Text: Teorías sobre la adquisición del lenguaje (1) 1. Es evidente que, al describir el estudio de la lengua materna, nos veamos obligados a exponer brevemente el actual estado de opinión acerca de las investigaciones sobre el aprendizaje de la lengua materna adquisición del lenguaje desde el punto de vista de la lingüística, por un lado, y de la psicología evolutiva y adquisición de la lengua, por otro. 1.1. El modelo behaviorista (conductismo) La lengua (Skinner, 1957) es conducta lingüística, por lo que la adquisición de la lengua equivaldrá a la adquisición de la conducta lingüística. Todo comportamiento verbal se explica en términos de estímulo y respuesta (E-R). Las respuestas verbales se corresponden directamente con los estímulos sin necesidad de que intervengan otras posibles variables como el significado y las leyes gramaticales. Para que se dé un comportamiento verbal mínimo, es necesaria la relación entre un hablante y un oyente. El hablante emite actos verbales debido a determinados estímulos que propician la respuesta verbal en el hablante y el comportamiento verbal o no en el oyente. Al ser el habla una respuesta motora, los primeros balbuceos del niño suponen la base de la adquisición de la lengua, puesto que los hablantes que están próximos al niño refuerzan en él sonidos y secuencias por medio de una conducta imitativa. Un acto de habla puede aparecer como una repetición fruto de imitar selectivamente los sonidos o secuencias de sonidos realizados por las personas que rodean al niño. E1 paso siguiente en la adquisición del lenguaje viene motivado por los estímulos que provocan la necesidad de una respuesta: el niño emite un sonido al azar que incita a los padres a una respuesta; si ésta es la adecuada y satisface la necesidad del niño, éste la repetirá siempre que desee satisfacer tal necesidad. Por último, mediante el estímulotacto el niño va asociando secuencias sonoras con las cosas, objetos, personas que constituyen su ambiente familiar. E1 proceso conductista de la adquisición de la lengua es naturalmente gradual dentro de las posibilidades del niño y está determinado por el comportamiento verbal de los adultos que sirven en todo el proceso de refuerzo a los estímulos-respuesta del niño. Staats y Staats (1963, 183) proponen las fases siguientes en el proceso de adquisición de la lengua: Diversos estímulos del entorno del niño provocan respuestas específicas de habla. Los llamados estímulos internos de necesidad (hambre...) que aparecen en el individuo provocan ciertos estímulos de habla. Los estímulos verbales llegan a suscitar en el niño respuestas implícitas a través del condicionamiento clásico. Estas respuestas implícitas pueden denominarse respuestas significativas, es decir, significados en el sentido de la teoría conductista. Estas respuestas significativas poseen características de estímulos, que pueden suscitar respuestas de habla con parecidos componentes significativos. 1.2. Las teorías cognitivas Piaget (1926), invariablemente, ha sostenido la tesis de la primacía de lo cognitivo en el hombre y de la subordinación del lenguaje al pensamiento. E1 pensamiento es la estructuración de las relaciones entre hombre y ambiente. Antes de que se instale el lenguaje, el niño hace imitaciones diferidas, “hace como si”, atribuye a los objetos, en sus juegos, los significados más diversos, no por imprecisión o incoherencia, sino porque los usa como símbolos, como significantes de otras cosas. Todas estas conductas atestiguan la emergencia de la función simbólica o representativa Aunque, en el mismo período, el lenguaje esté constituyéndose, no es para Piaget el origen de esas diversas manifestaciones de la actividad simbólica. Hay que buscar el origen en la evolución de las conductas sensomotoras, comenzando por las primeras conductas de imitación. Al principio, las representaciones son sólo imitaciones interiorizadas. La función simbólica es un producto de la evolución psicológica del individuo. Le permite adquirir el lenguaje, producto social, que constituye la explotación más elaborada que hace la especie humana de sus propias capacidades representativas (Marc Richelle, 1984, 124). Para Piaget, no es posible intentar explicar el pensamiento con ayuda de la lengua, ya que las estructuras mentales se sitúan en acciones sensomotoras que son más profundas que las conductas lingüísticas. La fuente del conocimiento, según Piaget, es la acción, y el organismo actúa tan pronto entra en relación con el ambiente que lo acoge. Todas las acciones iniciales son incontrolables y pasan a coordinarse en forma de esquemas. E1 esquema es una secuencia definida de acciones, tanto físicas como mentales, y constituye la unidad cognitiva básica. Por medio de la coordinación, los esquemas, desarrollados en un tiempo definido, pasan a formar estructuras que, según el organismo se desarrolla, se convierten de estructuras instintivas en estructuras sensomotoras y en estructuras operacionales del pensamiento. En una primera etapa (0-2 años), el niño sólo tiene contacto sensomotor con el mundo, desarrolla sus sentidos en relación con sus habilidades motoras y su habilidad para imitar. En una segunda etapa, la preoperacional (2-4 años), el niño, determinado por el egocentrismo, adquiere el uso del comportamiento simbólico, aunque su pensamiento es aún