El G-20 ante los vientos huracanados del 2016_Ugarteche_Valencia.pdf

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www.OBELA.org 10 de marzo de 2016
El G20 ANTE LOS VIENTOS HURACANADOS DEL 2016
Oscar Ugartechei
Tesalia Valenciaii
El 27 de febrero del 2016 los ministros de finanzas y los presidentes de los
bancos centrales de los países del G-20, se reunieron en Shanghái para acordar acelerar
las reformas fiscales y estructurales de sus países, así como para pactar evitar una nueva
guerra de divisas. Dos días más tarde los mercados cambiarios se sacudieron. Se
recuperó el Yuan a niveles de diciembre del 2015, el peso mexicano a nivel de
diciembre del 2015, el dólar australiano a niveles de julio del año pasado, el euro al
nivel de fines de octubre del 2015. Es decir hubo una depreciación acordada del dólar.
La mejora del dólar australiano fue mucho más marcada que el yuan entre el 29 de
febrero y el 3 de marzo, si bien la noticia fue el yuan. Es decir, la paz cambiaria se pactó
tras acordar el reajuste del dólar a la baja.
Los representantes del G20 hablaron sobre la arquitectura financiera mundial,
con énfasis en la puesta en marcha del nuevo sistema de cuotas del Fondo Monetario
Internacional (FMI) el cual se refleja en su asignación de cuota, medida en Derechos
Especiales de Giro (DEG) lo que tendrá efecto en su número de votos en la institución.
La reforma del sistema de votación del FMI refleja en alguna proporción la disminución
de poder de Europa. Cabe señalar que Estados Unidos con la cuota mayor (17.75%)
sigue siendo el país con mayor número de votos (16.81%) y el único con derecho a
veto. Las cuotas combinadas de los 188 países miembros del FMI doblarán de alrededor
de 238.500 millones DEG (unos USD 329.000 millones) a 477.000 millones DEG (unos
USD 658.000 millones).
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Esta duplicación sin embargo no refleja del todo los cambios en el peso de los
países en la economía mundial Las cuotas se calculan del siguiente modo:
CQS = (0.5*Y + 0.3*O + 0.15*V + 0.05*R)k
La cuota (CQS) se define 50% como el peso del PIB (Y) medido en dólares
constantes PPA del promedio de los últimos tres años; más 30% del peso de la apertura
económica(O) - suma de exportaciones más importaciones/PIB - más 15% de la
variabilidad de los flujos de capital (V) sobre los últimos 13 años medido como la
desviación standard de los mismos, más 5% de las reservas internacionales (R) todo
esto ajustado por un factor de compresión k (sic) que ayuda a descomprimir (sic) la
participación
de
las
cuotas
en
el
total.
(http://www.imf.org/external/np/pp/eng/2008/032108.pdf, p.3). Es poco claro que es el
factor de compresión k.
Pero resulta que los países que tienen reservas internacionales altas y son
acreedores de los países maduros, son los países emergentes, y las reservas pesan solo
5% de la cuota. Igualmente resulta que las economías más abiertas son los países
europeos (alrededor de 80% del PIB. Estados Unidos suma alrededor de 30%. Los
latinoamericanos más abiertos estamos en 71.6% promedio). Entonces la forma de
medición resulta en un sesgo interesante contra las economías emergentes y a favor de
los europeos que justamente son los que están sobrerrepresentados no solo en el FMI
sino en el G20.
Están sobrerrepresentados en el G20 porque además de tener representación
como Unión Europea tienen representación nacional. Es decir, está el representante de
la Unión Europea y además están los representantes de Alemania y Francia, como si el
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ente supranacional no los representara. Lo están en el FMI porque el peso de su cuota
no es proporcional en absoluto a su gravitación económica internacional.
Quizás una fórmula para definir la cuota (CQS = 0.5*PIB + 0.2*O + 0 .1*V +
0.2*R) donde se contemple el comercio exterior (O) con menos peso, 20%, y la
variación de los flujos de capital con menos peso (10%) y más peso a reservas (20%)
daría un resultado más preciso sobre el peso de los países emergentes en la economía
mundial.
Un cambio de fórmula para la definición de la cuota implica primero que los
países emergentes tengan más peso para que lo puedan proponer en el directorio del
FMI, siempre sujetos al veto de Estados Unidos, claro.
Es un hecho que las estrategias experimentales de los Bancos Centrales en el
manejo de la política monetaria, han fracasado en producir la recuperación duradera que
se esperaba y que se ha perdido la política monetaria como instrumento de política
macroeconómica. Es evidente que un escenario diferente se está construyendo por lo
que sería pertinente volver la vista hacia la falta de correlación entre el mundo de las
finanzas que avanza de manera vertiginosa en comparación a sus regulaciones, y el
mundo de la economía real estancada, en vez de buscar culpables en la economía China.
Referencias
Ugarteche, O. (21 de enero de 2016). 2016: Un nuevo momento de la crisis mundial. Obtenido
de Observatorio Econòmico Latinoamericano: http://obela.org/content/2016-unnuevo-momento-de-la-crisis-mundial
FMI, http://www.imf.org/external/np/exr/facts/spa/quotass.htm
Bach, P. (28 de febrero de 2016). Recesión global: ¿segunda temporada? Obtenido de El
Economista de Cuba: http://www.eleconomista.cubaweb.cu/2016/nro520/recesionglobal.html
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i
Economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México.
Miembro del SNI/Conacyt. Coordinador del Observatorio Económico de América Latina
(OBELA) www.obela.org y presidente de ALAI www.alainet.org
ii
Miembro del proyecto OBELA, IIEc-UNAM.
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