v REPÚBLICA DE COLOMBIA TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA SALA PRIMERA DE ORALIDAD MAGISTRADO PONENTE: JORGE IVÁN DUQUE GUTIÉRREZ Medellín, veintitrés (23) de septiembre de dos mil catorce (2014) ACCIÓN: ASUNTO: DEMANDANTE: DEMANDADO: RADICADO: PROCEDENCIA: INSTANCIA: TUTELA. IMPUGNACIÓN. LEIDY JULIETH MARÍN VILLADA. ALIANZA MEDELLIN ANTIOQUIA EPS SAS. 05-001-33-33-017-2014-00231-01 JUZGADO DIECISIETE ADMINISTRATIVO. SEGUNDA. SENTENCIA: SPO - 499 - Ap TEMA: Acción de Tutela / Tratamiento Integral / Derecho a la Vida En Condiciones Dignas / Seguridad Social. CONFIRMA SENTENCIA. Decide la Sala la impugnación del Fallo de tutela presentado en contra de la Sentencia proferida por el Juzgado Diecisiete Administrativo de Medellín, el 11 de agosto de 2014, que tuteló el derecho fundamental de petición de la parte actora. ANTECEDENTES La señora LEIDY JULIETH MARÍN VILLADA, actuando como representante legal de su hijo menor JOSÉ TOMÁS MARÍN VILLADA, presentó acción de tutela en contra de la ALIANZA MEDELLIN ANTIOQUIA EPS SAS, para que se le conceda la protección de los derechos constitucionales fundamentales a que haya lugar, y que se ordene a dicha entidad, proveer los medicamentos y realizar los examenes ordenados por su médico tratante, así como autorizar el tratamiento integral POS y NO POS que su patología requiera, sin exigirle copagos o cuotas de recuperación. HECHOS Manifiesta la accionante que el menor JOSÉ TOMÁS MARÍN VILLADA cuenta con 10 meses de edad, se encuentra internado en el Hospital Pablo Tobón Uribe, donde se le ha brindado la atención en salud para su diagnostico de FALLA RESPIRATORIA CONVULSIVO, SECUNDARIA, ENCEFALOPATIA ESTATUS EPILÉPTICA, EPILÉPTICO EPILEPSIA NO FOCAL SINTOMÁTICA, SOSPECHA DE ENFERMEDAD METABÓLICA, SÍNDROME DISMÓRFICO, HIDROCEFALIA, INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO A REPETICIÓN, PIELECTASIA RENAL BOLATERAL CON HIDRONEFROSIS Y DOBLE SISTEMA COLECTOR. De lo ordenado por los médicos tratantes no le han sido autorizados por la accionada al no hallarse dentro del POS; los medicamentos LEVETIRACETAM y DEXMEDETOMIDINA, por no estar autorizados por el INVIMA para este caso, ni los examenes de AMINOÁCIDOS EN PLASMA CUANTITATIVOS, AMINOÁCIDOS CUANTITATIVOS EN LCR y ACILCARNITINAS por realizarse fuera del país. ACTUACIÓN PROCESAL DE LA A-QUO. Correspondió por reparto el conocimiento de la presente acción al Juzgado Diecisiete del Circito de Medellín, quien mediante auto del 29 de julio de 2014 admitió la acción de tutela en contra de la ALIANZA MEDELLÍN ANTIOQUIA EPS SAS, otorgando a la entidad accionada el térmimo de dos (2) días, para que se pronunciara al respecto y solicitaran las pruebas que pretendiera hacer valer. Conforme a lo solicitado por la accionante, el Juez de primera instancia concedio la médida provisional. POSICIÓN DE LAS ENTIDADES DEMANDADAS La ALIANZA MEDELLÍN ANTIOQUIA EPS SAS, mediante escrito radicado el 31 de julio de 2014 manifestó que el afectado se encuentra afiliado a la EPS-S a través del municipio de Medellín desde el 29 de agosto de 2013; que presenta SINDROME DISMÓRFICO CON POSIBLE ENFERMEDAD METÁBOLICA, y requiere para su tratamiento ÁCIDOS ORGÁNICOS CUANTITATIVOS EN ORINA, AMINOÁCIDOS EN PLASMA CUANTITATIVOS, AMINOÁCIDO CUANTI EN LCR y ACILCARNITINAS y SUMINISTRO DE LEVETIRACETAM DE 100 MG SOLUCIÓN ORAL Y DEXMEDETOMIDINA. Argumenta la entidad que los exámenes de laboratorio solicitados ÁCIDOS ORGÁNICOS CUANTITATIVOS EN ORINA, AMINOÁCIDOS EN PLASMA CUANTITATIVOS, AMINOÁCIDO CUANTI EN LCR Y ACILCARNITINA, no están dentro del anexo 3 de la Resolución 5521, por lo que no hacen parte del POS y la EPS no puede autorizarlos y así mismo no pueden ser sometidos al análisis por el CTC, ya que dichos exámenes no se realizan en Colombia, sino en el exterior. Indica que los medicamentos CARBAMAZEPINA y FENOBARBITAL hacen parte del POS y la EPS viene autorizando el suministro de los mismos, ya que no hay contraindicación alguna para no hacerlo. Respecto a los medicamentos DEXMETOMIDINA