfuerzo de profesionalización en dos campos: a) El de la captación de ingresos. b) El de la eficiente inversión de los mismos. A ambos aspectos nos vamos a referir, en primer lugar haciendo una breve descripción de la situación actual y, luego, proponiendo soluciones prácticas. 3. FINANCIACIÓN: SITUACIÓN ACTUAL La confianza es difícil ganarla, pero muy fácil perderla. Muchas ONL tienen bien ganada la confianza de los que con ella se relacionan. Pero, también es verdad que estamos en tiempos de crisis. En el sector, y dentro de él en algunas instituciones en particular, se ha perdido parte de esta confianza. Es un fenómeno típico del crecimiento. Una vez perdida la confianza, su recuperación requiere una gestión profesional. Exige, entre otros medios, una buena comunicación interna y, sobre todo, externa, que ayude a recuperar la confianza de la sociedad en aquellas instituciones que han perdido parte de su prestigio y en el Tercer Sector en general. No tenemos la más mínima duda de que así será, pero el tiempo siempre corre y aplicar profesionalidad a la gestión es un reto inaplazable. Paradójicamente, para ello se necesita dinero. Hay que conseguir recursos para mejorar la imagen, lo que permitirá tener más ingresos. Dichoso dinero!!! Dirán o pensarán muchas personas, pero no queda otra salida. El dinero mueve montañas y es cierto. Es el medio para que, honradamente gestionado, se pueda profesionalizar el sector en todos sus aspectos, emplear los medios de comunicación para darse a conocer, informar, crear y cuidar las marcas de las organizaciones y, especialmente, para gestionar el cambio que pide la sociedad al Tercer Sector. La fuerte competencia por los recursos disponibles en el mercado global obliga a las organizaciones a adoptar en su gestión estrategias del mundo del management. Tanto la obtención de patrocinios, alianzas, venta de servicios como la gestión de las personas en las instituciones deben estar orientadas a la eficiencia y eficacia, es decir, a la obtención de objetivos con el mínimo coste y el máximo acierto. A este objetivo va dirigido este escrito. En esa competencia por los recursos disponibles en el mercado es importante el papel de los Órganos de Gobierno ¿Cuál es el rol de la Junta o Patronato en la captación de recursos? En la muestra estudiada en el informe citado, única- 4. LA PROFESIONALIZACIÓN EN LA CAPTACIÓN DE INGRESOS DE LAS ONL (ORGANIZACIONES NO LUCRATIVAS) Una de las conclusiones del estudio mencionado es que las ONL han aumentado en los últimos años el número de financiadores privados, con tendencia a la diversificación de sus fuentes financieras. Otra de las tendencias es la necesidad de enfocar esta actividad de captación hacia la sostenibilidad de las organizaciones. Es decir 172 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA intentar que la recepción de ingresos se convierta en un flujo continuado y adecuado a las necesidades de la organización. Para ello parece conveniente que los esfuerzos de captación de fondos sean congruentes con la misión de la organización, contemplando la captación de recursos como parte de la estrategia. El objetivo más ambicioso sería incrementar el patrimonio año a año asegurando la independencia financiera y, en consecuencia, la sostenibilidad del proyecto. En todo caso el 84% de las ONL analizadas en el estudio consideraban necesario hacer cambios en su financiación. Sin embargo este cambio responde a diferentes razones. Además de la necesidad de evitar la excesiva dependencia de las Administraciones Públicas y de buscar fuentes alternativas de financiación (56,6%) otras razones son: consolidar la estructura (76,2%); crecimiento de la organización (68,5%); aumentar la base de socios y/o donantes (42,7%); cubrir el déficit (15,4%). ¿CUÁL ES LA RAZÓN PARA CONSEGUIR MÁS RECURSOS? teóricos abusos acaba creando más problemas que los que quería solucionar. Por eso también se ha remarcado el respeto que merecen quienes de manera altruista se dedican a estos menesteres. Pero, en todo caso, ayudar a la profesionalización de esta función difundiendo las mejores prácticas es una de las tareas a realizar. En este sentido iniciativas como la del libro al que pertenece este artículo pueden ser muy interesantes. Otra cosa es la formación de quienes profesionalmente, desde la gerencia o el departamento de fundraising se dedican a esta materia. Además de ser expertos en técnicas de marketing deben tener un profundo conocimiento del negocio, por llamarlo de alguna forma, para realizar dos tipos de actividades: a) El fundraising externo vendiendo el producto o servicio realizado por la ONL a los financiadores. b) El fundraising interno, concienciando a todos los componentes de la organización de que: a. Los mejores vendedores de los servicios son los que participan en su prestación. Los que mejor pueden contar, y con más Por otra parte, las ONL destinarían ese aumento de ingresos sobre todo a la consolidación de la estructura y el crecimiento de la organización. Además, a más de la mitad de las organizaciones le preocupa la dependencia de las administraciones públicas y la necesidad de buscar fuentes alternativas de ingresos. Las cuotas de los socios y donantes aparecen como las fuentes alternativas por excelencia. ¿Cómo profesionalizar el fundraising o captación de fondos? Algunas ONL poseen la estructura necesaria para tener un departamento especializado en esta función, otras no. Realizar un plan sistemático de captación de fondos, de acuerdo con la planificación a largo plazo de la ONL y utilizarlo estratégicamente no es fácil. Exige profesionalización de los diferentes componentes de la organización que se dedican a ello. Ya hemos comentado las dificultades de los Órganos de Gobierno (Patronatos, Juntas Rectoras, Consejos Directivos, …). En parte debido a la restrictiva política de la legislación en cuanto a sus compensaciones. Como pasa siempre la cicatería, normalmente de origen fiscal, para evitar algunos 173 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS entusiasmo, la bondad de los mismos son los que están al pie del cañón. b. La mejor venta para el fundraising es poder mostrar una ejecutoria de eficacia y eficiencia en la utilización de los recursos donados. De ahí que el buen trabajo de todos es el que aporta mayor confianza a los donantes y financiadores. En ese sentido todos los procesos relacionados con la confección de la Visión y la Misión de la compañía, así como el liderazgo y la comunicación de ambas externa e internamente son parte de la función de fundraising. Sobre como mejorar en estos aspectos trataremos en los puntos siguientes. En las organizaciones ese tipo de relación se conoce hoy como Leadership Branding8 (marca de liderazgo) recogida en un libro de Ulrich y Smallwood (2007). En el mismo, los autores estudian como conseguir esa relación de los empleados con los stakeholders de la organización, tanto en el sector privado, como en el de los non profit. Es interesante el análisis dedicado a Bon Secours Health System Inc. Una organización católica de origen francés establecida hace más de cien años en USA. Como el libro explica: En esta organización el concepto de Leasdership Brand es persistente. La identidad externa deseada se hace real en los empleados a través de un conjunto de comportamientos de liderazgo disciplina- dos y enfocados que los identifica mentalmente con los clientes o consumidores.9 Establecer esta relación crea los lazos de confianza entre los stakeholders, especialmente con los donantes, que permiten la supervivencia y el crecimiento de la organización. 5. LA MENTALIDAD INVERSORA: EL CIRCUITO CAPTACIÓN-INVERSIÓN -CAPTACIÓN El primer concepto a desarrollar para profesionalizar la gestión es el de mentalidad de inversión. Los profesionales de las ONL deben conceptualizar toda su actividad con mentalidad inversora. La mentalidad inversora se contrapone a la mentalidad gastadora. En muchos casos los empleados, los directivos y los Órganos de Gobierno de las ONL tienen mentalidad de gasto, o peor aún, mentalidad de gasto a fondo perdido o donación. En el estudio sobre captación de fondos en ONL citado anteriormente, las respuestas a la pregunta: ¿Considera necesarios hacer cambios en su financiación? las respuestas fueron: mientras todas éstas ven la necesidad de aumentar sus ingresos, sorprende, sin embargo, que sólo un 12% exprese la conveniencia de reducir gastos. ¿CONSIDERA NECESARIOS HACER CAMBIOS EN SU FINANCIACIÓN? F 8 Ulrich, D. & Smallwood, N. (2007). Leadership Brand. Developing Customer-focused Leaders to Drive and Build Lasting Value. Harvard Business School Pres. Boston (Mass.). 9 174 Ulrich, D & Smallwood, N. Ob. Cit. Pg. 15. LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA ¿QUÉ TIPO DE CAMBIOS? La mentalidad de gasto lleva a la falta de sostenibilidad del proyecto. Cuando se actúa con mentalidad de gasto las actividades de la ONL acaban en ellas mismas. Lo cual puede ser muy loable desde un punto de vista social, pero es peligroso desde un punto de vista económico. La mentalidad de inversión exige que cualquier actividad tenga como consecuencia paralela, y fundamental, el aumento de la captación de recursos. No se debe realizar ninguna actividad que, de alguna manera, no ayude a la obtención de fondos para la continuidad y crecimiento de la organización. Eso no quiere decir que la obtención de fondos sea directa; en último caso puede ser indirecta. Por ejemplo, una ONG que trabaje con fondos públicos sabe que en determinados casos, haber tenido experiencias de éxito en el pasado ayuda a obtener nuevos fondos. También, algunas veces, la experiencia es necesaria para adquirir determinada calificación que da derecho al acceso a determinados fondos. Hay proyectos que permiten obtener certificaciones que exclu- yen de determinados fondos a otras ONG. Los órganos rectores de la ONL pueden elegir realizarlos para conseguir este objetivo. La mentalidad inversora se basa en el círculo recaudación-inversión recaudación. El esquema de la Figura I describe esquemáticamente la diferencia entre ambos enfoques: el de gasto y el de inversión. La mentalidad inversora hace sostenible el proyecto global de la ONL. No es fácil convencer a los directivos de que la practiquen. Menos aún en las ONG dada la característica de las personas que a ellas se dedican. Pero es la única manera de hacer una organización que crezca y cumpla con los objetivos de mejora de la sociedad de manera cada vez más amplia. Probablemente todo gestor afirme que tiene mentalidad de inversión. Sin embargo asegurarse de ello es una cuestión importante por parte de los Órganos de Gobierno de la ONL. Toda actividad o proyecto debe llevar un anexo con la propuesta de recaudación de fondos y sus posibilidades directas o indirectas de hacerlo. FIGURA I: DIFERENCIAS ENTRE EL ENFOQUE DE MENTALIDAD DE GASTO Y EL DE MENTALIDAD DE INVERSIÓN F MENTALIDAD DE GASTO MENTALIDAD DE INVERSIÓN 175 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS der esa eficiencia a los donantes de recursos para aumentar la confianza de los mismos. Muchas veces los que deciden las donaciones deben dar cuenta a otras estancias. Incluso cuando es una aportación personal quieren estar seguros de que cumple con los objetivos finalistas para los que se ha hecho. 6. EL GASTO, SU CONTROL Y EVALUACIÓN Si bien es cierto que cualquier organización debe enfocarse a los ingresos para asegurar su éxito, tampoco puede despreciar el control de gastos. Enfocarse fundamentalmente en el control de gastos es un error que lleva a la disminución paulatina de los ingresos y, a la larga al encanijamiento de la entidad, pero olvidarse de esta función puede acabar con la confianza de los donantes. En las ONL el control del gasto, y la difusión de ese control tanto externa como interna tiene dos objetivos. El primero mejorar la eficiencia de la organización. Es decir, conseguir que los objetivos se alcancen al menor costo. El segundo ven- En ese sentido controlar los ratios de gastos generales respecto a los gastos operativos; hacer mas eficientes los gastos de administración para manejar con la menor cuantía de los mismos la mayor cantidad de recursos es una obligación de los gestores y una forma de obtener nuevos recursos. Según el estudio IRCO/IESE-SIGMA los gastos generales y de personal del sector de las ONL son el 70% de sus presupuestos. ESTRUCTURA DE COSTES EN LAS ONL F Organizaciones como Médicos sin Fronteras tienen establecido en su cuadro de mando (Balance Scorecard) los ratios deseables de estos gastos. Para ello es muy útil la utilización de métodos basados en las nuevas tecnologías, el outsourcing o la alianza estratégica con empresas profesionales a través de sus programas de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y, dentro de ellos, de voluntariado empresarial10 especiali- zado. Esta última fórmula es un ejemplo de colaboración de sector privado con ONL que puede dar un gran resultado. Dentro de este marco de profesionalización se encuentra el proceso de auditorías. La auditoria ayuda a dar confianza a los donantes y, si es profunda, puede servir de consejero externo que detecte errores y dé soluciones en el campo del gasto o la inversión. Hoy en día toda ONL que se precie debería ser capaz de difundir los informes anuales de auditoría contable entre sus donantes. 10 El voluntariado empresarial consiste en que las empresas ayudan a ONL mediante la cesión de trabajadores en horas laborales para que realicen labores sociales, muchas veces relacionadas con sus habilidades o competencias profesionales. Contables, expertos en finanzas o en estrategia empresarial pueden ayudar mucho a la profesionalización de las decisiones de las ONL y a su eficiencia. 176 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA laboral. Además, cuando se ayuda a esta recolocación, a largo plazo se pueden obtener donaciones derivadas del agradecimiento de estas personas. Si, los ex-cooperantes alcanzan cuotas de decisión en las empresas o en las Administraciones Públicas y confían en la ONL reforzarán su compromiso y el de las organizaciones en las que decidan. Eso es tener mentalidad inversora en el manejo de las carreras de las personas de la organización. La gestión de las salidas es tan importante como la gestión del reclutamiento. Dar valor a través de la dirección de las personas es uno de los requisitos de una gestión profesionalizada en todas las organizaciones. Las personas son el activo más importante de la organización. Su nivel profesional da confianza y su actitud, dentro o fuera de la ONL, es uno de los mensajeros más importantes de la calidad de sus acciones y genera la confianza que requiere la supervivencia de la ONL. Las posibles políticas de Dirección de Recursos Humanos son muchas. Lo importante es que sean consistentes entre sí, consistentes con el entorno y la estrategia de la organización y con su ADN (historia, misión, visión, cultura, ...).11 Cada ONL tendrá que desarrollar sus políticas de acuerdo con todas ellas. Grande o pequeña,12 ONG o Agrupación Profesional, Fundación o Asociación, la consistencia es condición necesaria para su buen funcionamiento. Su diseño y puesta en práctica requiere formación y capacidad de análisis profesional en este campo. 7. EL GOBIERNO DE LAS PERSONAS O LA DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS: EL ACTIVO INTANGIBLE MÁS VALIOSO Dentro de las ONL lo más valioso es la entrega y compromiso de muchas de sus personas. La capacidad de atracción y entusiasmo de su misión y los proyectos en que se concreta suele ser extraordinaria. Sin embargo, la gestión de estas personas adolece en muchos casos de falta de profesionalización. Suele haber carencia de medios materiales y, en consecuencia de retribuciones adecuadas Pero lo peor es no tener unas políticas de Dirección de Personas o Recursos Humanos definida. Esas políticas pasan por la definición de los procesos de reclutamiento, de análisis de cuáles son los yacimientos de posibles colaboradores, cómo seleccionarlos en función de las competencias y actitud requerida para los proyectos. Otra política que hay que tener muy clara es el tipo de carreras a ofrecer a esas personas. En la empresa lucrativa no todas las carreras son de largo plazo. En las empresas consultoras la fórmula es Up or Out. El empleado o promociona en un determinado plazo o debes abandonarla. Parece que en las ONL es un tipo de carrera bastante adecuada a su misión y estructura. Pero ello supone establecer un tipo de rotación de personal adecuado a esta carrera y procesos de formación en consonancia con ello. Si las personas pertenecen a la ONL durante un plazo determinado debemos formarlos por dos motivos. El primero para que su valor en el mercado laboral les permita rentabilizar la experiencia adquirida. El segundo para poder preparar a los sustitutos de manera rápida. Una de las fórmulas de obtener buenos colaboradores es desarrollar una marca de buen empleador. Primero porque se ofrecen trabajos en proyectos interesantes que responden a las vocaciones de sus posibles cooperantes. Segundo porque en ellos se desarrollan competencias valiosas para el mercado laboral. Tercero porque esa experiencia ayuda a la recolocación en el mercado 8. LA FUNCIÓN DEL LIDERAZGO EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA: VISIÓN, COMUNICACIÓN ILUSIONANTE, VALORES ÉTICOS Tener una Marca de Liderazgo es importante para crear la confianza con los stakeholders, espe- 11 Pin Arboledas, José Ramón. (2007) Consistencia. La estrategia de la empresa es la estrategia con sus personas. Pearson Educación S. L. Madrid. 12 Según el estudio IRCO-SIGMA el 50% de las ONL tienen menos de cuatro empleados. 177 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS petencias innatas se puede perfeccionar esta capacidad. Esta hipótesis del carácter innato del papel de visión del liderazgo es esencial para entender cómo debe funcionar la ONL. Si realmente se exigen ciertas condiciones innatas, entonces es necesario que haya un proceso de reclutamiento y selección dirigido a descubrir las personas que lo tienen e incorporarlas a la organización. Encontrar a las personas que lo poseen es requisito indispensable para que la organización desarrolle el factor liderazgo. Profesionalizar esta búsqueda es importante para que la organización se desarrolle. A veces en las ONL esta búsqueda se deja al azar, esperando que la misión de la organización atraiga a personas con esa competencia. Pero no es lo más profesional. Dejar esta política al azar es uno de los fallos que más pueden afectar el desarrollo de la organización. La Junta Rectora o el Patronato, los Órganos de Gobierno, sea cual sea su estructura, tienen aquí una responsabilidad muy importante. En el campo de las ONL, mucho más que en el de las empresas lucrativas, es importante distinguir a las personas capaces de articular visiones de las visionarias. Estas últimas son las que pueden describir un futuro pero no el camino para llegar a él. Tener visión es describir ese futuro y formular los procesos para alcanzarlo. En las empresas con ánimo de lucro el visionario se descubre enseguida. El sistema de control (la cuenta de pérdidas y ganancias) es tozudo y obliga al realismo. En algunas ONL este control no es tan importante y puede crear disfunciones, el mecanismo de control puede ser a mayor plazo y, cuando se descubre el problema que ha creado el visionario, ya no hay tiempo de reacción. Es por eso, que es más necesario distinguir las personas con visión de los visionarios y no dejarse arrastrar por ellos. Tener los pies en tierra a la vez que se formulan visiones atrayentes y oportunas es condición necesaria de supervivencia. Es por eso que junto a la visión el liderazgo debe aportar la capacidad de estructurar los sistemas de operaciones y control. cialmente con los donantes. Pero la marca de liderazgo exige tener líderes a lo largo de la organización. El factor liderazgo es esencial para la supervivencia y el crecimiento. En ese sentido es necesario profesionalizarlo en las organizaciones del tercer sector. Para ello conviene conocer cuales son sus componentes y papeles. Después de múltiples estudios sobre liderazgo, parece que éste consiste en tres papeles que conjugados entre sí potencian la organización. Estos tres papeles son: la creación de una visión; la capacidad de mando, organización y comunicación eficaz de la visión; y el establecimiento de valores éticos.13 Analicemos cada una de ellos. 8.1. NECESIDAD DE LA FORMULACIÓN DE LA VISIÓN Y EL PELIGRO DEL VISIONARIO El primer rol del liderazgo en una organización es aportar una visión del futuro a conseguir. Es la función estratégica del líder. La visión es una definición plástica del futuro, del objetivo al que dirigirse expuesto de manera atrayente y oportuna. Consiste en definir una oportunidad que se encuentra en el entorno y no es conocida de manera amplia por el resto de las personas. Eso no quiere decir que su descripción sea muy original. Normalmente cuando el líder la describe, las personas la encuentran muy razonable y se preguntan porque ellos no la han definido. Pero hasta que el líder no la formula, nadie lo hizo. Sobre la capacidad de establecer visiones hay estudios empíricos que indican que tiene un cierto origen innato. Las condiciones necesarias para hacer esa descripción de la oportunidad que hay en el entorno no están muy extendidas en la población. Su origen no es necesariamente genético, sino el resultado de una serie de factores, entre los que se encuentra la inteligencia natural y el desarrollo a través de estímulos vividos. Lo que sí parece claro es que a partir de esas com- 13 Pérez López, J. A. (1992). Fundamentos de la Dirección de Empresas. Ediciones Rialp S. A. Barcelona. 178 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA del branding como empleador, las ONL pueden utilizar esta oferta como atractivo. Si además, se vende a los posibles donantes financieros como un campo de entrenamiento de futuros empleados, la ONL puede utilizar estos procesos como oferta de servicios aumentando el valor de los mismos. Este entrenamiento es doble, por una parte desarrolla dotes de mando, capacidad de comunicación, en algunos casos entrenamiento trans-cultural o gestión de la diversidad y por otra parte crea sensibilidad social e inserta valores éticos. De este capítulo trata el siguiente punto. 8.2. LA CAPACIDAD DE ORGANIZACIÓN, MANDO Y COMUNICACIÓN: UN CAMPO DE POSIBLE APRENDIZAJE Articulada la visión el segundo papel del liderazgo consiste en comunicarla de manera atrayente y eficaz para movilizar las personas en su consecución. De nada sirve tener una idea de un futuro si no se es capaz de trasmitirlo a quienes tienen que empeñarse en alcanzarlo. Los estudios sobre el liderazgo indican que las competencias de comunicación y mando se pueden aprender más que las relacionadas con la visión. En este campo existen suficientes procesos de formación y entrenamiento disponibles. Los líderes de las ONL pueden perfeccionar sus capacidades de mando, organización y comunicación. En el IESE tenemos amplia experiencia en ayudar a desarrollar los conceptos en que se basan estas competencias14 y existen organizaciones especializadas en el entrenamiento de las mismas. Precisamente una de las oportunidades que se pueden ofrecer a los empleados y cooperantes de las ONL es la oportunidad de desarrollar estas capacidades organizativas, que serán muy útiles para su futuro. Un ejemplo es el entrenamiento en la dirección trans-cultural (cross-cultural) de las organizaciones que ofrecen las ONL de carácter internacional. En resumen, así como en las competencias relacionadas con la visión es importante un buen proceso de reclutamiento y selección, en las competencias organizativas y de comunicación se puede recurrir a políticas de desarrollo y formación. En particular de desarrollo en el puesto de trabajo (in the job) dando oportunidades que serían difíciles de tener en otras organizaciones. La oferta de este tipo de desarrollo puede ser un aliciente para la captación de talentos. Dentro 8.3. LOS VALORES ÉTICOS: CUIDADO CON SU MANTENIMIENTO El tercer rol del liderazgo es la implantación de valores éticos. El liderazgo supone un proceso de generación de confianza en el líder y su organización. Eso no se puede hacer sin un comportamiento ético. Las personas confían en aquellos que se portan de manera correcta teniendo en cuenta el bien común de toda la organización, no sólo el suyo, además de demostrar tener una buena visión y ser eficientes directivos. Lo peor que puede ocurrir es alguien muy hábil en la dimensión estratégica y en la ejecutiva y que sólo piense en su bien. La historia dice que este tipo de dirigente acaba siendo un dictador que tiene que ejercer cada vez más el poder para conseguir sus objetivos. Pero si hay algo que caracteriza a las ONL es que muchas veces el poder es débil y que los objetivos se consiguen atrayendo a las personas por la autoritas. El poder consiste en que las personas hagan lo que el líder propone. La autoritas es conseguir que las personas quieran hacer lo que el líder propone. En realidad hay muy poca diferencia entre estas dos definiciones. Una palabra: hagan, en el poder, se cambia por quieran en la autoritas. Porque la autoritas es un mecanismo de ilusión, de construcción de credibilidad en las propuestas y las acciones del liderazgo, por el que las personas depositan su confianza en él, le apoyan y siguen en sus propuestas. 14 De hecho en muchos de los programas de Desarrollo de Directivos y MBA es cada vez más frecuente encontrar directivos del sector de la filantropía. También en el PLGP (Programa de Liderazgo para la Gestión Pública), donde además de políticos y directivos públicos asisten directivos del Tercer Sector. 179 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS una de las funciones más importantes de los Órganos de Gobierno sea la vigilancia en el mantenimiento del comportamiento ético. Para ayudar a este papel del liderazgo en las ONL se pueden hacer muchas cosas, algunas las han desarrollado las empresas mercantiles con cierto éxito: establecer Códigos de Comportamiento; reglamentos que los desarrollen; aprender de las experiencias propias y ajenas, difundir las buenas prácticas; crear indicadores que avisen de los peligros y las posibles desviaciones. En este campo es buena la acción de ONL dedicadas a la ayuda de otras organizaciones de este sector para el análisis y la auditoría ética. En ese sentido las ONL son en muchos casos una escuela de liderazgo como ya se propuso en el punto anterior. Sin embargo el estudio de esta dimensión de liderazgo indica que el mantenimiento de comportamientos éticos no siempre es lineal. Personajes con buenas intenciones al acceder al poder se desvían en el ejercicio del mismo. La literatura mundial y, en particular el teatro describen con brillantez esta pérdida de sentido moral. Shakespeare es un maestro en esta descripción. En la vida de las ONL este peligro es patente. Ello es grave, porque el ángel caído es la figura mítica del diablo. El que fue generoso y perdió su inocencia es más peligroso que el que nunca pensó en una labor humanitaria. Además los stakeholders, en especial los donantes, se sienten defraudados y pierden la confianza en la ONL bruscamente, recuperarla entonces no es fácil. El comportamiento ético exige, a veces, sacrificios difíciles de afrontar. Reducción de ingresos o renuncia a proyectos brillantes que pueden tener peligros éticos. Las tentaciones existen y son continuas. Mayores cuanto más éxito han tenido los gestores de la organización. Es así porque, a veces, hay estrategias oportunistas, que deterioran los valores o la misión de la ONL, aunque crean caja o proporcionan éxitos aparentes a corto plazo. Estas estrategias se aprovechan del caudal de confianza creado hasta la fecha en que se pone en marcha una estrategia oportunista. Muchas veces las estrategias oportunistas se adoptan con la intención de que sean sólo temporales. Se espera que duren sólo un tiempo hasta que se recupere la estabilidad financiera, se incrementa sustancialmente el patrimonio o se aproveche el éxito momentáneo. Pero crean adicción. Son como las drogas. Desengancharse de ellas en muy difícil. Una vez aprendido el atajo la tendencia a utilizarlo es cada vez mayor. Primero, porque ha demostrado ser eficaz. Segundo, porque es más cómodo que el camino de largo recorrido y menos brillante. El problema es que una vez puesta en evidencia el deterioro ético de la organización, como ya se dijo, es muy difícil la marcha atrás. De ahí que 9. RESUMEN Y CONCLUSIONES En el recorrido que hemos realizado en este escrito se descubre que la clave del funcionamiento de las ONL, de manera más importante que en otro tipo de organizaciones es la generación de Confianza en los diferentes stakeholders. La profesionalización del sector se debe enfocar a conseguirla. Es la garantía de su supervivencia y crecimiento. Pero para ser más concretos en la aproximación a cómo conseguir esta confianza, hemos encontrado algunas conclusiones y recomendaciones que a continuación esquematizamos: – El sector de la ONL está en crecimiento. Su importancia en la economía es creciente y su capacidad de generar puestos de trabajo importante. – Esto hace que los recursos globales de los que disponen sean cada vez más escasos y las ONL necesiten competir por ellos. Lo cual exige un incremento de la profesionalización de su actividad. – Dentro de esa profesionalización se encuentra la actividad de obtención del dinero o fundraising. Algunas ONL tienen profesionalizada esta función, pero no es muy corriente. – En esta actividad deberían ayudar de manera específica los Órganos de Gobierno de 180 LA PROFESIONALIZACIÓN DIRECTIVA EN EL SECTOR DE LA FILANTROPÍA – – – – – conjunto de los recursos manejados es una buena práctica. También lo es comunicar a los stakeholders los resultados de este balance scorcard, en particular a los donantes. – Un campo en el que la profesionalización de las ONL es muy necesaria es el de la Gestión de Personas o Políticas de Recursos Humanos. La selección y el reclutamiento de empleados y cooperantes no puede dejarse al azar. Debe ser la consecuencia de un plan consistente con la naturaleza y la estrategia de la organización. Los procesos de carrera también tienen que ser consistentes con la estructura de la ONL, su ADN y su estrategia y entorno. Pero no se puede olvidar el proceso de salida o recolocación de las personas que colaboran en la misión de la ONL. En muchos casos habrá que encontrar mecanismos de búsqueda de empleo externa o favorecer la adquisición de competencias válidas en el mercado laboral para facilitar la empleabilidad de la persona en su salida de la organización. Una buena práctica de política de carrera puede ser servir de escuela de entrenamiento y consolidación de valores para empresas del sector lucrativo, mediante convenios que favorezcan la reinserción de los cooperantes en las mismas. El desarrollo de un buen branding de empleador es una de las cuestiones claves de una política de Recursos Humanos en las ONL. Una vez conseguido se facilita el reclutamiento y la selección. – La función de liderazgo es esencial en la profesionalización de las ONL. Para ello debe cubrir los tres roles fundamentales del mismo: la generación de visión (evitando los visionarios); la función ejecutiva, de organización y de comunicación; y la de creación y mantenimiento de valores éticos. las organizaciones del tercer sector. Sin embargo, la rigidez legal de las exigencias de los patronatos de las fundaciones (figura jurídica que adoptan muchas de ellas) dificulta la dedicación profesional de los miembros de los patronatos. Aunque no por ello hay que dejar de reconocer lo valioso de su aportación. La función del fundraising tiene dos vertientes: la captación externa de dirigida a los donantes; y la generación de una mentalidad de captación de recursos en todos los miembros de la organización. La segunda es tan importante como la primera. Para ello es importantísimo la creación de una marca (branding) de liderazgo que genere la confianza de los donantes, de los receptores de su actividad o clientes y de los propios empleados o cooperantes. La importancia del fundraising exige que las ONL generen una mentalidad inversora que sustituya a la mentalidad de gasto que tienen algunos gestores de ONL. Toda actividad debe generar recursos adicionales, bien de forma directa o indirecta. En concreto en la estructura de la captación de fondos hay que seguir los siguientes criterios: Independencia o pluri-dependencia. Diversificación (de tipos y fuentes de ingresos). Captación de recursos acorde con la misión / objetivos de la organización. Estabilidad de financiación (gestión de flujos). Transparencia informativa / rendición de cuentas. Empleo de la auditoría contable. La mentalidad inversora debe complementarse con un control del gasto. La austeridad y el rigor en el mismo generan confianza en los stakeholders. Establecer un cuadro de mando o balance scorecard en donde se recojan los porcentajes de gastos generales y administrativos y su evolución, sobre el 181 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS La generación de visiones exige un proceso de reclutamiento y selección que descubra el potencial de las personas que tienen las competencias innatas que se puedan desarrollar. Las funciones ejecutivas, de organización y de comunicación se consiguen desarrollar mediante procesos de formación y desarrollo, tanto en simulación como en el trabajo. Hay instituciones y empresas que ayudan a su perfeccionamiento. (Ver anexo 1 algunos ejemplos) Esta capacidad de crecer en competencias de mando, organización y comunicación puede formar parte del paquete a ofrecer a las empresas del sector lucrativo que utilicen las ONG como proceso de selección y entrenamiento. Es particularmente útil para el desarrollo de competencias de dirección trans-cultural que se aprenden en ONG de actividades internacionales. – Un tercer campo a cuidar profesionalmente en la gestión de las ONL es el del comportamiento ético. El comportamiento ético genera la confianza que sostiene el branding de liderazgo. – En ese sentido, los Órganos de Gobierno de las ONL tienen una gran función de vigilancia, al evitar la adopción de estrategias de adaptación oportunista; válidas a corto plazo, pero que deterioran la misión y el caudal de confianza creado. – Algunas buenas prácticas adaptadas de las empresas, como los códigos de comportamiento y la generación de buenas prácticas son muy útiles en este campo. En conclusión, la profesionalización del sector de la filantropía es un tema urgente. Primero por la importancia que está adquiriendo en el contexto de la economía. Segundo porque es socialmente necesario y, probablemente no hay organizaciones capaces de ofrecer algunas de las competencias que tienen las ONL, en particular el desarrollo de la solidaridad entre las personas. Tercero porque sin esa profesionalización su estabilidad y crecimiento será precario. BIBLIOGRAFÍA Anthony, R.N. y Herzlinger, R.E. (1975). 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Tipo: Executive Education http://www.esade.edu/research/socialinnovation/ conocimiento/formacion – Fundación Pere Tarrés, Universidad Ramon Llull. Tipo: Masters específicos en servicios sociales http://www.peretarres.org/eutses/masters/programacion.asp – Universidad de Barcelona. Curso: Dirección y gestión de Fundaciones Tipo: Masters no oficiales varios. http://www.giga.ub.edu/acad/npost/pub/cercador.php?mode=0&mode2=GESTEM&lang= 1&tip=mst – Universidad de Barcelona. Curso: Economía social y dirección de ONLs h t t p : / / w w w. g i g a . u b . e d u / a c a d / n p o s t / f i t xes/1/200511648.php – Universidad de Barcelona. Master en Economía Social y Dirección de Entidades sin Ánimo de Lucro. Fundación CIES (España). http://www.mes-d.net – Centro Internacional Carlos V. Universidad Autónoma de Madrid. Curso: Administración y Dirección de ONLs. Tipo: Master en http://www.carlosvuam.com/index2.php – IDEC, Universitat Pompeu Fabra. Curso: Master en Dirección y Gestión de Instituciones, Empresas y Plataformas Culturales http://www.idec.upf.edu/es/seccions/oferta_formativa/masters_programes/curs/curs.php?cur s=004584 183 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS – Universidad Rey Juan Carlos I. Curso y tipo: Master Oficial en Entidades Sin Ánimo de Lucro. http://www.urjc.es/z_files/ae_estudi/ae01/programas_postgrado/ – Harvard Business School - Social Enterprise Initiative, Diversos cursos en el MBA y Executive. Education. http://www.hbs.edu/socialenterprise/ – Indiana University. Center on Philanthropy. Diversos cursos en el MBA y Executive Education http://www.philanthropy.iupui.edu/Education/ – Universidad Complutense de Madrid. Curso. Experto en promoción y gestión de ONGs. 184 GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS Salvador García-Atance privado, el sector público o tercer sector por los siguientes motivos: • Para captar y fidelizar a una base de inversores, clientes, empleados, votantes, socios, voluntarios, etc., amplia, comprometida y satisfecha con la organización. Esto ayudará a que la organización consiga más fácilmente sus objetivos. En el caso de las ONG esto sólo se puede conseguir explicando muy bien el trabajo y funcionamiento de la organización. Una base social comprometida requiere información clara, concisa y continuada. La rendición de cuentas es responsabilidad del órgano de gobierno de la entidad, quien tiene que realizarla para la sociedad en general. • Para poder medir los resultados de sus actuaciones, «lo que no se conoce, no se puede medir». En cualquier organización, esta medición de resultados, ofrece información valiosa para los gestores e inversores y ayuda a determinar la correcta marcha de la empresa. En el caso de las ONG, la medición de resultados sirve para mejorar los programas y para ver si las mejoras consiguen los resultados esperados. Es un mecanismo muy útil para motivar a los empleados y voluntarios de la organización. • Para poder comparar sus actuaciones y resultados con los de otras organizaciones similares, «benchmarking». En el caso de empresas, se utilizan ratios universalmente aceptados como el margen sobre beneficios I. INTRODUCCIÓN La Fundación Lealtad surgió como iniciativa de un grupo de profesionales y amigos que queríamos colaborar con el Tercer Sector. Creímos que la mejor manera de hacerlo era aportando el conocimiento que habíamos adquirido en nuestra etapa profesional sobre el análisis de organizaciones complejas y trasladarlo al Tercer Sector, desarrollando una metodología que ayudase a evaluar la transparencia y buenas prácticas de las ONG. Pensamos que el bajo porcentaje de ciudadanos que colaboraban con alguna ONG (tan sólo un 4,4% de la población) era debido a la falta de conocimiento y que probablemente mucha gente colaboraría y se involucraría más si dispusiera de información sobre las ONG. En todo caso, hay que tener en cuenta que en España la primera ONG es el entramado familiar. Al acudir a otros países, como por ejemplo, Estados Unidos, nos dimos cuenta de que el nivel de información disponible sobre entidades no lucrativas era mucho más alto lo que redundaba en una mayor implicación de los ciudadanos con estas organizaciones (89% de la población colaboraba con alguna de ellas, según Independent Sector). II. LA IMPORTANCIA DE LA TRANSPARENCIA A nivel teórico, la transparencia es un factor clave en cualquier institución, bien sea ésta del sector 185 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS o sobre resultados de explotación de otras entidades del mismo sector o actividad. En el caso de ONG, no existen unos ratios claramente definidos, aunque los que se utilizan de forma más generalizada para compararlas entre sí son el ratio de gasto de administración y el gasto de captación de fondos frente al gasto total. Una de las cosas que más preocupa a los responsables de las ONG es la reacción de la sociedad al conocer el nivel de estos gastos de captación y administración, ya que los consideran gastos «innecesarios». Es necesario un esfuerzo coordinado de todo el sector no lucrativo para educar a los donantes sobre la necesidad de los costes de administración para el funcionamiento de las ONG. • Para fomentar la gobernabilidad de las organizaciones, la correcta toma de decisiones y el cumplimiento de la misión. En cualquier organización, pública, privada o no lucrativa, los órganos de gobierno tienen que velar por el cumplimiento de la misión, pero para ello necesitan recibir información continuada sobre la marcha de la organización. Con esta información el órgano de gobierno puede revisar la marcha de la organización, valorar si las actividades que realiza le ayudan a conseguir su misión, valorar el impacto de las actividades de la misma y así poder tomar decisiones estratégicas de cara al futuro. Si bien la ética, la transparencia y la rendición de cuentas debe ser un valor intrínseco de toda organización, éstas son especialmente claves en las ONG. En el sector privado, el principal objetivo del capital es obtener la máxima rentabilidad, mientras que en el Tercer Sector el principal objetivo es el cumplimiento de la misión. La capacidad del Tercer Sector para actuar y conseguir que las organizaciones que lo forman consigan sus fines sociales depende en buena medida de la integridad de dichas organizaciones. Existe una especie de «contrato social» entre los responsables de las ONG y la sociedad en general. En virtud de este contrato, las ONG tienen unas ventajas especiales respecto a otras organizaciones privadas tales como exención de determinados impuestos, donaciones con ventajas fiscales para sus donantes y apoyo por parte de la Administración Pública para realizar sus actividades. a. ORIGEN DE LA FUNDACIÓN LEALTAD Según el barómetro de mayo de 2001 del CIS, sólo el 4,4% de la población española decía colaborar con una organización no lucrativa. En el año 2006, el estudio de AOMD-FECEMD concluye que sólo el 13% de los españoles colaboran económicamente con las ONG, mientras que en otros países europeos el porcentaje de ciudadanos que colabora con estas organizaciones alcanza niveles del 40%. Sin embargo, a pesar del bajo nivel de colaboraciones, según el barómetro del CIS del 2001, un 78,7% de los encuestados valoraba muy positivamente el trabajo efectuado por las ONG y según el informe de la CONGDE 2005, este porcentaje había incrementado al 85%. ¿Por qué la población tiene una opinión muy positiva sobre las ONG y sin embargo no colabora con ellas? 1. Por la falta de información sobre las actividades que llevan a cabo las organizaciones no lucrativas así como desconocimiento de las causas, la dimensión y las repercusiones del trabajo que realizan. En este sentido, las entidades se hacen visibles al público mediante dos formas: el testimonio de voluntarios, socios y empleados, y a través de las campañas de comunicación que realizan los departamentos de comunicación y marketing. Sin embargo, en una gran mayoría de los casos las ONG no disponen de presupuesto para dar a conocer su actividad. 2. Los colaboradores potenciales han de ver a las organizaciones que solicitan su apoyo como receptoras fiables. No sólo con la visibilidad social se puede atraer el apoyo de los donantes, es imprescindible que las organizaciones generen también confianza, la cual surge de forma progresiva y 186 GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS lenta pero se diluye con celeridad y una vez que se pone en duda es muy difícil de recuperar. Esta confianza –cuando existe– potencia las posibilidades de que las organizaciones que componen el sector efectúen su trabajo de una manera eficaz. Se crea a través de la experiencia y se sustenta con ella pero se cultiva a través de normas éticas y procedimientos de control que aseguren a los colaboradores reales y potenciales que las organizaciones del sector se gobiernan y actúan de forma transparente, responsable y competente. Dada la capacidad limitada que tienen las ONG de generar recursos con sus actividades y al ser muy dependientes del apoyo económico externo, el esfuerzo en comunicación realizado por las organizaciones no lucrativas se vería reforzado en su mensaje y en su imagen, si cualquier persona pudiera contar con información sobre ellas a través de entidades independientes donde el potencial donante pudiera dirigirse para solicitar datos de una o varias organizaciones. ¿Qué coste tendría para las ONG alcanzar ese nivel de transparencia?: • La búsqueda del consenso dentro de la organización a la hora de tomar la decisión de mostrarse al público. • El tiempo invertido en conseguir la información relevante. • El coste de hacer accesible esa información a cualquier persona o institución que quiera conocer la entidad. Este último coste es difícil de asumir por parte de las entidades no lucrativas debido a la limitación de recursos humanos y económicos. Otro problema adicional para el acceso a la información sobre las ONG es la ausencia de un registro central que agrupe los datos de todas las entidades del sector. En la actualidad existe una gran dispersión de registros y las ONG están adscritas a uno u otro en función de su personalidad jurídica. Las dificultades para acceder a la información deseada son múltiples, desde la localización del registro donde está inscrita la entidad sobre la que se desea información, la exigencia de acudir en persona al registro en horario muy restringido para consultar la información y el pago de una cantidad de aproximadamente 10 por ONG a consultar. Por todas las razones mencionadas anteriormente e impulsados por un deseo de fomentar la confianza de la sociedad en las ONG, un grupo de personas decidimos constituir en 2001 una entidad intermedia cuyo papel, al igual que el otras instituciones de este tipo en Europa y EEUU es el de adaptar continuamente esta información a la demanda de los solicitantes, complementándola con una promoción y publicidad constante. Estas organizaciones intermedias, por tanto, canalizan la información y la presentan al público, siendo agentes del deseo de transparencia de las organizaciones y respondiendo a preguntas de (potenciales) colaboradores como ¿qué cantidad del dinero aportado va destinado a la realización de actividades de forma efectiva?, ¿cuáles son los promotores de esta organización, quién la gobierna y cómo está gestionada?, ¿cuáles son sus actividades y sus planes de acción en un futuro a corto y medio plazo?, ¿cuál es su estructura financiera?, etc. Las entidades intermedias a las que me refiero, tienen una tradición de muchos años en los países anglosajones. Podemos mencionar dos iniciativas ya consolidadas: a) Better Business Bureau (BBB) Wise Giving Alliance: su ámbito de actuación son los Estados Unidos y se dedica a recopilar y distribuir información de cientos de entidades no lucrativas radicadas en el país, poniendo a disposición de los donantes o posibles donantes los informes que realizan con al ánimo de que sean ellos mismos los que tomen sus propias decisiones a la hora de realizar una donación. b) International Committee of Fundraising Organizations (ICFO): es una red global registrada en Holanda que se dedica a promocionar desde 1958 la transparencia de las organizaciones no lucrativas en la Unión Europea y otras regiones del mundo (Canadá, Estados Unidos, etc.), formular estándares de transparencia para organizaciones no lucrativas que trabajan en un 187 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS 3. Ayuda humanitaria: organizaciones que intervienen en situaciones de emergencia o catástrofe. 4. Medioambiente: organizaciones que trabajan para la protección y conservación del medio ambiente. La Fundación Lealtad, como entidad intermedia, representa una alternativa a la hora de centralizar estos datos, analizarlos y exponerlos al público, promocionándolos y dando respuesta a aquellas organizaciones que entienden el futuro como una relación abierta con la sociedad para conseguir más apoyo de ésta, que tienen un sentido de la responsabilidad interno y externo y que apuestan por la ética, la transparencia en la gestión y la autorregulación. La Fundación Lealtad cree que este esfuerzo de comunicación y transparencia en sus acciones realizado por las organizaciones del Tercer Sector redundará en un mayor compromiso de la sociedad civil en las actividades de las entidades no lucrativas. ámbito internacional y servir como foro de discusión e intercambio entre sus miembros. Esta organización concede una certificación pero no publica ningún tipo de informe de las organizaciones no lucrativas que analiza. Partiendo de una idea similar, la Fundación Lealtad se planteó en el momento de su constitución qué tipo de información sobre las ONG debía transmitir a la sociedad, cómo podía asegurar que ésta llegase al máximo número de personas posible y que fuese relevante, rigurosa y actual. El análisis y filtrado de la información de las ONG debía responder a las cuestiones previas a la decisión de colaborar que se plantean particulares y empresas. A partir de esta información facilitada por la ONG, la Fundación Lealtad elabora un análisis basándose en 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas. Este análisis queda reflejado en un informe en el que se recoge de forma detallada el cumplimiento por parte de la organización de cada uno de los Principios, así como una visión general de la organización y otros datos de interés para que los potenciales colaboradores puedan decidir fácilmente con qué ONG colaborar. Cada uno de los informes, gratuitos tanto para las ONG como para el público en general, se encuentra disponible en la página web www.fundacionlealtad.org. Además, los resultados de los análisis realizados son publicados anualmente en la Guía de la Transparencia y las Buenas Prácticas de las ONG que se difunde gratuitamente entre particulares y empresas. La Fundación Lealtad analiza ONG, esto es fundaciones y asociaciones declaradas de utilidad pública que, estando auditadas externamente, pertenezcan a alguno de los siguientes ámbitos de actividad: 1. Acción social: organizaciones que trabajan en España con diferentes colectivos de desfavorecidos: mayores, drogodependientes, reclusos, etc. 2. Cooperación al desarrollo: organizaciones que trabajan para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones de los países en vías de desarrollo. b. PROCESO DE ELABORACIÓN DE PRINCIPIOS. GUÍA DE LA TRANSPARENCIA Los Principios de Transparencia y Buenas Prácticas son una serie de indicadores intermedios que tratan de dar respuesta a aquellas cuestiones que se plantea el donante a la hora de decidir con qué ONG colaborar. El proceso de elaboración de los Principios de Transparencia y Buenas Prácticas se llevó a cabo a lo largo de un año. Para decidir qué información era requerida por la sociedad y para diseñar un formato que se adecuase a los distintos perfiles que pueden caracterizar al donante potencial, se realizó una investigación junto con la Fundación Empresa y Sociedad, sobre la información actualmente disponible sobre ONG y su accesibilidad en España, EEUU y Reino Unido. A continuación adaptamos el sistema de mayor implantación en EEUU (el de la BBB) a la realidad del Tercer Sector en España y a la legislación aplicable en nuestro país. Para ello, reali- 188 GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS zamos una ronda de consultas con varios agentes del sector. En primer lugar, con la Administración Central (Dirección General de Acción Social del Menor y de la Familia, Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y Presidencia de la Agencia Española de Cooperación Internacional, Protectorado de Fundaciones del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y Servicio de la Sección de Asociaciones de Utilidad Pública. Ministerio del Interior) y la Administración Autonómica (Dirección General de Cooperación Internacional y Voluntariado así como la Jefatura de Proyectos de la Comunidad de Madrid). En segundo lugar, con organizaciones del tercer sector de muy diverso perfil tales como coordinadoras y plataformas de ONG como la CONGDE o la Plataforma de Organizaciones de Acción Social, la Confederación de Fundaciones y el Centro de Fundaciones. Confederaciones como FEAPS, ONG de ayuda humanitaria como Médicos Sin Fronteras, ONG de cooperación al desarrollo como Intermón Oxfam, ONG de acción social como Asociación Secretariado General Gitano. También ONG de gran tamaño como Cáritas o Cruz Roja así como otras más pequeñas como Fundación Theodora. Y finalmente con organizaciones extranjeras como CAF (Charities Aids Foundation), Giving Campaign UK, NCIB (National Charities Information Bureau) Y en tercer lugar, expertos y técnicos del tercer sector como Alfred Vernis (Profesor de ESADE. Especialista en Gestión de Entidades No Lucrativas), José Antonio Nsang (Auditor de PricewaterhouseCoopers. Especialista en ONGD) y Andrés Casián (Empresa Quality Conta. Especialista en Fiscalidad de Fundaciones y Asociaciones) – FEAPS: organización de acción social, 6,5 millones de euros de presupuesto en el 2002. – Cáritas Española: Organización que desarrolla programas de acción social y de cooperación al desarrollo con 50,2 millones de euros de presupuesto en 2002. – Fundación Theodora: Organización joven de acción social, 311.000 euros de presupuesto. Al ser 4 entidades de diferente perfil tanto por ámbito de actividad, tamaño como por personalidad jurídica, pudimos comprobar que el análisis de los PTBP se podía aplicar a cualquier tipo de organización. El apoyo de estas organizaciones, sobre todo de las 3 de mayor peso y reputación en el sector (IO, Cáritas y FEAPS), fue decisivo para que otras entidades, siguiendo su ejemplo, se animaran a ser evaluadas. Consideramos importante destacar que en todo el proceso de diseño de los Principios se tuvo en cuenta que pudieran ser analizadas tanto ONG de ámbito local y autonómico, como nacional, y que su tamaño (entendido en términos de presupuesto) no incidiera en el grado de cumplimiento de los Principios. En cuanto a la definición de la Guía de la Transparencia, en la primera etapa de la Fundación nuestro principal trabajo consistió en tratar de convencer, principalmente a las ONG y también a otros agentes del sector, de la utilidad del Proyecto de la Fundación Lealtad y de que se sumaran a él. Las principales objeciones que encontramos fueron que: 1) ni las ONG estaban preparadas para someterse a una evaluación como la nuestra, 2) ni se podrían desarrollar unos estándares universales aplicables a todas las ONG, 3) ni una metodología lo suficientemente seria para cumplir la misión de informar con rigor y objetividad. Como mecanismo de prueba de nuestro proyecto, se decidió lanzar una Guía (Guía 0) con sólo 27 organizaciones cuyo destinatario fuera exclusivamente el propio sector. En esta Guía participaron por un lado, ONG de gran tamaño y prestigio, pero también ONG pequeñas. Una vez definidos los principios y la metodología de trabajo, realizamos una experiencia piloto consistente en la verificación de los 9 PTBP con cuatro entidades que de forma voluntaria se prestaron a participar en la misma: – Intermón Oxfam: ONG de cooperación que en el año 2002 contaba con 38,6 millones de euros de presupuesto. 189 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Se hizo por tanto un lanzamiento limitado de la Guía 0, en julio de 2002, con un diseño atractivo en colores para acercarnos al sector de las ONG principalmente. Ante los resultados satisfactorios de la primera Guía, en Enero de 2003 se publicó la Guía 1 de la Transparencia y las Buenas Prácticas de las ONG con 40 entidades. Para el diseño de esta Guía, dirigida a particulares y empresas y cuyo objetivo era principalmente introducir a la Fundación Lealtad como punto de información de referencia del Tercer Sector se realizó un estudio global de la imagen corporativa de la Fundación. Los objetivos eran ser percibidos como: – Una institución sólida y de prestigio, para apoyar la rigurosidad de los informes. – Una institución neutral e independiente tanto de ONG como de los financiadores que preservara la objetividad del análisis. – Al mismo tiempo las ONG debían ser las protagonistas de la guía y atraer la atención de los potenciales donantes. En definitiva la imagen corporativa debía reflejar los valores de la Fundación: independencia, rigor, transparencia y solidaridad. En cuanto al logotipo, se decidió que éste fuese una firma, ya que por un lado, nos diferenciaba claramente de los logotipos (imagen) de las ONG y por otro, apoyaba la credibilidad de los informes. Como color corporativo se eligió el gris porque reforzaba la idea de neutralidad. En cuanto a la forma de representar los incumplimientos, en un principio se optó por la fórmula más intuitiva para el donante, la del semáforo, ya que la principal dificultad de nuestro «producto» era su complejidad. Posteriormente se comprobó que esta forma de representar los incumplimientos podría ser negativa para la misión de la Fundación, ya que los medios de comunicación y los lectores de la Guía interpretaron los puntos rojos con crueldad y menoscabo para la imagen de entidades que, al fin y al cabo, hacían un esfuerzo importante para estar en la primera Guía y que por otro lado, obtenían un nivel de cumplimiento más que aceptable. Hicimos entonces un interesante ejercicio con distintos grupos de personas ajenos al sector de las ONG. Probamos distintas formas de representar los incumplimientos y nos dimos cuenta de que el semáforo no era más claro que otras fórmulas y que sin embargo hacía que, de forma mayoritaria, se diese una puntuación global menor a las ONG. En definitiva, un mismo incumplimiento se entendía igual pero se percibía como más grave si lo representábamos con un semáforo en rojo, que si lo hacíamos con un tic, por lo que se decidió cambiar el formato. Por último, ante el incremento del número de ONG, se cambió de un formato horizontal a uno vertical y se incluyeron dos entidades por página para hacerla manejable. Así se publicó la GUÍA 2 en Diciembre 2003 con 68 entidades. La siguiente publicación fue la Guía 2005 en junio de 2005 con 100 entidades. Desde entonces han salido a la luz la Guía 2006, Guía 2007 y estamos trabajando en la Guía 2008 donde contaremos con 122 ONG analizadas. Transcurridos siete años desde la creación de la Fundación, la evolución del sector así como el mejor conocimiento que tenemos de las ONG nos han llevado a proponernos acometer una segunda modificación de los PTBP. Más que un cambio radical, lo que pretendemos es subir un grado en nivel de exigencia de nuestros principios, incorporar nuevas problemáticas que han surgido en el sector y clarificar el enunciado de algunos principios. III. ¿QUÉ PARÁMETROS UTILIZA LA FL PARA EVALUAR LA TRANSPARENCIA Y BUENAS PRÁCTICAS DE LAS ONG Y POR QUÉ? Los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas definidos por la Fundación Lealtad, divididos en un total de 44 subprincipios, pretenden dar respuesta a aquellas cuestiones que se plantea el donante, ya sea institucional o particular, a la hora de decidir con qué ONG colaborar: cuál es su origen, quién está detrás de la organización, cómo funciona su órgano de gobierno, qué siste- 190 GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS mas de seguimiento de sus proyectos tiene establecidos, sus canales de comunicación con sus colaboradores, cómo se financia y como controla el uso de sus fondos, si está al corriente de sus obligaciones legales y fiscales y si promueve el voluntariado. PRINCIPIO 1.- El funcionamiento y la regulación del órgano de gobierno: El buen funcionamiento del órgano de gobierno en una ONG, al igual que en una empresa, revierte en toda la actividad de la misma y es fundamental para la consecución de su fin social. El máximo órgano de gobierno de la organización (junta directiva, patronato, etc.) debe asumir su responsabilidad, ya que sus miembros son los encargados de velar por el cumplimiento de los fines de la organización, la gestión honesta y eficiente de los recursos con los que cuentan y del cumplimiento de la ley y los códigos de conducta ética a los que está suscrita la organización. Gobernar una organización significa participar activamente en la toma de decisiones que afectan a la estrategia y funcionamiento de la entidad. Gobernar, frente a lo que muchos creen, no significa aportar un nombre que permita a la entidad abrirse camino para la captación de fondos o para entablar relaciones con instituciones. Gobernar implica participar activamente en las reuniones del órgano de gobierno. Esto es esencial, ya que resulta inconcebible creer que se puede gobernar una entidad sin acudir a ninguna de las reuniones del órgano de gobierno durante años. El cumplimiento de este principio contempla la participación activa de los miembros en las reuniones, la renovación periódica de los mismos, la publicidad de sus nombres (así como la de los directivos) y de la profesión actual que ejercen, la participación del órgano de gobierno en la planificación, y el diseño de políticas y estrategias que marquen una dirección en la toma de decisiones. La renovación del órgano de gobierno es clave desde el punto de vista de la transparencia ya que, cuando se incorporan nuevas personas al órgano de gobierno se pone a prueba y se somete a control la labor llevada a cabo por el anterior órgano de gobierno. En el análisis del Sector, Fundación Lealtad ha detectado dos hechos dignos de mención con relación a posibles mejoras en el funcionamiento del órgano de gobierno: falta de asistencia a las reuniones de los miembros de dicho órgano, y falta de renovación de los mismos. Respecto al primer punto, se observa que a las reuniones del órgano de gobierno no siempre acuden todos los miembros de dicho órgano; en ciertos casos algunos miembros no asisten en años, si bien delegan su voto en otro miembro. En cuanto al segundo aspecto, no es infrecuente, especialmente entre las ONG más pequeñas, encontrarse con que los socios fundadores o impulsores de la entidad siguen presentes en el Patronato o en la Junta Directiva tras muchos años al frente de la institución. Los casos que actualmente se encuentran bajo investigación judicial han puesto de manifiesto carencias graves del órgano de gobierno, como por ejemplo, órganos de gobierno de corte paternalista, poco independientes (con relaciones de parentesco entre sí) y con cargos permanentes o vitalicios en la organización. A pesar de estos casos puntuales, hemos contrastado como las ONG se están esforzando en mejorar el funcionamiento de su órgano de gobierno a través de la elaboración de reglamentos de operativa interna, mecanismos de elección de sus miembros más objetivos y participativos, la prevención de incompatibilidades entre cargos, elementos motivadores de la asistencia, así como sistemas sancionadores por ausencia. PRINCIPIO 2.- Claridad y publicidad del fin social: tener un fin social claro, público e identificativo de la actividad de la organización es vital para la atracción de posibles colaboradores particulares e institucionales, para la motivación de los trabajadores y voluntarios y para la toma de decisiones estratégicas y el diseño de los programas. En el Tercer Sector en España observamos que las entidades suelen tener bien definido su fin social y las características de los beneficiarios con los que trabajan. Dicho fin social se da a conocer en el material de comunicación de las entidades junto con las actividades concretas lle- 191 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS vadas a cabo para alcanzarlo. Otra cuestión diferente a tener en cuenta es si todas las actividades y proyectos de la ONG están encaminados al logro de su misión. ¿Qué pensaría de una ONG cuya misión es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad en España y que le solicita fondos para intervenir en la emergencia del terremoto en China ocurrido en el mes de mayo? La misión es el motivo esencial que justifica la existencia de la ONG, y que debe orientar toda su actividad, ya que es la causa principal por la que los donantes le apoyan. ¿Está lo suficientemente capacitada la ONG para intervenir en la emergencia? ¿cualquier actuación que implique buena voluntad es válida? Son pocos los casos, pero en ocasiones existen ONG que aprovechándose de su posicionamiento y de la disposición del donante a ayudar a las buenas causas, captan fondos aun careciendo de presencia en la zona o de experiencia en la materia. En estos casos, es complicado justificar posteriormente cómo se ha gastado el dinero y si se ha cumplido con la voluntad del donante. PRINCIPIO 3.