N20110410VCuaresma

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Tu gloria Señor es que el hombre viva.
10
Abril
V Domingo de
Cuaresma
SEÑOR Y DADOR DE VIDA
Tú no quieres la muerte.
Resucitar cada día
Hoy te pido por las muertes de mi vida:
por la falta de amor, generosidad
y por mis debilidades físicas.
Te pido también por la falta
de vida en los pobres,
los que mueren
en las guerras,
en las catástrofes naturales
y por causa de la injusticia.
Tú que eres dador de vida
dame vida.
Que permanezca en Ti
que eres la fuente de la vida.
Amén.
Yo soy la resurrección y la vida
acción católica
general
SECTOR
DE NIÑOS
www.accioncatolicageneral.es
L
as hermanas le mandaron recado a Jesús diciendo: «Señor, al que tú
amas está enfermo». Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no es para la
muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios
sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba.
Solo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea». Cuando Jesús
llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado.
Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María
se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría
muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo
concederá». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día». Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la
vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí,
no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú
eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
hay cosas que no están bien, maneras de ser que tenemos que
cambiar, actitudes que debemos mejorar... en casa, en el colegio,
con los amigos, en nuestra relación con Jesús.
Cuando llegó María a donde estaba Jesús, al verlo se echó a los pies diciendole: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano». Jesús, viéndola llorar a ella
y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?». Le contestaron: «Señor, ven a verlo».
Nadie sabe si hoy será el último día que tiene para hacer lo más
importante que Jesús nos ha encargado... AMAR. Por eso, aunque a veces no resulte fácil -con la ayuda de Dios- podemos seguir intentando ser mejores cada día.
Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!». Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que
este muriera?». Jesús, conmovido de nuevo en su interior, llegó a la tumba. Era una
cavidad cubierta con una losa. Dijo Jesús: «Quitad la losa». Marta, la hermana del
muerto, le dijo: «Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días». Jesús le replicó:
«¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?». Entonces quitaron la losa.
Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me
rodea, para que crean que tú me has enviado». Y dicho esto, gritó
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con voz potente: «Lázaro, sal afuera». El muerto salió, los
7. 33b-4
17. 20-2
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pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en
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,
Juan 11
un sudario. Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar».
A
qquel día Jesús hizo uno de sus más grandes milagros: salvar de la muerte a su querido amigo, Lázaro. Y no le importó regresar a una región donde lo buscaban para detenerlo y matarlo... así de grande era su amor por Lázaro y sus hermanas. Por eso al llegar, lloró con Marta y María.
Muchos vieron a Lázaro salir con vida del sepulcro... y
cambiaron su vida para siempre. Pero otros, ni así se
convirtieron.
La muerte es un tema del que no nos gusta hablar...
pero es una realidad que no podemos evitar. A
todos nos llegará el fin de nuestros días en
esta vida y daremos cuentas a Dios de lo que
hicimos en ella, seremos examinados en el amor.
Ante la muerte... Dios nos invita a “resucitar”
cada día a una vida nueva. En todos nosotros
Jesús, nos anima a decidirnos a seguirlo y a hacer de nuestra
vida una gran obra de amor... en todo lo que hagamos. En cada
comportamiento, en cada gesto, en cada acto.
z
¿Has descubierto esta Cuaresma que todo lo negativo... se
puede superar con el Bien y el Amor? ¿En qué lo has notado?
z
¿Has cambiado alguna actitud tuya durante esta Cuaresma?
¿Cómo lo has hecho?
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Como cristianos tenemos que comportarnos como lo haría
Jesús... con amistad y amor para todos. ¿Te cuesta hacerlo?
¿Por qué?
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