Domingo 26 de Septiembre de 2010[1]

“Claves de Lectio Divina para Niños”
Proyecto Discipulitos
CELAM/CEBIPAL – SOCIEDADES BIBLICAS UNIDAS
Pbro. Lic. Gabriel MESTRE
LECTIO DIVINA
Domingo 26 de Septiembre de 2010
Domingo 26º Durante el Año Ciclo C
TEXTO BÍBLICO: Lucas 16, 19-31
Lázaro y el hombre rico
Jesús también dijo:
19
«Había una vez un hombre muy rico, que vestía ropas muy lujosas. Hacía
fiestas todos los días, y servía las comidas más caras. 20 En cambio, junto a la entrada
de su casa había un hombre pobre, llamado Lázaro, que tenía la piel llena de llagas.
Unas personas lo sentaban siempre allí, 21 y los perros venían a lamerle las llagas.
Este pobre hombre tenía tanta hambre que deseaba comer, por lo menos, las sobras
que caían de la mesa del hombre rico.
22
»Un día, el hombre pobre murió y los ángeles lo pusieron en el sitio de honor,
junto a su antepasado Abraham. Después murió también el hombre rico, y lo
enterraron. 23 Cuando ya estaba en el infierno, donde sufría muchísimo, el que había
sido rico vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro sentado junto a él.
24
»Entonces llamó a Abraham y le dijo: “¡Abraham, antepasado mío,
compadécete de mí! Ordénale a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y me
refresque la lengua. Sufro muchísimo con este fuego.” 25 Pero Abraham le respondió:
“Tú eres mi descendiente, pero recuerda que, cuando ustedes vivían, a ti te iba muy
bien y a Lázaro le iba muy mal. Ahora, él es feliz aquí, mientras que a ti te toca
sufrir. 26 Además, a ustedes y a nosotros nos separa un gran abismo, y nadie puede
pasar de un lado a otro.” 27 El hombre rico dijo: “Abraham, te ruego entonces que
mandes a Lázaro a la casa de mi familia. 28 Que avise a mis cinco hermanos que, si
no dejan de hacer lo malo, vendrán a este horrible lugar.” 29 Pero Abraham le
contestó: “Tus hermanos tienen la Biblia. ¿Por qué no la leen? ¿Por qué no la
obedecen?” 30 El hombre rico respondió: “Abraham, querido antepasado, ¡eso no
basta! Pero si alguno de los muertos va y habla con ellos, te aseguro que se volverán
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a Dios.” 31 Abraham le dijo: “Si no hacen caso de lo que dice la Biblia, tampoco le
harán caso a un muerto que vuelva a vivir.”»
TRADUCCION EN LENGUAJE ACTUAL.
1 - LECTURA
¿Qué dice el texto? ¿Qué nos cuenta hoy la Palabra de Dios?
Queridos discipulitos:
discipulitos:
Jesús hoy nos regala una nueva parábola o ejemplo para que revisemos
nuestra vida y miremos nuestras actitudes hacia los demás.
Todo comienza con la historia de un hombre muy rico que hacía grandes
fiestas donde había comida muy cara. En la puerta de su casa estaba muchas veces
un pobre llamado Lázaro. Tenía mucha hambre y parece que estaba muy enfermo
dado que los perros venían a lamerle las llagas de su cuerpo. Pareciera que el rico ni
siquiera se percató de que el pobre Lázaro estaba en su puerta y que quería comer
aunque sea las migas que caían de su mesa…
Después de un tiempo los dos murieron. Se nos dice que Lázaro fue a
reencontrarse con Abraham, nuestro padre en la fe, en el Cielo. Del rico se comenta
que fue enterrado y que está sufriendo muchísimo en el infierno.
Es ahora cuando el rico reacciona. Le pide entonces a Abraham que mande a
Lázaro para que lo refresque. Pero Abraham le contesta que el tiempo ya está
terminado y que mientras él hacía grandes fiestas, Lázaro sufría mucho. Ahora las
cosas se invirtieron y, además, no hay comunicación entre un lugar y otro. El rico
sigue insistiendo y le dice que al menos se les pueda avisar a sus cinco hermanos que
todavía están en vida. Abraham le recomienda entonces que lean la Biblia para
saber que todo lo que se hace en esta vida tiene algún tipo de repercusión o
significado en la vida eterna. El rico insiste aún más y plantea que si alguien de
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entre los muertos va a avisarles van a cambiar de actitud. Pero Abraham ratifica
que aunque resucite un muerto tampoco cambiarán de actitud y volverán a Dios.