- Planificación y seguimiento de la actividad: es una buena práctica e imprescindible en la transparencia de la gestión que las organizaciones sean capaces de mostrar por escrito las metas que desean conseguir, los medios con los que cuentan y las acciones que van a llevar a cabo para lograrlas. Esto se podrá realizar si previamente se ha efectuado un estudio del entorno de la organización que delimite las posibilidades reales de actuación y que permita el establecimiento de objetivos cuantificables. Un estudio sobre las variables que determinen el fracaso o el éxito de la organización, le permitirá la posibilidad de adelantarse a cambios eventuales en las mismas y adaptar así su actividad en busca de un mejor cumplimiento de los objetivos y de la misión. Adicionalmente, no se puede evaluar o medir lo que no se conoce. La planificación es esencial para el seguimiento y la evaluación. Asimismo, las organizaciones deben de mostrar la existencia de sistemas internos de evaluación y mejora, así como un seguimiento de los beneficiarios de sus acciones. Este principio tiene también en cuenta la continuidad de una determinada línea de trabajo en los últimos años, ya que cambios injustificados en los tipos de proyectos o la zona geográfica donde se desarrollan y sus beneficiarios pueden ser indicativos de falta de dirección estratégica y mala gestión de los recursos. La adecuada planificación de la actividad es quizás uno de los grandes temas pendientes en el Tercer Sector. Aunque existen grandes diferencias entre las distintas entidades, son muchas las ONG que deben mejorar sus procesos de planificación con el fin de integrar coherentemente el desarrollo futuro de sus distintos departamentos (proyectos, comunicación y marketing, financiero, etc.) y minimizar los efectos de cambios inesperados en el entorno. Para ello consideramos importante no sólo la difusión de la planificación entre el personal y voluntarios sino la implicación de éstos en su elaboración. También hemos echado en falta planificaciones donde se asignen responsables de cada acción, se establezcan objetivos cuantificables y medibles y se establezcan cronogramas. El proceso de planificación, del que se derivarán los planes anuales, presupuestos, etc., debe ser el punto de partida de las distintas estrategias que emprendan las entidades. Por lo demás, una planificación de la actividad bien elaborada y convincente puede ser una herramienta efectiva de captación de fondos privados, ya que los donantes, instituciones y personas físicas, pueden así ajustar las expectativas de impacto de su contribución a unos logros y un horizonte temporal definidos de antemano. PRINCIPIO 4.- La continuidad y la imagen fiel de su comunicación: Son necesarias acciones concretas y canales bien definidos a través de los cuales la organización se comunique con la sociedad. Este principio es uno de los más claros indicadores de hasta qué punto la organización está en contacto con la sociedad y es consciente de sus demandas de información. Por otro lado, la veracidad y detalle de la información disponible tanto para sus colaboradores como para el público en general son un 192 GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS claro indicador del talante transparente y responsable de la organización. En este aspecto cada vez cobran más importancia las nuevas tecnologías, por lo que disponer de una página web accesible al público con información completa y actualizada es imprescindible. Por último, una estrategia de comunicación bien definida facilitará el éxito de las acciones de captación de recursos y cualquier otro tipo de colaboraciones que puedan surgir. En lo que se refiere a la comunicación y la imagen fiel, la casuística en el Tercer Sector es muy variada y suele estar vinculada al campo de actividad en que trabaja la entidad. Así por ejemplo, las ONG de desarrollo suelen ser, por regla general, más «agresivas» en sus comunicaciones que las organizaciones de acción social que operan en España. Esto es particularmente cierto en situaciones de emergencia. Las propias entidades, sin embargo, intentan regular sus estrategias de comunicación mediante la definición de valores y la suscripción de códigos de conducta (baste mencionar el «Código de conducta. Imágenes y mensajes a propósito del Tercer Mundo» de la CONGDE), que impidan la manipulación del sufrimiento ajeno como herramienta de captación de fondos privados. La imagen fiel de la comunicación de las ONG es un tema importante al que hay que prestar especial atención, en particular a la estricta coherencia entre los mensajes y la actividad de la entidad: ¿Trabaja la entidad en el área afectada por la catástrofe natural para la cual está recabando fondos? ¿Tiene experiencia previa en ayuda humanitaria? ¿Qué tipo de seguimiento ofrece a sus donantes del destino de los fondos?, etc. El punto de partida, en cualquier caso, debe ser una comunicación más fluida con los socios colaboradores que la que existe hoy en día. A ello contribuiría el contar con páginas Web informativas y actualizadas, pero la realidad del sector es que no siempre hay recursos disponibles para este fin. PRINCIPIO 5.- Transparencia en la financiación: es una de las principales preocupaciones de la sociedad respecto a las organizaciones no lucrativas. Conocer los medios con los que cuentan, las entidades y las actividades de captación de fondos que las financian, es importante a la hora de que exista un clima de confianza para que los potenciales colaboradores (particulares, empresas, etc.) contribuyan con la causa de la organización. Igualmente, es esencial que las organizaciones respeten la identidad de los donantes individuales y en este aspecto se ajusten a lo que establece la Ley de Protección de Datos vigente. Del análisis de Fundación Lealtad, se desprende que las ONG conocen claramente quién financia sus actividades, si bien el detalle de las aportaciones por financiador no siempre está disponible de manera rápida y expedita ante alguna consulta; ello es particularmente cierto en entidades pequeñas que carecen de un departamento financiero, o donde la contabilidad la lleva personal voluntario o personal de plantilla sin la preparación específica para esa labor. En estos casos, la falta de una distribución de ingresos a disposición del público suele deberse más a una limitación de recursos que a la falta de voluntad de compartir dicha información. Otro aspecto a tener en cuenta en relación con la transparencia de la financiación es que, en el caso de muchas entidades paraguas como federaciones y confederaciones, éstas no cuentan con cifras agregadas de gastos e ingresos de las entidades federadas o confederadas, y menos aún con la distribución por financiadores de éstos últimos. Es por tanto, difícil en estos casos hacerse una idea aproximada del volumen de recursos del conjunto de entidades y del desglose de los mismos. PRINCIPIO 6.- Pluralidad en la Financiación: La importancia de este principio recae en la necesidad de que las ONG cuenten con fuentes de financiación diversificadas, que aseguren la independencia de la organización en la toma de decisiones, sin estar sujetas a las directrices de su principal financiador. Una financiación diversificada permite conservar la estabilidad y continuidad de la organización en el caso de que una de estas fuentes desaparezca, debido a 193 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS que no existe dependencia excesiva de ninguna de ellas. Finalmente, es importante exista un equilibrio entre los financiadores públicos y los de origen privado. Tal y como se ha mencionado anteriormente en el presente artículo, uno de los aspectos que caracteriza al Tercer Sector en España, especialmente a las entidades de acción social, es la dependencia de los recursos públicos. Si bien esta situación ha comenzado paulatinamente a cambiar y cada vez son más las ONG que pro-activamente se acercan al público en busca de apoyo e incluso contratan los servicios de agencias y especialistas en la captación de fondos, aún son muchas las entidades que operan como prestadoras de servicios de la Administración. El éxito de este acercamiento de las ONG a la sociedad civil en búsqueda de nuevos recursos para su actividad, dependerá de los vínculos de confianza que éstas sean capaces de construir con aquella. PRINCIPIO 7.- Control en la utilización de fondos: uno de los argumentos más utilizados para no colaborar económicamente con las organizaciones no lucrativas, es la opinión generalizada de que no existe un control real sobre el gasto. Uno de los objetivos de este principio es publicar una distribución de gastos que detalle lo que se gastan realmente las organizaciones en las actividades que realizan, en la dirección y gestión y en la captación de recursos. De la misma manera, se intenta explicar a la opinión pública que el mejor modo de asegurar que los fondos son gestionados eficientemente es contar con unos profesionales cualificados y una estructura dimensionada según el tipo de actividad que se realice. El presupuesto es considerado como una herramienta de gestión fundamental y su elaboración puede evitar riesgos innecesarios y ayudar a que la planificación de actividades sea coherente con los recursos existentes. Igualmente, el buen diseño de un presupuesto ayuda a determinar la necesidad de emprender campañas de captación de fondos adecuadas a los requerimientos de la organización. Por otra parte, se debe poner especial cuidado en la utilización de los recursos para la capta- ción de fondos, intentando siempre minimizar el riesgo de una posible pérdida. Igualmente, las inversiones financieras deben ser prudentes y evitar entrar en un escenario de pérdidas. En cuanto a la participación en sociedades no cotizadas, la organización deberá demostrar que dicha participación contribuye de forma directa a la consecución del fin social. Del análisis de Fundación Lealtad se aprecia que las ONG sí elaboran presupuestos anuales, y practican la liquidación del mismo cada ejercicio, a pesar de que, en el caso de las asociaciones, la ley no lo exige. Por otro lado, la dificultad que tenían en un principio las ONG para conocer la distribución de sus gastos entre las partidas de Administración/Gestión, Misión/Programas, y Captación de fondos ha disminuido significativamente. No obstante, hay que señalar que no existe homogeneidad de criterios entre las ONG a la hora de imputar sus costes en una categoría u otra, tal y como sucede con los costes de personal, que unas entidades los imputan a gastos de administración y otras a gasto de misión. Por otro lado, las entidades no suelen tener inversiones en entidades no cotizadas, a menos que se trate de inversiones en sociedades mercantiles directamente vinculadas a la consecución de su fin social. Tal es el caso, por ejemplo, de las inversiones en empresas que tienen la condición de Centros Especiales de Empleo y que dan trabajo regular a personas con discapacidad. En términos generales, las ONG carecen de códigos para las inversiones financieras. Respecto a la estabilidad financiera de las entidades sin fines de lucro, mencionar que ésta suele depender de las aportaciones de los financiadores institucionales, en especial de las distintas administraciones. Finalmente, enfatizar que si bien las ONG hacen un buen seguimiento de sus programas y actividades, no suelen tener sistemas que aseguren al público que los fondos donados para un fin específico (los llamados «fondos afectados o dirigidos») se destinan exclusivamente a ese fin. Rara vez una ONG presenta en las cuentas anuales el desglose de los fondos disponibles por el tipo de actividad a la que irán destinados. 194 GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS PRINCIPIO 8.- Presentación de las cuentas anuales y cumplimiento de las obligaciones legales: se trata de indicar los documentos que tienen que elaborar las organizaciones para informar sobre su gestión y dar a conocer las obligaciones legales que tienen tanto aquellas entidades que se encuentran bajo el régimen de la Ley 49/2002 como las que quedan fuera de él. Se debe poner énfasis en la presentación y la calidad de los documentos. Es imprescindible que la organización utilice el Plan General de Contabilidad para entidades sin fines lucrativos cuando elabora las cuentas anuales y conozca los contenidos fundamentales de una memoria económica y un plan anual. En lo referente al régimen fiscal de las organizaciones, desde el punto de vista del (potencial) donante, es interesante saber que éstas tienen también obligaciones fiscales y están sujetas a impuestos, que pueden acogerse a exenciones si cumplen con ciertos requisitos y que estos privilegios pueden extinguirse en el momento que la Agencia Tributaria observe alguna irregularidad. Desde Fundación Lealtad hemos constatado que las ONG tienen la voluntad de estar al día con sus obligaciones legales y fiscales, sin embargo, la regulación tributaria es compleja, especialmente en el caso del IVA, y hay mucho desconocimiento entre las entidades del Tercer Sector. Adicionalmente, existe un gran desconocimiento de la contabilidad que lleva a las ONG a estar en manos de contables inexpertos que aplican erróneamente los principios básicos del Plan General Contable de Entidades sin Fines Lucrativos. PRINCIPIO 9.- Promoción del voluntariado: uno de los principales indicadores del impacto social de las ONG es el número de voluntarios con el que cuentan. Son personas que viven el día a día de la organización y son los mejor posicionados para garantizar que las aportaciones altruistas que se realizan tanto de dinero como de tiempo, son invertidas en el fin social. En las organizaciones debe existir un plan concreto de actividades a desarrollar por los voluntarios así como una relación de los cursos o acciones de formación a disposición de los voluntarios para que éstos puedan llevar a cabo sus actividades con diligencia. Asimismo, deben conocer sus atribuciones, derechos y obligaciones como voluntarios y tener siempre designada a una persona dentro de la organización a quien acudir en caso de requerirlo. El Tercer Sector en España moviliza una cantidad importante de recursos humanos, muchos de las cuales colaboran de forma voluntaria. Esta colaboración puede ir desde el apoyo esporádico en alguna campaña concreta a la provisión de servicios que requieren de preparación específica, al acompañamiento y atención a personas con discapacidad o la orientación a inmigrantes. Desde Fundación Lealtad observamos un creciente grado de formalización de la labor del voluntariado dentro de las ONG, materializado en planes de voluntariado, definición de tareas, formación periódica, etc. Falta, sin embargo, aún mucho por hacer en este campo, especialmente en lo que respecta a asegurar una voz a los voluntarios en la toma de decisiones, lo que algunas entidades ya hacen, reservando un puesto en el órgano de gobierno a representantes del voluntariado. IV. RESULTADOS OBTENIDOS DE NUESTRO ANÁLISIS La Guía 2008 es la sexta Guía que publica la Fundación Lealtad desde su creación en el año 2001. En este período el número de ONG que han abierto sus puertas a los analistas de la Fundación y han decidido someterse a esta evaluación voluntaria y gratuita se ha multiplicado por tres. En la Guía 2008 han participado 122 ONG, 74 de acción social, 43 de cooperación al desarrollo y 5 de medio ambiente, con una cifra de gasto agregado de 822 millones de euros, lo que supone un incremento del 17% con respecto al volumen de gasto de las ONG de la Guía 2007. El alcance social de las ONG de la Guía se refleja en su base social que supera la cifra de 1.200.000 socios, en los más de 16.500 emplea- 195 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS dos y 40.000 voluntarios con los que cuentan, y en los 90 millones de personas beneficiarias de su actividad tanto en España como en el extranjero. El nivel medio de cumplimiento de los Principios de Transparencia y Buenas Prácticas, un año más ha mejorado hasta alcanzar el 88,7%, frente al 88,3% de la Guía del año pasado. Las 59 ONG que han actualizado sus informes en esta Guía han experimentado una mejoría muy importante, del 86,8% en la Guía anterior al 92,3% en la presente Guía. Esta mejora confirma que la transparencia en la gestión es un objetivo estratégico para las ONG, que han incorporado los aprendizajes adquiridos durante estos últimos seis años para lograr mayores niveles de cumplimiento. Es de esperar, que las nuevas ONG que se han incorporado en esta edición, y cuyo nivel de cumplimiento es del 76,7%, sigan esta misma pauta, y mejoren sus resultados en posteriores ediciones de la Guía. Si atendemos al nivel de cumplimiento por principios, el principio que más alto grado de cumplimiento ha alcanzado es el Principio 5 de Transparencia en la Financiación llegando al 100%, lo que supone un incremento de 3 puntos porcentuales respecto a 2005. A éste le sigue el Principio 2 de Claridad del Fin Social con un 99,2% lo que indica que, cada vez más, el fin social de las ONG se encuentra mejor definido en sus Estatutos y todas sus activida- des están orientadas a la consecución del mismo. Es importante destacar que aunque todavía existe un espacio de mejora en el Principio 1 de Órgano de Gobierno, en esta Guía 2008, este principio ha experimentado una mejora muy significativa (3 puntos porcentuales). El motivo de esta mejora es una mayor asistencia a las reuniones de los miembros del mismo, lo que significa una mayor participación de todos los miembros en el gobierno de las entidades. Los Principios 3 de Planificación y Seguimiento de la Actividad y 4 de Comunicación e Imagen Fiel son los otros dos principios que han experimentando las mejoras más significativas, siguiendo la línea de la Guía 2007. La razón es que cada vez son más las ONG que elaboran documentos de planificación aprobados por el órgano de gobierno y también aquellas que cuentan con una página Web completa y actualizada. Respecto al Principio 9 (95,1% de cumplimiento), la gran mayoría de las ONG de la Guía 2008, cuentan con voluntarios en el desarrollo de sus actividades. En relación al Principio 6 de Pluralidad en la Financiación, a pesar del esfuerzo realizado por las ONG para incrementar los recursos procedentes de fuentes privadas, el mayor acceso a fondos procedentes de la Administración Pública ha llevado a que algunas entidades no hayan alcanzado el nivel mínimo del 10% de financiación privada exigido por el principio. TABLA DE CUMPLIMIENTO DE PRINCIPIOS 2008 196 GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS El Principio 7 de Control en el Uso de los Fondos, si bien presenta un grado de cumplimiento elevado por encima de la media de los nueve principios, éste ha disminuido respecto a la Guía del año pasado. El motivo es que varias entidades han dejado de elaborar la liquidación del presupuesto debido a que ya no se lo exigen sus respectivos organismos públicos de control. En este sentido, es importante recordar que los Principios de la Fundación Lealtad son recomendaciones de buenas prácticas, que en algunos casos van más allá de las exigencias legales. En el caso de la liquidación del presupuesto, se trata de una herramienta de gestión y control financiero muy útil para detectar desviaciones en la actividad. ONG cuyos valores, tipo de actividad y beneficiario se adecue a dicha estrategia. La Fundación Lealtad facilita las relaciones entre ONG y empresas, identificando aquellos proyectos, acciones o eventos de las ONG analizadas en la Guía de la Transparencia que mejor encajan en los planes de acción social de las empresas. La Fundación atiende las consultas de las empresas colaboradoras y da respuesta a sus peticiones a través de la gestión del Banco de Proyectos, difundiendo entre estas ONG las «Propuestas Solidarias» de las empresas y poniendo en contacto a ambas partes. La Fundación actúa de forma gratuita y no cobra ni a las empresas ni a las ONG por estos servicios. Crear las condiciones necesarias de confianza ha hecho posible que cerca 100 empresas hayan decidido realizar su Acción Social de la mano de las ONG de la Guía, logrando cerrar más de 200 acciones de colaboración, que son de acceso público en la página web de la Fundación. De estas colaboraciones el 15% corresponden a donaciones de activos (por ejemplo donaciones de juguetes a diversos colectivos de niños en navidad por parte de algunas entidades financieras como BNP-Paribas o Citigroup), un 40% a aportaciones económicas para proyectos (por ejemplo la donación de Realia a Plan España para la construcción de viviendas dignas en el Salvador a raíz de diversas acciones durante el último Salón Inmobiliario de Madrid), siendo el resto prestaciones de servicios gratuitos (por ejemplo Aguirre Newman que ha asesorado entre otras a IO o a la Fundación Esplai en temas inmobiliarios), integración laboral de personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social (por ejemplo el acuerdo de Sol Meliá y Proyecto Hombre para la integración de los chicos que pasan por el programa en Baleares), compra de productos de las ONG, entre otras formas de colaboración. Aún así tenemos un gran trabajo por delante ya que las aportaciones de las empresas suponen tan sólo el 5-7% de los ingresos de las ONG analizadas. En definitiva, esperamos contribuir a que más empresas y particulares encuentren en las ONG una herramienta de canalización de V. LA DEMANDA DE TRANSPARENCIA POR LA SOCIEDAD Desde un punto de vista práctico la demanda de mayor transparencia no se ha hecho esperar por parte de las empresas, de los donantes y de las propias ONG. a) El trabajo de la Fundación Lealtad con las empresas: Inmersas en sociedades cada vez más responsables, las empresas se han visto en la necesidad de desarrollar una actitud responsable ante las situaciones de necesidad del entorno. En un primer momento, la Fundación Lealtad realizó una labor intensa de prospección entre empresas con memoria de Acción Social, generalmente empresas del IBEX 35, para comunicar nuestro proyecto y presentarle nuestros informes. En esa labor, nos dimos cuenta de que, además de los informes, debíamos aportar algo más a las empresas, una herramienta que les acercase a las ONG y que les permitiera seleccionar de una forma rápida y sencilla proyectos con los que colaborar. De ahí surgió nuestro Banco de Proyectos, una bolsa de proyectos, actividades e iniciativas de las ONG abiertas a colaboración. En la actualidad, se dirigen a la Fundación empresas de distinto perfil y tamaño cuando ya han definido su estrategia de Acción Social. Según la sensibilidad y características de los distintos stakeholders, las empresas buscan una 197 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS sus inquietudes y necesidades sociales para que éstas no se queden simplemente en eso y se conviertan en mejoras reales que beneficien a todos. Para lo que la Fundación Lealtad seguirá ampliando el número de ONG que quieran abrir su financiación a la sociedad española, con el único límite de que logremos el apoyo financiero necesario. Sabiendo que la financiación privada de las ONG analizadas es del 51 % y que la mayoría de esta se concentra en unas pocas organizaciones, de lo que se trata es de que crezca tanto en términos relativos como el número de ONG que la recibe. b) El trabajo de la Fundación Lealtad con los donantes: la filantropía también es un ámbito que ocupa un lugar cada vez más importante en las prioridades de los grandes patrimonios. Éstos consideran que forma parte de su responsabilidad devolver a la sociedad, a través de donaciones, fundaciones u otras formas de colaboración parte de lo que la sociedad les ha dado a ellos. Por ello, la Banca privada busca ofrecer un servicio cada vez más completo e integrado en el que el cliente encuentra respuestas a todas las preguntas y preocupaciones que pueda tener en relación con su patrimonio. Al detectar estas inquietudes, Fundación Lealtad decidió comenzar con la actividad de Banca Filantrópica al ver que la información y el asesoramiento disponible hasta ese momento sobre este tipo de «inversiones», tanto desde el punto de vista de la elección de las organizaciones beneficiarias como desde el punto de vista de la estructuración de estas colaboraciones era, y continúa siendo en la actualidad, prácticamente inexistente. La colaboración de las entidades que ofrecen servicios de banca privada con la Fundación Lealtad busca precisamente, llenar este vacío y ofrecer al gran patrimonio un asesoramiento especializado sobre: confiarles sus donaciones con absoluta tranquilidad – las diferentes formas de colaboración – los aspectos fiscales de estas colaboraciones El objetivo de la colaboración consiste en que, una vez identificada la inquietud filantrópica del cliente, el gestor pueda darle a conocer, a grandes rasgos, los servicios que ofrece la Fundación Lealtad y en caso de ser necesario, ponerle en contacto con la Fundación. Al mismo tiempo, creemos que los servicios filantrópicos aportan valor al cliente y son de gran utilidad, por diversos motivos. En primer lugar, todos los grandes patrimonios reciben una cantidad importante de peticiones de colaboración por parte de organizaciones sin ánimo de lucro y no disponen de herramientas para distinguir cuales funcionan bien. La Fundación Lealtad les facilita estos criterios. En segundo lugar, una gran parte de los grandes patrimonios son altos ejecutivos que están acostumbrados a unos niveles muy altos de exigencia en su ámbito profesional. A través de la Fundación Lealtad pueden aplicar este mismo nivel de exigencia también a sus actividades filantrópicas. En tercer lugar, aunque una parte de los grandes donantes prefiere colaborar de forma anónima, muchos quieren apoyar públicamente a una causa determinada porque saben que su figura es una referencia en la vida pública. Teniendo en cuenta el alto perfil de estos clientes y su reputación, es importante que no vinculen su nombre a organizaciones que no tengan una forma de trabajar irreprochable. En cuarto lugar, el status social y profesional de muchos de estos clientes les convierte en las personas ideales para participar en los órganos de gobierno de fundaciones y asociaciones, por lo que muchos son patronos o miembros de la Junta Directiva de ONG. Estas personas son los más interesados en que sus ONG cumplan con los criterios de transparencia. Finalmente, muchas de estas personas son accionistas mayoritarios de empresas y canalizan o pueden canalizar su solidaridad a través de la – las organizaciones sin ánimo de lucro existentes en España – los criterios de transparencia y gestión que deben cumplir para que el donante pueda 198 GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS política de acción social de sus empresas. La seriedad y profesionalidad de las ONG cobra aún mas importancia en este ámbito, ya que el ejecutivo responsable de la acción social debe rendir cuentas a otros interesados (accionistas, financiadores, etc.) Todo esto no quiere decir que nos olvidemos del donante particular. Todo lo contrario, cada vez estamos más convencidos de que hasta que no lleguemos de forma definitiva al conjunto de los ciudadanos, no habremos logrado el éxito de nuestra misión. Sin embargo, a veces es difícil encontrar el equilibrio entre lo riguroso y lo realmente útil. Creemos que nuestros informes reflejan de manera fiel la realidad de las ONG y que el donante encuentra en ellos las respuestas a los interrogantes que se plantea o debería plantearse a la hora de colaborar con las ONG pero somos también conscientes de que a veces esta información no llega a todos los públicos relacionados con las organizaciones. Por ello, hemos diseñado un logotipo para que, las ONG que voluntariamente han querido ser analizadas puedan utilizar en su comunicación. Este logotipo pretende transmitir a los donantes, de forma clara, sencilla y directa, la disposición de cada una de las ONG analizadas a compartir con la sociedad información sobre la entidad y su gestión. No se trata de certificar la transparencia, sino que simplemente es un indicador de que existe un informe de transparencia realizado por una entidad independiente. Es, en definitiva, una invitación a acceder a una información contrastada e independiente que genera la confianza necesaria para finalmente colaborar con la ONG. c) El trabajo de la Fundación Lealtad con las ONG: Finalmente, con el fin de atender la demanda del Tercer Sector por una gestión transparente de sus actividades, Fundación Lealtad decide trabajar no sólo con las entidades analizadas, sino acercar su trabajo también a aquellas ONG que, no sintiéndose del todo preparadas para someterse a un exhaustivo análisis de transparencia y buenas prácticas, sí tienen un interés real por mejorar el intercambio de información con sus diferentes públicos objetivo y mejorar sus prácticas de cara a potenciales colaboradores, ya sean éstos particulares, empresas o instituciones públicas. Con ese fin se propuso a finales del 2005 la creación de talleres de transparencia y buenas prácticas promovidos y organizados por la Fundación Lealtad y financiados por una entidad colaboradora. Desde esa fecha se han celebrado ocho talleres, uno en Galicia financiado por Obra Social Caixa Galicia, otro en Barcelona financiado por Caixa Catalunya destinado a entidades de inserción laboral, otro en Cantabria financiado por la Fundación Marcelino Botín, dos en Sevilla financiados por Caja Sol y tres en Madrid financiados por la Comunidad de Madrid, por la Obra Social Caja Duero y por la Fundación Ebro Puleva destinado a Bancos de Alimentos. Desde la Fundación Lealtad se recomienda que los representantes que asisten sean miembros del Patronato/Junta Directiva o coincida con el Director General/Administrador. La razón de esta recomendación es que cargos de responsabilidad en la toma de decisiones son los mejor posicionados para catalizar la incorporación de la variable transparencia en el quehacer de sus organizaciones. VI. NUESTRA WEB COMO PRINCIPAL CANAL DE COMUNICACIÓN CON LA SOCIEDAD Desde su creación, la Fundación Lealtad ha apostado por las nuevas tecnologías como canal de información con sus públicos objetivo y herramienta imprescindible para la consecución de su misión. Al iniciar su actividad, la entidad pone en marcha su página Web www.fundacionlealtad.org en la que se publican los informes de transparencia y buenas prácticas de las ONG analizadas. Posteriormente, la investigación realizada en 2003 para desarrollar una nueva línea de actividad dirigida a fomentar las colaboraciones de las empresas con las ONG analizadas, detecta una serie de necesidades de información de las empresas a la hora de seleccionar las ONG con las que colaborar. Para ello se lleva a cabo un nuevo diseño de la página Web con el objetivo de convertir una página de carácter institucional en 199 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS una Web que actúe como puente entre las ONG y la sociedad española. El nuevo diseño, incorpora un buscador de ONG que permite acceder a la información sobre las organizaciones analizadas aplicando distintos criterios como beneficiarios, ámbito de actuación, tipo de entidad, antigüedad, base social o presupuesto analizadas. Además, se incluyen diversas herramientas que facilitan las colaboraciones con estas organizaciones. La primera de estas herramientas es el Banco de Proyectos de las ONG. En esta sección todas las ONG analizadas pueden incluir aquellas propuestas abiertas a colaboración empresarial (donaciones económicas a proyectos, cesión de activos, donaciones en especie, etc.), al mismo tiempo que un buscador permite a las empresas realizar una selección de aquellos proyectos que se ajusten a su estrategia de acción social. Otro mecanismo es la sección Propuestas Solidarias, donde las ONG analizadas pueden informarse sobre las ofertas de colaboración presentadas por las empresas. Además, en la página Web existe una sección específica en la que se publican todas aquellas acciones de colaboración entre empresas y ONG que han contado con la mediación de la Fundación Lealtad, con la finalidad de mantener un banco de buenas prácticas de las colaboraciones, que incluya casos de éxito y que, a su vez, promueva nuevas acciones en el futuro. La página Web también incluye secciones dirigidas a fomentar las colaboraciones de los particulares con las ONG de la Guía de la Transparencia a través de donaciones online, un buscador de voluntariado o un mapa de emergencias con información para colaborar con las ONG que están trabajando para paliar los efectos de catástrofes humanitarias. Estas nuevas herramientas han tenido como resultado un aumento del 51% en el número de visitas a la página Web en el periodo 2005-2007. No obstante, la Fundación Lealtad se plantea incorporar nuevas modificaciones que faciliten la navegabilidad de la Web y den respuesta a las nuevas necesidades de particulares y empresas interesados en colaborar con las ONG. De esta forma el donante dispondrá de información accesible, homogénea, objetiva, independiente y contrastada de más de 120 ONG que le facilite su decisión sobre la ONG con la que colaborar. VII. RETOS FUTUROS A pesar de todo el camino recorrido desde su creación hace siete años, la Fundación Lealtad es consciente de que es aún mayor el trayecto y los retos que tiene por delante. El primer reto se refiere a nuestra estrategia internacional. En numerosas ocasiones hemos sido contactados por entidades extranjeras que nos han solicitado información acerca de nuestro trabajo. Esto nos ha llevado a plantearnos la posibilidad de exportar nuestro proyecto a países de Latinoamérica. Por ello estamos en contacto con varias organizaciones en distintos países de la zona para ayudarles a replicar nuestro modelo en su país. El segundo de ellos es seguir incrementando el número de ONG analizadas, incorporando nuevos colectivos o causas que han surgido recientemente, tales como víctimas del terrorismo o anorexia y bulimia, así como ONG presentes en zonas geográficas donde aún no contamos con presencia alguna. Para llevar a cabo esta labor y seguir ofreciendo servicios gratuitos a empresas y particulares, necesitaremos incrementar nuestros esfuerzos de captación de fondos para cubrir un presupuesto de 750.000 en 2008. El tercer reto y el más importante para la Fundación y al mismo tiempo, el más difícil de alcanzar, es hacer llegar nuestro trabajo al donante particular. Para ello estamos trabajando con los medios de comunicación para que conozcan más de cerca la realidad del tercer sector, de modo que no sólo sea noticia cuando salen a la luz escándalos relacionados con las ONG. La colaboración de los medios de comunicación resulta fundamental para concienciar al donante de la importancia de la donación responsable. Donar responsablemente tiene dos componentes: en primer lugar, informarse sobre a 200 GOBIERNO CORPORATIVO, TRANSPARENCIA Y DONACIONES EN LAS ONG ESPAÑOLAS quién donar y en segundo lugar, seguir mínimamente el destino de nuestra donación. La donación responsable es uno de los pilares fundamentales del desarrollo futuro del tercer sector y el principal motor de la profesionalización e impulsor de la transparencia del mismo. Cuando, como donantes, pedimos información a la ONG a la que donamos sobre el funcionamiento del órgano de gobierno, los sistemas de seguimiento de fondos, su planificación futura, etc., todo esto obliga a las ONG a tener esta información y en definitiva, estas y otras herramientas de gestión, en funcionamiento. En este sentido, también puede ser un elemento interesante la colaboración entre los abogados y la Fundación Lealtad. Cada vez son más las personas que, movidas por sus inquietudes solidarias, deciden colaborar con las ONG y acuden a sus abogados para que les orienten sobre cómo hacer un legado a favor de una ONG, cómo llevar a cabo una donación significativa o cómo constituir una fundación. En estos casos la Fundación puede ser un elemento de gran utilidad para los abogados, aportando asesoramiento a los clientes, bien directamente o bien a través de sus abogados. Con todo nuestro trabajo esperamos que en un futuro se reduzca la diferencia que hemos señalado al inicio de este artículo entre el porcentaje de la población que dice tener una opinión positiva de las ONG y los que realmente colaboran con alguna de ellas. 201 SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS Jesús López Tello la teleología de los sistemas de creación y recaudación de impuestos no es otra que la de allegar los recursos económicos necesarios para que los poderes públicos ofrezcan a los ciudadanos bienes y servicios, entre los que desde luego están la defensa, las relaciones internacionales, la ley y el orden, los mercados o las comunicaciones, pero también la provisión de un nivel mínimo de los bienes y servicios que sirven para la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano. La idea ha calado tan hondo en nuestra psique colectiva que ha cristalizado en la lengua. Dice así el diccionario que gasto social es la «partida del gasto público destinada a cubrir necesidades básicas de los ciudadanos». Todavía más, el círculo de ciudadanos beneficiarios de esa cobertura hoy no se entiende que haya de quedar limitado a los nacionales del Estado de que se trate, ni siquiera a los habitantes de su territorio, y se acepta con naturalidad la necesidad de ayudar en lo posible a la población de otros Estados menos desarrollados, si bien se respeta su soberanía de modo que la ayuda de un Estado a los habitantes y nacionales de otro se suele concretar en transferencias de bienes y servicios entre Estados. Esta apretadísima síntesis del Estado de corte occidental que hoy conocemos, sin duda sesgada e incompleta, es sin embargo bastante para subrayar lo primero que queremos decir. Abstracción hecha por un momento del carácter coactivo de los impuestos, tiempo hay de volver sobre ello, contribuir al sostenimiento de las cargas públicas en el marco de un sistema fiscal progresivo –esto es, donde en conjunto pagan proporcionalmente más impuestos quienes más 1. FILANTROPÍA TRIBUTARIA Y FILANTROPÍA GENUINA Se dice que el término filantropía fue creado por Flavio Claudio Juliano, emperador de los romanos desde el año 361 hasta su muerte, acaecida dos años más tarde en campaña contra los persas cerca de la actual ciudad iraquí de Samarra. Conocido como Juliano el Apóstata, por renegar del cristianismo y convertirse al paganismo neoplatónico, fue el último emperador romano politeísta. En su intento por restaurar el perdido esplendor de los dioses grecorromanos, Juliano quiso traer del cristianismo el mandato de amor al prójimo propio de una de sus virtudes teologales, la caridad, acuñando así el término filantropía, etimológicamente derivado del griego philos y antropos, por lo que filantropía significa, llanamente, «amor a la humanidad». Para nuestro propósito aquí nos basta ese significado, si bien expresado constructivamente en forma de ayuda desinteresada a los demás; lo que insertado en el ámbito de la organización de nuestras modernas sociedades occidentales desemboca en concebir la filantropía como la práctica ordenada de la prestación de auxilio a los más necesitados. Entendiendo ese auxilio a los más necesitados en un sentido amplio, no cabe duda de que la filantropía es practicada por los Estados, los cuales pretenden hoy, de una u otra forma, proporcionar a sus ciudadanos de menores recursos unos ciertos niveles de alimentación, vestido, educación, sanidad, subsidios sociales e incluso bienes culturales u ofertas de ocio. Precisamente 203 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS recursos tienen– es la primera forma de hacer filantropía en el mundo moderno. En efecto, los contribuyentes entregan dinero para la satisfacción de necesidades de interés general sin una prestación equivalente de respuesta. Es obvio que, a modo de donación onerosa –la que impone al donatario un gravamen inferior al valor de lo donado, dice el Código civil español en su artículo 619–, la filantropía terminal tributaria es función de que el valor de los bienes y servicios de toda índole que un contribuyente en particular recibe del Estado sea inferior al valor de los tributos que ese contribuyente esté pagando, pero lo que importa aquí es el conjunto: como quiera que el exceso de pagos de algunos individuos ha de revertir en favor de otros miembros de la sociedad más necesitados, a cada uno de nosotros nos debe ser suficiente con cumplir fielmente con nuestras obligaciones fiscales, sin importar si en un año o momento concreto nuestra balanza personal se vence del lado pagador o del receptor, en cualquier caso y como colectividad estaremos cuidando –mucho o poco, según y cómo, pues la cuantía y el destino del gasto social es un debate diferente– de nuestros semejantes más desfavorecidos. El carácter coactivo de los impuestos no nos parece detrimento de cuanto venimos diciendo. Superada hace tiempo la tesis de la naturaleza odiosa de las leyes tributarias, que hunde sus raíces en las arbitrariedades de los señores medievales y se desarrolla con el liberalismo económico primitivo, para el que no hay mejor impuesto que el que no existe, la coacción propia de la exacción impositiva es en las sociedades democráticas actuales más una cuestión de policía –en el sentido de la segunda acepción del diccionario, esto es, «buen orden que se observa y guarda en las ciudades y repúblicas, cumpliéndose las leyes u ordenanzas establecidas para su mejor gobierno»–, que de fuerza o violencia ejercida sobre los ciudadanos. Sí nos parece, sin embargo, que en los impuestos falta algo del altruismo que tradicionalmente se empareja con las actividades filantrópicas. Esa parte que falta no es la «procura del bien ajeno aun a costa del propio», pues ese resultado ha de convenirse que tiene lugar también con los pagos impositivos, sino la diligencia que el genuino altruista pone en conseguir ese objetivo, frente a la normalmente remolona actitud del contribuyente. Pero también es verdad que, infortunadamente a nuestro juicio, no hay, todavía, suficiente reconocimiento y halago social para quien cumple con sus obligaciones impositivas, de contrario a la admiración y el aplauso merecidamente dedicados al donante o al mecenas. Vaya esa ausencia de premio social en castigo de la falta de entusiasmo del contribuyente, y quede de esta manera en pie nuestra afirmación anterior de que contribuir al sostenimiento de las cargas públicas en el marco de un sistema fiscal progresivo es la primera forma de hacer filantropía en el mundo moderno. Y aún nos atrevemos a decir algo más, éticamente no parece posible un filántropo genuino que desatienda sus obligaciones tributarias, el cumplimiento de las cuales debe ser un prius para quien pretenda considerarse como tal. La conexión de identidad mediata entre impuestos progresivos sobre la renta y filantropía puede igualmente observarse en el discurso de los opositores al Estado del bienestar, que muchas veces han tomado los fundamentos de su oposición de los planteamientos filosóficos contrarios a la filantropía, compartiendo con ellos la visión de Nietzsche de los débiles como parásitos de los fuertes. La conexión es aún más evidente si se admite la tesis de que el propósito de la filantropía va, o debe ir, más allá del auxilio a los más pobres o necesitados, alcanzando la cobertura de cualquier necesidad social no adecuadamente servida, o percibida como no adecuadamente servida, por los mercados. Bajo esta perspectiva, los Estados entran en competencia con aquellos individuos o asociaciones u organizaciones privadas que, por amor desinteresado a la humanidad, también financian, o directamente prestan, esas actividades de soporte a la subsistencia, educativas, sanitarias, culturales, etc., que las sociedades modernas consideran de interés general aunque sólo sea como 204 SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS el país. La gestión de la enorme cantidad de dinero necesaria para ello se organizó sobre dos ideas básicas. La primera, que los recursos no se entregaran directamente a los más necesitados, para no desincentivar dramáticamente el trabajo y la iniciativa individuales; y la segunda, que los recursos, en forma de subvenciones, se distribuyesen entre las instituciones y las organizaciones voluntarias que habían estado proporcionando servicios sociales desde hacía 160 años. De procederse así, se señalaba, el gobierno conseguiría el apoyo político necesario para el mantenimiento de los programas, que pasarían a depender del erario público para su financiación. Horowitz se muestra muy crítico con el resultado obtenido, pues el nivel de gasto social incurrido en los Estados Unidos de América durante los años sesenta y setenta del pasado siglo no se vio acompañado en su opinión de una reducción satisfactoria de la pobreza y los problemas sociales. La razón fundamental de ese fracaso estuvo en que los programas de asistencia y servicio social se financiaron independientemente de los resultados que con ellos se pretendía obtener. Las instituciones voluntarias, que tradicionalmente habían dependido de las donaciones de la filantropía privada, pronto advirtieron que era absurdo seguir financiándose al por menor, contribución a contribución, si podían obtener millones de dólares del gobierno. De este modo, esas instituciones se transformaron en sucursales del gobierno, acomodándose rápidamente a las corrientes políticas del momento y convirtiéndose en eficaces grupos de presión, presionando constantemente en pro del incremento de las contribuciones públicas a sus programas e impulsando así un proceso imparable de aumento del gasto social, que se convirtió en deseable por sí mismo y con independencia de su eficacia real. Horowitz recuerda en este sentido su tiempo al servicio de la Administración Reagan, y destaca el asombro que le supuso ver a miembros de los órganos de gobierno de alguna de esas instituciones abogar en forma más que vehemente por la aprobación de programas sociales claramente ineficientes, concluyendo con mordacidad que «como esto se hace “por los pobres”, es pro- prevención de patologías sociales que pueden llegar a afectar a su propia supervivencia como organismos colectivos. Y es aquí donde situamos el punto de partida de nuestra reflexión. 2. EL ESTADO Y LA FILANTROPÍA: RELACIONES DE COMPETENCIA O COLABORACIÓN Nos preguntamos ahora si la filantropía privada puede constituir un modo alternativo de contribuir a la satisfacción de necesidades sociales y, si la respuesta fuera positiva, si los Estados deben incentivarla. Michael J. Horowitz, quien fue General Counsel de la Oficina Presupuestaria de la Administración Reagan, dictó en el otoño de 1993 una lección magistral sobre «Impuestos y organizaciones sin fines de lucro» en el Centro de Estudios Públicos de Santiago de Chile,1 donde abogó por el fomento de la competencia entre el sector público y las organizaciones privadas en materia social y por el incentivo de esa competitividad a través de los impuestos. A su juicio, la senda más eficaz para avanzar hacia la superación de la pobreza consiste en permitir al sector privado desempeñar efectivamente el papel de competidor del Estado –y no de mero colaborador– en materia de educación, alimentación, vivienda, sanidad y otras áreas sociales. Hasta comienzos de la década de 1930, prácticamente toda la ayuda social a los más necesitados en los Estados Unidos de América provenía de las organizaciones voluntarias, las familias o las Iglesias. La Gran Depresión de 1929 supuso el origen del cambio de ese estado de cosas, y el gobierno del New Deal del presidente Roosevelt puso en marcha los subsidios gubernamentales de jubilación, desempleo e invalidez, hitos de la asistencia social que perduran en nuestros días. Algunas décadas después, el presidente Lyndon Johnson se propuso terminar con la pobreza en 1 http://www.cepchile.cl/dms/archivo_1505_1372/rev53_ horowitz.pdf. 205 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS bable que se sienta algún tipo de derecho divino para presionar sin límites». Aunque la posición de Horowitz nace de la observación de la historia y la realidad de los Estados Unidos de América, puede ser perfectamente extrapolada al resto del mundo occidental, y hoy también probablemente a los demás países cuyo grado de desarrollo –o de riqueza– les dirige hacia políticas sociales similares. En síntesis, opina que los programas asistenciales gubernamentales suelen ser evaluados por la cantidad de fondos que se les asignan, y no por sus resultados, lo que produce el efecto perverso de que cuantos más recursos se asignan a una determinada área, más presión existe para que se incrementen, y así sucesivamente, desembocando en una espiral de incremento del gasto público. Por el contrario, en su experiencia los programas sociales financiados por el sector privado tienden a ser juzgados más por sus frutos que por la cantidad de recursos empleados. De ahí su recomendación de fomentar la competencia entre el sector público y las organizaciones privadas en materia social y por el necesario incentivo de esa competitividad facilitando la financiación de esas organizaciones mediante donaciones privadas. No nos cuesta mucho convenir en la idea de que la financiación y gestión privada de actividades de interés general puede servir de catalizador de la eficiencia del gasto social de los Estados, aunque sólo fuera en aquellos casos en que se produzca un efecto sustitución que libere recursos públicos; admitiendo entonces desde esta perspectiva, que es la de la contención y eficacia del gasto público, la bondad del modelo mixto de programas asistenciales, con una robusta proporción de ellos no dependientes del presupuesto gubernamental, gestionados por organizaciones privadas y financiados con fondos igualmente privados. Sin embargo, no nos parece tan evidente la meta de que el sector privado se convierta en competidor, más que colaborador, del sector público en materia de asistencia social y otras actividades de interés general. Para explicar este recelo dirigiremos una mirada rápida a algunos aspectos de la ayuda internacional al desarrollo. El sistema de ayuda internacional al desarrollo está construido como un sistema bilateral que descansa en la acción discrecional de los donantes. Consecuencia de esta estructura es la dispersión y falta de coordinación entre los donantes, que está generando efectos claramente dañosos sobre la eficacia del conjunto del sistema. Según observadores muy autorizados –como José Antonio Alonso, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid–, la situación se ha complicado con la aparición cada vez más protagonista de un amplio colectivo de instituciones privadas –organizaciones no gubernamentales (ONG) o redes de ONG–, dando lugar a un proceso que ha conducido a lo que algunos autores2 denominan la «proliferación de los donantes». El profesor Alonso expone3 una triple consecuencia perniciosa de la proliferación de donantes. En primer lugar, mientras hay países que son objetivo de un gran número de donantes, otros apenas reciben recursos. En segundo lugar, casi no existen mecanismos de coordinación que obliguen a una acción concertada, incluso entre los donantes que operan en un mismo país, por lo que se desaprovechan las complementariedades y sinergias que pudieran existir entre los donantes. Finalmente, la proliferación de donantes genera una presión desmesurada sobre los receptores de la ayuda, que han de atender los requerimientos de seguimiento e información de cada uno de ellos. Este último aspecto se ha revelado como especialmente grave, porque origina una desviación de las limitadas capacidades técnicas del Estado receptor que, en lugar de ser dedicadas a gestionar y atender las necesidades del país, se orientan a satisfacer las necesidades de los donantes. 2 Acharya, Fuzzo de Lima y Moore, 2004, «Aid Proliferation: How Responsible Are the Donors?», IDS Working Paper 214, Sussex: Institute of Development Studies. 3 Alonso, J.A, 2004, «El desarrollo como proceso abierto al aprendizaje», The European Journal of Development Research. Vol. 16, No. 4, pp. 845-867, Taylor & Francis Ltd. 206 SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS Tanzania tuvo que seguir pagando durante muchos años. Aunque nos gustaría pensar otra cosa, creemos que la sustitución del Estado por una multiplicidad de agentes privados –privadamente financiados– que actuaran como prestadores únicos o principales de servicios sociales y otras actividades de interés general podría acarrear problemas similares a los derivados de la proliferación de donantes en la ayuda internacional al desarrollo, es decir, atención excesiva de algunas necesidades y desatención de otras, uso ineficiente de los recursos por descoordinación de los agentes, y presión burocrática e informativa siempre creciente sobre los beneficiarios, derivada de la atomización de prestadores y de sus necesidades de afirmación social y de las de sus financiadores. También es muy posible que, en ausencia del mecanismo esencial de corrección de errores del sector público que la ciudadanía de un país democrático maneja, esto es, el voto y el cambio por su medio de los gobernantes, las decisiones equivocadas o la mala gestión pudieran generar conflictos sociales de envergadura. No se nos oculta que ese escenario de sustitución del Estado por una multiplicidad de agentes privados privadamente financiados sería con toda probabilidad una quimera por falta de financiación, pero se nos olvidó decir que planteábamos la hipótesis asumiendo que el Estado sería sustituido previa renuncia a los recursos económicos necesarios para prestar los servicios respecto de los cuales dejara de ser actor, que permanecerían en manos del sector privado y serían asignados por éste. Y aquí radicaría el tercer y quizá más importante riesgo del sistema; cual es el que los fondos dejados de percibir por el Estado no fueran asignados a fines sociales por el sector privado en cuantía suficiente, dándose lugar a peligros similares a los existentes en los años veinte del siglo pasado. Volvemos entonces allí donde admitíamos la bondad del modelo mixto de programas asistenciales y de interés social, con una robusta proporción de ellos no dependientes del presupues- Un ejemplo clásico es el de Tanzania. Ya a finales de la década de los noventa del pasado siglo su Ministerio de Cooperación Internacional elaboraba cerca de 2.400 informes de diverso tipo y organizaba la visita y recibía a cerca de 1.000 delegaciones de donantes al año –y es de suponer además que todos ellos pretenderían ser recibidos por el ministro en persona–. No es de extrañar que el presidente de Tanzania pidiera un período de cuatro meses al año de «tregua» para las misiones internacionales.4 Otro aspecto polémico de la ayuda internacional al desarrollo que hace al caso traer a colación es el de la ausencia de mecanismos de responsabilidad por los errores, las decisiones equivocadas o la mala gestión de los responsables de la ayuda. Tanzania va a servir de nuevo como ejemplo –tomado también del profesor Alonso– para ilustrar lo que se quiere decir. En los años setenta del siglo XX el Banco Mundial otorgó un préstamo a Tanzania para desarrollar plantas de procesamiento de anacardo,5 y el apoyo se completó con un crédito japonés para la adquisición de la necesaria maquinaria. Semejante proyecto resultó estar basado en una sobreestimación de la evolución del mercado del anacardo por parte del Banco Mundial. Las plantas de procesamiento no llegaron a funcionar nunca completamente y en gran medida han desaparecido, pero no así las deudas con el Banco Mundial y con Japón, que 4 Hay otros muchos ejemplos. Así, Ferrari Wolfenson, G., dice que es «primordial la armonización de las exigencias de los donantes. En los países en desarrollo hoy existen más de 63 mil proyectos de asistencia en marcha, a menudo con distintos cuerpos normativos sobre la obtención, la evaluación y enfoques ambientalistas y sociales. De acuerdo con las Naciones Unidas, tan sólo en Burkina Faso existen 1.500 proyectos, mientras que Bolivia ha presentado 850 proyectos para donaciones. En demasiadas ocasiones se presentan proyectos paralelos, incluso en el mismo distrito, generando por ejemplo en África que la industria de consultorías que ha surgido en torno a la asistencia extranjera tiene un valor de 4 mil millones de dólares al año»; en «La necesidad de optimizar la cooperación internacional: algunas experiencias latino americanas», VIII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Panamá, 2831 Octubre 2003. 5 Anacardo es el nombre de varias especies de árboles tropicales de flores pequeñas cuyo fruto es comestible y se usa en medicina. También el fruto se llama anacardo. 207 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS to público, gestionados por organizaciones no gubernamentales y financiados con fondos privados, actuando el sector privado como colaborador y estímulo de los poderes públicos. función de los poderes públicos la de influir en las decisiones individuales de gasto de los ciudadanos. Aquellos que están a favor de los incentivos contraargumentan diciendo que es injusto que se someta a imposición aquella parte de la renta que los ciudadanos no retienen para su beneficio personal sino que dedican, como sustituto o suplemento del gasto público, al beneficio de la sociedad en su conjunto. Son muchos los autores que insisten en esta idea de la renta usada en beneficio del conjunto de la sociedad, por contraposición a su uso en beneficio propio del filántropo. Así, dice Andrés Jiménez Díaz6 que «sería preciso reconocer espacios de exención o bonificación para los modos de altruismo o solidaridad voluntaria, encarnados en el mecenazgo. Y en la medida en que éste viene también a atender necesidades sentidas por el conjunto de la sociedad, la respuesta del Estado no puede ser otra que la de liberar de la obligación de tributar al mecenas por la parte de renta que éste ha destinado a la cobertura de esas necesidades, renunciando a la utilización de esa porción de renta en beneficio propio». Este argumento de la renuncia al uso de la renta en beneficio propio requiere de cierto contexto para su evaluación, pues a su hilo la conexión entre la filantropía y los impuestos se muestra del todo evidente. En efecto, la renta a cuyo uso en beneficio propio renuncia el donante filantrópico no es el montante de la donación, sino la diferencia entre dicho montante y el incentivo fiscal en su caso devengado. Como hablamos de impuestos, es obligado hacer algunos números. Imaginemos un ciudadano residente en un país cuyo impuesto progresivo sobre la renta personal tiene un tipo marginal de gravamen del 43%. Las leyes reguladoras de dicho impuesto ordenan que la parte de renta donada a ciertas organizaciones no gubernamentales prestadoras de servicios sociales quede exenta de gravamen. Nuestro ciudadano, cuya renta global asciende a 1.000 unidades moneta- 3. EL ESTADO Y LA FILANTROPÍA: DESDE LA IGNORANCIA O DESDE EL INCENTIVO La siguiente cuestión en nuestra reflexión era la de si los Estados debían ayudar a la financiación privada de las organizaciones no gubernamentales involucradas en la satisfacción de necesidades sociales, mediante la concesión de incentivos fiscales a los donantes de los fondos. Ya vimos cómo Horowitz respondía a esta cuestión de forma rotundamente positiva. Una respuesta tan rotunda quizá tiene mucho que ver con el escenario en que se mueve. Recordemos que lo que Horowitz propugnaba era la sustitución de la financiación pública de las organizaciones privadas prestadoras de servicios sociales por financiación privada. Esto es, en la medida en que existe un ahorro presupuestario, por el montante del presupuesto gubernamental no dedicado a la financiación pública de las organizaciones privadas prestadoras de servicios sociales, no hay obstáculo en admitir una merma correlativa de los ingresos presupuestarios por causa de incentivos impositivos concedidos a los contribuyentes causantes con sus donaciones de la financiación privada sustitutiva. En cualquier caso, el argumento de compensación entre gastos e ingresos públicos, es decir, el razonamiento de que los menores ingresos públicos derivados de los incentivos fiscales quedan compensados por el menor gasto social directo de los poderes públicos, es clásico entre los defensores de los incentivos fiscales a la provisión privada de necesidades sociales. Sin embargo, los economistas están divididos en sus valoraciones acerca de si tales incentivos están justificados. Los que se oponen a ellos razonan que las donaciones y auxilios filantrópicos son simplemente una forma de gasto personal, y que no es 6 Jiménez Díaz, A., 2005, «Publicidad, Patrocinio, Mecenazgo y Colaboración. Marco legal e incentivos fiscales», p. 48, Biblioteca básica, Asociación Española de Fundaciones. 208 SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS rias (u.m.), decide donar las últimas 100 a una de esas organizaciones, y por tanto su renta sometida a gravamen será de 900 u.m. Es cierto que se han donado 100 u.m. –y éste es el importe de la financiación obtenida por la organización donataria–, pero la renta a cuyo uso en beneficio propio ha renunciado el protagonista de nuestro pequeño ejemplo ha sido de 57 u.m., las otras 43 no hubieran estado disponibles para él, pues tendría que haberlas ingresado en el Tesoro del país como pago del impuesto sobre la renta. Sirvan estos pocos números para poner de manifiesto que los incentivos fiscales que los modernos Estados de corte occidental conceden a las donaciones hechas para la provisión privada de necesidades sociales pueden modular la intensidad del esfuerzo filantrópico de los ciudadanos. En el extremo, si un país tuviera un tipo impositivo marginal sobre la renta del 100%, la exención de la renta donada a organizaciones no gubernamentales privaría de esfuerzo filantrópico a las donaciones hechas por contribuyentes cuya renta estuviera por encima del umbral de tipo marginal –en la medida, claro está, en que el importe donado fuera igual o inferior a la renta obtenida por el contribuyente en exceso sobre dicho umbral–. En el lado contrario, y éste es un caso mucho más real que el anterior de 100% de tipo de gravamen marginal, la ausencia de incentivos fiscales implica bajo esta perspectiva el máximo esfuerzo filantrópico de los contribuyentes donantes. De esta manera, tomada la decisión inicial de incentivar, a través de los impuestos, la financiación de la provisión no gubernamental de necesidades sociales, queda abierta la discusión sobre el modo en que dichos incentivos funcionan, y a su luz, sobre cuál o cuáles de ellos deberían ser escogidos, individualmente o en combinación. La teoría más popular sugiere que los tipos marginales más altos incentivan las donaciones porque el «coste» después de impuestos de la donación es menor. A este coste se refieren en ocasiones los autores llamándolo «precio de la donación» y definiéndolo como «el monto efectivamente desembolsado por el donante una vez aplicados los incentivos tributarios existentes».7 Recordemos nuestro ejemplo anterior, donde con un tipo marginal del 43% el coste –o «precio»– de una donación de 100 u.m. era de 57 u.m. –en términos de menor renta marginal disponible–, mientras que con un hipotético tipo marginal del 100% ese coste sería ninguno, pues simplemente se produciría un cambio en la persona del receptor de los fondos: el Estado sería sustituido por la organización donataria. La teoría competidora entiende, sin embargo, que es la renta global disponible después de impuestos, la cual depende de los tipos medios de gravamen más que de los tipos marginales, el factor fundamental que dispara las donaciones de los ciudadanos. Dicho sencillamente, cuanto mayor es la renta de una persona –y más rica es–, más proclive es esa persona a las donaciones filantrópicas. Los partidarios de la primera tesis defienden al mismo tiempo que los incentivos fiscales realmente motivan a los ciudadanos a realizar donaciones para fines sociales y que dichos incentivos tienen una fuerte influencia en el impulso filantrópico de las personas. Los defensores de la segunda, sin despreciar la importancia de los incentivos fiscales, sugieren que la generosidad y el desprendimiento son inclinaciones naturales que no requieren de tales incentivos para existir. Horowitz es un decidido seguidor de esta última tesis. De hecho, recomienda los incentivos fiscales a las donaciones filantrópicas sólo como segunda opción –con tipos marginales del 4. LA RELACIÓN ENTRE LAS DONACIONES FILANTRÓPICAS Y LOS TIPOS IMPOSITIVOS 7 «Diagnóstico y estrategia para promover la filantropía ambiental en Chile», en «Filantropía y Cooperación Público-Privada para la Protección del Medio Ambiente y el Mejoramiento de la Calidad de Vida», Fondo de las Américas – Chile, CONAMA, julio 2000. Existen dos teorías principales sobre la relación entre las donaciones filantrópicas y los tipos de gravamen del impuesto sobre la renta. 