¿A qué esperar? … después de 110 años. Santiago Maunez Vizcarrondo [email protected] El 21 de marzo de1982 por $7.00 compré el libro “Las obras completas de Virgilio Dávila” publicadas por el ICP en el 1970. En la página 256 aparece su soneto “¿A qué esperar? Comienza así: “¡Oh, pueblo…! ¿A qué esperar? La zona entera es libre ya del Despotismo insano. ¡Ya en la extensión del mundo americano la sacrosanta Libertad impera! Si les interesa conocer el resto de este soneto busquen el libro en cualquier biblioteca del pueblo o comuníquense conmigo y les daré una copia. Cuando el buque norteamericano Maine sufrió una explosión en el puerto de La Habana en 1898, el multimillonario dueño de periódicos William Randolph Hearst señaló a España como culpable del sabotaje (hoy se cree mayoritariamente, según información en Internet, que se trató de un accidente), e instó al presiente William McKinley (quien no consideraba siquiera la posibilidad de una guerra), a entablar batalla, iniciándose la Guerra Hispano-norteamericana que terminó, entre otras cosas, con la anexión de Puerto Rico a USA.. La película Citizen Kane, del 1941, por el cineasta Orson Welles presenta un crudo retrato de William Randolph Hearst. El presiente William McKinley fue quien escribió un mensaje para el general García que se encontraba en la manigua cubana durante la guerra. Necesitaba alguien que llevara ese mensaje al general García y apareció un hombre, de apellido Rowan, que se ofreció como voluntario a llevar el mensaje. Habló con el Presidente, este puso el mensaje en manos de Rowan que sin más preguntas, lo metió en una valija de cuero para protegerlo de la humedad, partiendo para Cuba a cumplir con su misión. Rowan no se detuvo a preguntar: ¿Cuánto me pagarán? ¿Había algún seguro de salud o de vida? ¿Quién rayos era García? ¿Dónde quedaba Cuba? ¿Podía ver un mapa donde estaba el General? ¿Cuántos de ustedes saben actuar como Rowan? Esta acción de Rowan se conoce como: “Llevar un mensaje a García”. En la página 336 del libro de Virgilio Dávila aparece su poema “No des tu tierra al extraño” que comienza diciendo: “No des tu tierra al extraño por más que te pague bien. El que su terruño vende, vende la patria con él”. Pero la avaricia ha sido más fuerte que el patriotismo y miren cómo está Puerto Rico. ¿Cual fue el final el presiente McKinley? El 6 de septiembre de 1901 fue tiroteado por el anarquista Leon Czolgosz. Falleciendo ocho días después, se convirtió en el tercer presidente en ser asesinado en el cargo, a causa de las múltiples heridas. Fue sucedido en el cargo por Theoore Roosevelt. ¿Y que sucedió con el genial William Randolph Hearst? Tras fracasar en sus intentos de resultar elegido gobernador del estado de Nueva York (1907) y alcalde de la ciudad homónima (1905 y 1909), se retiró a una fantástica mansión construida por él mismo desde donde se dedicó a dirigir su imperio periodístico y producir películas para su amante, la actriz Marion Davis. Murió el 14 de agosto de 1951 en Beverly Hills, California. Patricia Hearst, nieta de William Randolph Hearst, fue secuestrada el 4 de febrero de 1974 por un pequeño grupo de izquierda denominado Ejercito Simbionés de Liberación. La historia es larga y ridícula como la nuestra que hemos preferido ignorar. Por eso, después de 110 años por nuestra avaricia y desconocimientos, estamos sin dignidad.