Artículo + entrevista a Marina en The Bowery Presents. [2/9/2010] El Pop es más guay de lo que jamás ha sido. No hay revelaciones. Algo quizás, bastante irónico, es que la joya de esta nueva corona se parta de risa en la cara de cualquier noción de algo 'cool'. Marina (And The Diamonds) Diamandis está viviendo, respirando, ciñendo, vogue-ing la demostración de las insondables posibilidades contenidas dentro de su Pop orgánico en 2010. "Realmente me importa una mierda si el Pop está o no de moda esta semana, yo seguiría escribiendo la misma música a pesar de todo”, se burla. Ella es una realizada compositora/cantante. 50% Griega, 50% Galesa, 100% una juguetona criatura de cuento de hadas. Una chica con, prácticamente, una nula enseñanza musical, para quien los ardientes coros del corazón, milagrosamente, parecen aparecer en las puntas de sus dedos con el lanzamiento de cada absurdo miembro. Una voz que tanto atrae a los marineros a las costas como salva a los buques de las rocas. Una mente que trabaja a parte de la fábrica de Ahora y lo sirve en un helado de frutas para que todos lo engullan abajo. Una artista, cuyos movimientos en el escenario, han estado recordando a todos los mediocres seguidores de conciertos del país, el verdadero significado de 'Show time'. Pero, como todas las grandes estrellas del Pop, la disección de sus encantos no le hace justicia. Ya que Marina posee ese ingrediente tan difícil de alcanzar. Lo primero es que su nombre no haya sido abandonado por haber sido descubierta por la llamarada de un reality de televisión, nos atreveríamos a nombrar algo como 'Factor-X'. Algunos de los mejores de esta parte del milenio deben ser los grandes éxitos Británicos, Marina simplemente lo es. La personalidad, el porte, la jerga. Un sónico estallido de carcajadas que la interrumpe a cada frase. Ella es la sensación de 1,65 metros que estaba esperando al reloj de arena, y este es su año. Marina se mudó un total de 17 veces antes de cumplir los 18. Entre su lugar de nacimiento Abergavenny, en el Gales rural, pasando por Londres y después la Antigua casa de su familia paterna en Grecia. Ella se encontró dividida entre el fuerte y práctico ideal de la familia de su padre y el efecto cerebro-microondas en la cultura de la generación-Y. "Algunas veces me siento como una perfecta niña anuncio en esta generación. No sabemos nada,” se ríe. “Nada sobre política o sobre el mundo real. Sufro trastorno de déficit de atención, no me puedo concentrar en nada. Es terrible; es una horrible manera de ser. Pero esta mentalización ha alimentado muchas de mis canciones." Es esta autocrítica y la honestidad brutal lo que forja la marca distintiva de Marina, con el brillo del pop postmoderno. Mientras que sus estribillos le hacen un guiño a una profunda pasión por la escultura, ella insiste en que su elección del medio nació de una picadura hace 24 años. "Yo creo que casi todo lo que hago musicalmente está regido por una agenda. Yo quiero transmitir muchas cosas, y a veces siento como si simplemente no hubiesen suficientes canciones.” Marina nunca aprendió a tocar ningún instrumento, hasta que, autodidácticamente aprendió a tocar el piano a los 19 años, ocho años de clases de baile y una temporada en una escuela Americana expatriada en Grecia provista de conexión con tierra Americana que le diese a ella un dominio sobre el ritmo, tanto a la hora de grabar como en sus coreografías propias. Esto también ocasionó una fijación con los la Americanización y todo lo que esto conllevaba. "Yo me hice mayor de edad al mismo tiempo que Britney,” recuerda. "Era un momento asombroso para enamorarse del Pop. Ellas era mi preferida. Pero creo que era una época que te dejaba con muchas preguntas sobre la cultura del Pop en referencia a las mujeres artistas.” Y ahí está el dilema de Marina: no una imparable pasión por una gigantesca y ridícula lista de éxitos y llena de forraje, sino un anhelo por algo más cultural. El comienzo de la “carrera” de Marina fue peculiar. “Yo ni siquiera sabía realmente que era un coro hasta que fui al estudio con un productor,” afirma,"Yo solo pensé que podría levantar el ánimo cuando el tiempo hubiese pasado o la historia hubiese sido contada”… “Hasta entonces, toda mi escritura había sido o bien instintiva o accidental.” Después de pasar dos años sentada en su casa, en panties, grabando demos en su portátil, sacudiendo una serie de posibles éxitos en su soledad, era el momento de hacerse oír de cara a las discográficas. Pero, mientras que la mayoría de los artistas tienen canicas de la mima manera que tendrían, eso que en la industria se conoce como ‘un manager’, Marina se niega. Después de una serie de entrevistas, en traje de baño, con unos hombres cada vez más perplejos-que también desean moldearla a través de su ‘gran, problemática máquina’ o negarse rotundamente a hablar directamente con ella de negocios, ella firmó un contrato con Warner a través de 679. En ese momento se le permitió la libertad de llegar a ser la estrella que ella quería ser. Como suele pasar con aquellos que irradian talento de todos y cada uno de los poros de su cuerpo, la gente especial quiere estar cerca de ellos. Dentro de poco los mejores productores, directores y coescritores del Reino Unido estarán llamando a su puerta, por lo hablar del sello indie más conocido del mundo, Neon Gold, quién presentó so álbum con una serie de EPs y singles. En 2009, las partes del proyecto para su debut, ‘The Family Jewels’ poco a poco se fueron uniendo. Ella refina y da brillo a nuevas composiciones encarnadas de su original dormitorio. 'Are You Satisfied?' comienza con los halagadores batientes versos narrativos, típicos de su marca registrada. 'Shampain' es juguetón, un latiente monstruo que va a ser un hit, con uno de los mejores coros hasta la fecha. El gigante durmiente ‘I Am Not A Robot’, con un maravilloso video de promoción, cortesía de El Fan Número Uno, Rankin, podría decirse que se mantiene como su momento más logrado: atrevido, bello y verdaderamente oportuno. La llegada de Pascal Gabriel (Ladyhawke) dio ‘Girls’, un trozo de imparables ondas, mostrando la herencia de las candentes melodías Griegas, con una descarada e inmediata composición y unos chistes inteligentes. "Es una llamada para las mujeres, para que paren de ser sus propios enemigos,” dice. “Esos días en los que tú eres una monja o una puta, eres ambas o ninguna, todo en uno. Yo quiero ayudar a redefinir el lugar de la mujer en la sociedad”. Marina demostró que está tan encariñada con la sociedad indie como la mayoría, mostrado con locura, ‘Mowgli’s Road’ tronante magnate anti-música de cabalgata y una oleada de captación de atención desde NME incluyendo un codiciado y privilegiado lugar en su Radar Tour. ''Obsessions', una balada de sus lastimeros principios, de serenidad épica y codiciado deseo era, finalmente, llevado a un nivel superior por el pianista colaborador, Liam Howe. Esto fue, puntualmente publicado, el día de San Valentín. 'Hollywood', la culminación de un amor de toda la vida/odio obsesivo con las estupideces de la cultura Estadounidense, que fue producida por nada menos que el éxito de las Spice Girls- cuyo artífice fue Biff Stannard, un cargo desenterrado del terremoto que produjo la abundancia del pop clásico. La presentación del hit espera. 'The Outsider’ es provocativo y pegadizo con un ritmo serio mientras que ‘Hermit the Frog’ muestra la inclinación de Marina por seguir la estela de los pasos de baile de Kate Bush. 'Rootless' es la colisión entre duras letras y ritmos rápidos. 'Numb' podría ser el éxtasis absoluto, el ansia de compañía para el final de un baile de máscaras. Antes que ‘Guilty’ te deje fuera de combate en un remolino de melodías descentradas, pánico y puedas resolver tu corazón teniendo la oportunidad de alcanzarlo con esto, dejándote un instantáneamente suspirando por más. La última canción para completar el álbum es, lo que pronto será un exitazo, “Oh No!”. Escrito en un viaje a LA una semana después de que ‘The Family Jewels’ fuese grabado, la canción abarca todos los miedos y las aspiraciones de Marina de cara al futuro. "La canción fue escrita en respuesta de mi miedo de no alcanzar lo que yo digo que quiero conseguir cada vez que abro mi bocaza. Esta es mi segunda parte de ‘Mowgli’s Road’. Estaba paralizada por el miedo antes de mi viaje a los estados y no podía parar de pensar sobre ser un fracasado “etc.” y estaba convencida que me convertiría una profecía auto cumplida si mi cerebro no se callaba y paraba de ser tan negativo. Entonces lo puse en una canción. Mowgli’s se cuestionaba quien quería ser yo,”Oh No!” lo confirma. Esto me hace confiar en mí misma otra vez, después de unos inestables 6 meses. La vida es simplemente como una jarra de risas al final del día, en resumidas cuentas! "Esto viene de querer conectar con la gente a nivel personal. Me gusta hacer sentir bien a la gente y recordarles que no están solos” reflexiona sobre su primer trabajo. " Para mí, es como una catarsis. Yo pienso que todos ellos son complacientes letras para mí misma, pero para los ojos de cualquiera que se sienta como mirando, por supuesto.” TRADUCCIÓN POR MARINA DIAMANDIS SPAIN – TU #1 RECURSO DE MARINA & THE DIAMONDS EN ESPAÑOL