y LEVETIRACETAM; el primero de estos no hace parte del plan de beneficios del POS y no está aprobado por el INVIMA para ser usado en niños. En cuanto al segundo medicamento, a pesar que está dentro del anexo 1 de la Resolución 5521 de 2013, no está aproado para ser usado en niños menores de 4 años, razón por la cual, para este caso en particular se convierte en no POS. La EPS-S solicitó al Despacho que requiera a la médica tratante, para que explique por qué prescribió un medicamento que no lo tiene aprobado en Colombia el INVIMA. Señala que frente a la medida provisional decretada, la EPS-S autorizó el suministro de los medicamentos LEVETIRACETAM DE 100 MG SOLUCIÓN ORAL, CARBAMAZEPINA AL 2%, FENOBARBITAL, LEVETIRACETAM y DEXMEDETOMIDINA. Conforme a lo anterior, la entidad solicita declarar la tutela improcedente por falta de legitimidad por pasiva LA SENTENCIA IMPUGNADA El Juzgado Diecisiete Administrativo de Medellín, mediante Sentencia del 11 de agosto de 2014, tuteló el derecho a la salud del menor JOSÉ TOMÁS MARÍN VILLADA, y en consecuencia ordenó a la ALIANZA MEDELLÍN ANTIOQUIA EPS SAS que en el término de cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificación del fallo, procediera a autorizar y practicar, si no lo hubiere hecho, lo requerido por el afectado, acorde a la orden del tratante; de igual manera concedió el tratamiento integral que se derive de la patología. A su vez, se autoriza a la ALIANZA MEDELLÍN ANTIOQUIA EPS S.A.S., para que repita en contra de las entidades que por Ley estén obligadas, por aquellos valores que legalmente, no están obligadas a sufragar en desarrollo de la atención médica. LA IMPUGNACIÓN La ALIANZA MEDELLIN ANTIOQUIA EPS S.A.S., impugnó el fallo mediante escrito radicado el 19 de agosto de 2014, manifestando que respecto a la realización del examen ÁCIDOS ORGÁNICOS CUANTITATIVOS EN ORINA, AMINOÁCIDOS EN PLASMA CUANTITATIVOS, AMINOÁCIDO CUANTI EN LCR y ACILCARNITINAS, esta se debió declarar improcedente por falta de legitimación por pasiva, toda vez que dichos exámenes no se encuentran contemplados dentro de los anexos de la Resolución 5521 de 2013 expedida por el Ministerio de la Salud y la Protección Social, y según el numeral 2 del artículo 3º de la citada Resolución, el POS solo cubre servicios de salud que sean realizados dentro del territorio nacional, lo que se conoce como el principio de territorialidad. CONSIDERACIONES DE LA SALA Se procede a resolver la impugnación interpuesta por la ALIANZA MEDELLÍN ANTIOQUIA EPS S.A.S. en contra de la sentencia proferida por el Juzgado Diecisiete Administrativo de Medellín, que tuteló los derechos fundamentales invocados por la parte actora. Frente a la procedencia de la Acción de tutela, el artículo 86 de la Constitución Política establece la acción de tutela para que toda persona pueda: “... reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por si mismo o por quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública”. Sobre el tema del derecho a la salud como derecho fundamental, la jurisprudencia de la Corte Constitucional se caracterizó por diferenciar los derechos susceptibles de protección mediante la acción de tutela y los derechos de contenido meramente prestacional, los cuales para ser amparados por vía de tutela, debían tener conexidad con los derechos inicialmente nombrados, es decir, los de primer orden. En la Sentencia T-760 de 2008, hizo un estudio sistemático sobre el alcance en general del derecho a la salud que ha sido protegido por la Corte Constitucional en sus primeras sentencias, a saber: “La primera ha sido estableciendo su relación de conexidad con el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal y el derecho a la dignidad humana, lo cual le ha permitido a la Corte identificar aspectos del núcleo esencial del derecho a la salud y admitir su tutelabilidad; La segunda ha sido reconociendo su naturaleza fundamental en contextos donde el tutelante es un sujeto de especial protección, lo cual ha llevado a la Corte a asegurar que un cierto