MI HIJO TIENE TDAH, ¿Y AHORA QUÉ?: PROPUESTA DE INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA EN EL ENTORNO FAMILIAR. MY CHILD HAS ADHD, NOW WHAT?: PROPOSALS FOR PSYCHO-EDUCATIONAL INTERVENTION IN THE FAMILY ENVIRONMENT. Rocío Lavigne1, Juan Francisco Romero2 1 Universidad de Málaga. Dpto. Psicología Evolutiva y de la Educación. Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación. Campus de Teatinos s/n. 29071. Málaga (ESPAÑA). 2 Universidad de Málaga. 2 Dpto. Psicología Evolutiva y de la Educación. Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación. Campus de Teatinos s/n. 29071. Málaga (ESPAÑA). [email protected], [email protected] 1 Resumen Hoy por hoy no hay duda de que el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH, en lo sucesivo), exige un abordaje multidisciplinar. Es por ello por lo que no puede caer en el olvido la familia, una de las “piezas” más importantes de todo el “rompecabezas” que constituye el diseño de una propuesta de intervención. Palabras clave: TDAH, Tratamiento, Intervención Psicoeducativa en el Entorno Familiar. Abstract Currently, there is no doubt that the treatment of Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD), demands a multidisciplinary approach. For this very reason the family can not be forgotten, as it is one of the most important ‘pieces’ of the ‘puzzle’ that forms an intervention proposal. Key Words: ADHD, Treatment, Psycho-educational in the Family Environment. 1. INTRODUCCIÓN Los padres de los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH, en lo sucesivo) se enfrentan a diario a situaciones que les genera bastante estrés, frustración y ansiedad (Barkley, 2008, 2009; Romero y Lavigne, 2005): “P. no nos hace caso, ¿cómo podemos hacer que nos obedezca?; ¿debemos castigarle?; ¿cómo podemos controlarlo fuera de casa?; P. nos pide ayuda para ponerse a hacer los deberes y persistir en ellos, ¿le ayudamos a hacerlos, o le dejamos que los haga solo?; no trae los materiales del colegio necesarios para trabajar en casa, ¿cómo podemos ayudarle a que recuerde lo que ha de llevar en la mochila?; ¿debemos supervisarle su agenda y/o sus trabajos?; pasamos toda la tarde haciendo las tareas escolares y no tenemos tiempo para hacer deporte y/o para jugar o salir al parque, ¿qué podemos hacer para aprovechar con eficacia el tiempo de trabajo?; …”. A través del presente informe pretendemos dar respuesta a las cuestiones planteadas y a otras muchas que a diario interfieren negativamente en la vida de las familias de los niños con TDAH. Para ello, hemos diseñado una propuesta de intervención psicoeducativa para ser aplicada en el entorno familiar. Ahora bien, para que dicha propuesta resulte eficaz tanto el padre como la madre deben afrontar el problema y las soluciones para paliarlo de la misma forma, sin olvidar la estrecha colaboración que deben tener con otra de las “piezas clave” en el mencionado “rompecabezas”: los profesores. 2. PROPUESTA DE INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA PARA SER APLICADA EN EL ENTORNO FAMILIAR Si la tarea de educar a un hijo es una de las tareas más complejas a las que hemos de enfrentarnos a lo largo de nuestras vidas, si nuestro hijo presenta TDAH la dificultad de la tarea se ve incrementada notablemente. Es por ello por lo que resultará imprescindible contar con el asesoramiento de profesionales que proporcionen a las familias un plan de intervención en el que se tengan en cuenta una serie de consideraciones como las que se desarrollan a continuacióni: 1º.- El primer paso de cualquier programa de intervención psicoeducativa en la familia de niños con TDAH, debe ser la formación de los padres y familiares que han de llevarlo a cabo. Para ello se propone la asistencia a sesiones particulares de formación con un terapeuta o a “escuelas de padres” específicamente destinadas a padres de niños con TDAH, en las que se les ofrecerá información detallada y actualizada sobre en lo que consiste el trastorno, su naturaleza, sus causas, se les enseñará a comprender el problema de su hijo y a ponerse en su lugar, se les dotará de pautas educativas para que el niño mejore su comportamiento, así como para que mejoren las relaciones en el hogar, etc. 2º.