INTRODUCCIÓN

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INTRODUCCIÓN
Pilar Blanco-Morales Limones
regulación comunitaria vigente en el ámbito de
los seguros, aún más compleja por dispersa,
tanto que viola las más elementales exigencias de
seguridad jurídica.
A medida que se acortan los plazos para la
efectiva implementación de Solvencia II nos
encontramos con la paradoja de que, por un
lado, se despejan las brumas del horizonte regulatorio, con las modificaciones que conllevará
para los principales actores del sector asegurador, entidades y supervisor, pero por otro lado, y
quizás por un exceso de conjeturas, se percibe un
relativo desconcierto acerca del alcance y el significado de estos nuevos e importantes requerimientos.
Solvencia II es un proyecto complejo con sólidos fundamentos que significa un ambicioso plan
y supone algo más que la actualización del acervo normativo, pues promueve decididamente un
modelo de supervisión basado en la solvencia
global de la entidad aseguradora. En este modelo de supervisión confluyen tanto elementos de
tipo cuantitativo: los requerimientos de capital y
la constitución de las provisiones técnicas; como
de orden cualitativo: la gestión de riesgos y los
necesarios sistemas de control interno. Elementos complementados con el control que el propio
mercado puede llevar a cabo a través de la información que la entidad aseguradora debe poner
en conocimiento de los analistas e interesados.
Además implica armonizar prácticas y conceptos,
con el fin de posibilitar el verdadero desarrollo
del mercado asegurador supranacional en Europa, garantizando a los ciudadanos igualdad de
derechos y de protección.
El trabajo Estudio sobre el sector asegurador en
España 2010: Los aspectos cualitativos de Solvencia II está dedicado a analizar los elementos
mejor definidos del profundo cambio que conlleva adoptar el modelo establecido por la Directiva 2009/138 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2009, sobre el
seguro de vida, el acceso a la actividad del
seguro y del reaseguro y su ejercicio, Solvencia
II (versión refundida).
La Directiva Solvencia II tendrá efectos a partir del 1 de noviembre de 2012 y algunos de sus
preceptos deben ser adaptados por los Estados
miembros no más tarde del 31 de octubre de
2012. Lo primero que cabe destacar de su contenido es su extensión, ya que tiene 142 considerandos, 311 artículos y 7 anexos. El segundo
rasgo destacable es su carácter de texto refundido de la multiplicidad de Directivas vigentes
hasta el momento en el sector asegurador. Solvencia II refunde 14 Directivas, en consecuencia,
el Anexo VI de la Directiva, en su parte A, recopila un listado de las «Directivas derogadas y
relación de sus sucesivas modificaciones» y, en su
parte B, contiene una «relación de los plazos de
trasposición al Derecho interno» de aquellas
Directivas; y el Anexo VII incluye una «tabla de
correspondencias» entre el articulado de esta
nueva Directiva y los preceptos de las Directivas
previas. La tercera característica es su complejidad, que se aprecia también en el Título VI (arts.
305 y ss.) que contiene las «Disposiciones transitorias y finales».
Por lo tanto, se trata de una Directiva extremadamente compleja que pretende mejorar la
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ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
Solvencia II es una estructura basada en tres
pilares, reflejo de la influencia de la regulación
bancaria (Basilea II) que se completa para poner
en valor las peculiaridades del sector asegurador.
El primer pilar contiene los requerimientos
cuantitativos. En este ámbito podemos identificar
dos magnitudes fundamentales: el Capital de solvencia obligatorio (SCR) y el Capital mínimo
obligatorio (MCR). El SCR es la magnitud fundamental de referencia para evaluar la solvencia
de las entidades. Su cálculo se basa en la evaluación y valoración del perfil de riesgo específico
de la entidad, ya sea mediante una fórmula
estándar o mediante un modelo interno autorizado para dicha entidad, teniendo en cuenta
todos los riesgos cuantificables a los que se
enfrenta la aseguradora, así como las técnicas de
mitigación empleadas. El MCR es un requerimiento inferior cuya insuficiencia origina, como
última intervención supervisora, la retirada de la
autorización.
El segundo pilar se destina a los más importantes requerimientos cualitativos impuestos a las
entidades: gestión de riesgos y relación con el
supervisor. Por su parte, el tercer pilar, desarrolla
la comunicación de la información que precisan
el supervisor y el mercado. Un aspecto fundamental del ejercicio de la actividad aseguradora
que profundiza en la obligación de divulgar o, en
su caso, comunicar información, con objeto de
favorecer la disciplina del mercado y contribuir a
la transparencia y la estabilidad financiera.