ámbito de servicios de salud requeridos sea efectivamente garantizado; y, la tercera, es afirmando en general la fundamentalidad del derecho a la salud en lo que respecta a un ámbito básico, el cual coincide con los servicios contemplados por la Constitución, el bloque de constitucionalidad, la ley y los planes obligatorios de salud, con las extensiones necesarias para proteger una vida digna. (…).” Frente al tema de las entidades que tienen a su cargo el pago de los servicios de salud excluidos e incluidos del POS, la Corte ha señalado que de acuerdo con las reglas que rigen el Sistema de Seguridad Social en Salud, las entidades promotoras de salud E.P.S., tienen derecho a solicitar el recobro, por concepto de los costos que les demande la prestación de servicios de salud que se encuentren excluidos en el POS y que hayan sido autorizados por el Comité Técnico Científico de la respectiva entidad, o hayan sido ordenados en decisiones judiciales de tutela1 y, de acuerdo con las obligaciones derivadas del contrato de prestación de servicios, las E.P.S. están obligadas a financiar los servicios de salud incluidos en el POS en los términos que la Ley 100 de 1993 y demás normas complementarias y reglamentarias dispongan. Al respecto la Corte Constitucional en sentencia T-760 de 2008, sistematizó y compiló las reglas jurisprudenciales referidas al derecho a la salud, indicó con relación a la facultad de recobro lo siguiente: “En conclusión, toda persona tiene el derecho a que se le garantice el acceso a los servicios de salud que requiera. Cuando el servicio que requiera no está incluido en el plan obligatorio de salud correspondiente, debe asumir, en principio, un costo adicional por el servicio que se recibirá. No obstante, como se indicó, la jurisprudencia 1 Ver entre otras Sentencias SU-819 de 1999, T-760 de 2008 y T-463 de 2008. constitucional ha considerado que si (sic) carece de la capacidad económica para asumir el costo que le corresponde, ante la constatación de esa situación de penuria, es posible autorizar el servicio médico requerido con necesidad y permitir que la EPS obtenga ante el Fosyga el reembolso del servicio no cubierto por el POS.” “Así, pues, deben cumplirse dos condiciones para que se autorice a la EPS a ejercer la facultad de recobro ante el Estado: (i) por un lado, que el accionante requiera determinado medicamento o tratamiento que no se encuentre incluido en el plan obligatorio de salud y que este sea esencial para salvaguardar su derecho fundamental a la salud; y por el otro, (ii) que la persona no tenga la capacidad de pago para asumir personalmente el costo del tratamiento o medicamento que requiere”2. Al entrar en vigencia la Ley 1438 de 2011, determinó que el recobro al FOSYGA por prestación de servicios médicos excluidos del Plan Obligatorio de Salud, actualmente, opera en un 100% y no por partes iguales entre la E.P.S o E.P.S.-S y el Fondo de Solidaridad Social FOSYGA y las entidades territoriales respectivamente, cuando omitan someter a estudios del CTC los requerimientos excluidos del POS. Frente al tema del Tratamiento Integral, la Corte Constitucional ha dicho, en varias ocasiones, que el principio de integralidad en el tratamiento médico es una característica del Sistema de Seguridad Social en Salud y, por tanto, debe abarcar todas las áreas del bienestar humano; como lo señala la norma, desde una política de prevención, para evitar las enfermedades, hasta la rehabilitación de las mismas, ya que es posible padecer una enfermedad la cual genere secuelas siendo necesario, además de la atención médica inicial, la implementación de otro tipo de tratamiento, dirigido a lograr una rehabilitación satisfactoria de la condición de salud y, en consecuencia, la posibilidad de llevar una vida estable en condiciones dignas3. Sin embargo, el tratamiento integral no puede concebirse como un derecho absoluto, sino como la garantía para que la enfermedad que se padece, se supere con éxito en cada una de las etapas que pueda acaecerse por dicha