- Pautas generales para padres de niños con TDAH: a) Antes de intentar modificar la conducta del niño, se debe comprobar cuál es el comportamiento que los padres tienen con su hijo, para considerar si es necesario cambiar algunas pautas educativas que desarrollan con asiduidad. En muchos casos hay que considerar la conveniencia de comenzar por modificar precisamente el comportamiento de los padres, debido a que están generando más perjuicios que beneficios al trastorno del niño. Para ello, Barkley (2002), en su programa de ocho pasosii para la mejora de la conducta del niño con TDAH en casa, propone a los padres que: Primer Paso: “Aprendan a prestar atención positiva a su hijo”, a través, por ejemplo, de momentos de juego para compartir en exclusiva el tiempo con él, emitiéndole palabras de elogio, aprobación, mirándole, sonriéndole, abrazándole,… Si el niño comenzase a portarse mal, deben ignorarle durante un instante, si continúa habrá que cortar el momento especial de juego diciéndole que se dejará para cuando sea capaz de comportarse adecuadamente. Segundo Paso: “Usen el poder de su atención para conseguir la obediencia”. Para ello, deben proporcionar feedback inmediato a la correcta ejecución de una conducta; cuando pidan algo al niño, no le han de dejar sólo, han de prestarle atención, supervisarle haciéndole comentarios positivos sobre lo bien que se está comportando; cuando el niño tome la iniciativa de trabajar sólo, han de alabarle efusivamente por ello y reforzarle con algún premio. Tercer Paso: “Den órdenes más eficaces”, teniendo en cuenta que: antes de dar una orden deben asegurarse que el niño les está atendiendo y reducir al máximo los estímulos distractores que haya a su alrededor; deben formular la orden de forma directa, simple, con autoridad y mirándole directamente, concediendo un plazo de tiempo concreto para su ejecución; han de dejar claro que lo que le dice es real y va en serio; deben dar las órdenes de una en una; pidiéndole al niño que la repita tras su emisión para asegurarse de que las ha comprendido; para facilitar al niño la ejecución correcta de la orden, pueden elaborarse guías de pensamiento, con los pasos necesarios para realizarla, indicado el tiempo que requiere cada uno de los pasos, supervisándole -sobretodo al principio-, mientras los ejecuta. Cuarto Paso. “Enseñe al niño a no interrumpir sus actividades”, de tal forma que cuando vayan a hacer algo importante, díganle que vais a estar ocupados un momento y que mientras, haga algo concreto que resulte divertido para él –jugar a la play-station, colorear, ver la televisión,…-. Una vez comience su actividad, supervísenle cada cierto tiempo, -al principio cada uno o dos minutos, posteriormente con un margen de tiempo más amplio-, y refuércenle por permanecer jugando sin interrumpir, indicándole que continúe así. Si el niño consigue cumplir con su cometido, prémienle por ello. Quinto Paso. “Establezcan un sistema de recompensas con fichas en casa”, mediante el cual el niño podrá obtener privilegios por portarse bien. Para ello, se puede utilizar: fichas de colores; una pizarra en la que se asigne a cada ficha su valor; una lista con los privilegios especiales y cotidianos y el valor de cada privilegio; una lista con los deberes que suele pedirle (tareas del hogar, del cuidado personal, deberes del colegio,…) y la cantidad de fichas que conseguiría si los hace. El niño podrá obtener bonificaciones cuando realice la tarea con una actitud positiva, así como cuando tome la iniciativa de realizar cualquier otra tarea aunque no aparezca en el listado. Ahora bien, este sistema será válido siempre y cuando el niño haga el trabajo a la primera petición, si se le tiene que repetir la consigna, no recibirá ninguna ficha. Una vez que el niño haya ganado las fichas, tiene derecho a gastarlas, no se deben quitar si se porta mal. En tal caso, no ganaría más fichas, pero no se les quita las ya obtenidas. Para que este sistema resulte eficaz, se debe revisar la lista de premios y tareas, pasadas unas semanas y cambiar lo que se considere necesario. Así mismo, no deben darse las fichas antes de que finalice lo que le hayan encomendado, pero cuando lo termine dénsela lo antes posible. Por último, cuando premien al niño por su buena conducta, háganlo con una actitud positiva, mirándole, sonriéndole, y