209 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS impuesto personal sobre la renta en el entorno del 50%–, siendo su primera recomendación la rebaja de los tipos marginales hasta tanto como el 10%, umbral en el que, en su opinión, el incentivo de las donaciones filantrópicas ya no es necesario. Dice así que «no es raro escuchar en reuniones de instituciones de beneficencia un comentario como éste: “Dios mío, ahora que el gobierno se propone bajar las tasas de los impuestos deberemos confiar exclusivamente en el genuino impulso filantrópico de los americanos”. Sin embargo, la experiencia demuestra que después de reducir las tasas de los impuestos, las donaciones aumentan sustancialmente; las personas se sienten más ricas y están dispuestas a ser más generosas. Es decir, el “impulso filantrópico” existe, y el riesgo de que las donaciones disminuyan al bajar los impuestos es mínimo. Al parecer, la generosidad es un hábito que produce adicción». Leyendo la literatura –una parte de ella, obviamente– que de alguna manera pone en relación los motivos del filántropo con los incentivos fiscales a la filantropía, se nos queda la sensación de que, en efecto, sólo marginalmente cabe conectar el impulso filantrópico con un tecnicismo tributario de tipos marginales de gravamen en impuestos progresivos sobre la renta. Así, las actuaciones filantrópicas primigenias de protección de familiares y parientes y de hospitalidad con los extraños bien pueden ser consideradas manifestaciones de instintos básicos de la condición humana, como la autodefensa y la protección de descendientes, de modo que cabe admitir que tales costumbres altruistas sean prácticamente una cualidad universal de las sociedades humanas. Desde esta perspectiva, el impulso filantrópico formaría parte, en mayor o menor medida, de las inclinaciones naturales del hombre. En segundo lugar, las obligaciones religiosas han constituido y constituyen un motivo claro y directo del actuar filantrópico. Recuérdese a estos efectos el inicio de este trabajo, donde se aludía al origen de la misma palabra filantropía como el trasunto de la caridad cristiana en el universo politeísta grecorromano tardío. En el mismo sentido, todas las demás grandes religiones del mundo apoyan las donaciones con fines caritativos, para aliviar la pobreza y el sufrimiento, y para acoger a los extraños. El Judaísmo incluye la costumbre del diezmo, que consiste en reservar una décima parte de las ganancias individuales para la beneficencia. Uno de los cinco pilares del Islam obliga a los musulmanes a donar un 2,5% de su ingreso anual y de su riqueza con fines caritativos –zakat–,8 y los primeros grandes hospitales fueron fundados por los dirigentes medievales musulmanes de Bagdad, El Cairo y Damasco. Los textos sagrados del Hinduismo y del Jainismo destacan la virtud de la caridad y a los Budistas Mahayana se les exige seguir el ejemplo de Bodhisattva, quien «da su mejor comida al hambriento (…) protege a los que tienen miedo (…) lucha por sanar al enfermo (…) (y) comparte sus riquezas con los afectados por la pobreza».9 El reconocimiento de la religión como uno de los principales motores de la filantropía en el mundo no es óbice para admitir que hay voces críticas que no consideran el cumplimiento de obligaciones religiosas como un actuar desinteresado. La esperanza de una eventual recompensa en el más allá en pago de ese cumplimiento constituiría, según estas voces, un motivo enervante del carácter altruista de las acciones filantrópicas emprendidas por motivos religiosos. En cualquier caso, no se puede negar que los preceptos Bíblicos han servido claramente de base a la filantropía privada en Occidente y que las religiones organizadas, especialmente el Cristianismo, han tenido una influencia significativa en los programas y las políticas de las agen- 8 El zakat se aplica por encima de un determinado nivel de subsistencia, llamado nisab. El nisab está denominado en metales preciosos y equivale al valor anual de 85 gramos de oro en el mercado. Los bienes esenciales como la vivienda y los muebles están exentos del zakat. Se puede encontrar una calculadora del zakat en http://www.zakat.com.my/engcalculator/incomecalc.html. El zakat puede utilizarse para realizar pagos a la beneficencia, educación, reducción de deuda, ayuda a refugiados, ayuda religiosa y militar, así como para cubrir costes administrativos asociados a estos conceptos. Los receptores deben ser musulmanes. 9 Una muestra de la doctrina de las principales religiones acerca de la caridad puede verse en http://www.unification.net/ws/theme141.htm. 210 SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS de donaciones fiscalmente incentivadas. Por otro lado, en caso de descenso de los tipos marginales deberían observarse efectos adversos para los niveles de donativos filantrópicos. Johanna Francis y Jason Clemens desarrollaron en este sentido en 1999 un interesante estudio comparativo entre los casos de Canadá y los Estados Unidos de América.11 Se parte de que, en general, en la década de los noventa del siglo pasado Canadá tuvo tipos marginales más altos que los Estados Unidos. Sin embargo, ello no se tradujo en un nivel comparativamente mayor de donaciones filantrópicas en Canadá. Al contrario, los datos manejados muestran que los canadienses donaron, de media, significativamente menos que sus vecinos del sur. Por otro lado, tanto en Canadá como en Estados Unidos hubo, entre 1980 y 1996, un incremento de las donaciones filantrópicas dentro de una tendencia de descenso de los tipos marginales, de modo que las reducciones de tipos marginales que tuvieron lugar en ambos países en los años 80 del siglo XX no resultaron en el predicho colapso de los donativos para fines sociales. El estudio concluye que, dado que en ese tiempo y países dichos donativos constituyeron un porcentaje bastante estable de la renta personal de los donantes, el crecimiento real de las donaciones filantrópicas depende del crecimiento real de la economía o, en otras palabras, que el factor fundamental de incremento de las donaciones para fines sociales es el incremento de la renta disponible de los ciudadanos. De donde los autores del estudio deducen que un sistema fiscal orientado al crecimiento de la riqueza en manos de los ciudadanos no sólo incentiva el crecimiento económico sino también el ejercicio de la filantropía. En conclusión entonces, y cualquiera que sea la tesis de nuestra preferencia, puede aceptarse sin esfuerzo que un sistema tributario cuyos tipos marginales sean los más bajos posibles y en el marco del cual existan además incentivos fiscales cias oficiales de desarrollo, tanto en calidad de precepto como de modelo. Una tercera fuente de la filantropía es el orgullo. Todo el mundo quiere tener éxito y ser admirado por su prójimo. En ese ámbito, son las personas ricas las que tienen medios para crear instituciones que se convertirán en recuerdo duradero de su generosidad y preocupación por el bienestar de los hombres. Finalmente, también se suele señalar como fuente de la filantropía el propio interés del filántropo. Es una contradicción, pero es así. Ese interés puede adoptar diversas formas, siendo la más comúnmente citada la que relaciona la acción filantrópica con la protección del patrimonio y de los intereses financieros del filántropo y sus herederos. Un ejemplo clásico es el del nacimiento de la Fundación Ford: «Henry Ford y su hijo Edsel constituyeron originalmente la fundación en 1936, no a partir de una enorme visión filantrópica sino para proteger las acciones de su compañía de la fiscalidad y para asegurar un control continuado de la empresa por parte de la familia».10 En su virtud, más nos convence el discurso que considera la renta global disponible después de impuestos –la riqueza, en suma– como el factor fundamental que dispara las donaciones filantrópicas de los contribuyentes, antes que los tipos marginales de gravamen. Este convencimiento intelectual encuentra además apoyo en alguna evidencia empírica. De acuerdo con la teoría que directamente relaciona las donaciones filantrópicas con los tipos marginales de gravamen, aquellas jurisdicciones en donde existan los tipos marginales más altos deberían, con incentivos fiscales similares, ofrecer los mayores niveles, en número y en valor, 10 Heather MacDonald, en www.city-journal.org/html/ 6_4a1.html. La página web de la Fundación Ford (www.fordfound.org) responde que «con objeto de diversificar sus donaciones, entre los años 1956 y 1974, la Fundación vendió o dispuso de sus acciones de la Ford Motor Company e invirtió lo obtenido en otros valores. La Fundación no tiene acciones de la Ford Motor Company y no existe vínculo alguno entre las dos organizaciones, con la excepción de la conexión histórica». 11 http://oldfraser.lexi.net/publications/forum/1999/06/04 _charitable_donations.html (June 1999 Fraser Forum: «Charitable Donations and Tax Incentives»). 211 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS a los donativos para fines sociales constituye, desde un punto de vista impositivo, un buen escenario para el florecimiento de las acciones filantrópicas. Nos ocuparemos entonces del funcionamiento de tales incentivos en la experiencia española e internacional. Pensemos en un ciudadano que obtiene una renta anual de 100.000 . Esta persona pagaría un impuesto de 36.117 (tipo medio de gravamen del 36,12%), disponiendo de una renta libre después de impuestos de 63.883 . Pensemos ahora que ese ciudadano dona 10.000 a una organización no gubernamental que realiza ciertas actividades sociales y esa donación le da legalmente derecho a que una cantidad de renta igual al importe donado quede exenta de gravamen –o si se quiere, a que la base liquidable constituida por la renta obtenida por el contribuyente se reduzca en una cantidad igual al importe donado–. Así pues, el incentivo fiscal consiste en que el importe donado (10.000 ) se deduce de la renta obtenida (100.000 ) y se somete el resultado (90.000 ) a la tarifa de tipos de gravamen. Éste es el sistema de tax deduction. Sus resultados en nuestro ejemplo serían como siguen: el impuesto a pagar por el contribuyente ascendería a 31.817 (resultado de aplicar la tarifa sobre una base de 90.000 ), y la renta disponible después de donaciones e impuestos sería de 58.183 (100.000 de renta menos la donación de 10.000 y menos el impuesto de 31.817 ). La diferencia de renta disponible para el contribuyente entre el caso general (63.883 ) y la aplicación de la tax deduction por la donación filantrópica (58.183 ) es el «precio de la donación» a que hacíamos antes referencia cuando reflexionábamos sobre la relación entre las donaciones filantrópicas y los tipos de gravamen del impuesto sobre la renta. Ese precio asciende aquí 5. TAX DEDUCTION VERSUS TAX CREDIT Los beneficios fiscales a los donativos para fines sociales en los impuestos personales sobre la renta presentan tradicionalmente la forma de (i) una exención o reducción de la renta sometida a gravamen –técnicamente, de la base imponible del impuesto–, o de (ii) una cantidad a deducir del impuesto a pagar –técnicamente, una deducción de la cuota impositiva–. En la jerga internacional de los impuestos, y con la economía de medios tan característica del idioma inglés, el primer sistema es conocido como tax deduction y al segundo se le llama tax credit. Para ilustrar el debate comparativo entre ambos sistemas, a continuación elaboraremos algunos sencillos ejemplos numéricos, para lo cual usaremos la tarifa de tipos de gravamen del impuesto sobre la renta de las personas físicas vigente en España en el año 2008.12 12 En el territorio común, suma de las escalas estatal y autonómica por defecto (según el artículo 67 de la Ley 51/2007, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2008). – La escala general (o estatal) para 2008 se recoge en el cuadro siguiente. mentaria siguiente, que también será aplicable a los contribuyentes que tengan su residencia habitual en el extranjero. – La escala autonómica para 2008 será la que apruebe la Comunidad Autónoma de residencia habitual del contribuyente. De no hacerlo, se utilizará la escala comple- 212 SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS Supongamos para ello que nuestro ciudadano gana 15.000 y dona 1.500. Sin incentivos fiscales a la donación, el impuesto a pagar sería de 3.600 , con un tipo marginal de gravamen –y en este caso también medio– del 24%. Aplicando el sistema de tax credit (25%) el impuesto a pagar se reduciría a 3.225 –3.600 menos una deducción de 375 (25% de 1.500 )–. Con tax deduction, sin embargo, el impuesto a pagar sería superior, de 3.240 –24% de 13.500 –. La diferencia entre ambos sistemas son 15 , esto es, el 1% del importe donado, siendo ese 1% el tanto por ciento en que el porcentaje de deducción (25%) excede del tipo marginal (24%). La conclusión anterior puede entonces repetirse de una forma más amplia, diciendo que para los contribuyentes cuyo tipo marginal exceda del porcentaje de deducción del tax credit, el sistema de tax deduction será más favorable; mientras que para aquellos cuyo tipo marginal sea inferior al porcentaje de deducción del tax credit, este último sistema será el más favorable. Simplificando mucho y a riesgo de caer en el maniqueísmo, desde el punto de vista estrictamente numérico del impuesto a pagar el sistema de tax deduction conviene más a los donantes ricos y el de tax credit a los pobres. Aunque también se puede formular de otra manera: habida cuenta de que las donaciones de mayor cuantía provienen comúnmente de los donantes más ricos, el sistema de tax credit es el que más conviene a los Estados interesados en que los incentivos fiscales a las donaciones filantrópicas mermen la recaudación impositiva en la menor medida posible. Como lo que se acaba de decir bordea la incorrección política, digamos también que en defensa del tax credit se suelen alegar razones de equidad, sosteniéndose que promueve una distribución más igualitaria del beneficio fiscal entre todos los donantes.13 a 5.700 , esto es, y como también apuntamos antes, «el monto efectivamente desembolsado por el donante una vez aplicados los incentivos tributarios existentes». Así, la donación fue de 10.000 y el donante «recuperó» vía incentivo fiscal el tipo marginal (43%) aplicable a esa cantidad, en dinero, 4.300 –son los 4.300 que hay de diferencia entre el impuesto a pagar en el caso general (36.117 ) y el impuesto a pagar con la tax deduction (31.817 )–. Vamos ahora con el sistema de tax credit. El sistema consiste en que un porcentaje del importe donado se resta directamente del impuesto a pagar –deducción en cuota–. Como puede imaginarse, la clave del mecanismo radica en cuál sea ese porcentaje. Si el porcentaje de deducción fuera variable para cada contribuyente e igual a los tipos marginales que a cada uno le resultaran aplicables, no habría diferencias entre los sistemas de tax credit y tax deduction. La afirmación se puede comprobar empíricamente con relativa facilidad. En nuestro ejemplo, si al impuesto a pagar del caso general (36.117 ) se le resta una deducción (4.300 ) equivalente al porcentaje que resulte de aplicar el tipo marginal (43%) al importe donado (10.000 ), el impuesto a pagar sería de 31.817 , esto es, la misma cantidad de impuesto derivada del sistema de tax deduction. Por tanto, la diferencia entre ambos sistemas va a estar en la relación entre porcentaje de deducción del tax credit y tipo marginal. Tomemos un porcentaje de deducción del 25%. Entonces el impuesto a pagar por el donante de nuestro ejemplo será de 33.617 –resultado de deducir un crédito fiscal de 2.500 (25% de 10.000 ) del impuesto a pagar antes de la deducción (36.117 )–, lo que compara desfavorablemente con los 31.817 que el contribuyente pagaba con el sistema de tax deduction. Esto es, cuando el tipo marginal de gravamen es superior al porcentaje de deducción el sistema de tax credit es menos favorable para el contribuyente –en términos de impuesto a pagar– que el sistema de tax deduction. Veamos qué pasa cuando el tipo marginal de gravamen es inferior al porcentaje de deducción. 13 Bater, P., 2000, «Evaluating Tax Incentives for Donations to Public Benefit Organizations», International Journal of Not-for-Profit Law, Vol. 3, Issue 2, December 2000. 213 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Tanto en uno como en otro sistema, algunos Estados imponen además ciertos límites al beneficio fiscal concedido. Existen tanto límites mínimos como límites máximos. 6. TAX BENEFIT RECLAIM SCHEME Igual que conservan su sistema tradicional de pesos y medidas o conducen por la izquierda, los ciudadanos del Reino Unido tienen también un esquema peculiar de incentivos fiscales a los donativos para fines sociales. Es el denominado tax benefit reclaim scheme –abreviadamente, tax reclaim–. La mejor manera de explicar el sistema quizá sea hacerlo por comparación con el de tax deduction. Como hemos visto, en el tax deduction una donación de 10.000 supone que el donante recupera el tipo marginal aplicable a esa cantidad (por ejemplo, 43%), por la vía de pagar menos impuestos. En definitiva, la organización donataria recibe 10.000 del contribuyente y éste recibe a su vez 4.300 del Estado en forma de menos impuesto personal sobre la renta. En el sistema de tax reclaim, la idea es que la donación se considera neta de impuestos, de modo que es la organización donataria la que reclama el incentivo fiscal del Estado. Sería como si en nuestro ejemplo anterior el contribuyente donara 5.700 y la organización beneficiaria de la donación reclamara del Estado los 4.300 restantes. En realidad, el tax reclaim no produce resultados equivalentes al tax deduction y ello es así por la propia mecánica del sistema, pues, en lugar de elevar al íntegro el importe donado usando para ello el tipo marginal aplicable,15 lo que se reclama del Fisco británico es la cantidad resultante de aplicar ese tipo marginal al importe donado.16 Para explicarlo necesitamos acudir de nuevo a los números. Así, para que con el tax reclaim la organización donataria reciba en total 10.000 , el contribuyente debe donar 6.993 . De este modo, la El límite mínimo implica que sólo tienen derecho al incentivo fiscal las donaciones de cuantía superior a cierto umbral o importe mínimo. Aunque esta técnica podría ciertamente utilizarse para recortar el descenso de ingresos impositivos derivados del incentivo fiscal, los umbrales vistos en la práctica son de importe muy reducido, por lo que la razón del establecimiento de un límite mínimo hay que buscarla, más que en el ahorro presupuestario, en evitar el coste y la sobrecarga administrativa que puede suponer la gestión y comprobación de un gran número de donaciones de pequeña cuantía. Por su parte, un límite máximo de beneficio fiscal opera como su nombre indica, y puede a su vez definirse en términos de una cantidad a tanto alzado o de un porcentaje de la renta gravable. El impacto de un límite máximo puede mitigarse, y así se hace por muchos Estados, permitiendo a los donantes que exceden el límite traspasar el exceso a ejercicios fiscales futuros, hasta su agotamiento. La justificación del establecimiento de un límite máximo, que normalmente sólo afectará a los donantes más generosos o más ricos, es invariablemente la necesidad de poner un techo al coste presupuestario de los beneficios fiscales, a la que en ocasiones acompaña el argumento moral de que no debería ser posible que un contribuyente eliminara por completo su impuesto a pagar por la vía de donaciones filantrópicas.14 14 El supuesto está en el límite con los datos usados en nuestro ejemplo. No obstante, puede darse. Así, el caso de un contribuyente que con 15.000 de renta donase 14.400, siendo el tax credit del 25%. El impuesto a pagar sería 0, pues el impuesto resultante de la tarifa (3.600 , 24% de 15.000) se eliminaría por la deducción fiscal (3.600 , 24% de 14.400). Con unos tipos de gravamen inferiores y un porcentaje de tax credit superior, la eliminación del impuesto a pagar por el incentivo fiscal podría darse sin llegar a extremismos poco creíbles. 15 Esto es, calcular una cantidad tal que, aplicada sobre ella el tipo marginal, resulte en el importe donado. Con un tipo marginal del 43%, es tan simple como dividir el importe donado por 0,57 (1–0,43). 16 Irish, Dongsheng and Simon, 2004, «China’s Tax Rules for Not-For-Profit Organizations», A Study Prepared for the World Bank, p. 141. 214 SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS Si a lo anterior se añade la crítica doctrinal de que el sistema presenta la desventaja de que no existe en él un beneficio fiscal directo a los contribuyentes que pueda ser usado para promocionar los donativos para fines sociales entre los potenciales donantes,18 no vemos que el tax reclaim esté adornado de méritos especiales cuando se le compara con el sistema de tax deduction. donataria recibirá 6.993 del donante y 3.007 del Estado (43% de 6.993). Volvamos a nuestro ejemplo del ciudadano con una renta anual de 100.000 . Como en el tax reclaim no existe reducción fiscal del impuesto a pagar para el contribuyente, el impuesto es el mismo que se pagaría si no se hiciera la donación filantrópica. Por tanto, y según tenemos visto –apartado 5 anterior–, el impuesto a pagar sería de 36.117 ; con lo que la renta después de impuestos del contribuyente ascendería a 63.883 , a los que hay que restar los 6.993 donados, resultando una renta disponible de 56.890 . Con el sistema de tax deduction, un ciudadano con una renta anual de 100.000 que donara 10.000 –para que la organización beneficiaria percibiera lo mismo que con una donación de 6.993 bajo el tax reclaim– tendría que pagar 31.817 de impuesto.17. De este modo, la renta disponible después de donaciones e impuestos sería de 58.183 (100.000 de renta menos la donación de 10.000 y menos el impuesto de 31.817 ), lo cual supone 1.293 más de renta disponible que con el tax reclaim. En fin, un sistema peculiar cuyos efectos distintivos en relación con el de tax deduction se concretan en: (i) el Tesoro percibe mayores ingresos, porque el contribuyente paga más impuestos a igualdad de importe nominal recibido por la organización donataria, y porque el Fisco puede obtener ingresos financieros adicionales por el tiempo que medie entre el pago del impuesto por el donatario y la reclamación del incentivo por la organización beneficiaria, (ii) la organización beneficiaria, por la misma razón que se acaba de exponer, asume un coste financiero que no existe en el sistema de tax deduction, y (iii) ambos, Tesoro y organizaciones beneficiarias, soportan una importante carga burocrática añadida, pues el incentivo genera su propio papeleo, sin aprovechar el cauce procesal abierto para el pago ordinario de impuestos. 7. TAX DESIGNATION SCHEMES Estos esquemas consisten en permitir a los contribuyentes que asignen un determinado porcentaje de sus impuestos a ciertos beneficiarios. Se han vuelto enormemente populares en Europa Central y del Este desde su introducción en Hungría en 1996 mediante una ley hoy conocida como la «Ley del 1%». En su virtud, los contribuyentes húngaros personas físicas pueden asignar el 1% de sus impuestos a una organización no gubernamental de entre las reconocidas como elegibles a estos efectos –caracterizadas por perseguir fines de interés social–. Otro 1% está disponible para ser asignado por motivos religiosos. La primera cuestión controvertida en relación con los tax designation schemes es la de su clasificación. También denominados «Percentage Philantropy», en este nombre late la idea de que son una forma de donativo filantrópico. Al fin y al cabo, se dice, el contribuyente está eligiendo entregar una parte de sus impuestos a una organización privada en lugar de al Estado. Sin embargo, la organización beneficiaria recibe dinero público y no dinero propiedad del contribuyente; esto es, se trata de dinero pagado como impuesto por el contribuyente al Estado que luego éste, siguiendo la decisión de aquél, entrega al beneficiario designado. Desde esta perspectiva, por tanto, más parece una forma de asignación del gasto público. En este mismo orden de ideas, la designación no afecta, ni en más ni en menos, ni a los impuestos a pagar ni a la renta disponible para el con- 17 Usando siempre la tarifa de tipos de gravamen del impuesto sobre la renta de las personas físicas vigente en España en el año 2008. 18 215 «Marketed to them» dice Paul Bater, op. cit. LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS tribuyente, ambos permanecen invariables se haga o no uso de la capacidad de asignación. En consecuencia, los tax designation schemes no suponen un esfuerzo filantrópico de los ciudadanos distinto del de pagar impuestos; y efectivamente su encaje científico quizá debiera estar entonces en el ámbito de los mecanismos de participación de los ciudadanos en la asignación del gasto público antes que en el campo de los incentivos impositivos a la filantropía. Ahora bien, incidentalmente interesa destacar que la mera circunstancia de que estos esquemas sean considerados por muchos como una forma de filantropía nos reafirma en las reflexiones con las que abrimos este trabajo, allí donde acabamos diciendo que contribuir al sostenimiento de las cargas públicas en el marco de un sistema fiscal progresivo es la primera forma de hacer filantropía en el mundo moderno. Una segunda cuestión debatida es la del impacto real de los tax designation schemes en la financiación de las organizaciones filantrópicas. Aunque no parece que exista una respuesta clara, no debería dudarse de que, dentro de sus límites –la financiación máxima obtenible no puede estructuralmente rebasar un porcentaje dado de los impuestos pagados (por ejemplo, el 1% + 1% húngaro)–, el esquema habilita una importantísima fuente de fondos no sometidos a restricciones específicas de uso, sobre todo para las organizaciones beneficiarias que persigan aquellos fines que mejor conecten emocionalmente con el ciudadano común (los niños, los animales, la prevención de enfermedades...). Por otro lado, existe un acuerdo casi general en que estos esquemas ayudan al desarrollo de una cultura ciudadana más consciente de las actividades sociales desarrolladas por las organizaciones filantrópicas, lo que puede ser de especial importancia en países donde la sociedad civil se encuentre todavía poco cohesionada. Sin embargo, hay un motivo de preocupación generalizada con estos esquemas, al menos desde el campo de las organizaciones no gubernamentales. Se trata del impacto que puedan tener en la «verdadera» filantropía. Los contribuyentes pue- den convencerse de que, puesto que ya han «donado» mediante el porcentaje de impuestos asignados, no hay necesidad de donativos reales. Y no sólo los contribuyentes, también los Estados pueden llegar a la conclusión de que el mecanismo de asignación es suficiente y de que por tanto los estímulos fiscales a los donantes filantrópicos están de más –por ejemplo, después de la introducción de tax designation schemes, Eslovaquia y Lituania abolieron sus tradicionales incentivos fiscales a las donaciones para fines sociales–. Hay algún temor de que, a largo plazo, el impacto neto de estos esquemas en la financiación de las organizaciones filantrópicas pudiera terminar siendo negativo. 8. EL CASO ESPAÑOL Para las personas físicas, España sigue un sistema de tax credit, en cuya virtud los donantes pueden deducir de su impuesto progresivo personal –el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas («IRPF»)– el 25% del valor de lo donado.19 19 En general, la base de la deducción –el valor de lo donado– es: a) Tratándose de donativos dinerarios, su importe. b) En las donaciones de bienes o derechos, el valor contable que tengan en el momento de la transmisión y, en su defecto, el valor determinado conforme a las normas del Impuesto sobre el Patrimonio. c) En la constitución de un derecho real de usufructo, la base de la deducción es diferente en función de que el usufructo recaiga sobre: – bienes inmuebles: es el importe anual que resulte de aplicar, en cada uno de los períodos impositivos de duración del usufructo, el 2% al valor catastral; – valores: es el importe anual de los dividendos o intereses percibidos por el usufructuario en cada uno de los períodos impositivos de duración del usufructo; – otros bienes y derechos: es el importe anual resultante de aplicar el interés legal del dinero de cada ejercicio al valor del usufructo determinado en el momento de su constitución conforme a las normas del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales. d) En los donativos o donaciones de obras de arte de calidad garantizada y de los bienes que formen parte del Patrimonio Histórico Español, es la valoración efectuada por la autoridad administrativa competente (la Junta de Calificación, Valoración y Exportación). La valoración que resulte de aplicar estos criterios tiene como límite máximo el valor normal de mercado del bien o derecho transmitido en el momento de su transmisión. 216 SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS El crédito fiscal por donativos y aportaciones a entidades sin fines lucrativos está, no obstante, sometido a un límite máximo que opera como un porcentaje de la renta gravable. Así, la base de la deducción –valor de lo donado– no puede superar el 10% de la base liquidable –valor de la renta total sometida a gravamen– del contribuyente donante. Esto es, cualquiera que fuere el valor real de lo donado, a efectos de cálculo del crédito fiscal el máximo considerado sería el 10% de la renta del donante. En nuestro ejemplo del contribuyente de 100.000 de renta anual, el límite estaría entonces en 10.000 de valor de donación –y en consecuencia en un crédito fiscal máximo de 2.500 , cualquiera que fuera la cantidad realmente donada–. Las cantidades donadas en exceso sobre el límite se pierden, pues no son trasladables a ejercicios futuros. Para las personas jurídicas, sometidas a un impuesto proporcional y no progresivo –el Impuesto sobre Sociedades– cuyo tipo general de gravamen para el año 2008 es del 30%, el sistema es también el de tax credit, pero mucho más generoso. Para empezar, porque el porcentaje de deducción es del 35%. Este porcentaje, establecido cuando el tipo general de gravamen del Impuesto sobre Sociedades era del 35% y no modificado después cuando el tipo se redujo por debajo de esa cifra, produce la anomalía estructural de que el sistema ofrece más que una tax deduction. En efecto, un crédito fiscal en cuota de porcentaje igual al tipo impositivo equivale, en un impuesto proporcional, a no someter a gravamen una cantidad de ingresos igual a la base del crédito fiscal. En consecuencia, si el porcentaje de deducción fiscal excede del tipo impositivo, no sólo se deja exenta una renta equivalente al valor de lo donado, sino que se concede un crédito fiscal ex novo –por el exceso del porcentaje de deducción sobre el tipo de gravamen–, que reduce los impuestos debidos por rentas no donadas. El crédito fiscal está, no obstante, sometido al mismo límite máximo del 10% de la renta –base imponible– obtenida por la persona jurídica; pero, y aquí viene otra gran diferencia con las personas individuales, cuando la base de la deducción –el valor de lo donado por la entidad– exceda de dicho límite, el exceso no se pierde, sino que puede aplicarse en los períodos impositivos que concluyan en los 10 años inmediatos y sucesivos. Volviendo a las personas físicas, España tiene también un tax designation scheme de rasgos peculiares. Nacido en ejecución del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos económicos, los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas pueden manifestar en su declaración, en el lugar reservado al efecto, que un porcentaje de su impuesto vaya destinado a colaborar con el sostenimiento económico de la Iglesia Católica, a otros fines de interés social20 o ambas opciones al mismo tiempo. El porcentaje se fija cada año en la Ley General de Presupuestos del Estado, siendo actualmente el 0,7%. La peculiaridad del sistema radica en que la Iglesia Católica sí puede ser designada beneficiaria de la asignación, mientras que cuando la designación lo es en favor de otros fines de interés social –o de ambas opciones al mismo tiempo, en la parte que corresponda a otros fines de interés social– es el Estado el que luego decidirá sobre las concretas organizaciones beneficiarias. Esta diferencia se explica porque, como hemos dicho, el sistema nace nominativamente, en ejecución del Acuerdo entre el Estado español y la 20 Los «otros fines de interés social» son los siguientes: – Los programas de la Cruz Roja y otras organizaciones no gubernamentales y entidades sociales de ámbito estatal, sin fin de lucro, dirigidos a ancianos, disminuidos físicos, psíquicos o sensoriales, incapacitados para el trabajo, toxicómanos o drogodependientes, marginados sociales y, en general, a actividades de solidaridad social ante situaciones de necesidad. – Los programas y proyectos de las anteriores organizaciones en el campo de la cooperación internacional, tendentes al desarrollo de poblaciones necesitadas de países subdesarrollados. – Los programas que las asociaciones declaradas de utilidad pública, así como las fundaciones adscritas al Protectorado del Ministerio de Medio Ambiente, desarrollen en relación con la defensa del medio natural y la biodiversidad, la utilización sostenible de los recursos naturales y la prevención de la contaminación y del cambio climático. 217 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Santa Sede sobre asuntos económicos, y luego se amplía «a otros fines de interés social» y por tanto a otros beneficiarios que no sean la Iglesia Católica, pero el legislador ha decidido que, por ahora, no sea posible designarlos por el contribuyente. El sistema español parece escaso en el ámbito de las personas físicas. Para empezar, en la Europa de los 27 sólo Chipre, Francia, Hungría, Italia, Portugal y España tienen sistemas de tax cre- dit. Luego, la relación entre porcentaje de crédito fiscal y tipo marginal (25% a 43%) y un límite máximo del 10% sin posibilidad de utilización del exceso en años sucesivos, configuran un sistema de incentivos poco generoso. Las tablas que se insertan a continuación, tomadas del estudio titulado «Comparative Highlights of Foundation Laws. The European Union of 27», 2007, del European Foundation Centre (EFC), sugieren la misma conclusión. 218 SOBRE LA FILANTROPÍA Y LOS IMPUESTOS Quizá convertir el porcentaje y el límite que hoy operan excepcionalmente21 (30% y 15%, respectivamente) en los números generales, ayudaría a situar a España en un entorno más acorde con sus circunstancias actuales. Alonso, J.A, 2004, «El desarrollo como proceso abierto al aprendizaje», The European Journal of Development Research. Vol. 16, No. 4, pp. 845-867, Taylor & Francis Ltd. Bater, P., 2000, «Evaluating Tax Incentives for Donations to Public Benefit Organizations», International Journal of Not-for-Profit Law, Vol. 3, Issue 2, December 2000. Centro de Investigación y Planificación del Medio Ambiente (CIPMA),«Diagnóstico y estrategia para promover la filantropía ambiental en Chile», en Filantropía y Cooperación Público-Privada par la Protección del Medio Ambiente y el Mejoramiento de la Calidad de Vida, Fondo de las Américas – Chile, CONAMA, julio 2000. European Foundation Centre (EFC), 2007, Comparative Highlights of Foundation Laws. The European Union of 27, www.efc.be/ftp/public/ Legal/FoundationLawsEU.pdf. Ferrari Wolfenson, G., VIII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Panamá, 28-31 Octubre 2003. Irish, Dongsheng and Simon, 2004, «China’s Tax Rules for Not-For-Profit Organizations», A Study Prepared for the World Bank, p. 141. Jiménez Díaz, A., 2005, «Publicidad, Patrocinio, Mecenazgo y Colaboración. Marco legal e incentivos fiscales», p. 48, Biblioteca básica, Asociación Española de Fundaciones. Con todo, la reforma que creemos más necesaria es la subida del umbral del tramo a partir del cual opera el tipo marginal máximo. El tramo empieza en 53.407,20 , de modo que toda renta en exceso sobre ese umbral se somete a imposición al tipo impositivo del 43%, lo que casi garantiza que una gran parte de las rentas que podrían ser donadas por los ciudadanos, que previsiblemente serían rentas marginales, se encontrasen en el tramo de máxima disparidad entre porcentaje de deducción para tax credit y tipo impositivo marginal. La medida sería igualmente bienvenida por los convencidos de que el factor fundamental que dispara las donaciones filantrópicas de los contribuyentes es la renta disponible después de impuestos, entre los que nos encontramos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Acharya, Fuzzo de Lima y Moore, 2004, «Aid Proliferation: How Responsible Are the Donors?», IDS Working Paper 214, Sussex: Institute of Development Studies. 21 Los porcentajes de deducción y de los límites de la base de deducción se elevan en cinco puntos porcentuales cuando la donación se realice en favor de universidades públicas, o privadas dependientes de entidades sin fines lucrativos. Adicionalmente, la Ley de Presupuestos Generales del Estado de cada año puede establecer una relación de actividades prioritarias de mecenazgo y de entidades beneficiarias, en relación con las cuales puede, para ese año, elevar en cinco puntos porcentuales como máximo los mencionados porcentajes de deducción y límite. 219 FILANTROPÍA: LA EXPERIENCIA DE CÁRITAS Rafael del Río Sendino propagar la buena nueva, administrar los sacramentos y ayudar a los hermanos desfavorecidos. Reservando para sí mismos las dos primeras misiones, delegaron la tercera en unos hombres justos, «poseídos por el espíritu de Dios», creando así la «diakonía», una institución de la que Cáritas es sucesora. Consecuentemente, Cáritas no es una organización de la Iglesia Católica a la que se ha encomendado el ejercicio de la caridad, sino que es la Iglesia misma, que no puede sustraerse a ninguna de sus tres misiones fundamentales: la Palabra, los Sacramentos y la Caridad. Es una misión realizada de una forma organizada, para responder de manera adecuada y eficaz a las necesidades de la sociedad actual, pues como ha dicho Benedicto XVI, «el amor al prójimo, enraizado en el amor a Dios, es una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial en todas sus dimensiones, desde la comunidad local a la Iglesia Universal». (DCE). Este servicio no es, por tanto, una tarea individual dejada a merced del criterio y buena voluntad de cada cual, sino que es una misión de todos y cada uno de los cristianos y de la comunidad cristiana. Para definir la actividad de Cáritas se pueden usar palabras como misión, cometido, gestión, tarea, trabajo, encargo, quehacer, servicio, etc., pero la más adecuada es misión porque esta palabra, etimológicamente, significa «envío». Los cristianos somos «enviados» a propagar la buena nueva y a practicar la caridad, ya que la adminis- La filantropía se define como amor a la humanidad, y suele ser entendida, de un modo más cercano, como amor a los semejantes, y se concreta en hacer obras en bien de la comunidad. La experiencia de Cáritas, en lo que se refiere a la filantropía, tiene un sentido propio, como sentido propio pueden tener, y de hecho lo tienen, otras instituciones cuya actuación está amparada por el concepto global de filantropía. 1. PECULIARIDADES Y SENTIDO DE CÁRITAS Cáritas es la palabra con que en latín se definía el amor. Por tanto, Cáritas es amor. Jurídicamente, Cáritas es la confederación de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia Católica, confederación instituida por la Conferencia Episcopal. De ahí se derivan su esencia, y el sentido con que Cáritas realiza actos de amor a los demás, tanto a personas físicas como a la comunidad. Cáritas realiza su tarea con el convencimiento de estar dando cumplimiento a una de las misiones fundamentales de la Iglesia, cual es la «diakonía», que no es otra cosa que el servicio a los pobres y la comunicación cristiana de bienes, de los que ya se habla en «Los Hechos de los Apóstoles». Profundizando en este tema hay que recordar que en un momento dado de la historia incipiente de la Iglesia, los Apóstoles se vieron desbordados por las misiones que tenían que afrontar: 221 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS enfermos, atendidos para que se recuperen; los prisioneros, visitados». (DCE) Cáritas Española siempre ha tratado de llevar a cabo estas acciones de ayuda de forma que contribuyan a la promoción de las personas y al desarrollo de los pueblos, y lo ha hecho de acuerdo con los cambios de la conciencia social a lo largo de la historia de la acción social. En 1947, año de la fundación de Cáritas, la mayoría de las necesidades eran de una urgencia que no admitía espera. Entonces, como ahora, los problemas acuciantes exigían respuestas rápidas y adecuadas. Cáritas Española inició su andadura cuando una serie de personas, grupos e instituciones de la comunidad cristiana se dieron cuenta de la necesidad de actuar organizadamente para dar esas respuestas, y las dieron planteándose, desde el primer momento, una forma de ser y de actuar que estuviera en concordancia con la manera de ser y actuar de la comunidad cristiana, pues en la creación de Cáritas se pusieron de manifiesto los conceptos de justicia y dignidad que la caridad demandaba. La primera conclusión de la asamblea de 1947 dice textualmente: «La caridad no puede ni pretende encubrir jamás la violación de los deberes de la justicia. La auténtica caridad cristiana, que ve a Dios en el prójimo, ha de ser especialmente sensible al cumplimiento de aquellos deberes». De este párrafo se desprende que en el carácter fundacional de Cáritas aparece la necesidad de actuar contra la pobreza como efecto, pero que también hay que actuar en la raíz y contra las causas de dicha pobreza. La historia de Cáritas muestra una constante preocupación porque la acción caritativa se realice como una «acción social» y no sólo asistencial. Es decir, una acción con método y fundamento sobre las situaciones sobrevenidas, procurando, al mismo tiempo, erradicar las causas que las producen. Por ello, a mediados de los años cincuenta se iniciaron los centros de estudios benéfico-asistenciales y se inició una metodología que incorporó la formación técnica para que acompañara a la tración de los sacramentos y la celebración de la Eucaristía están reservadas a las personas consagradas. Este envío quedaba expresado en la antigua fórmula litúrgica que daba fin a la Eucaristía: «Ite, missa est». (Idos, sois enviados). Un cristiano, por tanto, es un enviado. Un misionero es un enviado. Una misión es un envío; una casa desde la que los misioneros propagan la palabra. Para llevar a cabo esta misión, la Iglesia crea la organización Cáritas, lo cual ayuda a comprender que Cáritas no es una entidad que, por concesión eclesiástica, se dedica a practicar la caridad, sino que es la Iglesia misma en su misión de amor y servicio a los pobres, como ya ha quedado dicho. Creada en 1947, Cáritas Española tiene personalidad jurídica propia, tanto eclesiástica como civil, y su modelo organizativo es el de una Confederación. Cáritas Española está constituida por más de 6.000 Cáritas Parroquiales, agrupadas en 68 Cáritas Diocesanas, que a su vez están distribuidas en 13 Cáritas Regionales. Del Consejo General de Cáritas Española y de su Asamblea General forman parte varias entidades de acción caritativa y social. Cáritas Española, a su vez, junto con las Cáritas de 198 países y territorios, está integrada en Caritas Internationalis, que tiene su sede en Roma. 2. LA ACCIÓN DE CÁRITAS, ENTRE LA ASISTENCIA Y LA PROMOCIÓN Cáritas Española cumplió en 2007 los sesenta años de existencia. En este largo período ha tratado de ayudar a las personas en situaciones de pobreza, desvalimiento social, exclusión y marginación, de acuerdo con las exigencias de la caridad, que es un principio esencial y definitorio de la actividad de nuestra institución: «La caridad cristiana es, ante todo, y simplemente, la respuesta a una necesidad inmediata, en una determinada situación: los hambrientos han de ser saciados; los desnudos, vestidos; los 222 FILANTROPÍA: LA EXPERIENCIA DE CÁRITAS • las zonas excluidas y las regiones y países que quedan al margen del desarrollo; • la sociedad, para que tome conciencia y se sensibilice de que todo ello debe ser abordado teniendo en cuenta los derechos, la dignidad de las personas y la justicia. El segundo ámbito de acción somos nosotros mismos, nuestro modo de hacer las cosas y nuestra manera de organizarnos. Por ello: • atendemos nuestro modelo de acción social, cuyo fundamento es el acompañamiento a los pobres y excluidos para que sean agentes de su desarrollo e inserción social; • animamos la comunicación cristiana de bienes, reforzando la participación, y tratamos de animar y fortalecer las Cáritas Parroquiales, que son los núcleos básicos de las Caritas Diocesanas y de Cáritas en general. • trabajamos por la integración y la promoción de los pueblos excluidos, denunciando situaciones de injusticia y proponiendo las actuaciones que creemos necesarias para erradicar las causas de la pobreza, la exclusión y la injusticia; • desarrollamos acciones de formación, información y sensibilización. caridad. Desde entonces, Cáritas ha pretendido y sigue persiguiendo una acción caritativa que vaya acompañada de la promoción humana. Conviene también destacar algunas particularidades que constituyen las señas de identidad de Cáritas en su lucha contra la pobreza y la exclusión social, como es el hecho de que todas las acciones se realizan sin esperar nada a cambio, pues no podemos ni debemos trabajar para que los pobres nos estén agradecidos. Tampoco lo hacemos por proselitismo ni buscando un reconocimiento social. La gratuidad total ha sido, sigue siendo y tiene que ser una nota distintiva del trabajo de Cáritas, como gratuito y generoso es para todos nosotros el amor de Dios. Las actuaciones de Cáritas se realizan sin tener en cuenta la raza, la nacionalidad, la religión ni el estado social de las personas que necesitan ayuda. 3. OBJETIVOS DE CÁRITAS EN LA ACTUALIDAD ¿Cuáles son los objetivos del momento presente? Se pueden sintetizar en estos dos: • Trabajar a favor de las personas y colectivos con especiales dificultades de inserción e integración social. 4. DÓNDE Y EN QUIÉNES INVERTIMOS • Ayudar a la promoción humana y al desarrollo integral de la dignidad de las personas, de los grupos humanos y de los pueblos. Cáritas considera que el dinero que destina a los pobres no son gastos, sino recursos invertidos para crear futuro, ya que las necesidades que atiende, los servicios que pone en marcha y los proyectos que desarrolla generan nuevas oportunidades, capacidades y realizaciones. Y todo ello, a su vez, crea nueva riqueza social y económica, pues hace posible que las personas y los grupos humanos puedan acceder a unas condiciones de vida dignas y a una integración total en la sociedad. Durante el año 2007, Cáritas Española manejó unos recursos económicos que ascendieron a unos 200 millones de euros. La inversión de los fondos se hace siguiendo un programa previamente estructurado y apro- Cáritas se propone, como objetivo prioritario, que las personas destinatarias de la acción caritativa no sean objetos de compasión, sino agentes de su propia promoción y de su desarrollo social. Por ello, el Plan Estratégico de Cáritas está enfocado hacia dos ámbitos: Por el primero de ellos, atendiendo a los destinatarios, nuestras prioridades están centradas en: • los últimos y las personas, grupos o países no atendidos; • las personas y grupos con dificultades de inserción; 223 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Entre estos programas destaca el programa de acción con las personas mayores, que fue el de mayor volumen de recursos, lo que es claro exponente de la situación de dependencia y baja protección de las personas mayores de 65 años. Hay que destacar también los programas destinados a la familia y a la infancia, lo cual demuestra que la pobreza ha hecho mella en la infancia y en la condición femenina. Y el programa destinado a la integración de los inmigrantes, que es un programa cuya existencia en Cáritas se remonta a mediados de 1980, pero que en los últimos años ha alcanzado una gran preponderancia. Un ámbito de actuación importante es el de la promoción de los derechos sociales. Y aunque es una dimensión presente en las actuaciones de Cáritas, hay algunas situaciones que deben ser afrontadas de forma concreta y especial: bado, con la excepción de aquellos que se destinan a paliar situaciones de emergencia, fondos, estos últimos, que proceden de campañas específicas. En cuanto a las actuaciones realizadas ante la pobreza y la exclusión en España, se organizan según diversos ámbitos de acción. Mencionaremos, en primer lugar el referido a las situaciones de mayor exclusión social: Personas en situación de exclusión: • Personas sin hogar. • Desarrollo de la comunidad gitana. • Drogodependencias. • Reclusos y ex-reclusos. • Sida. Entre estos programas destaca el referido a personas sin hogar que no sólo es uno de los programas más destacados de la actuación de Cáritas, sino uno de los que emplea más volumen de recursos, aun tratándose de un ámbito de acción que la Administración local y autonómica debería asumir. Hay que mencionar en segundo lugar las actuaciones realizadas a favor de los grupos humanos cuya situación de precariedad puede no ser tan grave, pero cuya vulnerabilidad es patente y exige actuaciones de apoyo y prevención para que no deriven en la exclusión y la marginación: Promoción de derechos sociales: • Empleo e inserción laboral • Vivienda • Salud En concreto, el programa de empleo e inserción laboral está tomando una dimensión cada vez más destacada en las actuaciones de Cáritas, y es el programa que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años, lo cual puede parecer una contradicción en una época de notable crecimiento del empleo. Pero esto no es más que la constatación de lo que sabemos desde hace mucho tiempo: que el puro crecimiento económico no beneficia a todos por igual, que la riqueza generada no se distribuye de una forma igualitaria y que el acceso a un empleo, aun en tiempos de bonanza económica, no es fácil para las personas y grupos en situaciones de exclusión. De ahí la importancia del programa de inserción laboral, para que las personas excluidas del empleo puedan acceder a él. Un ámbito de acción que desde su propio origen Cáritas ha promovido y potenciado es la acción en la proximidad de las personas, no sólo Personas en situación de vulnerabilidad: • • • • • • • • Familia. Infancia. Juventud. Mujer. Mayores. Inmigrantes. Personas con discapacidad. Otras acciones. 224 FILANTROPÍA: LA EXPERIENCIA DE CÁRITAS como método que se realiza en todos los programas, sino como la forma de hacerse presente en el propio lugar en que las personas con problemas de pobreza y exclusión viven. De ahí los siguientes programas de acción: bienes y los recursos humanos para la acción, sino hacer posible que en el lugar de la emergencia o la necesidad se generen esos bienes y se capaciten y potencien los recursos humanos, sin que eso sea óbice para enviar personas de apoyo cuando las circunstancias así lo requieran, pero siempre respetando las directrices de la cooperación fraterna. Finalmente, es importante destacar que en la gestión de los medios económicos y en el envío de recursos humanos a los lugares en que Cáritas actúa, nuestra institución invierte un bajo porcentaje de recursos, quedando por debajo de la media de recursos utilizados en el sector en su conjunto. Ello es así porque el voluntariado supone un importantísimo capítulo dentro de los recursos humanos, lo cual es, a su vez, una muestra expresiva de que dicho voluntariado participa en un compromiso que emana de los valores que identifican y definen a Cáritas. Acción en los territorios: • Acogida y acción de base. • Desarrollo de Cáritas Diocesanas y Parroquiales. • Voluntariado. • Formación. • Animación comunitaria rural y urbana. Entre estos programas queremos destacar el de atención primaria, que fue un programa histórico de Cáritas, aunque ya no ocupa el primer lugar que tuvo durante muchos años. Sin embargo, sigue estando entre los programas prioritarios, tanto en dedicación como en recursos, y significa que todavía hay grandes lagunas en la última red de la protección social. Todos estos programas de trabajo desarrollados para paliar las situaciones de pobreza y exclusión que se dan en nuestro país, alcanzaron a más de un millón de personas. Pero aún nos queda por señalar un ámbito de acción en que la acción de Cáritas tiene una gran presencia, y que se realiza en cooperación con las Cáritas de la red de Cáritas Internationalis: la acción de Cooperación Internacional y ayuda a la pobreza en los pueblos pobres del mundo. De esta acción, realizada en todos los continentes del mundo, se han beneficiado casi ocho millones de personas. Una nota importante de la cooperación internacional es que ésta se realiza en estrecha colaboración con las Cáritas nacionales de los países que reciben la ayuda de Cáritas Española. No se trata de ocupar el lugar de las Cáritas locales, sino de potenciarlas. Es lo que en Cáritas se denomina «cooperación fraterna». Por ello, ante una situación de emergencia, de desarrollo o de cooperación, nuestra actitud no es enviar los 5. PROCEDENCIA DE LOS RECURSOS Los recursos económicos que maneja Cáritas son de procedencia privada y pública. Aproximadamente, el 70% de los recursos provienen de fondos privados. El 30% restante son fondos públicos. Los fondos privados proceden de las donaciones de más de 200.000 socios y donantes que confiaron en nuestra institución. En Cáritas somos conscientes de que sin su implicación y generosidad no podríamos llevar a cabo nuestra lucha diaria contra la pobreza y la injusticia. Otras fuentes de fondos privados son las campañas específicas. Por lo que se refiere a estas últimas, Cáritas se impone la obligación de destinar los fondos recaudados a la emergencia concreta para la que se ha pedido ayuda. Respeta escrupulosamente los deseos y las intenciones de los donantes, no desviando nunca una aportación para un destino distinto del que ha motivado el donativo. Los fondos públicos proceden de las administraciones locales, las autonómicas, la central del Estado y la Unión Europea. 225 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Los fondos públicos tienen una connotación social porque Cáritas realiza una labor allí donde el Estado, la Autonomía o el Ayuntamiento no llegan, o bien donde es necesaria una acción complementaria o donde se detectan necesidades que aún no han sido reconocidas como tales, y en el caso de la inmigración podemos encontrar una amplia gama de ellas. Dado que Cáritas hace una labor allí donde las distintas administraciones no llegan, bien por carecer de estructuras o de recursos humanos, dichas administraciones compensan a Cáritas con esas aportaciones de fondos públicos. • y personal voluntario, que alcanzan al menos a 60.000 los contabilizados y con carácter de estabilidad. Su número alcanza una cifra mayor si tenemos en cuenta los que prestan colaboraciones más esporádicas, o que realizan su actividad en parroquias y centros de los que aún no disponemos de información suficiente. La acción de Cáritas, por tanto, es una acción realizada prioritariamente por voluntarios. Ahora bien, para que las acciones tengan calidad y continuidad han de estar dotadas de la infraestructura y los recursos adecuados. Esto requiere la presencia de personas contratadas que aporten profesionalidad y continuidad a los programas de Cáritas. Las necesidades y las características de las personas destinatarias de los programas de Cáritas son las que nos indican qué actuaciones, qué acciones deben ser llevadas a cabo por voluntarios capacitados y formados y cuáles otras requieren la presencia de profesionales de los distintos servicios. En Cáritas se dan las mismas circunstancias que en cualquier otra institución filantrópica y es que las mujeres constituyen el 67% del personal contratado. Aun cuando Cáritas es una institución de la Iglesia Católica o, mejor dicho, es la Iglesia Católica en el ejercicio de la caridad, el 91% de las personas contratadas son laicas. Este porcentaje de laicos aumenta ligeramente en lo que se refiere al voluntariado, cuyos miembros son laicos en el 95% de los casos. ¿Quiénes se ofrecen a Cáritas como voluntarios? Esta pregunta requiere una reflexión para no caer en el error de considerar que en algunas épocas de la vida se es más generoso que en otras, lo cual no es verdad. Los jóvenes, por ejemplo, son generosos, pero están en una edad en la que deben dar prioridad a una formación personal y profesional que les sirva luego para situarse en la vida. Pese a ese inconveniente, hay jóvenes voluntarios que acuden a prestar su ayuda. De hecho, 6. LOS AGENTES Cáritas lleva a cabo su misión con recursos humanos y medios económicos, y ambos tienen una gran importancia para nosotros. Por ello queremos destacar la importancia de los recursos humanos con el mismo énfasis que hemos puesto en resaltar la importancia de los medios económicos. Ambos tienen una ligazón y una interacción que es imposible disociar. Los recursos humanos y los medios económicos son complementarios. No se puede llevar a cabo la misión aportando sólo ayuda económica y prescindiendo de las personas. Tampoco sería posible el cumplimiento de los objetivos de cada programa si sólo se aportara presencia humana, que llevaría a los necesitados comprensión y consuelo, pero no la ayuda perentoria en el momento justo. En Cáritas valoramos tanto los recursos humanos, –de manera especial a los voluntarios, que son nuestro mayor activo, pues constituyen el 90% de los agentes de la institución– como a los que aportan su donativo, pues detrás de cada donación hay un donante, un ser generoso y comprometido con la ayuda al prójimo, un practicante de la comunicación cristiana de bienes. Los recursos humanos de Cáritas son: • personal contratado, que superan levemente los 4.000; 226 FILANTROPÍA: LA EXPERIENCIA DE CÁRITAS favor de las personas a las que se está ligado u obligado por lazos de familia o amistad. Ante la pobreza, la marginación, la exclusión, la enfermedad y la injusticia, todos estamos obligados a tomar partido y actuar. Por ello la característica que debe distinguir al voluntario es la de ser una persona que opte por el cambio social, en la línea de la promoción de la justicia, y un apasionado de la solidaridad, ya que ninguna persona puede ni debe ser objeto de explotación o abuso por parte de nadie. El voluntario tiene que hacer suyo el lema «más vale prevenir que curar», en el sentido de que consiguiendo erradicar las causas de la pobreza y de la injusticia, luego no habría que acudir a paliar las consecuencias. Ser consecuente con el mandamiento del amor es otra de las virtudes que deben adornar al voluntario de Cáritas, porque podría darse el caso de una persona que fuera injusta en el trabajo o en la vida, con sus iguales o subalternos, y luego quisiera justificarse con unas cuantas horas dedicadas al servicio de los demás, o dando un donativo para acallar su conciencia. Finalmente, el voluntario ha de ser una persona formada o tiene que recibir la formación necesaria y precisa para el desempeño de su misión. Benedicto XVI señala en la encíclica «Deus caritas est» que «quienes prestan ayuda han de estar formados, de manera que sepan hacer lo más apropiado y de la manera más adecuada, asumiendo el compromiso de que las atenciones prestadas tengan continuidad. Un primer requisito fundamental es la competencia profesional, pero ésta, por sí sola, no basta. En efecto, se trata de seres humanos y los seres humanos necesitan siempre algo más que una atención sólo técnicamente correcta. Necesitan humanidad. Necesitan atención cordial. Cuantos trabajan en las instituciones caritativas de la Iglesia deben distinguirse por no limitarse a realizar con destreza lo más conveniente en cada momento, sino por su dedicación al otro, con una atención que salga del corazón, para que el otro experimente su riqueza de humanidad». tenemos registrados más de 6.000 jóvenes que colaboran con Cáritas habitualmente, además de los que acuden a prestar su ayuda para determinadas campañas, de una forma puntual. Las personas cuya edad está entre los 31 y los 50 años son las que tienen un trabajo estable, que ocupa casi todo su tiempo, y deben atender las necesidades y el desarrollo de sus familias. De este tramo de edad tenemos alrededor de 11.000 voluntarios. Entre los 51 y los 65 años, cuando las cargas familiares se han aliviado, los hijos comienzan a emanciparse o se han emancipado y las prejubilaciones han traído consigo una mayor disponibilidad de tiempo libre, el número de voluntarios alcanza la cifra de casi 18.000. Por último, está el grupo de los que han alcanzado la jubilación y todavía están en forma física y mental para hacer aportaciones notables y muy apreciadas. En este apartado tenemos registrados al menos 11.000 voluntarios. A todos ellos hay que sumar la presencia de aquellos cuyas edades no constan. En total, Cáritas se beneficia del trabajo generoso de más de 60.000 voluntarios. 