Ficha sintética de análisis del cuadro de Frida Kahlo. PARTE DE IZQUIERDA PARTE DE DERECHA Primer plano: observamos la tierra llena de flores y frutas con colores cálidos, con una raíces profundas que se establecen en la tierra mexicana. Lo natural está representado con realismo y exotismo a la vez. Primer plano: podemos observar tres elementos fabricados por los hombres, parece que hay un ventilador a la izquierda, un proyector con una bombilla dentro en el centro, de tamaño más importante, y a la derecha lo que parece ser un altavoz. Los tres elementos son elementos eléctricos, que representan el aire, la luz y el sonido, pero de manera artificial. Los tres aparatos eléctricos tienen unos cables enroscados y esparcidos por la tierra norteamericana, y se transforman en raíces que cruzan la frontera hasta invadir la tierra mexicana. Segundo plano: aparece un conjunto de objetos de piedra y una construcción de piedra hecha una ruina. Dejamos ya el aspecto natural para pasar al aspecto social. En efecto las dos estatuas representan a dos divinidades femeninas, se refieren al culto divino de la fecundidad, mientras que al lado derecha notamos una calavera inclinada en el suelo, no sólo es una imagen recurrente en la pintura de Frida sino que también está relacionada con el culto que los mexicanos tienen hacia la muerte como algo inevitable, forma parte del ciclo natural de la vida, es un aspecto cultural muy presente en la vida de los mexicanos, podemos referirnos al día de los muertos que se celebra allí. La propia experiencia de Frida a lo largo de su vida puede explicar ese símbolo poderoso, a causa de sus numerosas operaciones y sus estancias en los hospitales. Las ruinas de piedra pueden significar que los hombres ocupaban ya el territorio mexicano desde muchos años. Segundo plano: surgen cuatro especies de máquinas o chimeneas de hierro, forman una fila regular, y de estas máquinas salen unos tubos de hierro como si fueran brazos de robots, son larguísimos ya que salen del escenario limitado por la pintura. Los colores son colores fríos, grises y metálicos. Tercer plano: Frida pintó un templo precolombino, de apariencia azteca, como para decir lo antiguo y lo profundo que hace referencia a la historia mexicana. La presencia de esta pirámide da cuenta de ese pasado remoto, un pasado que forma parte de la vida de Frida, puesto que su madre era media india. Frida formaba parte de este movimiento de la mexicanidad que ocurría en la época, rechazaba cualquier tradición europea y se dedicaba a explorar y poner de manifiesto sus raíces y cultura indígena como una reivindicación imprescindible. Tercer plano: se elevan unos rascacielos muy altos, y a la izquierda de los rascacielos observamos una fábrica de la que surgen cuatro chimeneas, con las letras que forman FORD, el sistema norteamericano del trabajo en cadena. Hace redundancia con las cuatro máquinas del segundo plano, como algo repetitivo. Las cuatro chimeneas de la fábrica echan un humo espeso que parece contaminado, y es tan espeso que oculta un poco la bandera de los EEUU. Lo extraño de toda la parte de derecha es que no aparece ninguna huella de unos habitantes Encima del templo, en el cielo mexicano dominan y se yuxtaponen el sol y la luna, que están relacionados con el concepto azteca de la dualidad. El sol que parece tener tres lenguas de fuego puede ser también el símbolo de los sacrificios humanos, y la relación íntima que tienen los mexicanos con la naturaleza y las fuerzas telúricas del universo. Luna y sol ponen de realce la oposición día / noche, vida / muerte, lo femenino / lo masculino, lo que caracteriza el ciclo de la vida. que podrían vivir en esta ciudad. Esta idea corresponde a una deshumanización de un paisaje únicamente dominado por la tecnología y la industrialización. Ni siquiera en el cielo de EEUU aparecen elementos naturales, porque los rascacielos ocupan todo el horizonte. Parte central: la pintora ocupa el espacio central, está de