Probablemente es en estos pilares segundo y
tercero donde reside el aspecto más novedoso de
Solvencia II. Aunque las valoraciones y modelizaciones que subyacen en los cálculos de la fórmula estándar, así como la posibilidad de utilizar
modelos internos con fines regulatorios, son elementos nuevos en el ámbito financiero a nivel
internacional, el verdadero cambio de cultura se
producirá al cerrar el sistema de tutela de los
derechos de los tomadores con rigurosas exigencias en materia de gobernanza, que afectan al
corazón de la organización y gestión de las aseguradoras, obligadas a encarar políticas de gestión de riesgos, a mejorar la transparencia –fren-
te al supervisor, el asegurado y el mercado-, en
un marco de colaboración entre supervisor y
supervisado más dinámico.
El establecimiento por la Directiva del requerimiento de documentar la evaluación interna de
los riesgos y solvencia (ORSA), es buena prueba
del nuevo enfoque que entidades, analistas, consumidores, supervisores y en general quienes se
relacionan con el seguro tendrán que adoptar a
partir de 2013.
Los requisitos cualitativos del segundo pilar de
Solvencia II y los del tercero, afectan claramente a
la gobernanza, tanto por las potestades que
asume la supervisión del Sector y las exigencias
que conlleve aparejadas para las Compañías,
como por el giro en materia de transparencia que
se impone a las entidades aseguradoras. Solvencia
II requiere un sistema eficaz de gobernanza que
garantice la gestión sana y prudente de la actividad aseguradora. Ésta comprenderá, junto con la
adecuada gestión de riesgos, una estructura organizativa transparente y apropiada, con una clara
distribución y una adecuada separación de funciones, y un sistema eficaz para garantizar la
transmisión de la información.
Para el sector asegurador los aspectos cuantitativos de Solvencia II pudieran ser, ciertamente,
la primordial y más perentoria preocupación.
Pero aún falta la concreta determinación y la
exacta definición de los requerimientos cuantitativos, afinar la fórmula tipo para el cálculo de las
exigencias de solvencia, requisitos y cuantía de
las provisiones técnicas y de los fondos propios
en las medidas de ejecución de nivel 2. Aspectos
que no serán conocidos hasta tanto no se culmine el proceso de valoración de impacto de elaboración de la Directiva, con la publicación de los
resultados del denominado QUIS 5, prevista
para abril de 2011.
Estas circunstancias imponen atender prioritariamente aquellas cuestiones ya determinadas
por Solvencia II. En particular, los pilares segundo y tercero, el control de riesgos, el sistema de
gobierno y la transparencia, como ejes del nuevo
sistema. Los posibles impactos de Solvencia II en
las compañías aseguradoras y reaseguradoras son
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INTRODUCCIÓN
ñolas, atendiendo singularmente a las
reformas legales en curso y a los esfuerzos
autorreguladores del sector.
• El análisis ordenado de los presupuestos y exigencias de la transparencia,
necesaria para una efectiva tutela del
asegurado, que traducirán importantes
exigencias de información y estrictos
requisitos de difusión.
• El estudio de aspectos esenciales encuadrables en el ámbito de la más amplia
noción de cumplimiento (compliance),
concernientes a algunas políticas transversales (competencia, lucha contra el
blanqueo, protección de datos) que tienen o deberían tener en cuenta la singularidad del sector asegurador.
Nos planteamos, por tanto, cubrir un amplio
recorrido en materia de gobernanza, de transparencia y de compliance, que no puede, ni debe,
prescindir de los esfuerzos autorreguladores.
Todo ello acorde con el fin primario del conjunto normativo público-privado del seguro que, en
España como en la Unión Europea, es la protección, al máximo, de los intereses de los asegurados
amparados por el seguro, no sólo mediante el control
administrativo genérico de las entidades aseguradoras,
sino mediante la regulación de medidas específicas de
tutela.
La tutela de los asegurados requiere el correcto funcionamiento del mercado, lo que en gran
medida se consigue implantando un eficiente sistema de empresas independientes, dotadas de
una fuerte solvencia patrimonial y financiera,
dirigidas y gestionadas con eficacia y responsabilidad, asegurando unas relaciones de mercado
presididas por una plena transparencia informativa.
