Universidad de Santiago de Chile Facultad de Humanidades Escuela de Periodismo Teoría de la Comunicación IV Austin y los Actos de Habla Autores: Diego Céspedes Rodrigo Moreno Docente: Iván Pizarro Fecha: 28/07/2010 Austin y los actos de Habla El filósofo Austin es la figura más relevante en la “Filosofía del Lenguaje”. Dentro de esta materia se encuentra la “Teoría de los actos de Habla”. Esta consiste en la pragmática del lenguaje. Nuestra motivación es conocer las estructuras lingüísticas y sociales que moldean nuestra comunicación con las personas, tanto al hablar como al escribir. Esta rama de estudio fue trabajada por varios filósofos y desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, Wittgenstein (considerado el filósofo más importante del siglo XX), quien trabaja la pragmática social y desglosa los actos de habla y los contextos. En su publicación “Investigación Filosófica” él utiliza las reglas de los “juegos de comunicación”, estos consisten en la comunicación en la sociedad. Por otro lado, el filósofo americano, Wilfred Sellars, quien busca entender las relaciones de intersubjetividad desde la perspectiva de la conciencia individual, no como actos comunicativos. Además, esta el filósofo alemán Jurgen Habermas, quien postula que los actos de habla sean comunes para, de esta manera, democratizar la sociedad, ver los actos de habla desde el punto de vista social. La comunicación se logra a través de los actos de habla, o como decía Ludwig Wittgenstein de los juegos de comunicación. Nuestros objetivos en esta investigación es buscar la respuesta a la siguientes interrogantes: ¿Cuán importantes son los actos de habla en la sociedad? ¿Cómo se explican estos elementos? ¿Cómo se identifican los actos de habla? A continuación, se desarrollará este tema. Las emisiones como acciones: El filosofo Austin señala que:”algunas emisiones (transmitir mensajes escritos u hablados a otras persona) no son afirmaciones o preguntas sobre determinada información, sino acciones”. Esto se puede explicar con los siguientes ejemplos: - Te apuesto una libra a que Harry se cae de la escalera. - Prometo jugar al fútbol contigo mañana. - Te lego todos los números atrasados de mis revistas de rock. Aquí, el hablante en el mismo momento que dice estas palabras está cometiendo una acción de apostar. Lo que se hace y lo dicho están unidos, pues el lenguaje es indispensable para expresar las acciones. Además, lo expresado es tan equivalente como realizar la acción. Actos y discurso de habla: Los actos del discurso son categorías que se llevan a cabo en forma interna en el mismo discurso. Ellos organizan las secuencias de emisiones: comenzar, continuar y finalizar intercambios, o sea, cada inicio requiere una respuesta. En cambio, los actos de habla se determinan por funciones externas al discurso: tanto por estados sicológicos (disculparse) como actos sociales que afectan el accionar del receptor (dar órdenes). Esto es el lenguaje natural y tales actos pueden ser consecuencias a largo plazo para las personas. Ejemplo: Te prometo que te daré mi auto, pues tú no tienes, si no se cumple el receptor no le creerá nada por mucho tiempo al emisor. Los actos son los declarativos (cambiar el estado de una situación), asertivos (el hablante niega, afirma o corrige algo), expresivos (estado de ánimo), compromisorios (prometer, jurar), directivos (obligar al oyente a ejecutar una acción). La teoría de Austin de los actos de habla: Existen emisiones performativas que al ser emitidas dan la impresión de decir sólo algo, pero se está realizando una acción con plena conciencia y no importa que sean ni verdaderas ni falsas en su contexto social. Por otro lado, tenemos las constatativas que son proposiciones que forman las emisiones y se pone en tela de juicio lo aseverado (puede ser verdadero o falso lo dicho en la realidad). Ejemplo: Hoy en día, los estudiantes son un conjunto de vagos, dicho por un profesor. Un estudiante puede negar esa afirmación y dar sus fundamentos por el contenido proposicional de la frase. Otro alumno puede responder que el profesor sólo se está quejando. Aquí, responde al acto de habla del docente que es una afirmación, sin importar si lo dicho es verdadero o falso, aunque no use el verbo correspondiente, pues se sobreentiende. Con