haciéndole saber exactamente por lo que se le está premiando. Sexto Paso. “Aprendan a controlar el mal comportamiento de forma adecuada”, con el objetivo de reducir la conducta desafiante, la desobediencia u otras conductas negativas. Resultará interesante combinar el paso cinco con el seis, de tal forma que cuando el niño desobedezcaiii -tras anunciarle que si no hace lo que sus padres le han dicho antes de que cuenten hasta cuatro-, perderá la misma cantidad de puntos que hubiese obtenido por hacer la tarea correctamente. Ahora bien, si se sanciona más que se premia, el sistema puede acabar perdiendo su eficacia, en tal caso, es mejor dejarlo por un tiempo y al volver estar atentos de no sancionar tanto. Por otro lado, en este paso también se enseñará a los padres a practicar la técnica del tiempo fuera, como consecuencia de las conductas más graves. Consiste en que el niño se vaya a un lugar tranquilo y aislado para cumplir con un tiempo de reflexión tras portase inadecuadamente (por ejemplo: una silla situada en un lugar carente de estímulos distractores y atractivos para el chico). Para ello, los padres con voz firme, pero sin gritar, deben darle un par de avisos y dejarle cinco segundos para que ceda y obedezca. En caso contrario, deben decir al niño que tendrá que ir a la silla hasta que los padres consideren oportuno –uno o dos minutos por cada año de edad-. Durante ese tiempo, nadie podrá dirigirse al niño, pero sí habrá que supervisarlo sin que se dé cuenta. Se podrá levantar de la silla siempre y cuando esté tranquilo y acceda a hacer lo que se acordó o, en otros casos, prometa no hacerlo más. Finalmente, los padres le dirán con voz neutra que les gusta que haga lo que les pide. Y se mostrarán atentos a las conductas positivas del chico para reforzarlas de forma positiva. Séptimo Paso. “Amplíen el uso del tiempo fuera” y refuerce con otras conductas adaptativas. Octavo Paso. “Aprendan a controlar a su hijo en lugares públicos”, estableciendo un plan antes de entrar al lugar concreto, asegurándose de que lo recuerda en todo momento y reforzándole tal y como se ha explicado en los pasos anteriores. Para evitar situaciones comprometidas, es importante que proporcionen al niño actividades divertidas que pueda hacer cuando esté fuera de casa para evitar que se aburra y comience a demandar su atención de una forma inadecuada. b) Resultará interesante introducir una serie de cambios en el ambiente familiar del niño: • En cuanto a la organización y planificación: • Deben establecer normas y reglas de conducta concretas, claras, sencillas y adecuadas a la edad y capacidad del niño –y de los demás miembros de la familia-. Para ello, deben hacerlas físicas, escribiéndolas por ejemplo sobre varias cartulinas (véanse tablas 1, 2 y 3): una en la que aparezcan asignadas las distintas tareas del hogar en la que debe participar; otra con las normas básicas de comportamiento en casa; y otra con el planning de las tardes. Dichas cartulinas deben estar colocadas en un lugar visible de la casa, para tenerlas presente en todo momento. Además, las normas que en ellas se expliciten, pueden modificarse siempre y cuando ya estén incorporadas en el repertorio de comportamientos del chico. Así como puede y se debe, modificar con frecuencia los premios que el niño obtendría por cumplir con su cometido, para que no decaiga la motivación hacia el sistema. Tabla 1. Ejemplo de tabla con el reparto de las tareas del hogar. REPARTO DE LAS TAREAS DEL HOGAR DE LA FAMILIA DE “J”---SEMANA DEL ---- AL ---- DEL 2011 Miembro Tarea Cuándo Si la cumplo Si no la cumplo de la hay que consigo: consigo: Familia hacerla Quitar la L, M, X, J .Postre especial .Leche caliente de “J” mesa en el (helado, natillas, postre (hijo) almuerzo y en flan) . Irse a la cama tras la cena .Ver 30 min. de TV la cena después del almuerzo y de la cena. Tirar la L, M, X, J .Postre especial . Irse a la cama tras “R” .Ver 30 min. De TV la cena sin ver la (hermana) basura después de la cena. TV Tabla 2. Ejemplo de tabla con las normas básicas de comportamiento en casa. NORMAS DE COMPORTAMIENTO PARA “J” SEMANA DEL ---- AL ---- DEL 2011 Norma Si la cumplo consigo: Si no la cumplo consigo: 1. Pedir las cosas Ir al parque unos 30 min. Quedarse en casa