7. ALGUNAS NOTAS SOBRE EL VOLUNTARIADO EN CÁRITAS Para ser voluntario en Cáritas, antes que «hacer de voluntario» hay que «ser voluntario», añadiendo a la disponibilidad el concepto de la gratuidad. El voluntario no tiene que esperar nada ni recibir nada. Su labor no es un trueque. Ha de ser consciente de que debe dar gratis lo que ha recibido gratis. Ha de enfocar su labor en beneficio de los que no pueden dar nada a cambio. Un voluntario no recibe una compensación por su trabajo, sea en dinero o en especies. Un voluntario no debe ser un buscador de recompensas, honores o agradecimientos. La recompensa, si ha de llegar, vendrá de Dios. No se considera acción voluntaria la que se realiza como ayuda mutua o la que se hace en 227 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Tras sesenta años de trabajo a favor de los demás, de los más necesitados, de los últimos y de los excluidos, Cáritas, con sus luces y sus sombras, como toda organización humana, considera que ha hecho lo justo y lo que ha podido, pero no debemos caer en la autocomplacencia. En Cáritas estamos convencidos de lo que hacemos, pero somos conscientes de que es necesario hacer más cosas y mejor hechas. Por ello consideramos que es necesario entregarse sin reservas a un aprendizaje continuo de la caridad, lo cual implica incorporar nuevos voluntarios, renovar las ideas y la formación de los que ya colaboran, mejorar profesional y humanamente sus servicios e incentivar la conciencia de las comunidades cristianas y la sensibilización de la sociedad. 8. LA CARIDAD, AMOR GRATUITO El amor a los demás, tal como lo entiende y lo practica Cáritas, no se ejerce nunca buscando compensaciones de ningún tipo. Ni siquiera se ejerce como una vía de proselitismo. Eso también lo ha dicho Benedicto XVI en la encíclica «Deus caritas est»: «Quien ejerce la caridad en nombre de la Iglesia nunca tratará de imponer a los demás la fe de la Iglesia. Es consciente de que el amor, en su pureza y gratuidad, es el mejor testimonio del Dios en el que creemos y que nos impulsa a amar. El cristiano sabe cuándo es tiempo de hablar de Dios y cuándo es oportuno callar sobre él, dejando que hable sólo el amor». 228 LA FUNDACIÓN ESTHER KOPLOWITZ, SU MODELO DE FILANTROPÍA Javier López-Galiacho Perona servir de estímulo a otras posibles y futuras iniciativas de acciones filantrópicas que pudieran emprenderse en España, tratando de fomentar las «mejores prácticas» en este campo de actividad, que, eventualmente, sirvan de referencia a otras iniciativas semejantes. Reconocida por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales como entidad benéfica, asistencial y privada, la Fundación Esther Koplowitz se nutre exclusivamente de los fondos y de las aportaciones de su fundadora y presidenta, quien se encarga, en persona, y asesorada por el Patronato, de marcar la estrategia de la Fundación, supervisar los nuevos y diversos proyectos, y revisar la evolución de la puesta en marcha de las obras propuestas. Por el volumen de las aportaciones exclusivamente provenientes del patrimonio personal de Esther Koplowitz –en torno a cien millones de euros– y por la amplitud e importancia de las acciones y proyectos emprendidos, la Fundación Esther Koplowitz puede ser considerada, sin duda, como uno de los más destacados proyectos de filantropía de Europa. Los fines que se ha fijado la Fundación Esther Koplowitz son: la creación y mantenimiento de residencias para personas de la tercera edad, capaces o no de valerse por sí mismas, y la asistencia psicosanitaria a menores, enfermos y desvalidos; así como el fomento de la educación, la cultura, las artes y las ciencias, con la concesión de becas de estudio e investigación, y la protección y la sostenibilidad del medio ambiente. Entre estos fines destaca, como más adelante se detalla, la edificación de residencias para personas 1. RAZÓN DE SER Y PERFIL DE LA FUNDACIÓN ESTHER KOPLOWITZ Esther Koplowitz posee un sentimiento de entrega filantrópica por los más necesitados de la sociedad, a lo que se añade, en relación con lo anterior, un compromiso con la investigación científica en sus varios ámbitos. Fruto de esa doble vocación, y con aquel acento particular, constituyó el 13 de diciembre de 1995 una Fundación, llamada entonces Fundación de Ayuda al Desvalido, que pretendía paliar las carencias de las personas más desfavorecidas. Con su creación, se institucionalizaba y se formalizaba una actividad que Esther Koplowitz venía desarrollando, a título personal, desde muchos años atrás. En 2005 cambió su denominación por la de Fundación Esther Koplowitz, modificándose parcialmente sus estatutos. La Fundación Esther Koplowitz nace, por tanto, como ejemplo de filantropía, que responde a su significado etimológico: «el amor al género humano, expresado en ayuda que se da, y sin esperar nada a cambio». Como toda organización, la Fundación Esther Koplowitz tiene una filosofía propia y distintiva plasmada en un lema que la fundadora tomó de una frase de la Madre Teresa de Calcuta: «Corazón para amar y manos para servir». Es decir, sensibilidad y eficacia, empatía y sentido práctico, en dos palabras, amor solidario. Esta frase sintetiza un interés decidido por ayudar a los demás, y se hace eco, asimismo, de un espíritu empresarial orientado a innovar y crear valor. Este espíritu es el que Esther Koplowitz ha transmitido a su fundación. Por ello, con la constitución de ésta, pretende 229 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS de la tercera edad sin recursos y para personas con discapacidad intelectual. De ello son ejemplo las residencias, perfectamente equipadas, que gracias a la Fundación han sido levantadas para personas mayores sin recursos en Collado Villalba (Madrid) y Barcelona, o la que atiende a discapacitados psíquicos en Valencia. En total cerca de 25 mil metros cuadrados para 337 plazas de residentes y 110 en centro de día. Ya están en marcha nuevas residencias en Valencia y en Valladolid, y otra más comprometida también España. La Fundación Esther Koplowitz participa activamente en la Comisión de seguimiento de las residencias que vela por su buen funcionamiento. Igualmente canaliza la actividad de voluntariado social hacia sus residentes. El acontecer diario de la Fundación es posible gracias a la presencia e impulso de su presidenta Esther Koplowitz, y a un equipo de personas integrado, entre otras, por Andrés del Río, Juan de Diego, Pedro López Menor, Asunción Pinedo, y Enrique Revuelta. La Fundación sigue dos líneas principales de actuación: la colaboración con otras entidades y la ejecución, en solitario, de proyectos propios. Estas dos líneas de acción han experimentado un desarrollo diferente al de sus primeros pasos. Si bien en sus comienzos la Fundación colaboraba con un destacado número de entidades, posteriormente ha ido asumiendo proyectos propios y más ambiciosos, de elevado coste económico. Por la distinta naturaleza de estos dos ámbitos de actuación, se hace necesaria su exposición por separado. más desfavorecidas, se ha implicado particularmente en el servicio a los que sufren y, especialmente, los más necesitados, los más desvalidos, como son los ancianos sin recursos, que viven en soledad y necesitan constante asistencia y atención médica, así como las personas afectadas de discapacidad intelectual, física y sensorial que se encuentran en grave situación de desamparo. La urgente necesidad de atención a estos dos colectivos es incuestionable, al padecer grandes carencias asistenciales. Por esta razón, la Fundación Esther Koplowitz entró en contacto con las administraciones públicas para la construcción de dos residencias de personas mayores dependientes y sin recursos (Madrid y Barcelona), y otra para personas con discapacidad severa (Valencia). Las tres residencias, Nuestra Casa de Collado Villalba (cedida a la Comunidad de Madrid), La Nostra Casa de Fort Pienc (cedida al Ayuntamiento de Barcelona) y La Nostra Casa (cedida al Ayuntamiento de Valencia), están dotadas con los mejores recursos asistenciales y los avances tecnológicos más especializados, y son bastante más que una mera plaza ocupada por un residente. Tratan de constituir un auténtico hogar para los residentes, para lo cual, el cuidado de cada detalle es importante. La donación por parte de la Fundación para la edificación de estas tres residencias superó los 27 millones de euros. La Fundación también participa muy activamente en las comisiones de seguimiento de las mencionadas residencias, creadas para este fin y que velan por su buen funcionamiento. Al mismo tiempo, financia un equipo de médicos y técnicos para la atención personal de los residentes en los ámbitos que se requieren y en las actividades de ocio alentadas por voluntarios sociales. Se están creando así unas experiencias de «buenas prácticas» en este campo fundamental del sistema de bienestar, en el que se pueden ir formando los profesionales del mismo. La Fundación Esther Koplowitz aborda su futuro más inmediato con nuevos programas de ayuda. En este sentido ya ha comprometido con los ayuntamientos de Valencia y Valladolid la cantidad de 17 millones de euros para construir y 2. PROYECTOS PROPIOS A) CONSTRUCCIÓN Y EQUIPAMIENTO DE RESIDENCIAS PARA PERSONAS DE AVANZADA EDAD SIN RECURSOS Y PARA DISCAPACITADOS INTELECTUALES, CEDIDAS A LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS La Fundación, fiel al compromiso de su fundadora y consciente de las dificultades de las personas 230 LA FUNDACIÓN ESTHER KOPLOWITZ, SU MODELO DE FILANTROPÍA equipar dos nuevas residencias para personas con discapacidad intelectual severa. Igualmente, la Fundación ha acordado, por un valor de nueve millones de euros, la construcción de una nueva residencia, fruto del deseo de su presidenta de crear más centros de este tipo en España, así como en otros países. rá en servicio a lo largo del año 2010, y se gestionará a través del IDIBAPS.1 Igualmente, hay que destacar la donación de un millón de euros que la Fundación Esther Koplowitz hizo a la Fundación del Hospital Clínico Universitario San Carlos (Madrid), para la adquisición del Robot quirúrgico Da Vinci. Este robot consiste en un sistema de brazos motorizados accionados por un cirujano, situado a cierta distancia del enfermo. El robot mejora sensiblemente el entorno de trabajo del cirujano y, al contrario de lo que ocurre con la visión en la cirugía laparoscópica convencional (con visión bidimensional), el cirujano dispone de una visión tridimensional del interior del paciente. Con este sistema robótico se favorece la sensación de profundidad en el campo quirúrgico y la precisión del diagnóstico. B) INVESTIGACIÓN MÉDICA Esther Koplowitz siempre ha sentido gran inquietud por la investigación científica en todas sus manifestaciones y siempre en relación con un objetivo de acción social. Por ello, ha llevado a cabo inversiones importantes en programas de lucha contra diferentes enfermedades, con el objetivo de mejorar así la calidad de vida de quienes las padecen. Fruto de este compromiso ha sido el decidido apoyo que la Fundación presta a la investigación biomédica y a la lucha contra las enfermedades, por medio de distintos proyectos de mecenazgo, que son de carácter innovador en Europa. Destaca en primer lugar, por su cuantía económica y por su importancia científica, el Centro de Investigaciones Biomédicas Esther Koplowitz de Barcelona (CIBEK), uno de los mayores mecenazgos privados en investigación biomédica en Europa. El CIBEK, que se está edificando en la Ciudad Condal, se dedicará especialmente a la investigación de las enfermedades más complejas en España (neurodegenerativas, cáncer, biopatología y bioingeniería respiratoria, cardiovascular y renal, enfermedades del hígado, sistema digestivo y metabolismo), así como a lo que en términos médicos se denomina «investigación de transferencia», es decir, la que relaciona la llevada a cabo en institutos y centros de investigación básica con la clínica, realizada, principalmente, en los hospitales. La Fundación Esther Koplowitz ha donado a la Fundación Hospital Clinic de Barcelona una cantidad de quince millones de euros para construir y equipar el CIBEK. Este centro está pensado para ser un referente en el ámbito de la investigación biomédica en Europa. Se prevé que esta- 3. PROYECTOS EN COLABORACIÓN Actualmente, y de acuerdo con la orientación inicial, la Fundación colabora con entidades cuyo objeto es la ayuda a las personas mayores, discapacitados y colectivos desfavorecidos. Los criterios que rigen en la Fundación para valorar las peticiones de colaboración, son, por una parte, el grado de necesidad de las personas destinatarias de tal ayuda, primando las situaciones de máxima dependencia y con menores recursos económicos; y, por otra, la viabilidad del mismo proyecto así como su calidad técnica y funcional. Durante todos estos años, la Fundación Esther Koplowitz ha destinado, además, fondos de ayuda a instituciones que pertenecen a los siguientes ámbitos. A) ASISTENCIA A PERSONAS MAYORES SIN RECURSOS Cada vez caminamos hacia una sociedad más envejecida y, al mismo tiempo, menos solidaria con los mayores. La Fundación intenta paliar los problemas de soledad a los que aquéllos se enfrentan, 1 Para ampliar la información puede consultarse la página web del CIBEK: www.cibek.org. 231 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS unidos a los derivados de graves situaciones de dependencia y de falta de recursos de los residentes, no sólo a través de sus proyectos propios (ya mencionados), sino también a través de asociaciones privadas, dedicadas a la asistencia y el acompañamiento a los mayores más necesitados, a las que ha destinado unos trescientos mil euros. investigación de las enfermedades y las causas que éstas provocan. Por lo tanto, la colaboración con las instituciones que tienen esta vocación y que se dedican a la investigación y a la lucha contra la enfermedad, ha sido siempre muy estrecha, con apoyos próximos al millón de euros. E) AYUDA A LA REINSERCIÓN SOCIAL B) AYUDA A PERSONAS CON DISCAPACIDAD FÍSICA O INTELECTUAL La pobreza extrema, las situaciones de soledad y de abandono muchas veces desembocan en la marginación. La falta de medios para la reinserción hace que la persona difícilmente pueda integrarse en una sociedad, generalmente hostil. La Fundación Esther Koplowitz, directamente o a través de la ayuda a colectivos dedicados a su atención, asiste a personas en riesgo de exclusión social, tales como personas privadas de libertad, indigentes, mujeres maltratadas. Para facilitar su promoción personal, la Fundación ha puesto a disposición de tales proyectos una cantidad superior a los cinco millones de euros. La Fundación ha sido siempre consciente, no sólo de la escasez de recursos públicos para atender a la gran necesidad de las personas que padecen este tipo de discapacidad, sino también a la inmensa falta de recursos con los que se enfrentan las familias, que con gran esfuerzo sacan adelante a sus hijos y familiares afectados con dicha discapacidad. Para paliar esta necesidad, la Fundación ha destinado fondos por una cantidad superior al medio millón de euros. C) PROTECCIÓN A LA INFANCIA Y A LA JUVENTUD Las nuevas generaciones son el futuro. Contribuir a paliar la situación de abandono en las que se instalan algunos de nuestros menores, darles los medios adecuados para su educación, ofrecerles la posibilidad de crecer en un hogar estable, es la encomiable labor de instituciones que se ocupan de los niños y de los jóvenes. La Fundación, también sensible al sufrimiento y necesidades de estas personas, colabora con estas instituciones, a las que ha donado fondos próximos al millón y medio de euros. F) EDUCACIÓN D) LUCHA CONTRA LAS ENFERMEDADES MEDIANTE EL APOYO A LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y AL DESARROLLO DE TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS PARA DIVERSAS ENFERMEDADES, Y ASISTENCIA A PERSONAS ENFERMAS Y SIN RECURSOS G) PROYECTOS DE COLABORACIÓN CON LA FUNDACIÓN NIDO Y LA ASOCIACIÓN EL DESPERTAR: EDIFICACIÓN Y DOTACIÓN CENTRO DE DÍA Y RESIDENCIA DE PERSONAS AFECTADAS POR PARÁLISIS CEREBRAL PROFUNDA O SEVERA EN MADRID Desde su constitución, la Fundación Esther Koplowitz ha prestado especial atención a la La Asociación El Despertar lleva dedicada al cuidado de los afectados por parálisis cerebral pro- La Fundación quiere, también, dar la oportunidad a personas que, por su situación económica, no podrían acceder a determinados estudios para los que se encuentran capacitados y para ello ha creado un fondo de becas al que destina una cantidad superior a los doce millones de euros. 232 LA FUNDACIÓN ESTHER KOPLOWITZ, SU MODELO DE FILANTROPÍA funda más de 25 años. En la actualidad ocupa los locales de una antigua escuela que es propiedad del Ayuntamiento de Madrid. En ella atienden a 54 afectados en un colegio concertado de educación especial, centro de día y residencia para mayores de 18 años, que se encuentran integrados en la Red Pública de la Comunidad de Madrid. A comienzos de 2007, la Fundación Nido y la Asociación El Despertar, conocedores de la preocupación de Esther Koplowitz por los más necesitados, contactaron con la Fundación para solicitar financiación para la ampliación del centro de día y de la residencia, dedicadas íntegramente a personas afectadas por parálisis cerebral profunda o severa. La Fundación Esther Koplowitz se implicó en el proyecto después de visitar las instalaciones y comprobar el funcionamiento del centro. Se comprometió en edificar y dotar del necesario equipamiento a las nuevas instalaciones, que se encuentran en ejecución, a cuyo fin donó un millón de euros.2 3. CONCLUSIONES Durante todos estos años, la Fundación Esther Koplowitz ha tratado de ser una entidad activa, que, siendo estrictamente fiel al proyecto originario de su fundadora, de ayuda a los más necesitados y, en relación con ello, de promover la investigación científica orientada a este fin, al tiempo ha evolucionado, adaptándose a las realidades cambiantes de la sociedad y a las lecciones derivadas de su propia experiencia. En su modo de hacer las cosas, la Fundación ha respondido a dos criterios básicos. Uno ha sido y es el de la implicación personal de su fundadora, asumiendo un liderazgo directo en la materia, pero otro ha sido el de la delegación de confianza en equipos de trabajo, descentralizados, dotados de gran autonomía, y en la colaboración con una amplia red de agentes sociales, tanto de la administración pública como del sector privado, de lo que son muestra las asociaciones e instituciones referidas más arriba. 2 Para mayor detalle cabe consultar la página web www.fundacionestherkoplowitz.org, creada por la Fundación Esther Koplowitz para dar a conocer sus proyectos y actividades. 233 LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE Olivier Longué y Alicia García Nuestra verdadera nacionalidad es la humanidad. H.G.Wells franceses para concentrar esfuerzos precisamente en dos de estos derechos básicos: el derecho al alimento y el derecho al agua. En estos casi treinta años de existencia Acción contra el Hambre ha tenido que adaptar su lucha a los nuevos rostros del hambre que han ido surgiendo, habida cuenta de que la naturaleza de la mayor pandemia del planeta no es inmutable. Pero antes de repasar este recorrido detengámonos un momento en la definición de lo humanitario para una organización como la nuestra. «Que se preocupa por el bienestar del género humano», con estos escuetos términos zanjaron literatos y lingüistas en la Real Academia de la Lengua Española la explicación de lo humanitario. Según este concepto y siempre de acuerdo con la RAE el humanitario bien podría ser primo hermano del filántropo (el que ama a los demás y les ayuda de forma desinteresada). En cualquier caso, antropos u homos, la intuición ya la tenían en el siglo I antes de Cristo en la antigua Roma, mucho antes de la invención del humanitarismo moderno, cuando el comediógrafo Publio Terencio se definía «hombre» desde el momento en que «nada de lo que es humano me es indiferente». Mucho ha llovido desde entonces y numerosos han sido los intentos de arrogarse el humanitarismo en exclusividad por parte de iglesias, movimientos políticos y modas sociales, según la interpretación de cada cual de lo que es ser humano. En el siglo XX nacen las organizaciones humanitarias que, como Acción contra el Hambre, abogan por una concepción menos basada en la filosofía y más en la acción humanitaria, la que apoya a niños, mujeres y hombres indefensos en situaciones de peligro, sólo por el hecho de ser personas, y situando siempre en el norte de su acción una serie de derechos humanos indiscutibles, tales como el derecho a vivir con dignidad y con autonomía. La Red Internacional Acción contra el Hambre nace en 1979 de la mano de un grupo de intelectuales y científicos 1. INDEPENDENCIA Y NEUTRALIDAD ANTE TODO En 1949, con una Europa todavía espantada por el rastro de destrucción que han dejado en su territorio las dos guerras mundiales, representantes de las principales potencias del mundo se reúnen en Ginebra para tratar de poner límites al sufrimiento de la población civil durante conflictos armados.1 Anteriores convenios habían tratado de regular la suerte que corren los militares heridos en los ejércitos en campaña (1864 y 1906) y el trato a los prisioneros de guerra (1929). El cuarto Convenio de Ginebra de 1949 estipula la protección debida a las personas civiles en tiempos de guerra. Nace así el Derecho Internacional 1 Acción contra el Hambre define hoy la violencia y los conflictos armados como la primera causa de hambre en el mundo. 235 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS esta estricta neutralidad depende directamente otra de las premisas de nuestra acción humanitaria: el acceso a las víctimas. No obstante, la denuncia puede ser a veces más eficaz que los programas de acción humanitaria a corto plazo. En estos casos acotaremos el terreno de juego en la denuncia exclusiva de los atentados a los derechos humanos de los que seamos testigos, o a los impedimentos puestos al buen desarrollo de nuestra misión humanitaria. En 2003 decidimos salir de Irak, donde llevábamos a cabo programas de nutrición y agua y saneamiento, ante la violación continua de los Convenios de Ginebra sobre el respecto a la población civil por parte de las partes en conflicto. En Burundi, tras el trágico tiroteo a un vehículo de Acción contra el Hambre, que se saldó con la muerte de una cooperante y del que otra resultó herida, la organización decidió retirarse tras constatar que corría peligro la seguridad de sus equipos. Otras veces la priorización del acceso a las víctimas nos obliga a hacer malabarismos para mantener la neutralidad en países como Colombia (recordemos, el segundo país con mayor número de desplazados en el mundo) donde tenemos que jugar a cuatro bandas para poder acceder a la población desplazada o confinada por la violencia, llámese FARC, ELN, ejército o grupos paramilitares. Somos una de las pocas organizaciones humanitarias en tener acceso a zonas como la Sierra Nevada de Santa Marta o el Putumayo, precisamente porque todas las partes en el conflicto reconocen y asumen nuestra estricta neutralidad al respecto. En Sudán podemos trabajar en el norte y el sur, con centros de control distintos donde nos avala nuestra trayectoria neutral en el país desde 1985. Una situación parecida encontramos en la República Democrática del Congo, donde tenemos que coordinar acciones con el Gobierno y el control rebelde según nos encontremos en el oeste o el este del país. Humanitario (DIH). El DIH es la agrupación de las distintas normas, en su mayoría reflejadas en los Convenios de Ginebra y los Protocolos Adicionales, que tienen como objetivo principal la protección de las personas no participantes en hostilidades o que han decidido dejar de participar en el enfrentamiento. Las distintas normas del DIH persiguen evitar y limitar el sufrimiento humano en tiempos de conflictos armados. Estas normas son de obligado cumplimiento tanto por los gobiernos, los ejércitos participantes en el conflicto como por los distintos grupos armados de oposición o cualquier parte participante en el conflicto. De aquí derivan dos de los principios recogidos en la Carta de la Red Internacional Acción contra el Hambre, para nosotros inherentes a la acción humanitaria e innegociables en cada una de nuestras intervenciones: la neutralidad y la independencia. Todos los trabajadores de la organización, presente hoy en 47 países, firman esta carta junto con su contrato y se comprometen a respetarla y suscribir este texto al pie de la letra. NEUTRALIDAD «Acción contra el Hambre obra dentro del respeto a una estricta neutralidad e imparcialidad política y religiosa. Sin embargo, puede verse llevada a denunciar los atentados a los derechos humanos de los que sea testigo, así como los obstáculos interpuestos al buen desarrollo de su misión humanitaria.»2 La necesidad de no tomar partido es inherente a la esencia humanitaria. Es difícil y es uno de los grandes dilemas de lo humanitario al que tienen que hacer frente nuestros cooperantes en zonas de conflicto o allí donde los juegos de poder tienen mucho que ver con el hambre. Son muchos los contextos en los que creemos estar seguros de quiénes son las víctimas y quiénes los verdugos. Sin embargo, del mantenimiento de INDEPENDENCIA «Para conservar su independencia moral y económica, Acción contra el Hambre actúa en fun- 2 Extraído de la Carta de Principios de Acción contra el Hambre. 236 LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE ción de sus propios principios y nunca en función de los intereses de la política interna, externa o gubernamental».3 Aunque hoy por hoy Acción contra el Hambre-España percibe la mayoría de sus fondos de estructuras supranacionales (Naciones Unidas, UE), gobiernos (como el español, el suizo, el estadounidense, el británico, etc.) y cooperación descentralizada (gobiernos autonómicos y municipales), es precisamente la pluralidad de estas fuentes de financiación4 la que nos permite actuar con plena autonomía de las agendas políticas. A finales de los noventa Acción contra el Hambre decidió salir de Corea del Norte por la sencilla razón de no querer someterse a la presión del gobierno norcoreano, que pretendía imponernos unas zonas de intervención que no coincidían con nuestros criterios de pertinencia, que apuntaban allí donde se encontraban las mayores bolsas de desnutrición. Otros, como la no discriminación, el acceso libre y directo a las víctimas, la profesionalidad y la transparencia, conforman el resto de principios de nuestra Carta. Las organizaciones humanitarias han suscrito además recientemente una Carta Humanitaria promovida en el marco del proyecto Esfera, un proyecto internacional destinado a aumentar la calidad y la responsabilidad de la acción humanitaria. penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Entendemos que el derecho de una persona a la vida entraña el derecho a que se adopten medidas para preservar la vida toda vez que ésta esté amenazada, así como el correspondiente deber de otras personas de adoptar tales medidas. Queda implícito en ello el deber de no obstaculizar o impedir la prestación de asistencia encaminada a salvar vidas. Además, el DIH prevé específicamente la prestación de asistencia a las poblaciones civiles durante los conflictos, obligando a los Estados y otras partes a acceder a prestar asistencia humanitaria e imparcial cuando la población civil carece de suministros esenciales. • LA DISTINCIÓN ENTRE COMBATIENTES Y NO COMBATIENTES Esta distinción sirve de base a los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales de 1977. Este principio fundamental ha sido vulnerado en forma creciente, como puede comprobarse por el enorme aumento de la proporción de bajas civiles durante la segunda mitad del siglo XX. El hecho de que a menudo se aluda a conflictos internos atribuyéndoles el carácter de «guerra civil» no debe hacernos olvidar la necesidad de distinguir entre quienes participan activamente en las hostilidades y los elementos civiles y otras personas (incluidos los enfermos, heridos y prisioneros) que no intervienen directamente en ellas. En virtud del DIH, los no combatientes tienen derecho a protección y deben gozar de inmunidad contra los ataques. 2. PRINCIPIOS DE LA CARTA HUMANITARIA PROYECTO ESFERA • EL DERECHO A VIVIR CON DIGNIDAD Este derecho está inscrito en las disposiciones jurídicas relativas al derecho a la vida, a un nivel de vida decoroso y a la protección contra • EL PRINCIPIO DE NO DEVOLUCIÓN En conformidad con este principio, ningún refugiado podrá ser enviado o devuelto a un país en donde su vida o su libertad pueda estar en peligro por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, o cuando haya razones fun- 3 Extraído de la Carta de Principios de Acción contra el Hambre. 4 No obstante, la organización ha fijado llegar a un 50% de financiación privada (ciudadanos y empresas) como horizonte para los próximos años. 237 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS dadas para creer que pueda correr peligro de ser sometido a tortura. DOS TIPOS DE DESNUTRICIÓN La desnutrición aguda, la mayor enfermedad del planeta, que se cobra cada año la vida de 10 millones de personas5, centra nuestro combate contra el hambre. La desnutrición aguda, que se desarrolla muy rápidamente, incluye el marasmo y el kwashiorkor. En los pacientes con desnutrición aguda todos los procesos vitales que nos permiten mantener un equilibrio fisiológico se ven alterados. El metabolismo es más lento, la regulación térmica se altera, la absorción intestinal y la eliminación renal se reducen, la capacidad del hígado para sintetizar proteínas y eliminar toxinas es más limitada, y la capacidad del sistema inmunológico disminuye. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la malnutrición debilita el sistema inmune y con ello aumenta el riesgo de tener mala salud, lo cual a su vez agrava la malnutrición. Cerca de 50% de las muertes de niños en edad preescolar se puede atribuir directamente a la interacción entre la malnutrición y las enfermedades infecciosas. Niños aquejados por apenas un moderado peso inferior al normal tienen cuatro veces más probabilidades de morir de una enfermedad infecciosa que un niño bien alimentado. La desnutrición crónica, llamada así porque precisa más tiempo para desarrollarse, supone un retraso en el crecimiento: niños de talla baja en relación con la edad. En los casos de anemia, como fue el caso en Argentina en 20026, se ha observado el impedimento de las comunidades afectadas para lograr el desarrollo psíquico y físico de los niños. Estas carencias pueden afectar a varias generaciones y forman un círculo vicioso de difícil solución. Aunque ambas formas de desnutrición afectan a los mismos grupos de riesgo (niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y madres en período de lactancia, ancianos y enfermos) no tienen las mismas causas, ni las mismas consecuencias, ni la misma gravedad. Muchas personas en los países en desarrollo están mal nutridas pero no hambrientas porque su alimentación es desequilibrada en cantidad y calidad. Esto les 5 La desnutrición aguda mata cada año a seis millones de niños. 6 En Geopolítica del Hambre –2004 Acción contra el hambre– Icaria Barcelona. • EL HUMANITARISMO AL SERVICIO DE LA LUCHA CONTRA EL HAMBRE En el año 1979, con el fin primero de aliviar el sufrimiento de los refugiados afganos en Pakistán, un grupo de intelectuales franceses crean Action contre la Faim, con el mandato de salvar vidas luchando contra el hambre, las enfermedades y las situaciones de peligro que amenazan a hombres mujeres y niños indefensos. En 1995 se creará, bajo régimen de Fundación, las sedes en España y Reino Unido y dos años más tarde se hará lo propio en EEUU. Canadá (2005) es la sede internacional más reciente. Acción contra el Hambre interviene: – en caso de crisis grave, de origen natural o humano, que amenace la seguridad alimentaria o provoque una situación de hambruna; – en caso de desestructuración del tejido social ligada a razones internas o externas que pongan a ciertas poblaciones en situación de extrema vulnerabilidad; – allí donde la asistencia humanitaria se convierte en un cuestión de supervivencia; Las intervenciones de Acción contra el Hambre se realizan antes (programas de prevención), durante (programas de emergencia) o después de la crisis (rehabilitación). Todos y cada uno de los programas de Acción contra el Hambre tienen la finalidad de permitir a sus beneficiarios recuperar, lo antes posible, su autonomía y los medios necesarios para vivir sin depender de la asistencia exterior. 238 LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE impide utilizar su capacidad energética completa pero no provoca su fallecimiento a corto plazo. … QUE PROTEJA A LAS VÍCTIMAS La protección de las víctimas es, en definitiva, otra de las cualidades inherentes a la acción humanitaria. Hay agencias que tienen un mandato de protección directa de las mismas, como la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) o el Comité Internacional de la Cruz Roja. El ACNUR, por ejemplo, es el responsable de los campos de refugiados en los que rige un estatuto especial de protección a estas víctimas. Otras organizaciones como Acción contra el Hambre protegen a las víctimas indirectamente, a través de nuestra sola presencia o a través de la denuncia. Las escuelas para la paz desarrolladas por Acción contra el Hambre en Colombia constituyen, más allá de sus fines pedagógicos, espacio de encuentro comunitario salvaguardado de la presencia de grupos armados. La denuncia encaminada a la reacción de gobiernos y comunidad internacional acaba teniendo también un efecto indirecto a la hora de proteger a las víctimas. UNA AYUDA HUMANITARIA ADAPTADA, PROPORCIONADA Y RESPONSABLE… En todos y cada uno de estos programas la acción humanitaria debe cumplir con otros requisitos ulteriores a los principios y al mandato. Uno de ellos es que se trate de una acción adaptada a los contextos de trabajo, con todas las implicaciones de análisis y comprensión cultural y social que ello conlleva. Sería inviable, por ejemplo, incluir carne de cerdo en las distribuciones alimentarias de emergencia en países musulmanes. Nuestros técnicos de agua y saneamiento saben de lo que estamos hablando y sitúan precisamente en la adaptación a las costumbres locales el éxito o el fracaso de un programa de saneamiento: en Albania, acostumbrados al baño a la turca, nunca aceptaron las letrinas con retrete; en algunas zonas de Angola sólo las utilizarán en fosa seca; en países musulmanes nunca se orientarán a La Meca; en campos de refugiados estarán separadas por sexos para minimizar el riesgo de abusos sexuales a mujeres. Además la ayuda debe ser proporcionada a las necesidades de las víctimas. Son muchos los vicios intrínsecos de la cooperación que una ayuda humanitaria eficaz y de calidad debe tratar de sortear en todo momento. Quizás uno de los más palpables sea precisamente cómo evitar que el auxilio continuo a las víctimas en conflictos o crisis enquistadas se convierta en dependencia sostenida. Por último, pero no menos importante, la acción humanitaria debe ser responsable. Esto implica evitar a toda costa posibles efectos colaterales de la acción humanitaria, tales como daños al medio ambiente. Hay que ser muy cuidadosos, por ejemplo, a la hora de emprender proyectos de reactivación agrícola en zonas de humedales. Por desgracia los drenajes mal realizados en estas zonas a largo plazo han tenido un desastroso impacto ecológico a medio plazo. 3. PROFESIONALIDAD Y TRANSPARENCIA: LAS CONQUISTAS MÁS RECIENTES DEL HUMANITARISMO El humanitarismo del siglo XXI ha logrado desprenderse de las connotaciones piadosas o caritativas que podía tener dos siglos antes, cuando ayudar al prójimo era un territorio casi exclusivo de misiones religiosas movidas por objetivos casi tan espirituales como terrenales. Afortunadamente los conceptos de caridad han dejado paso a conceptos de justicia y de dignidad humana. Hoy las organizaciones humanitarias tienen claro que para ayudar a alguien ya no basta con tener buena voluntad. Además del compromiso humanitario hay que saber cómo hacerlo. La profesionalización de la acción humanitaria es quizás el recorrido más fructífero de los últimos años, y ha tenido sin duda un impacto directo en la eficacia de los programas. Actualmente contratamos nutricionistas, médicos, geólogos, enfer- 239 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS octavo donante internacional por volumen de financiación,8 aunque desciende al puesto decimocuarto si la cifra se considera en términos relativos (esfuerzo respecto al Producto Interior Bruto). Sin embargo, en el Índice de Respuesta Humanitaria de la Fundación Dara, la clasificación de España cae hasta el puesto 17. España obtiene una buena puntuación en materia de asignación de fondos a crisis olvidadas o que reciben poca cobertura mediática así como en los factores relacionados con la implementación de los principios rectores internacionales (6º puesto). Pero suspende a la hora de desvincular del todo su ayuda de factores de vinculación histórica. No obstante, sería injusto dejar de reconocer los esfuerzos realizados en el último plan director de la cooperación española, que prioriza por primera vez África Subsahariana9 sobre los países latinoamericanos. Al mismo tiempo, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha realizado notables esfuerzos para dotarse de mecanismos de evaluación y control cada vez más eficaces. Tanto ella como los órganos de cooperación descentralizada (ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas) han mejorado sus procesos de consulta para la elaboración de sus estrategias abriendo espacios de encuentro con las ONG para definir conjuntamente las áreas y sectores prioritarios de intervención. También el sector privado, a través del desarrollo de la responsabilidad social corporativa, ha conquistado un espacio protagonista en la financiación de la acción humanitaria, dotándose a su vez de organismos de seguimiento y control de los proyectos ejecutados por las ONG. Fondos de Emergencia como el que cada año concede Obra Social Caja Madrid nos permite, por ejemplo, movilizar rápidamente recursos tras un desastre natural o una ruptura brusca de los medios de vida. meros, agrónomos… que además de una formación académica y el dominio de dos o tres idiomas deben saber administrar los recursos materiales, coordinar equipos de recursos humanos, gestionar situaciones de estrés y aplicar protocolos de seguridad. No es fácil encontrar a personas así. Acción contra el Hambre -España recibe cada año más de 10.000 currícula vitae, de los que apenas seleccionará 150 para salir al terreno. La formación y el reciclaje continuo de sus trabajadores son casi tan importantes como la experiencia previa. Nos movemos en un mercado laboral restringido. Es cierto que cada vez son más los postgrados específicos de cooperación7 en España, pero la demanda también es mayor y a diario tenemos que recurrir a otros mercados europeos para cubrir nuestras necesidades de personal. Ojalá muy pronto estos perfiles de gente tan preparada, motivada, comprometida y, ante todo, tan profesional puedan contar con el debido reconocimiento en el mercado laboral general. 4. EL PERFIL DEL COOPERANTE EN ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE Joven profesional con título superior, de unos 33 años de edad, hombre (46%) o mujer (53%) con capacidad para trabajar en dos o tres idiomas indistintamente, excelente conocimiento de informática, alto grado de multiculturalidad, dotes de liderazgo, dotes de comunicación y atraído por la retribución emocional. Hay que tener en cuenta que estas conquistas en espacios de profesionalidad no se han producido sólo en el interior de las grandes organizaciones no gubernamentales sino también en el seno de los donantes, ya sean públicos o privados. La evolución de la cooperación española es un buen ejemplo: en apenas treinta años España ha pasado de ser un receptor de ayuda a ser el 8 En 2006 España destinó a la cooperación 3.038 millones de euros. 9 Con uno de cada cuatro niños desnutridos, África Subsahariana concentra los niveles de desnutrición más altos del mundo. 7 Acción contra el Hambre tiene, entre otros, acuerdos de colaboración con Universidades como la Politécnica de Madrid o la Rey Juan Carlos I. 240 LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE a todos nuestros socios, en prensa económica y en nuestra página web. 3. Régimen legal: al ser una fundación española, Acción contra el Hambre responde anualmente ante su organismo de regulación: el protectorado. En nuestro caso, es el Ministerio de Asuntos Sociales. Nuestro máximo órgano de gobierno es el patronato, presidido por D. José Luis Leal, al que rendimos anualmente cuentas de nuestro trabajo. Los miembros del patronato no reciben remuneración alguna por su labor, lo que garantiza su independencia. Habiendo optado por el régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos (Ley 49/2002), nos sometemos también al control directo de la Agencia Española de Administración Tributaria sobre el empleo de nuestros fondos y para ello presentamos memoria anual. 4. Medios de comunicación: convencidos de la función social de los medios, Acción contra el Hambre recibe numerosas visitas de periodistas en el terreno que pueden comprobar in situ el desarrollo de nuestros proyectos. 5. Mecanismos de contabilidad: en los países de intervención el jefe de misión no gestiona directamente los fondos: lo hace un responsable distinto, el administrador. El administrador, sin embargo, no puede ordenar ningún gasto que no sea aprobado por el jefe de misión. Además de cumplir la normativa contable, hemos desarrollado internamente un sistema de contabilidad analítica que permite explicar en cada momento cómo y para qué se gasta cada una de las ayudas recibidas individualmente. Estas contabilidades se auditan proyecto a proyecto sobre el terreno y –no teniendo la organización sociedades filiales– se integran transacción a transacción en la contabilidad de la sede para una auditoría de la totalidad de las operaciones. 6. Coordinadora Española de ONG de Desarrollo (CONGDE): Acción contra el Hambre suscribe y trabaja en el marco del Código de Conducta de la CONGDE y forma parte activa- La transparencia es, junto a la profesionalidad, la segunda gran conquista del humanitarismo desde su nacimiento. Históricamente entendida como el uso eficaz y claro de los recursos, hoy el término se ha ampliado hasta abarcar conceptos como el análisis, a priori, de la pertinencia de la intervención o el análisis, a posteriori, del impacto de la misma. Junto a la neutralidad, la independencia, la no discriminación y el acceso libre y directo a las víctimas, la transparencia conforma la Carta de Principios de la Red Internacional Acción contra el Hambre: es uno de los pilares de la organización, en su estructura y en las acciones que desempeñamos cada día. 5. ¿QUÉ IMPLICA SER TRANSPARENTES? Para Acción contra el Hambre ser transparentes no es sólo publicar nuestras cuentas. Queremos estar seguros de que todos nuestros socios tienen acceso a ellas en cualquier momento pero también de que las entienden sin dificultad. Para ello nos aseguramos de que la información que transmitimos es: • veraz y completa • comprensible e inteligible • pública y fácilmente accesible MECANISMOS DE TRANSPARENCIA EN ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE 1. Auditorías: sólo en 2006 respondimos a 43 auditorías externas, realizadas por empresas como Deloitte y KPMG. Tienen lugar tanto en la sede como en los países en los que trabajamos. La financiación pública, de la que proviene el 75% de nuestros fondos, exige un estricto control y justificación, no sólo sobre la utilización de los fondos sino también sobre la ejecución de los proyectos. 2. Publicación de cuentas: nuestras cuentas anuales, convenientemente auditadas son publicadas en la memoria anual que se envía 241 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS dicciones indican que la población mundial debería estabilizarse hacia el año 2.100 en 11.000 millones de personas. Según la FAO, el planeta podría dar de comer a una población mundial de 11.000 millones de personas, casi el doble de la población actual. La visión económica clásica, el famoso «estado estacionario» que Thomas Robert Malthus (17661834) situaba alrededor de los 900 millones de personas, no se ha producido. Las plagas, las enfermedades y los ineluctables cataclismos que predecía el economista como mecanismos reguladores para eliminar el «exceso de humanidad» no se produjeron, ni al llegar a los 1.000 millones, ni al multiplicar por seis la población mundial para llegar a los actuales 6.000 millones de seres humanos. Malthus no podía imaginar el giro que la revolución agrícola y la revolución industrial iban a dar en la historia de la humanidad. Sin embargo, y a pesar de su equivocación a la hora de anticipar lo que realmente pasó, el economista del Surrey ha tenido muchos discípulos. Su visión ha penetrado campos tan diferentes como la demografía, la ciencia política o incluso la ecología. Malthus, que se hizo pastor anglicano justo después de obtener su doctorado en economía, ha dejado sus huellas bajo la forma de una culpabilidad permanente del hombre moderno y de un pesimismo intrínseco. La humanidad, al abusar de los recursos naturales, pone en peligro su propio futuro. El hambre y su análisis siguen marcados por la mística del pastor y sobre todo por esta concepción tan equivocada de que el hambre es un fenómeno sin solución, una fatalidad fuera de nuestro control. La peor parte de esta herencia ideológica no está en el miedo hacia el futuro sino más bien en su aplicación práctica, cotidiana. Para muchos el hambre es un mecanismo de regulación, una válvula de seguridad. Muchos entienden que el hambre es algo natural, normal e incluso necesario. Nada más lejos de la realidad. El hambre es, fundamentalmente, un problema de distribución y de acceso a los recursos productivos. La violencia es, a día de hoy, el factor desencadenante más frecuente de una crisis alimentaria (violencia entendi- mente del comité de seguimiento del mismo dentro de la Coordinadora. 6. LOS ROSTROS CAMBIANTES DEL HAMBRE La estructura del hambre ha evolucionado a lo largo del siglo XX. De ser un problema de producción, directamente relacionado con la capacidad individual de los agentes económicos, el hambre ha pasado a ser un problema de distribución, relacionado con la gestión global de los recursos. De ser una fatalidad impuesta a los seres humanos, impotentes frente a una naturaleza incontrolable, el hambre se ha convertido en un arbitraje político. Las grandes hambrunas que han azotado a la humanidad hasta el siglo XX tenían como origen la escasa producción de comida. La comida podía faltar por la combinación de desastres naturales (sequías, plagas…), de la presión demográfica, o por el escaso nivel de desarrollo técnico (infraestructuras, rendimiento aleatorio e insuficiente de los cultivos). Las circunstancias político-económicas (guerras, ciclos económicos, acceso a la tierra…) y el marco social y cultural (sistema de distribución, tabúes alimenticios…) dificultaban aún más el acceso a los alimentos. El hambre ha sido un fenómeno estructural de la humanidad a lo largo de su historia. En el siglo XIX, y luego en el siglo XX, la industrialización de la producción agrícola, los asombrosos avances en términos fitosanitarios, en la calidad de los insumos agrícolas y en las semillas, fomentaron un aumento sin precedente del rendimiento de la tierra no sólo en cantidad, sino también en calidad. A pesar de una reducción drástica de la población dedicada a la agricultura, la humanidad consiguió producir alimentos en cantidad ampliamente superior a las necesidades. Cada año, según el Fondo de Naciones Unidas para la Población, nacen unos 77 millones de personas más en la Tierra.10 Las pre- 10 En Informe anual del Fondo de Naciones Unidas para la Población (FNUAP). 242 LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE da ampliamente en sus formas bélicas pero también de abusos de poder o exclusión social). Más recientes son algunos de los nuevos rostros del hambre como: – Las migraciones: aunque han existido durante toda la historia de la humanidad, la emigración sur-norte es hoy día un fenómeno sangrante que, superados los mitos del co-desarrollo, despoja a los países pobres de sus recursos más valiosos cortando así de raíz las posibilidades de desarrollo de países enteros. La emigración se convierte así en causa y consecuencia de hambre para los países de África Subsahariana. – El cambio climático: la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que «en cerca de 40 países en desarrollo, con una población total de dos mil millones de personas, incluyendo 450 millones de personas desnutridas, las pérdidas de producción agrícola por los efectos del cambio climático pueden incrementar en forma dramática el número de víctimas del hambre». Los países que han emprendido políticas de mitigación de estos riesgos consiguen notables resultados, a largo plazo. – El VIH/SIDA: el VIH/SIDA se está convirtiendo en una de las primeras causas y consecuencias de desnutrición. La pandemia mundial ha superado los 33,2 millones de personas infectadas por el virus VIH, según ONUSIDA el 60 por ciento de ellos viven en África. El impacto del VIH/SIDA sobre los sistemas de salud pública pone en peligro las condiciones de acceso a la sanidad (la capacidad de los centros, los costes de los tratamientos...). Aunque menos conocidas, ciertas consecuencias del VIH/SIDA son sumamente devastadoras. Ocho millones de campesinos han muerto en África, es decir, un número mayor a la suma de todos los campesinos de los Estados Unidos y de Canadá. La búsqueda de tratamientos para los miembros de la familia, bien sean tradicionales, bien farmacéuticos, y la alimentación necesaria suponen un coste que los hogares no pueden cubrir sin la venta de capital productivo. Los estudios realizados en Malawi por Save the Children-Reino Unido demuestran la rápida pérdida de los mecanismos de aprendizaje y conocimiento de las técnicas agrícolas por los hijos y su consecuencia, la incapacidad de trabajar la tierra y de generar ingresos y, por lo tanto, la venta de la parcela a corto plazo y el desarraigo hacia los centros urbanos. … Y EL HAMBRE PROVOCA EL VIH/SIDA Mientras que los hijos de padres enfermos o fallecidos deben abandonar la escuela a temprana edad, los estudios de la FAO demuestran que la población joven con un nivel de educación nulo o bajo tienen dos veces más probabilidades de contraer la enfermedad.11 Según el Programa Mundial de Alimentos, «un niño bien alimentado tiene la mitad de probabilidad de contraer el VIH/SIDA» porque su estilo de vida y sus medios de sustento supondrán una menor exposición a los riesgos (prostitución, precariedad y violencia sexual, promiscuidad en los centros urbanos…). El VIH/SIDA supone una ruptura de las estrategias tradicionales de adaptación a las situaciones de crisis y, por lo tanto, una mayor exposición a los factores de riesgo. Los tratamientos antirretrovirales no funcionan tan eficazmente con personas desnutridas y la esperanza de vida se acorta considerablemente cuando el paciente no tiene una dieta adecuada. El nivel de educación es también un factor fundamental a la hora de conseguir una buena penetración de las campañas de prevención. DE CÓMO EL SIDA PROVOCA HAMBRE… El VIH-SIDA afecta a las personas en edad de producir; por lo tanto, entre sus impactos se encuentra la reducción de la producción agrícola y de los ingresos de los hogares. 11 En El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo – 2005. 243 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ejecutores de misiones humanitarias en todo el mundo, cuando su papel debería limitarse a lo definido en los Convenios de Ginebra y especialmente a protección de las víctimas. Empresas que se lanzan a la aventura humanitaria como ejecutoras de proyectos o a través de sus propias fundaciones en la exploración de nuevos mercados. Para hacer frente al deterioro del ámbito humanitario, Acción contra el Hambre ha generado una innovadora política de seguridad. Si nuestra organización, por desgracia, no puede garantizar la seguridad absoluta de sus equipos en todos los contextos de trabajo, tiene, sin embargo, la obligación moral y ética de movilizar todos los medios disponibles para conseguirla. El análisis detenido de los entornos de trabajo, la preparación de los equipos y el respeto a las culturas y las sociedades que nos acogen forman la base de nuestra seguridad. Cada año, adaptamos nuestras normas y nuestros procesos de seguridad para que los equipos sepan escuchar y entender las amenazas que surgen de los contextos de trabajo. A veces, las condiciones no permiten una permanencia y nos tenemos que retirar. Cada año, vemos con enorme preocupación crecer el número de países que rechazan la presencia humanitaria. Por este motivo, mantener y defender nuestra esencia humanitaria será seguramente uno de los retos en los próximos años para organizaciones como Acción contra el Hambre. Ello sólo podrá logarse reforzando, promoviendo y difundiendo los principios humanitarios y el DIH tan zarandeado hoy en día. Hacerlo con determinación y constancia es desde ya nuestro compromiso. 7. ¿UN FUTURO POCO ESPERANZADOR PARA LO HUMANITARIO? RETOS PARA SALVAGUARDARLO El espacio humanitario está siendo restringido. Podemos aventurarnos a decir además que lo está siendo deliberadamente. El 5 de agosto de 2006 aparecían en la base de Acción contra el Hambre en Muttur (Sri Lanka) los cuerpos de 17 trabajadores humanitarios. Habían sido maniatados, alineados escrupulosamente y posteriormente habían recibido un tiro en la nuca. El 31 de diciembre de 2007 un vehículo de Acción contra el Hambre, perfectamente identificado con los logotipos de la organización, era tiroteado en Rugiri (Burundi), provocando la muerte de una cooperante francesa y heridas graves a otra de ellas. En ambos casos, la verdad está aún lejos de ser esclarecida pero Acción contra el Hambre, con el apoyo de Naciones Unidas, sigue buscándola. Queremos identificar y detener a los responsables para evitar la impunidad a los que han perpetrado estos actos en contra de los humanitarios. Otros compañeros de organizaciones humanitarias han sido asesinados, secuestrados o amenazados en los últimos años en lugares como Afganistán, Irak, Gaza, Somalia o Sudán. Los cooperantes son cada vez más percibidos como mínimo, como testigos incómodos. Otras veces, directamente como blanco a batir. La seguridad de nuestros cooperantes es una premisa de nuestro trabajo humanitario por lo que numerosas organizaciones humanitarias han optado por retirarse de contextos en los que no podía garantizarse la seguridad de su personal, dejando aún más indefensas a poblaciones amenazadas por el hambre y la desnutrición. Otra amenaza, de dimensiones crecientes, es la percepción cada vez mayor de numerosos países africanos y asiáticos de la ayuda humanitaria como una ayuda «occidentalizada», con todos los riesgos que ello puede entrañar para quienes se empeñan en constatar la existencia de un supuesto «conflicto de civilizaciones» generado tras el 11-S. Finalmente, nuevos actores han irrumpido en la escena humanitaria, muchas veces sin orden ni concierto, generando confusión en este terreno. Ejércitos que se empeñan en presentarse como 8. RODRIGO URÍA DEJÓ UNA HUELLA LLENA DE HONESTIDAD, HUMILDAD Y COMPROMISO EN ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE El pasado mes de julio en la oficina de Acción contra el Hambre recibíamos con sumo dolor la noticia de la repentina muerte de nuestro vicepresidente, Rodrigo Uría Meruéndano. Más allá de los homenajes que Rodrigo recibió y sigue 244 LO HUMANITARIO EN LA FILANTROPÍA: LA ACCIÓN SOCIAL CONTRA EL HAMBRE recibiendo por su condición de eminente jurista, presidente del Museo del Prado y presidente director del gran bufete de abogados que lleva su nombre, se mostró, como miembro fundador y militante en Acción contra el Hambre, presente y disponible en los doce años de vida de nuestra fundación. Su visión, su sensibilidad personal y su compromiso humanitario dotaron a nuestra organización de una personalidad y un proyecto que, junto a nuestro presidente José Luis Leal, supo imprimir en todo el equipo de Madrid, las delegaciones y las misiones en el terreno. Esta búsqueda de la excelencia, su voluntad de escuchar, comprender y reflexionar con total independencia, al margen de tendencias y presiones, para actuar de forma más eficaz contra el hambre forma hoy ya parte de nuestra identidad. Resumo una entre los cientos de anécdotas que dejaron la huella de Rodrigo en la organización: «Cuando Rodrigo me pidió “llevarle de misión de trabajo” conmigo, a una de estas visitas de seguimiento de proyectos que hacemos a lo largo del año, yo no sabía si nuestro vicepresidente se daba cuenta de las condiciones en las cuales íbamos a viajar. Se lo expliqué. Rodrigo me miró con esta intensidad tan suya para aclarar que: «¡de querer un viaje de lujo, no te hubiera llamado!». Trato hecho, nos fuimos a Nicaragua. Corría el año 1999. Mi primera sorpresa fue su indumentaria. Rodrigo había dejado el traje oscuro de abogado para vestirse de forma perfectamente adecuada. Ni Tintín, ni pasarela de moda campestre, sino lo justo para aguantar las horas de viajes, de coche y de pistas para llegar a Somoto, base del proyecto. Mi segunda sorpresa fue la humildad de Rodrigo a la hora de escuchar uno tras otro a todos nuestros trabajadores que le explicaban sus tareas dentro del proyecto, sus problemas y sus esperanzas. La mayor sorpresa, sin embargo, fue Rodrigo en una escuela perdida en el campo nicara- güense. Sin cámara y sin público, Rodrigo se acercó a una modesta maestra de escuela para pedirle permiso para entrar en el recinto escolar. La mujer se quedó atónita por tanto respeto por parte del vicepresidente de la organización que daba de comer a sus alumnos desde hace años y no sabía qué contestar. Nos invitó a pasar con un gesto de la mano. Los niños de entre cinco y siete años le rodearon inmediatamente. Rodrigo no supo resistirse a una pequeña niña, de rasgos más bien indios, que puso su manita en la mano del gran abogado. Hasta el final de la visita Rodrigo no se separaría de ella. Cuando intentamos con el equipo cerrar la visita para seguir con nuestra apretada agenda de viaje, Rodrigo no nos escuchaba. Estaba sentado en el fondo de la sala de clase, sosteniendo la mano de su nueva amiga, que aún le contaba mil cosas. Nos miraba con impotencia señalándonos que marcharse le era imposible. Finalmente la maestra nos rogó que nos fuéramos, porque nuestra presencia afectaba a su clase. El argumento profesional de la maestra fue el más fuerte. Rodrigo entonces se levanta, se despide de la niña que le acompaña hasta el portal de la escuela y le pregunta si volverá. Rodrigo la mira con los ojos humedecidos. Se agacha hasta ella. «No creo» le dice. La niña, visiblemente decepcionada, se da la vuelta y entra en el aula. Vuelvo a mirar hacia nuestro grupo. Dos lágrimas recorren la mejilla de Rodrigo. Se queda así unos instantes antes de volver al coche. Rodrigo, honesto con esta niña al no hacer promesas. Rodrigo, humilde a la hora de escuchar antes de formarse una opinión. Rodrigo, comprometido al decirnos siempre la verdad, porque era su forma “útil” de participar en el trabajo de Acción contra el Hambre». 