pie, como una estatua se sitúa en un pedestal, tiene una actitud muy académica, está vestida con un delicado vestido de gala rosa, un peinado bien arreglado con una trenza reunida en moño, lleva un collar bastante ancho y rojo. Sus manos se cubren de guantes largos, elegantes y blancos, nos da la impresión de que está a punto de asistir a una ceremonia formal, en la mano izquierda sujeta la bandera mexicana, lo que sugiere donde radica su lealtad, mientras que en la mano derecha sostiene un cigarrillo, lo que muestra un signo de rebelión. Su rostro no deja parecer ningún sentimiento, ninguna emoción, tiene unos rasgos muy serios. Más bien es como si estuviera esperando algo o alguién. Frida está parada sobre la línea que representa la frontera. Esta situación representa la dualidad en la que se encuentra viviendo entre dos mundos diferentes y al mismo tiempo, es un recordatorio sobre su doble origen, su madre era una mexicana mestiza (india/española) y su padre un alemán judío inmigrante a México. Frida se ubica en un pedestal en el que está escrito: « Carmen Rivera pintó su retrato en el año 1932 ». Carmen era el nombre de bautismo de Frida. Para terminar con esta parte central, es preciso decir lo importante de la mirada de Frida, que se dirige al espectador, como si quisiera llamarnos la atención sobre la problemática de la dualidad. Las oposiciones : Las oposiciones empiezan primero con la estructura del cuadro: una parte izquierda y una parte derecha separadas por la pintora de pie. Después, si nos fijamos en los colores, a la parte izquierda le corresponden los colores cálidos mientras que a la parte derecha le corresponden los colores fríos. Podemos a continuación poner de realce los dos sistemas de valores, las dos maneras de vivir, con los elementos del cuadro siguientes: - lo natural que se opone a lo artificial (las flores, las raíces, los colores, el sol, la luna, las nubes…≠ los aparatos eléctricos, el humo, los cables…). - lo cultural que se opone a lo industrial (la pirámide o templo, las piezas de escultura azteca, la pintura como materia de creación … ≠ la fábrica, las máquinas extrañas, los rascacielos, el metal como base del cuadro…). - lo tradicional que se opone a lo moderno. Lo que podemos deducir: Es que como Frida vivía en esta época en EEUU, es evidente que añoraba cada vez más su país. La nostalgia invade el cuadro, poniendo de relieve el aspecto humano, las relaciones humanas que surgen a través de los elementos mexicanos. En cambio, esa nostalgia evocada permite dar una visión deshumanizada, fría, sin ninguna huella humana excepto lo que los hombres dominados por la tecnología construyeron en toda la parte derecha que corresponde a los EEUU. Frida no puede ocultar su preferencia por su país, sin embargo, podemos matizar este aspecto gracias a un elemento transgresivo que tiene en la mano derecha: el cigarrillo. No hay que olvidar que Frida es una mujer mexicana, nacida en un país en el que los hombres lo pueden todo. Ser mujer y artista en EEUU tal vez fuera menos difícil en esta época que ser mujer y artista en México. Es obvio que era muy mal visto que una mujer fumara en público. Conclusión: A modo de conclusión podemos decir que este cuadro de Frida Kahlo refleja una dualidad anafórica por muchos aspectos como lo hemos visto: lo femenino/lo masculino; lo tradicional/lo moderno; lo cultural/lo industrial; lo natural/lo artificial… Sin embargo, Frida se autorretrata en el centro del cuadro, es ella la que representa esa frontera invisible, como para hacer comprender que ella también refleja esa dualidad, tanto por sus sentimientos de artista como por sus orígenes. De manera más simbólica, Frida se pinta a sí misma en el centro porque comparte a la vez lo fecundo, es decir su pintura, y también lo estéril, es decir su incapacidad física a procrear. Finalmente, el cuadro se caracteriza a la vez por una complejidad y una simplicidad que comparte con la riqueza artística de una gran pintora.