haciendo utilizando la palabra después de hacer los deberes. una página de caligrafía. mágica: POR FAVOR. Ir al Cine el sábado por la Quedarnos en casa el 2. Hablar sin gritar. tarde. sábado por la tarde haciendo los deberes. Tabla 3. Ejemplo de tabla con el planning de las tardes. Hora 4-5 5-5.30 5.30-6 6-6.15 6.15-6.30 6.30-6.45 6.45-7.15 7.15-7.30 7.30-8.30 8.30-9 9-9.15 9.15-9.30 9.30 PLANIFICACIÓN DE LAS TARDES DE “J” PRIMER TRIMESTRE Lunes Martes Miércoles Natación … … Vuelta a casa Merienda (y juego) Deberes de Lectura Preguntas de Comprensión Lectora Descanso Deberes Mates Consultar horario y Preparar mochila para mañana Jugar Ducha y pijama Cenar TV A la cama • • • • • • … Junto al sistema anterior, puede ponerse en marcha una economía de fichas, concediendo puntos por cumplir con las normas previamente establecidas. El sistema de economía de fichas se instauraría de la misma forma que se ha explicado anteriormente. El ambiente familiar debe ser lo más organizado posible, con hábitos de conducta y horarios regulares, para que el quehacer diario del niño con TDAH sea lo más rutinario y predecible posible. Los cambios y/o transiciones de una actividad a otra, deben ser indicados físicamente, a través de un reloj, despertador,…, Utilizar indicadores a través de post-it, carteles, pósters,…, pegarlos por distintos lugares de la casa, y anotar en ellos, cómo se debe actuar en el lugar correspondiente en el que esté la nota. Ir modificando las indicaciones cada tres o cuatro semanas. Por ejemplo, en el espejo del cuarto de baño, se pegará un cartel con una o dos normas a tener en cuenta: tirar de la cisterna tras usar el wc y colocar la toalla en el toallero después de secarse. Preparar la mochila para ir al colegio, consultando previamente el horario escolar y bajo la supervisión de los padres. En cuanto a la hora de ponerse a hacer los deberes: • Para saber el trabajo que a diario tiene el niño, se puede hacer uso de una ficha de valoración diaria para llevarse a casa (véase tabla 4), o de una agenda. Tabla 4. Ejemplo de Ficha de valoración diaria para llevarse a casa. Colegio/IES: __________________________________________________ Nombre: _____________ Apellidos: ________________________________ Fecha: ______________ ASIGNATURA HA TRABAJADO OBSERVACIONES/DEBERES CORRECTAMENTE SÍ NO Pág. 12. (4,5). Examen del T.2. el X Matemáticas Lenguaje x Cc.Naturales x Cc. Sociales • • • • • • • X viernes. Hoy no ha traído el material necesario para trabajar en clase. Así, que no ha hecho nada. Pág. 19 (1,2). Esquema de la pág. 20. Hoy no ha parado de molestar. Pág.15 (3,4). Estudiar pág. 16. Ir estudiando el T.3. Examen, dentro de una semana. En el caso de hacer uso de una agenda, solicitar colaboración al profesor para que al final de cada jornada escolar la supervise y la firme. Así mismo, pedirle que supervise la mochila del chico para asegurarse de que lleva todo lo necesario para poder trabajar en casa. No obstante, sería recomendable tener en casa otro juego de libros de texto, por si algún día olvida o extravía alguno. Por la tarde, los padres tras supervisar las tareas escolares y la mochila para el día siguiente, firmarán de nuevo en la agenda, para confirmar al profesor que el niño ha realizado todo el trabajo encomendado y que lleva todo lo necesario para trabajar en el colegio. Fomentar el uso del planning de las tardes, que se podrá ir modificando cada semana o cada mes, en función de las variaciones que haya tanto de las actividades escolares como de las extraescolares. Comenzar a trabajar por las materias más complejas para el chico. Estudiar siempre en el mismo lugar de la casa, en una mesa concreta, sin estímulos que le distraigan, con una iluminación adecuada, con todo el material necesario a mano…, Con el planning delante y un reloj que irá indicando el tiempo que queda para el cambio de una actividad a otra. En el caso de que no tengan deberes, el tiempo destinado para ello, lo han de dedicar para hacer esquemas, resúmenes, estudiar o repasar. Ayudar al niño a hacer los deberes y/o a estudiar. O delegar esta función, en algún profesional -maestro, psicopedagogo, pedagogo o psicólogo-, para que de forma individualizada atienda y supervise el trabajo escolar del niño a diario. Las clases de apoyo