245 TRABAJO PRO BONO EN UN PAÍS EMERGENTE: ARGENTINA Juan E. Cambiaso es educar, fortalecer instituciones, crear ciudadanía y acercar el derecho a la gente, facilitar el acceso a la justicia y solucionar con un apropiado asesoramiento y metodología probada los problemas cotidianos que, aunque nimios para uno, son vitales para los excluidos. El tamaño de la pobreza queda de manifiesto por las cifras que siguen. En marzo del 2008, la pirámide de ingresos brutos mensuales del sector privado mostraba un 21% con más de $ 2.000 ( 400) y un 12% de $ 1.500 a $ 2.000 ( 300 a 400), un 38% de $ 800 a 1.500 ( 160 a 300), y un 29% con menos de $ 800 ( 160). O sea que el 79% de los empleados del sector privado gana menos de 400 euros mensuales. Falta computar los empleados del sector público, siempre mal pagado, y los desocupados. El grado de conflicto social para ese mismo mes está reflejado en el informe mensual sobre victimización del Instituto de Investigaciones sobre el Crimen de la Universidad Torcuato Di Tella, que muestra que en los 40 centros urbanos del país relevados, un 32,0% de los hogares declaró haber sido víctima de un delito en los últimos 12 meses. En los 6 principales centros urbanos, la tasa asciende al 34,0%. Los hogares de las ciudades de más de 500 mil habitantes sufrieron un 51% más de delitos que los hogares de las localidades de menor población. ENCUADRE En los países con economías frágiles la actividad «pro bono» tiene características distintivas. Los países emergentes llevan ese nombre porque una parte significativa de su población está sumergida, otra con el agua al cuello, y la menor parte se apoya en tierra firme. Los sumergidos son los excluidos. No participan del mercado laboral, del acceso a la educación ni a la salud, y han perdido las esperanzas de vivir en un mundo más justo. En muchos casos, el trabajo es sentido como un imposible pues nunca han visto a su padre trabajar por causa del paro. No sueñan con tener acceso a la justicia ni encuentran ventaja en ajustar su conducta al derecho. La convivencia es posible porque la bondad prevalece en las personas simples. La violencia ocurre por frustración y acorralamiento más que por otra razón. No es fácil obtener trabajo, buena acogida o favorable respuesta cuando se han perdido los dientes delanteros, las manos están cuarteadas de tanto trabajar y sucias por falta de agua, y la ropa proviene de algún basural donde llega el descarte de gente con mejor suerte. La exclusión se evidencia en un lenguaje pobre, consecuencia de la falta de educación, de un cerebro poco desarrollado por la falta de proteínas en el momento adecuado, y la consecuente ignorancia de casi todo. Lo opuesto a la pobreza es la riqueza, que puede ser súbita. Lo contrario a la exclusión es la inclusión, que requiere un esfuerzo continuado y largo. El dinero por sí sólo no termina con la exclusión. En el trabajoso camino a la inclusión, una manera de disminuir la violencia y arrimar la paz APORTES En los países emergentes, hasta una ayuda menor es de gran efecto. Las primeras dosis de educación, de rescate de las garras del tráfico de dro- 247 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS gas, de calidad institucional, acceso a la justicia y asesoramiento legal tienen un impacto sanador. Como el alcohol, el algodón, el agua limpia y el jabón en un hospital de campaña, que evitan la mayor parte de las infecciones y de muertes. Nuestro aporte a la lucha contra la pobreza y la exclusión puede enfocarse de diversas formas. Una es en relaciones cara a cara, mediante relación directa con personas y familias, asegurándoles trabajo, salud y educación. La otra es la indirecta a través de ONGs. Me ocuparé de las relaciones cara a cara. Pareciera ser un deber natural de quienes tienen personas trabajando para sí, permitirles el acceso a los servicios más esenciales que con certeza no provendrán de un estado que despilfarra en subsidios de favor y clientelismo político. En un hospital público, una ergometría urgente puede tener una espera de hasta seis meses, un infartado puede estar esperando horas en un pasillo hasta que puedan atenderlo, la asistencia médica suele necesitar que el enfermo se procure sus jeringas, catéteres y medicinas, siempre más allá de las posibilidades del que gana menos de 400 euros. Lo sé por haberlo visto. Ésta es la brecha que un buen empleador debe cerrar. La acción indirecta es sumamente efectiva. Cada uno escoge aquellas organizaciones que son más afines con las prioridades propias. Las ONG en general requieren apoyo jurídico importante, tanto en la parte institucional y de funcionamiento, como en el cumplimiento de su misión. La experiencia de muchos años dice que las ONG son grandes consumidoras de derecho. La prueba de ello está en los precios pagados por las que no lo advirtieron a tiempo. ocupan de la educación, y las que sirven de apoyo a las redes zonales y crean ciudadanía. Muy importantes son las que tratan de rescatar a los jóvenes pobres e indigentes del ocio en las villas miseria, que los lleva al consumo de drogas de una calidad tan baja que suman a la adicción perniciosa el inmediato daño cerebral, y conducen a la prostitución juvenil y al tráfico de drogas por redes juveniles de distribución. Entre las dedicadas a la calidad institucional ubico Poder Ciudadano, CIPPEC, FORES y RAP. La Fundación Poder Ciudadano fue creada en 1989 y tiene como misión promover la participación ciudadana, la transparencia y el acceso a la información pública de las instituciones de la democracia a través de la acción colectiva. CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) tiene por misión trabajar por un estado justo, democrático y eficiente que mejore la vida de las personas. RAP (Red de Acción Política) tiene como objetivos fortalecer los vínculos entre la sociedad civil y la dirigencia política, propiciar la «amistad» cívica entre políticos de diferentes partidos que comparten valores y principios y apoyar a los políticos en RAP en el desarrollo de su gestión y/o actividad política. Estas tres ONG han sido y son protagonistas en la salvaguarda de valores sociales contra viento y marea, y no desmayan a pesar de adversidades que a otros desanimarían. En materia de calidad judicial, estado de derecho y acceso a los servicios legales, distingo a FORES y FAVIM. FORES (Foro de Estudios sobre la Administración de la Justicia) es una ONG fundada hace 30 años por un grupo de abogados independientes que buscaban una justicia transparente al servicio del ciudadano. Tiene como temas principales el fortalecimiento del estado de derecho, la capacitación de jueces y abogados, la seguridad jurídica y el acceso a la justicia. Entrega anualmente el Premio a la Excelencia Judicial y desarrolla continuamente investigaciones, análisis, estudios, seminarios y conferencias dentro del ámbito de su misión. PREFERENCIAS En lo personal, las áreas que más me han interesado, a las que les he dedicado atención y tiempo, son las dedicadas al buen funcionamiento de las instituciones que facilitan el buen gobierno, al mejoramiento de la administración de justicia y a la disponibilidad del apoyo jurídico, las que se 248 TRABAJO PRO BONO EN UN PAÍS EMERGENTE mejores prácticas en las ONGs. Se ocupa de crear ciudadanía mediante su programa de fortalecimiento para organizaciones sociales y de responsabilidad social empresarial. Entre otras tareas y programas, realiza anualmente las Jornadas de Acción Social a las que concurren gran número de ONG de todo el país para compartir experiencias e interactuar entre ellas. Cerrando el arco, la Fundación Crear Vale la Pena realiza desde 1993 un admirable programa de acción social para jóvenes a través de actividades artísticas desarrolladas en centros comunitarios de barrios pobres. En esos centros comunitarios se forman los animadores socio-culturales, los docentes y técnicos que ejecutan luego los programas de la fundación. Mediante talleres de creación artística, logra que los jóvenes de las poblaciones carenciadas del conurbano bonaerense estén constructivamente ocupados en las horas de ocio, evitando así el contacto con quienes buscan iniciarlos en la droga y en su consecuencia inmediata y necesaria que es la prostitución. Los jóvenes se prostituyen para tener dinero para comprar droga para su propio consumo, en un círculo fatídico que los lleva a la enfermedad y al daño cerebral, al crimen y a una existencia desbarrancada. Invertir el sentido de giro del círculo vicioso transformándolo en virtuoso ha sido el éxito de esta ONG. Estos ejemplos, que escogí por estar más próximo a ellos y comprenderlos mejor, son un ejemplo de la gran cantidad de iniciativas a las que un abogado puede aportar trabajo y experiencia. Una experiencia extraordinaria es la Fundación FAVIM –Familiares Víctimas Indefensas de Mendoza–, que ha creado 500 Extensionistas Jurídicos Vecinales en tres provincias, transfiriendo el programa a nueve provincias más y al Uruguay. El extensionismo es una práctica de responsabilidad ciudadana que promueve, entre otras cosas, la resolución de la conflictividad social. FAVIM ha capacitado a ciudadanos voluntarios en temas socio-jurídicos para que, en consultorios jurídicos vecinales, orienten y asesoren al vecino y busquen soluciones a la vulneración de sus derechos o a conflictos comunitarios. En 2005 habían tenido 4.000 intervenciones, resolviendo el 88% de los problemas sin intervención del sistema judicial. En un país proclive al fraude, a la corrupción, al autoritarismo, a los golpes de estado y las tiranías, el trabajo pro bono en este tipo de organización es de naturaleza estructural, y ayuda para que haya una ciudadanía participativa. Es un trabajo que antecede a lo político, pues tiene el propósito de mejorar el funcionamiento general del país y su bienestar más básico. No es un trabajo de optimización sino de construcción desde la base misma. En lo relativo a la educación mencionaré dos ONG’s que han atraído especialmente mi atención: la Fundación Cimientos y la Fundación Leer. La Fundación Cimientos tiene por misión promover la igualdad de oportunidades educativas. A fines de 2007 tenía 3.465 estudiantes en el Programa Becas Escolares y 36.545 alumnos en 98 proyectos educativos y 2.167 docentes y directivos en el Programa de Apoyo a Escuelas. La Fundación Leer, creada en 1997, tiene por misión incentivar la lectura y la alfabetización de niños y jóvenes mediante programas continuos a través de redes comunitarias, escuelas públicas y privadas, escuelas rurales, bibliotecas y centros comunitarios, comedores, centros para discapacitados, entre otros ámbitos de acción. En un tercer apartado coloco a Fundación Compromiso, una fundación dedicada al apoyo de otras fundaciones y al establecimiento de EL ROL DE LOS ABOGADOS La participación de los despachos de abogados mediante el trabajo pro bono en beneficio de esas organizaciones no gubernamentales lleva la paz del derecho a situaciones graves y conflictivas que podrían terminar en abatimiento moral o agresión, interponiendo la esperanza en la ley y en la justicia como alternativa más apetecible que una borrachera o un navajazo, sin descartar la opción del alzamiento que al tiempo que escribo parece una posibilidad no alejada en el tiempo. 249 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS El trabajo pro bono no sólo beneficia a los destinatarios del esfuerzo, sino a todos los profesionales del despacho que lo realizan, pues pone en evidencia la dicha que tenemos quienes pertenecemos a él, y nos enseña que poseemos en nuestra mente tesoros de conocimiento y experiencia que pueden hacer dichosos a muchos otros. En nuestra ciudad, el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, una sociedad civil de derecho privado que reúne a los abogados que creen en la democracia republicana, con la colaboración de la Fundación Poder Ciudadano, distribuye entre sus asociados el trabajo pro bono. Nuestro Colegio tiene abierto un consultorio jurídico gratuito, atendido por socios voluntarios, que atiende a quienes no podrían contar con ese asesoramiento de otra manera. CONSIDERANDO que la falta de acceso a la justicia y de asistencia legal socava la confianza del público en las instituciones gubernamentales, en la justicia y en la democracia; CONSIDERANDO que la profesión legal tiene un rol privilegiado y está posicionada de manera única en materia de acceso a la justicia y tiene la responsabilidad, los medios y la oportunidad de promover un sistema legal justo y equitativo, así como el respeto por los derechos humanos y constitucionales en colaboración con el estado, el poder judicial y las organizaciones no gubernamentales; CONSIDERANDO que existen tradiciones a lo largo del continente americano y nuevos esfuerzos en varios países, incluyendo colaboración entre asociaciones o colegios de abogados, firmas de abogados privadas o de interés público, facultades de derecho, fundaciones, entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, para proveer soluciones a estas necesidades legales; CONSIDERANDO que un movimiento concertado a lo largo del continente americano para promover el acceso a la justicia a través del trabajo pro bono fortalecería el compromiso de la profesión legal con la democracia y el servicio público; NOSOTROS, los abajo firmantes, declaramos solemnemente nuestro compromiso con el trabajo pro bono, manifestando lo siguiente: Los abogados tienen la responsabilidad de prestar servicios legales pro bono. Esta responsabilidad se deriva de la función de la profesión en la sociedad, y de su compromiso implícito con un sistema legal justo y equitativo. Pro bono se deriva de la frase latina «pro bono público», que se refiere a acciones realizadas «por el bien público». Para los propósitos de esta Declaración, pro bono significa prestar servicios legales gratuitamente o sin la expectativa de recibir pago, y que benefician principalmente a personas o comunidades pobres o menos privilegiadas y a las organizaciones que los asisten. Éstos pueden incluir la representación y asesoría de personas, comunidades u organizaciones en temas de interés público, que de otra manera no las obtendrían de una manera efectiva, Además, los servicios legales pro bono también pueden beneficiar a instituciones INICIATIVA PANAMERICANA En esta línea, la Cyrus Vance Foundation, con la Bar Association de la Ciudad de Nueva York, creó en el año 2005 un comité de redacción integrado por abogados de los Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Brasil y Argentina. El grupo logró por consenso un texto al que llamó «Declaración Pro Bono de las Américas», que dice: DECLARACIÓN DE TRABAJO PRO BONO PARA EL CONTINENTE AMERICANO CONSIDERANDO que el acceso a la justicia, en todas sus modalidades, y a la asesoría legal son esenciales para las sociedades democráticas; CONSIDERANDO que los recursos estatales y los de las entidades no gubernamentales son insuficientes para atender a las necesidades legales básicas de personas pobres, en situación de vulnerabilidad social, o marginadas, las que con frecuencia quedan sin solución; CONSIDERANDO que, en consecuencia, no todos los miembros de la sociedad tienen un adecuado acceso a la justicia ni asistencia legal efectiva, y esto es especialmente cierto para personas o comunidades menos privilegiadas de la sociedad; 250 TRABAJO PRO BONO EN UN PAÍS EMERGENTE que establezca un régimen más favorable a la prestación de servicios legales pro bono. Esta Declaración entrará en vigencia el día 1 de enero de 2008. La declaración fue lanzada en la Primera Conferencia de las Américas organizada por la International Bar Association en la ciudad de México en marzo de 2008. cívicas, culturales y educativas que sirvan al interés público y que de otra manera tampoco obtendrían representación y asesoría efectiva. Los servicios legales pro bono deben ser prestados con la misma calidad profesional con que se prestan los servicios remunerados y en cumplimiento de las normas y estándares éticos aplicables. La efectiva prestación de servicios legales pro bono requiere de cooperación entre diversos actores de la comunidad legal, –incluyendo colegios de abogados, firmas de abogados, facultades de derecho, fundaciones, entidades gubernamentales y entidades no gubernamentales–. NOSOTROS, los abajo firmantes, en concordancia con nuestro respectivo rol dentro de la profesión legal, nos comprometemos a: Realizar acciones concretas tendentes a mejorar la representación y asesoría legal efectiva para personas o comunidades pobres, en situación de vulnerabilidad social, o marginadas; Potenciar un amplio y efectivo acceso a la justicia en todas sus modalidades y a la asistencia legal efectiva para las personas o comunidades que no lo tienen; Aportar anualmente un mínimo de 20 horas o tres días de servicios legales pro bono por abogado individual, o en promedio en caso de firmas, instituciones o grupos de abogados; Éste aporte mínimo se deberá alcanzar dentro del tercer aniversario de firmada esta Declaración; Fortalecer el compromiso de la profesión a la provisión y expansión de servicios legales pro bono enfatizando su importancia y su práctica en la educación legal; Apoyar la constitución, desarrollo y funcionamiento de organizaciones no gubernamentales dedicadas a la prestación de servicios legales en interés público; y Propugnar y promover entre los abogados el reconocimiento y la promoción de los servicios legales pro bono como parte integral de los estándares y obligaciones éticos de la profesión. Esta Declaración no pretende modificar o derogar ninguna legislación, resolución o código de ética existente en alguna jurisdicción, firma o institución NUBARRONES En la lucha por el amor al prójimo y su bienestar, las ONGs han tenido como principal enemigo al populismo autoritario. La filantropía fue vista como contraria al poder demagógico varias veces a lo largo de nuestra historia. Durante el gobierno del tirano restaurador Juan Manuel de Rosas que concluyó en 1853, se cercenaron las libertades públicas, dejó de reunirse la Sociedad de Beneficencia, y el autoproclamado Restaurador de las Leyes clausuró la Casa de Niños Expósitos y los Hospitales de Hombres y Mujeres. Al comienzo de la dictadura de 1945, el gobierno disolvió las sociedades de beneficencia y creó la mediática Fundación Eva Perón, que funcionaba por aportes voluntarios (no siempre espontáneos, ya que las empresas debían contribuir como requisito de funcionar) y obligatorios de los obreros. En este momento, las ONGs enfrentan una situación ríspida. Los populismos evitan la intermediación de las ONG con las carencias, que ellos no están interesados en evitar pues les sirven para consolidar el mando. El autócrata populista quiere adjudicar dádivas para ejercer el poder y conquistar adhesiones. Actualmente, se han hecho desaparecer 1.300.000 pobres tergiversando índices públicos e interrumpiendo la publicación de algunos para mejorar sus apariencias. Por ese camino se llegará rápidamente a concluir que la pobreza ha desaparecido y que poco o nada queda por hacer, por lo que las ONG son redundantes por tercera vez. Al mal tiempo buena cara. 251 FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ: DEL COMPROMISO PERSONAL AL COMPROMISO SOCIAL Isidro Villoria Martín ción de principios personales sobre los que se puede desarrollar cualquier tipo de acción. Los afectos son en gran medida los materiales que sustentan nuestra existencia. Sin ellos sería muy difícil tener la autoestima suficiente para vivir con dignidad. La compasión tiene un gran efecto movilizador sobre la propia voluntad. Cuando somos capaces de detectar necesidades, casi inconscientemente se nos despierta de forma innata el mecanismo de ayuda. Los excedentes de nuestros afectos, tiempo, cualidades, medios, etc., los ponemos al servicio del problema con la intención de aportar soluciones que mejoren las condiciones de vida del que más lo necesita. El efecto de este mecanismo acrecienta sin duda alguna la humanidad y la ternura tanto en el que da como en el que recibe. En el proceso evolutivo de cada persona, cuando se fusionan el compromiso y la sensibilidad, se suele identificar una idea que inconscientemente genera ilusión, imaginación y alternativas suficientes hasta que se puede visualizar por uno mismo y apreciar por los demás. La idea posiblemente sea uno de los conceptos más difíciles de definir. Pero de alguna manera podríamos decir que la idea es un canal por el que fluye nuestro pensamiento y a través del cual damos a conocer, por nuestra forma de actuar, parte de lo que somos y hacia dónde queremos ir. La idea es un concepto abstracto que al igual que el arte nos permite que afloren de forma visible para todos nuestros sueños e ilusiones. En la medida que somos capaces de expresar por medio de nuestras obras las ideas claras que podamos tener sobre la vida, lo que queremos para nosotros y lo que deseamos para los demás, se produce el I. ¿CÓMO NACE UN COMPROMISO? Posiblemente tengamos que retroceder a los primeros tiempos de la vida de cada uno para comprender el origen de nuestra identidad y la forma de ubicarla en el mundo. Somos fruto de nuestra propia historia y ese proceso evolutivo es algo individual e intransferible. Para lo bueno y para lo malo ese proceso es el configurador de nuestro ser y estar. Los afectos, la formación, las posibilidades sociales y los talentos personales se podrían considerar como los ingredientes básicos necesarios para llegar a identificar las sensibilidades personales, y a través de ese conocimiento interior sincronizar la manera de sentir con la manera de vivir. En cierto modo, somos un mezcla de lo que hemos recibido, del uso que hemos hecho de ese legado y de la manera de asimilarlo. En este sentido podemos introducir la filantropía como algo consustancial a nuestro ser, adscrita incluso al propio instinto de supervivencia. El ser humano, sin la ayuda de otros no podría sobrevivir. Progresar en la vida, y ser consciente de ello, es la primera premisa para intentar por todos los medios a nuestro alcance que los avances científicos y tecnológicos lleguen a todas las personas con el fin de que mejoren sus condiciones sociales, culturales y de salud para que puedan disfrutar de una mayor calidad de vida. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, se define esta condición como «la propensión natural de la persona a dejarse llevar de los afectos de compasión, humanidad y ternura. Esta definición del concepto puede ser o no una realidad en la vida de cada persona, una declara- 253 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS maravilloso efecto de ilusionar y hacer soñar a otros con una vida mejor. Este sentimiento es el motor que compromete la existencia y convierte la vida en el reto más apasionante que se puede tener. El amor al género humano es la definición de la palabra filantropía y a su vez el motivo por el cual hemos sido invitados a reflexionar sobre este concepto en homenaje a Rodrigo Uría, que, con su inteligencia fina y mente visionaria, supo dejar muchas señales para encontrar claves que permitan redefinir la cultura de la solidaridad avanzando con nitidez hacia la justicia social. Todo acto humano puede tener una fórmula jurídica de interpretarlo y, por lo tanto, la posibilidad de convertir en ley una redistribución equitativa de las necesidades y las oportunidades, haciendo de esta forma que la justicia sea el referente de la caridad y la solidaridad. Todas las grandes o pequeñas instituciones han nacido por la sensibilidad de alguien que, queriendo dar soluciones a necesidades humanas, ha puesto en marcha su potencionalidad personal, social y económica al servicio de una idea, en favor de las personas. En una primera fase, este tipo de sensibilidad, que fue el embrión de la Fundación, se puso de manifiesto en ayudar a organizaciones, financiando proyectos de atención a la infancia y otros colectivos. Durante muchos años, organizaciones de infancia, de presos, discapacitados físicos y mentales, ancianos y personas particulares encontraron el apoyo económico que manaba de esta sensibilidad hacia las necesidades humanas. De la capacidad financiera y de un concepto educativo inculcado desde la infancia, «ser agradecido con la vida cuando la vida es agradecida contigo», surgió la necesidad de acercarse a la realidad concreta de las personas, comprender su situación e intentar buscar soluciones. Este acercamiento a la realidad de necesidades sociales ha transformado la sensibilidad que, partiendo del concepto de caridad, fue evolucionando hacia la idea de solidaridad, y de aquí a la justicia social. En esta fase, no se trata solamente de ayudar, sino también de implicarse personal- mente en los proyectos, de sensibilizar a otros por medio de un ejemplo de responsabilidad con la apasionante tarea de conseguir entre todos un mundo mejor para las generaciones futuras. II. CRONOLOGÍA HISTÓRICA Con esta filosofía, se crea en 1994 la Fundación Vida y Esperanza como una plataforma que, en coherencia con su nombre, pretendía abrir una esperanza en la vida de muchas personas que por razones de salud o pobreza carecían de motivos para tenerla. Entre 1994 y 1995, desde sus orígenes, la fundación ha apostado por promocionar los derechos de la infancia y mejorar la calidad de vida de los niños y sus familias. Para ello, la fundación pone en marcha los primeros centros de acogimiento residencial para niños y niñas de cero a dieciocho años, con el objetivo de aportar una solución integral a familias desestructuradas. En 2003 creación de la Fundación Alicia Koplowitz y los programas médicos-científicos. En 2005 fusión del área médico-científica y la social en una única institución, la Fundación Alicia Koplowitz. 1. INFANCIA Y FAMILIA 1.1. Infancia Puesta en marcha desde su constitución en 1994. Dos hogares funcionales, donde se atienden de forma integral a 25 niños y niñas en edades comprendidas entre los cuatro y dieciocho años. – La procedencia de estos niños es de los servicios sociales de la red pública, y la situación jurídica es de guarda o tutela según los casos. Todos los acogidos sufren graves problemas de desestructuración familiar que tienen como consecuencia importantes carencias afectivas, sanitarias, educativas, sociales y culturales que impiden el adecuado desarrollo evolutivo de los niños. 254 FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ: DEL COMPROMISO PERSONAL AL COMPROMISO SOCIAL necesidades, y los servicios sociales son los depositarios de los recursos y, en gran medida, las soluciones a estos problemas pasan por una correcta coordinación entre estos dos conceptos. – El motor de cambio para trasformar las situaciones adversas que vive una familia en crisis es el propio niño, ya que es el catalizador de los afectos familiares y el promotor de los deseos de superación personal y social de los padres. En 1998 se firman los primeros acuerdos de colaboración con la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Asuntos Sociales. También se establecen acuerdos con las Universidades de Salamanca y de Comillas para la realización de prácticas en los Hogares. Estos convenios han supuesto un punto fuerte para la implantación de la Fundación en el sector social. Gracias a ellos, hemos podido enmarcar correctamente la actividad y tener referentes adecuados para realizarla. – La forma de trabajo se realiza mediante el establecimiento de un plan de acción diseñado de forma individual para cada uno de los acogidos y en coordinación con todos los servicios y recursos existentes en la red pública que sean necesarios para cada caso concreto. – La atención que recibe cada niño es individualizada e integral. Cada acogido tiene un proyecto concreto con objetivos a corto, medio y largo plazo para cada una de las áreas: salud, educación, psicología, integración social, etc. – La permanencia de los niños en los hogares ha de ser la menor posible, ya que el principal objetivo de la Fundación es la integración del niño con su familia. El período óptimo de actuación es el comprendido por un curso escolar, pero en muchos casos las estancias se alargan debido a la imposibilidad de recuperar al mismo tiempo a todo el núcleo familiar. – El seguimiento de todo el núcleo familiar de los niños cuando salen de la residencia se prolonga hasta que se consideran superados los factores de riesgo, y varían en intensidad y tiempo según los casos. 2. AYUDA A PROYECTOS DE OTRAS ORGANIZACIONES Se trata de impulsar necesidades de colectivos concretos con los que la Fundación se siente identificada y que otras organizaciones están realizando con proyectos que la Fundación considera de interés. El abanico de las ayudas puede ser variado. En este apartado la Fundación puede desarrollar un amplio objeto fundacional que puede abarcar desde la infancia hasta la tercera edad y permitir, por lo tanto, que la voluntad del patronato encuentre en el marco de los estatutos de la Fundación la posibilidad de realizar cualquier tipo de ayuda: hogares de madres presas con hijos; residencias de niños con parálisis cerebral; residencias de esquizofrénicos; residencias de enfermos de alzhéimer; residencias de tercera edad; programas de entretenimiento para niños hospitalizados; hogares para niños disminuidos psíquicos; ayudas individualizadas a personas con necesidades específicas; instituciones religiosas; promoción de derechos, etc. 1.2. Familia – El diagnóstico del problema es punto clave para la intervención. Se realiza mediante los informes técnicos de los servicios sociales y visitas y entrevistas a domicilio del departamento de trabajo social y del de psicología. – El plan de acción para la familia se realiza teniendo en cuenta las necesidades generales y las individuales de cada uno de los miembros constituyentes del núcleo familiar. – La adaptación de servicios y recursos a las necesidades concretas de cada familia supone para nuestra organización un reto continuo de coordinación entre las familias y los servicios sociales. Las familias tienen las 255 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS 4. Poner la esclerosis múltiple como concepto aglutinante de las diferentes asociaciones y fundaciones de este tipo de enfermos. 5. Despejar un camino de atención, investigación y promoción de la enfermedad de esclerosis múltiple para que los diferentes colectivos de esta enfermedad encuentren un camino de futuro más fácil y comprometido. En el año 2003, una vez finalizada la construcción del Centro, éste se dona a la Comunidad de Madrid, y está en funcionamiento desde el 2005, una vez finalizadas las obras de equipamiento, selección de personal, etc. 3. SE ABREN NUEVAS VÍAS DE ACTUACIÓN EN CONSONANCIA CON LAS NECESIDADES DEL MOMENTO En el año 2000 se firma un Convenio entre el Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad Autónoma de Madrid y la Fundación para la creación del Centro de Esclerosis Múltiple de la Comunidad «Alicia Koplowitz», en terrenos cedidos por la Comunidad para su construcción que se inicia en el año 2001. En este apartado es donde la Fundación realiza su «proyecto estrella». Este tipo de proyectos pretenden ser muy sensibles con las necesidades humanas y sociales del momento. No responde a un único patrón y pretende abrir nuevas vías de actuación en planteamiento de la intervención social. En este caso, el compromiso no se establece con ninguna persona en concreto ni con una organización en particular; se busca la promoción integral de la enfermedad desde el área científica, sanitaria y social. 5. LA NUEVA FUNDACIÓN El año 2005 es un momento importante en la historia de la Fundación: se da un paso más en su evolución y se fusionan todas las actividades, las científicas, las sanitarias, las de formación y las sociales, en una sola institución. Nace la Fundación Alicia Koplowitz. La fusión de todas las actividades en una sola organización supone la manifestación de un compromiso que es cada vez más claro y nítido. A la dimensión social se le añade la médico científica, para que los avances de nuestro tiempo en lo social, en el ejercicio de la medicina y en los avances científicos que permitan curar o frenar el avance de enfermedades neurodegenerativas sean cada vez mas eficaces y de carácter universal. La decisión de constituir la Fundación supuso la materialización física y jurídica de la idea solidaria y de la sensibilidad social de su fundadora. Esta fórmula de crear una institución dinamizadora de la solidaridad es, por lo tanto, el más firme elemento de estabilidad para la institución, que tendrá que ir creciendo y evolucionando tomándole el pulso a la vida de su tiempo para dar la mejor respuesta posible en cada momento. Consciente de las necesidades no abordadas con anterioridad, la Fundación pone en marcha un Programa de Ayudas a la Investigación, ampliando su área de actuación con la creación 4. CENTRO DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE «ALICIA KOPLOWITZ DE LA COMUNIDAD DE MADRID» La construcción de este centro de referencia para los enfermos de esclerosis múltiple ha supuesto una apuesta novedosa para la promoción y atención de la enfermedad, a la cual se pueden acoger todos los enfermos que la padezcan desde la institución pública (Consejería de Bienestar Social de la Comunidad de Madrid). La construcción de este centro ha supuesto las siguientes novedades: 1. Un compromiso con una enfermedad concreta y con las necesidades sociales que se derivan de su padecimiento. 2. Un sistema de acuerdos con las administraciones públicas que les obliga a la creación de una atención específica para esta enfermedad. 3. Una creación arquitectónica pensada y diseñada para este tipo de enfermos. 256 FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ: DEL COMPROMISO PERSONAL AL COMPROMISO SOCIAL de un programa de apoyo a la Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia. En el área de atención a la infancia se abren dos nuevos hogares de acogida, constituyéndose un nuevo Convenio con El Instituto Madrileño del Menor y la Familia. En el año 2007 se realiza la II Jornada Científica, y la edición del primer libro «Cuentos que cuentan» como concepto operativo en la práctica pedagógica, psicológica, sensibilizadora y participativa. Este proyecto ha servido para encontrar un nuevo sentido al clásico donativo: los participantes han donado parte de lo que son. No se ha tratado de sumar cantidades, se ha querido sumar ideas. La adopción de una idea infantil por parte de un adulto con el fin de convertir en reflexión compartida los procesos más elementales de vida. En este proyecto tuvimos la gran suerte de contar con la colaboración de Rodrigo. Adoptó la idea de una niña escribiendo sobre «el folio en blanco» y los acontecimientos lo han convertido en un auténtico documento de reflexión sobre la existencia. post-MIR con el objetivo de que en unos años exista en España un grupo importante de médicos (Becarios Alicia Koplowitz) con excelente formación en Psiquiatría Infanto-Juvenil. Con esto se conseguiría que, al prestar una asistencia especializada en etapas tempranas, muchos problemas de orden psicológico/psiquiátrico puedan resolverse cuando aparezcan en las primeras fases de desarrollo, de manera que no lleguen a desembocar en problemas médicos irreversibles en la edad adulta. En el año 2006, la Fundación celebra en Madrid, la Primera Jornada Científica y procede al nombramiento de un Comité Científico Asesor de la Fundación Alicia Koplowitz, con prestigiosos doctores del mundo científico. Con este fin, la Fundación concede anualmente cinco becas de ampliación de estudios para médicos especializados en Psiquiatría. Se han realizado programas de dos años de duración diseñados específicamente para los becados, desarrollados en los departamentos de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia de los siguientes centros de gran prestigio internacional: Imperial Collage, St. Mary’s Hospital, Londres; Columbia University, New Cork Presbyterian Hospital, New York University, Bellevue Hospital, King’s College, Maudsley Hospital, Institute of Psychiatry, Londres; University of Pittsburgh Medical Center (UPMC), Western Psychiatric Institute & Clinic (WPIC). Para facilitar la inserción profesional de los médicos psiquiatras que siguen este programa al finalizar su estancia en el extranjero, la Fundación les ofrece la posibilidad de incorporarse durante seis meses a los departamentos de Psiquiatría de centros con los que mantiene acuerdos de colaboración, entre otros: Hospital General Universitario Gregorio Marañón; Clínica Universitaria de Navarra y el Hospital Clínica de Barcelona. La Fundación desea ampliar en el futuro la red de centros e instituciones con las que colaborar en este programa. Estas becas cuentan con el aval de la Sociedad Española de Psiquiatría y de la Asociación Española de Psiquiatría 6. PROGRAMA DE APOYO A LA SALUD MENTAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA Este programa pretende mejorar la formación de los profesionales y contribuir al avance de la investigación en el campo de la Psiquiatría Infanto-Juvenil en España. La psiquiatría de la infancia y la adolescencia es una disciplina que aún no cuenta en nuestro país con la consideración de sub-especialidad médica, como sucede en la mayoría de los países del entorno. Se deriva de ello un déficit de especialistas en las patologías infanto-juveniles y también una menor sensibilidad social de la deseable hacia esas enfermedades. La Fundación aspira a hacerlas más visibles y contribuir a su adecuado tratamiento. 7. BECAS DE FORMACIÓN POST-MIR EN PSIQUIATRÍA INFANTO-JUVENIL Dentro del programa de apoyo a la Salud Mental, se han ofertado una becas de formación 257 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS za de valor incalculable para cada una de las organizaciones de este tipo, pero también supone la definición de un espacio común que dentro del sector social no está definido ni ocupado. La definición y ocupación de este espacio común de las organizaciones donantes supondría un paso importantísimo en la cultura de la acción social, ya que el sector mira el «mundo» desde la óptica de la recepción de fondos, y la relación que se establece con el donante es, en muchas ocasiones, meramente informativa y dependiente, lo cual implica una cultura pobre y de difícil evolución. Conocer y compartir es esencial para el desarrollo de una cultura del sector social que fortalezca a las instituciones y garantice buenos servicios para el usuario final. Queremos terminar con una reflexión de Rodrigo Uría como el punto final de nuestro trabajo. Se trata de la colaboración de Rodrigo Uría en el proyecto «Cuentos que cuentan», en el que él nos aportó una reflexión sobre un folio de dos caras, que es el título, y que es una síntesis de la esencia del hombre ante la vida: «¡Qué razón tiene Lorena! Nuestra vida no es otra cosa que un folio en blanco, dos caras, que vamos llenando de palabras a medida que vamos viviendo. Palabras que inscriben en el folio nuestros hechos, nuestras emociones, nuestras ideas, nuestras creencias. Palabras que van ocupando cada vez más superficie en nuestro folio-vida… En la primera cara del folio estarán las palabras portadoras de nuestro nacimiento (la primera inscripción), nuestra infancia y nuestra juventud. En la segunda, las que plasman nuestra madurez y vejez. La última palabra que quepa en la segunda cara de nuestro folio es definitiva, postrera: nuestra muerte. Deberíamos todos volver la vista atrás más a menudo y releer las palabras de nuestro folio para ver si hemos sabido ser decentes, generosos, compasivos. Si hemos sabido ser solidarios con tantas víctimas del hambre, de la pobreza, de la enfermedad, de la exclusión, de las guerras, de la intolerancia, de los fundamentalismos de todo signo. Nos conviene mucho mirar atrás cuando todavía hay espacio blanco en Infanto Juvenil (AEPIJ). El proceso de selección entre los aspirantes está a cargo de un comité de expertos independientes de la Fundación. III. LA FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ APUESTA POR LA SUMA DE SINERGIAS Y LA CREACIÓN DE CLAVES PARA UNA CULTURA NUEVA DE SOLIDARIDAD La complejidad de las necesidades humanas de nuestros días requiere actuaciones coordinadas por parte de las administraciones públicas, las organizaciones filantrópicas, las empresas y la sociedad civil que tanta fuerza ha tomado en los últimos años a través del voluntariado. La mayoría de las fundaciones, donantes o no, receptoras de fondos y especialmente las de carácter personal, como es el caso de la Fundación Alicia Koplowitz, se encuentran ante el reto de tener que especializar su actividad y profundizar en la tarea que emana de su misión para no perderse en el inmenso mar de las necesidades presentes. Sin embargo, la filosofía de la Fundación nos lleva a buscar sinergias con organizaciones afines y a identificar puntos comunes que permitan aumentar la dimensión de ayuda a los colectivos más desfavorecidos. Nuestro marco de actuación encuentra su referencia en la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia, y, cuantos más compañeros de viaje encontremos en este recorrido, más posibilidades tendremos todos de experimentar el ejercicio de la justicia. Esta posición la resumimos en la Fundación bajo el lema «no estamos solos, sabemos lo que queremos». Queremos mejorar la calidad de vida de la infancia y adolescencia, y deseamos que cada vez seamos más los implicados en este empeño. La posibilidad de que las fundaciones donantes o no receptoras de fondos se conozcan, sepan lo que hace cada una, se identifiquen necesidades comunes, supone una rique- 258 FUNDACIÓN ALICIA KOPLOWITZ: DEL COMPROMISO PERSONAL AL COMPROMISO SOCIAL hayamos hecho daño o a los que, simplemente, hayamos despreciado u olvidado a lo largo de nuestra vida un folio, dos caras». nuestro folio y podemos remediar nuestras miserias, nuestros egoísmos y escribir en el folio nuevas palabras de amor y solidaridad. Y pedir perdón a los que 259 LAS GRANDES EMPRESAS Y CAJAS DE AHORROS ANTE LOS RETOS DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL Francisco Abad Jiménez enfoque y significado ha evolucionado tanto que hoy incluso ha cambiado el término. Entonces las cajas de ahorros llevaban muchos años de obra social, basada en el llamado dividendo social, sólo relacionado con su actividad financiera en que se nutría de una parte del beneficio obtenido. Era acción social después de impuestos, por lo que no incorporaba actuaciones tan importantes como el empleo de personas con dificultades especiales de acceso al mercado laboral, la accesibilidad de oficinas o páginas web, la colaboración con clientes o las actividades basadas en el capital humano y el talento de sus equipos. Todas ellas empiezan a ser más habituales. También era habitual que los empresarios ayudaran a proyectos sociales, en este caso por caridad o filantropía (amor al género humano, según la Real Academia Española) y como parte de sus cuentas de gastos. En ambos casos con muy buenas intenciones, pero hoy parece que las buenas intenciones no son el único criterio a considerar. La mayor parte del sector empresarial ya comparte que, entre sus muchas posibilidades de actuación, hay que potenciar las que mejor integran el ángulo empresarial y el social, el económico y el humano a la vez. Así lo demuestran los análisis que realizamos desde 1995. Hay ejemplos muy claros y simbólicos en las cajas más innovadoras, aquéllas en las que la actividad financiera y la obra social interactúan y se potencian inteligentemente. También en ámbitos como el del empleo de personas inmigrantes en empresas de hostelería y restauración, donde los EMPRESA Y SOCIEDAD La Fundación Empresa y Sociedad (www.empresaysociedad.org) promueve que las principales empresas y cajas de ahorros sean activas en la integración de personas desfavorecidas (inmigrantes, mayores, personas con discapacidad, jóvenes en riesgo...). No desde un ángulo exclusivamente filantrópico, sino teniendo en cuenta que se trata de retos estratégicos para el sector empresarial. Su trabajo se desarrolla en la doble dimensión de inspirar y facilitar actuaciones de empresas y cajas de ahorros que ayuden a mejorar simultáneamente la cohesión social y su competitividad empresarial. Para ello se basa en el conocimiento y el análisis comparativo de más de 200 de las principales empresas y cajas de ahorros que operan en España, enfocado desde una perspectiva práctica. Empresa y Sociedad está formada hoy por 120 empresas y cajas de ahorros comprometidas a mejorar la integración social individualmente, en grupo y en el sector empresarial en su conjunto. Se financia con recursos privados, principalmente con las «cuotas» que pagan sus Socios, que se traducen en servicios para recibir apoyo estratégico. Se constituyó en junio de 1995. Rodrigo Uría fue miembro de su Patronato al principio de la Fundación y se reincorporó en 2005. 1. UN CONCEPTO Y UNA TERMINOLOGÍA EN EVOLUCIÓN Cuando empezamos en 1995 nuestro ámbito de trabajo se conocía como «acción social». Pero su 261 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS casos de más éxito empresarial son los que están apoyados por los mejores programas de acogida e integración. O los programas educativos en escuelas públicas de barrios multiculturales con dificultades de integración, liderados por directivos de bancos, cajas o firmas de servicios profesionales, donde los más consolidados son los que forman parte de las políticas más innovadoras en gestión de personas. Precisamente son éstos los que intentamos promover porque son los que sobreviven a momentos de menor bonanza económica, dado que se plantean desde las líneas de negocio, no desde un área marginal dedicada sólo a gestionar un presupuesto de donaciones, con objetivos y resultados tanto empresariales como en la sociedad. Por otro lado, el término «acción social» ha generado algunas confusiones, en el sentido de que también es social el arte, la cultura, el ocio o la conservación del patrimonio. Por eso en Empresa y Sociedad ya no hablamos de acción social, sino de actuaciones empresariales que ayudan a mejorar la integración en la sociedad de personas desfavorecidas. También hay confusión entre acción social y responsabilidad social de las empresas. Nuestro ámbito de trabajo sólo es una parte de lo que se entiende por empresa responsable, que no es más que una evolución del concepto de empresa que creemos que en algún momento estará tan asumido que perderá el adjetivo. pleja y cambiante que nunca. Por ejemplo, a España llega un gran número de nuevos residentes marroquíes, latinoamericanos y de países del este. Ello la convierte en una sociedad más multicultural que en ningún otro momento de su historia. Por ejemplo, más del 80% del empleo creado en Madrid durante 2007 fue cubierto por nuevos residentes. Por eso creemos que las empresas abordarán retos como la inmigración, el envejecimiento, la dependencia, la educación o los barrios multiculturales con dificultades de integración desde la doble perspectiva empresarial y social, que hoy todavía muchos consideran ámbitos separados. No se hablará de solidaridad empresarial, de voluntariado ni de devolver recursos a la sociedad, que transmiten unidireccionalidad y buena voluntad. Algo que está muy bien pero que no es suficiente. Se hará de actuaciones que producen a la vez un impacto positivo en la sociedad y en la empresa, que será difícil de separar desde uno y otro punto de vista. Porque la cohesión social favorece el desarrollo empresarial y el desarrollo empresarial favorece la cohesión social. Las empresas tienen que tomar la iniciativa para aumentar oportunidades, aptitudes y mercados. Ya no sirve trabajar como hace unos años, porque equivale a retroceder. Además, numerosas experiencias demuestran que el mundo empresarial va en cabeza de la sociedad en aspectos prácticos. Porque aporta una concentración rigurosa en conseguir resultados. Más que ningún otro agente social. Y éste es uno de los principales activos de la sociedad en la mayor parte de los procesos de cambio. Siempre está intentando actuar y responder a preguntas sobre qué está haciendo bien o mal, cómo mejorar, cómo crecer, cómo trabajar en equipo o cómo aprovechar sinergias. 2. EL SECTOR EMPRESARIAL ANTE LOS RETOS SOCIALES La realidad social evoluciona tan deprisa como el más cambiante de los sectores de actividad económica. Un desafío permanente de cambio e innovación para las empresas y cajas, porque participar activamente en las nuevas realidades y cambios sociales ayuda a vislumbrar y anticiparse al futuro. La globalización afecta profundamente a las comunidades, sociedades y oportunidades. Somos una sociedad mucho más variada, com- 3. EN CLAVE DE PERSONAS Nos encontramos ante un fenómeno que tiene que ver principalmente con las personas como 262 LAS GRANDES EMPRESAS Y CAJAS DE AHORROS ANTE LOS RETOS DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL beneficiarias, especialmente las menos favorecidas, y con la atracción, desarrollo y retención del talento de las personas que trabajan en las empresas. Por eso creemos que los Directores de Gestión de Personas, como responsables del principal activo de cualquier empresa, están llamados a jugar un papel importante como impulsores de esta estrategia de cambio. Porque depende de personas, culturas, demografía, educación y empleo, del perfil de los jóvenes que acceden al mercado de trabajo, de la diversidad que está generando la inmigración o del envejecimiento de la población. Y requiere un enfoque a medio plazo que no siempre existe en otras áreas de la empresa. Son muy importantes las actuaciones relacionadas con personas con dificultades de acceso al mercado laboral. Inmigrantes, desempleados, personas con discapacidad o jóvenes de barrios poco desarrollados. En términos simplemente de igualdad de oportunidades, ni siquiera de discriminación positiva. Hay candidatos formados o con potencial también en estos grupos. Y, si acceden a una oportunidad, su motivación es muy superior a la media. Incluyendo todo lo relacionado con el cumplimiento de la cuota de reserva del 2% de la plantilla para personas con discapacidad regulado por la LISMI, donde las medidas alternativas al empleo directo deberían ser realmente alternativas y transitorias. No es sencillo encontrar buenos candidatos con discapacidad, pero conocemos numerosos casos de empresas de todo tipo que se lo han propuesto activamente y han conseguido muy buenos resultados. Hay otro tipo de actuaciones, menos conocidas pero que hoy están situadas en la vanguardia de los proyectos de integración. Son las relacionadas con la puesta a disposición de las habilidades y recursos de sus equipos profesionales para impulsar actuaciones en proyectos educativos, de empleo, ocio o tiempo libre en comunidades que tienen menos oportunidades. Por ejemplo, en colegios y asociaciones de barrios con dificultades, donde está empezando a haber sistemas de tutorías a alumnos, profesores y gestores de entidades que producirán resultados a medio plazo, como reducción del absentismo y del fracaso escolar, mejora de la convivencia intercultural e intergeneracional, aumento del empleo y mejora del desarrollo socioeconómico. La clave para su crecimiento a largo plazo es que incorporen un planteamiento empresarial, en este caso desde el área de Gestión de Personas. En el sentido de que deberían ayudar a conseguir algunos de los objetivos de su cuadro de mando, tales como mejorar el compromiso, la formación en conocimiento de entorno o en el desarrollo de nuevas habilidades, la comunicación interna o la atracción de candidatos, o reducir la rotación. 4. LÍNEAS DE TRABAJO La Fundación está formada por empresas y cajas comprometidas a mejorar. Cuando empezamos en 1995 a pedir compromiso podía parecer una apuesta arriesgada, pero hoy hay una Comisión de nuestro Comité Ejecutivo que evalúa el progreso anual de todos y cada uno de los Socios y anima al que no esté avanzando. Por eso la primera línea de trabajo de la Fundación es ayudar a que mejoren individualmente sus Socios, porque son empresas y cajas que quieren ser referencia en integración igual que lo son en otros temas para el mundo empresarial y para la sociedad en general. Para ello nos basamos en el análisis permanente de las actuaciones de más de 200 empresas y cajas, que estudiamos en términos comparativos para que sean base de inspiración en ideas, datos, métricas o resultados. Impulsamos las actuaciones del sector empresarial intentando facilitar al máximo que las empresas usen sus herramientas habituales, como análisis comparativos, métricas o indicadores relacionados directamente con el cuadro de mando que utiliza su equipo directivo. Pero también ayudamos a que sepan qué responder cuando les pregunten qué están haciendo ante los principales retos sociales de los entornos donde 263 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS operan. Para ello es necesario contar con un discurso práctico, ilustrado con actuaciones y métricas que respondan de una sola vez a ambos tipos de preguntas. Hemos puesto en marcha un Sistema de Análisis Comparativo, que usamos internamente para inspirar y evaluar sus avances, para seleccionar casos simbólicos o para ayudar a los jurados de nuestros premios a la hora de elegir a los mejores. La segunda es fomentar el trabajo en equipo entre los Socios. Hemos creado tres grupos de trabajo con los Socios especialmente interesados en marcar camino en Discapacidad (empezó en 2005), Actuaciones basadas en el Capital Humano (en 2006) e Inmigración (en 2007). El hecho de trabajar en equipo, compartir conocimiento, aprovechar sinergias y economías de escala nos permite enfocar un plan a medio plazo que ya está consiguiendo resultados concretos como los comentados sobre discapacidad, como ocurre siempre que cualquier empresa o asociación empresarial empieza por establecer objetivos y formas para conseguirlos. La tercera es ayudar a que la inspiración que pueda generar nuestro conocimiento llegue al sector empresarial en general. Para ello editamos publicaciones con los resultados de nuestros análisis, articulados para responder a tres preguntas: ¿Qué hacen las empresas y cajas de referencia en cada tema, qué tipología de actuaciones y con qué datos y resultados? ¿Cómo lo comunican en su documentación y mensajes corporativos y cómo lo reflejan los medios de comunicación? Y ¿cómo lo perciben los expertos y los ciudadanos? También organizamos los Premios Empresa y Sociedad, este año en su séptima edición, donde el jurado está formado por expertos, personalidades e instituciones de interés para el crecimiento del mensaje. Además, mantenemos una selectiva pero amplia colaboración con grupos de debate, centros de formación y medios de comunicación. Por último, estamos impulsando actividades que influyan en personalidades, instituciones, políticas y agentes sociales, como las propuestas sobre discapacidad y sobre inmigración que presentamos a los responsables de elaborar los últimos programas electorales o las habituales colaboraciones con foros de debate y medios de comunicación. El modelo de Empresa y Sociedad se puede esquematizar diciendo que tenemos un modelo «in». Trabajamos en integración a través de la inspiración y la innovación, ayudando a impulsar actuaciones y teniendo en cuenta que lo realmente importante es el impacto conseguido a medio plazo. 5. LOGROS E HITOS La Fundación tiene una cierta obsesión por medir, porque la única forma de convencer objetivamente es consiguiendo y cuantificando resultados. Pero la medición es compleja. Por ejemplo, pasamos de 50 a 120 Socios entre 2004 y 2006, con los que ahora estamos trabajando para que mejoren individualmente y en equipo. Es un buen número para incidir en la calidad, aunque este año 2008 nos hemos propuesto incorporar a algunas empresas y cajas que enriquecerían el proyecto. Nos financiamos íntegramente con recursos privados, lo que nos permite actuar con independencia cuando, como ha ocurrido este año, presentamos propuestas a los partidos políticos o a las Administraciones públicas sobre la discapacidad o la inmigración. Así fue también cuando presentamos propuestas para adaptar la Ley de Fundaciones e Incentivos Fiscales para los recursos que las empresas dedican a actividades de interés general hace ya cinco años, que se recogieron íntegramente en la reforma correspondiente. Cuando empezamos en 1995 no había ni información estructurada ni herramientas de gestión en este área como las que son habituales en cualquier otra de la gestión empresarial. Desde entonces hemos ido consolidando la edición de publicaciones con carácter anual, que resumen nuestras investigaciones y aportan ideas 264 LAS GRANDES EMPRESAS Y CAJAS DE AHORROS ANTE LOS RETOS DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL Todo ello creemos que depende de que el mensaje sobre nuestro enfoque llegue al primer nivel de las empresas, a los que tienen la responsabilidad de construir una empresa con perspectiva de medio plazo. Ellos son los que entienden mejor que su empresa no puede permanecer con los brazos cruzados para mejorar la integración de los 4,5 millones actuales de personas inmigrantes que tenemos en España, que representan ya el 80% del nuevo empleo creado el año pasado en ciudades como la de Madrid o el 90% en Barcelona. Ambos crecientes según dicen los expertos, porque seguiremos necesitando inmigración laboral incluso aunque haya crisis económica debido a que nuestra demografía no permite que la economía siga creciendo con el número de jóvenes que acceden cada año al mercado de trabajo, que durante unos años será cada vez menor. O ante los 3,5 millones de personas con discapacidad, muchos de ellos mayores o dependientes. Otro número creciente porque nuestra población envejece y ello genera riesgo de exclusión. O ante los posibles problemas de convivencia en barrios deprimidos, donde hay que tomar la iniciativa porque es ahí donde está la clave para una convivencia que permita el nivel de crecimiento y bienestar futuro al que todos aspiramos, empezando por la educación de los más jóvenes en sus colegios. Hoy buena parte del cambio está en manos de directivos que no siempre están en la línea de negocio o que, si lo están, trabajan con unos objetivos tan a corto plazo que no les permiten otear el horizonte o se limitan a gestionar un presupuesto de donaciones y gastos similares. Con ellos tratamos habitualmente en el día a día de Empresa y Sociedad, pero la llave del cambio la tienen sus primeros ejecutivos, que son los nuestros porque también son miembros de nuestro Comité Ejecutivo. Ellos nos insisten continuamente en que tenemos que ayudarles a que se anticipen a una realidad social que cambia aceleradamente. I+D+i social. Con una tensión que no debería ser menor a la de cambio en tecnologías audiovisuales, de la información, de la comunicación o de la seguridad informática. Parece que vamos empezando. para mejorar, y con herramientas como el Sistema de Análisis Comparativo. Contamos con datos agregados, como el empleo de personas con discapacidad o de inmigrantes, creado por nuestros Socios, el número de profesionales que actúan como tutores de chavales con dificultades o de emprendedores sociales. Pero hay otros muchos por sectores y tipos de actuación, como el número de personas con discapacidad que acceden a servicios de banca electrónica o a seguros privados de salud, algo que no existía hace apenas un par de años. Por último, no es fácil medir el efecto que tiene nuestro discurso y los casos que ayudamos a divulgar en foros empresariales entre empresas que no son Socias de la Fundación. Tampoco el que tienen los informes que editamos y distribuimos a través de nuestra web ni el que tiene nuestra creciente actividad de relaciones institucionales. Ninguno de ellos se deben cien por cien a la Fundación. 6. RETOS Y DESAFÍOS Tenemos que ayudar a responder a los principales retos que afectan simultáneamente a la competitividad de las empresas y a la cohesión social. Se trata de que podamos explicar con claridad qué resultados están consiguiendo las principales empresas ante los principales problemas de las comunidades que tienen menos oportunidades. La inspiración para cada empresa es diferente. Para algunas se trata de motivar, comprometer o formar a su gente en habilidades específicas. Para otras, de facilitar la integración de personas con dificultades en sus equipos. Para otras, de contar con productos y servicios asequibles para todos. La clave es identificar qué es lo que puede aportar y recibir cada empresa. Ello requiere reflexionar a fondo sobre cómo la empresa hace negocios, sobre cómo afecta a las comunidades y a la sociedad que la rodea. Y, sobre todo, se trata de ser prácticos, tomar la iniciativa, hacer que pasen cosas, que es lo que el mundo empresarial sabe hacer mejor que nadie. 265 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Hemos visto desde la primera fila transformaciones de empresas y cajas con nombres y apellidos en cuanto su primer nivel ha entendido el enfoque y su equipo ha pasado de ser un fin en sí mismo a coordinar la introducción y el impulso de las actuaciones de los distintos directivos de primera línea, principalmente de áreas como Gestión de Personas, Clientes, Comunicación o Relaciones Institucionales. Creemos que el perfil del directivo responsable de acción social o de RSC evolucionará en este sentido. Hoy predomina el que trabaja de forma autónoma, dependiendo de la dirección pero sin apenas relación directa con las líneas de negocio. A pesar de que no tiene sentido que haya acción social o RSC en una empresa si no la hay en todas y cada una de sus áreas de negocio. El tiempo irá poniendo en su sitio los conceptos, actuaciones y perfiles profesionales de los responsables. Para ello son especialmente importantes los momentos de incertidumbre económica como éste, en los que las empresas y cajas suelen abandonar todo aquello que nos les ayude con vistas a su futuro desarrollo y eliminan lo que no esté bien planteado. Una especie de poda para volver a empezar. Según este mensaje vaya calando en las empresas, algo que nos parece tan lógico que es ni más ni menos que cuestión de tiempo, Empresa y Sociedad se irá difuminando. Es bueno recordar de vez en cuando que nacimos con la vocación de desaparecer. 266 LAS GRANDES EMPRESAS Y CAJAS DE AHORROS ANTE LOS RETOS DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL Anexo ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO LA ACTIVIDAD DEL SECTOR EMPRESARIAL? Evolución de indicadores plurianuales (basados en estudios y análisis realizados por Empresa y Sociedad) Actuaciones (Datos del Informe Anual del Observatorio, 6 ediciones desde 2002) – Recopilamos información por primera vez en 2002. La información de los 87 casos era simplemente descriptiva. El 64% manifestó que trabajaba sin un plan predeterminado. – El 68% de las 91 participantes en 2003 tenía un planteamiento asistencial. Entre las actuaciones descritas, el 44% eran de financiación. – En 2007 recopilamos 134 casos. El 24% de sus actuaciones se podían considerar estratégicas. Entre ellas, el 51% eran de producto, el 16% de empleo y el 5% de financiación. Comunicación (Datos de los análisis comparativos de informes anuales, 4 ediciones desde 2002) – Las actuaciones predominantes en los Informes Anuales 2002 de las grandes empresas y cajas eran de financiación. – En los Informes Anuales 2006, el 35% eran de productos y servicios, de los que el 41% tenían un perfil estratégico. (Datos de análisis anuales del tratamiento en prensa, 4 ediciones desde 2004) – El número de noticias publicadas en prensa escrita se ha multiplicado por siete desde 2004. En 2007 fueron 4.508. – Se concentran en diarios regionales (64%) y en prensa de información económica (27%). Percepción (Datos de estudios de percepción, 7 ediciones desde 2001) – Junto a la obra social de las cajas, los programas mejor percibidos son de empleo. (Datos de informes de opinión ciudadana, varias ediciones desde 1997) – Según los ciudadanos, las empresas ocupan hoy la tercera posición como responsables de asumir los temas sociales, por detrás de las Administraciones públicas y los ciudadanos. En el año 2000 ocupaban la sexta. – El grupo prioritario al que debían dirigir sus recursos las empresas son las personas con discapacidad para el 42% de los ciudadanos. Era la infancia para el 61% de los ciudadanos entre 1999 y 2001. – El número de ciudadanos capaces de mencionar espontáneamente nombres de empresas y cajas con actuaciones concretas relacionadas con la integración social ha pasado del 4% en 2003 al 36% en 2007. 267 LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA: UNA APUESTA CONTRA LA EXCLUSIÓN FINANCIERA Manuel Méndez del Río proporcionales respecto a la población mundial total y aunque en muchos países está disminuyendo también la pobreza relativa, no sucede lo mismo en términos absolutos: pese a las diferencias que presentan las distintas metodologías métricas utilizadas, parece innegable que la suma de la lentitud con la que el crecimiento económico beneficia a las personas pobres y del efecto del crecimiento demográfico, hace aumentar cada año el número de pobres. El panorama, en ese sentido, es desolador. Tomando como media el ingreso diario por persona, del total de 6.500 millones de personas en que se estimaba la población mundial en 2005, 1.100 millones ingresaban menos de 1 dólar por día (situación de máxima indigencia) y 2.800 menos de dos dólares (nivel que se suele tomar como referente de la pobreza extrema, porque por debajo de ese ingreso no es posible satisfacer mínimamente las necesidades básicas). A esta población incuestionablemente pobre hay que añadir la cifra de 1.200 millones de personas adicionales que ingresaban entre 2 y 9 dólares diarios, lo que –dependiendo de la zona de residencia– supone niveles también de pobreza o, cuando menos, de muy duras condiciones de vida. En total, no menos de 4.000 millones de personas con recursos insuficientes para lo que se entiende como una vida digna.3 1. POBREZA Y EXCLUSIÓN FINANCIERA Por encima de los vaivenes coyunturales, la humanidad ha atravesado a lo largo del último siglo por una fase de crecimiento económico de amplitud e intensidad sin precedentes en la historia. Algo que ha permitido una mejora también sin precedentes para amplios sectores de la población. Y todo ello en un contexto crecientemente globalizado, que posibilita –y fuerza– una interrelación acelerada entre todas las regiones del planeta. Sin embargo, este crecimiento cada vez más global no ha reducido las desigualdades. Todo lo contrario: la brecha entre los países más ricos y los más pobres se ha más que duplicado en los últimos cuarenta años. Según los datos de Naciones Unidas, el cociente entre la renta por persona de la quinta parte más rica y la quinta parte más pobre de la población mundial ha pasado de 30 en 1960 a 80 en el 2000.1 La perspectiva de más largo plazo confirma la evidencia: de acuerdo con los trabajos del profesor Angus Maddison, la renta por persona de los diez países más ricos del mundo superaba a la de los diez más pobres en seis veces en 1870, pero en 42 veces en el 2002.2 No es mucho más alentadora la situación de la pobreza. Aunque se ha reducido en términos 1 PNUD, Informe sobre el Desarrollo Humano, 2002, Mundi Prensa, Madrid, 2002 2 A. Maddison, La economía mundial. Una perspectiva planetaria, OCDE, París, 2002. 