fluctuante. La tercera etapa, la intuitiva (4-7 años), introduce al niño en la sociedad y supone el encuentro con la realidad que lo circunda. La siguiente etapa (7-12 años), la de las operaciones concretas, precede ala última de las etapas señaladas (a partir de los doce años), caracterizada por las operaciones formales y abstractas. Para Vygotski (1962), pese a que pensamiento y lengua son en su origen fenómenos independientes entre sí, sin embargo, la interacción entre ambos origina la elevación del pensamiento y del habla. La actividad mental del niño se ve como el resultado de su vida en determinados aspectos sociales. E1 lenguaje, que soporta todo el acervo cultural, entra en el proceso del desarrollo del niño desde el primer momento. La lengua se hace necesaria para el proceso mental. A. R. Luria y F. Yudovich (1983), pertenecientes al igual que Vygotski a la escuela rusa, parten del hecho de que la evolución del pensamiento y de la lengua no se debe a un proceso biológico, sino a un proceso social. E1 habla es un factor históricamente importante para el desarrollo de las estructuras y la formación de los conceptos. 1.3. La teoría mentalista A partir de determinados presupuestos teóricos de Chomsky enunciados en la existencia de una facultad innata en el hombre para la adquisición del lenguaje y de los universales lingüísticos, podemos postular que todos los hombres nacen con una capacidad especial para el lenguaje, que éste no se aprende por medio de la imitación de la lengua de su entorno, sino que aprenden el lenguaje por estar expuestos a él y por usarlo como medio de comunicación social. Asimismo, las reglas de la gramática se aprenden inconscientemente por tratarse de la misma gramática que la de los adultos. La rapidez con que el niño domina las estructuras básicas de una lengua apoya, según Chomsky, los postulados anteriores. Una teoría del lenguaje debe explicar las nociones de producción y comprensión, que deben ser tratadas de forma independiente pero señalando la interrelación que entre ellas existe. 1.4. Teoría biológica del desarrollo del lenguaje Lenneberg (1975, 413-421) formula la siguiente teoría de la adquisición del lenguaje: E1 lenguaje es la manifestación de tendencias cognitivas específicas de la especie, es la consecuencia de las peculiaridades biológicas que hacen posible un tipo humano de cognición. La función cognitiva que subyace al lenguaje es una adaptación de un proceso ubicuo de categorización y extracción de semejanzas. La percepción y producción del lenguaje puede reducirse en todos los niveles a procesos de categorización. E1 factor determinante de la conducta lingüística es la función cerebral. Las formas más externas de los lenguajes pueden variar con una libertad relativamente grande, mientras que los rasgos subyacentes permanecen constantes. La existencia de los procesos cognitivos motiva una capacidad para el lenguaje. Se trata de una capacidad para un sistema de comunicación que debe ser necesariamente de un tipo específico. Esta capacidad básica se desarrolla ontogenéticamente en el curso de la maduración genética. La maduración coloca a los procesos cognitivos en un estado que podríamos llamar de “disposición para el lenguaje”. A partir del estado lingüístico latente, el lenguaje puede desarrollarse por medio de un proceso de actualización. Actualización significa aquí el surgimiento de una competencia lingüística específica. E1 estado de desequilibrio denominado “disposición para el lenguaje” es de duración limitada. Comienza alrededor de los dos años y declina con la madurez cerebral de los primeros años posteriores a la decena. Puede asumirse que la capacidad para el lenguaje y la estructura latente han de estar reproducidas en todos los seres humanos sanos, debido a que son consecuencia de los procesos cognitivos específicamente humanos y de un curso de maduración específico del hombre. Debido a que la estructura latente se encuentra reproducida en cada niño y debido a que todos los lenguajes deben tener una forma interna de tipo idéntico, cada niño puede aprender cualquier lenguaje con igual facilidad. Lenneberg sustenta dicha teoría en las siguientes premisas biológicas: 1. la función cognitiva es específica para cada especie; 2. las propiedades específicas de la función cognitiva aparecen reproducidas en todos los miembros de la especie; 3. los procesos y capacidades cognitivos se diferencian espontáneamente con la maduración; 4. al nacer, el hombre está relativamente inmaduro; 5. ciertos aspectos de su conducta y de su función cognitiva surgen sólo durante la infancia. 1.5. Teoría sociológica M. A. K. Halliday ( 1975) considera los factores socio-linguísticos como elementos indispensables para la adquisición del lenguaje y, en coincidencia con la teoría cognitiva, rechaza el innatismo como principio explicativo de la adquisición del lenguaje. E1 proceso de adquisición de la lengua lo formula en: una fase primera, en la que el niño ha de dominar ciertas funciones extralingüísticas como la instrumental personal, la imaginativa y la informativa; una fase segunda, en la que aparecen usos del lenguaje y avances rápidos en el vocabulario, sintaxis y diálogos; una tercera fase, en la que se supone ocurre la adecuación del lenguaje del niño a la lengua del adulto. Fes les activitats 1.3.1 i 1.3.2