Estas ideas sirven de directrices a las distintas
colaboraciones que conforman el presente estudio. Conjugando los planos económico y jurídico, ofrecen una imagen fiel del estado de la cuestión en el seguro español, revelan las tendencias
de su evolución, valoran el impacto de las reformas normativas en curso y formulan recomendaciones y propuestas, tanto en orden a la arquitec-
múltiples y afectarán , al menos, al Consejo de
Administración al aumentar su responsabilidad,
al Área de inversiones, que deberá trabajar con
nuevos parámetros, al Área de Riesgos, que tendrá que adaptarse al nuevo sistema y adoptar un
modelo novedoso -standard o propio-, al Área de
Recursos Humanos, que deberá ser capaz de
implementar e impulsar nuevas competencias y
habilidades y, en definitiva, al «Sistema de
Gobierno».
El trabajo que presentamos es tributario del
Estudio sobre el sector asegurador en España, publicado en marzo de 2010, en el que realizamos un
examen completo y cuidadoso de las claves jurídicas y económicas del seguro. Aquél Estudio se
abordó en un momento marcado por el deterioro de los mercados financieros y la desconfianza,
con el objetivo de analizar y profundizar en el
conocimiento de su estructura, modelo de negocio, grado de transparencia, fortalezas y debilidades, con el propósito de contribuir a evaluar el
estado de situación del sector, examinar sus tendencias más significativas, ponderar el modelo
que impera en nuestro mercado asegurador y
formular propuestas que permitiesen orientar las
directrices de reforma.
De los exhaustivos análisis entonces realizados
se dedujeron conclusiones que nos llevaron a
plantear la necesidad de profundizar en aquellos
aspectos destacados en la agenda legislativa, bien
porque no se había culminado el proceso, bien
por la perentoriedad de su culminación. En
ambos casos llegamos al convencimiento de que
resultaba necesario abordar planteamientos sectoriales, siempre con un enfoque multidisciplinar, que condujesen a:
• Un examen sistemático de los requerimientos cualitativos de Solvencia II a las
entidades aseguradoras, relativos a la
estructura organizativa, la distribución de
funciones y el sistema para garantizar que
se transmite adecuadamente la información a toda la organización.
• El ponderado escrutinio de la concreta
aplicación de los principios y reglas de
Buen Gobierno por las entidades espa15
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
tura del futuro modelo de supervisión como de
cara a la gobernanza de las entidades y a la configuración de herramientas que potencien la
transparencia del seguro y, con ello, su penetración social.
En la medida en que se ha avanzado en los
trabajos prelegislativos para la redacción de una
nueva Ley de Ordenación y Supervisión, que sustituirá el actual Texto Refundido de la Ley de
Ordenación y Supervisión del Seguro Privado
(TRLOSSP) e incorporará a nuestro ordenamiento la Directiva Solvencia II, es posible hacer
una lectura más precisa del panorama en que se
moverán las Compañías al término de la reforma
legislativa, previsto para 2012 y avanzar en aquellos aspectos en que Solvencia II afectará claramente a cuestiones nucleares de la organización
y la gestión de las entidades aseguradoras.
Hemos realizado un Estudio aplicado, que discute orientaciones de política legislativa e impactos en la gestión reales. En las colaboraciones
aquí recogidas se analizan datos, hipótesis,
modelos y relaciones de causalidad que deben
conocerse con exactitud y valorarse con rectitud.
Y ello, tanto para decidir las opciones regulatorias que conducirán a un nuevo modelo de supervisión, como para adoptar los necesarios cambios
estructurales en las entidades, es decir, cambios
organizativos y de gestión.
El sector asegurador español respeta correctamente un modelo estilizado, su evolución a largo
plazo refleja un proceso de crecimiento equilibrado y de convergencia. Sus dinámicas de capitalización, prudencia, especialización en la gestión de riesgos, productividad y su funcionalidad
para canalizar el ahorro, aportan capacidad y
estabilidad al conjunto del sistema financiero, así
como una contribución relevante a la economía
española.
La estructura del trabajo que presentamos
sigue el modelo de otros estudios elaborados por
la Fundación. Transcurrido casi un año desde la
publicación del anterior Estudio, con la ayuda de
la mirada retrospectiva y de los fundamentos que
aportan las diferentes colaboraciones, el objetivo
del presente trabajo consiste en debatir y aclarar
qué medidas son necesarias, cuáles pueden servir
para mejorar el proceso de adaptación a Solvencia II y qué otras pudieran ser inútiles o incluso
perjudiciales.