esta base, Austin desarrolla su teoría general de los actos de habla sobre el tipo de emisiones: Locutivo: el acto de decir algo, gracias a los sonidos (combinación de fonemas) o al lenguaje escrito (combinación de grafemas – letras que conforman las palabras-). Ilocutivo: el acto de habla que se lleva a cabo al decir algo: apostar, afirmar, ordenar, etc. Perlocutivo: es el efecto que produce el acto de habla en los oyentes: persuadir, molestar, convencer, asustar, etc. Identificación de los actos de habla: Por formas establecidas concretas o en situaciones ceremoniales o muy comunas. Ejemplos: Bautizó ese barco con el nombre de Polo. Le declaro culpable (dicho por un juez). Sí, quiero (cuando se dice en una ceremonia de matrimonio). En todos, se emplea el verbo performativo explícito. Aquí, los actos de habla están bajo un contexto que permite la relación de los actos del lenguaje y los sociales (situación no lingüística). También, hay actos de hablas que se identifican por ser formas de palabras o construcciones sintácticas fijas (emisiones prefabricadas – frases-): Yo invito - en un bar- (promesa). No me creo ni una palabra (afirmativa), ¡Que alegría verte! (expresiva). Los verbos performativos se puede identificar en un escrito al decir: Por la presente juro, advierto, etc., (el inicio es para un lenguaje formal escrito y legal). Otra forma, es que los actos se realizan con interacción de otros sujetos: Te pido disculpa. Te doy las gracias. Tú me robaste. Se deben señalar, directamente, a alguien para que se cumplan. Los actos de hablas no sólo son frases inventadas o uso de verbos performativos, también se construyen de modo conjunto entre hablantes diferentes: Puedo prometer que estaré allí. Pediré (ahora) a Harry que coja una silla. Te prevengo para que no lo hagas. Los actos de hablas de fácil reconocimiento son los que poseen el verbo performativo explícito: Juro que es argentino, pero si se omite el verbo el acto de habla puede cambiar. En este caso: Es argentino, se pasa de juramento a aseveración, o se da mayor o menor énfasis a la misma fuerza ilocutiva. La relación de la fuerza ilocutiva (contexto, énfasis dado a la acción, negar una emisión anterior) y el verbo no es siempre la misma, porque se puede decir que le daré un golpe a alguien, pero quizás es una situación de broma y el verbo pierde validez real a su significado. Sin embargo, hay ambigüedades de interpretación con las frases: Hay un toro en el campo. Aquí, no se sabe (sobre todo en el lenguaje escrito) si la acción del emisor es una afirmación, advertencia, orden, etc., (según el énfasis dado al hablarlo). Además, no es una situación social convencional típica. Por ende, la fuerza ilocutiva es propia de las emisiones con su contexto propio y no de las frases no convencionales, las cuales se pueden interpretar de distinta forma lo mencionado en diversas emisiones. Actos de habla y papeles sociales Los actos de habla se pueden decir en nombre propio o hablando en nombre de otros, pues está desempeñando una función avalada e investida por la sociedad: Un dirigente sindicalista (elegido por los trabajadores) negocia mejoras salariales con su jefe y llegan a un acuerdo y el cabecilla popular señala que prometen acatar la decisión, lo hace representando el pensamiento unánime de su sector, no se habla en singular. Pero el presidente de una empresa puede hablar en una reunión en forma personal sobre un tema que le incumbe a su directiva y su alto cargo puede confundir con la opinión general de su agrupación. Ejemplo: puede controlar las labores del día: Quiere alguien continuar la discusión. Dar su opinión ante una propuesta de un asociado: Bueno, la respuesta que usted parece ofrecer siento que parezca…También, puede entregar su punto de vista como cualquier miembro de la reunión ante un tema local: Desde luego que existe el problema de que si aceptamos gente nueva tarda un poco en ponerse al día. Lo relevante es la relación del acto de habla y el papel social del hablante. Los oyentes deben reconocer si el portavoz habla en forma personal, pone énfasis en la fuerza ilocutiva en un aspecto de la discusión, o colectiva, la fuerza ilocutiva resume la información de una reunión. Eso sí, la fuerza ilocutiva será comprendida según el entorno