enfermedad; al respecto la Corte Constitucional, en Sentencia T-760 de julio 31 de 2008, expresó: “En primer lugar, se indicará que el ámbito de protección constitucional en el acceso a los servicios de salud, son aquellos que la persona requiere, según el médico tratante, sin que ello signifique que el derecho a la salud sea absoluto, ilimitado e infinito en el tipo de prestaciones cobijadas (4.4.1.). En segundo lugar, se indicará que el principal criterio para determinar cuáles son estos mínimos servicios de salud a los que una persona tiene derecho a acceder, es el concepto 2 Sentencia T-094 de 2011 3 Sentencia T-604 de 2008 M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra. científico del médico tratante, aunque no de forma exclusiva, pues hay algunos casos en los que es prescindible o puede ser controvertido “Es importante subrayar que el principio de integralidad no significa que el interesado pueda pedir que se le suministren todos los servicios de salud que desee o estime aconsejables. Es el médico tratante adscrito a la correspondiente EPS el que determina lo que el paciente requiere. De lo contrario el principio de integralidad se convertiría en una especie de cheque en blanco, en lugar de ser un criterio para asegurar que al usuario le presten el servicio de salud ordenado por el médico tratante de manera completa sin que tenga que acudir a otra acción de tutela para pedir una parte del mismo servicio de salud ya autorizado.” En este orden de ideas, la orden de protección dirigida a brindar el tratamiento integral que requiere el paciente, no puede ser entendida como una licencia ilimitada para que se suministren indiscriminadamente servicios NO POS-S formulados por el médico con posterioridad a la ejecutoria de la sentencia de tutela; porque sería ilógico pensar, en aras de propender por la racionalización permanente del servicio de salud, que el Comité Técnico Científico cumpliera su valiosa misión de depurar las prescripciones médicas inapropiadas, únicamente antes de que se instaure la acción de tutela, y luego perdiera la posibilidad de analizar debidamente cada atención no contemplada en el POS-S que se solicite dentro del tratamiento integral, con el agravante de que a falta de este conveniente control, con el cual no cuentan los Entes Territoriales, los posibles “caprichos y desmanes médicos” que se llegaren a presentar serían sufragados con los recursos públicos. Así las cosas, los Comités Técnico Científicos conservan sus funciones y deberes durante la ejecución del tratamiento integral, y sólo procederá para que la enfermedad que se padece, se supere con éxito en cada una de las etapas que pueda acaecerse por esa misma enfermedad. EL CASO CONCRETO En el presente caso, la entidad accionada alega que los exámenes médicos solicitados por la accionante no se encuentran contemplados dentro de los anexos de la Resolución 5521 de 2013 expedida por el Ministerio de la Salud y la Protección Social, y según el numeral 2 del artículo 3º de la citada Resolución, el POS solo cubre servicios de salud que sean realizados dentro del territorio nacional, lo que se conoce como el principio de territorialidad. Frente a este tema la Corte Constitucional se ha pronunciado en diferentes ocasiones, señalando que es dable conceder al paciente la práctica de exámenes en el exterior, siempre y cuando este no pueda ser sustituido por uno de los contemplados en el Plan Obligatorio de Salud o que, pudiendo sustituirse, el sustituto no obtenga el mismo nivel de efectividad que el excluido del plan, siempre y cuando ese nivel de efectividad sea el necesario para proteger el mínimo vital4. Respecto a este punto, en el trámite de la tutela no se demostró por parte de la ALIANZA MEDELLÍN ANTIOQUIA EPS S.A.S. que existiera un tratamiento o examen alterno que supliera en efectividad el ordenado por el médico tratante. Por otro lado, la Corte Constitucional en la sentencia T – 180 de 2013, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, retomó lo dicho por esa misma corporación