El Estudio se inicia con una profunda revisión
de las principales magnitudes del mercado español realizado por Mercedes Ayuso Gutiérrez y
Miguel Santolino Prieto (RISC-IREA, Universitat de Barcelona). En el Capítulo II, Ruth Duque
Santamaría (DGSFP) analiza el proceso, los
principios, esquemas y procedimientos de renovación de supervisión prudencial y de mercado
para el sector asegurador europeo, centrándose
en los pilares cualitativos de Solvencia II. El traslado de éstos a nuestro ordenamiento jurídico
constituyen el objeto del Capítulo III, destinado
a la reforma del sistema español de regulación
del seguro privado, realizado por Alberto J.
Tapia Hermida (Universidad Complutense).
Alberto Tapia revisa con profundidad y expone
con síntesis magistral las líneas de reforma del
sistema español de regulación del seguro privado. Un sistema que se puede representar como
un edificio de tres plantas: en la primera, situaríamos la regulación de las empresas de seguros y
reaseguros; en la segunda, la regulación de los
mediadores de seguros privados; y, en la tercera,
la regulación del contrato de seguro que pone en
relación a las empresas de seguros y reaseguros
con los tomadores o asegurados con la intermediación, en ocasiones, de los mediadores. Mientras que la segunda ha sido objeto de desarrollos
reglamentarios recientes, la primera y la tercera
planta de ese edificio se encuentran en proceso
de sustancial reforma.
Bajo Solvencia II, las Compañías deberán definir un modelo de gestión que les permita reconocer, identificar y valorar los riesgos, internos y
externos, de la Entidad en sus causas, probabilidad y consecuencias, de ello se ocupan en el Capítulo IV Antonio Ferri Vidal (RISC-IREA, Universitat de Barcelona), Patricia Rodríguez García
(Grupo Catalana Occidente) y María Jesús
Romero Santo Tomás (Grupo Zurich España).
La interseccionalidad de los principios y
esquemas a que obedece Solvencia II nos condu16
INTRODUCCIÓN
ce al análisis particularizado de algunas cuestiones de singular interés. José Manuel Muries
Navarro (MAPFRE, Presidente del Instituto de
Auditores Internos de España) analiza en el
Capítulo V la función de auditoría interna, la
única de las cuatro funciones de gobierno en la
que para Solvencia II coincide la función con el
departamento, uniendo el rigor de planteamientos con enfoques prácticos bien cimentados y de
precisa utilidad. Por su parte, en el Capítulo VI
Mercedes Ayuso Gutiérrez (RISC-IREA, Universitat de Barcelona), Montserrat Guillén
Estany (RISC-IREA, Universitat de Barcelona)
y Miriam Moya Ruiz (Grupo Catalana Occidente) analizan el nuevo papel del actuario bajo
Solvencia II, las capacidades y responsabilidades
que el nuevo modelo le requiere. Las obligaciones de control interno de las entidades aseguradoras constituyen el objeto del Capítulo VII,
redactado con planteamientos exhaustivos y
perspectiva crítica por Pablo Wesolowski,
Manuel Rodríguez de Bethencourt y Rosario de
Velasco Marín (Davies Arnold Cooper), que,
trasladados al terreno práctico, plantean la necesidad de crear nuevas estructuras diseñadas
desde la pura perspectiva del control interno,
crear los canales de transmisión de información
adecuados para llegar a todos los rincones de la
actividad, empapar al personal de la cultura del
control y redactar códigos de conducta a efectos
de hacer efectivo el sistema de control interno.
El impacto de Solvencia II en el Gobierno corporativo de las entidades aseguradoras es analizado por Joaquín Ruiz Echauri (Hogan Lovells)
que, partiendo de las conclusiones presentadas
en el anterior Estudio, procede a revisar el estado
de la cuestión, la ligazón entre gobierno corporativo y responsabilidad social corporativa y las
previsibles implicaciones para las aseguradoras
españolas al hilo de los trabajos para la nueva
Ley de Ordenación y Supervisión.