3 Banco Mundial, Informe sobre el desarrollo mundial, 2005, Mundi Prensa, Madrid, 2006. Desde una metodología diferente, llega a resultados parecidos (4.000 millones de perso- 269 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ponibles, lo que deja a la unidad familiar en una situación económica mucho más problemática, al perder parte de –si no todas– sus fuentes de ingresos. En definitiva, una paradoja más de la pobreza: los pobres acaban pagando por los servicios financieros, como por muchos otros productos, precios mucho más elevados que las personas con mayores recursos. La pobreza cuesta. Y mucho más cuanto más imperfecto es el mercado, en cuanto que esa imperfección facilita las condiciones para que proliferen los agentes que obtienen rentas extraordinarias de ese coste. Se trata, sin duda, de una realidad de enorme complejidad, con hondas raíces, con múltiples vertientes y con numerosas implicaciones de evidente gravedad, tanto por las propias consecuencias que la pobreza y la desigualdad comportan para la calidad de vida de las personas afectadas como en términos éticos, sociales, políticos e incluso económicos: porque esa inmensa pobreza constituye en sí misma un inmenso lastre para la capacidad de crecimiento y de desarrollo del mundo. Pero sin olvidar esa complejidad, merece la pena reparar en un factor que, siendo una más de las muchas consecuencias de la pobreza, se convierte en uno de los obstáculos más generalizados y difíciles para superarla, tanto en el ámbito individual como en el social. Una barrera decisiva frente a los esfuerzos por mejorar las condiciones de vida: lo que se ha dado en llamar la exclusión financiera. Es decir, la imposibilidad –o muy alta dificultad– que, en general, las personas pobres tienen para acceder a los productos y servicios del sector financiero, y muy especialmente en los países pobres o en desarrollo. La exclusión financiera es reflejo pero también causa de una exclusión radical, que condena a los pobres a la perpetuación en la pobreza y que muy habitualmente, para sobrevivir, les obliga a recurrir a la usura. Una situación que constituye el día a día de muchísimas personas del mundo en desarrollo y que puede suponer –por poner un ejemplo de situaciones no demasiado extremas de determinados países de América Latina– tipos de interés del 10% diario. Tasas que no hacen sino condenar a las personas pobres que se ven obligadas a recurrir a este canal a una pobreza cada vez más severa y a una dependencia estructural: generando incluso situaciones de muy alto riesgo físico si el prestatario se enfrenta a dificultades para devolver el préstamo en las condiciones fijadas por el prestamista. Algo que, al margen de las seguras represalias, suele obligar a la venta de parte de los escasos activos dis- 2. UNA RESPUESTA A LA EXCLUSIÓN FINANCIERA: LA REVOLUCIÓN MICROFINANCIERA Y SUS DESAFÍOS Es precisamente la necesidad de superar esa barrera básica para escapar de la pobreza que es la exclusión financiera la finalidad fundamental que está en la base del surgimiento de lo que se ha denominado «microfinanzas». Un concepto que hace referencia a la prestación de productos financieros de todo tipo (y volúmenes reducidos) a personas de bajos ingresos –y habitualmente fuera de los circuitos de la economía formal– que no tienen acceso a los servicios bancarios tradicionales. Dentro de la pluralidad de productos que las microfinanzas pueden ofertar, los que, sin duda, han experimentado mayor desarrollo y conseguido mayor popularidad son los denominados «microcréditos»: en su acepción más canónica, créditos de muy pequeña cuantía para financiar la puesta en marcha de pequeñas iniciativas productivas (puestos de venta, servicios de reparaciones, pequeñas iniciativas agrarias, etc.) por personas de recursos escasos, normalmente fuera de la economía formal, sin empleo ni garantías ni posibilidad de aval alguno. Pero la actividad microfinanciera puede incluir todo tipo de productos y servicios financieros: préstamos para otras finalidades, cuentas corrientes y de ahorro, seguros, remesas, transfe- nas de bajos ingresos) S. L. Hart, The Capitalism at the Crossroads, Wharton School Publishing, 2005. 270 LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA: UNA APUESTA CONTRA LA EXCLUSIÓN FINANCIERA rencias, etc. Siempre de cuantías muy reducidas (aunque esto no es lo determinante) y para personas pobres. No debe olvidarse, a este respecto, la importancia también crucial que tienen para los pobres los instrumentos para facilitar su ahorro: son vitales para disminuir su vulnerabilidad frente a incidentes externos, para ayudarles a establecer una cobertura frente a las variaciones estacionales de sus ingresos y para posibilitarles desarrollar una planificación de los ingresos y gastos familiares en el tiempo. Aunque con numerosos precedentes más o menos próximos, se trata de una actividad que, en su formulación actual, se empieza a desarrollar en los primeros años de la década de 1970 en diferentes áreas del mundo subdesarrollado: en países en los que la población vive y trabaja fuera de la cobertura y de la protección de los marcos legales y en los que gran parte de la población económicamente activa tiene que buscar vías de generación de ingresos a través de actividades de dimensión minúscula y casi siempre de carácter individual o familiar –«microempresas»–, que constituyen el tejido informal de la economía y la base de supervivencia para sectores muy amplios –muchas veces ampliamente mayoritarios– de la población. Es obligado recordar en este surgimiento la ingente y precursora labor del profesor Muhammad Yunus en Bangla Desh, pero la actividad microfinanciera moderna surge casi en paralelo en diferentes regiones: muy especialmente, en el Sudeste de Asia y en zonas de América Latina. En todas ellas, para facilitar el acceso a recursos financieros necesarios para hacer frente a las labores agrarias o, sobre todo, para poder encontrar alternativas frente a la falta de empleo y oportunidades de sectores mayoritarios y crecientes de la población. Iniciativas, por otra parte, que en no pocos casos surgen ante la constatación del fracaso prácticamente general de los programas de crédito subsidiado que se habían puesto en marcha en muchas zonas del mundo pobre en los años 50 y 60 del siglo pasado para impulsar el desarrollo, casi siempre canalizados por instituciones públicas nacionales y frecuentemente apoyados por agencias multilaterales. Un fracaso en buena medida derivado de la propia concepción subvencionadora de este tipo de estrategias: insustituibles, desde luego, en determinadas circunstancias, pero con fuertes limitaciones para fomentar la capacidad productiva y la iniciativa emprendedora individuales. En este fracaso debe verse el origen de la idea que está en la base de las microfinanzas: la necesidad de encontrar una alternativa autosostenible frente a la estrategia de la subvención. Es decir, la necesidad de encontrar una vía comercial –capaz de generar recursos suficientes para autofinanciarse– para la provisión de servicios financieros a los pobres. La idea, en definitiva, de utilizar los instrumentos del mercado para luchar contra la pobreza: desarrollar toda la potencialidad que el mercado puede tener como mecanismo de autoayuda para las personas pobres capaces de identificar e implementar una actividad económica sostenible. Una idea que resultaba peregrina para muchos (casi siempre, por prejuicios ideológicos), pero que se ha revelado brillante y poderosa; que ha demostrado su viabilidad y que ha constituido una verdadera revolución en la filosofía de la lucha contra la pobreza: la «revolución microfinanciera». Una revolución basada en un descubrimiento ciertamente revolucionario –que los pobres pueden ser buenos clientes del sector financiero– y que ha abierto la posibilidad de lo que algunos han llamado «la democratización financiera».4 En este sentido, las microfinanzas han evidenciado su capacidad para ayudar a la población más desfavorecida a desarrollar una actividad económica viable y a aumentar sus ingresos, potenciando así sus expectativas de futuro y su dignidad a través del fortalecimiento de su capacidad de esfuerzo, trabajo y emprendimiento para mejorar por sí misma su situación personal y familiar. Con ello, han demostrado sobradamente así mismo su potencial para ayudar a reducir la pobreza a nivel individual, pero tam- 4 L. A. Moreno, «Extending financial services to Latin America´s poors», The McKinsey Quarterly, 2007, edición especial (Shaping a new agenda for Latin America). 271 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS bién su eficacia como instrumento reductor de la pobreza –e incluso de la desigualdad–5 a nivel social, posibilitando estrategias eficaces de impulso del desarrollo. Aspectos todos en los que las microfinanzas han probado su virtualidad, entre otras razones diferenciales, por su propia sostenibilidad –las entidades microfinancieras viables generan retornos suficientes para mantener y acrecentar su actividad–, porque fortalecen la capacidad de iniciativa productiva y permiten escapar de las trampas del limosnerismo y porque tienen un impacto no sólo económico, sino también de cohesión social. Al ayudar a superar la exclusión financiera, ayudan a que los pobres se ayuden a sí mismos, crean actividad y trabajo y no dependen del mantenimiento de donaciones continuas. Además, han demostrado también una especial utilidad para fortalecer la dignidad y equiparación social de la mujer, que –por su especial responsabilidad familiar– recurre con particular intensidad y rigor prestatario a las microfinanzas. En definitiva, un paradigma evidente del adagio tantas veces repetido de que es mejor enseñar a pescar a un hambriento que regalarle el pescado. Desde esta perspectiva, las microfinanzas han probado ser una de las mejores «cañas de pesca» para luchar contra la pobreza. Un ejemplo modélico de cómo iniciativas empresariales sostenibles pueden aportar soluciones eficaces para mejorar en la práctica las condiciones de vida de millones de personas que viven en situación de miseria. Es una idea que ha ido tomando cuerpo con rapidez a lo largo de los años 70 y 80, de la mano, en un primer momento, básicamente de entidades sin ánimo de beneficio y sin carácter mercantil (ONGs). A lo largo de esos años, las microfinanzas se expanden con rapidez en grandes áreas del mundo subdesarrollado e incluso se asientan en el desarrollado (aunque con diferencias muy sustanciales).6 Desde esas bases, va consolidándose toda una industria a su alrededor, que madura en la década de 1990 y que se ha caracterizado por la paulatina profesionalización de las entidades microfinancieras (EMFs) y por la progresiva entrada de nuevos actores.7 Muchas de las pequeñas entidades no reguladas (no bancarias) iniciales han ido creciendo y, en ciertos casos, acogiéndose a marcos regulatorios, lo que les ha permitido captar ahorro para financiar sus actividades y dar entrada en su accionariado a nuevos inversores. Por otra parte, han ido apareciendo nuevas entidades reguladas, al tiempo que han empezado a operar también en el sector entidades financieras convencionales –tanto facilitando financiación a las EMFs como interviniendo directamente en la actividad microfinanciera–,8 junto a una creciente pluralidad de actores (redes de EMFs, agencias de calificación, fondos de inversión, agencias de cooperación nacionales y multilaterales, etc.), dando lugar a lo que es ya una densa y compleja «industria microfinanciera». Una industria que está experimentando un crecimiento muy rápido en todas las áreas emergentes del mundo y que ya ha alcanzado una relevancia significativa en muchas de ellas (especialmente, en el Sur y Sureste de Asia y en América Latina), atendiendo en la actualidad a una cifra estimada entre 100 y 120 millones de clientes en todo el mundo. En América Latina –ámbito prioritario de actividad de la Fundación Microfinanzas BBVA–, durante el período 6 Un buen análisis de las singularidades de las microfinanzas en países desarrollados puede encontrarse en B. Gutiérrez y M. J. Pérez (coord.), Microcrédito en países desarrollados: problemas, retos y propuestas, Marcial Pons, Madrid, 2005. 7 Sobre la evolución de la actividad microfinanciera, es obra de consulta obligada M. Robinson, The Microfinance Revolution, Banco Mundial, Washington, 2001 (edición en castellano también del Banco Mundial en 2004). Tiene mucho interés también para entender los fundamentos económicos de la actividad microfinanciera, B. Armendáriz y J. Morduch, The Economics of Microfinance, The MIT Press, Cambridge, 2005. 8 Sobre el interés de la banca convencional en el sector, puede verse A Billion to Gain?, ING, Microfinance Support, Ámsterdam, 2006. 5 Respecto a la capacidad de las microfinanzas para reducir de las desigualdades, es útil G. D. Westley, ¿Pueden las políticas de los mercados financieros reducir la desigualdad del ingreso?, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 2001. 272 LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA: UNA APUESTA CONTRA LA EXCLUSIÓN FINANCIERA 2000-2005, la cartera promedio de las entidades microfinancieras se ha triplicado, alcanzándose en 2005 la cifra de 337 entidades con una cartera de más de 5.400 millones de dólares y cerca de 6 millones de clientes.9 Una industria en la que, sin duda –y sobre todo en sus primeros pasos–, han tenido un papel muy importante los donantes –públicos y privados– internacionales, pero en la que el protagonismo esencial ha correspondido a las EMFs especializadas, que en muchos casos han alcanzado espléndidos niveles de solvencia, morosidad y rentabilidad y con una notable capacidad de crecimiento. Entidades que han sabido demostrar con su experiencia que los pobres pueden ser buenos clientes del sector financiero y que han sabido también ayudarles con eficacia a mejorar su situación y, en muchos casos, a escapar de la pobreza. Algo que ha sido posible merced a su capacidad de conocimiento de sus clientes y de la realidad social y económica de sus mercados, lo que constituye su ventaja competitiva esencial: una ventaja muy difícilmente alcanzable por entidades financieras convencionales. Debe repararse también en la importancia que el entorno institucional ha tenido en esta expansión. La presencia de marcos reguladores apropiados ha sido un factor determinante en la emergencia de sectores de microfinanzas sanos y competitivos. Factores como la creación de estructuras jurídicas adecuadas para la actividad microfinanciera, centrales de riesgo cada vez más actualizadas y que se incorporan a estos nichos del mercado, la existencia de agencias calificadoras externas –que aportan información rigurosa sobre el desarrollo del sector a inversores externos–, etc., son elementos básicos en la consolidación y expansión de un sector microfinanciero capaz de hacer frente adecuadamente a sus objetivos.10 En suma, estamos ante una idea sólidamente asentada ya en la realidad y que ha conseguido éxitos evidentes, al tiempo que ha ido cosechando un respaldo institucional y académico ampliamente generalizado. Algo de lo que es buena prueba el decidido reconocimiento de las Naciones Unidas, que consideraron 2005 como Año Internacional del Microcrédito. Una celebración que sólo puede entenderse en el marco de la voluntad de ayudar a difundir e impulsar lo que se considera como uno de los más potentes instrumentos disponibles por la economía de mercado para contribuir a la mitigación de la pobreza. Es éste, por otra parte, el contexto en el que debe valorarse la concesión del Premio Nobel de la Paz en el 2006 a Muhanmad Yunus, reconociendo explícitamente no sólo la contribución de las microfinanzas a «impulsar el desarrollo económico y social desde la base», sino también su virtualidad para fomentar la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, y pese a estos logros indiscutibles, no debe olvidarse que las microfinanzas están todavía en una etapa muy incipiente. Es difícil estimar el tamaño potencial de este mercado, pero las cifras antes señaladas de población de bajos ingresos con severas dificultades de acceso al sector financiero (en torno a 4.000 millones) resultan suficientemente explicativas respecto al desafío que debe afrontar el sector microfinanciero para cumplir en niveles significativos su misión social. Ciertamente, la dimensión alcanzada por el sector rebasa claramente ya lo puramente testimonial, pero está muy lejos todavía de incidir de forma realmente relevante en el problema global de la pobreza. Hace falta una dimensión radicalmente mayor y eso exige del sector una transformación así mismo radical. Transformación que permita superar los obstáculos básicos que dificultan el salto cualitativo que el sector microfinanciero debería dar para afrontar adecuadamente los retos a los que se enfrenta. Obstáculos que, aparte de los derivados de los marcos regulatorios e institucionales, remiten –directa o indirectamente– a problemas de calidad de la gestión y, muy especialmente, a problemas de eficiencia: 9 S. Navajas y L. Tejerina, Microfinance in Latin America and the Caribbean: How Large is the Market?, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 2006. 10 T. Janson, R. Rosales y G. Westley, Principios y prácticas para la regulación y supervisión de las microfinanzas, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 2003. Sobre este tema tiene utilidad también G. D. Westley, op. cit. 273 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS a la capacidad de ofrecer buenos productos y servicios, con costes de transformación cada vez menores y, por lo tanto, a precios inferiores. Y todo ello con márgenes y niveles de rentabilidad positivos, que permitan un crecimiento constante sin merma de la solidez financiera.11 recidas a través de las microfinanzas, con el objetivo de ayudarlas a satisfacer sus necesidades básicas y, particularmente, a emprender actividades productivas de pequeña escala, contribuyendo así a mejorar su nivel de vida y a fortalecer el desarrollo sostenible de las sociedades en que actúa. La Fundación aspira a la consecución de su misión a través de la orientación que ofrece su visión: la promoción de la accesibilidad financiera a través de la eficiencia. Una eficiencia enfocada a ayudar a extender y profundizar el alcance de la actividad microfinanciera. Cuenta para ello con una dotación –aportada por BBVA– de 200 millones de euros y centra inicialmente su actividad en América Latina, con una atención prioritaria a los países en los que el Grupo BBVA tiene una presencia significativa, si bien no excluye la actuación en otros países de la región e incluso en otras áreas en desarrollo. La Fundación desarrolla su misión a través de dos líneas de actuación: – La promoción general de las microfinanzas. – La construcción de una red microfinanciera. La primera es para la Fundación una línea complementaria de su actividad fundamental. Con un carácter esencialmente abierto –no limitado a las entidades de la red–, tiene por finalidad impulsar el desarrollo del sector y contribuir a la mejora de la calidad de la gestión de las entidades microfinancieras, centrando particularmente su atención en los campos de la tecnología, la formación, la información, la difusión y el fomento del conocimiento. En cuanto a la segunda línea de actuación, constituye la vertiente prioritaria del trabajo de la Fundación: la construcción de una red que la Fundación está consolidando a través de la adquisición de entidades microfinancieras ya existentes o de la creación de nuevas entidades, en colaboración con entidades previas sin forma societaria: siempre a través del acuerdo absoluto con las entidades con las que entra en relación. El objetivo a medio plazo de la Fundación es convertirla en una de las mayores redes microfinancieras de América Latina y del mundo. Un obje- 3. EL PROYECTO DE LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA Es la percepción de esta problemática la que está en la base del nacimiento de la Fundación Microfinanzas BBVA, que surge con la finalidad primordial de luchar contra la exclusión financiera a través del apoyo a la expansión de la actividad microfinanciera. Creada en 2007 por BBVA en el marco de su política de Responsabilidad Corporativa y de su compromiso con las sociedades en que opera, pero totalmente independiente en su personalidad jurídica, en su gobierno y en su gestión, es una entidad sin ánimo de beneficio, regulada por la legislación española, con el carácter de fundación de asistencia e inclusión social. Una entidad, por otra parte, que es expresión de una vía innovadora de filantropía empresarial –decididamente alternativa frente a los modelos convencionales– y que canaliza una forma de actuación presidida por criterios de máxima eficacia y utilidad social. Desde esta perspectiva, concreta su misión en la promoción de la accesibilidad financiera como instrumento básico de mejora del futuro de las personas de recursos escasos. Un objetivo que se materializa en el fomento del acceso al crédito y a la actividad financiera de las personas desfavo- 11 Sobre la necesidad de un salto radical en la dimensión del sector, es muy ilustrativo el breve texto de M. Chu, «Microfinanzas: movilizando mercados para combatir la pobreza. La experiencia de América Latina», Seminario Crecimiento Económico de Amplio Alcance, 47 Reunión Anual, BID, Belo Horizonte (Brasil), 31/3/2006. Sobre los problemas de gestión de las entidades microfinancieras, tiene mucho interés Armendáriz y Morduch, op. cit. Para los desafíos a los que se enfrenta el sector y sus posibles tendencias de futuro, puede verse E. Littlefield, B. Helms y D. Porteus, Financial inclusion 2015: four scenarios for the future of microfinance, CGAP, Focus Note, Washington, octubre de 2006. 274 LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA: UNA APUESTA CONTRA LA EXCLUSIÓN FINANCIERA • No obstante la autonomía de cada entidad, la Fundación apoyará la gestión de las entidades de la red, particularmente en los ámbitos de la tecnología, la organización, la gestión del riesgo, el desarrollo comercial, la formación y la transparencia informativa, tratando también de facilitar su acceso a los recursos financieros. Un apoyo que permitirá avances en la eficiencia que las entidades difícilmente conseguirían fuera de la red. • Todo ello, al tiempo que las entidades se benefician de las ventajas que la participación accionarial de la Fundación las puede aportar en términos de fortalecimiento de la estructura de propiedad, de reputación y de capacidad de interlocución con reguladores, supervisores, inversores y suministradores de financiación. Características, en suma, que previsiblemente permitirán a las entidades alcanzar ventajas múltiples derivadas de las sinergias, las economías de escala y alcance y la capacidad de crecimiento que ofrece una red integrada, cohesionada y coherente de esta naturaleza. Se trata de un proyecto que ha superado ya el estado de las buenas intenciones: la Fundación –pese a su juventud– cuenta ya con cinco entidades en su Red microfinanciera: Caja Rural de Ahorro y Crédito Nor Perú, Caja Rural de Ahorro y Crédito del Sur y Edpyme Crear Tacna, en Perú, entidades que fusionará en una sola entidad en 2008; junto a la creación de una nueva entidad regulada en Colombia, Bancamía, en estrecha colaboración con la Corporación Mundial de la Mujer-Bogotá y Corporación Mundial de la Mujer-Medellín. A finales de marzo de 2008, estas cinco entidades atendían a 314.000 clientes, lo que –si se incluyen los familiares dependientes– supone una cifra cercana al millón de personas benefiarias. La Fundación está hincando proyectos en Argentina, Chile, Brasil y México, y espera cerrar el ejercicio con la incorporación a la Red de, al menos, tres o cuatro entidades adicionales. Son líneas de trabajo, de otro lado, en las que la Fundación alienta la colaboración con otras tivo, debe reiterarse, instrumental: la finalidad última es que la red permita potenciar sustancialmente la eficiencia y el alcance social de las entidades incorporadas. Si bien existen numerosas redes microfinancieras,12 la que promueve la Fundación se caracteriza por rasgos bien delimitados, que la convierten en un modelo claramente diferencial en el sector: • La Fundación pretende que las entidades que la conformen sean –siempre que sea legalmente posible– reguladas, ayudando cuanto esté en su mano a su transformación cuando aún no lo sean. • La Fundación aspirará a ser siempre accionista de referencia, y habitualmente, mayoritario. • La red se caracterizará por una estrategia y una cultura corporativa comunes, sistemas de gobierno corporativo y de cumplimiento coherentes y una plataforma tecnológica compartida. • Cada entidad mantendrá su identidad claramente diferenciada y desarrollará una gestión autónoma, pero con un requisito común –la autosostenibilidad– y un objetivo compartido: extender y profundizar el alcance de su actividad cuanto sea posible. La Fundación, en este sentido, velará por la garantía de la misión social de las entidades e impulsará en todas el desarrollo de sistemas rigurosos de evaluación del desempeño social. • La oferta de productos y servicios será todo lo diversificada que cada entidad esté en condiciones de conseguir: en la medida en que se tratará de que las entidades sean reguladas, todas avanzarán hacia la disponibilidad de productos de pasivo, que la Fundación considera un elemento básico para la autosostenibilidad económica. 12 Sobre redes microfinancieras, puede verse What is a Network? The Diversity of Networks in Microfinance Today, Focus Note, CGAP, Washington, julio de 2004. 275 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS entidades. En esta perspectiva, la Fundación ha suscrito acuerdos de colaboración para el fomento de la actividad microfinanciera con el Banco Interamericano de Desarrollo, International Finance Corporation, el Banco de Desarrollo Económico para Puerto Rico, Accenture, Management Solutions y la Universidad de Navarra. Acuerdos a los que se espera añadir convenios adicionales a lo largo de 2008 con diferentes instituciones (multilaterales, académicas y tecnológicas). En definitiva, la Fundación Microfinanzas BBVA quiere contribuir a través de todas sus actuaciones a la expansión y al mejor funcionamiento de las microfinanzas, con la finalidad última de contribuir a extender la accesibilidad financiera de los sectores de bajos ingresos. Una finalidad para la que está desarrollando un modelo de intervención diferencial e innovador en el sector microfinanciero. Apostando por él como uno de los instrumentos más eficaces y de mayor potencialidad en la lucha contra la pobreza y en el impulso del desarrollo. Más información www.fundacionmicrofinanzasbbva.org Reunión Anual, BID, Belo Horizonte (Brasil), 31/3/2006. B. Gutiérrez y M. J. Pérez (coord.), Microcrédito en países desarrollados: problemas, retos y propuestas, Marcial Pons, Madrid, 2005. S. L. Hart, The Capitalism at the Crossroads, Wharton School Publishing, 2005. T. Janson, R. Rosales y G. Westley, Principios y prácticas para la regulación y supervisión de las microfinanzas, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 2003. E. Littlefield, B. Helms y D. Porteus, Financial inclusion 2015: four scenarios for the future of microfinance, CGAP, Focus Note, Washington, octubre de 2006. A. Maddison, La economía mundial. Una perspectiva planetaria, OCDE, París, 2002. L. A. Moreno, «Extending financial services to Latin America´s poors», The McKinsey Quarterly, 2007, edición especial (Shaping a new agenda for Latin America). S. Navajas y L. Tejerina, Microfinance in Latin America and the Caribbean: How Large is the Market?, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 2006. PNUD, Informe sobre el Desarrollo Humano, 2002, Mundi Prensa, Madrid, 2002. M. Robinson, The Microfinance Revolution, Banco Mundial, Washington, 2001 (edición en castellano también del Banco Mundial en 2004). G. D. Westley, ¿Pueden las políticas de los mercados financieros reducir la desigualdad del ingreso?, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 2001. What is a Network? The Diversity of Networks in Microfinance Today, Focus Note, CGAP, Washington, julio de 2004. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS A Billion to Gain?, ING, Microfinance Support, Ámsterdam, 2006. B. Armendáriz y J. Morduch, The Economics of Microfinance, The MIT Press, Cambridge, 2005. Banco Mundial, Informe sobre el desarrollo mundial, 2005, Mundi Prensa, Madrid, 2006. M. Chu, «Microfinanzas: movilizando mercados para combatir la pobreza. La experiencia de América Latina», Seminario Crecimiento Económico de Amplio Alcance, 47 276 LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO CON LA GENEROSIDAD, LA INNOVACIÓN, LA ORGANIZACIÓN Y LA AUTOEXIGENCIA COMO REFERENCIAS Amadeo Petitbò Juan espejo en el que se han mirado muchos competidores. El joven ingeniero siempre tuvo presente el consejo de su profesor en la Escuela, José María Aguirre Gonzalo: «Toda empresa que no crece, muere». La inteligencia y el esfuerzo fueron los motores de un proceso arrebatado. La inteligencia es un don natural pero el esfuerzo es un reflejo de la voluntad y un ingrediente imprescindible en las iniciativas que desean ser coronadas por el éxito. Rafael del Pino siempre creyó que sin esfuerzo no es posible llevar a cabo proyectos de envergadura: «Un esfuerzo sostenido es indispensable para conseguir aquellas metas que nos proponemos... Sin esfuerzo no hay logros ni éxitos que merezcan este nombre. Sin el necesario esfuerzo, el futuro de los pueblos se diluye en el mar de los proyectos inconclusos». La actividad empresarial también le sirvió para reafirmar sus ideas en pro de la empresa y del libre mercado, pilares de las economías modernas. Como subrayó el profesor Lucas Beltrán: «El mercado pudo nacer porque había cierta estabilidad jurídica, y sólo la consolidación de esta estabilidad ha permitido su desarrollo. Para poder tomar parte del mercado, los hombres tuvieron que renunciar a la violencia y someterse a reglas que aseguran la paz. El mercado es todo lo contrario de la jungla: es libertad, igualdad jurídica, negociación pacífica». Y en España, paso a paso, se daban las condiciones para que el Finalizadas las contiendas española y europea, en el año 1947 Rafael del Pino y Moreno concluyó sus estudios en la exigente Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid. Mientras se formaba, entró en contacto con el mundo empresarial privado haciendo prácticas en la empresa Vías y Construcciones. Con el título de ingeniero en sus manos, inició su actividad profesional como funcionario público en los Servicios Hidráulicos del Guadiana. El ingeniero Rafael del Pino y Moreno no tardó mucho tiempo en convertir los dilatados horizontes de su vocación empresarial en realidad. En efecto, el día 18 de diciembre del año 1952, en aquel marco arcaico en lo que al panorama empresarial se refiere, fundó Ferrovial, la empresa a la que ha dedicado 50 años de su vida y de la que fue Director, Consejero Delegado, Presidente y, tras su retiro voluntario, Presidente de Honor. Desde aquel lejano día del año 1952 en que empezó su actividad acompañada de la necesaria areté contemplada en los poemas de Homero hasta el traspaso de la dirección de Ferrovial a su hijo Rafael, pasaron 50 años de sacrificios, estudio y trabajo duro, reflejo de la inteligencia y el valor, que han servido para convertir aquella pequeña empresa dedicada al cajeado de traviesas de madera para los ferrocarriles, con la ayuda de la primera cajeadora portátil (Robel) que operaba en España, en una empresa líder, competitiva nacional e internacionalmente y 277 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS mercado pudiera ser la referencia en el proceso de asignación de los recursos. Fue al amparo de las nuevas condiciones económicas, con el mercado como referencia, que Rafael del Pino fue consolidando su empresa. Y en defensa de sus sólidas convicciones a favor de la libertad económica llegó a retar el tradicional intervencionismo –«relajado» pero «vigoroso», en palabras del Premio Libre Empresa de la Fundación Rafael del Pino, profesor Antonio Cidoncha– del gobierno decidiendo importar productos metálicos pues, al amparo de la protección ineficiente eran más caros en España que en el exterior, como hubo de reconocer el propio ministro de Industria, López Bravo, que forzó la reacción competitiva de la empresa dominante española, que redujo sus precios. El reto no fue difícil pero el gesto merece ser destacado por lo inusual en la época. Fue un paso a favor de la libertad, la igualdad jurídica y la negociación pacífica, de acuerdo con las referencias del ilustre profesor. A Rafael del Pino, como buen navegante, no le asustaba el riesgo. Ni siquiera el riesgo internacionalizado. Sabía que la actividad emprendedora entraña incertidumbre y que sin riesgo no se alcanzan buenos resultados ni lugares de excelencia en el mundo empresarial. A Rafael del Pino le gustaba diseñar estrategias empresariales. Sus criterios recuerdan el consejo de Sun Tzu; «Nada es más difícil que el arte de las maniobras. Lo que es difícil en las maniobras es convertir la ruta desviada en la más directa y convertir la mala suerte en ventaja». En el año 1956, con motivo de la renovación de vía del ferrocarril Bilbao-Portugalete, proyecto complejo, sostuvo con singular convencimiento: «...aunque perdamos hay que arriesgarse para salir adelante». Aquella determinación puede considerarse como el preludio de las grandes obras públicas en las que las vías han sido el factor condicionante. En este campo, Rafael del Pino fue protagonista indiscutible durante su actividad empresarial: el tramo El Ferrol-Gijón, donde se estrenaron dos de las primeras palas cargadoras, la renovación de la doble vía Madrid-Barcelona, donde se utilizó una nueva técnica de aprovechamiento del balasto existente mediante remachaqueo y clasificación, los trayectos Madrid-Sevilla, Madrid-Barcelona y MadridTalavera, la superestructura Madrid-Burgos, dotada de traviesas mixtas RS y carril de 54 kg., en barra larga, los metros de Madrid y Barcelona ó 30 km. de vía entre las Rozas y Chamartín (1958), entre otras obras de envergadura. Los riesgos asumidos se traducían en éxitos y, sobre todo, en el preludio del proceso de desarrollo tecnológico y organizativo que ha impregnado la actividad de Ferrovial desde sus inicios. Todo ello sin olvidar otras iniciativas como la Estación de Clasificación de Vicálvaro, donde se emplearon por primera vez las mototraillas G-19; el empleo de la técnica de ultracongelación del terreno para asegurar la construcción de la contrabóveda del túnel de la nueva estación de Jesús; la utilización, por primera vez, de la vía en placa en el tramo La Encina-Fuente la Higuera; la contribución al desarrollo del tren de alta velocidad; el empleo, también por primera vez, de tuneladoras, y un largo etcétera. Rafael del Pino era consciente de que el crecimiento de Ferrovial exigía la diversificación e internacionalización de sus actividades. No todo tenía que estar ligado directamente a los ferrocarriles ni la actividad debía concentrarse en España. En consecuencia, en el año 1958 acometió la primera obra no ferroviaria. Se trataba de la participación en el complejo hidroeléctrico n. 2 en el río Sil. A esta iniciativa le siguió la explotación de canteras para balasto (Cutamilla, Collado-Mediano, por ejemplo) y, sobre todo, el inicio de una nueva aventura empresarial: la apuesta por el mercado concesional. En este campo también fue pionero al estudiar concienzudamente, primero, y concursar, después, en un contexto de escepticismo ante lo desconocido, a la concesión y posterior explotación de la autopista Bilbao-Behovia. Y lo hizo sin apoyo de ninguna institución financiera, apostando por la calidad y la capacidad tecnológica. El análisis demográfico y económico y la consideración de experiencias lejanas han sido referencias que siempre le han acompañado y en aquella ocasión fueron los elementos determinantes de su decisión. Y la visión amplia del emprendedor y navegante le llevó a Nortea- 278 LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO... mérica, Hispanoamérica, Europa y, también, a los países árabes. Trabajador infatigable, además de su labor en Ferrovial ha presidido empresas públicas y privadas, entre las que destacan la Empresa Nacional del Gas, Philips Ibérica, Europistas, Eurovías y otras empresas concesionarias de autopistas. En muchos casos ha ostentado la Presidencia de Honor, merecido reconocimiento por la labor realizada. Asimismo, fue vocal o consejero, entre otras empresas, del Instituto Nacional de Hidrocarburos, la Empresa Nacional de Petróleos de Tarragona, Butano, S. A. y Consortium. También tuvo una actividad destacada en el mundo financiero como miembro de la Comisión Ejecutiva del Banco Hispano Americano, y Consejero y miembro de la Comisión Permanente Ejecutiva del Banco Central Hispano Americano. Asimismo, presidió la patronal Seopan, fue socio fundador y Vicepresidente del Círculo de Empresarios, Vocal de la Asociación para el Progreso de la Dirección y Miembro fundador y Presidente del Instituto de la Empresa Familiar. Su actividad empresarial siempre estuvo acompañada por una fuerte sensibilidad intelectual. Lector infatigable, dotado de una poderosa memoria y una curiosidad universal, fue Fundador y es Vocal del Consejo del Colegio Libre de Eméritos, Miembro del Patronato de la Fundación Príncipe de Asturias, de la Fundación del Real Monasterio de Silos y de la Fundación General Complutense. Asimismo fue Presidente de Honor de la Asociación Española del Pacto Mundial y miembro del Consejo de Patronos de la Asociación Española de Fundaciones. Asimismo, fue miembro del International Advisory Board del IESE y del Patronato de la Fundación de la Universidad Complutense. A su quehacer empresarial y curiosidad intelectual debe sumarse su altruismo, materializado, de forma ejemplar, en la creación de la Fundación Rafael del Pino en el año 1999, cuyo Patronato presidió. Con frecuencia repetía lo que han sido las referencias fundamentales que le condujeron a la decisión de crear la Fundación que lleva su nombre: «devolver a la sociedad española parte de lo que esta misma sociedad me ha dado a lo largo de mi vida personal y profesional. Ha sido mi deseo que la Fundación sea independiente y cuente con una larga vida. Para ello cuento con el compromiso de mi familia». Más concretamente, en palabras de Doña María del Pino, Vicepresidenta de la Fundación: «El Fundador, mi padre, tuvo siempre la inquietud de contribuir a que los jóvenes con vocación de emprendedores ampliaran su formación global, lo que sin duda les facilitará la mejor comprensión del entorno en el que han de tomar decisiones. Él ha sido un emprendedor nato, y un autodidacta con una enorme curiosidad por muchas disciplinas, que ha estudiado con profundidad y sin descanso, lo que, sin duda, le ha ayudado en sus aciertos». Por todas sus actividades recibió distintos reconocimientos. Unos, en relación con su actividad empresarial. Otros, como consecuencia de su altruismo. Era Caballero Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil y recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha, Premio Juan Lladó, Placa de Oro de la Real Academia Española, Medalla de Oro de la Real Academia de la Historia y de la Sociedad Geográfica Española. Obtuvo el Premio al mejor empresario en el campo de la construcción y la promoción inmobiliaria en los años 1993, 1994, 1996 y 1999, y el Premio al mejor empresario, concedido por la Cámara de Comercio de Madrid, en el año 1986. Asimismo, múltiples obras realizadas por Ferrovial (Puente del Arco de la Regenta, Museo Guggenheim, nueva terminal del aeropuerto de Bilbao, ampliación de las obras del metro de Madrid, Edificio de la Facultad de Ciencias de la Salud en La Coruña, entre otros) han sido objeto de premios y reconocimiento. A continuación me referiré, más detalladamente, a algunos aspectos de su trayectoria vital. LA GENEROSIDAD Y EL PATRIOTISMO COMO VIRTUDES, PRELUDIO DE UN PROYECTO LLENO DE ILUSIÓN Rafael del Pino siempre fue un hombre generoso y un patriota. Lo saben sus amigos y quienes tra- 279 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS bajaron con él. También lo saben quienes le conocieron en las organizaciones con las que colaboró. Por ello, no debe extrañar que al crear la Fundación que lleva su nombre tradujera su voluntad de poner en marcha un proyecto lleno de ilusión cuyo objetivo era contribuir al «desarrollo de mi patria y a la cohesión social». La misma ilusión con la que medio siglo antes creó una empresa líder. La generosidad debe ser entendida como un acto de servicio a nuestros conciudadanos y a nuestro país. De acuerdo con estas convicciones, a Rafael del Pino le gustaba recordar a Einstein, no en su faceta científica sino en su faceta humana: estamos en este mundo «Para servirnos unos a otros». Con esta premisa era fácil continuar la argumentación: «En mi opinión, esa debe ser nuestra meta: cada uno de nosotros, desde nuestro puesto en la sociedad, deberíamos esforzarnos en servir a los demás. Por razones filosóficas y éticas, aunque también por razones pragmáticas, puesto que lo que es bueno para los demás suele serlo, de rechazo, para nosotros mismos». Coherente con estas ideas decidió dotar, inicialmente, a la Fundación que lleva su nombre con más de 110 millones de euros. Su amor a España ha tenido múltiples expresiones a lo largo de su vida. En consecuencia, no resulta extraño que explicitara con indudable alegría el alto honor que supuso para la Fundación y para él mismo «la visita de S. M. El Rey en el marco del III Foro Hispano Alemán, acompañado del Presidente de la República Federal Alemana, y la de SS. AA. RR. Los Príncipes de Asturias en el acto de presentación del Diccionario del Estudiante». La presencia de los miembros de la familia real, acogida con el respeto y la sensibilidad que los respectivos actos exigían, realzaba dos principios de inequívoca trascendencia que reflejan los ejes de la actuación de la Fundación: la contribución a mejorar la formación de los dirigentes españoles y la promoción y defensa de nuestro patrimonio cultural. Es decir, la adecuada combinación de nuestra vocación presente y futura con nuestro glorioso pasado. Su patriotismo tuvo una magnífica expresión en las investigaciones patrocinadas por la Fundación relacionadas con la historia de España. Un ejemplo destacado ha sido la investigación sobre la figura del Monarca a lo largo de la historia, recientemente finalizada. La Monarquía ha constituido la referencia para el gobierno de España a lo largo de su historia. Con el transcurso del tiempo, de conformidad con esos cambios, la figura del Rey ha adoptado muchas formas y contado con poderes muy distintos. Y pese a la suprema calidad de su magistratura, desde el origen hasta hoy, cabe decir que no existía un estudio de conjunto que analizara y sistematizara la figura jurídica del Monarca y la realeza en los distintos tiempos, su forma de gobernar, su proyección nacional e internacional, sus relaciones con la Iglesia y el Ejército, o la acción cultural y social que ha protagonizado. Esto es lo que se propuso Rafael del Pino al acometer un proyecto investigador enciclopédico que, coordinado por el profesor José Antonio Escudero, ha reunido a un conjunto de profesores e investigadores y que ha fraguado en la publicación del libro «El Rey». EL LIBRE MERCADO Y LA LIBERTAD DE EMPRESA COMO MARCO EN EL QUE LOS DIRIGENTES DEBEN LLEVAR A CABO SU ACTIVIDAD Rafael del Pino siempre creyó en la libertad entendida en su sentido fuerte, como una unidad indivisible. Es desde la libertad que los hombres deben tomar sus decisiones y asumir sus responsabilidades. Pero es a partir de la libertad que las sociedades deben forjar su futuro. Con tales premisas expresó su pensamiento con lucidez: «Sabemos que el hombre fue creado libre. Libre para tomar sus decisiones, libre para elegir su camino, libre para actuar en cada momento, libre para creer, para amar, para trabajar. Pero la libertad del hombre es una sola, y engloba todas las libertades. No puede ser el hombre libre para votar pero no para crear o emprender. La democracia estaría incompleta sin un sistema de economía de mercado en el que todos los ciudada- 280 LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO... nos tengan libertad de perseguir sus sueños, sean éstos cuales sean... Lo esencial es dejar que el individuo se realice y desarrolle sin trabas su creatividad y su iniciativa. Por lo tanto, la sociedad debe entender que es peligroso pretender que unos pocos, aún elegidos libremente por el pueblo, tengan una especial sabiduría para decidir qué es lo mejor para sus ciudadanos, lo que, aparte de ser solamente una hipótesis, tiende a limitar las libertades de los mismos que les eligieron». Pero el ejercicio de la libertad exige instituciones solventes: «No podremos actuar de forma útil y eficaz si el entorno que nos rodea no nos permite hacerlo con libertad. Hablando en términos físicos, si no nos sintiéramos libres podríamos estar produciendo mucha energía reactiva, haciendo muchas cosas pero poco útiles». Por esta razón, la Fundación ha colaborado con organizaciones como el Consejo General del Poder Judicial, las Academias de la Lengua y de la Historia, las Universidades y las propias Administraciones Públicas en proyectos de interés común dirigidos al supremo ejercicio de la mejora de los profesionales y a la defensa de la libertad. Como muestra de su clara vocación por la defensa y promoción de la libertad, la Fundación Rafael del Pino concede desde el año 2002 un premio anual al mejor libro publicado por uno o varios autores españoles que resalte los valores del mercado en los campos de la economía general o de la economía y el derecho de la empresa. No en vano, empresas y empresarios son el armazón y el núcleo de la actividad productiva basada en el mercado. Tanto unas como otros resultan insustituibles para el crecimiento económico, la distribución de la renta y el bienestar de una sociedad a largo plazo. Este premio viene a significar el reconocimiento a la investigación académica en los ámbitos de la libre iniciativa individual, el libre mercado y la libertad de empresa. tes y de la cultura de la libre empresa mediante el desarrollo de programas educativos, la concesión de becas, el fomento de la investigación y la difusión del conocimiento. El principal ingrediente del progreso de las sociedades modernas es el conocimiento y sus actores son los emprendedores. El conocimiento sirve para comprender y proyectar pero también es fuente de progreso económico y de bienestar. Para el Diccionario de la Real Academia Española, conocimiento es «averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas». Pero el conocimiento permite también incidir sobre cuanto nos rodea para mejorar nuestras condiciones de vida. Se trata, en consecuencia, de un ejercicio intelectual y material. En efecto, la experiencia de Rafael del Pino en su desempeño empresarial, le permite sostener con evidente contundencia que «nada contribuye tanto al crecimiento económico de los países y al bienestar y felicidad de sus ciudadanos como la formación, el conocimiento y su difusión y aplicación». Todo ello es una puesta al día de un principio universal explicado con meridiana claridad por Cicerón: «No es bastante adquirir sabiduría, sino que es necesario aplicarla». Esta idea, sencilla pero potente, ha sido el elemento decisivo que impulsó a Rafael del Pino a crear la Fundación que lleva su nombre. La mejora de los conocimientos y su aplicación es, en consecuencia, un ejercicio que, apoyado en la elaborada inteligencia del hombre y en el dominio de la misma, nos diferencia del resto de los seres. En palabras de Rafael del Pino, «El hombre, dotado de facultades intelectuales superiores a las demás especies animales, ha conseguido dominarlas por la vía de ampliar su conocimiento durante miles de siglos... Y hoy día, el hombre moderno, nosotros, nos beneficiamos del conocimiento acumulado por las Humanidad desde que, en el corazón de África, nuestros lejanos ancestros, aquellos australopitecos, dieran aquel paso que Teilhard de Chardin llamó “el paso de la razón”». EMPRENDER CON CONOCIMIENTOS La Fundación Rafael del Pino ha prestado especial atención al fomento de la formación de dirigen- 281 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Sin embargo, conocer y almacenar el conocimiento no es suficiente. El conocimiento debe ser utilizado para adaptar la naturaleza a nuestras necesidades y para garantizar la reproducción de la propia naturaleza. De acuerdo con estos principios, Rafael del Pino se ha referido a uno de los elementos que inspiran el quehacer cotidiano de la Fundación: «No es tanto el conocimiento como la transmisión del conocimiento lo que nos ha permitido sobrevivir y dominar la Tierra. Y para que se produjera esta transmisión de conocimiento durante milenios, en el hombre debían darse al menos dos cualidades: el afán de aprender y la capacidad de enseñar». Este afán de aprender «impulsa al hombre desde el amanecer de los tiempos hacia universos desconocidos» que, dada su infinita curiosidad, Rafael del Pino intentó descubrir con singular tenacidad a través de su telescopio. El ejercicio de la actividad empresarial durante algo más de cincuenta años condujo a Rafael del Pino a la conclusión de que un país moderno necesita dirigentes formados. Los dirigentes, en general, son quienes manejan la batuta que dirige el concierto de la actividad humana. El dirigente actúa en su entorno como un catalizador del progreso que, sobre la base de sus conocimientos y experiencia, genera un efecto multiplicador que beneficia a cuantos trabajan con él. En consecuencia, formar dirigentes con el fin de que puedan desarrollar con éxito sus iniciativas y capacidades es un objetivo cargado de razón, especialmente si el concepto no se limita al mundo empresarial, sino que se extiende a los distintos campos del saber. Pero, a la vez, es ambicioso, complejo y difícil. En palabras de Rafael del Pino que traducen una robusta realidad, «Nuestros dirigentes han demostrado durante muchos años que con tenacidad y esfuerzo pueden alcanzarse lugares de excelencia en todos los campos del saber y de la actividad profesional y empresarial. Por ello, creo que merece la pena dedicar nuestro esfuerzo a que tanto los dirigentes españoles actuales como los dirigentes futuros puedan desarrollar con todo éxito sus capacidades en un mundo progresivamente globalizado en el que la competitividad es una referencia fundamental». FORMACIÓN DE FORMADORES Rafael del Pino siempre creyó en las «fuerzas educadoras y sociales» de las que hablaba Lord Keynes: «La afirmación de la verdad, el descubrimiento de la ilusión, la disipación del odio, el ensanchamiento y la educación del corazón y del espíritu de los hombres deben ser los medios». Y presidiendo tales nobles objetivos, la formación y, en particular, la formación de los formadores, se situó en el eje de sus preocupaciones. Sin buenos formadores no es posible formar a las generaciones futuras. Por esta razón, los recursos destinados a formar a quienes forman obtienen elevadas tasas de retorno. En consecuencia, la estrecha colaboración con el personal docente de las universidades españolas y la preocupación por su formación continua han constituido elementos esenciales de la estrategia formativa de la Fundación, convencida del importante efecto multiplicador que dichas actividades tienen sobre el conjunto del sistema educativo y de la sociedad, en general. Las Cátedras Rafael del Pino, los Programas de Investigación o los Seminarios para docentes, organizados en los últimos años en las Universidades de Harvard y del Estado de Georgia, han contribuido a consolidar una imagen de excelencia para la Fundación como entidad de referencia en el ámbito del fomento de la formación de nuestros dirigentes, ya sea por medios directos (concesión de becas, organización de programas de formación, etc.) o mediante las mencionadas actividades de formación de formadores. En la actualidad, estos seminarios se desarrollan en el Real Instituto Complutense de la Universidad de Harvard, en la Universidad de Atlanta y también han tenido lugar en la sede del Banco Mundial en Washington. En coherencia con dichas ideas, con una clara vocación formativa, la Fundación organiza, en colaboración con diversas Universidades españolas, seminarios de formación y actualización de los conocimientos de los profesores españoles en los que participa personal docente en los Estados Unidos. Estos seminarios van dirigidos prioritariamente a profesores, pero también a otros pro- 282 LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO... fesionales, y tratan aspectos clave como la regulación económica, la competencia en los mercados, la reforma del sector público, el análisis económico del derecho o la economía y administración de empresas. sidades. Conscientes de la excelencia de los becarios, la Fundación ha hecho un esfuerzo para conceder un número de becas superior al de las anunciadas en cada convocatoria. Por otra parte, como resultado del debate interno desarrollado en el seno de la Fundación sobre estas cuestiones, motivado por la constatación del gran número de docentes españoles que desarrollan sus actividades en las Universidades de mayor prestigio del mundo, se ha definido un nuevo programa que pretende favorecer la atracción de dicho talento docente hacia el sistema universitario e investigador español. La Fundación ha considerado oportuno conceder al menos 5 becas para facilitar el retorno temporal de profesores e investigadores de primer nivel, con el fin de cooperar con las universidades y los centros de investigación españoles. En este nuevo marco, se dedicará una atención especial a la investigación en el campo de la salud. FORMACIÓN DE DIRIGENTES Y RECUPERACIÓN DEL TALENTO Desde el inicio de sus actividades, la Fundación ha desarrollado un sólido programa de Becas de postgrado. En un principio, la oferta estaba dirigida a graduados españoles e hispanoamericanos. Dos años después, dada la gran oferta en becas dirigidas a estudiantes hispanoamericanos se amplió el número de becas dirigidas a postgraduados españoles y se eliminó el programa destinado a estudiantes extranjeros. La oferta ha sido amplia: entre 2001 y 2007 la Fundación ha concedido 140 becas de postgrado que, sumadas a las becas de prórroga de estudios, se cifran en 231; es decir, un promedio de 29 becas cada año. La experiencia demuestra que la selección de becados efectuada por los distintos Comités organizados por la Fundación, desde el punto de vista académico, ha ofrecido resultados óptimos. Después de seis años de sucesivas convocatorias, la reputación del programa de becas de la Fundación ha ido en aumento, no sólo por su relevancia económica, sino, además, porque la exigencia del proceso de selección ha revelado que los becarios seleccionados por la Fundación son de indudable calidad como estudiantes y como potenciales dirigentes, con una proyección profesional innegable, como ya demuestran los hechos. El resultado alcanzado en todas las convocatorias ha sido inequívocamente positivo, ya que se ha mantenido el elevado nivel de cualificación de los solicitantes y los beneficiarios de las becas que han llevado a cabo sus estudios en las mejores universidades del mundo. Cabe destacar el elevado promedio de las calificaciones obtenidas por los becarios de la Fundación, que se ha traducido, en muchos casos, en la publicación de sus nombres en las Dean Lists de las distintas univer- SABER COMPARTIDO Y BIENESTAR SOCIAL En la línea de las conclusiones alcanzadas por el Premio Nobel de Economía Gary Becker, Rafael del Pino creyó en la capacidad del capital humano para crear las condiciones necesarias para alcanzar elevadas cotas de bienestar social. El ejemplo de muchos países le sirvió como punto de referencia. Sus viajes no sólo eran un medio para contemplar espacios o monumentos. También eran el motivo para conocer la obra del hombre y cómo los hombres –individual y colectivamente– han aplicado sus conocimientos y los han compartido con otros hombres en beneficio de ambos y del conjunto de la sociedad. Emprender, para Rafael del Pino, no fue sólo la aplicación de una vocación que ha enraizado fuerte y profundamente con el paso del tiempo. Ha sido, además, el medio para contribuir a la mejora del bienestar de los pobladores del planeta. Emprender supone crear y transformar. Y el aprendizaje continuo supone crear y transformar continuamente. En palabras de Rafael del Pino, resulta cada vez más evidente que «el crecimiento económico 283 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS y el bienestar dependen, sobre todo, de la capacidad de dicho capital humano de transformar el conocimiento en riqueza. Si el objetivo de los países debe ser alcanzar mayores dosis de bienestar para el conjunto de los ciudadanos, ello exige el esfuerzo individual y colectivo, y que las empresas y las organizaciones sean cada vez más eficientes en el marco de una regulación apropiada y sepan compartir los conocimientos y transmitir vibraciones competitivas a través del saber compartido». En otras palabras, Rafael del Pino cree en la capacidad creativa del hombre y en la posibilidad de transformar esta capacidad en bienestar duradero, más allá de las efímeras intervenciones paliativas a corto plazo pero que no eliminan las raíces del problema que, por evolución natural, tienden a reproducirse. Más concretamente, transformar los conocimientos adquiridos tras muchas horas de reflexión y trabajo en riqueza. Ello requiere, por una parte, el esfuerzo individual y, por otra, unas instituciones políticas y sociales adecuadas y un marco regulador eficiente, que faciliten la capacidad de emprender y fomenten el espíritu empresarial. Tales objetivos se articulan perfectamente con el conjunto de actividades desarrolladas por la Fundación. del ex Secretario General de Naciones Unidas, Sr. Kofi Annan. Su intervención fue el medio utilizado para el lanzamiento de un proyecto de tanta proyección como el Pacto Mundial cuyo objetivo fundamental es fomentar las buenas prácticas empresariales en los campos de los derechos humanos, los derechos laborales y el medio ambiente. El segundo ejemplo destacado fue la intervención del Premio Nobel Muhammad Yunus, que sirvió como instrumento de divulgación del sistema de microcréditos como medio para que, a partir de su propia iniciativa y responsabilidad, muchos ciudadanos puedan iniciar la marcha por la senda que les aleja de la pobreza. Pero no se debe dejar de mencionar que, hasta la fecha, han participado en el Programa de Conferencias Magistrales de la Fundación, los Premios Nobel Robert Engle, Robert Aumann, Edmund Phelps, Gary Becker, Joseph Stiglitz, Eric Maskin, Lech Walesa, o Muhammad Yunus, junto a otros expertos y autoridades como Bill Clinton, Wim Duisemberg, Wallace Oates, Oliver Williamson, Arnold Harberger, Jagdish Bhagwati, Rodrigo Rato, Enrique Iglesias, Alberto Alesina, Supachai Panitchpakdi, Wim Kok, Luis Ángel Rojo Duque, Miguel Boyer, Enrique Fuentes Quintana, Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo, Olivier Blanchard o José María Ordovás, entre otros. APRENDER DE PERSONALIDADES CON DIMENSIÓN HUMANA E INTELECTUAL Como medio para contribuir a mejorar los conocimientos de los dirigentes españoles, la Fundación Rafael del Pino, desde sus inicios, ha elaborado un programa de conferencias de primer nivel. El objetivo perseguido ha sido ofrecer a nuestros conciudadanos la posibilidad de escuchar, conocer y compartir ideas con aquellas personas que han tenido una influencia decisiva en el desarrollo del pensamiento contemporáneo o que serán protagonistas de nuestra historia inmediata. La selección de los conferenciantes ha sido intencionada y ha tomado como elementos de referencia su dimensión humana e intelectual. Dos ejemplos ilustran, particularmente, los principios anteriores. El primero, la presencia EL CONOCIMIENTO DE LA HISTORIA Y LA DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL HISPÁNICO Rafael del Pino, además de empresario, fue un estudioso y un hombre dotado de una enorme curiosidad sobre cuanto le rodeaba. Siempre complementó su actividad empresarial con una inusual dedicación a la lectura. Lectura profunda con la pericia de asimilar el núcleo de los argumentos y el desarrollo de las ideas. Todo cuanto le interesó, le condujo a leer para conocer con fundamentos. Su efervescencia intelectual nos remite a Horacio: «Qué causas rigen el mar, qué gobierna el año, si las estrellas erran y 284 LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO... vagan al azar o a la fuerza, qué empuja a la luna a la oscuridad, qué descubre su esfera, qué quiere y qué puede la discorde concordia de las cosas». La improvisación no formaba parte de sus costumbres. Ni la aceptaba de sus colaboradores. Le interesaba el presente pero también el pasado y el futuro. Con mucha frecuencia se refería a la pertinencia de combinar «la voluntad de mejorar el presente con el deseo de recuperar la memoria del pasado para proyectar el futuro». Por esta razón, no debe sorprender que sus conocimientos se extendieran hasta los campos de la historia y de la astronomía. Ni debe resultar extraño que hubiera querido complementar la actividad principal de la Fundación con la promoción del conocimiento de la historia, la defensa del patrimonio cultural hispánico y el fomento de la importancia de la lengua española como vehículo de comunicación en el mundo. Una de sus primeras decisiones fue firmar un convenio con la RAE para la elaboración de un Diccionario del Estudiante. Se pretendía que el Diccionario se convirtiera en un instrumento eficaz e imprescindible y que cubriera un espacio no siempre atendido por los diccionarios escolares tradicionales, dedicando su esfuerzo a una franja de estudiantes españoles e hispanoamericanos de edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, por lo que incluye el léxico americano más común y extendido. El diccionario fue concebido como un inventario selectivo del léxico español de nuestro tiempo. Con el apoyo a esta obra, la Fundación ha contribuido a la comprensión del español universal, caracterizado por la variedad de su realización en el mundo hispánico, acentuada por la globalización de las comunicaciones, los flujos migratorios y la movilidad de un número creciente de personas. Otra iniciativa necesaria, impulsada por Rafael del Pino en estrecha colaboración con la Sociedad Geográfica Española, fue la publicación de un libro de alta divulgación escrito magistralmente por el Catedrático Felipe FernándezArmesto que explica la historia de los descubrimientos, destacando el papel de los viajeros y exploradores españoles. El libro, que ha sido editado en 10 idiomas hasta la fecha (español, inglés, coreano, alemán, portugués, búlgaro, ruso, italiano, chino complejo y chino simple), constituye un fascinante, riguroso y ameno recorrido por la historia de la exploración, en el que el prestigioso historiador y Catedrático analiza cómo las sucesivas exploraciones y descubrimientos a lo largo de la historia han ido cambiando la configuración del mundo. Esta historia mundial de la exploración, empieza con el análisis de las grandes migraciones del homo sapiens, situándolas en su contexto natural y geográfico. Presta atención a las exploraciones alcanzadas por pueblos extraeuropeos. Intenta, sobre todo, reconstruir las rutas de los grandes pioneros, que establecieron los vínculos entre culturas divergentes, y los caminos recorridos mediante contactos y conquistas, comercios y contagios. Los logros de los descubridores europeos y españoles brillan más en su contexto mundial. Y tras comprobar que las cuestiones relacionadas con la administración española allende nuestras fronteras suscitan un vivo interés que las hace merecedoras de un estudio y análisis científico de síntesis, la Fundación promovió, además, la celebración de un Congreso internacional de carácter científico del más alto nivel dedicado a exponer y contrastar el estado actual de los conocimientos sobre la organización, estructura administrativa y práctica de gobierno de los territorios americanos y oceánicos que en su día estuvieron vinculados a España. La universal curiosidad intelectual de Rafael del Pino y sus reflexiones tras las lentes de su telescopio le llevaron por los senderos del estudio del origen del universo y de la vida. Sus ideas se reflejaron en sendos paneles diseñados por el profesor Arsuaga y su equipo, y materializados por el pintor Fernando Fueyo, que ilustran, por un lado, la historia del universo y de la vida y, por otro, los principales hitos de la humanidad. Además, su singular inquietud por sacar las ideas y el conocimiento de las cajas oscuras de los 285 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS estudiosos se tradujo en la preparación de un conjunto de documentos de distribución masiva, dirigidos especialmente a los jóvenes, realizados con ánimo pedagógico y precisión científica por el equipo del profesor Arsuaga. litar la vida cotidiana de los lesionados, desarrollar infraestructuras deportivas adaptadas y fomentar la innovación tecnológica. En primer lugar, Rafael del Pino desó contribuir a facilitar la vida cotidiana de los lesionados medulares y, para ello, la Fundación ha equipado el Centro de Rehabilitación para personas con Lesión Medular de la Fundación Lesionado Medular, cuyo objetivo es la rehabilitación biológica, psicológica y social de las personas que sufren esta lesión. De esta forma, el Centro contará con nuevos equipos y aparatos técnicos. En segundo lugar, la Fundación Rafael del Pino, la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos para la Investigación y la Integración y el Grupo Indra han acordado investigar conjuntamente nuevas tecnologías para hacer la vida más accesible a los afectados por lesiones medulares. El proyecto seleccionado para iniciar las actividades de investigación en este campo ha sido el proyecto TOyRA (Terapia Ocupacional y Realidad Aumentada), cuyo objetivo es desarrollar una plataforma de terapia ocupacional que facilite la gestión de múltiples pacientes por un reducido número de fisioterapeutas y que, al mismo tiempo, permita disponer de una adecuada gestión automatizada de la evolución de cada paciente. Finalmente, entre las líneas de colaboración iniciadas con la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos para la Investigación e Integración, se encuentra la construcción de un complejo polideportivo que recibirá el nombre de Complejo Polideportivo Rafael del Pino. El proyecto contempla la construcción de modernas instalaciones polideportivas en los terrenos aledaños del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo (incluyendo un Centro de Alto Rendimiento Deportivo, pistas de atletismo, piscina, etc.) adaptadas a los lesionados medulares. El Complejo Polideportivo Rafael del Pino tiene como finalidades: • Facilitar el acceso al deporte, como instrumento terapéutico y de integración social, a los pacientes del Hospital Nacional de AYUDAR A LOS NECESITADOS A iniciativa de Rafael del Pino y Moreno, a partir del año 2007, la Fundación que lleva su nombre cuenta con recursos cuya finalidad específica es el impulso de iniciativas dirigidas a contribuir a mejorar la calidad de vida de aquellos ciudadanos afectados por una lesión medular y a reforzar el programa de fomento de la investigación en el campo de salud iniciado en 2006. Los primeros pasos de la Fundación en este campo fraguaron en la dotación de becas de investigación oncológica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) que han sido asignadas hasta la fecha a investigadores del Instituto de Investigación del Hospital Universitario Vall d´Hebrón y del Laboratorio de Farmacogenómica del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de Navarra. Asimismo, la Fundación ha patrocinado investigaciones sobre distintos aspectos relacionados con la prevención de la enfermedad y la defensa de la salud a saber, evaluación del impacto de un paquete de medidas: la incidencia, diagnóstico rápido y anticipación terapéutica de la neumonía asociada a la ventilación mecánica (NAVM) en adultos, desarrollada por la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Gregorio Marañón o el estudio sobre los factores predictivos de respuesta y pronóstico en mujeres con cáncer de mama que presentan recidiva local en pared torácica, desarrollada por el Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre, por ejemplo. La nueva línea de actuación iniciada en 2007 tendrá como objetivo el impulso de iniciativas dirigidas a mejorar la calidad de vida de los lesionados medulares. Estas iniciativas se desarrollarán en tres frentes: contribuir a faci- 286 LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO... Parapléjicos, a otros lesionados medulares y personas con discapacidad y, complementariamente, a deportistas. • Potenciar la integración social de las personas con discapacidad mediante la utilización conjunta del Complejo Polideportivo por deportistas con y sin discapacidad. • Permitir la puesta en funcionamiento de un Centro de Alto Rendimiento Deportivo para deportistas paralímpicos y otras personas con discapacidad. Además del Complejo Polideportivo Rafael del Pino, ambas instituciones están valorando otras vertientes de cooperación que se irán concretando en el futuro. administración de entidades no lucrativas. Este hecho, además de suponer el compromiso de los futuros dirigentes empresariales, contribuye a incrementar la reflexión sobre la gestión de las entidades no lucrativas y, en consecuencia, a mejorar sus resultados. Es cierto que la situación mejora poco a poco. También lo es que las escuelas de negocios, y algunas universidades, con el apoyo del propio colectivo fundacional, organizan cursos de capacitación para gestores de organizaciones no lucrativas. Pero la reflexión y la discusión, desde las propias organizaciones no lucrativas y desde sus representantes orgánicos y las administraciones tutelares, deben alcanzar cotas superiores de conocimiento. El teresiano camino hacia la perfección debería ser más transitado. A pesar de que la experiencia de la empresa privada debería ser una referencia inexcusable, la comparación entre las organizaciones no lucrativas y las empresas exhibe diferencias relevantes en, al menos, los campos siguientes: Objetivos, Regulación, Origen de los recursos, Gestión y control de resultados y Composición de los órganos de dirección. Todo ello, teniendo en cuenta el consejo de Drucker: oportunidades, competencia y compromiso en un contexto en el que los objetivos son cambiantes. En relación con los objetivos, los correspondientes a las empresas privadas (maximización de los beneficios, maximización de las ventas, incremento del valor de las acciones, aumento de las cuotas de mercado...) en un contexto competitivo no coinciden con los correspondientes a las fundaciones que, por regla general, pretenden cubrir el espacio de necesidades sociales no atendido adecuadamente por el sector público. Las fundaciones centran su cometido en el cumplimiento de fines sociales cuya diversidad es innegable. Es justamente dicha diversidad el elemento que permite introducir criterios de diferenciación y, en consecuencia, de competitividad, entre las distintas fundaciones. En definitiva, los objetivos de las fundaciones deben ser adecuados a la disponibilidad de recursos financieros que deben ser emple- PRINCIPIOS DE GESTIÓN DE PROYECTOS De acuerdo con los principios de P. Drucker, una estructura organizativa que no sea eficiente dificulta la obtención de buenos resultados, con independencia de la calidad de los directivos. Rafael del Pino fue partidario de dicho principio. En consecuencia, impulsó la articulación de un equipo reducido que tomase la eficiencia como norte. Sin embargo, una gestión eficiente requiere, además, una regulación que también sea eficiente, lo que no siempre sucede. En relación con la gestión de las fundaciones, en primer lugar, debe sostenerse que la referencia deben ser los criterios empleados en la gestión privada, pues, además de contar con una larga tradición, las empresas privadas son las organizaciones que más se preocupan por la utilización eficiente de los recursos. En España, la experiencia todavía es escasa y la implicación de los centros de enseñanza superior en la docencia relacionada con la gestión de las fundaciones es insuficiente. También es insuficiente la implicación de los estudiantes universitarios en la gestión y administración de las fundaciones. Todavía estamos lejos de poder afirmar, como ocurre en el caso de la Harvard Business School, que más del 90% de los estudiantes de las escuelas de negocios están comprometidos con los órganos de 287 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ados de acuerdo con los criterios definidos por su fundador sin comprometer su futuro. La regulación de las fundaciones, en todo caso de naturaleza distinta a la correspondiente a las actividades empresariales –ejercida a través de órganos como la CNE, la CNMT, el TDC, la CNMV...