social y de la forma lingüística de la emisión. Problemas para los oyentes y lectores: Los conversadores pueden tener dificultad para inferir el acto de habla escuchado y lo vuelven indirecto. Ejemplo: un profesor propone que podría ser interesante echar un vistazo al artículo de X sobre esto. Entonces, los alumnos pueden inferir que les está dando un trabajo, ya que la posición social del profesor les induce a pensar en eso como una orden, sentido indirecto de las emisiones. También, hay personas que creen que una novela es una historia real, pero el autor puede asegurar (acto de habla de afirmar) que el contenido es ficticio al aseverar que todos los personajes son inventados en un contexto y tiempo determinado. Varios lectores pensaron, y algunos lo siguen haciendo, que la obra: “EL Código Da Vinci”, prueba la descendencia de Jesús, pero era todo un invento en la imaginación del escritor con argumentos lógicos. Los problemas de interpretación y comprensión de actos de hablas indirectos pueden traer consecuencias de diversa índole, tanto para las formas de enseñar, situaciones legales, al compartir con otras culturas (tradiciones, gestos, modismos, etc.) Encontrar la Respuesta: Aparte de las preguntas que tienen una respuesta directa, existen las respuestas indirectas implicadas, es decir, la respuesta indirecta a una pregunta y el desafío implícito a una propuesta. Por ejemplo, A: ¿Vas a ir al Bar? B: Tengo que trabajar En este diálogo podemos interpretar claramente que B no va a ir al bar, porque "ir al bar" se relaciona como una distracción, mientras que el trabajo es sinónimo de responsabilidad, por ende la respuesta interpretada sería "NO". Ahora bien, si B fuese camarero del bar, y A sabía eso entonces es fácilmente deducible que la respuesta a esta propuesta es "SÍ". Por otro lado, las formas de respuestas cortas (sí, no, quizás) no aparecen si la respuesta está separada de la pregunta. En otras palabras, existen restricciones a la hora de dar una respuesta definitiva. Estas restricciones se van dando a lo largo y según vaya la conversación. Por ejemplo, A: ¿Quieres trabajar? B: hmm. C: El trabajo no es difícil A: parece que no me crees. B: De qué se trata todo esto… A: Simple trabajas para mi empresa, yo te pago y fin de la historia. B: Cuales son garantías de esto… A: Vacaciones pagadas, seguro, contrato… B: ¡Acepto! Normalmente, los hablantes tienen en consideración la relación entre pregunta y respuesta y se marca de un modo llamado indicador de disyunción. Los indicadores disyunción son: “Entonces”, “En ese caso”, “Bien” y ”Verdad”. No hay restricción para que aparezcan estos elementos en los enunciados, sin embargo, sólo bien y verdad pueden ir en el mismo enunciado. Otra manera de marcar la disyunción es mediante una respuesta no elíptica. Entonces, es fácil, normalmente, encontrar respuestas a las preguntas: aparecen sucesivamente. Ahora bien, cuando hay que interpretar la respuesta de la pregunta, esta puede llegar mediante las razones, ya que estas suelen sustituir a las respuestas. La interpretación de las repuestas depende del contexto, de la conversación que se está llevando a cabo. La identificación de la respuesta supone que los oyentes realizan algún tipo de análisis estructural de los intercambios realizados entre los distintos hablantes. En conclusión, podemos decir que los actos de habla son un tipo de acción que involucra el uso de la lengua en su esencia. Es decir, aquello que se dice, la intención con la que se dice y lo que produce el enunciado en el receptor. Además, existen enunciados directos e indirectos, el primero es básicamente expresar directamente lo que se quiere decir. El acto indirecto, son aquellas frases donde el aspecto locutivo e ilocutivo no coinciden, lo que produce ambigüedad y el receptor debe interpretar las palabras de su interlocutor para acertar en su conclusión. Se sugiere a los emisores (sobre todo a los que están investidos socialmente, profesores, jefes, etc.) de los mensajes que deberían ser más corteses y explícitos, tanto en lo literal de lo dicho como en el énfasis dado, para así evitar ambigüedades en el lenguaje hablado y escrito que podría traer equivocaciones, malentendidos y desvirtuaciones del contenido .al ser mal interpretados por los receptores.