La enseñanza de Jesús es clara… Todo lo que hacemos en esta vida, de una
forma u otra tiene repercusiones o significados en la vida eterna. Lo que hacemos de
malo (mentir, pelear, chismosear, robar…), y lo que hacemos de bueno (perdonar,
compartir, amar, ayudar al que lo necesita), tendrá su castigo o su premio en la vida
después de la muerte.
Por eso, queridos discipulitos, a ser fiel a la Palabra del Señor y buscar vivir
todos los valores del Evangelio para ser herederos de la Vida Eterna que Jesús nos
regala.
Algunas preguntas para la lectura
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¿Qué personajes tiene la parábola o ejemplo que hoy compartimos?
¿Cómo se describe al “hombre muy rico”?
¿Qué está haciendo el pobre Lázaro? ¿Dónde está y cómo se encuentra?
¿Qué hacen los perros con él?
¿Qué es lo que desea Lázaro? ¿Se cumple?
¿Qué pasa cuando mueren ambos personajes?
¿Dónde va cada uno?
¿Qué es lo que ve el rico?
¿Qué le pide el rico a Abraham?
¿Cómo responde Abraham?
Ante la respuesta de Abraham: ¿qué propone el rico?
¿Qué le va a contestar Abraham?
¿Qué ocurre luego?
¿Cómo concluye el relato?
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2 - MEDITACIÓN
¿Qué me dice Dios hoy a mí de manera particular?
¿Qué nos dice Dios hoy a nosotros de manera puntual?
Aplicamos todo lo que nos enseño el texto a nuestra propia vida de
discipulitos de Jesús…
Preguntas para la meditación.
• ¿En qué sentido yo puedo ser como niño o niña un “hombre muy rico” como
el que hoy aparece en la parábola? ¿Cuáles son “mis riquezas” hoy? Ya el
tema lo meditamos en otros textos por el mes de julio y agosto de este año.
Recordar lo que allí pensamos y oramos.
• ¿En qué situaciones de mi vida me he sentido o me han tratado como al
“pobre Lázaro?
• ¿Soy capaz de ver que hay pobres “junto a la entrada de mi casa”; es decir
ante mi vida, ante mis “propias narices”?
• ¿Cuáles son los pobres que Dios pone en mi camino? Hacer una lista con los
“pobres” con los cuáles tomo contacto en mi vida habitual.
• ¿Cómo me comporto con “esos” pobres que Dios pone en mi camino?
• ¿Qué es lo que puedo hacer en concreto hoy como niño para atender a los
pobres y no tener la actitud del “hombre rico” de la parábola?
• ¿Percibo o entiendo con claridad la relación directa que hay entre esta vida y
la vida eterna?
• ¿Me doy cuenta qué en cada gesto de entrega, servicio y solicitud por los
pobres en esta vida me estoy jugando la plenitud de la vida eterna?
• Como discipulito: ¿Escucho la Palabra de Dios con atención y la aplico con
delicadeza a las situaciones de mi vida?
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3 - ORACIÓN y CONTEMPLACIÓN.
¿Qué le digo y qué le decimos a Dios?
¿Cómo logramos dejar en nuestro corazón la Palabra de Dios?
Para la oración con la Palabra de este Domingo se puede proponer que los
mismos niños hagan peticiones libres teniendo presente lo que se ha leído y
meditado.
La respuesta a cada una de las invocaciones puede ser:
Señor, enséñanos a tener un corazón abierto
a los hermanos que más sufren.
sufren.
5 - AYUDAS PARA LA ACCIÓN
Después de escuchar la Palabra de Dios:
¿A qué me comprometo? ¿A qué nos comprometemos?
Como compromiso concreto se le puede pedir a cada discipulito que elija alguno de
los “pobres” que el Señor ha puesto en su vida, y que ha meditado en el segundo
paso, y realizar el gesto concreto de cercanía, generosidad y compromiso que la
realidad reclama.
Puede ser bueno que cada niño comparta el compromiso que asumió y que se de un
tiempo de tres a cinco semanas para que luego compartan también si se cumplió o no
el gesto asumido.
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