– es importante si el objetivo que se persigue es la maximización de los resultados, dados unos recursos disponibles. En ocasiones, la regulación conduce a la eficiencia, pero en otros casos la regulación puede traducirse en una asignación ineficiente de los recursos o en el alejamiento de los objetivos apoyados en la defensa de los intereses públicos. Una Fundación responde al ejercicio de la libertad individual consistente en destinar una parte de los recursos obtenidos durante el trabajo de muchos años a fines de interés general. La sociedad facilita la obtención de los recursos, pero sin el trabajo continuado y bien hecho es imposible sostenerlos y, en consecuencia, destinarlos a aquellos fines. Las organizaciones son como los seres vivos. Tienen preferencias, aciertan y, en ocasiones, toman decisiones equivocadas, lo que aconseja la reconsideración de la elección tomada en un proceso de aprendizaje continuo. Todo ello supone que, en el desarrollo de sus actividades, deben basarse en un programa razonado, dotado de la mayor coherencia posible, y llevado a cabo de la forma más sensata de acuerdo con el principio de asignación eficiente de recursos que, por su propia naturaleza, son escasos, y de la búsqueda de una identidad propia y diferenciadora. De acuerdo con su plan de inversiones, la Fundación Rafael del Pino dispone de unos recursos financieros que debe asignar eficiente y eficazmente. Ello supone el análisis riguroso, apoyado en criterios que se han ido elaborando con el paso del tiempo, de todos los programas sometidos a su juicio tanto por miembros de la propia Fundación como por terceros. Lógicamente el proceso culmina tras la toma en consideración de la calidad de las propuestas, su adaptación a los objetivos fundacionales, los resultados esperados y el coste de los proyectos. Y como no puede ser de otra forma, con el objetivo de reducir los errores, el proceso se perfecciona continuamente como resultado de la experiencia propia y ajena, y de la reflexión. Establecida la dotación fundacional es necesario proceder a la inversión eficiente de los recursos. La Fundación Rafael del Pino invierte cerca del 40% de los recursos financieros en renta variable. Se trata de hacer un buen uso de la dotación fundacional, contando para ello con los asesores más convenientes. El riesgo de pérdida del valor patrimonial de una fundación no es un tema irreal. En las fundaciones patrimoniales además de cumplir, en primer lugar, con los objetivos determinados por el Fundador, debe asegurarse un flujo de ingresos que garantice el cumplimiento de los objetivos. El flujo de ingresos debe ser suficiente para cubrir los programas presentes sin deteriorar su dotación económica en términos reales y, al menos, reponer el valor patrimonial deteriorado continuamente por el impacto de la inflación. Con tasas de crecimiento del índice de precios al consumo reducidas, la rentabilidad y, en consecuencia, el riesgo asumido por la fundación pueden ser también reducidos; pero a medida que dicha tasa aumenta, la continuidad de la fundación exige la asunción de riesgos en la inversión y, en consecuencia, una gestión profesionalizada de su patrimonio fundacional. Con tasas de inflación que superan el 5,0% anual, como ocurre actualmente, la gestión eficiente de los recursos y la búsqueda de dichas rentabilidades es condición obligada para mantener el patrimonio fundacional. Fruto de la gestión eficiente de los recursos dotados por Rafael del Pino, desde el inicio de su actividad la Fundación ha más que quintuplicado su volumen de gasto en proyectos, pasando de los 1,8 millones de euros en 2001 a los 10 millones de euros de gasto en actividades que esta previsto realizar en el ejercicio 2008. Difícilmente una organización huye de la tradición. Sólo excepcionalmente tiene lugar dicha huida. Sus actuaciones suponen un proceso continuo, reflejo del pasado y abierto al futuro. Este hecho implica el mantenimiento de algunos pro- 288 LA FUNDACIÓN RAFAEL DEL PINO: REFLEJO DE UNA VIDA DEDICADA AL TRABAJO... gramas consolidados diseñados desde la propia Fundación. Se trata de pilares sobre los que se apoya su estructura. La racionalidad aconseja su continuidad, no exenta de perfeccionamiento, pues conduciría a la melancolía la repetición mimética de las actividades llevadas a cabo en ejercicios precedentes. Los resultados alcanzados responden a la gestión de los recursos y a su asignación a proyectos alternativos. Ello exige una reflexión permanente sobre los propios programas y en relación con las mejores experiencias sin renunciar a la tradición fundacional. La reflexión permite no solamente definir unos objetivos consistentes, sino disponer de criterios sobre la base de los cuales estructurar y articular áreas de actuación. Para definir los objetivos, elaborar criterios de gestión y valorar los resultados alcanzados, la Fundación Rafael del Pino cuenta, desde el principio de sus actuaciones con un Consejo Asesor, una Comisión Ejecutiva y un Patronato. Como ocurre en el ámbito de las empresas privadas, la composición de los órganos de dirección también debe responder a criterios de eficiencia. Una fundación eficiente debe disponer de un buen CEO capaz de diseñar una buena estrategia y un buen plan de trabajo, de un personal eficiente, responsable y bien entrenado y de un patronato y, en su caso, un consejo asesor, activo, creativo, comprometido con la fundación y, al mismo tiempo, involucrado en los problemas que genera su gestión. En todo caso, los órganos de dirección deben tener tiempo suficiente para dedicarlo a la fundación y, en consecuencia, aplicar parte de dicho tiempo a su misión de supervisión y aporte de ideas. La organización interna es muy simple y se apoya en la autorresponsabilidad. Se ha preferido una plantilla reducida formada por personas cualificadas y con experiencia a una plantilla más amplia. Las seis personas que forman la plantilla de la Fundación, además de sus responsabilidades genuinas, lógicamente intercambiables, son responsables de proyectos. Esta organización permite elaborar un ambicioso programa de actividades con una plantilla reducida pero eficaz. En consecuencia, el impacto de los costes de personal sobre los gastos de los proyectos es reducido. Esta elección explica la nula rotación del personal en los últimos años. Se trata, en definitiva, de una elección eficiente. Las referencias de la organización son el rigor, la flexibilidad, la imaginación, el espíritu innovador, la eficiencia, la eficacia, y la internalización de las actividades. Todo ello con un permanente sentido de la autocrítica. De los más de 1000 proyectos evaluados por la Fundación hasta hoy, aproximadamente la mitad no contaron con la aprobación de los órganos de gobierno al no adaptarse a los objetivos fundacionales y 491 proyectos han sido desarrollados con éxito. Desde la perspectiva de la asignación de los recursos se trata de encontrar el camino que permita la simplificación de los procedimientos y la progresiva sustitución de proyectos consolidados, que pueden avanzar sin necesidad de la contribución de la Fundación, por otros nuevos. Lógicamente, si un proyecto procedente de terceros que ha recibido el apoyo de la Fundación durante unos años no puede proseguir sus actividades sin dicha ayuda se entiende que se trata de un proyecto no sostenible y, por lo tanto, el sentido común aconseja, en la mayoría de ocasiones, el alejamiento de la Fundación en relación con su desarrollo. Periódicamente debe hacerse un análisis general de la conducta y los resultados alcanzados. Como ha señalado Rafael del Pino, «Las organizaciones modernas deben hacer un examen periódico de su actividad con el fin de efectuar el oportuno balance y, en caso de que sea necesario, reorientar el rumbo para alcanzar sus objetivos con la mayor eficiencia posible». En consecuencia, en el año 2003 la Fundación evaluó y valoró el trabajo realizado lo que permitió determinar sus prioridades: «Se trataba, en definitiva, de conseguir mayores dosis de coherencia y de asegurar que el logro de los objetivos previstos desde el inicio de nuestra actividad se alcanzara a través del rigor y de la eficacia». Otra de las referencias de la gestión es la transparencia, tanto interna como exterior. Las 289 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS personas que trabajan en la Fundación conocen con detalle los procedimientos. Desde el punto de vista de la proyección exterior, todas las actividades de la Fundación figuran en su Portal en la red Internet y en su Memoria anual. Todo ello supone un ejercicio de aprendizaje continuo. En palabras del Presidente-Fundador, «seguimos el camino definido con paso firme y sin vacilaciones, con la mirada puesta en el bienestar de nuestros ciudadanos, aprendiendo día a día de los demás, incorporando el conocimiento a nuestro acervo y proyectándolo, multiplicado en la medida de lo posible, hacia el futuro». empresarial primero y mediante las actividades que desarrolla la Fundación que lleva su nombre después, dedicó su esfuerzo a que tanto los dirigentes españoles de hoy como los del futuro puedan desarrollar con todo éxito sus capacidades en un mundo progresivamente globalizado en el que la competitividad es una referencia fundamental. La consideración de las acciones llevadas a cabo desde el inicio de la actividad de la Fundación permite sostener que, en estos momentos, el proyecto inicial de su Presidente-Fundador, que se apoyaba en un conjunto reducido de ideas generales pero robustas, ya es una realidad consolidada, dotada de una sólida estructura y con un amplio programa de proyectos y actividades que configurarán el futuro de la Fundación e indicarán el mejor camino a seguir. Es el fruto del quehacer de Rafael del Pino, una vida sustentada por el espíritu de esfuerzo y dedicación que ha animado todos sus proyectos durante más de 50 años de vida profesional. Rafael del Pino nos dejó el día 14 de junio de 2008. Como dijo Eckermann de Goethe, Rafael del Pino ha sido «una figura demasiado atrayente para no tratar de imitarla, pero demasiado grande para alcanzarla» Sean estas palabras un sentido homenaje al ilustre jurista que fue Rodrigo Uría, quien supo combinar su maestría profesional con un alto sentido de la sensibilidad y la responsabilidad social. Y la expresión de mis sentimientos hacía Rafael del Pino con quien tuve la suerte de colaborar en un proyecto, ilusionado e ilusionante, durante cerca de ocho años. Personas como Rafael del Pino y Rodrigo Uría contribuyen a hacer grande un país. Descansen en paz. CONCLUSIONES Rafael del Pino siempre defendió que la creación de riqueza y el dinamismo de un país se apoyan, esencialmente, sobre la competitividad de sus empresas y que ésta depende, fundamentalmente, de la educación de sus ciudadanos y de la formación y capacidad de sus dirigentes para crear y desarrollar conocimientos y estrategias. El bienestar de las sociedades modernas requiere que sus empresas, sean prósperas y eficientes, pues su futuro depende, en buena medida, de sus resultados en mercados progresivamente globalizados y competitivos. En consecuencia, es necesario contribuir a incentivar la creación empresarial y la vitalidad emprendedora, acumular conocimientos en relación con la dirección empresarial, fomentar el papel de las instituciones encargadas de facilitar la creación y el desarrollo empresarial, proteger los derechos de los inversores, e impulsar decididamente la competencia y la transparencia de los mercados. Rafael del Pino, durante su dilatada actividad 290 CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN Jesús Medina Ocaña empresarial, deciden dedicar parte del mismo al bienestar general. La existencia de relaciones cercanas entre empresas y comunidades no es algo nuevo, característico de las últimas décadas de nuestro siglo. En el siglo XIX filántropos empresarios como Robert Owen, George Cadbury y Titus Salt ofrecían una amplia serie de servicios sociales y apoyo, tanto a sus empleados como a toda la comunidad. En Alemania, el programa de bienestar social de Ernst Abbé, en la empresa Carl Zeiss, influyó notablemente en el desarrollo posterior del estado de bienestar. Durante el siglo XX se produce un cambio en esta situación y muchas empresas ejercen caridad a través de donaciones arbitrarias. Entendían que las instituciones no lucrativas eran las que tenían la experiencia y el conocimiento para gestionar los proyectos y recursos financieros. Grandes filántropos del pasado, Andrew Carnegie, Daniel Guggenheim, David Rockefeller, Paul Getty, tendían a financiar causas, si bien desde una cierta distancia y escaso contacto personal. Asimismo, una de las máximas autoridades de la gestión empresarial, Peter Drucker, expuso en la década de los años cuarenta, en su libro El concepto de la corporación, la idea de que la empresa no sólo tiene que preocuparse de obtener beneficios para sus accionistas, sino de beneficiar también a la comunidad en la que actúa. Éste es el caso de las Cajas de Ahorros. Nacen como fundaciones empresa para involucrarse en la solución de los problemas de la sociedad, ofreciendo, por tanto, mucho más que dinero por INTRODUCCIÓN Es posible encontrar en las distintas fases de la historia variados ejemplos de cómo el ciudadano ha optado voluntariamente por colaborar con otros para satisfacer sus necesidades más importantes. La favorable disposición, o bien la generosidad para trabajar en conjunto con la idea de alcanzar un objetivo común, es característica de muchos países, grupos, personas, y es conocida como filantropía. Sus raíces se pueden encontrar tanto en las creencias religiosas, como en los antecedentes del auxilio mutuo, en los principios democráticos de la participación ciudadana, la libertad e independencia de la persona; y, también, en la idea de que ha de existir una separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Las penurias sufridas por los habitantes de Europa, que vivieron bajo Gobiernos que mantenían una actitud distante de los problemas de la sociedad en su conjunto, obligaron a las personas a unirse para intentar controlar sus destinos, ayudarse unos a otros y emprender actividades en grupo, como construir una escuela, una iglesia o combatir un incendio. De muchas de esas experiencias surgió la tradición de las iniciativas ciudadanas y los esfuerzos individuales para promover el bienestar público. Con el paso de los años y el aumento de la acumulación de recursos, la idea de filantropía se relaciona y tiene como base la riqueza. Sus acciones se configuran entonces como un modo de redistribución de esa riqueza por parte de personas que, tras lograr alcanzar un volumen significativo de capital y patrimonio por su actividad 291 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS medio de una donación. Las Cajas de Ahorros surgen bajo la idea de que es posible crear instituciones que puedan generar por sí mismas, sin la ayuda pública y en competencia con otras entidades financieras de diferente naturaleza jurídica, recursos a largo plazo para que, parte de ellos, puedan ser invertidos con el fin de acometer tareas de necesidad perentoria allí donde otras instituciones, tanto públicas como privadas, no han podido o no han querido realizar. la Real Orden de 3 de abril del año 1835, primera norma jurídica sobre las Cajas de Ahorros españolas, emitida de puño y letra por Diego Medrano, ministro del Interior durante el Gobierno del granadino Francisco Martínez de la Rosa, en el período de la regencia de María Cristina. En su creación queda plasmado el espíritu filantrópico que predomina en las Cajas de Ahorros desde esa fecha, puesto que su impulsor, Diego Medrano, esperaba que fuera ese carácter y no la intervención pública, el motor que impulsara el crecimiento de las Cajas de Ahorros. Afirmaba Diego Medrano que: «desgraciadamente no es posible plantar, desde luego entre nosotros, las Cajas de Ahorros del mismo modo que se hallan establecidas en otros países, donde tantos bienes sociales producen. Llegará un día en que, restablecido enteramente el crédito del Estado, sean los fondos públicos el asilo seguro y ventajoso de los ahorros del pobre; pero mientras renace la confianza, mientras se cicatrizan las llagas, que tantas causas diversas han descubierto a este cuerpo político, hay que esperarlo todo del espíritu de filantropía que anime a los ricos y del celo de las autoridades en cuya manos está depositada la administración de los pueblos. Ya el conde Villacreces, en Jerez de la Frontera, ha establecido una Caja de Ahorros, donde pueden hacerse imposiciones desde 4 reales de vellón hasta 2.000, no excediendo de 20.000 los de una misma persona». Las Cajas progresarán de manera decisiva durante la España de la Restauración, desde 1880 a 1923, al hilo de la propia economía española. En dicho período, las Cajas se transformaron profundamente, haciendo girar sus objetivos desde la lucha contra la usura y las atenciones de beneficencia, hacia las actividades de naturaleza financiera y hacia la previsión social, en colaboración con los organismos creados por el Estado. Las Cajas de Ahorros se expandieron territorialmente, reformaron sus estructuras internas, aumentaron su participación en el Sistema Financiero, contribuyendo a la movilización de los recursos, y ayudaron al establecimiento de las primeras redes modernas de asistencia social. 1. LA GÉNESIS: LA RAZÓN DE ESPÍRITU DE FILANTROPÍA EN EL NEGOCIO FINANCIERO Las Cajas de Ahorros aparecen, por tanto, en España durante la época del liberalismo. Tienen su origen en los Montes de Piedad, instituciones de préstamo que trataban de combatir un fenómeno del siglo XVIII, la usura, que en términos más actuales se podría denominar exclusión financiera de las clases más modestas. El liberalismo propone en ese período histórico la redención a través del trabajo y el ejercicio del ahorro, conceptos ambos herederos de su histórico nacimiento como Montes de Piedad. El ahorro representa, en ese período de la historia y en palabras de Pablo Martín Aceña, una invención, así como un comportamiento cultural imprescindible para el desarrollo de las sociedades industriales. Con el ahorro se afianza la idea de progreso a partir de sus orientaciones de anticipación y cálculo de las circunstancias futuras. Una vez asentada la función benéfica del ahorro remunerado, las clases populares pudieron emanciparse de su secular dependencia, ora de la caridad, bien de la beneficencia, así como de la usura, otorgando a los trabajadores mayor autonomía que la que les proporcionaba la dependencia de la protección paternalista de sus patronos. Con más de trescientos años de existencia en algunos casos, las Cajas de Ahorros configuran un sector perfectamente definido. Nacieron como tales entidades independientes a partir de 292 CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN En los años treinta del siglo XX, en un período de modernización y adaptación de la sociedad y la economía españolas, se consolidaron como grupo de instituciones y en marzo del año 1933 se crea el marco propio de actuación con el Estatuto para las Cajas Generales de Ahorro. Será en agosto de 1977 cuando las Cajas consigan su equiparación con el resto de entidades del sector financiero y bancario. Posteriormente, el 2 de agosto de 1985, se promulga la denominada LORCA, Ley por la que las Cajas aún se rigen en materia de Órganos rectores. Ya en el siglo XXI nuevas leyes determinan la actividad de las Cajas de manera relevante: la Ley Financiera o Ley de Medidas de Reforma del Sistema Financiero de noviembre de 2002 y la Ley de Transparencia para Sociedades Cotizadas de fecha julio de 2003. Con todo este marco legislativo, las Cajas de Ahorros se encuentran equiparadas en España, a todos los efectos, con el resto de entidades financieras. Aunque pensadas con la finalidad de promover el ahorro entre las clases más desfavorecidas, así como facilitar la integración social, las Cajas de Ahorros han ido evolucionando al amparo de la propia sociedad, configurándose en la actualidad como intermediarios financieros netos al mismo nivel que otras entidades, en especial los Bancos comerciales. Así, desde el siglo XVIII, las Cajas de Ahorros españolas han mantenido sus rasgos institucionales diferenciales como entidades financieras específicas, aunque adaptándose al modelo competitivo de Banca propio de finales del siglo anterior y principios del actual. Compiten con éxito en el mercado local, y realizan operaciones financieras y bancarias en todos los ámbitos del negocio. Poseen, asimismo, unos rasgos distintivos que mantienen y las convierten en entidades singulares al ser comparadas con el resto de entidades financieras. En definitiva, ante esta evolución, es posible resaltar que las Cajas no han hecho otra cosa desde su creación que confirmar e, incluso, superar las expectativas que acompañaron a su fundación, como se pone de manifiesto en las pala- bras escritas por Malthus en 1880: «De todos los planes que se han propuesto hasta ahora para ayudar a las clases trabajadoras, el mejor, con mucho, a mi juicio, es el de las Cajas de Ahorros. Creo que, si se generalizan, es el que tendría más probabilidades de realizar un mejoramiento permanente de la situación de las clases más bajas de la sociedad. Dando a cada individuo el beneficio completo y entero de su propia actividad y prudencia, contribuyen a reforzar las lecciones que nos dan la Naturaleza y la Providencia». Las Cajas de Ahorros se han ido configurando bajo un modelo propio de entidades financieras, es decir, fundaciones empresa de carácter privado y mercantil, como forma de adaptarse a los cambios del medio. Un entorno en el que, al igual que en la naturaleza, la biodiversidad es su seña de identidad y la razón que explica la fortaleza de sus integrantes, curtidos en la dura y permanente competencia. Sólo así se consiguen beneficios y, en el caso de las Cajas, el destino de los excedentes obtenidos por el ejercicio del negocio bancario se dedica a reservas, pago de impuestos y la dotación voluntaria a la Obra Social. Es de destacar el mantenimiento de una relación de preeminencia en el ejercicio bancario hacia las economías familiares, los clientes y particulares de renta bajas y medias, y el crédito a los pequeños y medianos empresarios y autónomos. Como valor fundamental persiste la promoción del ahorro entre la población; así como también el hecho de contribuir a la inclusión financiera, asegurando la universalidad del servicio bancario. Asimismo, es de resaltar la existencia de una tupida red de oficinas que permite ofrecer servicios financieros en los lugares en los que otras entidades financieras no llegan o no desean llegar. Un treinta por ciento de las oficinas de las Cajas de Ahorros radica en municipios menores de 10.000 habitantes. El total de las Cajas de Ahorros en el año 2007 atiende a través de sus 24.648 sucursales directamente al 97,3 por ciento de la población española, y al restante 2,7 por ciento por medio del desplazamiento de personas de oficinas cercanas. Esta es la base física que 293 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS Las Cajas de Ahorros contribuyen, también, a mostrar una imagen sólida y solvente de la actividad bancaria. Garantizan, asimismo, la competencia entre entidades evitando el asentamiento de un oligopolio en el sector que redundaría en perjuicio de los clientes. La propia dotación a reservas de estas entidades muestra una imagen de solvencia que aumenta el capital social de cualquier sociedad. Además, en los últimos veintiséis años, las Cajas han conseguido crear 75.000 empleos y el 95,68 por ciento son contratos indefinidos, gozando los empleados de un conjunto de beneficios añadidos, tales como la integración en los Órganos de Gobierno, la estabilidad en el empleo, la igualdad de oportunidades, la previsión social complementaria, el interés por el desarrollo profesional continuado o numerosos beneficios sociales. permite a las Cajas de Ahorros cumplir con su compromiso de favorecer en la población el acceso universal a los servicios financieros. Es de destacar el carácter cooperativo de las Cajas y una vinculación local y territorial, lo cual lleva a la plena identificación con estas entidades de impositores, trabajadores, instituciones públicas y privadas de carácter local y autonómico; en definitiva, de la sociedad en su conjunto. La denominación jurídica más acertada al objeto de definir a las Cajas de Ahorros es la de fundaciones empresa y así, tal y como expresa Vicente Salas, «como fundación, la Caja de Ahorros realiza una función social al establecer que los beneficios no retenidos a la entidad se destinarán a actividades que proporcionan bienestar al conjunto de la sociedad. Como empresa, la Caja está legitimada para realizar actividades de intermediación financiera, buscando la eficiencia económica a través de hacer máximos los beneficios». Estas peculiaridades de las Cajas de Ahorros nos permiten caracterizarlas como «entidades no lucrativas de carácter mercantil», aunque no por ello deban renunciar a su propia actividad mercantil en justa competencia en los mercados con el resto de entidades financieras, existiendo jurisprudencia al respecto por parte del Tribunal Constitucional avalando su carácter privado. Por tanto, las Cajas de Ahorros asumen objetivos de tipo social en el marco de un ejercicio del negocio específicamente mercantil y privado, caracterizando su misión eminentemente como empresarial combinada con finalidades de carácter social, aunque en el marco de las instituciones de corte no público. De esta forma, las Cajas, debido a su evolución y a su elevada capacidad de competir, han generado un alto nivel de recursos que se ha traducido en una aportación al Estado por medio de pago del Impuesto sobre Sociedades; beneficio económico que no se queda únicamente en lo recaudado a través del propio impuesto, sino que también se produce mediante el fomento de las actividades económicas y empresariales en las que se ven involucradas. 2. LA EVOLUCIÓN: DE LA BENEFICENCIA A LA COHESIÓN SOCIAL (O LA INCLUSIÓN) QUÉ ES LA OBRA SOCIAL Estas fundaciones empresa de carácter privado, combinan con naturalidad dos funciones: una financiera y otra social. Como entidades financieras, las Cajas gestionan más de la mitad de los recursos captados entre las empresas y las familias españolas, y lideran la actividad crediticia del Sistema Financiero, especialmente en lo que se refiere al crédito hipotecario. En la vertiente social de su actividad financiera, las Cajas se ocupan de evitar la exclusión financiera, y de fomentar el desarrollo económico y el progreso social de sus comunidades de origen. Aunque el carácter social orienta cualquier actividad de las Cajas, donde este compromiso se hace más visible es por medio de las distintas manifestaciones de la Obra Social. Tras el pago de los impuestos y dedicar al menos el cincuenta por ciento de su beneficio neto a reservas, la 294 CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN Obra Social se orienta a las principales demandas sociales, como los programas de integración de los colectivos con mayores problemas de exclusión, el medio ambiente, la educación y la investigación, las actividades culturales o la restauración y conservación del patrimonio histórico-artístico. Sin la Obra Social de las Cajas, muchos ciudadanos españoles, especialmente en el medio rural, carecerían de numerosos servicios asistenciales y verían prácticamente imposibilitado su acceso a la cultura. En este sentido, el mayor gasto por persona de la Obra Social de las Cajas de Ahorros se concentra en las provincias menos pobladas, en los municipios con un mayor porcentaje de ancianos y en los grupos sociales con menos facilidad de acceso a las fuentes de riqueza. Cualquier persona, sea o no cliente de una Caja de Ahorros, puede ser el destinatario final de la Obra Social. En los últimos años el número de beneficiarios se ha incrementado de forma significativa: en 1995, utilizaron los servicios prestados por la Obra Social de las Cajas cerca de veintiséis millones de personas; el año pasado, este número aumentó hasta superar los 128 millones de ciudadanos, lo que supone multiplicar por cinco esta cifra en un período de doce años. La Obra Social ha evolucionado en los últimos años como respuesta a las demandas de la sociedad y, por ello, las grandes áreas que la componen han presentado tendencias diversas y, en algunos casos, incluso opuestas. En líneas generales, el capítulo de Asistencia Social ha aumentado de manera considerable en los últimos años y algo similar ha sucedido con el Medio Ambiente, hasta el extremo de que en diez años se han multiplicado por doce las inversiones dedicadas a esta área. El resto, incluida la Cultura, han ido cediendo paulatinamente terreno como consecuencia de ese giro en las inquietudes de los ciudadanos. En cualquier caso, los recursos destinados por las Cajas de Ahorros a la Obra Social han crecido ininterrumpidamente en la última década. Los recursos invertidos por la Obra Social en los últi- mos cinco años, desde 2003 al pasado ejercicio, sumaron 6.989,89 millones de euros. El patrimonio de la Obra Social se situaba a finales del año 2007 en 4.289 millones de euros, en términos de estricto valor contable, sin posibilidad de evaluar dicho patrimonio a precios de mercado. En este sentido, hay que destacar que las Normas Internacionales de Contabilidad, que entraron en vigor en el ejercicio de 2005, no preveían la actualización del valor de los inmuebles afectos a la Obra Social. ¿A QUIÉN VA DIRIGIDA? Por su idea fundacional de entidades privadas de utilidad social, las Cajas no destinan sus resultados a beneficios particulares. Sin embargo, su gestión debe dar lugar a un excedente, que tiene la siguiente distribución: las Cajas de Ahorros deben destinar a reservas un mínimo del cincuenta por ciento con carácter general. Después de constituir estas reservas, el excedente se destina al Fondo de Obra Social. Existe una diferencia entre dotación y gasto que estriba en que la primera procede de la distribución del beneficio anual, mientras que la segunda es el gasto aplicado en cada ejercicio. En este sentido, las Cajas de Ahorros españolas han aprobado una dotación de 1.949 millones de euros para la Obra Social, tras hacer la distribución del beneficio neto del Sector en el año 2007. Esta cifra es un 15 por ciento superior a la dotada en el ejercicio anterior. La aportación de fondos efectuada por las Cajas servirá para financiar sus acciones sociales en 2008 o en ejercicios sucesivos. Los 1.949 millones de euros de dotación a la Obra Social consignados con cargo al beneficio de 2007 representan el 17,7 por ciento del resultado neto de las Cajas en el pasado ejercicio. El otro destino posible del beneficio neto de las Cajas, las reservas, ha aumento un 67,2 por ciento. En total, las Cajas destinaron a reservas el año pasado 9.063 millones de euros, el equivalente al 82,3 por ciento del beneficio neto del Sector en 2006. 295 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS siderara la Obra Social una institución de la máxima importancia para la sociedad y la economía españolas. La evaluación de la Obra Social permite, asimismo, situar a las Cajas españolas a la cabeza de las políticas de Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial, puesto que si bien la inmensa mayoría de las empresas tratan de enumerar las medidas que en teoría las respaldan como socialmente responsables, las Cajas como sector e individualmente en su mayoría, ya han evaluado y medido con indicadores precisos el impacto real que sus iniciativas producen en la sociedad y en la economía. Así, en relación con el impacto en el PIB, la Obra Social de las Cajas aportó a la riqueza nacional 1.381 millones de euros en 2006 (último dato disponible), casi un euro por cada euro invertido (a la inversión total de las Cajas en Obra Social, hay que restarle la ayuda en cooperación internacional y las becas de estudio en el extranjero). En este sentido, la escasa incidencia de las importaciones en la actividad de la Obra Social hace que esta proporción sea de las más favorables de entre todos los sectores productivos; es decir, prácticamente toda la riqueza que crea la Obra Social repercute en España. En cuanto al impacto en la producción total, los 1.524 millones de euros invertidos en Obra Social en 2006 generaron 2.632 millones de euros de dinamismo económico (último dato disponible), entendido como la totalidad de la facturación de los sectores relacionados con la actividad social de las Cajas; es decir, la inversión en Obra Social en 2006 supuso que el efecto en el dinamismo económico se multiplicara por 1,7. Como consecuencia de esta participación activa en buena parte de los sectores de la economía española, la Obra Social generó en 2006 (último dato disponible) 34.816 empleos. En esta cifra se incluyen el empleo indirecto contratado, el empleo inducido y el empleo directo de la Obra Social de las Cajas. En este sentido, la cifra agregada de personas que trabajan para la Obra Social como plantilla de la Caja o de sus fundaciones se sitúa en 3.246. Además de la dotación de la Caja, las cada vez más diversificadas acciones y el creciente grado de profesionalización de la Obra Social permite que cada año el importe de los ingresos generados, que posteriormente se reinvierten en nuevas acciones o en el mantenimiento de los centros, se incremente de forma constante. En este sentido, de los 1.824,29 millones de euros de inversión total de la Obra Social en 2007, 1.722,4 millones correspondieron a la dotación de la Caja (en su mayor parte procedente de la distribución del beneficio de 2006), mientras que 101,85 millones procedieron de la generación de ingresos de la propia Obra Social. Tan importante como destacar los efectos de la Obra Social sobre la economía y la manera en que la Obra Social se configura como un factor de cohesión social, es medir el desempeño organizativo y el impacto social de su actividad para mejorar el grado de cumplimiento de su misión y objetivos. Al tratarse de la primera iniciativa privada conjunta en el mundo en acciones de carácter social, tanto por volumen de recursos invertidos como por número de actividades, las Cajas han considerado necesario aportar cada ejercicio la información más precisa posible al respecto. A partir de esta evaluación se puede constatar que la Obra Social de las Cajas, en tanto que inversión social que genera riqueza y empleo, resulta tan eficiente en términos económicos como cualquier sector de la economía española. Por tanto, el principal objeto de análisis del impacto es constatar que la Obra Social cumple sus funciones con una gestión eficiente, que se dirige a los colectivos con más necesidades y se complementa de manera adecuada con las Administraciones Públicas. De esta manera, la creación de riqueza y empleo derivada de la Obra Social de las Cajas pone de manifiesto la importancia de una actividad cuyo fin principal es prestar servicio a los ciudadanos (clientes o no clientes de estas entidades) y ayudar a solucionar problemas sociales. Por su volumen de recursos invertidos, recurrencia en el tiempo y arraigo social, puede ser con- 296 CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN La Obra Social genera más empleos que la media de los sectores productivos, con dos características fundamentales: la gran diversidad de actividades en las que genera empleo (construcción, sanidad, ONG o empresas de servicios, entre otros) y la mayor calidad del empleo, entendida en términos de cualificación, estabilidad y remuneración. El área de la Obra Social que más riqueza y empleo genera, en términos absolutos, es Cultura y Tiempo Libre. No obstante, si se tomara una misma cifra de gasto como referencia, el área de Asistencia Social crearía más riqueza y, sobre todo, más empleo que ninguna otra área de la Obra Social. Es decir, un euro invertido en Asistencia Social y Sanitaria crea más riqueza y empleo que un euro invertido en cualquiera de las otras áreas. De hecho, con los resultados de la última simulación (2006), la riqueza generada por el Área de Asistencia Social y Sanitaria se sitúa ya muy cerca de la propiciada por Cultura y Tiempo Libre. Por sectores de actividad, la mayor incidencia de las inversiones de la Obra Social sigue concentrándose en el sector de servicios no destinados a la venta, donde se engloban las ONG, las fundaciones y otras entidades no lucrativas, principales colaboradores de la Obra Social de las Cajas. En segundo término, se sitúa el sector de la construcción, dada la fuerte incidencia que supone la construcción de nuevos centros de la Obra Social y el mantenimiento de los que ya conforman el inventario de centros del Sector (4.771 en 2007). atacar la raíz de los problemas e implicarse en su solución, en lugar de intentar solamente remediarlos. Muchos de éstos son problemas nuevos en un mundo en cambio acelerado. Probablemente, nunca antes más que ahora en la historia de la humanidad se ha tenido la conciencia de realidad global. En el proceso de globalización, entendido este como la reciente aceleración de flujos trasnacionales de productos, servicios, finanzas, información, ideas, tecnologías, enfermedades, personas, principalmente, se pone de relieve que todos y cada uno somos vulnerables a los efectos de los problemas medioambientales, sociales, de salud, financieros que tienen lugar en otros países. La relación entre problemas domésticos e internacionales es cada vez más permeable y es más difícil delimitar el alcance de unos y otros. La filantropía también se ha vuelto global y las escuelas de negocio y universidades ofrecen cursos de filantropía global o corporativa. Las Cajas de Ahorros han ido creciendo al mismo tiempo que esas transformaciones, afrontando también los problemas aparejados a esta evolución dentro y fuera de nuestras fronteras. Esto ha permitido constatar, por un lado, que las sociedades que cuentan con tradiciones que incentivan la reciprocidad y que poseen mecanismos de comunicación interpersonal y compromiso cívico disponen de un capital social que las sitúa en las mejores condiciones para resolver su dificultades y, por otro, que si se quiere reunir ese capital social, la confianza es el factor básico para reforzar los lazos y vínculos sociales. Nuestro país se caracteriza, sin embargo y debido a razones históricas y sociales que se alejan del propósito de este texto, por una falta de cooperación social más allá del ámbito laboral, de calle o de barrio y un bajo nivel de asociacionismo y, por esto, el papel de las Cajas ha sido tan relevante en tanto que generadoras de capital social. La sociedad española muestra una actitud de prudencia en sus relaciones interpersonales, se tiene una visión negativa y desconfiada de otras personas; de hecho, casi la mitad de los españo- 3. EL IMPACTO: ATACAR LA RAÍZ DE LOS PROBLEMAS EN LUGAR DE REMEDIARLOS Las Cajas mantienen en solitario en España esta hegemonía en el ámbito social, a pesar de que en los últimos años las empresas, los filántropos, han aumentado su grado de participación en acciones de esta índole y no sólo en sus países. No obstante, la particularidad de la inversión social de las Cajas reside en su compromiso para 297 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS vida del hombre, de hecho, Albert Einstein decía que «es evidente que existimos para nuestros semejantes» y es, también, ese principio de cooperación entre las personas, de ayuda mutua, la base de todas nuestras concepciones éticas. Aunque se atribuya a causas biológicas o sobrenaturales, el origen primitivo del sentimiento o instinto de ayuda mutua ha sido en la historia la clave necesaria de la vida cotidiana de las personas y está igualmente en la raíz del término solidaridad. La ausencia de ese sentimiento de comunidad es la mayor parte de las veces el germen del conflicto social, puesto que como Alfred Adler ha afirmado: «Todas las faltas de la infancia y de la vida de los adultos, todos los malos rasgos del carácter en familia, en la vida en las relaciones con los demás, en la profesión y en el amor descubren su origen en la falta de sentimiento de comunidad». Desde ese punto de vista, es posible afirmar que la Obra Social crea en España tejido social, fomenta el asociacionismo, colabora con los poderes públicos para intentar llegar más lejos en su esfuerzo por extender a toda la población sus iniciativas y ayuda a los ciudadanos a solucionar sus problemas. No sólo la cuantía de sus recursos, que ya suponen una de las inversiones más altas del mundo en actividades y programas de índole social, sino su concepción, las redes formales y, sobre todo, informales que se crean por medio de la Obra Social, permiten a las Cajas de Ahorros comprometerse con la creación de empleo, la lucha contra la exclusión social y el apoyo a colectivos desfavorecidos. Es la mejor forma de contribuir a generar confianza interpersonal, que es la condición fundamental para poder encontrar soluciones a las cuestiones que provoca un entorno muy cambiante, en el que el riesgo más alto es que los ciudadanos puedan resultar excluidos. les opina que la gente está menos dispuesta hoy en día a ayudar a los demás que hace diez años, y son las personas más desconfiadas en sus relaciones con los otros las que menos dispuestas están a ayudar a otras, según el Centro de Investigaciones Sociológicas. Al ser difícil para muchos confiar en aquellos a quienes no conoce o de quienes no tiene referencias, la sociabilidad queda limitada básicamente a los estrechos lazos familiares y de amistad entre personas de grupos muy reducidos. No obstante, en los últimos diez años ha aumentado el optimismo respecto a la cooperación interpersonal y se está generando un nuevo sentimiento de solidaridad para quienes no integran el círculo inmediato de las relaciones personales. Esto representa una intervención en el espacio público poco habitual en el país y da lugar a procesos de participación asociativa, que se pueden constatar, sobre todo, entre los jóvenes. En muchos países, una vez que el estadonación ha perdido protagonismo, se ha reconvertido la fuerza de trabajo o el desarrollo económico ha sido cuestionado, por haberse basado en respuestas estrictamente mercantiles a estos retos y generado procesos de individualismo, se están buscando fórmulas que hagan posible combinar la iniciativa y la responsabilidad del sector público con la del sector privado como una nueva vía capaz de asegurar el desarrollo económico y la cohesión social. En definitiva, mecanismos de intermediación y de resolución de conflictos en los que se combine la presencia de lo público y lo privado, sin que ello implique difuminar responsabilidades, sino delimitar las mismas. Se trata de fortalecer a las instituciones locales y reforzar la realidad asociativa, para que sea capaz de integrar y canalizar más que de protagonizar y controlar y, de esa forma, contribuir a que se pueda conseguir un aumento en el grado de pluralismo social y una mayor densidad del tejido asociativo. Éstos son también objetivos principales de la Obra Social de las Cajas de Ahorros y que las acreditan como ejemplo de buen hacer para conseguir el bien común. Es esa una finalidad esencial en la LOS PASOS FUTUROS En este artículo hemos tratado de recoger la ingente labor de la Obra Social de las Cajas de 298 CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN Ahorros y su amplio alcance. Reflejamos en hechos concretos y cifras el compromiso de la Obra Social para conseguir una mayor confianza entre los ciudadanos. Las acciones de la Obra Social, demostradas día a día, y el impulso que se ejerce para ayudar a desarrollar derechos subjetivos, derechos fundamentales, como los que tienen que ver con la educación en su más amplia acepción, la salud, las eventualidades de la edad o las situaciones de discapacidad, tienen como finalidad colaborar a todo aquello que hace a una persona simplemente persona: la capacidad de participar en la construcción de su propio futuro. Ayudar a los ciudadanos a entender el impacto de la globalización en otras comunidades, así como a reconocer el impacto de nuestras propias acciones es prioritario. Intentar educar a los ciudadanos, políticos, empresarios, líderes, sobre la necesidad de invertir recursos crecientes (dinero, por supuesto, pero también compromiso y visión) en esfuerzos de cooperación para solucionar problemas, que hoy trascienden de la dimensión local para convertirse en globales, es clave. En esa comunidad, de la que los ciudadanos son plenamente conscientes y pueden ser activos partícipes, se aspira a una mayor prosperidad general; de manera que, si es preciso, se acude a donde sea necesario para encontrarla. Incluso, se está dispuesto a cambiar de lugar para alcanzarla; sin reparar, en muchas ocasiones, en los costes que supone, pensando que los beneficios van a ser tan altos que terminarán compensando ese esfuerzo. En este nuevo entorno, en el que predominan los procesos de adaptación, la búsqueda de mayores oportunidades o la consolidación de posiciones, la confianza representa un atributo imprescindible. La confianza entre las personas para acometer proyectos comunes de manera satisfactoria para todos los que los realizan es una garantía de equilibrio en la sociedad. Es bajo esta perspectiva como mejor se puede entender la inversión que las Cajas realizan por medio de su Obra Social. Por un lado, contribuyendo a la prosperidad general y, por otro, generando confianza entre las personas, los grupos, en la idea de contribuir al equilibrio de una comunidad amplia, dinámica, plural, participativa e integradora, mediante una estrecha colaboración y participación con diversos agentes económicos y sociales en cuantas acciones sea factible realizar. La inversión realizada en el último año, 1.824 millones de euros, convierte a las Cajas, en su conjunto, en el primer inversor del mundo en cuestiones sociales. Ser el primero en este ámbito exige, además, continuidad. No se alcanza esta posición sino es tras años de una regular y creciente inversión y, una vez situado en esa posición, los ciudadanos esperan que ese nivel se mantenga alto. Esta posición se ha conseguido, a su vez, de una forma planificada, obteniendo un alto nivel de recursos de la actividad financiera, que hacen posible poner las bases de un sólido crecimiento y, al mismo tiempo, disponer de recursos crecientes para invertir con la idea de conseguir un país más rico y solidario. Es imprescindible, asimismo, estar respaldado por la confianza de los ciudadanos. Las Cajas cuentan con ello y aprecian ese apoyo que reciben de toda la sociedad. De modo recíproco, colaboran para generar confianza entre los distintos grupos sociales; en especial, en momentos como los actuales, en que los procesos de cambio afectan a todo tipo de colectivos y junto a la evolución de las necesidades habituales, propias de una sociedad cambiante, aparecen otras nuevas en ámbitos como la educación, la investigación, el medio ambiente y, sobre todo, en el asistencial. Esa transformación de la sociedad está sustentada en unas claras tendencias estructurales y, puesto que no tiene carácter temporal, va a afectar al modo de relacionarse en el seno de cada comunidad; lo que significa que en el futuro viviremos de acuerdo a cómo hayamos sido capaces de adaptarnos hoy a esas tendencias. El envejecimiento de la población es, probablemente, la más evidente de todas. El coeficiente de dependencia de los ancianos en la Unión Europea se acercará al cincuenta por ciento en 2050, y la población en edad de trabajar en la UE será de cuarenta millones menos que hoy. En 299 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS España en ese mismo período pasaremos de cerca de seis millones de ancianos a casi dieciséis millones y, entre ellos, la mayor parte serán los de edad ultra avanzada, es decir, mayores de ochenta años. España estará, entonces, entre los países más envejecidos del mundo, con una edad media de 55 años. En estos fuertes cambios demográficos cabe incluir también el incremento de la inmigración; de mantenerse las tasas de aumento actuales, se prevé que para el 2050 la población inmigrante de España sea superior a los quince millones de personas frente a los cuatro millones registrados en la actualidad. Otra de las tendencias relevantes será el papel de la mujer en la sociedad, posiblemente la fuente de cambio más viva de la sociedad contemporánea. El empleo femenino varía desde menos del cincuenta por ciento en Europa del sur hasta más del setenta y cinco por ciento en los países nórdicos y, dado el aumento de las tasas de actividad entre las mujeres italianas y españolas, es muy probable que este desfase se reduzca con rapidez. Este cambio implica una modificación en la capacidad de las familias para responsabilizarse del cuidado de sus miembros bajo patrones de décadas pasadas. Como consecuencia de esa tendencia, el modelo de familia empieza a configurarse bajo parámetros diferentes. Algunos de los rasgos distintivos respecto a lo que hasta ahora era frecuente son: el aumento de los hogares monoparentales, el retraso en la formación de la familia, el mantenimiento de tasas muy bajas en los niveles de fertilidad y el aumento de familias económicamente vulnerables. Una cuarta tendencia está relacionada con la economía del conocimiento, y con la necesidad de una mejor y permanente formación. La educación tendrá un papel más determinante aún, si cabe. En el caso de nuestro país afrontamos un problema de primera magnitud, como es el de la alta tasa de abandono escolar. Situada en un treinta por ciento es de las más altas de la Unión Europea. Un número elevado de jóvenes menores de diecinueve años que abandonan la enseñanza secundaria tendrá, a medio plazo, un efecto desfavorable en la productividad y, a más largo plazo, en las cargas del bienestar futuro. Hoy en día el debate principal se ha centrado en la evolución de la población mayor; sin embargo y a la vista de estas tendencias, la población infantil y juvenil parece requerir más esfuerzos y una atención más inmediata. Es en esta etapa de la vida cuando es posible actuar con efectividad para minimizar la desigualdad de las oportunidades en una sociedad y establecer la bases para conseguir una mayor prosperidad que sea sostenible en el tiempo. Éstas son las cuestiones que las Cajas de Ahorros tienen en cuenta en las inversiones que realizan mediante la Obra Social, como se puede comprobar en los datos expuestos en este artículo. Con esa inversión se consigue, en primer lugar, crear riqueza y empleo, objetivos fundamentales con los que se puede lograr la estabilidad de cualquier comunidad. Segundo, promover la cohesión geográfica y social para que los ciudadanos puedan contar con las mismas oportunidades de acceso a todo tipo de bienes y servicios en el ámbito de lo social. Por último, la Obra Social es una evidencia de cómo es posible contribuir a solucionar problemas sociales, puesto que las inversiones más relevantes se efectúan entre aquellos grupos de población que más vulnerables resultan a procesos de exclusión. Se busca así reducir de forma estructural, por una parte, la desigualdad de oportunidades en la población infantil, así como entre la juventud y, por otra, fomentar la movilidad social en la edad adulta. Ésa es la aportación de las Cajas a la comunidad, sin precedentes o parangón en los países de nuestro entorno y en unos tiempos en los que la sociedad espera que las empresas no sean ajenas a los problemas de sus ciudadanos. BIBLIOGRAFÍA Cajas de Ahorros: capitales para la sociedad. 25 años de eficiencia y liderazgo social. CECA, 2004. 300 CAJAS DE AHORROS: DE LA FILANTROPÍA A LA COHESIÓN SOCIAL Y LA INCLUSIÓN Diego Medrano y Treviño. Creador de ls Cajas de Ahorros Españolas. CECA, 2003. El sentido de la vida. Alfred Adler. Ahimsa Editorial, 2000. «Filantropía global, donaciones de largo alcance». Artículo de Bettina Alonso. Boletín del Centro de Investigación de Economía y Sociedad, Octubre 2006. Informe de la Comisión para el Estudio de la Obra Social. CECA, 2007. «La filantropía empresarial como ventaja competitiva». Artículo de Michael E. Porter y Mark R. Kramer. Harvard Deusto Business Review, 2003. «La Obra Social de las Cajas, un paso siempre por delante en RSC». Artículo de Carlos Balado, publicado en Papeles de Economía Española. Responsabilidad Social Corporativa. Nº 108. FUNCAS, 2006. «Las Cajas de Ahorros en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa». Artículo de Juan Ramón Quintás, publicado en Papeles de Economía Española.Responsabilidad Social Corporativa. Nº 108. FUNCAS, 2006. «Las Fundaciones como arquitectos del cambio social». Artículo de Steve Gunderson. eJournal USA, 2006. «Los métodos filantrópicos». Artículo de Robin L. Yeager. eJournal USA, 2006. Responsabilidad Social Corporativa de las Cajas de Ahorros 2004. Obra Social, Actividad Financiera y Gobierno Corporativo. CECA, 2005. Responsabilidad Social Corporativa de las Cajas de Ahorros 2005. Obra Social, Actividad Financiera y Gobierno Corporativo. CECA, 2006. Responsabilidad Social Corporativa de las Cajas de Ahorros 2006. Obra Social, Actividad Financiera y Gobierno Corporativo. CECA, 2007. Siglo y medio de ahorro en España. CECA, 2003. Valoración del impacto de la Obra Social. CECA, Price WaterhouseCoopers, AIS. 2005. 301 LA BANCA CÍVICA DE CAJA NAVARRA Ignacio Iraizoz Real • Rendición de cuentas. Derecho a que las entidades a las que los clientes destinan sus beneficios les expliquen el desarrollo de los proyectos que han puesto en marcha gracias a sus aportaciones. Las entidades beneficiadas en 2007 están rindiendo cuentas en 2008 a través de informes escritos o charlas presenciales en las oficinas de Can. • Volcan. Derecho a participar en los proyectos que se financian a través del voluntariado (más de 5.000 plazas de voluntariado han sido puestas a disposición de los clientes y 2.750 ya han realizado algún tipo de voluntariado). • Saber y decidir en qué se invierte el ahorro. El 5º derecho de nuestros clientes ahonda en la innovación financiera. Ofrece el derecho a conocer de forma detallada dónde invierte Caja Navarra su ahorro –el 100% de nuestros clientes ha recibido una carta con una explicación detallada en lenguaje sencillo sobre la distribución de la inversión del ahorro de Can–. Es la trazabilidad llevada al sector financiero. Además, nuestros clientes pueden decidir que sus ahorros se inviertan en líneas responsables, como nuevos residentes, jóvenes, medio ambiente, etc. Cada cliente también puede ayudar, contratando una línea de depósitos definida, a que otra persona obtenga mejores condiciones en su préstamo. ¿Pueden los clientes convertirse en banqueros…? Los deberes que los empleados de Caja Navarra asumen con sus clientes tratan de establecer 1. PIONEROS EN BANCA CÍVICA En Caja Navarra hemos creado una nueva forma de hacer finanzas: la Banca Cívica. Nace desde la búsqueda de la diferenciación, desde un intenso esfuerzo por profundizar en innovación social y en innovación financiera, y desde una pregunta: A nuestros clientes... ¿les corresponden sólo deberes sin ningún derecho? La banca tradicional promulga que los clientes se adapten a lo que establecen los banqueros. Los clientes cumplen las condiciones fijadas por las entidades financieras. La Banca Cívica rompe con este paradigma, creando y fomentando el ejercicio de nuevos derechos para sus clientes (sociales, políticos y económicos) e imponiendo para los banqueros una serie de deberes en su relación con los clientes. Hemos cambiado las reglas. En la actualidad, los clientes de Caja Navarra ejercen cinco derechos fundamentales que ninguna otra empresa reconoce a sus clientes. • «Tú eliges: tú decides». Derecho a decidir el destino social del beneficio que cada cliente genera en la entidad (más de 530.000 clientes ya han ejercido este derecho, repartiendo 50,25 millones de euros entre 2.707 proyectos sociales). • Cuenta Cívica. Derecho a conocer cuánto dinero gana Caja Navarra con cada cliente y la aportación concreta que el cliente hace al proyecto social que elige (los 620.000 clientes de Can han recibido información detallada por carta). 