COLECCION THYSSEN-BORNEMISZA: - Museo Thyssen

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COLECCION THYSSEN-BORNEMISZA:
UN RECORRIDO POR LA HISTORIA DEL ARTE
El Museo Thyssen-Bornemisza
Situado en el Paseo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza configura con el Museo
Prado y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía el que se ha llamado Paseo del Arte: un
extraordinario conjunto que reúne en el corazón de Madrid a estos tres grandes museos
nacionales. Con un carácter muy complementario a las colecciones de arte que albergan los
otros dos grandes museos, sus fondos enriquecen la sección de pintura antigua que se puede
admirar en el Prado y completan el panorama del arte contemporáneo que ofrece el Reina Sofía,
al que aporta obras representativas de corrientes artísticas internacionales.
Abierto al público en 1992 para alojar la que hasta entonces era la colección privada más
importante del mundo - adquirida un año más tarde por el Estado español -, el Museo alberga
hoy cerca de mil cuadros –incluida la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza- a través de los
cuales traza el itinerario de la historia de la pintura europea desde sus inicios, en el siglo XIII,
hasta las postrimerías del siglo XX, con especial riqueza en periodos y tendencias escasamente
representados en los museos españoles: primitivos italianos y neerlandeses, renacimiento
alemán, pintura holandesa del XVII, impresionismo, expresionismo alemán, constructivismo
ruso, abstracción geométrica y pop.
El primer barón Thyssen-Bornemisza, Heinrich, que inició la Colección en la década de
1920, se dedicó sobre todo al arte antiguo, reuniendo hasta 1947, año de su muerte, alrededor de
525 cuadros. En 1930, en la Alte Pinakothek de Munich, el público tuvo la oportunidad de
contemplar la primera exposición de las obras reunidas por él. Dos años después, para albergar
una colección que crecía sin cesar, el barón compró al príncipe Leopoldo de Prusia Villa
Favorita, en la localidad suiza de Lugano. A su muerte, la Colección se dispersó en parte entre
sus herederos, y su hijo, el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, se dedicó a reunirla de
nuevo, comprando las obras a sus parientes. En una etapa inicial siguió adquiriendo pintura
antigua y, a partir de los años 60, inició la Colección de Maestros Modernos. Su interés se
concentró al principio en las obras del Expresionismo alemán, un arte considerado "degenerado"
por los nazis, que destruyeron gran parte de estas obras. Poco a poco, la fascinación que sentía
por los expresionistas alemanes le condujo a la adquisición de obras de artistas de vanguardia
rusos y otros pioneros del arte abstracto. Y así, llegó a hacerse con importantes obras
impresionistas, postimpresionistas, pintura europea de principios de siglo, pintura inglesa de la
postguerra - Francis Bacon, Lucian Freud, etc. - y pintura norteamericana de los siglos XIX y
XX.
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Villa Favorita se quedó pequeña - allí no se podían exponer más que 300 cuadros - y el
barón decidió buscar un nuevo hogar para sus obras. La proximidad del Museo del Prado y la
calidad del edificio de Madrid que le ofreció el Estado español, le decidió a traer la Colección a
España. Y es en esta ciudad, en el decimonónico Palacio de Villahermosa, donde se puede
contemplar por primera vez la Colección casi completa.
La Colección Carmen Thyssen-Bornemisza y los nuevos edificios
La ampliación del Museo Thyssen-Bornemisza, inaugurada en junio de 2004, ha sido
posible gracias a la adquisición de dos inmuebles en la calle Marqués de Cubas, que han
permitido conectar el nuevo edificio con la sede del Palacio de Villahermosa. Realizado por el
equipo de arquitectos liderado por Manuel Baquero y Francesc Pla, el punto de partida para la
elaboración del proyecto fue la propia estructura y recorrido del primitivo museo diseñado por
Rafael Moneo, con cuyo espacio forma una ele que comparte, amplía y se extiende al interior
del nuevo edificio, configurando un único espacio expositivo.
En el aspecto arquitectónico, el proyecto se caracteriza por la continuidad interior con
el Palacio de Villahermosa en volúmenes, colores, materiales y texturas, que contrastan con la
modernidad exterior del edificio. Una continuidad que se mantiene, incluso, en la propia
secuencia de las salas según idéntico esquema de distribución, lo que da como resultado un
conjunto unitario, que hace posible una sucesión sin rupturas tanto en la circulación de los
visitantes, como en la integración natural de la nueva colección con la ya existente.
El edificio anexo acoge la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, más de 300 obras
de arte cedidas en préstamo por la baronesa, de las cuales 220 podrán admirarse
habitualmente en las nuevas salas del Museo, en virtud del acuerdo suscrito con el Ministerio
de Educación y Cultura en febrero de 2002, con un periodo de vigencia de once años. Con la
incorporación de este conjunto de pinturas, las salas del Museo ofrecen a partir de ahora de
forma permanente un total de cerca de mil obras.
La Colección está formada por el valioso patrimonio pictórico que empezaron a reunir
los Barones Thyssen-Bornemisza a partir de 1993, año en que tuvo lugar la adquisición de la
colección histórica de la familia por el Estado español - que constituye el actual fondo del
Museo -, junto con el que Carmen Thyssen-Bornemisza ha seguido adquiriendo en solitario,
después del fallecimiento del barón en 2002. Se trata de un importante conjunto, tanto por su
calidad, como por su carácter complementario respecto a los fondos históricos del Thyssen,
cuyo espacio “natural” de exhibición es el propio Museo.
El resultado es un nuevo Thyssen, en el que proyecto arquitectónico y criterios
museográficos han aunado esfuerzos en un objetivo común de coherencia y continuidad entre la
colección histórica y la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, y entre el edifico existente y el
nuevo edificio, con una unidad perceptiva desde el punto de vista del visitante y una unidad
conceptual desde la perspectiva museística, en la ubicación de la obra y los recorridos por la
antigua y nueva colección.
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