en grupo, no resultan eficaces para este tipo de niños. Los trabajos extensos, como la lectura y posterior resumen de un libro o la preparación de un examen de dos temas, se deben dividir en pasos, para facilitar la ejecución al niño. Hacer uso de autoinstrucciones y/o guías de pensamiento para tareas concretas, relacionadas o no, con la escuelaiv. • • • • Poner al niño exámenes ficticios con control de tiempo, como una forma de entrenarles para realizar exámenes en la escuela. Tras la realización de cualquier tarea, reforzar positivamente al niño de forma inmediata. Programar periodos de descanso cada 30 minutos aproximadamente de trabajo continuado. En cuanto a la forma de dirigirse al niño: • Proporcionarle instrucciones breves, claras, concretas y sencillas de comprender. Darlas de una en una, mirándole a los ojos, asegurándose de que atiende y de que la ha comprendido. Para ello, hacerle que la repita en voz alta. • Utilizar frecuentemente mensajes positivos. • Dejarle claro, en cada momento, lo que se espera de él. • Manifestarle respeto, cariño, comprensión y confianza. • Reforzarle positivamente de forma inmediata por su bien hacer. • Animarle por sus cambios positivos. Para ello, hacer uso de un diario en el que cada día los padres antes de acostarse anoten acontecimientos positivos y negativos del día. De esta forma, los padres dejan de manifiesto todos los avances diarios del niño y cuando el ánimo decaiga, pueden consultar y comprobar la evolución real del caso, adoptando las medidas que se consideren oportunas. • Pensar en él como un niño con un trastorno, que no actúa así intencionadamente si no porque presenta TDAH. c) Apuntar al niño a actividades deportivas, ya que le ayudan a liberar energía, a respetar normas, a relacionarse con otros niños,... d) Buscar el apoyo de otros padres acudiendo a Asociaciones de padres de niños con TDAH en el lugar donde viven. e) Organizar y planificar tiempo de ocio en familia. Hay que involucrarse junto al niño en actividades divertidas, como salidas al campo, al cine, a la playa, al zoo,… 3. CONCLUSIONES Ser padre de un niño con TDAH genera mucho estrés, frustración y ansiedad v, por lo que la mejor forma de solucionar los problemas del niño con TDAH y de sus familiares, consistirá en iniciar lo antes posible el tratamiento tal y como se ha avanzado en líneas anteriores y complementarlo –en función de las necesidades de cada individuo- con otros tratamientos como el farmacológico, el psicoeducativo y el tratamiento que se lleva a cabo en el contexto escolar. 4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Artiga-Pallarés, J. (2004). Nuevas opciones terapéuticas en el tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad. Revista de Neurología, 38, 117-123. Barkley, R.A. (2000). Taking Charge of ADHD: The complete, authoritative guide for parents (2ª ed.). NY: Guildfor. Barkley, R.A. (2002). Niños hiperactivos. Cómo comprender y atender sus necesidades especiales. Barcelona: Paidós. Barkley, R.A. (2006). Attention-deficit hyperactivity disorder. 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Sus publicaciones en libros, artículos de revista, actas de congresos, versan sobre dicha temática. i Dicho plan ha sido elaborado basándonos en nuestra experiencia personal y profesional y en programas diseñados por diversos autores como; Arco, Fernández e Hinojo, 2004; Barkley, 2000, 2002, 2006a, 2008; DuPaul y Power, 2003; Goldstein y Goldstein, 1998, 2000; Lavigne 2009; Miranda, Jarqué y Amado, 2001; Moreno, 2005; Orjales, 2002; Special Education Programs, 2003; entre otros. ii A los padres se les enseñará y obligará a practicar, aproximadamente, un paso por semana. No se recomienda pasar al siguiente paso, sin antes haber superado los anteriores. iii Aunque del repertorio de comportamientos del niño, los padres pretendan eliminar muchas conductas, deben priorizar y decidir por cuáles van a comenzar, de tal forma que seleccionarán sólo una o dos conductas con las cuales se aplicará la sanción y/o el tiempo fuera. iv Véase ejemplificación en otra comunicación presentada en el Congreso titulada: “Mi alumno tiene TDAH: ¿Cómo puedo ayudarle?: Propuesta de intervención psicoeducativa en el entorno escolar. v Barkley, 2008, 2009; Romero y Lavigne, 2005.