303 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS relaciones de persona a persona, de ciudadano a ciudadano. Son guías de conducta que permiten generar relaciones de confianza. Se concretan en 12 ideales que definen una aspiración… que los clientes sientan que Caja Navarra se ocupa de ellos y experimenten sensación de alivio. Y el camino en la consecución de esta aspiración se labra poniendo en práctica las «acciones guía» y preguntando a los clientes si identifican esta nueva forma de hacer en sus relaciones con CAN. La iniciativa «Tú eliges: tú decides» supone el reconocimiento de los clientes de Can como dueños de la inversión social de la entidad. Ellos deciden el destino del 100% del presupuesto, que en 2007 se elevó a 50,25 millones de euros. El año pasado, más de 530.000 clientes ejercieron su derecho de elección social entre los 2.707 proyectos sociales presentados en las ocho líneas de actuación de «Tú eliges: tú decides». Para fomentar el ejercicio de ese derecho, individualmente y por escrito, hemos comunicado a cada cliente el dinero que Caja Navarra ha ganado con cada uno de ellos, y la cantidad exacta que ha destinado a los proyectos sociales que ha decidido financiar. Hablamos de la Cuenta Cívica, una información certificada por auditores externos que, mediante un simulador para no clientes, se ofrece al resto de ciudadanos para que calculen el beneficio que generarían y la aportación que harían a proyectos sociales en caso de ser clientes de Can. Una encuesta realizada entre 10.000 clientes indica un índice de satisfacción con la Cuenta Cívica por encima del 90%. Nos han contado que en esta iniciativa perciben transparencia e innovación, se ven a ellos mismos y a Caja Navarra en el mismo plano de igualdad y que, sobre todo, les hace conscientes del valor de la elección social concreta que cada cliente ha realizado. Para que los clientes sean informados de la evolución de los proyectos que se financian con su dinero hemos organizado los Puntos de Encuentro. En ellos, las asociaciones dan a conocer sus actividades y rinden cuentas a los clientes y no clientes sobre los proyectos que han llevado a cabo, ofertan plazas de voluntariado y organizan charlas, conferencias, talleres y actos culturales para sensibilizar a los visitantes. Más de 780 asociaciones ya han justificado el gasto que han realizado y representan más de 259.400 elecciones de clientes. Además, más de 200 entidades sin ánimo de lucro han rendido cuentas a nuestros clientes en las oficinas Cancha y serán más de 500 en 2008. Este derecho de elección social confluye y tiene su culminación en otro derecho creado para los clientes de Caja Navarra: el derecho a participar como voluntarios en los proyectos que 304 LA BANCA CÍVICA DE CAJA NAVARRA han elegido. Esto supone la entrada en acción de Volcan, el servicio de participación activa de voluntariado de Caja Navarra, cuya misión es captar las demandas de voluntariado de las organizaciones sociales con el objetivo de hacerlas llegar a los clientes. Asimismo, Volcan pone en contacto a los clientes con las entidades promotoras de proyectos a través de los Puntos de Encuentro. Desde su puesta en marcha en mayo de 2007, gracias a Volcan, 2.750 clientes de Caja Navarra han invertido más de 22.000 horas colaborando en asociaciones que favorecen la integración de personas desfavorecidas. problemática concreta de las personas destinatarias de esa inversión. Las causas eran que los clientes no percibían esa labor social como algo suyo, no la consideraban cercana y no se adecuaba a sus preferencias en la mejora social. En este momento surgió una pregunta: ¿Qué podemos hacer para que los clientes sientan la obra social como propia? ¿Cómo puede ayudarnos esta inversión social a incrementar nuestra competitividad? Decidimos que la mejor respuesta era que fueran los propios clientes quienes distribuyeran la inversión social de Caja Navarra y actuaran como auténticos propietarios de los fondos invertidos. Para llevarlo a cabo, los órganos de gobierno y la dirección de la entidad renunciaron a tomar estas decisiones en el Consejo General celebrado en mayo de 2004. «Tú eliges: tú decides» arranca en 2005 proponiendo a los clientes que elijan entre ocho grandes líneas de actuación social: Discapacidad; Cooperación; Bienestar, Deporte y ocio; Cultura; Conservación el Patrimonio; Medio Ambiente; Investigación; y Empleo y Emprendedores. Fruto de las elecciones de los clientes, Fundación Caja Navarra distribuye en 2006 un total de 26,4 millones de euros entre entidades de los diferentes sectores de actuación social. Este mismo año, «Tú eliges; tú decides» avanza, ya que el cliente pasa de elegir entre las grandes líneas a concretar su derecho de elección en hasta tres proyectos sociales concretos de los más de mil trescientos presentados, a los que se distribuirán en 2007 más de 42 millones de euros. En 2008, la inversión ha crecido hasta 50,25 millones. El resultado de la elección de los clientes ha significado la transformación absoluta de la distribución de la Obra Social, ya que nuestros clientes han decidido financiar principalmente proyectos de discapacidad o cooperación frente a la primacía anterior de proyectos culturales o patrimoniales. Con «Tú eliges: tú decides» nos dimos cuenta de que a nuestros clientes les faltaba información… ¿Por qué no decirles cuánto dinero destinaban a los proyectos sociales que habían elegido financiar? Así nació la Cuenta Cívica y una deci- 2. UNA RENUNCIA… EN FAVOR DE UN DERECHO La génesis de la revolución social que promueve Caja Navarra comienza cuando los órganos de gobierno de Caja Navarra apuestan por un nuevo modelo de negocio en el que se tengan en cuenta, en primer lugar, los intereses de los clientes y la creación y el fomento de nuevos derechos, para que sean ellos quienes tengan en su mano la oportunidad de financiar los proyectos sociales que quieren que se hagan realidad. A partir de esa idea, todas las actuaciones son consecuencia de nuestra decisión estratégica de ser líderes en banca cívica. Históricamente, la inversión de la obra social se distribuía de acuerdo a lo definido por el Patronato de Fundación Caja Navarra, un grupo de expertos miembros de diversas instituciones con un profundo conocimiento de la realidad social y cultural. Sin embargo, se descubrió que la obra social que se venía realizando no obtenía un reconocimiento acorde al volumen de la aportación a la construcción social, no aportaba a la entidad un rasgo diferenciador que le ayudara a competir mejor con otras entidades financieras cuya aportación era menor o inexistente y no creaba una vinculación y una implicación de los clientes con las iniciativas que se apoyaban con ese dinero, ya que en muchos caso no las conocían. Como consecuencia, los clientes no se encontraban sensibilizados con la 305 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS sión única: contar a nuestros clientes el beneficio concreto que Caja Navarra obtiene con cada uno de ellos. La vinculación con nuestros clientes y sus proyectos sociales seguía avanzando, pero nos planteamos otra cuestión: nuestros clientes eligen los proyectos que financian y conocen la cantidad económica que les están entregando… ¿Y después? Decidimos comprometer a las asociaciones estimulando las rendiciones de cuentas, explicaciones a nuestros clientes del desarrollo de los proyectos. Por último, quisimos tender puentes entre los clientes que eligen proyectos y las entidades que los promueven, trasladando a los clientes todas las ofertas de participación y voluntariado que emanan de los proyectos presentados. Así nació Volcan, el servicio de participación activa de forma voluntaria. narles los beneficios de su dinero, logrando además una sensibilización que está teniendo un efecto inmediato en la sociedad, como lo demuestra el alto número de clientes que pasan a la acción y se hacen voluntarios al conocer en profundidad sus proyectos. Empresas: Al conocer las aportaciones concretas que realizan a los diferentes proyectos, las empresas están demostrando una alta capacidad de vinculación. En Caja Navarra estamos fomentando que todas las empresas, y sobre todo las pymes, puedan contar su aportación social como inicitavia de RSC, por lo que elaboramos, de forma gratuita, su propia Memoria de Sostenibilidad. 4. LA BANCA CÍVICA DEL FUTURO Los objetivos que Caja Navarra, tanto en el ámbito económico como en el social, vienen fijados en nuestro Plan Estratégico Cantera 2007-2010. Los resultados nos han demostrado que, cuando los clientes conocen sus nuevos derechos y oportunidades de colaborar para construir una sociedad mejor, responden y fomentan la consecución de mejores resultados económicos y resultados más que económicos que benefician al conjunto de la sociedad. Respecto a los objetivos en innovación social para todo el período de vigencia del plan, destacan los siguientes: 1. El 90% de clientes eligiendo proyecto social y el 10% participando. El 100% de los proyectos rindiendo cuentas. 800.000 clientes elegirán más de 4.000 proyectos sociales. 2. 10.000 clientes comprometidos en actividades de voluntariado. 3. Un 2,5% de la plantilla directa de personas con discapacidad. 4. Participación de, al menos, 50.000 clientes al año en actividades sociales desarrolladas en las oficinas de Can, llamadas Canchas. 5. Aumentar la inversión en Obra Social hasta los 214 millones de euros para el período 2007-2010 (frente a los 114 millones de euros en el período 2003-2007). 3. LA RED SOLIDARIA El desarrollo de la iniciativa «Tú eliges: tú decides» está suponiendo una movilización y sensibilización del conjunto de la sociedad sin precedentes: Clientes: El 85,4% del total, más de 530.000 personas, ha realizado la elección de los proyectos concretos que quieren financiar con el beneficio que genera su dinero. Hemos informado a 620.000 personas de cuánto ganamos con ellos, les hemos hecho partícipes de un derecho insólito. Más de 780 asociaciones se han dirigido a 259.400 de nuestros clientes para contarles cómo han invertido su dinero. Y mediante Volcan hemos movilizado a 2.750 personas que han desarrollado 22.000 horas de voluntariado en los diferentes proyectos asistenciales presentados, una situación que está registrando un crecimiento exponencial. Asimismo, 30 empleados de Can están participando en proyectos de forma voluntaria. Tercer sector: Hoy son más de 2.700 las asociaciones sin ánimo de lucro que ofertan su proyectos a nuestros clientes para que elijan desti- 306 LA BANCA CÍVICA DE CAJA NAVARRA 800 niños en Turkana (Kenia)», de la Asociación Nuevos Caminos de Barcelona (2.365 elecciones). 5. LOS PROYECTOS MÁS APOYADOS El proyecto del Colegio Isterria, ubicado en Ibero (Navarra), ha sido el preferido por los clientes en 2007, ya que ha aglutinado un total de 28.259 elecciones. Fundado en 1966, este centro académico educa en la actualidad a 97 niños y niñas con discapacidades psíquicas de distintos grados y niveles, la mitad de los cuales utiliza el servicio de residencia. En el colegio trabajan 50 profesionales que cubren varios servicios relacionados con la educación y con el cuidado de personas con discapacidad (orientación, logopedia, servicio médico y de enfermería, trabajo social y familiar). Las preferencias de los clientes de Caja Navarra han ido en segundo lugar hacia el proyecto «Investigación del cáncer de útero: detección de infección persistente» que, presentado por la asociación Investigación Solidaria Sadar, está coordinado por el investigador colombiano Manuel Patarroyo. Esta iniciativa ha reunido 10.051 elecciones, número que supera a las 5.174 registradas por el proyecto de «Atención a las personas con discapacidad intelectual en Navarra» impulsado por la asociación ANFAS. La lista de los diez proyectos con mayor apoyo se completa con las propuestas «Programa de ayuda a jóvenes investigadores en oncología», de la Fundación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de Madrid (4.770 elecciones); «Análisis de los mecanismos genéticos causantes de un tipo de leucemias», de la Universidad de Navarra (3.710 elecciones); «Complejo de centros y servicios de atención a personas con discapacidad», de la asociación APADIS de San Sebastián de los Reyes, en Madrid (2.886 elecciones); «Atención a niños enfermos de cáncer y sus familias», de la Fundación Enriqueta Villavecchia de Barcelona (2.593 elecciones); «Investigación y desarrollo de vacunas en la infección por el VIH/SIDA», de la Fundación Gregorio Marañón de Madrid (2.494 elecciones); «Centro hospitalario Monkole en Kinshasa (Congo), de la Organización Navarra de Ayuda entre los Pueblos (2.372 elecciones); y «Suministro de agua y atención nutricional para 6. EVOLUCIÓN DE LA INVERSIÓN SOCIAL Desde que los clientes deciden directamente el destino del 100% de la inversión social, se ha producido un auténtico vuelco en su distribución; mientras que en el último año en que la decisión estuvo en manos del Patronato (2004), la inversión en ayuda a personas desfavorecidas ascendió a un 33%, ahora que son los clientes los que eligen individualmente hasta tres proyectos sociales concretos para financiar con el beneficio que genera su dinero, en el último año la cifra se ha disparado hasta el 70,68% del presupuesto total, lo que supone un incremento de los fondos destinados a colectivos desfavorecidos de 21.566.260,18 euros en la inversión social de 2007 respecto a la de 2005. La conclusión que hemos sacado es que los clientes han decidido primar, frente a las cosas (conservación del patrimonio, cultura...) las necesidades de las personas; así, la línea de proyectos que ha presentado un aumento más acentuado ha sido la de Discapacidad. En concreto, dentro del programa «Tú eliges: tú decides», en el año 2006 se presentaron 295 proyectos relacionados con las personas con discapacidad, que fueron apoyados por 169.034 clientes de Caja Navarra, lo que ha tenido como consecuencia una asignación económica de 14,1 millones de euros, la tercera parte del presupuesto de obra social. Por el contrario, los proyectos relacionados con la línea de Cultura han sido los que han experimentado una disminución más acusada de apoyo por parte de los clientes, pasando de acaparar un 28% del presupuesto de obra social en 2005, a sólo un 5% desde que los clientes tomaron las riendas de la inversión. El siguiente gráfico expone el cambio en las grandes líneas que agrupan los proyectos sociales que se presentan a la iniciativa «Tú eliges: tú decides»: 307 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS F EVOLUCIÓN DEL GASTO EN OBRA SOCIAL (INVERSIÓN EN MILLONES DE EUROS) F 308 LA BANCA CÍVICA DE CAJA NAVARRA El presupuesto que finalmente se destina a obra social está condicionado por los resultados económicos que obtenga la entidad. Por tanto, sin una gestión económica que busque la excelencia no podríamos disponer del presupuesto necesario para llevar a cabo la (r)evolución social que impulsamos con la Banca Cívica. En el CSR Market Place Europeo de Bruselas, Caja Navarra fue la entidad financiera más valorada tanto por el público como por el jurado. El Plan Mujer de Can fue reconocido con el «Premio a la Política de Empresa a favor de la Mujer 2007», que entrega la Federación de Mujeres Empresarias y Directivas, FEDEPE. Las oficinas Cancha han sido valoradas como el «Cuarto Modelo de Oficina Bancaria más Innovador de Europa», según el estudio de la consultora inglesa I-Am Associates, entre todas las entidades financieras europeas. Caja Navarra obtuvo también el «Premio a la Mejor Acción Socio-Laboral» por el establecimiento de la Banca Cívica que otorga y reconoce nuevos derechos a los clientes, otorgado por la Fundación Sagardoy. Premio ESADE 2008 al mejor reposicionamiento de MARCA. 7. COMPARACIÓN CON ACTUACIONES PARECIDAS EN OTRAS EMPRESAS La iniciativa «Tú eliges: tú decides» es totalmente innovadora y ninguna del resto de 45 cajas de ahorro que operan en España ha dejado que sean los clientes quienes decidan el destino de una importantísima parte de su beneficio neto, sin mencionar a los bancos, cuya inversión en obra social es porcentualmente simbólica. Traspasar el poder de decisión a los clientes es una decisión difícil de tomar para quienes están acostumbrados a decidir. • Caso de estudio 8. RECONOCIMIENTOS El modelo de Banca Cívica e innovación social de Caja Navarra es caso de estudio en las escuelas de negocio del IESE e IPADE. Próximamente, va a ser objeto de estudio en la Stern University (Nueva York), Wharton University (Philadelphia), Georgetown University (Washington), George Washington University (Washington), Michigan University (presentación realizada a profesores de la universidad) y en la London School of Economics (Londres). Caja Navarra está siendo reconocida por las principales entidades e instituciones en materia de Responsabilidad Social. • Premios Premio Empresa y Sociedad 2008 a «Tú eliges: tú decides», la iniciativa por la que Caja Navarra deja en manos de sus clientes la distribución del dinero destinado a obra social, 50,25 millones de euros este año. Nuestra memoria de RSC ha obtenido el premio a la «Mejor Memoria de Sostenibilidad de las Empresas Españolas 2007» por su destacado sistema de participación de clientes, inversores, proveedores, etc. El premio lo concede el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España y AECA. La Cuenta Cívica ganó el Premio Mercado de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) concedido por Forética, al ser reconocida como la «mejor solución española de RSC». • Distinciones 1. Caja Navarra, entre las 63 empresas españolas «Top para trabajar», según la organización internacional CFR (2007). 2. MERCO Empresas 2008. Puesto 66 de Ranking entre las empresas con mejor reputación de España. 3. Ranking MERCO Personas 2007. Caja Navarra, puesto número 70 en el ranking español de mejores empresas para trabajar. Mejor empresa navarra. 309 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS 4. Caja Navarra, la caja de ahorros más innovadora del sector según el estudio «Tendencias Actuales del Sector Financiero en España», realizado por la consultora Tatum para la escuela de negocios EOI. 5. Caja Navarra, novena empresa española mas destacada en financiación de proyectos sociales, según el estudio «Tratamiento de la acción social en el informe Anual 2006 de grandes empresas», realizado por la Fundación Empresa y Sociedad. 310 EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR Juan Manuel Cendoya Méndez de Vigo frentes, de la incorporación, uso y difusión de las nuevas tecnologías de información y comunicación. El Banco comparte, por otra parte, la aspiración de las naciones iberoamericanas de progresar en la consolidación de sociedades estables, más prósperas y con menores desigualdades sociales. Así ha entendido que su compromiso institucional con la mejora del sistema universitario puede ser una excelente manera de contribuir a ampliar y mejorar la calidad del capital intelectual que las sociedades iberoamericanas demandan para hacer frente con éxito a sus nuevos desafíos políticos, económicos, tecnológicos y sociales y a estrechar las relaciones de colaboración entre la academia y la empresa. En definitiva, llegar a convertir estos desafíos en un proyecto colectivo, de cuya superación administraciones, empresas y universidades se sientan igualmente responsables. De igual manera, el Banco quiere sumarse a los esfuerzos nacionales y multilaterales por fortalecer la comunidad iberoamericana de naciones y, específicamente, su llamado espacio iberoamericano del conocimiento e investigación, ayudando al proceso de internacionalización de sus universidades y a sus proyectos de cooperación inter-universitaria. El Banco considera, por otra parte, que todo este proceso de colaboración con el mundo universitario –iberoamericano, inicialmente, pero en la actualidad ampliado a otros países como Reino Unido, Estados Unidos o Rusia– se convierte, internamente, en una oportunidad extraordina- 1. ¿POR QUÉ UN PROGRAMA DE APOYO A LAS UNIVERSIDADES? El compromiso institucional con la universidad constituye el eje vertebral de la política de Responsabilidad Social del Banco Santander y se ha convertido en una de sus señas de identidad corporativa, puesto que le diferencia claramente del resto de las entidades empresariales y financieras internacionales. Banco Santander destinó, en el 2007, 89 millones de euros –es decir, el 1% de su beneficio atribuido– al patrocinio de proyectos de 623 Universidades de España, Portugal y América en ámbitos tan variados como los docentes, tecnológicos, de gestión e investigación o de desarrollo de su dimensión emprendedora. Para el Banco, su inversión en educación quiere ser una expresión concreta y diaria de su compromiso institucional y a largo plazo con el desarrollo cultural, social y económico de los países en donde está presente, con la convicción de que la formación y la generación de nuevo conocimiento son las armas más poderosas y eficaces para avanzar hacia sociedades más abiertas, competitivas y equilibradas. Nuestras sociedades necesitan que las universidades tengan la ambición de ser protagonistas relevantes, como centros generadores y trasmisores del saber, en la emergente sociedad global del conocimiento, por lo que el Banco quiere contribuir a que se refuerce su prestigio social y las iniciativas destinadas a renovar metodologías docentes y de aprendizaje, a partir, entre otros 311 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS ria de aprendizaje para el conjunto de sus profesionales y organización: tanto en la mejora de sus capacidades y competencias profesionales, como en el conocimiento del mundo actual y sus principales tendencias de futuro. El Banco valora, por tanto, que esta estrecha y global colaboración con la institución universitaria, así como con sus profesores, científicos, administradores y estudiantes contribuirá a fortalecer su capacidad de iniciativa organizativa para seguir encarando, con éxito, los retos empresariales que plantea este mundo globalizado. Botín, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca en el 2002. Tres grandes ámbitos de actuación: 2.1. Los convenios de colaboración con 623 Universidades para impulsar proyectos de educación, investigación y fomento de la actividad empresarial entre los estudiantes universitarios. 2.2. Universia, un proyecto que reúne a 1.056 universidades de 11 países iberoamericanos y que, en apenas siete años, se ha transformado en la mayor red de colaboración universitaria de habla hispana y portuguesa. 2.3. La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, el portal de referencia para los amantes y estudiosos de la creación literaria en lengua española en ambos lados del Atlántico. Como podrá observarse, el modelo de relación con las universidades establecido por el Santander no sólo es una forma de apoyar a estas instituciones y a sus colectivos, sino que aspira a ser también un instrumento que contribuya a multiplicar la cooperación entre las universidades de uno y otro continente. 2. GÉNESIS DE LA COLABORACIÓN Y PRINCIPALES LÍNEAS DE ACTUACIÓN En 1996, el Banco Santander estableció con la Universidad de Cantabria un primer marco de colaboración institucional con la finalidad de reforzar su compromiso con el presente y futuro de la sociedad cántabra, donde en su capital –Santander– se ubica su sede social. Tras la Universidad de Cantabria vinieron las universidades de Cádiz, Alcalá de Henares, Politécnica de Madrid, Valladolid, Castilla La Mancha, entre otras, para pasar después a universidades de Chile, México, Argentina y alcanzar, en la actualidad, la cifra de 623 universidades en España, Portugal, México, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay, Chile, Argentina, Estados Unidos, Rusia, China y Reino Unido. Cantabria fue así, también, la cuna de Santander Universidades: un programa global de colaboración con el mundo universitario, único en el escenario internacional, que el Banco ha configurado, recientemente, como una de sus siete divisiones globales, con lo que refuerza su compromiso institucional con la educación superior. Este creciente programa de colaboración con la universidad, por otra parte, fue el germen del actual Plan de Responsabilidad Social del Banco Santander, presentado por su Presidente, Emilio 2.1. CONVENIOS DE COLABORACIÓN Banco Santander colabora con las universidades desarrollando propuestas de proyectos y servicios personalizadas para cada universidad, lo que le permite trabajar, en la actualidad, de manera flexible y variada, con 623 instituciones universitarias en España, Portugal, América y Reino Unido. Santander ofrece –desde un respeto pleno a la autonomía universitaria– su apoyo institucional y económico a programas docentes y de investigación que cada una de las universidades con las que suscrito convenio ha considerado que formaban parte de sus prioridades en cada momento o bien eran sus proyectos estratégicos en los ámbitos docente, investigador, gerencial, tecnológico, cooperación o emprendedor, entre otros. 312 EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR Este aspecto constituye un elemento central en el planteamiento general del programa, puesto que son siempre las propias universidades o instituciones vinculadas las verdaderas protagonistas y líderes de los diferentes proyectos, queriendo ser el Banco simplemente socio colaborador en su diseño, lanzamiento y desarrollo, tal como prefiera la universidad correspondiente. El Banco colabora y contribuye con su aportación económica, los conocimientos de sus profesionales, su capacidad de gestión empresarial y sus relaciones institucionales e internacionales, a desarrollar al máximo el potencial de cada uno de los proyectos, para lo que se establecen comisiones y equipos mixtos de trabajo. Estos convenios bilaterales de colaboración con estas universidades se han visto complementados con iniciativas transversales, algunas de ellas incluso de dimensión iberoamericana, lo que nos permite hablar de que a lo largo de estos años se ha logrado crear una alianza institucional «Universidad-Santander» –muy variada y rica en proyectos– que para el Banco tiene una clara proyección estratégica. Debe destacarse, a este respecto, el compromiso público y reiterado del propio Presidente del Banco y, en general, de los directivos de primer nivel del Grupo, en el desarrollo e impulso de este programa. ración entre universidades de varios países que contribuyen a la creación del incipiente espacio iberoamericano de educación superior, como es el caso de los recientes programas de becas de movilidad iberoamericana. Santander ha apoyado la creación de 73 cátedras especializadas, algunas conjuntas entre universidades españolas, portuguesas y latinoamericanas, medio centenar de ellas bajo el auspicio de la UNESCO. De todas ellas, podrían destacarse las que han nacido para el estudio académico de la Responsabilidad Social Corporativa, el fomento de la cultura emprendedora y los nuevos enfoques del desarrollo sostenido. Otro de los ámbitos destacados de colaboración con las universidades han sido los proyectos de «extensión universitaria», para acercar el mundo académico a personas mayores y promover programas de formación continua, que permitan a los universitarios actualizar sus conocimientos y responder a las necesidades cambiantes del mercado de trabajo. De igual manera, el Banco, a través de convenios de colaboración, ha contribuido al fortalecimiento de las asociaciones nacionales de rectores y universidades (CRUE, Consejo Universitario Iberoamericano…), así como al de diferentes redes de colaboración y cooperación interuniversitaria (Grupo de Universidades Tordesillas, Red de Macrouniversidades Iberoamericanas, Grupo Mercosur o «Emprendia, Red universitaria iberoamericana para la incubación de empresas»). Asimismo, el Banco Santander viene colaborando –como parte del creciente proceso de internacionalización– en la creación y funcionamiento de microespacios universitarios, como sería el caso de ECOES, Espacio Común Mexicano de Educación Superior (programa de impulso al intercambio de estudiantes y profesores entre Portugal y Brasil –Programa de becas luso-brasileñas–). De igual manera, el Banco ha apoyado el desarrollo de iniciativas encaminadas a la creación o consolidación de macroespacios universitarios, como el europeo EEES o el iberoamericano EICI, a través de su participación en la Colaboración académica Algunos ejemplos en el campo de la docencia son los siguientes: • La creación de cátedras especializadas. • El lanzamiento de programas de movilidad de estudiantes y profesores. • El apoyo a proyectos de investigación. • El patrocinio de masters y estudios de postgrado. • La financiación de programas de extensión universitaria. • Las actividades culturales y sociales. Una buena parte de los convenios vigentes incluyen el apoyo a aquellos proyectos de coope- 313 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS puesta en marcha y respaldo de programas de becas de movilidad internacional. Así, en 2007, Banco Santander concedió más de 12.000 becas y ayudas al estudio en los países donde está presente. Cabe destacar por su dimensión, el lanzamiento del programa de 1.500 nuevas becas de movilidad iberoamericana (siguiendo el modelo del Erasmus comunitario), el programa de 100 becas de doctorado en la Universidad de Salamanca, las 180 becas de la red de macrouniversidades iberoamericanas, coordinadas por la UNAM de México, las 364 becas luso-brasileñas o las 120 becas de movilidad de la Universidad Autónoma de Madrid, entre otras muchas. En este último año, se han puesto en marcha proyectos de colaboración con universidades inglesas, rusas, norteamericanas y chinas con las que se pretende reforzar los esfuerzos de internacionalización y globalización de las universidades iberoamericanas, mediante programas de movilidad y cátedras conjuntas. Por último, Santander apoya proyectos de enseñanza del español como lengua extranjera en Brasil, en colaboración con las universidades de Brasilia y Estadual de São Paulo y el Instituto Cervantes, así como en España a través de su participación en la Fundación Comillas (Cantabria). Por otra parte, refuerza la colaboración de la Real Academia con grupos de investigadores en la elaboración del llamado «Corpus del español del siglo XXI». • Renovación de sistemas de gestión especializados. • Creación de infraestructuras de acceso a Internet. • Emisión de carné universitario sobre tecnología chip. Desde 1997, Santander colabora con las universidades en el desarrollo de proyectos tecnológicos orientados a profundizar en la renovación de los métodos de docencia y aprendizaje, así como otros orientados a estimular el acceso de los estudiantes a las tecnologías más avanzadas, tales como el respaldo a la creación de campus virtuales y plataformas de enseñanza a distancia a través de Internet. Al igual que la enseñanza se enriquece con nuevos métodos y materiales online, las nuevas tecnologías se están convirtiendo en herramientas imprescindibles para el trabajo de los investigadores, ya que ahora pueden consultar fondos bibliográficos de valor histórico y documental inaccesibles hasta hace bien poco, como son los casos de las Universidades de Sevilla, de Granada, de Valencia, de Salamanca, la UNAM de México o la Complutense de Madrid. Santander participa en proyectos de digitalización de hemerotecas y de tesis doctorales en las principales universidades españolas e iberoamericanas. Por otro lado, la renovación de los sistemas de gestión interna de las universidades se ha convertido en una exigencia básica para abordar la modernización de la institución universitaria, por lo que constituye otro de los ejes de colaboración e incluye proyectos como la implementación del software de gestión universitaria especializada o las pasarelas de pago electrónico a través de Internet. El Banco participa con varias universidades españolas y empresas en el desarrollo de un proyecto de investigación aplicada sobre la Universidad Digital del futuro. Decenas de universidades españolas y americanas han integrado su información académica y financiera en un solo sistema de gestión interna desarrollado por la Oficina de Cooperación Universitaria, empresa de servicios tecnológi- Fomento de las nuevas tecnologías en el ámbito universitario: Santander apoya más de 400 proyectos destinados a la creación de infraestructuras tecnológicas en las universidades. En este campo las principales iniciativas impulsadas son: • Desarrollo de proyectos de formación online y campus virtuales. • Digitalización de fondos bibliográficos y tesis doctorales. 314 EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR llo de la tarjeta con «chip de proximidad» (contactless), que permite su activación por la simple aproximación al lector o terminal para servicios como el pago en autobuses, o el acceso a instalaciones deportivas y al propio campus. En los últimos años, por otra parte, las universidades han desarrollado proyectos para mejorar el acceso a Internet y familiarizar al estudiante con las nuevas tecnologías. En este campo, Santander ha colaborado en la puesta en marcha de 175 aulas de navegación y acceso a Internet, 25 proyectos de creación de campus inalámbricos y programas anuales que facilitan la adquisición de ordenadores de última generación en condiciones muy especiales para los estudiantes universitarios. cos creada por varias universidades españolas que cuenta con la participación accionarial y colaboración del Santander. El carné universitario inteligente constituye un proyecto central en la colaboración del Santander con el mundo universitario en el ámbito tecnológico, asegurando una amplia gama de servicios y prestaciones de carácter académico, administrativo y financiero, para los miembros de la comunidad universitaria. En la actualidad son algo más de 3 millones los universitarios iberoamericanos usuarios, diariamente, de un carné inteligente emitido por el Santander. El convencimiento de que la tarjeta tiene un gran desarrollo potencial y la necesidad de ofrecer servicios de calidad a las universidades ha llevado al Santander y a la Universidad de Cantabria a promover la creación del Observatorio Tecnológico de la Tarjeta Inteligente, centro de I+D para investigar nuevas aplicaciones, en torno al cual se están abriendo otros centros tecnológicos en Babson University (USA). En España, América y Portugal, 172 Universidades usan tarjetas universitarias inteligentes emitidas por el Santander, entre cuyas aplicaciones destacan: Acreditación personal. Consultas de información personal y tramitación de gestiones administrativas: certificaciones, reservas de instalaciones deportivas, bono comedor, etc. Control de presencia y de paso a recintos universitarios de acceso restringido. Préstamo y control de libros en bibliotecas. Control de acceso a los ordenadores de las aulas informáticas. Pago de matrículas y tasas académicas. Firma electrónica. Monedero electrónico y, opcionalmente, función financiera de débito. Ventajas y descuentos en comercios, bono transporte, etc. En una apuesta similar por la modernidad y la innovación, las universidades iberoamericanas han sido pioneras en la incorporación y desarro- Investigación, Innovación y fomento de la cultura emprendedora Banco Santander colabora con algunas universidades y centros de investigación en el desarrollo de sus políticas de investigación, ya sea mediante la financiación de proyectos concretos, de programas de ayudas a sus equipos, de becas para post-doc o de proyectos conjuntos entre universidades, entre otras líneas. Así mismo, Santander apoya a las universidades en el desarrollo de su dimensión emprendedora, entendida como su papel como agente activo en el desarrollo económico, a través de la transferencia de conocimiento y recursos hacia el tejido productivo y empresarial (contratos de asesoramiento, patentes, licencias, creación de spinoffs…). Entre las líneas principales de colaboración cabe destacar: • Apoyo a programas dirigidos a fomentar la cultura emprendedora en el seno de la comunidad universitaria: Así, colabora en la creación de cátedras específicas dirigidas a desarrollar estudios y docencia en torno al emprendedurismo y la empresa familiar o de centros de información útil para jóvenes emprendedores que faciliten el desarrollo de nuevos negocios y microempresas. Este es el caso 315 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS orientada a consolidar la creación de nuevas empresas en el ámbito biotecnológico entre las universidades de Barcelona. Mención especial merece la Red Universitaria Iberoamericana para la Incubación de Empresas, «Emprendia», que reúne a un primer núcleo de universidades claves de los diferentes países iberoamericanos con el objetivo de ser una plataforma activa en la puesta en común de mejores prácticas propias o internacionales, creación de instrumentos de vigilancia e inteligencia tecnológica y de gestión de la propiedad intelectual, programas comunes de formación de excelencia para gestores de la transferencia, etc. En definitiva, se pretende ser una instancia activa en el apoyo del desarrollo de esa nueva dimensión universitaria –«emprendedora»– en el espacio iberoamericano del conocimiento. Santander trabaja, asimismo, con las universidades más dinámicas en este terreno en el diseño de instrumentos financieros singulares que permitan estimular la participación de la inversión privada en el proceso de «valorización» de los proyectos universitarios de investigación. Véase el programa llevado a cabo por la Agencia de Valorización y Comercialización de Resultados de Investigación de la Universidad de Barcelona. del Portal Emprendetec del Instituto Tecnológico de Monterrey y los portales de apoyo al emprendedor en funcionamiento en España, Chile, Argentina y Brasil a través del Portal Universia. Los Premios a la Innovación Empresarial y Espíritu Emprendedor, impulsados por el Santander, están destinados a reconocer la iniciativa empresarial en el mundo universitario y ya se han convertido en una referencia de la innovación en estos países. En la actualidad estos premios se convocan en Argentina, Brasil, México y Chile y se reciben más de 2.700 candidaturas al año. • Respaldo al desarrollo de parques científicos universitarios: Santander está convencido de la importancia de la apuesta universitaria por crear espacios físicos que permitan el desarrollo de proyectos de I+D+i. Este es el caso del apoyo al Parque Científico de Madrid, el Parc Científic de Barcelona, la Ciudad Politécnica de la Innovación en Valencia, el Parque Científico y Tecnológico de Albacete, el Campus Científico y Tecnológico de Las Rozas, UNED o los parques científicos de las universidades de Salamanca y Valladolid. • Impulso a proyectos de incubación de empresas universitarias: La carencia de una infraestructura necesaria para estimular la creación de empresas en el ámbito universitario es una de las dificultades más importantes a las que se enfrentan los emprendedores. Santander está apoyando 17 proyectos de incubación de empresas universitarias, cuyo objetivo es colaborar a convertir resultados de la investigación universitaria en nuevas empresas de base tecnológica (spin-offs) y asesorar a los universitarios a desarrollar empresas viables, económica y tecnológicamente. Cabe señalar el respaldo a experiencias y proyectos que de manera colectiva vienen desarrollando universidades españolas, como el Programa Uniemprendia, en colaboración con la red OTRI’s (Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación), la participación en el fondo universitario de capital riesgo Unifondo I+D, la creación de la sociedad de inversión NexoArgentina, o la Bioincubadora UB-Santander, 2.2. UNIVERSIA: UN PROYECTO ÚNICO EN EL MUNDO Universia es la red de colaboración universitaria de Iberoamérica con 1.056 universidades socias. Universia nace en el año 2000 como una iniciativa en Internet a propuesta de 31 universidades españolas y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. El Banco Santander, dentro de su Programa de Responsabilidad Social Corporativa, asume el patrocinio del Proyecto. Actualmente 1.056 universidades de 11 países de Iberoamerica son socias de esta Red de Universidades de habla hispana y portuguesa que está presente en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú, Portugal, 316 EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR nidades y plataformas de participación sobre temas de interés para universitarios. Organiza eventos que fomenten el ocio responsable y participativo (música, deporte, debates, etc.) mediante acuerdos de patrocinio con empresas interesadas. Puerto Rico, Uruguay y Venezuela, y que constituye la red de cooperación más amplia en el mundo universitario. Universia cuenta con 12 portales en Internet, que tienen una media mensual de 5,8 millones de usuarios únicos e impulsa acciones fuera y dentro del espacio virtual. Su objetivo como red es aportar un servicio de valor añadido para las universidades, desarrollar proyectos globales y generar nuevas oportunidades para la comunidad universitaria. Algunos ejemplos de la actividad de Universia – OpenCourseWare (Formación) OCW es una iniciativa que nació en el año 2001 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para promover que sus profesores pusieran en abierto en Internet sus propuestas y materiales docentes. En la actualidad el 100% de las asignaturas del MIT está en OCW y 150 universidades de 25 países de todo el mundo se han sumado a este proyecto, de las cuales el 30% lo han hecho a través de Universia. Desde mayo de 2007 Universia es el promotor del Consorcio OpenCourseWare para Iberoamerica. – Gestión de empleo y prácticas profesionales (Empleo) En 2007, un total de 93.921 jóvenes egresados han conseguido su primer empleo a través de Universia. Igualmente, Universia ha gestionado 21.296 prácticas profesionales para jóvenes estudiantes iberoamericanos. Además, han sido incluidos 260.497 curricula en todos los portales de empleo y se han publicado 242.592 vacantes de empleo. – Encuentros de Rectores: Universia organiza Encuentros de Rectores en todos países de la Red. Los temas que se tratan (movilidad, investigación, financiación, calidad y retos tecnológicos) son propuestos por rectores en los diferentes órganos de asesoramiento. La organización la coordina Universia y un Comité compuesto por rectores y cargos académicos decide el Programa de los mismos. Líneas estratégicas Formación: Información para el aprendizaje y apoyo a la formación continua. Se responde a la demanda de formación de las empresas mediante la difusión del conocimiento universitario y se actúa como plataforma para la difusión de la experiencia empresarial en el entorno universitario. Empleo: Prácticas, empleo y desarrollo profesional. Ayuda a las universidades a incrementar las oportunidades de empleo de los titulados en colaboración con los servicios de empleo universitarios y se ayuda a las empresas en los procesos de selección de titulados y estudiantes en prácticas. También facilita a profesores e investigadores canales de comunicación con las empresas e instituciones para el desarrollo de los resultados de la investigación. Observatorio: Para el futuro de la ciencia y la educación superior. Genera espacios de debate y reflexión sobre tendencias en educación superior que involucran a todos los agentes implicados (empresas, instituciones, universidades, gobiernos, etc.). Ayuda a la comunidad universitaria en el proceso de transición hacia el escenario educativo que marcan las nuevas tecnologías (universidad 2.0). Redes Sociales: Comunidades para el ocio y el tiempo libre universitario. Crea comu- 317 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS • Biblioteca Nacional de Venezuela: documentos fundacionales, obra bolivariana y del exilio español. • Biblioteca Nacional de Brasil: obras de la literatura brasileña de los siglos XIX y XX. El refuerzo de la dimensión iberoamericana es una prioridad para cervantesvirtual.com, al proceder más de la mitad de sus usuarios del continente americano. Con este objetivo, la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes ha iniciado su colaboración con instituciones implicadas en la creación del Espacio Iberoamericano del Conocimiento, como el Consejo Universitario Iberoamericano (CUIB) y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). Otra de sus prioridades es lograr la plena accesibilidad y facilitar al máximo la navegación por sus páginas a todos sus visitantes, con independencia de sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas. Cuenta así con una Biblioteca de Signos dirigida a colectivos con discapacidades auditivas, y con una Fonoteca para personas con discapacidades visuales. La calidad de los contenidos de cervantesvirtual.com –avalada por un consejo científico que preside Mario Vargas Llosa–, el rigor crítico y filológico con que se tratan los materiales, y el asesoramiento de especialistas de prestigio internacional en cada materia, han dado lugar a un incesante crecimiento de los usuarios de la biblioteca. En total, más de 1.500 rectores y cargos académicos han participado en 2007 en estos eventos que reúnen a los máximos responsables de la educación superior en Iberoamérica. – Deporte: más de 7.000 jóvenes universitarios han participado en los eventos deportivos organizados por Universia en 2007. 2.3. BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES La mayor colección en internet de las letras hispánicas y el sitio web literario más visitado del mundo. Concebida en 1999 por la Universidad de Alicante, el Banco Santander y la Fundación Marcelino Botín, tiene como objetivo principal la difusión de las culturas hispánicas y las obras más relevantes de la literatura iberoamericana, manteniendo portales en los once países en los que está presente. La Biblioteca permite el acceso gratuito a sus colecciones, compuestas por más de 24.000 obras digitalizadas en distintos formatos que abarcan a los autores más representativos de las letras iberoamericanas como Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, entre otros. Sus contenidos se enriquecen continuamente, siempre manteniendo un equilibrio entre la literatura clásica y la contemporánea, gracias a la firma de acuerdos con las más prestigiosas instituciones culturales, como: • Biblioteca Nacional de España: clásicos de la literatura española. • Biblioteca Real de Palacio: manuscritos de América en las Colecciones Reales. • Biblioteca Nacional de Argentina y Academia Argentina de Letras: incunables, literatura gauchesca y nativista. • Biblioteca Nacional de Chile: selección de libros del Fondo José Toribio Medina, obras de Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Huidobro. • Colegio de México y Biblioteca Nacional de México: obras históricas clásicas y literarias de épocas colonial y postcolonial. 3. LAS UNIVERSIDADES EN LA POLÍTICA DE RSC DEL SANTANDER En 2007 Santander celebró su 150 aniversario siendo el primer Banco de la zona euro y, en marzo de 2008, es ya el séptimo banco del mundo por capitalización bursátil. A cierre de 2007 Santander era quinto Banco del mundo por beneficios (8.111 millones de euros) y la entidad con la mayor red de distribución minorista del mundo occidental (11.178 oficinas). El Banco tiene más de 131.000 empleados en 40 países y una amplia base accionarial (2,3 millones de accionistas). 318 EL BANCO SANTANDER Y SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN SUPERIOR – Como en cualquier actuación empresarial, en el desarrollo de los programas de Responsabilidad Social hay que evitar el riesgo reputacional, algo que puede derivarse tanto de las propias actuaciones de la empresa como de las desarrolladas por entidades con las que esta colabora. Las anteriores características, junto a la necesidad de medición y control, contribuyen a que los programas de Responsabilidad Social de las empresas sean exitosos y favorecen su desarrollo. El proyecto de apoyo al mundo universitario es la principal iniciativa del programa de Responsabilidad Social Corporativa que incluye otros proyectos de apoyo a la sociedad en todos los países en los que el Banco está presente. Así, cuenta con numerosas iniciativas de apoyo a personas en riesgo de exclusión con programas de microcréditos, con proyectos deportivos para niños con discapacidad o de integración de inmigrantes. 4. RETOS DE LAS POLÍTICAS DE RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS EMPRESAS 5. DATOS BÁSICOS 5.1. SANTANDER UNIVERSIDADES EN CIFRAS Toda empresa que desarrolla un plan de Responsabilidad Social Corporativa se enfrenta a varios retos. Uno de ellos tiene que ver con la capacidad de comunicar a los grupos de interés (accionistas, empleados, clientes y sociedad en su conjunto) las actuaciones que desarrolla la empresa. Para que esta comunicación sea eficiente y para que las actuaciones cumplan sus objetivos, el plan debe contar con algunas características: – Debe ser un plan voluntario ya que, en el momento en que se convierte en una imposición legal deja de ser responsabilidad social y se convierte en cumplimiento normativo. – Debe contar con el apoyo decidido del primer nivel ejecutivo de la empresa, de manera que transmita los principios y valores a toda la organización. – Debe ser transparente y medible, ya que de esta forma podrá contar con el respaldo de los diferentes grupos de interés. – Resulta importante, también, contar con una línea de actuación clara. Esto puede suponer un reto pero, al mismo tiempo, debe servir para centrar los esfuerzos y para medir y analizar los resultados obtenidos. – Por otra parte, las empresas deben aplicar a la gestión de la Responsabilidad Social los mismos criterios de eficiencia que aplican a las restantes actividades empresariales. • 623 Convenios integrales de colaboración con universidades y centros de educación superior e investigación en España, Portugal, América y Reino Unido. • 10 millones de universitarios representados en los convenios de colaboración. • 3,1 millones de universitarios con tarjetas universitarias inteligentes. • 89 millones de euros: mecenazgo total en educación superior en el año 2007. • 2.507 proyectos destinados a apoyar la docencia, la investigación, la movilidad internacional de los universitarios y la relación Universidad-Empresa. • 73 cátedras financiadas por el Santander. • 12.270 becas y ayudas al estudio concedidas en el 2007. • 24.000 obras digitalizadas con acceso libre a través de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. • 70 portales temáticos e institucionales, y 54 Bibliotecas de autor y obra. • 375 millones de páginas servidas por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. • 400 millones de euros en apoyo a las universidades desde 1998. 319 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS • 1.500 rectores y cargos académicos en eventos y encuentros. 5.2. UNIVERSIA EN CIFRAS • 1.056 universidades socias. • 11 países en Iberoamérica. • 10,9 millones de profesores y estudiantes de universidades socias. • 5,8 millones de usuarios únicos al mes. • 12 portales en Internet. • 115.217 empleos y prácticas gestionadas. • 47 universidades y 145 asignaturas en OpenCourseWare. • 108 rectores en órganos de asesoramiento y gobierno. • 7.000 participantes en actividades deportivas. • 42 premios obtenidos desde 2000, 7 de ellos en 2007. • 12,5 millones de aportación del Santander en 2007. 320 CONCLUSIONES Víctor Pérez-Díaz Este libro, en homenaje a Rodrigo Uría Meruéndano, se presenta como una contribución y un impulso al desarrollo, en primer lugar, de una discusión sobre la filantropía en la España del siglo XXI: sobre la filantropía en general y sobre la filantropía española en particular. Trata de explorar una problemática, de avanzar una reflexión, de aportar unos estudios, de ofrecer unos comentarios, de presentar unos testimonios. Pero, en segundo lugar, este libro intenta dar, asimismo, un impulso al desarrollo de la experiencia efectiva de la filantropía en España. De aquí la conveniencia de reunir algunas conclusiones al término de este libro, así como las recomendaciones a las sugerencias que cabe inferir de las mismas, que cabe resumir de la forma siguiente. Primero, la filantropía tiene raíces históricas profundas y de gran complejidad, que no conviene reducir mediante una simple contraposición entre una filantropía tradicional y una filantropía moderna. De hecho, en la filantropía de los tiempos modernos coexisten, se oponen, concuerdan, se mezclan y se combinan modalidades de filantropía muy distintas, unas de inspiración religiosa, sobre todo (pero no sólo) cristiana en Occidente, y otras de inspiración no religiosa. Es probable que, en el futuro, esta complejidad y esta pluralidad vayan en aumento. Segundo, la filantropía de los tiempos modernos, como las anteriores, tiene el problema de definir los criterios del bien que pretende hacer, o, en otras palabras, de su eficacia. Aunque haya un grado de consenso en torno a satisfacer ciertas necesidades básicas, e incluso, hasta un punto, en lo que se refiere al marco institucional de una sociedad libre o un orden de libertad, queda un margen muy amplio para el debate sobre los criterios de una «sociedad buena», que no se puede zanjar apelando a una autoridad política o a una mayoría social. En cambio sí hay algunos métodos de actuar y de organizarse que se han ido desarrollando en la filantropía moderna, que son homólogos con los métodos de las organizaciones económicas y administrativas de los tiempos modernos, y que pueden mejorar el grado de su eficacia y su eficiencia. Tercero, en lo que se refiere a la razón misma, sustancia, de sus actividades, la filantropía moderna comparte con la filantropía tradicional el problema de diferencias entre sus motivaciones benévolas o altruistas, de hacer el bien a los demás, y sus motivaciones auto-interesadas, de usar la filantropía como parte de una estrategia de distinción social. Es un problema consustancial con la filantropía, a considerar en su contexto, cuya solución varía caso a caso, y depende de la motivación de los filántropos y del juicio y del sentido moral de la sociedad. Ello afecta tanto a la filantropía de las elites como a la de la sociedad en general. Ambas son importantes, y, de hecho, la primera sólo puede sostenerse y prosperar en el largo plazo si recibe el apoyo y la estima de la sociedad, y, precisamente, de una sociedad más bien benévola, es decir, filantrópica. Cuarto, la experiencia norteamericana constituye un ejemplo destacado de una filantropía de motivaciones diversas, religiosas y no religiosas, de las elites y de la sociedad, que, sin perder ni debilitar sus motivaciones morales, ha introducido criterios de racionalidad instrumental, y ha mostrado, y muestra, una notable continuidad y una extraordinaria pujanza. En ella los debates 321 LA FILANTROPÍA: TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS sobre los criterios de eficacia suelen dar por sentado el valor del marco institucional de una sociedad libre o abierta, dejando un amplio margen para la discusión sobre lo que se deba considerar una «sociedad buena». Esto ha dado lugar a las iniciativas más diversas, en el desarrollo de las cuales las fundaciones han desempeñado un papel estratégico central. De ella cabe aprender, tanto de sus realizaciones como de sus problemas, y se la puede considerar como un laboratorio de experiencias variadísimas; como tal suscita el interés general, incluido el de las elites económicas españolas (como se muestra en la encuesta, cuyos resultados se recogen en este libro). Quinto, la experiencia europea de la filantropía moderna se ha visto influida por el desarrollo de un sistema de bienestar con un fuerte componente estatal, lo que ha tendido a ser complementado, en el largo plazo, por una pauta de colaboración entre la filantropía privada y las administraciones públicas. En esta experiencia, en su fase contemporánea y en especial en la Europa Central y Oriental, se ha dado un impulso significativo al desarrollo de modalidades de filantropía privada con un diseño holístico o global, orientadas a reforzar el marco institucional de una sociedad libre o abierta. Sexto, es preciso desarrollar el campo de los estudios y las investigaciones empíricas sobre la filantropía en España. A la vista de una primera encuesta (cuyos resultados se resumen en este libro) cabe pensar que las elites económicas están en un momento crucial a este respecto. Sus respuestas sugieren una disposición a implicarse, ellos y sus familiares, en actividades filantrópicas, siendo conscientes de la complejidad de sus motivos, que incluyen un sentido de responsabilidad moral importante. Al mismo tiempo, tienen la impresión de que falta mucho para que la filantropía esté plenamente desarrollada en España (y aquí suelen tomar a los Estados Unidos como referencia), y piensan que, hoy por hoy, no recibe el tratamiento fiscal que merece, ni tiene la estima en la sociedad en general y de la clase política, que debería tener. Séptimo. De la importancia actual de la filantropía española son testimonio los datos de donaciones, asociaciones (que reciben estas donaciones, y las combinan con otras fuentes de ingresos) y fundaciones (que realizan una parte de aquellas donaciones), todo ello en un marco de condiciones generales, económicas, sociales y políticas, que se espera continúen, y mejoren, en el largo plazo. El doble impulso de una filantropía de elites y una filantropía de la sociedad en general se pone de manifiesto en la estructura de las donaciones deducibles del IRPF, que muestra cómo los más ricos son sin duda los más numerosos (proporcionalmente) a la hora de dar y los que dan, de media, en mayor cantidad, pero son más bien las clases medias las que dan más en proporción a sus ingresos y las que reúnen, en conjunto, el mayor volumen agregado de donaciones. Octavo, parece importante aplicar las mejores prácticas de gobierno corporativo y de transparencia de los modos de gestión de las organizaciones económicas a estas organizaciones del tercer sector que son las organizaciones filantrópicas, y en particular las fundaciones. Ello se refiere tanto a la congruencia de sus actividades con su identidad fundacional como a la financiación de las mismas y a los procesos de gestión, de control de la utilización de sus fondos y de presentación de sus cuentas. Noveno. En un sentido parecido de trasladar determinadas regulaciones y prácticas del campo de las actividades económicas al de la filantropía, cabe hacer referencia a la política de personal de las instituciones filantrópicas y la mejora del nivel de profesionalización de sus directivos y de sus cuadros, siempre buscando un equilibrio con la atención a las características propias de su voluntariado. Asimismo conviene atender al marco fiscal de la filantropía, aplicando aquellos que se han ido revelando como las mejores prácticas en otros países. Décimo, los testimonios presentados aportan enseñanzas específicas, pero también son interesantes como ilustraciones de ciertas tendencias. Una de ellas, relativa al objeto de la acción filantrópica, apunta a la combinación de actividades orientadas a resolver los problemas de la depen- 322 CONCLUSIONES tipo de comunidades morales que se puedan construir entre todos ellos. Finalmente, con relación al ámbito de las actividades filantrópicas, cabe llamar la atención sobre la tendencia a combinar el interés, preferente, por los próximos, en este caso, España, con el interés, también, por los lejanos, incluyendo con ello actuaciones en muy diferentes partes del mundo. dencia y la vulnerabilidad, y actividades encaminadas a mejorar el nivel de autonomía y de capacitación de la población. Así mismo, en relación con el sujeto de esta acción, cabe subrayar el interés de tener en cuenta el grado de implicación de los agentes de la acción filantrópica a todos los niveles, fundadores, managers, cuadros, socios, voluntarios, clientes, beneficiarios, así como el 323 PAPELES DE LA FUNDACIÓN Nº 1 Estudio para la mejora del Gobierno Corporativo, la Transparencia Informativa y los Conflictos de Interés. Nº 2 Guía de Principios de Buen Gobierno Corporativo, Transparencia Informativa y Conflictos de Interés en las Sociedades Cotizadas. Nº 3 Estudio sobre los efectos de la aplicación de las Normas Contables del IASB a los sectores cotizados de la Bolsa Española. Nº 4 Buen Gobierno, Transparencia y Ética en el sector público. Nº 5 Estudio sobre la Reforma de los Mercados Financieros Europeos (2 vols.): • Resumen del estudio en Español • Resumen del estudio en Inglés Nº 6 Guía de Buenas Prácticas para el desarrollo de la Junta General de accionistas de Sociedades Cotizadas. Nº 7 Observatorio de Gobierno Corporativo de las Grandes Sociedades Cotizadas en el Mercado de Valores español (Ibex-35), 2003. Nº 8 Índice de Excelencia Informativa de las Sociedades del Ibez-35 de la Bolsa Española IEI-FEF. Nº 9 Pensiones y Ahorro a largo plazo: un viejo problema en busca de nuevas soluciones. Nº 10 El ciclo del Capital Riesgo en Europa: su gestión y aportación de valor. Nº 11 España y las nuevas Perspectivas Financieras de la Unión Europea 2007-2013: Nuevos condicionantes, nuevos objetivos, nuevas estrategias. Nº 12 Diversidad de Género en los Consejos de Administración de las Sociedades Cotizadas y Cajas de Ahorros españolas. Nº 13 España y la nueva arquitectura económica y financiera internacional. El desafío del G-8. Nº 14 Observatorio de Gobierno Corporativos de las Grandes Sociedades Cotizadas en el Mercado de Valores español (Ibex-35), 2004. Nº 15 Índice de Excelencia Informativa de las Sociedades de la Bolsa Española IEI-FEF. Nº 16 La Responsabilidad Corporativa: una propuesta para un entrono empresarial más eficiente y socialmente comprometido. Nº 17 Observatorio sobre la Reforma de los Mercados Financieros Europeos (2006). Nº 18 Las Cajas de Ahorros: Modelo de Negocio, Estructura de la Propiedad y su Gobierno Corporativo. Nº 19 Observatorio de Gobierno Corporativo y Transparencia Informativa de las Sociedades Cotizadas en el Mercado Continuo Español 2006. Nº 20 Observatorio sobre el Gobierno de la Economía Internacional (2007). Nº 21 Observatorio sobre la Reforma de los Mercados Financieros Europeos (2007). Nº 22 Observatorio de Gobierno Corporativo y Transparencia Informativa de las Sociedades Cotizadas en el Mercado Continuo Español, 2007. Nº 23 El Papel de las Instituciones Públicas en las Operaciones de Control Corporativo Nacionales y Transnacionales. Nº 24 Intrumentos Financieros para la Jubilación. Nº 25 Observatorio sobre el Gobierno de la Economía Internacional (2008). Nº 26 La Filantropía: tendencias y perspectivas. Homenaje a Rodrigo Uría Meruéndano. ENTIDADES PATRONO de la Fundación de Estudios Financieros BANCO SANTANDER TELEFÓNICA ENDESA IBERDROLA BBVA CAJA MADRID REPSOL YPF CITIBANK ESPAÑA PRICEWATERHOUSECOOPERS SOCIÉTÉ GÉNÉRALE ESPAÑA CAJA DE AHORROS Y MONTE DE PIEDAD DE NAVARRA ABERTIS INFRAESTRUCTURAS FUNDACIÓN BANCAJA FUNDACIÓN CAIXA GALICIA-CLAUDIO SAN MARTÍN ACCIONA ALTADIS ANTENA 3 TV AFIRMA, GRUPO INMOBILIARIO BANCO SABADELL BANKINTER DELOITTE ERNST & YOUNG FOMENTO DE CONSTRUCCIONES Y CONTRATAS-FCC FIDELITY INTERNATIONAL INDRA KPMG LA CAIXA METROVACESA NATRA UNIÓN FENOSA CECA BME RED ELÉCTRICA DE ESPAÑA RECOLETOS GRUPO DE COMUNICACIÓN URÍA MENÉNDEZ ACS BAKER & MCKENZIE SACYR VALLEHERMOSO GARRIGUES CUATRECASAS ENTIDAD FUNDADORA INSTITUTO ESPAÑOL DE ANALISTAS FINANCIEROS