La transparencia y la protección del asegurado constituyen el objeto de los análisis particularizados que se desarrollan en los Capítulos IX y
X. En el Capítulo IX, Inmaculada Domínguez
Fabián (Universidad de Extremadura) analiza
con rigor y gran capacidad de síntesis los deberes
de información (al supervisor, al mercado, a los
asegurados), una información que trascenderá
de la información financiera. Por su parte, María
Antonia Arroyo Fernández y Mercedes Sabido
Rodríguez (Universidad de Extremadura) estudian las medidas específicas de tutela del asegurado, tanto en el marco del contrato de seguro
como en el ámbito institucional, así como las
perspectivas de creación de un Fondo de Garantía del Seguro, recomendación recogida en los
considerandos de Solvencia II, plasmada ahora
en el Libro Blanco sobre Sistemas de Garantía de
Seguros, presentado por la Comisión en julio de
2010.
El derecho a la protección de datos constituye
también un elemento clave en la protección del
asegurado. Gonzalo Gállego Higueras (Hogan
Lovells) analiza en el Capítulo XI su relevancia
en el sector asegurador, uno de los pocos sectores
que cuenta con previsiones específicas que tratan
de acomodar o interpretar la normativa general
sobre protección de datos, cuya aplicación depara algunas dudas de calado que deben ser solventadas, no sólo por versar sobre disposiciones
cuyo incumplimiento lleva aparejado sanciones
muy elevadas, sino porque se trata de requisitos
que afectan a la actividad cotidiana de las entidades aseguradoras, que imponen esfuerzos autoregulatorios.
En la perspectiva adoptada respecto de la compliance, Luis Alfonso Fernández Manzano
(Hogan Lovells) analiza las consecuencias para
el sector asegurador derivadas de la Ley 10/2010,
de 28 de abril, de Prevención del Blanqueo de
Capitales y de la Financiación del Terrorismo.
Aunque el propósito de la norma es mantener el
anterior régimen, se introducen modificaciones
con gran relevancia práctica para el sector asegurador, que obligarán a las entidades aseguradoras autorizadas para operar en el ramo de vida y
a los corredores de seguros, cuando actúen en
relación con seguros de vida u otros servicios
relacionados con inversiones, a implantar procedimientos para adaptarse a la nueva regulación.
Finalmente, en el Capítulo XIII Casto González-Páramo Rodríguez (Hogan Lovells), analiza
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ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
el nuevo Reglamento 267/2010 de exención por
categorías del sector asegurador que, además de
las modificaciones normativas en el marco regulador de la competencia, subraya la necesidad de
reforzar la capacidad de autoevaluación de los
acuerdos y prácticas tan característicos del sector
asegurador.
Solvencia II significa un cambio de paradigma. Como paradigma, es un sistema de reglas
que establece límites, marcan las orillas y ofrecen
una guía para resolver los problemas que están
dentro de esos límites. Cada paradigma filtra la
realidad de un modo distinto. Este fenómeno de
filtrado, el efecto paradigma, hace que manejar
el cambio y manejar el futuro sea algo tan difícil.
Algunas entidades aseguradoras españolas lo
han comprendido así. Al abrazar el nuevo paradigma en una etapa temprana denotan mucho
valor, confianza, juicio intuitivo y capacidad para
redefinir los procesos y modelos. Sin embargo,
otras muchas entidades, si permanecen a la espera del Boletín Oficial del Estado, nunca llegarán
a cumplir las exigencias del nuevo paradigma.
Este Estudio aspira a servir de prolegómeno
para conocer y razonar los cambios necesarios,
que no se fían a intuiciones ni conjeturas frente a
dificultades novedosas y aún por experimentar.
Las diferentes colaboraciones plantean preguntas de gran calado, ponen de manifiesto las
dudas, apuntan las perplejidades, desvelan las
incertidumbres. Al hacerlo, proponen respuestas,
descubren explicaciones, razonan determinaciones y esbozan alternativas. Hemos huido de
remedios rápidos, de recetas cándidas, de fórmulas ligeras y de prescripciones lenitivas.
Con todo, los diferentes trabajos que se integran en este Estudio son fruto del rigor en el
análisis y del estudio profundo y esforzado,
ejemplo y estímulo crítico. Aunque los autores
presentan sus conclusiones con humildad, sugieren una serie de cambios que los actores del mercado asegurador (el legislador, el supervisor, las
entidades aseguradoras) podrían asumir. La última palabra no es nuestra, será preciso realizar
nuevas investigaciones, como las parcialmente
completadas y como las que se acometerán en el
futuro. Pero, sobre todo, urge ya prepararse para
los cambios que conllevará la aplicación de la
directiva de Solvencia II. Falta un largo camino
por recorrer y el tiempo apremia.
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