Parroquia Ntra. Sra. De Lourdes. Salamanca. 2014 Domingo 2º de adviento B. Marcos, capítulo 1. Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2Como está escrito en el profeta Isaías: “Yo envío a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino; 3 voz del que grita en el desierto: ‘Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos’”; 4 se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. 5 Acudía a él toda la región de Judea y toda la gente de Jerusalén. Él los bautizaba en el río Jordán y confesaban sus pecados. 6 Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. 7 Y proclamaba: “Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. 8 Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo”. 1 1: Mt 3,1-12; Lc 3,3-18 | 2: Mal 3,1 | 3: Is 40,3 | 4: Lc 3,3. LAS OTRAS LECTURAS: Lectura del Profeta Isaías 40, 1-5. 9-11. “En el desierto preparadle un camino al Señor”. Salmo Responsorial: Sal 84, 9ab-10. 11 “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación”. Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pedro 3,8-14. “confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva” “Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”. El Evangelio es la buena noticia. En la literatura pagana “evangelio” era una buena noticia para todo el pueblo con carácter social. La buena noticia para nosotros es la Buena Noticia que nos da Dios, que no es otra que su Hijo Jesucristo. Esa es Buena Noticia, el regalo. La comunicación total y definitiva de Dios a los hombres, que es la Palabra con mayúscula. Esa Palabra que existía desde siempre, esa comunicación está encarnada en Jesús, es Jesucristo, que viene a salvar no a condenar, que viene a liberar de las ataduras del mal y de la muerte, viene a comprendernos, a vivir con nosotros la experiencia humana con todas sus consecuencias, en sus alegrías y sus penas. Viene a revelarnos el rostro de Dios Padre, a ser el auténtico y único mediador entre Dios y los hombres. Así lo entendieron las primeras comunidades y así nos lo han comunicado. San Marcos, (alrededor del año 70) recopila lo que dice y vive la comunidad cristiana sobre Jesús, sobre todo sus hechos, sus milagros, la predicación de San Pedro en Roma y lo pone por escrito, no es una carta, no es una narración, es un nuevo género literario o forma de escribir que se llamó “evangelio”. Podemos decir, por tanto, que San Marcos inventa el género literario “evangelio”. Pero Marcos no habla de Jesús en el pasado: es curioso constatar que utiliza poco el tiempo del pasado (el aoristo en griego, pretérito indefinido?); habla en presente por convicción teológica: el Jesús que presenta en su texto sigue estando en su comunidad, vivo sobre todo por la Eucaristía. Para él, hacer memoria de Jesús es decir al mismo tiempo que está ausente (su historia terrena pertenece al pasado) y presente en el hoy de la comunidad que cree y que celebra. El Jesús de la historia sigue viviendo, bajo la forma de palabra escrita y proclamada, en el Cristo vivo en quien cree la comunidad. A través del Cristo de la fe es como podemos llegar al Jesús de la historia. Después en el año 80-90 escribieron evangelios San Mateo y San Lucas, teniendo en cuenta el de San Marcos (hechos del Señor del joven Marcos), y posteriormente, hacia el año 90-100, escribió San Juan. Otros también escribieron evangelios: Tomás, Judas, María Magdalena, Felipe, de los egipcios, y otros considerados apócrifos. El movimiento popular suscitado por Juan el Bautista hace crecer la esperanza de la gente Marcos hace como hacemos también hoy nosotros. Se sirve de la Biblia para iluminar los hechos de la vida. Juan Bautista había provocado un gran movimiento popular. ¡Toda la región de la Judea y todos los habitantes de Jerusalén iban al encuentro de Juan! Con la venida de Juan Bautista la esperanza del pueblo ha comenzado a encontrar una respuesta, a realizarse. La semilla de la Buena Nueva comienza a despuntar, a crecer. En los años 70, época en la escribe Marcos, mucha gente pensaba que Juan Bautista fuese el mesías. Para ayudarles a discernir, Marcos cita las palabras del mismo Juan: “Después de mí viene aquél que es más fuerte que yo y de quien no soy digno de desatar sus sandalias. Yo he bautizado con agua. Él bautizará con Espíritu Santo”. Marcos nos dice que Juan señala el camino hacia Jesús. Lo que Marcos quiere sugerir es que deberíamos aprender a leer nuestra historia con otra mirada. El comienzo, la semilla de la Buena Noticia de Dios, está escondido en nuestra vida, en nuestro pasado, en la historia en que vivimos. El pueblo de la Biblia leía la historia del pasado para aprender a leer la historia del presente y descubrir en ella las señales de la presencia de Dios. Es lo que Marcos hace aquí al comienzo de su evangelio. Trata de descubrir los hechos y apunta hacia la esperanza, hasta llegar a Juan Bautista que ve en Jesús a aquél que realiza la esperanza del pueblo. NOS PREGUNTAMOS: 1.- ¿Para mí, el conocimiento del Evangelio, es en verdad una “Buena Noticia” una Gran Noticia, que me cambia? ¿O es una noticia más, en medio de tantas noticias? 2.- ¿Cuánto tiempo dedico yo a conocer la Buena Noticia y cuánto tiempo dedico yo a anunciarla? 3.- ¿Cómo le demuestro a los demás, que en verdad creo que Jesús es el Señor y el Mesías en mi vida? 5.- ¿Cómo puedo prepararme mejor para la celebración de la Navidad? ORACIÓN · Que se allanen las diferencias y las desigualdades porque todos somos hijos de un mismo Dios y todos merecen un mismo trato. · Que se levanten la justicia y la honradez, para que la verdad y el bien sean lo que brille en este mundo. · Que se abajen las cimas del orgullo, las cordilleras de la arrogancia y de la soberbia para que la humildad nos haga más humanos. · Que se enderece lo retorcido, las curvas de la mentira y la manipulación, los recovecos de las malas intenciones para que el corazón llegue a ser limpio y transparente. · Que se igualen las asperezas de los hombres para que sea la ternura y la misericordia la que presida nuestras relaciones Que los caminos entre los hombres sean transitables, que por ellos circule el color verde de la vida y la persona vuelva a estar en el centro de la vida. Preparad el camino al Señor… · Y TODOS VERÁN LA SALVACIÓN DE DIOS.