en pronunciamiento anterior, donde establece requisitos para conceder la realización de tratamientos o procedimientos en el exterior, señalando lo siguiente: “a) La situación de riesgo inminente para la vida del afiliado. b) Cuando se trate de procedimientos a practicar en el exterior, la existencia de un procedimiento cuya eficacia esté científicamente acreditada; que exista aprobación y concepto técnico-científico favorable del médico tratante; que no se practique en el país y sea viable practicarlo al afiliado dadas sus condiciones particulares de salud. Se deben descartar, por ende, los tratamientos y procedimientos experimentales”5 Conforme a lo anterior, la Sala debe determinar si para el caso concreto, es dable la autorización de los exámenes solicitados, teniendo en cuenta la condición de salud del paciente y el carácter experimental de dichos exámenes. Frente a la situación de riesgo inminente de la vida, considera esta Sala que no son muchos los argumentos que se deben esbozar para demostrar la situación de vulnerabilidad del afectado, en primer lugar, vale decir que el paciente es un menor que cuenta con 10 meses de vida y a su corta edad, según lo que se observa en el expediente, padece de múltiples patologías, lo cual evidentemente afecta sus condiciones de vida digna. Respecto al carácter experimental de los exámenes solicitados, observa la Sala que de los hechos narrados por la accionante, se colige que el hermano del menor afectado también padece de la misma enfermedad, a quién según manifiesta la accionante, la ALIANZA MEDELLÍN ANTIOQUIA EPS S.A.S. en razón de una acción de tutela, tuvo que autorizarle los exámenes médicos que fueron remitidos a Estados Unidos, de los cuales, los 4 5 Sentencia SU 819 de 1999. M.P. Álvaro Tafur Galvis. Sentencia 1018 de 2001. Corte Constitucional. M.P. Clara Inés Vargas Hernández. resultados están próximos a llegar según lo manifestó la médico tratante Sandra Vaquero. La entidad accionada no se manifestó frente al carácter experimental de los exámenes solicitados, ni tampoco se pronunció frente a lo narrado por la accionante, cuando expresó que a su otro hijo ya le practicaron los mismos exámenes, y fueron enviados a Estados Unidos. Conforme a esto, si con anterioridad se practicaron por parte de la entidad los exámenes solicitados, se colige que estos no son de carácter experimental, y se hacen necesarios para brindar un tratamiento eficaz respecto a la patología que presenta el menor. Partiendo de lo anterior, si no se practican los exámenes solicitados, se estaría vulnerando el derecho a la igualdad del menor, habida cuenta que los mismos exámenes que se solicitan fueron practicados con anterioridad en otro paciente. Vale agregar, que si bien el objeto de la impugnación recayó solo en la práctica de los exámenes que deben ser remitidos a otro país, es claro que la orden de primera instancia cubrió otros aspectos, los cuales se entiende, deben ser objeto de cumplimiento por parte de la entidad accionada. Así las cosas, teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, la Sala confirmará la decisión de primera instancia, teniendo en cuenta el riesgo inminente a la vida del menor afectado, en razón de la enfermedad que padece. Por lo expuesto, el TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA, SALA PRIMERA DE ORALIDAD, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, FALLA PRIMERO. SE CONFIRMA la Sentencia del once (11) de agosto de dos mil catorce (2014), proferida por el Juzgado Diecisiete Administrativo de Medellín. SEGUNDO. Notifíquese a las partes en la forma prevista en el artículo 30 del Decreto 2591 de 1991. TERCERO. Dentro de los diez (10) días siguientes a la ejecutoria de esta providencia, remítase el expediente a la Corte Constitucional para su eventual revisión y comuníquese la decisión al juzgado de origen. CÓPIESE Y NOTIFÍQUESE Esta providencia se estudió y aprobó en Sala de la fecha, como consta en Acta Nro. – 141 – LOS MAGISTRADOS, JORGE IVÁN DUQUE GUTIÉRREZ YOLANDA OBANDO MONTES